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El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
Siguela!
Pon cap!
Me encanto!
Y siento no haberme pasado!
Pon cap!
Me encanto!
Y siento no haberme pasado!
Invitado
Invitado
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
no pondras mas caps? u.u
Creadora
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
TickleMeNeffy escribió:no pondras mas caps? u.u
:(
Invitado
Invitado
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
Chicaaaaaaaaaaaaaas lo siento muchisimo ;c
pero es qe estoy de vacaciones :D
y ps no he tocado la compu en varios dias
pero ahoritha les subo 2 caps completos
Bienvenidas a las nuevas lectoras
y gracias por seguir leyendo n_n
pero es qe estoy de vacaciones :D
y ps no he tocado la compu en varios dias
pero ahoritha les subo 2 caps completos
Bienvenidas a las nuevas lectoras
y gracias por seguir leyendo n_n
Ell Payne'
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
Veintinueve
No me pasó desapercibida la correlación entre el fin de mi amistad con Joe y el refuerzo del vínculo entre las socias del club.
Cada vez que el club daba un paso adelante (el triunfo de Taylor en el partido de la noche anterior), Joe y yo dábamos un paso atrás (no pasó por su taquilla al día siguiente).
Aunque la situación me disgustaba, existía otro problema al que tenía que enfrentarme.
Zac.
Cuando llegué a casa, me encontré con otro e-mail esperándome. Éste llevaba el siguiente asunto:
«¿AMIGOS?».
Me senté y lo abrí.
_____:
Últimamente he pensado mucho en nosotros. De hecho, sólo pienso en ti. Sé que no me vas a contestar. Sé que me odias. Sé que nunca sentirás por mí lo que yo siento por ti. Me lo merezco. Pero tengo que hacerte una pregunta, y quiero que la medites bien (si es que estás leyendo este mensaje) antes de que nos veamos dentro de dos semanas. ¿Crees que, al menos, podríamos ser amigos? Te necesito en mi vida. Y te aceptaré en las condiciones que me impongas.
Voy a hacer todo lo posible para que vuelvas a mí.
Besos,
El perdedor
¿Amigos? ¿Quería que fuéramos amigos? ¿Podía ser amiga de Zac después de lo que había ocurrido?
Joe y Taylor eran amigos, pero él no la había engañado. Joe era…
No podía enfrentarme a la idea de lo maravilloso que era. Ni a la de ser amiga suya, puesto que no le interesaba lo más mínimo, hasta el punto de no dirigirme la palabra.
Tal vez lo mejor fuera decirle a Zac que podíamos ser amigos y, luego, pasar página.
Pero de una cosa estaba convencida: si me consideraba capaz de hacer eso, me estaba engañando.
Después de dar vueltas al asunto durante una semana, decidí salir a cenar con Taylor y pedirle consejo.
—¿Cómo puedes ser amiga de Joe? —le solté de pronto, antes incluso de pedir la comida.
Taylor se sorprendió.
—Ha formado parte de mi vida durante mucho tiempo.
—Igual que Zac… de la mía —respondí.
Taylor se mostró preocupada.
—Sí, pero Joe no…
Me hundí hacia atrás en el asiento.
—¿De qué va esto? —Taylor se mordió el labio.
Le hablé de los e-mails y de la petición de Zac de que fuéramos amigos.
Negó con la cabeza.
—_______, ¿quieres ser amiga de Zac?
—No. No quiero volver a verlo. Pero eso no va a poder ser.
Taylor suspiró.
—Sinceramente, creo que debes contárselo a tus padres.
—Imposible.
Taylor apartó a un lado la carta del restaurante y me cogió de la mano.
—¿Va todo bien? Has estado muy callada toda la semana.
Me encogí de hombros.
—¿Sabes? —prosiguió Taylor—. Ser amiga de Joe no me resultó fácil al principio. Tuve que acostumbrarme a tratarlo de una manera distinta, pero ahora es uno de mis mejores amigos. Como tú —vaciló unos segundos—. Y me gustaría que mis dos mejores amigos pudieran perdonarse mutuamente.
—¿Cómo? —me quedé boquiabierta—. ¿Perdonarnos mutuamente? Taylor, si ni siquiera me mira. He intentado disculparme, pero no se da por enterado de mi existencia.
—Ya lo sé. Lo que pasa es que está enfadado.
