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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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"Mensaje en una botella"(Nick y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 20 de 21. • 1 ... 11 ... 19, 20, 21
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
ooooooo por DIOS QUE NO LE PASE NADA A NICK :S siguelaaa :D
Florjudith96
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
TODO junto. no quiero sufrir
termina bien o mal la nove?
QUIERO saber u.u
AMO ESTA NOVE!!
termina bien o mal la nove?
QUIERO saber u.u
AMO ESTA NOVE!!
Creadora
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
GRAN FINAL! NOW! D I S F R U T E N L O ...
Un minuto después el mando del timón por fin le respondió y el bote comenzó a dar vuelta lenta, muy lentamente... La nave seguía demasiado inclinada sobre un costado...
Con gran horror vio cómo el mar se le venía encima formando una ola gigantesca y atronadora que iba directo hacia él.
Se sujetó con fuerza mientras el agua se estrellaba contra el casco expuesto, levantando espuma blanca. El Happenstance se inclinó todavía más y las piernas de Nicholas se encorvaron, pero las manos seguían firmes en el timón. Con dificultad logró ponerse de pie nuevamente, en el preciso momento en que otra ola volvía a golpear el bote.
El agua inundó la cubierta. Durante casi un minuto entró con la fuerza de un río violento. La lluvia helada lo golpeaba de lado, cegándolo. El Happenstance, en lugar de volver a la vertical, comenzó a inclinarse más porque las velas pesaban a causa del agua. Nicholas volvió a perder el equilibrio y el ángulo del bote desafiaba sus esfuerzos por mantenerse en pie. Si otra ola lo golpeaba...
Nicholas nunca la vio venir. Como el hacha de un verdugo, la ola se estrelló contra el bote con una fuerza devastadora y obligó al Happenstance a caer de costado. El mástil y las velas se estrellaron en el agua. La nave estaba perdida. Nicholas se sujetó del timón sabiendo que si se soltaba lo barrerían las olas.
El Happenstance hacía agua con rapidez.
Nicholas tenía que llegar al equipo de salvamento, que incluía una balsa. Era su única oportunidad. Avanzó centímetro a centímetro hacia la puerta de la cabina, sosteniéndose de cualquier cosa que pudiera encontrar, batallando con la lluvia que lo cegaba, luchando por su vida.
La luz de un rayo y el rugir del trueno fueron casi simultáneos.
Por fin llegó a la escotilla y sujetó la manija. Cuando ésta crujió al abrirla, se dio cuenta que había cometido un terrible error. El agua entró en cascadas, oscureciendo con enorme rapidez el interior de la cabina. De inmediato Nicholas se dio cuenta de que el equipo de salvamento, que por lo general estaba en un arcón sujeto a la pared, ya se encontraba bajo el agua. No había nada que pudiera evitar que el mar se tragara al bote.
El Happenstance comenzó a hundirse rápidamente. En segundos, la mitad del casco estaba sumergida. De pronto su mente reaccionó. Los chalecos salvavidas...
Estaban debajo de los asientos, cerca de la popa.
Miró hacia allá. Todavía estaban fuera del agua.
Luchó con furia para sujetarse de los rieles laterales, lo único que podía sostenerlo y que todavía estaba fuera del agua. Cuando logró llegar a ellos, tenía el agua hasta el pecho y las piernas pataleaban en el mar.
Tres cuartos del bote estaban ya bajo el agua.
Colocó una mano sobre la otra, luchando contra el peso de las olas y de sus propios músculos que parecían de plomo. El agua le llegaba al cuello y por fin se dio cuenta de lo irremediable de su situación.
No iba a lograrlo.
Tenía el agua hasta la barbilla cuando por fin dejó de intentarlo. Miró hacia arriba, completamente agotado; se negaba aún a creer que iba a terminar de esa manera.
Soltó el riel del bote y comenzó a alejarse de la nave. El abrigo y los zapatos le pesaban en el agua. Pataleó para mantenerse a flote elevándose con las olas mientras veía cómo el mar se tragaba al Happenstance. Luego, con el agotamiento y el frío que comenzaban a nublar sus sentidos, se volvió e inició un imposible viaje a nado hacia la orilla.
_____ estaba sentada a la mesa con Jeb. Durante largo rato, de manera entrecortada, él le había contado todo lo que sabía.
Más tarde ______ recordaría que mientras escuchaba la historia no lo hacía tanto con un sentimiento de temor, como de curiosidad. Nicholas era un marino experto y aún mejor nadador. Era demasiado cuidadoso, demasiado vital para que algo así lo venciera. Si alguien podía salir de una situación así, ése era él.
Se acercó a Jeb por encima de la mesa, confundida.
—No comprendo. ¿Por qué sacó el bote si sabía que se aproximaba una tormenta?
—No sé —respondió él en voz baja.
No podía mirarla a los ojos.
Jeb tenía el rostro color ceniza y los ojos clavados en el suelo, como si ocultara algo. Sin pensarlo, _____ miró la cocina. Todo estaba muy limpio, como si la hubieran arreglado poco antes de que ella llegara. Por la puerta abierta de la habitación vio el cobertor de Nicholas bien tendido sobre la cama. Curiosamente le habían colocado un par de enormes arreglos florales.
—No lo entiendo. Nicholas está bien, ¿no es cierto?
—_____—dijo por fin Jeb con lágrimas en los ojos—. Lo encontraron ayer por la mañana.
—¿Está en el hospital?
—No —respondió.
—Entonces, ¿dónde está? —preguntó; se negaba a reconocer algo que de alguna manera ya sabía.
Jeb no respondió. Inclinó la cabeza para que ella no pudiera ver sus lágrimas, pero _____ pudo oírlo sollozar.
—_____... —dijo, y su voz se quebró.
—¿Dónde está? —exigió saber poniéndose de pie ante una súbita descarga de adrenalina. Como si ocurriera en un sitio muy lejano, oyó cómo la silla golpeaba el piso al caer a sus espaldas.
Jeb la miró.
—Encontraron su cuerpo ayer por la mañana.
Ella sintió una opresión en el pecho que la ahogaba.
—Ha muerto, _____.
Lo enterraron al lado de Catherine en el pequeño cementerio cerca de su hogar. Jeb y _____ permanecieron juntos durante el servicio religioso al pie de la tumba. Fue una ceremonia sencilla y, aunque comenzó a llover casi en el instante en que el ministro terminó de hablar, la gente se quedó un rato más.
