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Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
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Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
Omg... pobre frankie, en verdad ese es un pasado complicado...
pero pobre tambien su hermano, medio que no se merece eso :S
genial el cap... me alegro que no se halla cancelado...
espero el siguiente :)
pero pobre tambien su hermano, medio que no se merece eso :S
genial el cap... me alegro que no se halla cancelado...
espero el siguiente :)
Ciin :)
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
hola meli!!! amé tu capi, te quedo hermoso!! espero que mari suba pronto!!! ya quiero subir el mio!!
♪Camdri♪
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
Frankie es demasiada horrible con su hermano, parte en mil pedazos mi heart :c
Me gusto bastante el capítulo, redactas muy bien ;)
Oh por Dios creí que sí se cancelaría, pero vi tu capítulo y fue como la salvación (? XD
En estos momentos estoy escribiendo el capítulo:b
Me gusto bastante el capítulo, redactas muy bien ;)
Oh por Dios creí que sí se cancelaría, pero vi tu capítulo y fue como la salvación (? XD
En estos momentos estoy escribiendo el capítulo:b
Oblivion.
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
Capítulo 6.
Louise Knight.
Mi cabello se movía a los compás del viento, era sencillo, corto y de su color natural; castaño rubio.
Sentía nervios, felicidad y demasiada ansiedad para ser sincera. Mis dedos golpeaban ágilmente la parte superior del volante del auto, con la mirada visualizaba cada uno de los estacionamientos del instituto, ningún auto se hacía conocido para mi memoria y el estacionamiento que antes me pertenecía, ya hacia ocupado por otro más.
Suspire cansada de tanto buscar y no poder encontrar uno digno de usar, primera hilera, segunda hilera, tercera hilera… nada.
Conduje lentamente por la cuarta hilera revisando cuidadosamente algún lugar libre y por obra de los espíritus santos, al final ah mano izquierda, se encontraba un estacionamiento sin auto alguno.
Por inercia, sonreí satisfactoriamente. Al estacionarme por completo, concluí en que no me estacione correctamente, por ende, di de reversa el auto y no me percate antes de que una bicicleta junto con un chico pasaba justamente detrás del auto, provocando, que el chico cayera y yo frenara rápidamente.
Mire por el retrovisor y solo pude observar los demás automóviles, indecisa, abrí la puerta del auto y salí de el. Rodee el carro con paso lento, al llegar a la parte trasera asome un poco la cabeza temerosa sobre lo que podría mirar.
Lo primero que visualice fue una mochila justo a un lado de la llanta derecha, después a unos cuantos centímetros la bicicleta, y a un metro, el chico. Mis ojos inspeccionaron cada parte muscular de su cuerpo, en su pierna derecha justamente en la rodilla, había una rotura en su pantalón dando a ver un poco de sangre en ella, después un ligero enrojecimiento en la parte superior izquierda de su frente, y sus ojos cerrados.
– Joder…- Susurre muy apenas audible. Tapando con ambas manos mi boca.
Me acerque un poco más a él y con mi pie moví un poco su brazo para saber si reaccionaba… nada. Me coloque de cuclillas, frote ambas manos y con una de ellas la acerque hacia su mejilla derecha.
Comencé a darle ligeras palmadas en ella. – ¿Puedes oírme?- Espere unos momentos para recibir respuesta alguna, que por supuesto no recibí.
Acerque mi rostro un poco mas inspeccionando cualquier otra herida poco visible, y gran sorpresa que me lleve…
– ¡Buh!- Grito abriendo repentinamente sus ojos, causando que yo cayera sentada en la calle.
Grite ante aquello y coloque mis manos directamente en mi corazón. – ¡Eres un completo imbécil!- Sentí como mis mejillas se ruborizaban.
El por su parte lo único que hacía era reír sin cesar, indignada y completamente enfadada, me incorpore sacudiendo el polvo de mi pantalón negro, el al verme mordió su labio tratando de contener su risa a la vez que juntaba su mochila y bicicleta.
Camine rápidamente hacia el interior del auto y lo estacione correctamente, por el rabillo del ojo mire como ya no pudo contener mas su risa y volvió a reír eufóricamente, harta de la situación, toque el claxon atrayendo su atención y cuando la obtuve, sin dudarlo levante mi dedo de en medio de ambas manos y con mis labios, claramente sin sonido alguno formule las palabras ‘Fuck You’.
Sorprendido, automáticamente dejo de reír. Tome mis cosas del asiento del copiloto y sin siquiera mirarlo salí del auto pasando por un lado de el golpeándolo “accidentalmente” con mi hombro.
No permitiría que se burlara de esa manera de mi, mucho menos en mi propia cara. Escuche como caminaba detrás de mí deteniendo mi camino al pararse justamente frente a mí.
- Oye, era necesario que lo hiciera- Dijo con una sonrisa burlona en su rostro.
Fruncí el ceño y decidí ignorar su mal comentario. – Retírate de mi camino, ¿Quieres?- Dije tratando de no perder la poca cordura que me quedaba.
– Lo haré hasta que reciba una disculpa de tu parte- Cruzo sus brazos ágilmente.