—¿Enfadado? —empezaba a desesperarme—. Lo que Rosanna le dijo fue una mentira flagrante. Y él lo sabe, ¿o no?
Taylor asintió.
—Entonces, ¿qué problema tiene? Hemos sido amigos un montón de tiempo y ahora no me dirige la palabra. ¿Por qué? Pues porque la gente piensa que tuvimos una cita en plan romántico.
Taylor se rebulló, incómoda, en su asiento.
—______, Joe creyó que era una cita en plan romántico.
—Mira, Taylor, él sabía lo del Club de los Corazones Solitarios. Sabía que yo no podía salir con chicos.
Se encogió de hombros.
—¿Sabes? —continué—. Puede que, al fin y al cabo, Zac y Joe no sean tan diferentes.
Taylor se mostró espantada.
—¿Cómo puedes decir eso?
—Venga ya, Taylor —las mejillas se me habían encendido—. Vale, de acuerdo, Joe creyó que era una cita en toda regla. Y luego, como yo no acepté ser… —sentí ganas de decir «su pequeña novia», pero no quise ofenderla—. Como no quise salir con él en plan de novios, ni siquiera quiere ser mi amigo. ¿Es que lo único que busca…, no sé…, es acostarse conmigo?
Taylor frunció los labios.
—Sabes que Joe no es así.
—¿Lo sé?
Me sentí frustrada. Sabía que me había pasado de la raya. Sabía que Joe no era como Zac…, pero es que lo echaba de menos. Echaba de menos hablar con él, pasar el rato entre clase y clase. Y me había dejado tirada. Igual que Zac. ¿Dónde estaba la diferencia?
—Lo único que digo es que mi opinión sobre los chicos no ha cambiado —concluí.
Estaba convencida de actuar como era debido al no liarme con Joe. Al final, acabaría haciéndome daño. En realidad, ya me lo había hecho.
Al día siguiente, después de clase, Demi se acercó a mí.
—Tengo que hablar contigo un minuto —su expresión era seria.
Nos dirigimos a los bancos que bordeaban el vestíbulo cercano a la cafetería.
—En el club están ocurriendo cosas, y tengo que ponerte al día.
—¿Ah, sí? —y yo que pensaba que todo iba de maravilla. Aunque últimamente había estado tan distraída que no me sorprendía haberme perdido algo.
—Sí. Emily va a faltar a las dos próximas reuniones.
—¿Y eso?
Demi miró a su alrededor.
—No os dije nada a ti ni a Taylor porque juré no contárselo a nadie.
—¿Qué pasa?
—Va a tener ayuda psicológica.
—¿Ayuda psicológica?
Demi suspiró.
—Vamos, ______. Los dos últimos años nos hemos quedado calladas viendo cómo Emily se consumía. No sé qué la empujó a hacerlo, pero en la última reunión nos contó a Miley y a mí que quería volver a recuperar el control.
—Genial —me alegraba mucho por Emily. Me alegraba y me preocupaba al mismo tiempo.
—Bueno —prosiguió Demi—, el caso es que el programa al que se ha apuntado dura todo el fin de semana.
—Pues claro, perfecto —me sentí mal por no haberlo sabido, por no haber estado ahí para ayudar a Emily.
Joe pasó de largo, en dirección a su taquilla. Era la primera vez que lo veía en toda la semana, con la excepción de las clases de Historia Universal.
—Hola, Joe —dijo Demi.
Levantó la mirada de su taquilla.
—Ah, hola, Demi.
Una vez más, evitó mirarme. Agarró sus cosas rápidamente y se marchó.
Demi pasó la mirada de mí a Joe, que salía por la puerta.
—¿Se puede saber qué pasa entre vosotros dos?
—Nada.
Y era verdad. No pasaba nada. Nada en absoluto.
Decidí que iba a dedicar la semana previa a Acción de Gracias a concentrarme de nuevo en el club. Ya estaba harta de estresarme por la frialdad de Joe y por el deseo de Zac de que fuéramos amigos.
—¡Venga, suéltalo! —le dijo Demi a Miley mientras tomaba asiento en nuestra reunión del sábado—. Con pelos y señales.
Miley se sonrojó mientras todo el grupo aguardaba los detalles de su primera cita con Tyson.
—Bueno, Tyson me recogió en el monovolumen de su madre.
