Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Página 7 de 13. • Comparte
Página 7 de 13. • 1, 2, 3 ... 6, 7, 8 ... 11, 12, 13
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Le agarré odio a lo incierto, pues yo quería saberlo todo, así mi corazón se prepararía para la siguiente batalla confrontada, así no tendría miedo de perderlo a él. | ✗
Capítulo 002.
Irreversiblemente enfurruñada y tal vez un poco molesta, salí a la superficie tomando el aire que se había escapado de mis pulmones al proferir un chillido por el agua que me golpeaba con furor. Tosí y unas gotas de agua se deslizaron por mis fosas nasales, dejando una sensación realmente desagradable a su paso. Por un momento, me dedique a hacer pataletas en el agua pues la idea de darme un chapuzón no estaba en mis planes, hasta que Liam me tomo por sorpresa. El agua invadió todo mi cuerpo, adhiriendo mi ropa a él, mostrando más de lo habitual y menos de lo exagerado.
Me apoye en el barandal de la piscina, rendida ante las salpicaduras de agua que chocaban contra mi rostro, que se había transformado en un puchero, propio de una niña de cinco años. Le di un manotazo con la mano a la corriente de agua que se encimó hacia mí, empujándome hacia la pared de linóleo de la piscina.
—Agh —masculle solo para mí.
Los atolondrados chicos que le siguieron el juego al que se le ocurrió esa idea tan idiota, no hacían caso a mis berrinches, y prácticamente, me ignoraban. Ignoraban el hecho de que detestaba que me hicieran hacer algo que estaba en contra de mi voluntad. Me sorbí la nariz y trate de secar mi cara, cosa que no sirvió para nada. Al menos me alegraba el hecho de que ellos se divertían. Me sujete fuerte del barandal para luego, de un salto, cuidando que no me resbalara, saliera de la piscina subterránea que se había convertido en el sitio en donde menos me hubiese gustado estar en aquel momento.
Inconscientemente, mi vista se topó con el pecho de Liam, supuse. Subía y bajaba, apaciguando su mirada con su respiración o eso creía yo. Orienté mí vista hacia su rostro que se encontraba unos centímetros más que el mío y una carcajada escapo de sus labios, cuan tonada de jazz en un salón de fiesta refinada.
—¿Te gustaría secarte, Lucy?
—Puedo hacerlo sola —repliqué con propiedad.
—Te acompaño entonces —contestó, ignorando mi mirada hostil.
—No me sigas, Payne.
Reprimí las ganas de gritarle a tope que me dejara sola, pero sería en vano. Sustituiría mi enfado con una sonrisa reparadora y en cuestión de segundos, olvidaría la razón de mi enojo.
—¿No te diviertes? —me preguntó.
Sentí un aire desanimado en la pregunta que me formuló, mas mi sensibilidad estaba bloqueada por las ganas de golpear al que había hecho semejante estupidez.
—Claro.
Atravesamos el jardín que después de dos kilómetros daba con la mansión de Styles. El silencio tomo posesión del intento de conversación que habíamos ejercido. Mi respuesta no había sido lo suficiente perceptible entusiasta y creíble como para que se aliviara, de alguna u otra forma, esa pequeña pregunta había acaparado todos los límites de la aversión que tenía hacia mí misma, obligándome a pensar en una respuesta acorde con mi temperamento. Quizás no fue muy considerado de mi parte abandonar la cabaña donde compartíamos la tarde, pero me fue inevitable controlar esa pequeña parte de mí que era susceptible ante cualquier estímulo. Y eso era todo lo que necesitaba para consolarme. Sin embargo, no tomé en cuenta los sentimientos de los chicos, pues era verano y se suponía que las sorpresas eran parte del paquete, acompañado de las sonrisas y la diversión que ellos querían experimentar, en cambio yo parecía una de esas mujeres anticuadas que no cedían ante la sensación de pasar un buen rato.
Más tarde, el peculiar olor a incienso que procuraba la mansión, despertó mis sentidos y me percaté de que, seguida de Liam, habíamos atravesado el umbral de la puerta de cristal, para después subir las escaleras a un ritmo acompasando al de un caracol. No tenía apuro en llegar a nuestra habitación, aunque mis dientes chocaran unos con otros titiritando de frio y mi cuerpo se estremeciera de pies a cabeza cuando alguna corriente de aire impactaba contra mí.
Liam, sin esperar aviso alguno de mi parte, se sentó en mi cama, dispuesto a esperarme hasta que terminara. Ni una mirada, ni una sonrisa de disculpas fue lo que necesitó para que aún estuviera en mí, imagino, irritable presencia. El gesto me pareció considerando tomando en cuenta mi comportamiento de niña malcriada. ¿Por qué tenía que complicarlo todo aún más de lo que ya estaba? Hubiese preferido una discusión donde me dijera que yo arruinaba su diversión y que mis sentimientos de culpa no constataban mi objetividad a su revelador pero apacible silencio que no me decía absolutamente nada al respecto; su rostro permanecía inescrutable, aunque mis instintos decían que, debajo de esa mascara se encontraba decepcionado. Una decepción casi inmediata, creía yo que ya se lo esperaba. Digo, me conocía desde hace mucho y no era la primera vez que esa pequeña particularidad mía salía a flote.
—Liam… —corté mi petición abruptamente, concentrándome más que todo en esos ojos suyos que me quemaban con su intensidad a través del hermoso color miel que irradiaba, como siempre, compasión.
Decidí no pedirle que me diera una respuesta razonable para que de esa manera, mi cuestionamiento pudiera morir en paz, porque, desde luego, lo menos que quería era llegar a una discusión provocada por mí y tampoco jugaría el papel de masoquismo en el juego, como se expresa la dependencia a lo que te hace mal, coloquialmente.
Bajo su rostro, sin nada que decir y noté al instante como sus manos se cerraban entorno a la sabana, apretándola cuan muñeca de trapo. Lo hacía para drenar emociones, dando a entender que dentro de sí mismo, nada era claro y que, tampoco tenía ánimos de hablar.
…lo conocía tanto. Entendí su deseo y no protesté así como el no inmutó su indiferencia al percatarse de que la situación encajaba como anillo al dedo guiándose por mi complicada pero suspicaz actitud.
Una vez en el baño, relaje un poco los músculos y me despoje con gran dificultad de la ropa mojada que cubría mi cuerpo. Hasta ahora, no me había dado cuenta de que mis manos estaban aferradas a mi estómago, sometiendo la carne a un estrujón, en un intento forzado por calmar mi desesperación respecto al asunto. Deduje con éxito que el vacío que experimentaba se debía a su ausencia, no estaba en su presencia, necesitaba más de él, necesitaba tenerlo cerca no sentirlo distante y frio… un cambio sería esencial y me disculparía si eso arreglaba las cosas.
Enjaboné mi cuerpo, lave mi cabello con la esencia de fresas, y seguí con mi aseo con más rapidez de la que hubiera imaginado. Mis manos temblaban a sobremanera al deslizarse por mi cuerpo y supe que lo que sentía por Liam ya se había convertido en un problema del que sería difícil escapar con el corazón sin un rasguño. Sentí temor, porque el futuro era incierto y absolutamente nada me aseguraba que sería de mí, que sería de él… de nosotros.
Una melodía puertorriqueña atacó mis pensamientos, convirtiéndolos en un susurro elocuente comparado con la canción, que solía tararear mamá antes de salir a eventos con mi padre o simplemente cuando estaba por la casa. La tocaba al piano con frecuencia, el intérprete, Luis Enrique... ella como adoraba a ese hombre, sus letras eran tan reales. Recuerdo como la curiosidad me picaba en los oídos y salía a su salón privado, a espiar desde el marco de la puerta, ver como sus dedos tocaban su piano con soltura y empeño, haciéndome transportar a un mundo donde me imaginaba muchas cosas. La letra de la canción era mágica y encajaba con lo que yo sentía. Desconcierto por que no era una adivina, ni mucho menos una vidente que predecía el futuro, aunque básicamente eso dependía de las decisiones que tomara, de eso partía la verdadera felicidad. El problema se me presentaba cuando no sabía que decisión tomar.
—Yo no sé mañana, yo no sé mañana, si estaremos juntos… si se acaba el mundo; yo no sé si soy para ti, sí serás para mí…—canturreé en español, imitando la infantil pero melodiosa voz de mi madre.
Me detuve en seco al mi manos rozar con el picaporte de la puerta del baño. Cuando saliera, debía asumir que había tomado ya una decisión, cuando saliera del lugar donde razoné tanto, no tendría otra opción que hablar, sí o sí. Pensé que no había analizado bien que camino elegir, si la duda o la determinación, pero todo eso pareció de poco significado y entendimiento para mí en cuanto mis ojos captaron con dulzor como el cuerpo de Liam se encontraba tendido en mi cama, con la respiración que corría por el ambiente, tan sutil y apacible, un error demasiado perfecto. Con la mano detrás de la nuca, tan frágil a simple vista, tan inocente…
Me lleve la mano a la boca para evitar que la mandíbula se me cayera al piso. A pasos lentos e inseguros, me acerqué a su posición. Cubría un poco más de media parte de la cama; me senté en la orilla, intentando no hacer mucho ruido y evitando que se despertara por mi culpa. Mis manos se dirigieron sin mi consentimiento a su pecho, marcando una ruta de caricias suaves y casi imperceptibles, luego rocé uno de mis dedos con sus labios que permanecían entreabiertos y una mínima gota de saliva descendía por ellos. Posteriormente, acaricie su mejilla con suavidad, cuidando que su rostro no se quebrara en mis manos. Me pregunte con qué facilidad de rompería su corazón, si mis deducciones eran verdaderas o exageradas, si quizás ni siquiera tomara en cuenta el dolor o quizás el agobio que le provocaba cualquier cosa que llegara a poder herirlo. Me pregunté una y otra vez, si su corazón podía soportar las adversidades, incluso más que el mío; si le dolía respirar, si su voz se quebraba al final de la oración causado por lo que el sentía. Si el cumplía con los requisitos de un corazón perfecto, ¿por qué yo no?
Suspiré y frené el hilo de mis pensamientos. Sus pestañas temblaron, como si aquel suspiro le hubiera pesado. Como si aunque permaneciera dormido, pudiera oír mis pensamientos. Me atemorizó la idea de que despertara, y el líquido broncíneo de sus ojos se congelara, su mirada se paralizara y en segundos, volviera a tratarme con una frialdad penosa, quizás de la que él no estaba consciente del todo. Mi corazón latió con un frenesí nervioso y no lo pude evitar.
Se relamió los labios y los presionó con el entrecejo fruncido.
Me atemorizaba la idea de no ser querida, que me perdiera un segundo de su amor; un miedo inevitable a perderlo todo. Le agarré odio a lo incierto, pues yo quería saberlo todo, así mi corazón se prepararía para la siguiente batalla confrontada, así no tendría miedo de perderlo a él.
Percibí un ligero toque en mi mano, no quise ladear la cabeza, pues sabia de que se trataba. La mano de Liam irradiaba un calor muy cómodo, también era suave y tuve miedo de apretarla para que no se despertara. Cerré los ojos, presionándolos contra mis mejillas. Mis dedos enroscaron a la perfección en los suyos, como si la medida perfecta si existiera y estuviera destinada para el acople de su mano y la mía. Me tomo fuera de base que con su pulgar, acariciara mi mano. Se sentía tan bien… no me importaba si estaba soñando y lo que había hecho hubiera sido un impulso del que no fue consciente, nada. Solo podía escuchar los latidos de su desenfrenado corazón, y supe, que no estaba dormido.
—Lucy… —balbuceaba con la voz quebrada en dos partes: tal vez el dolor y la felicidad—. Mi dulce Lucy…
Conmovida, mi respiración comenzó a agitarse. Me repetí para mis adentros que no debía hacerme ilusión al respecto, que no podía sacar conclusiones donde no las había. Mis labios presionaron contra su frente y entendí, que ya no había vuelta atrás. Mi sentimientos era irreversibles, no podía cambiar nada en mí, tampoco podía acertar el futuro, pero si podía ceder ante las emociones del presente.
Entonces despertó. Di un salto en mi puesto y el soltó una risotada tan lenta que me pareció empalagosa. Le sonreí con nerviosismo y el me correspondió con un beso rápido en la mejilla antes de levantarse a toda prisa y tender mi mano, haciéndome una reverencia totalmente educada.
—Al club de los idiotas les hace falta dos integrantes —pronunció, divertido.
Tomé su mano y prácticamente me jaló hacia la puerta, enfocando risas juguetonas que hacían el mismo efecto en mí. Sigue siendo el mismo idiota de siempre, reconocí.
Siéndome una intrusa, contemplé como Logan recargaba su mirada pérdida de enamoramiento en Skyler, aunque ella fuera tan tonta como para no darse cuenta, eso era algo que el sentía en secreto. Admire la cualidad de pasar desapercibido, de no ser tan obvios, aun cuando amas a esa persona… incluso más que a tu propia.
Me había ganado sonrisas amistosas y quizás amables por parte de mis amigos. Justificaron mi comportamiento con razón, insistiéndome a que no me enfadar ni preocupara; nada había cambiado. La idea me producía un alivio casi seguro, de no ser por Liam, me hubiese quedado sola, encerrada en la habitación sin salir a cenar, si quiera. Y es que, ¿quién querría perderse la lasaña de Harry? Nadie y eso incluía a Deby como primer factor de entusiasmo para la satisfacción del rizado.
—¿Quieren que contemos historias de terror? —preguntó Niall juntando sus manos y moviéndolas al unísono.
Me removí en mi asiento, más bien, digamos tronco y mis ojos prácticamente le gritaron a todo lo que daban a Liam que lo impidiera de alguna manera. Rodé los ojos al escuchar como silbaba con despreocupación.
Isabelle y yo casi gritamos al unísono:
—¡Cállate, Nialler!
—Dejen el drama, par de tontas. Apuesto a que las que se saben estos idiotas ni siquiera dan miedo —Gabrielle susurró lo último tapando la mitad de sus labios para que los chicos no oyeran.
—No, no, no, no y no —enfatizó Deby negando rápidamente—. No historias de terror, ¿me oyeron bien?
Muchas veces Deby podía ser muy autoritaria, agradecí esa faceta. Estaba segura de que Harry la apoyaría y no dejaría que nadie la asustase.
Louis se burló de nosotras y sus manos escondieron parte de su cara.
Valerie mantenía silencio, tal vez la idea de no poder dormir por escuchar voces a la mitad de la noche no era de relevancia alguna para ella.
—Ya, entonces, ¡Pintémonos las uñas y hagamos una fiesta de piyamas, sííí! —replicó Logan, imitando nuestras voces femeninas.
Le di un codazo en el brazo a Liam para que por lo menos, se atreviera a opinar algo.
—Ay, chicas. No es para tanto, no creo que sean unas florecitas, ¿a qué no? Dejen que las cuenten y ya —dijo Liam.
—Ash, gracias por la ayuda, Payne —Skyler le sonrió con falsedad.
—Hazle pucheros a Harry, ve —le murmuré a Deby.
Los labios de Deby se contrajeron hacia abajo y sus ojos se volvieron más grandes.
—De todas maneras, estaremos nosotras para protegerlas de cualquier monstruo que las ataque —prometió Harry aun no quitando la vista de Deby, sonriendo como un completo baboso.
—¿Entonces…? —Louis alzó una ceja y nos miró expectante a una por una.
Isabelle, Skyler, Valerie, Gabrielle y yo compartimos un intercambio de miradas y asentimos lentamente.
—Vale, pero solo una, no se excedan —me rendí señalando al rubio que inmediatamente se encogió de hombros.
—Trato —aseguró Logan con una sonrisa maliciosa. No sabía sin fiarme de ellos, pero finalmente, no tuve otra opción.
Codo con codo, Liam se encontraba a mi lado. Me aferre a su brazo con fuerza y no fui capaz de mirarle a la cara. Estaba segura de que me moriría del susto aunque no lo demostrara y él me inspiraba protección. Uní mis piernas en una y esperé a que uno de los chicos empezara con el tenebroso relato que me traería pesadillas.
—La leyenda que les contaré hoy se llama: Los labios cortados de María. Hace unos años, una artista reconocida mundialmente estaba gozando de su estrellato sinfín. Conciertos, giras, firma de autógrafos, un novio mensualmente, hospedaje en hoteles de cinco estrellas… la vida perfecta. Un día, se vio involucrada en un chisme de esos que inventas los reporteros y su manager no pudo hacer absolutamente nada para sacarle la pata del barro. Vencida y sintiendo como su mundo de fama se desmoronaba, caminaba por las vacías calles de un callejón de cuarta, con una botella de agua ardiente en las manos, el maquillaje corrido y la vergüenza de ser una porquería en el mundo en que se había sumergido —Louis hizo una pausa e inspecciono nuestros rostros. Contaba la historia con afán de molestarnos y si eso quería, de mi parte no lo iba a conseguir. Sonrío como si nada y siguió con la historia.
«Unos desgraciados se aprovecharon de su debilitamiento y abusaron de ella esa misma noche, cerca de un basurero continuo a un bar de apuestas y tráfico de drogas. Aquellos hombres fueron tan cínicos, que las lastimaron demasiado, haciendo cortes en su cuerpo, magullando su pecho e hiriendo partes sensibles de su cuerpo. Al estar satisfechos con semejante labor, le cortaron los labios y dejaron solo su lengua al descubierto…»
Procuré no vomitar en el brazo de Liam y reprimí las ganas de salir corriendo del lugar y esconderme donde nadie pudiera encontrarme.
Louis no prestó atención a los rostros horrorizados de las chicas y continúo:
—Pero María había quedado viva… y se había convertido en un monstruo peor que esos hombres que la habían maltratado. Buscó venganza entre los inocentes y la consiguió, convirtiéndose en la asesina más buscada de todo Londres. Averiguo la ubicación de los tipos y cuando los halló, según cuentan, destrozó sus entrañas cuan carnicería barata y los quemó en una finca muy cerca de Estados Unidos… Desde ese momento, María desapareció y hasta ahora, no se sabe su paradero ni de que fue de ella.
Mis piernas comenzaban a debilitarse y mis mejillas se hincharon de aire. Tenía ganas de correr, de gritar en el odio de Liam lo mucho que ese relato me había asustado, de esconderme y buscar a mi osito de felpa, abrazarlo a mi rostro y después de unos segundos, experimentar esa sensación de protección que me hacía sentir completa de nuevo.
Me esforcé muchísimo para que mi rostro pareciera inescrutable, no iba a expresar mi temor para en buena hora ganarme las risas de Louis y quizás de Lerman.
Liam me estrechó con dulzura y me besó la coronilla. No sirvió de nada.
—¿Saben qué? Cuando mi familia acudía aquí con frecuencia, mi padre comentaba que esa finca, está a pocos kilómetros de ésta. Así que tal vez no estamos tan lejos de María.
Mis rodillas se accionaron con rapidez, y de igual forma me zafé del agarre de Liam. Una vez que me puse en pie, corrí sin parar hasta que pasé el mini parque de la parte inferior de la mansión, mis ojos enfocaron a pesar de la rapidez, árboles que iba dejando atrás poco a poco, el terreno que pisaba se volvió desigual, mis pies fallaban y pisaban piedras demasiado gruesas como para pasarlas tan rápido, mis ojos empezaron a picar por el viento que me azotaba; me creí tan débil que pronto resbalé e impacté contra el pasto que me rodeaba. Gemí de dolor y cuando trate de levantarme, un tronco que se adhería en mi pie me lo impedía furtivamente.
Ya era tarde y hasta yo sabía que María vendría por mí en cualquier momento. La sangre que corría de mis pantorrillas delataba mí, tal vez, gran sabor, infundiéndome miedo. ¿Dónde estaba Liam y por qué no me salvaba de aquella trágica pesadilla? ¿Es que no había sido lo suficientemente buena para él? ¿Mi vida valía tan poco? Al menos recordaba haber llevado una vida plena y feliz dentro de los cabales de lo soportable.
Pronto, alcancé a escuchar como una voz ronca, agitada por el trote, gritaba mi nombre, una y otra vez… una y otra vez. Su preocupación no cesaba.
—¡Ay, por dios! Luciana Valentine Stanley Weber, ¿Qué demonios haces tendida en el suelo? No puede ser… no… oh. Yo te ayudo, permíteme. ¿Sabes hacer un torniquete? Por Dios, te lastimaste mucho, Lucy. Estás en graves problemas, pequeña.
Su voz reflejaba enojo y desconsideración, al mismo tiempo que se mezclaba con la preocupación y el tacto que tenía Liam para hablarme. El crujir de las hojas me dio a entender que se acercaba, examinaba mi pantorrilla y balbuceaban términos médicos de los cuales yo no tenía ni idea. El dolor en mi tobillo empezaba a intensificarse y mi irritación por su lentitud a hacerse notoria.
—Ayúdame a levantarme de una maldita vez, Liam —exigí, gruñéndole.
Pude observar, a través de la tenue luz que se filtraba por las hojas de los robustos árboles que parecían observarme, como el rostro de Liam se contraía en una mueca de diversión.
—Quiero que sepas que a mí no me hace gracias, Payne.
Ignorándome, me tomo por la cintura en un movimiento ágil y después de que concentrara mi peso en su brazo derecho, me alzó con suma facilidad en sus brazos.
—Cierra el pico, Luciana —carcajeó él, exigiendo mi silencio.
Un lado de su boca se elevó en una media sonrisa.
—¿Te duele?
—Me incomoda. El olor a alcohol está quemando mi nariz —protesté en voz baja, lo suficiente como para que el me escuchara.
—Lo siento.
Me apresuré a negar con la cabeza y obsequiarle una sonrisa propia de inocencia.
—No, está bien. ¿Crees que sane rápido? Quisiera darme un chapuzón mañana —mi voz se iba apagando debido al cansancio que me embargaba.
Su risa despertó mis sentidos. Siempre con el poder de hacerme revivir en segundos.
—Esperemos que sí. De igual manera, ya lo revisaré mañana.
Logré percibir unos pasos que se aproximaban a nosotros con empatía. Reconocí esa esencia a fresas y canela, eran Deby supuse que Harry. Nunca se me olvidaría esa fragancia tan propia suya, aunque estuviera dormida o incluso en la muerte. Así de fuerte era lo que manteníamos; un lazo muy difícil de romper.
—Espero que te recuperes, Lucy. Y siento lo de esta noche… —miré a Harry pareció dudar; rastro que desapareció en cuanto recibió un codazo por parte de Deby. Reí para mis adentros—, me sobrepasé.
—Sí, fue un imbécil. Cuídala mucho Liam; la dejo en tus manos, ¿vale? —observó a Liam con propiedad—. Te quiero mucho, lo sabes —me concedió una sonrisa maternal.
—Está bien, cielo —susurré, tratando de que mis ojos no se cerraran—. Vete en paz, Harry, pero quiero que sepas que no se quedará así.
—Como digas, Lucy. Descansa.
Pasaron aproximadamente dos segundos y Harry acompañado de Deby desaparecieron de mi vista. Seguro iban a dormir.
Lo último que logré percibir fueron los calientes labios de Liam rozar con los míos. No fui consciente de por qué rayos había hecho eso, aunque fuera solo un simple roce, la importancia que él le acertaba suponía una diferencia a mi manera de pensar.
—Te amo mi Lucy, no sabes cuánto… —había susurrado muy, pero muy cerca de mi rostro.
Su aliento a menta embargó el hilo de pensamientos lógicos que trataba de construir. Dejándome en la nada, sólo con la certeza de que él no sabía que yo lo estaba escuchando, aunque su voz se fuera apagando, como cuando se le baja el volumen a un radio… Me quedé pasmada ante su confesión y no pude hacer más que, en mi sumido sueño, intentar que mis labios se contrajeran en una sonrisa genuina, llena de alegría, pero sobre todo, amor.
Me apoye en el barandal de la piscina, rendida ante las salpicaduras de agua que chocaban contra mi rostro, que se había transformado en un puchero, propio de una niña de cinco años. Le di un manotazo con la mano a la corriente de agua que se encimó hacia mí, empujándome hacia la pared de linóleo de la piscina.
—Agh —masculle solo para mí.
Los atolondrados chicos que le siguieron el juego al que se le ocurrió esa idea tan idiota, no hacían caso a mis berrinches, y prácticamente, me ignoraban. Ignoraban el hecho de que detestaba que me hicieran hacer algo que estaba en contra de mi voluntad. Me sorbí la nariz y trate de secar mi cara, cosa que no sirvió para nada. Al menos me alegraba el hecho de que ellos se divertían. Me sujete fuerte del barandal para luego, de un salto, cuidando que no me resbalara, saliera de la piscina subterránea que se había convertido en el sitio en donde menos me hubiese gustado estar en aquel momento.
Inconscientemente, mi vista se topó con el pecho de Liam, supuse. Subía y bajaba, apaciguando su mirada con su respiración o eso creía yo. Orienté mí vista hacia su rostro que se encontraba unos centímetros más que el mío y una carcajada escapo de sus labios, cuan tonada de jazz en un salón de fiesta refinada.
—¿Te gustaría secarte, Lucy?
—Puedo hacerlo sola —repliqué con propiedad.
—Te acompaño entonces —contestó, ignorando mi mirada hostil.
—No me sigas, Payne.
Reprimí las ganas de gritarle a tope que me dejara sola, pero sería en vano. Sustituiría mi enfado con una sonrisa reparadora y en cuestión de segundos, olvidaría la razón de mi enojo.
—¿No te diviertes? —me preguntó.
Sentí un aire desanimado en la pregunta que me formuló, mas mi sensibilidad estaba bloqueada por las ganas de golpear al que había hecho semejante estupidez.
—Claro.
Atravesamos el jardín que después de dos kilómetros daba con la mansión de Styles. El silencio tomo posesión del intento de conversación que habíamos ejercido. Mi respuesta no había sido lo suficiente perceptible entusiasta y creíble como para que se aliviara, de alguna u otra forma, esa pequeña pregunta había acaparado todos los límites de la aversión que tenía hacia mí misma, obligándome a pensar en una respuesta acorde con mi temperamento. Quizás no fue muy considerado de mi parte abandonar la cabaña donde compartíamos la tarde, pero me fue inevitable controlar esa pequeña parte de mí que era susceptible ante cualquier estímulo. Y eso era todo lo que necesitaba para consolarme. Sin embargo, no tomé en cuenta los sentimientos de los chicos, pues era verano y se suponía que las sorpresas eran parte del paquete, acompañado de las sonrisas y la diversión que ellos querían experimentar, en cambio yo parecía una de esas mujeres anticuadas que no cedían ante la sensación de pasar un buen rato.
Más tarde, el peculiar olor a incienso que procuraba la mansión, despertó mis sentidos y me percaté de que, seguida de Liam, habíamos atravesado el umbral de la puerta de cristal, para después subir las escaleras a un ritmo acompasando al de un caracol. No tenía apuro en llegar a nuestra habitación, aunque mis dientes chocaran unos con otros titiritando de frio y mi cuerpo se estremeciera de pies a cabeza cuando alguna corriente de aire impactaba contra mí.
Liam, sin esperar aviso alguno de mi parte, se sentó en mi cama, dispuesto a esperarme hasta que terminara. Ni una mirada, ni una sonrisa de disculpas fue lo que necesitó para que aún estuviera en mí, imagino, irritable presencia. El gesto me pareció considerando tomando en cuenta mi comportamiento de niña malcriada. ¿Por qué tenía que complicarlo todo aún más de lo que ya estaba? Hubiese preferido una discusión donde me dijera que yo arruinaba su diversión y que mis sentimientos de culpa no constataban mi objetividad a su revelador pero apacible silencio que no me decía absolutamente nada al respecto; su rostro permanecía inescrutable, aunque mis instintos decían que, debajo de esa mascara se encontraba decepcionado. Una decepción casi inmediata, creía yo que ya se lo esperaba. Digo, me conocía desde hace mucho y no era la primera vez que esa pequeña particularidad mía salía a flote.
