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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Esclavo Comprometido (Ziam)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Capítulo cinco.
Capítulo cinco.
Pensando sobre ello más tarde, Liam tuvo que admitir que de ninguna manera uno debería haber terminado siendo el mejor amigo del chico cuya polla te has visto forzado a chupar. Debería haber habido una mutua desconfianza y probablemente un odio declarado por la degradación que había sido forzado a soportar. Estar en la misma habitación con Zayn debería hacer que le diera la espalda, debería hacerle vomitar con culpa y repulsión. Y con todo, por alguna razón, no ocurrió así.
Cuando arrastró la bolsa de lona y varios cartones de leche que contenían todas sus posesiones materiales arriba a la habitación del segundo piso que iba a compartir con El Toro en la casa capitular Alpha Psi, esperaba ser recibido con una helada indiferencia en el mejor de los casos, o una abierta hostilidad en el peor. En lugar de eso, Zayn había sacado su cama, que era amplia comparada con las estrechas camas gemelas de Liam, y lo ayudó en silencio cuando comenzó a desempacar. Liam estaba sorprendido al principio, pero cuando el enorme Alpha lo ayudó a colocar su escritorio y le indicó un lugar libre a los pies de su cama donde podía colgar sus posters, empezó a relajarse con cautela. Estaba claro que Zayn había hecho un intento para tener lista la habitación para él, porque la cama gemela y el área alrededor estaban vacías y la mitad de las paredes lista para colgar las fotos, posters y el corcho que utilizaba para colgar los avisos de exámenes importantes.
No fue hasta que terminaron en silencio de hacer la cama de Liam con las sábanas azul oscuro que su madre le había enviado desde su casa, que Zayn habló al fin.
— Siento lo que pasó, —dijo con voz profunda y sincera mientras sostenía la mirada fija de Liam a través del estrecho colchón. —No se suponía en absoluto que pasara eso. Normalmente te muestran a algún chico acariciándose, entonces te vendan los ojos y disparan clara de huevo cruda en tu garganta con una jeringuilla.
Liam asintió con rigidez. —Así que era eso a lo que te referías cuando me pusiste la venda.
— Sí—. Zayn tuvo la delicadeza de parecer avergonzado. —Wainwright es un imbécil—, dijo, su profunda voz le salió en un bajo y sincero gruñido. —yo no te habría hecho lo que hice si hubiese podido evitarlo. Pero necesito pertenecer a la hermandad para permanecer en la facultad. No dispongo del dinero para mantenerme aquí por mis propios medios. Sé que eso no es una excusa, pero…
— No te preocupes. —Liam sacudió la cabeza, indicando que quería dejar de hablar del, incidente, como había comenzado a llamar mentalmente a la última noche de la Semana Infernal. —Yo tampoco quiero estar aquí—, añadió, y le habló a Zayn sobre la insistencia de su padre en que fuera a la USC y se convirtiera en un miembro Alpha Psi. —Soy un estudiante de leyes pero eso no es lo que quiero hacer—, dijo amargamente, sentándose en su cama recién hecha con un suspiro.
Zayn se sentó a su lado, su mayor peso hizo que el delgado colchón se hundiera alarmantemente. — ¿Qué te gustaría hacer? — preguntó, sonando genuinamente interesado. — ¿Y por qué no lo haces?
— Biología, quizás zoología. Me fascinan los animales, sobre todo las conductas de grupo. Es decir, ¿por qué las manadas se organizan jerárquicamente, y cómo se establece esa jerarquía?
Además, a veces descubres el fenómeno del lobo solitario, un animal que rechaza correr con la manada y entonces…— La voz de Liam se fue apagando y sacudió la cabeza, sorprendido de que se hubiera permitido a sí mismo hablar de verdad con el enorme Alpha. Quizás se había perdido tan fácilmente en la conversación porque era obvio que Zayn estaba escuchando de verdad todo lo que él estaba diciendo, no solo esperando su turno para hablar.
— Continúa—. Zayn lo miraba genuinamente interesado.
Liam se encogió de hombros, avergonzado. —No. Perdona, era demasiada información. El asunto es que no quiero hacer esto pero leyes todo lo que mi padre me va a pagar. Y porque no soy lo bastante bueno en ningún deporte para conseguir una beca. Por supuesto, supongo que ayudaría tener la constitución de un armario. — Miró a Zayn de reojo para ver cómo su nuevo compañero de habitación se tomaba la sutil pulla y quedó aliviado cuando vio que estaba sonriendo.
— Claro, ser grande ayuda, — dijo, asintiendo. —Tengo suerte de serlo o no podría estar aquí. Mi viejo no cree en los estudios, dice que es una pérdida de tiempo. Una excusa para desperdiciar alrededor de cuatro años más antes de hacerse cargo de los negocios familiares.
— ¿En serio? ¿Y cuál es el negocio familiar, la lucha libre profesional?— Por un momento Liam pensó que había ido demasiado lejos, pero entonces la morena cara de Zayn mostró una amplia sonrisa.
— Sabes, para ser tan pequeño que podría partirte por la mitad como a un trozo de galleta, eres bastante bocón.
— Ah, ¿sí? Bueno, tengo noticias para ti, Toro, no soy pequeño, lo que pasa es que tú eres malditamente grande, —replicó sonriendo abiertamente.
— Sí, sí, todos los pequeñitos utilizáis esa excusa. —Zayn hizo un movimiento, como si estuviera espantando un mosquito, con su enorme mano y Liam tuvo un destello de memoria repentino de cómo se sintió tener aquella mano enterrada en su pelo, animándolo a chupar más fuerte y más rápido. Rápidamente apartó a un lado el recuerdo y trató de volver a los negocios.
— Así que si no es la lucha libre profesional o las competiciones de comer, ¿a qué se dedica exactamente tu familia?— preguntó, mirando hacia abajo para estudiar sus propias manos, de un tamaño normal, extendidas sobre sus rodillas.
— Construcción y… bueno, cosas así. —La respuesta de Zayn sonó extrañamente evasiva. Liam levantó la mirada rápidamente para ver cómo observaba atentamente la colcha hecha de retazos de la estrecha cama gemela.
— Bueno, un título en empresa es el único que puede servir en esa clase de compañías, — dijo razonablemente y Zayn asintió.
— Lo sé, es lo que sigo intentando decirle a mi viejo. Pero, sabes, es de la vieja escuela. No quiere oír hablar de eso. Mantiene en marcha el negocio solo con la enseñanza secundaria, así que por qué yo necesitaría ir a una afeminada* facultad y todas esas estupideces.
— ¡Qué mierda!, —coincidió Liam con sincero fervor. — Es justo al revés con mi padre. Todo lo que hago tiene que ser lo mejor y lo más brillante. Es como si estuviera tratando de vivir su propia vida otra vez a través de mí.
— Conozco ese sentimiento, —dijo Zayn secamente. — Mi padre siempre dice, si no puedes organizar tu propia vida, ¿cómo vas a dirigir a la manada?
— ¿Dirigir la manada? —Liam frunció el ceño. — ¿Algo así como ser el capitán de un equipo de fútbol?
Zayn de repente se puso pálido. — Algo así. — Se aclaró la garganta. — Criamos algunos perros también. Algunas razas, al menos.
Liam se inclinó hacia delante con entusiasmo. — Me encantan los perros. Tengo una perra en casa, Mitzy. Solo es un chucho, pero juro por Dios que es tan inteligente como la mitad de los imbéciles que me he encontrado desde que llegué a este basurero. La tengo desde que estaba en sexto. ¿Qué raza entrena tu familia?
Zayn le dirigió una mirada extraña y cautelosa. — Hum, ¿has oído hablar del lebrel irlandés?
— Sí. Maldición, ¿no se supone que son de los perros más grandes del mundo? ¿Tan grandes como un gran danés? —Liam lo miró impresionado. — Tu familia debe vivir en el campo para criarlos.
Zayn se encogió de hombros. — Son grandes, sí. Y éstos son más como, ah,… lebreles italianos, supongo. Pero sí, vivimos en un bosque. Es bonito, sin embargo. Lo echo de menos, sobre todo… —
Se interrumpió bruscamente, moviendo la cabeza y de repente cambió de tema. —Mira, como te dije antes, Wainwright es un imbécil. Y mientras estés aquí en tu primer bimestre, serás vulnerable a él si quieres quedarte en la hermandad.
Liam sintió como si un puño le apretase la garganta. Habían estado hablando tan fácil y abiertamente que casi había olvidado lo que le había ocurrido durante la Semana Infernal. Ahora todo eso volvía rápidamente a su memoria.
— ¿Qué… ah, qué puede hacer? —preguntó, sabiendo que la respuesta sería probablemente, casi cualquier cosa. El presidente de la sección dirigía su casa con mano de hierro, y los más o menos cuarenta hermanos que vivían allí estaban bajo su completo dominio.
— Bueno, técnicamente eres mi esclavo comprometido, —Zayn parecía incómodo con la idea. — Así que se trata en su mayor parte de lo que yo puedo hacer. Pero yo no haré nada, — añadió rápidamente, obviamente viendo crecer una mirada de pánico en la cara de Liam. —Así que no te preocupes por eso. Pero Wainwright puede ordenarte hacer cosas, eh, para mí.
— ¿Como chuparte la polla? — Liam oyó la amargura en su propia voz, y vio el sordo arrebato de vergüenza que coloreó de rojo la cara de su nuevo compañero de habitación.
— Te dije que lo sentía y lo decía en serio, — dijo Zayn en voz baja. —Pero sí, como eso. O lavar mi ropa, o fregar el baño con un cepillo de dientes. O cientos de otros sucios trabajos que le encanta asignar porque es un imbécil de talla mundial, ¿entiendes?
Liam asintió a regañadientes. — Sí, lo he notado.
Zayn suspiró y pasó una mano por su cabello negro. —Va a hacer inspecciones por sorpresa, casi cada noche durante un tiempo, así que tenemos que estar preparados. Probablemente lo mejor que podemos hacer es adelantar sus movimientos. Por ejemplo, en cuanto lo vea te diré, Ve a fregar la bañera, esclavo, o cualquier otra estupidez como esa. Así no pensará que estoy siendo demasiado blando contigo. ¿Lo entiendes?
— Lo entiendo. —Liam suspiró. — Dios, me pregunto si las otras hermandades siguen este tipo de chorradas medievales.
Zayn mostraba una expresión seria. — Te sorprenderías, tío. Los idiotas como Wainwright se pirran por controlar y piensan que es divertido que los hermanos se hagan daño unos a otros. No se supone que vaya a pasar nada, siempre se habla de hacer nuevas leyes contra las novatadas y demás, pero nunca lo hacen. Pero mira…— se inclinó y le dio una palmada a Liam en la espalda, su cálida y enorme palma se demoró en el borde de su hombro. — Todas esas órdenes de mierda son estrictamente para su beneficio, y ninguna se aplica cuando solo estemos los dos aquí. Permanece cerca de mí y yo intentaré entrometerme entre tú y Wainwright. —Frunció el ceño. — Creo que podrías necesitarlo, intenté ayudarte para que no hagas nafa equivocado durante la Semana Infernal.
Liam se encogió de hombros. — Él intentó llevarme por el lado equivocado también. Pequeño imbécil.
Zayn sonrió abiertamente. — ¡Así me gusta! Nunca vamos a deshacernos de Wainwright porque su viejo es el que en realidad tiene las conexiones, un alumno súper rico. Así que hasta que se gradúe, Alpha Psi USC tendrá que aguantarlo. Pero mientras tú me aguantes a mí y no lo irrites a él, estarás bien.
— Me mantendré tan lejos de él como me sea posible, teniendo en cuenta que vivimos en la misma casa, —prometió Liam firmemente. Bajó la mirada hacia sus manos, inseguro de lo que iba a decir a continuación hasta que pronunció las palabras. — Eh, quería preguntarte…
— ¿Sí? —Zayn lo miró, con un pequeño fruncimiento de labios insinuándose en su expresiva boca.
— Lo que Wainwright dijo durante… en la última noche de la Semana Infernal. Sobre que tú me habías elegido para ser tu compañero de habitación…— Liam arriesgó una rápida mirada al enorme Alpha sentado a su lado. — ¿Era verdad?
— Bueno… sí. —Zayn se removió incómodo en el delgado colchón a su lado. —Pero no porque tuvieras una, cara bonita, o alguna estupidez por el estilo. Sino porque me gustó tu espíritu. —Asintió. —Pude verlo en tus ojos, tu actitud de jódete. Podía ver que no ibas a dejar que nada de esta mierda te quebrara, y te admiré por ello. Es la manera en que me sentí cuando fui recluta.
Liam le sonrió abiertamente, sintiéndose mejor por ninguna razón que pudiera definir en realidad. — Así que no estuvo mal para un pequeñito, ¿eh?—preguntó, dándole un puñetazo a su nuevo compañero de habitación en su musculoso hombro.
— No. —Zayn lo agarró y le puso un brazo alrededor del cuello como un combate en broma. — Nada mal, recluta.
*Afeminada: La autora utiliza una palabra: Nancy, que se usa despectivamente para referirse a un hombre afeminado. Podría ser nuestra más conocida “maricona”.
Pensando sobre ello más tarde, Liam tuvo que admitir que de ninguna manera uno debería haber terminado siendo el mejor amigo del chico cuya polla te has visto forzado a chupar. Debería haber habido una mutua desconfianza y probablemente un odio declarado por la degradación que había sido forzado a soportar. Estar en la misma habitación con Zayn debería hacer que le diera la espalda, debería hacerle vomitar con culpa y repulsión. Y con todo, por alguna razón, no ocurrió así.
Cuando arrastró la bolsa de lona y varios cartones de leche que contenían todas sus posesiones materiales arriba a la habitación del segundo piso que iba a compartir con El Toro en la casa capitular Alpha Psi, esperaba ser recibido con una helada indiferencia en el mejor de los casos, o una abierta hostilidad en el peor. En lugar de eso, Zayn había sacado su cama, que era amplia comparada con las estrechas camas gemelas de Liam, y lo ayudó en silencio cuando comenzó a desempacar. Liam estaba sorprendido al principio, pero cuando el enorme Alpha lo ayudó a colocar su escritorio y le indicó un lugar libre a los pies de su cama donde podía colgar sus posters, empezó a relajarse con cautela. Estaba claro que Zayn había hecho un intento para tener lista la habitación para él, porque la cama gemela y el área alrededor estaban vacías y la mitad de las paredes lista para colgar las fotos, posters y el corcho que utilizaba para colgar los avisos de exámenes importantes.
No fue hasta que terminaron en silencio de hacer la cama de Liam con las sábanas azul oscuro que su madre le había enviado desde su casa, que Zayn habló al fin.
— Siento lo que pasó, —dijo con voz profunda y sincera mientras sostenía la mirada fija de Liam a través del estrecho colchón. —No se suponía en absoluto que pasara eso. Normalmente te muestran a algún chico acariciándose, entonces te vendan los ojos y disparan clara de huevo cruda en tu garganta con una jeringuilla.
Liam asintió con rigidez. —Así que era eso a lo que te referías cuando me pusiste la venda.
— Sí—. Zayn tuvo la delicadeza de parecer avergonzado. —Wainwright es un imbécil—, dijo, su profunda voz le salió en un bajo y sincero gruñido. —yo no te habría hecho lo que hice si hubiese podido evitarlo. Pero necesito pertenecer a la hermandad para permanecer en la facultad. No dispongo del dinero para mantenerme aquí por mis propios medios. Sé que eso no es una excusa, pero…
— No te preocupes. —Liam sacudió la cabeza, indicando que quería dejar de hablar del, incidente, como había comenzado a llamar mentalmente a la última noche de la Semana Infernal. —Yo tampoco quiero estar aquí—, añadió, y le habló a Zayn sobre la insistencia de su padre en que fuera a la USC y se convirtiera en un miembro Alpha Psi. —Soy un estudiante de leyes pero eso no es lo que quiero hacer—, dijo amargamente, sentándose en su cama recién hecha con un suspiro.
Zayn se sentó a su lado, su mayor peso hizo que el delgado colchón se hundiera alarmantemente. — ¿Qué te gustaría hacer? — preguntó, sonando genuinamente interesado. — ¿Y por qué no lo haces?
— Biología, quizás zoología. Me fascinan los animales, sobre todo las conductas de grupo. Es decir, ¿por qué las manadas se organizan jerárquicamente, y cómo se establece esa jerarquía?
Además, a veces descubres el fenómeno del lobo solitario, un animal que rechaza correr con la manada y entonces…— La voz de Liam se fue apagando y sacudió la cabeza, sorprendido de que se hubiera permitido a sí mismo hablar de verdad con el enorme Alpha. Quizás se había perdido tan fácilmente en la conversación porque era obvio que Zayn estaba escuchando de verdad todo lo que él estaba diciendo, no solo esperando su turno para hablar.
— Continúa—. Zayn lo miraba genuinamente interesado.
Liam se encogió de hombros, avergonzado. —No. Perdona, era demasiada información. El asunto es que no quiero hacer esto pero leyes todo lo que mi padre me va a pagar. Y porque no soy lo bastante bueno en ningún deporte para conseguir una beca. Por supuesto, supongo que ayudaría tener la constitución de un armario. — Miró a Zayn de reojo para ver cómo su nuevo compañero de habitación se tomaba la sutil pulla y quedó aliviado cuando vio que estaba sonriendo.
— Claro, ser grande ayuda, — dijo, asintiendo. —Tengo suerte de serlo o no podría estar aquí. Mi viejo no cree en los estudios, dice que es una pérdida de tiempo. Una excusa para desperdiciar alrededor de cuatro años más antes de hacerse cargo de los negocios familiares.
— ¿En serio? ¿Y cuál es el negocio familiar, la lucha libre profesional?— Por un momento Liam pensó que había ido demasiado lejos, pero entonces la morena cara de Zayn mostró una amplia sonrisa.
— Sabes, para ser tan pequeño que podría partirte por la mitad como a un trozo de galleta, eres bastante bocón.
— Ah, ¿sí? Bueno, tengo noticias para ti, Toro, no soy pequeño, lo que pasa es que tú eres malditamente grande, —replicó sonriendo abiertamente.
— Sí, sí, todos los pequeñitos utilizáis esa excusa. —Zayn hizo un movimiento, como si estuviera espantando un mosquito, con su enorme mano y Liam tuvo un destello de memoria repentino de cómo se sintió tener aquella mano enterrada en su pelo, animándolo a chupar más fuerte y más rápido. Rápidamente apartó a un lado el recuerdo y trató de volver a los negocios.
— Así que si no es la lucha libre profesional o las competiciones de comer, ¿a qué se dedica exactamente tu familia?— preguntó, mirando hacia abajo para estudiar sus propias manos, de un tamaño normal, extendidas sobre sus rodillas.
— Construcción y… bueno, cosas así. —La respuesta de Zayn sonó extrañamente evasiva. Liam levantó la mirada rápidamente para ver cómo observaba atentamente la colcha hecha de retazos de la estrecha cama gemela.
— Bueno, un título en empresa es el único que puede servir en esa clase de compañías, — dijo razonablemente y Zayn asintió.
— Lo sé, es lo que sigo intentando decirle a mi viejo. Pero, sabes, es de la vieja escuela. No quiere oír hablar de eso. Mantiene en marcha el negocio solo con la enseñanza secundaria, así que por qué yo necesitaría ir a una afeminada* facultad y todas esas estupideces.
— ¡Qué mierda!, —coincidió Liam con sincero fervor. — Es justo al revés con mi padre. Todo lo que hago tiene que ser lo mejor y lo más brillante. Es como si estuviera tratando de vivir su propia vida otra vez a través de mí.
— Conozco ese sentimiento, —dijo Zayn secamente. — Mi padre siempre dice, si no puedes organizar tu propia vida, ¿cómo vas a dirigir a la manada?
— ¿Dirigir la manada? —Liam frunció el ceño. — ¿Algo así como ser el capitán de un equipo de fútbol?
Zayn de repente se puso pálido. — Algo así. — Se aclaró la garganta. — Criamos algunos perros también. Algunas razas, al menos.
Liam se inclinó hacia delante con entusiasmo. — Me encantan los perros. Tengo una perra en casa, Mitzy. Solo es un chucho, pero juro por Dios que es tan inteligente como la mitad de los imbéciles que me he encontrado desde que llegué a este basurero. La tengo desde que estaba en sexto. ¿Qué raza entrena tu familia?
Zayn le dirigió una mirada extraña y cautelosa. — Hum, ¿has oído hablar del lebrel irlandés?
— Sí. Maldición, ¿no se supone que son de los perros más grandes del mundo? ¿Tan grandes como un gran danés? —Liam lo miró impresionado. — Tu familia debe vivir en el campo para criarlos.
Zayn se encogió de hombros. — Son grandes, sí. Y éstos son más como, ah,… lebreles italianos, supongo. Pero sí, vivimos en un bosque. Es bonito, sin embargo. Lo echo de menos, sobre todo… —
Se interrumpió bruscamente, moviendo la cabeza y de repente cambió de tema. —Mira, como te dije antes, Wainwright es un imbécil. Y mientras estés aquí en tu primer bimestre, serás vulnerable a él si quieres quedarte en la hermandad.
Liam sintió como si un puño le apretase la garganta. Habían estado hablando tan fácil y abiertamente que casi había olvidado lo que le había ocurrido durante la Semana Infernal. Ahora todo eso volvía rápidamente a su memoria.
— ¿Qué… ah, qué puede hacer? —preguntó, sabiendo que la respuesta sería probablemente, casi cualquier cosa. El presidente de la sección dirigía su casa con mano de hierro, y los más o menos cuarenta hermanos que vivían allí estaban bajo su completo dominio.
— Bueno, técnicamente eres mi esclavo comprometido, —Zayn parecía incómodo con la idea. — Así que se trata en su mayor parte de lo que yo puedo hacer. Pero yo no haré nada, — añadió rápidamente, obviamente viendo crecer una mirada de pánico en la cara de Liam. —Así que no te preocupes por eso. Pero Wainwright puede ordenarte hacer cosas, eh, para mí.
— ¿Como chuparte la polla? — Liam oyó la amargura en su propia voz, y vio el sordo arrebato de vergüenza que coloreó de rojo la cara de su nuevo compañero de habitación.
— Te dije que lo sentía y lo decía en serio, — dijo Zayn en voz baja. —Pero sí, como eso. O lavar mi ropa, o fregar el baño con un cepillo de dientes. O cientos de otros sucios trabajos que le encanta asignar porque es un imbécil de talla mundial, ¿entiendes?
Liam asintió a regañadientes. — Sí, lo he notado.
Zayn suspiró y pasó una mano por su cabello negro. —Va a hacer inspecciones por sorpresa, casi cada noche durante un tiempo, así que tenemos que estar preparados. Probablemente lo mejor que podemos hacer es adelantar sus movimientos. Por ejemplo, en cuanto lo vea te diré, Ve a fregar la bañera, esclavo, o cualquier otra estupidez como esa. Así no pensará que estoy siendo demasiado blando contigo. ¿Lo entiendes?
— Lo entiendo. —Liam suspiró. — Dios, me pregunto si las otras hermandades siguen este tipo de chorradas medievales.
Zayn mostraba una expresión seria. — Te sorprenderías, tío. Los idiotas como Wainwright se pirran por controlar y piensan que es divertido que los hermanos se hagan daño unos a otros. No se supone que vaya a pasar nada, siempre se habla de hacer nuevas leyes contra las novatadas y demás, pero nunca lo hacen. Pero mira…— se inclinó y le dio una palmada a Liam en la espalda, su cálida y enorme palma se demoró en el borde de su hombro. — Todas esas órdenes de mierda son estrictamente para su beneficio, y ninguna se aplica cuando solo estemos los dos aquí. Permanece cerca de mí y yo intentaré entrometerme entre tú y Wainwright. —Frunció el ceño. — Creo que podrías necesitarlo, intenté ayudarte para que no hagas nafa equivocado durante la Semana Infernal.
Liam se encogió de hombros. — Él intentó llevarme por el lado equivocado también. Pequeño imbécil.
Zayn sonrió abiertamente. — ¡Así me gusta! Nunca vamos a deshacernos de Wainwright porque su viejo es el que en realidad tiene las conexiones, un alumno súper rico. Así que hasta que se gradúe, Alpha Psi USC tendrá que aguantarlo. Pero mientras tú me aguantes a mí y no lo irrites a él, estarás bien.
— Me mantendré tan lejos de él como me sea posible, teniendo en cuenta que vivimos en la misma casa, —prometió Liam firmemente. Bajó la mirada hacia sus manos, inseguro de lo que iba a decir a continuación hasta que pronunció las palabras. — Eh, quería preguntarte…
— ¿Sí? —Zayn lo miró, con un pequeño fruncimiento de labios insinuándose en su expresiva boca.
— Lo que Wainwright dijo durante… en la última noche de la Semana Infernal. Sobre que tú me habías elegido para ser tu compañero de habitación…— Liam arriesgó una rápida mirada al enorme Alpha sentado a su lado. — ¿Era verdad?
— Bueno… sí. —Zayn se removió incómodo en el delgado colchón a su lado. —Pero no porque tuvieras una, cara bonita, o alguna estupidez por el estilo. Sino porque me gustó tu espíritu. —Asintió. —Pude verlo en tus ojos, tu actitud de jódete. Podía ver que no ibas a dejar que nada de esta mierda te quebrara, y te admiré por ello. Es la manera en que me sentí cuando fui recluta.
Liam le sonrió abiertamente, sintiéndose mejor por ninguna razón que pudiera definir en realidad. — Así que no estuvo mal para un pequeñito, ¿eh?—preguntó, dándole un puñetazo a su nuevo compañero de habitación en su musculoso hombro.
— No. —Zayn lo agarró y le puso un brazo alrededor del cuello como un combate en broma. — Nada mal, recluta.
*Afeminada: La autora utiliza una palabra: Nancy, que se usa despectivamente para referirse a un hombre afeminado. Podría ser nuestra más conocida “maricona”.
Última edición por JenniSaaMoo el Sáb 10 Ago 2013, 6:43 pm, editado 1 vez
JenniPritchard
Capítulo seis.
Capítulo seis.
Había algo en el nuevo recluta, en su esclavo jurado, que Zayn suponía que debería decir. Pero todo eso eran chorradas, inventadas por Wainwright y los otros hermanos sénior para mantener a los Alphas más jóvenes controlados. Era también una forma fácil y barata de conseguir que le lavaran la ropa, le hicieran los ejercicios,… y le chuparan la polla. No era que Zayn fuera a hacerle eso otra vez a su nuevo compañero de habitación. Estaba profundamente avergonzado por lo que había ocurrido entre Li y él mismo aquella última noche de la Semana Infernal. Lo suficientemente avergonzado como para intentar por todos los medios no recordarlo en absoluto.
Aún así, a veces por la noche, su mano se deslizaba bajo la ligera sábana con la que se tapaba y acariciaba su polla, aparentemente de forma espontánea. Y las imágenes que aparecían en su cabeza no eran las de alguna conejita Playboy escasamente vestida, o Kristy Turlington acostada sobre el maletero del Mercedes de su padre y gritando como una banshee mientras Zayn la embestía por detrás después del baile de graduación, o incluso aquella vez en que lo habían hecho con las gemelos Gibson. No, era Li, de rodillas, con las manos atadas sumisamente a la espalda y los ojos cerrados por la concentración mientras tomaba su gruesa polla hasta la garganta.
Zayn sabía que estaba mal pensar obsesivamente en esos recuerdos, sobre todo desde que él y su compañero de habitación habían dejado atrás el incidente. Pero no parecía ser capaz de evitarlo. Se la habían mamado antes, muchas veces. Era alto, moreno y guapo, un héroe del fútbol y un veterano. Así que nunca le faltaron compañeros sexuales dispuestos, aunque como were tenía que ser cuidadoso sobre qué momento del mes era para poder aprovechar su buena suerte. Pero hasta que Wainwright había forzado a Li a mamársela, a Zayn nunca nadie le había chupado la polla como si de verdad quisiera hacerlo, como si le proporcionara tanto placer chupársela como a Zayn que se la chuparan.
Era una locura, sin embargo, y él lo sabía. En realidad Li había disfrutado siendo forzado a chupar su polla tanto como él había disfrutado forzándolo. Además del hecho de que lo que había pasado era la más brutal y grosera forma de agresión sexual, había otro pequeño detalle, Li era un hombre, y eso, definitivamente, no era algo que Zayn aceptara.
Zayn había crecido en una familia italiana y nadie tuvo que explicarle lo incorrecto que era querer a otro hombre de esa manera.
Casi podía oír la voz de su viejo en su cabeza si alguna vez descubriera lo que había hecho y lo mucho que había disfrutado haciéndolo. Marica sería el apelativo más amable que Zayn podría esperar oír aplicado a él, la sociedad were estaba muy alejada de la tolerancia sexual, permitiendo solo lo políticamente correcto. Y entonces sería un paria, ya no siendo bienvenido entre su propia especie.
Para alguna gente, eso sería su peor pesadilla, pero a veces Zayn se preguntaba si de verdad eso sería tan malo. ¿Moriría si no tuviera a la manada alrededor? ¿Le debilitaría la falta de contacto social?
Su gente eran animales gregarios con el instinto hacia la interacción social. Parecían creer que ser exiliado era lo peor que le podía pasar a uno, el fin de su existencia. Pero a Zayn le gustaba sentir la luz de la luna en sus miembros desnudos y alzar la voz en un canto solitario. Le parecía que si pudiera encontrar tan solo a una persona, siempre que fuera la persona correcta, para estar con ella, vivir, correr y cazar durante el resto de su vida, entonces sería en todos los sentidos tan feliz como si estuviese rodeado por la manada y sus aullidos. Incluso de vez en cuando había considerado anunciar su estatus de Lobo Solitario, pero no en serio. Si se separara voluntariamente de la manada de esa manera y lo dejara todo atrás para bien, tendría que tener una maldita buena razón para hacerlo.
A la única persona a la que se había atrevido a contarle esos pensamientos era a su hermana pequeña, Felicia. Ella comprendía sus sentimientos, su frustración al estar atrapado en una posición en la que en realidad no quería estar porque ella también estaba atrapada. Atrapada por su sexo y las tradiciones de la manada en una posición de hembra inferior cuando ella aspiraba a mucho más. Zayn hablaba con su hermana de casi todo, sin embargo no había sido capaz de confiarle sus sentimientos por Li. Para ser honestos, apenas se había atrevido a examinarlos él mismo. Eran incorrectos, antinaturales. Pero Zayn era un animal de instintos y no podía ignorar lo que éstos le señalaban, que había algo relacionado con Li. Algo correcto.
Quizás era su olor, el mismo fresco y tentador aroma que le había atraído la primera vez que había visto a su compañero de pie insolentemente en la fila de temblorosos candidatos, rehusando bajar la mirada. O la evidente inteligencia que brillaba en los ojos miel de Liam y la facilidad con que se mantenía al nivel del resto de sus compañeros de clase. Zayn nunca había sido muy aficionado a los libros, pero admiraba la inteligencia en los demás y no había dudas de que Liam era brillante. O quizás era su irónico sentido del humor y la manera en que había sido capaz de ir más allá de lo que Zayn le había hecho y convertirse en un verdadero amigo.
O quizás… quizás era la conexión que habían compartido durante aquel interminable encuentro cuando Li estaba arrodillado chupando la polla de Zayn. Liam probablemente lo negaría si Zayn sacara el tema a colación, pero él sabía que lo que habían compartido había sido algo más profundo y más complicado que una novatada que había salido mal. Lo había sentido en los labios de Li, en la forma en que había chupado su verga, llevándola hasta su garganta tan lejos como podía. Lo había visto en la forma en que Li había tragado cada gota de su semen y había exprimido su polla por más cuando Zayn había eyaculado en su boca. Y además estaba el innegable hecho de que Li se había corrido también…
Pero por lo general, Zayn había sido capaz de apartar de su mente esos locos pensamientos y disfrutar de la compañía de su nuevo compañero de habitación. A pesar del hecho de que vivía en la casa Alpha Psi, rodeados por sus hermanos de la fraternidad, siempre había sido algo solitario. Pero con Li compartiendo su habitación y su vida, ya no se sentía solo. Era libre para ser él mismo, para explorar quién quería ser, en lugar de ser siempre lo que todo el mundo esperaba. Libre para sentir emociones que antes siempre había considerado equivocadas.
Y quizás libre para tener algunos pensamientos ilícitos acerca de su compañero de habitación después de que se apagaran las luces. Incluso si nunca jamás los hiciera realidad.
Había algo en el nuevo recluta, en su esclavo jurado, que Zayn suponía que debería decir. Pero todo eso eran chorradas, inventadas por Wainwright y los otros hermanos sénior para mantener a los Alphas más jóvenes controlados. Era también una forma fácil y barata de conseguir que le lavaran la ropa, le hicieran los ejercicios,… y le chuparan la polla. No era que Zayn fuera a hacerle eso otra vez a su nuevo compañero de habitación. Estaba profundamente avergonzado por lo que había ocurrido entre Li y él mismo aquella última noche de la Semana Infernal. Lo suficientemente avergonzado como para intentar por todos los medios no recordarlo en absoluto.
Aún así, a veces por la noche, su mano se deslizaba bajo la ligera sábana con la que se tapaba y acariciaba su polla, aparentemente de forma espontánea. Y las imágenes que aparecían en su cabeza no eran las de alguna conejita Playboy escasamente vestida, o Kristy Turlington acostada sobre el maletero del Mercedes de su padre y gritando como una banshee mientras Zayn la embestía por detrás después del baile de graduación, o incluso aquella vez en que lo habían hecho con las gemelos Gibson. No, era Li, de rodillas, con las manos atadas sumisamente a la espalda y los ojos cerrados por la concentración mientras tomaba su gruesa polla hasta la garganta.