—¡No! —exclamó Erin—. Es lo último que me habría imaginado.
—Ya lo sé —Miley sonrió—. Pensé que llegaría en un coche en plan estrella del rock, pero me encantó. Estuvimos en el Mexicana Grill y la cena fue fantástica (preparan un guacamole increíble). Luego, fuimos al garaje y su banda estuvo ensayando. Tyson me dedicó una canción —Miley se sonrojó al acordarse.
—¿Una canción original? —preguntó Teresa.
Mientras Miley proseguía con la historia, paseé la vista por el grupo. Todo el mundo estaba interesado en la cita de Miley, y se alegraba por ella. No pude evitar una sonrisa.
Era la clase de amistad que yo necesitaba. Una amistad que te apoya. No como en el caso de Zac, que me había traicionado. Ni en el de Joe, que me había despachado tan deprisa.
—¿Te besó o no? Te he pedido detalles —bromeó Demi.
Miley se sonrojó y bajó los ojos.
Un coro de «¡uuuhs!» inundó la estancia mientras Miley enterraba la cara entre las manos.
—______, ayúdame —suplicó.
—Vale, ya está bien. Dejad que la chica tenga un poco de intimidad —indiqué entre risas.
Repasé una lista de películas que podíamos ver y se generó el debate entre una comedia adolescente de los años ochenta y una película de terror.
—Eh, _______ —Teresa Finer se acercó a mí—. ¿Te importa que Maria y yo vayamos al piso de arriba, a estudiar?
—¿A estudiar? Pero, chicas, es sábado por la noche.
Maria Gonzales sacó su libro de texto de Cálculo Avanzado.
—Ya lo sé, pero el lunes hay un examen importante que tenemos que repasar.
Teresa se inclinó para hablarme.
—Suspendí el último examen, y si mi nota sigue bajando, voy a perder la beca de voleibol en la Universidad de Wisconsin.
—¡Sí, claro! —les hice señas para que me siguieran y las dirigí a mi habitación—. Aquí estaréis tranquilas. Si necesitáis cualquier cosa, decídmelo.
—Gracias —respondió Teresa mientras se sentaba en el suelo del dormitorio.
Cuando me dirigí escaleras abajo, vi que tenía en el móvil un mensaje de Zac. Demi había silenciado sus llamadas, pero no significaba que no pudiera comunicarse de alguna otra manera.
Abrí la tapa del móvil y solté una carcajada.
—¿Qué pasa? —Demi estaba en la cocina con Taylor, cogiendo más comida.
Yo seguía riéndome.
—Es este mensaje de Zac…
Tracy se plantó a mi lado y me arrebató el teléfono.
—¿Qué es esto? No lo entiendo.
—¿Qué dice? —preguntó Taylor.
—«El polvo fue una mala opción» —leyó Demi.
Solté otra carcajada.
—Es… —no podía parar de reírme—. Es de El reportero. La vimos este verano en la televisión, y nos pasábamos el día repitiendo frases de la película. Veréis, hacía un calor espantoso fuera…
Demi y Taylor estaban horrorizadas.
—______, ¿te has vuelto loca?
—¿Por qué? ¡Es una peli divertida!
—¿Es que no te das cuenta de lo que está haciendo?
Pues no. ¿Qué estaba haciendo?
Demi pulsó la tecla «Borrar».
—Esta noche, me lo quedo —se guardó mi móvil en el bolsillo—. Venga, al sótano. A ver si estando con las demás te acuerdas de por qué hemos venido.
Seguí a Demi escaleras abajo, si bien llevaba una sonrisa en los labios al acordarme de que, con Zac, me había reído hasta tal punto que se me saltaban las lágrimas. Lágrimas de las buenas.
Casi se me había olvidado que también hubo buenos momentos con Zac.
Seguí recibiendo mensajes por el móvil toda la semana. Y, aunque me molestara, tenía que admitir que empezaba a esperarlos con ilusión. Igual que antes esperaba con ilusión llegar a mi taquilla y hablar con Joe.
Le dije a Demi que los mensajes se habían acabado, porque de lo contrario me habría seguido exigiendo que le entregara el móvil. Total, unas cuantas frases graciosas no iban a hacerme olvidar la mala pasada que me había jugado.
Necesitaba reírme, nada más.
