I will not believe you. {Louis Tomlinson}

El constante sonido del eco de una puerta cerrada abruptamente; tomó la inmediata atención de todos los conyuges. Ya había llegado ella. Todos mantenían la postura recta y seria, ya sabían perfectamente que demostrar felicidad solo le daría muchas más cosas de las que ya debe de pensar la novia. No obstante, aquello de “soy feliz, no importa nada”, les causaba cierta curiosidad. Ninguna de sus hijas ya casadas, alguna vez dijeron que eran felices junto a sus Duques. Sencillamente, para Anahis, ser parte de una nueva vida, un nuevo esposo, un nuevo momento de sabiduría; era todo lo que alguna vez soñó.

Sus tacones sonaban al compás de sus pisadas. Todas las miradas apuntaban directamente a la pequeña joven de tan solo dieciséis años, que caminaba erguida hacia un punto imprefijo. Su mente solo alcanzaba para algo; ¿quién sería su acompañante durante toda su vida? Había escuchado algunos rumores sobre el Duque de Escocia, más sin embargo aún no lograba comprender el porqué la gente la miraba de una manera tan… ¿feliz? La duda la carcomía, y la manera en que se sentía, no ayudaba mucho. Estaba mareada, sentía náuseas, quería salir corriendo de allí.    

Los cónyuges guardaron silencio, apartando los murmullos; cuando una silueta negra se hizo llamar en la puerta principal, donde había caminado anteriormente, la joven. Todo su cuerpo se contrajo al darse cuenta que, la persona con la que compartiría su vida, iba a ser nada más y nada menos que Louis Tomlinson, Duque de Inglaterra. No ocultaba su horror de sobremanera, pareciera que la gente se había sorprendido de su horrible impresión. Anahis no tendría porqué juzgar a su esposo, pero le aterrorizaba el saber que probablemente, la persona con la que alguna vez jugo cuando eran niños, ahora iba a tomarla como su esposa.

Más de cien personas, aproximadamente, estaban muy atentos de cualquier reacción que tomara la pequeña Anahis ante la presencia de su amigo, quien ahora era un increíble hombre dueño de unos hermosos ojos azules verdosos. Había cambiado totalmente, dejando esa faceta de niño infantil, ahora transformado en un hombre adulto.

Una pequeña sonrisa jugaba en la boca del Duque, intentando no revelar ni la más mínima emoción por lo que estaba viviendo. El tenía que ser honesto, desde mucho antes de conocer a Anahis, su padre le había hablado de lo que se iba convertir cuando creciera. Probablemente no estaba seguro de que aquella Condesa de la cual hablaba; podría ser la misma que él mismo había visto durante tanto tiempo. Ya no era esa niña, esa niña se había transformado en otra cosa durante su tiempo de ausencia. Debía admitir que su linda, joven y terca esposa, le daría a conocer su mal genio que, claramente, ya conocía a la perfección. Se y estoy preparado, lo que me depara mi futuro al lado de esta mujer.

El enfado por sus padres, se había transformado en una pequeña razón para aborrecer a Louis por no haberle dicho desde un principio. No era más que una farsa toda su amistad, porque simplemente era para acercarse a ella, para enamorarla, agradarle y cuando estuvieran en sus votos matrimoniales, la Duquesa no tendría problemas por casarse. Sentía tanta decepción por ella misma, por haber confiado en el. Pero no quería demostrarle ese dolor que tanto reinaba su corazón, y más sin embargo le sonrió con una de sus mejores sonrisas. Si el creía que ella era idiota, pues su deber era hacerle creer eso.

Sin duda, después de su matrimonio con el Duque; se jurará a sí misma jamás creerle ni una sola palabra. Su esposo le había jugado una trampa, y una de las más viles. Ahora ella le haría pagar por ello. Haciendo de su matrimonio, el mismísimo infierno.

Hola, como ya deben de saber; mi nombre es Lore *-* tengo trece años, y aparentemente, esto es un pequeño corte de este shot, próximamente subiré la segunda parte. La verdad es que esto ya me lo había imaginado hace mucho. Pero, sencillamente no me agradaba la idea de subirlo. Espero que les guste, chicas c: ojala comenten ¬¬ kjsdvfhjvdf :B y eso.
chau<33