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Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
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Re: Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Aquí esta el capítulo. He ocupado por lo menos 7 paginas y todavía quería escribir más, pero no podía, o Juli me mataba. Creo que no esta muy bien en ortografía, lo he hecho sin el Word y creo que hay faltas... no se si son de puntuación o de que, but ahora lo veréis.
Quería profundizar en la relación de Niall, pero para que eso pasara, tenia que enseñar más de Chis y me he centrado en eso. El capítulo en si, es más sobre mi personaje que otra cosa.
Y ahora sí, espero os guste y quiero leer ya vuestros comentarios.
¡Os quiero!<3
pd: Sí, estaba sensiblera y se notará. lol
Aquí esta el capítulo. He ocupado por lo menos 7 paginas y todavía quería escribir más, pero no podía, o Juli me mataba. Creo que no esta muy bien en ortografía, lo he hecho sin el Word y creo que hay faltas... no se si son de puntuación o de que, but ahora lo veréis.
Quería profundizar en la relación de Niall, pero para que eso pasara, tenia que enseñar más de Chis y me he centrado en eso. El capítulo en si, es más sobre mi personaje que otra cosa.
Y ahora sí, espero os guste y quiero leer ya vuestros comentarios.
¡Os quiero!<3
pd: Sí, estaba sensiblera y se notará. lol
Anni.
Re: Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
Ana Bell
Capítulo 34.
─ Tranquila, respira… inspira. ─ me repetía a mí misma.
No se cómo, pero siempre me pierdo en los mejores momentos. Esta cárcel era más grande que el aeropuerto de mi maldita ciudad. Y así he acabado, sola y corriendo por los pasillos de este laberinto llamado ‘‘Cárcel’’. Saliamos todos despavoridos, y bueno, así es como he acabado.
─ ¡Atrapadla, es una mujer, se cansará pronto! ─ gritaba uno de esos policías.
Resople, me estaban tocando los mismísimos cojones que no tengo. Y eso no es bueno, no quería acabar siendo también asesina.
─ ¡Vete a tomar por culo! ─ le grite cabreada.
Comencé a correr más rápido perdiéndoles de vista ─podía escucharles de fondo─ pero estaban lejos de donde yo estaba. Y ahora es cuando comienza mi dilema. ¿Derecha o Izquierda? Había dos pasillos, y yo solo era una. Es de cajón.
─ ¡Atrapadla! ─ gritaban de fondo.
Y cuando note que estaban cerca, elegí.
Ni izquierda, ni mierdas; me voy al baño de hombres, que está en medio.
Al entrar voy corriendo al último cubículo y me encierro ahí. Escucho como pasan corriendo de largo, no sé por cual pasillo la verdad pero me permito relajarme un poco. Me subo sobre la taza del váter ─para que así si entra alguien─ no vea mis pies. Dejo descansar mi cabeza en las frías baldosas que están incrustadas en la pared y dejo escapar mi típico suspiro.
Menudo día.
Noto como algo me vibra en el sujetador, así que saco mi teléfono móvil de ahí. Lo desbloqueo y leo el SMS.
Niego con la cabeza y dejo escapar otro suspiro. Estoy tan agotada. No solo físicamente sino que también mentalmente. Guardo el móvil en mi sujetador de nuevo y comienzo a analizar la situación.
Intento reprimir una carcajada cuando pienso en que estoy igual que hace unas cuantas horas, pero aquella vez escapaba de Garret y ahora hago lo mismo pero con la policía.
¿Por qué siempre acabo en situaciones catalogadas ‘‘No normales’’?
Entonces una idea fugaz pasa por mi cabeza. Levanto mi mirada y sonrió. ¡Bingo! Me pongo de puntilla encima de la tapa del váter y abro esa hermosa ventana llamada ‘‘Salvación’’.
Me cago en mis antepasados.
Tengo mucho frío, estoy aquí caminando descalza rumbo al puñetero parquin y con los sentidos alerta por si la policía se acerca.
Cuando llego al bendito parquin, me quedo a cuadros cuando no veo a nadie. Ni siquiera un puto coche o algo.
Y ahora es cuando lo noto. Dos policías bien corriendo detrás de mí ─ y yo estoy aquí sola─ siendo una presa más que fácil, regalada por así decirlo.
─ ¡ANA! ─ gritan a lo lejos.
Y un cochazo enorme ─no llegando a ser furgoneta─ pasa por la carretera de delante mío. Veo como se asoma la cabeza de Hele por una de las ventanas y no dudo en correr detrás del coche que está en marcha.
Esto es de película.
Veo como se asoma ahora la cabeza de Ade, gritando que corra más rápido. Pero no puedo más, estoy tan agotada que creo que me voy a desmayar y mis pies están incluso sangrando. Los dos polis aquellos me siguen persiguiendo ─no llegan a estar cerca de mi─ pero me pisan los talones.
Y se me pasa por la cabeza el rendirme.
Quedarme quita y que me detengan, después de todo, no voy a hacer nada productivo con mi vida. Voy a acabar sola, porqué el hombre al que amo es buena persona y yo solo soy un puto diablo, que roba por que le gusta sentir la emoción y la adrenalina.