Se llevó a cabo una recepción en la casa de Nicholas. Una por una, las personas pasaron a ofrecer sus condolencias y a compartir sus recuerdos: amigos de la secundaria, personas a las que había enseñado a bucear, los empleados de la tienda. Cuando todos se marcharon y dejaron solos a Jeb y a _____, él sacó una caja del clóset y le pidió que se sentara con él para revisarla juntos.
En la caja había cientos de fotografías. Durante las horas siguientes ______ vio pasar ante sus ojos la infancia y la adolescencia de Nicholas: todas las partes faltantes de su vida que ella sólo había imaginado: la graduación del bachillerato y de la universidad, la restauración del Happenstance, Nicholas frente a la tienda antes de la inauguración.
Más tarde, mientras revisaban las últimas fotografías, vio al Nicholas del que se había enamorado. Una fotografía en particular llamó su atención y la contempló un largo rato. Jeb le explicó que la habían tomado durante la celebración del Memorial Day, unas cuantas semanas antes de que la botella tocara tierra en Cape Cod. Ahí, Nicholas estaba de pie en el porche trasero y se veía casi como la primera vez que ella había ido a su casa.
Cuando por fin pudo soltar esa fotografía, Jeb sólo se limitó a tomarla con suavidad.
A la mañana siguiente le entregó un sobre. Al abrirlo, _____ vio que le había dado aquella fotografía y varias más. Además, estaban también las tres cartas que le habían permitido a ______ conocer a Nicholas.
—Creo que a él le hubiera gustado que te quedaras con ellas.
Demasiado emocionada para responder, ella movió la cabeza para agradecerle en silencio.
_____ no recordaba mucho de lo que ocurrió los primeros días después de que regresó de Boston y, en retrospectiva, se dio cuenta de que no deseaba hacerlo. Se acordaba que Deanna la esperaba en el Aeropuerto Logan cuando bajó del avión. Después de verla, Deanna llamó de inmediato a su esposo y le pidió que le llevara algo de ropa a la casa de ____ porque iba a quedarse con ella por unos días. _____ pasó la mayor parte del tiempo en la cama, sin levantarse siquiera cuando Kevin llegaba de la escuela.
—¿Se va a poner bien mi mamá? —preguntó el niño.
—Sólo necesita algo de tiempo, Kevin —respondió Deanna—. Sé que también es difícil para ti, pero todo va a estar bien.
El otro recuerdo claro que _____ tenía de aquella semana era su imperiosa necesidad de comprender cómo pudo haber sucedido. Antes de marcharse de Wilmington le hizo prometer a Jeb que la llamaría si se enteraba de algo más sobre el día en que Nicholas salió con el Happenstance. De alguna manera extraña creía que si sabía los detalles, él por qué, su pena disminuiría.
Por supuesto, muy en su interior sabía que eso no iba a suceder. Jeb no iba a llamarla con una explicación esa semana, y la respuesta no le llegaría tampoco en un momento de contemplación. No. La respuesta la obtuvo, finalmente, en la forma en que menos la esperaba.
Un año después, en la playa de Cape Cod, _____ reflexionaba sin amargura acerca del giro que tomaron las cosas y de las razones que la habían llevado hasta aquel lugar. Por fin lista, metió la mano en su bolso. Después de sacar el objeto que había llevado, lo miró y revivió el momento en que por fin obtuvo la respuesta que tanto buscaba.
Deanna se había marchado y _____ trataba de restablecer una rutina de algún tipo. En su confusión de la semana anterior, simplemente había amontonado la correspondencia en un rincón del comedor. Una noche, después de cenar, mientras Kevin estaba en el cine, _____ comenzó a clasificar las cartas sin gran interés.
Había una docena de cartas, tres revistas y un paquete envuelto en papel café sin remitente. Tenía pegadas dos etiquetas de FRAGIL, una cerca de la dirección y la otra en el lado opuesto de la caja.
—En ese momento notó el sello postal de Wilmington, North Carolina, con fecha de dos semanas atrás. Rápidamente revisó la dirección garabateada al frente. Era la letra de Nicholas.
—No... —dejó el paquete, con el estómago súbitamente tenso.
Buscó un par de tijeras en un cajón y con manos temblorosas comenzó a cortar la cinta, tirando del papel con sumo cuidado mientras lo hacía. Ya sabía lo que iba a encontrar adentro. Después de tomar el objeto y revisar el resto del paquete para asegurarse de que no hubiera nada más adentro, quitó la envoltura plástica con burbujas de aire.
La botella tenía el corcho puesto y en el interior había una carta enrollada. Después de sacar el corcho, la dio vuelta y la carta salió con facilidad. Al igual que la carta que había encontrado apenas unos meses antes, estaba amarrada con un hilo. La extendió con delicadeza.
En la esquina superior derecha se encontraba la imagen de un viejo barco con las velas al viento.
Querida _______:
¿Podrás perdonarme?
En un mundo que rara vez comprendo soplan los vientos del destino cuando menos lo esperamos. A veces soplan con la fuerza de un huracán; otras apenas nos rozan las mejillas. Sin embargo, no puede negarse su existencia porque a menudo traen consigo un futuro que es imposible negar. Tú, querida mía, eres ese viento que no anticipé, el viento que ha soplado con más fuerza de la que creí posible. Eres mi destino.
Estaba equivocado, muy equivocado al tratar de negar lo que era evidente y te ruego que me perdones. Como el viajero cauto, traté de protegerme del viento y sólo logré perder mi alma. Fui un tonto al no hacer caso de mi destino, pero hasta los tontos tenemos sentimientos y me he dado cuenta de que tú eres lo más importante que tengo en este mundo.
He cometido más errores en los pasados meses de los que algunas personas cometen en toda su vida. Me equivoqué al actuar como lo hice cuando encontré las cartas, del mismo modo en que me equivoqué al ocultar la verdad de lo que estaba ocurriéndome en relación con mi pasado. Pero en lo que más me equivoqué fue al negar lo que está claro en mi corazón: que no puedo vivir sin ti.
Lo que más deseo en esta vida es que me des otra oportunidad. Como tal vez supongas, espero que esta botella obre su magia, igual que lo hizo antes, y de alguna manera logre que volvamos a reunirnos.
