El chico de sus pesadillas [Logan Lerman] [Detenida]

Oh gosh ._., siento que voy a amar esta novela!!
No sé por qué nadie había comentado antes en este sexy tema
Está increíble, te felicito!!

Pd: Síguela T.T

Awww recien leo tu comentario!! Ya pronto subire el primer cap, el primer capitulo necesita un buen final! :D

Oh, genial!!!
Ya quiero leerlo :3 *w*

Vaya, aquí veo una escritora con todo por delante. Créeme que tu historia me ha atrapado, el prólogo es entendible y ademas intrigante. Me gusta, definitivamente me gusta, creo que es de genero de fantasía no? Como de vampiros y eso, o demonios y ángeles XDD, en fin, espero prontito el capitulo 1. Sorprendeme xd. Me avisas del género para cambiarle el color de titulo x).
NEW READER!

}

♥

Una cosita más: te recomiendo que pongas el texto en justificado para que se vea mas formal y capte la atención de las lectoras cc:

Primer cap! Acabo de terminarlo, si se me escapa un Cade es que el personaje se llama así originalmente, es solo porque pienso... si algún día llego a publicar una historia esta podría ser la primera :O

Capitulo 1:

Londres, 1790.

Logan frunció el ceño al ver la hermosa construcción frente a él.

Era extraño que una prostituta viviera en una casa tan lujosa, probablemente fuera una nueva criada pero al ser el Laird de su propio clan, sabía muy bien como la sociedad londinense y el cerebro de los nobles funcionaba. Ningún hombre de buena fortuna permitiría a una cortesana en su propio hogar y menos un hombre como el Marqués de Devonshire.

Escondido tras un cabriolé espero, la maldita mujer que le había robado el único reloj que su padre le había regalado respondería por su falta, nadie le robaba a Logan y menos una paria como aquella, no negaría que la belleza innata de la cortesana lo había encandilado como a un estúpido, haciéndole olvidar todas sus defensas, pero el hechizo se había acabado, recuperaría el reloj de oro y volvería a las Tierras Altas donde pertenecía.

A lo lejos vio como una doncella se adelantaba entre dos damas de buen abolengo, la pobrecilla caminaba aceleradamente, moviendo sus pequeños pies hasta que tropezó con la tela de su falda, ambas señoritas la ayudaron entre risillas, las cuales se convertirían en fuertes carcajadas cuando entraran a la casa. Logan pensó que la doncella podría ser la mujer que buscaba, pero cuando las tres mujeres se quitaron los sombreros, los ojos del muchacho no se posaron en el rostro de la doncella, si no en el de una de esas dos bellas damas. Lo único que las diferenciaba era el color del cabello, una lo tenía de color dorado mientras que la otra castaño oscuro, que hacía contraste con su pálida piel y los bellos ojos verdes. La mujer frunció su pequeña y graciosa nariz, haciendo que las pecas que la decoraban desaparecieran, se tapó los ojos con una de sus manos para protegerse del sol.

—Supongo que esta tarde lloverá, nos será imposible ir al baile de Lady Hackscliffe —comentó bajando su mirada hacia el rostro de la hermana, quien asintió con vehemencia.

—Culpa al clima inglés, a veces desearía estar en Italia.

—Señorita, no debería desear estar en ese lugar, por las cosas que he escuchado no es un lugar muy agradable para una dama de su rango —la muchacha rubia suspiro de manera soñadora, la morena se mordió el labio inferior, parecía sentirse culpable por algo, cosa que Logan sabía a la perfección.

“Imposible” pensó alejándose todo lo que podía del cabriole, había palidecido y su sed de venganza había mermado de tal manera, que la culpabilidad le estaba carcomiendo las entrañas. Cerró los ojos recordando aquella desgraciada noche, donde había estado demasiado bebido para pensar en las consecuencias de sus actos.

El y sus hombres se habían hospedado en la fortaleza de otro Laird, habían sido invitados a la boda de su hija y en la celebración aparecieron cortesanas, ataviadas con sus vestidos baratos, de corpiños pequeños, escotados y mojados para que la tela se pegara más a la piel del cuerpo, todas ellas sonreían, jugueteaban con sus melenas sueltas y rizadas para atraer al primer barón que les demostrara interés. En un principio Logan ignoro la presencia de dichas mujeres, pero después de beber cerveza, el famoso Laird Mackenzie ofreció de su mejor whiskey, sacado de las bodegas más antiguas de su hogar, por cosas del decoro él no pudo negar una copa, pero después de esa primera, hubo una segunda, luego una tercera, cuarta, quinta… hasta que perdió la cuenta y se cayó del asiento en que estaba y allí para ayudarlo apareció ella. Una mujer extremadamente bella, cabello color caoba ondulado, el cual le caía por los hombros y acariciaba el rostro de Logan, quien se había quedado sin respiración al verla. Los ojos verdes de la mujer brillaban y cuando la pequeña mano de ella apretó la suya para ayudarle a levantarse del suelo, perdió todo signo de conciencia y se abalanzo hacia ella. Primero la besó lentamente, permitiéndole descubrir el sabor de su boca, sentir la calidez y suavidad de sus labios, hasta que toda la sangre que corría por sus venas se fue ha cierta parte del cuerpo, provocando que todo signo de poco autocontrol se esfumara. La mujercilla al poco tiempo se perdió en el besó, le rodeo el cuello con ambos brazos y cuando la levanto del suelo para encontrar alguna habitación vacía, ella le rodeó la cintura con las piernas, luego el bajo la mano de su…

