Demasiado Perfecto (Joe y Tu) Adaptacion

Había hecho el amor en otras ocasiones, pero nunca había experimentado algo parecido. Le había bastado mirar la cara de satisfacción de _____, después de penetrarla, para consumir el acto salvajemente, rápido y violento.
Se recostó sobre un codo y la miró a los ojos.
—¿Estás bien?
—Mucho mejor que bien. Estoy en la gloria
—ronroneó _____, esbozando una sonrisa seductora.
—Yo... tenía miedo de haberte hecho daño
—comentó él—. He sido muy brusco. He ido demasiado rápido.
—Creo recordar que yo también tenía prisa —dijo _____ entre risas.
—Eso es verdad —repuso Joe, más relajado. Luego la abrazó, le apartó un rizo que le caía sobre la cara y le acarició una mejilla. Jamás había estado tan a gusto junto a una mujer, pensó con el pecho henchido.
—Eres fantástico en la cama —murmuró _____ mientras le daba un beso en los dedos de una mano—. Nunca había tenido una experiencia tan... intensa.
—Yo tampoco —reconoció Joe.
—Tienes un cuerpo perfecto —susurró ella mientras volvía a introducirse los dedos en la boca, provocativamente.
—Cielo santo, necesito tiempo para recuperarme —jadeó Joe.
— ¿Cuánto tiempo?
—No mucho —respondió Joe, cada vez más acalorado.
_____ se incorporó, lo empujó contra el colchón y se colocó a horcajadas sobre él.
—Avísame cuando estés listo —le dijo mientras le besaba el pecho.
—Ya estoy listo, ya —contestó Joe, excitado.
—Te recuperas rápido, Jonas —comentó _____, con una sonrisa perversa.
—Será porque tengo genes irlandeses —murmuró Joe mientras alcanzaba un nuevo preservativo.
—Así que por eso me gustan tanto los irlandeses —comentó ella después de arrebatarle el preservativo y ponérselo con la boca—. Desde luego, tenéis grandes genes —añadió con picardía.
—Y somos muy resistentes, te lo aseguro.
— ¿Por qué no me lo demuestras? —lo desafió —Y se lo demostró. Una y otra vez. Y otra.
Dios, la vida era bella, se dijo Joe mientras pensaba en _____. Llevaban un mes de novios y, a pesar de los temores iniciales, también seguían siendo amigos.
Todavía no podía creerse lo afortunado que era. Jamás había deseado tanto a ninguna mujer, de ese modo tan insaciable...
— ¿De qué demonios te ríes?
—Nada, pensaba en esta tarde —respondió Joe al advertir que Michael había entrado en su despacho.
—Bueno, pues sea lo que sea lo que hayas planeado, cancélalo. Acabas de heredar un buen puñado de clientes —le anunció, al tiempo que dejaba sobre su escritorio un montón de papeles.
— ¡Ni hablar! —Joe se levantó y detuvo a su hermano, antes de que éste saliera del despacho—. Olvídate. No pienso ocuparme de más casos. Ya tengo de sobra.
—Pues que te sobren unos pocos más.
—No, no voy a hacerlo —insistió Joe—. Si necesitas a alguien, que se ocupe Ryan.
—Es que son casos de Ryan —Michael suspiró—. Clea va a dar a luz cualquier día de éstos y el pobre está nerviosísimo. Se lleva unos sustos de muerte cada vez que suena el teléfono... así que lo he mandado a casa. Claro que entre Ryan hecho un histérico y tú suspirando como un idiota enamorado no sé qué es peor.
—Yo no estoy suspirando como un idiota.
—Bueno, ¿y qué nacías cuándo he entrado?, ¿me vas a decir que no estabas pensando en una mujer?
—Ya te he dicho que estaba pensando en los planes que tengo para esta tarde —repuso Joe.
—Que vas a cancelar —insistió Michael—. Nuestros clientes nos pagan para algo, y dado que no podemos contar con Ryan hasta que nazca el bebé, tú eres el elegido.
— ¡Ni hablar! —protestó Joe.
—Está bien, yo me ocupo de la mitad y tú de la otra —propuso Michael.
—Hecho —aceptó Joe a regañadientes.
—Bueno, ¿me vas a decir quién es ella? —preguntó entonces Michael.
Joe vaciló, no se avergonzaba en absoluto de estar viéndose con _____, pero, hasta la fecha, ésta había preferido mantener su relación en secreto. Se habían limitado a ver alguna película de vídeo y a cenar juntos en casa, para entregarse a los placeres de la carne cuando el deseo los acuciara.
—Es _____ —admitió finalmente.
— ¿_____ Malloy?, ¿nuestra _____? —preguntó Michael, para echarse a reír acto seguido.
—Mi _____ —matizó Joe—. ¿Haces el favor de explicarme el chiste? —añadió irritado.
—El chiste eres tú —dijo Michael, con lágrimas en los ojos—. Estaba seguro de que alguna mujer te haría sentar la cabeza tarde o temprano; pero te juro que jamás pensé que esa mujer fuera _____.