Durante los primeros días después de que te marchaste quise creer que podía seguir viviendo como siempre, pero no fue así. Cada vez que veía ponerse el sol pensaba en ti y en los maravillosos momentos que pasamos juntos. El corazón sabía que mi vida nunca volvería a ser la misma. Quería que regresaras más de lo que pensé que fuera posible, pero siempre que pensaba en ti seguía oyendo tus palabras en nuestra última conversación. Sin importar cuánto te amara, sabía que nada sería posible a menos que nosotros, los dos, estuviéramos seguros de que yo podía comprometerme por completo con el sendero por delante. Seguí preocupado con estas ideas hasta que anoche, muy tarde, la respuesta vino por fin a mí.
En un sueño me vi en la playa con Catherine, en el mismo lugar al que te llevé después de aquella vez que comimos en Hank’s. El Sol brillaba y sus rayos se reflejaban, deslumbrantes, en la arena. Caminamos por la playa, uno junto al otro y ella escuchó con atención mientras le hablaba de ti, de nosotros, de los momentos maravillosos que compartimos. Después de algunos titubeos admití que te amaba, pero que me sentía culpable al respecto. Ella no dijo nada, sino que siguió caminando, hasta que por fin se volvió y me preguntó: «¿Por qué?»
—Por ti.
Al oír mi respuesta ella me sonrió con un gesto condescendiente y divertido, como solía hacerlo antes de morir.
—¡Oh, Nicholas! —me dijo mientras me tocaba el rostro con suavidad—. ¿Quién crees que le llevó la botella?
_____ dejó de leer.
¿Quién crees que le llevó la botella?
Se retrepó en la silla, cerró los ojos con fuerza y trató de contener las lágrimas.
—Nicholas —murmuró—. Nicholas...
Podía oír el ruido de los autos que pasaban al otro lado de la ventana. Poco a poco comenzó a leer de nuevo.
Cuando desperté me sentí vacío y solo. El sueño hizo que algo me doliera por dentro por lo que yo le había hecho a nuestra relación, y me puse a llorar. Cuando logré controlarme escribí dos cartas: la que tienes en las manos en este momento y una para Catherine en la que por fin me despido de ella. Hoy iré en el Happenstance a enviarla. Catherine, a su manera, me dijo que debía continuar con mi vida y he escogido hacerle caso. No sólo a sus palabras, sino a las inclinaciones de mi propio corazón que me conducen siempre hacia ti.
¡Oh, ______! Lo siento, lamento mucho haberte herido. Iré a Boston la semana entrante con la esperanza de que encuentres la manera de perdonarme.
_____, te amo, y siempre te amaré. Estoy cansado de estar solo. Cuando veo niños que lloran y ríen mientras juegan en la arena me doy cuenta que quiero tener hijos contigo. Quiero ver a Kevin crecer y convertirse en hombre. Si me lo pides, me mudaré a Boston, porque no puedo seguir de esta manera. Sin ti me siento terriblemente enfermo y triste. Mientras estoy aquí sentado, en la cocina, rezo para que me dejes volver contigo, esta vez para siempre.
Nicholas
Caía la noche y el cielo gris se volvía negro con rapidez. Aunque había leído la carta miles de veces, seguía despertando en ella los mismos sentimientos que la primera vez. Durante meses esos sentimientos la perseguían a cada momento.
Sentada en la playa, volvió a enrollar la carta y con mucho cuidado la ató con un cordón y la devolvió a la botella. Al llegar a casa volvería a colocarla en su mesa de noche, donde siempre la tenía. Por la noche, cuando el brillo de las luces de la ciudad entraba a su habitación, la botella destellaba en la oscuridad y era lo último que veía antes de dormir.
Luego tomó las fotografías que le dio Jeb. Después de regresar de Wilmington las había observado una por una. Cuando las manos comenzaron a temblarle, decidió colocarlas en el cajón y no volver a mirarlas.
Sin embargo, en ese momento volvió a verlas y encontró la que le habían tomado a Nicholas en el porche trasero. La sostuvo frente a ella y recordó todo sobre él: cómo se veía, cómo se movía, su sonrisa fácil, las arrugas que le rodeaban los ojos.
Desde el funeral se había mantenido en contacto esporádico con Jeb. Le había dicho que descubrió por qué Nicholas había salido en el Happenstance aquel día y los dos terminaron llorando en el teléfono. Conforme los meses pasaban, sin embargo, fueron capaces de mencionar su nombre sin lágrimas.
Una llamada telefónica de Jeb tres semanas antes fue lo que la llevó de vuelta a Cape Cod. Cuando oyó que su voz amable le sugería tranquilamente que había llegado el momento de seguir con su vida, los muros que había construido a su alrededor para protegerse comenzaron a desmoronarse. Lloró la mayor parte de la noche, pero a la mañana siguiente sabía lo que tenía que hacer.
Ahora, de pie en la playa, se preguntó si alguien la vería. Miró a un lado y al otro, pero el lugar estaba desierto. Sólo el mar parecía moverse y a ella le atraía su furia. Lo miró largo rato mientras pensaba en Nicholas.
Lo amó. Siempre lo amaría. Lo supo desde el momento en que lo vio en los muelles y lo sabía ahora. Ni el paso del tiempo ni la muerte podrían cambiar sus sentimientos. Cerró los ojos y susurró mientras lo hacía:
—Te extraño, Nicholas Blake —dijo con suavidad.
Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer al mismo tiempo que le quitaba el corcho a la sencilla botella transparente que sostenía con fuerza. Sacó la carta que le había escrito a Nicholas el día anterior, la carta que había ido a enviar. Después de desenrollarla comenzó a leer.
Mi amor:
Ha pasado un año desde que me senté con tu padre en la cocina. Ya es muy tarde y aunque me cuesta trabajo hallar las palabras, no puedo evitar la sensación de que es el momento de que por fin responda a tu pregunta.
Claro que te perdono. Te perdono ahora y te perdoné en el instante en que leí tu carta. El corazón me decía que no podía hacer otra cosa. El dejarte una vez ya fue muy difícil; hacerlo dos veces hubiera sido imposible. Te amaba demasiado para perderte de nuevo. Aún lloro por lo que pudo haber sido, sin embargo, me siento agradecida que hayas formado parte de mi vida, aunque fuera por tan corto tiempo. Al principio pensé que de alguna manera nos habíamos encontrado para que te ayudara a superar tu pena. Pero ahora, un año después, he llegado a pensar que fue al revés.
