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- Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
¡Stef! te extrañe con toda mi alma lo sé no había comentado, es que no había tenido tiempo, espero el cap tal vez no lo alcance a leer, pero sin falta mañana comento.
¿que tal tus vacaciones?
¿que tal tus vacaciones?
Invitado
Invitado
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
Capitulo 9.
Suspiro con lentitud, clavando mi mirada al infinito, perdiéndome en mis pensamientos por quinta vez en lo que va del día. No puedo evitarlo, intento concentrarme en lo que está frente a mí, pero termino distrayéndome cada vez más y más, sin poder hacer nada al respecto. No se supone que debe ser así, se supone que debo estar completamente concentrada en la clase que se está dando justo a mi alrededor, pero por más que trato, es inútil; tengo otras cosas en mi cabeza por las que debo preocupar. Aún no logro superar lo que sucedió el día anterior, sencillamente me cuesta creer que de verdad pasó. Nunca lo ví venir, nunca pensé que a Simon le importara tanto la familia en realidad, que solamente tenía miedo de aceptarlo, de regresar después de tanto tiempo. No lo culpo, conozco a mi padre, sé como puede ser, pero el hecho de que esté haciendo un esfuerzo por recuperar la relación que un día tuvo con ellos, realmente me alegra. No puedo evitarlo, tenerlo de regreso en nuestras vidas sería emocionante. Mi familia es pequeña, demasiado, y él es el único tío que tengo, ya que mi madre es hija única, así que tan solo la posibilidad de que pueda visitarnos, hablar con nosotros, salir de su soledad tan atrapante en esa casa gigante, es algo que espero que suceda lo antes posible. Pero no es solo la confesión de Simon lo que tiene mi cabeza enredadas en pensamientos imposibles; es lo que me dijo esta mañana antes de que me fuera.
Cuando me levanté, hace ya varías horas, lo hice temprano, pues tenía que llegar al curso a tiempo, nadie quiere retrasarse en el primer día y mucho menos yo. El punto es que esperé que nadie estuviera despierto, después de todo, para cuando bajé a la cocina, apenas eran las ocho y media de la mañana. Sin embargo, pronto me di cuenta que Simon sí estaba despierto, desayunando por su cuenta en la cocina. Por primera vez en todo el tiempo que llevo aquí, estuvimos en la misma habitación sin pelear, simplemente desayunando. Todo iba perfecto, hasta que me comentó sus planes para el día.
- ¡Tengo que asistir al curso! -Protesté, negando con la cabeza- Sabes que hoy empiezo.
- No te estoy pidiendo que faltes. Puedes venir después que se acabe. -Respondió con calma, encogiéndose de hombros- Pensé que querías hacer algo distinto... Pues esto es.
Repaso las palabras de Simon en mi cabeza, moviéndome suavemente de derecha a izquierda sobre el banquillo en el que estoy. Yo ya tenía todo el día planeado antes de que él dijera nada, y ahora, honestamente no sé que haré. No quiero decepcionarlo y faltar, después de todo, me invitó porque en realidad me quiere allí, porque, tal como dijo "Es algo distinto" y sí que lo es. Además, Niall estará allí, algo que solo me hace dudar más. No lo estoy evitando, él me está evitando a mi. Desde hace ya dos días me está ignorando por completo, y aunque lo intente disimular, es bastante obvio que se debe a la última conversación que tuvimos. Hasta el sol de hoy no sé a que demonios se refería con todo ese tema de "Tú no te mereces ésto" pero al parecer él sí lo sabe, y se lo está tomando muy enserio. No me molestaría que me evitara sino fuera por la última vez que lo ví justo antes de hablar con Simon, tenía los ojos llorosos y su habitación parecía un desastre. Me preocupa y no puedo hacer nada al respecto pues evita verme cuando nos topamos por la casa, no me habla directamente y se pasa la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación, la cual, por más que toco la puerta, no me deja entrar. No puedo evitar preguntarme que le está pasando y porqué, dios, no pide ayuda. Realmente estoy preocupada por él, ¿Pero qué puedo hacer sí no me deja estar con él? ¿Sino me deja ayudarlo? No puedo forzarlo.
- ¿Entendieron? -La voz de Madame Fanny invade el salón, arrastrándome de regreso. Camina de un lado al otro con suavidad, batiendo la bufanda que lleva antes de clavar su mirada en mí- ¿_______?
Fanny es nuestra profesora. Una mujer bajita, de apenas un metro sesenta y cinco, de cuerpo delgado y esbelto y un rostro, que sí bien está tocado por el paso del tiempo, permanece hermoso. Es una mujer mayor que se niega a decirnos su edad verdadera, pues, según ella, la edad no se mide por el número, sino por las experiencias. Su rostro puede tornarse severo, pero el color violeta en su cabello y las ropas sueltas que lleva le suavizan la expresión entera. Es una mujer que sin duda tiene mucho carácter y que muchos allí admiran y aprecian Según se rumorea, es una gran fotógrafa que tuvo su debut en los años cincuenta, en París, reconocida por muchas personas en su tiempo gracias a que solo tomaba fotografías en blanco y negro. Tuvo una excelente carrera hasta que una enfermedad del corazón la debilito y, cuando no pudo viajar más por el mundo, decidió asentarse aquí, en Londres y dar clases en este sitio. Admirable, sin duda.
- ¿Perdón? -Ladeo la cabeza, soltando una maldición interna. No he escuchado nada de lo que dijo- ¿Puede repetirlo, por favor?
- Presta atención, cariño. -Dice en un tono amable al tiempo que señala el pizarrón de acrílico frente a toda la clase- Muy bien, por favor escuchen todos para no tener que decirlo una vez más. Tienen asignado un proyecto final para el curso, es bastante sencillo: Fotografías con un tema. Ya sé, muchos de ustedes pensarán "Bien, mi tema será florar y fotografiaré fotos" No es tan sencillo. -Una sonrisa aparece en su rostro- Sus temas deben tratarse de emociones. Elijan la que más les guste, con la que más se identifiquen y expresenla en su trabajo. Deben tener al menos veintidós fotos tomadas de forma diferente en un álbum etiquetado con el nombre de la emoción que eligieron para el final de las tres semanas. ¿Alguna pregunta?
Madamme Fanny evalúa con la mirada a cada rostro de la clase mientras ésta se sume en silencio, sin responder a la pregunta que flota en el aire. Ladeo la cabeza para ver por el rabillo del ojo a Aly y Max, los cuales no parecen tener ni una duda en su cabeza. Yo, por otro lado, tengo unas cuantas. Levanto mi mano en el aire, esperando no quedar como una total idiota.
- ¿Dime, linda? -Pregunta Fanny, sonriendo ligeramente.
- ¿Las fotos deben tener personas? -Pregunto, enderezándome sobre el banquillo- Ya sabe, como se trata sobre las emociones, ¿Es obligatorio?
- Oh, no, no. Pueden expresar esa emoción con cualquier cosa, no tiene que aparecer una persona en la fotografía necesariamente. -Responde la mujer antes de darle un golpe al suelo con su bastón- ¿Entendieron todos?
Cada persona en el salón asiente con la cabeza en silencio. Madamme Fanny sonríe.
- ¡Pues váyanse la clase ha terminado! -Da otro golpe con su bastón y hace un gesto de despedida con la mano- ¡Nos vemos el miércoles!
Recojo mis cosas, metiendo la pequeña libreta que he traído junto con el bolígrafo negro dentro de mi bolso, dejo la cámara guindando de mi cuello solo por si necesito tomar una foto en cualquier momento. Coloco mi bolso al hombro y me bajo del banquillo con un saltito. Esperaba poder tomar fotos en el primer día, pero mi cámara se va tan vacía como llegó, pues no hicimos más que anotar técnicas de iluminación para principiantes así como practicar la forma correcta de sostener la cámara; algo que he estado haciendo mal por demasiado tiempo. Salgo del salón junto con varias personas más que no conozco y me detengo un par de segundos para ubicar a Aly y Max. Los veo unos pasos más allá en el casillero de Max y corro hacia ellos, deteniéndome apenas un segundo antes de estamparme contra la espalda del chico.
- ¿Y? -Pregunta Aly, sonriendo- ¿Qué te pareció?
- Que algún día podré tomar una foto decente. -Respondo, apoyándome con rostro de derrota en los casilleros- Ni siquiera sabía como se agarraba la cámara...
- Nos dimos cuenta. -Bromea Max, cerrándo con un codazo su casillero. Yo lo fulmino con la mirada- Hey, no te preocupes, estás aquí para aprender, ¿No es cierto?
- Pues sí. -Admito, encogiéndome de hombros- Es solo que me frustro cuando las cosas no salen a la primera.
- Bueno, si de algo te sirve. Ninguno de nosotros sabía como fotografiar cuando llegamos. Eramos pésimos. -Comentó Aly, sonriendo.
- Tú eras pésima, yo no. -Se defiende Max, guardando su cámara dentro del bolso.
- Claro que no.
- ¿No? -Niega con la cabeza y me mira- _______. Aly no sabía ni siquiera como enfocar una cámara, tú al menos sabes.
- ¡Hey, calla!
Aly le pega un pequeño golpe a Max, y éste se hecha hacia atrás, sonriendo Sin que ninguno se de percate sino segundos después, enciendo la cámara y antes de que el momento se me escape de las manos, tomo una foto. Los dos se detienen, mirándome.
- ¿Qué...? -Murmura Aly, intentando arrebatarme la cámara pero yo la apago y niego con la cabeza.
- ¡Cálmense! -Les digo, encogiéndome de hombros- Creo que ya encontré el tema de mi álbum para el proyecto.
- ¿Sobre nosotros? -Dice Max, caminando por el pasillo- Wow, gracias.
- No es sobre ustedes, tonto. -Camino junto a ellos, paseando la mirada por el pasillo- Me refiero a que ya sé cual es la emoción que quiero y como la representaré.
- Yo aún no sé la mía. -Suspira Aly, dando pequeños saltos entre sus pasos a medida que camina- Quizás el odio.
- Tú siempre tan amorosa con el mundo. -Max se detiene cuando alcanzamos la puerta principal del Instituto- Hasta aquí las acompaño, tengo trabajo que hacer en la coordinación. Nos vemos el miércoles, chicas.
- ¡Adios! -Canturreamos Aly y yo al mismo tiempo, despidiéndonos de él.
Abandonamos el Instituto, dejándolo atrás a medida que caminamos calle abajo, hacia la parada del autobús. Reviso rápidamente la hora, dándome cuenta que ya son más de las tres de la tarde y frunzo el ceño: Se me ha pasado la hora. Suelto un suspiro, deteniéndome en media calle. Aly nota que he parado de caminar y se gira, mirándome con la ceja arriba.
- ¿Qué pasa? -Pregunta, ladeando la cabeza- ¿Te encuentras bien?
- No... Bueno, sí. Ah. -Suelto un grito de frustración, mirando nuevamente la hora- ¿Me odiarías mucho si te pido que vengas conmigo a un evento de mi tío?
- ¿El tío que te odiaba pero repentinamente ya no lo hace? -Aly sonríe- Claro, pero, ¿Por qué?
- Sería menos incómodo si tengo a alguien con quien hablar durante todo el rato. -Respondo de inmediato antes de levantar la mano, esperando detener a un taxi.
- ¿A qué te refieres? Oh, se trata de... -Pero el sonido del auto aparcándose la detiene. Yo asiento con la cabeza, abriendo la puerta del taxi.
- Te explico en el camino.
Le indico al taxista la dirección a la que debemos ir, y le pido que por favor valla lo más rápido que puede, pues vamos tarde para la reunión. Apenas tengo tiempo de acomodarme cuando Aly me amenaza con la mirada, esperando que le cuente que rayos está sucediendo; si algo no le gusta, es que le oculten algo. Asiento lentamente y paso las manos por mi rostro, preparándome para contarle todo. Empiezo por decirle el encuentro entre Simon y yo esa mañana, en como yo tenía todo un día planeado cuando él me invitó. Le digo que en realidad yo quería ir a la heladería y luego al centro comercial para comprar cosas y decorar la habitación de forma que luzca un poco más alegre, pero que no pude decirle que no a Simon. El taxi toma una curva, encaminándome por la avenida principal rumbo al norte mientras yo continúo con mi relato. Al terminar, me quedo callada, esperando a que Aly me grite por haberla arrastrado a ese tipo de eventos, sin embargo, la reacción que obtengo es completamente diferente. Mueve su cabello castaño oscuro mientras se ríe sin poder controlarlo.
- Así que me estás llevando a una reunión para celebrar el comienzo del nuevo tour de One Direction, porque no quieres estar sola y tener un momento incómodo con Niall Horan. -Dice entre risas antes de tomar una bocanada de aire, controlándose- ¿Y eso era lo que te preocupa tanto?
- ¡No sabía si te gustaban o no! ¿Y qué si los odiabas? -Le digo, frunciendo el ceño. Ella niega con la cabeza.
- No los odio; apenas y me sé unas canciones de ellos. -Soníe nuevamente, recostándose en el respaldar del asiento- ¿No les importa que vaya, cierto?
- No. -Respondo, más aliviada- Simon me dijo que podía llevar a alguien... Solo no te sorprendas sí apareces mañana en primera plana como la más odiada por la fanbase, o se rumorea que tienes un amorío con uno de los chicos.
- Oh, vaya. -Aly me abraza, soltando una risita- Acabas de hacer mi día mucho más interesante.
- Mierda, casi se me olvida. -Le digo, soltándome de su abrazo para quitarme el bolso- Te compré algo.
- ¿A mi? ¿Es alguna clase de soborno por acompañarte?
- ¿Qué? ¡No! -Saco la bolsa morada de mi bolso y se la entrego- Es un regalo por haberme enseñado el Instituto y así... No es gran cosa, lo compré porqué dijiste que te gustaba leer.
- ¡Harry Potter! -Sus manos destapan el precinto del libro, abriéndolo con cuidado, como sí de un tesoro se tratara- Gracias, ________.
Los siguientes quince minutos de camino los pasamos hablando sobre el proyecto, aunque me cuesta hacer que Aly deje de hablar sobre el libro, lo logro. Ya yo tengo mi emoción escogida, pero no se la pienso decir a nadie por los momentos, quiero que sea una sorpresa, de esa forma nadie me puede presionar. Pero ella, por el contrario, es un caso totalmente diferente. Aly tiene tantas ideas en la cabeza que no sabe cual ejecutar, no tiene ni idea de que emoción escoger, pues, según ella, no se debería limitar a una sola. Repasamos todas las opciones que se nos ocurren, pero ninguna parece gustarle lo suficiente como para decidirse. Para suerte de ambas, el taxi se detiene justo frente a un edificio residencial alto, color negro, con un penhouse en el último piso. Esta es la dirección. Le pago al chófer y me bajo antes de estrangular a Aly por su indecisión Caminamos hacia el imponente edificio sin decir mucho, pues creo que ella, así como yo, está sorprendida de tanto lujo. Saco mi celular para asegurarme de que esa es la dirección que me ha dado Simon y antes de guardarlo le mando un mensaje de texto, dejando saber que he llegado. Pasamos sin problemas al lobby del edificio, que es una área amplía y llena de luz, con piso de mármol blanco y negro y columnas a juego: Todo un desborde de lujo, sin duda. Nos encaminamos hacia el par de ascensores a nuestra derecha, pero, para sorpresa de ambas, dos guardias del tamaño de un tren nos tapan la entrada. Van vestidos con trajes negros, gafas del mismo color y un micrófono conectado a sus oídos. No puedo evitar pensar en que se parecen a los agentes privados que tanto veo en las películas, pues son igual de intimidantes. Nos acercamos lo más que podemos, esperando que se quiten cuando vean que intentamos pasar, pero, al contrario de mis expectativas, uno de los hombres, el más bronceado, estira su mano como señal inconfundible de "Paren". Aly y yo nos detenemos en seco. Aclaro mi garganta, mirando a los dos hombres.
- Disculpen, pero queremos pasar. -Le digo, utilizando el tono más cordial que puedo. El hombre niega con la cabeza.
- Al menos que tenga pase no puede subir, lo siento. -Me dice, cruzándose de brazos.
- No, usted no entiende, tengo permiso de subir. -Respondo, señalando el ascensor- Mi tío nos está esperando allá arriba.
- ¿Tú tío? -El otro gorila disfrazo de traje interrumpe, soltando una carcajada- Esa es buena, primera vez que la escucho.
- ¡Hablo enserio! -Digo a voz de grito- Simon Cowell es mí tio y está allá arriba, esperándonos.
- Claro, por su puesto. -El guardia señala a nuestras espaldas- Por favor salgan del área antes de que tengamos que moverlas a la fuerza.
- ________. Vayámonos .. -Murmura Aly, sin ánimos de meterse en un lío, pero yo niego con la cabeza. Dando un paso hacia adelante.
- ¡Escúchame idiota! Te estoy diciendo la verdad, mi tío está allá arriba y me vas a dejar verlo ya mismo, ¿Entiendes? -Grito, dando otro paso hacia adelante- ¡Nos vas a dejar pasar ya mismo!
Pero cuando doy otro paso hacia adelante, determinada a pasar la barrera de esos dos hombres, el guardia me levanta como sí de una muñeca se tratara. Lo mismo hace el otro hombre con Aly, la cual comienza a gritar al mismo tiempo que yo. Esto es demasiado, es un abuso y no pienso tolerarlo. Empiezo a pegarle puñetazos en la espalda, clamando que me suelte.
- ¡NO PUEDES HACER ESTO IDIOTA! ¿Qué te crees? ¿Qué porqué no soy de One Direction no soy humana? -Grito a todo pulmón- ¡Suéltanos, SUÉLTANOS!
- Wow que... ¡Bájenlas! Es la sobrina de Simon, bájenlas -La voz de Harry nos sorprende a todos, dejándonos helados. El castaño sale del hueco del ascensor con la confusión impresa en su mirada- ¿Qué pasó, _______.?
Espero a que los dos guardias nos bajen tanto a mi como a Aly y me arreglo la blusa con mala cara, fulminando con la mirada al hombre que hace solo segundos me tenía cargada. Puedo notar en la mirada de ambos lo asustados que están, pues ahora saben que sí soy quien digo ser, y que acaban de levantar en el aire sin su permiso a la sobrina de su jefe y su única amiga. Sin embargo, cuando estoy a punto de hablar, Aly se interpone.
- Nada; es solo que nos confundieron con alguien más, eso es todo. -Se adelanta, curvando una sonrisa- ¿Verdad, ________.?
- Sí... Sí, eso es todo. -Concuerdo con ella, aceptando que es lo mejor para todos no incriminar a los guardias.
- Oh vale. -Harry sonríe, despreocupado y presiona el botón del ascensor espera a que este abra las puertas nuevamente y entramos los tres- Simon me mandó a buscarte, se le olvidó darte el pase... Lo que nunca mencionó es que vendrías con alguien.
- Oh, sí. -Murmuro, me he olvidado por completo de presentarlos- Ella es Aly, va conmigo en el curso de fotografía, Aly, él es...
- Harry Styles. -Se presenta, estirando la mano para estrechar la de mi amiga con una de las sonrisas más radiantes que le he visto usar.
Nuevamente enciendo la cámara, apunto rápidamente y tomo una fotografía. Harry alza una ceja, listo para preguntar, pero Aly se adelanta.
- No le preguntes, es para su proyecto. -Responde, mirándolo y yo asiento con la cabeza, agradecida de no tener que explicar porqué tomé una foto tan de repente.
- ¿Proyecto? -Pregunta Harry.
- Ajá, para el curso de fotografía. Es sobre las emociones. -Digo rápidamente antes de preguntarle- ¿Llegamos muy tarde?
- Pues ya anunciamos las fechas, que era lo importante. -Me explica, encogiéndose de hombros- Pero hay comida si quieres.
En ese preciso momento las puertas del ascensor se abren, desembocando en lo que puede ser, quizás, el lugar con mejor vista en donde he estado. Al salir del elevador pasamos al centro de una antesala con ventanales de piso-techo que dan hacia un patio exterior donde se encuentran todas las demás personas. Es un penhouse completamente equipado, por lo que puedo ver, con muebles lujosos, una chimenea en el medio, una escalera en forma de caracol que da hacia el segundo piso del apartamento, una piscina pequeña en todo el centro del patio exterior, un área para cocinar al aire libre y una cocina realmente hermosa adentro. Ambas seguimos a Harry a través del patio, él y Aly se encuentran hablando de algo que no llego a escuchar muy bien, pues estoy concentrada en tratar de ubicar a Niall, pero no lo encuentro. Zayn y Liam están sentados en unos de los asientos cerca de la piscina, Louis se encuentra hablando por celular al otro extremo y Simon está junto a la parrilla exterior, encargándose de cocinar. Dejo a Aly con Harry, pues no quiero interrumpir su conversación y me acerco a saludar a mi tío.
