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Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
Capitulo 19
Nick sabía que si volvía a su casa y le decía a su madre que iba a casarse, esta insistiría en preparar una boda por todo lo alto, y llevaría meses. No estaba dispuesto a esperar.
La idea se le ocurrió mientras paseaban por el puerto y veían a unos turistas desembarcar de un crucero.
-¿Te gustaría ir unos días de viaje? –(TN) lo miró sorprendida.
-¿Un viaje?
-Mira… -Le señaló a los pasajeros de aquel enorme barco. Ella nunca se había imaginado hacer una travesía de aquel tipo, era una mujer con los pies bien plantados en el suelo y sabía que aquello estaba más allá de sus posibilidades. No sabía que decir. -¿No crees que sería estupendo?
-Si… pero…
-Sin peros… ¿Te gustaría? –Nick la miraba con un extraño brillo en los ojos.
-Si…
-Perfecto…
Cogió el teléfono y llamó a la compañía de viajes, en unos minutos lo tenía todo arreglado.
-Vamos tenemos que preparar las maletas.
(TN) lo miraba sin comprender.
-¿Qué quieres decir?
Nick se sentía hervir de felicidad, muy pronto todos sus sueños se harían realidad, la miró con una ancha sonrisa y vio la perplejidad de ella. La abrazó y la besó con ardor.
-Esta noche nos embarcaremos. –Ella lo miraba aturdida.
-Pero… no podemos…
-Claro que podemos, si los dos lo deseamos… ¡Podemos!
(TN) miró el gran barco que tenían delante como si no lo hubiera visto unos minutos atrás, nunca se había atrevido a imaginarse que ella viajaría en uno parecido. Aquello tenía que ser un sueño. No, no era un sueño, cuando aceptó casarse con Nick sabía que su vida iba a cambiar, ella siempre planificaba las cosas, llevaba una vida de lo más organizada, tenía que hacerlo, no podía permitirse ningún lujo. Hasta ese momento su relación con él se había basado en seguir con su sencilla vida, él se había adaptado al ritmo de ella, ahora se daba cuenta que ella también tendría que adaptarse a él.
Nick la dejó en su casa para que hiciera las maletas de ella y Niko y le dijo que se iba a su apartamento a preparar la suya. Antes pasó por una joyería y compró varias cosas.
Una hora y media más tarde aparcaba frente a la casa de (TN). La encontró atacada de los nervios.
-Tranquila mi amor tenemos tiempo.
-Pero es que no tengo ni idea de lo que tengo que llevarme.
Nick se apiadó de ella.
-No te preocupes si te dejas algo, esos barcos tienen tiendas donde puedes comprar de todo.
-Pero… -La veía sacando cosas del armario para volver a ponerlas en su sitio, sonrió divertido, se acercó a ella y la abrazó por la espalda.
-Veamos… ¿Qué has puesto en la maleta?
-Ropa interior, bikinis, vaqueros, camisetas…
El veía en el armario colgados unos vestidos muy bonitos.
-Llévate también algunos vestidos, las cenas a bordo son de etiqueta. –A (TN) le iban a salir los ojos de las orbitas.
-No tengo nada demasiado elegante.
El sonrió.
-Esos de ahí servirán. –Dijo señalando los vestidos que había visto.
-¿Estás seguro? –Los sacó del armario y los extendió sobre la cama, él vio que eran sencillos pero con unos zapatos adecuados…
-Ponlos en la maleta.
El mismo se encargó de escoger los zapatos y cerró la maleta.
-No te preocupes más si nos hace falta alguna cosa la compras en el barco… vámonos.
Esa noche subieron a bordo de aquel magnifico crucero, fueron alojados en un lujoso camarote donde habían instalado una cuna para Niko. Ella reparó en la gran cesta de frutas y una botella de champan que había encima de una mesa, recorrió el camarote con su hijo en brazos mirando por los ojos de buey, a través de los que podía ver como el sol iba desapareciendo en el horizonte. El la miraba divertido mientras ella lo recorría todo con una expresión asombrada en el rostro.
(TN) pensó que de pronto se había caído dentro de algún sueño, aquel camarote era más espacioso que su pequeño apartamento, solo el cuarto de baño era tan grande como su salón, con una bañera con jacuzzi, una ducha aparte y toda clase de lujos, todo de mármol rosado con la grifería dorada, en una de las paredes había una estantería con albornoces, toallas y toda clase de productos cosméticos.
-¿No es fantástico? –La voz de Nick era un suave ronroneo a sus espaldas.
-Es maravilloso. –Se giró de cara a él y al momento ella y su hijo fueron rodeados por sus fuertes brazos.
Esa noche después de bañar y dar de cenar a Niko, fueron al comedor, un camarero los acompañó a una mesa donde había dos parejas y una señora que enseguida se presentó, presentó a sus acompañantes, todos quedaron cautivados por el pequeño. La pareja de mayor edad, eran Lisa y Eduardo, por lo que les contaron estaban muy habituados a viajar y a conocer gente, se los veía muy en su mundo tratando con todas aquellas personas. La otra pareja estaba de luna de miel, eran Mamen y Alberto, se los veía ajenos a todos, solo tenían ojos el uno para el otro y la señora que los había presentado era viuda, se llamaba Magdalena y les contó que su difunto marido le había dejado una buena herencia que ella no tenía reparos en gastarse en viajes.
Durante la cena todos se fueron conociendo, (TN) observó como Nick se integraba inmediatamente en las conversaciones, daba igual de que se hablara, él tenía respuesta para todo, se le notaba que durante su vida se había codeado con todo tipo de personas. En ningún momento dejó que ella se apartada de la conversación, cuando ella se quedaba sin saber que decir él le allanaba el terreno para que ella no se sintiera incómoda.
Después de que los camareros retiraran todos los platos, apareció una orquesta y empezó el baile, varias parejas fueron al centro del gran comedor y empezaron a bailar, entre ellos Mamen y Alberto.
-No tardaran mucho en desaparecer. –Le dijo Magdalena a (TN) en voz baja. –Están recién casados. –La mujer levantó las cejas sugestivamente.
Eduardo y Nick se enzarzaron en una conversación de negocios, con lo cual las mujeres quedaron relevadas al olvido, ellas por otro lado empezaron a hablar de hijos, Lisa tenía cuatro y Magdalena tres, todos ellos adultos, por lo cual Niko se convirtió en el centro de atención de todas. El pequeño quería dormir, pero con todo el alboroto no podía, empezó a ponerse nervioso. (TN) levantó la mirada, buscando a Nick para decirle que iba a acostar al niño, él no estaba. Lisa le dijo que probablemente se habría ido con su marido a cubierta a fumarse un cigarro.
-Por favor, cuando vuelvan, podrías decirle que he ido a acostar al niño.
-Por supuesto querida, ve tranquila.
Aún estaba desnudando al niño, cuando Nick entró en el camarote.
-Cariño lo siento, no era mi intención que la conversación se alargara tanto.
-No importa. –Le susurró ella, haciéndole una señal para que hablara más bajo. El pequeño se estaba quedando dormido mientras su madre lo ponía cómodo.
Cuando el niño estuvo acomodado en la cuna, él le dio un beso en la frente y a ella le pareció oír “Que tengas dulces sueños mi amor”. El corazón de (TN) dio un brinco de júbilo.
Aquella noche se demostraron su amor hasta altas horas de la madrugada, Nick parecía no poderse saciar nunca de su apetito por (TN), la besaba, la acariciaba, y la enloquecía de placer hasta que ella no lo soportaba más y se convulsionaba entre sus brazos. Luego venía el ritual de abrazarla y acompañarla mientras volvían del limbo, y vuelta a empezar. Cuando se quedaron dormidos, estaban sudorosos, agotados y felices.
PEZA
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
Capitulo 20
A la mañana siguiente, Nick se despertó sobresaltado al darse cuenta que ella se levantaba precipitadamente y se iba al cuarto de baño, se alarmó cuando la oyó vomitar, se levantó y fue a atenderla. Ella tenía la tez blanca como la leche, mientras se enjuagaba la cara.
-Mi amor… ¿No te sientes bien? –La preocupación era patente en su voz.
(TN) hizo un movimiento demasiado brusco para mirarlo, y las nauseas volvieron.
Después de un buen rato que le costó a ella calmar su revuelto estómago, la cogió en brazos y la llevó a la cama.
Con el ir y venir, Niko despertó y reclamó su desayuno, Nick lo atendió, y cuando lo tubo vestido, llamó al servicio de guardería del barco para que fueran a buscarlo.
(TN) estaba otra vez en el baño, con el estómago revuelto. El llamó al médico de a bordo y este no tardó en aparecer.
-Hola, soy Jesús el médico, ¿Me habéis llamado?
-Si pasa… creo que algo le sentó mal en la cena, desde que ha despertado que esta indispuesta.
Ella estaba echa un ovillo en la cama.
