The Bird in the Cage {Larry} Aviso [Septiembre 20]

por **Vicious ϟ** Jue 22 Ago 2013, 10:09 pm

Nombre: The Bird in the Cage
Autor: Carla (Vicious)
Género: Angst, Hurt/Comfort, Fluff&Warm
Advertencias: Violencia, maltrato, uso de drogas, relaciones homosexuales.
Otras páginas: AO3.
Notas de autora: Esta es una historia corta y simple. No tiene más de siete capítulos y cada uno cuenta con alrededor de seis páginas. Espero les guste y planeo actualizar cada tres días (:

The Bird in the Cage

I

Oropéndola dorada

Sus ojos color esmeralda se encontraban clavados en el libro de aves que desde hacía unos días le venía acompañando, ya que debía hacer un trabajo sobre ellas para su clase de biología. Sin embargo, los gritos y sollozos provenientes de la habitación contigua no le permitían concentrarse. La molesta voz de Evan, su hermano mayor, retumbaba de manera desagradable en sus oídos.

Intentaba no oír los gritos, no quería oír las mierdas que le gritaba su hermano a su novio porque sabía cómo reaccionaría y no sabría si podría controlarse ésta vez.

Desde la muerte de su madre, Evan se había vuelto un chico violento, y eso era algo que Harry aún no lograba entender. Aquella situación a todos les había golpeado fuertemente, pero sólo su hermano había adoptado esa actitud fría y cortante con el resto.

Su hermano se había vuelto cruel, y era su novio la principal víctima de eso. Ambos vivían en Londres, lugar donde estudiaban en la Universidad, pero habían vuelto a pasar las vacaciones de invierno allí a sus respectivos hogares, y desde entonces todo había sido una mierda.

— Evan, detente. –pidió una voz quebrada, y él sintió una puntada en su pecho.

— Todo lo que tenías que hacer era traerme la mercancía. –Dijo su hermano intentando sonar calmado.- ¡Sólo debías traerme la jodida mercancía y no fuiste capaz de hacerlo, Louis!

Los gritos y las peleas se hacían cada vez más constantes y a él le dolía el alma al oír la manera en que su hermano trataba a ese chico.

Louis, Louis Tomlinson, el chico de preciosos ojos azules, cabello castaño y particular tono de voz. El chico perfecto, su chico perfecto, cuyo único defecto era su novio, claro, Evan Styles, su hermano.

— Lo siento, no pu… -su voz se apagó de golpe y él no lo dudó más. Sin pensarlo, puso el separador de páginas en el capítulo de la oropéndola dorada y salió de su habitación dispuesto a enfrentar a su hermano. Evan se encontraba con el puño cerrado, mirando con odio a Louis quien permanecía en el suelo sollozando.

— ¿Pasa algo, Harry? –preguntó Evan al sentir la puerta de su habitación abrirse, pero sin dejar de mirar al oji-azul.

— ¿Estás bien, Louis? –inquirió el menor ignorando a su hermano. El chico le miró con preocupación, y Harry pudo notar en esa mirada que Louis prefería que él no estuviera ahí.

— Te he hecho una pregunta, hermanito. –siguió Evan.

— Vete a la mierda, Evan. –Contestó Harry sabiendo cómo ponía eso a su hermano.

— ¿Qué? – los ojos del mayor centellaron de rabia.

— Que te vayas a la mierda. –repitió cerrando la puerta tras su espalda.

No pasaron ni dos segundos cuando su hermano llegó hasta él, se le lanzó encima y comenzaron a pelear. Harry adoraba con el alma aquellos momentos, ya que a pesar de que Evan era tres años mayor que él, eso no se notaba en su físico; si bien Harry era un poco más pequeño que su hermano, de todas maneras era más fuerte que él.

— ¿Qué demonios? –oyeron la voz de su padre al salir de la habitación.

Cuando su padre y Louis lograron separarlos, se percataron que a Evan le sangraba la nariz, mientras que Harry parecía tener un pequeño corte en el labio inferior.

— Louis, creo que mejor te vas a casa. –dijo Robin en tono tranquilo. El chico asintió y besó superficialmente los labios de su novio, haciendo hervir la sangre del menor, al cual le dedicó una enigmática mirada antes de retirarse.

— ¿Qué pasó para que se golpearan de esa manera? –preguntó su padre una vez se calmaron los ánimos.

— Evan estaba golpeando a Louis. –soltó Harry entre dientes.

— ¡Eso no es cierto! ¿Qué mierda te pasa? –Evan lo empujó, por lo que Robin tuvo que interponerse entre ellos nuevamente.

— ¿Evan? Dime la verdad. –exigió su padre.

— Demonios, tengo veintiún años, ¿qué mierda les importa si tengo una discusión con mi novio? –soltó con rabia.

— ¿Lo golpeaste? –Silencio- ¡¿Lo golpeaste, Evan?! –la voz de su padre sonaba realmente enojada.

— Sí, maldita sea, lo hice. Louis es un jodido imbécil que no puede hacer nada bien, lo merecía. –terminó diciendo, lo cual volvió loco a Harry… otra vez, pero para su sorpresa, ésta vez fue su padre quien empuñó su mano y golpeó el rostro de su hermano.

Los ojos del menor se abrieron sorprendidos, no sabiendo cómo reaccionar ante lo ocurrido. Evan no dijo una sola palabra y sólo se quedó allí quieto, mirando con odio a su padre.

— Quiero que me escuches, Evan. –Exigió su padre severamente.- Vas a terminar tu relación con Louis. No quiero verte más con él, ¿entiendes? – Evan soltó un grito y se encerró en su habitación. Robin suspiró y Harry pensó que ya era hora de volver a la suya.- Espera. –le detuvo su padre. Él se volteó a mirarle y Robin dudó unos momentos – Sé cómo te sientes respecto a Louis. –Su cuerpo se tensó.- Me he fijado en cómo lo miras…

— No sé de qué hablas. –trató de esquivar.

