† The Gosh's Book † Harry Styles †

Ya había pasado media hora desde que empezamos el recorrido. Llevábamos vistas once salas diferentes y nos quedaban todavía veinte más. Faltaban cinco minutos para el recreo. Decidí enseñarle el patio y esperar el recreo allí. De paso dejaría de caminar y me sentaría en uno de los bancos o arboles.

-Bueno aquí termino el recorrido momentáneamente.-lo mire, me voltee y me senté bajo un árbol grande que cubría una agradable banca verde a la que ignore por completo.

Para pasar el tiempo tome una libreta de mi bolso. Allí dibujaba cuando estaba aburrida. Ojos. Tenía una obsesión por ellos, en especial los verdes. Todos eran verdes, a excepción de unos azules que había hecho con birome ya que me había olvidado la cartuchera ese día. Tome un lápiz y boceté el contorno del ojo. Oscurecí y remarque los bordes con marcador negro grueso. Tenía una forma oscura, y oscuro seria el verde dentro de él. Pinte la pupila, bien dilatada y rellena de un negro profundo. Luego me dedique al iris, cada detalle, cada variación de matiz. Le faltaba oscurecer el borde del iris. Tome mi marcador y me concentre en seguir el contorno. El marcador resbalo por sobre la superficie y pinto el iris dejando una
línea imborrable. El dibujo estaba completamente arruinado.

- ¿Qué haces?-a mis espaldas una voz me distrajo. Harry tomo mi hombro como apoyo y se sentó a mi lado observando mi trabajo. O más bien mi desastre.
- Dibujo.
- ¿Ojos?- sus cejas se curvaron. ¿Qué había de extraño en ello?
- Si. Pero se he arruinado. –

Las palabras salieron disparatadas sin pensar. No quería que viera mi dibujo y menos arruinado. Me odie por unos segundos al darme cuenta de que le estaba dando charla. Definitivamente eso no era lo que yo quería. Escondí mi dibujo como para que sea obvio que no quería que se entrometa y lo viera. Lo di vuelta y lo deje sobre mi regazo aplastándolo con ambas manos. Demasiado notorio pero funcionaria si quería que no lo viese.

- Nada esta arruinado. Déjame ver.-acerco su mano a mi cuaderno y inconscientemente me aparte.¿Acaso no fui muy obvia?
- No. No es cosa tuya.
- Si, lo es

No sé cómo, ni siquiera se en qué momento pero me lo arrebato. Hubiese jurado que lo seguía teniendo en mis manos pero no era así. Él estaba ya a la otra esquina del patio con mi marcador y mi cuaderno. Estaba paralizada, no reaccionaba. Fue extraño, verdaderamente extraño. ¿Cómo lo hizo? Es más ¿Cómo hizo para alejarse tan rápido sin que yo lo notase? No era real, definitivamente era un atleta o algo por el estilo. Pero definitivamente su rapidez fue apenas notoria.

El timbre sonó. Los pasillos se inundaron de alumnos y me centre en una larga cabellera rubia. Salí de mi trance y me pare empeñándome en sacarle mi cuaderno a Harry. Observe todo mi entorno. No estaba, era como un fantasma que jugaba con mi mente. No entendía nada. Luego le preguntaría por que se había ido tan rápido y si era un atleta profesional o algo parecido. Estaba abatida, todavía volvía a mirar el patio por si aparecía allí. Se había ido. Peor. Se había ido, con mi cuaderno Volví sobre mi eje y me encontré con unos intensos ojos mirándome.

- Con que aquí estabas. –Paola Campbell Fray mantenía una mirada fija hacia cualquiera de mis movimientos. Eché un paso atrás. Daba miedo cuando se preocupaba por mí. Y denotaba más su preocupación cuando mordía su labio y en este instante estaba a un paso de arrancarse su labio inferior.
- Te lo puedo explicar.

Ella era mi hermana, o casi hermana. Era mi mejor amiga, merecidamente lo era. Ella era infaltable en mi vida. Compartíamos los mismos sentimientos, los mismos ideales y exactamente los mismos planes hacia el futuro –recién terminásemos la secundaria nos iríamos a vivir a Las Vegas en la casa de un amigo de ella y nos casaríamos con dos rockeros en una de esas iglesias donde siempre aparece un “falso Elvis” y tendríamos mellizos. Luego viviríamos la vida a la locura y fiestas- algo alocado pero teníamos todo muy bien planeado.

Paola era unos cuantos centímetros más alta que yo y delgada, su pelo cobrizo hasta la cadera hacia que resalte por sobre todo. Ojos grises con un toque de verde que resaltaban bajo una larga capa de pestañas bien resaltadas con rímel. Su marca personal eran sus cejas pobladas, para algunos resultaba pecaminoso pero a ella la quedaban perfectas. Yo en cambio era de estatura promedio a comparación de ella pero todos me veían como una chica alta. Tenía pelo castaño claro hasta la cintura y anhelaba que fuera más largo. Ojos verdes, eso era lo más llamativo en mi, un verde excepcional y brillante. Por lo general estaban bastante resaltados ya que pasaba la mayor parte de mi tiempo delineándolos. No tenía un cuerpo excepcional pero llevaba demasiadas curvas para mi preferencia.

Luego de contarle lo que me había asignado el director quedo impactada. Quizá subestimaba la lindura del chico que le había descripto. Quizá se lo imaginaba como el mismísimo Robert Pattinson pero no, no lo era. Ojala fuese mi Edward pero solo era un misterioso chico que no era vampiro y eso arruinaba todas expectativas.

- No te ilusiones, debe ser cualquier arrogante.-imagine la pareja de ellos dos.- Pero, si quieres puedo echarte una mano.
- No -su bipolaridad se hizo notar. Casi rompe un récord, ni habían pasado diez minutos y ya cambiaba de parecer.- ¿Vendrás a la próxima clase?

Debería asistir pero prefería vagar por la escuela explicándole a un chico bobo sobre las instalaciones que aguantar los alaridos nerviosos de la señorita Van Helsen cuando los alumnos no la dejaban hablar.

- No. Aprovecharé al máximo mi libertad.
- Bien dicho.-palmeo mi hombro – ven que necesito ir a buscar las cosas de mi casillero.