-¿Desde cuando te sientes mal? –Preguntó mientras le tomaba el pulso.
-Desde que desperté. –La voz de (TN) estaba ronca.
-¿Durante la noche has estado bien?
-Sí.
Jesús le tomó la tensión y la temperatura. Le hizo un breve reconocimiento.
-Si fuera algo de lo que comiste anoche, te hubieras sentido mal antes. ¿Es el primer viaje en barco que haces?
-Sí.
-Puede ser el balanceo del barco lo que te descompone.
-No lo creo. –Dijo Nick. –Se ha pasado el verano de socorrista en un barco, a veces el movimiento era mucho peor.
-Bueno, pues antes de hacerte una analítica quiero que te hagas una prueba. –Le tendió a (TN) un test de embarazo. –Si da negativo me llamáis.
Ella miró a Nick con la boca abierta, él le sonrió.
Al cabo de un rato ella estaba tendida en la cama, su malestar ya no era tan intenso, y él sostenía en la mano el pequeño artilugio que le diría si sería padre o no. Lo hacía feliz que ella fuera a tener un hijo, era lo que siempre había deseado, mientras esperaba su corazón latía aceleradamente, deseando que diera positivo.
-¿Te sientes mejor amor mío? –Su cálida voz caló en lo más profundo del corazón de (TN).
-Sí.
El no paraba de mirar al pequeño aparato. Ella se dio cuenta del estado de excitación de él.
-Si da negativo… podemos seguir intentándolo. –Nick la miró a los ojos y vio tanto amor que se sintió agradecido, ella estaba dispuesta a soportar aquel malestar para darle un hijo. La abrazó con toda la ternura que sentía en el corazón. Al soltarla volvió a mirar y sus ojos se llenaron de felicidad, serían padres. La encerró entre sus brazos con tanta suavidad…
-No voy a romperme… -La sonrisa que le dedicó le hizo saber que estaba tan feliz como él.
Nick insistió en que descansara, ella no estaba de acuerdo, pero no discutió con él. Suponía que a él le llevaría un tiempo acostumbrarse a la idea de que sería padre, de que las nauseas matutinas era algo normal, aún que ella no las hubiera tenido en su primer embarazo. Se quedó en la cama y recuperó las horas de sueño que la noche anterior habían dedicado a amarse.
Al abrir los ojos se sorprendió, el camarote estaba lleno de ramos de flores, rosas, lirios, violetas, margaritas… mirara por donde mirara había jarrones con flores. Al incorporarse vio a Nick sentado en una butaca mirándola, en las manos tenía un libro que estaría leyendo cuando la oyó removerse.
-¿Cómo te sientes amor mío? –Se acercó a ella con mirada amorosa.
-Muy bien… en realidad estoy hambrienta. –Los dos sonrieron.
-Eso es bueno. –Nick se sentó a un lado de la cama. Se inclinó hacia ella y la besó con ternura. -¿Quieres que llame y que nos traigan la comida?
-No. Ahora me daré una ducha y luego nos vamos a comer.
-¿Estas segura? –La preocupación que (TN) detectó en su voz, la conmovió.
-No estoy enferma.
-Pero…
-Cariño, tendremos que acostumbrarnos a las nauseas matutinas, es algo común en las mujeres embarazadas. –A Nick no se lo veía convencido, ella alargó la mano y le acarició la mejilla. –Estoy bien, de verdad. A propósito… ¿Dónde está Niko?
-En la guardería. –Ella abrió la boca para decir algo, pero él la interrumpió. –He ido un par de veces mientras dormías para ver como estaba, lo están tratando muy bien, no te preocupes.
(TN) se abrazó a él.
-Siento haberte asustado esta mañana. –Murmuró con la cara pegada al ancho pecho.
-No seas tonta, yo tengo la culpa de que no te sientas bien. –Ella se rió.
-Oh… claro, olvidaba que para quedarse embarazada solo hacía falta respirar, que los niños van pululando por el aire. –El rió por el comentario, pero enseguida se puso serio.
-Si yo hubiera tomado precauciones…
-¿No deseas este hijo?
-Claro que lo deseo, más que a nada en este mundo. Pero, he estado pensando ¿No es demasiado pronto después de Niko?
-Un poco pronto si que lo es, pero ahora ya está aquí. –(TN) le cogió la mano y se la puso en el vientre. –Dentro de poco podrás sentir como se mueve. Es maravilloso sentir sus movimientos. –El la acarició suavemente.
-Amor mío me haces el hombre más feliz del mundo.
-Te quiero. –El la miró al fondo de sus amados ojos.
-¿Lo suficiente para casarte conmigo hoy?
A ella se le atascó la respiración.
-¿Hoy?
-Sí, el capitán puede casarnos cuando tú quieras.
-Pero… y tu familia… y la mía…
-Para casarnos solo somos imprescindibles tú y yo. Te amo y no necesito a nadie más que a ti. Si lo decimos a nuestras familias, insistirán en preparar una boda por todo lo alto, ¿Es eso lo que quieres?
(TN) estaba tan sorprendida que se lo quedó mirando, mientras un pensamiento le cruzaba la mente.
-Ya pensabas en la boda cuando nos embarcamos ¿Verdad?
Nick sonrió pícaramente.
-Sí. –Ante esa sinceridad ella estalló en carcajadas.
-Eres un sinvergüenza.
-Si… tienes razón, pensaba en ello y no podía soportar pensar en que tendría que estar separado de ti mientras se hacían todos los preparativos. Te quiero y quiero despertarme contigo a mi lado el resto de mi vida. -Ella le cogió las mejillas entre sus manos y lo besó con pasión, cuando se separó de él… -¿Eso quiere decir que si, que te casaras conmigo esta noche?
-Sí. –Entonces fue él el que la cogió entre sus brazos y la besó hasta dejarla aturdida.
Esa tarde (TN) dejó a Niko al cuidado de Nick y le dijo que tenía que hacer unas compras, que no la esperara hasta la hora de la cena. Tenía intención de ir a la peluquería y comprarse un vestido para la ocasión.
Cuando llegó al camarote, no había rastro ni de Nick ni de su hijo, ¡Que extraño! Pensó. Empezó a vestirse pensando que aparecerían en cualquier momento, se puso el precioso vestido de seda color champan que se había comprado aquella misma tarde, era una creación muy sencilla a la vez que elegante, la seda se cruzaba sobre sus pechos hasta la cintura, por la espalda caía drapeada, y de la cintura se ensanchaba en una amplia falda que le llegaba casi a los tobillos, se había comprado también unos zapatos a juego. Cuando se acercó al tocador para retocarse el peinado que le habían hecho en la peluquería vio encima, una caja de terciopelo negra con una hoja de papel doblado encima. Abrió la nota.
Amor mío, este presente no puede compararse con lo que yo siento por ti, quisiera ofrecerte la luna y el sol por lo feliz que me haces, nunca había imaginado sentirme así. Me sorprende a la vez que me encanta. Esperó poder hacer de ti la mujer más dichosa del mundo.
Con todo mi amor.
Nick.
Eduardo y Lisa vendrán a buscarte, les he pedido que sean los padrinos de nuestra boda. Nuestro hijo y yo te estaremos esperando ansiosos.
(TN) se emocionó al leer aquella nota, Nick la hacía sentir una mujer muy especial. Sus dedos temblaban cuando acarició la caja de terciopelo, la abrió con reverencia y soltó una exclamación al contemplar un bello collar de esmeraldas finamente tallado y unos pendientes a juego que colgarían y se balancearían contra sus mejillas cuando ella se moviera. Estaba extasiada mirando las joyas cuando sonó un suave golpe en la puerta. Fue a abrir y eran Lisa y Eduardo, los dos lucían una espléndida sonrisa en el rostro.
-Querida es lo más emocionante que me ha ocurrido en todos los viajes que hemos hecho. –Dijo Lisa abrazando a (TN). –Cuando Nick nos ha pedido que fuéramos los padrinos de vuestra boda…
-Bueno… bueno, no empeces a llorar otra vez… -Eduardo empujó suavemente a su mujer para que entrara en el camarote. –Esta tan nerviosa como el día en que nos casamos. –Dijo mirando a (TN).
Ella les dedicó una sonrisa deslumbrante.
-La verdad es que yo también estoy un poco nerviosa. –Aspiró una bocanada de aire pero no le sirvió para calmar los acelerados latidos de su corazón. Estaba empezando a caer en la cuenta de que en poco tiempo sería una mujer casada… Y no con cualquier hombre, no. Con el hombre que le había robado el corazón en un abrir y cerrar de ojos. Se había adueñado de su alma en tan poco tiempo que aún no lo había asimilado del todo. ¡Y se iba a convertir en su marido! Suspiró con la mirada embelesada.
Eduardo la sacó de su ensueño.
-Pequeña ¿Estas lista? Tu novio espera.