— No quiero que sufras, Harry. Él está enamorado de tu hermano. –Eso dolió.- Sé que es un buen chico, pero…

— Pero ama a mi hermano, lo sé. –señaló con pesar. – Buenas noches, papá.

Harry se encerró en su habitación y se lanzó sobre la cama contemplando el techo, preguntándose una y otra vez por qué un chico como Louis se había fijado en un idiota como su hermano. Dios, el oji-azul era amable, atento, cariñoso, risueño, caballero, cortés, todo lo opuesto a su hermano. Él merecía más, mucho más que un tipo como Evan. Es más, ni siquiera él creía merecerlo. Louis merecía a alguien que le cuidara, que le mimara… que le quisiera, que lo amara tanto o más que Harry.

Todo estaba tan mal en esa situación, partiendo por su hermano que era un idiota, luego Louis, enamorado de ese idiota, y posteriormente él, enamorado del novio de su hermano.

Suspiró con pesadez y también pensó en su padre, en lo difícil que debía ser para él hacerse cargo solo de ellos dos. Desde que su madre había muerto hacía tres años, Robin era quien se había encargado de sacarlos adelante, trabajando turnos extras en el taller de automóviles. Harry pensaba que lo había hecho de maravilla, pero su padre no pensaba eso. Cada vez que Robin miraba a su hermano, él podía notar un dejo de tristeza y frustración hacia él mismo, lo cual le dolía.

“Todo está muy jodido”, pensó cerrando sus ojos.

Unos golpecitos en su ventana le distrajeron, por lo que se levantó y caminó hasta ésta mirando hacia abajo, encontrándose con Louis, quien le hacía señas para que bajara.

Intentando hacer el menor ruido posible, tomó sus llaves, una chaqueta, y bajó hasta el primer piso para luego salir.

— ¿Qué haces aquí, Louis? –preguntó notando que el mayor tenía su pómulo izquierdo inflamado y de un tono rojizo. El aludido no respondió y en cambio se acercó y acarició con su dedo pulgar el labio inferior de Harry, quien se alejó con un pequeño gemido de dolor cuando Louis pasó a llevar la herida que casi había olvidado.

— Ven. –le llamó para que le siguiera hasta la cuneta, lugar donde tomaron asiento. – Déjame curar eso. –El oji-azul se quitó la mochila y extrajo algodón y una botella de vodka. Harry le miró extrañado.- No había alcohol en casa, solo tenía esto y… supuse que serviría. –señaló en un murmuro. El menor sonrió enternecido.

A veces olvidaba que Louis era un chico de veintiún años, amante de las fiestas y la noche. El oji-azul bebía, fumaba cigarrillos de vez en vez, y marihuana cada vez que podía. Harry era todo lo contrario, no bebía y no fumaba, y prefería dormir antes que ir a una fiesta. Era por eso que se le hacía difícil entender por qué lo quería tanto. ¿Cómo era posible que siendo tan distintos, él estuviera enamorado?

No, Harry en realidad sabía la respuesta, porque el sí conocía al verdadero Louis. El castaño era un chico romántico, tierno, sensible y tremendamente inseguro. Louis en realidad era un chico frágil, tras esa fachada de chico alegre, se escondía una temerosa persona.

— Bien, ahora no te muevas. –pidió Tomlinson luego de mojar el algodón con alcohol para pasarlo sobre el labio de Harry.

— Oush. – Louis rió ante la mueca de dolor en el rostro de su cuñado.

Su herida dolía, ardía demasiado, pero la cercanía entre ellos, si bien le ponía un tanto nervioso, también le gustaba, así podía admirar con más detalle el rostro del mayor. Podía notar sus pupilas dilatándose y el gesto serio en su rostro, aquel gesto que siempre hacía cuando parecía estar concentrado en algo, pero secretamente su mente se hallaba volando en otros lugares.

Harry puso atención en su pómulo y sin darse cuenta comenzó a acariciar suavemente la zona con su mano, provocando que el castaño le mirara sorprendido.

— Uhm, creo que con eso estará bien. Sólo debes poner hielo, ya sabes. – dijo guardando la botella de alcohol en la mochila y el algodón en uno de los bolsillos de fuera, para luego tirarlo a la basura.

— ¿Por qué aguantas que te haga esto? –inquirió el menor.

— Eso no es asunto tuyo, Harry. –respondió en un susurró sin mirarle.

— No mereces esto, Louis. –dijo de igual manera.

— Harry no quiero hablar sobre esto. –el mayor levantó la mirada y esbozó una pequeña sonrisa.

— Debes buscar a alguien que te ame…

— Pero yo lo amo a él. – Harry sintió una nueva punzada en su pecho.

— Lo sé. – Hubo un silencio entre ambos. Louis no le miraba, Harry, en cambio, no podía dejar de observarlo, mientras pensaba todas las cosas que le gustaría decirle, pero que claramente no podía ni debía.

— Yo… quería darte las gracias por lo de hace un rato. –Dijo tímidamente dedicándole una sonrisa que Harry no supo descifrar.- Pero no quiero que intervengas más en nuestras discusiones, Harry. – pidió con tono dulce. - ¿Puedes prometerme eso?

— No, no puedo. – el menor negó rotundamente poniéndose de pie.

— Harry, por favor. –pidió nuevamente levantándose también.

— No, Louis, no puedes pedirme eso. –dijo comenzando a alterarse.

— No quiero que vuelva a dañarte, ¿sí? –soltó en un suspiro.

— Me importa una mierda lo que haga conmigo.

— Hey, cuida ese vocabulario. –regañó graciosamente para quitarle un poco de tensión a la situación. Harry bufó.

— Mejor prométeme que no dejarás que vuelva a lastimarte. –habló el oji-verde. Louis suspiró.

— Lo prometo.

— Bien. –Harry sabía que esa promesa no duraría mucho, pero de igual manera se sintió un poco mejor. – Yo tengo que entrar, es tarde.

— Uhm, okay. Gracias otra vez. –repitió acercándose y poniéndose de puntitas para besar la frente del menor. – Buenas noches, Harry.