- Te odio, ¿Sabes? -Le digo a forma de saludo, abrazándolo de todas formas. El frunce el ceño.
- ¿Ahora por qué? -Pregunta, dándole vuelta a una de las hamburguesas sobre el fuego.
- Por no haberme dado un pase. -Respondo distraídamente apoyándome contra el barandal del sitio- Al menos no tienes que preocuparte por la seguridad, te aseguro que es fantástica.
- Lo siento, linda. -Dice, levantándose los lentes para mirarme- Se me olvidó por completo. Pero lograste llegar, ¿Cómo te fue en el curso?
- Bastante bien, en realidad. -Comento, echando una mirada alrededor- Tengo un proyecto, así que espero no te importe verme tomando fotos cada cinco segundos.
- Para nada. -Voltea una hamburguesa antes de girarse y llamar a Liam- ¡Hey, ven, ayúdame a servir!
- ¿Te ayudo en algo? -Pregunto y el asiente con la cabeza.
- Busca vasos en la cocina, por favor, _______.
Me despego de la baranda y saludo rápidamente a Liam antes de seguir mi camino hacia la cocina. Al menos no he llegado tan tarde, pues la comida apenas se está sirviendo. El día no ha resultado nada mal, ahora que lo pienso. Entro en la sombra del apartamento y me dirijo a la espaciosa cocina, la cual está completamente vacía. Suelto un suspiro, una parte de mi tenía la esperanza de siquiera poder ver a Niall, pero por lo que sé, quizás ni siquiera esté allí. Reviso todos los gabinetes de la cocina en busca de los vasos, pero todo lo que encuentro son ollas, sartenes, platos y utensilios nada de vasos. Cierro el último gabinete del fondo y alzo la mirada, solo hay dos más en la parte de arriba. Abro el primero: Nada. Con el ceño fruncido abro el segundo, encontrándome con una colección de vasos frente a mí. Sonrío para mi misma y estiro el brazo para alcanzarlos, pero están demasiado altos y apenas logro rozarlos con la yema de mis dedos. Me inclino hacia adelante lo más que puedo, estirando mi brazo derecho al límite, estoy a punto de alcanzar el vaso... Una mano se interpone, cogiendo el vaso sin esfuerzo y lo baja, colocandolo frente a mí.
- Llegaste. -Su aliento roza la parte de atrás de mi cuello, haciéndome erizar.
Me quedo completamente quieta, honestamente sorprendida por su repentina aparición. Un segundo antes estaba completamente sola, y, ahora, el cuerpo de Niall está a centímetros del mío, sus brazos a cada lado de mi cadera y su aliento golpeándome el cuello. Es mucho para tomar en un momento. Enfoco mi mirada en el vaso, moviendolo entre mis manos con nerviosismo. Sin embargo, la mano de Niall se mueve, alejando el vaso de mi, una sabia decisión pues probablemente termine tirándolo al suelo. Sus manos pasan a estar en mi cadera, acariciándome con el pulgar sobre la ropa. Literalmente puedo sentir el calor emanando del cuerpo de Niall. Está demasiado cerca, y no puedo reaccionar bien.
- ¿Ésta es tú manera de recibirme? -Pregunto en voz baja, ladeando la cabeza para seguir el rastro de sus manos, que suben y bajan por mi cadera apenas unos centímetros.
- No. -Murmura antes de afianzar su agarre. De un segundo a otro ya no estoy viendo al gabinete de la cocina, sino frente a frente con los ojos más azules que visto en toda mi vida- Es esta.
Y así, como sí nada, sus labios se adueñan de los míos. Es tan repentino, tan rápido, tan de frente, que me sorprendo. Me sorprendo por la decisión en su beso, por la suavidad de sus labios contra los míos, algo que, debo admitir, se siente mucho mejor de lo que imaginé, por su aroma, que me llega gracias a lo cerca que lo tengo. Toma mi rostro entre sus manos, acercándome aún más a él, hundiendo su boca un tanto más en la mía. Mis manos instantáneamente buscan su cabello y enredo mis dedos entre sus mechones rubios, jalándolo hacia mi de forma instintiva. Sonríe entre mis labios cuando siente el jalón por mi parte y de repente los separa, ladeando su cabeza para invadir ahora mi cuello con su boca. Suelto un pequeño grito de sorpresa, aferrándome con fuerza a su camisa, negando suavemente con la cabeza cuando me doy cuenta de lo que estamos haciendo y en donde.
- Nos van a ver. -Logro decir, con el ritmo cardíaco por las nubes gracias a él. Niall sonríe sobre mi piel, sin parar de darme besos por todo el cuello.
- ¿Y? -Susurra, dándome un pequeño mordisco- Lo siento, siento tanto lo que te dije el otro día. -Dice, bajando sus manos por mi cadera.
- Niall... -Le pido, soltando lentamente su camisa, aún cuando va contra mi propia voluntad.
Él se detiene con calma, subiendo su mentón hasta que su nariz roza con la mía. Reprimo una sonrisa al ver que él está tan rojo como yo.
- Supongo que ya no te importa romper la regla de Simon. -Le digo, intentando recuperar el ritmo normal de mi respiración. Niall se ríe bajito, asintiendo con la cabeza antes de depositar un suave beso en mis labios.
- Ni un poco.
"It has been a while since i've look into your eyes"
Suspiro con lentitud, clavando mi mirada al infinito, perdiéndome en mis pensamientos por quinta vez en lo que va del día. No puedo evitarlo, intento concentrarme en lo que está frente a mí, pero termino distrayéndome cada vez más y más, sin poder hacer nada al respecto. No se supone que debe ser así, se supone que debo estar completamente concentrada en la clase que se está dando justo a mi alrededor, pero por más que trato, es inútil; tengo otras cosas en mi cabeza por las que debo preocupar. Aún no logro superar lo que sucedió el día anterior, sencillamente me cuesta creer que de verdad pasó. Nunca lo ví venir, nunca pensé que a Simon le importara tanto la familia en realidad, que solamente tenía miedo de aceptarlo, de regresar después de tanto tiempo. No lo culpo, conozco a mi padre, sé como puede ser, pero el hecho de que esté haciendo un esfuerzo por recuperar la relación que un día tuvo con ellos, realmente me alegra. No puedo evitarlo, tenerlo de regreso en nuestras vidas sería emocionante. Mi familia es pequeña, demasiado, y él es el único tío que tengo, ya que mi madre es hija única, así que tan solo la posibilidad de que pueda visitarnos, hablar con nosotros, salir de su soledad tan atrapante en esa casa gigante, es algo que espero que suceda lo antes posible. Pero no es solo la confesión de Simon lo que tiene mi cabeza enredadas en pensamientos imposibles; es lo que me dijo esta mañana antes de que me fuera.
Cuando me levanté, hace ya varías horas, lo hice temprano, pues tenía que llegar al curso a tiempo, nadie quiere retrasarse en el primer día y mucho menos yo. El punto es que esperé que nadie estuviera despierto, después de todo, para cuando bajé a la cocina, apenas eran las ocho y media de la mañana. Sin embargo, pronto me di cuenta que Simon sí estaba despierto, desayunando por su cuenta en la cocina. Por primera vez en todo el tiempo que llevo aquí, estuvimos en la misma habitación sin pelear, simplemente desayunando. Todo iba perfecto, hasta que me comentó sus planes para el día.
- ¡Tengo que asistir al curso! -Protesté, negando con la cabeza- Sabes que hoy empiezo.
- No te estoy pidiendo que faltes. Puedes venir después que se acabe. -Respondió con calma, encogiéndose de hombros- Pensé que querías hacer algo distinto... Pues esto es.
Repaso las palabras de Simon en mi cabeza, moviéndome suavemente de derecha a izquierda sobre el banquillo en el que estoy. Yo ya tenía todo el día planeado antes de que él dijera nada, y ahora, honestamente no sé que haré. No quiero decepcionarlo y faltar, después de todo, me invitó porque en realidad me quiere allí, porque, tal como dijo "Es algo distinto" y sí que lo es. Además, Niall estará allí, algo que solo me hace dudar más. No lo estoy evitando, él me está evitando a mi. Desde hace ya dos días me está ignorando por completo, y aunque lo intente disimular, es bastante obvio que se debe a la última conversación que tuvimos. Hasta el sol de hoy no sé a que demonios se refería con todo ese tema de "Tú no te mereces ésto" pero al parecer él sí lo sabe, y se lo está tomando muy enserio. No me molestaría que me evitara sino fuera por la última vez que lo ví justo antes de hablar con Simon, tenía los ojos llorosos y su habitación parecía un desastre. Me preocupa y no puedo hacer nada al respecto pues evita verme cuando nos topamos por la casa, no me habla directamente y se pasa la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación, la cual, por más que toco la puerta, no me deja entrar. No puedo evitar preguntarme que le está pasando y porqué, dios, no pide ayuda. Realmente estoy preocupada por él, ¿Pero qué puedo hacer sí no me deja estar con él? ¿Sino me deja ayudarlo? No puedo forzarlo.
- ¿Entendieron? -La voz de Madame Fanny invade el salón, arrastrándome de regreso. Camina de un lado al otro con suavidad, batiendo la bufanda que lleva antes de clavar su mirada en mí- ¿_______?
Fanny es nuestra profesora. Una mujer bajita, de apenas un metro sesenta y cinco, de cuerpo delgado y esbelto y un rostro, que sí bien está tocado por el paso del tiempo, permanece hermoso. Es una mujer mayor que se niega a decirnos su edad verdadera, pues, según ella, la edad no se mide por el número, sino por las experiencias. Su rostro puede tornarse severo, pero el color violeta en su cabello y las ropas sueltas que lleva le suavizan la expresión entera. Es una mujer que sin duda tiene mucho carácter y que muchos allí admiran y aprecian Según se rumorea, es una gran fotógrafa que tuvo su debut en los años cincuenta, en París, reconocida por muchas personas en su tiempo gracias a que solo tomaba fotografías en blanco y negro. Tuvo una excelente carrera hasta que una enfermedad del corazón la debilito y, cuando no pudo viajar más por el mundo, decidió asentarse aquí, en Londres y dar clases en este sitio. Admirable, sin duda.
- ¿Perdón? -Ladeo la cabeza, soltando una maldición interna. No he escuchado nada de lo que dijo- ¿Puede repetirlo, por favor?
- Presta atención, cariño. -Dice en un tono amable al tiempo que señala el pizarrón de acrílico frente a toda la clase- Muy bien, por favor escuchen todos para no tener que decirlo una vez más. Tienen asignado un proyecto final para el curso, es bastante sencillo: Fotografías con un tema. Ya sé, muchos de ustedes pensarán "Bien, mi tema será florar y fotografiaré fotos" No es tan sencillo. -Una sonrisa aparece en su rostro- Sus temas deben tratarse de emociones. Elijan la que más les guste, con la que más se identifiquen y expresenla en su trabajo. Deben tener al menos veintidós fotos tomadas de forma diferente en un álbum etiquetado con el nombre de la emoción que eligieron para el final de las tres semanas. ¿Alguna pregunta?
Madamme Fanny evalúa con la mirada a cada rostro de la clase mientras ésta se sume en silencio, sin responder a la pregunta que flota en el aire. Ladeo la cabeza para ver por el rabillo del ojo a Aly y Max, los cuales no parecen tener ni una duda en su cabeza. Yo, por otro lado, tengo unas cuantas. Levanto mi mano en el aire, esperando no quedar como una total idiota.
- ¿Dime, linda? -Pregunta Fanny, sonriendo ligeramente.
- ¿Las fotos deben tener personas? -Pregunto, enderezándome sobre el banquillo- Ya sabe, como se trata sobre las emociones, ¿Es obligatorio?
- Oh, no, no. Pueden expresar esa emoción con cualquier cosa, no tiene que aparecer una persona en la fotografía necesariamente. -Responde la mujer antes de darle un golpe al suelo con su bastón- ¿Entendieron todos?
Cada persona en el salón asiente con la cabeza en silencio. Madamme Fanny sonríe.
- ¡Pues váyanse la clase ha terminado! -Da otro golpe con su bastón y hace un gesto de despedida con la mano- ¡Nos vemos el miércoles!
Recojo mis cosas, metiendo la pequeña libreta que he traído junto con el bolígrafo negro dentro de mi bolso, dejo la cámara guindando de mi cuello solo por si necesito tomar una foto en cualquier momento. Coloco mi bolso al hombro y me bajo del banquillo con un saltito. Esperaba poder tomar fotos en el primer día, pero mi cámara se va tan vacía como llegó, pues no hicimos más que anotar técnicas de iluminación para principiantes así como practicar la forma correcta de sostener la cámara; algo que he estado haciendo mal por demasiado tiempo. Salgo del salón junto con varias personas más que no conozco y me detengo un par de segundos para ubicar a Aly y Max. Los veo unos pasos más allá en el casillero de Max y corro hacia ellos, deteniéndome apenas un segundo antes de estamparme contra la espalda del chico.
- ¿Y? -Pregunta Aly, sonriendo- ¿Qué te pareció?
- Que algún día podré tomar una foto decente. -Respondo, apoyándome con rostro de derrota en los casilleros- Ni siquiera sabía como se agarraba la cámara...
- Nos dimos cuenta. -Bromea Max, cerrándo con un codazo su casillero. Yo lo fulmino con la mirada- Hey, no te preocupes, estás aquí para aprender, ¿No es cierto?
- Pues sí. -Admito, encogiéndome de hombros- Es solo que me frustro cuando las cosas no salen a la primera.
- Bueno, si de algo te sirve. Ninguno de nosotros sabía como fotografiar cuando llegamos. Eramos pésimos. -Comentó Aly, sonriendo.
- Tú eras pésima, yo no. -Se defiende Max, guardando su cámara dentro del bolso.
- Claro que no.
- ¿No? -Niega con la cabeza y me mira- _______. Aly no sabía ni siquiera como enfocar una cámara, tú al menos sabes.
- ¡Hey, calla!
Aly le pega un pequeño golpe a Max, y éste se hecha hacia atrás, sonriendo Sin que ninguno se de percate sino segundos después, enciendo la cámara y antes de que el momento se me escape de las manos, tomo una foto. Los dos se detienen, mirándome.
- ¿Qué...? -Murmura Aly, intentando arrebatarme la cámara pero yo la apago y niego con la cabeza.
- ¡Cálmense! -Les digo, encogiéndome de hombros- Creo que ya encontré el tema de mi álbum para el proyecto.
- ¿Sobre nosotros? -Dice Max, caminando por el pasillo- Wow, gracias.
- No es sobre ustedes, tonto. -Camino junto a ellos, paseando la mirada por el pasillo- Me refiero a que ya sé cual es la emoción que quiero y como la representaré.
- Yo aún no sé la mía. -Suspira Aly, dando pequeños saltos entre sus pasos a medida que camina- Quizás el odio.
- Tú siempre tan amorosa con el mundo. -Max se detiene cuando alcanzamos la puerta principal del Instituto- Hasta aquí las acompaño, tengo trabajo que hacer en la coordinación. Nos vemos el miércoles, chicas.
- ¡Adios! -Canturreamos Aly y yo al mismo tiempo, despidiéndonos de él.
Abandonamos el Instituto, dejándolo atrás a medida que caminamos calle abajo, hacia la parada del autobús. Reviso rápidamente la hora, dándome cuenta que ya son más de las tres de la tarde y frunzo el ceño: Se me ha pasado la hora. Suelto un suspiro, deteniéndome en media calle. Aly nota que he parado de caminar y se gira, mirándome con la ceja arriba.
- ¿Qué pasa? -Pregunta, ladeando la cabeza- ¿Te encuentras bien?
- No... Bueno, sí. Ah. -Suelto un grito de frustración, mirando nuevamente la hora- ¿Me odiarías mucho si te pido que vengas conmigo a un evento de mi tío?
- ¿El tío que te odiaba pero repentinamente ya no lo hace? -Aly sonríe- Claro, pero, ¿Por qué?
- Sería menos incómodo si tengo a alguien con quien hablar durante todo el rato. -Respondo de inmediato antes de levantar la mano, esperando detener a un taxi.
- ¿A qué te refieres? Oh, se trata de... -Pero el sonido del auto aparcándose la detiene. Yo asiento con la cabeza, abriendo la puerta del taxi.
- Te explico en el camino.
Le indico al taxista la dirección a la que debemos ir, y le pido que por favor valla lo más rápido que puede, pues vamos tarde para la reunión. Apenas tengo tiempo de acomodarme cuando Aly me amenaza con la mirada, esperando que le cuente que rayos está sucediendo; si algo no le gusta, es que le oculten algo. Asiento lentamente y paso las manos por mi rostro, preparándome para contarle todo. Empiezo por decirle el encuentro entre Simon y yo esa mañana, en como yo tenía todo un día planeado cuando él me invitó. Le digo que en realidad yo quería ir a la heladería y luego al centro comercial para comprar cosas y decorar la habitación de forma que luzca un poco más alegre, pero que no pude decirle que no a Simon. El taxi toma una curva, encaminándome por la avenida principal rumbo al norte mientras yo continúo con mi relato. Al terminar, me quedo callada, esperando a que Aly me grite por haberla arrastrado a ese tipo de eventos, sin embargo, la reacción que obtengo es completamente diferente. Mueve su cabello castaño oscuro mientras se ríe sin poder controlarlo.
- Así que me estás llevando a una reunión para celebrar el comienzo del nuevo tour de One Direction, porque no quieres estar sola y tener un momento incómodo con Niall Horan. -Dice entre risas antes de tomar una bocanada de aire, controlándose- ¿Y eso era lo que te preocupa tanto?
- ¡No sabía si te gustaban o no! ¿Y qué si los odiabas? -Le digo, frunciendo el ceño. Ella niega con la cabeza.
- No los odio; apenas y me sé unas canciones de ellos. -Soníe nuevamente, recostándose en el respaldar del asiento- ¿No les importa que vaya, cierto?
- No. -Respondo, más aliviada- Simon me dijo que podía llevar a alguien... Solo no te sorprendas sí apareces mañana en primera plana como la más odiada por la fanbase, o se rumorea que tienes un amorío con uno de los chicos.
- Oh, vaya. -Aly me abraza, soltando una risita- Acabas de hacer mi día mucho más interesante.
- Mierda, casi se me olvida. -Le digo, soltándome de su abrazo para quitarme el bolso- Te compré algo.
- ¿A mi? ¿Es alguna clase de soborno por acompañarte?
- ¿Qué? ¡No! -Saco la bolsa morada de mi bolso y se la entrego- Es un regalo por haberme enseñado el Instituto y así... No es gran cosa, lo compré porqué dijiste que te gustaba leer.
- ¡Harry Potter! -Sus manos destapan el precinto del libro, abriéndolo con cuidado, como sí de un tesoro se tratara- Gracias, ________.
Los siguientes quince minutos de camino los pasamos hablando sobre el proyecto, aunque me cuesta hacer que Aly deje de hablar sobre el libro, lo logro. Ya yo tengo mi emoción escogida, pero no se la pienso decir a nadie por los momentos, quiero que sea una sorpresa, de esa forma nadie me puede presionar. Pero ella, por el contrario, es un caso totalmente diferente. Aly tiene tantas ideas en la cabeza que no sabe cual ejecutar, no tiene ni idea de que emoción escoger, pues, según ella, no se debería limitar a una sola. Repasamos todas las opciones que se nos ocurren, pero ninguna parece gustarle lo suficiente como para decidirse. Para suerte de ambas, el taxi se detiene justo frente a un edificio residencial alto, color negro, con un penhouse en el último piso. Esta es la dirección. Le pago al chófer y me bajo antes de estrangular a Aly por su indecisión Caminamos hacia el imponente edificio sin decir mucho, pues creo que ella, así como yo, está sorprendida de tanto lujo. Saco mi celular para asegurarme de que esa es la dirección que me ha dado Simon y antes de guardarlo le mando un mensaje de texto, dejando saber que he llegado. Pasamos sin problemas al lobby del edificio, que es una área amplía y llena de luz, con piso de mármol blanco y negro y columnas a juego: Todo un desborde de lujo, sin duda. Nos encaminamos hacia el par de ascensores a nuestra derecha, pero, para sorpresa de ambas, dos guardias del tamaño de un tren nos tapan la entrada. Van vestidos con trajes negros, gafas del mismo color y un micrófono conectado a sus oídos. No puedo evitar pensar en que se parecen a los agentes privados que tanto veo en las películas, pues son igual de intimidantes. Nos acercamos lo más que podemos, esperando que se quiten cuando vean que intentamos pasar, pero, al contrario de mis expectativas, uno de los hombres, el más bronceado, estira su mano como señal inconfundible de "Paren". Aly y yo nos detenemos en seco. Aclaro mi garganta, mirando a los dos hombres.