Irónicamente me encuentro en la misma posición en la que estabas tú la primera vez que te vi. Lucho con el fantasma de alguien a quien amé y perdí. A veces me abruma la pena y aunque comprendo que nunca más volveremos a vernos, hay una parte de mí que quiere aferrarse a ti para siempre. Para mí sería fácil hacerlo porque amar a alguien más podría debilitar tu recuerdo. Pero he aquí la paradoja: aunque te extraño tanto, es por ti que no temo al futuro. Porque pudiste enamorarte de mí y me enseñaste que es posible seguir adelante con la vida, sin importar lo terrible de la pena.
En este momento no creo que esté lista, pero espero que llegará el día en que mi tristeza sea reemplazada por algo hermoso. Por ti tengo la fuerza de seguir adelante.
Siempre estarás conmigo. Cuando oiga el sonido del mar serás tú el que me susurres. Cuando una brisa fresca me acaricie la mejilla, será tu espíritu que pasa a mi lado.
Ésta no es una carta de despedida, amor mío; más bien es una carta de agradecimiento. Gracias por entrar en mi vida y darme alegría. Gracias por amarme y también por aceptar mi amor. Gracias por los recuerdos que atesoraré siempre. Pero sobre todo, gracias por mostrarme que llegará el momento en que por fin seré capaz de dejarte partir.
Te ama,
_.
Después de leer la carta por última vez, _____ la enrolló, la guardó y selló la botella. La tuvo en las manos y le dio algunas vueltas, sabiendo que su viaje había completado un ciclo. Por fin, cuando se dio cuenta de que ya no podía esperar más, la arrojó tan lejos como pudo.
En ese mismo momento se sintió un viento fuerte y la niebla empezó a disiparse. ____ se quedó ahí, de pie, en silencio y observó cómo se alejaba la botella flotando en el mar. Y aunque sabía que era imposible, imaginó que nunca volvería a la orilla. Que viajaría por el mundo para siempre, llegando a lugares lejanos que ella nunca conocería.
Cuando la botella desapareció de su vista minutos más tarde, se dirigió a su automóvil. Mientras caminaba en silencio bajo la lluvia, _____ sonrió con dulzura. No sabía cuándo ni dónde o si alguna vez alguien la encontraría, pero en realidad no importaba. De algún modo sabía que Nicholas recibiría el mensaje.
F I N
Un minuto después el mando del timón por fin le respondió y el bote comenzó a dar vuelta lenta, muy lentamente... La nave seguía demasiado inclinada sobre un costado...
Con gran horror vio cómo el mar se le venía encima formando una ola gigantesca y atronadora que iba directo hacia él.
Se sujetó con fuerza mientras el agua se estrellaba contra el casco expuesto, levantando espuma blanca. El Happenstance se inclinó todavía más y las piernas de Nicholas se encorvaron, pero las manos seguían firmes en el timón. Con dificultad logró ponerse de pie nuevamente, en el preciso momento en que otra ola volvía a golpear el bote.
El agua inundó la cubierta. Durante casi un minuto entró con la fuerza de un río violento. La lluvia helada lo golpeaba de lado, cegándolo. El Happenstance, en lugar de volver a la vertical, comenzó a inclinarse más porque las velas pesaban a causa del agua. Nicholas volvió a perder el equilibrio y el ángulo del bote desafiaba sus esfuerzos por mantenerse en pie. Si otra ola lo golpeaba...
Nicholas nunca la vio venir. Como el hacha de un verdugo, la ola se estrelló contra el bote con una fuerza devastadora y obligó al Happenstance a caer de costado. El mástil y las velas se estrellaron en el agua. La nave estaba perdida. Nicholas se sujetó del timón sabiendo que si se soltaba lo barrerían las olas.
El Happenstance hacía agua con rapidez.
Nicholas tenía que llegar al equipo de salvamento, que incluía una balsa. Era su única oportunidad. Avanzó centímetro a centímetro hacia la puerta de la cabina, sosteniéndose de cualquier cosa que pudiera encontrar, batallando con la lluvia que lo cegaba, luchando por su vida.
La luz de un rayo y el rugir del trueno fueron casi simultáneos.
Por fin llegó a la escotilla y sujetó la manija. Cuando ésta crujió al abrirla, se dio cuenta que había cometido un terrible error. El agua entró en cascadas, oscureciendo con enorme rapidez el interior de la cabina. De inmediato Nicholas se dio cuenta de que el equipo de salvamento, que por lo general estaba en un arcón sujeto a la pared, ya se encontraba bajo el agua. No había nada que pudiera evitar que el mar se tragara al bote.
El Happenstance comenzó a hundirse rápidamente. En segundos, la mitad del casco estaba sumergida. De pronto su mente reaccionó. Los chalecos salvavidas...
Estaban debajo de los asientos, cerca de la popa.
Miró hacia allá. Todavía estaban fuera del agua.
Luchó con furia para sujetarse de los rieles laterales, lo único que podía sostenerlo y que todavía estaba fuera del agua. Cuando logró llegar a ellos, tenía el agua hasta el pecho y las piernas pataleaban en el mar.
Tres cuartos del bote estaban ya bajo el agua.
Colocó una mano sobre la otra, luchando contra el peso de las olas y de sus propios músculos que parecían de plomo. El agua le llegaba al cuello y por fin se dio cuenta de lo irremediable de su situación.
No iba a lograrlo.
Tenía el agua hasta la barbilla cuando por fin dejó de intentarlo. Miró hacia arriba, completamente agotado; se negaba aún a creer que iba a terminar de esa manera.
Soltó el riel del bote y comenzó a alejarse de la nave. El abrigo y los zapatos le pesaban en el agua. Pataleó para mantenerse a flote elevándose con las olas mientras veía cómo el mar se tragaba al Happenstance. Luego, con el agotamiento y el frío que comenzaban a nublar sus sentidos, se volvió e inició un imposible viaje a nado hacia la orilla.
_____ estaba sentada a la mesa con Jeb. Durante largo rato, de manera entrecortada, él le había contado todo lo que sabía.
Más tarde ______ recordaría que mientras escuchaba la historia no lo hacía tanto con un sentimiento de temor, como de curiosidad. Nicholas era un marino experto y aún mejor nadador. Era demasiado cuidadoso, demasiado vital para que algo así lo venciera. Si alguien podía salir de una situación así, ése era él.