– ¿Disculpa?- Pregunte completamente ofendida, ya que yo debería de recibir una disculpa.
– Me atropellaste- Contesto obvio rodeando sus ojos.
Reí sínicamente – Eso no pasara- dije seria y firme – Tu ofréceme una disculpa, ahora- Exigí, golpeando el suelo con la punta de mi pie rápidamente.
Nos quedamos mirando por unos segundos fijamente a los ojos, ni crea que pensara intimidarme con su mirada azulina y esa sonrisa de lado como todo un modelo de Abercrombie & Fitch. Jamás sucedería, el rendido, suspiro y dio su última respuesta.
– No…- Sonrió aun más que antes.
Lo presentía, mire por el rabillo del ojo como una camioneta del servicio de cafetería se acercaba, después mi vista se fijo en la bicicleta que estaba situada a un lado de el y por ultimo sonreí con cierta maldad.
– Bien…- Susurre.
Como pude, velozmente tome la bicicleta de los manubrios dirigiéndome hacia mi objetivo que poco a poco se acercaba y avente sin más ni menos la bicicleta en cuanto paso la camioneta, provocando su destrozo absoluto.
Todo paso en cámara lenta y digno de capturar, la camioneta paso por arriba de la bicicleta aplastándola totalmente, así como a su vez ciertas partes de ella salían en direcciones sin rumbo. El, con ambas manos en su cabeza con una expresión de completo horror. Y yo, con una sonrisa más grande que el gato loco de la película de ‘Alicia en el país de las maravillas’.
Sin siquiera mirarlo mencione – Piénsalo mejor a la próxima, cariño-
Las pocas personas que se encontraban en el estacionamiento se quedaron realmente sorprendidos ante la escena que se dio, y yo como toda mala del cuento camine sin arrepentimiento alguno hacia el interior del instituto.
Fije mi vista en mi muñeca izquierda mirando la hora, notando que estaba notablemente retrasada, acelere mi paso hacia el aula y sin pedir permiso o aviso alguno abrí la puerta y entre, ganándome las miradas de todos.
Al tomar asiento, fije mi vista en el profesor que solo negó la cabeza nada contento con mi actitud. Anoto algo en las listas y prosiguió con la clase.
Analice a cada uno de mis compañeros esperando ver a cualquiera de las chicas, pero mis esfuerzos fueron en vano ya que ninguna de ellas hacia acto presente.
Resignada saque lo necesario para tomar apuntes de la clase y cuando menos lo pensé la puerta volvió a abrirse dejando a la vista a nada más y nada menos que a Frankie. La mire sorprendida y emocionada, no tenía idea de que había regresado, me dio una sonrisa cómplice que por supuesto le devolví a la vez que guiñaba el ojo izquierdo.
- abreme:
Hola chicas, aqui les dejo el capitulo, espero & lo disfruten :D
Sigue: ♪Camdri♪ {-}
Oblivion.
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
OMG, Louise es en verdad mala !!!
pobre chico, y su bici jajajajaja
fue genial el cap, lo ameeee... me encanta como narras...
espero el siguiente cap :)
pobre chico, y su bici jajajajaja
fue genial el cap, lo ameeee... me encanta como narras...
espero el siguiente cap :)
Ciin :)
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
Por dios, entre en la novela con la esperanza de que no estuviera cancelada de verdad y vi dos capitulos y fue como: WEEEEEEE YUJUUUUUUUU LA sEGUIMOOOOOOOOOOS *besé a mi hermana lo que es raro.en mi y me miro como: que me estas contando?* y yo seguia muy felisssssss :D
dominika1d
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
q lastima la bicicleta, digo el chico
espero tu capi cami!!
besos chicas!!!
espero tu capi cami!!
besos chicas!!!
1d<3ismylove!!!
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
- Lean esto para que entiendan mejor la historia de Sam *no es el capítulo*:
- Estos momentos son los que te sacan del mundo de fantasía y te muestran como son realmente las cosas. Te muestra que has estado viviendo en una burbuja donde todo es a color y hace que la realidad destruya todo lo que creías real. En estos momentos donde un juez decide quien es el que adquiere tu custodia, como si uno fuera un objeto intercambiable, cuando uno no tiene ni voz ni voto para opinar que es lo que uno desea, pero ahora es cuando menos importa.
Todo mi entorno es desconocido. Los asientos de madera a mi alrededor se encuentran vacios, solo yo, igual que siempre. Una baranda me separa de las mesas donde se encuentran mis padres con sus respectivos abogados, bueno, en este caso, mi padre es su propio abogado. En la pared izquierda se encuentra una puerta de madera resguardad por un oficial, su semblante es serio y tiene la mano posada en la pistola. En el centro se encuentra una gran mesa, detrás de esté el juez, uno que deidira mi futura a base de falsas palabras que dirá mi padre. Miro a mi derecha, mamá está destrozada, no es fácil darse cuenta que tu marido te engaña y después de todo, quiera obtener la custodia de tu única hija, arrebatarle el único amor que le queda. Su piel está más pálida de lo normal, sus ojos que antes destellaban una chispa en su color azulino, ahora están rojos y decaídos, ambos párpados inchados de tanto llorar, su pulso tiembla, tiene miedo. A su lado el abogado intenta razonar con el juez.