Ella se miró en el espejo y su mirada se posó en el estuche de terciopelo negro.
-Oh… solo será un segundo. –Cogió el collar con manos temblorosas, intentó abrocharlo, pero le temblaban tanto los dedos que no lo conseguía.
-Deja que te ayude. –Dijo Lisa cogiendo el collar de sus dedos temblorosos. Se lo puso y luego la ayudo con los pendientes. Cuando (TN) se miró al espejo se quedó sin aliento. Las joyas lucían espléndidas, balanceó la cabeza y los pendientes le acariciaron las mejillas, sonrió a la imagen del espejo.
-Estás maravillosa. –Exclamó Eduardo. -¿Nos vamos?
De repente su mujer se hecho a reír. Los dos la miraron sorprendidos.
-Y luego dirás que soy yo la que estoy nerviosa. –Dijo cuando pudo controlarse. – Yo diría que las flores son para la novia. –Todas las miradas cayeron las tres rosas rojas de tallo largo que Eduardo llevaba en la mano.
-Oh… bueno… después de todo, no le piden a uno que sea padrino de bodas cada día.
Sus mejillas se habían coloreado ligeramente, (TN) tomó las flores de él le tendía y le dio un beso en la mejilla. El se sorprendió agradablemente. –Bueno señoras si estáis listas es hora de irnos. –Dijo ofreciendo un brazo a cada mujer.
PEZA
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
Capitulo 21
Cuando llegaron a las puertas del comedor, Eduardo le dijo a su esposa que entrara y se pusiera en su lugar, que era él quien entregaría a la novia. Esperaron unos segundos y de pronto dos camareros abrieron las puertas y empezó a sonar la marcha nupcial. (TN) sintió que un intenso sonrojo le cubría las mejillas mientras caminaba entre la gente que se había levantado de sus sillas. Todos la miraban sonrientes, ella buscó con la mirada a Nick, y sus ojos casi se salen de las órbitas cuando lo vio. El estrado donde la noche anterior había estado la orquesta, estaba todo decorado con flores blancas, y en el centro la esperaba Nick vestido con un esmoquin negro con su hijo en brazos, el pequeño iba vestido con un traje marinero. Los ojos de (TN) devoraron la figura alta y musculosa del que muy pronto sería su esposo, era el hombre más guapo que había visto en su vida. El, por su parte, la miraba embobado, su mirada no se apartó de ella mientras caminaba hacia él.
-¡Estas muy hermosa! –Le dijo al oído cuando ella llegó a su lado.
-Creía que querías una boda discreta. –Susurró ella con las mejillas encendidas.
-No cariño, dije que no quería esperar para preparar la boda. –La sonrisa que le dedicó mientras hablaba le hizo temblar las piernas.
El capitán de barco con su uniforme de gala, los casó, cuando llegó el momento del intercambio de anillos, a (TN) le temblaban tanto las manos que Nick sonrió cuando consiguió ponerle el anillo en el dedo correspondiente.
Cuando la besó encerrada entre sus fuertes brazos, todos los asistentes aplaudieron y ella ocultó su rostro acalorado en el hombro de su marido.
Aquella noche el capitán cenó en la mesa con ellos, no pararon de recibir felicitaciones y buenos deseos durante toda la cena. Entre tanto Nick se dio cuenta que ella no comía demasiado.
-¿No te sientes bien, amor mío? –Le susurró al oído. –Casi no has tocado la comida.
-Estoy demasiado abrumada para comer.
El le sonrió y la besó suavemente.
Magdalena se ocupó del niño durante toda la celebración, se estaban sirviendo los postres cuando (TN) oyó llorar a su hijo, se levantó para atenderlo, lo acunó contra su pecho y el pequeño se calmó enseguida.
-Has sido muy amable al cuidar de él…
-No ha sido nada, es un niño maravilloso, me recuerda tanto a mi hijo mayor… -(TN) percibió la añoranza en la voz de su nueva amiga. –Es tan agradable sostenerlo, es un niño tan tranquilo…
Nick las interrumpió diciéndole a (TN) que era la hora de cortar la tarta. Ella lo miró con la boca abierta, él sonrió endemoniadamente.
-Cariño esto esa una boda.
-Pero… pero… -El se apiado de ella al verla tartamudear. La abrazó contra su cuerpo duro.
Se apagaron las luces del comedor y por una puerta lateral entraron un par de camareros empujando una mesa con una tarta tan grande que a (TN) se le atascó la respiración. Estaba totalmente rodeada de bengalas encendidas, parecía una gran montaña de luces de colores, cuando llegaron al centro del gran comedor se encendieron las luces al tiempo que retiraban las bengalas. Los camareros entregaron a Nick una gran espada, que él puso en manos de (TN), ella la cogió con las dos manos, parecía que fuera a batirse en duelo con la tarta. Nick soltó una carcajada a la cual se unieron gran parte de los invitados. Ella lo miró interrogativamente. El pasó sus brazos alrededor de ella, puso sus grandes manos encima de las de ella y hicieron varios cortes en los pisos más bajos de la tarta, entonces entregó la espada a los camareros. (TN) les sonrió sintiendo que el rubor iba subiendo por sus mejillas, pues su marido aún la rodeaba con sus brazos, giró la cabeza y sus ojos buscaron su mirada. El sonreía con malicia, ella levantó una ceja a modo de interrogación.
-Tienes que coger los muñecos de la tarta.
-¿Si? –La sonrisa con que acompañó la pregunta hizo que él fuera recorrido por un estremecimiento de deseo. Ella vio el deseo desnudo y voraz en aquella mirada.
Entonces él la cogió por la cintura y la sentó encima de su hombro, en todo el salón se oyeron aplausos y silbidos entusiasmados.
Ella no había tenido oportunidad de observar los muñecos y lo que vio le hizo soltar un jadeo embelesado, junto a una pareja de novios habían colocado dos pequeños ositos de peluche. Los cogió y cuando Raúl la bajo y la posó sobre sus propios pies, ella levantó la cabeza y él la besó amorosamente. Luego con la mano firmemente apoyada en la estrecha cintura y una sonrisa de satisfacción la acompañó hasta la mesa. Ella lo miraba de soslayo y oyó como alguien le decía que era un hombre afortunado.
Ella pensó que realmente la afortunada era ella, estaba enamorada de ese hombre, lo amaba y él la amaba a ella, la hacia sentirse la mujer más feliz del universo. La hacia sentirse especial, y eso para ella era lo más importante… Después de la soledad en que había vivido durante el último año, aquello era el paraíso.
Mientras se comían la tarta, él le susurró al oído lo mucho que la amaba y ella se sofocó, Nick rió, lo hacía a posta, le encantaba hacerla ruborizar.
-Lo haces adrede ¿Verdad?
-Oh… si. –No podía parar de sonreír.
(TN) lo miró con una sonrisa traviesa, en ese juego podían jugar dos, pensó, y mirándolo a los ojos pasó un dedo por la nata del pastel y se lo llevó a la boca sugestivamente. El sintió un tirón en la entrepierna y notó como su rostro se acaloraba. Ella rió encantada y cuando iba a repetir la operación, él le capturó la mano, lamió el dedo y le mordisqueó la yema, (TN) fue recorrida por una oleada de placer.
-¿Seríamos muy groseros si nos fuéramos? –Le susurró (TN) al oído con una sonrisa seductora.
El rió encantado.
-Seríamos muy… pero que muy groseros, además todo el mundo va esperar a que iniciemos el baile.
(TN) estaba hablando con el capitán cuando su marido se inclino sobre ella y le dijo que era hora de que empezaran el baile. La cogió de la mano hacia la pista, cuando la encerró entre sus brazos…
-Nunca he bailado un vals. –Le susurró ella al oído.
-Déjate llevar, yo te guiare. –La sujetó por la cintura y empezó a moverse con ella suavemente por la pista de baile, ella se sentía ligera, Nick era un experto bailarín, la guiaba con maestría. Al cabo de unos minutos otros comensales se unieron a ellos, ella se relajó entre sus brazos, disfrutó mucho con ese baile cuerpo a cuerpo, él pudo verlo en la expresión de su cara. Levantó una ceja…
-Me encanta este baile. –Murmuró ella apoyándose en el pecho ancho de su marido.
Al terminar el vals, los músicos siguieron tocando y el capitán del barco se acercó a ellos y le pidió que bailara con él, (TN) estuvo bailando un buen rato, cuando terminaba una pieza, siempre había algún hombre que le pedía que bailara con él. Nick también bailó, las mujeres reían con sus bromas mientras él las hacia girar entre sus brazos.
Cuando se acalló la música, Nick la rescató de los brazos de su compañero de turno y la arrastró hacia el estrado de los músicos. Ella tenía la sonrisa fácil, la gente allí reunida le sonreía…
-¿Dónde me llevas? –Le susurró a su recién estrenado marido.
-Ya lo veras.