Zayn sabía que estaba mal pensar obsesivamente en esos recuerdos, sobre todo desde que él y su compañero de habitación habían dejado atrás el incidente. Pero no parecía ser capaz de evitarlo. Se la habían mamado antes, muchas veces. Era alto, moreno y guapo, un héroe del fútbol y un veterano. Así que nunca le faltaron compañeros sexuales dispuestos, aunque como were tenía que ser cuidadoso sobre qué momento del mes era para poder aprovechar su buena suerte. Pero hasta que Wainwright había forzado a Li a mamársela, a Zayn nunca nadie le había chupado la polla como si de verdad quisiera hacerlo, como si le proporcionara tanto placer chupársela como a Zayn que se la chuparan.
Era una locura, sin embargo, y él lo sabía. En realidad Li había disfrutado siendo forzado a chupar su polla tanto como él había disfrutado forzándolo. Además del hecho de que lo que había pasado era la más brutal y grosera forma de agresión sexual, había otro pequeño detalle, Li era un hombre, y eso, definitivamente, no era algo que Zayn aceptara.
Zayn había crecido en una familia italiana y nadie tuvo que explicarle lo incorrecto que era querer a otro hombre de esa manera.
Casi podía oír la voz de su viejo en su cabeza si alguna vez descubriera lo que había hecho y lo mucho que había disfrutado haciéndolo. Marica sería el apelativo más amable que Zayn podría esperar oír aplicado a él, la sociedad were estaba muy alejada de la tolerancia sexual, permitiendo solo lo políticamente correcto. Y entonces sería un paria, ya no siendo bienvenido entre su propia especie.
Para alguna gente, eso sería su peor pesadilla, pero a veces Zayn se preguntaba si de verdad eso sería tan malo. ¿Moriría si no tuviera a la manada alrededor? ¿Le debilitaría la falta de contacto social?
Su gente eran animales gregarios con el instinto hacia la interacción social. Parecían creer que ser exiliado era lo peor que le podía pasar a uno, el fin de su existencia. Pero a Zayn le gustaba sentir la luz de la luna en sus miembros desnudos y alzar la voz en un canto solitario. Le parecía que si pudiera encontrar tan solo a una persona, siempre que fuera la persona correcta, para estar con ella, vivir, correr y cazar durante el resto de su vida, entonces sería en todos los sentidos tan feliz como si estuviese rodeado por la manada y sus aullidos. Incluso de vez en cuando había considerado anunciar su estatus de Lobo Solitario, pero no en serio. Si se separara voluntariamente de la manada de esa manera y lo dejara todo atrás para bien, tendría que tener una maldita buena razón para hacerlo.
A la única persona a la que se había atrevido a contarle esos pensamientos era a su hermana pequeña, Felicia. Ella comprendía sus sentimientos, su frustración al estar atrapado en una posición en la que en realidad no quería estar porque ella también estaba atrapada. Atrapada por su sexo y las tradiciones de la manada en una posición de hembra inferior cuando ella aspiraba a mucho más. Zayn hablaba con su hermana de casi todo, sin embargo no había sido capaz de confiarle sus sentimientos por Li. Para ser honestos, apenas se había atrevido a examinarlos él mismo. Eran incorrectos, antinaturales. Pero Zayn era un animal de instintos y no podía ignorar lo que éstos le señalaban, que había algo relacionado con Li. Algo correcto.
Quizás era su olor, el mismo fresco y tentador aroma que le había atraído la primera vez que había visto a su compañero de pie insolentemente en la fila de temblorosos candidatos, rehusando bajar la mirada. O la evidente inteligencia que brillaba en los ojos miel de Liam y la facilidad con que se mantenía al nivel del resto de sus compañeros de clase. Zayn nunca había sido muy aficionado a los libros, pero admiraba la inteligencia en los demás y no había dudas de que Liam era brillante. O quizás era su irónico sentido del humor y la manera en que había sido capaz de ir más allá de lo que Zayn le había hecho y convertirse en un verdadero amigo.
O quizás… quizás era la conexión que habían compartido durante aquel interminable encuentro cuando Li estaba arrodillado chupando la polla de Zayn. Liam probablemente lo negaría si Zayn sacara el tema a colación, pero él sabía que lo que habían compartido había sido algo más profundo y más complicado que una novatada que había salido mal. Lo había sentido en los labios de Li, en la forma en que había chupado su verga, llevándola hasta su garganta tan lejos como podía. Lo había visto en la forma en que Li había tragado cada gota de su semen y había exprimido su polla por más cuando Zayn había eyaculado en su boca. Y además estaba el innegable hecho de que Li se había corrido también…
Pero por lo general, Zayn había sido capaz de apartar de su mente esos locos pensamientos y disfrutar de la compañía de su nuevo compañero de habitación. A pesar del hecho de que vivía en la casa Alpha Psi, rodeados por sus hermanos de la fraternidad, siempre había sido algo solitario. Pero con Li compartiendo su habitación y su vida, ya no se sentía solo. Era libre para ser él mismo, para explorar quién quería ser, en lugar de ser siempre lo que todo el mundo esperaba. Libre para sentir emociones que antes siempre había considerado equivocadas.
Y quizás libre para tener algunos pensamientos ilícitos acerca de su compañero de habitación después de que se apagaran las luces. Incluso si nunca jamás los hiciera realidad.
Última edición por JenniSaaMoo el Sáb 10 Ago 2013, 6:44 pm, editado 1 vez
JenniPritchard
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
dios! zayn esta tan colgado de liam que me dara algo! me encanta esta novela,lo podre decir millones de veces *-* zayn tiene sueños humedos con liam :3 ese zayn, que ironico liam ama a los animales :3 siguela pronto :)
SheylaGO
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
¡Me encanta! Espero con ansias el próximo capítulo...
Bury all your secrets in my skin
Come away with innocence, and leave me with my sins
The air around me still feels like a cage
And love is just a camouflage for what resembles rage again...
miamisreal
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
Zayn es un loquillo. xD Me encanta que te encante. Gracias por leer, ahora la sigo. :)SheylaGO escribió:dios! zayn esta tan colgado de liam que me dara algo! me encanta esta novela,lo podre decir millones de veces *-* zayn tiene sueños humedos con liam :3 ese zayn, que ironico liam ama a los animales :3 siguela pronto :)
JenniPritchard
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
Gracias por leer, ahora la sigo. xmiamisreal escribió: ¡Me encanta! Espero con ansias el próximo capítulo...Bury all your secrets in my skinCome away with innocence, and leave me with my sinsThe air around me still feels like a cageAnd love is just a camouflage for what resembles rage again...
JenniPritchard
Capítulo siete.
Capítulo siete.
— Esclavo, ven a lavarme la espalda. —La profunda voz de Zayn resonó en el baño, provocándole una sonrisa a Liam, quien estaba estudiando duro para un examen de mitad de trimestre. Como había prometido, Wainwright hacía visitas regulares para controlarlos, y el juego del esclavo había terminado por convertirse en una especie de broma entre él y su compañero de habitación. Últimamente, Zayn se había inventado tareas más y más extravagantes para beneficio de Wainwright, algunas tan ridículas que Liam apenas podía ocultar las risas disimuladas incluso mientras se precipitaba a obedecer.
Esclavo, ven aquí. He encontrado una cucaracha que parece tener una imperiosa necesidad de una reanimación cardiopulmonar. Y Liam, con seriedad, se agachaba y fingía administrar medidas de primeros auxilios al bicho que estaba patas arriba en el suelo del cuarto de baño. O Zayn podía gritar, Esclavo, las puntas de mis calcetines están arrugadas. Saca la plancha y arréglalas. Solo las puntas, no hagas nada con el resto del calcetín y va en serio. Así que Liam pasaba unos tediosos diez minutos planchando solo las puntas de los calcetines de su compañero de habitación mientras Wainwright los miraba indignado.
Fiel a su palabra, Zayn nunca le pidió nada ni remotamente sexual, y puesto que pasaban gran parte de su tiempo libre pensando en tareas más y más absurdas para conseguir la aprobación de Wainwright, eso se había convertido en una especie de juego para ambos. De vez en cuando, Wainwright se les adelantaba y le daba una orden antes de que Zayn pudiera hacerlo. En momentos como ése, Liam se encontraba fregando las ranuras entre los azulejos del cuarto de baño con un cepillo de dientes hasta que Wainwright o quedaba satisfecho con el trabajo servil que había impuesto o se aburría tanto que se marchaba a torturar a otra pareja de hermanos.
Con un poco de suerte, sin embargo, esto último podía ser evitado porque siempre que Wainwright estaba merodeando, los Alphas hacían todo lo posible para advertirse unos a otros.
En el caso de Zayn y Liam, el aviso se producía en la forma de tres golpes en el suelo del cuarto de baño, que era el techo del de los hermanos que estaban debajo de ellos. Así, cuando Zayn lo llamaba para que fuera a lavarle la espalda, Liam sabía que solo disponía de algunos segundos para entrar en el cuarto de baño y comenzar a frotar como si su vida dependiera de ello, a menos que quisiera limpiar el suelo alrededor del retrete con un isotopo en su lugar cuando Wainwright llegara y comenzara a dar órdenes.
Siendo Zayn una alternativa preferible, Liam dejó su libro en el escritorio y entró corriendo en el cuarto de baño. Había una única ventana, alta en la pared opuesta y a través de ella se podía ver que afuera estaba anocheciendo rápidamente. El estrecho cuarto embaldosado contenía una profunda y antigua bañera con patas en forma de garras que tenía una cortina de anillas alrededor para el caso de que alguien prefiriera una ducha en lugar de un baño.
Zayn era uno de los pocos que Liam conocía que en realidad prefería un baño. Podía permanecer en remojo dentro de la bañera durante horas, canturreando entre dientes con satisfacción mientras las burbujas perfumadas del agua se disipaban y lo salpicaban de espuma. Era el único chico que Liam podía pensar que era capaz de llevarse bien con los geles de baño enviados por su hermana pequeña de forma regular, tal que no tenía que comprarlos. Por otra parte, ¿quién iba a considerarlo menos macho por sus gustos en productos de baño? Cuando un chico mide casi dos metro y pesa más de cien kilos con menos de seis por ciento de grasa, criticar sus hábitos de higiene personal no era inteligente.
Personalmente, Liam encontraba divertida la adicción del enorme Alpha al gel de baño. Faltaba poco para el cumpleaños de su compañero de habitación, y ya tenía una idea para bajar a la tienda de baños del centro comercial y comprar una gran cesta de productos de chica como broma. Zayn probablemente le gritaría y le daría golpes sin fin, pero en el fondo sabía que cada producto de baño que comprara sería utilizado y disfrutado totalmente.
— ¿Sí, Amo? —dijo con sarcasmo, entrando en el cuarto donde Zayn estaba ganduleando, su largo cuerpo medio cubierto por el agua espumosa. Había que darle crédito al que había fabricado la bañera, ya que era lo suficientemente grande para alguien del tamaño de Zayn. De hecho, casi encajaba en ella, siempre que no tratase de estirar las piernas en toda su longitud.
— Coge la esponja y empieza a lavar, Li. —Zayn se incorporó, el agua se deslizaba por su ancha y bronceada espalda, su piel humeaba por el calor. — Perdona, oí los golpes y ya no pude pensar en nada más, —añadió en tono de disculpa.
— No importa. —A Liam realmente no le importaba. La lógica le dictaba que debería rehuir tocar a su compañero de habitación después de la traumática manera en que habían sido presentados.
Pero no había nada lógico en su amistad con Zayn. De hecho, encontraba que había más contacto físico con Zayn del que tenía con amigos o familiares allá en su casa. Una parte de ello se debía al hecho de que Zayn provenía de una expresiva familia italiana y siempre estaba agarrando a Liam y peleando con él o dándole uno de esos rápidos y fuertes abrazos con los que Liam había llegado sorprendentemente a encariñarse. Y, por otra parte, al ser hijo único con unos padres fríos y distantes, Liam anhelaba las expresiones físicas de afecto en las que su enorme compañero de habitación era muy bueno para dar. Sabía que debería dejarlo helado abrazar y tocar a Zayn, sabía que debería quedar incluso más helado con la idea de verlo desnudo, o al menos parcialmente desnudo en el baño.
Pero por alguna razón –razones que sobre las que no quería pensar realmente-, no era así.
Cuando Wainwright entró, Liam estaba frotando laboriosamente la ancha espalda de su compañero de habitación, utilizando la redonda y grande esponja natural que la hermana pequeña de Zayn le había enviado con el último paquete de gel de baño con aroma a lavanda.
— ¿Qué diablos hacen dos chicas aquí? — vociferó Wainwright con su nasal voz resonando en las paredes revestidas de azulejos.
Hoy llevaba el espantoso bastón Alpha Psi, sus regias rayas moradas y doradas brillaban en la mortecina luz del cuarto de baño. Liam lo observó por el rabillo del ojo, era una de las pocas torturas que no habían sido utilizadas con él ni con ningún otro recluta durante la Semana Infernal. El bastón Alpha Psi estaba reservado exclusivamente para las infracciones más importantes de los hermanos ya iniciados. Pero no quería darle a Wainwright la satisfacción de ver su inquietud.
Alzó la vista con inocencia, dirigiéndole a Wainwright una mirada confusa. — Estoy lavando la espalda de mi Amo, tal como me ordenó, Señor, —dijo, ofreciéndole una mirada de Bambi al presidente de la sección. — ¿No es eso lo que tendría que estar haciendo?
Los ojos de Wainwright se entrecerraron y golpeó suavemente el largo y horrible bastón contra su pierna. — Cuidado, esclavo. —Su voz era fría, sus palabras teñidas de amenaza. — Sé que tú y el Toro pensáis que me ponéis en ridículo cada vez que subo aquí y no sé qué estáis haciendo, probablemente chupándose la polla uno al otro.
Pero les prometo a los dos que su día llegará.
— A cada cerdo le llega su sanmartín. —La profunda voz de Zayn parecía llenar el cuarto de baño como el vapor y aunque no había dicho nada intrínsecamente amenazador, Liam de todas formas sintió escalofríos bajando por su espina dorsal.
— Tienes que vigilar esa boca, Toro, —se encendió Wainwright. — No creas que estás por encima del castigo solo porque eres más grande que tres hermanos juntos.
— Crucemos ese puente cuando lleguemos a él, Wainwright. —La voz de Zayn mostraba una relajada indiferencia que obviamente exacerbó al presidente de la sección.
— Puedo decirte que no te tienes que preocupar por tu propio pellejo, —le dijo a Zayn, su afilada nariz ensanchada cuando escupió las palabras como dardos. — Pero ¿te gustaría ver castigar a tu amiguito con la vara? —señaló a Liam con el bastón Alpha Psi, el palo a rayas silbó al atravesar el aire con la fuerza del movimiento. — Apuesto a que le dejaría unas marcas en su bonita piel que les enseñarían a comportaros a los dos.
Zayn no contestó. En vez de eso, se incorporó de repente en el baño, con chorros de humeante agua bajando por el musculoso muro de su pecho y ondulando en sus abdominales. Liam sintió que sus ojos se abrían como platos cuando vio a su compañero de habitación totalmente desnudo por primera vez. Su mirada recorrió los anchos hombros y sus definidos brazos, los fuertes y sólidos muslos y la larga y gruesa polla que colgaba como una serpiente dormida entre sus piernas.
El mensaje fue silencioso pero claro, si Wainwright quería meterse con Liam, primero tendría que pasar por encima de Zayn.
Liam no sabía si se sentía enfadado con su amigo por asumir que no podía cuidar de sí mismo, o agradecido de que lo protegiera de la cólera de Wainwright. Pero independientemente de lo que sentía, no podía dejar de mirar el cuerpo desnudo de Zayn. No hubiera podido apartar la mirada aunque supiese que tal espectáculo lo dejaría ciego.
Vio una similar mirada de asombro cruzar a través de la cara de Wainwright, pero sus pequeños y turbios ojos mostraban una mirada envenenada con una mortal dosis de envidia. No estaba claro si quería a Zayn y estaba enfadado porque no podía tener lo que sin duda imaginaba que conseguía Liam cada noche, o si quería ser como el enorme Alpha y sabía que nunca llegaría a tener sus características físicas. Lo que estaba claro para Liam, de cualquier forma, era que a Wainwright lo devoraban los celos. Quizás fuera porque durante mucho tiempo había considerado a Zayn como su instrumento contundente, la porra que sostenía sobre las cabezas de los asustados reclutas y que utilizaba para amenazar a los otros Alphas y mantenerlos en línea. Mientras tenía a Zayn de esa manera, podía vivir indirectamente a través de él, ejerciendo una fuerza que nunca poseería por sí mismo. Pero si la porra decidía que tenía una mente propia, ¿hacia dónde se volverían sus amenazas? ¿Y qué haría cuando el objeto de su envidia no estuviera ya bajo su control?
Todo esto cruzó la mente de Liam en una fracción de segundo y entonces, con un último gruñido, Wainwright se apartó, dejándolos solos por fin. Suspiró y miró por la alargada y estrecha ventana de la pared opuesta. Fuera, la noche había caído completamente y las primeras estrellas hacían su aparición junto con una fantasmal luna casi llena.
— No deberías haber hecho eso. Lo provocaste, —le dijo a Zayn cuando la puerta de su habitación se cerró con un portazo y los pasos de Wainwright se fueron apagando fuera por el pasillo. — Va a intentar algo. No sé qué, pero cualquier cosa que sea, no va a ser un paseo por el parque.
— Que se joda. Que la corte. —Las palabras sonaron como un lento y amenazador gruñido. Zayn parecía de alguna manera más grande incluso aunque estaba desnudo y mojado todavía. Por primera vez, Liam vislumbró un destello de genio en su amigo del que nunca había sospechado. Pero genio no era en realidad la palabra correcta, pensó con un pequeño escalofrío interno. No, lo que había visto arder avanzando oscuramente en las insondables profundidades de los ojos negros de Zayn era furia animal, pura y simple. La furia de una criatura salvaje que se siente amenazada. Era una emoción de la que nunca habría sospechado que su enorme y de fácil trato compañero de habitación sería capaz, y saberlo puso una capa de hielo alrededor de su corazón.
Entonces Zayn lo miró, y otro tipo de calor ardió en sus ojos.
Liam tragó saliva, tratando de deshacer el nudo que se le había formado de repente en la garganta. Se preguntó si Zayn habría tenido esa mirada en sus ojos mientras su verga bombeaba entre sus labios, follando su boca, una fracción de segundo antes de correrse.
De nuevo deseó no haber tenido puesta la venda durante aquel caliente encuentro. Habría sido capaz de mirar en los ojos de su amigo mientras bebía el semen que Zayn eyaculaba por su garganta abajo.
— ¿Zayn? —preguntó a través de unos labios que de repente sentía paralizados. ¿Qué podría hacer, se preguntaba, si el enorme Alpha de repente exigía una repetición de la última noche de la Semana Infernal? ¿Podría ponerse de rodillas y obedecer, tomando la ancha verga entre sus labios por segunda vez, o lucharía contra ello?
Sintió que sus manos se apretaban en puños a los lados de su cuerpo, una oleada de emociones en conflicto casi lo ahogaban. En el fondo de su garganta casi podía sentir el sabor del denso, salado y delicioso chorro del semen de Zayn. Casi podía sentir aquellas grandes manos enterradas en su pelo, animándolo a tomar más, a tragarlo todo,…
Zayn sostuvo su mirada durante un largo y silencioso momento, y al final habló. — Me estoy enfriando aquí. Pásame la toalla. —Cabeceó hacia la enorme y esponjosa toalla de playa que era su preferida, otro regalo de su hermana, y Liam se apresuró a cogerla. Pero cuando su amigo salió de la bañera y quedó chorreando en la alfombrilla, sencillamente no le pasó la toalla. En su lugar, comenzó a secarlo silenciosamente, comenzando por su ancha espalda, salpicada de gotas de agua, y siguiendo un camino descendente por su estrecha cintura y sus firmes y musculosas nalgas.
Zayn giró la cabeza y abrió la boca para decir algo, pero la cerró otra vez cuando Liam se arrodilló en el suelo a su lado y cuidadosamente secó sus pantorrillas. Secaba suavemente, casi con reverencia, las gotas de agua que cubrían su tersa y morena piel, apartando a un lado el deseo de lamerlas, en su lugar, de saborear cada centímetro de Liam, de adorarlo con su boca y su lengua. Era incorrecto pensar de esa manera, pervertido, repugnante. Así que, ¿por qué su polla se sentía tan dura como si fuera a romper el pantalón de chándal que llevaba puesto? ¿Y por qué, en primer lugar, Zayn le estaba dejando hacer eso?
Indeciso sobre lo que estaba haciendo o por qué, Liam apartó estas preguntas y las arrinconó en el fondo de su mente, y se movió hasta colocarse en frente de su amigo, con la toalla moviéndose hacia arriba aparentemente por voluntad propia. Cuando alcanzó la gruesa polla de Liam, se encontró con que la larga verga estaba ya semierecta y seguía creciendo mientras continuaba la lenta y erótica ceremonia del secado. Lentamente, como si estuviera en trance, alargó la mano hasta ahuecar las duras pelotas que colgaban como frutas maduras bajo la alargada verga de su amigo. Quería sentir su gruesa y sedosa textura en sus manos, quería hacerlas girar en su boca, lamerlas y chuparlas hasta escuchar el gemido de su amigo y sentir esas enormes manos en su pelo animándolo una vez más…
— Para. —La mano de Zayn en su muñeca no le provocó dolor, pero sí era enormemente fuerte. No se podía romper el apretón.
Respirando profundamente, Liam alzó la vista hasta encontrar su negra e intensa mirada. — No tienes que hacerlo, —dijo Zayn con voz baja e intensa.
Liam sacudió la cabeza, todavía de rodillas delante del otro hombre, justo como había estado la primera vez, con la toalla mojada apretada en su mano. — Quiero hacerlo, —dijo, poniéndole voz a un pensamiento que no había sabido que estaba en su cabeza hasta que había salido de sus labios. — Yo… no sé por qué, pero quiero hacerlo.
— No es suficiente. —Suave, pero con firmeza, Zayn movió la mano y cogió la toalla. — Habla conmigo cuando sepas el porqué, Li. Ahora sal para que pueda vestirme.
— Esclavo, ven a lavarme la espalda. —La profunda voz de Zayn resonó en el baño, provocándole una sonrisa a Liam, quien estaba estudiando duro para un examen de mitad de trimestre. Como había prometido, Wainwright hacía visitas regulares para controlarlos, y el juego del esclavo había terminado por convertirse en una especie de broma entre él y su compañero de habitación. Últimamente, Zayn se había inventado tareas más y más extravagantes para beneficio de Wainwright, algunas tan ridículas que Liam apenas podía ocultar las risas disimuladas incluso mientras se precipitaba a obedecer.
Esclavo, ven aquí. He encontrado una cucaracha que parece tener una imperiosa necesidad de una reanimación cardiopulmonar. Y Liam, con seriedad, se agachaba y fingía administrar medidas de primeros auxilios al bicho que estaba patas arriba en el suelo del cuarto de baño. O Zayn podía gritar, Esclavo, las puntas de mis calcetines están arrugadas. Saca la plancha y arréglalas. Solo las puntas, no hagas nada con el resto del calcetín y va en serio. Así que Liam pasaba unos tediosos diez minutos planchando solo las puntas de los calcetines de su compañero de habitación mientras Wainwright los miraba indignado.
Fiel a su palabra, Zayn nunca le pidió nada ni remotamente sexual, y puesto que pasaban gran parte de su tiempo libre pensando en tareas más y más absurdas para conseguir la aprobación de Wainwright, eso se había convertido en una especie de juego para ambos. De vez en cuando, Wainwright se les adelantaba y le daba una orden antes de que Zayn pudiera hacerlo. En momentos como ése, Liam se encontraba fregando las ranuras entre los azulejos del cuarto de baño con un cepillo de dientes hasta que Wainwright o quedaba satisfecho con el trabajo servil que había impuesto o se aburría tanto que se marchaba a torturar a otra pareja de hermanos.
Con un poco de suerte, sin embargo, esto último podía ser evitado porque siempre que Wainwright estaba merodeando, los Alphas hacían todo lo posible para advertirse unos a otros.
En el caso de Zayn y Liam, el aviso se producía en la forma de tres golpes en el suelo del cuarto de baño, que era el techo del de los hermanos que estaban debajo de ellos. Así, cuando Zayn lo llamaba para que fuera a lavarle la espalda, Liam sabía que solo disponía de algunos segundos para entrar en el cuarto de baño y comenzar a frotar como si su vida dependiera de ello, a menos que quisiera limpiar el suelo alrededor del retrete con un isotopo en su lugar cuando Wainwright llegara y comenzara a dar órdenes.
Siendo Zayn una alternativa preferible, Liam dejó su libro en el escritorio y entró corriendo en el cuarto de baño. Había una única ventana, alta en la pared opuesta y a través de ella se podía ver que afuera estaba anocheciendo rápidamente. El estrecho cuarto embaldosado contenía una profunda y antigua bañera con patas en forma de garras que tenía una cortina de anillas alrededor para el caso de que alguien prefiriera una ducha en lugar de un baño.
Zayn era uno de los pocos que Liam conocía que en realidad prefería un baño. Podía permanecer en remojo dentro de la bañera durante horas, canturreando entre dientes con satisfacción mientras las burbujas perfumadas del agua se disipaban y lo salpicaban de espuma. Era el único chico que Liam podía pensar que era capaz de llevarse bien con los geles de baño enviados por su hermana pequeña de forma regular, tal que no tenía que comprarlos. Por otra parte, ¿quién iba a considerarlo menos macho por sus gustos en productos de baño? Cuando un chico mide casi dos metro y pesa más de cien kilos con menos de seis por ciento de grasa, criticar sus hábitos de higiene personal no era inteligente.
Personalmente, Liam encontraba divertida la adicción del enorme Alpha al gel de baño. Faltaba poco para el cumpleaños de su compañero de habitación, y ya tenía una idea para bajar a la tienda de baños del centro comercial y comprar una gran cesta de productos de chica como broma. Zayn probablemente le gritaría y le daría golpes sin fin, pero en el fondo sabía que cada producto de baño que comprara sería utilizado y disfrutado totalmente.
— ¿Sí, Amo? —dijo con sarcasmo, entrando en el cuarto donde Zayn estaba ganduleando, su largo cuerpo medio cubierto por el agua espumosa. Había que darle crédito al que había fabricado la bañera, ya que era lo suficientemente grande para alguien del tamaño de Zayn. De hecho, casi encajaba en ella, siempre que no tratase de estirar las piernas en toda su longitud.
— Coge la esponja y empieza a lavar, Li. —Zayn se incorporó, el agua se deslizaba por su ancha y bronceada espalda, su piel humeaba por el calor. — Perdona, oí los golpes y ya no pude pensar en nada más, —añadió en tono de disculpa.
— No importa. —A Liam realmente no le importaba. La lógica le dictaba que debería rehuir tocar a su compañero de habitación después de la traumática manera en que habían sido presentados.
Pero no había nada lógico en su amistad con Zayn. De hecho, encontraba que había más contacto físico con Zayn del que tenía con amigos o familiares allá en su casa. Una parte de ello se debía al hecho de que Zayn provenía de una expresiva familia italiana y siempre estaba agarrando a Liam y peleando con él o dándole uno de esos rápidos y fuertes abrazos con los que Liam había llegado sorprendentemente a encariñarse. Y, por otra parte, al ser hijo único con unos padres fríos y distantes, Liam anhelaba las expresiones físicas de afecto en las que su enorme compañero de habitación era muy bueno para dar. Sabía que debería dejarlo helado abrazar y tocar a Zayn, sabía que debería quedar incluso más helado con la idea de verlo desnudo, o al menos parcialmente desnudo en el baño.
Pero por alguna razón –razones que sobre las que no quería pensar realmente-, no era así.
Cuando Wainwright entró, Liam estaba frotando laboriosamente la ancha espalda de su compañero de habitación, utilizando la redonda y grande esponja natural que la hermana pequeña de Zayn le había enviado con el último paquete de gel de baño con aroma a lavanda.
— ¿Qué diablos hacen dos chicas aquí? — vociferó Wainwright con su nasal voz resonando en las paredes revestidas de azulejos.
Hoy llevaba el espantoso bastón Alpha Psi, sus regias rayas moradas y doradas brillaban en la mortecina luz del cuarto de baño. Liam lo observó por el rabillo del ojo, era una de las pocas torturas que no habían sido utilizadas con él ni con ningún otro recluta durante la Semana Infernal. El bastón Alpha Psi estaba reservado exclusivamente para las infracciones más importantes de los hermanos ya iniciados. Pero no quería darle a Wainwright la satisfacción de ver su inquietud.
Alzó la vista con inocencia, dirigiéndole a Wainwright una mirada confusa. — Estoy lavando la espalda de mi Amo, tal como me ordenó, Señor, —dijo, ofreciéndole una mirada de Bambi al presidente de la sección. — ¿No es eso lo que tendría que estar haciendo?
Los ojos de Wainwright se entrecerraron y golpeó suavemente el largo y horrible bastón contra su pierna. — Cuidado, esclavo. —Su voz era fría, sus palabras teñidas de amenaza. — Sé que tú y el Toro pensáis que me ponéis en ridículo cada vez que subo aquí y no sé qué estáis haciendo, probablemente chupándose la polla uno al otro.
Pero les prometo a los dos que su día llegará.
— A cada cerdo le llega su sanmartín. —La profunda voz de Zayn parecía llenar el cuarto de baño como el vapor y aunque no había dicho nada intrínsecamente amenazador, Liam de todas formas sintió escalofríos bajando por su espina dorsal.
— Tienes que vigilar esa boca, Toro, —se encendió Wainwright. — No creas que estás por encima del castigo solo porque eres más grande que tres hermanos juntos.
— Crucemos ese puente cuando lleguemos a él, Wainwright. —La voz de Zayn mostraba una relajada indiferencia que obviamente exacerbó al presidente de la sección.
— Puedo decirte que no te tienes que preocupar por tu propio pellejo, —le dijo a Zayn, su afilada nariz ensanchada cuando escupió las palabras como dardos. — Pero ¿te gustaría ver castigar a tu amiguito con la vara? —señaló a Liam con el bastón Alpha Psi, el palo a rayas silbó al atravesar el aire con la fuerza del movimiento. — Apuesto a que le dejaría unas marcas en su bonita piel que les enseñarían a comportaros a los dos.
Zayn no contestó. En vez de eso, se incorporó de repente en el baño, con chorros de humeante agua bajando por el musculoso muro de su pecho y ondulando en sus abdominales. Liam sintió que sus ojos se abrían como platos cuando vio a su compañero de habitación totalmente desnudo por primera vez. Su mirada recorrió los anchos hombros y sus definidos brazos, los fuertes y sólidos muslos y la larga y gruesa polla que colgaba como una serpiente dormida entre sus piernas.
El mensaje fue silencioso pero claro, si Wainwright quería meterse con Liam, primero tendría que pasar por encima de Zayn.
Liam no sabía si se sentía enfadado con su amigo por asumir que no podía cuidar de sí mismo, o agradecido de que lo protegiera de la cólera de Wainwright. Pero independientemente de lo que sentía, no podía dejar de mirar el cuerpo desnudo de Zayn. No hubiera podido apartar la mirada aunque supiese que tal espectáculo lo dejaría ciego.
Vio una similar mirada de asombro cruzar a través de la cara de Wainwright, pero sus pequeños y turbios ojos mostraban una mirada envenenada con una mortal dosis de envidia. No estaba claro si quería a Zayn y estaba enfadado porque no podía tener lo que sin duda imaginaba que conseguía Liam cada noche, o si quería ser como el enorme Alpha y sabía que nunca llegaría a tener sus características físicas. Lo que estaba claro para Liam, de cualquier forma, era que a Wainwright lo devoraban los celos. Quizás fuera porque durante mucho tiempo había considerado a Zayn como su instrumento contundente, la porra que sostenía sobre las cabezas de los asustados reclutas y que utilizaba para amenazar a los otros Alphas y mantenerlos en línea. Mientras tenía a Zayn de esa manera, podía vivir indirectamente a través de él, ejerciendo una fuerza que nunca poseería por sí mismo. Pero si la porra decidía que tenía una mente propia, ¿hacia dónde se volverían sus amenazas? ¿Y qué haría cuando el objeto de su envidia no estuviera ya bajo su control?
Todo esto cruzó la mente de Liam en una fracción de segundo y entonces, con un último gruñido, Wainwright se apartó, dejándolos solos por fin. Suspiró y miró por la alargada y estrecha ventana de la pared opuesta. Fuera, la noche había caído completamente y las primeras estrellas hacían su aparición junto con una fantasmal luna casi llena.
— No deberías haber hecho eso. Lo provocaste, —le dijo a Zayn cuando la puerta de su habitación se cerró con un portazo y los pasos de Wainwright se fueron apagando fuera por el pasillo. — Va a intentar algo. No sé qué, pero cualquier cosa que sea, no va a ser un paseo por el parque.
— Que se joda. Que la corte. —Las palabras sonaron como un lento y amenazador gruñido. Zayn parecía de alguna manera más grande incluso aunque estaba desnudo y mojado todavía. Por primera vez, Liam vislumbró un destello de genio en su amigo del que nunca había sospechado. Pero genio no era en realidad la palabra correcta, pensó con un pequeño escalofrío interno. No, lo que había visto arder avanzando oscuramente en las insondables profundidades de los ojos negros de Zayn era furia animal, pura y simple. La furia de una criatura salvaje que se siente amenazada. Era una emoción de la que nunca habría sospechado que su enorme y de fácil trato compañero de habitación sería capaz, y saberlo puso una capa de hielo alrededor de su corazón.
Entonces Zayn lo miró, y otro tipo de calor ardió en sus ojos.
Liam tragó saliva, tratando de deshacer el nudo que se le había formado de repente en la garganta. Se preguntó si Zayn habría tenido esa mirada en sus ojos mientras su verga bombeaba entre sus labios, follando su boca, una fracción de segundo antes de correrse.
De nuevo deseó no haber tenido puesta la venda durante aquel caliente encuentro. Habría sido capaz de mirar en los ojos de su amigo mientras bebía el semen que Zayn eyaculaba por su garganta abajo.
— ¿Zayn? —preguntó a través de unos labios que de repente sentía paralizados. ¿Qué podría hacer, se preguntaba, si el enorme Alpha de repente exigía una repetición de la última noche de la Semana Infernal? ¿Podría ponerse de rodillas y obedecer, tomando la ancha verga entre sus labios por segunda vez, o lucharía contra ello?
Sintió que sus manos se apretaban en puños a los lados de su cuerpo, una oleada de emociones en conflicto casi lo ahogaban. En el fondo de su garganta casi podía sentir el sabor del denso, salado y delicioso chorro del semen de Zayn. Casi podía sentir aquellas grandes manos enterradas en su pelo, animándolo a tomar más, a tragarlo todo,…
Zayn sostuvo su mirada durante un largo y silencioso momento, y al final habló. — Me estoy enfriando aquí. Pásame la toalla. —Cabeceó hacia la enorme y esponjosa toalla de playa que era su preferida, otro regalo de su hermana, y Liam se apresuró a cogerla. Pero cuando su amigo salió de la bañera y quedó chorreando en la alfombrilla, sencillamente no le pasó la toalla. En su lugar, comenzó a secarlo silenciosamente, comenzando por su ancha espalda, salpicada de gotas de agua, y siguiendo un camino descendente por su estrecha cintura y sus firmes y musculosas nalgas.
Zayn giró la cabeza y abrió la boca para decir algo, pero la cerró otra vez cuando Liam se arrodilló en el suelo a su lado y cuidadosamente secó sus pantorrillas. Secaba suavemente, casi con reverencia, las gotas de agua que cubrían su tersa y morena piel, apartando a un lado el deseo de lamerlas, en su lugar, de saborear cada centímetro de Liam, de adorarlo con su boca y su lengua. Era incorrecto pensar de esa manera, pervertido, repugnante. Así que, ¿por qué su polla se sentía tan dura como si fuera a romper el pantalón de chándal que llevaba puesto? ¿Y por qué, en primer lugar, Zayn le estaba dejando hacer eso?
Indeciso sobre lo que estaba haciendo o por qué, Liam apartó estas preguntas y las arrinconó en el fondo de su mente, y se movió hasta colocarse en frente de su amigo, con la toalla moviéndose hacia arriba aparentemente por voluntad propia. Cuando alcanzó la gruesa polla de Liam, se encontró con que la larga verga estaba ya semierecta y seguía creciendo mientras continuaba la lenta y erótica ceremonia del secado. Lentamente, como si estuviera en trance, alargó la mano hasta ahuecar las duras pelotas que colgaban como frutas maduras bajo la alargada verga de su amigo. Quería sentir su gruesa y sedosa textura en sus manos, quería hacerlas girar en su boca, lamerlas y chuparlas hasta escuchar el gemido de su amigo y sentir esas enormes manos en su pelo animándolo una vez más…
— Para. —La mano de Zayn en su muñeca no le provocó dolor, pero sí era enormemente fuerte. No se podía romper el apretón.
Respirando profundamente, Liam alzó la vista hasta encontrar su negra e intensa mirada. — No tienes que hacerlo, —dijo Zayn con voz baja e intensa.
Liam sacudió la cabeza, todavía de rodillas delante del otro hombre, justo como había estado la primera vez, con la toalla mojada apretada en su mano. — Quiero hacerlo, —dijo, poniéndole voz a un pensamiento que no había sabido que estaba en su cabeza hasta que había salido de sus labios. — Yo… no sé por qué, pero quiero hacerlo.
— No es suficiente. —Suave, pero con firmeza, Zayn movió la mano y cogió la toalla. — Habla conmigo cuando sepas el porqué, Li. Ahora sal para que pueda vestirme.
JenniPritchard
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
New reader! que puedo decir? que me a encantado sfjkdjgfsdgk dios Zayn aqui es tan hot.. Y son hombres lobo o sea what eso lo hace mas hot! y Zayn!!! como que Zayn es grande? o sea aqui no es su cuerpo normal.. Obvio que es eso .-. pero cuan grande es fgklfdsjgs y omg! gjklfgjfgl no puedo esperar al otro!! ah me llamo Yesmel
TaylorLautFanBoy
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
¡Hola! Bienvenido Yesmel, mi nombre es Jenni. :B Lo sé, aquí Zayn tiene un cuerpo fuera de lo normal ¡y es hombre lobo! :3 Gracias por leer, ahora subo capítulo. xTaylorLautFanBoy escribió:New reader! que puedo decir? que me a encantado sfjkdjgfsdgk dios Zayn aqui es tan hot.. Y son hombres lobo o sea what eso lo hace mas hot! y Zayn!!! como que Zayn es grande? o sea aqui no es su cuerpo normal.. Obvio que es eso .-. pero cuan grande es fgklfdsjgs y omg! gjklfgjfgl no puedo esperar al otro!! ah me llamo Yesmel
JenniPritchard
Capítulo ocho.
Capítulo ocho.
Temblando, Liam se obligó a salir del baño y volver a la habitación. Se dejó caer sobre el escritorio y se quedó mirando fijamente sin ver los apuntes para el examen, leyendo la misma frase una y otra vez sin encontrarle sentido. Al final las palabras se emborronaron, veía doble debido a las lágrimas ardientes y calientes que llenaban sus ojos.
Apagó la luz del escritorio, de tal forma que la única iluminación en la habitación era la de la luna casi llena que pasaba a través de las persianas abiertas sobre la ventana del cuarto. Si había esperado que su vergüenza fuera más fácil de soportar en la oscuridad, estaba equivocado. Puso la cabeza sobre el escritorio, su mente dándole vueltas a la repugnancia que sentía hacia sí mismo. ¿Qué me pasa?
¿Por qué soy así? ¿Por qué no puedo controlar estos deseos? ¡No puedo creer que realmente haya intentado tocarlo! ¿Qué debe pensar de mí ahora?
Alzó la frente una pulgada o dos sobre el escritorio de madera y la bajó con fuerza, haciendo que el escritorio golpeara contra la pared y provocándole un estallido de dolor detrás de los ojos. Lo repitió una y otra vez, deseando poder machacar las preguntas en su cabeza tan fácilmente como golpeaba el dolor dentro de él.
— ¿Li? Hey, Li, ¿qué coño estás haciendo? ¡Detente! —De repente unas enormes manos lo apartaron bruscamente del escritorio y lo arrastraron hasta la cama. No a su propia y estrecha cama, sino a la de Zayn, más grande.
— ¡Suéltame! ¡Déjame solo! —Por primera vez desde que conocía a su compañero de habitación, Liam luchó contra él. Le dio patadas, le pegó y le golpeó, agitándose violentamente – enfadado más allá de las palabras, lleno de una cólera que no era más que una negra desesperación.
Zayn recibió unos cuantos y firmes golpes, pero rechazó defenderse. En lugar de eso, se extendió en la cama y sujetó los brazos de Liam a un lado. También lo rodeó con las piernas, esperando pacientemente hasta que la cólera remitiera y solo quedaran las lágrimas. Se había puesto un holgado pantalón de chándal como los de Liam, pero su pecho estaba desnudo y Liam podía sentir el calor del gran cuerpo que estaba tras él, irradiando a través de todo su cuerpo.
Lloró en silencio, lágrimas calientes se deslizaban por sus mejillas y mojaban la almohada bajo su cabeza. Estaba horriblemente incómodo por llorar frente a su compañero de habitación, lleno de la innata vergüenza que su padre le había inculcado desde una temprana edad por llorar por cualquier cosa. Los hombres, los hombres de verdad, no lloraban. Aún recordaba aquella lección, aprendida hacía mucho tiempo cuando tenía seis años y había vuelto a casa con la nariz sangrando y las rodillas arañadas por caerse de la bici. Su madre había salido de compras con sus amigas y su padre por una vez había llegado más temprano del trabajo, algo que probablemente solo había pasado un puñado de veces durante la infancia de Liam.
Lo recordó vívidamente, dando traspiés en la puerta, horrorizado por el brillante líquido rojo que salía de su cuerpo. Había visto unos pocos días antes en casa de un amigo una especie de drama médico que en realidad no había entendido, en donde uno de los personajes había muerto, desangrado. Liam recordó que había pensado, en su ingenuidad infantil, que eso era lo que le estaba pasando a él en aquel momento, que estaba perdiendo toda la sangre de su cuerpo, que se estaba desangrando, y pronto estaría muerto.
Había corrido llorando hasta su padre, que estaba viendo una especie de programa liviano de deportes en la televisión con un montón de documentos legales extendidos ante él. Liam Sénior alzó la vista cuando su hijo de seis años entró tambaleándose en el cuarto, asustado y llorando, alargando sus manos manchadas de sangre como un penitente en una parábola bíblica.
— ¡Papá! Papá, estoy sangrando. Me caí… me caí de la bici y yo… yo… —pero Liam había sido incapaz de continuar, estaba llorando demasiado fuerte.
Su padre le había echado una larga y dura mirada y dijo, — ¿Qué diablos te ocurre, Liam? Cálmate.
— Pero… —Liam bajó la mirada hacia su pequeño cuerpo de seis años del que goteaba el precioso líquido como si fuera un coche averiado. ¿No se estaba muriendo? Y si lo estaba, ¿por qué su padre no estaba alterado? Comenzó a sorber ruidosamente otra vez, pero su padre lo apuntó con un dedo, sus fríos ojos tan cafés como los de Liam se entrecerraron con repugnancia.
— Cállate ahora mismo, señorito, o te daré una razón para llorar. Sube al baño a limpiarte y no quiero escuchar ni una palabra más sobre esto. —Hizo una mueca. — Buen Dios, cualquiera pensaría que eres una niñita quejándote de esa manera. ¡Mete algo rápidamente en esa nariz y ponte un curita, maldita sea! Venga, lárgate.
La sensación de repugnancia que había sentido su padre por su debilidad había permanecido dentro de Liam durante el resto de su infancia y su adolescencia. Era la razón de su odio y miedo de ser vulnerable y débil frente a otra persona, especialmente de otro hombre. Así que apenas podía creerlo cuando el fuerte apretón de Zayn se convirtió en un cálido abrazo y su amigo comenzó a susurrar tranquilizadoramente en su oído.
— Todo está bien, Li. Desahógate, tío. Estás bien, solo desahógate.
Estaba tan estupefacto y confortado que el flujo de lágrimas se detuvo y al final Liam permaneció tranquilo entre los brazos de su amigo, respirando profundamente, sus mejillas todavía húmedas y su corazón aún preocupado. Pero no tanto como antes.
Después de mucho tiempo, Zayn murmuró en la parte de atrás de su cuello, — ¿Pasó?
Liam hizo una profunda y temblorosa inspiración y luego dejó salir el aire lentamente. — Sí —, dijo finalmente. Pero cuando se retorció intentando soltarse del apretón de su amigo, Zayn lo sujetó con más firmeza.
— No vas a ir a ningún sitio todavía, Li, —su voz retumbó como un trueno. — No hasta que me digas qué ha pasado. Por qué estabas tan alterado. Fue porque no quise que…
— No —, Liam lo interrumpió rápidamente, moviendo la cabeza contra la almohada. Se echó hacia atrás contra Zayn para escapar de la zona húmeda que habían dejado sus lágrimas y su amigo amablemente tiró de él para acercarlo más. — No, yo… creo que no puedo hablar de eso.
— Por supuesto que puedes —. La profunda voz de Zayn sonó suave y razonable en la cercana oscuridad total. — Puedes contarme cualquier cosa, Li, y te juro que nada saldrá de esta habitación. Además necesitas hablar, lo sé.
Liam soltó una risa estrangulada que era más bien medio sollozo. — Los hombres de verdad no hablan sobre sus sentimientos —dijo, frotándose los ojos con la mano libre. — Mierda, probablemente los hombres de verdad ni siquiera tienen sentimientos. Solo van al trabajo, vuelven a casa, comen y ven SportsCenter y se acuestan.
Después se levantan y hacen lo mismo otra vez al día siguiente y si tienen algún problema, se lo guardan para sí mismos.
— ¿Quién te ha contado esa mierda? —Zayn parecía indignado.
— Nadie. —Liam suspiró. — Creo que es lo que llaman “aprendizaje por asociación” en mi clase de Introducción a la Psicología.
— Entonces, ¿tu padre es así?
— Ajá. Y yo dentro de otros cinco o diez años, supongo.
— Chorradas. —La voz de Zayn era apagada en la oscuridad. — No tiene que ser así. Sabes, mi viejo es un imbécil en un montón de cosas, pero al menos nunca espera que escondamos lo que sentimos. En mi familia, si tienes un mal día, todo el mundo lo sabe.
Liam se rió otra vez. — En mi familia no. Es de mala educación imponer tus problemas a los demás. Y de débiles.
— Tú no eres débil, Li. —Zayn lo estrechó ligeramente. — Solo tienes un secreto. Y eso no es malo, todos tenemos secretos, incluso yo.
— ¿Cuál es el tuyo? —Liam sintió el latido de su corazón justo debajo de su tetilla. Si Zayn decía lo que él esperaba que dijera…
— Eh, tío. —Zayn rió suavemente. — No te diré nada mientras tú no me digas algo a mí. Pero supongo que no estás preparado para hablar esta noche.
— En realidad no. —Liam sintió una mezcla de alivio y pesar porque su amigo no iba a obligarlo a hablar.
— Muy bien. Ok —Zayn sonó tranquilo. — Date la vuelta entonces. — Movió el cuerpo de Liam hasta que éste quedó acostado sobre su espalda, con la cabeza sobre el musculoso bíceps de Zayn. Era una posición extraña para estar con otro chico, y hacía que Liam se sintiese vulnerable al tener a su amigo inclinado sobre él en la oscuridad. Pero no de una manera mala.
— Tengo que terminar de estudiar para el examen trimestral de Psicología, —dijo, inseguro sobre lo que sentía al estar tan cerca de su amigo. — Es mañana a las diez y se supone que va a ser una verdadera criba, así que…
El suave beso de Zayn en su mejilla lo hizo callar. Alargó la mano hasta tocar el lugar en su cara, como si comprobara si los labios de su amigo lo habían marcado.
— ¿Por qué has…? —Alzó la mirada, desconcertado, con el corazón acelerado.
— Todavía tienes lágrimas en las mejillas. —Zayn sonó incómodo. — Cuando era un niño y me lastimaba y lloraba, mi madre me lo hacía a mí, besaba mis lágrimas sin parar. Lo siento. Supongo que no debería haberlo hecho. —En la habitación a oscuras, iluminada solo por el resplandor de la casi luna llena a través de la ventana, sus ojos eran dos pozos oscuros.
— No, yo… —Li movió la cabeza. — Me gustó, —susurró.
— ¿En serio? —La cabeza de Zayn descendió otra vez y Liam sintió otro suave beso en su mejilla, éste mucho más cerca de su boca.
— En serio, —dijo en voz baja con el corazón retumbando en su pecho.
— Li, si te pregunto una cosa, ¿me dirás la verdad? — la voz de Zayn era suave pero apasionada.
— Yo… lo intentaré. —La oscuridad parecía haber agudizado sus sentidos de alguna manera y su cabeza estaba llena del olor almizclado, oscuro y animal que pertenecía exclusivamente a Zayn.
Liam hizo una profunda inspiración, llenando sus pulmones con el intenso aroma y sintiéndose atraído por él de un modo que no comprendía.
Zayn se inclinó más cerca, su cálido aliento rozó la mejilla de Liam cuando le plantó otro suave y lento beso. — ¿Me odiaste después de que Wainwright te hiciera, ya sabes, chupar mi polla? —murmuró en su oído.
Liam sintió que se ahogaba. Era la primera vez en dos meses, desde aquel primer día en el que se había trasladado, que hacían alguna mención a la última noche de la Semana Infernal. Se preguntó qué debería contestar, pero, antes de que pudiera pensarlo, su boca estaba contestando la verdad con independencia de su cabeza.
— No, —murmuró, alzando una cautelosa mano para acariciar los gruesos cabellos negros de Zayn. Quedó sorprendido y prudentemente complacido cuando, en vez de apartarse, el enorme Alpha se acercó a su mano, como un enorme gato disfrutando de una caricia.
— ¿Ni siquiera al principio? —insistió Zayn. — Quiero decir, vi la mirada que me dirigiste justo antes de que te pusiera la venda en los ojos.