—Yo no he sentado la cabeza —se defendió Joe.
— ¿Ah, no? Te apuesto lo que quieras: tus días de soltero están contados.
—Te echas demasiado whisky al café.
—Vamos, Joe, tienes todos los síntomas.
— ¿Qué síntomas?
—Los mismos que tenía Ryan antes de que Clea lo atrapara. La misma mirada entre atontada y soñadora, el mismo despiste... ¿A qué no has pensado en ninguna otra mujer desde que estás con _____? —le preguntó Michael—. ¿Lo ves? Estás enamorado —añadió, al ver que Joe no respondía.
—No sabes de qué hablas —protestó Joe, temeroso de reconocerse a sí mismo que se había enamorado.
— ¿Entonces estás usando a _____ para satisfacer tus impulsos sexuales? —lo provocó Michael.
— ¡No!, ¡claro que no! —exclamó Joe. Luego bajó la cabeza y la apoyó sobre las manos—. ¡Dios!, ¡estoy enamorado!
— ¿Y _____?, ¿qué siente ella?
— ¿Cómo quieres que lo sepa? —repuso Joe, angustiado—. No le he pedido que se case conmigo.
—No hace falta, chaval. Las mujeres te lo hacen saber a su manera —contestó Michael—. ¿Nunca te ha insinuado que podíais vivir juntos?
—No —respondió Joe, disgustado.
— ¿Va dejando cosas suyas en tu casa? Ya sabes, ropa, maquillaje, esas cosas...
—Ni el cepillo de dientes —contestó Joe, desolado.
—Pues me temo que tienes un problema —dijo entonces Michael—. Está claro que _____ es una chica inteligente y no se ha enamorado de ti. Yo que tú la olvidaría y me buscaría a otra mujer.
— ¡Y un cuerno! —repuso Joe, para salir del despacho hecho una furia acto seguido.
Puede que no hubiera sido nunca un Príncipe Encantado, pero sí era eso lo que _____ necesitaba para rendirse a sus pies, se convertiría en príncipe... o moriría en el intento.
_____ entró en casa y se encontró con un nuevo ramo de rosas rojas. Se sentó en el sofá y se dijo que había llegado el momento de la verdad. Porque era obvio que Joe la estaba colmando de detalles porque quería cortar con ella y se sentía culpable.
Después de un mes de tardes y fines de semana maravillosos, aquellas cenas recientes en restaurantes de lujo, así como las salidas al cine y al teatro eran muestras evidentes de que el cuento de hadas se iba a acabar.
Sólo que ella no quería a ningún príncipe. Quería al viejo Joe, en cuya compañía se sentía tan a gusto; el Joe que prefería comprar comida para llevar y tomar palomitas mientras veían una película de vídeo en casa.
Cerró los ojos y se obligó a no llorar cuando llegara el momento definitivo de la ruptura. Tenía que asumir que todo había acabado; prolongar aquella situación resultaría más doloroso para ella y más pesado para Joe.
Y, para que éste no se sintiera mal, esa noche, cuando regresaran de cenar, le diría que su relación había concluido. Seguro que él lo comprendería. Hasta se sentiría aliviado...
— ¿Te importa explicármelo otra vez? —exclamó Joe, colérico, en absoluto aliviado por la iniciativa de ella.
—Lo que intento decirte es que estas últimas semanas han sido... fabulosas —repuso _____—. Nunca olvidaré lo que hemos compartido. Pero los dos sabíamos que cuando...
— ¿Que cuando qué, _____?, ¿cuando estábamos juntos?, ¿cuándo nos revolcábamos como locos? —la interrumpió él, rabioso.
—Cuando hacíamos el amor —replicó ella, forzándose a mirarlo a la cara—. Yo creía que eras mi amigo. Un amigo que se había convertido en amante. Y ahora que ya no somos amantes, espero que podamos seguir siendo amigos —añadió.
— ¿Amigos? —espetó Joe—. Me he acostado contigo. Te he hecho el amor. He tocado y saboreado cada centímetro de tu cuerpo, ¿y pretendes que vuelva a ser sólo tu amigo?
—Esperaba que...
— ¿Crees que es fácil para mí? De repente decides que ya no me quieres, ¿y yo tengo que ser tu amigo como si nada hubiera ocurrido?
—Yo no he dicho que no te quiera —contestó _____, desconcertada—. Siempre te querré: eres mi mejor amigo.
— ¿Quieres que rompamos? De acuerdo. Pero olvídate de tu maldita amistad, porque yo no la quiero para nada. No la necesito y te aseguro que tampoco te necesito a ti —explotó Joe.
—Siento que te lo tomes así —dijo _____, a punto de romper a llorar—. Yo esperaba...
—Me importa un pito lo que esperaras —la interrumpió Joe—. Ya sabes dónde está la puerta. ¿Te importa usarla y salir de mi vida de una maldita vez? —añadió a gritos.

