"Good Vampires Never Falls In Love" (James Maslow & Tu)

PORFA SIGUELA!!!!! NEW READER!!!
M ENCANTA TU NOVE ESTA GENIAL!!!!
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
att:amy

Porfa Siguela o me voy a poner a llorar enserio :crybaby: bueno me tengo que ir xau :hi:

Hello somebody!
WOW como pasa el tiempo. Hace meses no subo nada….
Echadle la culpa al verano! He estado perdida tanto tiempo de este mundo que en algun momento tenia que extrañarlo
Pero tranquilas (si alguien todavía sigue esta nove) tengo capítulos nuevos, muuuy interesantes ya que… si, os lo voy a decir: James Maslow es algo bastante cercano a un vampiro. También estoy escribiendo un spin-off de la nove que se llamara Bad Vampires Fall In Love Too. I’m so soo sorry por la ausencia, tomadlo como si hubieran sido una vacaciones en las que me dan chance para reordenar mis ideas y volver a la carga con todo. Thnks por la paciencia y los coments. Super bienvenidas a las nuevas

Pues que genial ya quiero leer bad Vampires Fells In Love Too por favor quieros que escribas espero anciosa y como me podría olvidar de tu nove si tu me inspiraste a hacer una mía y hacerme una cuenta!? Bueno en fin
Porfa sigue escribiendo que me muero de ganas de saber que es james y que pasara con el y con claire?
Bueno Siguela pronto xau :hi: :D

awww que linda marts1, como te llamas? cual es tu nove? me pasas el link?please, si no os importa TODAS decidme sus nombres.
CAP NUEVO PRONTO

Mapilicious escribió:Hello somebody!
WOW como pasa el tiempo. Hace meses no subo nada….
Echadle la culpa al verano! He estado perdida tanto tiempo de este mundo que en algun momento tenia que extrañarlo
Pero tranquilas (si alguien todavía sigue esta nove) tengo capítulos nuevos, muuuy interesantes ya que… si, os lo voy a decir: James Maslow es algo bastante cercano a un vampiro. También estoy escribiendo un spin-off de la nove que se llamara Bad Vampires Fall In Love Too. I’m so soo sorry por la ausencia, tomadlo como si hubieran sido una vacaciones en las que me dan chance para reordenar mis ideas y volver a la carga con todo. Thnks por la paciencia y los coments. Super bienvenidas a las nuevas

Hola de nuevo!!!
No sabes cómo extrañaba que actualizases!!!
Estoy deseando que la continues y cómo es eso de que James es cercano a un vampiro????
Bueno, continúa cuando puedas que intentaré pasarme!!

Kisses!!

Bueno me llamo melanie pero me dicen y me gusta que me digan
Y quiero decirte algo quiero capiiiiiiiiiii!!!!!!!! Jaja bueno me tengo que ir xau :hi:

ha ha ha
sois las mejores, chicas! no importa nada, voy a subir en este momento
no esta completo, pero os prometo que lo mejor de todo esta por venir.
nuevamente thnks so much por su apoyo carly, mel, flow, amy... todas! las quiero muchisimo

En las semanas siguientes James se puso raro. O era yo? Supongo que ambos. Últimamente se había dado a la tarea de poner la mente en blanco cada vez que estaba cerca… como si supiera algo acerca de lo que yo era capaz de hacer! Si no lo conociera, hasta diría que estaba perdiendo su confianza, pero claro que no, el seguía siendo tan encantador e insoportablemente perfecto como siempre. Yo, vergonzosamente por mi parte, no sabía cómo nombrar aquello que sentía por él: atracción? Parecía casi exacto. Cariño? Por qué no? El era tan bueno, valía su peso en oro…. Cualquiera sería capaz de sentir cariño o atracción por él, así que no me parecía que estuviera haciendo algo indebido.