(TN) oyó al portavoz de la orquesta que anunciaba una petición especial, y la música empezó a sonar, la pareja de recién casados había llegado al pie de la escalera que subía hasta el estrado de los músicos, Nick la cogió entre sus brazos y empezó a moverse al son de una canción de amor.
-Está dedicada a ti, mi amor. –Sus ojos tenían un brillo especial. Ella quedó presa de esa mirada… la miraba con tanto amor…
De pronto el cantante bajó por las escaleras y… para sorpresa de (TN), su esposo cogió el micrófono y sin soltarla de la cintura empezó a cantarle el estribillo de la canción, sin parar de bailar. A (TN) casi se le desencaja la mandíbula, la voz de su marido le llegaba al alma, le cantaba al amor que había florecido entre ambos, a la felicidad que sentía… los ojos se le llenaron de lágrimas. ¡No creía posible sentirse tan feliz! Sus miradas no se separaron mientras él cantaba. El veía como el labio inferior de su esposa temblaba, deseo calmar esos temblores con besos… Le devolvió el micrófono al cantante y la abrazó con fuerza, ella se acurrucó contra el ancho pecho de su esposo, emocionada y feliz.
Al terminar la música, Nick la cogió en brazos y andando a grandes zancadas atravesó el salón, fueron aclamados por todos los asistentes. No se detuvo hasta que cerró la puerta del camarote detrás de ellos. La dejó con suavidad en el suelo y…
-Mi amor ha sido el día más feliz de mi vida. –Dijo un segundo antes de capturarle los labios y besarla hasta dejarla sin aliento.
Esa noche fue una noche que ninguno de los dos olvidaría mientras vivieran.
PEZA
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
Yeeihhh!! Boda boda!!
Siii! Síguela y pobre bebé se les olvidó !! Síguela !
Siii! Síguela y pobre bebé se les olvidó !! Síguela !
Pamm Jonas
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
Capitulo 22
Los días pasaron sin que se dieran cuenta, por las mañanas cuando su malestar remitía, salían a cubierta a pasear, a menudo (TN) se quedaba descansando tumbada en una hamaca. Cuando se reunían se lo veía feliz con el niño en brazos.
Habían desistido de bajar a tierra porque en los primeros puertos donde el barco había amarrado, lo hicieron y el estómago de (TN) no resistió el olor de las tabernas del puerto. A partir de ahí se quedaron en el barco y disfrutaban de su mutua compañía, en muchas ocasiones no se quedaban solos, pues sus nuevos amigos se quedaban y pasaban unas veladas encantadoras.
Nick era tan feliz que tenía que contárselo a alguien. Una mañana cogió el teléfono y llamó a su madre, le contó que se había casado, que su mujer le iba a encantar y que ya tenía un nieto y otro en camino. Al oír aquello su madre quiso saber todos los detalles y lo tuvo al teléfono más de una hora. También llamó a sus amigos que se habían quedado en el Afrodita, estos no se extrañaron de que se hubiera casado, lo que les extrañaba es que hubiese aguantado tanto sin hacerlo.
Después de pensarlo mucho, por que sabía que querría ser la misma (TN) que se lo dijera a su madre, pero él quería que la felicidad de su esposa fuera completa, así que llamó a la madre de (TN) y le dijo que se habían casado, que quería hablar con su marido.
La mañana que tenían que desembarcar, Nick hizo las maletas mientras ella se reponía del malestar de cada día, y cuando lo tuvo todo preparado. Llamó a un mozo para que se llevara las maletas.
En cubierta los esperaban sus nuevos amigos, se despidieron con la firme promesa de mantenerse en contacto, las mujeres se habían dado sus teléfonos para llamarse. Eduardo y Nick habían planificado algunos negocios juntos lo que quería decir que estarían en contacto permanente. Se despidieron con besos y abrazos de aquella joven pareja que les había caído bien desde el primer momento.
Nick llevaba a Niko en un brazo y el otro lo pasaba por sobre los hombros de (TN) mientras le iba hablando, para que ella estuviera pendiente de él y no viera a quien los esperaba en la punta del muelle. Al llegar allí fueron recibidos por una espesa lluvia de pétalos de rosa, y un “Viva los novios” que salía de muchas voces conocidas.
(TN) se quedó absolutamente desconcertada de encontrarlos a todos allí, no solo estaban los amigos de Nick sino también su madre y… no podía ser… ¡Su padre! Estaba también allí, sonriéndole, pero ella pudo darse cuenta de que estaba nervioso. Se acercó a él…
-Papá. –Su madre estaba pendiente de las dos personas que amaba más en su vida.
-¡Hija! –El hombre abrió los brazos y ella se lanzó contra él, hacía tantos meses que lo echaba de menos… -¿Podrás perdonarme algún día? –La voz de su padre estaba ahogada como si un nudo de emoción le impidiera hablar. (TN) se separó un poco para mirarlo a los ojos.
-No hay nada que perdonar papá.
-Hay mucho que perdonar.
Nick se mantenía detrás de ella, no sabía como iba a ir ese reencuentro, y no quería que nada ni nadie lo estropeara.
-Papá me he casado con el hombre más considerado del mundo, lo amo, soy muy feliz y no quiero remover viejos rencores… espera un segundo que te lo presentare. –Se dio la vuelta para llamar a su esposo y por poco no cae de espaldas al chocar contra el duro pecho.
Nick la cogió por la cintura antes de que perdiera el equilibrio. Sonrió ante la mirada amonestadora que ella le lanzó.
-Señor soy Nick Jonas. –Dijo tendiéndole una mano a ese desconocido. –Y este es su nieto Niko.
El hombre le estrechó la mano con firmeza. Con ese apretón de manos los dos hombres se evaluaban, los dos quedaron satisfechos, pues enseguida se sonrieron.
-Bienvenido a la familia hijo.
(TN) y su madre se fundieron en un abrazo, y esta última le dijo al oído…
-Ya sabía yo que vosotros dos terminaríais así.
-Mamá… -Quería decirle que se guardara aquellos comentarios, pero la risa se le escapaba. –Soy tan feliz.
Nick también abrazó a la madre de (TN) mientras esta era apartada de su marido y abrazada por todos sus amigos que le deseaban toda la felicidad del mundo y le lanzaban bromas más bien groseras, pero con todo el cariño, sobre el bruto que se había casado con ella.
Bajo una palmera del muelle, había una mujer observando aquel grupo, llevaba unos vaqueros ajustados y una camisa a rayas azul y blanco, su media melena castaña la llevaba recogida en la parte de atrás de la cabeza y llevaba unas gafas oscuras que ocultaban su mirada. Cuando Nick la vio, inclinó la cabeza como si no pudiera creer que ella estuviera allí. La mujer le sonrió con cariño.
-Ven cielo, quiero presentarte a alguien. –Le dijo a (TN) que seguía riendo de las bromas de sus amigos.
Cuando las dos mujeres estuvieron frente a frente, la mayor se quitó las gafas y (TN) pudo ver unos ojos idénticos a los de su esposo que la miraban con simpatía.
-Cariño te presento a mi madre. –(TN) le sonrió.
-Es un placer señora. –Dijo al tiempo que le daba un beso en cada mejilla.
La mujer miró a su hijo frunciendo el ceño.
-¿Qué le has contado a tu mujer de mi, bribón? Por Dios… aún no me he comido a nadie, aunque te mereces un buen tirón de orejas por haberme ocultado esta preciosidad. –Dijo mirando al pequeño que dormía en brazos de su padre.
Su hijo rió mientras la abrazaba.
-No le he contado nada, prefiero que ella misma te conozca.
-Eres un sinvergüenza. –Exclamó con una sonrisa. –Además de un hombre listo.
-¿Tu eres (TN) verdad? –Ella asintió. -Llámame Inés querida, ya se que soy un poco mayor pero no me siento así, me gustaría que fuéramos buenas amigas.
A ella le encanto el desparpajo de aquella mujer.
-Esta bien, Inés, ven te presentaré a mis padres, supongo que a los amigos de tu hijo ya los conoces… -(TN) la cogió del brazo mientras se dirigían donde se habían quedado todos.
Después de las presentaciones, Inés le dijo a su hijo que tenía una reserva en un restaurante para comer, que ya que le había arrebatado el placer de organizar una boda, ella había hecho una reserva para todos.
-Sabes que soy muy cabezona cuando me lo propongo. Yo… -Miró a todos los reunidos. - …nosotros también queremos celebrarlo ¿No chicos?
Se formó tal algarabía que el pequeño despertó, no muy contento, las dos abuelas y el abuelo querían consolarlo y se lo pasaron del uno al otro, pero sin éxito.
-Solo hay una cosa que lo calme. –Nick se sentía feliz de que su madre estuviera allí. Enseguida había congeniado con su suegra y las dos daban consejos sobre bebes.
La comida fue muy alegre y entretenida, todos ellos estaban felices de que la pareja se hubiera casado. Varios de ellos alabaron la idea de casarse en un barco, así se ahorraban los preparativos de la boda.
