Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 12. • Comparte
Página 7 de 12. • 1, 2, 3 ... 6, 7, 8 ... 10, 11, 12
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
No le dijo que si porque es una idiota ñoña,LA ODIO.Pulguita58 escribió:Aaaaaaaaaah cómo porqué no dijo que si?!?! :jajajaj: :muere: La pudo golpear??? Aaaahghhhhh jajajajaja
Cómo vas con esos exámenes? Espero qué puro 10 o cualquiera que sea la máxima calificación en tu país, por cierto de dónde eres? Yo soy mexicana :corre:
Ksssss
Sí,mátala a palos.
Haarold dale latigo :latigo:
---------
Aquí la máxima calificación es 100,pero los examenes valen 30 puntos de esos 100,los 70 que quedan se obtienen por las tareas,las prácticas participación y toda esa porquería.Eso es en mi colegio que lo hacen así,en otros es de otra forma.
Yo soy de República Dominicana babe.Mangú con huevo :chkt:
Y...bueno,me ha estado yendo bien,hasta ahora,en el que la jodí fue en el de matematica,y fue que el estupido profesor recogio los examenes antes de tiempo y medio curso se quedó sin terminarlo,saqué un 11/30 .Ya sabes,estoy jodida.En mi casa me matan cuando vean las notas.
En las demás materias me fue super bien,gracias a Dios.AMÉN.
¡Invitame a comer tacos! Aquí son imitaciones,saben bien,pero imitaciones al fin xd.
:love:
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
Capítulo 11.
—Nunca habría esperado algo así de ti —dijo Westfield, balanceándose sobre los talones.
—Pues ya somos dos —replicó Harry secamente.
La sala de baile de los Valmont era bastante grande, pero ni su extensión ni los techos de diez
metros aliviaban la opresión causada por la multitud. Y aún más que la multitud, lo que lo agobiaba
era la sensación de ser observado. Harry se había pasado casi toda la vida tratando de pasar
inadvertido, por lo que el hecho de ser el centro de la atención le resultaba aún más incómodo.
Pero la noticia de que la señorita _______ Martin se había comprometido al fin, después de haber
anunciado repetidamente su intención de no casarse, era un tema de conversación demasiado
apetitoso. Todo el mundo lo estaba observando detenidamente, como si la explicación de la decisión
de ______ pudiera verse a simple vista.
Se había esmerado al vestirse para no avergonzarla. Había elegido un traje negro para no parecer
tan corpulento. La chaqueta y los pantalones estaban excepcionalmente bien cortados y la tela era de
primera calidad, igual que el diamante que adornaba su aguja de corbata o el zafiro de su anillo.
Transmitía una imagen de elegancia y riqueza sin ostentaciones, que esperaba que ayudara a mitigar
las especulaciones sobre su interés por la señorita Martin.
—Eres del todo inadecuado para ella —siguió diciendo Westfield.
—Estoy de acuerdo.
Harry miró a su alrededor hasta que vio a _______. Parecía serena, aunque algo irritada. La
expresión de su cara dejaba entrever tanto ese sentimiento como su confusión. A Harry le encantaba
que fuera tan transparente y expresiva.
—Estaría mucho mejor conmigo —añadió Westfield—. ¿Cómo esperas que una mujer tolere tu
modo de vida?
—Supongo que la señorita Martin y yo tendremos que ir descubriendo la respuesta por el camino.
Su amigo se puso ante él y se dio la vuelta para atraer su atención.
—¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar en tu empeño por arruinar a Montague?
—Esto no tiene nada que ver con él.
—Claro que tiene que ver.
—Sólo tangencialmente —admitió Harry, dando un paso al lado para seguir observando a ______.
—Espera. —Westfield volvió a taparle la vista de su prometida—. Cuando anoche hablabas de
desear algo con fuerza... ¿te referías a ella?
—Sí.
En ese instante la deseaba más que nunca. ______ se había puesto otro de los vestidos de su madre.
Éste era de color rosa pálido. El corte era tan sencillo como el de color zafiro que había llevado días
atrás, pero le quedaba muy ajustado a la cintura y el escote era provocativamente bajo. Era tan
hermosa y esbelta que contemplarla le causaba un gran placer.
—¡Maldita sea! —Westfield la miró por encima del hombro—. ¿Te has enamorado de ella?
—Disfruto de su compañía y sé que puedo hacerla feliz.
—Lo dudo bastante. No a la larga. ¿Y qué importa que disfrutes de su compañía? Yo disfruto de
la compañía de media docena de mujeres cada semana y no por eso voy proponiéndoles matrimonio.
—Ahí radica la diferencia entre tú y yo —replicó Harry—. Yo he disfrutado de muy pocas cosas
en la vida. Y de ninguna he disfrutado tanto como de la compañía de la señorita Martin.
—Reconozco que me siento intrigado —comentó su amigo—. Siempre me preguntaré qué me he
perdido con la señorita Martin.
—No, no lo harás. Te olvidarás de ella como mujer y sólo pensarás en ella como mi esposa.
Punto.—
Hum... —Westfield se volvió y miró a su alrededor—. No he visto a Montague. Me gustaría
ver cómo reacciona al enterarse de la noticia de vuestro compromiso.
A Harry no le importaba lo que pensara.
Al darse cuenta, sintió un escalofrío. Apretó los dientes y los puños. Pronto podría olvidarse de
Montague, pero todavía no había llegado el momento. El conde todavía tenía que pagar por sus
pecados y los pecados de su padre.
_______._______ hacía que se olvidara de todo lo demás. Ésa era una de las razones por las que la
necesitaba en su vida. Pero en ese momento no podía permitírselo. Aún no. Tras años de frustrante
espera y de incontables horas de trabajo, su plan estaba en la etapa final.
—Señor Styles.
Al volver la cabeza, vio que sir Richard Tolliver se acercaba. Aunque Harry había pensado que el
joven no podía estar más delgado, al parecer se había equivocado. Le sobraba un buen trozo de
chaqueta en los hombros y el sencillo chaleco se le abombaba.
—Buenas noches, sir Richard.
—Al parecer, tengo que felicitarle —dijo Tolliver, aunque su expresión era más bien lúgubre.
—Así es. Gracias.
—Qué casualidad que la señorita Martin haya decidido casarse tan poco tiempo después de que
usted haya regresado a su vida. Es como si lo hubiese estado esperando todos estos años.
—Qué poético —se burló Westfield—. Tal vez si hubiera mostrado ese talento para la poesía con
la señorita Martin habría tenido más suerte con ella, Tolliver.
—¿Qué talento empleó usted? —replicó Tolliver dirigiéndose a Harry.
—Tenga cuidado cuando me critique —le advirtió Harry con suavidad—. No vaya a criticar
también a la señorita Martin sin darse cuenta, porque le aseguro que no me lo tomaré bien.
El joven deslizó la punta del pie por el suelo, mirándosela.
—Es raro que, con la larga amistad que une a su familia con los Tremaine, la señorita Martin
sepa tan pocas cosas de usted.
—¿No las sabe o no quiere contarlas? —lo provocó Harry—. La señorita Martin valora la
discreción y la privacidad. Es una de sus muchas cualidades. Vamos, deje de molestar y vaya a buscar
otra heredera a la que cortejar.
Tolliver permaneció clavado en el sitio durante unos momentos. Finalmente, dijo entre dientes:
—Buenas noches, señor Styles. Y buenas noches a usted también, milord. —Y, volviéndose, se
marchó.
—Caramba. Estás haciendo muchos amigos esta noche —comentó Westfield, mirando cómo
Tolliver se alejaba—. Lo cierto es que nunca pensé que tuviera tanto carácter. Tal vez sus
sentimientos por la señorita Martin fueran sinceros, después de todo.
—No creo que su interés sea tan romántico.
Harry echó los hombros hacia atrás para liberar la tensión.
Aquello era exactamente lo que pretendía. Atraer la atención de quien fuera que estuviera detrás
de los ataques a _______. Pero no había contado con sus propios celos. Tolliver había despertado su
instinto de posesión, y se temía que las cosas iban a empeorar en las próximas horas.
Al oír el nombre de Montague, se volvió hacia la puerta.
—Ha venido —murmuró—. Empezaba a ponerlo en duda.
—Mira a tu alrededor —replicó Westfield con un gesto de la barbilla—. Hacía mucho tiempo que
lady Valmont no veía a tanta gente en su casa. Los curiosos han acudido en masa para contemplar la
transformación de la señorita Martin y al hombre responsable de dicha transformación. Ha cambiado
por ti, ¿no es cierto?
—Lo hizo por la investigación. Al menos al principio... —Harry volvió a buscarla con la mirada.
Estaba dividido entre sus dos objetivos: ganarse el corazón de ______ o culminar su venganza—. Esta
noche creo que lo ha hecho por mí.
—Entonces no mentía al decir que sentía algo por otra persona. —Su amigo resopló—. ¿Me
pregunto qué demonios verá en ti?
—Ojalá lo supiera. Le daría una ración doble.
Era fácil seguir el avance de Montague por la sala, por el modo en que la gente se agolpaba a su
alrededor. Parecía ir directo hacia ______, que estaba en el otro lado de la estancia.
Harry se dirigió hacia allí, con Westfield a su lado. Juntos se abrieron paso entre la multitud,
aunque su camino se vio interrumpido varias veces por personas que felicitaban a Harry.
—¿Crees que tu matrimonio asegura la destrucción de Montague? —le preguntó Westfield.
—No del todo. Me he enterado de que está organizando un grupo de inversores para la
explotación de una mina de carbón. —Cogió un vaso de limonada de una bandeja de bebidas que le
pasó por delante.
—¿Crees que ése puede ser el motivo que lo llevó a contactar conmigo para recuperar la escritura
de propiedad?
—Espero tener pronto la respuesta. O se salvará o se hundirá todavía más en la miseria.
Agarrándolo por el codo, el conde hizo que se detuviera.
—Styles.
Harry arqueó las cejas en respuesta.
—¿No te has planteado iniciar una nueva vida con la señorita Martin y dejar el futuro de
Montague en manos del destino? Según mi experiencia, los tipos que se lo merecen suelen encontrar
su castigo por méritos propios.
—Yo soy su castigo —replicó Harry, acabándose la bebida de un trago y lamentando que no
fuera algo más fuerte, que lo ayudara a soportar el escrutinio al que estaba siendo sometido.
—Me alegro mucho por ti —dijo lady Collingsworth, radiante como una madre orgullosa.
Llevaba una auténtica cascada de zafiros, y plumas blancas en el pelo, y se movía con la
confianza propia de una reina que transmite su gracia a los accesorios, en vez de depender de ellos.
—Gracias. —______, algo mareada, se llevó una mano al estómago.
—Te admiro por haber seguido los dictados de tu corazón —siguió diciendo Regina—. Sé lo
mucho que te has resistido a la idea del matrimonio.
—He tratado de entender por qué me resultaba tan poco atractiva. No es que yo conozca secretos
sobre el matrimonio que las demás mujeres desconocen.
—Por supuesto que sí. Sólo tú has vivido con tu madre.
______ abrió mucho los ojos. Era la primera vez que la condesa decía algo que podía considerarse
una crítica hacia Georgina.
—¿Por qué te sorprendes tanto, querida? Soy muy consciente de lo que piensas de ella y de las
decisiones que tomó en la vida. Se casó con dos hombres porque los amaba y ninguno de los dos
matrimonios acabó bien. El hecho de que su segundo marido fuera un cazafortunas acabó de forjar tu
opinión sobre la institución matrimonial. Entiendo que has tenido que sobreponerte a prejuicios muy
arraigados en tu interior para aceptar la proposición del señor Styles. —Fijó la vista en un punto detrás
de _______—. Sólo espero que la indecente forma en que te mira haya tenido algo que ver en tu
rendición. Su anhelo eleva la temperatura de la habitación.
—¡Regina! —Ella resistió el impulso de buscar a Harry con la vista, sabiendo que si lo hacía se
ruborizaría y le costaría concentrarse. Era consciente de que durante toda la noche la había estado
desnudando con la mirada.
—¿Qué? —se defendió la condesa—. Lo que pasa en la intimidad del lecho es igual de
importante que lo que pasa fuera. Un matrimonio no funciona si no hay armonía en el dormitorio.
—¿Y puede sobrevivir si se basa sólo en el placer?
—Mi querida niña, el placer es precisamente lo que falta en la mayoría de los matrimonios. No lo
desprecies.
—Es que me parece una razón muy frívola para unirse a otra persona —murmuró ______.
—Eres demasiado lista para tomar decisiones frívolas. Estoy segura de que si hicieras una lista
de virtudes y defectos del señor Styles, las virtudes superarían con mucho a los defectos.
Sin poder resistirse por más tiempo a la tentación, _______ se volvió buscándolo, pero entonces vio
una alta y familiar figura que se acercaba.
El conde de Montague estaba atravesando la multitud e iba directamente hacia ella, con una
atractiva sonrisa en la cara. Sin embargo, su llegada se veía interrumpida por las numerosas personas
que lo saludaban.
—El conde parece estar de buen humor —comentó Regina—. Fue muy amable por tu parte
anunciarle el compromiso personalmente.
—Dejárselo a mi tío habría sido demasiado arriesgado. Y distante. —Le dirigió a su amiga una
sonrisa llena de agradecimiento—. No me habría atrevido a hacerlo sola. Muchas gracias por
acompañarme.
—¿Acompañarte adónde?
La voz de Harry a su espalda le causó una agradable sensación de calor. Los ocupantes del salón
desaparecieron para ella y el ruido que hacían se convirtió sólo en un murmullo de fondo. Se volvió
hacia él.
—Al parque esta tarde.
—¿A reunirte con Montague?
—Sí, a contarle que me había comprometido contigo.
El rostro de él se ensombreció.
—No deberías haberlo hecho.
_______ se tensó al oír su tono de voz. No estaba acostumbrada a que la contradijeran.
—Se merecía una explicación.
—No tienes ni idea de lo que se merece.
—Styles.
El susurro de advertencia de Westfield captó la atención de _______, que se volvió hacia el conde,
que estaba justo detrás del hombro de Harry. Al igual que Montague, era un hombre muy guapo y
elegante, y la estaba mirando con amabilidad.
Dos pares del reino. Ambos atractivos, solícitos y deseosos de casarse con ella. Y sin embargo
había elegido a un plebeyo salvaje de orígenes desconocidos. Un hombre al que nunca podría domar.
Un escalofrío de inquietud le recorrió la espalda.
Harry apretó los dientes como si hubiera notado sus dudas. El afecto que había visto en sus ojos
cuando se había reencontrado hacía un rato ya no era tan evidente. La distancia entre los dos se había
vuelto algo tangible.
Regina carraspeó.
—¿Me acompañaría a la mesa de refrescos, lord Westfield? Tengo la garganta seca.
—Por supuesto. —Con una mirada de advertencia en dirección a Harry, el conde se alejó con
lady Collingsworth.
Él dio un paso hacia ______.
—¿Cómo puedo protegerte si te pones en peligro deliberadamente?
—¿Qué peligro? Me he reunido con Montague en un lugar público, acompañada por lady
Collingsworth. Tus hombres me estaban siguiendo sin duda. ¿O no? ¿Es por eso por lo que estás de tan
mal humor?