También había otra cosa, y era por ahora, lo más desesperante de todo: ansiedad. La graduación estaba a solo una semana. Todo el año había estado deseando que se acabara el colegio, y ahora me daba cuenta de que no quería eso. La cuestión es que James tenia cupo en la Imperial College London –me entere por Robert–, y no lo iba a ver más a pesar de que íbamos a estudiar en la misma ciudad, una universidad diferente es igual a vivir al otro lado del mundo. Yo desgraciadamente ya tenía mi futuro arreglado aun antes de nacer: Shia, Robert, su padre y el abuelo de su padre, todos mis antepasados habían ido a Oxford y yo no iba a ser la excepción –mis notas lo corroboraban–, a pesar de que Shia ya había cumplido con mantener viva la tradición familiar por lo menos hasta la próxima generación de Saint Hoons… aunque no sería imposible tratar de convencer a Robert de que la Imperial College London podía ofrecerme mejores opciones en “ciencias biológicas”, cosa que en realidad no tenía nada que ver conmigo, puesto que si había algo que quisiera estudiar seria filosofía, cosas de letras, es decir nada que ver con la universidad a la que James iba a ir… ingeniería aeronáutica? De qué demonios se supone le iba a servir eso en la vida?

Un momento.

De verdad me dolía tanto ser separada de él? Por qué querría seguir viéndolo sabiendo el peligro que yo representaba para su existencia? Lo más conveniente para el seria no volverme a ver después de la escuela, nunca más. Esa era la triste realidad.
Volviendo al presente, todavía faltaba enfrentar el último bochornoso evento en la vida social del colegio: el baile de graduación. Había tanto entusiasmo con el ridículo baile de “estricta etiqueta” que ya hasta era fastidioso. No solo porque Miley y Kellan habían sido elegidos por los organizadores para ser los anfitriones y así ellos me dejarían sola del lado de los que no querían pompas ni cursilerías por el fin de año escolar, tampoco porque Robert se había ofrecido a llevarme hasta Bond Street en Londres para comprarme el vestido y Shia a alquilarme una limo con tal de ir de chaperón; tampoco porque había cualquier ofensiva cantidad de chicos pensando en una oportunidad para invitarme, ni porque algunos ya se habían atrevido a hacerlo, sino porque, maldita sea, James no lo hacía y yo… yo creí que iba a hacerlo. Hace meses ya había planeado brillar por mi ausencia ese día, pero ahora… si esta era la última oportunidad que teníamos para hacer algo juntos, sería lindo que fuéramos como dos buenos amigos. Tenía todavía algo de tranquilidad, ya que Victoria también estaba a la espera de que James la invitara. El nunca había dado señales de que ella le interesara más que yo, y Victoria lo sabía bien, por eso conservaba a Avan como segunda opción en caso de que no le resultaran las cosas con James. Jamás sería capaz de perderse la oportunidad de ir a presumir sus cuarenta y ocho kilos en un vestido con el estomago descubierto –ah, he visto demasiado su mente.

Como sea, por qué James no invitaba a nadie? A que estaba esperando? Eso me producía una mezcla de enfado, bilis y nuevamente, ansiedad.

Ese viernes Miley, Kellan y yo acabábamos de dar el examen final de Algebra, en el cual no había podido concentrarme: estaba monitoreando a James a través de la mente de Shane Graham, uno de sus amigos. No había novedades acerca de alguna chica en especial. Más impaciencia y retortijones de tripa. Shane había invitado a Kate, estaba nervioso.

Fuimos al comedor en busca de nuestra mesa y los chicos. Allí ya estaban Erin, Kate, Cody y Carlos, todos tenían expresiones que iban desde la indignación a la malicia y la expectativa de algo sumamente interesante. De que se trataba? Y donde estaba James? Erin me vio a cinco metros y dejo de cruzar las piernas para levantarse con una cara que anunciaba algo espeluznante. Sus pensamientos estaban tan enredados que no entendí nada. Quizá algo de Logan? No me imaginaba ni por asomo algo acerca del desagradable espectáculo que estaba a punto de presenciar.

–Por fin llegas –se ahogo Erin– ven, siéntate.