A media tarde Niko estaba muy inquieto, no había hecho más que ir de mano en mano y el pequeño quería dormir, (TN) salió al jardín del restaurante, y lo paseaba para que el niño se tranquilizara, los abuelos maternos acompañaron a su hija en el paseo.
-¿Qué pasó con Joe? –Le preguntó Inés a su hijo.
El se la quedó mirando, no podía decirle a su madre que tenía un hijo que era un mal nacido, no sería él el que fuera con cuentos a su madre.
-¿Por qué lo preguntas? ¿Tenía que pasar algo?
Inés sabía que había ocurrido algo, Joe había vuelto a casa con un humor sombrío y cuando ella le preguntaba que qué le pasaba se limitaba a decirle que nada que todo eran imaginaciones de ella, pero a ella no le engañaba, por algo era su madre. Estaba de peor humor que cuando se había separado de su mujer.
-Tu tampoco vas a contármelo, ¿Verdad?
-No madre.
PEZA
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
Capitulo 23
El pequeño estaba en una manta en el césped del jardín, jugando con un perrito de goma que ladraba cuando lo apretaba, y cada vez que eso sucedía estallaba en carcajadas. (TN) lo observaba con una sonrisa en la boca al tiempo que revivía como había cambiado su vida en pocos meses.
Hacia dos meses que se habían trasladado a la casa de Nick, era una parcela de tierra considerable con una edificación de dos plantas, en la primera planta había un salón comedor enorme, una cocina de grandes proporciones, y un despacho, toda la decoración era muy masculina, detalle que había encantado a (TN), eso era un signo inequívoco de que allí no había habido un desfile de mujeres. En la segunda planta había cuatro habitaciones bastante grandes, pero cuando ella llegó solo había una amueblada, la de Nick, él le dijo que al no necesitarlas no se había molestado en comprar los muebles. En el tiempo que llevaban allí habían decorado una habitación para el pequeño, había quedado maravillosa. Su marido se los había llevado un fin de semana a la costa, diciéndole que tenía unos negocios que arreglar y que no quería dejarlos solos. Pasaron un fin de semana fantástico, cuando él los dejaba para atender sus negocios, ella daba largos paseos por el paseo marítimo con el pequeño, se sentaba en algún banco mirando el mar y leía, o se iba de compras. Sonrió al recordar la cara de su esposo cuando ella le tendió un paquetito envuelto con un gran lazo.
-¿Qué es esto?
-Nunca te he hecho ningún regalo. –Susurró mimosa.
-Mi amor… cada día me haces el gran regalo de estar a mi lado… y además –Acarició su vientre con mano amorosa. –Este es el mejor regalo que pueda recibir.
Nick abrió el paquetito y de dentro de una cajita de terciopelo sacó una cadena de oro con un ancla. El la miró a los ojos…
-Siento que al fin puedo echar el ancla. –Susurró ella mientras sus mejillas se coloreaban. –Contigo he encontrado mi puerto seguro.
El se había quedado sin palabras, la encerró entre sus fuertes brazos y la besó con todo el amor que compartían.
Cuando ese fin de semana volvieron a casa Nick la sorprendió, el niño dormía en la parte de atrás del coche, bajaron del coche y le puso al niño en los brazos mientras sacaba de la guantera un gran pañuelo, le tapó los ojos con él y luego cogió a Niko en sus brazos mientras la guiaba a ella escaleras arriba, cuando llegó a la habitación contigua a la suya la hizo entrar y le sacó el pañuelo de los ojos. (TN) soltó una exclamación, la habitación que solo dos días antes estaba vacía, estaba en ese momento pintada de azul muy claro con estrellas de mar de un agradable color rosado, había un armario lleno de ropas de bebe, estanterías llenas de juguetes, una enorme cuna y una mesa para vestir y cambiar al niño. Del techo colgaban varios móviles.
Se giró hacia él con los ojos brillantes.
-Esta preciosa. –Casi no le salía la voz.
-Así… ¿Te gusta?
-Es maravillosa.
-Es un regalo de mi madre, no sabes lo pesada que se estaba poniendo.
-Ahora mismo la llamo. –Inés y (TN) se habían hecho grandes amigas.
Los primeros días al conocerla, había pensado que la madre de su marido invadiría su vida, la quería acompañar a todas partes, la presentaba a sus amistades, la llamaba dos veces al día por si necesitaba algo.
Ahora se daba cuenta de las buenas intenciones de la mujer, en cuanto (TN) estuvo instalada, Inés se retiro a un segundo plano y los dejó solos, eso si, se reunían los sábados por la noche a cenar en su casa, y siempre que (TN) la llamaba estaba dispuesta para ayudarla en lo que fuera.
Inexplicablemente ningún sábado de los que habían estado cenando con su suegra, habían visto a Joe. (TN) sabía que vivía con su madre, pero no quiso preguntar, no le importaba lo que aquel hombre hiciera con su vida.
Inés la había tanteado en una ocasión en la que le preguntó que si había sucedido algo entre los hermanos, y ella le había contestado que no sabía nada de eso.
Una noche estaba la casa dulcemente dormida cuando sonó el teléfono móvil de Nick, este encendió la luz de la mesilla y vio que era su hermano quien lo llamaba, miró el reloj, eran las cinco de la madrugada.
-¿Si? –Contestó molesto por que Joe lo llamara a aquella hora.
-Nick te necesito, me he metido en un lío. –Se lo oía nervioso, pero a parte de eso había algo que Nick no identifico.
-¿Te das cuenta que son las cinco de la mañana? –Exclamó molesto.
(TN) se había despertado y lo miraba con angustia.
-Duerme amor, es Joe. -Se levantó de la cama y salió de la habitación. -¿Qué pasa que no puedes esperar hasta mañana? –Le dijo de malas maneras a su hermano.
-Eso tu en la cama con tu… con ella… mientras yo… -Entonces Nick se dio cuenta de lo que era lo que le pasaba a su hermano, estaba borracho. ¡Sería imbécil!
-Mira Joe ponte en la cama y duerme la mona, que tengas una feliz resaca.
-Yo tendré la resaca que me salga de… –Oyó como a lo lejos su hermano maldecía y el tono de que había cortado la llamada.
Bajó a la cocina, la llamada lo había despejado, mientras se calentaba un poco de leche, pensaba en la vida que llevaba Joe.
Su hermano había cambiado desde que él estaba con (TN), se lo veía amargado, su madre le había dicho en varias ocasiones que hablara con él, y cuando lo había intentado Joe siempre le decía que se metiera en sus asuntos, que él no se metería en los suyos, que llevaba la vida que él quería y que lo dejara en paz.
Eso lo hacía pensar en que querría de él su hermano a esas horas de la noche, seguramente lo había llamado por cualquier tontería, pero no podía dejar de preocuparse.
Al día siguiente Nick llamó a su madre a la hora de comer, pensó que ella diría algo si su hermano estaba de mal humor, cosa normal en él, cuando se levantaba con resaca, pero ella no le dijo nada, ¡Que extraño!
A media tarde llamó al móvil de su hermano y este le rechazó la llamada.
¡Que lo zurzan! Pensó, él preocupándose… ya no volvería a llamar.
Una semana más tarde estaba con su secretaria en su despacho, cuando vio por los cristales a Joe que se acercaba, se lo veía mal, llevaba una barba de dos días y parecía que había dormido con la ropa puesta.
-Luego terminamos. –Le dijo a la secretaria cuando su hermano se paró junto a la puerta. La chica salió y cerró la puerta suavemente.PEZA
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
Aahhhh!
Síguela!!
My god que va a pasar?!!
Síguela!
No quiero que acabe! :(
Síguela!!
My god que va a pasar?!!
Síguela!
No quiero que acabe! :(
Pamm Jonas
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
ULTIMOS CAPITULOS MINI MARATON Y EL GRAN FINAL :D
PEZA
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
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Capitulo 24
Nick vio como su hermano se dejaba caer pesadamente en uno de los sillones de detrás de su mesa, espero a que dijera algo, pero Joe estaba como ausente, miraba por la ventana con los ojos entrecerrados como si no viera lo que estaba sucediendo a su alrededor.
-¿Te encuentras bien?
-No. –No lo miró para responder.
Otro silencio.
-¿Estás enfermo?
No le contesto. Nick se levantó y le dijo a su secretaria que trajera dos cafés.
El silencio era tenso, cuando les llevaron los cafés, a Nick se le acabó la paciencia.
-¿Me dirás que te pasa? –El tono de su voz le dijo a su hermano que se estaba enojando.
Joe pareció que salía de un trance.
-Me han denunciado, estoy a la espera de un juicio.
Nick no dijo nada esperando que su hermano se explicara, pero este parecía que estuviera ido.
-Un juicio… ¿Por qué?
-Por lo visto violé a una mujer.