Del lado izquierdo, mi padre contrataca las respuestas del abogado de mi madre, hundiéndola más a ella en la miseria. Al lado de mi padre, está la mujer culpable de todas las desgracias que pueden haber ocurrido estos últimos meses. La mujer que destrozó mi familia, que cambió la imagen de mi padre y que puso a mi madre en el borde de la desgracia.
Las voces de los adultos en la habitación sonaban como leves murmullos que rezonaban dentro de mi cabeza, nublandome la vista e inhabilitando mi audición. Pero de todas maneras no necesitaba escuchar para saber la descición que tomaría el juez, a mi padre le sobraba el dinero, y él se había encargado a dejar a mi madre en la calle.
Los siguientes movimientos pasaron demasiado rápido para mi gusto, un martillo me trajo de vuelta a la fría y cruel realidad. Se escuchaban los fuertes sollozos de mi madre, mientras trataba de hacer razonar al juez, pero este nada más le dió la espalda y se fue. Papá me tomó del brazo y me levantó del asiento, mi mirada aún fija en mi madre, no me quería apartar de ella. Negándoe a avanzar, solté mi brazo, corrí donde mi madre y me tiré a sus brazos, no quería dejarla, el miedo al cambio, el miedo a perderla martillaban fuertemente en mi pecho.
Sus brazos envolvieron mi cintura, los míos su cuello. Me aferraba a ella, sentía que si la soltaba se desvanecería, y no quería eso, quería estar con ella. "Todo estará bien". Susurrño en mi oído antes de ser obligada a soltarme de sus brazos y caminar de nuevo a la salida. Puede que lo haya dicho, pero no, nada estará bien, nada será como antes, y nada podrá hacer que me quede con ella.
Capítulo 7
Samantha Johnson.
La alarma sonó, anunciando un nuevo día. Un nuevo día de ver a mi padre y a su novia, un nuevo día de ser tratada como una porquería a su lado, un nuevo día para extrañar a mamá y un nuevo día para pretender ser alguien que no soy. El sonido insistente continuaba, coloqué la almohada encime de mi cabeza para tratar de callar el sonido, pero no funcionó. Bufé frustrada y tiré la almohada. Apreté con un poco más de la fuerza necesaria el botón del aparato para que así cesara el sonido. Tiré de las sabanas con los pies para desenredarlos y salí de la cama.
Abrí la puerta de mi habitación y atravesé el pasillo para llegar al cuarto de baño. Al entrar cerré la puerta a mi espalda. Miré el espejo y pude notar las ojeras marcadas en mi piel, supongo que ese era el precio a pagar por no dormir lo suficiente. Suspiré resignada y me despojé de mi ropa para entrar en la ducha. Dejé el agua caer por mi cuerpo, pero sin mojar mi cabello, hoy tenía más pereza de lo normal. Al terminar, cerré la llave para bloquear el paso del agua, tomé un toalla y la envolví en mi cuerpo. Salí de la ducha y tomé la ropa que se encontraba regada en el piso, tirándola a la canasta de la ropa sucia.
Salí del cuarto de baño y entré en mi habitación, cerré la puerta con llave y me dirigí al armario. Tomé un conjunto de encaje negro como ropa interior y me lo coloqué. Luego tomé unos shorts de mezclilla, una blusa negra lisa, pegada al cuerpo sin tirantes y una chaqueta color verde musgo encima. Tomé las medias y me las coloqué para luego poner mis botas negras encima.
Me dirigí al espejo de mi recámara y tomé el cepillo que se encontraba en la mesa. Solté el moño y comencé a peinar mi cabello, dejándolo suelto al final. Tomé el lápiz negro y delineé mis ojos, me puse unas cuantas sombras, un poco de rubor y un brillo para terminar. Tomé un bolso negro que se encontraba en el armario y metí las cosas esenciales, como el maquillaje, el reproductor, los audífonos y mi teléfono. Tomé una libreta que se encontraba en el escritorio y unos cuantos lapiceros y los metí también en el bolso.
Escuché unos golpes en la puerta y dejando el bolso en la silla del escritorio me acerqué a abrir, al momento de hacerlo, alguien me tomó de la cintura y cerró la puerta luego de entrar en mi cuarto y antes de poder reaccionar sentí unos labios sobre los míos. Al momento de iniciar el beso supe quién era. Solo Noah podía dar unos besos tan desesperados. Volví los ojos y le seguí el beso, más por lástima que por placer. Luego de unos segundos ya estaba aburrida, entonces lo aparté.
-Tenemos que ir al instituto Noah- expliqué antes de que se acercara de nuevo.
-¿Desde cuando quieres ir a estudiar? En la ciudad en que vivíamos antes te encerrabas en la habitación para no ir. – me encerró en la pared, a veces es muy irritante.
-Ese no es tu problema, apártate- levantó una ceja y al ver que no bromeaba lo hizo.
-Veo que alguien se levantó de mala manera- rió mientras se sentaba en el borde de la cama.
-Veo que alguien se levantó metiche- me acerqué a mi bolso y lo tomé para salir.