— Buenas noches, Louis. Pon hielo ahí. –dijo señalando su pómulo. El oji-azul asintió y volteó para comenzar a caminar.

Harry entró a su casa y fue hasta la cocina para buscar hielo, el cual envolvió en un paño para colocarlo sobre su labio. Subió a su habitación, se puso pijama y se recostó, mas conciliar el sueño se volvió una tarea imposible de completar debido a que las palabras de Louis daban vueltas y vueltas en su cabeza…

“Yo lo amo a él”, en serio dolía.

Era injusto. Era tan malditamente injusto, él había visto primero a Louis.

“Oh, Harry, eso suena tan infantil”, se regañó a sí mismo.

Entonces recordó la primera vez que vio a Louis. Había sido una tarde de verano en la escuela hacía ya tres años. Harry se preguntaba cómo es que jamás lo había visto antes, ya que Louis no es un chico que alguien pudiese ignorar, pero bueno, allí estaba él con el balón entre sus pies. Era rápido, veloz y hábil en aquel deporte. Se notaba que le gustaba mucho.

Su cabello castaño se movía de un lado a otro cuando corría y, a pesar de la distancia, él podía jurar ver centellar sus ojos azules. Sin embargo, lo que más le gustaba, era la forma en la que el sol iluminaba su dorada piel, haciéndola parecer parte de él, algo así como un rayito más de sol.

Sin querer, Harry pensó en la oropéndola dorada. Recordaba haber leído que era un ave muy inteligente y escurridiza, cuyo plumaje dorado hacía fácil confundirla con destellos solares.

“Justo como Louis”, pensó.

Su rostro se iluminó al pensar que Louis era como un pájaro, como una oropéndola dorada, pero Louis no volaba libre como ella. Louis se encontraba atrapado, enjaulado en una relación que no le hacía bien, y Harry temía que un día Louis, debido al encierro, olvidara cómo volar.

Si algo había aprendido respecto a los pájaros, era que éstos no debían estar enjaulados, arruinaba sus alas, opacaba su belleza.

Y Louis era demasiado hermoso para una jaula.

por **gomi de fresa** Jue 22 Ago 2013, 10:39 pm

hay te amo! es tan perfect!
basically quiero que la sigas!!!!!!! NOW!

bye :D

por **noeliab** Vie 23 Ago 2013, 2:46 pm

Nueva lectora!
Mmmm pinta interesante, espero la sigas y no la abandones!!
Te sigo en tu otra nove aunque hace bastante no la actualizas pero bueno, ojala lo hagas pronto :)
Besos!!!

PD: Me encanta tu gif de los hermanos Winchester. Soy una gran fan de Supernatural!!!

por **laultimaymevoy** Vie 23 Ago 2013, 4:04 pm

Pobre bebé Harry :c. Lou también pero me da mal genio que sea tan lenti como para seguir con Evan con todo lo mal que lo trata >,< ojala se de cuenta todo lo que Harry haría por él, vamos a ver que tanto sufre por bruto xd

por **KarliKryptonite** Vie 23 Ago 2013, 8:24 pm

Jo, espero que esto termine bien
Evan es tan jodidamente desagradable y violento :/
no quiero que Lou se opaque por sus agresiones)):

por **Angeles** Lun 26 Ago 2013, 5:49 pm

Hola!!!!! Me encantó!
Está muy bien escrita y ksdjaglkñsdhg pobre Lou :c
Y Harry también, pobre: "“Yo lo amo a él”, en serio dolía."
Me gustó mucho!
Espero ansiosa el capitulo (:
Saludos!!!

por **Vicious ϟ** Lun 26 Ago 2013, 7:43 pm

II

Pájaro cantor

Como era de suponerse, Evan no acató la orden de su padre, y no terminó su relación con Louis, en cambio, siguió con ésta, empeorando las cosas. Ahora estaba más violento, y cada vez que Harry veía al oji-azul, lo encontraba con una nueva herida en su rostro, incluso ya tenía un par de cicatrices en su frente y mentón.

Louis era tan malditamente vulnerable.

El oji-verde se sentía cada vez más frustrado e impotente, pero no podía hacer nada. No había nada que hacer si Louis aceptaba aquellos malos tratos, si los incorporaba a su vida como algo normal.

Harry sentía odio hacia su hermano, pero más odio sentía hacia Louis. Sí, lo amaba con el alma, sin embargo odiaba que se hiciera ese daño a sí mismo. Odiaba que Louis permitiera que Evan le tratase como quisiera, que hiciera lo que quisiera con él. Odiaba que Louis intentara bajarle el perfil al asunto restándole importancia, mintiendo respecto a sus heridas.

Aquella tarde su padre no estaba, y él se encontraba en su habitación cuando oyó gemidos desde la otra habitación.

“Oh, Dios, por favor no…”, pensó cuando estos se hicieron más audibles, permitiéndole saber de quién provenían.

Louis.

Él no podía soportar eso, por lo que salió lo más rápido posible de su casa y corrió durante un par de cuadras. No quería estar allí, no quería volver a su casa, no quería encontrarse con ellos, no quería ver a Louis después de eso…

Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas, pero él se encargó de quitarlas pasando sus manos fuertemente por su rostro. Él no solía fumar, mas en situaciones como éstas, sentía que lo necesitaba, por lo que torpemente sacó la cajetilla de su bolsillo y encendió uno, comenzando a caminar sin rumbo.

Pensó en pasar a casa de uno de sus amigos, pero probablemente ellos ya estaban hartos del tema “Louis”, por lo que decidió sólo caminar y respirar un poco de aire.

Cuando ya comenzó a oscurecer, decidió regresar, pensando ilusamente que lo peor ya había pasado, mas al llegar, encontró a su hermano discutiendo con su padre, y Louis en medio, con un corte en su labio. Él le dirigió una mirada tímida y avergonzada para luego esconder la misma en el suelo.

— ¡Creí haber sido claro, Evan! –gritó su padre. Al parecer nadie más que el oji-azul había notado su presencia.

