The Black Sisters (mini-novela)

Capitulo 1.
La bofetada hizo eco en toda la habitación. Andrómeda se puso una mano en la mejilla, aun con la marca de la mano de Bellatrix en ella y miro a su hermana con un dolor que no tenía nada que ver con el dolor físico que había sentido. Bellatrix estaba fuera de sí.
-          ¡Traidora a la sangre!- escupió.- ¿Cómo te atreves a burlarte de esta forma de tu apellido? ¡Te advertí que no te acercaras a esos malditos sangre sucias, y menos al mediocre de Tonks!
-          Nada de que lo que digas va a cambiar las cosas.- Andrómeda se seco las lágrimas rápidamente, pues no tenía intenciones de  llorar frente a Bellatrix. – Voy a casarme con Ted, te guste o no a ti y a la familia.
Bellatrix le lanzo una mirada de furia a su hermana.
-          ¡Te borraran del árbol y te exiliaran!- dijo en un último intento de hacer que Andrómeda recapacitara ante la enorme  estupidez que estaba a punto de hacer.- Dejaras de ser una Black si sales por esa puerta y ni Cissy ni yo volveremos a dirigirte la palabra.
Por un momento, una sombra de dolor pasó por el rostro de Andrómeda Black, pero después su expresión se mantuvo  indiferente  ante las amenazas de Bellatrix, que se encontraba conmocionada ante la frialdad de su hermana.
-          Pero yo soy tu hermana, Bella.- dice Andrómeda en un impulso.- Compartimos la misma sangre, crecimos juntas. No me importa en absoluto ser una mancha en un estúpido árbol, me importan ustedes y no quiero que sus ridículos prejuicios nos separen. Soy tu hermana, y eso no es algo que ni siquiera tu queridísimo árbol puede cambiar.
Permaneció en silencio un rato con la esperanza de que su hermana se tomara un momento para pensar las cosas y por una vez dejar el tan apreciado orgullo de el estatus a un lado.
-          Tú no eres mi hermana. – respondió finalmente Bellatrix, sin una pizca de compasión.- Tú no eres una Black, tú no eres nadie más que una traidora a la sangre y un fantasma de quien alguna vez fue mi hermana.  Y algún día, traidora, lamentaras profundamente haber hecho esto.
Los grandes ojos avellanas de Andrómeda se abrieron de par en par y se volvieron acuosos, sorprendida del amor que le tenía Bellatrix a su lealtad a la sangre, un amor que parecía más grande que el que le tenía a ella, que era, o más bien fue su hermana.  Cuando salió de la habitación a toda prisa, solo por esa vez, Bellatrix Black se olvido su superioridad y se permitió llorar, solo por esa vez.



 
Ahí sentada, tantos años después, Andrómeda Tonks pensó en la vida que pudo haber tenido si hubiera decidió elegir el deber que tenía como sangre pura y olvidarse de los sentimientos que tenia por Ted.  Aunque estaba consciente  de que haber huido con el que ahora era su esposo había sido la primera cosa que había hecho por ella misma y no se arrepentía en absoluto, no podía evitar sentir una punzada de dolor al recordar en las crueles palabras de su familia cuando les informo que estaba enamorada de aquel Hufflepuff hijo de muggles, Ted Tonks, que a sus ojos era el hombre más autentico y honrado que pudo conocer. Sobre todo lo que le dijo Bella, había noches enteras en las que pensaba en eso.
El llanto del pequeño Teddy la saco de sus pensamientos y se levanto rápidamente del sofá para dirigirse a su habitación, donde provenía el llanto. Tomo a sus nietos en brazos y lo arrullo con delicadeza, al instante de hacer contacto con sus brazos, el llanto ceso y su pelo cambio de rojo a azul, que era su color normal. Acomodo el rizo rebelde que estaba en la frente de Teddy y lo deposito suavemente en su cuna. Al parecer, no era la única intranquila.
Había estado esperando noticias de la guerra entre mortifagos y aurores en Hogwarts desde hace horas. Se frustro terriblemente al saber que no podía ayudar en nada, su hija se lo había repetido al intentar convencerla de quedarse con la excusa de no tener a nadie más que pudiera cuidar a Teddy. Y ella había accedido al reconocer que era cierto y era mucho más útil ahí adentro que afuera.
Cuando se sentó de nuevo, de la nada llego el recuerdo de su hermana Bellatrix gritándole sobre su estupidez y volví a la misma conclusión de siempre. No se arrepentía de nada.

No se arrepintió de nada en todos esos años, no se arrepintió ni siquiera cuando la tristeza por el rechazo de su familia la invadía. Y tampoco se arrepintió de nada cuando el enorme Hagrid y el desgarbado Harry, con los rostros llenos de pena, le informaron de la muerte de  Nymphadora y su Remus. Entonces, entre la asfixiante sensación  de dolor y el sonido de sus propios sollozos, supo que Bellatrix jamás tendría una venganza completa mientras ella no se arrepintiera de las decisiones que tomo, porque a pesar de todo lo que paso, Andrómeda  volvería a hacer lo mismo las veces que fuera necesario.


Bueno, aquí esta el primer capitulo. Andromeda Tonks siempre me pareció un personaje interesante y me quede con ganas de leer mas de ella. No fue mi intención retratarla como una persona que se atormenta por el pasado, sino como alguien que no puede evitar sentir dolor por lo que paso con su familia a pesar de que tuvo una vida feliz con su esposo y Dora. Realmente estoy nerviosa de que vayan a pensar o decir de esta novela, porque mi primera novela no tuvo ningún comentario, a excepción de una cadena y eso me desmotivo un poco. Por eso espero que me vaya mejor con esta novela y cualquier comentario es bien recibido. Espero que leer este capitulo les haya gustado tanto como a mi me gusto escribirlo :D