—Me contrataste para que investigara a tus pretendientes. Y luego vas y te reúnes con uno de
ellos a solas para decirle que ha perdido cualquier posibilidad de acceder a tu dinero. Es decir,
poniéndolo en una situación desesperada.
—¿Qué podría haberme hecho?
—Raptarte. Pedir un rescate por ti. Cualquier cosa.
—¿Montague? —se burló ella—. Un hombre de su posición nunca...
—No lo conoces, ______. No sabes lo que es capaz de hacer.
—¿Y tú sí?
—Mantente alejada de él.
Ella alzó las cejas.
—¿Es una orden?
Harry apretó los dientes.
—No conviertas esto en una lucha de voluntades.
—Eres tú el que está tratando de limitar mi libertad. No es razonable que me rinda sin luchar por
ella.
Él la agarró por los codos y la acercó escandalosamente, como si estuvieran solos y no rodeados
de centenares de ojos curiosos.
—Estoy intentando mantenerte a salvo.
—Consejo recibido, gracias. —_______ sabía que lo estaba provocando, pero las respuestas tensas
de él empezaban a hacerle sospechar que lo que pretendía precisamente era que discutieran.
—Tienes que obedecerme. —Los ojos de Harry se habían oscurecido tanto que parecían negros.
—Tu preocupación es infundada. No veo por qué lord Montague y yo no tendríamos que volver a
vernos, a no ser en actos sociales.
—Me da igual. Quiero que te mantengas alejada de él —insistió Harry, soltándola—. Y de
Tolliver también.
_______ no pudo reprimir más su irritación.
—¿Puedo saber por qué?
—Porque se ha tomado muy mal la noticia de nuestro compromiso.
—¿Y Montague? Cuando se lo he contado ha sonreído y me ha deseado que sea feliz.
—Al conde no podría importarle menos la felicidad de los demás. Sólo se preocupa de la suya.
—¿Y yo tengo que aceptar tu palabra al respecto sin una explicación?
—Sí.
—¿Ya estás ejerciendo tu derecho conyugal de controlar mis actos? —preguntó ella, apretando el
abanico con tanta fuerza que la madera crujió.
—No consentiré que conviertas una charla sobre tu seguridad en una discusión sobre la
independencia de la mujer y las desventajas del matrimonio.
—¿No lo permitirás? Ya veo. ¿Y eso cómo funciona? ¿Es recíproco? ¿Puedo yo prohibirte que te
reúnas con lord Westfield?
—Me estás provocando deliberadamente.
—Sólo estoy tratando de entender dónde están los límites y si se aplican a los dos por igual.
—Westfield no supone un peligro para nadie.
—Tal vez yo sepa algo de él que tú desconoces —siguió provocándolo _______—. Y si sigo tu
ejemplo, no tengo por qué contarte de qué se trata.
Volvió la cara para ocultar las lágrimas que le asomaban a los ojos y vio que lord Montague se
acercaba. Echó los hombros hacia atrás.
—Señorita Martin. —El conde le besó la mano, inclinándose ante ella con una reverencia
impecable. Luego se volvió hacia Harry—. Señor Styles, ¿puedo ofrecerle mis felicitaciones?
Él mostró los dientes en algo parecido a una sonrisa.
—Puede, milord. Las acepto complacido.
______ sabía que su propia rigidez delataba que habían estado discutiendo, pero estaba demasiado
frustrada para que le importara.
—¿Sería demasiado optimismo por mi parte esperar que aún tenga un espacio libre en su carnet
de baile, señorita Martin?
—El próximo vals es suyo —respondió ella, sintiendo una amarga satisfacción al ver el tic en la
mandíbula de Harry.
Había reservado los dos valses, no para Montague, sino para estar junto a Harry. Había decidido
que no volvería a bailar el vals con otro hombre, aunque él tardara semanas en aprender.
—Parece que yo también soy un hombre afortunado —dijo Montague—. Aunque, desde luego, no
tanto como usted, señor Styles.
—Eso parece. —Su cara parecía tallada en granito.
La orquesta empezó a tocar para alertar a los bailarines de que el siguiente baile estaba a punto de
comenzar. Aliviada, ______ se excusó y fue en busca de su pareja, el barón Brimley. Mientras se alejaba
de la enorme tensión que emanaba de Harry, empezó a respirar con más facilidad. Pronto recuperó la
capacidad de pensar, seguida de cerca por el arrepentimiento. No le gustaba nada haber discutido con
él. Peor aún. No le gustaba nada su propio comportamiento.
Harry observó a ______ mientras se alejaba apresuradamente y se reprendió por haber provocado
su primera discusión. Sabía que tenía que tratarla con cuidado o se arriesgaba a que ella le lanzara a la
cara argumentos como el dinero o la independencia, pero había perdido el control al enterarse de que
había cometido semejante imprudencia.
Había sido la sorpresa de saber que se había visto con Montague a sus espaldas lo que lo había
impulsado a hablarle así, aunque sabía que la culpa era suya. Lynd se había presentado sin avisar y él
había cometido el error de dejar de leer los informes diarios para recibir a su viejo mentor.
¿Cómo podía haber sido tan descuidado? Si su vida se regía por esquemas rígidos y horarios fijos
era por una razón: para evitar incidentes y hacer que todo en su vida fluyera a la perfección.
Pero descargar en ella el enfado que debería dirigir hacia sí mismo no hacía más que empeorar
las cosas. Había abierto una brecha entre los dos que no se podía permitir.
—Imita usted la pose melancólica de Byron a la perfección —comentó Montague—. Lástima que
no se me ocurriera esa táctica mientras cortejaba a la señorita Martin.
Harry volvió la cabeza lentamente, dejando su rostro vacío de toda expresión. Su hermanastro y
él eran casi de la misma altura. Y las similitudes entre ellos no se limitaban a eso. De hecho, se
parecían tanto que Harry se alejó un poco para poner cierta distancia.
—No puedo decir que lamente que no la consiguiera.
El conde sonrió y se balanceó sobre los talones. Parecía no darse cuenta del parecido entre ellos,
ni del parentesco al que se debía.
—Es usted una persona misteriosa, señor Styles.
—Pregúnteme lo que quiera. Tal vez le responda.
—¿Qué opina del carbón?
Una oleada de satisfacción lo inundó. ¿Iba a ser tan fácil obtener la información que necesitaba?
—Es un bien necesario. La vida sin él sería muy incómoda.
—Estamos de acuerdo. —El joven le dirigió una sonrisa sincera—. Tengo un negocio en ciernes
que puede resultarle interesante.
Apartando a ______ de su mente, Harry se volvió hacia Montague y logró sonreír.
—Soy todo oídos, milord.
Cuando el conde de Montague fue a buscar a ______ para bailar su vals, el enfado de ella se había
desvanecido. Sin embargo, seguía muy alterada. Se dio cuenta de que, tras la muerte de su madre, su
vida se había visto libre de conflictos. Nunca discutía por nada. No tenía que dar explicaciones ni
ponerse de acuerdo con nadie. Como resultado de esa independencia, había perdido la capacidad de
discutir. Podía hacerlo, pero su cuerpo reaccionaba mal. Le dolía la cabeza y se notaba el estómago
revuelto.
—Está usted preciosa esta noche, señorita Martin —murmuró Montague, apoyándole la mano en
la cintura.
—Gracias —replicó ella, con la vista clavada en el elaborado nudo del pañuelo de él.
El conde iba vestido ostentosamente, con una chaqueta de terciopelo azul brillante y un chaleco
multicolor. Aunque su estilo no podía ser más distinto del de Harry, notó que tenían muchas cosas en
común. Su talla y color de pelo eran prácticamente idénticos.
_______ aprovechó esa similitud para tomar nota de cómo él resolvía su diferencia de tamaño a la
hora de bailar. Era muy experto y la guiaba con facilidad. Ella tomó notas mentales para usarlas luego
en las clases particulares de baile con Harry, agradeciendo esa actividad, que le permitía olvidarse de
sus conflictos emocionales, aunque fuera temporalmente.
—Admito que ha despertado mi curiosidad —dijo él.
—¿A qué se refiere?
—A sus habilidades como casamentera.
_______ frunció el ceño.
—Nunca he dicho que fuera una gran casamentera. Sólo dije que podría encontrarle una candidata
mejor que yo.
—¿Alguna sugerencia? —preguntó el conde con los ojos brillantes.
—Creo que cualquier mujer soltera cumpliría los requisitos.
—Debería darle vergüenza —replicó él, echándose a reír, lo que hizo que varias cabezas se
volvieran hacia ellos—. Mire que darme esperanzas y luego derribarlas con una broma cruel...
—Bobadas. Podría casarse con quien quisiera.
—Menos con usted.
_______ tardó unos momentos en darse cuenta de que estaba bromeando.
—¿Qué me dice de Aurora Winfield? —sugirió.
—Su risa me saca de quicio.
—¿Jane Rothschild?
—La asusto. Cada vez que hablo con ella se ruboriza y tartamudea. La mejor conversación que
hemos logrado mantener fue durante una fiesta campestre. Yo hablé sin parar para llenar el incómodo
silencio y ella asentía vigorosamente cada vez que yo decía algo.
—Pobrecilla. Tal vez si pasaran más tiempo juntos superaría la timidez.
—Sería una tortura para los dos. Demasiado esfuerzo, francamente.
—¿Qué tal Sarah Tanner?
Él negó con la cabeza.
—¿Qué defecto le encuentra?
Montague dudó un momento antes de responder:
—Es... demasiado... atrevida.
—Oh, entiendo. —______ no supo qué decir. Estaba segura de que había muchas más candidatas
adecuadas, pero en aquel momento no se le ocurría ninguna—. Tal vez lo mejor sería esperar a la
temporada que viene. Con nuevas debutantes.
—Ayer le habría dicho que no podía esperar tanto.
—¿Y hoy?
—Hoy tengo nuevas esperanzas. Creo que podré esperar hasta conocer a alguien que pueda
reemplazarla. He encontrado una inversión que creo que dará buenos resultados. El señor Styles me ha
dicho que tal vez participe. Hemos quedado en que mañana hablaríamos del tema.
—¿Ah, sí?
¿Por qué se plantearía Harry invertir en el fondo de Montague después de haberle dicho que no
se fiaba de él y sabiendo que el conde era insolvente? No tenía sentido. Y ésa no era su única
preocupación. ¿Qué experiencia tenía Harry con las inversiones? ¿Sabría dónde se estaba metiendo?
Por la mañana le pediría a Reynolds que se informara sobre el potencial del fondo de Montague.
Luego le pediría explicaciones a Harry. Si se negaba a dárselas, le plantearía un ultimátum: o le
contaba las cosas o la perdería.
Con tantos secretos nunca funcionarían como pareja.
—Nunca habría esperado algo así de ti —dijo Westfield, balanceándose sobre los talones.
—Pues ya somos dos —replicó Harry secamente.
La sala de baile de los Valmont era bastante grande, pero ni su extensión ni los techos de diez
metros aliviaban la opresión causada por la multitud. Y aún más que la multitud, lo que lo agobiaba
era la sensación de ser observado. Harry se había pasado casi toda la vida tratando de pasar
inadvertido, por lo que el hecho de ser el centro de la atención le resultaba aún más incómodo.
Pero la noticia de que la señorita _______ Martin se había comprometido al fin, después de haber
anunciado repetidamente su intención de no casarse, era un tema de conversación demasiado
apetitoso. Todo el mundo lo estaba observando detenidamente, como si la explicación de la decisión
de ______ pudiera verse a simple vista.
Se había esmerado al vestirse para no avergonzarla. Había elegido un traje negro para no parecer
tan corpulento. La chaqueta y los pantalones estaban excepcionalmente bien cortados y la tela era de
primera calidad, igual que el diamante que adornaba su aguja de corbata o el zafiro de su anillo.
Transmitía una imagen de elegancia y riqueza sin ostentaciones, que esperaba que ayudara a mitigar
las especulaciones sobre su interés por la señorita Martin.
—Eres del todo inadecuado para ella —siguió diciendo Westfield.
—Estoy de acuerdo.
Harry miró a su alrededor hasta que vio a _______. Parecía serena, aunque algo irritada. La
expresión de su cara dejaba entrever tanto ese sentimiento como su confusión. A Harry le encantaba
que fuera tan transparente y expresiva.
—Estaría mucho mejor conmigo —añadió Westfield—. ¿Cómo esperas que una mujer tolere tu
modo de vida?
—Supongo que la señorita Martin y yo tendremos que ir descubriendo la respuesta por el camino.
Su amigo se puso ante él y se dio la vuelta para atraer su atención.
—¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar en tu empeño por arruinar a Montague?
—Esto no tiene nada que ver con él.
—Claro que tiene que ver.
—Sólo tangencialmente —admitió Harry, dando un paso al lado para seguir observando a ______.
—Espera. —Westfield volvió a taparle la vista de su prometida—. Cuando anoche hablabas de
desear algo con fuerza... ¿te referías a ella?
—Sí.
En ese instante la deseaba más que nunca. ______ se había puesto otro de los vestidos de su madre.
Éste era de color rosa pálido. El corte era tan sencillo como el de color zafiro que había llevado días
atrás, pero le quedaba muy ajustado a la cintura y el escote era provocativamente bajo. Era tan
hermosa y esbelta que contemplarla le causaba un gran placer.
—¡Maldita sea! —Westfield la miró por encima del hombro—. ¿Te has enamorado de ella?
—Disfruto de su compañía y sé que puedo hacerla feliz.
—Lo dudo bastante. No a la larga. ¿Y qué importa que disfrutes de su compañía? Yo disfruto de
la compañía de media docena de mujeres cada semana y no por eso voy proponiéndoles matrimonio.
—Ahí radica la diferencia entre tú y yo —replicó Harry—. Yo he disfrutado de muy pocas cosas
en la vida. Y de ninguna he disfrutado tanto como de la compañía de la señorita Martin.
—Reconozco que me siento intrigado —comentó su amigo—. Siempre me preguntaré qué me he
perdido con la señorita Martin.
—No, no lo harás. Te olvidarás de ella como mujer y sólo pensarás en ella como mi esposa.
Punto.—
Hum... —Westfield se volvió y miró a su alrededor—. No he visto a Montague. Me gustaría
ver cómo reacciona al enterarse de la noticia de vuestro compromiso.
A Harry no le importaba lo que pensara.
Al darse cuenta, sintió un escalofrío. Apretó los dientes y los puños. Pronto podría olvidarse de
Montague, pero todavía no había llegado el momento. El conde todavía tenía que pagar por sus
pecados y los pecados de su padre.
_______._______ hacía que se olvidara de todo lo demás. Ésa era una de las razones por las que la
necesitaba en su vida. Pero en ese momento no podía permitírselo. Aún no. Tras años de frustrante
espera y de incontables horas de trabajo, su plan estaba en la etapa final.
—Señor Styles.
Al volver la cabeza, vio que sir Richard Tolliver se acercaba. Aunque Harry había pensado que el
joven no podía estar más delgado, al parecer se había equivocado. Le sobraba un buen trozo de
chaqueta en los hombros y el sencillo chaleco se le abombaba.
—Buenas noches, sir Richard.
—Al parecer, tengo que felicitarle —dijo Tolliver, aunque su expresión era más bien lúgubre.