— Me gustó, —Liam se quedó horrorizado al oír lo que su boca acababa de decir. — ¿Es eso lo que querías oír? ¿Qué disfruté chupando tu polla? ¿Bebiendo tu semen?
— Quiero oír la verdad, —dijo Zayn pacientemente, quitando el brazo de debajo de la cabeza de Liam. — Cómo te sentiste cuando lo hiciste. Qué pasó por tu cabeza. Porque, para ser sinceros, he estado tratando de entender cómo me sentí yo mismo.
Liam sacudió la cabeza y se sorprendió a sí mismo diciendo la verdad otra vez. — Al principio estaba asustado, pero fuiste tan… no sé, delicado. Y la forma en que acariciaste mi cara mientras empujabas entre mis labios…
— Sabía que no podías verme. Quería dejarte saber de alguna forma que no era solo… que significaba algo. Incluso aunque en realidad no te conocía. —Zayn lo besó otra vez, en esta ocasión en la comisura de la boca. Liam sabía que si giraba la cabeza el beso acabaría directamente en sus labios. Está mal, tan mal… No giró la cabeza.
— Lo supe, —susurró, buscando las sombras de los ojos de su amigo. Nunca se había sentido tan cercano a otra persona. Incluso el hecho de que su polla estaba tan dura que levantaba la parte delantera de su pantalón de chándal no le molestaba, porque podía sentir una protuberancia similar en el de Zayn presionando contra su muslo.
— Siento que tuvieras que hacerlo. Lo que te llevé a hacer. No quiero que pienses que soy ese tipo de chico que atormentaría a alguien solo para alejarlo. —La voz de Zayn sonó llena de vergüenza.
— Yo no lo siento. —La boca de Liam continuaba diciendo cosas que él no quería decir en voz alta. — Y no pienso eso de ti. —Tragó saliva. — Lo haría otra vez.
— ¿Lo harías? No sé si sería una buena idea. Pero esto sí. —Esta vez Zayn lo besó de lleno en los labios, robándole el aliento con la suave intensidad de su contacto.
Liam se sintió inundado por las sensaciones. Abrió la boca con un jadeo y de repente la lengua de su amigo estuvo dentro de su boca, explorándolo minuciosamente como si tuviese todo el derecho a hacerlo. Zayn sabía a pasta de dientes y un poco como a cerveza, y su boca no solo era cálida, estaba caliente. Liam se entregó al beso completamente, fundiéndose contra su amigo y ofreciéndose al asalto de Zayn. Finalmente, el enorme Alpha se retiró, respirando con fuerza. Bajó la vista hacia Liam con sus negros ojos centelleando en la oscuridad.
— Creo que he estado queriendo hacer esto desde el primer momento en que bajé la vista y te vi tragar mi semen, —murmuró, alzando la mano para acariciar el lleno labio inferior de Liam con su pulgar. — Tomaste cada gota, Li. No derramaste ni un poco. ¿A qué sabía?
— Sabes como el mar, —le dijo Liam. — Salado, amargo, caliente. Nunca he probado nada parecido. No es que haya probado el semen de alguien antes, —se apresuró a añadir. — Es decir, excepto el mío.
— ¿Probaste tu propio semen? —La voz de Zayn sonó curiosa en la oscuridad.
Liam se encogió de hombros. — Por supuesto, ¿por qué no? ¿Tú no lo has hecho?
Zayn sacudió la cabeza. — Supongo que nunca pensé en ello. ¿Crees que cada uno sabe diferente?
— No lo sé. El mío es más dulce, creo. —Liam se rio. — Supongo que podrías hacer un test de sabor. Pero no sé cómo se lo tomarían el resto de los hermanos.
— No demasiado bien. —La voz de Zayn era seca. — Desde luego, aún podríamos intentarlo nosotros dos. Quiero ver si el tuyo es realmente muy diferente al mío. ¿Te importa?
Liam sintió como si su corazón estuviese aporreando dentro de su pecho. — ¿Te refieres a hacernos una paja y después probarlo? ¿Lamerlo de nuestras manos? — preguntó.
Zayn se inclinó hacia delante y lo besó suavemente en la boca.
— Creo que podría ser mejor hacerlo directamente de la fuente. —Inclinándose, tiró de la cinturilla del pantalón de Liam. — No tenemos por qué corrernos uno en la boca del otro si no quieres, —susurró con voz ronca. — Podemos probar cada uno el pre-semen del otro, ¿sí?
— Sí, —Liam dijo en voz baja, apenas capaz de creer que aquello estuviera sucediendo. En el fondo de su mente, una vocecilla gritaba que aquello estaba mal, que era terrible, enfermizo. Sin embargo su polla estaba lo suficientemente dura como para follar a través de madera sólida y el enorme y musculoso cuerpo de Zayn se sentía tan bien contra el suyo, tan correcto, que fue capaz de ignorarla.
— Bien. —Inconsciente del conflicto interno de Liam, Zayn empujó sus pantalones hacia abajo hasta los tobillos y se quitó los suyos también. La respiración de Liam se atascó en su garganta cuando la enorme y cálida mano de su amigo de repente rodeó su dolorida polla y sus pelotas.
— ¡Dios! —jadeó cuando Zayn acarició hábilmente su sensible saco y ciñó su palpitante verga.
— Solo unas pocas gotas, —oyó que Zayn murmuraba. — Quiero saborearte ahora, Li. ¿Te importa?
— N… no. —Apenas pudo pronunciar la palabra, sin embargo no tenía importancia. Zayn ya se había inclinado sobre él, tomando la hinchada cabeza de la polla de Liam en su boca y chupándola con entusiasmo.
A Liam se la habían chupado dos veces en el instituto, una vez fue una chica con la que había salido de forma regular durante dos años, y la otra un compañera de su promoción. Ambas habían sido realizadas por chicas sin experiencia que en realidad no querían chupársela. Ninguna de aquellas mamadas se acercaba de ninguna manera a lo que estaba experimentando ahora.
La boca de Zayn estaba caliente y húmeda y su lengua estaba en todas partes, acariciando la hinchada verga de Liam, lamiendo la zona justo bajo la cabeza y explorando con delicadeza la hendidura de su polla, buscando las gotas del pre-semen que había dicho que quería probar.
Liam no pudo evitarlo, se levantó, empujando dentro de la caliente y dispuesta boca de su amigo, buscando más de un placer que le entumecía la mente, que atravesaba a toda velocidad su cuerpo, que le hacía arder los nervios. ¡Dios, qué bien se siente!
¿Esto era lo que Zayn había sentido cuando Liam se la chupó a él?
Si era así, ¿cómo había sido capaz de evitar follar a Liam con su enorme polla hasta perder el sentido?
— Tranquilo ahora. —Para su intensa desilusión, Zayn se retiró, manteniéndolo contra la cama fácilmente mientras él trataba de empujar hacia arriba. Liam se dejó llevar por sus manos, su polla palpitaba.
— ¿A qué sabe? —preguntó jadeando, tratando de calmar el rápido latido de su corazón.
Zayn asintió en la oscuridad. — Un poco dulce, como habías dicho. Ahora tengo que compararlo con el mío.
— ¿Cómo? —Liam frunció el ceño. — No puedes chupar tu propia polla. Y si puedes, eres el chico más afortunado que conozco.
— No tengo que chupar mi polla. —Zayn alzó la mano y ahuecó suavemente su mejilla. — Solo necesito que tú la chupes hasta que consigas un trago de mi pre-semen y entonces podré probarlo de tu boca. —Acarició la caliente mejilla de Liam y tiró de él para acercarlo y mirar fijamente en sus ojos. — ¿Quieres chupar mi polla, Li? ¿Quieres saborear mi semen?
¡Dios! Liam cerró los ojos durante un momento, incapaz de enfrentar su intensa mirada. — Ordéname que lo haga, —susurró, inseguro de por qué lo quería de esa forma. Zayn pareció comprenderlo inmediatamente.
— Esclavo, —retumbó su voz, volviéndose más áspera. — Chupa mi polla. Ponte de rodillas y tómala toda en tu boca. Bebe mi semen.
Liam no se lo hizo repetir dos veces. — Sí, Amo, —murmuró, arrodillándose sobre la enorme y dura polla que permanecía erecta en la oscuridad. Cogió la verga de Zayn con una mano y ahuecó las enormes y pesadas bolas en la otra, comprobando su textura como había querido hacer en aquella primera noche. Zayn soltó un grave gemido desde su garganta, y ese fue todo el estímulo que necesitó.
Inclinándose hacia abajo, lamió suavemente la hendidura de la amplia cabeza con forma de champiñón, probando por segunda vez el familiar y delicioso sabor del pre-semen de Zayn. Entonces, con una profunda inspiración, se metió la verga en la boca, tanto como pudo.
Zayn soltó un grito sordo y entonces enterró ambas manos en el cabello de Liam y sus caderas bombearon con fuerza hacia arriba, follando entre sus labios como hiciera aquella primera noche.
Se sentía tan bien, tan deliciosamente correcto esta vez sin nadie que lo estuviera obligando, sin nadie que lo vigilara y lo condenara.
Liam se dejó ir completamente, succionando la gruesa verga hasta la garganta y lamiéndola con su lengua. La última vez Zayn había eyaculado en el fondo de su garganta, sin darle apenas alguna oportunidad de saborearlo antes de tragarlo. Pero esta vez Liam quería que su amigo se corriera directamente en su boca, quería que el amargo y salado sabor rodeara su lengua y quería sentir que la verga entre sus labios se estremecía mientras Zayn eyaculaba, inundando la boca de Liam con su caliente semen.
Pero mucho antes de que consiguiese el trago que anhelaba, Zayn sacó su polla de su boca y lo arrastró hacia arriba para besarlo.
— Zayn, por favor… quiero… —Liam forcejeó para volver a lo que estaba haciendo, pero Zayn lo hizo rodar de repente, sujetando su cuerpo desnudo bajo el suyo más grande y fuerte.
— Mantén la calma, Li, —gruñó suavemente y hubo una corriente de poder subyacente en su voz que Liam nunca había oído antes. — Te dije que no teníamos que corrernos en la boca del otro. En este momento quiero besarte, quiero probar mi pre-semen en tu boca. Ábrete para mí.
Sus gestos le dejaron claro que no estaba hablando solo de su boca, porque mientras sus labios separaban los de Liam para un beso profundo y exhaustivo, una enorme rodilla separaba los muslos de Liam hasta que Zayn pudo descansar cómodamente entre ellos.
Liam gimió cuando sintió que el enorme cuerpo lo cubría y la gruesa polla de Tony terminaba por descansar al lado de la suya. Era una posición increíblemente vulnerable para estar, tener el sólido y musculoso cuerpo de Zayn plantado firmemente sobre el suyo, con sus propios muslos extendidos completamente acunando el peso de su amigo entre ellos. Pero todo en lo que Liam podía pensar era en lo bien que se sentía, en cómo la fricción de la polla de su amigo contra la suya era casi insoportablemente erótica.
Justo cuando pensaba que se iba a correr debido al roce de la polla de Zayn contra la suya y al dulce y caliente beso en el que estaban enzarzados, Zayn se detuvo otra vez.
— ¿Qué? —consiguió jadear, incapaz de creer que se habían detenido. — Dios, ¿qué pasa ahora?
— Quiero probar algo nuevo, —retumbó la voz de Zayn. Se incorporó sobre Liam y lo hizo rodar rápida y fácilmente hasta que quedó sobre su estómago. — Quiero restregarme contra ti, Li, —explicó. — Restregarme contra tu culo. —Mientras hablaba, su gruesa y pesada verga se acomodó con naturalidad en la hendidura entre las nalgas de Liam. — Así, ¿ves?
Liam sintió que se quedaba sin aliento al sentir la dura y caliente verga frotarse contra él en ese lugar. Debería haber sabido que Zayn querría eso. Debería haber sabido que en eso era en donde terminarían todos los besos, toques, roces y mamadas. Quiere follarme. ¡Oh, Dios, lo sabía! Era lo que me temía desde el principio.
— ¿Li? — la voz de Zayn detrás de él lo sacó de sus frenéticos pensamientos. — ¿Estás de acuerdo?
¡No, no estoy de acuerdo! No estoy de acuerdo con que quieras follarme, meter toda tu gruesa polla en mi culo y correrte dentro de mí. Y sin embargo, su polla estaba más dura de lo que nunca había estado en toda su vida. Y ninguna palabra de recriminación y miedo consiguió salir de su boca. En su lugar, Liam forcejeó hasta ponerse de rodillas, tarea nada fácil al sostener todavía tanto peso de su amigo sobre él. Pero de alguna manera consiguió hacerlo y cuando Zayn se arrodilló detrás, se puso a cuatro patas y separó sus piernas, abriéndose al próximo asalto.
— ¿Cómo… cómo me deseas? —Preguntó con una voz tan temblorosa que apenas pudo hacer la pregunta. — ¿Cómo me quieres, Amo?
De repente, unas manos grandes y cálidas acariciaron su espalda. — Tranquilo, Li, —murmuró Zayn. — En este momento quiero frotarme contra ti. Así. —Una vez más Liam sintió la larga y dura verga restregándose contra la hendidura de su culo. Pero esta vez se metía más profundamente. Gimió sin poder contenerse mientras las grandes y cálidas manos de Zayn lo abrían, separando sus nalgas hasta que el virgen agujero de su cuerpo estuvo completamente expuesto. — No tenemos que hacerlo así, — suspiró Zayn, y entonces Li se tensó cuando sintió la directa y húmeda prueba de la polla de su amigo presionando directamente contra su culo. — No tengo que correrme dentro de ti para sentirme bien, —siguió Zayn, empujando suavemente hacia delante hasta que la cabeza de su verga abrió ligeramente a Liam. El pre-semen que derramó hizo que su polla se volviese resbaladiza, casi lo suficientemente resbaladiza como para deslizarse dentro del cuerpo de Liam si éste no hubiese estado tan tenso y apretado debido al miedo que sentía por la gruesa verga preparada para invadirlo.
— Puedes meter la cabeza si quieres, —dijo con una voz tensa por el miedo, separando más sus muslos e intentando prepararse para tomarlo. Pero era seguro que el resto de la verga seguiría a la cabeza una vez que estuviese dentro de él. — Si no crees que está demasiado apretado.
— ¿Me estás pidiendo que te folle? —la profunda voz de Zayn estaba llena de una intensa avidez, una necesidad tan profunda que Liam apenas comprendía.
— Te estoy diciendo que puedes hacerlo si quieres, — dijo, con las manos convertidas en puños sobre las mantas y tensando su cuerpo para la siguiente arremetida. — Yo no… no intentaré detenerte. —Detrás de él sintió que Zayn se retiraba.
— No creo que estés preparado para eso. —Su profunda voz estaba llena de pesar. — No creo que ninguno de los dos lo esté, Li. — Empujó a Liam suavemente para que se tendiera sobre la cama y lo hizo rodar sobre su espalda antes de acomodarse entre sus muslos otra vez para colocarse cara a cara como habían estado al principio. — No deberíamos haber llegado tan lejos, —continuó suavemente. — Creo que ninguno de los dos está preparado para afrontar las consecuencias si te follo esta noche.
Liam se preguntó vagamente de qué consecuencias estaba hablando. Pero rápidamente su mente estuvo ocupada con la dulce y apasionadamente adictiva sensación de la gruesa polla de Zayn restregándose contra la suya una vez más. — ¡Dios! —gimió. — Esta vez no pares, por favor no pares.
— No lo haré. —Zayn se inclinó para besarlo y Liam le dio la bienvenida a la lengua de su amigo dentro de su ansiosa boca. — Esta vez vamos a acabar, Li. Pero vamos a tener que terminarlo del todo. Hemos llegado demasiado lejos.
Liam no tenía respuesta para eso. No tenía respuesta para las voces en lo más profundo de su mente que le decían que lo que estaba haciendo estaba mal y era enfermizo, pecaminoso y repugnante. Pero por una vez no le preocupaba. Se había entregado completamente a la dulce y caliente fricción de la gruesa verga de Zayn que se restregaba contra la suya y cuando se corrieron, mojando ambos vientres a la vez con una húmeda mezcla de semen y sudor, fue el más dulce y satisfactorio orgasmo de su vida.
Yacieron en silencio durante un rato y después, sin pedir permiso, Liam se inclinó y limpió el vientre de su amigo con la lengua, gozando del sabor de sus esencias mezcladas. Terminó por chupar la cabeza de la polla de Zayn, lamiendo las últimas gotas de semen mientras Zayn murmuraba con aprobación y acariciaba su cabello. Entonces, con suavidad, tiró de Liam hacia arriba para besarlo una vez más.
— No podemos hacer esto otra vez, —murmuró cuando terminó de explorar la boca de Liam. — No podemos continuar así. Ambos lo sabemos.