Se acercó a Jeb por encima de la mesa, confundida.
—No comprendo. ¿Por qué sacó el bote si sabía que se aproximaba una tormenta?
—No sé —respondió él en voz baja.
No podía mirarla a los ojos.
Jeb tenía el rostro color ceniza y los ojos clavados en el suelo, como si ocultara algo. Sin pensarlo, _____ miró la cocina. Todo estaba muy limpio, como si la hubieran arreglado poco antes de que ella llegara. Por la puerta abierta de la habitación vio el cobertor de Nicholas bien tendido sobre la cama. Curiosamente le habían colocado un par de enormes arreglos florales.
—No lo entiendo. Nicholas está bien, ¿no es cierto?
—_____—dijo por fin Jeb con lágrimas en los ojos—. Lo encontraron ayer por la mañana.
—¿Está en el hospital?
—No —respondió.
—Entonces, ¿dónde está? —preguntó; se negaba a reconocer algo que de alguna manera ya sabía.
Jeb no respondió. Inclinó la cabeza para que ella no pudiera ver sus lágrimas, pero _____ pudo oírlo sollozar.
—_____... —dijo, y su voz se quebró.
—¿Dónde está? —exigió saber poniéndose de pie ante una súbita descarga de adrenalina. Como si ocurriera en un sitio muy lejano, oyó cómo la silla golpeaba el piso al caer a sus espaldas.
Jeb la miró.
—Encontraron su cuerpo ayer por la mañana.
Ella sintió una opresión en el pecho que la ahogaba.
—Ha muerto, _____.
Lo enterraron al lado de Catherine en el pequeño cementerio cerca de su hogar. Jeb y _____ permanecieron juntos durante el servicio religioso al pie de la tumba. Fue una ceremonia sencilla y, aunque comenzó a llover casi en el instante en que el ministro terminó de hablar, la gente se quedó un rato más.
Se llevó a cabo una recepción en la casa de Nicholas. Una por una, las personas pasaron a ofrecer sus condolencias y a compartir sus recuerdos: amigos de la secundaria, personas a las que había enseñado a bucear, los empleados de la tienda. Cuando todos se marcharon y dejaron solos a Jeb y a _____, él sacó una caja del clóset y le pidió que se sentara con él para revisarla juntos.
En la caja había cientos de fotografías. Durante las horas siguientes ______ vio pasar ante sus ojos la infancia y la adolescencia de Nicholas: todas las partes faltantes de su vida que ella sólo había imaginado: la graduación del bachillerato y de la universidad, la restauración del Happenstance, Nicholas frente a la tienda antes de la inauguración.
Más tarde, mientras revisaban las últimas fotografías, vio al Nicholas del que se había enamorado. Una fotografía en particular llamó su atención y la contempló un largo rato. Jeb le explicó que la habían tomado durante la celebración del Memorial Day, unas cuantas semanas antes de que la botella tocara tierra en Cape Cod. Ahí, Nicholas estaba de pie en el porche trasero y se veía casi como la primera vez que ella había ido a su casa.
Cuando por fin pudo soltar esa fotografía, Jeb sólo se limitó a tomarla con suavidad.
A la mañana siguiente le entregó un sobre. Al abrirlo, _____ vio que le había dado aquella fotografía y varias más. Además, estaban también las tres cartas que le habían permitido a ______ conocer a Nicholas.
—Creo que a él le hubiera gustado que te quedaras con ellas.
Demasiado emocionada para responder, ella movió la cabeza para agradecerle en silencio.
_____ no recordaba mucho de lo que ocurrió los primeros días después de que regresó de Boston y, en retrospectiva, se dio cuenta de que no deseaba hacerlo. Se acordaba que Deanna la esperaba en el Aeropuerto Logan cuando bajó del avión. Después de verla, Deanna llamó de inmediato a su esposo y le pidió que le llevara algo de ropa a la casa de ____ porque iba a quedarse con ella por unos días. _____ pasó la mayor parte del tiempo en la cama, sin levantarse siquiera cuando Kevin llegaba de la escuela.
—¿Se va a poner bien mi mamá? —preguntó el niño.
—Sólo necesita algo de tiempo, Kevin —respondió Deanna—. Sé que también es difícil para ti, pero todo va a estar bien.
El otro recuerdo claro que _____ tenía de aquella semana era su imperiosa necesidad de comprender cómo pudo haber sucedido. Antes de marcharse de Wilmington le hizo prometer a Jeb que la llamaría si se enteraba de algo más sobre el día en que Nicholas salió con el Happenstance. De alguna manera extraña creía que si sabía los detalles, él por qué, su pena disminuiría.
Por supuesto, muy en su interior sabía que eso no iba a suceder. Jeb no iba a llamarla con una explicación esa semana, y la respuesta no le llegaría tampoco en un momento de contemplación. No. La respuesta la obtuvo, finalmente, en la forma en que menos la esperaba.
Un año después, en la playa de Cape Cod, _____ reflexionaba sin amargura acerca del giro que tomaron las cosas y de las razones que la habían llevado hasta aquel lugar. Por fin lista, metió la mano en su bolso. Después de sacar el objeto que había llevado, lo miró y revivió el momento en que por fin obtuvo la respuesta que tanto buscaba.
Deanna se había marchado y _____ trataba de restablecer una rutina de algún tipo. En su confusión de la semana anterior, simplemente había amontonado la correspondencia en un rincón del comedor. Una noche, después de cenar, mientras Kevin estaba en el cine, _____ comenzó a clasificar las cartas sin gran interés.
Había una docena de cartas, tres revistas y un paquete envuelto en papel café sin remitente. Tenía pegadas dos etiquetas de FRAGIL, una cerca de la dirección y la otra en el lado opuesto de la caja.
—En ese momento notó el sello postal de Wilmington, North Carolina, con fecha de dos semanas atrás. Rápidamente revisó la dirección garabateada al frente. Era la letra de Nicholas.
—No... —dejó el paquete, con el estómago súbitamente tenso.
Buscó un par de tijeras en un cajón y con manos temblorosas comenzó a cortar la cinta, tirando del papel con sumo cuidado mientras lo hacía. Ya sabía lo que iba a encontrar adentro. Después de tomar el objeto y revisar el resto del paquete para asegurarse de que no hubiera nada más adentro, quitó la envoltura plástica con burbujas de aire.