—Así es. Gracias.
—Qué casualidad que la señorita Martin haya decidido casarse tan poco tiempo después de que
usted haya regresado a su vida. Es como si lo hubiese estado esperando todos estos años.
—Qué poético —se burló Westfield—. Tal vez si hubiera mostrado ese talento para la poesía con
la señorita Martin habría tenido más suerte con ella, Tolliver.
—¿Qué talento empleó usted? —replicó Tolliver dirigiéndose a Harry.
—Tenga cuidado cuando me critique —le advirtió Harry con suavidad—. No vaya a criticar
también a la señorita Martin sin darse cuenta, porque le aseguro que no me lo tomaré bien.
El joven deslizó la punta del pie por el suelo, mirándosela.
—Es raro que, con la larga amistad que une a su familia con los Tremaine, la señorita Martin
sepa tan pocas cosas de usted.
—¿No las sabe o no quiere contarlas? —lo provocó Harry—. La señorita Martin valora la
discreción y la privacidad. Es una de sus muchas cualidades. Vamos, deje de molestar y vaya a buscar
otra heredera a la que cortejar.
Tolliver permaneció clavado en el sitio durante unos momentos. Finalmente, dijo entre dientes:
—Buenas noches, señor Styles. Y buenas noches a usted también, milord. —Y, volviéndose, se
marchó.
—Caramba. Estás haciendo muchos amigos esta noche —comentó Westfield, mirando cómo
Tolliver se alejaba—. Lo cierto es que nunca pensé que tuviera tanto carácter. Tal vez sus
sentimientos por la señorita Martin fueran sinceros, después de todo.
—No creo que su interés sea tan romántico.
Harry echó los hombros hacia atrás para liberar la tensión.
Aquello era exactamente lo que pretendía. Atraer la atención de quien fuera que estuviera detrás
de los ataques a _______. Pero no había contado con sus propios celos. Tolliver había despertado su
instinto de posesión, y se temía que las cosas iban a empeorar en las próximas horas.
Al oír el nombre de Montague, se volvió hacia la puerta.
—Ha venido —murmuró—. Empezaba a ponerlo en duda.
—Mira a tu alrededor —replicó Westfield con un gesto de la barbilla—. Hacía mucho tiempo que
lady Valmont no veía a tanta gente en su casa. Los curiosos han acudido en masa para contemplar la
transformación de la señorita Martin y al hombre responsable de dicha transformación. Ha cambiado
por ti, ¿no es cierto?
—Lo hizo por la investigación. Al menos al principio... —Harry volvió a buscarla con la mirada.
Estaba dividido entre sus dos objetivos: ganarse el corazón de ______ o culminar su venganza—. Esta
noche creo que lo ha hecho por mí.
—Entonces no mentía al decir que sentía algo por otra persona. —Su amigo resopló—. ¿Me
pregunto qué demonios verá en ti?
—Ojalá lo supiera. Le daría una ración doble.
Era fácil seguir el avance de Montague por la sala, por el modo en que la gente se agolpaba a su
alrededor. Parecía ir directo hacia ______, que estaba en el otro lado de la estancia.
Harry se dirigió hacia allí, con Westfield a su lado. Juntos se abrieron paso entre la multitud,
aunque su camino se vio interrumpido varias veces por personas que felicitaban a Harry.
—¿Crees que tu matrimonio asegura la destrucción de Montague? —le preguntó Westfield.
—No del todo. Me he enterado de que está organizando un grupo de inversores para la
explotación de una mina de carbón. —Cogió un vaso de limonada de una bandeja de bebidas que le
pasó por delante.
—¿Crees que ése puede ser el motivo que lo llevó a contactar conmigo para recuperar la escritura
de propiedad?
—Espero tener pronto la respuesta. O se salvará o se hundirá todavía más en la miseria.
Agarrándolo por el codo, el conde hizo que se detuviera.
—Styles.
Harry arqueó las cejas en respuesta.
—¿No te has planteado iniciar una nueva vida con la señorita Martin y dejar el futuro de
Montague en manos del destino? Según mi experiencia, los tipos que se lo merecen suelen encontrar
su castigo por méritos propios.
—Yo soy su castigo —replicó Harry, acabándose la bebida de un trago y lamentando que no
fuera algo más fuerte, que lo ayudara a soportar el escrutinio al que estaba siendo sometido.
—Me alegro mucho por ti —dijo lady Collingsworth, radiante como una madre orgullosa.
Llevaba una auténtica cascada de zafiros, y plumas blancas en el pelo, y se movía con la
confianza propia de una reina que transmite su gracia a los accesorios, en vez de depender de ellos.
—Gracias. —______, algo mareada, se llevó una mano al estómago.
—Te admiro por haber seguido los dictados de tu corazón —siguió diciendo Regina—. Sé lo
mucho que te has resistido a la idea del matrimonio.
—He tratado de entender por qué me resultaba tan poco atractiva. No es que yo conozca secretos
sobre el matrimonio que las demás mujeres desconocen.
—Por supuesto que sí. Sólo tú has vivido con tu madre.
______ abrió mucho los ojos. Era la primera vez que la condesa decía algo que podía considerarse
una crítica hacia Georgina.
—¿Por qué te sorprendes tanto, querida? Soy muy consciente de lo que piensas de ella y de las
decisiones que tomó en la vida. Se casó con dos hombres porque los amaba y ninguno de los dos
matrimonios acabó bien. El hecho de que su segundo marido fuera un cazafortunas acabó de forjar tu
opinión sobre la institución matrimonial. Entiendo que has tenido que sobreponerte a prejuicios muy
arraigados en tu interior para aceptar la proposición del señor Styles. —Fijó la vista en un punto detrás
de _______—. Sólo espero que la indecente forma en que te mira haya tenido algo que ver en tu
rendición. Su anhelo eleva la temperatura de la habitación.
—¡Regina! —Ella resistió el impulso de buscar a Harry con la vista, sabiendo que si lo hacía se
ruborizaría y le costaría concentrarse. Era consciente de que durante toda la noche la había estado
desnudando con la mirada.
—¿Qué? —se defendió la condesa—. Lo que pasa en la intimidad del lecho es igual de
importante que lo que pasa fuera. Un matrimonio no funciona si no hay armonía en el dormitorio.
—¿Y puede sobrevivir si se basa sólo en el placer?
—Mi querida niña, el placer es precisamente lo que falta en la mayoría de los matrimonios. No lo
desprecies.
—Es que me parece una razón muy frívola para unirse a otra persona —murmuró ______.
—Eres demasiado lista para tomar decisiones frívolas. Estoy segura de que si hicieras una lista
de virtudes y defectos del señor Styles, las virtudes superarían con mucho a los defectos.
Sin poder resistirse por más tiempo a la tentación, _______ se volvió buscándolo, pero entonces vio
una alta y familiar figura que se acercaba.
El conde de Montague estaba atravesando la multitud e iba directamente hacia ella, con una
atractiva sonrisa en la cara. Sin embargo, su llegada se veía interrumpida por las numerosas personas
que lo saludaban.
—El conde parece estar de buen humor —comentó Regina—. Fue muy amable por tu parte
anunciarle el compromiso personalmente.
—Dejárselo a mi tío habría sido demasiado arriesgado. Y distante. —Le dirigió a su amiga una
sonrisa llena de agradecimiento—. No me habría atrevido a hacerlo sola. Muchas gracias por
acompañarme.
—¿Acompañarte adónde?
La voz de Harry a su espalda le causó una agradable sensación de calor. Los ocupantes del salón
desaparecieron para ella y el ruido que hacían se convirtió sólo en un murmullo de fondo. Se volvió
hacia él.
—Al parque esta tarde.
—¿A reunirte con Montague?
—Sí, a contarle que me había comprometido contigo.
El rostro de él se ensombreció.
—No deberías haberlo hecho.
_______ se tensó al oír su tono de voz. No estaba acostumbrada a que la contradijeran.
—Se merecía una explicación.
—No tienes ni idea de lo que se merece.
—Styles.
El susurro de advertencia de Westfield captó la atención de _______, que se volvió hacia el conde,
que estaba justo detrás del hombro de Harry. Al igual que Montague, era un hombre muy guapo y
elegante, y la estaba mirando con amabilidad.
Dos pares del reino. Ambos atractivos, solícitos y deseosos de casarse con ella. Y sin embargo
había elegido a un plebeyo salvaje de orígenes desconocidos. Un hombre al que nunca podría domar.
Un escalofrío de inquietud le recorrió la espalda.
Harry apretó los dientes como si hubiera notado sus dudas. El afecto que había visto en sus ojos
cuando se había reencontrado hacía un rato ya no era tan evidente. La distancia entre los dos se había
vuelto algo tangible.
Regina carraspeó.
—¿Me acompañaría a la mesa de refrescos, lord Westfield? Tengo la garganta seca.
—Por supuesto. —Con una mirada de advertencia en dirección a Harry, el conde se alejó con
lady Collingsworth.
Él dio un paso hacia ______.
—¿Cómo puedo protegerte si te pones en peligro deliberadamente?
—¿Qué peligro? Me he reunido con Montague en un lugar público, acompañada por lady
Collingsworth. Tus hombres me estaban siguiendo sin duda. ¿O no? ¿Es por eso por lo que estás de tan
mal humor?
—Me contrataste para que investigara a tus pretendientes. Y luego vas y te reúnes con uno de
ellos a solas para decirle que ha perdido cualquier posibilidad de acceder a tu dinero. Es decir,
poniéndolo en una situación desesperada.
—¿Qué podría haberme hecho?
—Raptarte. Pedir un rescate por ti. Cualquier cosa.
—¿Montague? —se burló ella—. Un hombre de su posición nunca...
—No lo conoces, ______. No sabes lo que es capaz de hacer.
—¿Y tú sí?
—Mantente alejada de él.
Ella alzó las cejas.
—¿Es una orden?
Harry apretó los dientes.
—No conviertas esto en una lucha de voluntades.
—Eres tú el que está tratando de limitar mi libertad. No es razonable que me rinda sin luchar por
ella.
Él la agarró por los codos y la acercó escandalosamente, como si estuvieran solos y no rodeados
de centenares de ojos curiosos.
—Estoy intentando mantenerte a salvo.
—Consejo recibido, gracias. —_______ sabía que lo estaba provocando, pero las respuestas tensas
de él empezaban a hacerle sospechar que lo que pretendía precisamente era que discutieran.
—Tienes que obedecerme. —Los ojos de Harry se habían oscurecido tanto que parecían negros.
—Tu preocupación es infundada. No veo por qué lord Montague y yo no tendríamos que volver a
vernos, a no ser en actos sociales.
—Me da igual. Quiero que te mantengas alejada de él —insistió Harry, soltándola—. Y de
Tolliver también.
_______ no pudo reprimir más su irritación.
—¿Puedo saber por qué?
—Porque se ha tomado muy mal la noticia de nuestro compromiso.
—¿Y Montague? Cuando se lo he contado ha sonreído y me ha deseado que sea feliz.
—Al conde no podría importarle menos la felicidad de los demás. Sólo se preocupa de la suya.
—¿Y yo tengo que aceptar tu palabra al respecto sin una explicación?
—Sí.
—¿Ya estás ejerciendo tu derecho conyugal de controlar mis actos? —preguntó ella, apretando el
abanico con tanta fuerza que la madera crujió.
—No consentiré que conviertas una charla sobre tu seguridad en una discusión sobre la
independencia de la mujer y las desventajas del matrimonio.
—¿No lo permitirás? Ya veo. ¿Y eso cómo funciona? ¿Es recíproco? ¿Puedo yo prohibirte que te
reúnas con lord Westfield?
—Me estás provocando deliberadamente.
—Sólo estoy tratando de entender dónde están los límites y si se aplican a los dos por igual.
—Westfield no supone un peligro para nadie.
—Tal vez yo sepa algo de él que tú desconoces —siguió provocándolo _______—. Y si sigo tu
ejemplo, no tengo por qué contarte de qué se trata.
Volvió la cara para ocultar las lágrimas que le asomaban a los ojos y vio que lord Montague se
acercaba. Echó los hombros hacia atrás.
—Señorita Martin. —El conde le besó la mano, inclinándose ante ella con una reverencia
impecable. Luego se volvió hacia Harry—. Señor Styles, ¿puedo ofrecerle mis felicitaciones?
Él mostró los dientes en algo parecido a una sonrisa.
—Puede, milord. Las acepto complacido.
______ sabía que su propia rigidez delataba que habían estado discutiendo, pero estaba demasiado
frustrada para que le importara.
—¿Sería demasiado optimismo por mi parte esperar que aún tenga un espacio libre en su carnet
de baile, señorita Martin?
—El próximo vals es suyo —respondió ella, sintiendo una amarga satisfacción al ver el tic en la
mandíbula de Harry.
Había reservado los dos valses, no para Montague, sino para estar junto a Harry. Había decidido
que no volvería a bailar el vals con otro hombre, aunque él tardara semanas en aprender.
—Parece que yo también soy un hombre afortunado —dijo Montague—. Aunque, desde luego, no
tanto como usted, señor Styles.
—Eso parece. —Su cara parecía tallada en granito.
La orquesta empezó a tocar para alertar a los bailarines de que el siguiente baile estaba a punto de
comenzar. Aliviada, ______ se excusó y fue en busca de su pareja, el barón Brimley. Mientras se alejaba
de la enorme tensión que emanaba de Harry, empezó a respirar con más facilidad. Pronto recuperó la
capacidad de pensar, seguida de cerca por el arrepentimiento. No le gustaba nada haber discutido con
él. Peor aún. No le gustaba nada su propio comportamiento.
Harry observó a ______ mientras se alejaba apresuradamente y se reprendió por haber provocado
su primera discusión. Sabía que tenía que tratarla con cuidado o se arriesgaba a que ella le lanzara a la
cara argumentos como el dinero o la independencia, pero había perdido el control al enterarse de que
había cometido semejante imprudencia.
Había sido la sorpresa de saber que se había visto con Montague a sus espaldas lo que lo había
impulsado a hablarle así, aunque sabía que la culpa era suya. Lynd se había presentado sin avisar y él
había cometido el error de dejar de leer los informes diarios para recibir a su viejo mentor.
¿Cómo podía haber sido tan descuidado? Si su vida se regía por esquemas rígidos y horarios fijos
era por una razón: para evitar incidentes y hacer que todo en su vida fluyera a la perfección.
Pero descargar en ella el enfado que debería dirigir hacia sí mismo no hacía más que empeorar
las cosas. Había abierto una brecha entre los dos que no se podía permitir.
—Imita usted la pose melancólica de Byron a la perfección —comentó Montague—. Lástima que
no se me ocurriera esa táctica mientras cortejaba a la señorita Martin.
Harry volvió la cabeza lentamente, dejando su rostro vacío de toda expresión. Su hermanastro y
él eran casi de la misma altura. Y las similitudes entre ellos no se limitaban a eso. De hecho, se
parecían tanto que Harry se alejó un poco para poner cierta distancia.
—No puedo decir que lamente que no la consiguiera.
El conde sonrió y se balanceó sobre los talones. Parecía no darse cuenta del parecido entre ellos,
ni del parentesco al que se debía.
—Es usted una persona misteriosa, señor Styles.
