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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
Capitulo 19 Parte 3
—Yo no toco a ese demonio. Me repugna.
—Entonces tendrás que compartir un poco de poder con Kat... y Harry. Artemisa humeó. Todo el que la conocía sabía que a la diosa no le gustaba compartir.
—Bien. ¿Pero quien la protegerá a ella si tú fallas en conseguir la Vara?
—Simi… y confía en mí, no fallaré.
Kat no estaba tan confiada.
—¿Y que pasa si Kessar te coge los poderes antes de que cojas la Vara?
Joe sonrió diabólicamente.
—Voy a esperar que la tabla no me pueda quitar todos mis poderes. Todavía tendría bastante poder para hacer algo de daño.
A Kat no le gustaba como sonaba ninguna parte de eso.
—¿Esperar? No es el momento de esperar.
Joe le guiñó un ojo.
—Es el momento perfecto para esperar.
Cuando la situación se vuelve más horrible, lo que más necesitas es esto. Harry bufó.
—Tú sabes que algo va a fallar.
—Probablemente.—los ojos de plata de Joe centellearon como si saboreara el pensamiento.—Siempre lo hace.
Artemisa cruzó los brazos sobre el pecho.
—No me gusta este plan. Quiero uno donde mis poderes se queden conmigo.
—No hay otro plan y realmente no tengo tiempo para pensar en uno.—Joe indicó la tumba con un movimiento de la barbilla.—Tendrás una mejor oportunidad negociando con Apollymi de lo que la tendrás con ellos. El único que puede contenerlos es Harry y para ello tiene que recuperar sus poderes.
Kat le dedicó a su madre su mejor puchero.
—Por favor…te necesitamos. Yo te necesito.
Artemisa le tendió la mano a Kat a regañadientes.
Kat sonrió a su madre, agradecida de que por una vez estuviese siendo razonable.
—Gracias.
—Mejor que estés agradecida.—Artemisa los miró a todos con hostilidad.—Todos vosotros.
Harry no estaba tan cómodo cuando Kat intentó tocarle.
—¿Estás segura que no lo invertirás y tomarás el poco poder que me queda para dárselo a Artemisa?
Ella entendió perfectamente su temor. Aún así, no pudo resistirse a molestarlo.
—Supongo que tendrás que confiar en mí, ¿huh?
—Harry vaciló. En lo más profundo de su interior, estaba aterrado de tocarla. Kat podría matarlo. No solo físicamente, si ella lo traicionaba…
No habría vuelta atrás y él sabía que nunca se recobraría. Era más vulnerable ahora de lo que había sido nunca antes. Todos los siglos de traición estaban allí y querían que saliese corriendo por la puerta. Pero cuando la miró, su corazón realmente creyó que ella jamás le haría daño otra vez. No intencionadamente.
Es ahora o nunca…
El corazón le retumbó en el pecho cuando le tendió la mano y esperó por su traición. Kat cerró los ojos y convocó sus disminuidos poderes. Sintió un pequeño cambio eléctrico que la atravesaba cuando se extendió a través de los poderes de su madre para encontrar aquellos que le habían sido robados hacía milenios a Harry. Una vez los encontró, dejó que volviesen a Harry.
Artemisa saltó hacia atrás.
—Me estás debilitando demasiado.
Harry se congeló cuando se dio cuenta que Kat no lo había traicionado… para ser exactos, el tenía poderes que no había sentido en miles de años. Y se sentía malditamente bien.
Kat le había devuelto cada cosa que le había quitado. Todo. Tenía todos sus poderes de dios de regreso. Llevando su mano a los labios, le besó los nudillos.
—¡Hey!—lo avisó Joe.—Si quieres mantener esa boca atada a tu cabeza, te sugiero que pongas más distancia entre esa y su piel.
Harry se rió cuando la bajó.
—Lo siento.—él se volvió a Joe.—Estoy realmente listo para la batalla.
—Bien. Hagámoslo.
Él podía sentir la sangre bombeando a través del cuerpo cuando él y Zakar, quien estaba vestido como Harry, se dirigieron a la lucha. El olor de la sangre en el aire era débil y penetraba en su cabeza. Él retiró sus labios en anticipación de lo que se acercaba. La lujuria de la sangre en su interior era feroz mientras rogaba por un sabor que olía. Era una bestia que había vivido en el que siempre le había sido difícil de contener, especialmente en batalla. Esta ansiaba alimentarse, recordándole cuanto tiempo había pasado desde la última vez que se había alimentado. Debía de haber tomado un pequeño mordisco de Artemisa antes de embarcarse en esta búsqueda.
Pero ya era demasiado tarde.
Entró en la cámara principal de la caverna. Los Dolophoni todavía estaban de pie... al menos todos excepto los dos tendidos en el suelo. M´Adoc estaba en un rincón, eliminando a dos demonios con un golpe de espada.
Joe encontró la mirada de D'Alerian antes de que un demonio se lanzase a por él y este lo matara.
Dos demonios se movieron a atacar. Los incisivos de Joe crecieron cuando su cuerpo entró en modo de batalla. El asió al primer demonio cogiéndolo por la garganta con una mano y lo estampó contra el suelo, entonces se giró para agarrar al otro. La bestia en su interior quería arrancarle la garganta al demonio. Pero él escogió una muerte
más humana. Le disparó un rayo justo entre los ojos.
—Kessar.—gritó él, dirigiendo a Zakar a través del combate cuando marcó a su líder en la espalda.
El humor en la cara del demonio se convirtió en la incredulidad cuando vio allí a Joseph. El alcanzó el medallón de su muñeca y sostuvo en alto, entonces empezó a cantar en sumerio.
Joe se rió cuando sintió su piel volviéndose azul.
—¿Qué te hace pensar que ese antiguo amuleto va a funcionar conmigo?
Joe se estiró por el medallón, entonces maldijo cuando este lo quemó. Había olvidado que los símbolos de otros panteones no se llevaban bien con él. No es que importase. El dolor era una cosa de la que podía encargarse. Cerrando su mano sobre laTabla, apretó los dientes contra el angustioso ardor que le quemaba la palma y los dedos.
Esta le estaba succionando los poderes. Pero todavía tenía los suficientes para hacer daño.
Arrebatando la Tabla, le la lanzó a Zakar, entonces le pegó un cabezazo a Kessar quien se tambaleó hacia atrás.
Kessar dejó escapar una diabólica carcajada cuando se detuvo a si mismo y se enderezó.
Un mal presentimiento atravesó a Joe.
—¿De qué te estás riendo?
El demonio se enderezó antes de inclinarse contra Joe y susurrarle al oído.
—Por traer a Zakar de regreso y entregarle la Tabla con tu sangre en ella, acabas de abrir la tumba de los Dimme. Felicidades, Apostolos. Eres el heraldo de Telikos... el fin delmundo.
—Yo no toco a ese demonio. Me repugna.
—Entonces tendrás que compartir un poco de poder con Kat... y Harry. Artemisa humeó. Todo el que la conocía sabía que a la diosa no le gustaba compartir.
—Bien. ¿Pero quien la protegerá a ella si tú fallas en conseguir la Vara?
—Simi… y confía en mí, no fallaré.
Kat no estaba tan confiada.
—¿Y que pasa si Kessar te coge los poderes antes de que cojas la Vara?
Joe sonrió diabólicamente.
—Voy a esperar que la tabla no me pueda quitar todos mis poderes. Todavía tendría bastante poder para hacer algo de daño.
A Kat no le gustaba como sonaba ninguna parte de eso.
—¿Esperar? No es el momento de esperar.
Joe le guiñó un ojo.
—Es el momento perfecto para esperar.
Cuando la situación se vuelve más horrible, lo que más necesitas es esto. Harry bufó.
—Tú sabes que algo va a fallar.
—Probablemente.—los ojos de plata de Joe centellearon como si saboreara el pensamiento.—Siempre lo hace.
Artemisa cruzó los brazos sobre el pecho.
—No me gusta este plan. Quiero uno donde mis poderes se queden conmigo.
—No hay otro plan y realmente no tengo tiempo para pensar en uno.—Joe indicó la tumba con un movimiento de la barbilla.—Tendrás una mejor oportunidad negociando con Apollymi de lo que la tendrás con ellos. El único que puede contenerlos es Harry y para ello tiene que recuperar sus poderes.
Kat le dedicó a su madre su mejor puchero.
—Por favor…te necesitamos. Yo te necesito.
Artemisa le tendió la mano a Kat a regañadientes.
Kat sonrió a su madre, agradecida de que por una vez estuviese siendo razonable.
—Gracias.
—Mejor que estés agradecida.—Artemisa los miró a todos con hostilidad.—Todos vosotros.
Harry no estaba tan cómodo cuando Kat intentó tocarle.
—¿Estás segura que no lo invertirás y tomarás el poco poder que me queda para dárselo a Artemisa?
Ella entendió perfectamente su temor. Aún así, no pudo resistirse a molestarlo.
—Supongo que tendrás que confiar en mí, ¿huh?
—Harry vaciló. En lo más profundo de su interior, estaba aterrado de tocarla. Kat podría matarlo. No solo físicamente, si ella lo traicionaba…
No habría vuelta atrás y él sabía que nunca se recobraría. Era más vulnerable ahora de lo que había sido nunca antes. Todos los siglos de traición estaban allí y querían que saliese corriendo por la puerta. Pero cuando la miró, su corazón realmente creyó que ella jamás le haría daño otra vez. No intencionadamente.
Es ahora o nunca…
El corazón le retumbó en el pecho cuando le tendió la mano y esperó por su traición. Kat cerró los ojos y convocó sus disminuidos poderes. Sintió un pequeño cambio eléctrico que la atravesaba cuando se extendió a través de los poderes de su madre para encontrar aquellos que le habían sido robados hacía milenios a Harry. Una vez los encontró, dejó que volviesen a Harry.
Artemisa saltó hacia atrás.
—Me estás debilitando demasiado.
Harry se congeló cuando se dio cuenta que Kat no lo había traicionado… para ser exactos, el tenía poderes que no había sentido en miles de años. Y se sentía malditamente bien.
Kat le había devuelto cada cosa que le había quitado. Todo. Tenía todos sus poderes de dios de regreso. Llevando su mano a los labios, le besó los nudillos.
—¡Hey!—lo avisó Joe.—Si quieres mantener esa boca atada a tu cabeza, te sugiero que pongas más distancia entre esa y su piel.
Harry se rió cuando la bajó.
—Lo siento.—él se volvió a Joe.—Estoy realmente listo para la batalla.
—Bien. Hagámoslo.
Él podía sentir la sangre bombeando a través del cuerpo cuando él y Zakar, quien estaba vestido como Harry, se dirigieron a la lucha. El olor de la sangre en el aire era débil y penetraba en su cabeza. Él retiró sus labios en anticipación de lo que se acercaba. La lujuria de la sangre en su interior era feroz mientras rogaba por un sabor que olía. Era una bestia que había vivido en el que siempre le había sido difícil de contener, especialmente en batalla. Esta ansiaba alimentarse, recordándole cuanto tiempo había pasado desde la última vez que se había alimentado. Debía de haber tomado un pequeño mordisco de Artemisa antes de embarcarse en esta búsqueda.
Pero ya era demasiado tarde.
Entró en la cámara principal de la caverna. Los Dolophoni todavía estaban de pie... al menos todos excepto los dos tendidos en el suelo. M´Adoc estaba en un rincón, eliminando a dos demonios con un golpe de espada.
Joe encontró la mirada de D'Alerian antes de que un demonio se lanzase a por él y este lo matara.
Dos demonios se movieron a atacar. Los incisivos de Joe crecieron cuando su cuerpo entró en modo de batalla. El asió al primer demonio cogiéndolo por la garganta con una mano y lo estampó contra el suelo, entonces se giró para agarrar al otro. La bestia en su interior quería arrancarle la garganta al demonio. Pero él escogió una muerte
más humana. Le disparó un rayo justo entre los ojos.
—Kessar.—gritó él, dirigiendo a Zakar a través del combate cuando marcó a su líder en la espalda.
El humor en la cara del demonio se convirtió en la incredulidad cuando vio allí a Joseph. El alcanzó el medallón de su muñeca y sostuvo en alto, entonces empezó a cantar en sumerio.
Joe se rió cuando sintió su piel volviéndose azul.
—¿Qué te hace pensar que ese antiguo amuleto va a funcionar conmigo?
Joe se estiró por el medallón, entonces maldijo cuando este lo quemó. Había olvidado que los símbolos de otros panteones no se llevaban bien con él. No es que importase. El dolor era una cosa de la que podía encargarse. Cerrando su mano sobre laTabla, apretó los dientes contra el angustioso ardor que le quemaba la palma y los dedos.
Esta le estaba succionando los poderes. Pero todavía tenía los suficientes para hacer daño.
Arrebatando la Tabla, le la lanzó a Zakar, entonces le pegó un cabezazo a Kessar quien se tambaleó hacia atrás.
Kessar dejó escapar una diabólica carcajada cuando se detuvo a si mismo y se enderezó.
Un mal presentimiento atravesó a Joe.
—¿De qué te estás riendo?
El demonio se enderezó antes de inclinarse contra Joe y susurrarle al oído.
—Por traer a Zakar de regreso y entregarle la Tabla con tu sangre en ella, acabas de abrir la tumba de los Dimme. Felicidades, Apostolos. Eres el heraldo de Telikos... el fin delmundo.
issadanger
Re: EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
Capitulo 20
El estruendo de la tumba atravesó a Kat como una corriente eléctrica. Ella y Artemisa se tambalearon hacia Kish cuyos ojos se abrieron tanto como fue posible cuando las paredes a su alrededor vibraron. Se desprendieron trozos del techo y cayeron mientras el sonido se hacía más fuerte. Ella encontró la mirada fija de Harry para verle la confirmación de sus miedos en la cara.
Kat se rió nerviosamente.
─Por favor dime que la cueva sólo tiene una pequeña indigestión.
Pero cuando retumbó otra vez y oyó un perforador chillido desde el interior de la tumba, supo la verdad.
Los Dimme estaban saliendo.
Kat se tensó, preparada para luchar cuando vio aparecer unos dedos femeninos que se asomaban por una grieta en la piedra. Tenían unas largas uñas negras que empujaban contra la apertura, tratando de ampliarla.
─Regresad, ─gruñó Harry a todos.
─Estoy sin poderes, ─dijo Artemisa.─No puedo luchar contra un demonio ya que le hice a alguien─ fulminó con la mirada a Kat─. Un préstamo temporal de mis poderes. Al menos será mejor que sea temporal...
Kat sacudió la cabeza. Sí, le había devuelto a Harry sus poderes y había tomado algunos para si misma, pero nunca se llevaría los de su madre. Podían discrepar de vez en cuando, pero al final del día, quería a su madre más que cualquier cosa. Harry sonrió mientras le dedicaba a Artemisa una significativa mirada.
─Creo que encontramos nuestro sacrificio.
─Oh poo, ─dijo Simi de mala gana, ─no podemos dejar que la diosa vaca muera.
Akri morirá también si no puede comer de ella─. Con los ojos ardiendo, se colocó entre Artemisa y la tumba. ─Vamos, Xirena, tu tienes que ayudar a la Simi a proteger a la diosa—perra ─.
Xirena gruñó disgustada antes de tomar posición al lado de su hermana.
El Kish se movió para estar de pie al lado de Artemisa.
─Pareces el punto de salvación para un humano que no quiere ser comido.
Artemisa lo miró con desprecio mientras Xypher se acercaba para ponerse entre Harry y Kat.
─¿Algún plan de acción?─preguntó Xypher a Harry
─No morir.
─Me gusta. Simple, valiente. Imposible. Funciona para mí.
Kat se mofó de su sarcasmo.
─¿De que te quejas Xypher? Ya estás muerto.
Él se rió.
─Sabes, por una vez, está bien ser yo.
Kat sólo lamentaba no compartir su estado. Ella miró a Harry.
─¿Algún consejo de cómo matarlos?
─Ninguno. La última vez nos llevó a tres de nosotros atraparlos… atraparlos, no matarlos., porque nunca pudimos descubrir como hacerlo. Son unos repugnantes sodomitas.
Genial. No podía esperar a conocerlos.
De repente, algo se estrelló detrás de ellos. Kat se volvió para ver a Joseph entrando en la cámara con Zakar y el resto de su grupo.
─Sellad la puerta detrás nuestra, ─pidió Joe a Deimos.
Kish frunció el ceño.
─Um, no es por discutir ni nada ¿Pero no tuvimos que pelear para abrirlo?
Una hembra Dolophonus lo miró con dureza.
─Bien, si quieres dejarlo abierto y dejar que todos los demonios.
─Ciérralo, por favor.
Ella sonrió con satisfacción.
─De alguna manera pensé que estarías de acuerdo.
Deimos y su hermano gemelo Phobos se apoyaron contra la roca que sellaba la puerta. Estaban ensangrentados y jadeando, como el resto de ellos.
─Bien, ─dijo M'Adoc mientras se limpiaba la sangre de la herida en la ceja─. Al menos solo hay siete.
─Los cuales son aproximadamente veinte veces peores y más fuertes que los otros, ─añadió Harry.
─Oh Dios,─dijo Kat con excitación ─ como si quisiera que salieran.
Decidiendo que estaba en medio del juego, flexionó los brazos y manifestó unas espadas en sus manos mientras Zakar se acercaba. Harry le dio la Vara que habían cogido de la tumba de Ishtar.
─Simi, ─dijo Joe bruscamente─. Lleva a Artemisa al Olimpo.
Simi soltó un afectado suspiro.
─Un día lamentaras el no dejarme comérmela.
─Simi...
─Ya voy, ya voy,─ se quejó ella antes de obedecer.
Harry pasó y miró a Joe con malestar.
─¿Tenias que hacer eso?
Joe se encogió de hombros.
─Olvida a los Dimme. Si ella muere, tendrías que luchar contra mí en mi verdadera forma. ¿Estás listo para eso?
─Hoy no. Estoy un poco cansado por la batalla.
Harry hacerles caso, Zakar puso la Vara en la cerradura. Cuando trató de cerrarla, la Vara se rompió.
─Creo que esperamos demasiado tiempo. No se volverá a cerrar.
Kat observó los dedos del Dimme que empujaban en la grieta.
─Están despiertos y listos para echar la piedra abajo.
─¿Qué demonios mata a los Dimme? ─preguntó Xypher ─.
Todos se miraron los unos a los otros cuando un profundo resplandor verde estalló saliendo de la tumba. Los demonios gallu de fuera aporreaban ahora la puerta, tratando de romperla. Los Dimme gritaban más alto, resquebrajando la piedra aún más. ¿Cómo hace alguien para matar algo que es invencible? La pregunta le rondaba a Kat en la cabeza hasta que estuvo mareada por ella. Y cuando volvió a mirar a la tumba, se le ocurrió una nueva idea.
Kat se volvió hacia Harry.
─Creo que estamos haciendo la pregunta equivocada. Olvida lo de matarlos. ¿Cómo los atrapaste la vez pasada?
─Tres dioses Sumerios y un cántico.
Kish suspiró.
─Es una lástima que sólo tenemos uno de tres.
─No, ─dijo Joe ─. Tenemos tres de tres. Zakar, Harry y Katra.
Harry se congeló cuando capto el pensamiento de Joe. Era brillante. Por salvarle la vida a Kat, puede que hubiese salvado el mundo entero.
─El intercambio de sangre.
Joe asintió con la cabeza.
─Kat comparte contigo ahora la sangre sumeria. Ella puede actuar como el tercer Dios.
Harry sonrió cuando encontró la mirada esperanzadora de Kat. Él miró a Zakar y por primera vez, realmente sintió que podrían sobrevivir a esto.
─¿Recuerdas cómo los encerramos?
─Sí, pero la Vara se ha roto. Necesitamos algo para usar como llave.
─¿Serviría el sfora? ─pregunto Kat a Harry. ─Puede avanzar y retroceder en el tiempo. No estaba seguro, pero valía la pena probar.
─Creo que lo hará. Todo lo que podemos hacer es intentarlo.
Kat se quito el collar y se lo dio a Harry.
─¿Qué tenemos que hacer?
Después de darle a Zakar el sfora, Harry la colocó a ella en el medio de la tumba mientras él se movía hacia la derecha y Zakar a la izquierda. Tan pronto como estuvieron en posición, Harry comenzó a cantar en Sumerio
─Soy el único, el guía de los demonios de esta tierra.
─Convocamos las fuerzas que nos crearon y nos dieron a luz.
─A todo el que está aquí ahora y antes.
─Protegemos y vigilamos con nuestro corazón.
─Por las vidas de otros nos entregamos.
─Siempre protegeremos aquellos que viven.─ Harry dijo las palabras dos veces antes de que Zakar se uniera a él.
El estruendo de la tumba atravesó a Kat como una corriente eléctrica. Ella y Artemisa se tambalearon hacia Kish cuyos ojos se abrieron tanto como fue posible cuando las paredes a su alrededor vibraron. Se desprendieron trozos del techo y cayeron mientras el sonido se hacía más fuerte. Ella encontró la mirada fija de Harry para verle la confirmación de sus miedos en la cara.
Kat se rió nerviosamente.
─Por favor dime que la cueva sólo tiene una pequeña indigestión.
Pero cuando retumbó otra vez y oyó un perforador chillido desde el interior de la tumba, supo la verdad.
Los Dimme estaban saliendo.
Kat se tensó, preparada para luchar cuando vio aparecer unos dedos femeninos que se asomaban por una grieta en la piedra. Tenían unas largas uñas negras que empujaban contra la apertura, tratando de ampliarla.
─Regresad, ─gruñó Harry a todos.
─Estoy sin poderes, ─dijo Artemisa.─No puedo luchar contra un demonio ya que le hice a alguien─ fulminó con la mirada a Kat─. Un préstamo temporal de mis poderes. Al menos será mejor que sea temporal...
Kat sacudió la cabeza. Sí, le había devuelto a Harry sus poderes y había tomado algunos para si misma, pero nunca se llevaría los de su madre. Podían discrepar de vez en cuando, pero al final del día, quería a su madre más que cualquier cosa. Harry sonrió mientras le dedicaba a Artemisa una significativa mirada.
─Creo que encontramos nuestro sacrificio.
─Oh poo, ─dijo Simi de mala gana, ─no podemos dejar que la diosa vaca muera.
Akri morirá también si no puede comer de ella─. Con los ojos ardiendo, se colocó entre Artemisa y la tumba. ─Vamos, Xirena, tu tienes que ayudar a la Simi a proteger a la diosa—perra ─.
Xirena gruñó disgustada antes de tomar posición al lado de su hermana.
El Kish se movió para estar de pie al lado de Artemisa.
─Pareces el punto de salvación para un humano que no quiere ser comido.
Artemisa lo miró con desprecio mientras Xypher se acercaba para ponerse entre Harry y Kat.
─¿Algún plan de acción?─preguntó Xypher a Harry
─No morir.
─Me gusta. Simple, valiente. Imposible. Funciona para mí.
Kat se mofó de su sarcasmo.
─¿De que te quejas Xypher? Ya estás muerto.
Él se rió.
─Sabes, por una vez, está bien ser yo.
Kat sólo lamentaba no compartir su estado. Ella miró a Harry.
─¿Algún consejo de cómo matarlos?
─Ninguno. La última vez nos llevó a tres de nosotros atraparlos… atraparlos, no matarlos., porque nunca pudimos descubrir como hacerlo. Son unos repugnantes sodomitas.
Genial. No podía esperar a conocerlos.
De repente, algo se estrelló detrás de ellos. Kat se volvió para ver a Joseph entrando en la cámara con Zakar y el resto de su grupo.
─Sellad la puerta detrás nuestra, ─pidió Joe a Deimos.
Kish frunció el ceño.
─Um, no es por discutir ni nada ¿Pero no tuvimos que pelear para abrirlo?
Una hembra Dolophonus lo miró con dureza.
─Bien, si quieres dejarlo abierto y dejar que todos los demonios.
─Ciérralo, por favor.
Ella sonrió con satisfacción.
─De alguna manera pensé que estarías de acuerdo.
Deimos y su hermano gemelo Phobos se apoyaron contra la roca que sellaba la puerta. Estaban ensangrentados y jadeando, como el resto de ellos.
─Bien, ─dijo M'Adoc mientras se limpiaba la sangre de la herida en la ceja─. Al menos solo hay siete.
─Los cuales son aproximadamente veinte veces peores y más fuertes que los otros, ─añadió Harry.
─Oh Dios,─dijo Kat con excitación ─ como si quisiera que salieran.
Decidiendo que estaba en medio del juego, flexionó los brazos y manifestó unas espadas en sus manos mientras Zakar se acercaba. Harry le dio la Vara que habían cogido de la tumba de Ishtar.
