Re: ||"Invisible" ||Justin Bieber||

por **Vanessa Castañeda** Jue 02 Ene 2014, 11:26 pm

yeiihh ya admitió que la ama :)
||"Invisible" ||Justin Bieber|| - Página 17 Tumblr_mw3xm0D0p71s0300to1_500

por **Alex Love** Vie 03 Ene 2014, 6:53 am

Amo tu novela es genial me encanta espero que puedas seguirla un beso :)

por **Leiluu Horan** Vie 03 Ene 2014, 8:50 am

Thaliaswagbieber escribió:Omg Lei esto mas perfecto no puede ser. escribes perfectamente bien, hay la rayis esta celosa o es idea mia, y el Bibah es tan carinoso con Ella, se enamoro..Please, porfavor, no te demores tanto para subir otro capitulo, De verdad nesecito tu novela..
PD,1 cuando salga el primer libro tuyo lo boy a comprar.
Pd2, amo Como escribes
Pd3 ves buscando nombre para tus fans porque aqui tienes una.
Pd4, siguela lo mas pronto que puedas
Pd:5 los capitulos estuvieron perfectos los amo
Besos

1: Aww, gracias
2: Gracias
3: Oh, lo aré(?
4: La sigo en la noche
5: Muchas gracias

Otros para ti.

por Invitado Vie 03 Ene 2014, 10:12 am

OMFB!
¡Qué es esto? ¿Quieres que me muera de un heart attack? ¡Esto es mucho! ahsjkghk
akjsgsjh se reconciliaron! :33 después, ese Shasten es re celoso *-----* !me gusta mucho! y al final, ¡Ya aceptó que la ama con todo su corazón (?)! zjkdgxhfgks es hermoso, me encanta y ay Dios! ¿que va a pasar? ¡ya quiero saber! me tienes muy ansiosa sobre esto ||"Invisible" ||Justin Bieber|| - Página 17 1857533193

||"Invisible" ||Justin Bieber|| - Página 17 1857533193

Y al último, ¿por qué nunca me doy cuenta cuando subes? siempre que reviso el tema ya tiene un día o más de que subiste cap :c
Ahora, ¿por qué escribes tan maravilloso? es que es tan klajgskhsa me encanta la forma en que lo ve el Shasten es tan akhjsas ~~ya te diste cuenta que me encanta escribir akjsdghsajs, es como un segundo lenguaje para mi xdd~~
So, ciao c:

por **Someone** Vie 03 Ene 2014, 10:40 am

¡AAAAH! En esos momentos que quieres entrar en la novela, ser Invisible ( LITERAL) Y poder ver a Justin echo una Furia sin camisa e_e¡ ASDFGHJKLV DELICIA TROPICAL!! XD¡ Eh..puto Chaz aun te odio con toda mi alma y Becca eres una gran zorrita ¡ PUNTO ¡ Aaww tipos como Justin por favor¡¡ Yo en realidad... tengo el cabello castaño...muy claro, ojos mieles y soy ...algo blanca, no morena ni tan blanca...mas o menos como intermedio.... y en realidad noo tengo lindas piernas, mis muslos parece gelatinas y vi vientre es .... gordo, no gordo de gordura si no... osea normalito, no tan delgada pero pues no me gusta... y pues...No estoy conforme con mi cuerpo en reallidad.No le veo lo lindo.Cuando mi novio me dice que soy "hermosa,perfecta,preciosa" no se que me ve... posiblemente este ciego XD¡ SIGUELAAA¡

por **dannibieber1994** Vie 03 Ene 2014, 6:57 pm

Síguela❤️❤️❤️❤️
Me encanta!

por **staywithlovato** Vie 03 Ene 2014, 8:57 pm

¿segura que la novela no es adaptada?

por **staywithlovato** Vie 03 Ene 2014, 9:03 pm

¿pediste permiso a alguien para adaptar esta novela? digo, porque los créditos de esta novela se los tenes que dar a MARTINA BUTELER, ella es la escritora:)

por **Leiluu Horan** Sáb 04 Ene 2014, 9:28 am

“Invisible”

Capítulo XXXVIII: “No sé si me gustas, pero me encanta la sensación que tengo cuando estoy contigo.”

Entro al salón con las manos dentro de mis bolsillos, ______ alza su vista sentada en su silla y recostándose en la mesa, me mira por unos segundos y esconde su cabeza entre sus brazos. Me siento a su lado y río levemente, ella gruñe en su escondite.

—No es gracioso.

—A veces me haces acordar a Jazzy.

Ella se ríe levemente y se sienta bien en su silla. Sus ojos quedan clavados en la mesa mientras los míos se centran en su perfil, sus manos se retuercen la una con la otra sobre su regazo. La risa de Becca resuena en la puerta del salón justo cuando ______ alza su mirada para verla. Y allí se va el brillo de sus ojos. Becca mira en nuestra dirección y alza su mano levemente para saludarme, aparto la mirada hacia ______ y estiro un brazo para atraerla hacia mí, ella me observa y me sonríe. Mi mirada vuela rápidamente hacia el rostro desilusionado de Becca.

—¿Intentas darle celos conmigo?

—Nunca haría eso, ______. Ni querer darle celos a ella, ni utilizarte a ti.

Me sonríe tiernamente y se aparta de mí cuando Becca toma su asiento del otro lado del salón. Su mano toma mi rodilla y sus ojos ven fijamente los míos.