El sorbo de café que Nick se estaba bebiendo se le atragantó.
-¿Qué? –Exclamó con los ojos muy abiertos. Se levantó y se apoyo en el mueble que tenía frente a la ventana para quedar en el campo de visión de Joe. –Cuéntame lo que has hecho.
-Eso es lo malo, que no recuerdo nada. No puedo defenderme por que no lo recuerdo.
-¿Estabas borracho, verdad?
Su hermano asintió.
-Cuando me emborracho, a veces al día siguiente no recuerdo lo que ha pasado.
-¿Te ha pasado más de una vez? –El sabía que sí, pero quería saber hasta donde llegaba la sinceridad de su hermano.
-Sí… pero la mayoría de las veces algún amigo me lleva a su casa y duermo.
Nick se tragaba las maldiciones que le venían a la boca. Apretó los dientes para no decirle que era un ser despreciable.
-Y… ¿Las otras veces? -Joe lo miró sin entender. –Las que no hay ningún amigo que te lleve a su casa…
-Una mañana desperté en la cama de una prostituta, me dijo que la había contratado para toda la noche, me sacó mucho dinero. –Frunció el ceño al recordar aquello.
“Poco” pensó Nick.
-¿Alguna otra ocasión?
-Si más de una… pero todas sin importancia… -Al oír aquello Nick hubiera podido pegarle, pero se dio cuenta que estaba enfermo, era un alcohólico, ¿Tenía que ayudarle? Se preguntó.
-¿Qué ha ocurrido en las otras ocasiones? –No pudo callarse la pregunta, muy dentro de él supo que si su hermano le mentía lo dejaría que se apañase solo, si era sincero tal vez, solo tal vez lo ayudara.
-Que más da.
-Si voy a ayudarte quiero saberlo todo, o me lo cuentas todo desde el principio o te vas y… que sea lo que Dios quiera.
La mirada de Joe relampagueó. Nick se dio cuenta que su hermano era un pobre desgraciado, era un pobre niño rico.
-¿Cómo piensas ayudarme?
-Primero habla.
-No sé cuanto tiempo hace, pero una noche que había salido de copas con mis amigos, me emborrache, ya sabes que nunca he tolerado la bebida muy bien…
-Yo no se nada. –Lo interrumpió Nick.
-Bueno… pues, al día siguiente tenía una resaca de mil demonios, pero mis amigos me contaron que había estado muy gracioso, que había tratado de ligar con dos mujeres a la vez y que nos lo habíamos pasado muy bien, yo no recordaba nada… Seguí saliendo con ellos, alguna vez me pasaba eso de no acordarme de lo que había pasado la noche anterior, pero normalmente no era así, alguien me llevaba a casa antes de que llegara a ese estado.
Nick notaba cómo se le revolvía el estómago, solo de pensar en la manera que tenía su hermano de divertirse.
-Después de lo que paso el año pasado con aquella mujer que me denuncio… Esa que… -Nick apretó los puños con fuerza para no pegarle a Joe. -Me pasé un tiempo sin beber, pero…
-Luego volviste a las andadas.
-Sí… es algo que puede más que yo.
-¿Sabes si has atacado a alguien más?
Joe lo miró con cara de horror por las palabras de su hermano.
-No… vamos no creo… nadie más me ha denunciado. –Se obligó a contestar, Nick le había dicho que lo ayudaría.
Los dos se miraban como evaluando la veracidad de sus palabras.
-Si quieres que te ayude, tendrás que hacer algo a cambio.
-¿Qué? –Nick lo vio ponerse a la defensiva.
-Tendrás que ingresar en un centro para enfermos como tu.
A Joe se le iban a salir los ojos de las orbitas, se levantó de un salto.
-Yo no estoy enfermo. –Exclamó.
-Acabas de decirme que es algo que puede más que tu. –Nick se sentó detrás de su mesa mientras su hermano lo miraba desde el otro lado con fuego en los ojos.
-Pero yo puedo controlarme. –El tono de voz de Joe iba subiendo de tono.
-No es eso lo que me has estado contando.
-Si no quieres ayudarme dilo, no hace falta que busques excusas.
-Te has parado a pensar que es posible que si te juzgan por este caso, salga lo que hiciste el año pasado, sobretodo… -Sabía que no ocurriría, pero se lo dijo de todas formas. –Si la mujer a la que agrediste te ve en la prensa, acusado de haber violado a otra…
El rostro de Joe adquirió un subido tono rojizo, se volvió a derrumbar en uno de los
sillones.
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Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
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Capitulo 25
Nick miraba a su hermano con el ceño fruncido, pensaba en lo que le había hecho a su mujer, se merecía que lo condenaran, encima ahora había otra victima, también pensaba en su madre, cuando se enterase sería un duro golpe para ella, desde que su padre había muerto siendo ellos muy jóvenes ella había tratado de darles todos los valores que consideraba que los hombres debían tener. Los había criado igual a uno que a otro pero Joe al ser el mayor siempre se creyó que era mejor que nadie, su madre nunca había dudado en reprenderlo, pero él siempre hizo lo que quiso. Recordó como se había puesto al frente de la empresa familiar, era un buen empresario pero se creía mejor que nadie y trataba a los trabajadores como si fueran inferiores, cuando Nick se puso a trabajar en la empresa y se dio cuenta, se fue de allí y montó su propia empresa, nunca sería como Joe, él valoraba a las personas por su trabajo y esfuerzo. Nunca le exigía a nadie que hiciera lo que él mismo no estuviera dispuesto a hacer.
Por respeto a su madre tenía que ayudar a su hermano, pero también pensaba en (TN), ella era su mujer y había sufrido por lo que su hermano le había hecho.
-¿Cómo piensas ayudarme? –La voz de Joe lo sacó de sus cavilaciones.
-Tengo que hablar con mi abogado. El sabrá como tendremos que encarar la cuestión.
Joe asintió.
-¿Has pensado en decírselo a mama?
-No.
-Esperaras a que se entere por la prensa o que alguna de sus amigas le diga que tiene un hijo violador.
-¡Mierda!
-Eres un empresario conocido por mucha gente, no creo que puedas ocultar todo este asunto.
Joe empezó a pasearse por el despacho como un poseso.
-Lo primero que tienes que hacer es ir a casa dormir y luego te das un baño y te pones presentable, cuando haya hablado con mi abogado te llamaré… y ve pensando en la manera de decírselo a mama.
Joe salió del despacho como si tuviera un gran peso sobre la espalda.
La secretaria de Nick le preguntó si continuaban con lo que estaban haciendo antes de que llegara Joe y este le dijo que lo dejarían para el día siguiente, cogió el teléfono y llamó a Rubén.
-Tenemos que vernos.
-¿Comemos juntos?
-No prefiero hablar en el despacho, además quiero ir a comer con mi mujer, tengo que hablar con ella. –Quería contarle a ella lo que estaba sucediendo antes que a nadie. -¿Te va bien a primera hora de la tarde?
-De acuerdo.
Al colgar el teléfono mando un mensaje a (TN), ella debía estar en clase y no quería molestarla.
Pasaré a buscarte para que comamos juntos. Te quiero.
Nick.
A las dos en punto Nick estaba aparcado frente a universidad donde asistía a clase su esposa, ella al subir al coche vio que había algo que no iba bien.
-¿Ocurre algo? –Le preguntó al acercarse a darle un beso.
Nick asintió mientras ponía el coche en marcha y se incorporaba al tráfico que a esa hora era bastante denso. A (TN) le dio un vuelco el corazón, intuía que no era nada relacionado con Niko, si hubiese sido así no le hubiera mandado un mensaje la hubiera llamado.
-¿Dónde vamos?
-A comer… aún que no tengo hambre.
-Y estas haciendo que se me quite la mía.
El la miró y vio preocupación en su bello rostro. Le cogió una mano que ella tenía sobre el regazo y le beso los dedos.
Cuando estuvieron sentados en la mesa de un restaurante de las afuera, ella ya no cabía en si de impaciencia por saber lo que estaba pasando. Nick miraba la carta y el camarero que no se había alejado de ellos tomó nota.
-Se trata de Joe. –Dijo cuando quedaron solos.
Ella no quería saber nada de él, pero entendía la preocupación de su marido.
-¿Qué le pasa?
Nick le contó la historia que le había contado su hermano, había notado como ella contenía el aliento cuando le dijo que había violado a otra mujer, le dijo que creía que estaba enfermo.
Al terminar de hablar él esperaba que ella dijera algo, pero no dijo nada, lo miraba con una extraña expresión en el rostro.
-¿Qué piensas? –Ella veía el tormento en sus ojos y supo que lo que dijera era importante para él. Le cogió las manos sobre la mesa, pensando en qué decirle.
