Re: De clase a clase. (larry stylinson) Terminada.

por Invitado Jue 03 Oct 2013, 11:14 pm

Justme_95 escribió:Esta genial
Espero que la sigas pronto:)

Hola:)
Ya la sigo gracias:)
Saludos
Bye.

por Invitado Jue 03 Oct 2013, 11:16 pm

Debby1D escribió:omg hfgsjdgh. esta adaptación va a ser buenísima.
Ya desde un principio es evidente lo mucho que van a chocar al tener los dos ese tipo de personalidad.
Ademas Louis prefiere ser tops (? ah JAJAJ.
La original es tambien de dos chicos no? (es bastante obvio que si pero bueno, curiosidad JAJ)
Seguila pronto por favor!
Adios ♥

Hola.
Espero que no decepcione:)
Oh si los dos son todos un machos, malotes!
Si la original es sobre dos muchachos. Ahhh cuando la leí, casi morí.
Ya la sigo.
Gracias:)
Bye

por Invitado Jue 03 Oct 2013, 11:17 pm

Neljaiddys escribió:Nueva lectora!

Ay lo ame.

Holaa:)
Que bueno que te guste:)
Ya la sigo.
Saludos.
Bye

por Invitado Jue 03 Oct 2013, 11:22 pm

CIENCIAS SOCIALES

Durante el resto de las clases de la mañana Louis se sintió algo inquieto. Oía susurros a su alrededor, y no creía que se equivocara mucho pensando en que algo tenían que ver con él. Sentía miradas de soslayo, risitas apagadas y algún que otro dedo acusador oculto. Sin embargo, llegó el final del día y se dirigió a la parada de autobús con paso rápido. Había una hora hasta su casa debido al cambio de instituto. Tenía ganas de llegar y pasar la tarde con sus amigos jugando al baloncesto o la play.

No cambiaría a Jorge, Rafa y Edu ni por una súper mamada de varias horas. Bueno, quizás por un revolcón con aquel tío de ojos verdes, que emanaba heterosexualidad por todos sus músculos, pensaría en cambiar a Jorge cuando rayaba contando cómo se tiraba a una y otra cada fin de semana.

Edu también era gay. A Jorge y Rafa les gustaba llamarlos “los amantes”, pero nada más lejos de la realidad. A Edu lo conocía desde pequeño. Curiosamente era uno de aquellos niños que se estuvieron bañando en el lago cuando Louis descubrió que le gustaba más una buena anaconda que una ostra con premio dentro. Pero por alguna razón siempre consideró a su amigo como….eso, su amigo. Jorge y Rafa entraron en su vida más tarde, justo cuando se cambió de instituto por primera vez. A todos les gustaba el baloncesto, y eso fue lo que hizo que su amistad cuajara, sin importar si te gustaba más dar o recibir, o ambas.

-¿Cómo fue tu primer día? ¿Has hecho ya amigos rompiendo algunos culos? – el doble sentido que Jorge le daba a casi todos sus comentarios cuando quería molestar a Louis lo tenía ya escarmentado.

-Si, pero esta vez he sido niño bueno y he guardado la ultima ronda para ti – contestó Louis quitándole el balón y encestando desde la línea de triples.

-¿Dónde está “tu amante”? – ese era Rafa, sentado en el banco al lado de la cancha de baloncesto, donde dos veces por semana se reunían para jugar un dos contra dos, atándose los cordones de sus zapatillas de deporte.

-Aquí estoy – Edu corría ligero hacia ellos listo para el juego.

-Venga, vamos a jugar a ver si después me da tiempo y voy al centro comercial que tengo que hacer algunas compras – dijo Louis mientras se estiraba preparándose para el partido.

-Oye, ¿Cómo estuvo tu día? ¿Algo interesante? – Louis sabía perfectamente lo que por interesante definía Edu: chico follable, a ser posible grande y machote. Así le gustaban a su amigo. Él era más “del recibir”.

-Tanteando el terreno – contestó Louis con un ligero encogimiento de hombros.

-No tantees y trabaja sobre él, que como sigas con los tanteos, el terreno se seca como estás tu: seco, a dos velas desde….¿Hace cuanto? ¿Tres meses? – dijo Edu levantando los dedos y contando hasta tres.

-Cállate ya cabrón y vamos a jugar.

A la mañana siguiente, aquel picor en su nuca con el que se fue del instituto el día anterior era más palpable aún. La tímidas miradas hacía él se hacían más numerosas al igual que los cuchicheos. Se sentó en el mismo lugar y sacó sus libros.

-¿Perdona? ¿No te importa que me siente contigo? Olvidé el libro de mates en casa y… bueno... si no te importa…

Louis levantó su mirada hacia el muchacho que le hablaba. Rubio de pelo corto y menudo. Unos ojos color chocolate lo miraban expectantes esperando su respuesta con algo de miedo.

-¡Claro, por supuesto! Siéntate – contestó Louis haciendo un hueco en el banco para que el chico se acomodara.

-Gracias, soy Pedro – dijo el muchacho extendiendo su mano hacia Louis.

-Louis, bueno, mejor Lou – dijo estrechando la de Pedro.

-¿Qué te parece por ahora tu nueva “cárcel”? – preguntó Pedro mostrando una perfecta sonrisa de dientes blancos.

-Tanteando el terreno – Louis río para sí por su propia contestación.

-Bueno, no creo que sea muy diferente a otros institutos, incluso a pesar de lo que hayas oído de lo que se cuece aquí dentro.

Louis sólo le sonrió cuando el profesor de matemáticas entró. Durante la clase compartieron el libro e hicieron juntos los ejercicios que el maestro mandaba. Bueno, por lo menos en su segundo día ya hablaba con alguien. Eso había sido mejor que en los otros centros, que al tercer día, sin haber cruzado palabra con nadie, lo que sí había hecho era cruzar puños.

Al término de la clase, mientras llegaba el otro profesor, Louis observó como algunos alumnos les echaban miradas expiatorias a ambos.