— Con un demonio, ¡soy mayor de edad! ¡No puedes obligarme a hacer cosas que no quiero! –contestó su hermano.

— Éstas bajo mi techo, por lo tanto debes obedecerme.

— A la mierda tú y tu casa. –Evan volteó y se encontró con él, pero no le dijo nada, sólo pasó a su lado y Louis fue detrás de él.

Harry decidió que subiría a su cuarto y se pondría los audífonos. No estaba de ánimos como para oír una nueva pelea. Ya estaba cansado de toda esa mierda. De su hermano, de Louis, de lo enamorado que estaba, de cuanto dolía, de cuanto se odiaba por lo mismo.

Se concentró en la música de The Ramones, cantó un poco en voz baja, mientras volvía al libro sin prestarle mucha atención, pero sirvió, ya que ni cuenta se dio cuando todo el escándalo hubo finalizado. De hecho, de no ser porque su padre entró a la habitación para decirle que su hermano se había ido de la casa, él jamás se hubiera enterado.

No sabía si reír o llorar por la noticia. Es decir, genial, su hermano se había ido, quizá volvería a Londres, eso traería un poco de paz a la casa, pero por otro lado, claramente se había llevado a Louis con él, y eso no era sinónimo de paz para su alma. Eso más bien le inquietaba, le molestaba y le preocupaba de sobremanera, ya que no quería ni imaginarse lo que hacía con el castaño cuando se encontraban realmente solos.

Pero, ¿qué podía hacer? Estaba cansado de intentar hacer entender a Louis que eso no era bueno para él, que no lo merecía, y dios, ya sabía aquel discurso de memoria gracias a todas las veces que lo había repetido…

“¿Estás bien?”, decidió preguntarle al oji-azul en un mensaje.

Espero la respuesta durante un par de minutos, un par de horas, mas esta no llegaba, por lo que comenzó a desesperarse un poco.

“Lou, sólo necesito saber si estás bien, contéstame”, pidió en un segundo intento, pero nada.

Eso no estaba bien. Louis siempre contestaba, Louis siempre estaba pendiente de su celular y eso era algo que a él le irritaba mucho, ya que un montón de veces mientras conversaban, el oji-azul se encontraba pegado a ese pequeño aparatito, pero siempre le prestaba atención, incluso cuando pareciera que no lo hacía.

Estaba a punto de salir de casa para dirigirse a la del mayor cuando su móvil vibró anunciando un nuevo mensaje.

“Sí, estoy bien. Tu hermano también, por si te interesa”, Harry soltó un bufido.

“¿Dónde estás?”, sabía que era obvio que se encontraran juntos, pero su hermano no le importaba, sólo quería saber de Louis. Esta vez la respuesta no tardó ni dos minutos.

“Estoy en mi casa. Evan se quedó donde unos amigos”, la respuesta lo alegró.

“¿Puedo ir e verte?”, se aventuró a preguntar mientras mordía sus labios. La respuesta tardó un poco, quizá porque Louis estaba pensando qué responder. Lo conocía, sabía que pensaba muy bien las cosas antes de hacerlas, y tener al hermano de tu novio en casa, es algo que el oji-azul pensaría mucho dadas las circunstancias.

“Sólo si prometes que no me mirarás de esa manera en la que me miras cada vez que cosas como estas suceden”, eso sonó como un trabalenguas, lo cual le hizo soltar una pequeña carcajada. No sabía a qué se refería Louis, pero aceptaría.

“Oh, y también debes prometer que no tocaremos el tema”, dijo Louis en un cuarto mensaje.

Uhm, eso era difícil de cumplir, pero qué más daba. Sólo quería verlo y asegurarse de que estuviera bien, así que iría e intentaría cumplir sus promesas.

“Lo prometo”, envió.

Se levantó de la cama, tomó una chaqueta y le dijo a su padre que saldría un momento. Robin sabía que su hijo hacía eso cada vez que se sentía agobiado, por lo que no puso ningún tipo de objeción y sólo le dijo que se abrigara, que afuera hacía frío.

Y efectivamente, afuera hacía un frío de mierda, mucho más que la noche anterior. El inhalar aire era algo doloroso, ya que podía sentir cómo el oxígeno quemaba sus vías respiratorias.

Por suerte, la casa de Louis quedaba a unas cuantas cuadras y no tardó demasiado en llegar. Jay le recibió con un cálido abrazo, y un escalofrío recorrió su cuerpo al ingresar al hogar, el cual se encontraba a una agradable temperatura.

Jay llamó a Louis, y este bajó hasta la mitad de las escaleras, haciéndole un gesto con la cabeza, indicándole que subiera.

Una vez en la habitación, ambos se sentaron sobre la cama del castaño frente a frente, sin decir nada.

Harry se atrevió a acercarse un poco para acariciar la herida en el labio del mayor, pero éste adivinando la acción, se alejó como por acto reflejo, sabiendo que el contacto dolería.

— ¿Duele? –preguntó estúpidamente.

— Prometiste que no lo harías… -susurró Louis avergonzado.

— No he hecho nada. –protestó un tanto descolocado ante el comentario.

— Me estás mirando… de esa manera. –dijo en un nuevo murmuro.

— No sé a qué te refieres con eso exactamente. – señaló con sinceridad.

— Esa mirada de lástima, de pena. No puedo soportar que me mires así. – soltó un suspiro desesperado y tomó una almohada para cubrir su rostro.

— Louis, no te miro de esa manera. – dijo confundido. Él no miraba a Louis así, él no sentía pena o lástima por el oji-azul, él sentía amor por Louis, un inmenso e intenso amor.

Harry pensó que tal vez Louis confundía aquella mirada debido a que el mayor probablemente nunca se había sentido amado, quizá nunca nadie lo había mirado como él lo hacía, porque nunca nadie lo había amado como él. Quizá por eso se confundía, tal vez eso hacía que interpretara mal su mirada.

— ¿No? –preguntó quitándose lentamente la almohada de la cara.

— No, idiota. –rió un poco.