- Disculpen, pero queremos pasar. -Le digo, utilizando el tono más cordial que puedo. El hombre niega con la cabeza.
- Al menos que tenga pase no puede subir, lo siento. -Me dice, cruzándose de brazos.
- No, usted no entiende, tengo permiso de subir. -Respondo, señalando el ascensor- Mi tío nos está esperando allá arriba.
- ¿Tú tío? -El otro gorila disfrazo de traje interrumpe, soltando una carcajada- Esa es buena, primera vez que la escucho.
- ¡Hablo enserio! -Digo a voz de grito- Simon Cowell es mí tio y está allá arriba, esperándonos.
- Claro, por su puesto. -El guardia señala a nuestras espaldas- Por favor salgan del área antes de que tengamos que moverlas a la fuerza.
- ________. Vayámonos .. -Murmura Aly, sin ánimos de meterse en un lío, pero yo niego con la cabeza. Dando un paso hacia adelante.
- ¡Escúchame idiota! Te estoy diciendo la verdad, mi tío está allá arriba y me vas a dejar verlo ya mismo, ¿Entiendes? -Grito, dando otro paso hacia adelante- ¡Nos vas a dejar pasar ya mismo!
Pero cuando doy otro paso hacia adelante, determinada a pasar la barrera de esos dos hombres, el guardia me levanta como sí de una muñeca se tratara. Lo mismo hace el otro hombre con Aly, la cual comienza a gritar al mismo tiempo que yo. Esto es demasiado, es un abuso y no pienso tolerarlo. Empiezo a pegarle puñetazos en la espalda, clamando que me suelte.
- ¡NO PUEDES HACER ESTO IDIOTA! ¿Qué te crees? ¿Qué porqué no soy de One Direction no soy humana? -Grito a todo pulmón- ¡Suéltanos, SUÉLTANOS!
- Wow que... ¡Bájenlas! Es la sobrina de Simon, bájenlas -La voz de Harry nos sorprende a todos, dejándonos helados. El castaño sale del hueco del ascensor con la confusión impresa en su mirada- ¿Qué pasó, _______.?
Espero a que los dos guardias nos bajen tanto a mi como a Aly y me arreglo la blusa con mala cara, fulminando con la mirada al hombre que hace solo segundos me tenía cargada. Puedo notar en la mirada de ambos lo asustados que están, pues ahora saben que sí soy quien digo ser, y que acaban de levantar en el aire sin su permiso a la sobrina de su jefe y su única amiga. Sin embargo, cuando estoy a punto de hablar, Aly se interpone.
- Nada; es solo que nos confundieron con alguien más, eso es todo. -Se adelanta, curvando una sonrisa- ¿Verdad, ________.?
- Sí... Sí, eso es todo. -Concuerdo con ella, aceptando que es lo mejor para todos no incriminar a los guardias.
- Oh vale. -Harry sonríe, despreocupado y presiona el botón del ascensor espera a que este abra las puertas nuevamente y entramos los tres- Simon me mandó a buscarte, se le olvidó darte el pase... Lo que nunca mencionó es que vendrías con alguien.
- Oh, sí. -Murmuro, me he olvidado por completo de presentarlos- Ella es Aly, va conmigo en el curso de fotografía, Aly, él es...
- Harry Styles. -Se presenta, estirando la mano para estrechar la de mi amiga con una de las sonrisas más radiantes que le he visto usar.
Nuevamente enciendo la cámara, apunto rápidamente y tomo una fotografía. Harry alza una ceja, listo para preguntar, pero Aly se adelanta.
- No le preguntes, es para su proyecto. -Responde, mirándolo y yo asiento con la cabeza, agradecida de no tener que explicar porqué tomé una foto tan de repente.
- ¿Proyecto? -Pregunta Harry.
- Ajá, para el curso de fotografía. Es sobre las emociones. -Digo rápidamente antes de preguntarle- ¿Llegamos muy tarde?
- Pues ya anunciamos las fechas, que era lo importante. -Me explica, encogiéndose de hombros- Pero hay comida si quieres.
En ese preciso momento las puertas del ascensor se abren, desembocando en lo que puede ser, quizás, el lugar con mejor vista en donde he estado. Al salir del elevador pasamos al centro de una antesala con ventanales de piso-techo que dan hacia un patio exterior donde se encuentran todas las demás personas. Es un penhouse completamente equipado, por lo que puedo ver, con muebles lujosos, una chimenea en el medio, una escalera en forma de caracol que da hacia el segundo piso del apartamento, una piscina pequeña en todo el centro del patio exterior, un área para cocinar al aire libre y una cocina realmente hermosa adentro. Ambas seguimos a Harry a través del patio, él y Aly se encuentran hablando de algo que no llego a escuchar muy bien, pues estoy concentrada en tratar de ubicar a Niall, pero no lo encuentro. Zayn y Liam están sentados en unos de los asientos cerca de la piscina, Louis se encuentra hablando por celular al otro extremo y Simon está junto a la parrilla exterior, encargándose de cocinar. Dejo a Aly con Harry, pues no quiero interrumpir su conversación y me acerco a saludar a mi tío.
- Te odio, ¿Sabes? -Le digo a forma de saludo, abrazándolo de todas formas. El frunce el ceño.
- ¿Ahora por qué? -Pregunta, dándole vuelta a una de las hamburguesas sobre el fuego.
- Por no haberme dado un pase. -Respondo distraídamente apoyándome contra el barandal del sitio- Al menos no tienes que preocuparte por la seguridad, te aseguro que es fantástica.
- Lo siento, linda. -Dice, levantándose los lentes para mirarme- Se me olvidó por completo. Pero lograste llegar, ¿Cómo te fue en el curso?
- Bastante bien, en realidad. -Comento, echando una mirada alrededor- Tengo un proyecto, así que espero no te importe verme tomando fotos cada cinco segundos.
- Para nada. -Voltea una hamburguesa antes de girarse y llamar a Liam- ¡Hey, ven, ayúdame a servir!
- ¿Te ayudo en algo? -Pregunto y el asiente con la cabeza.
- Busca vasos en la cocina, por favor, _______.
Me despego de la baranda y saludo rápidamente a Liam antes de seguir mi camino hacia la cocina. Al menos no he llegado tan tarde, pues la comida apenas se está sirviendo. El día no ha resultado nada mal, ahora que lo pienso. Entro en la sombra del apartamento y me dirijo a la espaciosa cocina, la cual está completamente vacía. Suelto un suspiro, una parte de mi tenía la esperanza de siquiera poder ver a Niall, pero por lo que sé, quizás ni siquiera esté allí. Reviso todos los gabinetes de la cocina en busca de los vasos, pero todo lo que encuentro son ollas, sartenes, platos y utensilios nada de vasos. Cierro el último gabinete del fondo y alzo la mirada, solo hay dos más en la parte de arriba. Abro el primero: Nada. Con el ceño fruncido abro el segundo, encontrándome con una colección de vasos frente a mí. Sonrío para mi misma y estiro el brazo para alcanzarlos, pero están demasiado altos y apenas logro rozarlos con la yema de mis dedos. Me inclino hacia adelante lo más que puedo, estirando mi brazo derecho al límite, estoy a punto de alcanzar el vaso... Una mano se interpone, cogiendo el vaso sin esfuerzo y lo baja, colocandolo frente a mí.
- Llegaste. -Su aliento roza la parte de atrás de mi cuello, haciéndome erizar.
Me quedo completamente quieta, honestamente sorprendida por su repentina aparición. Un segundo antes estaba completamente sola, y, ahora, el cuerpo de Niall está a centímetros del mío, sus brazos a cada lado de mi cadera y su aliento golpeándome el cuello. Es mucho para tomar en un momento. Enfoco mi mirada en el vaso, moviendolo entre mis manos con nerviosismo. Sin embargo, la mano de Niall se mueve, alejando el vaso de mi, una sabia decisión pues probablemente termine tirándolo al suelo. Sus manos pasan a estar en mi cadera, acariciándome con el pulgar sobre la ropa. Literalmente puedo sentir el calor emanando del cuerpo de Niall. Está demasiado cerca, y no puedo reaccionar bien.
- ¿Ésta es tú manera de recibirme? -Pregunto en voz baja, ladeando la cabeza para seguir el rastro de sus manos, que suben y bajan por mi cadera apenas unos centímetros.
- No. -Murmura antes de afianzar su agarre. De un segundo a otro ya no estoy viendo al gabinete de la cocina, sino frente a frente con los ojos más azules que visto en toda mi vida- Es esta.
Y así, como sí nada, sus labios se adueñan de los míos. Es tan repentino, tan rápido, tan de frente, que me sorprendo. Me sorprendo por la decisión en su beso, por la suavidad de sus labios contra los míos, algo que, debo admitir, se siente mucho mejor de lo que imaginé, por su aroma, que me llega gracias a lo cerca que lo tengo. Toma mi rostro entre sus manos, acercándome aún más a él, hundiendo su boca un tanto más en la mía. Mis manos instantáneamente buscan su cabello y enredo mis dedos entre sus mechones rubios, jalándolo hacia mi de forma instintiva. Sonríe entre mis labios cuando siente el jalón por mi parte y de repente los separa, ladeando su cabeza para invadir ahora mi cuello con su boca. Suelto un pequeño grito de sorpresa, aferrándome con fuerza a su camisa, negando suavemente con la cabeza cuando me doy cuenta de lo que estamos haciendo y en donde.
- Nos van a ver. -Logro decir, con el ritmo cardíaco por las nubes gracias a él. Niall sonríe sobre mi piel, sin parar de darme besos por todo el cuello.
- ¿Y? -Susurra, dándome un pequeño mordisco- Lo siento, siento tanto lo que te dije el otro día. -Dice, bajando sus manos por mi cadera.
- Niall... -Le pido, soltando lentamente su camisa, aún cuando va contra mi propia voluntad.
Él se detiene con calma, subiendo su mentón hasta que su nariz roza con la mía. Reprimo una sonrisa al ver que él está tan rojo como yo.
- Supongo que ya no te importa romper la regla de Simon. -Le digo, intentando recuperar el ritmo normal de mi respiración. Niall se ríe bajito, asintiendo con la cabeza antes de depositar un suave beso en mis labios.
- Ni un poco.
Letswalkinthesun
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
ajasdnidiehd se besaron !!!!!
Omg,casi me da un ataque cuando lo lei.
Ella buscandolo y el recibiendola asi.
Al diablo las reglas de Simon,si es Niall nada importa.
Aww la rayita y tio S,estan mejorando su relacion.
Mori de risa cuando los de seguridad las cargaron para sacarlas del evento,que bueno que super Harrry llego al rescate.Ummmm Hazza y Ali,se llevaron muy bien,eso esta un poquito sospechoso.
En fin ame el cap.
Besus Isy.
prettygirl
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
My Gash. Oh mi Dios ¡Se besaroooooooooooooooon! no me digas. I' cant. Niall recibeme así ¡joder! Stef, RE-AMEEEEEEE. el capitulo, hay dios, me quiero casar con el. Me moría de risa con lo de los guardias, y Hazza y Aly, picarones. Todo fue perfecto*.* me encanto. ¡Tenes que seguirla! -.- ¡Beso!
Invitado
Invitado
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
¡Hooola chicas! Espero que estén de mavarilla el día de hoy<3. Yo mi parte estoy nerviosa porque recién me inscribí en la universidad ajshsjs :D. Muchas gracias por leer y haber sido pacientes, i love u guys<3.
Subiré el siguiente cap en unos minutos!
--------------------.
JAHSJSH ahhh, lo sé, hasta yo fangirlie en esa parte cuando se besaron, ains *-*.
Que bueno que te halla gustado el capítulo, en serio, muchas gracias por leer<3. Besos n_n.
---------------.
Niall, recibeme a mi también así *cof cof* Jhajsh, creo que a ninguna nos molesteria que Niall James Horan nos recibiera al llegar a la casa de esa forma, dios, que hermoso que es<3. ¡Muuuchas gracias! Que bueno que te gusto este cap también, eres un amour<3.
Subiré el siguiente cap en unos minutos!
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JAHSJSH ahhh, lo sé, hasta yo fangirlie en esa parte cuando se besaron, ains *-*.
Que bueno que te halla gustado el capítulo, en serio, muchas gracias por leer<3. Besos n_n.
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Niall, recibeme a mi también así *cof cof* Jhajsh, creo que a ninguna nos molesteria que Niall James Horan nos recibiera al llegar a la casa de esa forma, dios, que hermoso que es<3. ¡Muuuchas gracias! Que bueno que te gusto este cap también, eres un amour<3.
Letswalkinthesun
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
Capitulo 10.
La voz de la entrevistadora llena el set de filmación, sobrepasando incluso a los gritos provenientes de las fans fuera de la locación, algo que es sorprendente, pues afuera hay, al menos, unas doscientas personas aglomeradas contra el vidrio de protección que da hacia la calle. Es impresionante cuantas chicas se encuentran allá afuera, considerando que el día es lluvioso y lleno de un viento frío, aunque eso no parece importarles a ninguna de ellas en lo absoluto. Siguen allí, paradas sin intención de moverse ni un solo centímetro sosteniendo montones de carteles en el aire, algunos que alcanzo a leer y otros que no pues el agua se ha llevado la mejor parte de los mismos. Paseo mi mirada por el rostro de todas esas chicas, intentando descifrar que debe estar pasando por su mente ahora mismo, después de todo, tienen a las cinco personas que más aman frente a ellas. Una que otra chica se encuentra llorando, las demás, sencillamente gritan cosas que ninguno de los chicos escucha, pues todos ellos tienen micrófonos especiales para tapar el ruido y concentrarse solo en la voz de la entrevistadora. No puedo evitar sentir una sensación de pesadez dentro de mi pecho cuando me doy cuenta lo mucho que ellos cinco significan para cada una de esas chicas allá afuera, y lo poco que ellos las conocen. Después de todo, son ellas las que están afuera a la intemperie y ellos aquí adentro, donde todo está calientito y dispuesto solo para sus comodidades. Ellos no lo saben, porque están del otro lado, pero yo sí. Ellos dicen entenderlo, pero en realidad no saben lo difícil que es ser una fan. No han pasado por eso, no tienen la necesidad. Sí quieren conocer a uno de sus artistas favoritos todo lo que tienen que hacer es asistir a uno de los muchos eventos de premios y listo, o sencillamente mencionar que los quieren conocer y los tendrán a la palma de la mano. Pero una fan como esas que están justo fuera del set de filmación en el estudio, no. Ninguno de ellos tiene ni idea de lo difícil que es siquiera acercarse para verlos de cerca, o comprar un ticket para sus conciertos, pues la mayoría de sus fans no son millonarias para poder costearlo; no saben lo que es estar en Twitter por horas, esperando a que se conecten para obtener aunque sea un tweet de ellos, y lo mucho que significa para la persona que lo obtuvo. Es difícil porque mientras tú conoces todo de ellos, ellos no saben nada de tí. Esa es la parte que ninguno de los cinco chicos que están sentados cómodamente en el sofá frente termina de entender completamente y que quizás nunca lleguen a hacerlo, sencillamente porque no han pasado por eso. No los hace malas personas ni mucho menos, es solo que, cuando logras ver la diferencia entre ambos lados y lo realmente extraño que es toda esa situación te das cuenta de una cosa: One Direction no existiría si ninguna de ellas se diera el tiempo para dedicárselos Es raro, pero ahora que lo pienso, es cierto. Si las fans no estuvieran constantemente votando por ellos, comprando sus cd's, su mercancía rogándole a sus padres para que compren los tikets a sus conciertos y pidiéndoles para que las lleven a donde ellos estarán, One Direction no sería más que cinco chicos increíblemente talentosos que nunca llegaron a la fama... Quizás se den cuenta, quizás no, pero le deben mucho a todas y cada una de sus fans.
- Se corre el rumor de que ya tienen fechas para el nuevo tour, ¿Es eso cierto? -Pregunta la entrevistadora, inclinándose ligeramente hacia adelante- Porqué conozco a muchas que nos gustaría saber cuando serán los conciertos.
Aparto la mirada del vidrio que da hacia la calle, pero no sin antes tomar un par de fotos. Últimamente no me quito la cámara de encima, la llevo a todas partes conmigo. Es la forma más fácil que se me ha ocurrido de empezar mi proyecto, no puedo planear las fotografías que saldrán, así que sencillamente espero a que un momento digno de una foto pase delante de mí y entonces lo congelo para siempre con el lente de mi cámara. Al principio me costó acostumbrarme al constante peso de la misma colgando de mi cuello, pero ahora es como una parte más de mí, como una extensión de mi cuerpo. Me acomodo en el pedazo de piso en el que estoy sentada, apoyada a la pared, con las piernas extendidas a cada lado, dejando un espacio en el medio donde he colocado mis cuadernos abiertos, mi celular y una botella de agua a medio tomar. Es cierto que la relación entre Simon y yo ha mejorado increíblemente en pocos días y ahora insiste en llevarme con él a cada reunión que se le presenta, pues, y cito sus palabras: "Es algo que poca gente llega a hacer" y estoy totalmente de acuerdo con él. No todas las personas de mi edad pueden decir que han estado en la vida interna de One Direction; que los han visto subirse a una camioneta a las seis de la mañana, completamente adormilados, o que han ido a almorzar con ellos; además, he aprendido mucho sobre el trabajo de Simon, no solo se basa en manejar la carrera de ellos cinco, sino de apoyarlos, estar ahí para ellos, son más como una familia que como un trabajo, y eso es algo que no muchas personas saben. Pero sí bien dejo que Simon me arrastre a cuanto asunto se presenta con ellos, eso no significa que he dejado mi propia vida a un lado. No he dejado de asistir al curso de fotografía, solo que ahora se hace un poco más difícil mantener el paso. Apenas tengo tiempo de asistir a la clase, compartir unos minutos con Aly y Max antes de salir disparada de regreso a la casa justo segundos antes de tener que subirme a una camioneta con Simon y dirigirme a otro lado distinto. Mis días dejaron de ser tranquilos y extremadamente aburridos para ser movidos e interesantes. Así que, intentando cumplir con el curso de fotografía y a la vez con Simon, me encuentro estirada en el piso, tratando de terminar la asignación pendiente para el siguiente día, pues sí bien tengo que acompañar a Simon y a los chicos, no significa que no me botarán del curso si no cumplo con las respectivas tareas. Mordisqueo el lápiz suavemente antes de bajarlo y anotar un par de cosas sobre las técnicas de iluminación en las fotografías exteriores, aún me falta mucho para terminar la parte teórica de la asignación, pero al menos ya he terminado con la práctica, que consistía en tomar fotos de un objeto inanimado con al menos tres métodos diferentes de iluminación.
- ¿Aún no terminas con eso?
La voz de Simon me distrae y aparto la vista de mi cuaderno para fijarla en el. Niego con la cabeza, suspirando.
- Me faltan dos páginas aún. -Respondo, estrujándome el rostro con las manos- No sabía que había tanta historia detrás de la iluminación.
- No sé mucho de fotografía, ________. Pero te puedo dar un pequeño consejo. -Dice, alzando ambas cejas. Ahora sí tiene mi atención.
- ¿Cómo qué? -Pregunto, fijando mi mirada en él.
- Tomate un respiro. -Ladea su cabeza, señalando la puerta a nuestras espaldas- Llevas todo el día en eso, y sé por experiencia que debes tomarte al menos diez minutos de descanso.
- Simon, no puedo, tengo que terminar esto para mañana... -Empiezo, pero el niega levemente con la cabeza.
- Es solo un consejo, tú decides si tomarlo o no. -Murmura en voz baja- `Solo en caso de que decidas seguirlo, hay una cafetería en el segundo piso.
Simon se aleja así como si nada y yo clavo la mirada en mi pequeño cuaderno con estampado de cebra rosado y letras desordenadas en la portada. Es cierto lo que dice, no me he apartado de este mañoso cuaderno practicamente desde que me levanté y probablemente debo estar recalentando mi cerebro. Paso las manos por mi cabello despeinando, echándolo hacia atrás en un suspiro, y sin saber porqué, desvio mi mirada hacia los chicos. Aún siguen hablando sobre las fechas del tour y como éste será más maduro y especial que los anteriores. Paseo mi mirada desde Zayn, pasando por Liam, Harry y Louis hasta detenerla en Niall. Una sonrisa se escapa de mis labios al verlo. Luce feliz, honestamente feliz allí dond está, hablando de lo que le gusta hacer con sus cuatro mejores amigos. Al parecer mi mirada le hace peso, pues voltea casí imperceptiblemente y encuentra mis ojos entre las demás personas de la habitación. Alza una ceja, como preguntandome que pasa. Claro, debe de notar mi cara de cansancio y frustración. Niego con la cabeza y sonrío un poco más, señalándo con el pulgar hacia la puerta y en silencio muevo los labios para articular "Ya regreso". Niall asiente levemente con la cabeza antes de regresar la mirada a la entrevistadora.