—Lamento haberte tratado mal, Justin.

Frunzo a nariz y río levemente, tomo su mano entre las mías y la llevo hasta mi boca para darle un suave beso cálido. Su sonrisa se transforma en una fina línea rosa y sus mejillas blancas como la leche se vuelven rosadas.

—No pasa nada, _____.

Mi sonrisa es el detonante para que ella aparte su mirada de la mía hasta la mesa y el rubor de sus mejillas se extiende aún más. Mi corazón se agita en el interior cuando me doy cuenta de lo que causo en ella.

La siguiente clase pasa lentamente, la mano izquierda de ______ ha estado entrelazada con la mía toda la hora sobre la mesa. Sus ojos se aseguran de que sigo allí de vez en cuando y si nuestras miradas se cruzan en algún momento ella no pierde la oportunidad de enseñarme su hermosa sonrisa.
En el segundo receso _______ se anima a quedarse conmigo y Ryan mientras que Chaz junto con Becca se mantienen alejados de nosotros. Su mano se mantiene aferrada a la mía durante los quince minutos de receso, sus ojos siguen asegurándose de que allí sigo sin importar que mi mano le esté diciendo que a su lado estoy.

—¿Entonces tienes dos hermanos? —Le pregunta Ryan a ______. Ella asiente—. ¿Y por qué no vienen a este colegio?

—Marco ya no va más al colegio y Chris aún no sale de la primaria.

Ryan asiente levemente con atención y pronto cambian de tema. ¿Qué haremos este fin de semana? ______ pone excusas como “mi mamá está enferma y debo ayudarla” o “cuidaré de mi hermano”, porque no tiene ganas de salir con nadie ni salir a ningún lado. Ryan admite que tiene muchas ganas de presentarnos a su nueva chica, pero ______ aún así le escapa a la idea de salir con amigos o conocidos, ella quiere quedarse en casa, aunque no sea esa la coartada que decide poner.

—Es ir a algún lado, algo tranquilo, _____.

—No tengo ropa para salir, Justin, no —dice apartando la mirada.

—Vamos al centro comercial a comer, no es mucha preparación la que necesitas.

Caminamos por el pasillo de la mano hasta llegar al salón, ella se suelta de mí cuando entramos y algunos compañeros nos observan. Nos sentamos nuevamente en nuestra mesa.

—Por favor, ______. Vamos con Ryan y su novia a comer por allí y luego te dejo en casa, Ryan está emocionado con ella.

—Pídele a alguien más.

—Él te invito a ti, no a alguien más.

Rueda sus ojos y apoya ambos brazos sobre la madera de la mesa.

—Y tus excusas son deprimentes, deberías aprender a inventar cosas.

Una risa divertida se escapa de su boca y se remueve en su silla. La clase comienza apenas entra la profesora de la clase siguiente.

Pronto llega la tan ansiada salida del instituto. ______ accede a almorzar conmigo en Mc.Donalds, pero no me deja invitarla y peleamos en el mostrador cuando ella quiere darle la plata al cajero cuando yo también lo estoy haciendo. Terminamos por seguir discutiendo mientras esperamos a que nos den nuestra comida y cuando lo hacen, _______ ya se está riendo de mí y las estupideces de las que hablo.

—¿_______? —Tomo mi vaso y busco el sorbete con la boca. Ella alza la mirada hasta mí y se limpia la boca con la servilleta—. ¿Vas a venir a cenar con nosotros mañana?

—No, olvídalo —dice agitando una mano. Toma su hamburguesa y le da un mordisco—. No me miren mientras como, tonto.

Me río y aparto la mirada, tomo una papa entre mis manos para luego llevármela a la boca. Mi mirada se centra en la ventana del lugar que está más sucia que Jaxon después de jugar en la tierra, dos chicos jóvenes entran al lugar tomados de las manos y se sonríen todo el tiempo. Me pregunto si ______ y yo nos vemos así, pero aparto esos pensamientos cuando ______ estampa una papa frita en mi frente.

—¿Por qué quieres que vaya? Ey, estúpido, te estoy hablando.

—Agresiva. —Me paso la mano por la frente mientras ella se ríe—. ¿Por qué? Si voy solo voy a aburrirme como nunca antes.

—No vayas.

—Vamos, vamos, ¿no ir? Es mi mejor amigo, ______.

Rueda sus ojos.

—No sé qué es tener un mejor amigo, Bieber. Qué voy a saber yo si los mejores amigos hacen eso por su mejor amigo.

—Ya ves, cuando tú me necesitas allí estoy yo.

Su sonrisa se dulcifica y tiende una mano por encima de la mesa para tomar la mía.

—Te quiero, bobito.

—Yo a ti, bobita.

Se ríe y quita su mano de encima de la mía. Vuelve a rodar sus ojos a la vez que suelta un suspiro.

—Iré contigo, solo porque te debo demasiadas cosas.

—¿En serio?

—Si, en serio —dice bufando.

Terminamos de almorzar y nos quedamos allí hablando por un largo tiempo. El clima comienza a descender y _______ decide que ya es hora de irse de allí, me toma la mano dejándome anonadado cuando salimos del lugar. Mi moto está esperándonos a las afueras del lugar de comida rápida. Le paso el casco a ______ y ella se lo coloca sin chistar o decir algo, luego me subo a la moto y le tiendo una mano, ella la toma y se sostiene de mi hombro para sentarse detrás de mí. Pronto sus brazos rodean mi cintura y su mejilla se apoya en mi espalda.