Comienzo a llorar cuando una de las heridas que me hice de joven en ballet se me abre por culpa de una piedra, ya está.
Este es el fin de Ana Bell, lo dejo.
─ ¡Ana! ¿Qué estás haciendo? ─ me grita Ade con los ojos abiertos.
Estoy parando de correr, y lo nota. Sabe que me rindo. Veo como Ade mete la cabeza dentro y a los pocos segundos, veo otras tres cabezas familiares.
─ ¡Tú puedes! ¡No te rindas, corre! ─ me gritan Ade junto a Hele y Kath.
─ ¡No puedo! ─ grito llorando. ─ Me duele…
─ ¡Por nosotras! ¿¡Desde cuando te rindes tan fácilmente!? ─ me grita Hele.
Abro los ojos. Me acabo de dar cuenta de algo y es que ni Jimmy ni Kath eran las débiles del grupo… Era yo.
Y estaba cagándola, porqué si me pillaban, ellas vendrían a por mí y las cazarían. Si yo caigo, el grupo se desmorona y nos tendrían a todas.
Estaba completamente parada en medio de la carretera ─a los policías los podía ver al fondo de la carretera─ y el coche se alejaba. Acababa de tirar la toalla, yo… la chica que siempre había luchado por todo con uñas y dientes. La que dio la idea de robar la Mona Lisa; la que tuvo que robar uno de los mayores bancos de Hawái para pagar la operación de su madre… la cual murió por qué no me dio tiempo para dar el dinero; la que siempre ha cuidado de su padre; la niña aquella a la que todos marginaban… ¡Yo tengo sueños, y estoy rindiéndome!
Si me rindo, estaré toda mi vida en una celda. No podré volver a Hawái; no poder casarme en la playa la atardecer vestida de blanco; ni tener una noche de bodas; ni hijos; ni tendré que pagar la hipoteca junto a mi futuro marido; tampoco veré crecer a mis hijos; y mucho menos envejecer al lado del hombre al que amo… No podré hacer nada de eso, porqué estaré en la cárcel. Y posiblemente acabaré suicidándome por alguna depresión, o por qué le abre pegado una paliza a alguien y no podré sobrellevar la culpa de haber dejado a alguien medio muerto. Puede que incluso acabe siendo lesbiana o violando a alguna delincuente.
Madre mía, yo no quiero vivir esa vida.
Quiero casarme con un hombre al que cuando le mire a los ojos… solo sienta que estamos él y yo, tener unos hermosos hijos a los que cuidar y enseñar, vivir en una bonita casa en Hawái al lado del mar y ser feliz.
Y cuando los policías estaban casi a cinco metros de mí, corrí… corrí por esa vida que podría vivir. Por qué puede que este cansada de todo, pero tengo a estas cinco estúpidas a mi lado, y ellas me ayudarán. Esas ladronas eran como mis hermanas, y no las voy a defraudar.
Consigo ponerme al lado de la puerta trasera de la izquierda y esta se abre; y lo hago sin pensar. Salto de lado, me tiro hacia el interior del coche…
Y lo hago.
Estoy dentro del coche, en los brazos de alguien pero tengo los ojos cerrados. Escucho como las chicas me gritan, pero todo esta oscuro. Y antes de dejar que Morfeo me arrope en sus brazos, por fin lo entiendo.
Me siento sola y necesito a alguien a mi lado.
Comienzo a recuperar mis sentidos, pero no abro los ojos. Estoy agotada, no noto los pies y solo tengo ganas de llorar. Estoy en los brazos de alguien, y este me arropa con su cuerpo. Tengo una chaqueta muy grande encima de mí, que me tapa manteniéndome calentita. Huele bien tan bien… Y me gusta el cómo me acaricia el pelo, sus latidos son una melodía que me relaja y reconforta; me siento protegida.
─ ¿Y qué hacemos ahora? ─ pregunta una voz ronca.
¿De qué me suena esa voz? Madre mía, es Harry.
─ Ahora mismo lo que vamos a hacer va a ser sencillo. ─ suelta con voz potente Hele. ─ Vamos a ir al palacio de Mónaco y pasaremos la noche allí. Luego cogeremos un puto vuelo a no sé dónde y allí ya veremos. ¡Eso es lo que haremos!
El coche está sumido en un silencio incómodo.
─ Ni de coña. ─ suelta otra vez conocida para mí. Tomlinson, Louis Tomlinson.
─ ¿Ni de coña? Ahora estas igual de jodido que todas nosotras. ¿Te recuerdo que piensas que eres uno de nuestros cómplices? ─ le reprende Jimmy molesta.
─ Eso es verdad, Louis. ─ afirma otra voz masculina. Liam, el rapado.
─ ¿Por qué no solo vamos al palacio y descansamos? Mañana podremos pensar con claridad y buscar una solución a todo esto. ─ aconseja con su suave voz Kath. ─ Por favor...
Todo se sume en un silencio más cómodo.