Cierro mi cuaderno sin el más mínimo cuidado, guardo todo en el bolso menos el dinero y mi celular y lo dejo con lo demás acurrucado contra la pared, después de todo, sé que nadie se lo llevará. Salgo sin hacer mucho ruido, escuchando aún la voz de Zayn antes de cerrar la puerta y enfrentar el solitario pasillo; al parecer, no hay muchas personas a las cinco de la tarde en el estudio. Disfruto del repentino silencio a medida que avanzo por el pasillo en dirección al único elevador del todo el pequeño edificio de los cuatro que conforman todos los set de la cadena televisiva. Debe ser agradable, saber que todos o la mayoría de los que están aquí se sienten orgullosos de tenerte en su programa e entrevistarte Marco el segundo piso y me recuesto en la pared del ascensor a medida que este sube, no lo había notado, pero realmente tengo sueño. No pude dormir nada la noche anterior pues estuve leyendo hasta las cuatro de la mañana y cuando por fín decidí irme a la cama, no pude atrapar ni un pedazo de sueño. Cuando dieron las cinco de la mañana me dí por vencida y me levanté. A la final, terminé recibiendo el amanecer por mi cuenta, sentada en el balcón de mi habitación con los pies colgando fuera de las vigas de la reja. En conclusión: Todo el sueño que no pude tener anoche, se esta apoderando de mí en estos momentos, pero no puedo dormir, necesito mantenerme despierta hasta terminar la tarea del instituto e imprimir las fotos que tomado para mañana. Entro con ese pensamiento a la pequeña y bonita cafetería en medio del pasillo del segundo piso, rodeada de mesitas color naranja y una puerta que da hacia una terraza.
- Buenas tardes, ¿Qué desea?
- Un frapuchinno y... -Paseo rápidamente la mirada, buscando algo que llamara mi atención- Un pedazo de pastel de chocolate, por favor.
- ¿Para llevar o para comer aquí? -Pregunta el chico.
- Para llevar. -El dice el precio de todo y le pago antes de recibir todo en una bolsa- Gracias.
Tomo un sorbo de café y empujo la puerta que da hacia el exterior. El viento frío de Londres a las cinco de la tarde me pega de lleno en el rostro, algo que, junto con la cafeína, logra despejarme momentáneamente Avanzo hasta el barandal bastante alto de la terraza y me detengo con una mano colocada sobre el mismo. Estoy dos pisos más arriba de donde está teniendo lugar la entrevista, pero aún así los gritos de las fans se escuchan claramente desde donde estoy. Sonrío al instante al leer un pequeño cartel de una chica casi al final de la multitud, un cartel bastante grande color rosa chillón con letras negras que dictan: "Ustedes cambiaron mi vida" Sin dudarlo un segundo, apunto la cámara lo más rápido que puedo, enfoco y le tomo una foto. No sé si ellos tengan tiempo de pararse a firmar autógrafos hoy, así que, solo por sí acaso, fotografío todos los carteles que alcanzo a ver desde donde estoy, para poder mostrárselos después. Es la única manera que tengo de asegurarme de que esos cinco sepan lo mucho que los aman. Los minutos pasan de largo sin que me de cuenta y pronto mi café se acaba y yo he tomado al menos unas cincuenta fotos diferentes. Apago la cámara y boto el vaso vacío en la basura antes de devolverme sobre mis pasos. Tomo el ascensor de regreso al primer piso con un aire de calma dentro de mí. Quizás es gracias a la cafeína, no lo sé, pero el consejo de Simon realmente me ha ayudado. Ya no me siento frustrada por tener que terminar las dos páginas restantes de la tarea, ni tampoco abrumada por la cantidad de cosas que tuve que escribir durante todo el día. No sé como lo hace, pero parece tener la solución para casi todo. Salgo al pasillo de regreso a la entrevista, pero me detengo a la mitad, viéndolos a todos salir del set. Cuando me doy cuenta que es obvio que la entrevista ha terminado me apresuro a entrar de regreso para sacar mi bolso de allí, lo último que necesito es perder mi cuaderno y verme obligada a empezar desde cero, sin embargo, la mano de Simon me detiene unos pasos antes de alcanzar la puerta.
- No, no, suéltame, dejé mi bolso allí adentro con toda mi tarea y apuntes...
- Aquí ésta. -Dice, entregándome mi pequeño bolso- Te dije que tomaras un respiro, no que olvidaras todo.
- Déjame -Reclamo, guindandome el bolso el hombro antes de seguirlo por el pasillo.
Simon y yo caminamos detrás de los chicos, los cuales parecen estar en su propio mundo, sin siquiera percatarse de los guardias que los guían tanto a ellos como a nosotros a través del pasillo. Espero que doblemos a la derecha para salir por la puerta principal y que los chicos firmen autógrafos a las fans fuera del estudio, pero, para mi sorpresa, tomamos el camino contrario, bajando por el pasillo hacia la izquierda. Volteo a ver a Simon, esperando que reclame y diga que debemos salir por el otro lado, pero al parecer a ninguno le sorprende o le importa que nos estamos dirigiendo a la puerta trasera, donde ya nos esperan varias camionetas negras. Apenas escucho el "Adiós, ______." proveniente de Liam que se sube a uno de los vehículos junto con Zayn. Sigo atónita cuando Simon me jala por el brazo, diciéndome que me suba la bendita camioneta de una vez, pues somos los únicos que quedan en el aparcamiento, todos los demás ya se han subido a sus respectivos transportes. Levanto la mirada, fulminándolo.
- ¿Sabes cuantas fans hay allá afuera? -Digo entre dientes.
Simon frunce el ceño, sin saber a que demonios me refiero. Niall se acerca a nosotros viéndonos completamente confundido.
- ¿Perdón? -Simon niega con la cabeza y me señala la puerta- Entra ya, _______.
- ¿Y Tú? -Me giro hacia Niall, echando fuego con la mirada- ¿Tienes idea de cuantas fans hay allá afuera? ¿Alguno de ustedes la tiene? ¡Por qué no parece! Hay al menos doscientas chicas que estuvieron todo el tiempo bajo la lluvia esperando por verlos y ustedes se van a ir así como así ¡No es justo!
- ________. Sube al auto, por favor. -Niall se acerca para abrir la puerta y ladea la cabeza.
- ¿Qué? ¡No! -Niego con la cabeza- ¡Tienen que verlas! ¡No puedes irte así como así! ¡Niall...!
Pero así, sin más, pasa a un costado mío y se sube él a la camioneta, acomodándose en el asiento. Simon parece estar de acuerdo con su decisión y se sube al asiento del copiloto, dejándome parada sola en el aparcamiento.
- Te explico si te subes, sino, no. -Dice Niall, encogiéndose de hombros.
Suelto una maldición y me subo a la camioneta de mala gana, cerrando la puerta de un sopetón a propósito El vehículo avanza en lo que yo me acomodo, toma la rampa del estacionamiento y sube a la calle, tomando por la derecha, al contrario del aglomerado de fans que ya empieza a dispersarse. Estoy realmente molesta, más de lo que debería probablemente, pero no me importa. Es increíble como ni siquiera se tomaron un tiempo para dar autógrafos para si quiera ver a las fans cara a cara. Sigo con la mirada fija en el asiento de cuero cuando Niall presiona un botón y el vidrio que separa la parte delantera de la trasera en la camioneta se acciona, subiendo.
- A ver, mírame -Me pide con voz baja, y estira su mano, pero yo me hecho a un lado, pegándome a la puerta- Oh, vamos, _______. Mírame.
- ¿Por qué? -Pregunto- Tú ni siquiera miraste a esas fans, como sí no existieran...
- Claro que existen. Dios, hay tanto que no sabes. -Se acerca hacia mí, mirándome- No siempre se nos permite detenernos a interactuar con las fans; no es decisión mía, ni de los chicos o Simon, es cuestión del contrato con seguridad. Créeme que para nosotros no hay nada más importante que todas y cada una de ellas, pero por más que intentamos, no siempre nos dejan acercarnos.
- Es absurdo, le deben todo a ellas. -Le digo, por fin viéndolo y, sin ganas ni fuerzas de pelear, recuesto mi cabeza en su pecho- ¿Lo sabes, verdad?
- Todos nosotros lo sabemos. No estaríamos en ningún lado sin ellas. -Murmura, apoyando su barbilla en mi frente. Yo suelto un suspiro.
- Toma. -Me saco la cámara del cuello y se la paso- Las tomé cuando subí a la cafetería, pensé que te gustaría verlas, ah y esto... -Le entrego la bolsa con el pedazo de pastel de chocolate- Agradecerme después.
Niall suelta una risa que invade toda la parte trasera del auto y se dispone a ver todas las fotografías del grupo de fans fuera del edificio que logré tomar. Subo mi mirada para captar su reacción y al instante siento un cálido calor invadirme el pecho: Su mirada se ilumina al instante, como por arte de magia y entonces lo entiendo. Él realmente sí las quiere. Sí sabe lo afortunado que es de estar donde está y que todo se los debe no solo a ese grupo de chicas, sino a todas las fans en general. Niall realmente lo entiende, y se nota en su mirada. Sus ojos azules escrutan las fotos, curvando una sonrisa más y más ancha a medida que avanza. Después de unos minutos, me regresa la cámara.
- El cartel... -Empieza, pero su voz se quiebra.
- ¿El rosado?
- Sí. -Asiente con la cabeza, sonriendo- Por ese tipo de cosas es que sigo vivo hoy en día. -Se voltea hacia a mí y sin previo aviso, planta un beso en mis labios- Gracias por tomarlas.
- De nada. -Sonrío levemente y vuelvo a recostar mi cabeza en su pecho, sin importarme si el vidrio llega a bajarse en cualquier momento y Simon nos ve.
- Tienes un rostro de cansancio que se nota a kilómetros, _______. ¿Te pasa algo? -Murmura Niall, acariciando mi cabello.
- No; es solo que anoche no dormí nada y hoy estoy pagando el precio. -Digo, soltando un bostezo. El suelta una risa.
- Sé lo que se siente. -Murmura antes de acercar su labio a mi oreja- ¿Qué te parece si cuando lleguemos a la casa buscamos un lugar para descansar un rato los dos?
- ¿Descansar? ¿Donde?
- No lo sé, ¿En mi habitación? -Suelto una risa al escucharlo y niego con la cabeza.
- Niall, lo último que haríamos si entro allí es descansar, no me mientas. -Le digo, soltando otro bostezo. El niega con la cabeza.
- Es en serio, no haré más que cantarte hasta que te duermas; lo prometo. -Dice antes de agregar en un suave susurro:- Solo quiero estar contigo.
Veinte minutos después, la camioneta se detiene justo en la entrada de la casa de Simon. Ni Niall ni yo dijimos una palabra más el resto del viaje, sencillamente porque ya se hacía misterioso que lleváramos tanto tiempo con el vidrio arriba y tuvimos que bajarlo nuevamente; no importaba, de todas formas, estaría a solas con él en solo minutos. Nos bajamos de la camioneta y yo, sacando a relucir la actriz inexperta que llevo por dentro, camino con paso tambaleante hasta la puerta de entrada, asegurándome de que Simon me vea y lo logro, pues justo antes de entrar, me mira.
- ¿Te pasa algo? -Pregunta, entrando al fresco interior de la casa. Yo asiento con la cabeza.
- Me caigo del sueño. -Respondo, soltando un largo y profundo bostezo- Voy a dormir hasta mañana, no me despierten ni me molesten, ¿Sí?
- Que duermas bien, entonces. -Me dice Simon, siguiendo de largo hacia la cocina.
- Yo iré a comer algo y luego a dormir, también estoy exhausto Simon. -Comenta Niall, caminando junto con él hacia la cocina.
Espero a que ambos abandonen la sala y subo corriendo las escaleras hasta el segundo piso. Me detengo en el rellano y doblo hacia la derecha. Entro en mi habitación y busco bajo mi cama el pequeño regalo azul que no he tenido tiempo de entregarle a Niall antes de salir sin siquiera cambiarme de ropa, pues ni para eso tengo fuerzas en mi cuerpo. Salgo de mi habitación y entro en la de él con la intención de sentarme en la cama y esperar a que subiera, pero lo que me encuentro frente a mí es suficiente para despertarme de un tirón.
En esencia, la habitación de Niall es una réplica de la mía. Las mismas paredes blancas, la misma cama tamaño king en el medio, un balcón con vista al jardín, muebles de madera clara y un baño propio, sin embargo, el aura que rodea la habitación del rubio era totalmente distinta a la mía. Hay revistas tiradas por todo el piso, recortes de periódicos apilados junto a la cama y montones de artículos de diferentes fuentes regados por toda la habitación. Me quedo pasmada, debatiéndome entre la idea de regresar a mi habitación, o acercarme y leer alguna de las paginas arrugadas en el suelo. La visión de Niall llorando hace ya varios días invade mi cabeza, dejándome fría. Aquel día, cuando lo vi llorar, su habitación lucía exactamente igual. Suelto un largo suspiro y con la mano libre, me agacho para recoger uno de los artículos sacados de una revista del suelo. El titular es tan agresivo que me hiere ligeramente.
Dejo caer el papel y recojo otro. Esta vez son dos páginas completas sobre él en una revista reconocida en Londres, con el título "El duende irlandés que se perdió en el arcoirís" el artículo es bastante parecido al que acabo de dejar, un rumor tras otro sobre el supuesto comportamiento errático de Niall en los últimos meses y a qué se deben. Suelto el pedazo de papel y agarro el de un periódico Me encuentro con una foto de él abandonando un club con dos chicas a su lado, tapándose el rostro con la playera. El titulo de éste me deja aún más atónita "Integrante de One Direction sale por un poco más de diversión" no pudo evitar sentir asco al leer como lo describen, tachándolo de mujeriego, grosero e incluso vulgar. Por cada lado que miro, es más de lo mismo. Más artículos sobre Niall, sobre su mala conducta, sobre como lo juzgan sin saber quien es. Me duele darme cuenta de que él está soportando todo esto solo, sin ayuda, y se está autodestruyendo poco a poco. Se ha encerrado en este mundo de negatividad, de farándula destructiva que no hace más que dañarlo y está luchando por su cuenta por no derrumbarse. Me pregunto como debe sentirse; como debe ser ver todo esto, todo lo que la gente escribe sin saber nada de tí y tener que soportarlo por tu cuenta, sin poder hacer nada para cambiar lo que ya está escrito. Tiro el papel a lo lejos y paseo la mirada por el resto de la habitación. Solo una revista me llama la atención. Es extranjera la reconozco pues la he visto en mi país y sé que no es de Londres, la levanto del suelo y en seguida leo el título sobre la foto: "Niall Horan, ¿En malos pasos?" Bajo la mirada a la foto y la sorpresa que me llevo es aún mayor. Allí esta, frente a mis ojos, la misma foto de aquel misterioso edificio en ruinas y Niall saliendo de la puerta principal del mismo. La misma foto que pasaron en ese molesto programa de entrevistas en Tele4 hace ya varias semanas; la misma foto que puso tan sensible y de mal humor a Niall.
- No... No es lo que parece. -La voz de Niall me distrae, y sin querer, dejo que la pagina que sostenía entre mis manos se resbale- ______. Te juro que no...
- No me tienes que explicar. -Me giro para poder verlo y me acerco un par de pasos hacia él- Sé que ese chico que describen en las revistas no eres tú.
- Te lo diré todo, de verdad, pero es que hoy no, no es el momento, no puedo... -Continúa pero yo niego con la cabeza y estiro la bolsa de regalo azul.
- Toma, ábrelo. -Lo interrumpo, curvando una pequeña sonrisa.
- ¿Qué?
- Esto, es para ií, ábrelo ¿Quieres? -Le digo, depositando la pequeña bolsa en sus manos. El la sostiene, evaluándola con ojos curiosos- ¡Ábrela!
Niall se detiene para mirarme con el ceño fruncido, como sí nunca antes nadie le hubiera dado un regalo y se encoge de hombros. Abre la bolsa, rompiendo el pequeño recinto que la mantenía cerrada y hunde la mano, sacando el primer libro de Harry Potter de la bolsita. Sus ojos azul cielo se fijan en el regalo, aún con el ceño fruncido.
- ¿Harry Potter? -Pregunta, completamente confundido. Yo asiento con la cabeza, acercándome un poco más.
- Te lo regalé por dos razones. -Le explico, señalando el libro- Razón numero uno; es mi libro favorito. Razón numero dos... Lo compré porqué tú y Harry Potter tienen mucho en común.
- ¿Qué...? _______., te has vuelto loca. -Dice, sin entender- Yo no soy mago, no tengo una varita que haga levitar cosas, no voy a Hogwarts...
- No es eso, idiota. -Niego con la cabeza y le quito el libro de las manos, colocándoselo justo frente a él- Harry Potter también es famoso. Es un niño que ya era conocido por todo el mundo mágico incluso antes de que supiera hablar. Era famoso antes de caminar; algunas personas lo amaban, pero otras no... Él tuvo que lidiar con personas que creían conocerlo, pero no sabían nada de él. Con personas que escribían sobre él, sin saber su verdadero ser... -Bajo el libro, entregándoselo de nuevo con una pequeña sonrisa en mis labios- Quizás yo no entienda lo que es pasar por todo lo que tú pasas, pero se me ocurrió, por más tonto que suene... Qué si alguien podía entenderte, es Harry Potter.
Niall sostiene el libro unos segundos entre sus manos antes de dejarlo sobre la repisa junto a él y se acerca a mi, llevando sus manos hasta mi rostro.
- Lo que acabas de hacer, es la cosa más hermosa que alguien ha hecho nunca por mí. -Dice con ese tono ronco mezcla del cansancio, la emoción y la pasión en sus ojos- Gracias. -Entonces, sus labios se apoderan de los mios por unos lentos y suaves segundos.
- ¿Puedes cumplir tu palabra y cantarme hasta dormir ahora? -Murmuro a punto de caer dormida frente a él. Él sonríe y me toma de la mano.
- Esperaba a que lo dijeras.
"All i've ever wanted was to break your walls"
La voz de la entrevistadora llena el set de filmación, sobrepasando incluso a los gritos provenientes de las fans fuera de la locación, algo que es sorprendente, pues afuera hay, al menos, unas doscientas personas aglomeradas contra el vidrio de protección que da hacia la calle. Es impresionante cuantas chicas se encuentran allá afuera, considerando que el día es lluvioso y lleno de un viento frío, aunque eso no parece importarles a ninguna de ellas en lo absoluto. Siguen allí, paradas sin intención de moverse ni un solo centímetro sosteniendo montones de carteles en el aire, algunos que alcanzo a leer y otros que no pues el agua se ha llevado la mejor parte de los mismos. Paseo mi mirada por el rostro de todas esas chicas, intentando descifrar que debe estar pasando por su mente ahora mismo, después de todo, tienen a las cinco personas que más aman frente a ellas. Una que otra chica se encuentra llorando, las demás, sencillamente gritan cosas que ninguno de los chicos escucha, pues todos ellos tienen micrófonos especiales para tapar el ruido y concentrarse solo en la voz de la entrevistadora. No puedo evitar sentir una sensación de pesadez dentro de mi pecho cuando me doy cuenta lo mucho que ellos cinco significan para cada una de esas chicas allá afuera, y lo poco que ellos las conocen. Después de todo, son ellas las que están afuera a la intemperie y ellos aquí adentro, donde todo está calientito y dispuesto solo para sus comodidades. Ellos no lo saben, porque están del otro lado, pero yo sí. Ellos dicen entenderlo, pero en realidad no saben lo difícil que es ser una fan. No han pasado por eso, no tienen la necesidad. Sí quieren conocer a uno de sus artistas favoritos todo lo que tienen que hacer es asistir a uno de los muchos eventos de premios y listo, o sencillamente mencionar que los quieren conocer y los tendrán a la palma de la mano. Pero una fan como esas que están justo fuera del set de filmación en el estudio, no. Ninguno de ellos tiene ni idea de lo difícil que es siquiera acercarse para verlos de cerca, o comprar un ticket para sus conciertos, pues la mayoría de sus fans no son millonarias para poder costearlo; no saben lo que es estar en Twitter por horas, esperando a que se conecten para obtener aunque sea un tweet de ellos, y lo mucho que significa para la persona que lo obtuvo. Es difícil porque mientras tú conoces todo de ellos, ellos no saben nada de tí. Esa es la parte que ninguno de los cinco chicos que están sentados cómodamente en el sofá frente termina de entender completamente y que quizás nunca lleguen a hacerlo, sencillamente porque no han pasado por eso. No los hace malas personas ni mucho menos, es solo que, cuando logras ver la diferencia entre ambos lados y lo realmente extraño que es toda esa situación te das cuenta de una cosa: One Direction no existiría si ninguna de ellas se diera el tiempo para dedicárselos Es raro, pero ahora que lo pienso, es cierto. Si las fans no estuvieran constantemente votando por ellos, comprando sus cd's, su mercancía rogándole a sus padres para que compren los tikets a sus conciertos y pidiéndoles para que las lleven a donde ellos estarán, One Direction no sería más que cinco chicos increíblemente talentosos que nunca llegaron a la fama... Quizás se den cuenta, quizás no, pero le deben mucho a todas y cada una de sus fans.