—¿Biebs?

—Dime.

—¿Vas a estar siempre para mí? ¿Aunque yo diga y haga cosas que a ti te hagan mal?

¿Qué clase de pregunta es aquella? Ella pensó que a estas alturas del partido yo ya habría salido de su vida y no ha sido cierto. Lo único que ha conseguido ha sido que la quiera aún más y más.

—Voy a estar siempre para ti si tú prometes estar siempre para mí.

Su agarre se aprieta aún más. Enciendo la moto que da un rugido feroz cuando abandonamos el estacionamiento.

—Yo no hago promesas, pero siempre voy a estar para ti, Justin.

Una sonrisa se apodera de mis labios.

Ella se queda callada todo el viaje al punto de hacerme pensar que se ha quedado dormida, pero acaricio su mano en mi pecho en cada semáforo para asegurarme de que ella está bien. No sé en qué momento hemos llegado a esto, pero me gusta. Ella sabe que me preocupo por ella y yo sé que ha ella le pasa lo mismo conmigo. Solo hay que matar un poco de ese pasado que ella carga y todo podrá ser normal.

—¿Ya? —Me dice cuando detengo la moto frente a su casa.

—Ya —le digo riendo.

Se mueve un poco detrás de mí, pero no quita sus manos de mi cuerpo y tampoco se baja. Busco su mano y la aprieto entre las mías, está helada. Giro la cabeza para quedar viendo por sobre mi hombro.

—Vamos, entra. No quiero que te enfermes.

—No voy a enfermarme.

—Tienes las manos heladas.

Quita su mano de allí haciendo que suelte mi agarre y luego se baja de mi moto, se quita el casco y lo cuelga en el manubrio de esta. Paso mi pierna derecha hacia el otro lado para quedar completamente frente a ella, la tomo por la cintura y la atraigo hacia mí.

—Tienes el cabello despeinado —dice pasando una mano por mi frente y luego por el cabello.

Cruzo mis manos detrás de su espalda y abro las piernas para dejarla allí empotrada. Sus ojos bajan hasta los míos cuando sus mejillas se tornan rosadas, aparta la mirada y una leve sonrisa se carga en sus labios lentamente.

—No hagas eso.

—¿Qué hago?

—Me miras así.

Vuelve sus ojos a los míos. Le sonrío levemente porque ambos sabemos qué es lo que estoy haciendo. Sus manos se entrelazan en mi nuca y sus fríos dedos juegan con mi cabello. La atraigo aún más hacia mí y ella baja su cabeza para unir nuestros labios en un cálido beso en medio del invierno. Mi corazón salta desbocado cuando ella se aprieta aún más contra mí y deja caer sus brazos sobre mis hombros sosteniéndome allí solo para ella. Nos separamos unos centímetros.

—¿Qué tengo que ponerme mañana?

—Con cualquier cosa te ves bien.

Sus ojos relojean un par de veces y luego me planta un suave beso corto en los labios.

—Tú dime, no quiero que después me critiquen por haberme puesto cualquier cosa.

—A mí me gustas con cualquier cosa.

—Justin —dice en tono de advertencia.

—Casual, solo vamos al centro comercial. —Tomo un mechón de su cabello para acomodarlo detrás de su oreja—. Un jean, una blusa bonita.

Asiente levemente.

—Nos vemos mañana, Justin. ¿Me avisas cuando llegues a casa?

—Quizá te avise.

Se ríe mientras se aleja despacio de mí mientras voy dejando caer mi agarre y ella el suyo. Me sonríe levemente y se acomoda la campera, mete las manos dentro de sus bolsillos y se muerde el labio inferior.

-Te quiero-dice espontáneamente

por **Leiluu Horan** Sáb 04 Ene 2014, 9:30 am

“Invisible”

Capítulo XXXIX: “Es tiempo de confiar en todos aquellos que te quieren.”

Mi mirada persigue su cuerpo hasta que desaparece dentro de su casa, una sonrisa se dibuja en mi rostro, me acomodo en la moto y vuelvo a ponerla en marcha. Todo va bien, no pienso dejar que nada ni nadie arruine esto. He conseguido que ella salga de su casa un viernes por la noche, que sonría y me diga que mequiere, todo el mismo día.

Llego a casa en menos de media hora. Mi mamá está en pijama y con el cabello húmedo sentada en el sillón con el teléfono entre sus manos. La saludo con la mano y ella me devuelve el saludo de la misma manera acompañándolo de una sonrisa cálida. Subo las escaleras girando la lleve alrededor de mi dedo mientras tarareo una canción, dejo la mochila sobre la cama y observo la noche por la ventana mientras bostezo. Hora de darme una ducha, cenar e irme a la cama.

Es un viernes soleado que me invita dulcemente a salir de la cama, pero no es el día, sino la hora. Mis ojos se abren lentamente mientras me los froto con la mano en un puño, me siento en la cama y bostezo estirando mis brazos hacia el techo. Mi mamá golpea la puerta de mi habitación avisándome que ya es hora de levantarse, le aviso que estoy despierto y busco mi móvil tanteando la mesa de noche. Un mensaje de texto se agita en mi pantalla.

“¿Qué pasa si en vez de ir al colegio nos vamos por allí?” - _______.