— Entonces, ¿qué es eso en tu mirada? –preguntó. A veces Harry se preguntaba si realmente él era menor que Louis, ya que muchas veces se sorprendía ante los infantiles e inocentes gestos y palabras del oji-azul.

No contestó. No sabía qué contestar sin dejar al descubierto sus sentimientos y sólo guardó silencio y siguió observándole, a ver si Louis podía captar el sentimiento detrás de sus ojos verdes.

— ¿Quieres que me vaya? –preguntó Harry luego de que Louis bostezara con cansancio.

— ¿No quieres quedarte? Digo… a dormir. –preguntó.

— ¿Quieres que me quede? –inquirió un tanto sorprendido.

— Haces que me sienta tranquilo, Hazza. Y necesito un poco de eso en mi vida. –señaló sonriendo mientras se rascaba la cabeza.

— Está bien.

Louis le prestó un pijama y luego él se cambió. Posteriormente se metieron bajo las sábanas.

— ¿Harry? –llamó suavemente.

— ¿Uhm?

— ¿No temes no despertar nunca más? –Harry no comprendió.- ¿Qué pasa si me muero mientras duermo? –El oji-verde no supo qué responder. Y es que a veces Louis era tan impredecible… Nunca sabías con qué tipo de cosas te podía sorprender. - Sé que es algo irracional, pero a veces me da temor dormir. –El menor pudo oír la vergüenza en su voz.- Quizás tengo miedo porque he visto a mucha gente morir de esa manera. –susurró más como para sí mismo. Jay trabajaba en un geriátrico, por lo que, claro, probablemente Louis vio a muchas personas morir mientras dormían.

— Seguramente la gente que has visto morir así, padecía algún tipo de enfermedad o solamente eran muy ancianos. –Explicó Harry.- Tú eres joven, no te vas a morir en el sueño. –señaló. Sintió a Louis removerse en su lugar.

— Supongo que tienes razón. Bueno, te dejaré dormir. Buenas noches, Hazz.

— Buenas noches, Lou.

La respiración del oji-azul poco a poco se fue haciendo cada vez más lenta y tranquila, señal de que se había dormido. Harry volteó hacia él y observó, gracias a la luz del alumbrado público que se filtraba tenuemente por la cortina, cómo su cabello castaño caía suavemente sobre su cuello, el cual quiso acariciar y besar, pero obviamente no podía, por lo que nuevamente volteó procurando dormirse pronto.

Durante la mañana, una suave melodía se coló por sus oídos. Era agradable, era alegre, era Louis. No sabía qué canción era y no le interesaba, sólo le importaba oír la melodiosa voz de Louis durante la mañana.

“Podría oírte cantar toda la vida”, pensó románticamente, negándose a abrir los ojos, ya que sabía que una vez que lo hiciera, Louis dejaría de cantar, y él no quería eso. Él quería oír a Louis.

Y entonces Harry recordó otro pajarito; no sabía cuál era la especie, pero sabía que había una clase de pájaro cantor que cree morirse cada vez que se oscurece. En la mañana, cuando sale el sol, le sorprende seguir viviendo, entonces canta una bella canción…

:*

Hey, ¿cómo les va? Espero que muy bien (: Aquí les dejo el segundo capítulo dl fic y muchas gracias por sus comentarios <3

Gomi de fresa: ¿Me amas? Hahaha gracias por leer, hun <3

Noeliab: ¡Hey, babe! No abandonaré esta, está terminada y respecto a TDBS, jamás la abandonaré, sólo tardo un poco (mucho) pero la terminaré, no te preocupes, y OMG, ¿te gusta SPN? *-* Que bonito, amo esa serie con el alma <’: Gracias por tu comentario <’:

Laultimaymevoy: Eli, aunque odies mucho a Louis, te quiero por leer cada estupidez que se me ocurra <3

KarliKryptonite: Yo también espero que esto termine bien (?) hahaha. Evan es una mierda, como que me dan ganas de matarlo un poco… Esperemos Lou se dé cuenta pronto que esa relación no es para él. Gracias por comentar *:

Angeles: ¡Hey! Me alegra que te haya gustado tanto (‘: Pobres ambos, ¿verdad? ): Gracias por leer, hun *:

En fin, nos vemos dentro de tres días.

Au revoir ~

por **Angeles** Lun 26 Ago 2013, 9:12 pm

Así que no terminaron... u_u
Aw, que linda relación tiene con Harry, aunque no estén juntos.
“Podría oírte cantar toda la vida” lfsdkñgsdfgmsdh que tierno!!!

Morí con este capitulo, fue hermoso <3
Saludos!!!

por **noeliab** Miér 28 Ago 2013, 2:49 pm

Ay porque Louis esta tan enamorado de Evan?
Y Harold se preocupa tanto por el que hasta se olvida que esta su hermano en el medio.
Me pregunto si Jay sabe la relacion que lleva su hijo (?
Besos!

por **laultimaymevoy** Miér 28 Ago 2013, 3:21 pm

Hola, iba en la mitad de mi comentario y algo extraño pasó y se borró :c en fin Lou me da pesar pero al mismo tiempo me enoja es que >,< es un tonti, como no es capaz de ver lo que tiene en frente??? y no me refero solo a que Harry lo quiere sino a todo el daño que le hace Evan tambien, y me da pesar que sea tan inocente tambien, porque supongo que por eso mismo es que sigue con Evan porque no se da cuenta que no le conviene, y me supongo que tine muchos miedos y me da tristeza que sea tan así porque se nota que no es feliz :c y el pobre bebé Hazza está sufriendo por culpa de su ingenuidad y adhsdjfklsjf me da mal genio porque no lo merece >,< ambos podrian ser felices si Lou fuera menos lento además ¿como se le ocurre responder que el hermano también está bien "por si le interesa"? por Dios, a quien le va a interesar semejante tipo tan imbécil que deje de hacerse el indignado por alguien que no lo merece, ese es el problema de Lou su inocencia, solo espero que se e cuenta que Harry si lo quiere y que vale la pena 1123131231244221 veces más que el estúpido de Evan, creo que es todo, pobre Lou tonti, ya me dio pesar con él :c jajajaja

por **itsdyana** Lun 02 Sep 2013, 9:29 am

Nueva lectora reportándose o/
¿Qué digo de lo que ya leí? Desde el primer momento me quede enganchada con tu fic, me enamoré, ah.
Me duele que Harry amé a Louis pero que él amé al estúpido de Evan>:c cuando este estúpido solo le hace daño y ugh, lo odio.
También me encanta narración, me encanta tu manera de escribir:3