-Esto... Pedro... ¿Hay alguna razón por la que deba sentirme tan observado? ¿No llevo la ropa adecuada o es que no les gustan los nuevos?

-Bueno… – Pedro soltó un ligera sonrisa dejando ver cautela y un poco de comprensión – Es que… hay un rumor… de… ti…

-¡Vaya! ¿Y ese rumor es que si te acercas te como o algo así? – preguntó Louis sonriendo ligeramente

-No, eeh, es sólo que… ese rumor dice la razón por la que estas aquí – Pedro bajó su mirada hacia sus manos en su regazo.

-¿Y ese rumor se basa en….? – dijo Louis con una mirada exasperada y haciendo un ademán con la mano instando a Pedro a seguir.

-Pues… que te han echado de otros institutos porque eres mar… eh, gay y pegaste a otros chicos por meterse contigo.

Louis lo miró por unos segundos, fijamente, observándolo como él solía hacerlo. Luego soltó un suspiro que sonó más engreído que otra cosa y negó con su cabeza rodando los ojos.

-Es que bueno… aquí… pues al pasado y lo que es cada uno se le da mucho importancia, es como… no sé… ver si puedes encajar y dónde.

-¿Te refieres a si debo encajar en el grupo de los tontos, de los populaes o los chupapollas? – quizás el tono que utilizó Louis fuera más severo de lo que pretendía. Al fin y al cabo aquel escuálido muchacho no había dicho nada que no fuera cierto.

-Si… bueno… algo así – dijo Pedro cabizbajo y casi en un murmullo.

-Y dime… Pedro ¿En que grupo encajas tú?

El chico levantó su cabeza, le miró en silencio durante unos segundos antes de contestar – En el de los chupapollas.

Al escuchar aquello, Louis no pudo reprimir una gran sonrisa en su cara. Su gay-radar nunca fallaba. Definitivamente, había hecho un nuevo amigo.

A la hora del recreo, se sentó en una mesa de la cafetería junto a Pedro para tomar el desayuno. Aquel niño era interesante, sonreía mucho, y Louis podía jurar que había descubierto hace poco que le iban las pollas, vamos, que el chico era virgen. Lo rodeaba un aura de inocencia y no sabía porqué, pero aquello instaba a Louis como a… ¿Protegerlo? No estaba seguro, pero se sentía a gusto con Pedro.

Mientras terminaba su café, de repente sintió como el murmullo, que hasta entonces vagaba por la cafetería, disminuyó ligeramente. Extrañado, Louis miró hacia la puerta y, flanqueando ésta, se encontraba el chico de ojos verdes con dos tipos a ambos lados que sólo les faltaba tener el letrero de “matones” escrito en su frente.

Harry entró, seguido por los otros dos como perros falderos, y se sentó en una mesa que estaba vacía junto a la barra de la cafetería. A Louis le pareció extraño que aún siguiera sin gente aquella mesa, ya que había muchos estudiantes de pie. Pedro giró su cabeza hacia donde miraba Louis, y éste pudo ver como un pequeño estremecimiento se apoderaba del cuerpo del joven.

-¿Quién es? – preguntó sin apartar la mirada del chico que, cada vez que lo veía, a Louis se le antojaba que estaba más bueno.

-Hazza – dijo Pedro en un susurro volviéndose hacia Louis. Casi diría que pudo notar como decía aquel nombre con una cautela extrema.

-¿Algún rumor acerca de él? – preguntó con una sonrisa petulante incluso para él.

-Digamos que el grupo al que nosotros pertenecemos y el suyo no se llevan bien.

-¿No te habrán hecho daño verdad? – “!Coño! Aquel sentimiento protector otra vez”

-No… bueno, no físico… es que… Lou, a ellos no se les toca, bueno a él. Una vez, un chico le dijo que se metiera su chulería por donde le cupiese. Al salir de clase, sin ni siquiera importarle quién pudiera estar viendo, lo estampó contra la pared y en menos de diez segundos le había roto la nariz y partido el labio. Le dijo que como volviera a meterse en su camino el siguiente sería su hermano. Eso es otra cosa que él tiene. No sé cómo lo hace, pero sabe de la vida de cada una de las personas de aquí dentro.

Louis volvió a mirar a Harry. Desde luego lo chulo le salía por los cuatro costados. Sentado en una silla, con el codo apoyado en el respaldo, la otra mano sujetando un café sobre la mesa y sus pies cruzados uno sobre otro sobre la silla justo enfrente suyo. De repente Louis se vio atrapado en el inmenso verde de aquellos ojos cuando Harry giró su cabeza hacia él. Y ahí estaba otra vez, aquella profunda mirada, aquel “te estoy observando, tanteando”. Cinco segundos… cinco segundos de sostener sus miradas sin apartarse, sin ceder el uno al otro, hasta que la campana del fin del recreo los hizo volver a sus clases.

Louis se despidió de Pedro diciéndole que si algún día quería, podía venir a echarse un partido de baloncesto con los suyos. A Pedro no le apasionaba aquel deporte pero dijo que alguna tarde se pasaría.

Al día siguiente, Pedro fue a sentarse directamente junto a Louis, lo cual éste agradeció bastante, ya que era el único estudiante que había hablado con él en los tres días que llevaba en su nuevo “hogar”. A la hora del recreo, iban camino a la cafetería cuando Louis tropezó con el pequeño cuerpo de Pedro, que sólo le cubría hasta su mentón.

-Pedro, ¿Pero qué…? – Louis dejó de hablar. Uno de los “matones” de Harry estaba apoyado sobre la pared junto a la puerta de la cafetería, con un cigarro en una de sus manos y la otra apoyada en el pequeño pecho de Pedro, impidiéndole el paso hacia adentro. Louis levantó una ceja, primero con asombro, para luego mostrar una cara como diciendo “¿Qué cóño te crees que estás haciendo?”.