-Yo no soy imparcial cariño, entiendo que quieras ayudar a Joe a salir de esta… al fin y la cabo es tu hermano, pero… lo único que te pido es que no hagáis que esta denuncia sea olvidada como pasó el año pasado, no me gustaría pensar que esa mujer pasa por lo mismo que yo pasé, además si él vuelve a salir inmune de esto, ¿Quién te dice que no habrá otras mujeres…
-Te entiendo.
-No creas que me alegra que se vea en este lío, no, lo único que quiero es que no vuelva a ocurrir.
-Esta tarde hablaré con Rubén, realmente creo que es un alcohólico, creo que está enfermo.
-Haz lo que tengas que hacer.
Esa tarde después de hablar con el abogado, este le dijo que si Joe se sometía a un tratamiento para curarse, podía ser que él juez lo tuviera en cuenta y la sentencia fuera benévola. Ahora quedaba la parte más difícil, convencer a su hermano de que reconociera que tenía un problema con la bebida, y se sometiera a tratamiento.
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Capitulo 26
Era sábado por la noche y como cada semana estaban en casa de Inés, esta jugaba con Niko sentada en el suelo con una manta, el pequeño reía a carcajadas mientras ella le hacía cosquillas. Nick y (TN) estaban sentados en el sofá mirándolos con una sonrisa en la boca, él veía a su madre feliz y eso lo hacia sentir bien, su mujer lo miraba embobada por la expresión de su rostro. Resultó una agradable sorpresa descubrir esa parte de él que se desvivía por su familia.
El niño empezó a bostezar, a esas horas normalmente ya estaba durmiendo.
-Vamos cariño. –Susurró Inés. –La abuela te va a acostar.
(TN) iba a levantarse para hacerlo ella, su marido le pasó un brazo por los hombros.
-Déjala que lo haga, le gustaría poder malcriarlo más a menudo.
-¿Te lo ha dicho ella?
-Puedo verlo en su cara. Ella nunca te lo dirá, pero se sentiría muy feliz si de vez en cuando se lo dejaras una tarde… presumiría de nieto. –Dijo guiñándole un ojo.
-Por mi no hay ningún problema… solo es que pensé…
Nick soltó una carcajada al adivinar lo que (TN) pensaba.
-Si… ya se que mi madre se esconde algunos años… que le gusta ir por ahí con sus amistades, pero créeme le encantaría salir con su nieto.
Cuando Inés se reunió con ellos los encontró sonrientes.
-¿Qué es eso tan divertido hijos?
-Tu. –La picardía en los ojos de Nick dejo a su madre perpleja.
-¿Yo?
-Estaba diciéndole a (TN) que te gustaría quedarte con el niño alguna tarde.
-Me encantaría. –Dijo la mujer con brillo en los ojos.
-¿Por qué no me lo decías?
-(TN), cariño, yo no quiero ponerme en vuestras vidas. Me encanta cuando estáis aquí, me gustaría poder visitaros más a menudo en vuestra casa, pero no quiero que penséis que soy una pesada. Sois una pareja joven y yo se por experiencia propia que a veces los mayores tenemos que mantenernos al margen.
Su hijo miró a su mujer con una ceja alzada.
-Me estas diciendo que cuando eras joven…
Su suegra la interrumpió.
-Si, en esta casa vivíamos con mis suegros, no sabes las llagas en la lengua que me hice al mordérmela por no poder decir lo que pensaba.
-¿Creí que éramos amigas? Que confiabas en mí.
-Y así es. –Inés la miraba sin acabar de entender.
-No me lo puedo creer… mira el día que quieras estar con tu nieto llamas y nos pondremos de acuerdo, si no me va bien te lo diré, y cuando yo este agobiada te llamaré y te lo traeré. ¿De acuerdo? –Inés la miraba con los ojos muy abiertos. –Y el día que le tenga que decir a tu hijo que es un cabezota, se lo diré estés tú delante o no.
Inés se había quedado con la boca abierta y Nick reía por lo bajo.
-Vaya. –Fue lo único que salió de la boca de su madre. –Es joven pero los tiene bien puestos. –Dijo mirando a Nick.
-Por eso me enamoré de ella.
Los tres rieron.
Más tarde, cuando estaban comiéndose los postres, apareció Joe. Se lo veía serio.
-¿Habéis dejado algo para mi?
(TN) se puso tensa, nunca había aparecido en aquellas cenas familiares, la verdad es que hacia mucho tiempo que no lo veía, y lo prefería así.
Nick notó el cambio en el ambiente, y sospechó que su hermano se había presentado cuando ellos estaban allí por que no tenía las agallas de hablar con su madre a solas, los iba a utilizar para amortiguar el golpe que sería para su madre lo que tenía que decirle… por no decir lo que sería para su mujer estar presente cuando él confesara.
Le entraron ganas de levantarse e irse a su casa, no lo hizo por su madre.
-Siéntate que te traigo unos cubiertos. –Dijo Inés, iba a levantarse.
-Tranquila mama, Joe tiene dos manos y sabe donde están los cubiertos.
Su hermano lo miró levantando una ceja, pero no dijo nada y se fue a por unos cubiertos y un plato.
Nick volvió con la conversación que tenían antes de que llegara Joe, ignorando a propósito que su hermano apenas tocaba la comida, aquello confirmaba sus temores de que esa noche se iba a liar.
Más tarde, estaban tomando café cuando Joe sin tacto alguno dijo.
-Mama estoy metido en un buen lío.
Nick maldijo interiormente, su hermano tenía la delicadeza de un puerco espín.
-¿Qué te pasa ahora? –Por el tono (TN) pensó que Inés estaba acostumbrada a que su hijo le viniera con cuentos.
-Me denunciaron por haber violado a una mujer.
Inés contuvo el aliento y (TN) perdió el color de la cara. Nick la cogió de la mano por sobre la mesa y se la apretó, en ese momento hubiese podido pegarle un mamporro a su hermano por ponerlos en aquella difícil situación.
-Cariño, ¿Quieres ir a echarte un rato? Tienes mala cara. –(TN) se dio cuenta de lo que intentaba su marido.
-Se va a enterar de todas maneras. –Soltó Joe. –Más vale que se entere por mí, que lo que lo lea en los periódicos.
Recibió una mirada furibunda de su hermano.
Inés que había perdido el habla, la recuperó al oír lo de la prensa.
-¿Se puede saber de qué estás hablando? ¿Has violado a una mujer? –Joe asintió. –¿Pero es que yo no te he enseñado modales? –Inés iba levantando la voz así que le salían las preguntas de la boca.
-Madre te juro que no lo hice queriendo, no me acuerdo de nada, estaba borracho.
Su madre lo miraba con el ceño fruncido y con fuego en los ojos.
-Y ahora me vas a decir que te emborrachaste sin querer… y soy idiota y me lo creo.
-Esa es la verdad. –Exclamó Joe.
-La verdad es que últimamente vienes borracho día si día también…
-Eso no es verdad.
-Por favor, no insultes mi inteligencia… ¿Te crees que no me doy cuenta de las ojeras que rodean tus ojos cada mañana después de una juerga? ¿Te crees que no oigo como tropiezas con los muebles cuando vuelves borracho por las noches? -Inés se iba enfureciendo así que iba lanzando acusaciones contra su hijo. –Dime Joe… ¿Cuántas veces te he dicho que te estabas destrozando la salud?
Nick estaba pendiente de su mujer, había temido por su madre, pero por lo que estaba oyendo, supo que su madre era más fuerte de lo que él pensaba. Se levantó, cogió a (TN) en brazos y la llevó a la habitación donde dormía Niko, la tendió en la cama.
-Descansa mi amor. –Le besó la frente y salió cerrando la puerta con suavidad.
Al volver a la mesa, se encontró a su hermano con la cabeza gacha y su madre mirándolo con furia.
-¿Qué esperas que yo haga? –Preguntó Inés.
Se produjo un silencio incomodo, al fin Joe dijo…
-Nada, solo te lo he dicho para que no te enteraras por esas amigas tan chismosas que tienes.
Nick sentía el estómago revuelto, se sentía idiota, resultaba que su madre ya sabía que su hermano era un alcohólico.
-¿Por qué no me dijiste nunca que Joe estaba enfermo? –La mirada que le lanzó a su madre hubiera podido helar el infierno.
-¿Enfermo? –A su madre parecía que le había abandonado toda la energía que siempre tenía. –Alcohólico, querrás decir… creo que siempre pensé que acabaría dándose cuenta de que la bebida acabaría con él. Cuando se casó… pensé que sentaría la cabeza, pero tal como fue todo…
Nick negaba con la cabeza.
-Siempre pensé que la culpa era mía. –Inés se frotaba las sienes como si tuviera dolor de cabeza.
-¿Culpa tuya?
-Sí, no se por que, pero os miraba a los dos, tu con tu empresa, tu casa, y todos tus asuntos… te veía feliz, en cambio a él siempre malhumorado, quejándose de la empresa, del trabajo, de todo… pensaba que te tenía envidia y pensaba que tal vez durante vuestra niñez había hecho algo mal.