─Simi, ─dijo Joe bruscamente─. Lleva a Artemisa al Olimpo.
Simi soltó un afectado suspiro.
─Un día lamentaras el no dejarme comérmela.
─Simi...
─Ya voy, ya voy,─ se quejó ella antes de obedecer.
Harry pasó y miró a Joe con malestar.
─¿Tenias que hacer eso?
Joe se encogió de hombros.
─Olvida a los Dimme. Si ella muere, tendrías que luchar contra mí en mi verdadera forma. ¿Estás listo para eso?
─Hoy no. Estoy un poco cansado por la batalla.
Harry hacerles caso, Zakar puso la Vara en la cerradura. Cuando trató de cerrarla, la Vara se rompió.
─Creo que esperamos demasiado tiempo. No se volverá a cerrar.
Kat observó los dedos del Dimme que empujaban en la grieta.
─Están despiertos y listos para echar la piedra abajo.
─¿Qué demonios mata a los Dimme? ─preguntó Xypher ─.
Todos se miraron los unos a los otros cuando un profundo resplandor verde estalló saliendo de la tumba. Los demonios gallu de fuera aporreaban ahora la puerta, tratando de romperla. Los Dimme gritaban más alto, resquebrajando la piedra aún más. ¿Cómo hace alguien para matar algo que es invencible? La pregunta le rondaba a Kat en la cabeza hasta que estuvo mareada por ella. Y cuando volvió a mirar a la tumba, se le ocurrió una nueva idea.
Kat se volvió hacia Harry.
─Creo que estamos haciendo la pregunta equivocada. Olvida lo de matarlos. ¿Cómo los atrapaste la vez pasada?
─Tres dioses Sumerios y un cántico.
Kish suspiró.
─Es una lástima que sólo tenemos uno de tres.
─No, ─dijo Joe ─. Tenemos tres de tres. Zakar, Harry y Katra.
Harry se congeló cuando capto el pensamiento de Joe. Era brillante. Por salvarle la vida a Kat, puede que hubiese salvado el mundo entero.
─El intercambio de sangre.
Joe asintió con la cabeza.
─Kat comparte contigo ahora la sangre sumeria. Ella puede actuar como el tercer Dios.
Harry sonrió cuando encontró la mirada esperanzadora de Kat. Él miró a Zakar y por primera vez, realmente sintió que podrían sobrevivir a esto.
─¿Recuerdas cómo los encerramos?
─Sí, pero la Vara se ha roto. Necesitamos algo para usar como llave.
─¿Serviría el sfora? ─pregunto Kat a Harry. ─Puede avanzar y retroceder en el tiempo. No estaba seguro, pero valía la pena probar.
─Creo que lo hará. Todo lo que podemos hacer es intentarlo.
Kat se quito el collar y se lo dio a Harry.
─¿Qué tenemos que hacer?
Después de darle a Zakar el sfora, Harry la colocó a ella en el medio de la tumba mientras él se movía hacia la derecha y Zakar a la izquierda. Tan pronto como estuvieron en posición, Harry comenzó a cantar en Sumerio
─Soy el único, el guía de los demonios de esta tierra.
─Convocamos las fuerzas que nos crearon y nos dieron a luz.
─A todo el que está aquí ahora y antes.
─Protegemos y vigilamos con nuestro corazón.
─Por las vidas de otros nos entregamos.
─Siempre protegeremos aquellos que viven.─ Harry dijo las palabras dos veces antes de que Zakar se uniera a él.
issadanger
Re: EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
Capitulo 20 Parte 2
Kat contuvo el aliento, tratando de concentrarse en aprender las palabras sumerias mientras veía la mano del Dimme avanzar deslizándose por el agujero. Los golpes de Kessar y su ejército resonaban aún más alto cuando ella se unió al canto. En cualquier momento, uno, si no ambos grupos de demonios iban a irrumpir en la
sala con ellos.
El sfora se volvió rojo brillante.
─¡Zakar!─ La voz de Kessar sonó en el cuarto. ─¡Libera los Dimme!
Zakar vaciló en su canto.
─Quédate conmigo, Hermano,─ dijo Harry, su voz sorprendentemente calma. Con todo Kessar gritaba a Zakar para que les ayudase.
Zakar bajó la mano que sostenía la sfora. Su voz hizo más débil mientras los Dimme se reían. Kat miró para Harry.
─No te muevas ─le advirtió él─. Tenemos que quedarnos donde estamos para que esto funcione.
Zakar respiraba más pesadamente ahora mientras Kessar seguía ordenándole que liberara a los Dimme.
─No dejaré que me controles más, ─dijo él con los dientes apretados. El sudor perlaba su frente mientras luchaba por su libertad ─. No soy suyo. No engañaré a mi hermano. No otra vez.
Vamos, Zakar, ella susurró silenciosamente. No nos falles. Pero sobre todo, ella rezaba para que no se fallara a si mismo. Pero cuando lo miró, vio al demonio elevarse para tomar posesión de él y esto la
aterrorizó.
Tan rápido que apenas pudo parpadear, Joe se movió para pararse tras de Zakar y susurrarle algo al oído.
De repente, los ojos de Zakar se volvieron completamente blancos. Levantó su mano con el sfora y comenzó a cantar otra vez con renovado fervor. Kat estaba desesperada por saber que iba a pasar, pero no se atrevió a romper su propio cántico para preguntar. Un fuerte viento atravesó la habitación. Era tan fuerte que los Dolophoni eran lanzados unos contra otros. Xirena se envolvió en sus alas. El pelo de Kat volaba
alrededor de su cara.
Se sintió como si estuviese clavada al suelo y aunque esto podía tirar de su pelo y ropa, no podía desplazarla. Los Dimme golpeaban buscando su libertad, sus gritos se mezclaban con el canto.
Más luz inundó la sala cuando los gallu se abrieron paso a través de la puerta.
─¡Atacad! ─gritó Deimos, corriendo para enfrentarse a ellos ─. El caos total estalló cuando los gallu asaltaron su grupo mientras Kat, Zakar, y Harry continuaban enviando a los Dimme de regreso.
El sfora se volvió más brillante un instante antes de un Dimme escapara. Kat tuvo que esquivarlo cuando voló sobre su cabeza, pero se mantuvo en el lugar.
─Déjala ir, ─dijo Harry ─. Sólo sigue cantando. Sella la tumba de los demás y luego nos encargaremos de ella.
Kat se mantuvo enfocada incluso cuando los demás luchaban prácticamente encima de ella. Observó como la tumba finalmente comenzó a cerrarse. El tiempo parecía haberse detenido antes de que los gritos de los Dimme fueran finalmente silenciados. Cubierto de sudor, Zakar presionó el sfora en la cerradura y la selló antes de
desmayarse sobre el suelo. Kat estaba por ir hacia él hasta que vio a Kessar por el rabillo del ojo. Antes de que
pudiera parpadear, él apartó a uno de los Dolophoni y embistió contra Harry, apuñalándolo por la espalda, directamente al corazón.
Ella no podía respirar cuando lo miró horrorizada.
─¡No! ─gritó.
Kessar se rió malvadamente.
Los ojos de Harry se ensancharon un instante antes de que cayera de rodillas. Fue entonces que ella se dio cuenta de que Kessar había tomado la espada de Harry, que había sido forjada por la gente Harry. Esta podía matar un gallu y también a Harry…
Su visión se nubló por la furia, ella arremetió contra Kessar con un rayo divino salido de sus manos. Y luego lo golpeó con otro y otro hasta que lo fijó al suelo. Estaba tan absorta en él que no percibió al otro demonio que corrió a su espalda y la golpeó. Kat se enderezó inmediatamente y se volvió sobre su nuevo atacante. Ella convoco una daga en su mano y embistió contra el demonio. Este la esquivó, luego trató de morderla.
Kat lo barrió con sus pies clavándole después la daga entre los ojos.
Ella se levantó, buscando a Kessar para matarlo también... Desafortunadamente, no lo vio. Pero vio sin embargo a Harry en un charco de su propia sangre.
Aterrorizada, corrió hacia él.
─¿Harry?
Él temblaba cuando ella tiró de él a sus brazos.
─Te tengo, bebé,─susurró ella, colocando la mano en su herida. Kat susurraba mientras trataba de curar la herida. Pero esta no se cerraba. ¿Cómo podía ser?
─No entiendo...
─Es un arma sumeria, dijo Joe mientras se arrodillaba al lado de ellos ─. Una diseñada para matar a sus dioses.
Alzó la vista e hizo algo que nunca había hecho antes. Rogó.
─Cúralo, por favor. Haré lo que sea.
─No puedo, Katra. No de esto.
─Él no puede morir. ¿No lo entiendes? Por favor... por favor, Papá, ayúdale.
El corazón de Joe se rompió cuando escucho el desesperado amor en su tono. Kat estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para proteger a Harry. Él recordó un tiempo en su vida cuando se había sentido de esa manera con Artemisa. Y ese amor se había vuelto contra él y arruinado su vida. Lo había dejado destrozado y vacío. Perdido y condenado. Podía darle a Kat el conocimiento para salvar a Harry, ¿Pero y si Harry se parecía a Artemisa y le causara dolor? ¿Volvería ella la mirada atrás a este momento en el tiempo y lo maldeciría de la misma forma en que él lo hizo con su propio pasado? ¿Se odiaría a si misma más tarde por éste desesperado momento dónde todo su mundo era lo único que amaba y nada importara más que conservar a Harry cerca de ella? No interfieras con el libre albedrío. Ella quería a Harry. ¿Quién era él para detener su decisión de sacrificarse por él? Joe controlaba el destino. Pero el corazón humano era su propio maestro, con razón o equivocado. Bueno o malo.
El temor, la agonía, y el amor estallaron en su interior mientras apretaba los dientes.
¿Qué debía hacer? ¿Proteger a su hija de un futuro que podría o no pasar, o darle la única cosa que más quería?
Pero al final, sabía que no tenía ninguna opción. La decisión era de ella, no suya. La vida era una serie de opciones hechas y las consecuencias que siguieron.
Por favor no dejes que le haga daño. No dejes que lamente su amor de la manera en que yo lamento el mío. Por favor...
Respirando profundamente, habló.
─Dale tus poderes, Kat.
Ella frunció el ceño.
─¿Qué? No tengo el poder de curarme.
─Lo sé. Pero tus poderes son de los panteones Atlante y Griego. No son sumerios.
Esos poderes negarán la hoja de la espada. Lo salvará. Confía en mí. Pero tendrás que darle tus poderes permanentemente.
Kat no pudo respirar cuando oyó esas palabras. Nunca había estado sin sus poderes... esto la dejaría indefensa. Vulnerable.
─No lo hagas, Kat, ─dijo Harry, los dientes le castañearon por el dolor de su herida ─.No te debilites por mí.
Esas palabras consolidaron su convicción. Con el corazón palpitándole con fuerza, se inclinó y lo besó. Y cuando lo hizo así, convocó sus poderes desde lo más profundo de su interior y dejó que la abandonaran para llenar el cuerpo de él.
La cabeza de Harry fue a la deriva ante la sensación de sus suaves labios y del poder que de repente lo llenó. Él estaba tendido allí incapaz de respirar cuando cada vista y sonido fueron amplificados. Sabía que Kat era poderosa, pero la magnitud de sus poderes lo golpeó con fuerza.
Lo que ella le estaba entregando…
Por él.
El hecho de que ella nunca hubiera abusado de tanto poder o hubiese herido a alguien con él llenó su mente e hizo que la amara mucho más. Ella se apartó para mirarlo.
Harry acunó su cara en las manos mientras la contemplaba maravillado. Ella era realmente el alma más hermosa que había encontrado alguna vez.
─Te amo, Kat.
Los ojos de ella centellearon con travesura.
─Lo sé.
Kat contuvo el aliento, tratando de concentrarse en aprender las palabras sumerias mientras veía la mano del Dimme avanzar deslizándose por el agujero. Los golpes de Kessar y su ejército resonaban aún más alto cuando ella se unió al canto. En cualquier momento, uno, si no ambos grupos de demonios iban a irrumpir en la
sala con ellos.
El sfora se volvió rojo brillante.
─¡Zakar!─ La voz de Kessar sonó en el cuarto. ─¡Libera los Dimme!
Zakar vaciló en su canto.
─Quédate conmigo, Hermano,─ dijo Harry, su voz sorprendentemente calma. Con todo Kessar gritaba a Zakar para que les ayudase.
Zakar bajó la mano que sostenía la sfora. Su voz hizo más débil mientras los Dimme se reían. Kat miró para Harry.
─No te muevas ─le advirtió él─. Tenemos que quedarnos donde estamos para que esto funcione.
Zakar respiraba más pesadamente ahora mientras Kessar seguía ordenándole que liberara a los Dimme.
─No dejaré que me controles más, ─dijo él con los dientes apretados. El sudor perlaba su frente mientras luchaba por su libertad ─. No soy suyo. No engañaré a mi hermano. No otra vez.
Vamos, Zakar, ella susurró silenciosamente. No nos falles. Pero sobre todo, ella rezaba para que no se fallara a si mismo. Pero cuando lo miró, vio al demonio elevarse para tomar posesión de él y esto la
aterrorizó.
Tan rápido que apenas pudo parpadear, Joe se movió para pararse tras de Zakar y susurrarle algo al oído.
De repente, los ojos de Zakar se volvieron completamente blancos. Levantó su mano con el sfora y comenzó a cantar otra vez con renovado fervor. Kat estaba desesperada por saber que iba a pasar, pero no se atrevió a romper su propio cántico para preguntar. Un fuerte viento atravesó la habitación. Era tan fuerte que los Dolophoni eran lanzados unos contra otros. Xirena se envolvió en sus alas. El pelo de Kat volaba
alrededor de su cara.
Se sintió como si estuviese clavada al suelo y aunque esto podía tirar de su pelo y ropa, no podía desplazarla. Los Dimme golpeaban buscando su libertad, sus gritos se mezclaban con el canto.
Más luz inundó la sala cuando los gallu se abrieron paso a través de la puerta.
─¡Atacad! ─gritó Deimos, corriendo para enfrentarse a ellos ─. El caos total estalló cuando los gallu asaltaron su grupo mientras Kat, Zakar, y Harry continuaban enviando a los Dimme de regreso.
El sfora se volvió más brillante un instante antes de un Dimme escapara. Kat tuvo que esquivarlo cuando voló sobre su cabeza, pero se mantuvo en el lugar.
─Déjala ir, ─dijo Harry ─. Sólo sigue cantando. Sella la tumba de los demás y luego nos encargaremos de ella.
Kat se mantuvo enfocada incluso cuando los demás luchaban prácticamente encima de ella. Observó como la tumba finalmente comenzó a cerrarse. El tiempo parecía haberse detenido antes de que los gritos de los Dimme fueran finalmente silenciados. Cubierto de sudor, Zakar presionó el sfora en la cerradura y la selló antes de
desmayarse sobre el suelo. Kat estaba por ir hacia él hasta que vio a Kessar por el rabillo del ojo. Antes de que
pudiera parpadear, él apartó a uno de los Dolophoni y embistió contra Harry, apuñalándolo por la espalda, directamente al corazón.
Ella no podía respirar cuando lo miró horrorizada.
─¡No! ─gritó.
Kessar se rió malvadamente.
Los ojos de Harry se ensancharon un instante antes de que cayera de rodillas. Fue entonces que ella se dio cuenta de que Kessar había tomado la espada de Harry, que había sido forjada por la gente Harry. Esta podía matar un gallu y también a Harry…
Su visión se nubló por la furia, ella arremetió contra Kessar con un rayo divino salido de sus manos. Y luego lo golpeó con otro y otro hasta que lo fijó al suelo. Estaba tan absorta en él que no percibió al otro demonio que corrió a su espalda y la golpeó. Kat se enderezó inmediatamente y se volvió sobre su nuevo atacante. Ella convoco una daga en su mano y embistió contra el demonio. Este la esquivó, luego trató de morderla.
Kat lo barrió con sus pies clavándole después la daga entre los ojos.
Ella se levantó, buscando a Kessar para matarlo también... Desafortunadamente, no lo vio. Pero vio sin embargo a Harry en un charco de su propia sangre.
Aterrorizada, corrió hacia él.
─¿Harry?
Él temblaba cuando ella tiró de él a sus brazos.
─Te tengo, bebé,─susurró ella, colocando la mano en su herida. Kat susurraba mientras trataba de curar la herida. Pero esta no se cerraba. ¿Cómo podía ser?
─No entiendo...
─Es un arma sumeria, dijo Joe mientras se arrodillaba al lado de ellos ─. Una diseñada para matar a sus dioses.