El “matón número dos”, justo al lado del “número uno”, preguntó, con un deje de voz tan dominante que Louis se imaginó todas aquellas sesiones que su amigo Edu le había contado de cómo ser un buen sumiso si un buen dominante te acompañaba:

-¿A dónde te crees que vas, hadita?

“¿Hadita? ¡¿HADITA?! ¿Pero de qué coño va este gilipollas?”

-Necesitamos unos cuantos euros para el desayuno, cielito – escupió el “matón número uno” aún sosteniendo su mano en el pecho de Pedro.

-Yo… sólo tengo… para mí – dijo el chico con la voz más temblorosa que Louis creyó escuchar jamás.

-Pedrito, Pedrito, Pedrito – se burló el “matón número dos” con aquella voz de ultratumba – ¿Es que no aprendes, truchilla?

“¡Bueno, esto ya es el colmo!”

-A ver, Goyle – dijo Louis, cogiendo fuertemente la mano del matón que sostenía a Pedro y apartándola de un tirón – Si no tienes dinero, te lo sacas del culo, o que te lo dé tu madre y si no, se lo pides aquí a Crabbe.

Louis estaba entrando en su modo pit-bull, pues a pesar de que no habían utilizado aquellas palabras que más encendían a Louis a la hora de los insultos gratuitos a los gays, estas nuevas palabras bien podría incluirlas en su diccionario.

Al segundo siguiente de decir aquello, Pedro se petrificó en el lugar, y los dos matones se irguieron en su totalidad. La verdad, no es que fueran más grandes que Louis, ni tampoco sería la primera vez que se enfrentara a dos tipos.

-¿Qué pasa, maricón? ¿Eres su novio o qué? – dijo Goyle despectivamente haciendo que Crabbe le siguiera con una risa maquiavélica.

¡Crash! Eso fue lo que se escuchó antes de que un silencio ensordecedor se incrustara en la cafetería y fuera de ella. Goyle levantó su mirada, la nariz sangrando y probablemente rota.

-¡MALDITO CHUPAPOLLAS! – dijo Crabbe lazando su puño hacia Louis. Éste lo esquivó y hundió el suyo en los abdominales del chico, haciendo que se doblara debido al dolor. Goyle cogió a Louis del cuello con intención de estamparle la cara en la pared, pero Louis fue rápido y se volvió pegándole un rodillazo en la ingle, que, al igual que su amigo, se dobló y cayó al suelo con el dolor escrito es su cara.

El silencio seguía envolviéndolos. Pedro se había apartado mirando con ojos como platos la escena. Varios estudiantes habían salido a la puerta de la cafetería para ver lo que allí sucedía. Algunos murmullos comenzaron, pero duraron poco, ya que, bajando lentamente por las escaleras de al lado de la cafetería, una presencia que emanaba rabia y poder se situó justo enfrente de ellos.

-Hazza... – dijo Pedro apenas audible, y pasando por su cara un arco iris de colores para terminar en el blanco pajizo.

Lo que se presentaba ante Harry era inaudito. Sus dos amigos, Tony y Ramón, tirados en el suelo, muertos de dolor, el pequeño Pedro apoyado en la pared, más blanco que la cal y aquel tío… aquel que se había atrevido a sostenerle la mirada… aquel... maricón. Lo miró fijamente, más profundo y exhaustivo que las dos veces anteriores. El cabrón seguía sin apartar la mirada.

Con una voz que Louis sintió cómo le entraba por los oídos y se iba desplazando como un rayo por todas las terminaciones nerviosas de las que un cuerpo humano constaba, Harry dijo:

-¿Quién coño te crees que eres, puto – maricón – de – mierda?

Shock. Ese fue el primer sentimiento que capturó Louis tras aquella pregunta. Shock por cómo aquella voz, oscura, gutural y que le hizo un clic en sus bolas, le dejó casi tan petrificado como a Pedro varios minutos atrás. Shock por cómo aquella mirada se metía tan dentro de él casi acompañando el recorrido que la voz hizo por todo su cuerpo. Y shock porque, por mucho que aquel tío despertara en él unas sensaciones que ni Louis sabía como catalogar, al fin y al cabo, acababa de pronunciar esas cuatro palabras non gratas para su persona.

Todo aquel que había osado referirse a Louis con aquella frase había acabado en el hospital con varios huesos rotos. No supo por qué esta vez fue diferente. No supo por qué, en vez de estar preparando sus nudillos para romperle la cara al tipo, se acercaba lentamente, paso a paso hacía él. Una vez en frente, a tan sólo escasos veinte centímetros de él, dijo suavemente pero con mando:

-Vuelve a decirme puto maricón de mierda otra vez y tendrás mi gorda polla incrustada en tu culo virgen.

¡Wow! Ni el mismo creía que podía haber dicho eso. Sin embargo, sostuvo la mirada a Harry, quien, sin esperarlo Louis, dibujó una pequeña sonrisa chulesca, dejando claro que no se iba a amedrentar por un comentario así. Calmado, paciente, seguro de sí mismo y acortando distancia entre ambos, Harry contestó:

-Puto… maricón… de... mierda.

Louis se acercó un poco más. Ninguno se movía de su posición, ninguno reculaba, como intentando dejar claro que nadie cedería. Girando sus labios hacia el oído de Harry, Louis susurró:

-Vigila tu espalda.

La tensión estaba en todos lados. Se palpaba en Pedro, que aún seguía pegado a la pared, en los matones, que se habían levantado, no sin problemas, uno acunado sus huevos y el otro abrazándose a sí mismo por el vientre y los estudiantes, que inauditos habían presenciado aquel enfrentamiento de poderes casi sin soltar sus respiraciones.