La botella tenía el corcho puesto y en el interior había una carta enrollada. Después de sacar el corcho, la dio vuelta y la carta salió con facilidad. Al igual que la carta que había encontrado apenas unos meses antes, estaba amarrada con un hilo. La extendió con delicadeza.
En la esquina superior derecha se encontraba la imagen de un viejo barco con las velas al viento.
Querida _______:
¿Podrás perdonarme?
En un mundo que rara vez comprendo soplan los vientos del destino cuando menos lo esperamos. A veces soplan con la fuerza de un huracán; otras apenas nos rozan las mejillas. Sin embargo, no puede negarse su existencia porque a menudo traen consigo un futuro que es imposible negar. Tú, querida mía, eres ese viento que no anticipé, el viento que ha soplado con más fuerza de la que creí posible. Eres mi destino.
Estaba equivocado, muy equivocado al tratar de negar lo que era evidente y te ruego que me perdones. Como el viajero cauto, traté de protegerme del viento y sólo logré perder mi alma. Fui un tonto al no hacer caso de mi destino, pero hasta los tontos tenemos sentimientos y me he dado cuenta de que tú eres lo más importante que tengo en este mundo.
He cometido más errores en los pasados meses de los que algunas personas cometen en toda su vida. Me equivoqué al actuar como lo hice cuando encontré las cartas, del mismo modo en que me equivoqué al ocultar la verdad de lo que estaba ocurriéndome en relación con mi pasado. Pero en lo que más me equivoqué fue al negar lo que está claro en mi corazón: que no puedo vivir sin ti.
Lo que más deseo en esta vida es que me des otra oportunidad. Como tal vez supongas, espero que esta botella obre su magia, igual que lo hizo antes, y de alguna manera logre que volvamos a reunirnos.
Durante los primeros días después de que te marchaste quise creer que podía seguir viviendo como siempre, pero no fue así. Cada vez que veía ponerse el sol pensaba en ti y en los maravillosos momentos que pasamos juntos. El corazón sabía que mi vida nunca volvería a ser la misma. Quería que regresaras más de lo que pensé que fuera posible, pero siempre que pensaba en ti seguía oyendo tus palabras en nuestra última conversación. Sin importar cuánto te amara, sabía que nada sería posible a menos que nosotros, los dos, estuviéramos seguros de que yo podía comprometerme por completo con el sendero por delante. Seguí preocupado con estas ideas hasta que anoche, muy tarde, la respuesta vino por fin a mí.
En un sueño me vi en la playa con Catherine, en el mismo lugar al que te llevé después de aquella vez que comimos en Hank’s. El Sol brillaba y sus rayos se reflejaban, deslumbrantes, en la arena. Caminamos por la playa, uno junto al otro y ella escuchó con atención mientras le hablaba de ti, de nosotros, de los momentos maravillosos que compartimos. Después de algunos titubeos admití que te amaba, pero que me sentía culpable al respecto. Ella no dijo nada, sino que siguió caminando, hasta que por fin se volvió y me preguntó: «¿Por qué?»
—Por ti.
Al oír mi respuesta ella me sonrió con un gesto condescendiente y divertido, como solía hacerlo antes de morir.
—¡Oh, Nicholas! —me dijo mientras me tocaba el rostro con suavidad—. ¿Quién crees que le llevó la botella?
_____ dejó de leer.
¿Quién crees que le llevó la botella?
Se retrepó en la silla, cerró los ojos con fuerza y trató de contener las lágrimas.
—Nicholas —murmuró—. Nicholas...
Podía oír el ruido de los autos que pasaban al otro lado de la ventana. Poco a poco comenzó a leer de nuevo.
Cuando desperté me sentí vacío y solo. El sueño hizo que algo me doliera por dentro por lo que yo le había hecho a nuestra relación, y me puse a llorar. Cuando logré controlarme escribí dos cartas: la que tienes en las manos en este momento y una para Catherine en la que por fin me despido de ella. Hoy iré en el Happenstance a enviarla. Catherine, a su manera, me dijo que debía continuar con mi vida y he escogido hacerle caso. No sólo a sus palabras, sino a las inclinaciones de mi propio corazón que me conducen siempre hacia ti.
¡Oh, ______! Lo siento, lamento mucho haberte herido. Iré a Boston la semana entrante con la esperanza de que encuentres la manera de perdonarme.
_____, te amo, y siempre te amaré. Estoy cansado de estar solo. Cuando veo niños que lloran y ríen mientras juegan en la arena me doy cuenta que quiero tener hijos contigo. Quiero ver a Kevin crecer y convertirse en hombre. Si me lo pides, me mudaré a Boston, porque no puedo seguir de esta manera. Sin ti me siento terriblemente enfermo y triste. Mientras estoy aquí sentado, en la cocina, rezo para que me dejes volver contigo, esta vez para siempre.
Nicholas
Caía la noche y el cielo gris se volvía negro con rapidez. Aunque había leído la carta miles de veces, seguía despertando en ella los mismos sentimientos que la primera vez. Durante meses esos sentimientos la perseguían a cada momento.
Sentada en la playa, volvió a enrollar la carta y con mucho cuidado la ató con un cordón y la devolvió a la botella. Al llegar a casa volvería a colocarla en su mesa de noche, donde siempre la tenía. Por la noche, cuando el brillo de las luces de la ciudad entraba a su habitación, la botella destellaba en la oscuridad y era lo último que veía antes de dormir.
Luego tomó las fotografías que le dio Jeb. Después de regresar de Wilmington las había observado una por una. Cuando las manos comenzaron a temblarle, decidió colocarlas en el cajón y no volver a mirarlas.
Sin embargo, en ese momento volvió a verlas y encontró la que le habían tomado a Nicholas en el porche trasero. La sostuvo frente a ella y recordó todo sobre él: cómo se veía, cómo se movía, su sonrisa fácil, las arrugas que le rodeaban los ojos.
Desde el funeral se había mantenido en contacto esporádico con Jeb. Le había dicho que descubrió por qué Nicholas había salido en el Happenstance aquel día y los dos terminaron llorando en el teléfono. Conforme los meses pasaban, sin embargo, fueron capaces de mencionar su nombre sin lágrimas.