─ Chicos, ¿alguien tiene algún trapo? Los pies de Chis vuelven a sangrar y ya no me sirve este pañuelo… ─ pide Ade con voz aterciopelada.
¿Mis pies sangran? Y no puedo contestar a esa pregunta porqué mis ojos ─ que estaban cerrados─ se cansan de estar así y pierdo la conciencia de nuevo.
─ ¿Os habéis estado alojando en este lugar? ─ pregunta una voz ronca. Harry, se nota a leguas. Aunque me hace gracia, ha puesto la voz un poco aguda y parecía gilipollas.
Estamos caminando en algún lado pero no tengo ni idea de dónde. Sé que alguien me lleva en brazos y apuesto un brazo a que es el mismo que me tenía cogida en el coche. No escucho el ruido de las calles transitadas de la ciudad, ni un bosque o algo por el estilo, así que supongo que estaremos en alguna casa.
Lo que quiere decir… estamos en el palacio en el que nos alojamos.
─ Sí… Unos amigos nos debían un favor y pues eso… somos las mejores ¿o lo dudabas, pichoncito? ─ suelta Ade de forma graciosa.
Escucho las risas de mis amigas y no puedo evitar reír, Ade puede ser muy coqueta pero a veces tiene gracia lo que dice. Todo el mundo se calla de golpe, y noto como el corazón de la persona que me lleva cargada late más de prisa que antes.
─ ¿Chis? ─ pregunta con voz animada Jimmy.
─ Buenos días... ─ suelto cansada. Le pego en el pecho a la persona que me lleva. ─ Seas quien seas, como me da palo levantar la cabeza… bájame o te reviento.
Esa persona deja escapar un gemido ronco, y entonces se quién es…Niall.
Noto como me deja en el suelo, y suelto un quejido al sentir el suelo en mis resentidos pies. Miro a mi alrededor, estamos casi llegando al salón del lugar donde nos hospedamos. Miro a mi derecha, no solo están los detectives, sino las chicas.
─ Ey... ─ suelto levantando una mano en forma de saludo. ─ ¿Dónde vamos y porqué están ellos aquí?
Hele sonríe.
─ Impaciente. ─ suelta ella. Val asiente, me mira mal y entra por la gran puerta hacia el salón.
Levanto una ceja, ¿Qué mosca le ha picado a esta?
Me aparto de Niall sin mirarle y me apoyo en Kath, esta me sonríe y entramos todos juntos al salón. Solo estar cerca de un sofá me tiro sobre este, intentando relajarme aunque sé que no puedo hacer eso. Él se sienta justo donde mis pies descansan, los coge y los recuesta sobre su regazo.
Le miro, su carita esta tensa pero no me mira.
─ ¿Y bien? ¿Alguien me explica? ─ pregunto.
Comienzan a contarme sobre lo que tenemos que hacer y explicando en la situación en la que estamos, pero no escucho una mierda de lo que dicen. Simplemente mi cuerpo esta estirado en este comodísimo sofá pero mi mente está en otra parte y no puedo encontrarla.
Se escucha un gran estruendo, como una puerta cerrándose de mala forma y escucho como me llaman. ¿Garret?
Noto la mirada de todos sobre mí por lo que me siento en el sofá y observo la entrada de la habitación. Garret está ahí, con su traje de gala y con una mirada que transmite una mala leche de la ostia.
─ Siento interrumpir pero… ─ dice él de forma educada, entonces me mira y veo como se le marcan las venas de su cuello. ─ Tú. Yo. Ahora. Vamos a… hablar. ─ dice con voz tensa.
Le miro sorprendida y me levanto como puedo. Comienzo a caminar hacia él hasta quedar delante de su cuerpo, extiendo la mano cómo puedo y abro la puerta de detrás de él. La cruzo y el me sigue por detrás. Cuando estamos en el pasillo, él y yo a solas, me apoyo en la pared de enfrente de la puerta y él en la puerta.
─ Voy a intentar no gritarte… pero solo quiero saber… ¿¡Por qué cojones me dejaste plantado!? ─ medio grita Garret haciendo sus manos puños.
Suspiro.
─ Es complicado, yo… lo siento. ─ suelto jugando con mi pelo. Él me mira alucinado.
─ ¿Qué lo sientes? Podrías haberme dicho que tenías que hacer algo, pero te largaste y me dejaste ahí… tirado como un perro abandonado. ─ dice pegándole un puñetazo a la puerta.
Abro los ojos.
─ Chico, ni que te hubiera prometido amor eterno, joder. ─ suelto alucinada.
─ ¿Perdona? ─ me pregunta él.
Me aparto de la pared y me acerco a él, pongo mi dedo sobre su pecho y le miro a los ojos.
─ Solo era una cena, ¿vale? No te he jurado nada, ni que fuera tuya, guapo. ─ le suelto riendo irónicamente. ─ Puede que hayamos bailando muy… juntos o lo que sea, pero eh, no estaba ligando contigo.
─ ¿A no? Pues bien que te pegabas a mí, chica. ─ suelta él de forma rara. ¿Me acaba de llamar calienta braguetas o es mi imaginación?