Me tomo del brazo y me condujo hasta una silla. Me deje llevar, confusa. Todos me estaban mirando como si esperaran que me fuera a dar un ataque.

–Tal vez sea mejor que vayamos afuera –intervino Kate, preocupada.

–Que está pasando? –inquirí mirando a Cody y Carlos. Por qué Cody tenía esa cara tan irritantemente burlona?
Miley y Kellan se miraron, luego a los demás, alrededor y finalmente a mí. Se habían fijado en algo curioso que sucedía en el otro extremo de la cafetería. De eso se trataba? Que pasaba allí que nadie tenía el valor de señalarme?

En la mesa para cuatro donde se sentaban Lorraine Waltz y Jason Berckley había otra parejita. El fluido se congelo en mis venas, y seguramente hasta el más incauto en todo el lugar se dio cuenta. Eran James y Victoria. Ella tenía una pierna enroscada en la de James, manoseándole la corbata y el cuello de la camisa. Sentí algo feo en el estomago. James se reía con los otros y no hacía nada por alejarla. Cuantas otras veces había visto –con gran satisfacción– como la rechazaba?

Cuando las piernas por fin me respondieron, quise que me tragara la tierra, o por lo menos pararme para poder salir de allí.
–…son simplemente perfectos el uno para el otro –dijo Demetria pasando por detrás de mí con su peculiar voz, lo suficientemente alto para que todos los que estaban allí la oyeran– ya me los imagino en el baile…

Como si no pudiera ser peor. Todo el mundo ya comentaba el hecho de que James por fin había desistido en el intento de conquistar al raro fenómeno, Claire. La mayoría cobraba a otro poco por diversos tipos de apuestas que habían hecho a cuestas de mi y Victoria. Nunca me había sentido así de expuesta en el colegio. Como si cada uno de estos irritantes humanos pudiera ver mi interior. Lo ideal en ese momento hubiera sido algo así como:

–Callaos todos. Esto lo voy a arreglar ahora mismo –diría yo mientras una precisa ráfaga de viento ondeaba mi cabello para atrás, una puesta en escena perfecta para hacer mi espectacular entrada de Tormenta.

Todos harían silencio y me mirarían atemorizados caminar con paso demoledor hasta donde estaba Victoria y sus malignos labios pintarrajeados de rojo acechando a mi chico.

–Hazte a un lado, bitch –la cogería de los pelos y la arrancaría del lado de James, quien ya estaría de rodillas pidiendo perdón…
Bueno, quizá me extralimite fantaseando, tenia tanto valor como una gallina para hacer algo al respecto. Salí de la cafetería como un fantasma, tratando de ignorar las miradas y pensamientos escudriñadores que se arremolinaban alrededor de mi cabeza.

Me fui a mi casa antes de la salida apelando a una fuerte migraña, cosa que no era difícil de aparentar. Además era el último día de escuela y ningún profesor se preocupaba en ser tan estricto.

Pase el resto de la tarde tendida como tonta en el suelo de mi habitación. Me sentía mal, humillada y estúpida… tanto tiempo rechazando a James que ya se había aburrido de esperarme, lógico. Ahora había optado por la opción más fácil… eso; fácil! En todos los sentidos!

Idiota! Por qué no podía ser un poco más tenaz, si yo ya estaba punto de ceder? No. Lo que pasa es que Victoria no era buena para él. El que yo no quisiera a James no significaba que aceptaría ver como andaba con alguien tan venenosa y manipuladora como ella. El se merecía algo mejor, es decir, nadie que yo conociera.

Que hacer ahora? Si, estaba escondida en mi habitación como una cobarde, pero tenía que hacer algo. James se consideraba todavía mi amigo, podía ir a pedirle una explicación. Tenía derecho a saber que había visto en Victoria que yo… que otras chicas no tuvieran. Mire mi reloj. Todavía no eran las cinco. Cogí las llaves del coche y baje al garaje. Cuando estaba a punto de arrancar, me di cuenta de que no sabía dónde demonios vivía James. Maldije y regrese a la casa. Aproveche que Robert no estaba para entrar a su despacho y husmear en su directorio hasta encontrar la dirección de los Maslow. Tenían dos en Somerset: una en Sunset Beach y otra en Ridgehills, por donde vivía Logan. Aposte por la ultima y me aprendí el numero. Baje de nuevo y salí a toda velocidad. Oh, sí. James iba a escuchar una buena reprimenda por su comportamiento.