-No, no, no- me tomó de la cintura y me apartó antes de salir.- Tu no te vas todavía chiquita- me envolvió sus brazos.
-No me digas chiquita, que no soy otra de tus perras en celo, y me voy cuando se me da la gana.- me aparté de sus brazos e iba a salir, pero me detuve y me volteé a verlo, todavía estaba en piyama- deberías alistarte antes de que me vaya, o te vas al instituto caminando.
Salí de la habitación y quité el labial que ya se debía encontrar arruinado. Comencé a bajar las escaleras cuando escuché una puerta abrir y luego cerrar para segundos después escucharlo de nuevo. Reí, sabía que se arreglaría rápido, preferiría que yo lo llevara en mi auto a tener que caminar. Teníamos la misma edad, si él no tenía auto no era porque papá no pudiera comprarlo, sino porque el muy idiota no pasó el examen de conducción.Terminé de bajar las escaleras y me dirigí al comedor. Papá estaba sentado en la cabecera y Hanna a su lado. Me volví para salir del comedor antes de que me vieran pero no lo logré.
-Buenos días Sam- saludó papá.
-Eran buenos hasta que te vi-
-¿No te sentarás a comer?- ignoró mi comentario.
-Déjala cariño, le haría bien bajar un par de kilos.- continuó Hanna. Me volví para enfrentarla.
-¿En serio? ¿Sabes que te haría bien a ti? Cerrar esa boca de-
-Cuidado como termines esa oración Samantha. - papá me interrumpió.
-¿O qué? – lo reté- ¿Qué si la termino?
-Siéntate, calla y come- una de las muchachas de la servidumbre dejó un plato de tostadas u un jugo de naranja en uno de los asientos
-Eres insoportable y una molestia en el trase-
-Suficiente Samantha- alzó la voz papá.
-Eso iba para ti, no para ella- la señalé- aunque pensándolo bien.
-Vete, me interesa poco si te mueres de hambre, solo vete, ¿Dónde está Noah?- preguntó papá claramente enojado, amaba hacerlo enojar.
-¿El niño de intercambio? Debe estar dormido- respondió Hanna.
-Oh no, no lo está- un sonrisa traviesa se posó en mis labios.
-¿Y tú como sabes?- inquirió ella extrañada.
-Pues porque- no pude terminar la oración.
-Aquí estoy- anunció él entrando por la puerta, me dirigió una mala mirada, en los problemas que se metería si sale a la luz nuestro pequeños encuentros. - ¿Vamos?
-Vamos- aseguré. Salí del lugar mientras Noah se despedía.
Al llegar a mi auto entré en el, segundos después salió Noah por la puerta corriendo, él sabía que yo era muy capaz de hacerlo irse caminando y no conocía el lugar, por lo que llegaría más que tarde. Arranqué el auto y comencé a manejar al conocido instituto, había pasado mi niñez y parte de mi adolescencia en ese instituto, antes de mudarnos y antes del divorcio. Cuando creía que toda mi vida era perfecta, que equivocada estaba. Pero ahora había vuelto, ya no era una niña ingenua y volvería de nuevo a ver a las chicas, la única razón por la que veía al instituto, y llegaba temprano. Ninguna sabía que había vuelto por lo que me encontraba ansiosa por ver sus caras de sorpresa.
Noah intentaba hacer conversación, pero luego de unos minutos dejó de intentar al ver que no lo respondería. Después de unos quince minutos buscando parqueo al fin encontramos, bajamos del auto y comenzamos a caminar para entrar, llegábamos muy tarde por lo que no había nadie en los pasillos, me dirigía hacia las aulas cuando Noah me jaló en otra dirección.
-¿Adónde me llevas?- me solté de su agarre.
-A la oficina de dirección, tu padre dijo que teníamos que ir ahí primero.- comenzamos a caminar de nuevo. Me sorprendí al ver que era el mismo de siempre, ya deberían haber cambiado a ese viejo pansón, pero por lo que veo no lo han hecho. Su voz era igual de irritante que como lo recordaba. Él hablaba y yo lo ignoraba, lo habitual. Al final nos estregó dos papeles a cada uno. Uno tenía el horario, el otro el número de casillero y la clave. Después nos entregó un puño de libros y nos despidió, comencé a caminar por los pasillos pero los libros pesaban demasiado.
-Noah- comencé pero me interrumpió, ¿cuál es la cosa de andar interrumpiéndome hoy?
-No te llevaré los libros- bufé y comencé a buscar a mi alrededor hasta que vi a Fred, sonreí, solíamos molestarlo antes con las chicas, por lo que veo se le hacía tarde al nerd.
-Fred- llamé el niño volteó y al verme quedó paralizado, o claro que se acordaba de mi- Acércate.- me miró indeciso y asustado, pero al final lo hizo temiendo que le fuera peor después.
-Sam- habló tembloroso- ¿Cuándo volviste?
-No es tu problema, ¿me ayudas con esto?- antes de que pudiera negar le pasé todos mis libros, los agarró como pudo.-sígueme. Comencé a caminar, Noah me miraba divertido.