La campana del recreo sonó, llevando a todos los presentes de vuelta a la realidad. Increíblemente, ningún profesor había hecho acto de presencia, cosa que Louis agradecía sumamente. No tenía ganas de lidiar con sus padres cuando sólo llevaba tres días allí. Se apartó de Harry, dirigiéndole una última mirada inquisitiva y agarró a Pedro para llevarlo dentro. Durante las clases siguientes, aquellos murmullos y miradas que lo habían acompañado desde su primer día, se intensificaron, pero bien sabía Louis que eran muy diferentes a los anteriores. Recogiendo sus cosas, pudo llegar a oír a una muchacha que le susurraba a otra:

-¡Vaya con el marica! Además de estar que te cagas de bueno, le acaba de plantar cara a Hazza. ¡Uffff! Lo que queda de curso va a estar muyyyyy interesante.

por Invitado Vie 04 Oct 2013, 12:38 am

"..cuando Louis descubrió que le gustaba más una buena anaconda que una ostra con premio dentro."
JAJAJAJAJAJJAAJJA no te puedo explicar lo mucho que me rei en esa parte.
Tambien con lo del gay-radar. Este Louis es el tipo genial de gay que quisiera de mejor amigo, lastima que no conozco ninguno (?
Fue muy tierno que quisiera proteger a Pedro, es que me lo imagino todo chiquitito e indefenso, pobre. JAJAJ
y cuando Harry lo insulto, crei que le iba a romper la cara en 3 pedazos, pero fue mucho mejorrrrrrrrrrrr JAJAJ
-Vuelve a decirme puto maricón de mierda otra vez y tendrás mi gorda polla incrustada en tu culo virgen

asjdjf Louis tops (?) ah.
Lo mejor del caso es que se lo dice, todo desafiante. Creerá que Louis esta bromeando? JAJAJ.
No se, van recien dos capitulos y ya me encanta. Creo que es algo tipico de tus adaptaciones.
Seguila pronto por favor!
Adios ♥

por **Love4Larry** Vie 04 Oct 2013, 6:33 am

Heeeey there!
New reader here!
La amo taaaantoooo
Tan rudox ellos que me matam!
I need more pls
Aaaah taldos xd
Un besoo! Xxx
PD: soy Pilar y no aoy de dejar grandes comentarios, im sorry xd pero tienes que saber que voy a estar aqui esperando por el otro <3

por Invitado Vie 04 Oct 2013, 12:38 pm

Oh dios mio.

*dead*

PER-FECTTT.

Bueno,
Me quede sin palabras.

Espero que la sigas pronto!

por **colorada** Vie 04 Oct 2013, 12:55 pm

Oh dios, es jodidamente genial esto!
Si fuera Harry vigilaría bien mi espalda jajajajajja
me encanta, me encanta!!
SIGUELA PRONTO, NECESITO LEER MAS :)

por Invitado Vie 04 Oct 2013, 4:34 pm

Debby1D escribió:"..cuando Louis descubrió que le gustaba más una buena anaconda que una ostra con premio dentro."
JAJAJAJAJAJJAAJJA no te puedo explicar lo mucho que me rei en esa parte.
Tambien con lo del gay-radar. Este Louis es el tipo genial de gay que quisiera de mejor amigo, lastima que no conozco ninguno (?
Fue muy tierno que quisiera proteger a Pedro, es que me lo imagino todo chiquitito e indefenso, pobre. JAJAJ
y cuando Harry lo insulto, crei que le iba a romper la cara en 3 pedazos, pero fue mucho mejorrrrrrrrrrrr JAJAJ
-Vuelve a decirme puto maricón de mierda otra vez y tendrás mi gorda polla incrustada en tu culo virgen

asjdjf Louis tops (?) ah.
Lo mejor del caso es que se lo dice, todo desafiante. Creerá que Louis esta bromeando? JAJAJ.
No se, van recien dos capitulos y ya me encanta. Creo que es algo tipico de tus adaptaciones.
Seguila pronto por favor!
Adios ♥

Hola!
Ja, lo se yo casi me mié de risa cuando lo leí, de echo muchas partes de esta novela me mataron de risa Si por pedrito, me lo imagino una persona muy inocente y chiquita aww!
Si esas palabras le salieron del alma a Louis. Me volveré loca, novela que leo y me gusta, novela que quiero adaptar. Creo que tendré que bajarle un poco.
Ya la sigo:)
Saludos.
Bye

por Invitado Vie 04 Oct 2013, 4:36 pm

Love4Larry escribió:Heeeey there!
New reader here!
La amo taaaantoooo
Tan rudox ellos que me matam!
I need more pls
Aaaah taldos xd
Un besoo! Xxx
PD: soy Pilar y no aoy de dejar grandes comentarios, im sorry xd pero tienes que saber que voy a estar aqui esperando por el otro <3

Hola, hola:)
Genial, que bueno que te guste.
A mi me gustan tus novelas:)
Si ellos todos rudos y así.
Ya la sigo:)
Saludos.
Pilar, lindo nombre!
Bye

por Invitado Vie 04 Oct 2013, 4:37 pm

Neljaiddys escribió:Oh dios mio.

*dead*

PER-FECTTT.

Bueno,
Me quede sin palabras.

Espero que la sigas pronto!

Hola!
jajaj, gracias por leer:)
Es bueno saber que te guste!
Saludoss!
Bye

por Invitado Vie 04 Oct 2013, 4:38 pm

colorada escribió:Oh dios, es jodidamente genial esto!
Si fuera Harry vigilaría bien mi espalda jajajajajja
me encanta, me encanta!!
SIGUELA PRONTO, NECESITO LEER MAS :)

Hola.
Ja, si la amenaza ya esta dada, veamos que hacen Louis.
Gracias por leer:)
Ya la sigo!
Saludoss!
Bye.

por Invitado Vie 04 Oct 2013, 4:44 pm

Educacion Fisica.

-¡Joder tíos! Ahora sí que creo que rompí el culo de quien no debía.

Louis manejaba los botones del mando de la play rápidamente mientras Jorge, Rafa y Edu apuñalaban los suyos, intentando matarse mutuamente en el juego que se vislumbraba en la pantalla del ordenador.

-¿Qué? ¿El chico se quedó con ganas de más y ahora babea por todos los rincones detrás de ti? – Jorge, como no, con sus estúpidos comentarios.