─ Yo no te he dicho algo como ‘‘¿Quieres sexo salvaje conmigo?’’ o ‘‘¿Quieres ser mi novio?’’ ¡No! ─ le digo empujándole. ─ Así que te relajas o te pego tal ostión que te quito la dentadura al momento.
Él me mira, me empotra contra la pared y me besa de golpe. Abro mis ojos, alucinada. ¿Qué cojones está haciendo? Y lo peor de todo, porqué le estoy correspondiendo. Su lengua y la mía comienzan a jugar entre ellas, pero por instinto, abro los ojos. Le miro mientras le beso, y tengo ganas de llorar.
No le quiero besar a él.
Quiero a Niall.
Le aparto rápidamente por el pecho cuando siento que voy a comenzar a llorar. Le miro a los ojos intentando no derrumbarme, pidiéndole perdón con la mirada.
─ Llegas a besarme hace unos meses y ahora mismo estaríamos follando como conejos en mi habitación, pero… pero ahora no puedo. ─ le digo de forma suave. ─ Yo… Me gusta alguien, y no puedo hacer esto porqué me estaría engañando a mí misma y no quiero eso…
─ Está bien, al menos lo has dicho.
─ Lo siento… ─ le pido disculpas. Él me sonríe. ─ Buenas noches.
Y me voy hacia mi habitación.
─ ¡Eres gilipollas, Ana! ─ grito mirándome en el espejo empañado del baño. ─ ¡Podrías habértelo tirado y a lo mejor te olvidarías de ese, pero no… has dicho que no, estúpida!
Creía que una ducha me relajaría… que equivocada estaba, me ha despertado y solo quiero matar a alguien. Al estar completamente desnuda enfrente del espejo, me rodeo el cuerpo con una toalla pequeña y salgo del baño.
Sí, voy a dormir empapada y desnuda. Porqué me da la gana y punto.
Y cuando me siento en la cama, estando a punto de quitarme la toalla blanca, alguien llama a la puerta. Intuyo que será alguna de las chicas, seguro que es Val por como antes me ha mirado.
Voy hasta la puerta agarrando la toalla con mi mano y la abro sin pensar, aunque pierdo la noción del tiempo al ver al hombre que me persigue en mi cabeza.
─ Niall… ─ suelta sorprendida.
─ Buenas noches… ─ saluda él. Veo como se despeina el pelo, y lo único en lo que pienso es en hacerlo yo. Pasar mis dedos por su pelo rubio y despeinarlo. ─ ¿Cómo están tus pies?
Le miro, y él me mira a mí.
─ Bien, supongo… ─ digo agarrando más fuerte la toalla.
Veo como da un paso a delante mientras mantiene su mirada en mí y me coge de las mejillas. Y me acaricia la nariz como la suya, mientras sonríe. Le rodeo el cuello con mis dos manos y la toalla cae, cae a mis pies pero como que me da igual. Él me rodea mi cintura desnuda con sus fuertes brazos y me apega a él.
─ No te voy a decir un ‘‘¿Quieres sexo salvaje conmigo?’’ como dirías tú… así que solo diré… ─ suspira sobre mis labios de forma adorable. ─ Déjame hacerte el amor… pequeña.
Salto rodeando su cadera con mis piernas, y le beso con desesperación por sentirle a mi lado. El me aprieta contra su cuerpo mientras cierra la puerta, él también me necesita, supongo.
Y lo único que sé de todo esto, es que esta noche y todas las noches que vengan, quiero estar junto a él.
No se cómo, pero siempre me pierdo en los mejores momentos. Esta cárcel era más grande que el aeropuerto de mi maldita ciudad. Y así he acabado, sola y corriendo por los pasillos de este laberinto llamado ‘‘Cárcel’’. Saliamos todos despavoridos, y bueno, así es como he acabado.
─ ¡Atrapadla, es una mujer, se cansará pronto! ─ gritaba uno de esos policías.
Resople, me estaban tocando los mismísimos cojones que no tengo. Y eso no es bueno, no quería acabar siendo también asesina.
─ ¡Vete a tomar por culo! ─ le grite cabreada.
Comencé a correr más rápido perdiéndoles de vista ─podía escucharles de fondo─ pero estaban lejos de donde yo estaba. Y ahora es cuando comienza mi dilema. ¿Derecha o Izquierda? Había dos pasillos, y yo solo era una. Es de cajón.
─ ¡Atrapadla! ─ gritaban de fondo.
Y cuando note que estaban cerca, elegí.
Ni izquierda, ni mierdas; me voy al baño de hombres, que está en medio.
Al entrar voy corriendo al último cubículo y me encierro ahí. Escucho como pasan corriendo de largo, no sé por cual pasillo la verdad pero me permito relajarme un poco. Me subo sobre la taza del váter ─para que así si entra alguien─ no vea mis pies. Dejo descansar mi cabeza en las frías baldosas que están incrustadas en la pared y dejo escapar mi típico suspiro.
Menudo día.
Noto como algo me vibra en el sujetador, así que saco mi teléfono móvil de ahí. Lo desbloqueo y leo el SMS.