Quince minutos después, conduciendo con el pie en el acelerador, comencé a distinguir por fin los bien alineados y podados cipreses característicos de Ridgehills, uno de los barrios más lujosos de Somerset, donde a medida que avanzabas, mas grandes e impresionantes eran las mansiones. Iba mirando a todos lados buscando la casa correcta cuando, de improviso, un coche salió imprudentemente en reversa de la verja de una de las casas y por poco destroza el pulido esmalte azul oscuro de mi coche.

–Mierda! –grite pisando el freno hasta el fondo.

El del otro coche también freno a tiempo y se quedo allí. Mi humor ya estaba a punto de ebullición, así que me baje, dispuesta a desquitarme con quien quiera que fuera el idiota. Ese idiota también salió de su coche con cara de alarma y preocupación, pensando que este hubiera sido el un o duodécimo coche que arruinaba, también en una disculpa. Justo cuando iba a abrir la boca, nos miramos y nos quedamos paralizados.

–Claire!

–James –me ahogue.

Por todos los cielos, podía tener más mala suerte? Por lo menos había dado con su casa. Mi ira se esfumo inmediatamente, pero reaparecieron la rabia y ansiedad de la mañana al verle la cara.

–A dónde estabas yendo? –le reclame, como si lo hubiera atrapado fugándose.

–Claire! –repito sin salir del asombro todavía– que haces aquí?

–Yo pregunte primero!

En realidad, no tenía sentido gritarle pero no encontraba otro tono de voz. Además el nunca se había asustado por mi mal genio, así que no había problema.

–Me creerías si te digo que también pensaba ir a hacerte una visita de sorpresa? –pregunto haciéndose al inocente.

–Qué?!

–Ok –se rindió–, estaba yendo… no sé, a cualquier parte. Estaba aburrido.

–Pues que suerte tienes –ahora estaba empleando un poco de sarcasmo– he venido a alegrarte la tarde!

Se rio

–Que es tan gracioso?

–Nada, es solo que no puedo creer que hayas venido hasta aquí. Es la primera vez que vienes a mi casa, y por voluntad propia!

–Ja, ja –le reí la gracia con otro poco de sarcasmo.

Que tonto, se alegraba de que hubiera venido…

–Venga, no quieres entrar? –me invito esperanzado.

Sola en su casa con él? La idea no terminaba de convencerme, pero supuse que podía intentar serenarme y aceptar hablarle adentro, no aquí en la calle, donde cualquiera podía escucharnos.

–Bueno.

Ya no estaba tan furiosa, pero todavía tenía en mente mi propósito original. Espere a que guardáramos los coches, luego el me condujo a través de los preciosos jardines de la entrada. Había allí cientos de rosas y lirios, a unos metros del gran portón de caoba. Me distraje apreciando el estilo de la fachada, de techos y ventanales altísimos y ovalados. A Robert le encantaría esta casa. James abrió y entramos al inmenso vestíbulo, luego hasta la sala principal. Lo que más resaltaba allí era un par de finísimas consolas Luis XV, que combinaban a la perfección con los bergeres y cortinas blancas, además de pinturas clásicas por doquier y esculturas de mármol. James no encajaba en todo este contexto; los padres eran los fanáticos coleccionistas de arte.

–Cuando herede esta casa la voy a transformar en un antro –bromeo a propósito de mi apreciación, muy consciente de las extravagancias de sus padres.

–Claro –intente modular mi voz a un tono más educado para abordar el tema sin alterarme demasiado– así que… iras al baile con Victoria.

Casi escupí las palabras, sintiéndolas arrastrarse por mi garganta. El me miro con una sonrisa burlona

–Como dices? Victoria?