_____ se dio media vuelta, destrozada, y la habitación comenzó a darle vueltas. Entonces, justo cuando ya había alcanzado el pomo de la puerta, las rodillas le fallaron y todo se oscureció... y cayó desplomada sobre el suelo...




Chicas este es el penultimo capitulo mañana subire el final espero que lo disfruten Gracias por sus comentarios

ahh rayita tan tonta!!
Joe te ama!!
Tonta como terminas con el!
Siguela!!

hay no quiero q termine tan rapidoooo

Aii no!!!!... Confundió todo!!!!...... Joseph dile que la amas!!!!!... Y creo que ahora si esta embarazada!!!!...

olaa chicas espero que estes bien aqui les dejo el ultimo capitulo espero que les guste Gracias por todos sus comentarios =)

— ¡_____!, ¡por Dios, _____! Lo siento, cariño. No lo decía en serio. ¿Quieres que seamos amigos? Lo seremos —dijo Joe, desesperado, suplicando que _____ reaccionara—. Vamos, pequeña, abre los ojos —le rogó mientras la abrazaba contra el pecho.
— ¿Joe? —susurró ella.
—Estoy aquí, amor mío. Lo siento, te juro que no lo decía en serio —repitió Joe, dispuesto a prometerle cualquier cosa con tal de que _____ se recuperara.
— ¿Qué... qué ha pasado?
— ¿Qué ha pasado? Pasa que te has desmayado y casi me muero del susto —contestó Joe, todavía aterrorizado.
—No es posible —dijo ella mientras se incorporaba—. Yo nunca me desmayo.
— ¿No? Pues te juro que la imitación ha sido estupenda —repuso Joe, mirando la cara de _____, todavía pálida—. No te muevas. Voy por las llaves y te llevo al hospital.
—No hace falta, Joe. Estoy bien.
— ¿Bien?, ¿Te parece que desmayarse es estar bien? —gritó él, nervioso.
—En serio, Joe. Estoy bien.
— ¿Cómo puedes saberlo? No eres médico.
—Tú tampoco.
—Sí, pero sé que no eres la misma —dijo Joe—. Te has estado portando de una forma muy rara la última semana.
— ¿Yo he estado rara?
—Sí —contestó él, al tiempo que la levantaba en brazos y la llevaba al dormitorio.
— ¿Adonde me llevas?
—A la cama, a dormir... Quiero cuidar de ti hasta que venga a verte un médico mañana.
—Es absurdo. Sólo me he mareado un poco. Vamos, bájame, me voy a casa.
—Ni lo sueñes —repuso Joe mientras entraba en el dormitorio y la colocaba sobre la cama.
—Te digo que estoy perfectamente.
—Y yo te digo que esta noche duermes aquí y mañana vas al médico.
—Joe...
—No discutas —la interrumpió mientras la descalzaba y le quitaba el vestido. Luego, después de meterla en la cama, apagó la luz, se desvistió, se metió bajo las sábanas y se acercó a ella—. Intenta dormir un poco —le susurró luego, al tiempo que le daba un beso en la nuca.
Pero él no podría dormir. ¿Cómo iba a dormirse cuando aún seguía muerto de miedo?, ¿cuándo lo único que quería era hacerle el amor hasta que se diera cuenta de que no podía abandonarlo?
_____ se dio media vuelta y sus pechos rozaron accidentalmente la mano de Joe. Éste, incapaz de soportarlo, se alejó para no dar rienda suelta al deseo que lo estaba consumiendo.
—Joe.
—Vuelve a dormir, _____.
— ¿Adónde vas?
—Al sofá.
— ¿Por qué?
—Porque no puedo estar junto a ti y no desearte, ¿satisfecha? — repuso Joe, frustrado.
—No lo suficiente —replicó _____. Luego sonrió, se acercó a él y lo besó con todo su corazón.
— ¿Estás segura de que estás en condiciones? —le preguntó Joe tras separar los labios para tomar aire—. ¿Estás bien?
—Mejor que bien.
—Gracias a Dios —murmuró él. Luego la besó de nuevo y le lamió los pezones mientras le bajaba las bragas con una mano—. Sé que tenemos que hablar... pero ya lo haremos luego, ¿de acuerdo? —añadió, para descender con los labios hasta el pubis e internarse entre sus muslos con la lengua.
—No pares —gimió _____—. Por favor, no pares...
—_____ —dijo él entonces, dispuesto a declararle su amor. Pero ella le tocó el pecho, bajó la mano hasta rodear su sexo y Joe perdió el habla, perdió el control... y la penetró hasta que los dos cayeron por un precipicio de placer inenarrable.
— ¡Ha roto aguas! —exclamó Ryan nada más descolgar el teléfono Joe—. Clea... el hospital... llama a papá y a mamá —añadió nervioso, antes de colgar.
Joe salió de la cama con cuidado de no despertar a _____, se vistió, avisó a sus padres y a Michael y fue a la cocina a prepararse un café.
—Me pareció oír el teléfono —le sorprendió _____ diez minutos más tarde.
—Era Ryan. Clea ha entrado en trabajo de parto.
—Si me das un minuto para que me vista, te acompaño.
—No, es mejor que te quedes en casa hasta que te vea un médico.
—Pero...
—Nada de peros —atajó él.
— ¿Me permite el doctor tomar un poco de café? —preguntó _____, resignada.
—A cambio de un beso...
_____ se acercó con aire seductor y posó los labios en la boca de Joe, el cual se excitó tanto que la levantó en brazos y la llevó a la cama para hacerle de nuevo el amor.
—Joe, tienes que ir al hospital.
—Luego...
—Vamos, Ryan te está esperando —susurró _____ con voz rugosa.
—Está bien, tienes razón —suspiró Joe, frustrado. Y, haciendo un esfuerzo sobrehumano, se separó de ella y se fue hacia el hospital.
 
