She don't like the lights ~Niall Horan~

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PARTE 1

Suspiró otra vez más, mirando por la ventana.

Sus padres la habían obligado a ir a su pueblo para celebrar el año nuevo con toda la familia, y eso había trastocado todos sus planes. Ella había planeado un año nuevo perfecto junto a sus amigas, todas iban a ir a la misma fiesta y tenían entendido que la banda musical del momento, One Direction, junto con otros famosillos, estarían allí. No es que ella fuese una super fan del grupo, pero le parecían chicos guapos y le habría gustado ir y hacerse alguna foto. Quién sabe, tal vez incluso habría conseguido el número del irlandés que tanto le gustaba.

Una de sus mejores amigas había conseguido las entradas gracias a su padre, un alto directivo de una emisora de radio. ¡Y Sam tuvo que rechazar la entrada por culpa de sus molestos padres! Ellos sabían cuantas ganas tenía de ir y lo único que fueron capaces de decir para calmarla fue <>.

¡Un bus después de la cena! ¡Cómo si las cosas fueran tan fáciles!

Para poder entrar a la fiesta tenían que estar todas juntas, y para cuando Sam llegara al lugar donde se celebraba, la fiesta estaría tan llena que no habría manera de que pudiera entrar.

-Maldito pueblo-dijo entre dientes.

Su pueblo estaba perdido entre las montañas, no había conexión a internet y apenas sí cogía cobertura su móvil. 

¡Además de no salir esa noche, no iba a tener ningún entretenimiento! Era un auténtico asco.

Para hacer que ella se sintiera más desgraciada aún, su madre le dijo que necesitaba que saliera de casa para poder decorarla para el día siguiente, que sería el gran día. Tenía que dormir en la caseta del jardín, algo que aunque ella no lo admitiera, le encantaba. Era como tener una casa para ella sola. Estaba en la parte trasera de la parcela, junto a la entrada al bosque. Tenía chimenea y era una especie de mini-loft, con baño, cocina, televisión y cama.

De mala gana, cogió su mochila con todas sus cosas y se abrió paso entre la nieve hasta la caseta de madera. 

Se notaba que su madre la había estado arreglando en todo el tiempo que Sam no había ido a su pueblo. Era más acogedora.

Tiró sobre el sillón la mochila y cerró la puerta. Miró el reloj que había sobre la chimenea, tan solo eran las 14:30. ¿Qué iba a hacer en todo el día? Solo de pensar que aún le quedaba una semana entera allí, le entraban ganas de llorar.


-Esto es un asco-dijo Niall, suspirando con un gesto de asco mientras miraba por la ventana del coche de su padre.

-Niall, sabes que esto lo elegiste tú.-le contestó su padre, entrando en la carretera de ese pequeño pueblo alejado de la sociedad.

Y era cierto, el famosísimo Niall Horan había decidido pasar sus pequeñas vacaciones alejado de la sociedad. Estaba harto de que las cámaras le siguieran incluso cuando iba al baño. Y ya no solo que le siguieran a él, sino que siguieran a toda su familia. Era algo que él no pensaba tolerar. Necesitaba privacidad.

Así pues, se dirigía con su padre y su hermano mayor a un pueblo en el que hasta antes de hacerse famoso solía ir para pasar las navidades con su familia.

Había sido difícil hacerle saber a toda la familia que tenían que ir allí durante esas navidades sin que los paparazzis se enteraran, pero lo había conseguido.

Ahora tan solo estaba asqueado del mundo. Acababa de enterarse de que la chica que siempre le gustó, precisamente de ése pueblo, iba a ir a la gran fiesta de año nuevo. Ahora, que por fin había perdido gran parte de ese miedo suyo a hablar con las chicas gracias a la fama, justo ahora, perdía la oportunidad de su vida de conquistar a la pequeña belleza irlandesa que siempre le gustó.

Sam.

Sabía que ése era su nombre, en el pueblo todos se conocían y su abuela le hablaba muy a menudo de cómo Sam cuidaba de ella cuando su abuelo se iba a hacer la compra o a cazar. Le gustaba su nombre, le quedaba bien.

-Anda, quita esa cara de perro muerto-dijo su hermano-¿crees que tu amorcito estará aquí?

-Cállate, ¿quieres?-le contestó Niall, borde- ella irá a la fiesta..

-Esto fue ide..

-Esto fue idea mia, ya lo sé, papá-dijo Niall.-es sólo que…Aj, era mi oportunidad y por culpa de los paparazzis mira todo lo que hemos tenido que montar para tener privacidad.

Y era cierto. Ni siquiera en el caso de que Niall hubiese podido ir a la fiesta, habría podido acercarse a ella sin que los paparazzis le acosaran a fotografías y luego inventasen mil historias. Era agobiante.

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:cccc

Hola primera lectora! Me encanto el capitulo!!!!!!! espero que la sigas pronto
xoxo

Luego sigo ^^

Tras una hora entera sentada frente al televisor tratando de que algún canal se sintonizara para no aburrirse tanto, Sam decidió salir a tomar el aire. Si no lo hacía, probablemente terminara tirando algo al televisor. Y no es que le apeteciera tener que pagar uno nuevo.