- Se corre el rumor de que ya tienen fechas para el nuevo tour, ¿Es eso cierto? -Pregunta la entrevistadora, inclinándose ligeramente hacia adelante- Porqué conozco a muchas que nos gustaría saber cuando serán los conciertos.
Aparto la mirada del vidrio que da hacia la calle, pero no sin antes tomar un par de fotos. Últimamente no me quito la cámara de encima, la llevo a todas partes conmigo. Es la forma más fácil que se me ha ocurrido de empezar mi proyecto, no puedo planear las fotografías que saldrán, así que sencillamente espero a que un momento digno de una foto pase delante de mí y entonces lo congelo para siempre con el lente de mi cámara. Al principio me costó acostumbrarme al constante peso de la misma colgando de mi cuello, pero ahora es como una parte más de mí, como una extensión de mi cuerpo. Me acomodo en el pedazo de piso en el que estoy sentada, apoyada a la pared, con las piernas extendidas a cada lado, dejando un espacio en el medio donde he colocado mis cuadernos abiertos, mi celular y una botella de agua a medio tomar. Es cierto que la relación entre Simon y yo ha mejorado increíblemente en pocos días y ahora insiste en llevarme con él a cada reunión que se le presenta, pues, y cito sus palabras: "Es algo que poca gente llega a hacer" y estoy totalmente de acuerdo con él. No todas las personas de mi edad pueden decir que han estado en la vida interna de One Direction; que los han visto subirse a una camioneta a las seis de la mañana, completamente adormilados, o que han ido a almorzar con ellos; además, he aprendido mucho sobre el trabajo de Simon, no solo se basa en manejar la carrera de ellos cinco, sino de apoyarlos, estar ahí para ellos, son más como una familia que como un trabajo, y eso es algo que no muchas personas saben. Pero sí bien dejo que Simon me arrastre a cuanto asunto se presenta con ellos, eso no significa que he dejado mi propia vida a un lado. No he dejado de asistir al curso de fotografía, solo que ahora se hace un poco más difícil mantener el paso. Apenas tengo tiempo de asistir a la clase, compartir unos minutos con Aly y Max antes de salir disparada de regreso a la casa justo segundos antes de tener que subirme a una camioneta con Simon y dirigirme a otro lado distinto. Mis días dejaron de ser tranquilos y extremadamente aburridos para ser movidos e interesantes. Así que, intentando cumplir con el curso de fotografía y a la vez con Simon, me encuentro estirada en el piso, tratando de terminar la asignación pendiente para el siguiente día, pues sí bien tengo que acompañar a Simon y a los chicos, no significa que no me botarán del curso si no cumplo con las respectivas tareas. Mordisqueo el lápiz suavemente antes de bajarlo y anotar un par de cosas sobre las técnicas de iluminación en las fotografías exteriores, aún me falta mucho para terminar la parte teórica de la asignación, pero al menos ya he terminado con la práctica, que consistía en tomar fotos de un objeto inanimado con al menos tres métodos diferentes de iluminación.
- ¿Aún no terminas con eso?
La voz de Simon me distrae y aparto la vista de mi cuaderno para fijarla en el. Niego con la cabeza, suspirando.
- Me faltan dos páginas aún. -Respondo, estrujándome el rostro con las manos- No sabía que había tanta historia detrás de la iluminación.
- No sé mucho de fotografía, ________. Pero te puedo dar un pequeño consejo. -Dice, alzando ambas cejas. Ahora sí tiene mi atención.
- ¿Cómo qué? -Pregunto, fijando mi mirada en él.
- Tomate un respiro. -Ladea su cabeza, señalando la puerta a nuestras espaldas- Llevas todo el día en eso, y sé por experiencia que debes tomarte al menos diez minutos de descanso.
- Simon, no puedo, tengo que terminar esto para mañana... -Empiezo, pero el niega levemente con la cabeza.
- Es solo un consejo, tú decides si tomarlo o no. -Murmura en voz baja- `Solo en caso de que decidas seguirlo, hay una cafetería en el segundo piso.
Simon se aleja así como si nada y yo clavo la mirada en mi pequeño cuaderno con estampado de cebra rosado y letras desordenadas en la portada. Es cierto lo que dice, no me he apartado de este mañoso cuaderno practicamente desde que me levanté y probablemente debo estar recalentando mi cerebro. Paso las manos por mi cabello despeinando, echándolo hacia atrás en un suspiro, y sin saber porqué, desvio mi mirada hacia los chicos. Aún siguen hablando sobre las fechas del tour y como éste será más maduro y especial que los anteriores. Paseo mi mirada desde Zayn, pasando por Liam, Harry y Louis hasta detenerla en Niall. Una sonrisa se escapa de mis labios al verlo. Luce feliz, honestamente feliz allí dond está, hablando de lo que le gusta hacer con sus cuatro mejores amigos. Al parecer mi mirada le hace peso, pues voltea casí imperceptiblemente y encuentra mis ojos entre las demás personas de la habitación. Alza una ceja, como preguntandome que pasa. Claro, debe de notar mi cara de cansancio y frustración. Niego con la cabeza y sonrío un poco más, señalándo con el pulgar hacia la puerta y en silencio muevo los labios para articular "Ya regreso". Niall asiente levemente con la cabeza antes de regresar la mirada a la entrevistadora.
Cierro mi cuaderno sin el más mínimo cuidado, guardo todo en el bolso menos el dinero y mi celular y lo dejo con lo demás acurrucado contra la pared, después de todo, sé que nadie se lo llevará. Salgo sin hacer mucho ruido, escuchando aún la voz de Zayn antes de cerrar la puerta y enfrentar el solitario pasillo; al parecer, no hay muchas personas a las cinco de la tarde en el estudio. Disfruto del repentino silencio a medida que avanzo por el pasillo en dirección al único elevador del todo el pequeño edificio de los cuatro que conforman todos los set de la cadena televisiva. Debe ser agradable, saber que todos o la mayoría de los que están aquí se sienten orgullosos de tenerte en su programa e entrevistarte Marco el segundo piso y me recuesto en la pared del ascensor a medida que este sube, no lo había notado, pero realmente tengo sueño. No pude dormir nada la noche anterior pues estuve leyendo hasta las cuatro de la mañana y cuando por fín decidí irme a la cama, no pude atrapar ni un pedazo de sueño. Cuando dieron las cinco de la mañana me dí por vencida y me levanté. A la final, terminé recibiendo el amanecer por mi cuenta, sentada en el balcón de mi habitación con los pies colgando fuera de las vigas de la reja. En conclusión: Todo el sueño que no pude tener anoche, se esta apoderando de mí en estos momentos, pero no puedo dormir, necesito mantenerme despierta hasta terminar la tarea del instituto e imprimir las fotos que tomado para mañana. Entro con ese pensamiento a la pequeña y bonita cafetería en medio del pasillo del segundo piso, rodeada de mesitas color naranja y una puerta que da hacia una terraza.
- Buenas tardes, ¿Qué desea?
- Un frapuchinno y... -Paseo rápidamente la mirada, buscando algo que llamara mi atención- Un pedazo de pastel de chocolate, por favor.
- ¿Para llevar o para comer aquí? -Pregunta el chico.
- Para llevar. -El dice el precio de todo y le pago antes de recibir todo en una bolsa- Gracias.
Tomo un sorbo de café y empujo la puerta que da hacia el exterior. El viento frío de Londres a las cinco de la tarde me pega de lleno en el rostro, algo que, junto con la cafeína, logra despejarme momentáneamente Avanzo hasta el barandal bastante alto de la terraza y me detengo con una mano colocada sobre el mismo. Estoy dos pisos más arriba de donde está teniendo lugar la entrevista, pero aún así los gritos de las fans se escuchan claramente desde donde estoy. Sonrío al instante al leer un pequeño cartel de una chica casi al final de la multitud, un cartel bastante grande color rosa chillón con letras negras que dictan: "Ustedes cambiaron mi vida" Sin dudarlo un segundo, apunto la cámara lo más rápido que puedo, enfoco y le tomo una foto. No sé si ellos tengan tiempo de pararse a firmar autógrafos hoy, así que, solo por sí acaso, fotografío todos los carteles que alcanzo a ver desde donde estoy, para poder mostrárselos después. Es la única manera que tengo de asegurarme de que esos cinco sepan lo mucho que los aman. Los minutos pasan de largo sin que me de cuenta y pronto mi café se acaba y yo he tomado al menos unas cincuenta fotos diferentes. Apago la cámara y boto el vaso vacío en la basura antes de devolverme sobre mis pasos. Tomo el ascensor de regreso al primer piso con un aire de calma dentro de mí. Quizás es gracias a la cafeína, no lo sé, pero el consejo de Simon realmente me ha ayudado. Ya no me siento frustrada por tener que terminar las dos páginas restantes de la tarea, ni tampoco abrumada por la cantidad de cosas que tuve que escribir durante todo el día. No sé como lo hace, pero parece tener la solución para casi todo. Salgo al pasillo de regreso a la entrevista, pero me detengo a la mitad, viéndolos a todos salir del set. Cuando me doy cuenta que es obvio que la entrevista ha terminado me apresuro a entrar de regreso para sacar mi bolso de allí, lo último que necesito es perder mi cuaderno y verme obligada a empezar desde cero, sin embargo, la mano de Simon me detiene unos pasos antes de alcanzar la puerta.
- No, no, suéltame, dejé mi bolso allí adentro con toda mi tarea y apuntes...
- Aquí ésta. -Dice, entregándome mi pequeño bolso- Te dije que tomaras un respiro, no que olvidaras todo.
- Déjame -Reclamo, guindandome el bolso el hombro antes de seguirlo por el pasillo.
Simon y yo caminamos detrás de los chicos, los cuales parecen estar en su propio mundo, sin siquiera percatarse de los guardias que los guían tanto a ellos como a nosotros a través del pasillo. Espero que doblemos a la derecha para salir por la puerta principal y que los chicos firmen autógrafos a las fans fuera del estudio, pero, para mi sorpresa, tomamos el camino contrario, bajando por el pasillo hacia la izquierda. Volteo a ver a Simon, esperando que reclame y diga que debemos salir por el otro lado, pero al parecer a ninguno le sorprende o le importa que nos estamos dirigiendo a la puerta trasera, donde ya nos esperan varias camionetas negras. Apenas escucho el "Adiós, ______." proveniente de Liam que se sube a uno de los vehículos junto con Zayn. Sigo atónita cuando Simon me jala por el brazo, diciéndome que me suba la bendita camioneta de una vez, pues somos los únicos que quedan en el aparcamiento, todos los demás ya se han subido a sus respectivos transportes. Levanto la mirada, fulminándolo.
- ¿Sabes cuantas fans hay allá afuera? -Digo entre dientes.
Simon frunce el ceño, sin saber a que demonios me refiero. Niall se acerca a nosotros viéndonos completamente confundido.
- ¿Perdón? -Simon niega con la cabeza y me señala la puerta- Entra ya, _______.
- ¿Y Tú? -Me giro hacia Niall, echando fuego con la mirada- ¿Tienes idea de cuantas fans hay allá afuera? ¿Alguno de ustedes la tiene? ¡Por qué no parece! Hay al menos doscientas chicas que estuvieron todo el tiempo bajo la lluvia esperando por verlos y ustedes se van a ir así como así ¡No es justo!
- ________. Sube al auto, por favor. -Niall se acerca para abrir la puerta y ladea la cabeza.
- ¿Qué? ¡No! -Niego con la cabeza- ¡Tienen que verlas! ¡No puedes irte así como así! ¡Niall...!
Pero así, sin más, pasa a un costado mío y se sube él a la camioneta, acomodándose en el asiento. Simon parece estar de acuerdo con su decisión y se sube al asiento del copiloto, dejándome parada sola en el aparcamiento.
- Te explico si te subes, sino, no. -Dice Niall, encogiéndose de hombros.
Suelto una maldición y me subo a la camioneta de mala gana, cerrando la puerta de un sopetón a propósito El vehículo avanza en lo que yo me acomodo, toma la rampa del estacionamiento y sube a la calle, tomando por la derecha, al contrario del aglomerado de fans que ya empieza a dispersarse. Estoy realmente molesta, más de lo que debería probablemente, pero no me importa. Es increíble como ni siquiera se tomaron un tiempo para dar autógrafos para si quiera ver a las fans cara a cara. Sigo con la mirada fija en el asiento de cuero cuando Niall presiona un botón y el vidrio que separa la parte delantera de la trasera en la camioneta se acciona, subiendo.
- A ver, mírame -Me pide con voz baja, y estira su mano, pero yo me hecho a un lado, pegándome a la puerta- Oh, vamos, _______. Mírame.
- ¿Por qué? -Pregunto- Tú ni siquiera miraste a esas fans, como sí no existieran...
- Claro que existen. Dios, hay tanto que no sabes. -Se acerca hacia mí, mirándome- No siempre se nos permite detenernos a interactuar con las fans; no es decisión mía, ni de los chicos o Simon, es cuestión del contrato con seguridad. Créeme que para nosotros no hay nada más importante que todas y cada una de ellas, pero por más que intentamos, no siempre nos dejan acercarnos.
- Es absurdo, le deben todo a ellas. -Le digo, por fin viéndolo y, sin ganas ni fuerzas de pelear, recuesto mi cabeza en su pecho- ¿Lo sabes, verdad?
- Todos nosotros lo sabemos. No estaríamos en ningún lado sin ellas. -Murmura, apoyando su barbilla en mi frente. Yo suelto un suspiro.
- Toma. -Me saco la cámara del cuello y se la paso- Las tomé cuando subí a la cafetería, pensé que te gustaría verlas, ah y esto... -Le entrego la bolsa con el pedazo de pastel de chocolate- Agradecerme después.
Niall suelta una risa que invade toda la parte trasera del auto y se dispone a ver todas las fotografías del grupo de fans fuera del edificio que logré tomar. Subo mi mirada para captar su reacción y al instante siento un cálido calor invadirme el pecho: Su mirada se ilumina al instante, como por arte de magia y entonces lo entiendo. Él realmente sí las quiere. Sí sabe lo afortunado que es de estar donde está y que todo se los debe no solo a ese grupo de chicas, sino a todas las fans en general. Niall realmente lo entiende, y se nota en su mirada. Sus ojos azules escrutan las fotos, curvando una sonrisa más y más ancha a medida que avanza. Después de unos minutos, me regresa la cámara.
- El cartel... -Empieza, pero su voz se quiebra.
- ¿El rosado?
- Sí. -Asiente con la cabeza, sonriendo- Por ese tipo de cosas es que sigo vivo hoy en día. -Se voltea hacia a mí y sin previo aviso, planta un beso en mis labios- Gracias por tomarlas.
- De nada. -Sonrío levemente y vuelvo a recostar mi cabeza en su pecho, sin importarme si el vidrio llega a bajarse en cualquier momento y Simon nos ve.
- Tienes un rostro de cansancio que se nota a kilómetros, _______. ¿Te pasa algo? -Murmura Niall, acariciando mi cabello.
- No; es solo que anoche no dormí nada y hoy estoy pagando el precio. -Digo, soltando un bostezo. El suelta una risa.
- Sé lo que se siente. -Murmura antes de acercar su labio a mi oreja- ¿Qué te parece si cuando lleguemos a la casa buscamos un lugar para descansar un rato los dos?
- ¿Descansar? ¿Donde?
- No lo sé, ¿En mi habitación? -Suelto una risa al escucharlo y niego con la cabeza.
- Niall, lo último que haríamos si entro allí es descansar, no me mientas. -Le digo, soltando otro bostezo. El niega con la cabeza.
- Es en serio, no haré más que cantarte hasta que te duermas; lo prometo. -Dice antes de agregar en un suave susurro:- Solo quiero estar contigo.
Veinte minutos después, la camioneta se detiene justo en la entrada de la casa de Simon. Ni Niall ni yo dijimos una palabra más el resto del viaje, sencillamente porque ya se hacía misterioso que lleváramos tanto tiempo con el vidrio arriba y tuvimos que bajarlo nuevamente; no importaba, de todas formas, estaría a solas con él en solo minutos. Nos bajamos de la camioneta y yo, sacando a relucir la actriz inexperta que llevo por dentro, camino con paso tambaleante hasta la puerta de entrada, asegurándome de que Simon me vea y lo logro, pues justo antes de entrar, me mira.
- ¿Te pasa algo? -Pregunta, entrando al fresco interior de la casa. Yo asiento con la cabeza.
- Me caigo del sueño. -Respondo, soltando un largo y profundo bostezo- Voy a dormir hasta mañana, no me despierten ni me molesten, ¿Sí?
- Que duermas bien, entonces. -Me dice Simon, siguiendo de largo hacia la cocina.
- Yo iré a comer algo y luego a dormir, también estoy exhausto Simon. -Comenta Niall, caminando junto con él hacia la cocina.
Espero a que ambos abandonen la sala y subo corriendo las escaleras hasta el segundo piso. Me detengo en el rellano y doblo hacia la derecha. Entro en mi habitación y busco bajo mi cama el pequeño regalo azul que no he tenido tiempo de entregarle a Niall antes de salir sin siquiera cambiarme de ropa, pues ni para eso tengo fuerzas en mi cuerpo. Salgo de mi habitación y entro en la de él con la intención de sentarme en la cama y esperar a que subiera, pero lo que me encuentro frente a mí es suficiente para despertarme de un tirón.
En esencia, la habitación de Niall es una réplica de la mía. Las mismas paredes blancas, la misma cama tamaño king en el medio, un balcón con vista al jardín, muebles de madera clara y un baño propio, sin embargo, el aura que rodea la habitación del rubio era totalmente distinta a la mía. Hay revistas tiradas por todo el piso, recortes de periódicos apilados junto a la cama y montones de artículos de diferentes fuentes regados por toda la habitación. Me quedo pasmada, debatiéndome entre la idea de regresar a mi habitación, o acercarme y leer alguna de las paginas arrugadas en el suelo. La visión de Niall llorando hace ya varios días invade mi cabeza, dejándome fría. Aquel día, cuando lo vi llorar, su habitación lucía exactamente igual. Suelto un largo suspiro y con la mano libre, me agacho para recoger uno de los artículos sacados de una revista del suelo. El titular es tan agresivo que me hiere ligeramente.
"Niall Horan, el eslabón sin causa de One Direction"
"El integrante de la famosa banda inglesa One Direction, parece ser el foco de todos los problemas de la banda, tal y como ha dicho una fuente interna que se niega a ser revelada. El chico de diecinueve años ha sido portador de un imagen poco confiable últimamente siendo visto usando ropas descuidadas y completamente distraído en las entrevistas. ¿Es qué la fama lo ha aburrido? Al parecer así es..."
Dejo caer el papel y recojo otro. Esta vez son dos páginas completas sobre él en una revista reconocida en Londres, con el título "El duende irlandés que se perdió en el arcoirís" el artículo es bastante parecido al que acabo de dejar, un rumor tras otro sobre el supuesto comportamiento errático de Niall en los últimos meses y a qué se deben. Suelto el pedazo de papel y agarro el de un periódico Me encuentro con una foto de él abandonando un club con dos chicas a su lado, tapándose el rostro con la playera. El titulo de éste me deja aún más atónita "Integrante de One Direction sale por un poco más de diversión" no pudo evitar sentir asco al leer como lo describen, tachándolo de mujeriego, grosero e incluso vulgar. Por cada lado que miro, es más de lo mismo. Más artículos sobre Niall, sobre su mala conducta, sobre como lo juzgan sin saber quien es. Me duele darme cuenta de que él está soportando todo esto solo, sin ayuda, y se está autodestruyendo poco a poco. Se ha encerrado en este mundo de negatividad, de farándula destructiva que no hace más que dañarlo y está luchando por su cuenta por no derrumbarse. Me pregunto como debe sentirse; como debe ser ver todo esto, todo lo que la gente escribe sin saber nada de tí y tener que soportarlo por tu cuenta, sin poder hacer nada para cambiar lo que ya está escrito. Tiro el papel a lo lejos y paseo la mirada por el resto de la habitación. Solo una revista me llama la atención. Es extranjera la reconozco pues la he visto en mi país y sé que no es de Londres, la levanto del suelo y en seguida leo el título sobre la foto: "Niall Horan, ¿En malos pasos?" Bajo la mirada a la foto y la sorpresa que me llevo es aún mayor. Allí esta, frente a mis ojos, la misma foto de aquel misterioso edificio en ruinas y Niall saliendo de la puerta principal del mismo. La misma foto que pasaron en ese molesto programa de entrevistas en Tele4 hace ya varias semanas; la misma foto que puso tan sensible y de mal humor a Niall.