-Eres irremediable- negó divertido con la cabeza pero sin perder la diversión, éramos igual en esa parte los dos éramos igual de egocéntricos, solo que a mí no me importaba patearlos su ego de vez en cuando.
-Y así te encanto cariño- le guiñé el ojo y el rió, seguimos caminando, con Fred llevando mis libros detrás de nosotros, llegué a mi casillero, coloqué mi clave, Fred colocó los libros adentro y se quedó parado a mi lado sin saber qué hacer- ¿Por qué sigues aquí? Piérdete. – apenas dije eso salió corriendo en la dirección contraria. Noah y yo reímos.
-Bueno iré a buscar mi casillero- depositó un rápido beso en mis labios viendo que no había nadie alrededor.- Hasta luego preciosa- rodeé los ojos, el rió y se fue. Me dirigí a la primera clase, iba media hora tarde pero no me interesaba mucho. Toqué la puerta y el profesor la abrió disgustado.
-Acabo de llegar, el director me estaba dando la charla de bienvenida. –Expliqué antes de que me retara.
-¿Cuál es su nombre?- suspiró
-Samantha Johnson- sonreí
-Pase adelante- se corrió para darme paso y así lo hice.-Tome asiento. Para mi mala suerte ninguna de las chicas estaba en esa clase. «Supongo que tendré que esperarme al receso.»
Abrí la puerta de mi habitación y atravesé el pasillo para llegar al cuarto de baño. Al entrar cerré la puerta a mi espalda. Miré el espejo y pude notar las ojeras marcadas en mi piel, supongo que ese era el precio a pagar por no dormir lo suficiente. Suspiré resignada y me despojé de mi ropa para entrar en la ducha. Dejé el agua caer por mi cuerpo, pero sin mojar mi cabello, hoy tenía más pereza de lo normal. Al terminar, cerré la llave para bloquear el paso del agua, tomé un toalla y la envolví en mi cuerpo. Salí de la ducha y tomé la ropa que se encontraba regada en el piso, tirándola a la canasta de la ropa sucia.
Salí del cuarto de baño y entré en mi habitación, cerré la puerta con llave y me dirigí al armario. Tomé un conjunto de encaje negro como ropa interior y me lo coloqué. Luego tomé unos shorts de mezclilla, una blusa negra lisa, pegada al cuerpo sin tirantes y una chaqueta color verde musgo encima. Tomé las medias y me las coloqué para luego poner mis botas negras encima.
Me dirigí al espejo de mi recámara y tomé el cepillo que se encontraba en la mesa. Solté el moño y comencé a peinar mi cabello, dejándolo suelto al final. Tomé el lápiz negro y delineé mis ojos, me puse unas cuantas sombras, un poco de rubor y un brillo para terminar. Tomé un bolso negro que se encontraba en el armario y metí las cosas esenciales, como el maquillaje, el reproductor, los audífonos y mi teléfono. Tomé una libreta que se encontraba en el escritorio y unos cuantos lapiceros y los metí también en el bolso.
Escuché unos golpes en la puerta y dejando el bolso en la silla del escritorio me acerqué a abrir, al momento de hacerlo, alguien me tomó de la cintura y cerró la puerta luego de entrar en mi cuarto y antes de poder reaccionar sentí unos labios sobre los míos. Al momento de iniciar el beso supe quién era. Solo Noah podía dar unos besos tan desesperados. Volví los ojos y le seguí el beso, más por lástima que por placer. Luego de unos segundos ya estaba aburrida, entonces lo aparté.
-Tenemos que ir al instituto Noah- expliqué antes de que se acercara de nuevo.
-¿Desde cuando quieres ir a estudiar? En la ciudad en que vivíamos antes te encerrabas en la habitación para no ir. – me encerró en la pared, a veces es muy irritante.
-Ese no es tu problema, apártate- levantó una ceja y al ver que no bromeaba lo hizo.
-Veo que alguien se levantó de mala manera- rió mientras se sentaba en el borde de la cama.
-Veo que alguien se levantó metiche- me acerqué a mi bolso y lo tomé para salir.
-No, no, no- me tomó de la cintura y me apartó antes de salir.- Tu no te vas todavía chiquita- me envolvió sus brazos.
-No me digas chiquita, que no soy otra de tus perras en celo, y me voy cuando se me da la gana.- me aparté de sus brazos e iba a salir, pero me detuve y me volteé a verlo, todavía estaba en piyama- deberías alistarte antes de que me vaya, o te vas al instituto caminando.
Salí de la habitación y quité el labial que ya se debía encontrar arruinado. Comencé a bajar las escaleras cuando escuché una puerta abrir y luego cerrar para segundos después escucharlo de nuevo. Reí, sabía que se arreglaría rápido, preferiría que yo lo llevara en mi auto a tener que caminar. Teníamos la misma edad, si él no tenía auto no era porque papá no pudiera comprarlo, sino porque el muy idiota no pasó el examen de conducción.Terminé de bajar las escaleras y me dirigí al comedor. Papá estaba sentado en la cabecera y Hanna a su lado. Me volví para salir del comedor antes de que me vieran pero no lo logré.
-Buenos días Sam- saludó papá.