Se dirigió a la cama, junto a la cual había dejado toda la ropa y pertenencias, y cogió sus botas de nieve junto con unos cómodos y calientes calcetines. Se colocó su gorro favorito, que probablemente era muy infantil pero a ella le encataba, y tras ponerse su abrigo, salió de la cabaña.

-Oh, cariño. ¿Tienes algún problema en la cabaña?-le preguntó su madre cuando le abrió la puerta de casa.

-Uh.. no. Solo venía a avisarte de que me voy a dar una vuelta por ahí.

-Bueno, pero ten cuidado. ¿Volverás tarde?

-No lo sé, mamá.

-Te dejaré cena caliente en la caseta, de cualquier manera. Ya sabes que a tu abuela no le gusta que andes entrando en casa cuando la estamos arreglando.-dijo dándole un beso a su hija.

-Ya, ya..-contestó Sam, negando con la cabeza-Hasta luego, mamá.

Comenzó a caminar por la calle principal del pueblo, observando las pocas casas que había y lo poco ostentosa que era su decoración navideña en comparación con la ciudad en la que vivía. Pasó por delante de la casa de la familia Horan, recordando como hasta hacía pocos años, siempre pasaba tiempo con la señora Horan. Le encantaba pasar ratos con ella jugando a las cartas, siempre le contaba historias graciosas sobre sus nietos.
Sam sabía de sobra quién era su nieto, pero debido a la gran timidez que la caracterizaba, nunca se había atrevido a visitar a la señora Horan cuando él estaba allí. Niall lograba intimidarla incluso cuando ella solo le veía en fotografías.

Decidió pasar a saludarla, puesto que sabía de sobra que su nieto estaría en la ciudad, preparándose para la gran fiesta que tendría lugar el día siguiente.

-Oh, pero mira quién ha venido a saludarte, mamá-el joven señor Horan fue quién abrió la puerta, sonriéndola.-¡Cuánto tiempo, Sammi!

-Un gusto verle, señor Horan.

-¡Mi pequeña Samantha! ¡Pero cómo has crecido!

La señora Horan salió de la nada y la abrazó fuertemente, a lo que Sam se rio. La invitó a pasar y tomar una taza de chocolate que había estado haciendo esa tarde.

-Hacía mucho que no venías por aquí, pequeña. ¿Dónde te habías metido?

-Bueno, lo cierto es que me hice un grupo de amigas en casa, por fin. Y tenía miedo de que si venía aquí dejaran de hablarme por no quedar con ellas, ya sabes..

-Oh cariño, no me des explicaciones. Lo entiendo.-la señora Horan le sonrió amablemente mientras le daba el tazón con chocolate espeso y caliente, y un plato con galletas recién horneadas.

-El pueblo está más vacío de lo que recordaba-dijo Sam, mientras agarraba una de las galletas.

-Casi todos han ido a la ciudad para ver a la banda de mi nieto-dijo la señora Horan, poniendo los ojos en blanco.-pobres chicos, ¡no tienen ni un respiro, ni siquiera en navidad!
Sam asintió, dando un sorbo a su chocolate.

-Bueno, pequeña, yo me iba con mi hijo ahora a hacer las últimas compras de navidad. Puedes quedarte aquí hasta que termines el chocolate.-dijo guiñándole un ojo.

-¿Le importa si me quedo toda la tarde aquí? Mi madre me ha echado de casa para adornarla y en la cabaña no funciona la televisión.

-¡Claro Samantha! Todo el tiempo que quieras. Hasta luego.-dijo dándole un beso en el moflete. Su hijo se despidió de ella, y salieron de la casa.

Sam cogió la taza y las galletas y se sentó como india en la alfombra que había frente al televisor.

-Niall, papá y la abuela ya se van. ¿Nos acompañas o te quedas aburrido toda la tarde con cara de perro?-dijo el hermano mayor de Niall, dirigiéndose a éste, que se encontraba de rodillas en la nieve, haciendo un muñeco de nieve.

-Me quedo. La abuela hizo chocolate y galletas.

-Siempre pensando en comer.-su hermano puso los ojos en blanco y entró al coche con su padre y su abuela.

Niall se puso de pie y se sacudió la nieve de encima, observando sus manos rojas por el frío. Decidió entrar a casa antes de ponerse malo. ¡Sólo le faltaba resfriarse y no poder tocar con el grupo!

Cuando abrió la puerta que daba a la cocina, lo primero de lo que se dio cuenta era de que había alguien dentro de la casa. Agarró un bate de béisbol que había en el paragüero y cruzó la cocina caminando despacio. Escuchó la risa más agradable que había oído en su vida. Era una chica, eso era seguro. Atravesó la puerta que daba al salón y se le calló el bate al suelo al tiempo que a ella se le caía la taza de chocolate caliente que tenía en sus manos, sobre toda su ropa.

hola nurva lectora mira nose que decirte tu novela es ajdjwkkd me explico?! ajja bueno la berdad ets que me emacnta tu novela y lod capis son hermosos di necesitas chicas me dices para enviarte mi ficha para Hazza Bye!