Me río adormilado y dejo el móvil al lado mío, voy a responderle cuando vuelva del baño. Dejo la puerta de mi habitación abierta y al pasar por enfrente de mi mamá la beso en la frente, me meto al baño y salgo luego de un minuto. Tomo el móvil y presiono “Responder.” Mientras abro las puertas corredizas del armario de madera.

“Eres una chica bastante vaga, ______. Me sorprende de ti. ¿Irnos por allí? Dime dónde y quizá me convenzas.” -Justin.

Dejo el móvil sobre el escritorio mientras me visto. Pantalones negros y una remera celeste, una campera gris y me revuelvo el cabello frente al espejo del baño para luego colocarme una gorra por encima. Me cepillo los dientes sin darme cuenta de que todavía no desayuno, pero después me digo que quizá deba aceptar la propuesta de _______ en vez de ir al colegio. Me río de lo estúpido que ambos somos y me doy una última mirada en el espejo antes de salir del baño. Paso por mi habitación para buscar mi móvil y toparme con un texto de ________.

“¿Starbucks? ¿Desayunos de Mc.Donalds? No sé, tú eliges si quieres. Hoy tengo dinero.” -_______.
“Primero, elijo Starbucks. Segundo, ni creas que podrás gastarlo.” –Justin.

Me meto el móvil en el bolsillo y bajo las escaleras de a dos escalones. Mi mamá está sentada en una de las banquetas frente a la barra del desayuno y sostiene una taza de café humeante entre sus manos. Me sonríe tiernamente y cierra sus ojos para saborear el café. Tomo una manzana y le doy un mordiscón.

—¿No piensas desayunar como corresponde?

—Me duele un poco el estómago, con una manzana estoy bien, ma.

Me sonríe desganada y se acomoda el cabello detrás de la oreja. Le tomo la mano helada entre las mías y la observo a los ojos. Ella me observa a mí dejándome a la vista sus ojeras bien marcadas y sus ojos cargados de sueño.

—¿Qué pasa contigo?

—No he podido dormir bien, no es nada de otro mundo, mi amor.

Le palmeo despacio la espalda y luego beso su mejilla suavemente.

—Si necesitas algo me dices. Tengo que irme, te amo.

—También te amo, cariño.

Salgo de la cocina dando uno de los últimos mordiscos a mi manzana roja y subo las escaleras de dos en dos nuevamente. Con la manzana en una mano y el móvil en la otra leo el texto de ______.

“¿Eso es un si? ¿Pasas por mí o nos vemos en el colegio?” -______.

“Paso por ti en veinte minutos.” –Justin.

No obtengo respuesta alguna, pero sé que lo ha recibido. Termino la manzana cuando bajo las escaleras, la tiro en el tacho de basura de la cocina y salgo dando un paso apresurado, mi mamá se encuentra escaleras arriba. Tomo las llaves de mi moto y me cuelgo la mochila al hombro, salgo en busca de mi moto mientras tarareo una canción que ni su letra conozco. Me monto en ella y me coloco el casco antes de ponerla en marcha y salir de mi casa para ir en busca de mi chica invisible.

Cuando llego a la puerta de su casa tomo mi móvil y la llamo, ella sale por la puerta principal con el móvil en mano. Cuelgo la llamada y lucho con el casco para que no se me caiga de las manos, _______ se ríe de mí y besa mi mejilla fugazmente antes de montarse detrás de mí en la moto. Atrapo el casco entre mis manos y guardo mi móvil en el bolsillo de mi pantalón.

—Ponte esto. —Le paso el casco.

—No, ¿Y tú?

Ella lo toma, pero no se lo coloca. Una de sus manos rodea mi cintura haciendo que me quede pasmado viendo como aprieta su agarre en torno a mi abdomen.

—Vamos, póntelo.

Ella bufa y se quita su mano de encima de mí para colocárselo. Cuando ya está lista rodea mi cuerpo con sus brazos y coloca la cabeza sobre mi espalda, le acaricio una de sus manos con mi pulgar y pongo la moto en marcha.

Se queda callada durante todo el viaje, ninguno habla sobre nada. Así que decido ir a otro Starbucks, no donde acostumbran a ir todos los adolescentes que no entran al colegio, sino a uno más alejado de nuestro entorno.

Las manos suaves de mi chica invisible siguen apretando mi cuerpo como si de ello dependiera su vida. Cada vez que paramos en algún semáforo aprovecho para brindarle una caricia a sus dedos sin anillos con uñas perfectamente limadas.

—Puedes soltarte si quieres —le digo cuando apago la moto.

Ella quita sus manos rápidamente de mi cuerpo y se quita el casco mientras se baja.

—Me hubiera dicho que te molestaba, Justin —dice. Su cabello está completamente revuelto.

—No me molestaba, tonta. —Tiendo una mano para que me devuelva el casco para poder asegurarlo junto con la moto—. Y si quieres peinarte —digo sugestivamente.

Rápidamente sus manos vuelan hacia su cabello hecho un desastre y su boca forma un perfecto redondel. Con sus manos comienza a peinar su cabello usando sus dedos como si de dientes de cepillo se tratara. Me bajo de la moto y le agarro la mano a _____ al pasar por su lado para entrar al local.

—¿Quieres sentarte mientras yo pido?

Niega lentamente con la cabeza alisando su cabello entre dos de sus dedos.