Alzó la vista e hizo algo que nunca había hecho antes. Rogó.
─Cúralo, por favor. Haré lo que sea.
─No puedo, Katra. No de esto.
─Él no puede morir. ¿No lo entiendes? Por favor... por favor, Papá, ayúdale.
El corazón de Joe se rompió cuando escucho el desesperado amor en su tono. Kat estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para proteger a Harry. Él recordó un tiempo en su vida cuando se había sentido de esa manera con Artemisa. Y ese amor se había vuelto contra él y arruinado su vida. Lo había dejado destrozado y vacío. Perdido y condenado. Podía darle a Kat el conocimiento para salvar a Harry, ¿Pero y si Harry se parecía a Artemisa y le causara dolor? ¿Volvería ella la mirada atrás a este momento en el tiempo y lo maldeciría de la misma forma en que él lo hizo con su propio pasado? ¿Se odiaría a si misma más tarde por éste desesperado momento dónde todo su mundo era lo único que amaba y nada importara más que conservar a Harry cerca de ella? No interfieras con el libre albedrío. Ella quería a Harry. ¿Quién era él para detener su decisión de sacrificarse por él? Joe controlaba el destino. Pero el corazón humano era su propio maestro, con razón o equivocado. Bueno o malo.
El temor, la agonía, y el amor estallaron en su interior mientras apretaba los dientes.
¿Qué debía hacer? ¿Proteger a su hija de un futuro que podría o no pasar, o darle la única cosa que más quería?
Pero al final, sabía que no tenía ninguna opción. La decisión era de ella, no suya. La vida era una serie de opciones hechas y las consecuencias que siguieron.
Por favor no dejes que le haga daño. No dejes que lamente su amor de la manera en que yo lamento el mío. Por favor...
Respirando profundamente, habló.
─Dale tus poderes, Kat.
Ella frunció el ceño.
─¿Qué? No tengo el poder de curarme.
─Lo sé. Pero tus poderes son de los panteones Atlante y Griego. No son sumerios.
Esos poderes negarán la hoja de la espada. Lo salvará. Confía en mí. Pero tendrás que darle tus poderes permanentemente.
Kat no pudo respirar cuando oyó esas palabras. Nunca había estado sin sus poderes... esto la dejaría indefensa. Vulnerable.
─No lo hagas, Kat, ─dijo Harry, los dientes le castañearon por el dolor de su herida ─.No te debilites por mí.
Esas palabras consolidaron su convicción. Con el corazón palpitándole con fuerza, se inclinó y lo besó. Y cuando lo hizo así, convocó sus poderes desde lo más profundo de su interior y dejó que la abandonaran para llenar el cuerpo de él.
La cabeza de Harry fue a la deriva ante la sensación de sus suaves labios y del poder que de repente lo llenó. Él estaba tendido allí incapaz de respirar cuando cada vista y sonido fueron amplificados. Sabía que Kat era poderosa, pero la magnitud de sus poderes lo golpeó con fuerza.
Lo que ella le estaba entregando…
Por él.
El hecho de que ella nunca hubiera abusado de tanto poder o hubiese herido a alguien con él llenó su mente e hizo que la amara mucho más. Ella se apartó para mirarlo.
Harry acunó su cara en las manos mientras la contemplaba maravillado. Ella era realmente el alma más hermosa que había encontrado alguna vez.
─Te amo, Kat.
Los ojos de ella centellearon con travesura.
─Lo sé.
issadanger
Re: EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
Capitulo 20 Parte 3
Vigorizado, Harry se levantó. Kat estaba de pie a su derecha y Joe a su izquierda. En el instante en que estuvieron de pie, los demonios retrocedieron. Todos los que fueron capaces se desvanecieron.
─Oh vamos, ─Harry se burló ─. Cobardes.
Pero ya no había ningún signo de ellos.
Deimos se limpió la mejilla con la mano mientras sus compañeros remataban a los demonios que estaban heridos y muertos.
─¿Alguien sabe a dónde fue ese Dimme?
Nadie tenía una respuesta. Uno tras otro, todos negaron que la hubieran visto irse. Deimos soltó un pesado suspiro.
─Bueno esto apesta, ¿eh?
─No donde estoy parado. Si vivimos, será un maldito buen día, ─se mofó Kish.
─Él tiene realmente un punto. Confía en la única persona en la sala que está actualmente muerta. ─Asintió Xhyper.
Harry se movió hacia Zakar quién todavía temblaba y sudaba aunque estuviera de pie.
─El demonio está todavía en mí, ─susurró.
─Lo sé. ─Sin tiró a su hermano contra él ─. Y no vamos a dejar que gane.
Kat miró los daños a su alrededor. Había cuerpos de demonios en todas partes. Los Dolophoni que estaban heridos cauterizaban sus heridas. Estaba agradecida de que hubieran sido capaces de limitar su batalla a esta caverna.
¿Pero serían capaces de hacerlo la próxima vez?
─¿Puede un Dimme acabar el mundo?
Harry se apartó de Zakar.
─No tan fácilmente como podrían hacerlo siete. Además, ella debería ser fácil de reconocer. No tendrá ninguna habilidad social y estará hambrienta.
Kat esperaba que tuviera razón.
─¿Cuándo atacan convierten a los que muerden en uno de los suyos?
Harry negó con la cabeza.
─No. Sólo matan.
─Bueno eso es algo, creo.
M´Adoc se acercó para dirigirse a Harry.
─Nosotros patrullaremos los sueños en busca de los gallu que escaparon.
─Y yo advertiré a los Dark Hunters, Chthonians y Escuderos para que los vigilen, ─dijo Joe.
Kat suspiró ante la carnicería.
─Supongo que eso es todo lo que podemos hacer. Eso y limpiar nuestras heridas.
─Sí, ─dijo Kish ─ pero ahora hemos salvado el mundo. Tienes que sentirte bien por ello. Harry estuvo de acuerdo.
─Lo hago. Pero me sentiré muchísimo mejor cuando él encuentre a Kessar y su grupo, y al Dimme y elimine esa amenaza completamente.
─Créeme, ─dijo Kat, apoyándose contra él ─. Todos nos sentiremos mejor. Sin entrelazo sus dedos con los de ella antes de hablarle a Joe.
─¿Puedes localizarlos?
─No. Están fuera de mi radar. La mejor defensa que tenemos contra ellos eres tú. Sin pensar, Harry puso su brazo alrededor de Kat. Tan pronto como lo hizo, vio la mirada de advertencia de Joe.
Joe cruzo los brazos cuando se acerco a ellos lentamente.
─Si alguna vez le haces daño, dios o no, voy a darte una patada en el culo. Harry se rió.
─No te preocupes. Moriría antes dejar que algo le pasara.
─Recuerda eso, y tendrás una vida larga y libre de dolor.
Kat se rió mientras el amor por ambos estallaba en su interior. Uno tras otro, los Dream Hunters y Dolophoni se marcharon.
─¿Xypher? ─lo llamó Kat cuando también se marchaba.
Él se giró hacia ella.
─Hablaré con Hades inmediatamente para conseguir tu libertad. Xypher torció su labio.
─Humano por un mes. No puedo esperar.
Pero enterrado en ese tono disgustado, oyó la esperanza subyacente y la anticipación.
Con un gesto de la cabeza, desapareció.
Joe ofreció su mano a Xirena.
─¿Lista para volver a Kalosis?
─Siempre lo estoy. El mundo humano sencillamente tiene a demasiados humanos para mí, que no sería malo si pudiera comer algunos. De esta manera, es demasiado cruel ser tentada de esta forma. Déjame volver a mi cuarto de compras.
Joe hizo una pausa.
─Me pondré en contacto con vosotros cuando pueda. Mi entras tanto, sabéis donde encontrarme.
Harry se volvió hacia Zakar,
─Vamos, hermano. Vamos a casa.
Zakar sacudió la cabeza.
─Creo que necesito algún tiempo a solas.
Harry frunció el ceño.
─¿A dónde vas a ir?
─No sé. El mundo ha cambiado… y yo también. Tengo que encontrar mi lugar otra vez en él. No te preocupes. Estaré en contacto.
Kat sintió la tristeza de Harry cuando su hermano desapareció.
─Él quiso decir lo que dijo. No va a salir para hacer daño.
─Lo sé. Solo es difícil verlo partir así. ─Él inclinó su cabeza contra la de ella─. Sólo espero que encuentre lo que necesita.
Kat palmeó su costado sus antes de que apartarse de su lado para recuperar el sfora. Ella cerró sus dedos alrededor. Parecía tan pequeño e insignificante, aunque contenía la destrucción del mundo.
─Bien, superamos esta crisis. No puedo esperar a ver lo que viene después. Kish salió de las sombras.
─¿Um, tíos, podemos irnos ahora a casa?
Harry tomó la mano de ella.
─Sí, nos vamos a casa.
Kessar se mantuvo alejado mientras observaba los restos de su gente. Habían sufrido un golpe atroz hoy. Pero no estaban vencidos. Incluso aunque esta fuera una situación difícil, había todavía esperanza.
Y la esperanza lo había visto durante tiempos peores que éste.
Dejando a su gente para atender sus heridas y establecer sus casas, vagó por las nuevas cavernas que habían encontrado para usar solo en tal caso. Pero francamente, estaba cansado del ocultarse. Si debían arriesgarse, necesitarían a un aliado. Uno del que pudieran depender que estuviese tan enfadado y fuese tan
sangriento como lo era él.
Uno quién odiara a los humanos tanto como él, si no más...
Cuando Kessar se detuvo un momento en la parte de atrás de la caverna, el viejo adagio pasó por su cabeza. El Enemigo de mi enemigo es mi amigo.
Dibujando un círculo sobre el suelo, lo llenó con la imagen de un dragón... un antiguo símbolo de una raza maldita que habían sido una vez sus enemigos.
La guerra hacia extraños compañeros.
─¡Strykerius! ─gritó él, convocando una clase diferente demonio desde esta casa.
Un pesado humo apareció desde el círculo para formar la imagen de hombre que Kessar no había visto en siglos. Alto y bien musculoso, tenía el pelo negro corto y una repugnante actitud más que a la par de la de Kessar.
Stryker lo miró con frío desdén.
─Pensé que estabas muerto.
Kessar se rió antes de quitarse los lentes de sol para mostrar a Stryker sus encendidos ojos rojos.
─Estoy vivo... y tenemos que hablar.
Vigorizado, Harry se levantó. Kat estaba de pie a su derecha y Joe a su izquierda. En el instante en que estuvieron de pie, los demonios retrocedieron. Todos los que fueron capaces se desvanecieron.
─Oh vamos, ─Harry se burló ─. Cobardes.
Pero ya no había ningún signo de ellos.
Deimos se limpió la mejilla con la mano mientras sus compañeros remataban a los demonios que estaban heridos y muertos.
─¿Alguien sabe a dónde fue ese Dimme?
Nadie tenía una respuesta. Uno tras otro, todos negaron que la hubieran visto irse. Deimos soltó un pesado suspiro.
─Bueno esto apesta, ¿eh?
─No donde estoy parado. Si vivimos, será un maldito buen día, ─se mofó Kish.
─Él tiene realmente un punto. Confía en la única persona en la sala que está actualmente muerta. ─Asintió Xhyper.
Harry se movió hacia Zakar quién todavía temblaba y sudaba aunque estuviera de pie.
─El demonio está todavía en mí, ─susurró.
─Lo sé. ─Sin tiró a su hermano contra él ─. Y no vamos a dejar que gane.
Kat miró los daños a su alrededor. Había cuerpos de demonios en todas partes. Los Dolophoni que estaban heridos cauterizaban sus heridas. Estaba agradecida de que hubieran sido capaces de limitar su batalla a esta caverna.
¿Pero serían capaces de hacerlo la próxima vez?
─¿Puede un Dimme acabar el mundo?
Harry se apartó de Zakar.
─No tan fácilmente como podrían hacerlo siete. Además, ella debería ser fácil de reconocer. No tendrá ninguna habilidad social y estará hambrienta.
Kat esperaba que tuviera razón.
─¿Cuándo atacan convierten a los que muerden en uno de los suyos?
Harry negó con la cabeza.
─No. Sólo matan.
─Bueno eso es algo, creo.
M´Adoc se acercó para dirigirse a Harry.
─Nosotros patrullaremos los sueños en busca de los gallu que escaparon.
─Y yo advertiré a los Dark Hunters, Chthonians y Escuderos para que los vigilen, ─dijo Joe.
Kat suspiró ante la carnicería.
─Supongo que eso es todo lo que podemos hacer. Eso y limpiar nuestras heridas.
─Sí, ─dijo Kish ─ pero ahora hemos salvado el mundo. Tienes que sentirte bien por ello. Harry estuvo de acuerdo.
─Lo hago. Pero me sentiré muchísimo mejor cuando él encuentre a Kessar y su grupo, y al Dimme y elimine esa amenaza completamente.
─Créeme, ─dijo Kat, apoyándose contra él ─. Todos nos sentiremos mejor. Sin entrelazo sus dedos con los de ella antes de hablarle a Joe.
─¿Puedes localizarlos?
─No. Están fuera de mi radar. La mejor defensa que tenemos contra ellos eres tú. Sin pensar, Harry puso su brazo alrededor de Kat. Tan pronto como lo hizo, vio la mirada de advertencia de Joe.
Joe cruzo los brazos cuando se acerco a ellos lentamente.
─Si alguna vez le haces daño, dios o no, voy a darte una patada en el culo. Harry se rió.
─No te preocupes. Moriría antes dejar que algo le pasara.
─Recuerda eso, y tendrás una vida larga y libre de dolor.
Kat se rió mientras el amor por ambos estallaba en su interior. Uno tras otro, los Dream Hunters y Dolophoni se marcharon.
─¿Xypher? ─lo llamó Kat cuando también se marchaba.
Él se giró hacia ella.
─Hablaré con Hades inmediatamente para conseguir tu libertad. Xypher torció su labio.
─Humano por un mes. No puedo esperar.
Pero enterrado en ese tono disgustado, oyó la esperanza subyacente y la anticipación.
Con un gesto de la cabeza, desapareció.
Joe ofreció su mano a Xirena.
─¿Lista para volver a Kalosis?
─Siempre lo estoy. El mundo humano sencillamente tiene a demasiados humanos para mí, que no sería malo si pudiera comer algunos. De esta manera, es demasiado cruel ser tentada de esta forma. Déjame volver a mi cuarto de compras.
Joe hizo una pausa.
─Me pondré en contacto con vosotros cuando pueda. Mi entras tanto, sabéis donde encontrarme.
Harry se volvió hacia Zakar,
─Vamos, hermano. Vamos a casa.
Zakar sacudió la cabeza.
─Creo que necesito algún tiempo a solas.
Harry frunció el ceño.
─¿A dónde vas a ir?
─No sé. El mundo ha cambiado… y yo también. Tengo que encontrar mi lugar otra vez en él. No te preocupes. Estaré en contacto.
Kat sintió la tristeza de Harry cuando su hermano desapareció.
─Él quiso decir lo que dijo. No va a salir para hacer daño.
─Lo sé. Solo es difícil verlo partir así. ─Él inclinó su cabeza contra la de ella─. Sólo espero que encuentre lo que necesita.
Kat palmeó su costado sus antes de que apartarse de su lado para recuperar el sfora. Ella cerró sus dedos alrededor. Parecía tan pequeño e insignificante, aunque contenía la destrucción del mundo.
─Bien, superamos esta crisis. No puedo esperar a ver lo que viene después. Kish salió de las sombras.
─¿Um, tíos, podemos irnos ahora a casa?
Harry tomó la mano de ella.
─Sí, nos vamos a casa.
Kessar se mantuvo alejado mientras observaba los restos de su gente. Habían sufrido un golpe atroz hoy. Pero no estaban vencidos. Incluso aunque esta fuera una situación difícil, había todavía esperanza.
Y la esperanza lo había visto durante tiempos peores que éste.
Dejando a su gente para atender sus heridas y establecer sus casas, vagó por las nuevas cavernas que habían encontrado para usar solo en tal caso. Pero francamente, estaba cansado del ocultarse. Si debían arriesgarse, necesitarían a un aliado. Uno del que pudieran depender que estuviese tan enfadado y fuese tan
sangriento como lo era él.
Uno quién odiara a los humanos tanto como él, si no más...
Cuando Kessar se detuvo un momento en la parte de atrás de la caverna, el viejo adagio pasó por su cabeza. El Enemigo de mi enemigo es mi amigo.
Dibujando un círculo sobre el suelo, lo llenó con la imagen de un dragón... un antiguo símbolo de una raza maldita que habían sido una vez sus enemigos.
La guerra hacia extraños compañeros.
─¡Strykerius! ─gritó él, convocando una clase diferente demonio desde esta casa.
Un pesado humo apareció desde el círculo para formar la imagen de hombre que Kessar no había visto en siglos. Alto y bien musculoso, tenía el pelo negro corto y una repugnante actitud más que a la par de la de Kessar.
Stryker lo miró con frío desdén.
─Pensé que estabas muerto.
Kessar se rió antes de quitarse los lentes de sol para mostrar a Stryker sus encendidos ojos rojos.
─Estoy vivo... y tenemos que hablar.
issadanger
Re: EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
EPÍLOGO
Un mes más tarde.
Kat se acurrucó más cerca de Harry mientras estaban entrelazados en la cama. No había nada que le gustara más que la sensación de sus duros músculos contra su cuerpo desnudo. Si pudiera, pasaría la eternidad aquí mismo.
Pero habían estado en la cama durante casi catorce horas y tarde o temprano, tendrían que despertarse y ocuparse del negocio en el casino... y del asunto de patrullar en busca de gallu.
Todavía no habían descubierto la posición del Dimme. Pero hasta ahora, el demonio no se había comportado violentamente. Kat no estaba segura si eso era bueno o no. Se alegró de que la solitaria Dimme no matara a la gente por gusto o por fuerza, pero mataría a alguien a fin de sobrevivir. Y seguiría siendo así hasta que ellos la localizaran. Suspirando, oyó que el teléfono móvil de Harry que sonaba otra vez.
─Damien, ─dijo ella, reconociendo el tono del timbre.
─Probablemente. ─Harry se dio la vuelta para frotar la nariz con ella.
Ella envolvió su cuerpo a su alrededor y gimió ante la maravillosa sensación de él encima de ella.
─¿No vas a contestarle?
─Después. Primero tengo algo que quiero hacer.
Ella le dio una sonrisa maliciosa.
─Pensé que ya lo habías hecho.
Sus ojos dorados ardieron en los de ella mientras la contemplaba como si pudiera devorarla por completo.
─Todavía no.
Él presionó sus labios con los suyos.
Kat suspiró ante su sabor hasta que sintió una oleada eléctrica de poderes que se trasladaban de él a ella otra vez. Ella trató de apartarse, pero Harry la sostuvo hasta que sintió que cada fragmento de su antiguo poder.
Sólo entonces la liberó. Su mirada buscó su cara y cuerpo con miedo de haberle hecho daño.
─¿Funcionó? ¿Regresaron todos tus poderes?
Ella asintió con la cabeza.
Él soltó suspiró aliviado.
─Bueno. He estado tratando de imaginarme como lo hiciste ya que me los diste tú. Sabes, no es fácil controlar todo ese poder.
─Sí, lo sé. ─Ella ahueco su mejilla en su mano─. Es como drené accidentalmente a cierto Sumerio cuando era niña y casi lo mato.
─Eso era por lo que tenía miedo de hacerlo contigo. No quería hacerte daño, pero quiero que seas como eras antes.
─¿Por qué?
─Por que amo eso de ti y no quiero robarte nada. Sólo quiero hacer tu vida tan fantástica como tú haces la mía.
Sus palabras la llenaron de calor.
─He de suponer entonces que eso significa que has abandonado todas tus búsquedas para devolvérsela a Artemisa, ¿huh?
Un destello diabólico apareció en sus ojos. Él sólo se veía así cuando tramaba algo.
─No, no completamente.
─¿Qué quieres decir?
Él se encogió de hombros antes de mordisquear sus labios.
─Acabo de encontrar una mejor forma de vengarme de ella.
─¿Y es?
Sus ojos brillaron cariñosamente cuando encerró su mirada en la de ella.
─Quiero ver la mirada en su cara cuando le digas que va a ser abuela. Kat se rió. Él era absolutamente malo, pero era lo que mas amaba de el.
─Entonces vístete, cariño, e iremos a hacer tu día.
FIN
Un mes más tarde.
Kat se acurrucó más cerca de Harry mientras estaban entrelazados en la cama. No había nada que le gustara más que la sensación de sus duros músculos contra su cuerpo desnudo. Si pudiera, pasaría la eternidad aquí mismo.
Pero habían estado en la cama durante casi catorce horas y tarde o temprano, tendrían que despertarse y ocuparse del negocio en el casino... y del asunto de patrullar en busca de gallu.
Todavía no habían descubierto la posición del Dimme. Pero hasta ahora, el demonio no se había comportado violentamente. Kat no estaba segura si eso era bueno o no. Se alegró de que la solitaria Dimme no matara a la gente por gusto o por fuerza, pero mataría a alguien a fin de sobrevivir. Y seguiría siendo así hasta que ellos la localizaran. Suspirando, oyó que el teléfono móvil de Harry que sonaba otra vez.
─Damien, ─dijo ella, reconociendo el tono del timbre.
─Probablemente. ─Harry se dio la vuelta para frotar la nariz con ella.
Ella envolvió su cuerpo a su alrededor y gimió ante la maravillosa sensación de él encima de ella.
─¿No vas a contestarle?
─Después. Primero tengo algo que quiero hacer.
Ella le dio una sonrisa maliciosa.
─Pensé que ya lo habías hecho.
Sus ojos dorados ardieron en los de ella mientras la contemplaba como si pudiera devorarla por completo.
─Todavía no.
Él presionó sus labios con los suyos.
Kat suspiró ante su sabor hasta que sintió una oleada eléctrica de poderes que se trasladaban de él a ella otra vez. Ella trató de apartarse, pero Harry la sostuvo hasta que sintió que cada fragmento de su antiguo poder.
Sólo entonces la liberó. Su mirada buscó su cara y cuerpo con miedo de haberle hecho daño.
─¿Funcionó? ¿Regresaron todos tus poderes?
Ella asintió con la cabeza.
Él soltó suspiró aliviado.
─Bueno. He estado tratando de imaginarme como lo hiciste ya que me los diste tú. Sabes, no es fácil controlar todo ese poder.
─Sí, lo sé. ─Ella ahueco su mejilla en su mano─. Es como drené accidentalmente a cierto Sumerio cuando era niña y casi lo mato.
─Eso era por lo que tenía miedo de hacerlo contigo. No quería hacerte daño, pero quiero que seas como eras antes.
─¿Por qué?
─Por que amo eso de ti y no quiero robarte nada. Sólo quiero hacer tu vida tan fantástica como tú haces la mía.
Sus palabras la llenaron de calor.
─He de suponer entonces que eso significa que has abandonado todas tus búsquedas para devolvérsela a Artemisa, ¿huh?
Un destello diabólico apareció en sus ojos. Él sólo se veía así cuando tramaba algo.
─No, no completamente.
─¿Qué quieres decir?
Él se encogió de hombros antes de mordisquear sus labios.
─Acabo de encontrar una mejor forma de vengarme de ella.
─¿Y es?
Sus ojos brillaron cariñosamente cuando encerró su mirada en la de ella.
─Quiero ver la mirada en su cara cuando le digas que va a ser abuela. Kat se rió. Él era absolutamente malo, pero era lo que mas amaba de el.
─Entonces vístete, cariño, e iremos a hacer tu día.
FIN
issadanger
Re: EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
bno mis niñas como les prometi hay les subi el fin de esta hermosa nove espero que les halla gustado tanto como a mi subirla, bno gracias a todas aquellas que siempre me han acompañado desde la primera nove de esta hermosa saga y pues quedo a la espera que me digan si sibo la historia de Joseph??? las quierooo muchoo mis demonios de calidad :D
issadanger
Re: EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
Joseph será abuelo!!!..... Aaaaaahhhhh por lo menos acabaron con una guerra!!!!!....
siiii yo quiero la de joeeee!!!!....
Y gracias por subirla!!!
siiii yo quiero la de joeeee!!!!....
Y gracias por subirla!!!
chelis
Re: EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
Haha, disculpa la tardanza ñ_ñ pero ya estoy aquí, haha Joe será abuelo WAU y otra guerra se avecina lo sé, plis, plis sube la de Joe, plis!!!!!!!!
Gracias por haber subido esta xD
Monse_Jonas
Re: EL DIABLO TAMBIEN PUEDE LLORAR - HARRY Y KATRA
me encanto! me encantooo!!! siii sube la de joseph!!!<3
dulce styles
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