Y yo por dentro muriendo porque Louis cree que Harry le mira con lastima pero no... esa es su mirada de amor y él no se da cuenta, y muero, ah.
Siguela cuando puedas<3.
Chau.

por **Vicious ϟ** Lun 02 Sep 2013, 3:23 pm

Hey-hey! Siento la demora, ni siquiera me di cuenta de que habían pasado los días D: Pero aquí estoy el próximo capítulo estará dentro de tres días, lo juro (

Angeles: Hey! Sí, es linda la relación que tiene a pesar que no estén juntos. Gracias por leer *:

Noeliab: Louis… tiene muchos problemas, ya se sabrá y ya lo entenderás (:

Laultimaymevoy: ¡No es tonti! ): Y tampoco ingenuo… bueno, un poco, pero no es ese su verdadero problema *sigh* Pobres ambos, serían tan lindos juntos u.u

Itsdyana: Hey-hey! Louis está un poco cegado por los problemas que tiene consigo mismo ): Gracias por tu comentario, hun <3

III

Vencejo

Luego de aquella noche que compartieron juntos, Harry no había vuelto a ver ni a Louis ni a su hermano durante dos semanas, y eso le tenía preocupado. Había intentado en la casa del oji-azul, pero Jay siempre le respondía que su hijo no se encontraba o que se hallaba durmiendo. Había intentado llamarlo y le enviaba mensajes porque no contestaba.

Respecto a Evan no tenía noticias, y aceptaba que se encontraba preocupado por él también.

Robin le había pedido que averiguara con los chicos a los cuales su hermano solía frecuentar, mas ninguno parecía tener noticias de su paradero. Harry también intentó con los chicos de la Universidad y se enteró de que Evan no había asistido a clases durante aquellas últimas semanas.

“Louis, estoy preocupado. Necesito que nos veamos”, escribió en un texto a eso de las once de la mañana del día sábado, rogando porque Louis le contestara.

Esperó la respuesta durante todo el día, y esta sólo llegó cerca de las diez de la noche.

“Si quieres, puedes venir, pero no te asombres por lo que encuentres”, eso hizo que su estómago se contrajera debido a la preocupación. Se sentía nervioso, pero por fin lo vería, y quizá podría tener noticias de su hermano.

Salió de casa y caminó rápidamente, queriendo llegar lo antes posible. Las luces de la casa de los Tomlinson se encontraban apagadas, por lo que dudó unos segundos en tocar, pero finalmente lo hizo. Louis le abrió la puerta y le hizo pasar en una muda invitación, posteriormente subieron a la habitación del mayor y entonces Harry entendió el mensaje que le había enviado.

— Te lo dije. –señaló el mayor encendiendo un cigarrillo, apoyándose en el marco de la ventana abierta.

Harry no sabía por dónde comenzar para poder procesar lo que veía. La habitación olía a marihuana, alcohol y encierro. Louis estaba frente a él iluminado tenuemente por aquellas luces de navidad de un solo color que colgaban sobre su cama. Su rostro se veía cansado, incluso el menor se atrevería decir que se encontraba más delgado. Sus ojos se veían apagados y bajo estos, sombras de un color oscuro se dejaban notar.

— ¿Qué sucede, Lou? –preguntó en un susurro.

— Se fue. –respondió de la misma manera mirando a través de la ventana.

— ¿Evan? –Louis asintió.

— Se fue. –repitió el oji-azul un poco ido.

— Louis, ¿qué pasó? –Harry caminó hasta él y lo enfrentó tomándole de los hombros.

— Me dejó. –en el rostro del mayor no había expresión alguna y eso al oji-verde le dolía. Le dolía ver a Louis en ese estado. – No sé qué pasó, sólo… tuvimos otra discusión y se fue. No lo he visto ni sabido nada de él durante una semana y media y… -su voz se quebró.- duele, duele como no te imaginas. – Oh, créeme que sé cómo duele, pensó.

— ¿Te golpeó? –preguntó.

— ¿Eso qué importa? –soltó fastidiado apagando el cigarrillo y tirándolo fuera.

— Me importa.- respondió siguiéndolo hasta la cama donde el mayor se acostó y tapó hasta la cabeza. – Vamos, Lou, no te pongas así conmigo. –Pidió sentándose a su lado, pero no hubo respuesta.- Por favor, Louis. –intentó nuevamente, comenzando a oír sollozos.

Harry le destapó la cabeza y le acarició el cabello. Bajó un poco más las mantas y entonces Lou se abalanzó sobre él, abrazándolo fuertemente mientras lloraba. El oji-verde correspondió el abrazo y continuó con las caricias silenciosamente, dejando que el oji-azul sacara todo lo que tenía dentro, que limpiara su alma de toda la basura que lo estaba consumiendo.

— Tengo tanto miedo. –le oyó decir.

— ¿A qué le tienes miedo, Lou? –preguntó.

— No quiero estar solo, Harry. No me gusta estar solo. –respondió entrecortadamente.

— No estás solo. –le respondió él. Louis se enderezó y le dedicó una pequeña sonrisa.

— Eres tan bueno conmigo. –Susurró acariciándole el cabello.- No merezco esto. No merezco tu atención. Es decir… tú no deberías estar aquí. Deberías estar pendiente de tu vida. No de mí y mi mierda. –dijo con pena.

— Pero quiero estar aquí contigo. –Le respondió.- Y claro que mereces esto. Mereces esto y más, Louis. Mucho más, sólo que aún no te das cuenta. –señaló en voz baja ante la cristalina mirada del mayor.