Nick se levantó y abrazó a su madre.
-Tu no has hecho nada mal, no te culpes.
¿Qué vamos a hacer? –Preguntó Inés contra el pecho de su hijo.
-Lo tengo en manos de mi abogado, me ha dicho que si él se pone en tratamiento, tal vez la sentencia no será tan alta.
-Ya te dije hermano que no necesito ningún tratamiento, yo solito puedo controlarme.
Nick estaba harto de decirle a Joe que tenía que pedir ayuda, pero este siempre le contestaba lo mismo.
-Muy bien, pues tu solito serás el que apechugaras con la sentencia.
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Capitulo 27
El juicio se desarrolló tal como Rubén esperaba, Joe no había puesto nada de su parte. Era tan arrogante, tan orgulloso, que si no hubiera sido por su amigo Nick lo habría mandado a paseo. Era un caso perdido y lo sabía.
Inés había hecho todo lo que había podido, había tratado de hacerle entender a Joe que no todo se compraba con dinero cuando este sugirió que a la mujer le podían dar una buena suma a cambio de que retirara la denuncia, incluso había llegado a amenazarlo, ella era quien tenía la mayoría de las acciones de la empresa que el dirigía, le dijo que podría quitarlo de su puesto si él no se ponía en tratamiento. Nada, no hubo nada que lo convenciera, al final dejó de insistir.
Nick miraba a su hermano, lo veía extraño, durante el tiempo que duro el juicio que estuvo como ausente, como si aquello no fuera con él, pensó en que la bebida había dañado su cerebro.
Al hacer una pausa a la hora de la comida se reunió con su amigo Rubén y se lo dijo, este ya le había advertido que el juicio lo tenían perdido, que Joe no tenía defensa, pero al oír a Nick pensó en una estrategia para que no lo encarcelaran. Reunió a Inés y a Nick y les dijo que lo único que podía hacer era pedir que un psiquiatra lo evaluara, que según lo que dijera el médico a Joe lo internarían en un centro de desintoxicación y cumpliría la condena allí, en lugar de la cárcel. Ellos estuvieron de acuerdo. Sabían que aquello no iba a gustar a Joe, pero era lo único que podían hacer.
Cuando volvieron a entrar en la sala donde se celebraba el juicio, Rubén pidió al juez y al fiscal hablar con ellos, ante su petición el fiscal se negó, pero el juez le concedió lo que pedía. Se suspendió el juicio hasta tener los resultados del psiquiatra.
Cuando Joe se enteró se puso como una fiera, pero su hermano se impuso y lo llevó al centro donde lo examinarían.
Aquella noche cuando Nick llegó a casa, (TN) vio el sufrimiento en el rostro de su marido, lo abrazó con todo el amor que sentía por él.
-¿Cómo ha ido amor mío?
El no le contestó, la abrazó queriendo borrar ese día de su mente. Ella no lo atosigó, permaneció entre aquellos fuertes brazos, acariciándolo, de repente notó que el bebe que llevaba en su vientre se movía, cogió la mano de su esposo y la puso con suavidad donde había notado el movimiento, él la miró interrogativamente cuando sintió como el bebe se movía. En su cara se dibujo una sonrisa.
-Nuestro hijo te saluda amor. –Dijo ella al ver la cara de estupefacción de Nick.
-Oh… Dios mío… -Susurró. –Eso era lo que me hacía falta. –Sonrió. –Después de un día infernal…
-¿Quieres contármelo?
-Luego, ahora deja que te acaricie, a ver si vuelve a moverse. –La tendió en el sofá y le acarició la tripa con reverencia.
-No siempre se mueve cuando nosotros queremos… -Le dijo ella, era la primera vez que lo sentía y por la experiencia con Niko, sabía que cuando más lo deseaba menos se movía el bebe.
Pasaron unos minutos antes de que volviera a notar un movimiento.
-¿Lo has sentido? –Nick estaba exultante de felicidad. -¿Desde cuando?
-Es la primera vez que lo siento. –Sonrió al verlo tan feliz.
-Es maravilloso. –La besó con ternura, pensando en el milagro de la maternidad. –Lo que me hace pensar que no siempre estaré contigo cuando esto suceda.
-La próxima vez te quedas tu embarazado y… -La sonrisa se le escapaba.
-Te quiero. –La voz de Nick sonó ronca, ella sabía muy bien lo que aquello quería decir.
-Tengo hambre. –Suspiró cuando el la levantó en brazos y se encaminó al dormitorio.
-Yo también, pero ya comeremos después. –Ella rió encantada.
Al día siguiente en el juicio, Rubén llamó a declarar a Joe y luego al psiquiatra que lo había evaluado. En cuanto Rubén dijo que no tenía más testigos, el juez no tuvo ninguna duda, Joe sería ingresado en un sanatorio.
Inés y Nick que habían estado junto a Joe todo el tiempo posible, asintieron, agradeciendo que este no fuera a la cárcel. Joe se puso como loco y lo sacaron de la sala un par de policías.
Su madre no pudo evitar echarse a llorar y Nick estuvo a su lado hasta que ella se calmó. El agradeció a Rubén su trabajo y este se fue después de estrecharles la mano.
-Mama te vendrás a mi casa y te quedas una temporada con nosotros.
-Ni hablar, no quiero ser un estorbo.
(TN) aquel día no había asistido a las clases en la universidad. El día anterior al ver a su marido tan afectado por el descerebrado de su hermano, pensó que ese día estaría con él. No le había dicho nada, sabía que él no se lo permitiría, se había sentado al fondo de la sala para acudir a su lado cuando fuera preciso.
Cuando vio a Inés abrazada a él pensó en que necesitaban un poco de intimidad, pero al oír las palabras que intercambiaban se acercó a ellos sin hacer ruido.
-¿Quién te ha dicho que eres un estorbo? –Los dos se giraron al mismo tiempo al oírla.
Inés los miró a los dos con lágrimas en los ojos.
-¿De verdad? ¿No te importa?
(TN) sentía un nudo en la garganta por el sufrimiento que veía en sus seres queridos. Se acercó al oído de su suegra…
-Cuando te conviertas en un estorbo te lo diré.
Nick se quedó adivinando qué le había dicho su mujer a su madre, cuando esta se abrazó a su esposa.
-Además a tu nieto le están saliendo los dientes y no me deja tiempo para estudiar. –Dijo mientras los empujaba para que se fueran. –Y tu otro nieto me está diciendo que tiene hambre.
PEZA
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
EPÍLOGO
Los años pasaban sin que se dieran cuenta, Nick se encargaba de su empresa y de la de su hermano. Había contratado a dos directores, pero era él el que lo revisaba todo, se habían acabado los negocios sucios de Joe.
Inés se había instalado permanentemente en casa de Nick y (TN), a los dos les encantaban los niños y ya tenían cuatro, parecía que no pararían hasta que tuvieran la niña, por lo que decía su hijo, ella era feliz de poder ayudar a criar a aquellos niños a los que quería más que a su vida. Su hijo y su nuera la adoraban, la hacían sentir valorada, y cuando ella necesitaba intimidad se iba unos días a su casa, nadie la ataba.
(TN) había terminado sus estudios y se había puesto a trabajar en el museo de la ciudad, era feliz con los restos llenos de polvo que cada día llegaban desde diferentes puntos del país.
A la hora de la cena se reunían los tres en la cocina y comentaban los acontecimientos del día. Nick miraba a su familia y no cabía en si de gozo, a veces pensaba que era imposible que hubiera en la tierra alguien más feliz que él.
Un día estaban en el jardín tomándose una copa después de cenar y (TN) se sintió indispuesta.
-Algo me habrá sentado mal.
-O eso o… -Inés reía al pensar en que quizás pronto volvería a ser abuela.
Sus hijos se la quedaron mirando mientras hacían cuentas. De pronto Nick soltó una carcajada mientras asentía.
-Es muy posible cariño… tal vez me des la hija que estoy esperando.
-Y… si es otro niño…
-Tranquila se nos da muy bien intentarlo. –Susurró junto a los labios de su mujer, antes de besarla con ternura.
FIN.
PEZA
Re: Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada
PUES BUENO, COMO YA ES SABIDO TODO LO QUE EMPIEZA LLEGA A SU FINAL; Y ESTE ES EL MOMENTO EN QUE TERMINAMOS ESTA BELLISIMA NOVELA. GRACIAS POR LEERME, POR COMPARTIR CONMIGO ESTA HISTORIA. ESPERO PRONTO PODER TRAERLES NUEVAMENTE MAS HISTORIAS CON NUESTROS AMADOS JONAS.
SALE PUES, GRACIAS Y DIOS LAS BENDICE.
BESOS. :bye: :bye: :bye:
SALE PUES, GRACIAS Y DIOS LAS BENDICE.
BESOS. :bye: :bye: :bye:
PEZA
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