—Pregúnteme lo que quiera. Tal vez le responda.
—¿Qué opina del carbón?
Una oleada de satisfacción lo inundó. ¿Iba a ser tan fácil obtener la información que necesitaba?
—Es un bien necesario. La vida sin él sería muy incómoda.
—Estamos de acuerdo. —El joven le dirigió una sonrisa sincera—. Tengo un negocio en ciernes
que puede resultarle interesante.
Apartando a ______ de su mente, Harry se volvió hacia Montague y logró sonreír.
—Soy todo oídos, milord.
Cuando el conde de Montague fue a buscar a ______ para bailar su vals, el enfado de ella se había
desvanecido. Sin embargo, seguía muy alterada. Se dio cuenta de que, tras la muerte de su madre, su
vida se había visto libre de conflictos. Nunca discutía por nada. No tenía que dar explicaciones ni
ponerse de acuerdo con nadie. Como resultado de esa independencia, había perdido la capacidad de
discutir. Podía hacerlo, pero su cuerpo reaccionaba mal. Le dolía la cabeza y se notaba el estómago
revuelto.
—Está usted preciosa esta noche, señorita Martin —murmuró Montague, apoyándole la mano en
la cintura.
—Gracias —replicó ella, con la vista clavada en el elaborado nudo del pañuelo de él.
El conde iba vestido ostentosamente, con una chaqueta de terciopelo azul brillante y un chaleco
multicolor. Aunque su estilo no podía ser más distinto del de Harry, notó que tenían muchas cosas en
común. Su talla y color de pelo eran prácticamente idénticos.
_______ aprovechó esa similitud para tomar nota de cómo él resolvía su diferencia de tamaño a la
hora de bailar. Era muy experto y la guiaba con facilidad. Ella tomó notas mentales para usarlas luego
en las clases particulares de baile con Harry, agradeciendo esa actividad, que le permitía olvidarse de
sus conflictos emocionales, aunque fuera temporalmente.
—Admito que ha despertado mi curiosidad —dijo él.
—¿A qué se refiere?
—A sus habilidades como casamentera.
_______ frunció el ceño.
—Nunca he dicho que fuera una gran casamentera. Sólo dije que podría encontrarle una candidata
mejor que yo.
—¿Alguna sugerencia? —preguntó el conde con los ojos brillantes.
—Creo que cualquier mujer soltera cumpliría los requisitos.
—Debería darle vergüenza —replicó él, echándose a reír, lo que hizo que varias cabezas se
volvieran hacia ellos—. Mire que darme esperanzas y luego derribarlas con una broma cruel...
—Bobadas. Podría casarse con quien quisiera.
—Menos con usted.
_______ tardó unos momentos en darse cuenta de que estaba bromeando.
—¿Qué me dice de Aurora Winfield? —sugirió.
—Su risa me saca de quicio.
—¿Jane Rothschild?
—La asusto. Cada vez que hablo con ella se ruboriza y tartamudea. La mejor conversación que
hemos logrado mantener fue durante una fiesta campestre. Yo hablé sin parar para llenar el incómodo
silencio y ella asentía vigorosamente cada vez que yo decía algo.
—Pobrecilla. Tal vez si pasaran más tiempo juntos superaría la timidez.
—Sería una tortura para los dos. Demasiado esfuerzo, francamente.
—¿Qué tal Sarah Tanner?
Él negó con la cabeza.
—¿Qué defecto le encuentra?
Montague dudó un momento antes de responder:
—Es... demasiado... atrevida.
—Oh, entiendo. —______ no supo qué decir. Estaba segura de que había muchas más candidatas
adecuadas, pero en aquel momento no se le ocurría ninguna—. Tal vez lo mejor sería esperar a la
temporada que viene. Con nuevas debutantes.
—Ayer le habría dicho que no podía esperar tanto.
—¿Y hoy?
—Hoy tengo nuevas esperanzas. Creo que podré esperar hasta conocer a alguien que pueda
reemplazarla. He encontrado una inversión que creo que dará buenos resultados. El señor Styles me ha
dicho que tal vez participe. Hemos quedado en que mañana hablaríamos del tema.
—¿Ah, sí?
¿Por qué se plantearía Harry invertir en el fondo de Montague después de haberle dicho que no
se fiaba de él y sabiendo que el conde era insolvente? No tenía sentido. Y ésa no era su única
preocupación. ¿Qué experiencia tenía Harry con las inversiones? ¿Sabría dónde se estaba metiendo?
Por la mañana le pediría a Reynolds que se informara sobre el potencial del fondo de Montague.
Luego le pediría explicaciones a Harry. Si se negaba a dárselas, le plantearía un ultimátum: o le
contaba las cosas o la perdería.
Con tantos secretos nunca funcionarían como pareja.
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
¡Hellow!
¡Nuevo capítulo para ustedes!
Ya terminé la semana de examenes,como comentaba por ahí,asi que esta semana,podré subir más seguido.
Espero sus comentarios para el próximo capítulo.
Si hay alguna lectora fantasma,por favor,sepa que es bienvenida a comentar :lloro: . Me deprimen.
Beso y escriban todo lo que quieran en esos comentarios,me encanta leerlos
¡Nuevo capítulo para ustedes!
Ya terminé la semana de examenes,como comentaba por ahí,asi que esta semana,podré subir más seguido.
Espero sus comentarios para el próximo capítulo.
Si hay alguna lectora fantasma,por favor,sepa que es bienvenida a comentar :lloro: . Me deprimen.
Beso y escriban todo lo que quieran en esos comentarios,me encanta leerlos
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
Amo a Haroldo
Bueno, eso no es novedad pero te lo digo nuevamente, porque bueno... si ya lo amo como artista y persona, principalmente, con estos personajes ficticios en que lo leo me hace amarlo más xd
Haroldo para navidad, má.
Bueno... es agradable ver que al parecer no me perdí por tanto tiempo, según yo ayer fue cuando actualizaste así que no me siento tan mal. Si supieras la cantidad de capítulos atrasados que leí y el sermón que tengo que soltar para disculparme hasta me haces un altar xd jajaja. Leo muchos fics, hay un montón que leen más, pero soy una adicta a las novelas. Es la One Direction Infection, supongo...
¿Eres la autora original de Hard love?
Pues me ha encantado en toda la extensión de la palabra y el significado, y ahora mismo que me estoy salteando los deberes escolares, me pasaré a dejarte un fiel comentario djfhdjf :D
Ya sabes que la escuela es una mierdota y por ello no me había pasado, así que bueno... es genial que tu ya hayas pasado por los exámenes, pero a mí todavía me cuelga por entregar portafolios de evidencia y tareas súper pesadas de unas cuantas materias. Iugh, fea escuela.
Nos leemos pronto Pris, ya sabes mujer, te amo y espero un cap ansiosa
Bueno, eso no es novedad pero te lo digo nuevamente, porque bueno... si ya lo amo como artista y persona, principalmente, con estos personajes ficticios en que lo leo me hace amarlo más xd
Haroldo para navidad, má.
Bueno... es agradable ver que al parecer no me perdí por tanto tiempo, según yo ayer fue cuando actualizaste así que no me siento tan mal. Si supieras la cantidad de capítulos atrasados que leí y el sermón que tengo que soltar para disculparme hasta me haces un altar xd jajaja. Leo muchos fics, hay un montón que leen más, pero soy una adicta a las novelas. Es la One Direction Infection, supongo...
¿Eres la autora original de Hard love?
Pues me ha encantado en toda la extensión de la palabra y el significado, y ahora mismo que me estoy salteando los deberes escolares, me pasaré a dejarte un fiel comentario djfhdjf :D
Ya sabes que la escuela es una mierdota y por ello no me había pasado, así que bueno... es genial que tu ya hayas pasado por los exámenes, pero a mí todavía me cuelga por entregar portafolios de evidencia y tareas súper pesadas de unas cuantas materias. Iugh, fea escuela.
Nos leemos pronto Pris, ya sabes mujer, te amo y espero un cap ansiosa
Invitado
Invitado
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
Ay Mar,te salvas con Harry porque me caes bien,pero si fueras una de las locas que se pasan el día conmigo en el curso,te hubiese mencionado hasta la madre,porque Harold es mio :lloro: .HoranNovelsMS escribió:Amo a Haroldo
Bueno, eso no es novedad pero te lo digo nuevamente, porque bueno... si ya lo amo como artista y persona, principalmente, con estos personajes ficticios en que lo leo me hace amarlo más xd
Haroldo para navidad, má.
Bueno... es agradable ver que al parecer no me perdí por tanto tiempo, según yo ayer fue cuando actualizaste así que no me siento tan mal. Si supieras la cantidad de capítulos atrasados que leí y el sermón que tengo que soltar para disculparme hasta me haces un altar xd jajaja. Leo muchos fics, hay un montón que leen más, pero soy una adicta a las novelas. Es la One Direction Infection, supongo...
¿Eres la autora original de Hard love?
Pues me ha encantado en toda la extensión de la palabra y el significado, y ahora mismo que me estoy salteando los deberes escolares, me pasaré a dejarte un fiel comentario djfhdjf :D
Ya sabes que la escuela es una mierdota y por ello no me había pasado, así que bueno... es genial que tu ya hayas pasado por los exámenes, pero a mí todavía me cuelga por entregar portafolios de evidencia y tareas súper pesadas de unas cuantas materias. Iugh, fea escuela.
Nos leemos pronto Pris, ya sabes mujer, te amo y espero un cap ansiosa
Él en boxers para navidad,sí,pero sin caja ni nada de eso,que este sentado en mi sala esperando a que me despierte kjddskhds ¿tu te imaginas? yo creo que voy me le siento encima y todo.AYYYY.
One Direction infection is everywhere,hasta las que dicen que no,saben que es mentira.Es que los 5 cantas hermoso y estan mas que buenos,entonces ¿como tu me dices a mi,que una tipa con sus neuronas en función no va a marearse por ellos? Ellas dicen que las locas somos nosotras,pero ¿te digo algo? No me importa.Yo soy tan feliz averiguandoles la vida y respirando por ellos que no me importa NADA.
Tu sabes que me encantan tus comentarios.Son como la luz al final del camino xd.Me sacan de la depresion y me dan ganas de subir,a veces la gente es tan tacaña que ni ji dice :c.
Sobre Hard Love,sí,la estoy escribiendo,paso a paso pero sí . Yo no sé a quien le guste,la verdad,pero Harry es tankdjfhidfdf que imaginarme a mí haciendo esas cosas con él me pone loca de psiquiatra y entonces me da por escribir todo lo que quisiera que Harold me dijera algun dia.
Oye se siente tan bien soltarlo todo así,y que otro lo lea y quiera lo mismo es mejor.
Sobre los examenes...mejor ni nada digas,que ahora tengo 37836 trabajos prácticos porque este mes no nos examinan,ya tu sabes.
Pero bueno,me pasé respondiendo xd.
TE QUIERO MUCHOTE,y espero verte pronto en Hard Love,jijiji.
MUAAAAAAAH. :bye:
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
Perdón por no pasarme.
Mañana subo capítulo.
No me maten x.x
beshito.
Mañana subo capítulo.
No me maten x.x
beshito.
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
No worries baby! Cómo te fue con los exámenes??? Tienes qué rendir bien si quieres tacos nenaaaaa majaba a
Ksssss
Ksssss
Karrie58
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
Bueno,me los gané entonces,porque de verdad,te lo juro,que lo único que lo daño todo fue matematica,pero después en todo lo otro me fue super bien djkksdjdskasí que tacos para Priscilla :B Exijo saber tu nombre,right now. :eaea:Pulguita58 escribió:No worries baby! Cómo te fue con los exámenes??? Tienes qué rendir bien si quieres tacos nenaaaaa majaba a
Ksssss
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
Capítulo 12.
—Lo siento.
______, que había estado mirando el jardín trasero desde los ventanales, se volvió y vio a Harry,
que entraba con decisión en la sala de baile de Melville House. Aunque todavía los separaban unos
treinta metros, sintió su presencia con fuerza.
—Cierra la puerta —le pidió ella.
Él se detuvo en seco. La gran sala sólo estaba iluminada por la luz de la mañana, que entraba de
manera indirecta por los ventanales. Lo oyó inspirar hondo antes de volverse y hacer lo que le había
pedido.
Cuando el clic de la cerradura resonó en la sala, ______ preguntó:
—¿Has dormido bien?
—No. —Harry retomó su camino hasta los ventanales, pasando junto a los numerosos murales
sin mirarlos—. Pero no es raro. Nunca duermo bien. Hay demasiadas cosas que hacer y muy pocas
horas en el día.
—Yo tampoco he dormido bien.
Trató de asimilar la oleada de sensaciones que siempre la inundaba al verlo. Intercalados entre
los murales con escenas campestres había largos espejos con marcos de color crema. Como resultado,
la imagen de Harry se multiplicó, igual que la reacción de ella.
—Siento lo de anoche —repitió él, abrazándola y juntando sus bocas en un beso.
Pero no había ni rastro de remordimiento en ese beso apasionado, fiero y cargado de lujuria.
Harry la animó a separar los labios y le acarició el interior de la boca con la lengua. Su sabor desató
una poderosa fiebre en los sentidos de ______, una gran necesidad de poseerlo.
Se aferró a él con desesperación, rodeándole los hombros con los brazos. Le hundió los dedos en
el pelo, agarrándoselo. Los pechos se le hincharon y se olvidó de golpe de la irritación que aún notaba
de vez en cuando entre las piernas. Quería desnudarlo, besarle el torso, acariciarlo con las manos y con
su cuerpo.
Él interrumpió el beso con un gruñido de frustración.
—¿Harry?
—Ayer actué mal —dijo él, apoyando la sien contra la de ella—. Sé que no consentirás que te
imponga mi voluntad.
_______ ya no tenía ganas de hablar, pero sabía que debían hacerlo. No podían arreglarlo todo
recurriendo a la pasión.
—¿Có... cómo lo sabes?
—Porque te presto atención —respondió Harry, dando un paso atrás—. Y no se me da mal juzgar
a la gente.
—Ahí juegas con ventaja. Yo no sé nada de ti, aparte de cómo te ganas la vida y que quieres
casarte conmigo.
—Sabes qué aspecto tengo cuando me quito la ropa. Y qué se siente al tenerme dentro de ti.
______ deseaba sentirlo en su interior en ese momento. Deseaba sentir la deliciosa fricción, la
sensación de plenitud, la incendiaria avalancha del clímax y la maravillosa saciedad que venía
después.
Con las manos a la espalda, ______ comenzó a caminar a su alrededor. La amplia falda verde del
vestido se movía a un lado y a otro.
—Cuando estoy tranquila y serena, eso no me basta. Cuando estoy contigo, actúo de un modo que
me cuesta reconocer. Sé que eres el catalizador de esos cambios en mi persona y, sin embargo, sigues
siendo un enigma. Ni te imaginas el esfuerzo que me supone experimentar todo esto sin poder
achacarlo a ninguna base sólida.
Harry volvió la cabeza para no perder el contacto visual.
—Sé que parece que yo no he cambiado tanto o no he tenido que sacrificar tantas cosas como tú.
—Tú no eres el único que siente lo que pasó anoche. Yo también dije cosas de las que me
arrepentí en seguida. Estaba enfadada y reaccioné sin pensar.