— No, no merezco nada. Soy sólo un pedazo de mierda más en este mundo. –soltó frunciendo el ceño y despegando su mirada de Harry.- Estoy tan podrido, Harry… todo dentro de mí está tan podrido. –farfulló acomodándose en la cama. – Hay tanto odio… -Harry sabía, estaba consciente de cuánto odio sentía Louis hacia sí mismo y era algo que jamás podría entender, algo que jamás entraría en su cabeza. – Todo está tan jodido… yo estoy tan jodido.

— No, no lo estás. –le susurró él sobre el oído.

No hubo respuesta por parte del mayor, al parecer se encontraba demasiado cansado para protestar. Harry se acomodó a su lado y le acarició el cabello y el cuello, trazando imaginarias figuras en él con la yema de sus dedos, muy delicada, casi imperceptiblemente.

— Eso se siente bien. –oyó que decía el oji-azul con un hilo de voz. – No te detengas, por favor.- pidió.

El oji-verde sonrió con ternura y no se detuvo, siguió acariciándole hasta que estuvo seguro de que Louis se había dormido. Depositó un pequeño beso en su sien y escribió una notita prometiendo volver al día siguiente.

~

En la mañana le pidió a Louis que le acompañara al zoológico ya que necesitaba observar algunas aves y no sabía de otro lugar que le sirviera. No era una salida realmente romántica o algo por el estilo, pero algo diferente quizás ayudaría a Louis a distraerse un poco.

— ¿Un trabajo de aves? ¿Estás jodiendo? –preguntó un divertido oji-azul.

Harry le miró serio. Le gustaba ver a ese chico sonriente, a ese chico alegre, pero sabía que detrás de esa sonrisa, había algo roto, y eso no le gustaba. No le gustaba que Louis escondiera cuando estaba mal porque eso lo haría explotar en algún momento, tal como lo había hecho la noche anterior.

— La clase de ciencias, Louis. –dijo un tanto avergonzado.

— Oh, okay, okay. –profirió mientras caminaban a la parada del autobús. - ¿Y has estado leyendo libros y eso? –inquirió en el mismo tono burlesco.

— Ahá. –El mayor soltó una risa. - ¿Qué es lo que te parece tan gracioso? Es sólo un trabajo y me ha parecido bastante entretenido en realidad.

— Es que… ¿aves? No lo sé, panteras, leones, tigres, pero, ¿aves? Es algo bastante aburrido. –soltó.

— He aprendido bastante. –Louis rodó los ojos y decidió cambiar de tema.

Una vez en el zoológico, se entretuvieron un buen rato viendo a un montón de animales antes de pasar al sector de las aves. Harry nunca había visto aquellas especies de las cuales había estado leyendo en vivo y en directo, y le parecían hermosas. Buscó la oropéndola dorada, aquella que más se parecía a Louis, y cuando la encontró, se maravilló.

Estuvo bastante rato intercambiando miradas entre el pájaro y el oji-azul quien se entretenía mirando a las demás especies.

— Hey, ¿qué sucede con esta? –preguntó el mayor.

— Te pareces a ella. –dijo Harry con una tierna sonrisa. El oji-azul le miró extrañado y luego miró al ave.

— ¿A mí? ¿De qué hablas? –averiguó con curiosidad.

— Son sólo tonterías. –dijo el menor evitando el tema.

— ¡Oh, Harry! No puedes ir por ahí diciendo que me parezco a un ave sin responderme el por qué. –reclamó.

— Lou, en serio, son estupideces. –iba a avanzar, pero el mayor se lo impidió.

— Dímelo, quiero saber. –pidió en tono serio. Harry suspiró. ¿Cómo podría decírselo sin exponerse? Okay, no había nada muy comprometedor en la comparación, pero, vamos, eso sonaría extraño.

— La primera vez que te vi, fue mientras jugabas. Recuerdo haber pensado que eras muy bueno, rápido, estratégico y ágil, como el ave. –dijo simplemente.

— ¿Y? ¿Qué más? No puedes decirme que sólo por eso me encuentras parecida a ella en particular. –reclamó, y esa era una de las cosas que odiaba respecto al oji-azul; odiaba que no se conformara con respuestas simples, que siempre intentara indagar más allá.

— Dios, Louis… -dijo con frustración clavando su vista en el suelo.- Tu piel es dorada, al igual que la de ella, los rayos del sol se reflejan en ti y a veces parece que eres parte de él. –susurró soltando posteriormente un suspiro.

Eso había sonado más cursi de lo que había deseado.

Levantó la vista, encontrando los ojos azules de Louis, los cuales parecían buscar algo en su mirada. El castaño el miraba curioso, como intentando descifrar algo en un silencio absoluto. Luego de unos segundos en los cuales sostuvieron sus miradas, Louis le abrazó fuertemente. Harry correspondió el abrazo aspirando el exquisito olor a vainilla que emanaba del cuello del mayor.

El resto del paseo no hablaron demasiado. Harry estaba avergonzado por lo que había dicho, y Louis intentaba pensar que lo que había visto en los ojos del menor, no era lo que creía. No podía ser.

Cerca de las siete decidieron volver a casa y se despidieron incómodamente. Había tensión entre ellos y todo se debía a lo que Harry había dicho.

— Uhm, Harry –le llamó una vez que se había separado y el menor se dirigía a su casa. – La pasé muy bien hoy. Gracias. –sonrió tímidamente.

— No fue nada. –correspondió con la misma sonrisa y volteó para seguir su camino.

Aquella noche, Harry se acostó a dormir con una extraña sensación en el pecho, y no sabía si atribuirla directamente a lo que había hecho, sentía que había algo más. No era una sensación para nada agradable.

A la mañana siguiente todo fue un lío. Su padre le dijo que debían ir al hospital porque al parecer habían encontrado a su hermano y se hallaba allí. Se vistió rápidamente y emprendieron camino. Al llegar, preguntaron por él y se tardaron un buen rato en decirles que efectivamente Evan se encontraba allí, pero en el edificio de enfrente. Entonces salieron del hospital y cuando se encontraron frente al edificio, la sangre de ambos se congeló al ver que se trataba de la morgue.