Una llamada telefónica de Jeb tres semanas antes fue lo que la llevó de vuelta a Cape Cod. Cuando oyó que su voz amable le sugería tranquilamente que había llegado el momento de seguir con su vida, los muros que había construido a su alrededor para protegerse comenzaron a desmoronarse. Lloró la mayor parte de la noche, pero a la mañana siguiente sabía lo que tenía que hacer.
Ahora, de pie en la playa, se preguntó si alguien la vería. Miró a un lado y al otro, pero el lugar estaba desierto. Sólo el mar parecía moverse y a ella le atraía su furia. Lo miró largo rato mientras pensaba en Nicholas.
Lo amó. Siempre lo amaría. Lo supo desde el momento en que lo vio en los muelles y lo sabía ahora. Ni el paso del tiempo ni la muerte podrían cambiar sus sentimientos. Cerró los ojos y susurró mientras lo hacía:
—Te extraño, Nicholas Blake —dijo con suavidad.
Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer al mismo tiempo que le quitaba el corcho a la sencilla botella transparente que sostenía con fuerza. Sacó la carta que le había escrito a Nicholas el día anterior, la carta que había ido a enviar. Después de desenrollarla comenzó a leer.
Mi amor:
Ha pasado un año desde que me senté con tu padre en la cocina. Ya es muy tarde y aunque me cuesta trabajo hallar las palabras, no puedo evitar la sensación de que es el momento de que por fin responda a tu pregunta.
Claro que te perdono. Te perdono ahora y te perdoné en el instante en que leí tu carta. El corazón me decía que no podía hacer otra cosa. El dejarte una vez ya fue muy difícil; hacerlo dos veces hubiera sido imposible. Te amaba demasiado para perderte de nuevo. Aún lloro por lo que pudo haber sido, sin embargo, me siento agradecida que hayas formado parte de mi vida, aunque fuera por tan corto tiempo. Al principio pensé que de alguna manera nos habíamos encontrado para que te ayudara a superar tu pena. Pero ahora, un año después, he llegado a pensar que fue al revés.
Irónicamente me encuentro en la misma posición en la que estabas tú la primera vez que te vi. Lucho con el fantasma de alguien a quien amé y perdí. A veces me abruma la pena y aunque comprendo que nunca más volveremos a vernos, hay una parte de mí que quiere aferrarse a ti para siempre. Para mí sería fácil hacerlo porque amar a alguien más podría debilitar tu recuerdo. Pero he aquí la paradoja: aunque te extraño tanto, es por ti que no temo al futuro. Porque pudiste enamorarte de mí y me enseñaste que es posible seguir adelante con la vida, sin importar lo terrible de la pena.
En este momento no creo que esté lista, pero espero que llegará el día en que mi tristeza sea reemplazada por algo hermoso. Por ti tengo la fuerza de seguir adelante.
Siempre estarás conmigo. Cuando oiga el sonido del mar serás tú el que me susurres. Cuando una brisa fresca me acaricie la mejilla, será tu espíritu que pasa a mi lado.
Ésta no es una carta de despedida, amor mío; más bien es una carta de agradecimiento. Gracias por entrar en mi vida y darme alegría. Gracias por amarme y también por aceptar mi amor. Gracias por los recuerdos que atesoraré siempre. Pero sobre todo, gracias por mostrarme que llegará el momento en que por fin seré capaz de dejarte partir.
Te ama,
_.
Después de leer la carta por última vez, _____ la enrolló, la guardó y selló la botella. La tuvo en las manos y le dio algunas vueltas, sabiendo que su viaje había completado un ciclo. Por fin, cuando se dio cuenta de que ya no podía esperar más, la arrojó tan lejos como pudo.
En ese mismo momento se sintió un viento fuerte y la niebla empezó a disiparse. ____ se quedó ahí, de pie, en silencio y observó cómo se alejaba la botella flotando en el mar. Y aunque sabía que era imposible, imaginó que nunca volvería a la orilla. Que viajaría por el mundo para siempre, llegando a lugares lejanos que ella nunca conocería.
Cuando la botella desapareció de su vista minutos más tarde, se dirigió a su automóvil. Mientras caminaba en silencio bajo la lluvia, _____ sonrió con dulzura. No sabía cuándo ni dónde o si alguna vez alguien la encontraría, pero en realidad no importaba. De algún modo sabía que Nicholas recibiría el mensaje.
F I N
Mariel Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Si me vieran, creerian que estoy loca.ESTOY LLORANDO! Me lei de nuevo el final y Dios! Mas hermoso no puede ser. Esta novela se conviertio en una de mis favoritas. Es una de las increibles historias de Nicholas Sparks.
Gracias por dejarme compartirla con ustedes. Es tan hermosa como para avermela guardado para mi y no mostrarselas.
Me acuerdo cuando Faby me la recomendo y la habia descargado y hasta en la noche la empeze a leer y la termine como a las 2 de la madrugada! Estaba echa un mar de lagrimas, se los juro.
Gracias por leer y comentar como siempre en las noves que he subido.
Gracias a mis fieles lectoras : LAS AMO!
Y a las nuevas!
Mary
Gracias por dejarme compartirla con ustedes. Es tan hermosa como para avermela guardado para mi y no mostrarselas.
Me acuerdo cuando Faby me la recomendo y la habia descargado y hasta en la noche la empeze a leer y la termine como a las 2 de la madrugada! Estaba echa un mar de lagrimas, se los juro.
Gracias por leer y comentar como siempre en las noves que he subido.
Gracias a mis fieles lectoras : LAS AMO!
Y a las nuevas!
Mary
Mariel Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
:crybaby: Hermosa :sad:
No Puedo decir Más :crybaby:
Gracias Amiga Muchas Gracias :hug:
No Puedo decir Más :crybaby:
Gracias Amiga Muchas Gracias :hug:
Love Is Easy (TJBM)
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
sabes te digo algo? me agarraste en un mal momento porq justo habia dejado de llorar y vengo leo y justo vuelvo a llorar me vuelvo a deprimir :sad:
de alguna forma presenti que si, que Nicholas iba morir (conste que no abri el libro ni por un segundo) pero pense nadie sabe quizas ocurra un milagro y Nicholas, uno nunca sabe y pum volvi a la realidad de golpe, y eso que cuadno andaba leyendolo subi un poco la pag y vi donde decía que estaba muerto y te aseguro que me dolio de igual o peor forma.....