Regresé corriendo a mi taquilla para recoger mis cosas. Empezaban las vacaciones de Acción de Gracias. Consulté el teléfono y me eché a reír por la última cita que había escrito Zac.
—¿Qué te hace tanta gracia?
Casi no reconocí la voz.
Joe. Me sonreía.
—Eh… —llevaba semanas sin hablar con él. Había estado esperando ese momento, pero ahora no sabía qué hacer—. Nada, acabo de recibir un mensaje divertido.
—Bueno, Bloom, me alegro de verte sonreír otra vez.
No supe cómo tomarme el comentario.
—Mmm —era estupendo volver a hablar con él. Ojalá se me hubiera ocurrido qué decir. Decidí ser sincera—. Me supongo que podría decirte lo mismo de ti.
Soltó una carcajada.
—Sí, tienes razón. Han sido unas semanas complicadas, ¿eh?
Me limité a asentir. ¿A qué se refería?
—Bueno —cerró su taquilla—. Que lo pases bien en Acción de Gracias. Nos vemos a la vuelta —me rozó el hombro con los dedos al marcharse. Se me cayó el alma a los pies.
Justo entonces me llegó otro mensaje de Zac, y lo borré sin mirarlo. Las citas graciosas estaban muy bien, pero no era eso lo que yo quería.
Me asustaba que aquel breve encuentro con Joe hubiera significado tanto para mí.
Cerré los ojos. Di gracias por el club. Y por no salir con chicos.
Porque, sin lugar a dudas, Joe Jonas no haría más que destrozarme el corazón.
Ell Payne'
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
Treinta
—______ Lane, no irás a llevar puesto eso, ¿verdad? —me preguntó mamá cuando bajé a la cocina la mañana de Acción de Gracias.
Miré hacia abajo y contemplé mi conjunto: un bonito par de vaqueros y una camiseta de manga larga.
—Pues… sí. Es la ropa de fiesta habitual de los Bloom.
Mamá estaba ocupada limpiando la encimera de la cocina y se la veía más nerviosa que de costumbre.
—Ya lo sé, pero este año tenemos invitados.
—Ay, perdón, no me había dado cuenta de que la reina de Inglaterra iba a pasar a vernos.
—¡_______ Lane! —me regañó mamá. Se me había olvidado lo mucho que le estresaba invitar a gente a casa. Rita y yo habíamos hecho todo lo posible por echar una mano pelando patatas y picando verduras; los cortes en mi mano lo demostraban.
Papá entró con un periódico enrollado en la mano.
—______ Lane, por favor, haz caso a tu madre y cámbiate, ¿quieres? Está un poco disgustada porque Lucy no viene a casa este fin de semana.
Era la primera vez que no nos reuníamos todos en esas fechas. Lucy iba a pasar Acción de Gracias con la familia de su prometido, en Boston.
Mamá se secó el sudor de la frente.
—Ya sé que estará con nosotros una semana entera, en Navidad; pero la vamos a dedicar a los preparativos de la boda…
Rita entró en la cocina vestida con vaqueros y camiseta.
—Chicas, ¡a cambiarse ahora mismo!
Mientras nos encaminábamos al piso de arriba, Rita preguntó:
—¿Me he perdido algo?
Negué con la cabeza. «Feliz día de Acción de Gracias, para mí». Rita se percató de que yo estaba hecha un manojo de nervios.
—______, todo saldrá bien —aseguró—. Tienes que ponerte al mando. No le consientas que se imponga sobre ti.
Los Efron iban a llegar en menos de una hora, y aún no tenía ni idea de qué le iba a decir a Zac. Para ser sincera, ni siquiera sabía cómo me iba a sentir al verlo. ¿Furiosa? ¿Triste? Una cosa eran los correos electrónicos y los mensajes por móvil; pero ¿qué sentiría al mirarlo a los ojos? Aquello dejaría mucho al descubierto. Sólo esperaba ser capaz de mantenerme fuerte. Zac no iba a poder conmigo. Yo había pasado página.
Fui a mi habitación y encontré el top blanco atado al cuello que Taylor me había prestado después de la fiesta de antiguos alumnos, cuando me dijo que tenía que resaltar lo que «la naturaleza me había dado». De modo que me lo puse con unos pantalones negros de raya diplomática y tacones negros. Me encaminé escaleras abajo pensando que mi aspecto había mejorado mucho…, tal vez demasiado para el gusto de mi padre.