El lugar está casi vacío, pero eso no quita que haya un par de personas por allí. Un hombre con su computadora que trabaja mientras toma un humeante café mañanero, una mujer que habla por teléfono como si su vida dependiera de ello y tres chicos que parecen estar en la misma que nosotros dos porque deben de tener nuestra edad.
Cuando nos dan nuestro desayuno nos sentamos en unos pequeños sillones con una mesa al medio. ______ sigue intentando acomodar su cabello que ya está totalmente perfecto, pero insiste en que no ha quedado como ella quería.

—Entonces… ¿por qué no querías ir al colegio?

Alza la vista mientras sorbe de su capuchino y me mira directo a los ojos. Alza sus hombros restándole importancia al tema colegio y suelta el sorbete, revuelve el contenido del vaso y se ríe.

—¿Nunca te ha pasado que no quieres ir al colegio?

—Si, pero me quedo en la cama.

—Bueno, yo en vez de quedarme en la cama quiero desayunar contigo. —Aparta la mirada como si se avergonzara y sigue con sus ojos a una pareja de mujeres que entra al local—. Aparte no había hecho la tarea de Biología.

Asiento levemente y le doy un sorbo a mi café con leche. Intento buscar su mirada, pero parece perdida en la demás gente que se encuentra allí. Me rindo cuando por dos minutos se queda tildada viendo a los otros en vez de a mí, apoyo mi espalda contra el respaldo del sillón y suspiro. Nada hace que ella quite la vista de la gente que está pidiendo su café en el mostrador.

—¿Vamos? —Le pregunto cuando he terminado con mi café.

Ella niega con la cabeza, sus ojos siguen persiguiendo a la gente que entra y sale del lugar, pero ya no me dedica ni una mirada. De repente me pregunto porqué y me siento mal al pensar que quizá no soy interesante para ella y la aburro de algún modo. Alzo mis cejas jugando con el vaso vacío y sucio, mis ojos recorren las facciones de ______ de arriba a abajo. Su nariz, sus ojos color miel, sus cejas depiladas y para nada tupidas, sus labios rosas con manteca de cacao, si, sus labios. Su cuello con una pequeña cadenita de oro, sus manos limpias de anillos, una pulsera en su muñeca derecha. Un segundo… Sus muñecas, no están cubiertas por pulseras llenas de dijes ni por la manga de su buzo. Su mano se mueve cuando toma lo último de su vaso dejándome a la vista sus muñecas. Pequeños cortes que van desapareciendo surcan su piel, costras que parecen pequeños ríos bordo, su piel lastimada y seca alrededor de los cortes viejos. Van desapareciendo, eso significa que lleva algunos días sin cortarse. Sin cortarse las muñecas, quién sabe si se ha cortado en alguna otra parte.

—______ —la llamo.

De repente vuelve su mirada hacia mí, me sonríe levemente y deja su vaso vacío sobre la pequeña mesa de madera de roble. Sus ojos dan una fugaz mirada a la mujer embarazada del mostrador y vuelven hacia los míos.

—¿Vamos?

—¿Dónde iremos? —Le pregunto apoyando mis codos sobre mis rodillas.

Su cabeza se ladea lentamente hacia un costado, sus manos se juntan sobre su regazo y se encoge de hombros.

—¿Quieres que vamos a mi casa? Quizá puedas decirme si lo que he elegido para esta noche está bien.

Asiento levemente. Ella se pone de pie rápidamente y se acomoda el buzo por encima de la cinturilla de su pantalón, se queda allí de pie mientras yo salgo de mi lugar y cuando llego hasta ella, me toma la mano. Mis ojos bajan hasta sus dedos que se entrelazan con los míos, mi sorpresa es notoria. Quita su mano y las mete dentro de sus bolsillos.

—No, no importa —digo casi en un susurro.

Sus dientes muerden tiernamente la carne de su labio inferior. Busco su mano con la mía y vuelvo a entrelazarlas mientras intento encontrar su mirada que refleja un mar de pensamientos. Por fin me sonríe levemente dándome la pauta de que todo está bien. Y gracias a Dios que lo está.

por **Leiluu Horan** Sáb 04 Ene 2014, 9:31 am

“Invisible”

Capítulo XL: “Aprendí que te necesito como al aire.”

Unas gotas de perfume en el cuello y sobre el sweater para ya quedar listo. El único problema es que ni siquiera son las nueve y la ansiedad me carcome todo el cuerpo hace más de dos horas. Mis ojos buscan las agujas del reloj que se mueven al ritmo de la lentitud como si de una broma se tratara. Solo media hora más. Me vuelvo a inspeccionar en el espejo y frunzo el ceño, ¿qué puedo hacer en media hora? Bajo las escaleras de a dos escalones y me encuentro con mi mamá en la sala, ella no aparta la mirada de su libro con tapa verde. Me siento en un sillón individual y apoyando los codos sobre mis rodillas muevo mis pies nerviosamente. Mamá alza una ceja y uno de sus ojos me inspecciona detenidamente antes de seguir con su lectura. Observo fugazmente el reloj de la sala y ruedo los ojos con impaciencia, solo han pasado dos minutos. Mi corazón late furiosamente, quiero verla, necesito saber si se ha puesto la ropa que he visto esta mañana.

—Hijo, ¿estás bien?

La miro de soslayo antes de volver mi vista al reloj y asiento rápidamente.

—¿Seguro?

—Seguro, mamá.