Logan sacudió la cabeza para alejar los recuerdos. Recuerdos que lo perseguían día y noche, no había parado de soñar con ella, con los exquisitos sonidos que hacía cuando se perdía en su pasión y por sobre todo, recordaba como se veía la piel pecosa de su rostro cuando se sonrojaba, había sido la mejor noche de su vida y estaba agradecido por acordarse de cada mínimo detalle, porque si no, se hubiera vuelto completamente loco. Era una lastima que aquella chiquilla fuera hija de un marqués inglés, porque era un escoces, jamás se casaría con una inglesa, sin contar con el hecho de que tan solo tenía 20 años, era demasiado joven para casarse aun. No entraría en la trampa del cura hasta que por lo menos tuviera cuarenta.

Apretó los puños deseando golpearse con todas sus fuerzas, había deshonrado a la hija de un marqués. Si su padre estuviera vivo se sentiría culpable, quizá debería confesar su pecado y… “Lo hecho, hecho esta” se dijo para consolarse, sería mejor que tomara a su caballo y volviera a Escocia donde podría intentar olvidar lo que había hecho. Dio un paso hacia adelante, decidido a alejarse de Mayfair, Londres, Inglaterra, pero no se había dado cuenta de que una mujercita de pequeña estatura le estaba observando con una extraña sonrisa en el rostro.

—Se lo que hizo —masculló la sirvienta acercándose a él —. Vi su cara de culpabilidad cuando cerró los ojos.

Logan frunció el ceño.

—No se de lo que habla —dijo con remarcado acento escoses —.

—Puedo leer a la gente sabe —confesó la extraña dando un paso hacia el —. No soy tan tonta como todos creen, a pesar de ser una fregona cualquiera —miró hacia ambos lados y luego siguió con su perorata —. Escuche hablando a la señorita con su hermana, la pobre lloró como una magdalena. La señorita Amelia estaba furiosa, por eso decidí tomar el asunto por mis propias manos.

— ¿Sus propias manos? —se burló —. ¿Usted?

La mujer asintió.

—Es simple.

Logan soltó una carcajada. ¿Desde cuándo las sirvientas tomaban los problemas de sus señorías en sus manos? Muy escoces sería pero hasta en sus lejanas tierras los sirvientes eran tratados como tal.

—Llegara un momento en que necesite ser librado — empezó a contar la mujer —, pero para eso pasara mucho pero mucho tiempo. Usted señorito, sentirá como si estuviera durmiendo por años, incluso siglos. Para cuando despierta, estará tan confundido y enojado que no podrá hacer su cometido.

— ¿Qué cometido? —preguntó fingiendo estar interesado en el tema, la pobre fregona estaba tan loca como un mono.

—Enamorar a quien tendrá que salvarlo.

Logan abrió la boca sorprendido, si los sirvientes supieran leer, esa mujer debería haber leído muchos libros de cuentos para niños. Rio por aquel pensamiento tan absurdo, los sirvientes jamás aprenderían a leer, a excepción de sus lacayos más fieles.

—Si la enamora, será libre pero nunca volverá.

— ¿Por qué me dice todo esto? — “Esta pila de estupideces” pensó para si, a pesar de todo lo que pasara por su mente, no era un ser cruel.

—Soy una bruja.

—Mire, no quiero herirla, pero es mejor que su locura y usted desaparezcan de mi vista, no le han dicho que con un Laird no puede hablar —los sirvientes en su fortaleza le hablaban como si fuera un amigo y él lo permitía pero ninguna ignorante inglesa lo trataría como un igual, porque estaban lejos de serlo.

—Es verdad —aseguro la mujer —. Créame.

Cuando hubo dicho esto, el mundo para Logan se obscureció.

Viña del Mar, 2012.

Olivia aún estaba sin palabras, ¿cómo demonios una pesadilla podía volverse realidad? ¿Aun estaría soñando? Eso era lo más probable. Miró con desesperación hacia ambos lados, estaba en su armario, debía haber alguna cosa con que golpearse la cabeza, aparte de cajas vacías de zapatos y los ganchos para colgar las chaquetas.