— ¡Enhorabuena, _____!, ¡estás embarazada! —le dijo la doctora Virginia Ramsey, después de examinarla horas más tarde.
— ¿Embarazada? —repitió ella, emocionada—. ¿Estás segura?
—Totalmente.
—No... No puedo creérmelo —balbuceó _____, rebosante de alegría—. ¿De cuánto tiempo estoy?
—Yo calculo que de unas seis semanas —respondió la doctora. Seis semanas. Eso significaba que se había quedado embarazada la primera noche con Joe, después de ponerle el preservativo con los dientes. ¿Lo habría roto llevada por la emoción del momento?—. Y ahora vístete mientras te receto unas vitaminas.
Quince minutos después, _____ salió del hospital con una sonrisa inmensa en los labios. ¡Iba a ser mamá!, gritó para sus adentros, emocionada.
Entró en el coche, arrancó y se dirigió a casa, ansiosa por ver a Joe: primero le diría que lo amaba y luego le contaría que iban a tener un bebé... Pero cuando entró en casa de Joe para comunicarle la buena nueva, el corazón se le rompió en tres mil pedazos.
—_____, espera —la llamó él, después de deshacerse de Heather—. Déjame que te explique —gritó en vano.
Porque _____ ya había entrado en el coche y, tras arrancar a toda velocidad, desapareció por un extremo de la calle.
—Muy bien, Molly, ¿dónde está _____? —preguntó Joe, desesperado, después de cinco días sin saber de ella—. Por favor, dímelo.
—Le has hecho mucho daño —objetó Molly.
— ¿Crees que no lo sé? —espetó él. Si tan sólo le hubiera dado la oportunidad de explicarse... Había vuelto a casa, deseoso de verla para decirle que la amaba y pedirle que se casara con él y, en vez de a ella, se había encontrado a Heather. Por más que había intentado explicarle que lo suyo se había terminado, que había otra persona en su vida, ella se había negado a aceptarlo y en un intento desesperado por recuperarlo, se había lanzado a sus brazos y lo había besado... justo cuando _____ había aparecido—. Por favor, Molly. La amo. Nunca he suplicado a nadie en mi vida, pero te lo ruego —insistió, poniéndose de rodillas.
— ¡Levántate, por Dios! —exclamó Molly—. Está en la playa, en un apartamento de una amiga mía. Pero te lo advierto, Jonas: como vuelvas a hacerle daño, te juro que te las tendrás que ver conmigo.
Era un castillo perfecto para un príncipe y una princesa, pensó _____ mientras contemplaba su obra, sentada en la arena de la playa.
Lo malo era que ella no era la princesa a la que Joe amaba, se lamentó. Sabía que él la había querido y el bebé que creía en sus entrañas era la mejor prueba del amor que habían compartido; pero no le quedaba más remedio que aceptar que, para Joe, todo había sido un romance pasajero.
—No me extraña que no te localizara —le sorprendió de repente la voz de Joe—. Ese castillo no tiene teléfono.