—Las relaciones están llenas de este tipo de situaciones. Es del todo normal.
—Pues espero que no sea lo normal en la nuestra, o no quiero seguir adelante.
Harry separó las piernas.
—¿Qué me estás diciendo?
Deteniéndose delante de él, ______ lo miró de la cabeza a los pies. Iba vestido con traje de montar,
con unos ajustados pantalones de ante y unas botas relucientes. Los músculos de los muslos y las
pantorrillas quedaban perfectamente delineados. Al cruzar los brazos como si se estuviera preparando
para una confrontación, los bíceps forzaron las costuras de la chaqueta, de color gris oscuro.
Era el hombre más guapo y con más atractivo sexual que había visto nunca.
—No puedo negar lo mucho que te deseo —respondió ella con voz ronca—. Quiero meterme en
tu cama ahora mismo, aunque estemos en pleno día. Te deseo tanto que estoy ardiendo por dentro.
—_______...
—¿Ves cómo me has cambiado? Yo antes habría sido incapaz de decir estas cosas en voz alta.
Pero no me casaré contigo sólo por deseo. Si fuera así, insistiría en que nos limitáramos a ser amantes.
—Volvió a dar una vuelta a su alrededor—. Si acepté tu proposición fue porque fuiste honesto
conmigo. Aunque no me has contado muchas cosas de tu vida, en lo que me has dicho hasta ahora has
sido sincero.
Él la agarró del brazo para obligarla a detenerse.
—Yo también estoy teniendo que hacer ajustes. Yo también he cambiado desde que estoy
contigo. Nos acostumbraremos.
—No, a no ser que aprendas a contarme las cosas. Un día me dijiste que el pasado y el futuro eran
irrelevantes, pero desde entonces todo ha cambiado, ya que me has pedido que una mi futuro con el
tuyo. Que creemos un futuro en común. Nuestro futuro. Pero para que eso sea posible, tienes que
mostrarme por qué camino discurre tu vida. No puedo seguirte a ciegas. Si no te comprometes a
compartir tu vida conmigo, esta relación habrá muerto antes de nacer.
—El pasado influye en el futuro —admitió él, tragando saliva con esfuerzo—. Temo que mi
pasado cambie la opinión que tienes de mí. El riesgo de que te alejes de mí es demasiado grande.
______ le acarició la mejilla. Cada vez que respiraba, inhalaba el amado aroma de su piel.
—¿Qué clase de vida llevaríamos si seguimos diciendo y haciendo cosas que lamentamos? Es la
peor clase de falsedad. La he vivido de cerca y sé que acaba en dolor y arrepentimiento. No quiero un
futuro así para ti ni para mí. No quiero que vivamos de ese modo.
Harry le cogió la mano y le besó la palma.
—¿Te refieres a tus padres?
—Había muchos secretos entre ellos. Se enamoraron y se casaron, pero la atracción que los unía
no superó la fachada tras la que se ocultaban. Discutían a menudo y se decían cosas que les hacían
daño. Con el tiempo, las disculpas dejaron de ser suficiente. La grieta que los separaba era cada vez
más grande. Era imposible de reparar porque, aunque se pidieran perdón, volvían a cometer el mismo
error. —______ le acarició los firmes labios con los dedos—. Nunca fueron sinceros sobre lo que
deseaban el uno del otro. Tal vez podrían haber sido felices juntos.
—En cuanto te alejaste de mí anoche, me arrepentí de haberte hablado así. Pensé en escalar la
pared hasta tu dormitorio para asegurarme de que me recibirías hoy.
—¿Me habrías contado la verdad entonces?
Harry sonrió con tristeza.
—Lo dudo. Probablemente, al verte en la cama me habría olvidado de todo.
—Qué poco te cuesta ser sincero cuando el tema no está relacionado con el pasado.
Él la atrajo hacia sí y le dio un beso en la frente. Luego se volvió, diciéndole por encima del
hombro:
—Quítate las horquillas del pelo. Hablaré durante el tiempo que te lleve acabar de quitártelas
todas.—
¿Qué juego es éste?
—Voy a aprender a bailar contigo. No podemos permitir que los acontecimientos se interpongan
en las lecciones, por muy urgentes que éstas sean. Necesitamos un sistema para calcular el tiempo que
le quitamos a la clase de baile.
—¿Y no podríamos usar tu reloj de bolsillo?
—No sería tan divertido.
Levantando los brazos, ______ hizo lo que él había sugerido. Lentamente, se quitó una horquilla y
la dejó caer al suelo.
Harry asintió con aprobación y empezó a caminar resiguiendo la pared.
—Hay personas que no sienten ningún tipo de empatía por los demás. Son incapaces de crear o
mantener conexiones emocionales y su visión del mundo se limita a su punto de vista. Para ellos no
hay ningún otro.
—Mi padrastro era así. Chilcott sólo pensaba en él.
Harry alzó la voz para compensar la creciente distancia entre ellos.
—Aparte de ese defecto, Montague tiene un apetito sexual aberrante.
______, que estaba a punto de quitarse otra horquilla, se detuvo en seco.
—¿Cómo lo sabes?
—He hablado con mujeres que han tenido la mala suerte de cruzarse en su camino. Prefiere
acostarse con las que oponen resistencia y disfruta causándoles dolor. Por lo que tengo entendido, si
no es así, es incapaz de... funcionar en la cama.
—Que oponen resistencia... —A _______ se le encogió el estómago al pensar en ser obligada a
realizar los actos propios de la intimidad sexual con alguien cruel y despiadado—. ¿Cómo puede nadie
disfrutar con algo así?
—Tal vez sea un problema hereditario. O un defecto del alma. —Se encogió de hombros—.
¿Quién sabe?
Ella bajó los brazos y se acercó a él con el pelo a punto de soltársele sobre los hombros en
cualquier momento.
—¿Por qué no me lo contaste antes? ¿Cómo has podido ocultarme algo así?
—¿Cuándo querías que te lo contara?
—¡No me vengas con evasivas!
Harry cambió de rumbo para reunirse con ella a mitad de camino. Aunque él llevaba botas y ella
zapatillas de baile, los pasos de él eran más sigilosos que los de ______.
—Daría cualquier cosa por ahorrarte la sordidez del mundo. Sabía que eras contraria a la idea del
matrimonio, lo que hacía que fuera poco probable que tuvieras que sufrir a manos del conde.
—Pero ¡si lo hubiera sabido, no habría salido con él! —Al llegar junto a Harry, puso los brazos
en jarras—: Y tú y yo no habríamos discutido.
—Tenía miedo de la reacción de Montague si se daba cuenta de que estabas al corriente de su
naturaleza. ¡Tu cara es tan expresiva, ______! No habrías sido capaz de disimular la condena en tu
mirada, y él es un hombre desesperado. Su buen nombre es lo único que le queda. No puede permitirse
el lujo de perderlo, por mucho que se defendiera diciendo que eran rumores.
Aunque no le gustaban sus métodos, ______ no se vio capaz de discutir con él sobre ese asunto.
Sabía que quería protegerla por encima de todo.
—¿Crees que Montague es quien está detrás de los ataques?
—No me extrañaría. —Harry la atrajo hacia sí doblando un dedo—. Está al borde de la ruina
total. Ha vendido o perdido a las cartas todas las propiedades que no van ligadas al título y no tiene
recursos económicos para mantener las que le quedan. Tiene tantas deudas que ya no le conceden
créditos. Pronto no tendrá a quién acudir.
—Y a pesar de todo, te estás planteando invertir con él. —Entró en el círculo de sus brazos—.
¿Qué pretendes?
Harry apoyó la barbilla en su cabeza.
—Arruinarlo. No puedo permitir que encuentre una solución a sus problemas. Si fingir interés me
permite conseguir la información que necesito para boicotear sus planes, me parece un precio barato.
Su voz estaba tan llena de odio que a ella le costó reconocerla. Se echó hacia atrás para mirarlo.
—¿Por qué?
—Por venganza por... una amiga.
—¿Una amante?
—No. —Harry le acarició la espalda—. Antes de ti sólo había tenido sexo. Tú has sido mi única
amante.
______ le enderezó el nudo del pañuelo con fuerza.
—¿Y seguiré siéndolo?
—¿Me estás preguntando si te seré fiel? Por supuesto.
—¿Cómo puedes responder con tanta seguridad?
Harry sonrió, divertido. Tenía una boca preciosa.
—¿Sospechas que es una respuesta ensayada? Y yo que pensaba que creías que siempre era
honesto contigo...
Ella bajó la vista con timidez.
—La idea de que otra mujer te disfrute como te he disfrutado yo me resulta muy molesta.
—¿Molesta? —repitió él, sonriendo.
—Intolerable —se corrigió ______.
—Eso no podemos consentirlo. Por lo tanto, tendré que serte fiel.
No muy satisfecha con su respuesta, lo provocó:
—Seguiré tus pasos al respecto, igual que los he seguido en los demás aspectos de nuestra
relación.
—Pero bueno, señorita Martin. Si no te conociera mejor, juraría que me estás amenazando.
______ se miró los dedos, apoyados en la blanca tela de la camisa.
—Sólo si me engañas.
Echándose a reír, él la agarró por la cintura y dio unas vueltas con ella.
—¡Harry! —______ lo miró con los ojos muy abiertos. Mientras lo hacía, su expresión cambió y se
ruborizó.
—Me encantas —dijo él con voz ronca.
—Tú me confundes. Y me hechizas.
—Y te excito.
—Con demasiada facilidad —admitió ella, acariciándole el pelo, incapaz de resistirse a la
tentación.
—Yo te deseo hasta cuando estamos separados. ¿Puedes decir tú lo mismo?
—Sí, te deseo siempre, menos cuando estoy reprendiéndome por haber tomado una decisión tan
importante con los ojos cerrados.
Dejándola en el suelo, Harry le acarició el cabello con reverencia.
—Tu mente quiere comprender lo que sientes. Yo he renunciado a hacerlo, pero tú te resistes. Es
una de las cosas que más admiro de ti. Pero te pediría que si tienes dudas o preocupaciones, las
consultes directamente conmigo. Dime lo que necesitas y encontraré una manera de proporcionártelo.
_______ creyó en su sinceridad. Le hacía sentir que era importante para él. Necesaria. Nunca antes
se había sentido necesaria para nadie. Era una sensación nueva y aún le costaba asimilarla.
—Lo que necesito —replicó, cogiéndole una mano y colocándole la otra sobre el hombro— es
que aprendas a bailar el vals. Quiero bailar contigo.
Harry le puso la mano en la cintura.
—Es justo. Saber bailar siempre ha estado en tu lista de requisitos para pretendientes.
—Pero sé que con ninguno de ellos disfrutaré tanto como contigo —reconoció ella con una
sonrisa—. Tienes un aura de peligro y un modo de moverte muy seductor, que encaja a la perfección
con la sensualidad del vals.
La sonrisa de Harry hizo que se le acelerara el corazón.
—Quiero encargar un vestido nuevo para ti, para que lo estrenes el día que bailemos el vals en
público por primera vez. ¿Te lo pondrías?
Encantada de que quisiera hacerle un regalo, asintió. Hacía mucho tiempo que no recibía un
regalo de un ser querido. Su tío no solía saber ni qué día de la semana era; era imposible que recordara
las fechas especiales.
—No sé si podré esperar hasta entonces —susurró él, enderezando la espalda—. Enséñame
rápido.—
Será un placer. —El tono de voz de ______ cambió. Con frases cortas y directas, empezó a darle
instrucciones—: En el vals alemán hay nueve posiciones. Y no puedes olvidarte de la regla básica en
ningún momento. Debemos mantener siempre esta distancia entre nosotros.
—Estás demasiado lejos —se quejó Harry, mirando el espacio que los separaba.
—Tonterías. Durante el vals, las parejas se alejan del grupo y se centran el uno en el otro. Es
imposible un mayor grado de intimidad.
—Fuera de la cama.
______ reprimió una sonrisa. No debía alentar sus inclinaciones canallas, por mucho que le
gustaran. Él era distinto de los demás hombres que conocía. Era un demonio, en el mejor de los
sentidos.
—Con cuidado —lo reprendió ______, con cierta severidad—. Cuando apoyes el pie en el suelo,
tienes que volver las puntas hacia fuera. —Se lo mostró—. Y debes levantar la pierna.
Ella no perdía la concentración a pesar de sus continuos comentarios provocativos. Le enseñó
cada una de las posiciones y los pasos. Al principio parecía que le diera miedo moverse. Cuando _______
se lo hizo notar, él refunfuñó:
—No quiero pisarte, maldita sea.
Pero pronto fue adquiriendo confianza. Ella respondía con facilidad a sus movimientos. Los
pasos cada vez le iban saliendo de manera más natural, y colocaba los brazos con más elegancia.
Cuando su postura era perfecta, ______ lo alababa y, cuando no lo era, se burlaba de él.
A medida que fue pasando el rato, el aire a su alrededor se impregnó de su aroma a especias y
bergamota. Los movimientos hacia delante y hacia atrás del baile se convirtieron en una especie de
preliminares para _______. Los giros le calentaban los músculos, mientras que los breves instantes en que
sus cuerpos entraban en contacto despertaban sus sentidos. Al notar los poderosos hombros de él
flexionándose bajo sus dedos, era casi imposible no recordar lo deliciosos que eran esos hombros
cuando estaba desnudo y excitado.
La respiración se le agitó.
Harry le dirigió una enigmática sonrisa.
—Me gusta.
—¿El baile?
—Cómo me sigues al bailar. Me gusta notar que tu cuerpo se mueve como yo le ordeno que se
mueva, con sólo una ligera sugerencia por mi parte.
—Te gusta tener el control.
Él se detuvo en seco. Se estaban mirando fijamente. Sus labios casi se rozaban.
—Y a ti te gusta que yo tenga el control.
—Tal vez —admitió ella, bajando la vista hasta sus labios—. Aunque mi objetivo es perder el
control.
La mano de Harry le sujetó la cintura con más fuerza.
—¿Me está haciendo proposiciones deshonestas, señorita Martin?
—Y si fuera así, ¿qué harías?
—Lo que tú quisieras.
Harry dio un paso al lado para que sus cuerpos quedaran frente a frente, totalmente alineados.
Era tan alto y fuerte que, a su lado, _______ se sentía pequeña y delicada, aunque nunca amenazada.
—Ya sabes lo que quiero —susurró ella, ruborizándose.
—¿Un beso? —preguntó él, quitándole una horquilla que se le había quedado en el pelo—. ¿Un
abrazo?
—Más.
—¿Cuánto más?
Cuando _____ se mordió el labio inferior, Harry le levantó la barbilla con un dedo.
—La timidez no tiene cabida entre nosotros.
—No quiero ser... demasiado atrevida.
—Cariño —la tranquilizó él con su voz suave y cálida—, ¿aún no eres consciente de lo mucho
que disfruto de tu estima y tu deseo? ¿No te he dicho todavía lo mucho que me complacen, el gran
placer que obtengo de ellos?
—Como si yo fuera la única mujer que te admira —contestó ella con sarcasmo.
—Eres la única mujer cuya admiración me interesa.
