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"Mensaje en una botella"(Nick y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Quiero cap :D
Creadora
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Ya lei U.U y quiero mas!
Ah! y tenemos el mismo gift xDDD
Ah! y tenemos el mismo gift xDDD
Faby Evans Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Faby Evans Jonas escribió:Ya lei U.U y quiero mas!
Ah! y tenemos el mismo gift xDDD
Copiona! XD
Mariel Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Mariel Jonas escribió:Faby Evans Jonas escribió:Ya lei U.U y quiero mas!
Ah! y tenemos el mismo gift xDDD
Copiona! XD
yo lo puse primero x'DDDD
Faby Evans Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Faby Evans Jonas escribió:Mariel Jonas escribió:Faby Evans Jonas escribió:Ya lei U.U y quiero mas!
Ah! y tenemos el mismo gift xDDD
Copiona! XD
yo lo puse primero x'DDDD
Si vez no son iguales XD ...me gusto mas el tuyo haha
Mariel Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Mariel Jonas escribió:Faby Evans Jonas escribió:Mariel Jonas escribió:Faby Evans Jonas escribió:Ya lei U.U y quiero mas!
Ah! y tenemos el mismo gift xDDD
Copiona! XD
yo lo puse primero x'DDDD
Si vez no son iguales XD ...me gusto mas el tuyo haha
hahahahah #cool x'D
Faby Evans Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Hola chicas! :) Gracias por comentar.....tengo que decirles algo para que luego no digan que no les avise xD Este cap esta lindo y les va a encantar como termina ^^ Aparte que salio mas largo que de costumbre...
—Supongo que tú ya comiste —dijo Nicholas al ver que Catherine se quedaba de pie frente al refrigerador abierto.
Catherine lo miró.
—No tengo hambre —respondió ella—, pero sí tengo sed. ¿Quieres un poco de té helado?
—Sí.
Abrió la alacena y sacó dos vasos. Después de poner el primer vaso sobre el mostrador de la cocina, el segundo se le escurrió repentinamente de entre las manos.
—¿Estás bien? —preguntó Nicholas.
Catherine se pasó la mano por el cabello, avergonzada, y luego se inclinó para recoger los trozos de vidrio.
—Me mareé por un segundo, pero ya se me pasó.
Nicholas caminó hacia ella y comenzó a ayudarla a limpiar.
—¿Otra vez te sientes mal?
—Un poco, pero quizá se deba a que estuve demasiado tiempo afuera esta mañana.
Nicholas no dijo nada mientras recogía los vidrios.
Nicholas tragó saliva y de pronto se hizo consciente del largo silencio que había caído en la cocina.
—Voy a revisar cómo va el carbón —dijo.
Mientras él estaba afuera, _____ puso la mesa. Colocó una copa de vino al lado de cada plato y buscó en un cajón los cubiertos. Cerca de ellos encontró dos pequeños candeleros con velas. Después de preguntarse si eso no sería demasiado, decidió ponerlos también en la mesa. Nicholas regresó cuando ella estaba a punto de terminar.
—¿Me enseñarás el resto de tu receta secreta?
—Claro, con mucho gusto —respondió él. Extrajo de la fuente con whisky dos de los filetes; luego abrió el refrigerador y sacó una bolsa chica de plástico—. Esto es sebo, la parte grasosa de la carne que por lo general se elimina. Hice que el carnicero me guardara un poco cuando compré los filetes.
—¿Para qué sirve?
—Ya lo verás —respondió.
Regresó a la parrilla con los filetes y unas tenazas, que colocó sobre la barandilla del asador. Luego, con un pequeño fuelle de mano, comenzó a soplar las cenizas de las briquetas.
—Parte del secreto para cocinar un magnífico filete es asegurarse de que el carbón esté bien caliente. Se usa el fuelle para quitar las cenizas. Así no hay nada que bloquee el calor.
Puso la carne en la parrilla con las tenazas. Durante el breve tiempo que se necesitaba para que se asaran, Nicholas se dedicó a observar a ______ con el rabillo del ojo. El cielo comenzaba a tornarse anaranjado y la cálida luz le oscurecía los ojos marrón. La brisa le levantaba el cabello de manera seductora.
Por fin Nicholas se volvió para tomar el sebo.
—Creo que ahora sí ya estamos listos para esto.
Colocó algunos trozos de sebo sobre las briquetas, directamente debajo de la carne. Luego se inclinó y sopló hasta que prendieron.
—¿Qué haces?
—Las llamas van a soasar la carne con todo su jugo, lo que mantiene tierno al filete. Es la misma razón por la que se usan tenazas y no un tenedor. Arrojó otro par de trozos de sebo a las briquetas y repitió el proceso.
_____ miró a su alrededor y comentó:
—Este es un sitio muy tranquilo. Ya veo por qué compraste el lugar —se volvió hacia él—. Dime, Nicholas, ¿en qué piensas cuando estás aquí solo?
Hubiera querido contestarle: «Pienso en Catherine», pero se contuvo y suspiró.
—A veces pienso en el trabajo; a veces sueño con navegar y dejar todo atrás.
Ella lo miró con mucha atención mientras pronunciaba esas últimas palabras.
—Nicholas, tienes que dejar de huir de lo que te pasa —le dirigió una sonrisa llena de confianza—. Además, tienes mucho que ofrecerle a alguien.
Nicholas guardó silencio. Durante los siguientes minutos lo único que se oía era el sonido que hacía la carne al irse asando en la parrilla y las olas que rompían en la playa... un rumor continuo y tranquilizador. La tensión que Nicholas experimentó antes se atenuó hasta casi desaparecer y mientras permanecían de pie, uno al lado del otro, en la cada vez más profunda penumbra, él percibió que había algo más en aquella velada de lo que cualquiera de los dos hubiera querido admitir.
Poco antes de que la carne estuviera lista, _____ volvió a entrar en la casa para terminar de poner la mesa. Con esmero, encendió las velas y estaba colocando la botella de vino en la mesa cuando Nicholas entró.
Después de cerrar las puertas de cristal vio lo que ella había hecho. La cocina estaba a oscuras, salvo por la luz que provenía de las pequeñas llamas de las velas y cuyo brillo daba a ____ un aspecto hermoso. Los ojos de ella parecían atrapar las flamas danzarinas. Se miraron, cada uno desde su lado de la mesa, los dos inmovilizados un instante por la sombra de posibilidades distantes. Luego _____ aparté la mirada.
—No pude encontrar un sacacorchos —comentó ella por no tener otra cosa que decir.
—Yo lo traeré —se apresuró él—. Es probable que esté en el fondo de alguno de los cajones.
Nicholas llevó el platón con los filetes a la mesa y se dirigió a un cajón. Después de revolver entre diversos utensilios, encontró el sacacorchos. Con un par de movimientos rápidos abrió la botella y sirvió la cantidad precisa en cada copa. Luego se sentó y usó las tenazas para colocar los trozos de carne en los platos.
—Es el momento de la verdad —comentó ella precisamente antes de probar el primer bocado. Nicholas sonrió mientras la observaba comerlo.
—Nicholas, ¡está delicioso! —afirmó _____ con énfasis.
—Gracias.
Las velas se fueron empequeñeciendo conforme avanzaba la velada y Nicholas le dijo un par de veces lo feliz que se sentía de que estuviera ahí. Afuera, la marea subía lentamente, guiada por la Luna, en cuarto creciente, que parecía haber brotado de la nada.
Después de cenar Nicholas sugirió otro paseo por la playa.
La noche era tibia. Bajaron del porche y se dirigieron hacia una pequeña duna y de ahí a la playa. Se quitaron los zapatos y caminaron con paso lento, muy cerca el uno del otro y Nicholas buscó la mano de _____. Al sentir su calidez, ella se preguntó, sólo por un instante, qué se sentiría si él le tocara el cuerpo, si le recorriera con las manos toda la piel.
—Hace muchísimo tiempo que no pasaba una velada como ésta —confesó Nicholas por fin.
—Tampoco yo —aseguró ella.
La arena estaba fresca bajo sus pies.
—Nicholas, ¿recuerdas cuando me invitaste a navegar contigo?
—Sí.
—¿Por qué me pediste que te acompañara?
Él la miró con curiosidad.
—¿A qué te refieres?
—Me refiero a que me pareció que tan pronto lo dijiste comenzaste a lamentarlo.
El se encogió de hombros.