-Eran buenos hasta que te vi-
-¿No te sentarás a comer?- ignoró mi comentario.
-Déjala cariño, le haría bien bajar un par de kilos.- continuó Hanna. Me volví para enfrentarla.
-¿En serio? ¿Sabes que te haría bien a ti? Cerrar esa boca de-
-Cuidado como termines esa oración Samantha. - papá me interrumpió.
-¿O qué? – lo reté- ¿Qué si la termino?
-Siéntate, calla y come- una de las muchachas de la servidumbre dejó un plato de tostadas u un jugo de naranja en uno de los asientos
-Eres insoportable y una molestia en el trase-
-Suficiente Samantha- alzó la voz papá.
-Eso iba para ti, no para ella- la señalé- aunque pensándolo bien.
-Vete, me interesa poco si te mueres de hambre, solo vete, ¿Dónde está Noah?- preguntó papá claramente enojado, amaba hacerlo enojar.
-¿El niño de intercambio? Debe estar dormido- respondió Hanna.
-Oh no, no lo está- un sonrisa traviesa se posó en mis labios.
-¿Y tú como sabes?- inquirió ella extrañada.
-Pues porque- no pude terminar la oración.
-Aquí estoy- anunció él entrando por la puerta, me dirigió una mala mirada, en los problemas que se metería si sale a la luz nuestro pequeños encuentros. - ¿Vamos?
-Vamos- aseguré. Salí del lugar mientras Noah se despedía.
Al llegar a mi auto entré en el, segundos después salió Noah por la puerta corriendo, él sabía que yo era muy capaz de hacerlo irse caminando y no conocía el lugar, por lo que llegaría más que tarde. Arranqué el auto y comencé a manejar al conocido instituto, había pasado mi niñez y parte de mi adolescencia en ese instituto, antes de mudarnos y antes del divorcio. Cuando creía que toda mi vida era perfecta, que equivocada estaba. Pero ahora había vuelto, ya no era una niña ingenua y volvería de nuevo a ver a las chicas, la única razón por la que veía al instituto, y llegaba temprano. Ninguna sabía que había vuelto por lo que me encontraba ansiosa por ver sus caras de sorpresa.
Noah intentaba hacer conversación, pero luego de unos minutos dejó de intentar al ver que no lo respondería. Después de unos quince minutos buscando parqueo al fin encontramos, bajamos del auto y comenzamos a caminar para entrar, llegábamos muy tarde por lo que no había nadie en los pasillos, me dirigía hacia las aulas cuando Noah me jaló en otra dirección.
-¿Adónde me llevas?- me solté de su agarre.
-A la oficina de dirección, tu padre dijo que teníamos que ir ahí primero.- comenzamos a caminar de nuevo. Me sorprendí al ver que era el mismo de siempre, ya deberían haber cambiado a ese viejo pansón, pero por lo que veo no lo han hecho. Su voz era igual de irritante que como lo recordaba. Él hablaba y yo lo ignoraba, lo habitual. Al final nos estregó dos papeles a cada uno. Uno tenía el horario, el otro el número de casillero y la clave. Después nos entregó un puño de libros y nos despidió, comencé a caminar por los pasillos pero los libros pesaban demasiado.
-Noah- comencé pero me interrumpió, ¿cuál es la cosa de andar interrumpiéndome hoy?
-No te llevaré los libros- bufé y comencé a buscar a mi alrededor hasta que vi a Fred, sonreí, solíamos molestarlo antes con las chicas, por lo que veo se le hacía tarde al nerd.
-Fred- llamé el niño volteó y al verme quedó paralizado, o claro que se acordaba de mi- Acércate.- me miró indeciso y asustado, pero al final lo hizo temiendo que le fuera peor después.
-Sam- habló tembloroso- ¿Cuándo volviste?
-No es tu problema, ¿me ayudas con esto?- antes de que pudiera negar le pasé todos mis libros, los agarró como pudo.-sígueme. Comencé a caminar, Noah me miraba divertido.
-Eres irremediable- negó divertido con la cabeza pero sin perder la diversión, éramos igual en esa parte los dos éramos igual de egocéntricos, solo que a mí no me importaba patearlos su ego de vez en cuando.
-Y así te encanto cariño- le guiñé el ojo y el rió, seguimos caminando, con Fred llevando mis libros detrás de nosotros, llegué a mi casillero, coloqué mi clave, Fred colocó los libros adentro y se quedó parado a mi lado sin saber qué hacer- ¿Por qué sigues aquí? Piérdete. – apenas dije eso salió corriendo en la dirección contraria. Noah y yo reímos.
-Bueno iré a buscar mi casillero- depositó un rápido beso en mis labios viendo que no había nadie alrededor.- Hasta luego preciosa- rodeé los ojos, el rió y se fue. Me dirigí a la primera clase, iba media hora tarde pero no me interesaba mucho. Toqué la puerta y el profesor la abrió disgustado.
-Acabo de llegar, el director me estaba dando la charla de bienvenida. –Expliqué antes de que me retara.
-¿Cuál es su nombre?- suspiró
-Samantha Johnson- sonreí
-Pase adelante- se corrió para darme paso y así lo hice.-Tome asiento. Para mi mala suerte ninguna de las chicas estaba en esa clase. «Supongo que tendré que esperarme al receso.»