—¿Por qué? No tengo nada especial. Acepto que poseo algunas características agradables, pero
hay cien mujeres que me superan en todas ellas.
—Pero no las combinan como tú. —Deslizó la mano por su mandíbula hasta cubrirle un pecho y
observó su reacción al acariciarle el pezón con el pulgar—. Me encanta que seas hermosa e inteligente
y que me desees constantemente. Eres perfecta.
El cuerpo de ______ reaccionó instantáneamente a su hábil caricia. Los pezones se le contrajeron
hasta convertirse en dos guijarros doloridos y la carne entre sus piernas le empezó a palpitar.
—Dime qué deseas —la animó él, sujetándola con fuerza por las caderas. Con dos dedos, le
retorció la punta del pezón, tirando de él, pero lo hizo con tanta delicadeza que _______ no obtuvo ningún
alivio.
Se sentía encendida, sin voluntad. Como embriagada. Llevaban a solas casi una hora,
prácticamente pegados. Harry se había estado moviendo todo ese tiempo. Ver cómo lo hacía era una
provocación constante. No podía evitar desearlo. Y estaba demasiado enamorada para contenerse.
—Quiero verte desnudo —murmuró.
Él hizo un sonido que a ella le recordó al ronroneo de un gato.
—¿Por qué?
______ lo agarró por las solapas, sin poderse reprimir.
—Quítate la chaqueta.
La sonrisa traviesa de Harry mientras se quitaba la costosa prenda y la dejaba caer al suelo le
robó el aliento.
—¿Mejor así?
—No es suficiente. —Le acarició los brazos por encima de la camisa. En el espejo que quedaba
detrás de ellos disfrutó de la visión de sus nalgas y sus muslos. La vista, el olfato, el tacto... todo le
resultaba estimulante.
Él miró por encima del hombro.
—Sigues sorprendiéndome muy agradablemente. ¿Quieres que cuelgue un espejo encima de la
cama?—
Harry... —Un escalofrío de placer y vergüenza la recorrió—. No me atrevería a mirar.
—Pues yo creo que no podrías apartar la vista. ¿Quieres que te lo demuestre?
______ se quedó inmóvil.
—¿Aquí?
—¿Crees que tu tío nos interrumpirá?
Ella negó con la cabeza.
—Pero ¿cómo? —preguntó, con la cabeza llena de imágenes, tratando de imaginarse cómo
copular sin una cama.
—Tienes unos pezones preciosos —murmuró Harry, atrayendo la atención de ella hacia su
corpiño. Estaba excitada, eso era innegable—. Tan pequeños y delicados.
Cuando trató de cubrirse con las manos, él se lo impidió.
—No es justo que te tapes cuando yo no puedo hacerlo.
Siguiendo el gesto de su mano con la vista, se encontró con su descarada erección, que luchaba
por abrirse camino entre sus pantalones. Se le escapó un gemido de deseo. Deseaba estar a solas con
él; ver su poderoso cuerpo sobre el suyo, flexionándose, presionándose contra ella, y su largo y grueso
pene hundiéndose en su interior. Aunque aún tenía alguna molestia, la atracción del orgasmo era
demasiado grande como para resistirse.
Harry se acarició descaradamente por encima de los pantalones.
—No puedo darte lo que deseas tan pronto.
—¿Por qué no? —preguntó ella, olvidándose de sus inhibiciones a causa del deseo.
—Aún estás dolorida y no llevo un condón encima.
Consciente de que a Harry le costaba resistirse a sus deseos, se le acercó más. Con una mano lo
sujetó por la nuca y con la otra le agarró posesivamente una nalga, mientras se frotaba contra él como
un gato.
El pecho de él retumbó al echarse a reír, lo que estimuló aún más los pezones de _______.
—Descarada —le dijo al oído, antes de doblar las rodillas y apretar su erección contra el sexo
hinchado de ella. Aprovechando su dureza, se frotó repetidamente justo donde ______ más lo necesitaba.
—Sí —jadeó ella, clavándole las uñas—. Esto es lo que quiero.
Los labios de Harry volvieron a buscarle la oreja.
—No puedes tenerlo todavía, ya te lo he dicho, pero puedo hacer que te corras. ¿Te gustaría?
—Por favor —respondió ______, febril.
—¿Estás lo bastante húmeda para mí?
—¡Harry!
—Muéstramelo. —Se alejó dando un paso atrás—. Levántate las faldas y deja que te vea.
A pesar de la intensidad del deseo que sentía, le daba mucha vergüenza cumplir su petición. Una
cosa era perder el control entre sus brazos y otra muy distinta estar sola y desnuda, exhibiéndose como
una mujerzuela.
—No puedo.
—Te prometo que, si lo haces, recompensaré tu valor.
______ luchó contra años de educación y contra los recuerdos de la promiscuidad de su madre.
Después de tanto tiempo creyendo que la intimidad se conseguía tras un largo período de convivencia,
estaba descubriendo que también podía basarse en la confianza.
Se agarró las faldas con las manos.
—Supongo que has visto innumerables calzones antes.
A Harry le temblaron los labios mientras luchaba por no echarse a reír.
—¿Innumerables? ¿Tan depravado crees que soy?
—Lo bastante depravado como para pedirme que haga esto.
—Es verdad —concedió él con una inclinación de cabeza—, aunque en realidad no te lo he
pedido.
_______ deseó reñirlo por ser tan arrogante, pero en ese momento su cerebro recordó algo que la
distrajo. «Y muchos de esos hombres son tan hábiles en ese campo que las mujeres se olvidan de todo
lo demás», había dicho Harry el día que se conocieron.
Había conseguido que uno de esos hombres quisiera practicar sus habilidades con ella. Sería una
idiota si no aprovechara la ocasión.
Antes de poder cambiar de idea, se levantó la falda del vestido.
La mirada de Harry hizo que se le erizara el vello de la nuca.
—Qué valiente eres —la elogió.
Animada por sus palabras, se desató la cinta que le sujetaba los calzones a la cintura. La prenda,
con adornos de encaje en la parte de abajo, cayó al suelo y quedó alrededor de sus tobillos.
—______, dulce ______ —murmuró Harry. Con el pie, desplazó la chaqueta que había tirado al
suelo, hasta que quedó delante de ella—. Eres más generosa de lo que merezco.
Se dejó caer de rodillas sobre la chaqueta.
Mientras observaba sus rizos de color rojo oscuro entre sus piernas, _______ se excitó tanto que
perdió el equilibrio y se tambaleó ligeramente. Él le sujetó la cadera con una mano. Con la otra, le
cogió la cinturilla de los calzones y tiró de ellos para acabar de quitárselos.
Le separó las piernas y, cuando ella trató de cerrarlas, le colocó el pie donde él quiso y se lo
mantuvo fijo en el suelo con fuerza. Deslizó una mano entre sus piernas, separándole los húmedos
pliegues y acariciándoselos con delicadeza.
—Creo que fuiste hecha para mí —dijo con voz ronca—. Mira qué húmeda estás.
Ella movió las caderas sin poder evitarlo.
—Harry...
Éste se inclinó hacia delante, hasta que su aliento alcanzó los rizos mojados. ______ se tensó,
expectante.
—Vamos a ver si puedes humedecerte aún más.
—Lo siento.
______, que había estado mirando el jardín trasero desde los ventanales, se volvió y vio a Harry,
que entraba con decisión en la sala de baile de Melville House. Aunque todavía los separaban unos
treinta metros, sintió su presencia con fuerza.
—Cierra la puerta —le pidió ella.
Él se detuvo en seco. La gran sala sólo estaba iluminada por la luz de la mañana, que entraba de
manera indirecta por los ventanales. Lo oyó inspirar hondo antes de volverse y hacer lo que le había
pedido.
Cuando el clic de la cerradura resonó en la sala, ______ preguntó:
—¿Has dormido bien?
—No. —Harry retomó su camino hasta los ventanales, pasando junto a los numerosos murales
sin mirarlos—. Pero no es raro. Nunca duermo bien. Hay demasiadas cosas que hacer y muy pocas
horas en el día.
—Yo tampoco he dormido bien.
Trató de asimilar la oleada de sensaciones que siempre la inundaba al verlo. Intercalados entre
los murales con escenas campestres había largos espejos con marcos de color crema. Como resultado,
la imagen de Harry se multiplicó, igual que la reacción de ella.
—Siento lo de anoche —repitió él, abrazándola y juntando sus bocas en un beso.
Pero no había ni rastro de remordimiento en ese beso apasionado, fiero y cargado de lujuria.
Harry la animó a separar los labios y le acarició el interior de la boca con la lengua. Su sabor desató
una poderosa fiebre en los sentidos de ______, una gran necesidad de poseerlo.
Se aferró a él con desesperación, rodeándole los hombros con los brazos. Le hundió los dedos en
el pelo, agarrándoselo. Los pechos se le hincharon y se olvidó de golpe de la irritación que aún notaba
de vez en cuando entre las piernas. Quería desnudarlo, besarle el torso, acariciarlo con las manos y con
su cuerpo.
Él interrumpió el beso con un gruñido de frustración.
—¿Harry?
—Ayer actué mal —dijo él, apoyando la sien contra la de ella—. Sé que no consentirás que te
imponga mi voluntad.
_______ ya no tenía ganas de hablar, pero sabía que debían hacerlo. No podían arreglarlo todo
recurriendo a la pasión.
—¿Có... cómo lo sabes?
—Porque te presto atención —respondió Harry, dando un paso atrás—. Y no se me da mal juzgar
a la gente.
—Ahí juegas con ventaja. Yo no sé nada de ti, aparte de cómo te ganas la vida y que quieres
casarte conmigo.
—Sabes qué aspecto tengo cuando me quito la ropa. Y qué se siente al tenerme dentro de ti.
______ deseaba sentirlo en su interior en ese momento. Deseaba sentir la deliciosa fricción, la
sensación de plenitud, la incendiaria avalancha del clímax y la maravillosa saciedad que venía
después.
Con las manos a la espalda, ______ comenzó a caminar a su alrededor. La amplia falda verde del
vestido se movía a un lado y a otro.
—Cuando estoy tranquila y serena, eso no me basta. Cuando estoy contigo, actúo de un modo que
me cuesta reconocer. Sé que eres el catalizador de esos cambios en mi persona y, sin embargo, sigues
siendo un enigma. Ni te imaginas el esfuerzo que me supone experimentar todo esto sin poder
achacarlo a ninguna base sólida.
Harry volvió la cabeza para no perder el contacto visual.
—Sé que parece que yo no he cambiado tanto o no he tenido que sacrificar tantas cosas como tú.
—Tú no eres el único que siente lo que pasó anoche. Yo también dije cosas de las que me
arrepentí en seguida. Estaba enfadada y reaccioné sin pensar.
—Las relaciones están llenas de este tipo de situaciones. Es del todo normal.
—Pues espero que no sea lo normal en la nuestra, o no quiero seguir adelante.
Harry separó las piernas.
—¿Qué me estás diciendo?
Deteniéndose delante de él, ______ lo miró de la cabeza a los pies. Iba vestido con traje de montar,
con unos ajustados pantalones de ante y unas botas relucientes. Los músculos de los muslos y las
pantorrillas quedaban perfectamente delineados. Al cruzar los brazos como si se estuviera preparando
para una confrontación, los bíceps forzaron las costuras de la chaqueta, de color gris oscuro.
Era el hombre más guapo y con más atractivo sexual que había visto nunca.
—No puedo negar lo mucho que te deseo —respondió ella con voz ronca—. Quiero meterme en
tu cama ahora mismo, aunque estemos en pleno día. Te deseo tanto que estoy ardiendo por dentro.
—_______...
—¿Ves cómo me has cambiado? Yo antes habría sido incapaz de decir estas cosas en voz alta.
Pero no me casaré contigo sólo por deseo. Si fuera así, insistiría en que nos limitáramos a ser amantes.
—Volvió a dar una vuelta a su alrededor—. Si acepté tu proposición fue porque fuiste honesto
conmigo. Aunque no me has contado muchas cosas de tu vida, en lo que me has dicho hasta ahora has
sido sincero.
Él la agarró del brazo para obligarla a detenerse.
—Yo también estoy teniendo que hacer ajustes. Yo también he cambiado desde que estoy
contigo. Nos acostumbraremos.
—No, a no ser que aprendas a contarme las cosas. Un día me dijiste que el pasado y el futuro eran
irrelevantes, pero desde entonces todo ha cambiado, ya que me has pedido que una mi futuro con el
tuyo. Que creemos un futuro en común. Nuestro futuro. Pero para que eso sea posible, tienes que
mostrarme por qué camino discurre tu vida. No puedo seguirte a ciegas. Si no te comprometes a
compartir tu vida conmigo, esta relación habrá muerto antes de nacer.
—El pasado influye en el futuro —admitió él, tragando saliva con esfuerzo—. Temo que mi
pasado cambie la opinión que tienes de mí. El riesgo de que te alejes de mí es demasiado grande.
______ le acarició la mejilla. Cada vez que respiraba, inhalaba el amado aroma de su piel.
—¿Qué clase de vida llevaríamos si seguimos diciendo y haciendo cosas que lamentamos? Es la
peor clase de falsedad. La he vivido de cerca y sé que acaba en dolor y arrepentimiento. No quiero un
futuro así para ti ni para mí. No quiero que vivamos de ese modo.
Harry le cogió la mano y le besó la palma.
—¿Te refieres a tus padres?
—Había muchos secretos entre ellos. Se enamoraron y se casaron, pero la atracción que los unía
no superó la fachada tras la que se ocultaban. Discutían a menudo y se decían cosas que les hacían
daño. Con el tiempo, las disculpas dejaron de ser suficiente. La grieta que los separaba era cada vez
más grande. Era imposible de reparar porque, aunque se pidieran perdón, volvían a cometer el mismo
error. —______ le acarició los firmes labios con los dedos—. Nunca fueron sinceros sobre lo que
deseaban el uno del otro. Tal vez podrían haber sido felices juntos.
—En cuanto te alejaste de mí anoche, me arrepentí de haberte hablado así. Pensé en escalar la
pared hasta tu dormitorio para asegurarme de que me recibirías hoy.
—¿Me habrías contado la verdad entonces?
Harry sonrió con tristeza.
—Lo dudo. Probablemente, al verte en la cama me habría olvidado de todo.
—Qué poco te cuesta ser sincero cuando el tema no está relacionado con el pasado.
Él la atrajo hacia sí y le dio un beso en la frente. Luego se volvió, diciéndole por encima del
hombro:
—Quítate las horquillas del pelo. Hablaré durante el tiempo que te lleve acabar de quitártelas
todas.—
¿Qué juego es éste?
—Voy a aprender a bailar contigo. No podemos permitir que los acontecimientos se interpongan
en las lecciones, por muy urgentes que éstas sean. Necesitamos un sistema para calcular el tiempo que
le quitamos a la clase de baile.
—¿Y no podríamos usar tu reloj de bolsillo?
—No sería tan divertido.
Levantando los brazos, ______ hizo lo que él había sugerido. Lentamente, se quitó una horquilla y
la dejó caer al suelo.
Harry asintió con aprobación y empezó a caminar resiguiendo la pared.
—Hay personas que no sienten ningún tipo de empatía por los demás. Son incapaces de crear o
mantener conexiones emocionales y su visión del mundo se limita a su punto de vista. Para ellos no
hay ningún otro.