—Esto es un mal sueño —gimió mientras se moría el interior de sus labios —. Un maldito mal sueño.

La risa del extraño frente a ella le envió escalofríos por la espalda, su voz era baja, sensual, demasiado sensual para su sano juicio, le miró de soslayo esperando a que este se alejara, pero no lo hizo. Al contrario dio paso hacía ella.

—No lo es —aseguro él sonriendo de medio lado, enseñando dientes perfectamente blancos y derechos —. Puedes golpearte con el marco de la puerta siquiera y verás que no miento.

—Tu no existes —le señalo ella con desesperación — ¡No existes! —Insistió, esta vez reaccionando y alejándose de él — ¡No existes!

—Si no me crees, puedes tocarme si quieres —sugirió Logan ensanchando la sonrisa al ver como Olivia se sonrojaba —Olivia.

— ¿Cómo sabes mi nombre? Nunca te lo he dicho, ni siquiera en las pesadillas —espetó cruzándose de brazos, sintiéndose como una loca.

—Solo lo sé.

— ¿Y tú cómo te llamas?

—Logan —respondió con una profunda voz de barítono.

—Entonces, Logan. Necesitas desaparecer.

—Lamentablemente, es imposible.

— ¿Por qué? —Olivia cerró los ojos temiendo lo que seguía a continuación. Si todo él era real, en qué lugar lo ¿escondería? Su dormitorio no era lo suficientemente grande para ocultarlo y el armario era algo incómodo.

—Simple, soy real. Ya no puedo volver a tus sueños.

—Pesadillas —corrigió ella frunciendo los labios, ¿en qué momento sus sueños, pesadillas, lo que fueran se habían convertido en algo tan real?

—Pesadillas —se corrigió él— y tendré que quedarme contigo.

— ¿Conmigo? —Olivia se sentó en su cama, mirándolo con la boca abierta, sin importarle si lucía como una estúpida frente a un chico tan guapo como ese demonio de ojos rojos, sin embargo, no tenía mucho que importarle porque él no era real — ¿Yo?

Logan asintió, apretando los labios para no reírse abiertamente de la expresión de desconcierto del rostro de Olivia. La chiquilla no era exactamente bonita, para su gusto era demasiado sosa, muy delgada y extremadamente pequeña. ¿Desde cuándo las mujeres medían menos que un enano? ¿Desde cuándo eran tan delgaduchas? Y ¿Desde cuándo usaban pantalones? Bueno eso último era fácil de explicar, pensó mientras observaba como ella se paseaba en el dormitorio, con las manos en la espalda como si fuera un general del ejército, pensando en una situación a su problema. Él ya no estaba en su época, lo había notado al aparecer en la habitación, ¿qué era ese objeto rectangular con una pantalla oscura y una extraña lucecita brillando a un costado? ¿Qué significaba Samsung? ¿De dónde provenía esa extraña canción que resonaba en algún lugar de la casa? Tenía muchas preguntas que necesitaban respuestas pero antes necesitaba convencer a Olivia de que todo esto era real, muy real, incluso para su gusto.

—Tienes que pegarme —dijo de pronto ella deteniéndose frente a él —. Si, una vez vi en televisión que en los sueños uno nunca siente dolor, entonces sí quiero despertar tienes que golpearme.

Esta vez fue Logan quien se quedó boquiabierto.

¿Golpearla? ¿A ella? ¡No era ningún monstruo!

—Mira, yo no golpeo a las mujeres —Fue extraño para el escuchar su voz después de años de encierro —. No soy ningún monstruo.

— ¡Tienes los ojos rojos! ¡Seguramente eres un demonio chupa almas que viene a por mí! —Exclamó Olivia señalándose con ambas manos — Tu vienes a chuparme mi alma — recalco moviendo los dedos frente a él y haciendo que su voz temblara.

—No soy ningún demonio y no chupo almas, creo que tú niñita lees demasiado.

—Probablemente —suspiró—, pero tienes que golpearme —ella se puso de lado, enseñándole el brazo derecho, le instó a golpearla pero él simplemente no podía.

—No te golpeare.

—Tienes que hacerlo —frunció el ceño —, vamos no me harás daño, total es un sueño.

—Te dolerá.

—Solo hazlo.

—No.

—Sí.

—No —repitió rodando los ojos.

— ¡Vamos! ¡Hazlo!

—Está bien, pero después no reclames.

—Yo no reclama… —Olivia abrió los ojos desmesuradamente cuando sintió el dolor expandirse por todo su cuerpo. Eso no debería haber dolido, porque significaba que… ¡Imposible! — ¡Por la madre patria! ¡Eres real!