Entrecerré los ojos y le puse una cara que le hizo ver que le hizo ver que no estaba para bromitas.

–Ay, Claire. Como se te ocurren esas cosas? –su cara se ponía más seria– aguarda. Vas a abandonarme?

Como si ya hubiéramos hablado algo acerca de esto.

–Abandonarte? Se puede saber cuándo me has invitado al estúpido baile?

–Ok –se rio–. Te estoy invitando ahora. Claire nunca está satisfecha… –sonrió juguetonamente y se apoyo en el brazo del sillón– así que… de qué color va a ser tu corsage?

Me quede paralizada y un poco avergonzada. El y esos irresistibles ojos me hacían tragarme todas mis acusaciones.

–No… no se –balbucee recuperando la voz– oye! entonces que hacíais tu y Victoria hoy en el almuerzo? –inquirí acusadoramente, aunque un poco más tranquila.

Me miro intrigado.

–En el almuerzo?

–Estabais muy cariñosos los dos

Arrugo la frente, no se acordaba?

–Ah sí –dijo por fin–, me senté con ella en el almuerzo… cariñosos dices?

–No te hagas al idiota! Por poco no estaba sentada en tus piernas!

Recién entonces comenzó a considerar el por qué de mi ánimo hostil desde que llegue, y de inmediato ya estaba viendo cómo convencerme de su inocencia.

–Bueno, yo… supongo que no me di cuenta –concluyo como si no tuviera importancia.

Eche humo por las narices. Si no fuera tan distractoramente guapo, le estaría pegando en la cara.

–No necesitabas armar esta escenita, cariño –pensó mirándome apretar los puños– Victoria no puede comparase contigo, Claire –comento tratando de disfrazar la frase anterior.

Vergonzoso. Le había hecho una escena de celos! Ya estaría contento?

–Mira, eso podrá ser –gruñí– pero todo el mundo cree que iras con…

–Victoria va con Avan –me interrumpió esbozando una sonrisa torcida– esas cotillas de tus amigas no lo sabían?

Suspire al entender lo que había pasado, también de alivio. Todo era culpa de Victoria, y de las chicas por no enterarse de todo antes de hablar. Y James era “inocente”.

–Ok, te creo. Ya no hablemos mas de esto –pedí.

–Como quieras –concedió amablemente.

Hubo un silencio incomodo. Pero él se acordó de algo.

–Claire, tengo una sorpresa para ti.

Lo mire seria. El y sus cosas siempre fuera de lugar.

–Sorpresa?

–Ven, esta allá arriba.

Me dedico una sonrisa atontadora y se dirigió hacia los amplios escalones que llevaban a la segunda planta. Lo seguí, curiosa. Allí había un bonito living repleto de retratos y valiosísimas chucherías y sillones acolchaditos. Típico de la familia inglesa que se sienta a tomar el té a las cuatro de la tarde. James busco en uno de los compartimientos del librero y extrajo una carpeta de color azul. Se volvió a mirarme con gesto intrigante y divertido.

–Lista?

–Eso creo –me encogí de hombros.

–Ok –se rio sacando el documento de la carpeta– sorpresa! –entono teatralmente.

Tome el papel presintiendo algo raro. La mandíbula se me hablo hasta el suelo y así se quedo cuando reconocí el escudo azul y dorado de Oxford "La verdad es poderosa". el resto de la carta solo confirmo que James David Maslow Borge había sido aceptado. ACEPTADO EN OXFORD!

Cuando me repuse del shock y alce los ojos, el me estaba mirando con un brillo de emoción en los hermosos ojos avellana, a la espera de mi reacción.

–No te alegras? Creí que ibas a estar brincando de emoción –se quejo.

–Impresionante –bufe– como lo conseguiste?

–Solo digamos que no fue difícil –alardeo.

Entorne los ojos.

–‘Siempre consigues lo que quieres’ –cite recordando algo que sucedió hace tiempo.

–Tu si sabes –aseguro recordando lo mismo.