—Mi padrastro era así. Chilcott sólo pensaba en él.
Harry alzó la voz para compensar la creciente distancia entre ellos.
—Aparte de ese defecto, Montague tiene un apetito sexual aberrante.
______, que estaba a punto de quitarse otra horquilla, se detuvo en seco.
—¿Cómo lo sabes?
—He hablado con mujeres que han tenido la mala suerte de cruzarse en su camino. Prefiere
acostarse con las que oponen resistencia y disfruta causándoles dolor. Por lo que tengo entendido, si
no es así, es incapaz de... funcionar en la cama.
—Que oponen resistencia... —A _______ se le encogió el estómago al pensar en ser obligada a
realizar los actos propios de la intimidad sexual con alguien cruel y despiadado—. ¿Cómo puede nadie
disfrutar con algo así?
—Tal vez sea un problema hereditario. O un defecto del alma. —Se encogió de hombros—.
¿Quién sabe?
Ella bajó los brazos y se acercó a él con el pelo a punto de soltársele sobre los hombros en
cualquier momento.
—¿Por qué no me lo contaste antes? ¿Cómo has podido ocultarme algo así?
—¿Cuándo querías que te lo contara?
—¡No me vengas con evasivas!
Harry cambió de rumbo para reunirse con ella a mitad de camino. Aunque él llevaba botas y ella
zapatillas de baile, los pasos de él eran más sigilosos que los de ______.
—Daría cualquier cosa por ahorrarte la sordidez del mundo. Sabía que eras contraria a la idea del
matrimonio, lo que hacía que fuera poco probable que tuvieras que sufrir a manos del conde.
—Pero ¡si lo hubiera sabido, no habría salido con él! —Al llegar junto a Harry, puso los brazos
en jarras—: Y tú y yo no habríamos discutido.
—Tenía miedo de la reacción de Montague si se daba cuenta de que estabas al corriente de su
naturaleza. ¡Tu cara es tan expresiva, ______! No habrías sido capaz de disimular la condena en tu
mirada, y él es un hombre desesperado. Su buen nombre es lo único que le queda. No puede permitirse
el lujo de perderlo, por mucho que se defendiera diciendo que eran rumores.
Aunque no le gustaban sus métodos, ______ no se vio capaz de discutir con él sobre ese asunto.
Sabía que quería protegerla por encima de todo.
—¿Crees que Montague es quien está detrás de los ataques?
—No me extrañaría. —Harry la atrajo hacia sí doblando un dedo—. Está al borde de la ruina
total. Ha vendido o perdido a las cartas todas las propiedades que no van ligadas al título y no tiene
recursos económicos para mantener las que le quedan. Tiene tantas deudas que ya no le conceden
créditos. Pronto no tendrá a quién acudir.
—Y a pesar de todo, te estás planteando invertir con él. —Entró en el círculo de sus brazos—.
¿Qué pretendes?
Harry apoyó la barbilla en su cabeza.
—Arruinarlo. No puedo permitir que encuentre una solución a sus problemas. Si fingir interés me
permite conseguir la información que necesito para boicotear sus planes, me parece un precio barato.
Su voz estaba tan llena de odio que a ella le costó reconocerla. Se echó hacia atrás para mirarlo.
—¿Por qué?
—Por venganza por... una amiga.
—¿Una amante?
—No. —Harry le acarició la espalda—. Antes de ti sólo había tenido sexo. Tú has sido mi única
amante.
______ le enderezó el nudo del pañuelo con fuerza.
—¿Y seguiré siéndolo?
—¿Me estás preguntando si te seré fiel? Por supuesto.
—¿Cómo puedes responder con tanta seguridad?
Harry sonrió, divertido. Tenía una boca preciosa.
—¿Sospechas que es una respuesta ensayada? Y yo que pensaba que creías que siempre era
honesto contigo...
Ella bajó la vista con timidez.
—La idea de que otra mujer te disfrute como te he disfrutado yo me resulta muy molesta.
—¿Molesta? —repitió él, sonriendo.
—Intolerable —se corrigió ______.
—Eso no podemos consentirlo. Por lo tanto, tendré que serte fiel.
No muy satisfecha con su respuesta, lo provocó:
—Seguiré tus pasos al respecto, igual que los he seguido en los demás aspectos de nuestra
relación.
—Pero bueno, señorita Martin. Si no te conociera mejor, juraría que me estás amenazando.
______ se miró los dedos, apoyados en la blanca tela de la camisa.
—Sólo si me engañas.
Echándose a reír, él la agarró por la cintura y dio unas vueltas con ella.
—¡Harry! —______ lo miró con los ojos muy abiertos. Mientras lo hacía, su expresión cambió y se
ruborizó.
—Me encantas —dijo él con voz ronca.
—Tú me confundes. Y me hechizas.
—Y te excito.
—Con demasiada facilidad —admitió ella, acariciándole el pelo, incapaz de resistirse a la
tentación.
—Yo te deseo hasta cuando estamos separados. ¿Puedes decir tú lo mismo?
—Sí, te deseo siempre, menos cuando estoy reprendiéndome por haber tomado una decisión tan
importante con los ojos cerrados.
Dejándola en el suelo, Harry le acarició el cabello con reverencia.
—Tu mente quiere comprender lo que sientes. Yo he renunciado a hacerlo, pero tú te resistes. Es
una de las cosas que más admiro de ti. Pero te pediría que si tienes dudas o preocupaciones, las
consultes directamente conmigo. Dime lo que necesitas y encontraré una manera de proporcionártelo.
_______ creyó en su sinceridad. Le hacía sentir que era importante para él. Necesaria. Nunca antes
se había sentido necesaria para nadie. Era una sensación nueva y aún le costaba asimilarla.
—Lo que necesito —replicó, cogiéndole una mano y colocándole la otra sobre el hombro— es
que aprendas a bailar el vals. Quiero bailar contigo.
Harry le puso la mano en la cintura.
—Es justo. Saber bailar siempre ha estado en tu lista de requisitos para pretendientes.
—Pero sé que con ninguno de ellos disfrutaré tanto como contigo —reconoció ella con una
sonrisa—. Tienes un aura de peligro y un modo de moverte muy seductor, que encaja a la perfección
con la sensualidad del vals.
La sonrisa de Harry hizo que se le acelerara el corazón.
—Quiero encargar un vestido nuevo para ti, para que lo estrenes el día que bailemos el vals en
público por primera vez. ¿Te lo pondrías?
Encantada de que quisiera hacerle un regalo, asintió. Hacía mucho tiempo que no recibía un
regalo de un ser querido. Su tío no solía saber ni qué día de la semana era; era imposible que recordara
las fechas especiales.
—No sé si podré esperar hasta entonces —susurró él, enderezando la espalda—. Enséñame
rápido.—
Será un placer. —El tono de voz de ______ cambió. Con frases cortas y directas, empezó a darle
instrucciones—: En el vals alemán hay nueve posiciones. Y no puedes olvidarte de la regla básica en
ningún momento. Debemos mantener siempre esta distancia entre nosotros.
—Estás demasiado lejos —se quejó Harry, mirando el espacio que los separaba.
—Tonterías. Durante el vals, las parejas se alejan del grupo y se centran el uno en el otro. Es
imposible un mayor grado de intimidad.
—Fuera de la cama.
______ reprimió una sonrisa. No debía alentar sus inclinaciones canallas, por mucho que le
gustaran. Él era distinto de los demás hombres que conocía. Era un demonio, en el mejor de los
sentidos.
—Con cuidado —lo reprendió ______, con cierta severidad—. Cuando apoyes el pie en el suelo,
tienes que volver las puntas hacia fuera. —Se lo mostró—. Y debes levantar la pierna.
Ella no perdía la concentración a pesar de sus continuos comentarios provocativos. Le enseñó
cada una de las posiciones y los pasos. Al principio parecía que le diera miedo moverse. Cuando _______
se lo hizo notar, él refunfuñó:
—No quiero pisarte, maldita sea.
Pero pronto fue adquiriendo confianza. Ella respondía con facilidad a sus movimientos. Los
pasos cada vez le iban saliendo de manera más natural, y colocaba los brazos con más elegancia.
Cuando su postura era perfecta, ______ lo alababa y, cuando no lo era, se burlaba de él.
A medida que fue pasando el rato, el aire a su alrededor se impregnó de su aroma a especias y
bergamota. Los movimientos hacia delante y hacia atrás del baile se convirtieron en una especie de
preliminares para _______. Los giros le calentaban los músculos, mientras que los breves instantes en que
sus cuerpos entraban en contacto despertaban sus sentidos. Al notar los poderosos hombros de él
flexionándose bajo sus dedos, era casi imposible no recordar lo deliciosos que eran esos hombros
cuando estaba desnudo y excitado.
La respiración se le agitó.
Harry le dirigió una enigmática sonrisa.
—Me gusta.
—¿El baile?
—Cómo me sigues al bailar. Me gusta notar que tu cuerpo se mueve como yo le ordeno que se
mueva, con sólo una ligera sugerencia por mi parte.
—Te gusta tener el control.
Él se detuvo en seco. Se estaban mirando fijamente. Sus labios casi se rozaban.
—Y a ti te gusta que yo tenga el control.
—Tal vez —admitió ella, bajando la vista hasta sus labios—. Aunque mi objetivo es perder el
control.
La mano de Harry le sujetó la cintura con más fuerza.
—¿Me está haciendo proposiciones deshonestas, señorita Martin?
—Y si fuera así, ¿qué harías?
—Lo que tú quisieras.
Harry dio un paso al lado para que sus cuerpos quedaran frente a frente, totalmente alineados.
Era tan alto y fuerte que, a su lado, _______ se sentía pequeña y delicada, aunque nunca amenazada.
—Ya sabes lo que quiero —susurró ella, ruborizándose.
—¿Un beso? —preguntó él, quitándole una horquilla que se le había quedado en el pelo—. ¿Un
abrazo?
—Más.
—¿Cuánto más?
Cuando _____ se mordió el labio inferior, Harry le levantó la barbilla con un dedo.
—La timidez no tiene cabida entre nosotros.
—No quiero ser... demasiado atrevida.
—Cariño —la tranquilizó él con su voz suave y cálida—, ¿aún no eres consciente de lo mucho
que disfruto de tu estima y tu deseo? ¿No te he dicho todavía lo mucho que me complacen, el gran
placer que obtengo de ellos?
—Como si yo fuera la única mujer que te admira —contestó ella con sarcasmo.
—Eres la única mujer cuya admiración me interesa.
—¿Por qué? No tengo nada especial. Acepto que poseo algunas características agradables, pero
hay cien mujeres que me superan en todas ellas.
—Pero no las combinan como tú. —Deslizó la mano por su mandíbula hasta cubrirle un pecho y
observó su reacción al acariciarle el pezón con el pulgar—. Me encanta que seas hermosa e inteligente
y que me desees constantemente. Eres perfecta.
El cuerpo de ______ reaccionó instantáneamente a su hábil caricia. Los pezones se le contrajeron
hasta convertirse en dos guijarros doloridos y la carne entre sus piernas le empezó a palpitar.
—Dime qué deseas —la animó él, sujetándola con fuerza por las caderas. Con dos dedos, le
retorció la punta del pezón, tirando de él, pero lo hizo con tanta delicadeza que _______ no obtuvo ningún
alivio.
Se sentía encendida, sin voluntad. Como embriagada. Llevaban a solas casi una hora,
prácticamente pegados. Harry se había estado moviendo todo ese tiempo. Ver cómo lo hacía era una
provocación constante. No podía evitar desearlo. Y estaba demasiado enamorada para contenerse.
—Quiero verte desnudo —murmuró.
Él hizo un sonido que a ella le recordó al ronroneo de un gato.
—¿Por qué?
______ lo agarró por las solapas, sin poderse reprimir.
—Quítate la chaqueta.
La sonrisa traviesa de Harry mientras se quitaba la costosa prenda y la dejaba caer al suelo le
robó el aliento.
—¿Mejor así?
—No es suficiente. —Le acarició los brazos por encima de la camisa. En el espejo que quedaba
detrás de ellos disfrutó de la visión de sus nalgas y sus muslos. La vista, el olfato, el tacto... todo le
resultaba estimulante.
Él miró por encima del hombro.
—Sigues sorprendiéndome muy agradablemente. ¿Quieres que cuelgue un espejo encima de la
cama?—
Harry... —Un escalofrío de placer y vergüenza la recorrió—. No me atrevería a mirar.
—Pues yo creo que no podrías apartar la vista. ¿Quieres que te lo demuestre?
______ se quedó inmóvil.
—¿Aquí?
—¿Crees que tu tío nos interrumpirá?
Ella negó con la cabeza.
—Pero ¿cómo? —preguntó, con la cabeza llena de imágenes, tratando de imaginarse cómo
copular sin una cama.
—Tienes unos pezones preciosos —murmuró Harry, atrayendo la atención de ella hacia su
corpiño. Estaba excitada, eso era innegable—. Tan pequeños y delicados.
Cuando trató de cubrirse con las manos, él se lo impidió.
—No es justo que te tapes cuando yo no puedo hacerlo.
Siguiendo el gesto de su mano con la vista, se encontró con su descarada erección, que luchaba
por abrirse camino entre sus pantalones. Se le escapó un gemido de deseo. Deseaba estar a solas con
él; ver su poderoso cuerpo sobre el suyo, flexionándose, presionándose contra ella, y su largo y grueso
pene hundiéndose en su interior. Aunque aún tenía alguna molestia, la atracción del orgasmo era
demasiado grande como para resistirse.
Harry se acarició descaradamente por encima de los pantalones.
—No puedo darte lo que deseas tan pronto.
—¿Por qué no? —preguntó ella, olvidándose de sus inhibiciones a causa del deseo.
—Aún estás dolorida y no llevo un condón encima.
Consciente de que a Harry le costaba resistirse a sus deseos, se le acercó más. Con una mano lo
sujetó por la nuca y con la otra le agarró posesivamente una nalga, mientras se frotaba contra él como
un gato.
El pecho de él retumbó al echarse a reír, lo que estimuló aún más los pezones de _______.
—Descarada —le dijo al oído, antes de doblar las rodillas y apretar su erección contra el sexo
hinchado de ella. Aprovechando su dureza, se frotó repetidamente justo donde ______ más lo necesitaba.
—Sí —jadeó ella, clavándole las uñas—. Esto es lo que quiero.
Los labios de Harry volvieron a buscarle la oreja.
—No puedes tenerlo todavía, ya te lo he dicho, pero puedo hacer que te corras. ¿Te gustaría?
—Por favor —respondió ______, febril.
—¿Estás lo bastante húmeda para mí?
—¡Harry!
—Muéstramelo. —Se alejó dando un paso atrás—. Levántate las faldas y deja que te vea.
A pesar de la intensidad del deseo que sentía, le daba mucha vergüenza cumplir su petición. Una
cosa era perder el control entre sus brazos y otra muy distinta estar sola y desnuda, exhibiéndose como
una mujerzuela.
—No puedo.
—Te prometo que, si lo haces, recompensaré tu valor.
______ luchó contra años de educación y contra los recuerdos de la promiscuidad de su madre.
Después de tanto tiempo creyendo que la intimidad se conseguía tras un largo período de convivencia,
estaba descubriendo que también podía basarse en la confianza.