La aguja del reloj parece atrasarse en vez de avanzar las veces que tiene que hacerlo. Los segundos parecen minutos y los minutos horas. Mis ojos se mueven con impaciencia por la sala examinando todo lentamente y con aburrimiento. Saco el móvil de mi bolsillo y miro la hora para ver si no hay nada mal en el reloj de pared, desgraciadamente no lo hay. Vuelvo los ojos a mi mamá que se ríe de mí en el sillón, deja su libro sobre la mesa ratona y me escruta con su mirada.

—¿Qué ocurre?

—Quiero irme.

—Tienes que esperar veinte minutos más, Justin. Haz algo que te haga pasar el tiempo.

—No hay nada, no tengo nada para hacer.

Vuelve a reírse de mí. Exasperado me pongo de pie con el móvil en la mano y subo las escaleras lentamente para ver si el reloj puede avanzar algo más hasta que llegue a mi habitación. Cierro las puertas de mi armario y apoyo el móvil sobre el escritorio, me cubro la cara con las manos y grito levemente. ¿Tanto cuesta que corra el tiempo? Mis palmas sudan levemente, las seco contra mi pantalón y suspiro. Ya va a pasar, no es tanto, no tengo que ser tan exagerado. Solo quiero verla, abrazarla, saber qué tiene puesto y qué está pensando en este momento.
Vuelvo a tomar mi móvil esperando tener un mensaje o una llamada de ella. Dios, cuánta exageración. Necesito calmarme, eso es. Respirar un par de veces, pensar en otra cosa. Pero lo único que viene a mi mente es su rostro tierno cuando una sonrisa lo adorna.

—¡Justin! —Grita mi mamá desde abajo.

Meto el móvil dentro del bolsillo de mi pantalón y le pregunto qué quiere en un grito. Ella llega a mi habitación con el teléfono fijo en la mano y me dice que es mi papá Ruedo los ojos y lo tomo. Cierro la puerta de mi habitación antes de contestarle a mi papá.

—Hola.

—Justin, hijo, ¿Cómo has estado?

—Bien, se puede decir que bien. ¿Tú?

—Bien, estamos viendo una película con los niños.

¿Cuánto tiempo habrá pasado? ¿Quedarán cinco minutos?

—¿Qué ven?

—Madagascar tres —dice riéndose cuando Jazzy le habla—. Erin quiere pasar su cumpleaños allá en Atlanta, ¿crees que estarás libre el fin de semana que viene no, el otro?

—Supongo que si —digo sentándome en la cama—. ¿Cómo está ella?

—Bien, muy bien. Se está recuperando de un resfrío, pero no es nada.

—Me alegro, pa.

—¿Piensas hacer algo hoy?

______ Miller. ¿Estará lista ya?

—Voy a salir a cenar con unos amigos, nada increíble.

¿Qué no? ¿Y por qué estás tan nervioso, Justin?

—¿Chicas? —Dice mi papá sugestivamente—. Sabes que puedes contarme, Justin. ¿Tienes algo con alguna?

—No. —Mis ojos ruedan y se quedan mirando el techo—. Bueno, quizá hay una que me pone los pelos de punta, está un poco loca y lucha contra sus demonios, pero es un pan de Dios, una chica hermosa y tiene un corazón tan grande como una casa. No, papá, no preguntes su nombre. Es linda, inteligente y no, no se fijaría en mí ni en un millón de años porque tiene otras cosas con las que lidiar.

—Bueno, eso fue interesante —dice riendo.

—Y si me permites, en este momento tengo que ir a buscarla porque vamos a salir con Ryan.

—Como tú digas, hijo. —Sigue riendo—. Cuídate, nos vemos en un par de semanas.

—Nos vemos, pa. Dile a los niños que los amo.

Corto la llamada y mis ojos rápidamente se dirigen al reloj de mi móvil. El cincuenta y nueve pronto es reemplazado por un cero, cero y un nueve al frente. Mi mano forma un puño y lo alzo en el aire. Busco rápidamente la cartera (billetera, monedero) y lo meto en el bolsillo trasero de mi pantalón, el móvil va en el bolsillo del frente. Una goma de mascar de menta entra en mi boca para ser masticada por mis blancos dientes, apago la luz de la habitación cuando salgo de allí y bajo las escaleras de dos en dos. Mi mamá se ríe al verme tirarle el teléfono a su lado, le beso la mejilla derecha.

—Me llevo tu auto.

—Si, señor —dice divertida—. Cuídate, Justin.

—Lo haré.

Tomo las llaves del auto de mamá y salgo por la puerta que conduce al garaje mientras tarareo una canción estúpida y pegajosa. Abro el portón con el control remoto y me monto en el auto negro, cierro la puerta y pronto lo hago rugir. Dejo las llaves de la casa en la guantera y prendo la calefacción del auto mientras doy reversa para salir de allí. Una sonrisa estúpida rodea mis labios dejando huecos en mis mejillas, me froto ambas manos y cierro el portón con el control remoto.

“¿Estás lista? Voy hacia tu casa” —Justin.