-A lo mejor se confundió y resultó ser una tía, no sería la primera vez – a la risa de Rafa le siguieron la de Edu y Jorge. Louis cerró los ojos. Odiaba que le recordaran aquello. Sólo fue una vez, y porque aquella chica tenía una espalda que no envidiaría nada a la de cualquier bombero de un calendario.

-Mamones – terminó diciendo Louis mientras mataba al avatar de Rafa y Edu a la misma vez – ¡Toma! Eso por gilipollas bocon. No es nada de eso. Es que en el instituto casi me lío a golpes con el que parece ser el mafioso del lugar, aunque bueno, a sus lacayos sí que los pateé un poquito.

Los tres chicos volvieron sus cabezas al mismo tiempo y tan rápido, que Louis juraría que alguno de ellos podría llegar a parecerse a la niña del exorcista si seguían con las trayectorias de sus cuellos.

-¿QUE HICISTE QUÉ? – dijeron Edu y Rafa a la vez.

-Venga Lou, vas a terminar pasando por todos los institutos de toda la ciudad sólo porque no aguantas que te insulten. Que te digan maricón es tan insultante como que a cualquiera le digan hijo de puta.

-Bueno, es que no sólo me insultaron a mí, también a Pedro – dijo Louis desechando el comentario de Rafa, ya que no era la primera vez que lo escuchaba. Bueno, ahora sí, definitivamente había tres niñas del exorcista sentadas junto a Louis en el sofá.

-¿Qué insultaron a quién? ¿Pedro? ¿Y quién coño es Pedro? – dijo Edu, hablando seguramente por todos los demás.

-Es un chico del instituto. El pobre es un fideo andante, pero un chico genial. Y cuando Goyle lo llamó hadita, me encendió hasta tal punt…

-¡Espera, espera, espera! – dijo Jorge levantando la mano y dando al pause del juego de la play – Dime cómo sólo en tres días te has hecho amigo de Mochilo, te has peleado con unos “lacayos” y has conocido a uno de los personajes de Harry Potter.

Louis no sabía a cuál de los tres mirar, ya que todos lo observaban esperando la respuesta de aquel rompecabezas. Les explicó más o menos como había sido la cosa, ocultando por supuesto el comentario que le había soltado a Harry con respecto a dónde metería su miembro, esperando la aprobación por parte de sus amigos del alma.

-Yo que sé, Louis. ¿Por qué no pasas de esos tíos hasta que termine el curso? Sólo faltan tres meses y es tu último año.

Louis no estaba muy seguro de que aquello fuera tan fácil, sobre todo después de aquel intenso intercambio de miradas entre Harry y él, que reflejaba claramente que aquello no había hecho más que empezar.

Las miradas seguían, pero ahora había como una admiración en ellas. Incluso algunas chicas, y algún que otro chico, le habían saludado sin ni siquiera saber quienes eran. Pedro desde luego se parecía cada vez más a Mochilo, como lo había bautizado Jorge. Con su flaco cuerpo y pegado todo el rato a la espalda de Louis, como si fuera su mochila. No le molestaba en absoluto, porque a decir verdad, se estaba encariñando con el chico. A veces pensaba que Pedro se había acercado a él porque lo veía como una especie de protector. Y básicamente eso era lo que sentía hacia el chico: protección.

A la hora del recreo, pensó que debería estar preparado para cualquier cosa, bueno, más bien para cualquier represalia, sin embargo nada ocurrió. Ni Harry ni sus matones aparecieron por la cafetería y, tras el recreo, se dirigió a las dos horas que le esperaban de educación física. Entró al vestuario. No estaba nada mal, entendiendo que aquel instituto no estaba situado en los mejores barrios de la ciudad, y teniendo en cuenta su reputación. Había amplios bancos con taquillas incrustadas en la pared y la parte de atrás daba a unas duchas bastante espaciadas entre sí. Se cambió de ropa y salió al gimnasio. Debía ser de los primeros, ya que sólo dos chicos más estaban fuera.

Aquella era la única clase que no hacía con la totalidad de los compañeros de su clase habitual. Pedro le dijo que él la daba los lunes y a Louis le tocaba los jueves junto con el bachillerato de tecnología. Él estudiaba el de ciencias. Le preguntó por qué no hacía la clase con él, pero tampoco insistió mucho en su contestación, ya que Pedro sólo le contestó con un escueto: no puedo.

Poco a poco, el gimnasio se fue llenando de alumnos y alumnas para comenzar la clase de gimnasia. En su “modo observación”, pudo ver cómo a algunos de ellos los reconocía de la cafetería, de su propia clase y otros que lo habían saludado por los pasillos sin saber quién era él. Y entonces... “!NO! ¡Mierda, mierda esto sí que no!”. De nuevo azul contra verde, yo más que tú. Harry se paró en seco a unos tres metros de Louis cuando levantó su cabeza tras haber terminado de acordonar sus zapatillas de deporte. Se fundieron en una intensa mirada, hasta que unas palmadas los sacaron de su ensimismamiento.

-A ver chicos, vamos a seguir con las clases de defensa personal – ¿Defensa personal? ¿Pero qué coño aprendía la gente aquí? ¿Es que no tienen el típico balón medicinal o las insufribles pruebas de resistencia? – Poneros cada uno con una pareja para hacer los estiramientos. ¡Ah! Tú eres el chico nuevo ¿eh?. Bueno, vamos a ver… – mientras decía esto, el profesor giró su cabeza como reconociendo a varios muchachos que se encontraban alrededor – ¡Harold! Ayuda al chico y enséñale los estiramientos.

Como el profesor estaba de espaldas a Louis, no supo quién era ese tal Harold hasta que el susodicho habló y a Louis se le heló la sangre.

-Jesús, la verdad es que preferiría formar pareja con un hombre y no con un chupapollas.

¿¡PERO ES QUE ESTE TÍO CADA VEZ QUE HABLARA IBA A DEJAR A LOUIS CONGELADO EN EL SITIO!?