Se agarró las faldas con las manos.
—Supongo que has visto innumerables calzones antes.
A Harry le temblaron los labios mientras luchaba por no echarse a reír.
—¿Innumerables? ¿Tan depravado crees que soy?
—Lo bastante depravado como para pedirme que haga esto.
—Es verdad —concedió él con una inclinación de cabeza—, aunque en realidad no te lo he
pedido.
_______ deseó reñirlo por ser tan arrogante, pero en ese momento su cerebro recordó algo que la
distrajo. «Y muchos de esos hombres son tan hábiles en ese campo que las mujeres se olvidan de todo
lo demás», había dicho Harry el día que se conocieron.
Había conseguido que uno de esos hombres quisiera practicar sus habilidades con ella. Sería una
idiota si no aprovechara la ocasión.
Antes de poder cambiar de idea, se levantó la falda del vestido.
La mirada de Harry hizo que se le erizara el vello de la nuca.
—Qué valiente eres —la elogió.
Animada por sus palabras, se desató la cinta que le sujetaba los calzones a la cintura. La prenda,
con adornos de encaje en la parte de abajo, cayó al suelo y quedó alrededor de sus tobillos.
—______, dulce ______ —murmuró Harry. Con el pie, desplazó la chaqueta que había tirado al
suelo, hasta que quedó delante de ella—. Eres más generosa de lo que merezco.
Se dejó caer de rodillas sobre la chaqueta.
Mientras observaba sus rizos de color rojo oscuro entre sus piernas, _______ se excitó tanto que
perdió el equilibrio y se tambaleó ligeramente. Él le sujetó la cadera con una mano. Con la otra, le
cogió la cinturilla de los calzones y tiró de ellos para acabar de quitárselos.
Le separó las piernas y, cuando ella trató de cerrarlas, le colocó el pie donde él quiso y se lo
mantuvo fijo en el suelo con fuerza. Deslizó una mano entre sus piernas, separándole los húmedos
pliegues y acariciándoselos con delicadeza.
—Creo que fuiste hecha para mí —dijo con voz ronca—. Mira qué húmeda estás.
Ella movió las caderas sin poder evitarlo.
—Harry...
Éste se inclinó hacia delante, hasta que su aliento alcanzó los rizos mojados. ______ se tensó,
expectante.
—Vamos a ver si puedes humedecerte aún más.
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
Hermosas de mi vida,adapté rápido porque prometí cap. hoy,así que perdón si hay algún nombre que no va xd.
Gracias por siempre pasarse.
Las espero <3
Gracias por siempre pasarse.
Las espero <3
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
Jajajajajajaja ok ok ok está bien, te has ganado tus tacos... De qué los quieres???iohmyzayn escribió:Bueno,me los gané entonces,porque de verdad,te lo juro,que lo único que lo daño todo fue matematica,pero después en todo lo otro me fue super bien djkksdjdskasí que tacos para Priscilla :B Exijo saber tu nombre,right now. :eaea:Pulguita58 escribió:No worries baby! Cómo te fue con los exámenes??? Tienes qué rendir bien si quieres tacos nenaaaaa majaba a
Ksssss
Mi nombre? Me llamo Karina, pero mis amigos me llaman Kerrie, así que soy Kerrie :corre:
Ahora leeré el capituloooooo :maloso:
Ksssss
Karrie58
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
¿de qué los quiero? No sé,aqui los hacen con carne molida,ensalada,guacamole,picante y todo eso,un lio de cosas,con lo que quieras me lo invitas!Pulguita58 escribió:Jajajajajajaja ok ok ok está bien, te has ganado tus tacos... De qué los quieres???iohmyzayn escribió:Bueno,me los gané entonces,porque de verdad,te lo juro,que lo único que lo daño todo fue matematica,pero después en todo lo otro me fue super bien djkksdjdskasí que tacos para Priscilla :B Exijo saber tu nombre,right now. :eaea:Pulguita58 escribió:No worries baby! Cómo te fue con los exámenes??? Tienes qué rendir bien si quieres tacos nenaaaaa majaba a
Ksssss
Mi nombre? Me llamo Karina, pero mis amigos me llaman Kerrie, así que soy Kerrie :corre:
Ahora leeré el capituloooooo :maloso:
Ksssss
AHHH,tengo una tía que se llama Karina también ksdjhjsjfd.
emotion.
Yo soy Priscilla,ya sabes ;)
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
jajajaja es que aquí en México básicamente cualquier cosa que pongas en una tortilla se convierte en taco, por eso preguntaba. Como soy re buena onda, aquí están tus tacos, les llamamos tacos al pastor (llevan carne de res adobada y piña) simplemente DE-LI-CIO-SOOOOSSSSS!!!iohmyzayn escribió:¿de qué los quiero? No sé,aqui los hacen con carne molida,ensalada,guacamole,picante y todo eso,un lio de cosas,con lo que quieras me lo invitas!Pulguita58 escribió:Jajajajajajaja ok ok ok está bien, te has ganado tus tacos... De qué los quieres???iohmyzayn escribió:Bueno,me los gané entonces,porque de verdad,te lo juro,que lo único que lo daño todo fue matematica,pero después en todo lo otro me fue super bien djkksdjdskasí que tacos para Priscilla :B Exijo saber tu nombre,right now. :eaea:Pulguita58 escribió:No worries baby! Cómo te fue con los exámenes??? Tienes qué rendir bien si quieres tacos nenaaaaa majaba a
Ksssss
Mi nombre? Me llamo Karina, pero mis amigos me llaman Kerrie, así que soy Kerrie :corre:
Ahora leeré el capituloooooo :maloso:
Ksssss
AHHH,tengo una tía que se llama Karina también ksdjhjsjfd.
emotion.
Yo soy Priscilla,ya sabes ;)
Ahora, hablando del capi.... pfffff qué cosas eh! Por qué Harry no le dijo la verdad a Rayis sobre su vínculo con Montague!?!? aaaaah me imagino la cara de Harry cuando Rayis le dijo que si las peleas eran normales en cualquier relación que ella no quería seguir adelante jajajaajaj :jajajaj: :OWO:
aaaaah esos muchachos calientes, quéeeee barbados nada más andan de pecaminosos pensando en cosas pecaminosas jajajaaj
En fin Pris (te puedo decir Pris? o cómo quiere usté que le diga???) me retiro y nos vemos en el siguiente capítulo.
Espero que te hayan gustado los tacos, prometo enviarte después otra variedad de tacos jajajaja
ksssss
Karrie58
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
AYYY,tengo hambre :c .Pulguita58 escribió:jajajaja es que aquí en México básicamente cualquier cosa que pongas en una tortilla se convierte en taco, por eso preguntaba. Como soy re buena onda, aquí están tus tacos, les llamamos tacos al pastor (llevan carne de res adobada y piña) simplemente DE-LI-CIO-SOOOOSSSSS!!!iohmyzayn escribió:¿de qué los quiero? No sé,aqui los hacen con carne molida,ensalada,guacamole,picante y todo eso,un lio de cosas,con lo que quieras me lo invitas!Pulguita58 escribió:Jajajajajajaja ok ok ok está bien, te has ganado tus tacos... De qué los quieres???iohmyzayn escribió:Bueno,me los gané entonces,porque de verdad,te lo juro,que lo único que lo daño todo fue matematica,pero después en todo lo otro me fue super bien djkksdjdskasí que tacos para Priscilla :B Exijo saber tu nombre,right now. :eaea:Pulguita58 escribió:No worries baby! Cómo te fue con los exámenes??? Tienes qué rendir bien si quieres tacos nenaaaaa majaba a
Ksssss
Mi nombre? Me llamo Karina, pero mis amigos me llaman Kerrie, así que soy Kerrie :corre:
Ahora leeré el capituloooooo :maloso:
Ksssss
AHHH,tengo una tía que se llama Karina también ksdjhjsjfd.
emotion.
Yo soy Priscilla,ya sabes ;)
Ahora, hablando del capi.... pfffff qué cosas eh! Por qué Harry no le dijo la verdad a Rayis sobre su vínculo con Montague!?!? aaaaah me imagino la cara de Harry cuando Rayis le dijo que si las peleas eran normales en cualquier relación que ella no quería seguir adelante jajajaajaj :jajajaj: :OWO:
aaaaah esos muchachos calientes, quéeeee barbados nada más andan de pecaminosos pensando en cosas pecaminosas jajajaaj
En fin Pris (te puedo decir Pris? o cómo quiere usté que le diga???) me retiro y nos vemos en el siguiente capítulo.
Espero que te hayan gustado los tacos, prometo enviarte después otra variedad de tacos jajajaja
ksssss
Los tacos son tacos,donde quiera que sea,pero Dios mío,aceptemos que allá son mejor que en cualquier otro lugar.Mi mamá los hace buenos,pero,entre nosotras,pueden haber mejores xd.
En esa relacion,yo pienso que la de la discordia es raya,hace mucho drama.Se supone que él tiene que cuidarla y así,entonces que no pregunte tanto,Harry anda encubierto :"D.
Son dos panes tostados y quemados.Más calientes que el horno en navidad.
psss,Harry no me hace caso :c.
Dime como quieras,no importa,unos me dicen Pri,Prisci,otros Priscilla,mis amigas me dicen psychp...en fin,tengo una de apodos increible,pero llamame como quiera,como más gustes :love: .
Estaré pendiente de mis tacos,así que los esperaré.
Esta noche subo capítulo,asi que te espero por aquí.
bye bye <3333333
Good Vibes.
Re: Orgullo y placer-Harry Styles y tu-HOT-ADAPTADA-TERMINADA.
Eh. ¿Qué dijiste?
Ayer leí el capítulo :llama:
Pero no comenté porque en cuánto lo terminé de leer mi mamá me avisó que la cena estaba lista, y bueno. Primero están mis dientes que mis parientes, ahqué xd jajajaja. Sabes que te amo infinitamente, yo también he extrañado charlar contigo y hacer el tonto, pero tengo mi tiempo medido. Ya no aguanto nada despierta, ahora mismo apenas darán las 11 y ya se me están cosiendo los ojos por el escozor de la pantalla xd
De hecho no me he puesto mis lentes y me hace daño
Y tengo mucha tarea que hacer este fin de semana. ¿Sabes lo horroroso que es? Supongo que lo sabes bien Pris, la escuela es la cosa más fea del mundo u.u
QUÉ CAPÍTULO MUJER, QUÉ CAPÍTULO
Fue todo tan, lentamente seductor. Imagínate no más, enredada en los fuertes brazos de Harry Styles durante más de una hora bailando, pegada a su escultural cuerpo, oliéndolo, bebiéndose de su vitalidad y su dfjhfjdf hermosura tan dsfjhsdkf perfecta. Omg, yo me orgasmeo xd
Baja la chancla, vengo en son de paz con tu hombre:p
Mira, Haroldo es mi amor al igual que Nayal, solo que Niall es como, un amor más fuerte porque con él me veo haciendo hijos, criándolos, paseando por el parque, teniendo trece trece xd, estando viejitos dsjfhdkf *se va al rincón a llorar*
Estúpida realidad:(
Pero bueno... no te enfurruñes xd
NO SÉ, TE AMO. Y ojalá la sigas pronto, para mañana, antes de que me enfrasque en la webcam que van a hacer los Wandi pal 1DDay, porque madrugaré, los veré en vivo y en directo durante 7 horas seguidas y seré la muchacha más feliz del universo. Oh seh.
Ahorita no, quiero irme a dormir y querré leer en lo interesante que se quedó. ¿Por qué nos cortaste el hilo de la morbosdad? xd queríamos leer cosiwis así, ah xd jajajaj.
VI TACOS ARRIBA, QUIERO TACOS
Hace siglos que no como tacos, tengo ganas de unos de suadero y de adobada, yoom. Ricos tacos. Te los restriego en la cara xd EL PAÍS DE LOS TACOS JAJAJAJA.
Nos leemos pronto chiquibaby, te amo un montón
Ayer leí el capítulo :llama:
Pero no comenté porque en cuánto lo terminé de leer mi mamá me avisó que la cena estaba lista, y bueno. Primero están mis dientes que mis parientes, ahqué xd jajajaja. Sabes que te amo infinitamente, yo también he extrañado charlar contigo y hacer el tonto, pero tengo mi tiempo medido. Ya no aguanto nada despierta, ahora mismo apenas darán las 11 y ya se me están cosiendo los ojos por el escozor de la pantalla xd
De hecho no me he puesto mis lentes y me hace daño
Y tengo mucha tarea que hacer este fin de semana. ¿Sabes lo horroroso que es? Supongo que lo sabes bien Pris, la escuela es la cosa más fea del mundo u.u
QUÉ CAPÍTULO MUJER, QUÉ CAPÍTULO
Fue todo tan, lentamente seductor. Imagínate no más, enredada en los fuertes brazos de Harry Styles durante más de una hora bailando, pegada a su escultural cuerpo, oliéndolo, bebiéndose de su vitalidad y su dfjhfjdf hermosura tan dsfjhsdkf perfecta. Omg, yo me orgasmeo xd
Baja la chancla, vengo en son de paz con tu hombre:p
Mira, Haroldo es mi amor al igual que Nayal, solo que Niall es como, un amor más fuerte porque con él me veo haciendo hijos, criándolos, paseando por el parque, teniendo trece trece xd, estando viejitos dsjfhdkf *se va al rincón a llorar*
Estúpida realidad:(
Pero bueno... no te enfurruñes xd
NO SÉ, TE AMO. Y ojalá la sigas pronto, para mañana, antes de que me enfrasque en la webcam que van a hacer los Wandi pal 1DDay, porque madrugaré, los veré en vivo y en directo durante 7 horas seguidas y seré la muchacha más feliz del universo. Oh seh.
Ahorita no, quiero irme a dormir y querré leer en lo interesante que se quedó. ¿Por qué nos cortaste el hilo de la morbosdad? xd queríamos leer cosiwis así, ah xd jajajaj.
VI TACOS ARRIBA, QUIERO TACOS
Hace siglos que no como tacos, tengo ganas de unos de suadero y de adobada, yoom. Ricos tacos. Te los restriego en la cara xd EL PAÍS DE LOS TACOS JAJAJAJA.
Nos leemos pronto chiquibaby, te amo un montón
Invitado
Invitado
Página 7 de 12. • 1, 2, 3 ... 6, 7, 8 ... 10, 11, 12
Temas similares
» Mi Protector (Harry Styles y tú)// El reencuentro// temporada final//Terminada con orgullo
» Me, Myself And I (adaptada) Harry Styles y tu [Terminada]
» Me, Myself And Him (adaptada) Harry Styles y tu 2da temporada [Terminada]
» Looks Can Be Deceiving [Harry Styles] ||Adaptada|| Terminada
» Ayúdame (Harry Styles y tu) HOT Adaptada TERMINADA
» Me, Myself And I (adaptada) Harry Styles y tu [Terminada]
» Me, Myself And Him (adaptada) Harry Styles y tu 2da temporada [Terminada]
» Looks Can Be Deceiving [Harry Styles] ||Adaptada|| Terminada
» Ayúdame (Harry Styles y tu) HOT Adaptada TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 12.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.