<< Estúpida de los cojones. ¿Dónde estás?
Estamos esperándote escondidos en el parquin, no nos podemos quedar más tiempo.
¡Solo faltas tú, mueve tú puto trasero aquí!
Con amor, Val xoxo >>
Estamos esperándote escondidos en el parquin, no nos podemos quedar más tiempo.
¡Solo faltas tú, mueve tú puto trasero aquí!
Con amor, Val xoxo >>
Niego con la cabeza y dejo escapar otro suspiro. Estoy tan agotada. No solo físicamente sino que también mentalmente. Guardo el móvil en mi sujetador de nuevo y comienzo a analizar la situación.
Intento reprimir una carcajada cuando pienso en que estoy igual que hace unas cuantas horas, pero aquella vez escapaba de Garret y ahora hago lo mismo pero con la policía.
¿Por qué siempre acabo en situaciones catalogadas ‘‘No normales’’?
Entonces una idea fugaz pasa por mi cabeza. Levanto mi mirada y sonrió. ¡Bingo! Me pongo de puntilla encima de la tapa del váter y abro esa hermosa ventana llamada ‘‘Salvación’’.
{***}
Me cago en mis antepasados.
Tengo mucho frío, estoy aquí caminando descalza rumbo al puñetero parquin y con los sentidos alerta por si la policía se acerca.
Cuando llego al bendito parquin, me quedo a cuadros cuando no veo a nadie. Ni siquiera un puto coche o algo.
Y ahora es cuando lo noto. Dos policías bien corriendo detrás de mí ─ y yo estoy aquí sola─ siendo una presa más que fácil, regalada por así decirlo.
─ ¡ANA! ─ gritan a lo lejos.
Y un cochazo enorme ─no llegando a ser furgoneta─ pasa por la carretera de delante mío. Veo como se asoma la cabeza de Hele por una de las ventanas y no dudo en correr detrás del coche que está en marcha.
Esto es de película.
Veo como se asoma ahora la cabeza de Ade, gritando que corra más rápido. Pero no puedo más, estoy tan agotada que creo que me voy a desmayar y mis pies están incluso sangrando. Los dos polis aquellos me siguen persiguiendo ─no llegan a estar cerca de mi─ pero me pisan los talones.
Y se me pasa por la cabeza el rendirme.
Quedarme quita y que me detengan, después de todo, no voy a hacer nada productivo con mi vida. Voy a acabar sola, porqué el hombre al que amo es buena persona y yo solo soy un puto diablo, que roba por que le gusta sentir la emoción y la adrenalina.
Comienzo a llorar cuando una de las heridas que me hice de joven en ballet se me abre por culpa de una piedra, ya está.
Este es el fin de Ana Bell, lo dejo.
─ ¡Ana! ¿Qué estás haciendo? ─ me grita Ade con los ojos abiertos.
Estoy parando de correr, y lo nota. Sabe que me rindo. Veo como Ade mete la cabeza dentro y a los pocos segundos, veo otras tres cabezas familiares.
─ ¡Tú puedes! ¡No te rindas, corre! ─ me gritan Ade junto a Hele y Kath.
─ ¡No puedo! ─ grito llorando. ─ Me duele…
─ ¡Por nosotras! ¿¡Desde cuando te rindes tan fácilmente!? ─ me grita Hele.
Abro los ojos. Me acabo de dar cuenta de algo y es que ni Jimmy ni Kath eran las débiles del grupo… Era yo.
Y estaba cagándola, porqué si me pillaban, ellas vendrían a por mí y las cazarían. Si yo caigo, el grupo se desmorona y nos tendrían a todas.
Estaba completamente parada en medio de la carretera ─a los policías los podía ver al fondo de la carretera─ y el coche se alejaba. Acababa de tirar la toalla, yo… la chica que siempre había luchado por todo con uñas y dientes. La que dio la idea de robar la Mona Lisa; la que tuvo que robar uno de los mayores bancos de Hawái para pagar la operación de su madre… la cual murió por qué no me dio tiempo para dar el dinero; la que siempre ha cuidado de su padre; la niña aquella a la que todos marginaban… ¡Yo tengo sueños, y estoy rindiéndome!
Si me rindo, estaré toda mi vida en una celda. No podré volver a Hawái; no poder casarme en la playa la atardecer vestida de blanco; ni tener una noche de bodas; ni hijos; ni tendré que pagar la hipoteca junto a mi futuro marido; tampoco veré crecer a mis hijos; y mucho menos envejecer al lado del hombre al que amo… No podré hacer nada de eso, porqué estaré en la cárcel. Y posiblemente acabaré suicidándome por alguna depresión, o por qué le abre pegado una paliza a alguien y no podré sobrellevar la culpa de haber dejado a alguien medio muerto. Puede que incluso acabe siendo lesbiana o violando a alguna delincuente.
Madre mía, yo no quiero vivir esa vida.
Quiero casarme con un hombre al que cuando le mire a los ojos… solo sienta que estamos él y yo, tener unos hermosos hijos a los que cuidar y enseñar, vivir en una bonita casa en Hawái al lado del mar y ser feliz.