—No estoy seguro de que “lamentarlo” sea la palabra. Creo que me sentí sorprendido de haberte invitado, pero no lo lamenté en ningún momento.
Ella sonrió.
—¿Estás seguro?
—Sí, estoy seguro. Además, estos últimos dos días han sido los mejores que he tenido en mucho, mucho tiempo.
Caminaron juntos en silencio. Había unas cuantas personas en la playa, aunque estaban tan lejos que _____ no podía distinguir nada más que sombras.
—¿Crees que alguna vez puedas regresar? Quiero decir, cuando tengas vacaciones.
—Si lo hiciera, ¿volverías a prepararme la cena?
—Cocinaría lo que tú quisieras. Siempre y cuando sea filete.
Ella rió por lo bajo.
—Entonces lo pensaré.
—Y, ¿qué me dices si añado unas cuantas clases de buceo?
—Creo que Kevin las disfrutaría más que yo.
—Entonces tráelo.
Lo miró.
—¿No te molestaría?
—En absoluto. Me encantaría conocerlo.
Se detuvieron un momento y contemplaron el agua. Él estaba muy cerca de ella; los hombros casi se tocaban.
—¿En qué piensas? —preguntó Nicholas.
—Solamente pensaba en lo agradable que son los silencios cuando estoy contigo.
Él sonrió.
—Y yo estaba pensando que te he dicho mucho más de lo que le he dicho a nadie.
—¿Será porque estás seguro de que regresaré a Boston y no se lo contaré a nadie?
Él rió.
—No. Supongo que es porque quiero que sepas quién soy, porque si aún sabiéndolo de todas maneras sigues queriendo pasar el tiempo conmigo...
_____ no comentó nada, pero entendía exactamente lo que él trataba de decir.
Nicholas desvió la mirada.
—Lo lamento. No quise hacerte sentir incómoda.
—No me hiciste sentir incómoda —aseguró _____—. Me alegra que me lo dijeras.
Se detuvo. Después de un momento comenzaron a caminar de nuevo por la solitaria playa.
—Pero no sientes lo mismo que yo —insistió él.
_____ lo miró.
—Nicholas, yo... —dejó que se perdieran las palabras.
—No, no tienes que decir nada...
Ella no lo dejé terminar.
—Sí, debo hacerlo. Tú buscas una respuesta y yo quiero dártela —se detuvo. Luego aspiró profundo—. Me asusta un poco, Nicholas, porque si te digo lo mucho que me interesas, siento que me arriesgo a que vuelvan a herirme.
—Yo nunca te lastimaría —aseguró él con suavidad. Ella se detuvo y lo hizo mirarla.
—Sé que eso crees, Nicholas, pero has estado luchado con tus propios demonios durante los últimos tres años. No sé si estás listo para seguir adelante, y si no es así, con toda seguridad seré yo quien salga lastimada.
Esas palabras le llegaron muy hondo y él esperó un momento antes de responder.
—_____, desde que nos conocimos... no sé...
Levantó la mano y tocó con suavidad la mejilla de _____ con el dedo, siguiendo el contorno con tanta ligereza que ella sentía casi como una pluma contra la piel. En cuanto la tocó, _____ cerró los ojos y, a pesar de sus dudas, dejó que aquella estremecedora sensación le recorriera el cuerpo.
Después ____ sintió que todo comenzaba a borrarse y repentinamente sintió que estar ahí era lo correcto. La cálida brisa de verano que le soplaba en el cabello aumentaba la sensación que le producía aquel roce. La luz de la Luna daba al agua un brillo etéreo, mientras las nubes proyectaban su sombra sobre la playa.
Entonces cedieron a todo lo que había estado acumulándose desde el instante en que se conocieron. Ella se hundió en él y sintió la calidez de su cuerpo; él le soltó la mano. Luego la rodeó poco a poco con los dos brazos, la atrajo hacia sí y la besó en los labios con ternura.
Permanecieron así, abrazados, besándose a la luz de la Luna durante largo rato, sin que a ninguno le importara mucho que cualquiera pudiera verlos. Los dos habían esperado demasiado aquel momento. Después, _____ lo tomó de la mano y lo condujo de vuelta a la casa.
—Supongo que tú ya comiste —dijo Nicholas al ver que Catherine se quedaba de pie frente al refrigerador abierto.
Catherine lo miró.