—Liam… —corté mi petición abruptamente, concentrándome más que todo en esos ojos suyos que me quemaban con su intensidad a través del hermoso color miel que irradiaba, como siempre, compasión.
Decidí no pedirle que me diera una respuesta razonable para que de esa manera, mi cuestionamiento pudiera morir en paz, porque, desde luego, lo menos que quería era llegar a una discusión provocada por mí y tampoco jugaría el papel de masoquismo en el juego, como se expresa la dependencia a lo que te hace mal, coloquialmente.
Bajo su rostro, sin nada que decir y noté al instante como sus manos se cerraban entorno a la sabana, apretándola cuan muñeca de trapo. Lo hacía para drenar emociones, dando a entender que dentro de sí mismo, nada era claro y que, tampoco tenía ánimos de hablar.
…lo conocía tanto. Entendí su deseo y no protesté así como el no inmutó su indiferencia al percatarse de que la situación encajaba como anillo al dedo guiándose por mi complicada pero suspicaz actitud.
Una vez en el baño, relaje un poco los músculos y me despoje con gran dificultad de la ropa mojada que cubría mi cuerpo. Hasta ahora, no me había dado cuenta de que mis manos estaban aferradas a mi estómago, sometiendo la carne a un estrujón, en un intento forzado por calmar mi desesperación respecto al asunto. Deduje con éxito que el vacío que experimentaba se debía a su ausencia, no estaba en su presencia, necesitaba más de él, necesitaba tenerlo cerca no sentirlo distante y frio… un cambio sería esencial y me disculparía si eso arreglaba las cosas.
Enjaboné mi cuerpo, lave mi cabello con la esencia de fresas, y seguí con mi aseo con más rapidez de la que hubiera imaginado. Mis manos temblaban a sobremanera al deslizarse por mi cuerpo y supe que lo que sentía por Liam ya se había convertido en un problema del que sería difícil escapar con el corazón sin un rasguño. Sentí temor, porque el futuro era incierto y absolutamente nada me aseguraba que sería de mí, que sería de él… de nosotros.
Una melodía puertorriqueña atacó mis pensamientos, convirtiéndolos en un susurro elocuente comparado con la canción, que solía tararear mamá antes de salir a eventos con mi padre o simplemente cuando estaba por la casa. La tocaba al piano con frecuencia, el intérprete, Luis Enrique... ella como adoraba a ese hombre, sus letras eran tan reales. Recuerdo como la curiosidad me picaba en los oídos y salía a su salón privado, a espiar desde el marco de la puerta, ver como sus dedos tocaban su piano con soltura y empeño, haciéndome transportar a un mundo donde me imaginaba muchas cosas. La letra de la canción era mágica y encajaba con lo que yo sentía. Desconcierto por que no era una adivina, ni mucho menos una vidente que predecía el futuro, aunque básicamente eso dependía de las decisiones que tomara, de eso partía la verdadera felicidad. El problema se me presentaba cuando no sabía que decisión tomar.
—Yo no sé mañana, yo no sé mañana, si estaremos juntos… si se acaba el mundo; yo no sé si soy para ti, sí serás para mí…—canturreé en español, imitando la infantil pero melodiosa voz de mi madre.
Me detuve en seco al mi manos rozar con el picaporte de la puerta del baño. Cuando saliera, debía asumir que había tomado ya una decisión, cuando saliera del lugar donde razoné tanto, no tendría otra opción que hablar, sí o sí. Pensé que no había analizado bien que camino elegir, si la duda o la determinación, pero todo eso pareció de poco significado y entendimiento para mí en cuanto mis ojos captaron con dulzor como el cuerpo de Liam se encontraba tendido en mi cama, con la respiración que corría por el ambiente, tan sutil y apacible, un error demasiado perfecto. Con la mano detrás de la nuca, tan frágil a simple vista, tan inocente…
Me lleve la mano a la boca para evitar que la mandíbula se me cayera al piso. A pasos lentos e inseguros, me acerqué a su posición. Cubría un poco más de media parte de la cama; me senté en la orilla, intentando no hacer mucho ruido y evitando que se despertara por mi culpa. Mis manos se dirigieron sin mi consentimiento a su pecho, marcando una ruta de caricias suaves y casi imperceptibles, luego rocé uno de mis dedos con sus labios que permanecían entreabiertos y una mínima gota de saliva descendía por ellos. Posteriormente, acaricie su mejilla con suavidad, cuidando que su rostro no se quebrara en mis manos. Me pregunte con qué facilidad de rompería su corazón, si mis deducciones eran verdaderas o exageradas, si quizás ni siquiera tomara en cuenta el dolor o quizás el agobio que le provocaba cualquier cosa que llegara a poder herirlo. Me pregunté una y otra vez, si su corazón podía soportar las adversidades, incluso más que el mío; si le dolía respirar, si su voz se quebraba al final de la oración causado por lo que el sentía. Si el cumplía con los requisitos de un corazón perfecto, ¿por qué yo no?
Suspiré y frené el hilo de mis pensamientos. Sus pestañas temblaron, como si aquel suspiro le hubiera pesado. Como si aunque permaneciera dormido, pudiera oír mis pensamientos. Me atemorizó la idea de que despertara, y el líquido broncíneo de sus ojos se congelara, su mirada se paralizara y en segundos, volviera a tratarme con una frialdad penosa, quizás de la que él no estaba consciente del todo. Mi corazón latió con un frenesí nervioso y no lo pude evitar.
Se relamió los labios y los presionó con el entrecejo fruncido.
Me atemorizaba la idea de no ser querida, que me perdiera un segundo de su amor; un miedo inevitable a perderlo todo. Le agarré odio a lo incierto, pues yo quería saberlo todo, así mi corazón se prepararía para la siguiente batalla confrontada, así no tendría miedo de perderlo a él.
Percibí un ligero toque en mi mano, no quise ladear la cabeza, pues sabia de que se trataba. La mano de Liam irradiaba un calor muy cómodo, también era suave y tuve miedo de apretarla para que no se despertara. Cerré los ojos, presionándolos contra mis mejillas. Mis dedos enroscaron a la perfección en los suyos, como si la medida perfecta si existiera y estuviera destinada para el acople de su mano y la mía. Me tomo fuera de base que con su pulgar, acariciara mi mano. Se sentía tan bien… no me importaba si estaba soñando y lo que había hecho hubiera sido un impulso del que no fue consciente, nada. Solo podía escuchar los latidos de su desenfrenado corazón, y supe, que no estaba dormido.
—Lucy… —balbuceaba con la voz quebrada en dos partes: tal vez el dolor y la felicidad—. Mi dulce Lucy…
Conmovida, mi respiración comenzó a agitarse. Me repetí para mis adentros que no debía hacerme ilusión al respecto, que no podía sacar conclusiones donde no las había. Mis labios presionaron contra su frente y entendí, que ya no había vuelta atrás. Mi sentimientos era irreversibles, no podía cambiar nada en mí, tampoco podía acertar el futuro, pero si podía ceder ante las emociones del presente.
Entonces despertó. Di un salto en mi puesto y el soltó una risotada tan lenta que me pareció empalagosa. Le sonreí con nerviosismo y el me correspondió con un beso rápido en la mejilla antes de levantarse a toda prisa y tender mi mano, haciéndome una reverencia totalmente educada.
—Al club de los idiotas les hace falta dos integrantes —pronunció, divertido.
Tomé su mano y prácticamente me jaló hacia la puerta, enfocando risas juguetonas que hacían el mismo efecto en mí. Sigue siendo el mismo idiota de siempre, reconocí.
[…]
Sentados en frente de una fogata improvisada con unas ramas y un poco de fuego, Liam, Harry, Zayn, Logan, Niall y Louis cantaban una más que otra de sus canciones favoritas, agregando anécdotas y contándonos sobre su sueño de, algún día, poder ser famosos y cantar para millones de personas, ganándose la sonrisa más sincera de alguna chica. Más allá de todo eso, el ambiente nocturno trajo consigo una luna nueva realmente hermosa, que nos envolvía con su simpleza y resplandor, transformando una noche ordinaria, en una inolvidable. La espesura de la noche nos arropó con su fría manta, sobrecargando el aire de algún tipo de amor que no era evidente, que estaba oculto bajo las sombras de aquel que no quisiera ver algo notorio.Siéndome una intrusa, contemplé como Logan recargaba su mirada pérdida de enamoramiento en Skyler, aunque ella fuera tan tonta como para no darse cuenta, eso era algo que el sentía en secreto. Admire la cualidad de pasar desapercibido, de no ser tan obvios, aun cuando amas a esa persona… incluso más que a tu propia.
Me había ganado sonrisas amistosas y quizás amables por parte de mis amigos. Justificaron mi comportamiento con razón, insistiéndome a que no me enfadar ni preocupara; nada había cambiado. La idea me producía un alivio casi seguro, de no ser por Liam, me hubiese quedado sola, encerrada en la habitación sin salir a cenar, si quiera. Y es que, ¿quién querría perderse la lasaña de Harry? Nadie y eso incluía a Deby como primer factor de entusiasmo para la satisfacción del rizado.
—¿Quieren que contemos historias de terror? —preguntó Niall juntando sus manos y moviéndolas al unísono.
Me removí en mi asiento, más bien, digamos tronco y mis ojos prácticamente le gritaron a todo lo que daban a Liam que lo impidiera de alguna manera. Rodé los ojos al escuchar como silbaba con despreocupación.
Isabelle y yo casi gritamos al unísono:
—¡Cállate, Nialler!
—Dejen el drama, par de tontas. Apuesto a que las que se saben estos idiotas ni siquiera dan miedo —Gabrielle susurró lo último tapando la mitad de sus labios para que los chicos no oyeran.
—No, no, no, no y no —enfatizó Deby negando rápidamente—. No historias de terror, ¿me oyeron bien?
Muchas veces Deby podía ser muy autoritaria, agradecí esa faceta. Estaba segura de que Harry la apoyaría y no dejaría que nadie la asustase.
Louis se burló de nosotras y sus manos escondieron parte de su cara.
Valerie mantenía silencio, tal vez la idea de no poder dormir por escuchar voces a la mitad de la noche no era de relevancia alguna para ella.
—Ya, entonces, ¡Pintémonos las uñas y hagamos una fiesta de piyamas, sííí! —replicó Logan, imitando nuestras voces femeninas.
Le di un codazo en el brazo a Liam para que por lo menos, se atreviera a opinar algo.
—Ay, chicas. No es para tanto, no creo que sean unas florecitas, ¿a qué no? Dejen que las cuenten y ya —dijo Liam.
—Ash, gracias por la ayuda, Payne —Skyler le sonrió con falsedad.
—Hazle pucheros a Harry, ve —le murmuré a Deby.
Los labios de Deby se contrajeron hacia abajo y sus ojos se volvieron más grandes.
—De todas maneras, estaremos nosotras para protegerlas de cualquier monstruo que las ataque —prometió Harry aun no quitando la vista de Deby, sonriendo como un completo baboso.
—¿Entonces…? —Louis alzó una ceja y nos miró expectante a una por una.
Isabelle, Skyler, Valerie, Gabrielle y yo compartimos un intercambio de miradas y asentimos lentamente.
—Vale, pero solo una, no se excedan —me rendí señalando al rubio que inmediatamente se encogió de hombros.
—Trato —aseguró Logan con una sonrisa maliciosa. No sabía sin fiarme de ellos, pero finalmente, no tuve otra opción.
Codo con codo, Liam se encontraba a mi lado. Me aferre a su brazo con fuerza y no fui capaz de mirarle a la cara. Estaba segura de que me moriría del susto aunque no lo demostrara y él me inspiraba protección. Uní mis piernas en una y esperé a que uno de los chicos empezara con el tenebroso relato que me traería pesadillas.
—La leyenda que les contaré hoy se llama: Los labios cortados de María. Hace unos años, una artista reconocida mundialmente estaba gozando de su estrellato sinfín. Conciertos, giras, firma de autógrafos, un novio mensualmente, hospedaje en hoteles de cinco estrellas… la vida perfecta. Un día, se vio involucrada en un chisme de esos que inventas los reporteros y su manager no pudo hacer absolutamente nada para sacarle la pata del barro. Vencida y sintiendo como su mundo de fama se desmoronaba, caminaba por las vacías calles de un callejón de cuarta, con una botella de agua ardiente en las manos, el maquillaje corrido y la vergüenza de ser una porquería en el mundo en que se había sumergido —Louis hizo una pausa e inspecciono nuestros rostros. Contaba la historia con afán de molestarnos y si eso quería, de mi parte no lo iba a conseguir. Sonrío como si nada y siguió con la historia.
«Unos desgraciados se aprovecharon de su debilitamiento y abusaron de ella esa misma noche, cerca de un basurero continuo a un bar de apuestas y tráfico de drogas. Aquellos hombres fueron tan cínicos, que las lastimaron demasiado, haciendo cortes en su cuerpo, magullando su pecho e hiriendo partes sensibles de su cuerpo. Al estar satisfechos con semejante labor, le cortaron los labios y dejaron solo su lengua al descubierto…»
Procuré no vomitar en el brazo de Liam y reprimí las ganas de salir corriendo del lugar y esconderme donde nadie pudiera encontrarme.
Louis no prestó atención a los rostros horrorizados de las chicas y continúo:
—Pero María había quedado viva… y se había convertido en un monstruo peor que esos hombres que la habían maltratado. Buscó venganza entre los inocentes y la consiguió, convirtiéndose en la asesina más buscada de todo Londres. Averiguo la ubicación de los tipos y cuando los halló, según cuentan, destrozó sus entrañas cuan carnicería barata y los quemó en una finca muy cerca de Estados Unidos… Desde ese momento, María desapareció y hasta ahora, no se sabe su paradero ni de que fue de ella.
Mis piernas comenzaban a debilitarse y mis mejillas se hincharon de aire. Tenía ganas de correr, de gritar en el odio de Liam lo mucho que ese relato me había asustado, de esconderme y buscar a mi osito de felpa, abrazarlo a mi rostro y después de unos segundos, experimentar esa sensación de protección que me hacía sentir completa de nuevo.
Me esforcé muchísimo para que mi rostro pareciera inescrutable, no iba a expresar mi temor para en buena hora ganarme las risas de Louis y quizás de Lerman.
Liam me estrechó con dulzura y me besó la coronilla. No sirvió de nada.
—¿Saben qué? Cuando mi familia acudía aquí con frecuencia, mi padre comentaba que esa finca, está a pocos kilómetros de ésta. Así que tal vez no estamos tan lejos de María.
Mis rodillas se accionaron con rapidez, y de igual forma me zafé del agarre de Liam. Una vez que me puse en pie, corrí sin parar hasta que pasé el mini parque de la parte inferior de la mansión, mis ojos enfocaron a pesar de la rapidez, árboles que iba dejando atrás poco a poco, el terreno que pisaba se volvió desigual, mis pies fallaban y pisaban piedras demasiado gruesas como para pasarlas tan rápido, mis ojos empezaron a picar por el viento que me azotaba; me creí tan débil que pronto resbalé e impacté contra el pasto que me rodeaba. Gemí de dolor y cuando trate de levantarme, un tronco que se adhería en mi pie me lo impedía furtivamente.
Ya era tarde y hasta yo sabía que María vendría por mí en cualquier momento. La sangre que corría de mis pantorrillas delataba mí, tal vez, gran sabor, infundiéndome miedo. ¿Dónde estaba Liam y por qué no me salvaba de aquella trágica pesadilla? ¿Es que no había sido lo suficientemente buena para él? ¿Mi vida valía tan poco? Al menos recordaba haber llevado una vida plena y feliz dentro de los cabales de lo soportable.
Pronto, alcancé a escuchar como una voz ronca, agitada por el trote, gritaba mi nombre, una y otra vez… una y otra vez. Su preocupación no cesaba.
—¡Ay, por dios! Luciana Valentine Stanley Weber, ¿Qué demonios haces tendida en el suelo? No puede ser… no… oh. Yo te ayudo, permíteme. ¿Sabes hacer un torniquete? Por Dios, te lastimaste mucho, Lucy. Estás en graves problemas, pequeña.
Su voz reflejaba enojo y desconsideración, al mismo tiempo que se mezclaba con la preocupación y el tacto que tenía Liam para hablarme. El crujir de las hojas me dio a entender que se acercaba, examinaba mi pantorrilla y balbuceaban términos médicos de los cuales yo no tenía ni idea. El dolor en mi tobillo empezaba a intensificarse y mi irritación por su lentitud a hacerse notoria.
—Ayúdame a levantarme de una maldita vez, Liam —exigí, gruñéndole.
Pude observar, a través de la tenue luz que se filtraba por las hojas de los robustos árboles que parecían observarme, como el rostro de Liam se contraía en una mueca de diversión.
—Quiero que sepas que a mí no me hace gracias, Payne.
Ignorándome, me tomo por la cintura en un movimiento ágil y después de que concentrara mi peso en su brazo derecho, me alzó con suma facilidad en sus brazos.
—Cierra el pico, Luciana —carcajeó él, exigiendo mi silencio.
[…]
Una sensación de estremecimiento y pesadez envolvió mi tobillo en una fina capa de sudor. Me dolía muchísimo, así que para distraerme, me dedique a mirar el rostro de Liam mientras el colocaba unas vendas alrededor de la zona casi fracturada. Movía su mano al compás de la rapidez de un parpadeo. Un lado de su boca se elevó en una media sonrisa.
—¿Te duele?
—Me incomoda. El olor a alcohol está quemando mi nariz —protesté en voz baja, lo suficiente como para que el me escuchara.
—Lo siento.
Me apresuré a negar con la cabeza y obsequiarle una sonrisa propia de inocencia.
—No, está bien. ¿Crees que sane rápido? Quisiera darme un chapuzón mañana —mi voz se iba apagando debido al cansancio que me embargaba.
Su risa despertó mis sentidos. Siempre con el poder de hacerme revivir en segundos.
—Esperemos que sí. De igual manera, ya lo revisaré mañana.
Logré percibir unos pasos que se aproximaban a nosotros con empatía. Reconocí esa esencia a fresas y canela, eran Deby supuse que Harry. Nunca se me olvidaría esa fragancia tan propia suya, aunque estuviera dormida o incluso en la muerte. Así de fuerte era lo que manteníamos; un lazo muy difícil de romper.
—Espero que te recuperes, Lucy. Y siento lo de esta noche… —miré a Harry pareció dudar; rastro que desapareció en cuanto recibió un codazo por parte de Deby. Reí para mis adentros—, me sobrepasé.
—Sí, fue un imbécil. Cuídala mucho Liam; la dejo en tus manos, ¿vale? —observó a Liam con propiedad—. Te quiero mucho, lo sabes —me concedió una sonrisa maternal.
—Está bien, cielo —susurré, tratando de que mis ojos no se cerraran—. Vete en paz, Harry, pero quiero que sepas que no se quedará así.
—Como digas, Lucy. Descansa.
Pasaron aproximadamente dos segundos y Harry acompañado de Deby desaparecieron de mi vista. Seguro iban a dormir.
Lo último que logré percibir fueron los calientes labios de Liam rozar con los míos. No fui consciente de por qué rayos había hecho eso, aunque fuera solo un simple roce, la importancia que él le acertaba suponía una diferencia a mi manera de pensar.
—Te amo mi Lucy, no sabes cuánto… —había susurrado muy, pero muy cerca de mi rostro.
Su aliento a menta embargó el hilo de pensamientos lógicos que trataba de construir. Dejándome en la nada, sólo con la certeza de que él no sabía que yo lo estaba escuchando, aunque su voz se fuera apagando, como cuando se le baja el volumen a un radio… Me quedé pasmada ante su confesión y no pude hacer más que, en mi sumido sueño, intentar que mis labios se contrajeran en una sonrisa genuina, llena de alegría, pero sobre todo, amor.
_______________________
Aquí está el capítulo. En verdad no quedó como yo quería, but hice el intento. Siento la tardanza, es que estuve ocupada, ya empecé el instituto y se me complica la cosa. Las quiero muchito a todas, bebés, oh, y sigue, Deby<3.
bigtimerush.
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
pasé de página)?
es mucho mejor así deby<3
estoy escribiendo capi para special ladies, así que si te gustó este, con el otro vas DES-FA-LLE-CER.
jajaja, te amo<3
es mucho mejor así deby<3
estoy escribiendo capi para special ladies, así que si te gustó este, con el otro vas DES-FA-LLE-CER.
jajaja, te amo<3
bigtimerush.
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Sshfkgsks ¡Mi Dios!
Asdasd Es uno de los capítulos más sentimentales y emotivos que leido Te juro que me hblablandaste el corazón y casi me haces llorar Lo que pasa entre Lucy y Liam es DEMASIADO HERMOSO TU CAPITULo
¡Yo conozco la canción! Asdasdasd Fue genial :3
Qué malos, yodetesto las historias de terror... Lo peor es que la leí Y SON LAS 11:30 DE LA NOCHE ¿CÓMO DORMIRÉ? (????) ah
Lucy se asustó y... Terminó con un tobillo casi roto ._. Ay Dios, esta chiquilla :meh: (?)
Y luego Lucy reconoció mi perfume y yo casi muero DE AMOOOOR<33333
Harry y yo... Iremos a dormir, claro(?
Mi comentario es asqueroso bc estoy desde el celu bc mi computadora de porquería se apago ccccc: ah
¿Sabes? creo que editaré mi comentario porque este es muy feo :meh: Pero AMÉ EL CAPÍTULO Y obvio, como soy tu fan #1 ni hablar de tu escritura... Osea plz, eres Mey :meh:
Ya quisiera leer el cap de Special Ladies
Te amooooo<3333
Asdasd Es uno de los capítulos más sentimentales y emotivos que leido Te juro que me hblablandaste el corazón y casi me haces llorar Lo que pasa entre Lucy y Liam es DEMASIADO HERMOSO TU CAPITULo
¡Yo conozco la canción! Asdasdasd Fue genial :3
Qué malos, yodetesto las historias de terror... Lo peor es que la leí Y SON LAS 11:30 DE LA NOCHE ¿CÓMO DORMIRÉ? (????) ah
Lucy se asustó y... Terminó con un tobillo casi roto ._. Ay Dios, esta chiquilla :meh: (?)
Y luego Lucy reconoció mi perfume y yo casi muero DE AMOOOOR<33333
Harry y yo... Iremos a dormir, claro(?
Mi comentario es asqueroso bc estoy desde el celu bc mi computadora de porquería se apago ccccc: ah
¿Sabes? creo que editaré mi comentario porque este es muy feo :meh: Pero AMÉ EL CAPÍTULO Y obvio, como soy tu fan #1 ni hablar de tu escritura... Osea plz, eres Mey :meh:
Ya quisiera leer el cap de Special Ladies
Te amooooo<3333
Invitado
Invitado
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Es en serio, lo editaré porque está muy deforme(?)
Invitado
Invitado
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
E-N-V-I-D-I-A ENVIDIA, eso es lo que te tengo conchuda :wut:
NO PODES ESCRIBIR TAN BIEN ¡OH ALABADA SEAS MEY, DIOSA DE LAS NOVELAS!
No se vale, yo tmb quiero escribir así
Lucy y Liam son tan perfectitos, tal para cual :$$$$$$$
Me mori del amor cuando Lucy lo acaricio mientras estaba dormido, aunque la babita que le caia cago el momento romatic (?
AJAJJAJAJAJAJJAJ Lucy es re cagona mi vida, me hace acordar a mi, la exagero siempre :( Mis amigos siempre agarran para la joda por eso, es re feo, la re comprendo
OWWWWWWWWWW, LIAM LA BESO Igual para mi que la quería violar y le quería comer los labios como a Maria, la chica de la historia, pero le dio un piquito porque tiene un corazon de oro mi Leeyum
PD: La envidia es en el sentido bueno, asi re buena onda, re PUM para arriba
PD: Gracias a todas por comentar mi capitulo, me hicieron sentir de diez :(
NO PODES ESCRIBIR TAN BIEN ¡OH ALABADA SEAS MEY, DIOSA DE LAS NOVELAS!
No se vale, yo tmb quiero escribir así
Lucy y Liam son tan perfectitos, tal para cual :$$$$$$$
Me mori del amor cuando Lucy lo acaricio mientras estaba dormido, aunque la babita que le caia cago el momento romatic (?
AJAJJAJAJAJAJJAJ Lucy es re cagona mi vida, me hace acordar a mi, la exagero siempre :( Mis amigos siempre agarran para la joda por eso, es re feo, la re comprendo
OWWWWWWWWWW, LIAM LA BESO Igual para mi que la quería violar y le quería comer los labios como a Maria, la chica de la historia, pero le dio un piquito porque tiene un corazon de oro mi Leeyum
PD: La envidia es en el sentido bueno, asi re buena onda, re PUM para arriba
PD: Gracias a todas por comentar mi capitulo, me hicieron sentir de diez :(
.cheshire.
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
les informo que, micky, decidió salirse de la nc por x razón que tampoco viene al caso.
estaré buscando a un reemplazo o simplemente, lerman queda fuera.
estaré buscando a un reemplazo o simplemente, lerman queda fuera.
bigtimerush.
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Ou :ccc
Si Stephy está de acuerdo podríamos buscar una escritora más. Así no esá llena de trabajo...
Y lerman... Si mi opinión importa (?) eque se salga ._. Y la nove será de One Direction.
Nada, eso(?
Si Stephy está de acuerdo podríamos buscar una escritora más. Así no esá llena de trabajo...
Y lerman... Si mi opinión importa (?) eque se salga ._. Y la nove será de One Direction.
Nada, eso(?
Invitado
Invitado
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Las pequeñas gotas que mojaban mi rostro no solo me recordaban el pasado, sino lo débil que yo era ante él.| ✗
Capítulo 002.
Arreglé mi camiseta con algo de molestia. Estaba a metros de la piscina pero no me atrevía a entrar. La ropa me estaba quemando la piel, quería arrojarla y zambullirme en el agua fresca. Lamentablemente cierto chico rizado se mantenía a pocos centímetros de distancia de mí y no cumpliría con lo que desea. Tomé mis codos incómoda. Harry seguía con su playera puesta. Tal parece que estaba en la misma situación. Le dirigí una mirada tímida, esperando alguna reacción, pero desvié mi mirada al encontrarme con sus prepotentes ojos esmeraldas. Los demás chicos disfrutaban con entusiasmo. Algunas solo miraban desde el borde, otros nadaban. Éramos los únicos allí, mirando como idiotas.
—Eso se ve divertido. —Murmuró muy cerca de mi oído. Sabía que si volteaba, me encontraría en una posición peligrosa.
—Yo lo hago si tú lo haces. —Me atreví a retarlo. Me dirigió una mirada perspicaz. Tomó el borde de su playera, levantándola por encima de sus hombros. Los músculos de su cuerpo se estiraron ante el movimiento. Sus rizos despeinándose ante la acción y su firme abdomen se exhibía frente a mí. Traté de desviar mi mirada, de prohibirme posar mis ojos en su cuerpo espectacularmente formado. Al estar en traje de baño, supe que sería mi turno. Harry me dirigió una mirada pícara y rodé los ojos sabiendo exactamente lo que estaba pensando. Tomé el borde de mi short, deslizándolo hasta quitarlo de mi cuerpo. Manteniendo todo el tiempo, la mirada baja, por supuesto. La blusa fue retirada por encima de mi cabeza. ¿Era posible que justo en ese momento, el cuello se haya encogido? De alguna manera, entré en pánico al encontrarme dentro sin poder salir. Sentí una ayuda extra y unas manos ayudándome.
—Uhm, esto no es sexy. —Bromeé con exagerada sinceridad una vez estando en bikini. Harry me dedicó una hermosa carcajada. No sé en qué momento se acercó tanto, podía distinguir el color verde de sus ojos oscurecerse hasta semejar un color musgo.
—Tú siempre eres sexy, Déborah Russel. —Con su dedo tocó de manera graciosa la punta de mi nariz, haciéndome soltar una pequeña risa. Los siguientes segundos fueron dedicados a miradas disimuladas, pero ¡Dios! ¿Cómo resistirse a tal físico?
—¿Van a seguir mirándose o van a entrar al agua? —Maldito Niall. Maldito, maldito Niall. Las carcajadas de todos inundaron mis oídos poniéndome —además de colorada— molesta.
—Cállate Horan. —Gritó Harry a mi lado. Volvió a ponerse en frente mío, de nuevo, muy cerca.
—¿Lista para entrar? Digo, si no quieres podemos quedarnos fuera. —Le busqué sentido a sus palabras, y cuando lo encontré lo miré con extrañeza. ¿Se refería a…?
—¿Porqué lo dices? —De un momento a otro, mi corazón dio un vuelco ante la idea.
—Recuerdo que no te gustaba nadar mucho, ya sabes… Después de lo del lago. —Mi mente hizo memoria hasta el día en el que Harry y yo nos caímos en un lago, en medio de una excursión. En ese entonces no sabía nadar y tragué mucha agua sucia, obvio. Desde ese entonces casi no me metía al agua. Le dirigí una mirada tierna, pues había ablandado una parte de mi corazón. ¿En serio lo recordaba? Por instinto mi mano se dirigió a su mejilla, arrepintiéndome al siguiente segundo. Pero era tarde, Harry había cerrado sus ojos, dejándome demostrarle lo mucho que su consideración significaba para mí.
—Estoy bien ahora, Hazza. —Susurré, agradeciendo en mi interior al chico que tenía en frente mío. Asintió y tomando mi mano, me llevó al borde de la piscina. Nos sentamos viendo a los demás chicos jugar. Al parecer en medio de nuestro pequeño momento íntimo, Lucy había sido zambullida contra su voluntad y —algo molesta— se retiraba de la estancia, hacia quién sabe dónde. Iba a seguirla, hasta que vi como Liam iba tras ella. Supe que iba a ser un momento a solas que debían pasar, tarde o temprano, así que me enfoqué en la otra situación.
—¿A la cuenta de tres? —Le dije expectante, reía en mis adentros logrando haberlo dejado lo suficientemente iluso.
—Uno… —Ambos sentados remojando los pies, en mi mente estallando a carcajadas.
—Dos… —El sonido del suspenso cargaba mi voz, miré divertida el impulso que tomaba para arrojarse.
—¡Tres! —Fue necesario un solo movimiento de mi parte para que Harry se sumergiera, saliendo tan solo segundos después. Mi estómago dolía de la risa, y podía jurar que lágrimas estaban goteando de mis ojos. —¡Me las pagaras, Deby! —Yo solo respondía con asentimientos y sonoras carcajadas que divirtieron a mis compañeros. —¡Mierda! Está helada —De no ser por estar muriéndome de risa, podría observar por horas la manera en la que movía sus rizos. Estaba comportándome como una idiota enamorada… Y no me importaba en lo absoluto. Sentí sus manos tomar mis tobillos y mi risa cesó.
—¡Ni se te ocurra, Styles! —No me importaba el hecho de que yo lo había engañado, si me arrojaba al agua se iba a ganar un día entero de mi indiferencia.
—¡No sabes el miedo que tengo! —Me estremecí ante su mirada. Ahora estaba en medio de mis piernas y me encontré a mí misma encorvándome para hablarle frente a frente.
—No lo hagas. —Murmuré mientras ambas narices estaban rozando.
—Por supuesto que lo haré. —Lo tenía tan cerca, que hubiera querido que nada arruinara ese momento. Mi mirada solo podía dirigirse a sus labios, pero ambos teníamos un enfoque, no era el momento de seducir. Quería enredar mis brazos alrededor de su cuello y probar del néctar de su boca nuevamente, después de tanto tiempo de tortura para mí. Lamentablemente antes de gritar “¡No! ¡Hazza, no!” Su fuerza pudo conmigo arrojándome junto con él en medio de la frescura de la piscina.
—Eso se ve divertido. —Murmuró muy cerca de mi oído. Sabía que si volteaba, me encontraría en una posición peligrosa.
—Yo lo hago si tú lo haces. —Me atreví a retarlo. Me dirigió una mirada perspicaz. Tomó el borde de su playera, levantándola por encima de sus hombros. Los músculos de su cuerpo se estiraron ante el movimiento. Sus rizos despeinándose ante la acción y su firme abdomen se exhibía frente a mí. Traté de desviar mi mirada, de prohibirme posar mis ojos en su cuerpo espectacularmente formado. Al estar en traje de baño, supe que sería mi turno. Harry me dirigió una mirada pícara y rodé los ojos sabiendo exactamente lo que estaba pensando. Tomé el borde de mi short, deslizándolo hasta quitarlo de mi cuerpo. Manteniendo todo el tiempo, la mirada baja, por supuesto. La blusa fue retirada por encima de mi cabeza. ¿Era posible que justo en ese momento, el cuello se haya encogido? De alguna manera, entré en pánico al encontrarme dentro sin poder salir. Sentí una ayuda extra y unas manos ayudándome.
—Uhm, esto no es sexy. —Bromeé con exagerada sinceridad una vez estando en bikini. Harry me dedicó una hermosa carcajada. No sé en qué momento se acercó tanto, podía distinguir el color verde de sus ojos oscurecerse hasta semejar un color musgo.
—Tú siempre eres sexy, Déborah Russel. —Con su dedo tocó de manera graciosa la punta de mi nariz, haciéndome soltar una pequeña risa. Los siguientes segundos fueron dedicados a miradas disimuladas, pero ¡Dios! ¿Cómo resistirse a tal físico?
—¿Van a seguir mirándose o van a entrar al agua? —Maldito Niall. Maldito, maldito Niall. Las carcajadas de todos inundaron mis oídos poniéndome —además de colorada— molesta.
—Cállate Horan. —Gritó Harry a mi lado. Volvió a ponerse en frente mío, de nuevo, muy cerca.
—¿Lista para entrar? Digo, si no quieres podemos quedarnos fuera. —Le busqué sentido a sus palabras, y cuando lo encontré lo miré con extrañeza. ¿Se refería a…?
—¿Porqué lo dices? —De un momento a otro, mi corazón dio un vuelco ante la idea.
—Recuerdo que no te gustaba nadar mucho, ya sabes… Después de lo del lago. —Mi mente hizo memoria hasta el día en el que Harry y yo nos caímos en un lago, en medio de una excursión. En ese entonces no sabía nadar y tragué mucha agua sucia, obvio. Desde ese entonces casi no me metía al agua. Le dirigí una mirada tierna, pues había ablandado una parte de mi corazón. ¿En serio lo recordaba? Por instinto mi mano se dirigió a su mejilla, arrepintiéndome al siguiente segundo. Pero era tarde, Harry había cerrado sus ojos, dejándome demostrarle lo mucho que su consideración significaba para mí.
—Estoy bien ahora, Hazza. —Susurré, agradeciendo en mi interior al chico que tenía en frente mío. Asintió y tomando mi mano, me llevó al borde de la piscina. Nos sentamos viendo a los demás chicos jugar. Al parecer en medio de nuestro pequeño momento íntimo, Lucy había sido zambullida contra su voluntad y —algo molesta— se retiraba de la estancia, hacia quién sabe dónde. Iba a seguirla, hasta que vi como Liam iba tras ella. Supe que iba a ser un momento a solas que debían pasar, tarde o temprano, así que me enfoqué en la otra situación.
—¿A la cuenta de tres? —Le dije expectante, reía en mis adentros logrando haberlo dejado lo suficientemente iluso.
—Uno… —Ambos sentados remojando los pies, en mi mente estallando a carcajadas.
—Dos… —El sonido del suspenso cargaba mi voz, miré divertida el impulso que tomaba para arrojarse.
—¡Tres! —Fue necesario un solo movimiento de mi parte para que Harry se sumergiera, saliendo tan solo segundos después. Mi estómago dolía de la risa, y podía jurar que lágrimas estaban goteando de mis ojos. —¡Me las pagaras, Deby! —Yo solo respondía con asentimientos y sonoras carcajadas que divirtieron a mis compañeros. —¡Mierda! Está helada —De no ser por estar muriéndome de risa, podría observar por horas la manera en la que movía sus rizos. Estaba comportándome como una idiota enamorada… Y no me importaba en lo absoluto. Sentí sus manos tomar mis tobillos y mi risa cesó.
—¡Ni se te ocurra, Styles! —No me importaba el hecho de que yo lo había engañado, si me arrojaba al agua se iba a ganar un día entero de mi indiferencia.
—¡No sabes el miedo que tengo! —Me estremecí ante su mirada. Ahora estaba en medio de mis piernas y me encontré a mí misma encorvándome para hablarle frente a frente.
—No lo hagas. —Murmuré mientras ambas narices estaban rozando.
—Por supuesto que lo haré. —Lo tenía tan cerca, que hubiera querido que nada arruinara ese momento. Mi mirada solo podía dirigirse a sus labios, pero ambos teníamos un enfoque, no era el momento de seducir. Quería enredar mis brazos alrededor de su cuello y probar del néctar de su boca nuevamente, después de tanto tiempo de tortura para mí. Lamentablemente antes de gritar “¡No! ¡Hazza, no!” Su fuerza pudo conmigo arrojándome junto con él en medio de la frescura de la piscina.
{***}
—Vamos Debs, no te enojes conmigo. —Reí para mis adentros contando quizá la quinta vez que lo oía decir aquello. Había tomado mi ropa y me marché sin más de grupo. Tomé un papel de chica ofendida e indignada que me favorecía. No me importaba en lo más mínimo, hasta me pareció divertido. Pero quizá no tanto como verlo rogar perdón. Si bien seguía con mi ropa veraniega conformada por shorts y una blusa, el sweater rosado que me coloqué me sentaba perfecto en la frescura que la noche nos regalaba. —Por favor, perdóname. —Volví a escucharlo y reí ante la seriedad con la que se tomaba esta situación.
—Harry. —Lo llamé, colocándome justo frente a él. —Nunca me enojaría contigo, tonto. —Reí ante lo obvio que sonaba para mí, pero quizá fui un poco más sincera de lo que quería o debía. Me apacigüé al recibir una mirada tranquilizadora y cálida de su parte.
—No me ilusiones, Déborah. —Bromeó este. ¿Bromeó, verdad? Lo miré divertida pero quizá con un poco de curiosidad delatándome. Se acercó a mí, colocando su brazo acogedoramente alrededor mío. Allí, frente a esa hermosa fogata, con él a mi lado, podría jurar que daría lo que fuera, tan solo para congelar el tiempo, y que nada de esto cambiase.
—¿Quieren que contemos historias de terror? —La palabra “Terror” hizo eco en mis oídos, interrumpiendo mi sesión de caricias para la mano de Harry. Niall de nuevo parecía querer hacerme el día imposible. Mentalmente me pregunté ¿En serio?
—No, no, no, no y no. —No iba a dejar que estos inmaduros arruinaran una noche tan perfecta con pesadillas, sustos y otras cosas tan ficticias como reales. —Nada de historias de terror ¿Me oyeron bien? —De tan solo pensarlo, mi corazón se aceleraba. Me sentí como una niña pequeña, que necesitaba de su madre para ser consolada y apoyada en este momento. Traté de poner mi semblante más serio posible, para que me tomaran en serio.
—Hazle pucheros a Harry, ve. —Le sonreí casi maliciosa y le dirigí la mirada a Harry. Rogaba a gritos en mis adentros, que por nada del mundo mis encantos me fallasen en ese momento. Por un momento, juraría que mis ojos detonaban temor.
—De cualquier manera, estaremos nosotros para protegerlas de cualquier monstruo que las ataque. —Me derretí con aquella mirada, lo admito. Pero no fue ese el efecto que yo esperé. Refunfuñé un par de veces, ignorando por completo los abrazos que Harry me daba. La historia comenzó y yo tenía más miedo por lo que vendría, que por lo que estaba oyendo. Harry seguía acurrucado a mí, como yo a él. Sus brazos me parecieron el mejor refugio que podría encontrar en esos momentos. —No dejaré que nada malo te pase, nunca. —Un susurro tan suave y hermoso, que casi podría haber sido mi imaginación. Luchaba en mi interior para mantenerlas vivas en mi recuerdo. Quería pellizcarme para asegurarme de que no lo estaba soñando. No giré mi rostro, sabía que si lo hacía, sería muy tarde. Estaba a solo un paso de hacer contacto con aquellos labios que tanto ansiaba y necesitaba, tan solo con tratar de verlo a los ojos lo lograría, pero me contuve. Sentía su nariz rosando mi mejilla y cerré los ojos ante nuestra cercanía. Cuando quería, Harry podía ser muy romántico. Eso me lo dejó en claro con el paso de los años. Las palabras de Louis se oían lejanas a mí en ese momento. En la playa todo estuvo en silencio, solamente nuestras respiraciones eran el melodioso canto que acompañaban un momento tan íntimo.
Entonces supe que no debía. Me golpeé mentalmente, pues era arriesgado. Mis ojos quemaron ante las palabras que invadían mi mente. En realidad, solo una “Ilusa” Eso me creía. Me creía una ilusa por creer en toda esta fantasía demasiado perfecta para ser real. Luego, como bombas de estruendo cayeron las demás “Amor de verano” “Ilusiones” “Despedidas” y demás que echaron a perder uno de los segundos más hermosos que podría haber pasado a su lado. Separé mi rostro del suyo, para mirarlo a los ojos. Quise transmitirle que no debía, que estaba mal y que debíamos ir lento. Agradecí que parecía haberlo entendido. Con los párpados cerrados, asintió y puso atención en los demás.
—Lo siento…—Murmuré lo más lento que pude, solo para que él pueda oírme. Volví a la tranquilidad de sus brazos, ya casi en el final de la “terrorífica” historia.