— Ya lo sé. —Liam trató de que su voz no mostrara la decepción que sentía, pero sabía que Zayn tenía razón. Era más que incorrecto, era peligroso. Si cualquiera de los otros hermanos hubiese entrado y los hubiese cogido haciendo justo lo que estaban haciendo, podrían haber sido expulsados de la fraternidad o por lo menos duramente castigados. Reflexionó con amargura sobre el retorcido sentido de la justicia que permitía el sexo oral entre los miembros de la fraternidad durante una prueba de iniciación, pero prohibía una sincera muestra de cariño cuando ninguno de ellos estaba siendo forzado. Por lo visto, los Alpha Psi y las demás fraternidades como ella no aprobaban el amor, solo la violación.
Espera un momento, ¿qué estoy pensando? Yo no le amo, solo es mi compañero de habitación. Mi amigo. No puedo amar a otro chico, eso está mal. Es enfermizo. Impropio de un hombre. Una vez más sintió la hoja afilada de la vergüenza retorciéndose en su estómago mientras se daba cuenta de lo que había hecho, y todavía peor, de a lo que se había ofrecido. ¿En qué había estado pensando, diciéndole a Zayn que podía follarlo si quería? ¿Qué le había pasado para ponerse a cuatro patas y ofrecerse, tan sumiso como cualquier chica virgen en su primera vez?
Y aún así, el pensar en tener la gruesa verga de Zayn dentro de él, sentirlo correrse en lo profundo de su dispuesto y sumiso cuerpo aún lo encendía, aún hacía que su polla quisiera endurecerse incluso después del orgasmo que acababa de experimentar.
Sin otra palabra, Liam se levantó y fue al baño. Tomando un paño mojado, limpió la evidencia de su indiscreción, de su enfermedad, de su piel. No podía seguir por ahí. Zayn tenía razón, tenían que terminar con aquello ahora, antes de ir más lejos. Antes de que se les fuera de las manos.
Temblando, Liam se obligó a salir del baño y volver a la habitación. Se dejó caer sobre el escritorio y se quedó mirando fijamente sin ver los apuntes para el examen, leyendo la misma frase una y otra vez sin encontrarle sentido. Al final las palabras se emborronaron, veía doble debido a las lágrimas ardientes y calientes que llenaban sus ojos.
Apagó la luz del escritorio, de tal forma que la única iluminación en la habitación era la de la luna casi llena que pasaba a través de las persianas abiertas sobre la ventana del cuarto. Si había esperado que su vergüenza fuera más fácil de soportar en la oscuridad, estaba equivocado. Puso la cabeza sobre el escritorio, su mente dándole vueltas a la repugnancia que sentía hacia sí mismo. ¿Qué me pasa?
¿Por qué soy así? ¿Por qué no puedo controlar estos deseos? ¡No puedo creer que realmente haya intentado tocarlo! ¿Qué debe pensar de mí ahora?
Alzó la frente una pulgada o dos sobre el escritorio de madera y la bajó con fuerza, haciendo que el escritorio golpeara contra la pared y provocándole un estallido de dolor detrás de los ojos. Lo repitió una y otra vez, deseando poder machacar las preguntas en su cabeza tan fácilmente como golpeaba el dolor dentro de él.
— ¿Li? Hey, Li, ¿qué coño estás haciendo? ¡Detente! —De repente unas enormes manos lo apartaron bruscamente del escritorio y lo arrastraron hasta la cama. No a su propia y estrecha cama, sino a la de Zayn, más grande.
— ¡Suéltame! ¡Déjame solo! —Por primera vez desde que conocía a su compañero de habitación, Liam luchó contra él. Le dio patadas, le pegó y le golpeó, agitándose violentamente – enfadado más allá de las palabras, lleno de una cólera que no era más que una negra desesperación.
Zayn recibió unos cuantos y firmes golpes, pero rechazó defenderse. En lugar de eso, se extendió en la cama y sujetó los brazos de Liam a un lado. También lo rodeó con las piernas, esperando pacientemente hasta que la cólera remitiera y solo quedaran las lágrimas. Se había puesto un holgado pantalón de chándal como los de Liam, pero su pecho estaba desnudo y Liam podía sentir el calor del gran cuerpo que estaba tras él, irradiando a través de todo su cuerpo.
Lloró en silencio, lágrimas calientes se deslizaban por sus mejillas y mojaban la almohada bajo su cabeza. Estaba horriblemente incómodo por llorar frente a su compañero de habitación, lleno de la innata vergüenza que su padre le había inculcado desde una temprana edad por llorar por cualquier cosa. Los hombres, los hombres de verdad, no lloraban. Aún recordaba aquella lección, aprendida hacía mucho tiempo cuando tenía seis años y había vuelto a casa con la nariz sangrando y las rodillas arañadas por caerse de la bici. Su madre había salido de compras con sus amigas y su padre por una vez había llegado más temprano del trabajo, algo que probablemente solo había pasado un puñado de veces durante la infancia de Liam.
Lo recordó vívidamente, dando traspiés en la puerta, horrorizado por el brillante líquido rojo que salía de su cuerpo. Había visto unos pocos días antes en casa de un amigo una especie de drama médico que en realidad no había entendido, en donde uno de los personajes había muerto, desangrado. Liam recordó que había pensado, en su ingenuidad infantil, que eso era lo que le estaba pasando a él en aquel momento, que estaba perdiendo toda la sangre de su cuerpo, que se estaba desangrando, y pronto estaría muerto.
Había corrido llorando hasta su padre, que estaba viendo una especie de programa liviano de deportes en la televisión con un montón de documentos legales extendidos ante él. Liam Sénior alzó la vista cuando su hijo de seis años entró tambaleándose en el cuarto, asustado y llorando, alargando sus manos manchadas de sangre como un penitente en una parábola bíblica.
— ¡Papá! Papá, estoy sangrando. Me caí… me caí de la bici y yo… yo… —pero Liam había sido incapaz de continuar, estaba llorando demasiado fuerte.
Su padre le había echado una larga y dura mirada y dijo, — ¿Qué diablos te ocurre, Liam? Cálmate.
— Pero… —Liam bajó la mirada hacia su pequeño cuerpo de seis años del que goteaba el precioso líquido como si fuera un coche averiado. ¿No se estaba muriendo? Y si lo estaba, ¿por qué su padre no estaba alterado? Comenzó a sorber ruidosamente otra vez, pero su padre lo apuntó con un dedo, sus fríos ojos tan cafés como los de Liam se entrecerraron con repugnancia.
— Cállate ahora mismo, señorito, o te daré una razón para llorar. Sube al baño a limpiarte y no quiero escuchar ni una palabra más sobre esto. —Hizo una mueca. — Buen Dios, cualquiera pensaría que eres una niñita quejándote de esa manera. ¡Mete algo rápidamente en esa nariz y ponte un curita, maldita sea! Venga, lárgate.
La sensación de repugnancia que había sentido su padre por su debilidad había permanecido dentro de Liam durante el resto de su infancia y su adolescencia. Era la razón de su odio y miedo de ser vulnerable y débil frente a otra persona, especialmente de otro hombre. Así que apenas podía creerlo cuando el fuerte apretón de Zayn se convirtió en un cálido abrazo y su amigo comenzó a susurrar tranquilizadoramente en su oído.
— Todo está bien, Li. Desahógate, tío. Estás bien, solo desahógate.
Estaba tan estupefacto y confortado que el flujo de lágrimas se detuvo y al final Liam permaneció tranquilo entre los brazos de su amigo, respirando profundamente, sus mejillas todavía húmedas y su corazón aún preocupado. Pero no tanto como antes.
Después de mucho tiempo, Zayn murmuró en la parte de atrás de su cuello, — ¿Pasó?
Liam hizo una profunda y temblorosa inspiración y luego dejó salir el aire lentamente. — Sí —, dijo finalmente. Pero cuando se retorció intentando soltarse del apretón de su amigo, Zayn lo sujetó con más firmeza.
— No vas a ir a ningún sitio todavía, Li, —su voz retumbó como un trueno. — No hasta que me digas qué ha pasado. Por qué estabas tan alterado. Fue porque no quise que…
— No —, Liam lo interrumpió rápidamente, moviendo la cabeza contra la almohada. Se echó hacia atrás contra Zayn para escapar de la zona húmeda que habían dejado sus lágrimas y su amigo amablemente tiró de él para acercarlo más. — No, yo… creo que no puedo hablar de eso.
— Por supuesto que puedes —. La profunda voz de Zayn sonó suave y razonable en la cercana oscuridad total. — Puedes contarme cualquier cosa, Li, y te juro que nada saldrá de esta habitación. Además necesitas hablar, lo sé.
Liam soltó una risa estrangulada que era más bien medio sollozo. — Los hombres de verdad no hablan sobre sus sentimientos —dijo, frotándose los ojos con la mano libre. — Mierda, probablemente los hombres de verdad ni siquiera tienen sentimientos. Solo van al trabajo, vuelven a casa, comen y ven SportsCenter y se acuestan.
Después se levantan y hacen lo mismo otra vez al día siguiente y si tienen algún problema, se lo guardan para sí mismos.
— ¿Quién te ha contado esa mierda? —Zayn parecía indignado.
— Nadie. —Liam suspiró. — Creo que es lo que llaman “aprendizaje por asociación” en mi clase de Introducción a la Psicología.
— Entonces, ¿tu padre es así?
— Ajá. Y yo dentro de otros cinco o diez años, supongo.
— Chorradas. —La voz de Zayn era apagada en la oscuridad. — No tiene que ser así. Sabes, mi viejo es un imbécil en un montón de cosas, pero al menos nunca espera que escondamos lo que sentimos. En mi familia, si tienes un mal día, todo el mundo lo sabe.
Liam se rió otra vez. — En mi familia no. Es de mala educación imponer tus problemas a los demás. Y de débiles.
— Tú no eres débil, Li. —Zayn lo estrechó ligeramente. — Solo tienes un secreto. Y eso no es malo, todos tenemos secretos, incluso yo.
— ¿Cuál es el tuyo? —Liam sintió el latido de su corazón justo debajo de su tetilla. Si Zayn decía lo que él esperaba que dijera…
— Eh, tío. —Zayn rió suavemente. — No te diré nada mientras tú no me digas algo a mí. Pero supongo que no estás preparado para hablar esta noche.
— En realidad no. —Liam sintió una mezcla de alivio y pesar porque su amigo no iba a obligarlo a hablar.
— Muy bien. Ok —Zayn sonó tranquilo. — Date la vuelta entonces. — Movió el cuerpo de Liam hasta que éste quedó acostado sobre su espalda, con la cabeza sobre el musculoso bíceps de Zayn. Era una posición extraña para estar con otro chico, y hacía que Liam se sintiese vulnerable al tener a su amigo inclinado sobre él en la oscuridad. Pero no de una manera mala.
— Tengo que terminar de estudiar para el examen trimestral de Psicología, —dijo, inseguro sobre lo que sentía al estar tan cerca de su amigo. — Es mañana a las diez y se supone que va a ser una verdadera criba, así que…
El suave beso de Zayn en su mejilla lo hizo callar. Alargó la mano hasta tocar el lugar en su cara, como si comprobara si los labios de su amigo lo habían marcado.
— ¿Por qué has…? —Alzó la mirada, desconcertado, con el corazón acelerado.
— Todavía tienes lágrimas en las mejillas. —Zayn sonó incómodo. — Cuando era un niño y me lastimaba y lloraba, mi madre me lo hacía a mí, besaba mis lágrimas sin parar. Lo siento. Supongo que no debería haberlo hecho. —En la habitación a oscuras, iluminada solo por el resplandor de la casi luna llena a través de la ventana, sus ojos eran dos pozos oscuros.
— No, yo… —Li movió la cabeza. — Me gustó, —susurró.
— ¿En serio? —La cabeza de Zayn descendió otra vez y Liam sintió otro suave beso en su mejilla, éste mucho más cerca de su boca.
— En serio, —dijo en voz baja con el corazón retumbando en su pecho.
— Li, si te pregunto una cosa, ¿me dirás la verdad? — la voz de Zayn era suave pero apasionada.
— Yo… lo intentaré. —La oscuridad parecía haber agudizado sus sentidos de alguna manera y su cabeza estaba llena del olor almizclado, oscuro y animal que pertenecía exclusivamente a Zayn.
Liam hizo una profunda inspiración, llenando sus pulmones con el intenso aroma y sintiéndose atraído por él de un modo que no comprendía.
Zayn se inclinó más cerca, su cálido aliento rozó la mejilla de Liam cuando le plantó otro suave y lento beso. — ¿Me odiaste después de que Wainwright te hiciera, ya sabes, chupar mi polla? —murmuró en su oído.
Liam sintió que se ahogaba. Era la primera vez en dos meses, desde aquel primer día en el que se había trasladado, que hacían alguna mención a la última noche de la Semana Infernal. Se preguntó qué debería contestar, pero, antes de que pudiera pensarlo, su boca estaba contestando la verdad con independencia de su cabeza.
— No, —murmuró, alzando una cautelosa mano para acariciar los gruesos cabellos negros de Zayn. Quedó sorprendido y prudentemente complacido cuando, en vez de apartarse, el enorme Alpha se acercó a su mano, como un enorme gato disfrutando de una caricia.
— ¿Ni siquiera al principio? —insistió Zayn. — Quiero decir, vi la mirada que me dirigiste justo antes de que te pusiera la venda en los ojos.
— Me gustó, —Liam se quedó horrorizado al oír lo que su boca acababa de decir. — ¿Es eso lo que querías oír? ¿Qué disfruté chupando tu polla? ¿Bebiendo tu semen?
— Quiero oír la verdad, —dijo Zayn pacientemente, quitando el brazo de debajo de la cabeza de Liam. — Cómo te sentiste cuando lo hiciste. Qué pasó por tu cabeza. Porque, para ser sinceros, he estado tratando de entender cómo me sentí yo mismo.
Liam sacudió la cabeza y se sorprendió a sí mismo diciendo la verdad otra vez. — Al principio estaba asustado, pero fuiste tan… no sé, delicado. Y la forma en que acariciaste mi cara mientras empujabas entre mis labios…
— Sabía que no podías verme. Quería dejarte saber de alguna forma que no era solo… que significaba algo. Incluso aunque en realidad no te conocía. —Zayn lo besó otra vez, en esta ocasión en la comisura de la boca. Liam sabía que si giraba la cabeza el beso acabaría directamente en sus labios. Está mal, tan mal… No giró la cabeza.
— Lo supe, —susurró, buscando las sombras de los ojos de su amigo. Nunca se había sentido tan cercano a otra persona. Incluso el hecho de que su polla estaba tan dura que levantaba la parte delantera de su pantalón de chándal no le molestaba, porque podía sentir una protuberancia similar en el de Zayn presionando contra su muslo.
— Siento que tuvieras que hacerlo. Lo que te llevé a hacer. No quiero que pienses que soy ese tipo de chico que atormentaría a alguien solo para alejarlo. —La voz de Zayn sonó llena de vergüenza.
— Yo no lo siento. —La boca de Liam continuaba diciendo cosas que él no quería decir en voz alta. — Y no pienso eso de ti. —Tragó saliva. — Lo haría otra vez.
— ¿Lo harías? No sé si sería una buena idea. Pero esto sí. —Esta vez Zayn lo besó de lleno en los labios, robándole el aliento con la suave intensidad de su contacto.
Liam se sintió inundado por las sensaciones. Abrió la boca con un jadeo y de repente la lengua de su amigo estuvo dentro de su boca, explorándolo minuciosamente como si tuviese todo el derecho a hacerlo. Zayn sabía a pasta de dientes y un poco como a cerveza, y su boca no solo era cálida, estaba caliente. Liam se entregó al beso completamente, fundiéndose contra su amigo y ofreciéndose al asalto de Zayn. Finalmente, el enorme Alpha se retiró, respirando con fuerza. Bajó la vista hacia Liam con sus negros ojos centelleando en la oscuridad.
— Creo que he estado queriendo hacer esto desde el primer momento en que bajé la vista y te vi tragar mi semen, —murmuró, alzando la mano para acariciar el lleno labio inferior de Liam con su pulgar. — Tomaste cada gota, Li. No derramaste ni un poco. ¿A qué sabía?
— Sabes como el mar, —le dijo Liam. — Salado, amargo, caliente. Nunca he probado nada parecido. No es que haya probado el semen de alguien antes, —se apresuró a añadir. — Es decir, excepto el mío.
— ¿Probaste tu propio semen? —La voz de Zayn sonó curiosa en la oscuridad.
Liam se encogió de hombros. — Por supuesto, ¿por qué no? ¿Tú no lo has hecho?
Zayn sacudió la cabeza. — Supongo que nunca pensé en ello. ¿Crees que cada uno sabe diferente?
— No lo sé. El mío es más dulce, creo. —Liam se rio. — Supongo que podrías hacer un test de sabor. Pero no sé cómo se lo tomarían el resto de los hermanos.
— No demasiado bien. —La voz de Zayn era seca. — Desde luego, aún podríamos intentarlo nosotros dos. Quiero ver si el tuyo es realmente muy diferente al mío. ¿Te importa?