—No tengo hambre —respondió ella—, pero sí tengo sed. ¿Quieres un poco de té helado?
—Sí.
Abrió la alacena y sacó dos vasos. Después de poner el primer vaso sobre el mostrador de la cocina, el segundo se le escurrió repentinamente de entre las manos.
—¿Estás bien? —preguntó Nicholas.
Catherine se pasó la mano por el cabello, avergonzada, y luego se inclinó para recoger los trozos de vidrio.
—Me mareé por un segundo, pero ya se me pasó.
Nicholas caminó hacia ella y comenzó a ayudarla a limpiar.
—¿Otra vez te sientes mal?
—Un poco, pero quizá se deba a que estuve demasiado tiempo afuera esta mañana.
Nicholas no dijo nada mientras recogía los vidrios.
Nicholas tragó saliva y de pronto se hizo consciente del largo silencio que había caído en la cocina.
—Voy a revisar cómo va el carbón —dijo.
Mientras él estaba afuera, _____ puso la mesa. Colocó una copa de vino al lado de cada plato y buscó en un cajón los cubiertos. Cerca de ellos encontró dos pequeños candeleros con velas. Después de preguntarse si eso no sería demasiado, decidió ponerlos también en la mesa. Nicholas regresó cuando ella estaba a punto de terminar.
—¿Me enseñarás el resto de tu receta secreta?
—Claro, con mucho gusto —respondió él. Extrajo de la fuente con whisky dos de los filetes; luego abrió el refrigerador y sacó una bolsa chica de plástico—. Esto es sebo, la parte grasosa de la carne que por lo general se elimina. Hice que el carnicero me guardara un poco cuando compré los filetes.
—¿Para qué sirve?
—Ya lo verás —respondió.
Regresó a la parrilla con los filetes y unas tenazas, que colocó sobre la barandilla del asador. Luego, con un pequeño fuelle de mano, comenzó a soplar las cenizas de las briquetas.
—Parte del secreto para cocinar un magnífico filete es asegurarse de que el carbón esté bien caliente. Se usa el fuelle para quitar las cenizas. Así no hay nada que bloquee el calor.
Puso la carne en la parrilla con las tenazas. Durante el breve tiempo que se necesitaba para que se asaran, Nicholas se dedicó a observar a ______ con el rabillo del ojo. El cielo comenzaba a tornarse anaranjado y la cálida luz le oscurecía los ojos marrón. La brisa le levantaba el cabello de manera seductora.
Por fin Nicholas se volvió para tomar el sebo.
—Creo que ahora sí ya estamos listos para esto.
Colocó algunos trozos de sebo sobre las briquetas, directamente debajo de la carne. Luego se inclinó y sopló hasta que prendieron.
—¿Qué haces?
—Las llamas van a soasar la carne con todo su jugo, lo que mantiene tierno al filete. Es la misma razón por la que se usan tenazas y no un tenedor. Arrojó otro par de trozos de sebo a las briquetas y repitió el proceso.
_____ miró a su alrededor y comentó:
—Este es un sitio muy tranquilo. Ya veo por qué compraste el lugar —se volvió hacia él—. Dime, Nicholas, ¿en qué piensas cuando estás aquí solo?
Hubiera querido contestarle: «Pienso en Catherine», pero se contuvo y suspiró.
—A veces pienso en el trabajo; a veces sueño con navegar y dejar todo atrás.
Ella lo miró con mucha atención mientras pronunciaba esas últimas palabras.
—Nicholas, tienes que dejar de huir de lo que te pasa —le dirigió una sonrisa llena de confianza—. Además, tienes mucho que ofrecerle a alguien.
Nicholas guardó silencio. Durante los siguientes minutos lo único que se oía era el sonido que hacía la carne al irse asando en la parrilla y las olas que rompían en la playa... un rumor continuo y tranquilizador. La tensión que Nicholas experimentó antes se atenuó hasta casi desaparecer y mientras permanecían de pie, uno al lado del otro, en la cada vez más profunda penumbra, él percibió que había algo más en aquella velada de lo que cualquiera de los dos hubiera querido admitir.
Poco antes de que la carne estuviera lista, _____ volvió a entrar en la casa para terminar de poner la mesa. Con esmero, encendió las velas y estaba colocando la botella de vino en la mesa cuando Nicholas entró.