Y cuando los policías estaban casi a cinco metros de mí, corrí… corrí por esa vida que podría vivir. Por qué puede que este cansada de todo, pero tengo a estas cinco estúpidas a mi lado, y ellas me ayudarán. Esas ladronas eran como mis hermanas, y no las voy a defraudar.
Consigo ponerme al lado de la puerta trasera de la izquierda y esta se abre; y lo hago sin pensar. Salto de lado, me tiro hacia el interior del coche…
Y lo hago.
Estoy dentro del coche, en los brazos de alguien pero tengo los ojos cerrados. Escucho como las chicas me gritan, pero todo esta oscuro. Y antes de dejar que Morfeo me arrope en sus brazos, por fin lo entiendo.
Me siento sola y necesito a alguien a mi lado.
{***}
Comienzo a recuperar mis sentidos, pero no abro los ojos. Estoy agotada, no noto los pies y solo tengo ganas de llorar. Estoy en los brazos de alguien, y este me arropa con su cuerpo. Tengo una chaqueta muy grande encima de mí, que me tapa manteniéndome calentita. Huele bien tan bien… Y me gusta el cómo me acaricia el pelo, sus latidos son una melodía que me relaja y reconforta; me siento protegida.
─ ¿Y qué hacemos ahora? ─ pregunta una voz ronca.
¿De qué me suena esa voz? Madre mía, es Harry.
─ Ahora mismo lo que vamos a hacer va a ser sencillo. ─ suelta con voz potente Hele. ─ Vamos a ir al palacio de Mónaco y pasaremos la noche allí. Luego cogeremos un puto vuelo a no sé dónde y allí ya veremos. ¡Eso es lo que haremos!
El coche está sumido en un silencio incómodo.
─ Ni de coña. ─ suelta otra vez conocida para mí. Tomlinson, Louis Tomlinson.
─ ¿Ni de coña? Ahora estas igual de jodido que todas nosotras. ¿Te recuerdo que piensas que eres uno de nuestros cómplices? ─ le reprende Jimmy molesta.
─ Eso es verdad, Louis. ─ afirma otra voz masculina. Liam, el rapado.
─ ¿Por qué no solo vamos al palacio y descansamos? Mañana podremos pensar con claridad y buscar una solución a todo esto. ─ aconseja con su suave voz Kath. ─ Por favor...
Todo se sume en un silencio más cómodo.
─ Chicos, ¿alguien tiene algún trapo? Los pies de Chis vuelven a sangrar y ya no me sirve este pañuelo… ─ pide Ade con voz aterciopelada.
¿Mis pies sangran? Y no puedo contestar a esa pregunta porqué mis ojos ─ que estaban cerrados─ se cansan de estar así y pierdo la conciencia de nuevo.
{***}
─ ¿Os habéis estado alojando en este lugar? ─ pregunta una voz ronca. Harry, se nota a leguas. Aunque me hace gracia, ha puesto la voz un poco aguda y parecía gilipollas.
Estamos caminando en algún lado pero no tengo ni idea de dónde. Sé que alguien me lleva en brazos y apuesto un brazo a que es el mismo que me tenía cogida en el coche. No escucho el ruido de las calles transitadas de la ciudad, ni un bosque o algo por el estilo, así que supongo que estaremos en alguna casa.
Lo que quiere decir… estamos en el palacio en el que nos alojamos.
─ Sí… Unos amigos nos debían un favor y pues eso… somos las mejores ¿o lo dudabas, pichoncito? ─ suelta Ade de forma graciosa.
Escucho las risas de mis amigas y no puedo evitar reír, Ade puede ser muy coqueta pero a veces tiene gracia lo que dice. Todo el mundo se calla de golpe, y noto como el corazón de la persona que me lleva cargada late más de prisa que antes.
─ ¿Chis? ─ pregunta con voz animada Jimmy.
─ Buenos días... ─ suelto cansada. Le pego en el pecho a la persona que me lleva. ─ Seas quien seas, como me da palo levantar la cabeza… bájame o te reviento.
Esa persona deja escapar un gemido ronco, y entonces se quién es…Niall.
Noto como me deja en el suelo, y suelto un quejido al sentir el suelo en mis resentidos pies. Miro a mi alrededor, estamos casi llegando al salón del lugar donde nos hospedamos. Miro a mi derecha, no solo están los detectives, sino las chicas.
─ Ey... ─ suelto levantando una mano en forma de saludo. ─ ¿Dónde vamos y porqué están ellos aquí?
Hele sonríe.
─ Impaciente. ─ suelta ella. Val asiente, me mira mal y entra por la gran puerta hacia el salón.
Levanto una ceja, ¿Qué mosca le ha picado a esta?
Me aparto de Niall sin mirarle y me apoyo en Kath, esta me sonríe y entramos todos juntos al salón. Solo estar cerca de un sofá me tiro sobre este, intentando relajarme aunque sé que no puedo hacer eso. Él se sienta justo donde mis pies descansan, los coge y los recuesta sobre su regazo.