Saco el auto a la calle luego de fijarme si viene algún otro vehículo. Prendo la radio mientras presto atención a las calles, pero cuando me aburre la canción que están pasando, la apago.
La ansiedad se apodera de mi cuerpo cada vez más cuando me voy acercando a la casa de ______, ni siquiera me ha respondido el mensaje, pero quizá no lo ha visto. Vuelvo la mirada a las calles porque no quiero cometer el gran error de no llegar con el auto a salvo a la casa de mi chica invisible.
Y allí me encuentro, no sé si bajar a buscarla, si llamarla, si mandarle un texto, no sé si tocar el claxon, no sé si está su madre y quizá ella no quiere verme, no sé si ella está tan emocionada como yo.
Me decido por apagar el auto y bajarme dando pasos firmes. Lo que corresponde es que vaya a por ella y me baje a tocar timbre, enfrentar a sus hermanos o madre, nada malo puede salir de esto, ¿cierto?

Una mujer morocha con una hermosa y cálida sonrisa me abre la puerta.

—Justin, ¿verdad? —Dice dulcemente.

Asiento levemente mientras me meto las manos en los bolsillos de mis pantalones.

—_____ debe estar por bajar, ¿quieres pasar?

—No se haga problema, señora. Puedo esperarla en el auto.

—Dime Jenna, por favor —me corrige tiernamente—. ¿Seguro? Voy a llamarla.

Sale casi corriendo y me deja la puerta abierta frente a mí como invitándome a entrar. Christopher pasa corriendo con un avión de papel que finge hacer volar y retrocede tres pasos cuando me ve allí parado, alza una de sus manos y me saluda agitándola con la palma hacia mí. Sonrío descargando toda mi tensión en aquella sonrisa y hago el mismo gesto que el hermano de ______.

—¿Seguro no quieres pasar? —Vuelve la mamá de ______.

—Seguro, ¿va a tardar? Espero en el auto.

Jenna abre la boca para hablar, pero su hija se coloca a su lado marcando territorio. Me sonríe tiernamente y alza su mano para saludarme. ______ cierra lentamente la puerta detrás suyo haciéndome retroceder.

Realmente no me esperaba esto. Está completamente distinta, completamente hermosa.

por **Leiluu Horan** Sáb 04 Ene 2014, 9:33 am

“Invisible”

Capítulo XLI: “Be you, there’s no one better. ¬–Selena Gomez.”

Su cabello completamente lacio cae sobre sus hombros y pecho. Sus ojos miel están perfectamente delineados y sus pestañas negras y realzadas. Su color de piel tiene un tono más oscuro y de sus labios se apodera un suave brillo rosado. Tiene puestas unas calzas negras con cierres a los costados y una blusa de jean, sus pies están adornados por zapatos negros con tacón de invierno. Su cuerpo emana un perfume femenino que la hace aún más hermosa. Un saco la abriga y su sonrisa me deja pasmado cuando se ríe de mí.

—Bueno, realmente no sabía qué te arreglabas tan bien.

Una de sus manos se forma puño para pegarme directamente en el pecho. Su mirada baja hasta el suelo, busco su mano con la mía y es cuando me doy cuenta del anillo en su dedo y el bolso que tiene entre sus manos.

—Leí tu mensaje cuando metí el móvil en el bolso.

—Descuida.

Le tomo la mano para dirigirla hasta el auto, no me deja abrir la puerta así que sola rodea el vehículo y se sube a la par mía. Se coloca el cinturón de seguridad y sus manos se juntan sobre su regazo. Enciendo el motor del auto haciéndolo rugir mientras prendo nuevamente la calefacción.

—Así que ella es tu mamá.

—¿Tan mal te cayó? —Pregunta sin siquiera mirarme.

—No, oye, es muy linda.

Voltea la cabeza hacia mí para verme con sus ojos completamente abiertos de la impresión.

—Me refiero a linda de cálida y dulce, _____. —Me río de ella—. Sin ofenderla, pero creo que aquí la más linda eres tú.

—¿Quieres echar a andar el carro? —Dice avergonzada.

Largo una carcajada mientras aprieto el acelerador para salir de allí. Su cuerpo está completamente tenso en el asiento del copiloto, mis nudillos están completamente blancos alrededor del volante. Disminuyo la presión que ejerzo sobre el cuero negro y suspiro, ¿por qué tanta tensión? Ya a he visto, está al lado mío, vamos a pasar tiempo juntos. No tengo nada por lo que preocuparme ahora, solo por cuidarla y mantener una sonrisa en su rostro toda la noche.

—Tus ojos se ven aún más lindos cuando los delineas —digo.

Da vuelta su cabeza hasta quedar completamente fuera de mi vista y observa fuera del auto al pasar. Mi mano inquieta se posa sobre su rodilla y luego subo hasta encontrar sus manos que desarman el nudo para tomar la mía y entrelazar sus dedos helados.

—¿Tienes frío?

—Un poco —dice casi en un susurro.

Subo un poco más la calefacción del auto y me acomodo en el asiento. Paramos en un semáforo y aprovecho para echarle un vistazo, ella sigue viendo hacia afuera como si estuviera evitándome, como si no quisiera verme. Y por un momento me encuentro pensando que quizá se sintió obligada a venir conmigo esta noche por las supuestas cosas que ella me debe a mí por haber estado allí cuando nadie más estaba. Pero no, no me debe nada y no lo siento así. Yo solo quería hacerla salir de casa, pasar un momento lindo. Quizá no ha sido buena idea.

—¿Está todo bien, ______?

—Todo bien, Juss.

—¿Quieres mirarme? —Pregunto poniendo el auto nuevamente en marcha.

—No, realmente no quiero hacerlo —dice casi riendo.

Déjate de tonterías, Justin. Está avergonzada nada más, seguramente sus mejillas están teñidas de rosa y sus ojos brillantes, por eso no quiere que la veas. Es una mujer, todas tienen esas cosas extrañas.

Llegamos al centro comercial en menos de veinte minutos. Buscar lugar en el aparcamiento es todo una complicación cuando uno sale con auto, por eso yo adoro a Mildred, mi moto. Pero, si sales con una chica y quieres que realmente vuelva a salir contigo, no se debe hacer uso de la moto. No creo que a ______ le hubiera gustado mucho ponerse el casco de la moto cuando está tan perfectamente arreglada. Bajamos del auto luego de diez minutos de buscar aparcamiento hasta conseguirlo cuando una familia abandona el lugar en una camioneta gris. _____ baja del auto con sumo cuidado y se arregla la ropa con sus manos antes de cerrar la puerta. Rodeo el auto y al llegar a ella su sonrisa se expande lentamente, aparta la mirada cuando la tomo de la cintura para atraerla hacia mí.

—Nunca nos saludamos. —No hace falta que alce mucho el tono de voz porque estamos muy cerca. Sus ojos delineados se alzan hacia mí y sus mejillas se tiñen de rosa en la oscuridad—. ¿Por qué somos tan extraños?
—Tú eres extraño —dice alzando una ceja.

Me río divertido y lentamente me acerco hacia ella para que mi chica invisible por instinto se acerque a mí y corte la distancia entre nosotros dos. Poso mi otra mano en su cintura y la aprieto contra mi cuerpo, sus dos manos se acomodan por encima de mis hombros y se cruzan detrás de mi nuca. Sonrío a mitad del beso haciéndola reír levemente antes de volver a juntar sus labios con los míos. Cuando nos separamos aparta la mirada de mí y se muerde el labio inferior.

—¿Tengo brillo labial rosa? —Le pregunto para aligerar el ambiente.

Se ríe muy divertida y alza la vista hasta mis labios. Una de sus manos se desata de mi cuello y con su dedo índice quita todo rastro de brillo de mis labios. Vuelve a reírse mientras me avisa que ya no queda nada. Le planto un beso fugaz dejándola avergonzada cuando me alejo.

—¿Tengo más?

Me empuja levemente y se ríe divertida. Tomo su fría con la mía y entrelazo nuestros dedos. Su otra mano va a parar dentro del bolsillo del saco, me da la impresión de que se está congelando.

—Ya vamos.

Tiro de su mano para hacer que comience a caminar en dirección a la entrada del lugar. Y porque hemos recorrido diez malditos minutos buscando un lugar para aparcar, ahora estamos lejos de la entrada principal del centro comercial, donde no pasa ni una mosca, en lo más alejado del lugar. ______ aprieta mi mano con fuerza y pega el costado de su cuerpo contra el mío. Aprovecho el momento para soltarle la mano y pasar mi brazo por encima de sus hombros, se pega a mí como la hiedra y me abraza por la cintura.

Nada mal, Justin. Nada mal.

—¿Puedo decirte que te ves linda o vas a volver darme vuelta el rostro?

Se ríe sin desenroscarse de mí cuerpo y me estrecha más entre sus brazos.

—Tú también te ves lindo, Biebs.

—Tú te ves linda de sobremanera.

Refriega su rostro contra mi sweater y se ríe.

—Ya, tonto —dice avergonzada.

También me río y bajo mis brazos hasta su cintura.

Cuando llegamos a la puerta principal del centro comercial, _______ se aparta de mí, pero me toma la mano. Sus ojos recorren el lugar de arriba abajo como si de una niña de la edad de Jazzy se tratara. Busco su mirada con mis ojos y cuando la consigo le regalo una sonrisa, ella me la devuelve. Saco mi móvil para preguntarle a Ryan dónde diablos están él y su chica.

—Estoy aquí, Butler —digo cuando me atiende riendo por algo que realmente desconozco.

—Yo también estoy aquí, Bieber —dice en el mismo tono que yo he empleado—. ¿Nos encontramos en el patio de comidas?

—Vale.

Cuelgo la llamada y tiro de _____ para dirigirnos hacia la otra parte del centro comercial. Veo a Ryan a lo lejos que agita su mano en el aire, ______ baja la mirada en cuanto lo divisa y me obliga a retroceder dos pasos.

—Justin, creo que tenemos un problema.

Me detengo en seco al oírla hablar. Levanto su barbilla con las puntas de dos de mis dedos haciéndola que me mire, pero sus ojos se regodean con otra vista, no con mis ojos.

—¿Qué ocurre?

—¿Esa es Becca?

---

¿Adivino? Tienen ganas de matarme. Me aman, yo a ustedes. Sin Leila no hay novela, no a la violencia.

por **Alex Love** Sáb 04 Ene 2014, 11:31 am

Dios mio cada dia me gusta mas tu novela me enamora siguela un beso :)

por **Thaliaswagbieber** Sáb 04 Ene 2014, 4:29 pm

La amo LA amo pero o sea. Co no puede estar Becca ahi LA puts ESA omg siguela pronto so please

por **Someone** Sáb 04 Ene 2014, 5:07 pm

¡Estas en lo cierto... Sin ti no hay novela :/ ¡ OMG PERO ¡ Asghhl "¿por que somos tan extraños?" QUE HERMOSURAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA¡ Mira Zorra Becca te largas o te hago una super patada ninja! ...siguela ( notas mi hermosa ternura XD) Gracias

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