- Holo:
- Hola chicas!! espero que les haya gustado mi capítulo, espero ansiosa el siguiente!! besos y las quiero!! ;)
Sigue: FatiiDirectioner {Fatima}
♪Camdri♪
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
Capítulo 8
Jasmine Smith.
Desperté gracias al irritante sonido de mi celular, el cuál indicaba que ya era hora de levantarme para ir al colegio en dónde estudiaba desde tercer grado de primaria. Mis ojos se abrieron perezosamente, pues las horas de sueño no fueron tan placenteras cómo debían ser... Luego de unos minutos de intentar mantener mis ojos abiertos por más de tres segundos, me senté en la cama frotando mis ojos para después bostezar. La alarma aún seguía sonando por lo que estaba agotando mi poca paciencia, tomé el celular y apagué la alarma antes de que arrojara mi celular por la ventana con tal de no oír ese horrible sonido.
Saqué las sábanas de encima y me puse de pie, al lado de mi cama había un espejo de cuerpo completo, así que lo primero que veo es mi cuerpo. Esta mañana, solamente estaba con una remera holgada de mi hermano y obviamente mi ropa interior. Dormía con esa camiseta solamente porqué él me la había regalado la última que nos vimos, era mi prenda preferida y la amaba con el alma. Salí de la habitación y caminé hasta el final del pasillo, en dónde se encontraba el baño, al entrar me despojé de las prendas que tenía y me adentré a la ducha. Abrí la llave que le daba paso al agua y dejé que el agua recorriera mi cuerpo, eso me relajaba bastante. Al terminar, cerré la llave y traté de escurrir lo mejor que podía mi cabello, siempre me gustaba hacérmelo un rodete luego de ducharme. Salí de la ducha y lo primero que hice fue enrollar mi pelo con un broche, luego tomé una toalla y la envolví en mi cuerpo. Junté toda la ropa que estaba desparramada por el suelo y la metí al cesto de ropa sucia, el cuál estaba casi lleno. Salí del baño y me dirigí hacía mi habitación, una vez adentro de ella cerré con llave y comencé a vestirme. Abrí mi armario y escogí un conjunto rojo como ropa interior, una musculosa negra lisa, arriba de la musculosa una camisa de leñador roja y negra desabrochada y arremangada hasta los codos. Luego tomé unos jeans negros, me coloqué medias y por supuesto, mis típicas Converse negras. Me paré enfrente de mi espejo y con el cepillo que se encontraba en mi mesa de luz, cepillé mi cabello no tan mojado. No era muy largo, apenas llegaba unos centímetros debajo de los pechos, por lo que no tardaba mucho en secarse sin el uso de algún secador de pelo. Lo peiné en una trenza al costado con mi típico gorro de lana negro. Sonreí satisfecha al ver mi reflejo en el espejo, aunque... Detrás de esa sonrisa orgullosa se encontraban algunas lágrimas rebeldes que querían salir pero mi enorme orgullo no lo permitiría jamás. Como a mi no me gusta mucho maquillarme, solamente me coloqué máscara para las pestañas, un poco de sombra y un labial un tono más oscuro que el color natural de mis labios. Luego de estar contenta de cómo me veía, busqué mi mochila negra y una vez que la encontré, adentro de ella metí los audífonos, un cuaderno que era aparte del colegio, otro cuaderno para tomar apuntes y algunos lápices y lapiceros de colores. No es que sea aniñada pero es que cuando me aburro, se me da la costumbre de escribir cosas y hacerle sombras con colores. Una vez que tuve todo listo, abrí la puerta de mi habitación y me dirigí hacía la cocina-comedor. En dónde estaba mi padre, su odiosa esposa Natalia y mi hermanastro, Alejo. Él era como mi mejor amigo, ya que era como yo. Me entendía perfecto y no me cansaré de decirlo, pero a él lo amaba como a un hermano.
-Buenos días, Jasmine - dijo mi padre mientras leía el periódico, dejé mi mochila en el suelo y me senté en la silla que estaba al lado de Alejo -.
-Buenos días, Fernando - dije mientras saludaba a mi hermanastro con un beso en la mejilla. Yo no acostumbraba a llamar a mi padre "papá", siempre lo llamé por su nombre y eso le enojaba -.
-¿Cuántas veces te he dicho que no me digas "Fernando"?
-¿Cuántas veces te he dicho que nunca te consideraré mi padre? - contraataqué y se mantuvo en silencio. Sonreí victoriosa hasta que se metió mi odiosa madastra, siempre tan metiche cómo las viejas chusmas -.
-Cariño, deberías enseñarle modales a esta niña. Está cada día peor - dijo mientras colocaba un plato con tostadas, un pote de queso untable y un vaso de jugo de naranja enfrente mío -. Además, está llevando a Alejo por mal camino, yo no quiero que mi bebé sea como ella.
-¿Tu bebé? Tiene casi 18 años, ¿lo sabías? - dije mirándola con cara rara, Alejo solo guardaba silencio y me miraba atentamente -. Claro, cierto que no le prestas ni la mínima atención, te preocupa más tu estúpido bienestar antes que tu propio hijo.