Primero: esa voz, ESA MALDITA VOZ. Esta vez el clic lo sintió directo en su polla. Segundo: ¿Había llamado por su nombre al profesor con tanta confianza? Y tercero: ¿Se atrevía el gilipollas a llamarlo chupapollas delante del profesor y la clase entera? Estaba tan ensimismado intentando asimilar estas tres cuestiones, que su mente aún no había procesado el nombre de Harold.

-¡Hazza! Aquí se hace lo que yo digo. El papel de mafioso lo dejas para fuera de mi clase. ¿Entendido? – gritó el profesor severamente hacia Harry.

“Joder, el profesor tiene huevos” pensó Louis. Estaba a punto de abrir su boca para decirle a Jesús que tampoco le interesaba la compañía del cabrón, cuando el profesor se dirigió a él con un dedo acusador:

-¡Y tú! Como oiga una sola queja te vas derechito al despacho del director. Así que venga, ¡Todo el mundo a estirar! – y así, el profesor dio por zanjada la discusión.

Aunque ni mucho menos estaba liquidada entre aquellos dos, que se miraban como si se estuvieran destripando vivos. Louis desvió la mirada y observó en qué consistían los estiramientos: un compañero sobre el otro mientras el de arriba apoyaba su peso sobre la pierna flexionada del de abajo. Una pequeña sonrisa se dibujó en la cara de Louis. “Vas a ver mamón, ahora vamos a jugar a mi juego”. Se acercó a Harry, con una sonrisa de suficiencia y los brazos cruzados sobre su pecho.

-Así que, ¿Cómo me quieres? – la cara de Harry era un poema. Cómo iba a disfrutar Louis con esto.

-¿Qué? – preguntó Harry con una cara de asco que rivalizaría con la mismísima Cruella de Vil.

-¿Arriba o abajo?

El chico subió tanto sus cejas que Louis pensó que se confundirían con aquel frondoso pelo rizado. Pero, poco a poco, la mirada de Harry se volvió de entendimiento con el juego de palabras, y apareció aquella primera sonrisa que Louis vio el primer día. “Dios, si tan sólo te dejaras, cabrón…” Se acercó un poco a Louis y le dijo:

-YO, siempre estoy arriba.

-ESO, ya lo veremos. Pero HOY, te permito elegir – sin más Louis se tumbó sobre una colchoneta y flexionó su pierna derecha hacia su torso.

Harry lo miró dubitativo por un segundo, pero no tardó en posicionarse sobre su cuerpo. Apoyó su pecho en la pantorrilla de Louis, su mano la posó sobre la rodilla y la otra en la colchoneta para sujetar el peso. Poco a poco, dejó caer el cuerpo mientras sus miradas se conectaban de nuevo.

-Mmmm... – el gemido salió a cosa hecha de Louis. Quizás no tanto a cosa hecha, pero la intención era llevar a Harry al límite.

-Maldito cabrón, estás jugando con fuego – dijo el muchacho entre dientes, mientras se separaba un poco.

-A lo mejor me gusta quemarme – contestó Louis curvando sus labios en una sonrisa con intenciones.

-¡CAMBIO! – gritó el profesor a toda la clase dando una palmada.

Ambos se levantaron para cambiar posiciones, pero antes que Harry se tendiera sobre la colchoneta, agarró la camisa de Louis en un puño y le gruñó:

-Intenta algo y esa polla gorda que dices que tienes no volverá a enterrarse en ningún culo virgen, JAMÁS.

Louis, suave y sonrientemente, cogió la muñeca de Harry que estrangulaba su camiseta y la apartó.

-Te toca abajo, machote.

Harry cerró los ojos un momento. Louis podía sentir como contaba hasta diez. Tras abrirlos, se tumbó sin dejar de mirarlo, y subió su pierna. “¡Joder! ¡Esto cada vez es más divertido!”. Se tumbó sobre él, pero puso ambos brazos alrededor del chico, no en la rodilla, como lo había hecho Harry. Comenzó a bajar, lentamente, más que lento, suave, aprisionando poco a poco la pierna de Harry en su pecho, e intensificando la mirada en él.

Cuando ya no pudo ir más abajo, permaneció quieto: sus ojos se encontraban, sus brazos ligeramente doblados a los lados de la cabeza de Harry, pudiendo verse los músculos bien formados en ellos, su torso pegado a la pantorrilla del chico y sus caderas a escasos centímetros una de la otra. Para poner a Harry más nervioso, Louis bajó su mirada entre sus cuerpos, fijándose en la posición que habían quedado sus entrepiernas.

-Wow, machote, tienes algo grande ahí ¿eh?

En el momento en que Louis volvía a alzar la vista hacia su compañero de estiramiento, un jadeo casi imperceptible salió de la garganta de Harry. Sin esperar a la palmada, el chico apartó con brusquedad a Louis de encima suyo y se puso de pie en menos que canta un gallo. El grito del profesor se escuchó haciendo eco en el gimnasio y todos los alumnos se levantaron al unísono.

Jesús empezó a explicar algunas tácticas de defensa personal. Louis pensó que no se diferenciaban mucho de la manera en que él utilizaba la ventaja de su cuerpo grande y sus puños para defenderse.

-Haremos parejas para ir practicando – dijo el profesor.

-“Y dale con las parejitas, ¿Es que no podía ponerse él, como maestro que es, y enseñar a cada uno, UNO POR UNO?” – pensó Louis, rezando por que le pusiera con Harry, ya que ¡¡¡Uffffff!!! ¡Cómo pensaba desquitarse, Dios! Parece que ese tal dios sí que le escuchó, porque cuando el profesor dijo sus nombres, Louis no cabía en sí de gozo. Al parecer, Harry tampoco estaba descontento con la decisión de Jesús, a juzgar por la sonrisa de triunfo expuesta en su cara.