- No... No es lo que parece. -La voz de Niall me distrae, y sin querer, dejo que la pagina que sostenía entre mis manos se resbale- ______. Te juro que no...
- No me tienes que explicar. -Me giro para poder verlo y me acerco un par de pasos hacia él- Sé que ese chico que describen en las revistas no eres tú.
- Te lo diré todo, de verdad, pero es que hoy no, no es el momento, no puedo... -Continúa pero yo niego con la cabeza y estiro la bolsa de regalo azul.
- Toma, ábrelo. -Lo interrumpo, curvando una pequeña sonrisa.
- ¿Qué?
- Esto, es para ií, ábrelo ¿Quieres? -Le digo, depositando la pequeña bolsa en sus manos. El la sostiene, evaluándola con ojos curiosos- ¡Ábrela!
Niall se detiene para mirarme con el ceño fruncido, como sí nunca antes nadie le hubiera dado un regalo y se encoge de hombros. Abre la bolsa, rompiendo el pequeño recinto que la mantenía cerrada y hunde la mano, sacando el primer libro de Harry Potter de la bolsita. Sus ojos azul cielo se fijan en el regalo, aún con el ceño fruncido.
- ¿Harry Potter? -Pregunta, completamente confundido. Yo asiento con la cabeza, acercándome un poco más.
- Te lo regalé por dos razones. -Le explico, señalando el libro- Razón numero uno; es mi libro favorito. Razón numero dos... Lo compré porqué tú y Harry Potter tienen mucho en común.
- ¿Qué...? _______., te has vuelto loca. -Dice, sin entender- Yo no soy mago, no tengo una varita que haga levitar cosas, no voy a Hogwarts...
- No es eso, idiota. -Niego con la cabeza y le quito el libro de las manos, colocándoselo justo frente a él- Harry Potter también es famoso. Es un niño que ya era conocido por todo el mundo mágico incluso antes de que supiera hablar. Era famoso antes de caminar; algunas personas lo amaban, pero otras no... Él tuvo que lidiar con personas que creían conocerlo, pero no sabían nada de él. Con personas que escribían sobre él, sin saber su verdadero ser... -Bajo el libro, entregándoselo de nuevo con una pequeña sonrisa en mis labios- Quizás yo no entienda lo que es pasar por todo lo que tú pasas, pero se me ocurrió, por más tonto que suene... Qué si alguien podía entenderte, es Harry Potter.
Niall sostiene el libro unos segundos entre sus manos antes de dejarlo sobre la repisa junto a él y se acerca a mi, llevando sus manos hasta mi rostro.
- Lo que acabas de hacer, es la cosa más hermosa que alguien ha hecho nunca por mí. -Dice con ese tono ronco mezcla del cansancio, la emoción y la pasión en sus ojos- Gracias. -Entonces, sus labios se apoderan de los mios por unos lentos y suaves segundos.
- ¿Puedes cumplir tu palabra y cantarme hasta dormir ahora? -Murmuro a punto de caer dormida frente a él. Él sonríe y me toma de la mano.
- Esperaba a que lo dijeras.
Letswalkinthesun
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
No, no, no:') este capitulo; casi me hace llorar:') fue hermoso. eres tan genial escribiendo:3
Invitado
Invitado
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
Osea weona,escribis super lindo,el capi fue genial.
La rayita defiende a las directioner y nos entiende.
Awww Niall nos ama,pero no siempre puede interactuar con sus fans.
que cosas mas horribles dicen esas revistas de el Nialler,pobechito,aunque la rayita obvio que no lo juzga.
que conmovedor la escena donde le regala el libro,se me puso el corazon de pollito.
que envidia que le cante para dormirse.
Besus Isy.
prettygirl
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
niall cosita linda horan eres tan tiernos cada dia me enamoras mas y mas siguela besos si estaba desaparecida pero ya llegue
tortugitastyles
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
hay noo, porque la dejas ahi? :c
pishines ^^
que haya 1313 *-* okno xd
pishines ^^
que haya 1313 *-* okno xd
CualquiercosaC:
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
Hello girls! Espero estén muy pero muy bien el día de hoy n_n. Recién llego y me doy cuenta del cambio del foro, ajshsjs, quedó bonito<3. Bueno, hoy les tengo una pequeña advertencia, ahí va...
EL CAPITULO A CONTINUACIÓN SERÁ HOT. Como dije al principio de la novela, habrá capítulos más subidos de tono, y éste será uno de esos. Lo digo para que sepan lo que viene y -en caso de que no les guste este tipo de caps- lean hasta donde empiece la acción(?).
Anyways, espero que les guste, son un amor todas, gracias por leer i love you all<3.
-----------------------.
Ayyy, ¡Gracias Aly! Que bueno que te gustó el cap, y que tuviste tiempo de comentar, muchas gracias, besos xx.
-----------------------.
aisnsins, ¡Muuuchas gracias! en serio, que te digan que escribes lindo es tan ains, bonito :D (?). Me alegra muchísimo que te halla gustado tanto el cap, love yooou!
---------------.
AJAJAJA, i know, Niall es perfecto, lo amo weon <3. Graciaas por leer, en serio n_n, besoos.
------------------.
La dejo ahí porque soy malota(?) Okayno, ajshs, que bueno que te gustó el cap! Muchas gracias por leer<3.
EL CAPITULO A CONTINUACIÓN SERÁ HOT. Como dije al principio de la novela, habrá capítulos más subidos de tono, y éste será uno de esos. Lo digo para que sepan lo que viene y -en caso de que no les guste este tipo de caps- lean hasta donde empiece la acción(?).
Anyways, espero que les guste, son un amor todas, gracias por leer i love you all<3.
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Ayyy, ¡Gracias Aly! Que bueno que te gustó el cap, y que tuviste tiempo de comentar, muchas gracias, besos xx.
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aisnsins, ¡Muuuchas gracias! en serio, que te digan que escribes lindo es tan ains, bonito :D (?). Me alegra muchísimo que te halla gustado tanto el cap, love yooou!
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AJAJAJA, i know, Niall es perfecto, lo amo weon <3. Graciaas por leer, en serio n_n, besoos.
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La dejo ahí porque soy malota(?) Okayno, ajshs, que bueno que te gustó el cap! Muchas gracias por leer<3.
Letswalkinthesun
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
Capitulo 11.
- Uno... Dos... Tres.. Oh, mierda.
Suelto una maldición en voz alta sin poder quitar mi vista de las fotografías puestas en el suelo de cerámica frente a mi. Paso una mano por mi frente y presiono contra mi cabeza en un intento desesperado de callar mis pensamientos. ¿Cómo pude ser tan distraída? ¿Cómo? No pueden haber tres fotos nada más, se supone que deben haber seis. Me digo a mi misma que tengo que calmarme antes de que me de un aneurisma y doy media vuelta para registrar mi bolso con la esperanza de haber dejado allí las fotos restantes. Nada. No están los tres que faltan. No hay nada más en mi bolso que un par de barras energéticas, las cuales han sido mis mejores amigas desde hace un par de días ya, mi celular, mi cámara y dinero. Un suspiro se escapa de mis labios al tiempo que me llevo las manos a las caderas sin saber que hacer. Echo un vistazo al reloj: Ya son casi las nueve y media de la noche; no hay tiempo de ir a buscarlas y regresar.
Nos asignaron una tarea en parejas el día anterior en el curso de fotografía, una que debemos entregar mañana a primera hora y que de seguro nos echarán sino logramos tenerla lista. Tanto Max como yo habíamos acordado que lo mejor era que tomáramos las fotos de inmediato y al día siguiente nos reuniríamos para ensamblar todo de manera que quedara digno de la nota más alta. Así que aquí estoy, parada en el medio de la acogedora y bonita sala de la casa de Max, con la intención de terminar un proyecto sin todas las fotos necesarias. ¿Cómo pude dejarlas? Mi única parte de aquel proyecto era tomar cinco fotos a contraluz desde un ángulo de perfil de varias personas al azar, eso era todo, algo tan sencillo como eso y lo he arruinado por no asegurarme de tener todas las fotos impresas en mi bolso antes de salir de la casa de Simon.
- ¿Sucede algo? -Max sonríe, entregándome un vaso lleno de leche achocolatada.
- Gracias. -Le doy un sorbo a mi bebida antes de señalar las fotos regadas por el piso- Se me olvidaron el resto de las fotos. Faltan dos y no tengo ni idea en que parte de la casa las dejé...
- Cálmate, _______. ¿No tienes la cámara aquí? Podemos bajar las fotos a la laptop e imprimirlas.
- Vacié la memoria de mi cámara hoy por la mañana. -Digo con tono bajo, dándome cuenta de mi error- Pensé que necesitaría el espacio así que ya no las tengo aquí.
- Humm...
Max deja su vaso sobre la mesa ovalada de la sala y se agacha frente al pequeño desorden que los dos hemos hecho durante las horas pasadas. Aparta los cuadernos, su cámara y el montón de material tirado junto a estas para solo dejar mis fotos frente a él. Estira la mano con expresión de concentración total y examina cada una de las fotos. Yo lo observo desde atrás, frunciendo ligeramente el ceño mientras él continúa mirando las fotos por un par de segundos más. Al fin asiente y apoya una mano en el piso, levantándose.
- Bien, relájate no todo está perdido. -Retoma su vaso para darle un largo sorbo y señala el mueble detrás de mi- Pasame la carpeta verde opaco que vez en la primera fila, por favor.
Asiento con la cabeza y me acerco hasta el mueble de caoba oscura que decora la sala, extiendo mi brazo y agarro la carpeta para entregársela Max murmura un rápido "Gracias" y la abre antes de explicarme que se le ha ocurrido.
- Podemos elegir las fotos que nos falten de aquí y luego empezamos a armar el cartel. -Dice, sacando un montón de fotos de la carpeta. Se agacha, dejándolas en paralelo con las que ya tenemos.
- ¿Donde las tomaste? -Pregunto al tiempo que me siento en el suelo junto a él, estirando una mano para coger una de las fotos.
- Me la paso tomando fotos en el Instituto; ya es normal. -Responde con una sonrisa infantil en sus labios.
- Son hermosas, Max, en serio.
Agarro otra foto, detallándola. Max tiene mucho talento, por lo que puedo ver. La persona de la fotografía que sostengo en la mano apenas se ve, gracias al efecto de la contraluz, pero aún así se nota que es un chico, quizás de nuestra edad, con cabello castaño que le llega por el cuello, abriendo uno de los casilleros del Instituto.
- ¿Quién es él? -Blando la foto con cuidado frente a Max.
- Oh, él estudia en el Instituto, va en una de mis clases. -Dice rápidamente como sí no quisiera hablar del tema y ladea la cabeza para que no note que se ha puesto rojo, aunque claro, ya me he dado cuenta.
- Max... -Sonrío amplíamente, acercándome a él- ¿Es este chico especial para tí?
- ________., no me veas así. -Quita la foto de mi mano y la deja con el resto- Mejor pongamos manos a la obra antes de que sea más tarde, ¿Sí?
- Claro, claro. -Le doy un empujoncito juguetón y asiento con la cabeza- Vale, ya. Seamos serios. Escogemos las fotos que mejor queden y luego armamos la cartelera.
- Bien, hagamoslo entonces.
Asiento con la cabeza con entusiasmo en mis venas, recojo mi cabello en una descuidada coleta y empiezo a hacer mi trabajo. Al instante ambos nos enfocamos en lo que tenemos que hacer: Terminar la cartelera. Yo evalúo las fotos, tomándome mi tiempo. Necesitamos que todas coincidan con el tema de la tarea y además, que cuenten una historia, la primera que decido incluir es la del chico del casillero que ha hecho sonrojar a Max como un tomate; no por molestarlo, sino porque de verdad me ha gustado la foto. Con la otras restantes me toma más tiempo decidirme, no es fácil hacer que sus fotos cuadren con las mías, pues los dos tenemos un método distinto de contar historias a través de las mismas y unirlas será mucho más difícil de lo que he pensado. Veinte minutos después por fin tenemos todas las fotografías seleccionadas y colocadas por orden de sucesión en el suelo, de forma que si las ves de derecha a izquierda, parecen contar una rápida historia. Estoy orgullosa de nosotros, al menos ya tenemos medio trabajo realizado. Hacemos una rápida pausa para comer, pues tanto Max como yo estamos completamente hambrientos y aprovecho para mandarle un mensaje de texto a Aly, preguntándole que tal va su tarea con su compañero Julio. Últimamente, cada vez que hablo con Aly, cosa que hacemos más seguidos, pues sí bien solo tenemos tiempo de vernos durante el curso, hablamos todos los días para mantenernos al tanto de lo que pasa en nuestras vidas, la chica menciona a Harry. No le quiero decir nada, a ninguno de los en realidad, pero es bastante obvio que hay algo entre los dos. Nada firme, claro, solo se conocen de una vez, pero de la misma forma en que Aly me pregunta indirectamente por él, Harry siempre me pregunta por ella. Es cómico, pues ni en un millón de años hubiera imaginado a Aly con él, pero quien sabe, tal vez algo logre suceder entre ellos. Volvemos a concentrarnos en el proyecto inmediatamente después de cenar pero esta vez nos enfocamos en darle vida la cartelera donde se colocarán todas las fotos. No podemos sencillamente pegar las fotos allí, necesitamos hacerla llamativa, que exprese de que se trata nuestro trabajo. Max y yo trabajamos en conjunto, ayudándonos para terminar lo antes posible. Me alegro haber quedado con él en esta asignación, pues los dos tenemos un método parecido para hacer las cosas, así que nos entendemos fácilmente a la hora de trabajar. Estoy metida de lleno, colocando unas letras impresas en la parte de arriba con el nombre que hemos decidido darle a nuestra pequeña obra cuando mi celular suena de nuevo, reclamando mi atención. Pego la última letra del título: "Extraños en la sombra" y veo mi teléfono esperando ver la respuesta de Aly, pero, para mi total sorpresa, es un mensaje de Niall. Veo la pantalla sin reaccionar cuando termino de leer el mensaje, sin creer lo olvidadiza y distraída que soy. Me he olvidado por completo de Niall. Habíamos quedado en ver una película en el cuarto especial de Simon después de que éste se fuera a dormir y se me ha borrado por completo de la mente. Suelto un suspiro de frustración, enviándole un mensaje que dice: "Llegaré tarde, lo siento, Niall. Cosas del curso" veo la hora en la pantalla del celular antes de guardarlo en mi bolsillo. Ya son las once en punto.
- ¿Pasa algo? -Max alza las cejas, colocando una de las fotos sobre la cartelera.
- No... Bueno, sí, no sé, yo... -Paso las manos por mi rostro antes de mirarlo- ¿Te importa terminar de colocar las fotos tú solo? Sé que no tengo a derecho a pedírtelo pero se suponía tenía algo así como cita con Nial y...
- ¡Ve! -Max me da un empujoncito, sonriendo- Puedo pegar cinco fotos yo solo, ya todo lo difícil está hecho. Ve a disfrutar tu cita, ______.
- ¡Eres un amor! -Le digo, abalanzándome sobre él en un abrazo lleno de cariño- Gracias, gracias, gracias.
- ¡No tienes que agradecerme, tonta! -Me aparta de él antes de levantarse y camina hasta la puerta de salida, agarrando las llaves de su auto en el camino- Vamos, te llevo, es muy tarde para que cojas un taxi.
- Gracias. -Digo una vez más, saliendo hacia el garaje.
El auto de Max es un volvo usado que logró comprar gracias a la ayuda de sus padres. Me subo al siento del copiloto, aún charlando con él sobre como deben ir las fotos posicionadas al tiempo que Max enciende el auto y se adentra en las calles iluminadas por los faroles de luces amarillas. El apartamento del pelinegro no queda muy lejos de la casa de Simon, de hecho, gracias a que no hay casi autos en la calle, probablemente tardemos menos de quince minutos en llegar. Me recuesto en el asiento de cuero, disfrutando de la vista al tiempo que murmuro ideas sobre como quedarían más bonitas las fotos. A la final, tanto él como yo, acordamos en que sencillamente las pondremos en la cartelera, sin agregarle muchos adornos, pues luego opacarían el motivo central de todo el trabajo. Subimos la ligera colina que da hacia la calle donde queda la casa de Simon y Max baja la velocidad. Le indico cual de todas es y se detiene justo al frente, dejándome en todo la entrada. Me bajo de un saltito del auto y lo rodeo para acercarme a su ventanilla.
- ¿Seguro que no te molesta terminar eso solo? -Le pregunto con preocupación pero él niega con la cabeza, restandole importancia.
- No te preocupes tanto, _______. -Sonríe, inclinándose para darme un beso en la mejilla como despedida- Te veo mañana.
- Hasta mañana, y gracias por traerme, eres un amor.
Max espera hasta que la verja que da hacia la propiedad privada de Simon se abra y yo pase para arrancar el auto, dar una vuelta en U y regresar por la colina. Levanto la mano en forma de despedida hasta que el auto desaparece de mi vista, doy media vuelta sobre mis talones y camino hasta la puerta de entrada a la inmensa casa de Simon. Apresuro el paso, pues la idea de merodear por el jardín delantero de la casa a esa hora de la noche no me da mucha seguridad y abro la puerta principal, adentrándome por fin en el recibidor. Cierro la puerta detrás de mí, me aseguro de colocar la alarma de seguridad, de la cual Simon me ha dado la clave, y me tomo un tiempo antes de subir las escaleras. La casa está extremadamente silenciosa, cosa que no me gusta. Casi todas las luces están apagadas a excepción de los pequeños bombillos en el barandal y los escalones de la escalera, así como los mismos que están iluminando la entrada de cada pasillo. Paso de largo mi habitación, pues sé que Niall no está allí y en cambio me detengo frente a su puerta, rogando por que no se halla dormido aún, pues lo último que quiero es despertarlo. Toco dos veces y espero.
- ¿Qué...? -Niall se detiene, dejando la puerta a medio abrir, observándome desde dentro de la habitación- Ah, que bueno que llegaste, ya es tarde. Simon se podría preocupar.
- ¿Simon? -Alzo las cejas, negando con la cabeza- Él debe estar más que dormido a esta hora.
- Sí, bueno... -Pasa las manos por su cabello rubio y suspira- Mira, _______., es tarde, debería irme a dormir.
- ¿Dormir? -Una risa absurda se escapa de mis labios- ¿Estás de broma? ¿O es que ahora de repente tienes sueño? Porque a mi parece que es algo más.
La mirada de Niall se aleja de mi al tiempo que él suelta un largo y pausado suspiro, negando con la cabeza.
- No voy a tener esta conversación ahora. -Se encoge de hombros y coloca la mano en la puerta- Que duermas bien, hasta mañana.
- ¡Niall Horan no me vas a cerrar la puerta en las narices! -Grito, arriesgándome a que Simon nos escuche, pero me importa realmente muy poco. Pongo el pie entre la puerta y el marco y empujo con la mano, haciendo que se aparte para entrar en su habitación- ¿Se puede saber que demonios te pasa?
- Así que vamos a tener esta conversación... -Murmura, cerrando la puerta detrás de mí antes de alejarse un par de pasos- No me pasa nada, ya te dije.
- ¿En serio? No te creo. -Le digo, fijando mi mirada en la suya- ¿Estás así porqué olvidé la cita?
- ________. No es eso...
- ¿Qué es? -Le digo, alzando los brazos en señal de desesperación- ¡Deja de encerrarte en tí mismo y dime! Porque no puedo leer tus pensa...
