Perfect boys only exist in books CANCELADA

Bueno brooke no subió y no aviso así que tiene una falta por lo cual la siguiente chica le toca subir capítulo

M.I Fiore es tu turno

Capitulo 3

Me encontraba en la biblioteca que, como muchas veces había dicho, mi padre me lo había hecho de regalo de cumpleanos a los 10 años. En mis manos sostenía el libro de “Cazadores de Sombras: Los orígenes”, sin duda mi libro favorito. Will, William Herondale, mi amor platónico desde que compre este libro, su sarcasmo eran una de las tantas cosas que me atraían de el y algo que teníamos en común.
Cuando leía el libro era como si estuviera dentro de la batalla de los nephilims y los demonios, sentía como el sudor caia por sus frentes y Will junto a su parabatai, Jem, mataban cientos y cientos de repudiados. Y para ser exactos, estaba celosa de Tessa cuando besaba a Will pero se casaria con Jem, ella tenia la virtud de poder estar con ellos mientras que por mi lado, yo me tenia que conformar con leer una que otra pagina.
Era viernes, y no había clases, simplemente el dia perfecto para pasar horas muertas leyendo todos los libros que se me viniera el antojo. Mañana, sabado, tendría que asistir a la fiesta de Josh, un compañero de clases que siempre organizaba “Las fiestas del año” y esta vez el motivo era, navidad.  Josh, Josh McQueen era el tipico chico capitán del equipo de football que todas las chicas mueren por que el las invite a salir a pesar de que alla salido con media secundaria. Se rumora que todos los meses el se propone a una chica, y hasta que no la tenga, no se rinde, finalmente cuando la consigue, a la semana, terminan. A decir verdad, para el no es tan difícil conseguir a las chicas; cabello castaño, rizado, ojos azules con un toque verdoso, musculos notables, y una sonrisa encantadora, pero simplemente, su carisma lo destruye todo. Al principio es dulce, simpatico, caballeroso, pero cuando lo conoces bien, es engreído, caprichoso, y se cree un “alto nivel” que los demas. Se preguntaran como se tanto sobre el, pues para ser sinceros, yo fui una de esas victimas. Salimos, todo era feliz, claro, hasta que me dijo que “solo me busco por interés”, “que era solo un juego” y luego, se fue con la capitana de porristas; rubia, ojos azules,  cuerpo envidiable, simplemente otra tipica plástica hueca en la escuela. Duraron dos semanas y ¡zas! Por arte de magia el trono con ella. Salir con el es una de las cosas que me gustaría cambiar de mi pasado, simplemente que eso nunca haya sucedido. Pero lamentablemente, la maquina del tiempo se ha quedado averiado en la esquina de mi casa.
-¡Isabelle! ¡Ven, necesito mostrarte algo! –grito Anastasia, la señora de servicios de nuestra casa. Ya que mi madre había muerto, alguien tenia que hacerse cargo de la limpieza de esta casa, y aunque mi querido padre me suplicara una y otra vez que hiciera los quehaceres, yo era incapaz de hacerlos, mi cuerpo solo pedia cama, libros y comida. Con esas tres cosas en mi vida, ya yo era feliz.
Baje los escalones, aun sujetando el libro, que había marcado la pagina por donde me había quedado, en las manos. