Spectrum |Harry Styles|

Cinco: verde.

Emerson odia la escuela. Odia cómo luce el edificio. Odia a sus compañeros. Odia a los profesores que la miran. Odia su taquilla: se cierra completamente por arriba que se queda abierta por debajo. Es basura. 

Antes de clase, Emerson corre al baño. La campana suena antes de que ella termine, por lo que corre fuera del baño, sacudiendo las manos para que se sequen. Gira en la esquina del pasillo y se estampa contra un perfecto y esculpido pecho. Y no, no el pecho de algún chico guapo. El pecho de Lindsay Miller, el cual le costó a sus padres mucho dinero.

-Wow, Emerson. Qué buena -Lindsay se burla, poniendo su pelo claro sobre su hombro. 

-Gracias -replica Emerson sarcásticamente, frotando su cabeza la cual a rebotado en el suelo como una pelota- No, no. No me ayudes -murmura, tratando de no llorar. Lo que Emerson no entiende sobre si misma es cómo su boca quiere gritar y pelear pero sus ojos quieren llorar.

Lindsay comienza a reírse maniáticamente. Coge a Emerson y la levanta duramente, empujándola contra las paredes. 

-Ahora, escúchame pequeña pu.ta. La semana pasada te vi mirando a Yaker Samuels. Él es mío, así que apártate.

-¿Por qué demonios querría a Yaker Samuels? Sólo una barbie le querría. 

-Ugh, pequeña... -Lindsay retrocede su codo y Emerson se encoge y cierra los ojos esperando al impacto. Hay un sonido de piel con piel y entonces la voz de un ángel.

-¿Qué demonios crees qué estás haciendo? -Emerson abre los ojos y suspira de alivio. Harry está enfrente de Emerson, en una camiseta oscura y unos pantalones, su mano envuelta alrededor del puño de Lindsay- ¿Quién demonios te crees que eres? 

-Tu alma gemela... -responde Lindsay ensoñadoramente, pintando una sonrisa en su cara, mirando a Harry, quien sólo le frunce el ceño.

-No lo creo -le responde fríamente. Empuja el puño de vuelta a ella y Lindsay se tropieza, con los ojos abiertos y sorprendida- Ni se te ocurra volver a tocar a Emerson ¿me oyes? -Harry señala acusadoramente a Lindsay- Lo digo en serio. No la toques, no le hables ni nada. ¿Lo entiendes? -Lindsay asiente y mira a Harry. Emerson sabe que no está acostumbrada a que la gente la defienda, especialmente los chicos.

>>-¿Estás bien? -pregunta Harry suavemente, sus manos en la cara de Emerson, analizandola por si tiene cicatrices o marcas en su piel. Emerson se sonroja completamente consciente de Lindsay mirándoles, su mandíbula abierta. 

-Estoy bien -asegura Emerson, enrollando sus dedos en las muñecas de él y quitándolas de su cara- pero gracias por la preocupación. Y por salvar mi cara, de verdad -sonríe y se pone de puntilla para besar ligeramente a Harry.

-¿Quieres salir de aquí? -pregunta, apoyando su frente en la de ella.

-Por supuesto.

-¿Y quién era esa chica? 

Emerson hace una mueca. Ha cambiado triunfalmente el tema de Lindsay a otra cosa unas tres veces. La primera ha sido cuando Emerson y Harry estaban saliendo del colegio. La segunda en el camino a McDonalds y la tercera en la caja del restaurante. 

-Sólo... Nadie -murmura tranquilamente, mojando sus naggets de pollo en la salsa agridulce. Lo muerde y mira a la ventana, observando a un hombre con una barba desaseada aparcar en el aparcamiento. 

-Esa no era nadie, Em. ¿Suele esa chica pegarte? -Emerson no responde- Ya me has dicho lo que normalmente te dicen, también debes contarme lo qué te hacen. 

-Esa era Lindsay. Es tan mala como puede, si quieres la verdad -dice finalmente, su voz tranquila, sus ojos conectando con los de Harry- Gracias por salvar mi cara. 

-Para de agradecerme -responde con la boca llena de patatas fritas- Es mi trabajo -Emerson sonríe ligeramente, su corazón reconfortándose. Harry le devuelve la sonrisa, limpia sus dedos en una servilleta amarilla y se desliza fuera del asiento- Corramos al coche. El batido de Lexi se está derritiendo. 

Emerson coge su comida y la tira junto a la de Harry. Harry coge el batido de Lexi con una mano, y la mano de Emerson con la otra y la dirige a su coche. 

-Te gusta traerme a misteriosos y sitios lejanos ¿verdad? -Emerson pregunta mientras él gira hacia una sucia carretera. El camino los dirige al bosque. 

-Cuando concierne a nuestra lección barra cita, sí -Harry sonríe furtivamente y roba una mirada a Emerson- ¿Tienes algún problema con eso, jovencita? 

-No señor Harry. 

-Perfecto entonces.

-¿Y qué color estamos aprendiendo? 

-Verde.

-Ooh. 

-No te emociones mucho, Emerson. No querríamos que te mearas encima. 

-¡No te rías de mí!

-¡No seas sarcástica!

-¡Para de hacerme cosquillas! Nos vas a sacar de la carretera.

-¡No! Soy un conductor perfecto y prudente -Emerson empuja la mano de Harry fuera de sus costillas, soltando una risita mientras él aparca en el campo. Harry sale del coche y se dirige al maletero. Emerson le sigue -Deberías haber esperado a que lo preparara -se queja cuando ve a Emerson a su lado. 

-Deberías haberlo dicho. 

-Lo hice. Deberías haber escuchado -dice Harry con una sarcástica y pretenciosa voz. Emerson se ríe y le golpea juguetonamente el hombro. Coge la manta del coche y Harry coge la nevera. Encuentran un lugar en la hierba y se sientan.

Emerson y Harry se tumban en la manta. Harry abre la nevera y coge dos latas de sprite, dándole una a ella. 

-Está bien -dice- Mira a tu alrededor -Emerson obedece, su mano enlazada con la de Harry, su bulto de dedos en su regazo. Alrededor de ella, Emerson ve hierba clara, troncos oscuros y cima de árboles oscuras- Todo a tu alrededor es verde -Harry le susurra en el oído- Incluso la manta. Incluso la lata de sprite -Emerson mira la manta, pasando sus manos por ella como si pudiera empaparse del color, a través de la sangre y enviándola a sus ojos. Coge la lata de sprite un poco más fuerte. 

>>-Verde es el color de la naturaleza -continúa Harry- Es calmante, relajante, pacífico. Es característico del crecimiento y la armonía. Frescura. Hace que la gente se sienta segura. Ilusionados. Es curativo. El verde oscuro es el color del dinero. 

-Tú me haces sentir segura -Emerson susurra, mirando a los árboles.

-¿Te hago sentir fresca? -Harry bromea, empujando ligeramente su hombro.

-No -Emerson responde suavemente y gira su cabeza mirándole a los ojos- Segura. Me haces sentir segura. 

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-Por la relación estable que comparten el señor Styles y la señorita Withers -dice el juez, señalando a Harry y Emerson con aprobación- y también por la prueba de drogas ilegales encontradas en el apartamento de la señorita Howard, la custodia completa de Alexia Theresa Styles es concedida a su padre. Viendo que la señorita Howard estará bajo custodia judicial y será llevada a la cárcel, sin visitas.

-Lo hicimos -susurra Harry- No hemos perdido a Lexi. No hemos perdido a nuestra hija -se gira a Emerson y ella a él, con una enorme sonrisa en su cara- ¡Ganamos! -exclama. Rodea sus brazos alrededor de los hombros de Emerson. Ella ríe y le abraza con lágrimas de felicidad en sus ojos. 

-¡Bastardo! -grita Quinn, pateando a los guardias que la cogen por detrás- ¡Es mi hija! Ha venido de mí. ¡No eres más que un donante de esperma! ¡La has alejado de mí! 

-Señorita Howard si no se calla... -avisa el juez.

-¡No puedes hacer esto! ¡Es mía! 

-Asegúrense de ponerle una habitación verde, agente -dice el juez- Calme a esta chiflada. 

-¿Podemos irnos a casa? -pregunta Emerson, abrazándose a si misma, sus hombros tensos. Harry pone sus manos en ellos y empieza a masajeralos. Él sabe cómo de incómoda y asustado se pone Emerson en este tipo de confrontación. 

-Vale.

ABRE:

Nueva Lectora!! me gusta mucho tu novela, es muy interesante la trama, y Harry es un amor, siguela pronto, besos hermosa!