En cuestión de segundos, Niall acorta la distancia entre nosotros. Lo que antes era una separación de dos pasos entre los dos, pronto es cuestión de milímetros Siento mi espalda chocar suavemente contra la pared, con el cuerpo de Niall presionando contra el mío. Sus manos se apoyan en la pared a cada lado de mí, acorralándome. Acerca lentamente su rostro hacia mí hasta que nuestras narices rozan una con la otra, tan cerca, que todo él me abruma. Sus ojos parecen diez veces más azules, más vibrantes y profundos que nunca. Su colonia me llega de frente, inundando mi sentido del olfato por completo. Huele a una mezcla de jabón de baño y perfume Calvin Klein para hombres, algo que me deja mareada al principio. Pero lo que más me atrapa es sentir el ritmo de su respiración agitada contra mí, el bajar y subir de su pecho tan cerca del mío.
- Lo que me pasa es que quiero estar contigo. -Su voz ronca llega a mis oídos, haciendo que fije mi mirada en él- Quiero estar contigo sin que sea un problema... -Su boca se acerca a la mía, pero se desvía unos centímetros más abajo, hacia mi cuello- Quiero salir contigo. -Murmura antes de mordisquear suavemente mi piel- Llevarte en una cita... -Continúa camino abajo, dando pequeños mordiscos en el camino- Quiero estar contigo, sin que el mundo haga un gran alboroto al respecto. -Y entonces, sus labios suben hasta encontrarse con los míos.
Es sin duda el mejor beso que he tenido en toda mi vida. Sus labios, que tantas chicas se han imaginado besar alguna vez, son mil veces mejor de lo que alguna vez pensé. Se apoderan de los míos en cuestión de segundos, dejándome sin aire. Paso mis manos por su cuello, atrayéndolo hacia mi. Niall coloca una de sus manos en mi mejilla, hundiendo sus labios mucho más, intensificando el beso. Dejo que me guíe al tiempo que hundo mis dedos en su cabello. Paseo mis manos por su cabellera castaña y rubia, enredando un mechón en mi dedo. Me alejo apenas lo suficiente para poder atrapar un poco de aire y Niall sonríe, bajando sus manos lentamente hasta situarlas en mi cadera.
- Eres mía, ¿Lo sabes? -Murmura contra mi oído Y eso es lo que me pone mal... No poder gritárselo al mundo. -Recorre la linea de mi mentón con sus labios y, tan repentinamente que me hace soltar todo el aire en mis pulmones los hunde con fuerza en mi cuello, haciendo una marca que probablemente no se borrará en días.
Sus manos se afianzan en mi cadera, levantándome del suelo unos centímetros Alzo los brazos para rodearlo nuevamente por el cuello y lo rodeo con las piernas por la cadera, dejando que me cargue. Niall se las maneja para no dejarme caer el suelo y me despego de la pared, a salvo entre sus brazos. Suelto una ligera risa al sentir como trastabillea justo antes de quedar frente a su cama. Rozo mi nariz con la suya, disfrutando de su rostro tan cerca del mío, de todo él así, sin separación.
- No me dejes caer, Niall. -Murmuro, dándole un suave beso.
- Nunca, _______. -Me asegura, inclinándonos con cuidado para depositarme sobre el suave y blanco colchón de la cama.
Siento mi espalda dar con el mullido edredón y me apoyo sobre mis codos, subiendo lentamente la mirada hacia Niall. El se acerca a mi, subiéndose a la cama, trepando sobre mi cuerpo. Se coloca encima de mi, apoyado en sus brazos para no dejar todo su peso caer en mí. Ambos nos miramos por lo que parece una eternidad y, en un acuerdo silencioso, dejamos a todo el mundo por fuera, como sí solo existiéramos nosotros dos nada más. Mis pensamientos parecen ir en cámara lenta, haciéndome entender lo que está a punto de suceder. Levanto una mano y la detengo a centímetros del rostro de Niall. Él esta allí, frente a mí, con sus ojos azules clavados en los míos, con su respiración tan agitada como la mía. Es real; no se irá a ningún lado, no se esfumara como un sueño repentino. Está aquí, conmigo. Acaricio su mejilla por unos segundos antes de que el atrape mi mano entre la suya, sonriendo como nunca antes lo había visto. Es tan... Atrapante, tan condenadamente guapo que apenas lo termino de creer.
- No haré nada que no quieras hacer, ¿Lo sabes, verdad? -Pregunta, pegando su frente con la mía- Absolutamente nada.
- Lo sé. -Respondo, sintiendo como mis mejillas se encienden.
- Dime que me detenga si quieres que lo haga... -Murmura contra mi piel, bajando sus manos hasta el inicio de mi camisa.
Hunde sus labios en los míos esta vez mucho más lento, con calma, sin apuros. Dejo de apoyarme en mis codos, acostándome con la espalda completamente pegada a la cama. Mordisqueo su labio inferior, jalándolo sin mucho cuidado hacia mí y logro sacar un ligero gruñido de sus labios. Las manos de Niall se alzan, llevándose mi camisa con estas hasta más arriba de mi ombligo, arqueo la espalda y alzo los brazos, dejando que la camisa se deslice para terminar en el piso de la habitación. La camisa de Niall también se une a la mía en pocos segundos. Sus labios no pierden tiempo y se deslizan desde mi mejilla hasta mi cuello, dejando su marca nuevamente allí, suelto una maldición que se escapa de mis labios antes de que pueda retenerla: No sé como demonios ocultaré ese chupón.
- No te preocupes por eso. -Dice con sus labios contra mi clavícula como sí pudiera leer mis pensamientos.
Una corriente eléctrica atraviesa cada centímetro de mi cuerpo cuando el aliento caliente de Niall choca contra el inicio de mi brasier antes de desabrocharlo con un rápido movimiento de su mano y mandarlo lejos, con el resto de nuestra ropa. Por instinto, me tapo el rostro con las manos, pues en este momento mis mejillas están del color de un tomate y completamente calientes. La suave risa de él me llega a los oídos antes de que sus manos se situen sobre las mías.
- Déjame ver tu rostro. -Me pide, retirando mis manos con cuidado- Te voy a mirar a los ojos todo el tiempo, lo prometo. Estamos solos tu y yo.
Asiento con la cabeza antes de atrapar su boca en un rápido beso. Niall sonríe sobre mis labios, colocando su mano en mi mejilla antes de quitarla para atrapar la mía al tiempo que bajaba por un camino trazado de besos hasta el inicio de mis pechos. La sensación que me invade hace que apriete de inmediato su mano entre la mía en un intento desesperado por no gritar. Su boca invade por completo un territorio al que nadie antes había llegado. Sus labios se sienten extremadamente suaves, como terciopelo sobre mi piel. Dejo que un gemido se escape de mis labios, cosa que hace que me sonroje aún más. Niall no ha quitado la mirada de mis ojos en todo ese tiempo, pero no puedo más. Suelto su mano y llevo las mías a su espalda, recorriendola a mis anchas y apegándolo. Es exactamente como pensé que sería. Puedo sentir sus músculos tensarse a medida que el se encorva sobre mi, clavando sus dientes en mi pecho. Esta vez no tengo tiempo de reprimir el ruido que sale de mi boca y es muy tarde para cuando el lo escucha e incrementa lo que está haciendo. Bajo mis manos hasta que consigo el inicio de su pantalón, y, con toda la intención, subo mi rodilla hasta su cremallera, moviendo mi pierna apenas unos centímetros en pequeños círculos Niall suelta una maldición, apartándose de mi pecho para hundir fuertemente sus labios en los míos al punto en que me roba completamente el aire.
- Mierda, _______. -Dice entre mis labios- ¿Cómo me haces esto?
- ¿Qué? -Pregunto, aunque sé perfectamente que estoy haciendo. Bajo mis manos por su espalda hasta encontrarme con su firme trasero y le doy un apretón, soltando una sonrisa entre nuestro beso.
- Eso. -Gruñe, moviendo su cadera contra mi.
Niall baja unos centímetros y tan rápido como lo consigue, se deshace del short que llevo puesto para luego ayudarme a quitarle el pantalón que se interpone entre nosotros. Suelto un respingo al sentir lo duro que está cuando vuelve a recostarse contra mí, buscando mis labios. Lo jalo lo más cerca que puedo, sin importarme si todo su peso cae sobre mi o no y recorro toda su espalda con mis manos, trazando un camino con la yema de mis dedos. Niall llena mi rostro, mi cuello, mi pecho y mi abdomen de pequeños y dulces besos hasta detenerse frente a mi ombligo. Levanta la mirada, clavando sus ojos azules en los míos Tiene las mejillas rojas tal como yo, el cabello a medio peinar gracias a mis manos y un brillo que lo invade en toda su expresión que me roba el aire. Sus manos recorren mi cuerpo con delicadeza y detienen su recorrido al encontrar el inicio de la última prenda de ropa que llevo puesta. Alzo mis caderas con lentitud, y, sintiendo una descarga eléctrica por todo mi cuerpo, Niall se deshace de mi última prenda. De inmediato regresa su atención a mi, y me besa como sí no existiera un mañana en el horizonte, como sí solo importáramos nosotros dos. Hundo mis dedos en su cabello y lo jalo hacia a mí, mordisqueando su labio inferior con mis dientes. Puedo sentir como su respiración se vuelve más y más agitada con cada segundo. Dejo que mis manos se deslicen con naturalidad por su torneado cuerpo y con un movimiento ligero y rápido, rozo la tela de sus boxers. Niall suelta un jadeo sobre mi piel, inclinándose hacia a mí. Repito el movimiento un par de veces hasta que él se separa repentinamente.
- Ya no puedo más. -Dice con voz ronca y agitada.
Niall se levanta de la cama y me da la espalda por unos segundos, caminando hacia la mesa de noche que esta a la izquierda de nosotros. Su boxer cae el suelo y no puedo evitar dejar escapar una exclamación para mis adentros de lo increíblemente bien formado que está. Además, allí donde nunca lleva sol, es la parte más blanca de su piel y eso es bastante decir. Cierro los ojos mientras Niall se coloca protección, intentando controlar mi respiración, que se ha vuelto completamente irregular. En menos de un par de segundos, siento como entrelaza sus manos con las mías sobre mi cabeza. Mantengo los ojos cerrados, pero aprieto su mano entre la mía y subo el mentón, buscando sus labios, y los encuentro. Aún puedo sentir mis mejillas completamente rojas y el calor que emana el cuerpo de Niall llegar hasta a mí.
- No tengas miedo, estoy aquí, contigo. -Me dice, el tono más dulce que he escuchado jamás. Asiento con la cabeza, juntando mi frente con la suya.
- Y yo estoy contigo. -Le respondo.
Abro los ojos de golpe al sentir como Niall entra en mi lentamente, con cuidado de no herirme. Sin poder controlarlo, un grito sale de mi garganta al tiempo que arqueo mi cuerpo sin tener oportunidad de evitarlo, es como sí lo hiciera por instinto, antes de siquiera pensarlo. Aprieto las manos de Niall fuertemente contra las mías y muerdo mi labio con fuerza, intentando no gritar de esa forma nuevamente.
- ¿Estás bien? -Pregunta, acariciando mi mejilla. Yo asiento con la cabeza, buscando mi habla desesperadamente.
- Si... Si... Oh, Niall. -Digo al sentir como se mueve, dándome una oleada nueva de sensaciones que me quitan la respiración.
Niall mueve sus caderas lentamente al principio, con cuidado de no herirme. Quiero decirle que no lo está haciendo, no me ha herido ni molestado en lo absoluto, pero no encuentro las palabras, pues empieza a levantar el ritmo. Una hilera de jadeos se escapan de mi boca con cada embestida por su parte. Arqueo mi espalda lo más que puedo, haciendo un puño sobre la sabana, intento controlar mis gritos lo más que puedo, pero es completamente inútil no está sobre mi control. Todo lo que puedo hacer es rogar para que nadie nos escuche. La intensidad de los movimientos de Niall son cada vez más rápidos y profundos. Hundo mis uñas en su espalda, pegándolo a mi tanto como me es posible. Lo necesito, lo quiero tan cerca de mi como se pueda. La respiración de Niall también es irregular y agitada. Él suelta un gemido bastante alto cuando por fin soy capaz de mover mis caderas en coordinación con las suyas. Es increíble la cantidad de sensaciones que me invaden, no puedo pensar pero a la vez no he visto el mundo con tanta claridad como en este momento. Aprieto mis labios sobre el hombro de Niall, tragándome los gemidos que quieren salir de mi boca. Es tanto que no lo voy a poder soportar más tiempo. Arqueo mi espalda hasta el limite y alzo la cadera en el momento justo en que Niall voltea la cabeza para encontrar sus labios con los míos Cosa que agradezco, pues ahoga el sonido del gemido que sale de mi al sentir el último empujón de Niall.
El movimiento se detiene, ambos nos quedamos completamente quietos por unos segundos. Con mis manos en su espalda y una de las suyas en mi mejilla, con sus labios a centímetros de los míos. Nuestras respiraciones son cortas y rápidas, irregulares. Levanto la mirada y sonrío al ver a Niall. Su cabello rubio se le pega a la frente gracias a las gotitas de sudor que tiene allí, su rostro está completamente rojo y sus ojos están cerrados de forma plácida y tranquila. Me le quedo viendo hasta que abre los ojos lentamente y se percata de que lo he estado observando. Sonríe, logrando que un hoyuelo se le forme en la mejilla.
- Estás hermosa. -Dice con apenas un poco de voz, acomodando un mechón de cabello detrás de mi oreja- Eres lo más hermoso que visto nunca, _________.
Me da un beso suave y lleno de ternura que ahoga el pequeño gemido que hago al sentir como sale mi con delicadeza y me rodea con los brazos, protegiéndome de cualquier cosa. Estira la sábana sobre nosotros, cubriéndonos del mundo exterior y yo recuesto mi cabeza en su pecho, escuchando claramente a su corazón.
- ¿Podemos quedarnos así, para siempre? -Murmuro, cerrando los ojos. Niall entrelaza su mano con la mía, apoyando su barbilla en mi coronilla.
- Todo el tiempo que quieras. -Responde en tono suave, depositando un beso final en mi frente.
"You don't need not other lover, we can keep it undercover"
- Uno... Dos... Tres.. Oh, mierda.
Suelto una maldición en voz alta sin poder quitar mi vista de las fotografías puestas en el suelo de cerámica frente a mi. Paso una mano por mi frente y presiono contra mi cabeza en un intento desesperado de callar mis pensamientos. ¿Cómo pude ser tan distraída? ¿Cómo? No pueden haber tres fotos nada más, se supone que deben haber seis. Me digo a mi misma que tengo que calmarme antes de que me de un aneurisma y doy media vuelta para registrar mi bolso con la esperanza de haber dejado allí las fotos restantes. Nada. No están los tres que faltan. No hay nada más en mi bolso que un par de barras energéticas, las cuales han sido mis mejores amigas desde hace un par de días ya, mi celular, mi cámara y dinero. Un suspiro se escapa de mis labios al tiempo que me llevo las manos a las caderas sin saber que hacer. Echo un vistazo al reloj: Ya son casi las nueve y media de la noche; no hay tiempo de ir a buscarlas y regresar.
Nos asignaron una tarea en parejas el día anterior en el curso de fotografía, una que debemos entregar mañana a primera hora y que de seguro nos echarán sino logramos tenerla lista. Tanto Max como yo habíamos acordado que lo mejor era que tomáramos las fotos de inmediato y al día siguiente nos reuniríamos para ensamblar todo de manera que quedara digno de la nota más alta. Así que aquí estoy, parada en el medio de la acogedora y bonita sala de la casa de Max, con la intención de terminar un proyecto sin todas las fotos necesarias. ¿Cómo pude dejarlas? Mi única parte de aquel proyecto era tomar cinco fotos a contraluz desde un ángulo de perfil de varias personas al azar, eso era todo, algo tan sencillo como eso y lo he arruinado por no asegurarme de tener todas las fotos impresas en mi bolso antes de salir de la casa de Simon.
- ¿Sucede algo? -Max sonríe, entregándome un vaso lleno de leche achocolatada.
- Gracias. -Le doy un sorbo a mi bebida antes de señalar las fotos regadas por el piso- Se me olvidaron el resto de las fotos. Faltan dos y no tengo ni idea en que parte de la casa las dejé...
- Cálmate, _______. ¿No tienes la cámara aquí? Podemos bajar las fotos a la laptop e imprimirlas.
- Vacié la memoria de mi cámara hoy por la mañana. -Digo con tono bajo, dándome cuenta de mi error- Pensé que necesitaría el espacio así que ya no las tengo aquí.
- Humm...
Max deja su vaso sobre la mesa ovalada de la sala y se agacha frente al pequeño desorden que los dos hemos hecho durante las horas pasadas. Aparta los cuadernos, su cámara y el montón de material tirado junto a estas para solo dejar mis fotos frente a él. Estira la mano con expresión de concentración total y examina cada una de las fotos. Yo lo observo desde atrás, frunciendo ligeramente el ceño mientras él continúa mirando las fotos por un par de segundos más. Al fin asiente y apoya una mano en el piso, levantándose.
- Bien, relájate no todo está perdido. -Retoma su vaso para darle un largo sorbo y señala el mueble detrás de mi- Pasame la carpeta verde opaco que vez en la primera fila, por favor.
Asiento con la cabeza y me acerco hasta el mueble de caoba oscura que decora la sala, extiendo mi brazo y agarro la carpeta para entregársela Max murmura un rápido "Gracias" y la abre antes de explicarme que se le ha ocurrido.
- Podemos elegir las fotos que nos falten de aquí y luego empezamos a armar el cartel. -Dice, sacando un montón de fotos de la carpeta. Se agacha, dejándolas en paralelo con las que ya tenemos.
- ¿Donde las tomaste? -Pregunto al tiempo que me siento en el suelo junto a él, estirando una mano para coger una de las fotos.
- Me la paso tomando fotos en el Instituto; ya es normal. -Responde con una sonrisa infantil en sus labios.
- Son hermosas, Max, en serio.
Agarro otra foto, detallándola. Max tiene mucho talento, por lo que puedo ver. La persona de la fotografía que sostengo en la mano apenas se ve, gracias al efecto de la contraluz, pero aún así se nota que es un chico, quizás de nuestra edad, con cabello castaño que le llega por el cuello, abriendo uno de los casilleros del Instituto.
- ¿Quién es él? -Blando la foto con cuidado frente a Max.
- Oh, él estudia en el Instituto, va en una de mis clases. -Dice rápidamente como sí no quisiera hablar del tema y ladea la cabeza para que no note que se ha puesto rojo, aunque claro, ya me he dado cuenta.
- Max... -Sonrío amplíamente, acercándome a él- ¿Es este chico especial para tí?
- ________., no me veas así. -Quita la foto de mi mano y la deja con el resto- Mejor pongamos manos a la obra antes de que sea más tarde, ¿Sí?
- Claro, claro. -Le doy un empujoncito juguetón y asiento con la cabeza- Vale, ya. Seamos serios. Escogemos las fotos que mejor queden y luego armamos la cartelera.
- Bien, hagamoslo entonces.
Asiento con la cabeza con entusiasmo en mis venas, recojo mi cabello en una descuidada coleta y empiezo a hacer mi trabajo. Al instante ambos nos enfocamos en lo que tenemos que hacer: Terminar la cartelera. Yo evalúo las fotos, tomándome mi tiempo. Necesitamos que todas coincidan con el tema de la tarea y además, que cuenten una historia, la primera que decido incluir es la del chico del casillero que ha hecho sonrojar a Max como un tomate; no por molestarlo, sino porque de verdad me ha gustado la foto. Con la otras restantes me toma más tiempo decidirme, no es fácil hacer que sus fotos cuadren con las mías, pues los dos tenemos un método distinto de contar historias a través de las mismas y unirlas será mucho más difícil de lo que he pensado. Veinte minutos después por fin tenemos todas las fotografías seleccionadas y colocadas por orden de sucesión en el suelo, de forma que si las ves de derecha a izquierda, parecen contar una rápida historia. Estoy orgullosa de nosotros, al menos ya tenemos medio trabajo realizado. Hacemos una rápida pausa para comer, pues tanto Max como yo estamos completamente hambrientos y aprovecho para mandarle un mensaje de texto a Aly, preguntándole que tal va su tarea con su compañero Julio. Últimamente, cada vez que hablo con Aly, cosa que hacemos más seguidos, pues sí bien solo tenemos tiempo de vernos durante el curso, hablamos todos los días para mantenernos al tanto de lo que pasa en nuestras vidas, la chica menciona a Harry. No le quiero decir nada, a ninguno de los en realidad, pero es bastante obvio que hay algo entre los dos. Nada firme, claro, solo se conocen de una vez, pero de la misma forma en que Aly me pregunta indirectamente por él, Harry siempre me pregunta por ella. Es cómico, pues ni en un millón de años hubiera imaginado a Aly con él, pero quien sabe, tal vez algo logre suceder entre ellos. Volvemos a concentrarnos en el proyecto inmediatamente después de cenar pero esta vez nos enfocamos en darle vida la cartelera donde se colocarán todas las fotos. No podemos sencillamente pegar las fotos allí, necesitamos hacerla llamativa, que exprese de que se trata nuestro trabajo. Max y yo trabajamos en conjunto, ayudándonos para terminar lo antes posible. Me alegro haber quedado con él en esta asignación, pues los dos tenemos un método parecido para hacer las cosas, así que nos entendemos fácilmente a la hora de trabajar. Estoy metida de lleno, colocando unas letras impresas en la parte de arriba con el nombre que hemos decidido darle a nuestra pequeña obra cuando mi celular suena de nuevo, reclamando mi atención. Pego la última letra del título: "Extraños en la sombra" y veo mi teléfono esperando ver la respuesta de Aly, pero, para mi total sorpresa, es un mensaje de Niall. Veo la pantalla sin reaccionar cuando termino de leer el mensaje, sin creer lo olvidadiza y distraída que soy. Me he olvidado por completo de Niall. Habíamos quedado en ver una película en el cuarto especial de Simon después de que éste se fuera a dormir y se me ha borrado por completo de la mente. Suelto un suspiro de frustración, enviándole un mensaje que dice: "Llegaré tarde, lo siento, Niall. Cosas del curso" veo la hora en la pantalla del celular antes de guardarlo en mi bolsillo. Ya son las once en punto.