Enviame tu ficha para hazza porque justo necesito chica para el :3

Hola Laura HERE!!!
Me encanto el capitulo!!!!!!!
 necesitas chicas para algún otro chico  era solo para hazza?
xoxo

Nombre: Nina Aguirre
Edad: 17
Nacionalidad: ecuador
Gustos: me encanra Surfear , bailar, cantar, las galletas de chocolate, el azul, cpmer tallarines, los gatos, perros, cebras, Justin Bieber, Coldplay, dormir, tennis, converse.
Disgustos: los aires acondicionados.
Pasatiempos: se traer en mi bolso un cuaderno donde escrinbo poemas y canciones.
Fisico: tengo el pelo castaño con puntas azuñes, ojos cafes, cuerpo delgado cpn curvas
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psicologicamente: la verdad spy Bipolar :/ jaja

holissss no necesitas mas chicas  ????

-¡Oh dios, lo siento!-Niall corrió hacia la chica, que no parecía reaccionar.-¿Sam?-dijo cuando llegó a su lado y la reconoció.
No se creía lo que sus ojos veían. Él creía que esas navidades serían una mierda porque estaba perdiendo la oportunidad de su vida, de conocerla, de conquistarla… y ahora resulta que la tenía frente a él.
-¿Sam?-repitió, al ver que ella no reaccionaba.-¿No eres Samantha Greenwood?

-¡Sí!-gritó ella de pronto.                                                                            

Acababa de procesar toda la información de lo que acababa de ocurrir. Tenía al chico que la producía escalofríos en todo su cuerpo con solo mirarla frente a ella. ¡Niall James Horan! Y encima él se sabía su nombre. ¿Podía sentirse más feliz?

-Quiero decir, uh, soy Sam, sí-dijo algo menos entusiasta. No quería asustarle.

Él sonrió. Sam sonrojada resultaba más adorable y atractiva de lo que jamás pudo haber imaginado.

-Ven, vamos a limpiarte.

Niall se puso en pie y le ofreció su mano para ayudarla a levantarse. Ella la agarró y una incríble corriente eléctrica la recorrió de pies a cabeza. Le miró a los ojos, él la miraba intensamente, como si pudiese ver el interior de su mente.

Se sonrojó en cuanto cruzó por su mente la idea de que él podía ver lo que estaba pensando, que no eran precisamente cosas muy puras ni santas. Él sonrió.

-¿Qué?-dijo ella frunciendo el ceño.

-Tienes chocolate.-dijo riendo levemente.

-Ya, creo que eso es obvio-contestó Sam mirando su jersey y sus pantalones.

-No-dijo él riendo-ahí no.

Entonces, él agarró su barbilla, haciendo que le mirara. En el mismo instante que sus miradas volvieron a cruzarse, ambos se quedaron sin respiración. La mano de él subió hasta sus labios, acariciándolos suavemente con la yema de sus dedos. Se comenzó a acercar a ella lentamente, y al ver que ella no se apartaba, sino que le miraba con fascinación, se decidió a hacerlo de una vez por todas.

Y entonces sonó su maldito móvil.

Sam se separó de él rápidamente y se limpió la boca.

-¿Sí?-contestó Niall de mala gana.

-Ey, amigo, que te traigo buenas noticias. No hace falta que me hables así.-su amigo Harry le habló al otro lado de la línea.

-Suéltalo ya, anda.

-Duende, está claro que no te hace nada bien eso de perder oportunidades.

-Cállate.

-Bueno, es que resulta que la fiesta se ha cancelado. Nuestro querido Liam está castigado.

-¿En serio? ¿Qué ha hecho? Si es un ángel, joder.

-Se tiró a su novia en casa sin saber que su madre estaba en casa. El caso, que entonces no vamos a ir a la fiesta y nadie lo sabe…y he decidido ir a visitarte estos días.

-Tio, ¿no tienes familia?

-Gracias gran amigo.-rio Harry-están en California y no hay vuelos disponibles. Si voy contigo tan solo tengo que coger el coche.

-Está bien, Harry. ¿Cuándo llegarías?-dijo Niall, suspirando.

-Mañana por la mañana, o esta noche. Todo depende de Lola.

-¿Lola? ¿Quién es Lola?-dijo Niall.

-Oh, es la hija de uno de los organizadores de la fiesta. Estaba en su despacho cuando fui a informarle de que no iría a la fiesta. Y aquí es donde llega la buena noticia.

-Sorpréndeme.

-¡Lola conoce a tu amorcito Sam! Pero tranquilo, no le he dicho nada de lo que sientes por ella. ¡resulta que ella está allí!

-Lo sé. Uh, Harry, tengo que dejarte. Avísame cuando salgas de allí.


Niall colgó el teléfono al ver que Sam ya no estaba en la habitación. Oyó el ruido del grifo en el baño de arriba y subió. Abrió la puerta del baño y se quedó literalmente sin respiración.