Esta vez, las parejas iban saliendo una a una al centro de un tatami improvisado con colchonetas. Todas fueron entrando y saliendo cuando iban acabando. Finalmente les tocó a Louis y Harry. La tensión se sentía, no sólo por ellos dos, si no por el resto de la clase también. Harry era una institución no reglada ni oficial en el instituto, pero sólo la mención de su nombre hacía que chicos y chicas desearan no estar en la posición de Louis. De todos era sabido el enfrentamiento del día anterior entre ambos, como buen cotilleo que corre rápido. Harry era consciente de aquello y no iba a dejar que un simple maricón de mierda le quitara aquel estatus.

El profesor dio la palmada del inicio y “la pelea” comenzó. Patadas, puñetazos, gruñidos, aquello parecía una reyerta callejera más que una clase didáctica de defensa personal. Jesús tuvo que separarlos varias veces y regañarles por no seguir los pasos que previamente él había instruido. Louis pensó que el cabrón era fuerte. Pocos con los que se había enfrentado habían conseguido llegar tan lejos con él. Y los que se echaba a la cara no eran del estilo de Pedro ni muchos menos, ya que esos ni se atrevían a mirarle debido a su ancho cuerpo.

En el último “asalto”, Harry consiguió enderezar un puñetazo certero en la mandíbula de Louis. Éste pensó que se había desencajado un poco. Justo cuando se llevaba la mano a su quijada para enderezársela, oyó decir a Harry bien alto para que todos escuchasen:

-Y ahora, puto maricón de mierda, vas a tener que chupar con pajita porque las pollas se acabaron para ti – y dicho esto le asestó un último golpe al otro lado de la mandíbula, haciendo que Louis cayera sobre las colchonetas con un pequeño río de sangre saliendo por su boca.

Mientras se recuperaba del impacto, o más bien de la paliza, y aun veía estrellitas en sus ojos, escuchaba vagamente como el profesor mandaba a todo el mundo a los vestuarios y como le gritaba a Harry. Consiguió enderezase, no sin sentir un leve mareo al ponerse de pie. Una vez que pudo enfocar sus ojos, su mirada se detuvo en Harry. “Te voy a reventar”

-¡Que os quede muy claro a los dos! ¡No pienso tolerar este comportamiento en mi clase! ¡Podéis moleros a palos fuera pero no aquí! Primer y último aviso chicos y Harold, sabes de sobra que no te conviene una expulsión. A los vestuarios, ¡Ahora!

Harry iba con paso firme delante de Louis. Una vez dentro, tres o cuatro alumnos estaban terminando de ducharse y recogiendo sus cosas. Tanto uno como otro comenzaron a desnudarse para meterse en las duchas. La mente de Louis era un hervidero de emociones: rabia, ganas de estrangular, furia, ira. No sabía cuál de ellas pesaba más. Su mandíbula dolía un huevo. No apartó la vista de Harry, y a pesar de que estaba desnudo, ambos lo estaban, por primera vez Louis no se deleitó en observar aquellos músculos recorridos por el agua como habría hecho en cualquier otra situación. Su modo pit-bull estaba ON. Harry lo miró.

-¿Qué pasa chupapollas? ¿Te has quedado con ganas de más?

Louis hizo caso omiso al insulto por primera vez en su vida. Su mente trabajaba rápido. Ni si quiera cambió su expresión a una petulante o de rabia. Estaba allí de pie, desnudo, con el agua mojando sus cabellos y su cuerpo. Por fin oyó lo que esperaba. La voz del último alumno que quedaba en los vestuarios se apagó. Y ahora sí, una sonrisa de rabia y satisfacción se dibujó en su cara.

Sin esperarlo, un puño se estampó sobre los labios de Harry, de los cuales empezó a brotar sangre. Cayó de culo sobre las duchas y Louis se abalanzó sobre él. Su mente no pensaba, sus puños actuaban con vida propia. El amasijo de piernas, brazos y músculos hacía imposible distinguir cuál pertenecía a quién. En un momento de confusión en que se separaron, ambos se levantaron jadeantes por el esfuerzo. Harry quedó apoyado con su espalda en la pared de azulejos y Louis frente a él sobre sus propios muslos.

Louis alzó la vista a Harry y, sobre su cabeza, vio un cinturón blanco, probablemente de un traje de karate, colgando de una alcachofa justo encima del chico. No pensó, actuó. En menos de un segundo se encontraba presionando pecho contra pecho y alzando sus muñecas hacia la alcachofa. Debido a no esperarlo, Harry no reaccionó lo suficientemente rápido, momento que Louis aprovechó para atar las manos al cinturón y amarrarlas fuerte a la alcachofa.

-¿Pero qué? ¡Maldito gilipollas, suéltame cabrón! – Harry forcejeaba sin éxito. El cinturón estaba bien atado a sus muñecas – ¿Qué vas a hacer eh, PUTO MARICÓN DE MIERDA? ¿Follarme, eso es lo que vas a hacer?

Louis lo observaba, sus cuerpos aun seguían pegados. No supo si por aquel acercamiento de sus torsos desnudos o por las palabras de Harry, que habían rebotado como eco en sus oídos, pero una idea bastante clara apareció en la mente de Louis al igual que en su cara. Quedamente dijo:

-No, Harold, no voy a follarte – las manos de Louis agarraron las nalgas de Harry, subiéndolas hasta que sus miembros se tocaron. Empujó el cuerpo del chico a los azulejos y pasó las manos del culo a los muslos. Los abrió completamente para que abrazaran sus caderas y, entre dientes dijo – Este puto maricón de mierda va hacer que te corras.

La cara de Harry era una mezcla entre terror y asco, pero Louis no le dio mucha opción a pensar. Con un movimiento de sus caderas, juntó sus penes en un roce resbaladizo por el agua, sacando un jadeo ahogado del muchacho que sonó a miedo. Esta vez Harry sí reaccionó rápido. Intentó darle un cabezazo, pero Louis lo intuyó, y antes de que sus frentes se juntaran, agarró los cabellos del chico con fuerza y tiró de ellos hacia atrás, haciendo que la cabeza chocara contra los azulejos.