Le miro, su carita esta tensa pero no me mira.
─ ¿Y bien? ¿Alguien me explica? ─ pregunto.
Comienzan a contarme sobre lo que tenemos que hacer y explicando en la situación en la que estamos, pero no escucho una mierda de lo que dicen. Simplemente mi cuerpo esta estirado en este comodísimo sofá pero mi mente está en otra parte y no puedo encontrarla.
Se escucha un gran estruendo, como una puerta cerrándose de mala forma y escucho como me llaman. ¿Garret?
Noto la mirada de todos sobre mí por lo que me siento en el sofá y observo la entrada de la habitación. Garret está ahí, con su traje de gala y con una mirada que transmite una mala leche de la ostia.
─ Siento interrumpir pero… ─ dice él de forma educada, entonces me mira y veo como se le marcan las venas de su cuello. ─ Tú. Yo. Ahora. Vamos a… hablar. ─ dice con voz tensa.
Le miro sorprendida y me levanto como puedo. Comienzo a caminar hacia él hasta quedar delante de su cuerpo, extiendo la mano cómo puedo y abro la puerta de detrás de él. La cruzo y el me sigue por detrás. Cuando estamos en el pasillo, él y yo a solas, me apoyo en la pared de enfrente de la puerta y él en la puerta.
─ Voy a intentar no gritarte… pero solo quiero saber… ¿¡Por qué cojones me dejaste plantado!? ─ medio grita Garret haciendo sus manos puños.
Suspiro.
─ Es complicado, yo… lo siento. ─ suelto jugando con mi pelo. Él me mira alucinado.
─ ¿Qué lo sientes? Podrías haberme dicho que tenías que hacer algo, pero te largaste y me dejaste ahí… tirado como un perro abandonado. ─ dice pegándole un puñetazo a la puerta.
Abro los ojos.
─ Chico, ni que te hubiera prometido amor eterno, joder. ─ suelto alucinada.
─ ¿Perdona? ─ me pregunta él.
Me aparto de la pared y me acerco a él, pongo mi dedo sobre su pecho y le miro a los ojos.
─ Solo era una cena, ¿vale? No te he jurado nada, ni que fuera tuya, guapo. ─ le suelto riendo irónicamente. ─ Puede que hayamos bailando muy… juntos o lo que sea, pero eh, no estaba ligando contigo.
─ ¿A no? Pues bien que te pegabas a mí, chica. ─ suelta él de forma rara. ¿Me acaba de llamar calienta braguetas o es mi imaginación?
─ Yo no te he dicho algo como ‘‘¿Quieres sexo salvaje conmigo?’’ o ‘‘¿Quieres ser mi novio?’’ ¡No! ─ le digo empujándole. ─ Así que te relajas o te pego tal ostión que te quito la dentadura al momento.
Él me mira, me empotra contra la pared y me besa de golpe. Abro mis ojos, alucinada. ¿Qué cojones está haciendo? Y lo peor de todo, porqué le estoy correspondiendo. Su lengua y la mía comienzan a jugar entre ellas, pero por instinto, abro los ojos. Le miro mientras le beso, y tengo ganas de llorar.
No le quiero besar a él.
Quiero a Niall.
Le aparto rápidamente por el pecho cuando siento que voy a comenzar a llorar. Le miro a los ojos intentando no derrumbarme, pidiéndole perdón con la mirada.
─ Llegas a besarme hace unos meses y ahora mismo estaríamos follando como conejos en mi habitación, pero… pero ahora no puedo. ─ le digo de forma suave. ─ Yo… Me gusta alguien, y no puedo hacer esto porqué me estaría engañando a mí misma y no quiero eso…
─ Está bien, al menos lo has dicho.
─ Lo siento… ─ le pido disculpas. Él me sonríe. ─ Buenas noches.
Y me voy hacia mi habitación.
{***}
─ ¡Eres gilipollas, Ana! ─ grito mirándome en el espejo empañado del baño. ─ ¡Podrías habértelo tirado y a lo mejor te olvidarías de ese, pero no… has dicho que no, estúpida!
Creía que una ducha me relajaría… que equivocada estaba, me ha despertado y solo quiero matar a alguien. Al estar completamente desnuda enfrente del espejo, me rodeo el cuerpo con una toalla pequeña y salgo del baño.
Sí, voy a dormir empapada y desnuda. Porqué me da la gana y punto.
Y cuando me siento en la cama, estando a punto de quitarme la toalla blanca, alguien llama a la puerta. Intuyo que será alguna de las chicas, seguro que es Val por como antes me ha mirado.
Voy hasta la puerta agarrando la toalla con mi mano y la abro sin pensar, aunque pierdo la noción del tiempo al ver al hombre que me persigue en mi cabeza.
─ Niall… ─ suelta sorprendida.
─ Buenas noches… ─ saluda él. Veo como se despeina el pelo, y lo único en lo que pienso es en hacerlo yo. Pasar mis dedos por su pelo rubio y despeinarlo. ─ ¿Cómo están tus pies?
Le miro, y él me mira a mí.