- ¿Pasa algo? -Max alza las cejas, colocando una de las fotos sobre la cartelera.
- No... Bueno, sí, no sé, yo... -Paso las manos por mi rostro antes de mirarlo- ¿Te importa terminar de colocar las fotos tú solo? Sé que no tengo a derecho a pedírtelo pero se suponía tenía algo así como cita con Nial y...
- ¡Ve! -Max me da un empujoncito, sonriendo- Puedo pegar cinco fotos yo solo, ya todo lo difícil está hecho. Ve a disfrutar tu cita, ______.
- ¡Eres un amor! -Le digo, abalanzándome sobre él en un abrazo lleno de cariño- Gracias, gracias, gracias.
- ¡No tienes que agradecerme, tonta! -Me aparta de él antes de levantarse y camina hasta la puerta de salida, agarrando las llaves de su auto en el camino- Vamos, te llevo, es muy tarde para que cojas un taxi.
- Gracias. -Digo una vez más, saliendo hacia el garaje.
El auto de Max es un volvo usado que logró comprar gracias a la ayuda de sus padres. Me subo al siento del copiloto, aún charlando con él sobre como deben ir las fotos posicionadas al tiempo que Max enciende el auto y se adentra en las calles iluminadas por los faroles de luces amarillas. El apartamento del pelinegro no queda muy lejos de la casa de Simon, de hecho, gracias a que no hay casi autos en la calle, probablemente tardemos menos de quince minutos en llegar. Me recuesto en el asiento de cuero, disfrutando de la vista al tiempo que murmuro ideas sobre como quedarían más bonitas las fotos. A la final, tanto él como yo, acordamos en que sencillamente las pondremos en la cartelera, sin agregarle muchos adornos, pues luego opacarían el motivo central de todo el trabajo. Subimos la ligera colina que da hacia la calle donde queda la casa de Simon y Max baja la velocidad. Le indico cual de todas es y se detiene justo al frente, dejándome en todo la entrada. Me bajo de un saltito del auto y lo rodeo para acercarme a su ventanilla.
- ¿Seguro que no te molesta terminar eso solo? -Le pregunto con preocupación pero él niega con la cabeza, restandole importancia.
- No te preocupes tanto, _______. -Sonríe, inclinándose para darme un beso en la mejilla como despedida- Te veo mañana.
- Hasta mañana, y gracias por traerme, eres un amor.
Max espera hasta que la verja que da hacia la propiedad privada de Simon se abra y yo pase para arrancar el auto, dar una vuelta en U y regresar por la colina. Levanto la mano en forma de despedida hasta que el auto desaparece de mi vista, doy media vuelta sobre mis talones y camino hasta la puerta de entrada a la inmensa casa de Simon. Apresuro el paso, pues la idea de merodear por el jardín delantero de la casa a esa hora de la noche no me da mucha seguridad y abro la puerta principal, adentrándome por fin en el recibidor. Cierro la puerta detrás de mí, me aseguro de colocar la alarma de seguridad, de la cual Simon me ha dado la clave, y me tomo un tiempo antes de subir las escaleras. La casa está extremadamente silenciosa, cosa que no me gusta. Casi todas las luces están apagadas a excepción de los pequeños bombillos en el barandal y los escalones de la escalera, así como los mismos que están iluminando la entrada de cada pasillo. Paso de largo mi habitación, pues sé que Niall no está allí y en cambio me detengo frente a su puerta, rogando por que no se halla dormido aún, pues lo último que quiero es despertarlo. Toco dos veces y espero.
- ¿Qué...? -Niall se detiene, dejando la puerta a medio abrir, observándome desde dentro de la habitación- Ah, que bueno que llegaste, ya es tarde. Simon se podría preocupar.
- ¿Simon? -Alzo las cejas, negando con la cabeza- Él debe estar más que dormido a esta hora.
- Sí, bueno... -Pasa las manos por su cabello rubio y suspira- Mira, _______., es tarde, debería irme a dormir.
- ¿Dormir? -Una risa absurda se escapa de mis labios- ¿Estás de broma? ¿O es que ahora de repente tienes sueño? Porque a mi parece que es algo más.
La mirada de Niall se aleja de mi al tiempo que él suelta un largo y pausado suspiro, negando con la cabeza.
- No voy a tener esta conversación ahora. -Se encoge de hombros y coloca la mano en la puerta- Que duermas bien, hasta mañana.
- ¡Niall Horan no me vas a cerrar la puerta en las narices! -Grito, arriesgándome a que Simon nos escuche, pero me importa realmente muy poco. Pongo el pie entre la puerta y el marco y empujo con la mano, haciendo que se aparte para entrar en su habitación- ¿Se puede saber que demonios te pasa?
- Así que vamos a tener esta conversación... -Murmura, cerrando la puerta detrás de mí antes de alejarse un par de pasos- No me pasa nada, ya te dije.
- ¿En serio? No te creo. -Le digo, fijando mi mirada en la suya- ¿Estás así porqué olvidé la cita?
- ________. No es eso...
- ¿Qué es? -Le digo, alzando los brazos en señal de desesperación- ¡Deja de encerrarte en tí mismo y dime! Porque no puedo leer tus pensa...
En cuestión de segundos, Niall acorta la distancia entre nosotros. Lo que antes era una separación de dos pasos entre los dos, pronto es cuestión de milímetros Siento mi espalda chocar suavemente contra la pared, con el cuerpo de Niall presionando contra el mío. Sus manos se apoyan en la pared a cada lado de mí, acorralándome. Acerca lentamente su rostro hacia mí hasta que nuestras narices rozan una con la otra, tan cerca, que todo él me abruma. Sus ojos parecen diez veces más azules, más vibrantes y profundos que nunca. Su colonia me llega de frente, inundando mi sentido del olfato por completo. Huele a una mezcla de jabón de baño y perfume Calvin Klein para hombres, algo que me deja mareada al principio. Pero lo que más me atrapa es sentir el ritmo de su respiración agitada contra mí, el bajar y subir de su pecho tan cerca del mío.
- Lo que me pasa es que quiero estar contigo. -Su voz ronca llega a mis oídos, haciendo que fije mi mirada en él- Quiero estar contigo sin que sea un problema... -Su boca se acerca a la mía, pero se desvía unos centímetros más abajo, hacia mi cuello- Quiero salir contigo. -Murmura antes de mordisquear suavemente mi piel- Llevarte en una cita... -Continúa camino abajo, dando pequeños mordiscos en el camino- Quiero estar contigo, sin que el mundo haga un gran alboroto al respecto. -Y entonces, sus labios suben hasta encontrarse con los míos.
Es sin duda el mejor beso que he tenido en toda mi vida. Sus labios, que tantas chicas se han imaginado besar alguna vez, son mil veces mejor de lo que alguna vez pensé. Se apoderan de los míos en cuestión de segundos, dejándome sin aire. Paso mis manos por su cuello, atrayéndolo hacia mi. Niall coloca una de sus manos en mi mejilla, hundiendo sus labios mucho más, intensificando el beso. Dejo que me guíe al tiempo que hundo mis dedos en su cabello. Paseo mis manos por su cabellera castaña y rubia, enredando un mechón en mi dedo. Me alejo apenas lo suficiente para poder atrapar un poco de aire y Niall sonríe, bajando sus manos lentamente hasta situarlas en mi cadera.
- Eres mía, ¿Lo sabes? -Murmura contra mi oído Y eso es lo que me pone mal... No poder gritárselo al mundo. -Recorre la linea de mi mentón con sus labios y, tan repentinamente que me hace soltar todo el aire en mis pulmones los hunde con fuerza en mi cuello, haciendo una marca que probablemente no se borrará en días.
Sus manos se afianzan en mi cadera, levantándome del suelo unos centímetros Alzo los brazos para rodearlo nuevamente por el cuello y lo rodeo con las piernas por la cadera, dejando que me cargue. Niall se las maneja para no dejarme caer el suelo y me despego de la pared, a salvo entre sus brazos. Suelto una ligera risa al sentir como trastabillea justo antes de quedar frente a su cama. Rozo mi nariz con la suya, disfrutando de su rostro tan cerca del mío, de todo él así, sin separación.
- No me dejes caer, Niall. -Murmuro, dándole un suave beso.
- Nunca, _______. -Me asegura, inclinándonos con cuidado para depositarme sobre el suave y blanco colchón de la cama.
Siento mi espalda dar con el mullido edredón y me apoyo sobre mis codos, subiendo lentamente la mirada hacia Niall. El se acerca a mi, subiéndose a la cama, trepando sobre mi cuerpo. Se coloca encima de mi, apoyado en sus brazos para no dejar todo su peso caer en mí. Ambos nos miramos por lo que parece una eternidad y, en un acuerdo silencioso, dejamos a todo el mundo por fuera, como sí solo existiéramos nosotros dos nada más. Mis pensamientos parecen ir en cámara lenta, haciéndome entender lo que está a punto de suceder. Levanto una mano y la detengo a centímetros del rostro de Niall. Él esta allí, frente a mí, con sus ojos azules clavados en los míos, con su respiración tan agitada como la mía. Es real; no se irá a ningún lado, no se esfumara como un sueño repentino. Está aquí, conmigo. Acaricio su mejilla por unos segundos antes de que el atrape mi mano entre la suya, sonriendo como nunca antes lo había visto. Es tan... Atrapante, tan condenadamente guapo que apenas lo termino de creer.
- No haré nada que no quieras hacer, ¿Lo sabes, verdad? -Pregunta, pegando su frente con la mía- Absolutamente nada.
- Lo sé. -Respondo, sintiendo como mis mejillas se encienden.
- Dime que me detenga si quieres que lo haga... -Murmura contra mi piel, bajando sus manos hasta el inicio de mi camisa.
Hunde sus labios en los míos esta vez mucho más lento, con calma, sin apuros. Dejo de apoyarme en mis codos, acostándome con la espalda completamente pegada a la cama. Mordisqueo su labio inferior, jalándolo sin mucho cuidado hacia mí y logro sacar un ligero gruñido de sus labios. Las manos de Niall se alzan, llevándose mi camisa con estas hasta más arriba de mi ombligo, arqueo la espalda y alzo los brazos, dejando que la camisa se deslice para terminar en el piso de la habitación. La camisa de Niall también se une a la mía en pocos segundos. Sus labios no pierden tiempo y se deslizan desde mi mejilla hasta mi cuello, dejando su marca nuevamente allí, suelto una maldición que se escapa de mis labios antes de que pueda retenerla: No sé como demonios ocultaré ese chupón.
- No te preocupes por eso. -Dice con sus labios contra mi clavícula como sí pudiera leer mis pensamientos.
Una corriente eléctrica atraviesa cada centímetro de mi cuerpo cuando el aliento caliente de Niall choca contra el inicio de mi brasier antes de desabrocharlo con un rápido movimiento de su mano y mandarlo lejos, con el resto de nuestra ropa. Por instinto, me tapo el rostro con las manos, pues en este momento mis mejillas están del color de un tomate y completamente calientes. La suave risa de él me llega a los oídos antes de que sus manos se situen sobre las mías.
- Déjame ver tu rostro. -Me pide, retirando mis manos con cuidado- Te voy a mirar a los ojos todo el tiempo, lo prometo. Estamos solos tu y yo.
Asiento con la cabeza antes de atrapar su boca en un rápido beso. Niall sonríe sobre mis labios, colocando su mano en mi mejilla antes de quitarla para atrapar la mía al tiempo que bajaba por un camino trazado de besos hasta el inicio de mis pechos. La sensación que me invade hace que apriete de inmediato su mano entre la mía en un intento desesperado por no gritar. Su boca invade por completo un territorio al que nadie antes había llegado. Sus labios se sienten extremadamente suaves, como terciopelo sobre mi piel. Dejo que un gemido se escape de mis labios, cosa que hace que me sonroje aún más. Niall no ha quitado la mirada de mis ojos en todo ese tiempo, pero no puedo más. Suelto su mano y llevo las mías a su espalda, recorriendola a mis anchas y apegándolo. Es exactamente como pensé que sería. Puedo sentir sus músculos tensarse a medida que el se encorva sobre mi, clavando sus dientes en mi pecho. Esta vez no tengo tiempo de reprimir el ruido que sale de mi boca y es muy tarde para cuando el lo escucha e incrementa lo que está haciendo. Bajo mis manos hasta que consigo el inicio de su pantalón, y, con toda la intención, subo mi rodilla hasta su cremallera, moviendo mi pierna apenas unos centímetros en pequeños círculos Niall suelta una maldición, apartándose de mi pecho para hundir fuertemente sus labios en los míos al punto en que me roba completamente el aire.
- Mierda, _______. -Dice entre mis labios- ¿Cómo me haces esto?
- ¿Qué? -Pregunto, aunque sé perfectamente que estoy haciendo. Bajo mis manos por su espalda hasta encontrarme con su firme trasero y le doy un apretón, soltando una sonrisa entre nuestro beso.
- Eso. -Gruñe, moviendo su cadera contra mi.
Niall baja unos centímetros y tan rápido como lo consigue, se deshace del short que llevo puesto para luego ayudarme a quitarle el pantalón que se interpone entre nosotros. Suelto un respingo al sentir lo duro que está cuando vuelve a recostarse contra mí, buscando mis labios. Lo jalo lo más cerca que puedo, sin importarme si todo su peso cae sobre mi o no y recorro toda su espalda con mis manos, trazando un camino con la yema de mis dedos. Niall llena mi rostro, mi cuello, mi pecho y mi abdomen de pequeños y dulces besos hasta detenerse frente a mi ombligo. Levanta la mirada, clavando sus ojos azules en los míos Tiene las mejillas rojas tal como yo, el cabello a medio peinar gracias a mis manos y un brillo que lo invade en toda su expresión que me roba el aire. Sus manos recorren mi cuerpo con delicadeza y detienen su recorrido al encontrar el inicio de la última prenda de ropa que llevo puesta. Alzo mis caderas con lentitud, y, sintiendo una descarga eléctrica por todo mi cuerpo, Niall se deshace de mi última prenda. De inmediato regresa su atención a mi, y me besa como sí no existiera un mañana en el horizonte, como sí solo importáramos nosotros dos. Hundo mis dedos en su cabello y lo jalo hacia a mí, mordisqueando su labio inferior con mis dientes. Puedo sentir como su respiración se vuelve más y más agitada con cada segundo. Dejo que mis manos se deslicen con naturalidad por su torneado cuerpo y con un movimiento ligero y rápido, rozo la tela de sus boxers. Niall suelta un jadeo sobre mi piel, inclinándose hacia a mí. Repito el movimiento un par de veces hasta que él se separa repentinamente.
- Ya no puedo más. -Dice con voz ronca y agitada.
Niall se levanta de la cama y me da la espalda por unos segundos, caminando hacia la mesa de noche que esta a la izquierda de nosotros. Su boxer cae el suelo y no puedo evitar dejar escapar una exclamación para mis adentros de lo increíblemente bien formado que está. Además, allí donde nunca lleva sol, es la parte más blanca de su piel y eso es bastante decir. Cierro los ojos mientras Niall se coloca protección, intentando controlar mi respiración, que se ha vuelto completamente irregular. En menos de un par de segundos, siento como entrelaza sus manos con las mías sobre mi cabeza. Mantengo los ojos cerrados, pero aprieto su mano entre la mía y subo el mentón, buscando sus labios, y los encuentro. Aún puedo sentir mis mejillas completamente rojas y el calor que emana el cuerpo de Niall llegar hasta a mí.
- No tengas miedo, estoy aquí, contigo. -Me dice, el tono más dulce que he escuchado jamás. Asiento con la cabeza, juntando mi frente con la suya.
- Y yo estoy contigo. -Le respondo.
Abro los ojos de golpe al sentir como Niall entra en mi lentamente, con cuidado de no herirme. Sin poder controlarlo, un grito sale de mi garganta al tiempo que arqueo mi cuerpo sin tener oportunidad de evitarlo, es como sí lo hiciera por instinto, antes de siquiera pensarlo. Aprieto las manos de Niall fuertemente contra las mías y muerdo mi labio con fuerza, intentando no gritar de esa forma nuevamente.
- ¿Estás bien? -Pregunta, acariciando mi mejilla. Yo asiento con la cabeza, buscando mi habla desesperadamente.
- Si... Si... Oh, Niall. -Digo al sentir como se mueve, dándome una oleada nueva de sensaciones que me quitan la respiración.
Niall mueve sus caderas lentamente al principio, con cuidado de no herirme. Quiero decirle que no lo está haciendo, no me ha herido ni molestado en lo absoluto, pero no encuentro las palabras, pues empieza a levantar el ritmo. Una hilera de jadeos se escapan de mi boca con cada embestida por su parte. Arqueo mi espalda lo más que puedo, haciendo un puño sobre la sabana, intento controlar mis gritos lo más que puedo, pero es completamente inútil no está sobre mi control. Todo lo que puedo hacer es rogar para que nadie nos escuche. La intensidad de los movimientos de Niall son cada vez más rápidos y profundos. Hundo mis uñas en su espalda, pegándolo a mi tanto como me es posible. Lo necesito, lo quiero tan cerca de mi como se pueda. La respiración de Niall también es irregular y agitada. Él suelta un gemido bastante alto cuando por fin soy capaz de mover mis caderas en coordinación con las suyas. Es increíble la cantidad de sensaciones que me invaden, no puedo pensar pero a la vez no he visto el mundo con tanta claridad como en este momento. Aprieto mis labios sobre el hombro de Niall, tragándome los gemidos que quieren salir de mi boca. Es tanto que no lo voy a poder soportar más tiempo. Arqueo mi espalda hasta el limite y alzo la cadera en el momento justo en que Niall voltea la cabeza para encontrar sus labios con los míos Cosa que agradezco, pues ahoga el sonido del gemido que sale de mi al sentir el último empujón de Niall.
El movimiento se detiene, ambos nos quedamos completamente quietos por unos segundos. Con mis manos en su espalda y una de las suyas en mi mejilla, con sus labios a centímetros de los míos. Nuestras respiraciones son cortas y rápidas, irregulares. Levanto la mirada y sonrío al ver a Niall. Su cabello rubio se le pega a la frente gracias a las gotitas de sudor que tiene allí, su rostro está completamente rojo y sus ojos están cerrados de forma plácida y tranquila. Me le quedo viendo hasta que abre los ojos lentamente y se percata de que lo he estado observando. Sonríe, logrando que un hoyuelo se le forme en la mejilla.
- Estás hermosa. -Dice con apenas un poco de voz, acomodando un mechón de cabello detrás de mi oreja- Eres lo más hermoso que visto nunca, _________.
Me da un beso suave y lleno de ternura que ahoga el pequeño gemido que hago al sentir como sale mi con delicadeza y me rodea con los brazos, protegiéndome de cualquier cosa. Estira la sábana sobre nosotros, cubriéndonos del mundo exterior y yo recuesto mi cabeza en su pecho, escuchando claramente a su corazón.
- ¿Podemos quedarnos así, para siempre? -Murmuro, cerrando los ojos. Niall entrelaza su mano con la mía, apoyando su barbilla en mi coronilla.
- Todo el tiempo que quieras. -Responde en tono suave, depositando un beso final en mi frente.
Letswalkinthesun
Re: - Fix me. {Niall Horan&Tú} -Hot-
Wooo casi me matas,perfeccion como escribbes escenas hot.
ahjsgahsadha seguila cuando puedas .
Besus Isy.
prettygirl
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