-¡Jasmine! - me regañó mi padre bajando el periódico y mirándome severamente, en ese momento Alejo saltó en mi defensa -.
-Ya vámonos, Jasmine. En esta casa nadie tiene demasiado cerebro como para preocuparse por nosotros - dijo tomándome de la mano mientras nos parábamos, tomé mi mochila y él la suya. Mi madrastra, se quedó boquiabierta al fijar la vista en nuestras manos -.
-¡Alejo! ¿Qué son esas actitudes? - preguntó su madre indignada. Ay ni que fuera tanto, si supiera cuantas veces yo me levanté de la mesa sin decir nada. Él solamente rodó sus ojos y salimos los dos de la casa dando un portazo, una vez afuera empezamos a reír a carcajadas -.
Luego de reírnos, nos dirigimos hasta su auto y subimos. Yo como acompañante y él de conductor. Éramos muy parecidos, ambos nos "alimentábamos" del sufrimiento de los demás y obviamente de ver las caras de mi madrastra cuando él y yo hacemos algo "comprometedor". Para nosotros no es nada importante ya que mentimos todo el tiempo, pero para ellos es algo sorprendente o extraño. En realidad, para mi madrastra sería una tragedia que su "inocente" bebé se fije en una chica como yo. De tan sólo imaginarme su reacción me retuerzo de risa, Alejo me mira aguantándose las ganas de reírse, pero no de lo que me imaginé sino de mi risa. Es muy contagio y sonora, por lo que llama la atención. Odio que eso pase, pero a mi hermanastro parece divertirle.
Al llegar, buscamos un espacio libre y al encontrarlo, nos estacionamos ahí. Bajamos rápido ya que estábamos llegando tarde, pero que las risas no faltaron, no faltaron. Nos dirigimos hacía la oficina del director, un viejo pansón que te irrita con tan sólo escuchar su voz. Nos entregó dos papeles, en uno estaban los horarios y en otro el número de casillero y la clave. Luego, nos entregó unos cuantos libros que apenas podía mantener en manos. Mi hermanastro de tan bueno que es, me cargó los libros gracias a que su casillero no quedaba tan lejos del mío. Al terminar de organizar todo, recién nos dimos prisa para llegar a clases. Me despidió ya que él iba un año más que yo y me dirigí al salón que me tocaba esa hora, o lo poco que quedaba de ella.
Golpeé la puerta y una profesora me abrió la puerta con una cara de poca simpatía.
-Acabo de llegar, tuve que ir a buscar algunas cosas a la oficina del director - dije con los más grandes deseos de que me diga "no, espera hasta la otra clase" -.
-¿Cuál es tu nombre? - preguntó la mujer mirándome de arriba a bajo -.
-Jasmine Smith - dije sin ganas -.
-Pasa - se corrió para darme lugar de pasa y así lo hice. Busqué un lugar al fondo mientras me fijaba si veía alguna cara muy conocida, pero nada -. Bueno como decía...
Me senté en un asiento a esperar que el sagrado timbre suene para ir a buscar a mis amigas, pues el estudio era como el apeste para mí. ¡Era una anti-estudio total!
- Holaas:
Bueno... hoy tenía tiempo de sobra así que subí capítulo hoy mismo. Espero que les guste ya que no es un de los mejores que he hecho. Espero el siguiente capítulo ansiosa :) Por cierto, amé los capítulos estuvieron geniales *-*
Sigue: AnnyStylesHoranJonas {Anny}
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Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
wow
que rápidas!! jeje
amé amobos capis!! escriben demasiado bien las dos!!
Espero ansiosa el siguiente capi!!
besosxx
que rápidas!! jeje
amé amobos capis!! escriben demasiado bien las dos!!
Espero ansiosa el siguiente capi!!
besosxx
1d<3ismylove!!!
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
Me encantaron los capítulos
Frankie es mala con su hermano eso es bueno (?) pero, igual me da penita su hermano
Louise es muy mala le rompió la bicicleta y para peor lo atropelló me encantó el capítulo
Sam es muy mala con Fred son todas malas xd y Noah, se me hace sensual me gustó mucho tu capítulo
Jasmine es genial es una anti estudio amé tu capítulo.
Espero el siguiente c:
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Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
OMG... Sam y Jas en verdad tienen vidas complicadas...
y digamos que pasan lo mismo con sus papas y la bitch que elijieron como acompañante :/
ameee los capis chicas, fueron geniales...
espero el siguiente :)
y digamos que pasan lo mismo con sus papas y la bitch que elijieron como acompañante :/
ameee los capis chicas, fueron geniales...
espero el siguiente :)
Ciin :)
Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
Oh chicas. No pensaba que subirían rápido, ame completamente sus dos capítulos. Amo a las chicas que son puntuales y rápidas como ustedes. Ah, bueno creo que avisare a Anny, ya que no ha comentado.
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Re: Chicas sin corazón |Novela Colectiva|
Anny no esta en la novela. Me toca subir a mi, ay Dios. Ya extrañaba escribir en esta NC, el capitulo intentaré subirle entre mañana y pasado.
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