—Oye, _____ Lane, ¿ese top es nuevo? —preguntó papá mientras examinaba mi conjunto con no poca inquietud.
—Tranquilo, Dave —replicó mamá—. Se ha desarrollado y está muy guapa.
Sonó el timbre, y respiré hondo varias veces. Rita me agarró de la mano y susurró:
—No le permitas ganar.
¿Ganar? ¿Qué había que ganar?
Al abrirse la puerta se produjo una explosión de actividad: mis padres abrazaron al señor y la señora Efron y hubo un intercambio de saludos cordiales.
La señora Efron se volvió hacia mí:
—Vaya, _______, ¡mírate! —me estrechó entre sus brazos—. Cariño, estás preciosa —me soltó y, entonces, me giré.
Allí estaba. Con una expresión que no supe si era de timidez o de suficiencia.
—Hola, ______.
Abrí la boca y traté de decir algo, lo que fuera. Pero era difícil. Pensé en lo que Taylor me había dicho acerca de que Joe había formado parte de su vida durante mucho tiempo. Ahí estaba Zac, delante de mí; Zac, a quien conocía de toda la vida. Pensé que, tal vez, mi último recuerdo de él apagaría los demás; pero no había sido así. Vernos el uno al otro siempre había sido una cuestión de rutina, y aunque invariablemente nos saludáramos con «Hola, ______» y «Hola, Zac» como si no fuera gran cosa, por lo general lo decíamos como si compartiéramos un secreto. Y es que, en efecto, compartíamos un secreto. Ahora, mayor que nunca.
Odiaba tenerlo frente a mí. Odiaba que hubiera venido a mi casa. Porque odiaba lo que yo misma sentía. Por mucho que quisiera chillar y salir corriendo, apenas podía respirar. Al verlo, sentí la misma emoción de siempre.
Iba a ser más difícil de lo que había imaginado.
—Toma —Rita me plantó en los brazos los abrigos de los Efron—. ______ los colgará.
Lancé a mi hermana una mirada agradecida mientras salía disparada hacia el armario. Pasé más tiempo del necesario colgando los abrigos. Durante todo el rato noté los ojos de Nate en la espalda. Y me gustaba.
—Bueno, ¿qué te apetece beber? —pregunté en el instante mismo en que hube colgado la última prenda en su percha.
—Ya me encargo yo, tesoro —papá empezó a preguntar qué quería beber cada cual.
—No, papá —protestó Rita—. Déjanos ayudar a _____ y a mí.
Me di la vuelta para dirigirme a la cocina cuando noté que me tiraban del brazo.
—______ —dijo Zac mientras me abrazaba—. Te he echado mucho de menos.
—¡Qué tierno! —exclamó la madre de Zac—. No ha hecho otra cosa que hablar de las ganas que tenía de verte.
Me quedé parada, entre sus brazos.
—Vamos, ______ —Rita se acercó y Zac me soltó de inmediato—. Tenemos que ir a la cocina —se giró hacia Zac—. ¿Sabes? Ese sitio lleno de cuchillos afilados.
Mientras Zac daba un paso atrás, lo examiné por primera vez desde que me había destrozado el corazón. Y resultó extraño, porque no era igual que el recuerdo que guardaba de él. ¿Me había fijado antes en lo plana que tenía la cara? ¿Y en esos pequeños ojos pálidos, inexpresivos?
Empecé a respirar un poco mejor.
Me quedé en la cocina con Rita y con mamá, ayudando con los preparativos, mientras la señora Taylor nos freía a preguntas sobre el instituto. Por suerte, los varones estaban en el piso de abajo, viendo un partido de fútbol americano. Fue la primera vez que semejante costumbre machista no me molestó.
Entré en el comedor para llenar los vasos de agua y me di cuenta de que mamá me había colocado justo al lado de Zac, de modo que la conversación con él resultaría inevitable.
No había tiempo suficiente para cambiar las posiciones en la mesa, pues todo el mundo entraba ya para comer. Mientras cogía un plato, pensé que aquel año mamá se había pasado más que nunca con la comida. Apenas pude encajar todo en el plato en la primera vuelta, aunque me salté la salsa de arándanos, ya que temía mancharme el top. Y también prescindí del «pavo vegetariano», elaborado con soja y trigo. Mis padres no estaban dispuestos a permitir que la tradición se interpusiera en el camino de sus creencias, de modo que me había acostumbrado a darme un atracón a base de ensalada, puré de patata, arroz integral y boniatos.