Ninguno lo podía creer. No sabían qué hacer exactamente. Harry no quiso entrar, odiaba ese lugar, por lo que tuvo que ser Robin quien entrara para averiguar qué ocurría realmente.

Harry creyó que sería cuestión de entrar y verificar que había un error en la situación, pero al parecer no era así, ya que su padre tardó más de veinte minutos en salir, y una vez que lo hizo, se veía pálido, su rostro no dejaba notar ninguna expresión y eso le puso nervioso.

— Era él. Tu hermano. Está… -No pudo continuar de hablar porque su voz no se lo permitió. No rompió en llanto, pero sus labios tiritaban, todo su cuerpo lo hacía. Harry no podía creerlo, no podía ser. Su hermano no podía estar muerto, era… imposible.

— ¿Qué pasó? –no pudo formular otra pregunta, su cabeza no se lo permitía ya que aún no lograba procesar bien lo dicho por su padre.

— ¿Sabías que se drogaba? –preguntó su padre. Harry sabía que su hermano fumaba marihuana, pero esa no podía ser su causa de muerte, ¿verdad?

— Fumaba marihuana. –respondió.

— No, drogas de verdad. Drogas duras. –Su rostro se tensó. ¿Drogas duras? No, él nunca lo notó.

Luego todo se volvió confuso, como si las cosas pasaran demasiado rápido para que su impactado cerebro lo pudiera procesar. Su padre hablaba, pero él no lograba oírlo, y es que aún no lo podía creer.

No se llevaban bien, Evan era un imbécil, pero de todas maneras era su hermano, quien cuando pequeños curaba sus rodillas cada vez que caía accidentalmente de la bicicleta o quien golpeaba a los chicos que le molestaban. Quien siempre estuvo para defenderle y para protegerlo. Las cosas no fueron iguales cuando crecieron, pero… dios, era su hermano y nada nunca podría cambiar eso.

Una vez en casa, sabía que tendría que informarle a Louis sobre lo ocurrido, pero no sabía cómo lo haría. Caminó hasta su casa y fue Jay quien lo recibió, subió y encontró al oji-azul tocando piano con una radiante sonrisa. Verlo ahí le sacudió el corazón e hizo flaquear sus piernas.

Cuando Louis notó su presencia, le sonrió, pero su sonrisa no duró más de tres segundos al notar su demacrado rostro.

— Harry, ¿qué pasa? –inquirió el mayor llegando hasta él. ¿Cómo se lo diría? ¿Cómo le diría que su hermano, el chico al cual él amaba, estaba muerto? ¿Cómo?

Y no supo cómo lo logró, pero lo hizo. Era como si su cuerpo actuara por iniciativa propia. No supo qué palabras habían salido de su boca exactamente, todo lo que sabía es que tenía un frágil cuerpo temblando y sollozando entre sus brazos, aferrándose fuertemente a su camisa.

— ¿Sabías que se drogaba? –No era el mejor momento para preguntar, pero de todas maneras lo hizo.

Louis se separó de él sin dejar de llorar y levantó la manga de su polerón, dejando expuesto su antebrazo, logrando que el menor notara dos pequeños pinchazos.

Heroína.

— Cuando se enteró de que yo lo hacía, también quiso hacerlo. –Harry no podía creer lo que oía.- Intenté detenerlo, no quería que jodiera su vida como yo lo había hecho con la mía, pero… no me escuchó.

Louis lloraba desconsoladamente, y Harry volvió a abrazarle no sabiendo qué más hacer. Louis estaba mal, muy mal, antes de su hermano, antes de aquella tormentosa relación. Estaba tan roto, tan dañado, que Harry no sabía si su intento por repararlo daría resultado, pero eso no significaba que no lo intentaría.

Louis había dejado de volar hacía un buen tiempo, había caído y todavía no lograba levantarse. Algo había golpeado tan fuerte a Louis, que le había hecho caer, y Harry averiguaría qué había ocurrido.

— ¿Por qué lo haces? –preguntó Harry. Louis se separó un poco y secó sus lágrimas.

— Es la única manera que tengo para lidiar conmigo mismo. –Susurró.- No lo hago siempre. Sólo cuando siento que ya no puedo más. –Louis notó la preocupación en el rostro de Harry.- No te preocupes por eso ahora. –murmuró.

Harry sólo suspiró y lo volvió a estrechar entre sus brazos.

El oji-verde aún no lo sabía, pero prontamente al retomar su libro, se daría cuenta que el oji-azul esta vez se parecía a un vencejo, un ave que se mantenía en el aire mucho más tiempo que sus pares, debido a sus frágiles extremidades que cada vez que tocaban el suelo, le hacían tremendamente difícil emprender vuelvo nuevamente.

Sin embargo, a pesar de todo, él procuraría hacer que aquel pequeño pajarito que se hallaba refugiado en sus brazos, volara nuevamente.

por **Pamelilla** Lun 02 Sep 2013, 3:38 pm

Espero que la sigas pronto, es muy tierna y dulce, a pesar de la violencia y el dolor, la historia. Saludos

por **Angeles** Lun 02 Sep 2013, 5:42 pm

Harry prácticamente se le declaró a Louis.
Evan murió.
Louis se inyecta heroína.
muchas cosas para mi D:
fjekongalkjnf "Sin embargo, a pesar de todo, él procuraría hacer que aquel pequeño pajarito que se hallaba refugiado en sus brazos, volara nuevamente." dkmfngjksfd eso es tan lindo <3

Me gustó el capitulo!!!!

Saludos!!!

por **noeliab** Lun 02 Sep 2013, 7:25 pm

NO te puedo creer que Evan esta muerto!
Louis esta muuuy jodido y Harry es todo lo contrario... sano, estudioso, asjhjfgsh me mata.
Ojala Harold lo pueda ayudar o mejor dicho que Louis se deje ayudar.
Besos!!

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