Esa notita la había quemado en el incinerador de la sala, después de aquel día fatídico en mi casa cuando cumplí dieciocho, en ese entonces yo solo significaba un capricho para él. Ahora… las cosas habían cambiado mucho. Tanto como la forma en que me miraba. En todo este tiempo, parecía que nunca dejaría de descubrir a través de ellos la belleza interior de James, tanto o más increíble que su exterior. Esos perturbadores ojos me miraban ahora repletos de la más intensa fascinación. Vi mi cara reflejaba en sus pupilas, y me quede sorprendida de lo que descubrí. Esa chica tenía la expresión de quien se halla perdidamente enamorada. Esa era yo?

–Es… genial, James –respire intentando evadir el hechizo de su mirada. Pero el no hacía nada por dejar eso. Tenía que hacer algo, cambiar de tema! – que… bella casa tenéis –comente mirando a mi alrededor con apreciación.

El frunció los labios perfectos en media sonrisa, dándose cuenta de mi evasiva, pero me siguió la corriente.

–Aun no lo has visto todo –murmuro y no espero a que le dijera nada, sino que emprendió la marcha hacia el pasillo de la derecha, donde había una puerta al fondo. Camine detrás de él con los nervios repentinamente a flor de piel. Esa debía ser…

–Mi habitación –anuncio mirándome de reojo, luego abrió la puerta para mí.

Era una gran habitación de todos los tonos de gris, una de las cuatro paredes era totalmente de cristal y daba a una vista preciosa de los bosques tropicales de Somerset. Al frente de una enorme cama blanca había una chimenea esculpida en granito, que le daba el toque perfecto de calidez. Toda su decoración era sencilla, incluso el dossier, pero de un gusto exquisito. Entre y el vino detrás.

–Wow.

–No es nada ostentoso, no te sorprendas –se burlo.

–Claro que no, tienes buen gusto –dije echándole una mirada a la cama… como se vería James durmiendo allí? Trate de imaginarlo. El se dio cuenta de donde estaba mi atención y me miro con una mueca maliciosa.

–Quieres… –dejo la frase sin concluir, no en modo insinuante, aunque pude saber bien lo que estaba pensando– Mierda! Quieres que te largue una bofetada y se vaya? Controla tu lengua, James!

–No! –dije demasiado fuerte– claro que no, tonto.

–Ok… –desvió la mirada– también quiero acostarme contigo, Claire.

Casi suelto una risa nerviosa. De verdad creía eso de mí? Tampoco era… que yo no quisiera. Tendría que estar brutalmente ciega para no desear a James.

Suspire y me senté en un pouf que había junto a un estante repleto de cds.

–Muse? –bufe cogiendo la portada multicolor del disco

–No te gustan? –se acerco casualmente y se mantuvo a mi lado de pie, apoyándose en el estante.

–Son buenos –aprobé.

En realidad, no le estaba prestando atención al disco, mi intento por desviar mi mente de James y sus breves fantasías conmigo no resultaba.

–Hummm… –el tampoco pensaba en el disco, en cambio, estaba prestando mucha tensión a la forma de mis labios, preguntándose a que sabrían.

–Bueno –dije sin pensar. A mí también me encantaría saber a qué sabrían sus labios

–Qué?

–James –me puse de pie, inevitablemente alarmada.

El retrocedió un paso con precaución, para sorpresa mía. Donde estaba aquel experimentado e irremediable conquistador?

–Si?

–Dime en que estas pensando ahora mismo –le provoque.

–Oh –la sorpresa brillo en sus ojos claros– increíble, es como si supiera lo que estoy pensando… disimula! –alzo las cejas y se llevo una mano a la frente– eh… eso no es educado –sonrió con reprobación.

–Ah sí? –insistí.

De acuerdo, me estaba divirtiendo. El me miraba incrédulo, nunca había creído que yo me animaría a flirtear con el… hasta que al fin resoplo y me devolvió una mirada resuelta, pasando la mano por su cabello marrón oscuro, poniéndolo para atrás.