—Ya veo que Molly me ha traicionado —susurró _____ mientras él se sentaba a su lado.
—No la culpes. La torturé hasta que reveló tu paradero.
—Siento haber huido de esa manera —comentó _____, al ver la expresión angustiada de él.
—Amor mío, soy yo el que tiene que pedirte perdón. Por no haber hablado contigo antes. Por lo de Heather...
—No tienes que darme ninguna explicación —atajó _____.
—Claro que sí, cariño. Y tienes que creerme, por favor —le pidió él, con ansiedad, para pasar a referirle lo que había sucedido en realidad—. Hace semanas que le dije a Heather que había otra persona en mi vida. Intenté dejarla con delicadeza, pero ella se negaba a aceptarlo. Ese día se lanzó a mi cuello y tú entraste justo cuando me estaba besando... Pero te juro que sólo hay una mujer con la que quiero estar el resto de mi vida... y esa mujer eres tú, _____.
—Joe —lo llamó ésta, con el pecho henchido de felicidad—, antes tengo que decirte una cosa. Te la iba a contar cuando fui a tu casa.
—No, necesito que sepas lo que tenía pensado decirte esa mañana, antes de que Ryan llamase —dijo Joe—. Te amo, _____ Malloy. Te amo desde la primera vez que te vi, cuando me pegaste aquel bolazo de nieve.
—Yo también te amo —aseguró _____, esbozando una sonrisa radiante.
—Sé que no soy ningún príncipe, pero te quiero con todo mi corazón; no puedo vivir sin ti —prosiguió Joe—. Quiero que te cases conmigo —le pidió con el corazón en un puño.
—Joe —_____ lo abrazó con fuerza y luego se separó un poco—. Todavía tengo que decirte una cosa: ¿recuerdas el deseo que pedí cuando soplé las velas de mi tarta?
—Sí...
—Pues estoy embarazada —le dijo ella, entusiasmada.
— ¿Estás... estás segura? —preguntó Joe, estupefacto.
—Totalmente. Estoy de seis semanas.
—Entonces tendremos que construir un castillo más grande para que quepamos todos. Vamos, princesa, es hora de volver a casa.
 

Fin

Aaaaaaaahhhh!!!!!.. ....... Yo quiero uno así como ese Joseph!!!!!!..... Y gracias a ti por compartirla!!!!!..... Y si subes otra si estaré!!!!

aww me encanto!!
Joe es un verdadero principe!!
Ame la nove!
Espero subas otra igual de hermosa que esta!
Gracias por compartirla!

OTRA VEZ GRACIAS POR COMPARTIRLA!

Hola!!! Ay que hermosa novela!
No pude parar de leerla, más que nada por como se iba desenvolviendo la historia. Vaya por Dios! eran mejores amigos, pero de ahí salió la historia de amor más veraz de todas. 
Muchas gracias por subirla! 
Debo de admitir que la he leído en solo una noche, ¿Se ha notado mi grado de adicción? Haha
Un abrazo enorme!!

:P  :P  :)


pasa por mis novelas 

:P

paraiso robado
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