Liam sintió como si su corazón estuviese aporreando dentro de su pecho. — ¿Te refieres a hacernos una paja y después probarlo? ¿Lamerlo de nuestras manos? — preguntó.
Zayn se inclinó hacia delante y lo besó suavemente en la boca.
— Creo que podría ser mejor hacerlo directamente de la fuente. —Inclinándose, tiró de la cinturilla del pantalón de Liam. — No tenemos por qué corrernos uno en la boca del otro si no quieres, —susurró con voz ronca. — Podemos probar cada uno el pre-semen del otro, ¿sí?
— Sí, —Liam dijo en voz baja, apenas capaz de creer que aquello estuviera sucediendo. En el fondo de su mente, una vocecilla gritaba que aquello estaba mal, que era terrible, enfermizo. Sin embargo su polla estaba lo suficientemente dura como para follar a través de madera sólida y el enorme y musculoso cuerpo de Zayn se sentía tan bien contra el suyo, tan correcto, que fue capaz de ignorarla.
— Bien. —Inconsciente del conflicto interno de Liam, Zayn empujó sus pantalones hacia abajo hasta los tobillos y se quitó los suyos también. La respiración de Liam se atascó en su garganta cuando la enorme y cálida mano de su amigo de repente rodeó su dolorida polla y sus pelotas.
— ¡Dios! —jadeó cuando Zayn acarició hábilmente su sensible saco y ciñó su palpitante verga.
— Solo unas pocas gotas, —oyó que Zayn murmuraba. — Quiero saborearte ahora, Li. ¿Te importa?
— N… no. —Apenas pudo pronunciar la palabra, sin embargo no tenía importancia. Zayn ya se había inclinado sobre él, tomando la hinchada cabeza de la polla de Liam en su boca y chupándola con entusiasmo.
A Liam se la habían chupado dos veces en el instituto, una vez fue una chica con la que había salido de forma regular durante dos años, y la otra un compañera de su promoción. Ambas habían sido realizadas por chicas sin experiencia que en realidad no querían chupársela. Ninguna de aquellas mamadas se acercaba de ninguna manera a lo que estaba experimentando ahora.
La boca de Zayn estaba caliente y húmeda y su lengua estaba en todas partes, acariciando la hinchada verga de Liam, lamiendo la zona justo bajo la cabeza y explorando con delicadeza la hendidura de su polla, buscando las gotas del pre-semen que había dicho que quería probar.
Liam no pudo evitarlo, se levantó, empujando dentro de la caliente y dispuesta boca de su amigo, buscando más de un placer que le entumecía la mente, que atravesaba a toda velocidad su cuerpo, que le hacía arder los nervios. ¡Dios, qué bien se siente!
¿Esto era lo que Zayn había sentido cuando Liam se la chupó a él?
Si era así, ¿cómo había sido capaz de evitar follar a Liam con su enorme polla hasta perder el sentido?
— Tranquilo ahora. —Para su intensa desilusión, Zayn se retiró, manteniéndolo contra la cama fácilmente mientras él trataba de empujar hacia arriba. Liam se dejó llevar por sus manos, su polla palpitaba.
— ¿A qué sabe? —preguntó jadeando, tratando de calmar el rápido latido de su corazón.
Zayn asintió en la oscuridad. — Un poco dulce, como habías dicho. Ahora tengo que compararlo con el mío.
— ¿Cómo? —Liam frunció el ceño. — No puedes chupar tu propia polla. Y si puedes, eres el chico más afortunado que conozco.
— No tengo que chupar mi polla. —Zayn alzó la mano y ahuecó suavemente su mejilla. — Solo necesito que tú la chupes hasta que consigas un trago de mi pre-semen y entonces podré probarlo de tu boca. —Acarició la caliente mejilla de Liam y tiró de él para acercarlo y mirar fijamente en sus ojos. — ¿Quieres chupar mi polla, Li? ¿Quieres saborear mi semen?
¡Dios! Liam cerró los ojos durante un momento, incapaz de enfrentar su intensa mirada. — Ordéname que lo haga, —susurró, inseguro de por qué lo quería de esa forma. Zayn pareció comprenderlo inmediatamente.
— Esclavo, —retumbó su voz, volviéndose más áspera. — Chupa mi polla. Ponte de rodillas y tómala toda en tu boca. Bebe mi semen.
Liam no se lo hizo repetir dos veces. — Sí, Amo, —murmuró, arrodillándose sobre la enorme y dura polla que permanecía erecta en la oscuridad. Cogió la verga de Zayn con una mano y ahuecó las enormes y pesadas bolas en la otra, comprobando su textura como había querido hacer en aquella primera noche. Zayn soltó un grave gemido desde su garganta, y ese fue todo el estímulo que necesitó.
Inclinándose hacia abajo, lamió suavemente la hendidura de la amplia cabeza con forma de champiñón, probando por segunda vez el familiar y delicioso sabor del pre-semen de Zayn. Entonces, con una profunda inspiración, se metió la verga en la boca, tanto como pudo.
Zayn soltó un grito sordo y entonces enterró ambas manos en el cabello de Liam y sus caderas bombearon con fuerza hacia arriba, follando entre sus labios como hiciera aquella primera noche.
Se sentía tan bien, tan deliciosamente correcto esta vez sin nadie que lo estuviera obligando, sin nadie que lo vigilara y lo condenara.
Liam se dejó ir completamente, succionando la gruesa verga hasta la garganta y lamiéndola con su lengua. La última vez Zayn había eyaculado en el fondo de su garganta, sin darle apenas alguna oportunidad de saborearlo antes de tragarlo. Pero esta vez Liam quería que su amigo se corriera directamente en su boca, quería que el amargo y salado sabor rodeara su lengua y quería sentir que la verga entre sus labios se estremecía mientras Zayn eyaculaba, inundando la boca de Liam con su caliente semen.
Pero mucho antes de que consiguiese el trago que anhelaba, Zayn sacó su polla de su boca y lo arrastró hacia arriba para besarlo.
— Zayn, por favor… quiero… —Liam forcejeó para volver a lo que estaba haciendo, pero Zayn lo hizo rodar de repente, sujetando su cuerpo desnudo bajo el suyo más grande y fuerte.
— Mantén la calma, Li, —gruñó suavemente y hubo una corriente de poder subyacente en su voz que Liam nunca había oído antes. — Te dije que no teníamos que corrernos en la boca del otro. En este momento quiero besarte, quiero probar mi pre-semen en tu boca. Ábrete para mí.
Sus gestos le dejaron claro que no estaba hablando solo de su boca, porque mientras sus labios separaban los de Liam para un beso profundo y exhaustivo, una enorme rodilla separaba los muslos de Liam hasta que Zayn pudo descansar cómodamente entre ellos.
Liam gimió cuando sintió que el enorme cuerpo lo cubría y la gruesa polla de Tony terminaba por descansar al lado de la suya. Era una posición increíblemente vulnerable para estar, tener el sólido y musculoso cuerpo de Zayn plantado firmemente sobre el suyo, con sus propios muslos extendidos completamente acunando el peso de su amigo entre ellos. Pero todo en lo que Liam podía pensar era en lo bien que se sentía, en cómo la fricción de la polla de su amigo contra la suya era casi insoportablemente erótica.
Justo cuando pensaba que se iba a correr debido al roce de la polla de Zayn contra la suya y al dulce y caliente beso en el que estaban enzarzados, Zayn se detuvo otra vez.
— ¿Qué? —consiguió jadear, incapaz de creer que se habían detenido. — Dios, ¿qué pasa ahora?
— Quiero probar algo nuevo, —retumbó la voz de Zayn. Se incorporó sobre Liam y lo hizo rodar rápida y fácilmente hasta que quedó sobre su estómago. — Quiero restregarme contra ti, Li, —explicó. — Restregarme contra tu culo. —Mientras hablaba, su gruesa y pesada verga se acomodó con naturalidad en la hendidura entre las nalgas de Liam. — Así, ¿ves?
Liam sintió que se quedaba sin aliento al sentir la dura y caliente verga frotarse contra él en ese lugar. Debería haber sabido que Zayn querría eso. Debería haber sabido que en eso era en donde terminarían todos los besos, toques, roces y mamadas. Quiere follarme. ¡Oh, Dios, lo sabía! Era lo que me temía desde el principio.
— ¿Li? — la voz de Zayn detrás de él lo sacó de sus frenéticos pensamientos. — ¿Estás de acuerdo?
¡No, no estoy de acuerdo! No estoy de acuerdo con que quieras follarme, meter toda tu gruesa polla en mi culo y correrte dentro de mí. Y sin embargo, su polla estaba más dura de lo que nunca había estado en toda su vida. Y ninguna palabra de recriminación y miedo consiguió salir de su boca. En su lugar, Liam forcejeó hasta ponerse de rodillas, tarea nada fácil al sostener todavía tanto peso de su amigo sobre él. Pero de alguna manera consiguió hacerlo y cuando Zayn se arrodilló detrás, se puso a cuatro patas y separó sus piernas, abriéndose al próximo asalto.
— ¿Cómo… cómo me deseas? —Preguntó con una voz tan temblorosa que apenas pudo hacer la pregunta. — ¿Cómo me quieres, Amo?
De repente, unas manos grandes y cálidas acariciaron su espalda. — Tranquilo, Li, —murmuró Zayn. — En este momento quiero frotarme contra ti. Así. —Una vez más Liam sintió la larga y dura verga restregándose contra la hendidura de su culo. Pero esta vez se metía más profundamente. Gimió sin poder contenerse mientras las grandes y cálidas manos de Zayn lo abrían, separando sus nalgas hasta que el virgen agujero de su cuerpo estuvo completamente expuesto. — No tenemos que hacerlo así, — suspiró Zayn, y entonces Li se tensó cuando sintió la directa y húmeda prueba de la polla de su amigo presionando directamente contra su culo. — No tengo que correrme dentro de ti para sentirme bien, —siguió Zayn, empujando suavemente hacia delante hasta que la cabeza de su verga abrió ligeramente a Liam. El pre-semen que derramó hizo que su polla se volviese resbaladiza, casi lo suficientemente resbaladiza como para deslizarse dentro del cuerpo de Liam si éste no hubiese estado tan tenso y apretado debido al miedo que sentía por la gruesa verga preparada para invadirlo.
— Puedes meter la cabeza si quieres, —dijo con una voz tensa por el miedo, separando más sus muslos e intentando prepararse para tomarlo. Pero era seguro que el resto de la verga seguiría a la cabeza una vez que estuviese dentro de él. — Si no crees que está demasiado apretado.
— ¿Me estás pidiendo que te folle? —la profunda voz de Zayn estaba llena de una intensa avidez, una necesidad tan profunda que Liam apenas comprendía.
— Te estoy diciendo que puedes hacerlo si quieres, — dijo, con las manos convertidas en puños sobre las mantas y tensando su cuerpo para la siguiente arremetida. — Yo no… no intentaré detenerte. —Detrás de él sintió que Zayn se retiraba.
— No creo que estés preparado para eso. —Su profunda voz estaba llena de pesar. — No creo que ninguno de los dos lo esté, Li. — Empujó a Liam suavemente para que se tendiera sobre la cama y lo hizo rodar sobre su espalda antes de acomodarse entre sus muslos otra vez para colocarse cara a cara como habían estado al principio. — No deberíamos haber llegado tan lejos, —continuó suavemente. — Creo que ninguno de los dos está preparado para afrontar las consecuencias si te follo esta noche.
Liam se preguntó vagamente de qué consecuencias estaba hablando. Pero rápidamente su mente estuvo ocupada con la dulce y apasionadamente adictiva sensación de la gruesa polla de Zayn restregándose contra la suya una vez más. — ¡Dios! —gimió. — Esta vez no pares, por favor no pares.
— No lo haré. —Zayn se inclinó para besarlo y Liam le dio la bienvenida a la lengua de su amigo dentro de su ansiosa boca. — Esta vez vamos a acabar, Li. Pero vamos a tener que terminarlo del todo. Hemos llegado demasiado lejos.
Liam no tenía respuesta para eso. No tenía respuesta para las voces en lo más profundo de su mente que le decían que lo que estaba haciendo estaba mal y era enfermizo, pecaminoso y repugnante. Pero por una vez no le preocupaba. Se había entregado completamente a la dulce y caliente fricción de la gruesa verga de Zayn que se restregaba contra la suya y cuando se corrieron, mojando ambos vientres a la vez con una húmeda mezcla de semen y sudor, fue el más dulce y satisfactorio orgasmo de su vida.
Yacieron en silencio durante un rato y después, sin pedir permiso, Liam se inclinó y limpió el vientre de su amigo con la lengua, gozando del sabor de sus esencias mezcladas. Terminó por chupar la cabeza de la polla de Zayn, lamiendo las últimas gotas de semen mientras Zayn murmuraba con aprobación y acariciaba su cabello. Entonces, con suavidad, tiró de Liam hacia arriba para besarlo una vez más.
— No podemos hacer esto otra vez, —murmuró cuando terminó de explorar la boca de Liam. — No podemos continuar así. Ambos lo sabemos.
— Ya lo sé. —Liam trató de que su voz no mostrara la decepción que sentía, pero sabía que Zayn tenía razón. Era más que incorrecto, era peligroso. Si cualquiera de los otros hermanos hubiese entrado y los hubiese cogido haciendo justo lo que estaban haciendo, podrían haber sido expulsados de la fraternidad o por lo menos duramente castigados. Reflexionó con amargura sobre el retorcido sentido de la justicia que permitía el sexo oral entre los miembros de la fraternidad durante una prueba de iniciación, pero prohibía una sincera muestra de cariño cuando ninguno de ellos estaba siendo forzado. Por lo visto, los Alpha Psi y las demás fraternidades como ella no aprobaban el amor, solo la violación.
Espera un momento, ¿qué estoy pensando? Yo no le amo, solo es mi compañero de habitación. Mi amigo. No puedo amar a otro chico, eso está mal. Es enfermizo. Impropio de un hombre. Una vez más sintió la hoja afilada de la vergüenza retorciéndose en su estómago mientras se daba cuenta de lo que había hecho, y todavía peor, de a lo que se había ofrecido. ¿En qué había estado pensando, diciéndole a Zayn que podía follarlo si quería? ¿Qué le había pasado para ponerse a cuatro patas y ofrecerse, tan sumiso como cualquier chica virgen en su primera vez?
Y aún así, el pensar en tener la gruesa verga de Zayn dentro de él, sentirlo correrse en lo profundo de su dispuesto y sumiso cuerpo aún lo encendía, aún hacía que su polla quisiera endurecerse incluso después del orgasmo que acababa de experimentar.
Sin otra palabra, Liam se levantó y fue al baño. Tomando un paño mojado, limpió la evidencia de su indiscreción, de su enfermedad, de su piel. No podía seguir por ahí. Zayn tenía razón, tenían que terminar con aquello ahora, antes de ir más lejos. Antes de que se les fuera de las manos.
JenniPritchard
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
HOLII SOY NUEVA LECTORAA PORFAVOR SIGUELAA NO LA PUEDES DEJAR AQUII Y PORCIERTOO ESPERO QUE ZIAM NO SE SEPAREEEEE PORFAVOOOR BUENO ESPERARÉ CON GANAS EL NUEVO CAPITULOOO ESPERO QUE ACTUALICES PRONTOO
BESITOOOS BYYY
Natalia101412
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
bueno nuevo lector me encanto tú novela pasate por la mía onlywn.activoforo.com/t56088-deseos-prohibidos-narry-storan-semi-hot?highlight=deseos+prohibidos
~TwoFriends~
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
Dios es como, todo lo que pasa por mi mente pero escrito por ti dsfhjldslfgdshjgksdgjk este capitulo omg no se que decir o sea mira esa cara ese cuerpo los 2 juntos! I just i cant... No puedo esperar al otro y Zayn no lo penetro por lo que habia dicho en los otros capis como es que se llama? mm se me olvido opps pero es eso no? Dios no puedo esperar al otro! Te amo Jenni fdbfdhjkdfhdfh -Por cierto, quien esn Tony?-;)
TaylorLautFanBoy
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
¡Hola! Bienvenida. :B Gracias por leer, verás que el final te va a encantar. (; Ahora subo nuevo capítulo. xNatalia101412 escribió:
HOLII SOY NUEVA LECTORAA PORFAVOR SIGUELAA NO LA PUEDES DEJAR AQUII Y PORCIERTOO ESPERO QUE ZIAM NO SE SEPAREEEEE PORFAVOOOR BUENO ESPERARÉ CON GANAS EL NUEVO CAPITULOOO ESPERO QUE ACTUALICES PRONTOO
BESITOOOS BYYY
JenniPritchard
Re: Esclavo Comprometido (Ziam)
¡Hola! Gracias por leer, ahora me paso por tu nove. x~TwoFriends~ escribió:bueno nuevo lector me encanto tú novela pasate por la mía onlywn.activoforo.com/t56088-deseos-prohibidos-narry-storan-semi-hot?highlight=deseos+prohibidos
JenniPritchard
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