Zac me seguía en la fila que formábamos junto a la encimera. Alargó el brazo para coger un bollo de pan, colocó su otra mano en la parte de mi espalda que quedaba al aire y frotó el pulgar arriba y abajo. Me quedé paralizada, incapaz de moverme.
—Te he echado de menos —musitó.
Por un momento, estuve a punto de decirle, también con un susurro: «Yo también te he echado de menos». Estaba acostumbrada a semejantes comentarios entre nosotros. En esta ocasión, me esforcé por rechazarlo. Me había pasado meses bloqueando el recuerdo de su tacto, de sus palabras. Sabía dónde acababa conduciendo aquello, invariablemente.
No fui capaz de mirarlo. Me limité a regresar a la mesa.
Después, mientras tomábamos asiento, Zac lanzó una prolongada mirada a mi pecho.
Y yo pensé: «Hasta aquí hemos llegado».
El señor Efron se giró hacia mí.
—Bueno, Penny, ¿qué me dices de ese club del que tanto he oído hablar?
Estuve a punto de atragantarme con el puré de patata. ¿Cómo se había enterado?
La señora Efron intervino a continuación.
—Sí, tu madre nos envió un link al artículo del periódico del instituto —si mamá pensaba que la iba a ayudar con los platos, estaba muy equivocada—. Parece muy divertido. Ojalá yo hubiera tenido algo así a tu edad.
Eso significaba que Zac estaba al tanto del club. No me sentí con fuerzas para mirar cómo reaccionaba. En cambio, esbocé una sonrisa y, con tono alegre, respondí:
—Sí, ¡es divertidísimo!
Noté que la mano me empezaba a temblar. Miré a Rita, que me dedicaba una sonrisa de aliento.
—Es fantástico, en serio —Rita lanzó a Zac una mirada asesina—. Sobre todo porque no os podéis imaginar los cretinos redomados que han querido salir con _____. Así le va mucho mejor.
El señor Efron sonrió a la vez que asentía.
—Vaya, ______, es fantástico.
La conversación derivó hacia la política. No pude resistirme a mirar a Zac. Se metía comida en la boca sin parar. Una pizca de pavo vegetariano se le quedó colgando de la barbilla.
¿Y ése era el chico con el que había soñado verano tras verano? ¿Ése era el chico que me había destrozado el corazón? ¿Él?
Una vez terminada la comida y limpia la vajilla, subí a mi habitación para llamar a Demi. Antes de que pudiera marcar, Zac llamó a la puerta y pidió permiso para entrar.
La idea de estar a solas con él me revolvía el estómago, si bien me figuré que no podía seguir ignorándolo por más tiempo.
Se sentó en una esquina de la cama.
—Ven aquí —me dijo dando palmadas a su lado, en el colchón.
—No, gracias —permanecí junto al escritorio.
Zac se levantó.
—Venga ya, ______. Te hablaba en serio en mis e-mails. No puedes seguir furiosa conmigo, imposible —se acercó y me puso las manos en los hombros.
Tiempo atrás, todo lo que yo deseaba era notar su tacto. Tiempo atrás, habría dado mi vida por momentos así: los dos juntos, a solas; los dos compartiendo un secreto. Tiempo atrás, mi lista no escrita de novios tenía un único nombre. Tiempo atrás, mi amor por él le hacía hermoso, sin importar cómo actuara, sin importar lo que hiciera.
—Dime qué quieres que haga para mejorar las cosas —susurró, mientras se inclinaba y me frotaba los hombros.
—Para empezar —respondí—, puedes quitarme las manos de encima.
Siguió sin inmutarse.
—Pues antes te gustaba.
Me puse de pie y lo aparté de un empujón.
—Sí, antes me gustaban un montón de chorradas.
Se mostró genuinamente dolido.
—______, no hables así. Sé que las cosas entre nosotros no acabaron bien; pero tampoco fue para tanto.
—Tienes que estar de broma, ¡seguro! —no me molesté en controlar el tono de voz.
Escuché sonoros pasos en las escaleras, y a los pocos segundos Rita había entrado en la habitación.
—Hazme un favor, capullo. Apártate de mi hermana.