Después de cerrar las puertas de cristal vio lo que ella había hecho. La cocina estaba a oscuras, salvo por la luz que provenía de las pequeñas llamas de las velas y cuyo brillo daba a ____ un aspecto hermoso. Los ojos de ella parecían atrapar las flamas danzarinas. Se miraron, cada uno desde su lado de la mesa, los dos inmovilizados un instante por la sombra de posibilidades distantes. Luego _____ aparté la mirada.
—No pude encontrar un sacacorchos —comentó ella por no tener otra cosa que decir.
—Yo lo traeré —se apresuró él—. Es probable que esté en el fondo de alguno de los cajones.
Nicholas llevó el platón con los filetes a la mesa y se dirigió a un cajón. Después de revolver entre diversos utensilios, encontró el sacacorchos. Con un par de movimientos rápidos abrió la botella y sirvió la cantidad precisa en cada copa. Luego se sentó y usó las tenazas para colocar los trozos de carne en los platos.
—Es el momento de la verdad —comentó ella precisamente antes de probar el primer bocado. Nicholas sonrió mientras la observaba comerlo.
—Nicholas, ¡está delicioso! —afirmó _____ con énfasis.
—Gracias.
Las velas se fueron empequeñeciendo conforme avanzaba la velada y Nicholas le dijo un par de veces lo feliz que se sentía de que estuviera ahí. Afuera, la marea subía lentamente, guiada por la Luna, en cuarto creciente, que parecía haber brotado de la nada.
Después de cenar Nicholas sugirió otro paseo por la playa.
La noche era tibia. Bajaron del porche y se dirigieron hacia una pequeña duna y de ahí a la playa. Se quitaron los zapatos y caminaron con paso lento, muy cerca el uno del otro y Nicholas buscó la mano de _____. Al sentir su calidez, ella se preguntó, sólo por un instante, qué se sentiría si él le tocara el cuerpo, si le recorriera con las manos toda la piel.
—Hace muchísimo tiempo que no pasaba una velada como ésta —confesó Nicholas por fin.
—Tampoco yo —aseguró ella.
La arena estaba fresca bajo sus pies.
—Nicholas, ¿recuerdas cuando me invitaste a navegar contigo?
—Sí.
—¿Por qué me pediste que te acompañara?
Él la miró con curiosidad.
—¿A qué te refieres?
—Me refiero a que me pareció que tan pronto lo dijiste comenzaste a lamentarlo.
El se encogió de hombros.
—No estoy seguro de que “lamentarlo” sea la palabra. Creo que me sentí sorprendido de haberte invitado, pero no lo lamenté en ningún momento.
Ella sonrió.
—¿Estás seguro?
—Sí, estoy seguro. Además, estos últimos dos días han sido los mejores que he tenido en mucho, mucho tiempo.
Caminaron juntos en silencio. Había unas cuantas personas en la playa, aunque estaban tan lejos que _____ no podía distinguir nada más que sombras.
—¿Crees que alguna vez puedas regresar? Quiero decir, cuando tengas vacaciones.
—Si lo hiciera, ¿volverías a prepararme la cena?
—Cocinaría lo que tú quisieras. Siempre y cuando sea filete.
Ella rió por lo bajo.
—Entonces lo pensaré.
—Y, ¿qué me dices si añado unas cuantas clases de buceo?
—Creo que Kevin las disfrutaría más que yo.
—Entonces tráelo.
Lo miró.
—¿No te molestaría?
—En absoluto. Me encantaría conocerlo.
Se detuvieron un momento y contemplaron el agua. Él estaba muy cerca de ella; los hombros casi se tocaban.
—¿En qué piensas? —preguntó Nicholas.
—Solamente pensaba en lo agradable que son los silencios cuando estoy contigo.
Él sonrió.
—Y yo estaba pensando que te he dicho mucho más de lo que le he dicho a nadie.
—¿Será porque estás seguro de que regresaré a Boston y no se lo contaré a nadie?
Él rió.
—No. Supongo que es porque quiero que sepas quién soy, porque si aún sabiéndolo de todas maneras sigues queriendo pasar el tiempo conmigo...
_____ no comentó nada, pero entendía exactamente lo que él trataba de decir.
Nicholas desvió la mirada.