─ Bien, supongo… ─ digo agarrando más fuerte la toalla.
Veo como da un paso a delante mientras mantiene su mirada en mí y me coge de las mejillas. Y me acaricia la nariz como la suya, mientras sonríe. Le rodeo el cuello con mis dos manos y la toalla cae, cae a mis pies pero como que me da igual. Él me rodea mi cintura desnuda con sus fuertes brazos y me apega a él.
─ No te voy a decir un ‘‘¿Quieres sexo salvaje conmigo?’’ como dirías tú… así que solo diré… ─ suspira sobre mis labios de forma adorable. ─ Déjame hacerte el amor… pequeña.
Salto rodeando su cadera con mis piernas, y le beso con desesperación por sentirle a mi lado. El me aprieta contra su cuerpo mientras cierra la puerta, él también me necesita, supongo.
Y lo único que sé de todo esto, es que esta noche y todas las noches que vengan, quiero estar junto a él.
Sigue+idk who
Anni.
Re: Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
OMGGGGGGGGGGGGG pero que lindooooooo que esta todo :')) ya casi todas se dejaron vencer por los sentimientos JAJAAJA
Me han encantado sus capítulos chicas, y lo siento por estar tan ausente :(( pero eh estado llenisima de pruebas pero ya terminé so, aquí estaré mas en la página :shimi:
Me han encantado sus capítulos chicas, y lo siento por estar tan ausente :(( pero eh estado llenisima de pruebas pero ya terminé so, aquí estaré mas en la página :shimi:
Cony'.
Re: Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
Omg, Nanis, why?
Ajnaksf, primero quiero iniciar diciéndote, Nanis, que te extrañaba :cccc Segundo: Omg, omg, omg, qué capítulo te has mandado. Escribes tan lindo y, y, y, 1313 con el rubio Éso si se llama suerte(?) okno. En ciertas partes te mostrabas muy emotiva y ajngk, feelings. Cada una de los momentos que narraste fueron completamente épicos y me dejaron hiperactiva.
Creo que luego es mi turno, supongo que sí.
Escribes muy lindo, Nanis. Te quiero muchísimo. ¡Besos! xx.
rutherford.
Re: Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
AMÉ EL CAPÍTULOOOOOOOOOOOOOOOO
Oh Chis, ¡no te rendiste! eso es genial<3 que bueno que ya casi todas tengan más o menos claros sus sentimientos. Es muy tierno saber el futuro que quiere Ann, vivir en Hawai, tener hijos y un esposo (especifica mente a la rubia como esposo). DIOS CHICAS, ¿CUANDO FUE QUE LLEGAMOS A 34 CAPÍTULOS? es que paso todo tan rápido :') Las adoro<333 owh.
CHIS Y NIALL 1313 69 ah. Lo amé, a la mierda la toalla, yo me cojo al rubio (?) ahq. ELLOS DOS HACEN UNA PAREJA FABULOSA <33 Las extraño, y amo chiquillas<33 Gene seguís vossss
amé el cap, espero el de Gen
Oh Chis, ¡no te rendiste! eso es genial<3 que bueno que ya casi todas tengan más o menos claros sus sentimientos. Es muy tierno saber el futuro que quiere Ann, vivir en Hawai, tener hijos y un esposo (especifica mente a la rubia como esposo). DIOS CHICAS, ¿CUANDO FUE QUE LLEGAMOS A 34 CAPÍTULOS? es que paso todo tan rápido :') Las adoro<333 owh.
CHIS Y NIALL 1313 69 ah. Lo amé, a la mierda la toalla, yo me cojo al rubio (?) ahq. ELLOS DOS HACEN UNA PAREJA FABULOSA <33 Las extraño, y amo chiquillas<33 Gene seguís vossss
amé el cap, espero el de Gen
Julianne.
Re: Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
OMG Nani, amo a Chis es tan fuerte asoifjoiwejgwio amo los personajes como ella, idk. Me encanta. Amo como intenta hacerse la fuerte, como le importa todo una mierda pero en el interior es quien más necesita ayuda, Dios, amo ese tipo de personajes, joder. ¡Hostia puta! aosjifiagioejdgwr que Niall y Chis van a tener sexo, puro y duro sexo (? xddd ¿Cómo sería? ¿Nis? ¿Chiall? aifjiasfiojasofw Me gusta más Nis. Niall + Chis = Nis xddd aojifioiowekgp Amé el capítulo y estoy deseando que mi esposa lo siga c:
pd. Cony, espero que te hayan ido genial al igual que a Nani asifjwoeijgwe me alegro de tenerlas de vuelta, esto no es lo mismo sin vosotras c:
Invitado
Invitado
Re: Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
Adfgdmkf, ya estoy escribiendo el capítulo y quería decirles que Harry y Ade van a dar un paso muy grande... aunque no 1313 but is re cute :oops:
rutherford.
Re: Dangerous Girls {Novela colectiva} 2da Parte
Si puedo subo el capítulo hoy o si no el otro año(?) Ajnaksfa, ¡Feliz Año Nuevo a todas! {aunque un poco adelantado} Las amo c'':
rutherford.
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