Me giré hacia Rita.
—Rita, cierra la puerta —puso la mano en el picaporte—. No, en serio, vete —Rita cerró la puerta tras ella.
Zac puso una expresión de triunfo.
—Bueno, esto me gusta más —atravesó la habitación, pero yo alargué la mano.
—Alto.
—¿Por qué te pasas la vida provocando? —me guiñó un ojo.
Noté que la cara se me encendía. Me esforcé todo lo posible por no propinarle un puñetazo.
—¿Cómo puedes quedarte ahí parado y pensar que después de todo lo que me hiciste te iba a perdonar así, por las buenas? Unos cuantos e-mails y esos mensajes chistosos por el móvil no van a variar las cosas.
Entonces, algo cambió en su actitud. Se sumió en una tranquilidad extraña, como si la respuesta fuera la más obvia del mundo, al menos para él.
—Pensé que me perdonarías porque te quiero —respondió.
¡Y se lo creía! Era un farsante, un tramposo, un embustero, un ser despreciable. Pero en ese momento, no había farsa alguna, ni trampas, ni embustes, ni nada despreciable. Zac se lo creía de verdad, aunque tan sólo fuera por un segundo; necesitaba de veras que fuera verdad.
—Zac —le dije—, no te permito que hagas eso. No te permito que digas eso. Me mentiste.
Noté el sabor de la bilis en la garganta.
—Zac, me mentiste.
—Sólo te dije lo que querías oír —replicó, recuperando su actitud defensiva.
—¿Y no se te ocurrió que, a lo mejor, quería oír la verdad?
Me di cuenta perfectamente de lo que estaba ocurriendo. En el minuto mismo en que le desafié, el «te quiero» desapareció.
—Ya lo sabes, ______. No, no se me ocurrió; porque tú no querías oír la verdad. Desde que éramos niños te has montado un absurdo cuento de hadas sobre nosotros. De modo que sí, hice lo que pensé que tú querías.
—Me utilizaste.
Zac alzó las manos al aire.
—¡Pues no llegué muy lejos, la verdad!
El cuerpo me empezó a temblar.
—Llegaste lo bastante lejos.
—Lo que tú digas. Pero, al menos, hay algo que tienes que agradecerme.
—¿Qué? —tenía que haber oído mal, estaba convencida.
Una sonrisa le cruzó el semblante.
—El Club de los Corazones Solitarios. Es evidente que lo fundaste por mi causa.
La boca se me abrió hasta tal punto que, prácticamente, chocó contra el suelo. Zac pensaba que tenía que darle las gracias, ¡nada menos!
—Ah, venga ya. Tenías que sobreponerte a mí, así que fundaste el club. Para ser sincero, me halaga bastante, muñeca.
Me quedé mirándolo en estado de shock.
Traté de recordar lo que Rita había dicho acerca de actuar como una persona adulta. Podía decirle tranquilamente que estaba equivocado, o bien montarle un espectáculo. Podía ser más madura que él, o bien portarme como una chica corriente de dieciséis años.
Como si hubiera elección.
—Para empezar, vuelve a llamarme «muñeca» y no habrá equipo médico en la faz de la tierra que sea capaz de averiguar que una vez fuiste chico.
Al fin y al cabo, sólo era una chica de dieciséis años.
La sonrisa se le borró de la cara de un plumazo.
—Hablo en serio —continué—. No entiendo qué pude ver en ti. Eres un egoísta de primera. Encima, no eres ni la mitad de guapo de lo que te piensas, y a la hora de una conversación aportas tanto como un saco de patatas. Soy de las que piensan que la gente aprende de sus errores, y déjame que te diga una cosa: tú, Zac, fuiste un error garrafal.
»No sólo estoy decidida a no volver a cometer un error así en toda mi vida, sino que nunca más tendré que soportar tu presencia. No vas a volver a pasar ningún otro verano con mi familia, ¿entendido?
—No puedes obligarme a nada —se cruzó de brazos.
—¿Ah, no? Vale, perfecto —lo agarré del brazo—. Vayamos abajo a contarle a mi madre, punto por punto, todo lo que ocurrió el verano pasado; insisto, todo.
Zac se detuvo en seco.