—Lo lamento. No quise hacerte sentir incómoda.
—No me hiciste sentir incómoda —aseguró _____—. Me alegra que me lo dijeras.
Se detuvo. Después de un momento comenzaron a caminar de nuevo por la solitaria playa.
—Pero no sientes lo mismo que yo —insistió él.
_____ lo miró.
—Nicholas, yo... —dejó que se perdieran las palabras.
—No, no tienes que decir nada...
Ella no lo dejé terminar.
—Sí, debo hacerlo. Tú buscas una respuesta y yo quiero dártela —se detuvo. Luego aspiró profundo—. Me asusta un poco, Nicholas, porque si te digo lo mucho que me interesas, siento que me arriesgo a que vuelvan a herirme.
—Yo nunca te lastimaría —aseguró él con suavidad. Ella se detuvo y lo hizo mirarla.
—Sé que eso crees, Nicholas, pero has estado luchado con tus propios demonios durante los últimos tres años. No sé si estás listo para seguir adelante, y si no es así, con toda seguridad seré yo quien salga lastimada.
Esas palabras le llegaron muy hondo y él esperó un momento antes de responder.
—_____, desde que nos conocimos... no sé...
Levantó la mano y tocó con suavidad la mejilla de _____ con el dedo, siguiendo el contorno con tanta ligereza que ella sentía casi como una pluma contra la piel. En cuanto la tocó, _____ cerró los ojos y, a pesar de sus dudas, dejó que aquella estremecedora sensación le recorriera el cuerpo.
Después ____ sintió que todo comenzaba a borrarse y repentinamente sintió que estar ahí era lo correcto. La cálida brisa de verano que le soplaba en el cabello aumentaba la sensación que le producía aquel roce. La luz de la Luna daba al agua un brillo etéreo, mientras las nubes proyectaban su sombra sobre la playa.
Entonces cedieron a todo lo que había estado acumulándose desde el instante en que se conocieron. Ella se hundió en él y sintió la calidez de su cuerpo; él le soltó la mano. Luego la rodeó poco a poco con los dos brazos, la atrajo hacia sí y la besó en los labios con ternura.
Permanecieron así, abrazados, besándose a la luz de la Luna durante largo rato, sin que a ninguno le importara mucho que cualquiera pudiera verlos. Los dos habían esperado demasiado aquel momento. Después, _____ lo tomó de la mano y lo condujo de vuelta a la casa.
Mariel Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Simplemente Hermoso :inlove:
y _____ No le dira nunca lo de las Cartas
Sigue Please :bounce: :hug:
y _____ No le dira nunca lo de las Cartas
Sigue Please :bounce: :hug:
Love Is Easy (TJBM)
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Tere..Gracias por lo de la firma :) creo que lo comentaste en la otra nove :P bue..no importa....
Faby: ya me pegaste la Evansmania ¬¬ Recuerdas lo que te di a leer, el tipo se llama Nate Evans y me puse a pensar si le dejaba ese nombre, en eso dije: Chris tambien quedaria bien, pero en eso recorde que ese nombre "Chris Evans" me sonaba...y al ver tu firma supe porque se me habia hecho familiar hahahha LOL
Faby: ya me pegaste la Evansmania ¬¬ Recuerdas lo que te di a leer, el tipo se llama Nate Evans y me puse a pensar si le dejaba ese nombre, en eso dije: Chris tambien quedaria bien, pero en eso recorde que ese nombre "Chris Evans" me sonaba...y al ver tu firma supe porque se me habia hecho familiar hahahha LOL
Mariel Jonas
Re: "Mensaje en una botella"(Nick y tu)
Mariel Jonas escribió:Tere..Gracias por lo de la firma :) creo que lo comentaste en la otra nove :P bue..no importa....
Faby: ya me pegaste la Evansmania ¬¬ Recuerdas lo que te di a leer, el tipo se llama Nate Evans y me puse a pensar si le dejaba ese nombre, en eso dije: Chris tambien quedaria bien, pero en eso recorde que ese nombre "Chris Evans" me sonaba...y al ver tu firma supe porque se me habia hecho familiar hahahha LOL
nonononononnononoon QUE ONDA!!!?? todo el mundo se mete con mi esposo! no es justo ¬¬
Faby Evans Jonas
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