-¡Mírame! – dijo autoritario Louis.

-¡Que te jodan!

-¡Mírame! – repitió más suave, y acercándose al oído, susurró – O te lo haré tan fuerte que vas a ser tú el que no pueda follar culos vírgenes.

Louis no tenía ni idea de donde sacaba aquellas palabras y frases. Le gustaba duro, sí, pero nunca había tenido un deseo tan grande de empotrar un tío a la pared y ser el dominante completo de la situación. Sin quitar el agarre del cabello de Harry, el otro brazo, que aún sostenía uno de sus muslos, lo pasó bajo el culo, afianzando más sus penes juntos y sosteniendo mejor al chico.

Empezó un vaivén lento pero profundo de sus caderas. Aquellos movimientos los acompañaba también con su estómago, rozando así la punta de sus penes. Louis empezó a ganar grosor y, para sorpresa de éste, el miembro de Harry comenzaba a teñirse de un color rosáceo dejando entrever la punta, donde empezaba a derramarse una pequeña gota de semen por la rendija.

Louis alzó la vista a Harry. Sus ojos permanecían cerrados, con la cabeza ligeramente hacia arriba debido al agarre en los pelos y con los dientes mordiendo el labio inferior, en un intento de acallar los posibles gemidos, o eso quería pensar Louis. Éste acercó peligrosamente sus labios a los de Harry y, echando su aliento jadeante sobre la boca, susurró:

-Mi – ra – me - acompañando cada sílaba con una nueva embestida.

Harry no lo hizo, por lo que Louis, sin dudarlo, empujó sus caderas tan fuerte que ambos gimieron. Ahora sí, Harry lo miró, y Louis estrelló sus cuerpos de nuevo pero con menos fuerza, con movimientos rápidos y erráticos. Harry lo miraba con rabia, pero de su boca ligeramente abierta salían pequeños jadeos con cada nuevo choque.

El cuerpo de Harry se tensó. Louis sabía lo que se avecinaba. Sus movimientos se hicieron más fuertes y profundos. Con una media sonrisa, acercó su boca a la de Harry, pero sin tocarse, y suavizó el agarre en los cabellos. Entre jadeos dijo:

-Vamos machote… córrete para mí.

Harry cerró los ojos fuertemente y, sin poder evitarlo, por mucho que lo intentara, se derramó sobre ambos pechos y vientres. Cuerda tras cuerda de semen que vertía iba acompañada de un gemido gritado, haciendo eco en las paredes de las duchas. Aquella visión de Harry a su merced junto con aquellos sonidos que eran, como típicamente se dice, música para sus oídos, hicieron que el orgasmo de Louis llegara justo después del último grito de Harry, manchando el camino ya marcado por su “compañero de estiramientos”.

Mientras sus respiraciones se tranquilizaban, Harry seguía con los ojos cerrados y Louis lo observó. “Mierda, ¡¿Qué coño he hecho?! ¿QUE MIERDA ME HA POSEÍDO? He… he… vale, no he violado al tío pero… !JODER!”

Se separó de Harry y, tranquilamente, lo bajó de sus caderas. Harry aún no lo miraba. Su cabeza permanecía baja entre sus brazos alzados y atados. Louis deshizo el nudo del cinturón y los brazos de Harry cayeron laxos a ambos lados de su cuerpo. Sin mirar atrás, salió lo más rápido que pudo de las duchas del vestuario.

Harry permanecía pegado a la pared con su cabeza cabizbaja y sus brazos entumecidos colgaban sin fuerza. No entendía cómo sus piernas aun le mantenían en pie. Poco a poco, se fue resbalando por la pared de azulejos hasta que su culo tocó el suelo mojado. Aún escuchaba las dos duchas que seguían funcionando debido a que ninguno las cerró. Levantó como pudo ambos brazos y los apoyó sobre sus rodillas flexionadas. Miró su estómago. Brillantes restos de semen adornaban su vientre.

El grito que retumbó en las duchas probablemente se escuchó en todo el gimnasio. No había nadie, porque suponía que habrían entrado al escuchar los gemidos y jadeos. Aquel grito ensordecedor duró más de lo que Harry hubiera esperado. Una vez más tranquilo, y con sus cuerdas vocales a flor de piel debido al rugido, su voz sonó ronca:

-Maldito cabrón... vas a pagar por esto, te lo juro – decía mientras apoyaba su barbilla sobre uno de sus brazos –“Aunque haya sido el mejor puto orgasmo de mi puta vida”.

Esto último era incapaz de decirlo en voz alta.

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Hola!
Bueno al parecer mis sospechas fueron ciertas, y mis maestros me dejaron caer la mano con un montón de tareas para el lunes ( MALDITOSS!), Ok, debido a eso no creo que pueda actualizar hasta el lunes, aunque si me va bien y termino pronto tal vez lo haga el domingo. Oh muchas gracias por leer, me da gusto saber que les este gustando la novela. Oh otro detalle, tal vez no mencione esto, pero la novela se compone de pocos capítulos. Bueno quería invitarlas a otra novela que también empece, lose estoy loca, novela que leo y me gusta, novela que quiero adaptar. Tendré que bajarle u.u

Bueno acá esta la novela https://onlywn.activoforo.com/t62621-sangre-de-los-caidos-larry-stylinson?highlight=larry+stylinson

Bueno muchas gracias y que tengan un bonito fin de semana:)

por **Love4Larry** Vie 04 Oct 2013, 9:57 pm

Enserio te gustan mks novelas? Muuuuchas gracias <3
Espero el siguiente pls
i need it
Aaaaaaaah lo hizo correrse!
Lou ruditox bien malito xd y hazza no se queda atras ah
siguela pls
Un beso xxx

por **Nelshipper** Vie 04 Oct 2013, 11:44 pm

Louis violaloo!! demuetrale quien manda

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De clase a clase. (larry stylinson) Terminada.