ves lo que pasa cuando ando de depre en depre :sad:
la nove estuvo hermosa, simplemente bella.... la ame de principio a fin, (creo que ya me esta gustando como escribe Nicholas Sparks)
gracias por compartirla con nosotras, de una forma u otra me enseño algo (y me puse sentimental again oh Dios )
tkm mi vida :hug:
de alguna forma presenti que si, que Nicholas iba morir (conste que no abri el libro ni por un segundo) pero pense nadie sabe quizas ocurra un milagro y Nicholas, uno nunca sabe y pum volvi a la realidad de golpe, y eso que cuadno andaba leyendolo subi un poco la pag y vi donde decía que estaba muerto y te aseguro que me dolio de igual o peor forma.....
ves lo que pasa cuando ando de depre en depre :sad:
la nove estuvo hermosa, simplemente bella.... la ame de principio a fin, (creo que ya me esta gustando como escribe Nicholas Sparks)
gracias por compartirla con nosotras, de una forma u otra me enseño algo (y me puse sentimental again oh Dios )
tkm mi vida :hug:
Invitado
Invitado
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Yo tambien llore con el final... ya lo habia leido anteriormente y aun sigue ese sentimiento de tristeza, Es una increible historia, con un final tragico pero que realmente valio la pena leer, enserio la ameee! :love:
Gracias por publicarla Mariel! Y ya sabes aqui tienes a una lectora fiel!
Te quiero Amiga! ;)
Gracias por publicarla Mariel! Y ya sabes aqui tienes a una lectora fiel!
Te quiero Amiga! ;)
Alee Lovatoo
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
aaaaaaaaaaaiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
que triste es perder a alguien a quien uno ama
pero me facino la nove
desde el principio
y aunque me hubiese gustado
que nick no se muriera
me encato
y GRACIAS A TI POR
COMPARTILA CON NOSOTRAS
que triste es perder a alguien a quien uno ama
pero me facino la nove
desde el principio
y aunque me hubiese gustado
que nick no se muriera
me encato
y GRACIAS A TI POR
COMPARTILA CON NOSOTRAS
GRACIIIIIIIAAAAASSSSSS
chelis
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
No leere. Aun. Sino cuando este sola. y pueda hecharme a llorar
lei el comienzo pero no pude.
Siento que llorare. Odio, odio, odio los finales tristes. u.u
AMO LA NOVELA!! luego pongo mi coment final
lei el comienzo pero no pude.
Siento que llorare. Odio, odio, odio los finales tristes. u.u
AMO LA NOVELA!! luego pongo mi coment final
Creadora
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
mariel el final wowowowow re wow es ke no sabes me levante temprano solo para leer las nove bueno a decir vdd me despertaron con un gran susto peo bueno ...
me enkanto la nove y si faby se las recomento a todas y yo la abia empesado aleer luego em dijiste ke la subirias no la segui leyendo pero bueno me enkanto y mucho graicias por subirla te adoro mi niña bella.... aarg eske no dejo de llorar ando media sentimental pero ya..
espero subas mas o mejor no digo nada seke lo aras hahahahahah y sere fan de new y perdon por no coemntar antes tu ya sabes :( ......... te kiero mucho y nos vemos luegito
gracias mariel de mi vida....... :hug: :hug: :hug: tkm...
me enkanto la nove y si faby se las recomento a todas y yo la abia empesado aleer luego em dijiste ke la subirias no la segui leyendo pero bueno me enkanto y mucho graicias por subirla te adoro mi niña bella.... aarg eske no dejo de llorar ando media sentimental pero ya..
espero subas mas o mejor no digo nada seke lo aras hahahahahah y sere fan de new y perdon por no coemntar antes tu ya sabes :( ......... te kiero mucho y nos vemos luegito
gracias mariel de mi vida....... :hug: :hug: :hug: tkm...
Pily....
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
PASEN ES UNA NOVE HERMOSA Y COMENTES ASI SIGUE SUBIENDO CAPIIS :
https://onlywn.activoforo.com/t2883-la-vida-es-maravillosa-nick-y-tu-capitulo-31-un-momento-super-especial
https://onlywn.activoforo.com/t2883-la-vida-es-maravillosa-nick-y-tu-capitulo-31-un-momento-super-especial
Florjudith96
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
AMOREEEEEEEEEES! Hola :)
que creeen? subi un one shot ..el primero que hago :$ y me gustaria que lo leyeran n___n aqui les dejo el link https://onlywn.activoforo.com/t6945-traicion-_-y-tu
Las quiero y las extraño...
Mary
que creeen? subi un one shot ..el primero que hago :$ y me gustaria que lo leyeran n___n aqui les dejo el link https://onlywn.activoforo.com/t6945-traicion-_-y-tu
Las quiero y las extraño...
Mary
Mariel Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Me siento estupida, llevo llorando desde que lei que el bote se undia y tengo un nudo en la gargante que no consigo soltar Comence leyendola hace unas 3 horas y solo no pude dejar de hacerlo....
Me atrevo a decir que de las mas hermosas que lei :arre:
Me atrevo a decir que de las mas hermosas que lei :arre:
WhoIam13
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
JONATICAS!
NO SE OLVIDEN DE VOTAR POR LOS JONAS EN MTV A LA LUCHA http://www.mtvla.com/alalucha
ESTAS SON LAS RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS
¿En qué año lanzaron su película Jonas Brothers: The 3D Concert Experience?
- 2009
¿En qué álbum de la banda está el éxito S.O.S?
- Jonas Brothers
¿Cómo se llamaba llamaba la banda en sus inicios?
- Sons of Jonas
¿Cómo se llamó el álbum debut del trío?
- It's about time
¿En la portada de qué álbum de la banda aparecían los tres hermanos con paraguas?
- A Little Bit Longer
PARA LAS QUE AMAN A LOS JONAS I love you
NO SE OLVIDEN DE VOTAR POR LOS JONAS EN MTV A LA LUCHA http://www.mtvla.com/alalucha
ESTAS SON LAS RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS
¿En qué año lanzaron su película Jonas Brothers: The 3D Concert Experience?
- 2009
¿En qué álbum de la banda está el éxito S.O.S?
- Jonas Brothers
¿Cómo se llamaba llamaba la banda en sus inicios?
- Sons of Jonas
¿Cómo se llamó el álbum debut del trío?
- It's about time
¿En la portada de qué álbum de la banda aparecían los tres hermanos con paraguas?
- A Little Bit Longer
PARA LAS QUE AMAN A LOS JONAS I love you
Florjudith96
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