—Venga ya, Zac. Según tú, no has hecho nada malo. Entonces, ¿dónde está el problema? Creo que a mi madre le encantará escuchar lo que me hiciste, sobre todo porque estabas haciendo muchas más cosas con muchas otras chicas, a la vez. Dios mío, me encantaría estar presente cuando mi madre se lo cuente a la tuya. Es verdad, mamá se va a llevar un chasco por lo mal que elijo a los chicos, y por que su hija haya cedido ante un cerdo como tú; pero, por alguna razón, creo que te dedicará unas cuantas…, en fin, palabras.
Zac se separó de un tirón.
—______, basta ya.
—¿Basta ya? No tendrás miedo de mi madre, ¿verdad?
No daba crédito a haber sido capaz de decir todo aquello sin echarme a reír.
—¿Sabes qué? —proseguí—. Este verano saqué algo en claro. Me merezco a alguien mucho mejor que tú. Siempre ha sido así. De modo que, en efecto, debería darte las gracias por ser un completo idiota, ya que me has hecho abrir los ojos y ver lo que me merezco. Al final, las personas que más me importan son mis amigas, y no la gente como tú. No significas absolutamente nada para mí. Y tienes razón: en cierta manera, tu forma de actuar provocó la creación del club, que es lo mejor que me ha pasado en la vida. Pero no te debo nada, que lo sepas.
Me di la vuelta para abandonar la habitación, aunque me lo pensé mejor.
—Y para colmo, Zac, besas como un perro baboso, te huele el aliento y no serías capaz de hacer sentir a una chica como es debido por mucho que tuvieras un manual de instrucciones. Feliz día de Acción de Gracias, capullo.
«De acuerdo, a partir de este momento voy a ser una persona más madura».
Ell Payne'
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
Ahi tienen 2 caps chicas
las adoroooo♥
las adoroooo♥
Ell Payne'
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
El mejor cap hasta los momentos!!!!
LO AME
solo quiero que pasen ya cosas bonitas con Joe :roll:
GRACIAS por poner cap! por fa siguela constante. No me hagas sufrir u.u
S I G U E L A
LO AME
solo quiero que pasen ya cosas bonitas con Joe :roll:
GRACIAS por poner cap! por fa siguela constante. No me hagas sufrir u.u
S I G U E L A
Creadora
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
El segundo mejor capitulo qke haz puesto
el primero fue el de la cita qon Joe obvio pero este despz de todo lo qke le dijo a Zac
fue el mejor discurso qke ha dado la rayis haha me encanto todo lo qke le dijo
& mas lo de los besos haha :risa:
please siguela pronto!!
ya no la abandones
kisses
el primero fue el de la cita qon Joe obvio pero este despz de todo lo qke le dijo a Zac
fue el mejor discurso qke ha dado la rayis haha me encanto todo lo qke le dijo
& mas lo de los besos haha :risa:
please siguela pronto!!
ya no la abandones
kisses
#Unbroken♥__#FastLife♥
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
Hahaha dios mio me senti Re poderosa XD hahahaha estuvieron increibles los caps. Asi que ahora que ya mande a zac a la V me puedo quedar con papi joe hahahahha okno. Buee meior si.
livelikerobots
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
Hahaha! Yo tambien me senti pderosa!
Lo calle!
Siguela pronto necesito de tus caps!
Lo calle!
Siguela pronto necesito de tus caps!
Invitado
Invitado
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
Y espero otro cap
Creadora
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
HAHAHAHAHAHAHA XD!!
Me encanta! Que amo a esa chica!!
Siguela!!
Me encanta! Que amo a esa chica!!
Siguela!!
Invitado
Invitado
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
En tu cara ZAck! :D!!
Se lo merece! segun yo! :D
Siguela! LAs cosas que ocurren me hacen casi gritar de la emocion! :D
Siguela! :D
Se lo merece! segun yo! :D
Siguela! LAs cosas que ocurren me hacen casi gritar de la emocion! :D
Siguela! :D
Feer :)x.
Re: El Club de los corazones solitarios (Joe&Tu)...♥ (T E R M I N A D A)!
ajajajajja las amoooo chicas enserio
enseguida les subo cap :D!
pero les avisso
qe qedan muy pocos capis para qe termine u_u
pero aqui les dejo el cap 30 n_n
enseguida les subo cap :D!
pero les avisso
qe qedan muy pocos capis para qe termine u_u
pero aqui les dejo el cap 30 n_n
Ell Payne'
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