—…destrozó sus entrañas cuan carnicería barata y los quemó en una finca muy cerca de Estados Unidos… Desde ese momento, María desapareció y hasta ahora, no se sabe su paradero ni de que fue de ella. —No sabía de qué me había perdido, pero eso sonaba aterrador. Mi cuerpo entero se estremeció ante la idea, pero rápidamente fui acudida por el rizado de brazos fuertes que me presionaba contra sí. Me miró con una sonrisa burlona, pero no vi en sus ojos el brillo genuino de diversión. Sabía que en el fondo estaba igual que yo, pero que era mejor —al menos por ahora— disimular un poco los sentimientos. Quizá luego sería más difícil, pero ninguno de los dos quería afrontar los problemas.
—No es gracioso. —Me referí al cuento. Harry soltó una pequeña carcajada, y aunque quería golpearle, me encontré riendo junto con él.
—¿Saben qué? Cuando mi familia acudía aquí con frecuencia, mi padre comentaba que esa finca, está a pocos kilómetros de ésta. Así que tal vez no estamos tan lejos de María. —Fui sorprendida por el movimiento de Lucy, quien huyó lejos de nosotros. Por instinto me levanté, pero Liam volvió a sentarme. Se les estaba haciendo costumbre, al parecer. Miré a Harry de manera reprochadora y golpeé su pecho tan fuerte como pude, pero no pareció sentirlo en lo absoluto.
—Idiota. —Le insulté sentándome lejos de él y de sus encantos irritantes.
—¿Qué? ¡Era una broma! Todos sabemos que María no existe… —Lo miré con incredulidad, mientras él solo trataba de explicárseles a los demás.
—Si a ella le ocurre algo, terminarás peor que María, ¿Entiendes, Styles? —Buen juego de palabras, lo admito. Deby 1, Harry 0. Me miró divertido, nada más.
—¿Qué me harás, Russel? Todos saben que quisieras violarme, pero no debes incluir a María en ello para disimular. —Está bien. Deby 1, Harry 10. Con los ojos abiertos por la sorpresa y ahora genuina indignación, me levanté dejando caer la manta, dirigiéndome a casa, a esperar noticias de Lucy. —¡Deby! —Pareció quejarse.
—¡Imbécil! —Lo ignoré al igual que las risas de mis amigos. En especial las irritables risas de Louis.
Camino a la estancia y lo único que oigo son los grillos incesantes y a Harry caminando detrás de mí. Entré a la calidez de la gran casona sentándome en el sofá sin prestar la mínima atención al chico de rizos que me seguía.
—Últimamente hago todo mal, ¿No? —Quizá pude haberme enternecido, un poco. Pero lo miré de manera obvia.
—¿Tú qué crees? —Me atreví a responder.
Los minutos pasaron en silencio, hasta que Liam llegó con ella en brazos. Suspiré aliviada, no solo por que había interrumpido este silencio infernal, sino también por traer a mi amiga a casa. Tenía lastimado el tobillo, en mi interior rogaba que pudiera sanar para continuar disfrutando de nuestras vacaciones. Miré a Harry acusadoramente, supongo que le debía al menos una disculpa.
—Espero que te recuperes, Lucy. Siento lo de esta noche… —Miré a Harry exigiendo más, pero él no captó al instante, por lo que acudí a un leve codazo. —Me sobrepasé.
—Sí, fue un imbécil. Cuídala mucho Liam; la dejo en tus manos, ¿vale? —Le dediqué una mirada seria a Liam, quien parecía más que encantado en estar allí para cuidarla.—. Te quiero mucho, lo sabes —Esta vez me dirigí a Lucy, mostrándole mi cariño. En serio quería que se recuperara, temía que se arruinaran sus expectativas de unas divertidas vacaciones. Pero al ver las miradas pícaras entre Liam y ella, supe que no la iba a pasar tan mal. No mientras él esté allí.
—Está bien, cielo —susurró muy suavemente. —Vete en paz, Harry, pero quiero que sepas que no se quedará así —Sonreí ante su amenaza.
—Como digas, Lucy. Descansa. —Le dediqué mi última sonrisa y caminé junto con él hasta la escalera. Su mano se posó en mi cintura pero fue quitada rápidamente por mí.
Los siguientes fueron ahogados en un insoportable silencio. Me coloqué mi pijama y luego de cepillar mis dientes, me recosté. Harry entró al baño, dejándome sola en mis pensamientos. ¡Qué mierda pasar una noche así de tensa! Suspiré con pesadez. Al voltear con el sonido de la puerta, pude observarlo salir del baño, simplemente en ropa interior. Mis ojos se abrieron por la sorpresa, mas traté de ocultarlo cuando este me vio. Se recostó en silencio sobre su cama, ambos mirando al techo. Apagué la luz, dejándolo todo a oscuras.
Mi mente me transportó a esos viejos tiempos, no en los felices, sino en los que todo lo bueno decaía y se derrumbaba frente a mis ojos, tan solo con su partida. Mis ojos lagrimearon al recordar que el chico recostado en aquella cama, era por el que lloré hace tan solo un par de años. Un pequeño sollozo salió de mis labios, lo suficientemente pequeño como para saber que no lo oiría.
—Sh… —Me sorprendió su susurro. —Tranquila…—Agradecía estar en medio de la oscuridad, de esa manera él no podía ver los pucheros y las gotas que derramaba. Mi cuerpo se hizo a un lado, dando paso a un cuerpo que hundió el espacio a mi lado.
—¿Porqué tuviste que irte? —Hablé de nuevo para mí misma, más que para Harry. Pero él me había oído, puesto que ahora mismo estaba consolándome. Dejé que me abrazara y di rienda suelta a las lágrimas silenciosas. Nada de sollozos, solo pequeñas gotas que mojaban mi rostro recordándome no solo el pasado, sino también lo débil que yo era ante él.
—Oye… —Llamó. Giré mi rostro para verlo. Mis ojos se desviaron al su abdomen descubierto, que subía y bajaba por causa de su respiración. Lo miré a los ojos, pero si lo hacía por demasiado tiempo, me volvería loca. —Lo siento. —Sus labios se acercaron a mi rostro a una distancia considerable.
—¿Qué sientes? —Me atreví a preguntar, casi en un balbuceo. Sabía que un solo movimiento más podría ser fatal.
—Ser un idiota… —La punta de su nariz volvía a acariciar mi rostro. Me dejé llevar, era una sensación que me hacía sentir bien y no quería desperdiciarla, no quería que mi mente de paranoica arruinara el momento. Pensé que iba a besarme, ambos teníamos los párpados cerrados. —Tú me pones idiota, Deby. —
Esa noche, soñé con ese momento. Con esa exquisita necesidad que yo tenía de él, uno con hambre del otro, y la manera en la que segundos antes me había entregado por completo a su servicio, dejando que hiciera conmigo lo que quería. Temí que haya sido un sueño, toqué mis labios para recordar la manera en la que me había besado tan tierna y pasionalmente a la vez. Me estremecí al creer que había sido tan perfecto como irreal, pero al sentir de nuevo en la realidad, el calor que cierto chico me proporcionaba, sonreí en mis adentros con la felicidad de una niña enamorada.
—Harry. —Lo llamé, colocándome justo frente a él. —Nunca me enojaría contigo, tonto. —Reí ante lo obvio que sonaba para mí, pero quizá fui un poco más sincera de lo que quería o debía. Me apacigüé al recibir una mirada tranquilizadora y cálida de su parte.
—No me ilusiones, Déborah. —Bromeó este. ¿Bromeó, verdad? Lo miré divertida pero quizá con un poco de curiosidad delatándome. Se acercó a mí, colocando su brazo acogedoramente alrededor mío. Allí, frente a esa hermosa fogata, con él a mi lado, podría jurar que daría lo que fuera, tan solo para congelar el tiempo, y que nada de esto cambiase.
—¿Quieren que contemos historias de terror? —La palabra “Terror” hizo eco en mis oídos, interrumpiendo mi sesión de caricias para la mano de Harry. Niall de nuevo parecía querer hacerme el día imposible. Mentalmente me pregunté ¿En serio?
—No, no, no, no y no. —No iba a dejar que estos inmaduros arruinaran una noche tan perfecta con pesadillas, sustos y otras cosas tan ficticias como reales. —Nada de historias de terror ¿Me oyeron bien? —De tan solo pensarlo, mi corazón se aceleraba. Me sentí como una niña pequeña, que necesitaba de su madre para ser consolada y apoyada en este momento. Traté de poner mi semblante más serio posible, para que me tomaran en serio.
—Hazle pucheros a Harry, ve. —Le sonreí casi maliciosa y le dirigí la mirada a Harry. Rogaba a gritos en mis adentros, que por nada del mundo mis encantos me fallasen en ese momento. Por un momento, juraría que mis ojos detonaban temor.
—De cualquier manera, estaremos nosotros para protegerlas de cualquier monstruo que las ataque. —Me derretí con aquella mirada, lo admito. Pero no fue ese el efecto que yo esperé. Refunfuñé un par de veces, ignorando por completo los abrazos que Harry me daba. La historia comenzó y yo tenía más miedo por lo que vendría, que por lo que estaba oyendo. Harry seguía acurrucado a mí, como yo a él. Sus brazos me parecieron el mejor refugio que podría encontrar en esos momentos. —No dejaré que nada malo te pase, nunca. —Un susurro tan suave y hermoso, que casi podría haber sido mi imaginación. Luchaba en mi interior para mantenerlas vivas en mi recuerdo. Quería pellizcarme para asegurarme de que no lo estaba soñando. No giré mi rostro, sabía que si lo hacía, sería muy tarde. Estaba a solo un paso de hacer contacto con aquellos labios que tanto ansiaba y necesitaba, tan solo con tratar de verlo a los ojos lo lograría, pero me contuve. Sentía su nariz rosando mi mejilla y cerré los ojos ante nuestra cercanía. Cuando quería, Harry podía ser muy romántico. Eso me lo dejó en claro con el paso de los años. Las palabras de Louis se oían lejanas a mí en ese momento. En la playa todo estuvo en silencio, solamente nuestras respiraciones eran el melodioso canto que acompañaban un momento tan íntimo.
Entonces supe que no debía. Me golpeé mentalmente, pues era arriesgado. Mis ojos quemaron ante las palabras que invadían mi mente. En realidad, solo una “Ilusa” Eso me creía. Me creía una ilusa por creer en toda esta fantasía demasiado perfecta para ser real. Luego, como bombas de estruendo cayeron las demás “Amor de verano” “Ilusiones” “Despedidas” y demás que echaron a perder uno de los segundos más hermosos que podría haber pasado a su lado. Separé mi rostro del suyo, para mirarlo a los ojos. Quise transmitirle que no debía, que estaba mal y que debíamos ir lento. Agradecí que parecía haberlo entendido. Con los párpados cerrados, asintió y puso atención en los demás.
—Lo siento…—Murmuré lo más lento que pude, solo para que él pueda oírme. Volví a la tranquilidad de sus brazos, ya casi en el final de la “terrorífica” historia.
—…destrozó sus entrañas cuan carnicería barata y los quemó en una finca muy cerca de Estados Unidos… Desde ese momento, María desapareció y hasta ahora, no se sabe su paradero ni de que fue de ella. —No sabía de qué me había perdido, pero eso sonaba aterrador. Mi cuerpo entero se estremeció ante la idea, pero rápidamente fui acudida por el rizado de brazos fuertes que me presionaba contra sí. Me miró con una sonrisa burlona, pero no vi en sus ojos el brillo genuino de diversión. Sabía que en el fondo estaba igual que yo, pero que era mejor —al menos por ahora— disimular un poco los sentimientos. Quizá luego sería más difícil, pero ninguno de los dos quería afrontar los problemas.
—No es gracioso. —Me referí al cuento. Harry soltó una pequeña carcajada, y aunque quería golpearle, me encontré riendo junto con él.
—¿Saben qué? Cuando mi familia acudía aquí con frecuencia, mi padre comentaba que esa finca, está a pocos kilómetros de ésta. Así que tal vez no estamos tan lejos de María. —Fui sorprendida por el movimiento de Lucy, quien huyó lejos de nosotros. Por instinto me levanté, pero Liam volvió a sentarme. Se les estaba haciendo costumbre, al parecer. Miré a Harry de manera reprochadora y golpeé su pecho tan fuerte como pude, pero no pareció sentirlo en lo absoluto.
—Idiota. —Le insulté sentándome lejos de él y de sus encantos irritantes.
—¿Qué? ¡Era una broma! Todos sabemos que María no existe… —Lo miré con incredulidad, mientras él solo trataba de explicárseles a los demás.
—Si a ella le ocurre algo, terminarás peor que María, ¿Entiendes, Styles? —Buen juego de palabras, lo admito. Deby 1, Harry 0. Me miró divertido, nada más.
—¿Qué me harás, Russel? Todos saben que quisieras violarme, pero no debes incluir a María en ello para disimular. —Está bien. Deby 1, Harry 10. Con los ojos abiertos por la sorpresa y ahora genuina indignación, me levanté dejando caer la manta, dirigiéndome a casa, a esperar noticias de Lucy. —¡Deby! —Pareció quejarse.
—¡Imbécil! —Lo ignoré al igual que las risas de mis amigos. En especial las irritables risas de Louis.
Camino a la estancia y lo único que oigo son los grillos incesantes y a Harry caminando detrás de mí. Entré a la calidez de la gran casona sentándome en el sofá sin prestar la mínima atención al chico de rizos que me seguía.
—Últimamente hago todo mal, ¿No? —Quizá pude haberme enternecido, un poco. Pero lo miré de manera obvia.
—¿Tú qué crees? —Me atreví a responder.
Los minutos pasaron en silencio, hasta que Liam llegó con ella en brazos. Suspiré aliviada, no solo por que había interrumpido este silencio infernal, sino también por traer a mi amiga a casa. Tenía lastimado el tobillo, en mi interior rogaba que pudiera sanar para continuar disfrutando de nuestras vacaciones. Miré a Harry acusadoramente, supongo que le debía al menos una disculpa.
—Espero que te recuperes, Lucy. Siento lo de esta noche… —Miré a Harry exigiendo más, pero él no captó al instante, por lo que acudí a un leve codazo. —Me sobrepasé.
—Sí, fue un imbécil. Cuídala mucho Liam; la dejo en tus manos, ¿vale? —Le dediqué una mirada seria a Liam, quien parecía más que encantado en estar allí para cuidarla.—. Te quiero mucho, lo sabes —Esta vez me dirigí a Lucy, mostrándole mi cariño. En serio quería que se recuperara, temía que se arruinaran sus expectativas de unas divertidas vacaciones. Pero al ver las miradas pícaras entre Liam y ella, supe que no la iba a pasar tan mal. No mientras él esté allí.
—Está bien, cielo —susurró muy suavemente. —Vete en paz, Harry, pero quiero que sepas que no se quedará así —Sonreí ante su amenaza.
—Como digas, Lucy. Descansa. —Le dediqué mi última sonrisa y caminé junto con él hasta la escalera. Su mano se posó en mi cintura pero fue quitada rápidamente por mí.
Los siguientes fueron ahogados en un insoportable silencio. Me coloqué mi pijama y luego de cepillar mis dientes, me recosté. Harry entró al baño, dejándome sola en mis pensamientos. ¡Qué mierda pasar una noche así de tensa! Suspiré con pesadez. Al voltear con el sonido de la puerta, pude observarlo salir del baño, simplemente en ropa interior. Mis ojos se abrieron por la sorpresa, mas traté de ocultarlo cuando este me vio. Se recostó en silencio sobre su cama, ambos mirando al techo. Apagué la luz, dejándolo todo a oscuras.
Mi mente me transportó a esos viejos tiempos, no en los felices, sino en los que todo lo bueno decaía y se derrumbaba frente a mis ojos, tan solo con su partida. Mis ojos lagrimearon al recordar que el chico recostado en aquella cama, era por el que lloré hace tan solo un par de años. Un pequeño sollozo salió de mis labios, lo suficientemente pequeño como para saber que no lo oiría.
—Sh… —Me sorprendió su susurro. —Tranquila…—Agradecía estar en medio de la oscuridad, de esa manera él no podía ver los pucheros y las gotas que derramaba. Mi cuerpo se hizo a un lado, dando paso a un cuerpo que hundió el espacio a mi lado.
—¿Porqué tuviste que irte? —Hablé de nuevo para mí misma, más que para Harry. Pero él me había oído, puesto que ahora mismo estaba consolándome. Dejé que me abrazara y di rienda suelta a las lágrimas silenciosas. Nada de sollozos, solo pequeñas gotas que mojaban mi rostro recordándome no solo el pasado, sino también lo débil que yo era ante él.
—Oye… —Llamó. Giré mi rostro para verlo. Mis ojos se desviaron al su abdomen descubierto, que subía y bajaba por causa de su respiración. Lo miré a los ojos, pero si lo hacía por demasiado tiempo, me volvería loca. —Lo siento. —Sus labios se acercaron a mi rostro a una distancia considerable.
—¿Qué sientes? —Me atreví a preguntar, casi en un balbuceo. Sabía que un solo movimiento más podría ser fatal.
—Ser un idiota… —La punta de su nariz volvía a acariciar mi rostro. Me dejé llevar, era una sensación que me hacía sentir bien y no quería desperdiciarla, no quería que mi mente de paranoica arruinara el momento. Pensé que iba a besarme, ambos teníamos los párpados cerrados. —Tú me pones idiota, Deby. —
Esa noche, soñé con ese momento. Con esa exquisita necesidad que yo tenía de él, uno con hambre del otro, y la manera en la que segundos antes me había entregado por completo a su servicio, dejando que hiciera conmigo lo que quería. Temí que haya sido un sueño, toqué mis labios para recordar la manera en la que me había besado tan tierna y pasionalmente a la vez. Me estremecí al creer que había sido tan perfecto como irreal, pero al sentir de nuevo en la realidad, el calor que cierto chico me proporcionaba, sonreí en mis adentros con la felicidad de una niña enamorada.
_______________________
Tiene de todo(? Yo me preocupaba por que no sea tan largo, y al final, acá ni se nota xd Bueno, nada. Sé que está feo pero no sean crueles :c Ni idea quién sigue, espero que Ally llegue pronto. ¡Ah! Sí, le copié a Mey en hacer esto bc queda cúl cuando ella lo hace<3
Invitado
Invitado
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Mi capitulo quedara una pura porqueria delante de esos dos super capitulos que merecen un grammy (lo se, un grammy, osea, nada que ver pero soy re maloti)
ME ENCANTO ASDFGHJKL perdon por desaparecer pero es que...larga historia, el punto es que aqui estoy AME AME AME AMEEEEEEEE SUS CAPITULOS asdfghjkl Lucy estaba viendo a Liam y Harry como siempre un pervertido :meh: y NIALL CON HISTORIAS DE TERROR ASDFGHJL :imdead: mi capitulo lo subire manana tengo que prepararme mentalmente para hacer un capitulo "bueno".
Las amo <3
ME ENCANTO ASDFGHJKL perdon por desaparecer pero es que...larga historia, el punto es que aqui estoy AME AME AME AMEEEEEEEE SUS CAPITULOS asdfghjkl Lucy estaba viendo a Liam y Harry como siempre un pervertido :meh: y NIALL CON HISTORIAS DE TERROR ASDFGHJL :imdead: mi capitulo lo subire manana tengo que prepararme mentalmente para hacer un capitulo "bueno".
Las amo <3
Ally.
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Si mejor que busquen escritora para Louis(? o para Zayn, no importa el caso, y que si mejor la novela se quedé como One Directions solamentec: Lástima que Micky se fue:cccccDeby. escribió:Ou :ccc
Si Stephy está de acuerdo podríamos buscar una escritora más. Así no esá llena de trabajo...
Y lerman... Si mi opinión importa (?) eque se salga ._. Y la nove será de One Direction.
Nada, eso(?
Ya leo los capítulos
peralta.
---------
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
y por esta razón, a mey le da un heart attack cada vez que lee algo que hace su mejor amiga, deby. plz, es la mejor♡.
siempre faltan palabras para expresar la grandeza de algo, y este, es el caso, no saber que decir por la sencilla idea de que mis ojos se deleitan con su escritura, y es frustrante que las palabras "perfecto", "hermoso" o simplemente "maravilloso" quedaran cortas.
¡DEBY! ¡¿CÓMO RAYOS HACES PARA ESCRIBIR TAN JODIDAMENTE PERFECTO?! y no quiero que me vengas con la majadería de que "no, tú escribes mejor, mey. mey rlz" bc no es así, ¡entiéndelo de una buena vez! tu capítulo fue tanta perfección, que, en serio, casi lloraba con harry y contigo, eran demasiado hermososbellosperfectoslindostiernos, me encantaba su relación de estancamiento, era como si él tuviera miedo de dar el primer paso, y ella no, pero no lo demostraba por qué creía que no le importaba y no sabe que el rizado la amo con todo su heart. dios. las mujeres somos tan complicadas. harry tiene la particularidad de ser un completo idiotamuejeriegopervertido de mierda, un pedazo de hombre al fin y al cabo, but eso le da el toque a toda la historia, me encantó cuando deby piensa: ''Lamentablemente cierto chico rizado se mantenía a pocos centímetros de distancia de mí y no cumpliría con lo que desea." es que te da a pensar que, cojones, es complicada y feminista al cien. las posiciones peligrosas demandan situaciones criticas en la historia, dónde deby piensa: "¿por qué no lo beso y se acaba el rodeo?'', but, es mujer y es razonable que piense algo muy distinto a lo evidente. "Harry me dirigió una mirada pícara y rodé los ojos sabiendo exactamente lo que estaba pensando", de eso es lo que hablo, i love it. me imaginé a nina justo como en vd y no pude sonreír más, se le veía tan dulce que me dieron ganas de ser lesbiana)? náh, eso no se dice jajajaja. "—¿Van a seguir mirándose o van a entrar al agua? —Maldito Niall. Maldito, maldito Niall. Las carcajadas de todos inundaron mis oídos poniéndome —además de colorada— molesta." maldito nialler JAJAJAJAJAJA, es un pillo, i know, la tiene agarrada con nosotras ¬¬. esta parte me encantó, te luciste: "Le dirigí una mirada tierna, pues había ablandado una parte de mi corazón. ¿En serio lo recordaba? Por instinto mi mano se dirigió a su mejilla, arrepintiéndome al siguiente segundo. Pero era tarde, Harry había cerrado sus ojos, dejándome demostrarle lo mucho que su consideración significaba para mí.
—Estoy bien ahora, Hazza.", no, no puede ser mas tierno y es contradictorio que a parte de ser un mujeriego, sea un bombón cuando así lo desea. "Lamentablemente antes de gritar “¡No! ¡Hazza, no!” Su fuerza pudo conmigo arrojándome junto con él en medio de la frescura de la piscina." o sea, harry siempre gana, deby es débil hahaha. "—Vamos Debs, no te enojes conmigo. —Reí para mis adentros contando quizá la quinta vez que lo oía decir aquello." se preocupa por su indiferencia, cabe destacar que deby disfruta su bajón de tal forma, amé su empeño. cuando lucy le dice que lo manipule, funcione, incluso de una forma más adecuada de la que ella pensó, pues le daba una excusa para tener contacto físico, cosa que deseaban par de tortolitos. "Luego, como bombas de estruendo cayeron las demás “Amor de verano” “Ilusiones” “Despedidas” y demás que echaron a perder uno de los segundos más hermosos que podría haber pasado a su lado." entonces esto me recuerda a elena y a nuestro típico razonamiento pre indicado de chicas y me dan ganas de golpear la pantalla, que las cosas vayan rápido, joder, tengan ya lo que desean, déjense de protocolos. "Fui sorprendida por el movimiento de Lucy, quien huyó lejos de nosotros. Por instinto me levanté, pero Liam volvió a sentarme. Se les estaba haciendo costumbre, al parecer. Miré a Harry de manera reprochadora y golpeé su pecho tan fuerte como pude, pero no pareció sentirlo en lo absoluto." me encanta que hayas hecho énfasis en lo de liam, me pareció tan dulce que te preocuparas tanto por ella, muero de amor con tu pj. "—Si a ella le ocurre algo, terminarás peor que María, ¿Entiendes, Styles? —Buen juego de palabras, lo admito. Deby 1, Harry 0. Me miró divertido, nada más." JAJAJAJAJAJA, amo tú pj. but... "—¿Qué me harás, Russel? Todos saben que quisieras violarme, pero no debes incluir a María en ello para disimular. —Está bien. Deby 1, Harry 10."no se por que la escena de harry, liam, deby y lucy me pareció graciosa y prometedora, sobre todo por que se comprueba, una vez mas, que harry estaría dispuesto a tirarse de un puente por ella y eso es muy tierno, acata lo que le dice deby y como perrito faldero, obedece. "...caminé junto con él hasta la escalera. Su mano se posó en mi cintura pero fue quitada rápidamente por mí."bien, hecho, deby. me encanto su reacción, srsly. "—Ser un idiota… —La punta de su nariz volvía a acariciar mi rostro. Me dejé llevar, era una sensación que me hacía sentir bien y no quería desperdiciarla, no quería que mi mente de paranoica arruinara el momento. Pensé que iba a besarme, ambos teníamos los párpados cerrados. —Tú me pones idiota, Deby." acerteeeeeeeeeee. "Temí que haya sido un sueño, toqué mis labios para recordar la manera en la que me había besado tan tierna y pasionalmente a la vez." morí. la beso. la ama. lo ama. se aman.
no tengo que recordarte cuanto ame y sigo amanda tu escritura, deby, tu manera de expresar todo me vuelve loca, en el sentido diver de la palabra, course.
te amito mucho, un kissito enorme<3.
pd.;ALLY, ESCRIBES HERMOSO Y TU CAPI SERA HERMOSO, cállate.
¡DEBY! ¡¿CÓMO RAYOS HACES PARA ESCRIBIR TAN JODIDAMENTE PERFECTO?! y no quiero que me vengas con la majadería de que "no, tú escribes mejor, mey. mey rlz" bc no es así, ¡entiéndelo de una buena vez! tu capítulo fue tanta perfección, que, en serio, casi lloraba con harry y contigo, eran demasiado hermososbellosperfectoslindostiernos, me encantaba su relación de estancamiento, era como si él tuviera miedo de dar el primer paso, y ella no, pero no lo demostraba por qué creía que no le importaba y no sabe que el rizado la amo con todo su heart. dios. las mujeres somos tan complicadas. harry tiene la particularidad de ser un completo idiotamuejeriegopervertido de mierda, un pedazo de hombre al fin y al cabo, but eso le da el toque a toda la historia, me encantó cuando deby piensa: ''Lamentablemente cierto chico rizado se mantenía a pocos centímetros de distancia de mí y no cumpliría con lo que desea." es que te da a pensar que, cojones, es complicada y feminista al cien. las posiciones peligrosas demandan situaciones criticas en la historia, dónde deby piensa: "¿por qué no lo beso y se acaba el rodeo?'', but, es mujer y es razonable que piense algo muy distinto a lo evidente. "Harry me dirigió una mirada pícara y rodé los ojos sabiendo exactamente lo que estaba pensando", de eso es lo que hablo, i love it. me imaginé a nina justo como en vd y no pude sonreír más, se le veía tan dulce que me dieron ganas de ser lesbiana)? náh, eso no se dice jajajaja. "—¿Van a seguir mirándose o van a entrar al agua? —Maldito Niall. Maldito, maldito Niall. Las carcajadas de todos inundaron mis oídos poniéndome —además de colorada— molesta." maldito nialler JAJAJAJAJAJA, es un pillo, i know, la tiene agarrada con nosotras ¬¬. esta parte me encantó, te luciste: "Le dirigí una mirada tierna, pues había ablandado una parte de mi corazón. ¿En serio lo recordaba? Por instinto mi mano se dirigió a su mejilla, arrepintiéndome al siguiente segundo. Pero era tarde, Harry había cerrado sus ojos, dejándome demostrarle lo mucho que su consideración significaba para mí.
—Estoy bien ahora, Hazza.", no, no puede ser mas tierno y es contradictorio que a parte de ser un mujeriego, sea un bombón cuando así lo desea. "Lamentablemente antes de gritar “¡No! ¡Hazza, no!” Su fuerza pudo conmigo arrojándome junto con él en medio de la frescura de la piscina." o sea, harry siempre gana, deby es débil hahaha. "—Vamos Debs, no te enojes conmigo. —Reí para mis adentros contando quizá la quinta vez que lo oía decir aquello." se preocupa por su indiferencia, cabe destacar que deby disfruta su bajón de tal forma, amé su empeño. cuando lucy le dice que lo manipule, funcione, incluso de una forma más adecuada de la que ella pensó, pues le daba una excusa para tener contacto físico, cosa que deseaban par de tortolitos. "Luego, como bombas de estruendo cayeron las demás “Amor de verano” “Ilusiones” “Despedidas” y demás que echaron a perder uno de los segundos más hermosos que podría haber pasado a su lado." entonces esto me recuerda a elena y a nuestro típico razonamiento pre indicado de chicas y me dan ganas de golpear la pantalla, que las cosas vayan rápido, joder, tengan ya lo que desean, déjense de protocolos. "Fui sorprendida por el movimiento de Lucy, quien huyó lejos de nosotros. Por instinto me levanté, pero Liam volvió a sentarme. Se les estaba haciendo costumbre, al parecer. Miré a Harry de manera reprochadora y golpeé su pecho tan fuerte como pude, pero no pareció sentirlo en lo absoluto." me encanta que hayas hecho énfasis en lo de liam, me pareció tan dulce que te preocuparas tanto por ella, muero de amor con tu pj. "—Si a ella le ocurre algo, terminarás peor que María, ¿Entiendes, Styles? —Buen juego de palabras, lo admito. Deby 1, Harry 0. Me miró divertido, nada más." JAJAJAJAJAJA, amo tú pj. but... "—¿Qué me harás, Russel? Todos saben que quisieras violarme, pero no debes incluir a María en ello para disimular. —Está bien. Deby 1, Harry 10."no se por que la escena de harry, liam, deby y lucy me pareció graciosa y prometedora, sobre todo por que se comprueba, una vez mas, que harry estaría dispuesto a tirarse de un puente por ella y eso es muy tierno, acata lo que le dice deby y como perrito faldero, obedece. "...caminé junto con él hasta la escalera. Su mano se posó en mi cintura pero fue quitada rápidamente por mí."bien, hecho, deby. me encanto su reacción, srsly. "—Ser un idiota… —La punta de su nariz volvía a acariciar mi rostro. Me dejé llevar, era una sensación que me hacía sentir bien y no quería desperdiciarla, no quería que mi mente de paranoica arruinara el momento. Pensé que iba a besarme, ambos teníamos los párpados cerrados. —Tú me pones idiota, Deby." acerteeeeeeeeeee. "Temí que haya sido un sueño, toqué mis labios para recordar la manera en la que me había besado tan tierna y pasionalmente a la vez." morí. la beso. la ama. lo ama. se aman.
no tengo que recordarte cuanto ame y sigo amanda tu escritura, deby, tu manera de expresar todo me vuelve loca, en el sentido diver de la palabra, course.
te amito mucho, un kissito enorme<3.
pd.;ALLY, ESCRIBES HERMOSO Y TU CAPI SERA HERMOSO, cállate.
bigtimerush.
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Putting my defenses up, cause I don’t wanna fall in love. | Isabelle Fray| ✗
Capítulo 002.
Nunca antes había experimentado algo parecido.
Y no lo digo solo por el hecho de estar con el único chico que en verdad me entiende, y no pierde la paciencia a la hora de verme enojada –algo que, por cierto, es muy difícil de tratar –si no que, tendría que lidiar con mis sentimientos en estas vacaciones, y no dejar que yo caiga en el juego del amor, y como siempre, yo salir con el corazon roto.
Luego de buscar todo lo que se necesitaba para la “parrillada” –la cual todos sabíamos que terminaría en carne quemada –y subir a mi dormitorio para cambiar mi vestimenta por un bikini morado el cual quedaba perfectamente ajustado con mi cuerpo, para despues ponerme simplemente un short, bajé las escaleras para encontrarme con las demas chicas. Ellas se encontraban reunidas en una parte del patio, cerca de la piscina, allí empezamos a hablar hasta que los chicos fueron viniendo de uno a uno, en busca de alguna de mis amigas, hasta que finalmente fui la única que aun quedaba allí sentada.
Opté por quedarme allí mismo y recostarme en el suelo, alzando mi vista hasta que mis ojos se toparan con el cielo, perfectamente pintado de color azul celeste, que por cierto, era mi favorito. Hundida en mis pensamientos como la mayoría de las veces, percaté que todos los chicos se encontraban en la piscina, algunos se encontraban tosiendo debido al agua que se colaba por sus gargantas, y otros simplemente se encontraban jugando con el agua, un panorama que me lo encontré muy tierno. Una sonrisa se escapó de mis labios.
-¿Te quedaras toda la tarde haciendo nada? –Preguntó Niall mientras se acercaba con dos vasos de refresco, se sentaba al lado de mi y me tendía uno de sus vasos –supuse que querrías algo de beber.
-Asi es –Afirmé mientras tomaba el vaso en mis manos –Gracias –dije para luego beber a sorbos lo que probablemente, sería lo mas refrescante en un dia de calor como el que allí se encontraba.
-¿Quieres darte un chapuzón? –Propuso el rubio mientras arqueaba las cejas, un gesto algo común en él cuando una idea se le venía a la cabeza.
-No –respondí como era de esperarse, algunas veces me divertía ver a Niall suplicar.
-¿Por qué no? –insistió sin poder esconder ese brillo en los ojos cuando pensaba en hacer una travesura.
-Porque no –repetí deseando para mis adentros que Niall se fuera y me dejara sola para que mi mente no contradijera mi corazon en una guerra de “sentimientos vs. pensamientos”, pero Niall no conocía que significaba “darse por vencido”.
-Bueno, no me queda otra opción –dijo encogiéndose de hombros para luego ponerse de pie, dejar su vaso en una de las mesas mas próximas y acercarse a mi peligrosamente.
-Niall, no lo hagas, te mataré si lo haces… -lo amenacé sin impedir que una risa saliera de mis adentros. Sin embargo, la amenaza no fue suficiente.
-Una aventura es mas divertida si huele a peligro –citó el irlandés para luego poner sus manos alrededor de mi cintura, y tan solo con un movimiento, quede acorralada entre sus brazos mientras este se dirigía a la piscina.
-¡Niall! –pero los gritos y pataletas de mi parte no fueron suficiente para que el rubio me dejara en paz. Luché y traté, sin embargo, la fuerza de Niall fue superior a mis gritos.
¡Splash! Fue asi como de un momento a otro me encontraba empapada de pies a cabeza. Las risas de Niall resonaron en todo el patio mientras con mis manos yo estrujaba mis ojos para suprimir el agua que brotaba de mis parpados.
-Un chapuzón era lo que te hacía falta –comentó mientras pellizcaba de una manera que solo el sabia hacer, mis cachetes –anda, sonríe para mí.
Rodee los ojos, desobedeciendo sus peticiones, deteniendo las ganas insaciables que tenia de explotar en carcajadas.
-Izzy, por favor –pidió una vez mas mientras apartaba mi mechón de cabello castaño que se encontraba pegado en la frente, para luego con sus dos dedos hacer que mis labios se curvaran y formaban a lo que él le llamaba una “sonrisa a lo Horan”, obviamente, cediendo a su petición. –Asi me gusta –sonrió junto a mí, satisfecho.
-La próxima vez que hagas esto, de aquí, no sales vivo –mi comentario había provocado la risa del rubio –No, de verdad. Hablo enserio.
[…]
Luego de insistir que nosotras, las chicas, no queríamos historias de terror, finalmente se hizo lo que los chicos querían –como sucedían la mayoría de las veces–. Lucy había tenido un pequeño problema en la piscina, pero al final del dia, todo andaba bien.Nos encontrábamos todos fuera, ya el cielo había oscurecido dejando solo la iluminación de la luna y las estrellas. Louis había tomado la delantera y comenzó a contar historias de terror, muy interesantes en realidad, pero, gracias a mi comportamiento algo –muy –inocente, obviamente fue terrorífico. Niall se encontraba al lado de mí –como la mayoría de las veces –, su brazo se encontraba rodeando mis hombros haciendo que mi cabeza reposara en su pecho. Sus dedos jugaban con mi cabello mientras que los míos reposaban en el suelo. Quietos; sin moverse. Mi mirada se centraba en el cielo, era como una forma de reflexionar y sentirme cómoda en cualquier lugar que estuviera. La luna. Mi mejor amiga, la que nunca me abandona y siempre esta ahí, para charlar, nunca me decepciona y aunque cambie de forma todos los días –media luna, luna llena…–no importaba, ella seguía siendo la misma.
Con Niall a mi lado, todo lo otro ya no importaba. La hora no importaba. El clima no importaba. El mundo no importaba. Era como si el mundo girara entorno a nosotros dos.
Y ahí, en ese preciso momento fue cuando reaccioné, que cuando yo misma me decía para mis adentros que ya había olvidado a Niall, que ya él se había marchado para siempre. En realidad, yo nunca lo olvide, ya que él nunca se marchó. Ni de mi corazon, ni de mi mente, simplemente mis sentimientos seguían iguales, solamente que en ese tiempo cuando el no estuvo a mi lado, ellos se escondieron en el fondo de mi corazon. Se habían escondido sin embargo aun seguían allí, esa fue la razón por la cual mi relación con Josh había llegado a su final antes de este viaje. Y mágicamente, como si Niall hubiera leído mis pensamientos, me preguntó algo que por razones obvias, me fue difícil de responder.
-¿Fuiste feliz con Josh? –preguntó bajando su mirada hasta encontrarse con la mía mientras su mano aun reposaba en la punta de mi cabello, haciendo que mis rizos se enredaran en sus dedos.
-No –respondí en un tono que hasta a mi misma me había sorprendido.
-¿Por qué? –cuestionó una vez mas en un tono de voz mas ronca que la que el acostumbraba a tener.
-Porque las cosas simplemente no siempre funcionan –contesté desviando mi mirada nuevamente al satélite más cercano a la tierra.
-¿Te atreverías a arriesgarte de nuevo?
-No –respondí, como si en vez de yo quien estuviera hablando, fuera la voz de mi corazon quien estuviera respondiendo.
-¿Por qué? –repitió nuevamente, como si estuviera tratando de encontrar la respuesta a la pregunta que solo él era capaz de saber.
-Porque no quiero salir perdiendo de nuevo –una lágrima se escapo de mi ojo, la cual limpié con tal rapidez que creí que Niall no se había percatado de ello.
Por suerte ya Louis había terminado su historia y la mayoría de los chicos se habían ido. Ignorando las llamadas por parte de Niall y sabiendo que él me perseguiría algo que, por primera vez, deseaba que no lo hiciera, corrí hacia mi –compartido –dormitorio, para luego cerrar la puerta y tirarme en la cama, escondiendo mi rostro en las almohadas, haciendo que estas se empaparan de las lágrimas que de mi corazon brotaban.
Todos los recuerdos de aquel amor fugaz llegaban a mi mente como si fueran álbumes de fotos, rápidos, tal cual como fueron aquellas ilusiones de poder olvidar mi pasado y comenzar un “nuevo futuro”, pero como en la vida hubieron tantas altibajos, aquella no fue mi mejor decisión.
-Izzy…
-Niall, por favor. Déjame sola ¿si? –lo interrumpí mientras me quedaba allí, absorta en mis recuerdos, ignorando completamente la presencia de Niall en la habitación.
Oí como la puerta se cerraba al igual que oí como los pasos del oji-azul se acercaba a la cama donde mi cuerpo descansaba. Un leve sonido fue lo que provoco cuando Niall se sentó en una esquina de la cama. Asi duramos unos minutos, yo sollozando en silencio y Niall simplemente sentado en la cabecera de la cama, hasta que finalmente este se acostó al lado de mi.
Esos minutos pasaron lentos, en cámara lenta como siempre pasaba cuando Niall estaba cerca. Unos centímetros eran los que separaban mi rostro del suyo. Un silencio se hizo presente de nuevo en la habitación, el pulgar de Niall recorría mis mejillas, acariciándolas mientras buscaba mi mirada, sin embargo no lo conseguía, mis ojos tenían la vista fija en el techo, como si yo estuviera tratando de escapar de mis sentimientos, lo cual no salía muy bien.
Mi corazon comenzó a latir bruscamente en el momento que Niall se movió hacia delante y sus labios tocaron mis oídos para luego susurrarme…
-Yo nunca te haría daño, no sería capaz de ello. ¿Crees que puedo lastimar a la chica que amo?
_______________________
Here it is asdfghjkl espero que les haya gustado el cap, creo que a mi me gusto (?) me tarde 2 dias en hacer un cap "bueno" delante del de ustedes bc a ustedes nadie las puede superar asdfghjkl, escriben hermoso, ah. En fin, les copié a Deby y a Mey bc ustedes son re cul, y se le ve re cul cuando hacen esto, ah.
Ally.
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
leeré los capítulos que me faltan y haré mi capítulo
peralta.
---------
Re: Summer, love and problems | One Direction & Logan Lerman.
Alguien se ha dado cuenta que subi capitulo?
Ally.
Página 7 de 13. • 1, 2, 3 ... 6, 7, 8 ... 11, 12, 13
Temas similares
» Summer, love & problems. || fichas.
» Summer, Love & Problems || fichas.
» Summer, love and problems | Muro Interactivo.
» summer, love and problems | nc » muro interactivo.
» Lost In Love |NC| [Logan Lerman]
» Summer, Love & Problems || fichas.
» Summer, love and problems | Muro Interactivo.
» summer, love and problems | nc » muro interactivo.
» Lost In Love |NC| [Logan Lerman]
Página 7 de 13.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.