—Te lo dije.

La muchacha sacudió la cabeza con desesperación, debería estar enloqueciendo, quizá era esquizofrénica y este era el primer ataqué, la encerrarían en un manicomio lleno de locos, pasaría su vida entera encerrada en un dormitorio blanco con un delantal del mismo color, golpeándose la cabeza con la pared y balanceando su cuerpo hacía delante y atrás por toda una eternidad. No llegaría a ser una veterinaria, no lograría participar en las protestas contra los derechos de los animales y jamás sería madre, todo se vería arruinado por un loco y extraño sueño… quiero decir pesadilla.

— ¡Estoy loca! —Dramatizo alejándose lo que más podía de él, se llevó la mano al corazón e inhaló — ¡Loca!

—Tu no lo estas —Logan se apoyó en el escritorio que estaba a su lado —, solo hay cosas extrañas que las demás personas ignoran, solo debes creer que la magia existe, no es algo imposible.

— ¿Magia? ¡No existe tal cosa! ¡Tú eres un demonio!

Logan rodo los ojos.

—Soy tan humano como tú —la contradijo dando un paso hacia ella —, si quieres tócame.

— ¿Tocarte? ¡Hey! ¡Por lo menos invítame a un café primero! —Bromeó ella a pesar de la extraña situación— Te creeré sin llegar tan lejos, pero como explicas los ojos rojos.

—Es una larga historia —suspiro él —, no creo que quieras oírla.

—Hoy es sábado, no tengo clases, lo que significa que tengo todo el tiempo del mundo —Ella sonrió —. Soy todo oído.

Logan suspiro, no estaba dispuesto a contarle toda la historia, no podía decirle que deshonro a una chica pensando que era una prostituta y por esa razón termino encerrado en un mundo que jamás pensó conocer, un mundo en donde todo se reducía a ilusiones, en un lugar donde había dejado de sentir, de pensar. Era extraño para el volver a sentirse humano y no un personaje ficticio. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había sentido hambre? ¿100 años? ¿Un siglo? ¿Quizá dos? ¿Cómo podría decirle a la chica que tenía enfrente, quien escuchaba atentamente con admiración reflejada en el rostro, que estaba famélico? Y ¿Cómo le diría que la única forma de romper la maldición era enamorando a una chica?

—Wow —murmuro Olivia con sus ojos brillando —, una maldición. Eso suena tan… de película.

— ¿Película? ¿Qué es película?

— Es… te mostrare luego —el estomagó de ambos rugió en ese momento —. Al parecer tienes tanta hambre como yo.

Él se sonrojo, por primera vez en mucho tiempo.

—No te preocupes, te traeré un emparedado y un vaso de jugo. ¿Te gusta el jugo de durazno?

Logan asintió.

—Entonces espérame aquí.

Olivia cerró la puerta de su dormitorio y se apoyó en ella, cerró los ojos, aun no creía que él fuera real, un ser tan guapo y educado, no podía existir, el parecía un caballero de esos antiguos y por la forma de vestir, probablemente lo fuera pero algo debería haber hecho para haber sido maldecido y como toda maldición, él tendría que saber cómo romperla. Ella sentía que algo faltaba en su historia pero antes de descubrir todo eso, tenía que pensar en una cosa. ¿Dónde escondería a alguien como él? Seguramente su hermana mayor lo descubriría o su madre, quien era la que siempre ordenaba su dormitorio.
Suspiro, sintiéndose atrapada, se tapó la cara con ambas manos.

—Estoy loca —susurró —, ¿cómo puedo aceptar esto con tanta facilidad?

La persona que me lo envio, está todavia asombrada delo que ocurrio, ya
que ella dice que lo hizo por hacerlo y que pidio algo que creia
imposible de lograr. Probemos.

* Para ti mismo di el nombre de la única persona del sexo opuesto con quien quieras estar (tres veces...)...

* Piensa en algo que quieras lograr dentro de la próxima semana y repítelo para ti mismo(a) (seis veces)...

*
Piensa en algo que quieras que pase entre tú y la persona especial (que
dijiste en el no. 1) y dilo a ti mismo/a (doce veces)...

* Ahora haz un último y final deseo acerca del deseo que escogiste.

* Después de leer esto tienes 1 hora para mandarlo a 15 temas y lo que pediste se te hará realidad en 1 semana.

A la mayor cantidad de gente a quien lo mandes más fuerte se hará tu deseo.
Si tu escoges ignorar esta carta lo contrario del deseo te sucederá,
o esto no sucederá jamás...

Soy selene tu nueva lectora , me encanta la nove espero q la sigas

Por favor suiguelaaaaa!!

new reader here!

Wowwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww