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Disposable Lover (Sirius Black & tú) [HP Órden Del Fénix]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 1. • Comparte
Disposable Lover (Sirius Black & tú) [HP Órden Del Fénix]
Ahora mismo subo el primer cap :cherry:
Aquí os dejo la info:
• Titulo: Disposable Lovers.
• Autor: Rebecca Peppermint
• Adaptación: Harry Potter y La Órden Del Fénix.
• Género: Drama/Romance.
• Contenido: No contiene elementos fuertes como escenas de sexo y esas cosas, pero tampoco es una historia ñoña y aburrida...
• Advertencias: Ninguna.
• Otras páginas: No.
Aquí os dejo la info:
• Titulo: Disposable Lovers.
• Autor: Rebecca Peppermint
• Adaptación: Harry Potter y La Órden Del Fénix.
• Género: Drama/Romance.
• Contenido: No contiene elementos fuertes como escenas de sexo y esas cosas, pero tampoco es una historia ñoña y aburrida...
• Advertencias: Ninguna.
• Otras páginas: No.
Rebecca Peppermint
Re: Disposable Lover (Sirius Black & tú) [HP Órden Del Fénix]
CAPÍTULO 1
Su habitación emanaba siempre un olor dulzón a jazmín, y su ventana estaba siempre abierta, por lo que siempre había algo de corriente. Jizzy estaba sentada en su escritorio, ocupada con el ordenador y escuchando música. Pupper, su perro, estaba tumbado en el suelo, durmiendo. Era negro, grande, y lo había rescatado de la calle una semana antes.
Jizzy canturreaba la canción que sonaba por los viejos bafles conectados a su ordenador, mientras echaba una ojeada a las últimas ofertas en una tienda de internet. De pronto oyó la voz de su madre gritándole algo desde el piso de abajo. Jizzy se levantó del escritorio y abrió la puerta.
-Qué dices, mamá? –preguntó ella medio gritando.
-Que bajes a cenar –le contestó su madre.
Jizzy resopló. Apagó la música desde el ordenador y apagó la luz-. Pupper, despierta. Vamos a cenar.
El perro se despertó y, tras dirigirle una mirada extrañada, se levantó y la siguió escaleras abajo. Cuando Jizzy entró en la cocina notó el aroma de la lasaña ya hecha comprada en el supermercado y luego precalentada en el horno.
Jizzy se dirigió a un pequeño armario situado bajo la encimera y sacó un gran bol, para luego llenarlo de comida de perro y dejarlo en el suelo para que Pupper pudiera comer, y luego se sentó a la mesa junto a su padre, quien estaba leyendo el periódico en aquél momento y estaba esperando a que la cena estuviera ya lista.
-Pero mamá, cuántas veces te he dicho que no quiero cenar cosas tan pesadas –se quejó Jizzy.
-Ahora no voy a preparar otra cosa. Si no quieres, hazte tú una ensalada.
Jizzy resopló. No tenía intención de hacerse ninguna ensalada en aquél momento, así que se resignó a cenar lasaña lo más rápido que pudo para volver arriba a su habitación, el único lugar en el que realmente se sentía “como en casa”. Cuando acabó, dejó su plato y los cubiertos en el fregadero y subió hasta su habitación. Unos minutos después su perro la siguió, se volvió a tumbar en el suelo y se durmió nuevamente.
Jizzy estuvo hasta las tantas leyendo, hasta que finalmente no aguantó despierta mucho más y decidió dormirse por fin.
Alrededor de las tres de la mañana, unos extraños golpes la despertaron bruscamente. Provenían del piso de abajo. Jizzy, presa de la curiosidad, se levantó de la cama y fue a ver qué era. Al llegar abajo no había nada. La cocina y el salón estaban en perfecto silencio y sumidos en la oscuridad. Pensando que quizá habría oído mal, se dispuso a subir arriba de nuevo, pero se fijó en una oscura silueta de pie en el salón. Presa del pánico, pensó que quizá sería un ladrón que había entrado en la casa, y no supo qué hacer. Resultaba extraño verla a ella y a las siluetas de pie, sin mover un pelo, a unos metros de distancia y sumidos en la oscuridad.
De pronto, pero, la silueta se movió. Pareció sacar algo de su bolsillo, algo alargado, y apuntar con ello a Jizzy. Ésta no supo cómo reaccionar. Subió rápidamente unos escalones y encendió la luz que había al final de la escalera, y lo pudo ver. Era un hombre, vestido con una negra capa larga con capucha y máscara, y apuntaba contra ella una varita. Ella gritó, y salió disparada escaleras arriba. Vio a su padre salir de la habitación soñoliento y extrañado por el grito. Vio al hombre detrás de ella, y estaba apuntando a su padre. Antes de que le diera tiempo a gritar otra vez, la varita ya había emitido una fuerte luz verde que golpeó a éste en el pecho. “No!”, se oyó gritar a sí misma. Sintió la luz roja que la invadía, y se sintió caer al suelo. Lo último que vio fue a alguien observándola desde arriba, y perdió el conocimiento.
Unas cuantas horas más tarde, Jizzy recobró la consciencia de estar tumbada y acabada de despertar. Se encontraba en algo que parecía un sofá.
Cuando abrió los ojos, y después de que éstos se hubieran acostumbrado rápidamente a la visión, notó que se encontraba en un lugar extraño. Era una especie de sala de estar, y efectivamente ella estaba tumbada en un sofá. La estancia era oscura, no por la falta de ventanas, sino porque éstas tenían colgando unas gruesas cortinas que tapaban la luz del exterior. También había una gran chimenea en uno de los lados de la sala, y encima de ésta, un viejo reloj colgado que daba las siete de la mañana.
Jizzy, con dificultad, se levantó del sofá, y dio algunos pasos inciertos. Al localizar la puerta, se apresuró en salir por ésta, pero al intentar abrirla notó que estaba cerrada con llave. Volvió a sentarse en el sofá, sin saber qué hacer y sintiendo una creciente tensión. Estuvo sentada unos veinte minutos, observando la habitación e intentando hacerse alguna idea de dónde estaba y cómo podría salir de ahí, cuando de pronto se abrió por fin la puerta y entró en la sala una mujer. Era algo menuda, rechoncha y pelirroja, y se acercó a Jizzy rápidamente al ver que ésta estaba despierta.
-Oh, querida, veo que estás despierta. Cómo te encuentras? –preguntó la desconocida. Jizzy no supo qué contestar, y se limitó a observar a la mujer con la boca medio abierta y con expresión de desconcierto.
-Quién es usted? Dónde estoy? –preguntó Jizzy asustada-. Qué ha pasado?
-Oh, querida, ahora mismo te lo explicaré, pero antes… Desayunas aquí o bajas con todos nosotros?
Al ver que Jizzy no contestaba, la señora le indicó que la siguiera. Caminó por un largo pasillo, para luego pasar por una puerta lateral y encontrarse en un comedor. Había una larga mesa ocupada por muchas personas, y la señora pelirroja dejó una bandeja con tostadas frente a un asiento vacío y le indicó que se sentara. Ante la atenta mirada de todos allí sentados, tomó sitio al lado de una chica joven, pelirroja también, por lo que Jizzy asumió que quizá sería la hija de la señora, al igual que muchos otros presentes en la sala. Ésta le sonrió amablemente y continuó desayunando, como si fuera normal tener a una desconocida a su lado.
-Eh, perdonad –aunque no tuvo que pedir atención por parte de nadie. Todos estaban en silencio, observándola-. Dónde estoy?
-En un lugar seguro –respondió un hombre sentado cerca de ella, con una sonrisa amable.
Recorrió con la mirada la mesa, y reconoció a algunas de las personas que estaba ahí sentadas. Estaba Ojoloco Moody, el famoso auror, quien la escudriñaba tanto con su ojo normal como con su famoso ojo mágico. También estaba un señor pelirrojo, alto y delgado, que supuso sería el marido de la mujer pelirroja, y quien le era extrañamente familiar.
-Oh dios mío, Sirius Black! –gritó Jizzy asustada al verle entrar por la puerta del comedor, y se levantó de un salto de su asiento, sin entender qué demonios hacía allí.
-Oh, no tengas miedo, no te asustes! –dijo la señora pelirroja-. No es quien crees que es… No sabes… Él no es un asesino- concluyó ella.
“Cómo que no era un asesino?”. Jizzy pensó que aquello resultaba de locos.
-Qué? –preguntó ella sin entender.
-Ahora te lo explicaremos todo, siéntate, querida, y desayuna algo.
-No! Decidme dónde estoy, quiénes sois y qué hago aquí? Dónde están mis padres?
Los presentes se miraron entre ellos, sin saber qué decir.
-Tus padres están… Bueno, están muertos –le dijo la señora.
Jizzy se quedó sin palabras. Durante unos minutos la sala se sumió en un silencio total, hasta que ella consiguió preguntar con voz débil, “Cómo?”.
-El hombre que entró en tu casa, era un mortífago. Mató a tus padres, y te aturdió.
-Co… Pero cómo lo sabéis? –dijo Jizzy con lágrimas en los ojos, teniendo la impresión de que aquello debía de ser una broma de mal gusto.
-Yo estaba ahí –contestó Sirius Black-. Yo te saqué de ahí. Soy “Pupper” –admitió al ver la expresión de miedo e incomprensión de Jizzy.
Ésta se sentó, confundida.
-Querida, estás en un lugar seguro, no te preocupes. Mira, yo me llamo Molly Weasley, y tú? –preguntó la señora pelirroja.
-Eh… Jizzy –contestó ella, aún en estado de shock por las recientes revelaciones. La sala volvió a sumirse en silencio.
-Bueno, presentémonos, no? –dijo un señor de pelo grisáceo y aspecto amable-. Yo soy Remus Lupin.
Última edición por Rebecca Peppermint el Jue 15 Ago 2013, 9:49 pm, editado 3 veces
Rebecca Peppermint
Re: Disposable Lover (Sirius Black & tú) [HP Órden Del Fénix]
Asd seguilaa!!!
Me encanto :3
Me encanto :3
StayStrongandlove
Re: Disposable Lover (Sirius Black & tú) [HP Órden Del Fénix]
CAPÍTULO 2
Uno a uno se fueron presentando. Jizzy conoció a los gemelos Weasley, a Ginny Weasley, la chica que anteriormente había estado sentada a su lado, a Ron Weasley… Todos pelirrojos, hijos de Molly y Arthur Weasley, a quien Jizzy reconoció de algún que otro artículo de Rita Skeeter en El Profeta el año anterior, cuando hubo un gran problema en el Mundial de Quidditch y el señor Weasley se vio envuelto en una serie de complicaciones. También conoció a Ninfadora Tonks, una chica de aspecto peculiar y un cabello rosa chicle que antes Jizzy juraría haberlo visto de color naranja. Saludó a Alastor Moody, también llamado Ojoloco Moody, a quien Jizzy ya reconoció antes, aunque él no la conociera a ella. Saludó fríamente a Sirius Black, el supuesto asesino, ya que no estaba perfectamente segura de si fiarse de él o no, aunque a éste no parecía importarle o extrañarle la actitud de Jizzy. Conoció a Hermione Granger, quien el año anterior también se había visto envuelta en algunos artículos de Rita Skeeter durante el Torneo de los Tres Magos y era una chica de unos quince años, al igual que Ron Weasley, y para sorpresa de Jizzy, se topó de pronto con el mismísimo Harry Potter, y sus ojos no pudieron evitar recorrer la cicatriz que éste tenía marcada en la frente.
-Bueno, ahora que nos conoces más o menos, por favor, desayuna algo y luego te enseñaremos el cuarto en el que dormirás –dijo amablemente la señora Weasley.
Jizzy comió todo lo que pudo, aunque no comió mucho. Tenía el estómago revuelto con la impresión de tantas cosas ocurridas las últimas 24 horas…
Cuando hubo acabado, la señora Weasley sugirió a Ron y a los demás a que fueran a acompañar a Jizzy a su cuarto, mientras que los adultos se quedaban para celebrar lo que para Jizzy figuraba una especie de reunión, así que ella siguió a Ron, Harry, Hermione, los dos gemelos y a Ginny fuera del comedor. Cuando salieron todos, la puerta se cerró a sus espaldas.
-Eh… Bueno, sígueme. Dormirás en una habitación tú sola, y… Eh… Vamos –dijo Ron sin saber bien qué más decir, y subió las escaleras seguido por Jizzy y el resto.
La casa era realmente grande, y constaba de múltiples plantas. La habitación de Jizzy se encontraba en la tercera, y era espaciosa y limpia. Las paredes eran de color gris claro azulado, y había un armario, una cama y un escritorio, poco más.
-Eh… Bueno, te dejamos para que… Bueno, si necesitas cualquier cosa, estaremos en la segunda planta, vale? –dijo Ron nervioso. Esbozó una rápida sonrisa, y luego cerró la puerta, dejando a Jizzy sola.
-Pobrecita –dijo Hermione en cuanto entraron todos en la habitación que compartían Harry y Ron-. Enterarse de esta forma de la muerte de sus padres…
-Y ahora qué creéis que hará? –preguntó Ron-. Quiero decir, no tiene casa, no tiene a nadie… Creéis que se quedará con nosotros?
-No sé –dijo Harry, apoyándose en el alféizar de la ventana y acariciando distraídamente a Hedwig, su blanca lechuza a través de los barrotes de su jaula-. A lo mejor entra a formar parte del Órden del Fénix.
-Y si no es de fiar? –dijo George Weasley, uno de los gemelos.
-Lo dudo, no parece que vaya a delatar a nadie –afirmó segura Hermione-. Y aunque lo intentara, simplemente le borrarían la memoria y le encontrarían cualquier sitio en el que quedarse.
-Hmm… Cuántos años creéis que tendrá? –preguntó Ginny-. Yo la veía mayor que nosotros.
-Sí, supongo que será mayor de edad –dijo Fred guiñándole un ojo a su gemelo.
-Ni lo intentéis –dijo Hermione con una risotada.
-Bueno... Hagamos algo, que aún queda tiempo para la hora de comer. Queréis jugar una partida de Gobstones? –dijo Fred, cambiando de tema.
-Perfecto, vamos –dijo Ron, levantándose de la cama sobre la que estaba sentado-. Hermione, tú no vienes?
-Eh, no. Tengo deberes –contestó ella sacando un ejemplar de Historia de la Magia.
-Pero si aún no hemos ni empezado el curso! Bah…
Salieron todos de la habitación, pero Hermione no empezó a hacer nada que tuviera que ver con los deberes. Esperó a que se hubieran marchado para salir de la habitación sigilosamente. Al subir por las escaleras hacia la tercera planta, ignoró a Kreacker, el antiguo elfo doméstico de la casa de los Black, quien la estaba llamando sangre sucia y al llegar ante la puerta de la habitación de Jizzy, oyó unos gemidos sofocados, y llamó a la puerta, preocupada.
-Eh, Jizzy? Soy yo, Hermione.
-Pasa –oyó al otro lado de la puerta, pero la voz de Jizzy parecía como ahogada.
Al abrir la puerta Hermione pudo comprobar que Jizzy había estado llorando. Cerró la puerta y se sentó en la cama junto a ella.
-Estás bien? –preguntó, y Jizzy negó con la cabeza, con un gesto que parecía indicar lo obvio que era el hecho de que no estaba bien-. Oh, venga, no llores más.
-Es… Es muy fuerte… Ni… Ni te lo imaginas –dijo Jizzy entre llantos, intentando secarse las lágrimas, pero sin poder evitar que le resbalaran más y más lágrimas por las mejillas, como un río sin fin-. Ni si… Siquiera pude despedirme de… De ellos.
Y estalló en más llantos. Hermione la abrazó, intentando que dejara de llorar.
-Venga, basta, deja de llorar. Ha pasado, no puedes evitarlo ni mucho menos arreglarlo, pero no es tu culpa.
-Pe… pero cómo es posible que… Un mortífago? Por qué? Quiero decir… No tiene sentido! –dijo Jizzy, tranquilizándose poco a poco, y secándose el rostro.
-Bueno, ahora que el Señor Tenebroso ha vuelto… -comenzó Hermione, pero Jizzy la interrumpió.
-Por favor, no me digas que te crees eso.
-No lo crees? –Hermione parecía estar a medio camino entre la sorpresa y la exasperación-. Oh dios mío, crees en todo lo que dice El Profeta? Hoy en día en ése periódico tan sólo publican aquello que el Ministerio…
-Yo trabajo en el Profeta –dijo Jizzy, como tajando la cuestión.
-Cómo? –preguntó Hermione sorprendida.
-Sí, soy periodista en El Profeta, y te aseguro que lo de que Quien-Tú-Sabes ha vuelto es…
-Es cierto! Cedric Diggory murió a manos de él! Además, últimamente está desapareciendo gente, hay ataques… Todo enmascarado por el Ministerio para que parezcan accidentes, simples coincidencias. Cómo es posible que no te des cuenta?
-No sé qué pensar… -a Jizzy le costaba creer todo aquello. Se levantó de la cama y fue a apoyarse en el escritorio, y luego caminó hasta la ventana. Abajo tan sólo se veía una calle desierta. Se giró para observar a Hermione: -Y cómo puedo creer lo que me dices? Es… absurdo.
-Cuando todos se den cuenta del enorme error que cometen al intentar ignorar lo evidente, será demasiado tarde –dijo Hermione seria.
-Bueno... Al menos tú, explícame por favor qué está pasando. Explícame dónde estoy, qué hacen ésas personas de ahí abajo juntas, de qué demonios va eso de que Sirius Black es “bueno” y todo lo que sea relevante saber, Hermione. Necesito saberlo; necesito saber qué está pasando –Jizzy parecía estar suplicándoselo.
-Bueno... Va a ser una historia larga.
Rebecca Peppermint
Re: Disposable Lover (Sirius Black & tú) [HP Órden Del Fénix]
Nueva lectora. Yo tambien tengo una novela de Siriusin xD Pasata si quieres.
Besos. Siguela pronto
Besos. Siguela pronto
roronoa.
Re: Disposable Lover (Sirius Black & tú) [HP Órden Del Fénix]
OH POR KAMI-SAMA... ¿Cómo se te ocurre dejarla ahí? Por Merlín, ¿deseas matarme de un infarto? ¿Cómo es eso de que asesinaron a sus padres? ¿Cómo que es mayor de edad? ¿Cuántos años tienes? ¿Cuál es su color de pelo? ¡¿CÓMO QUE SIRIUS BLACK ES BUENO?! Okno ._. La última ignórala, junto con algunas. e.e. Debes seguirla c:
-Profi síguela c:-
P.D: New reader e.e c:
-Profi síguela c:-
P.D: New reader e.e c:
Majin Maia ~DangerGirl~
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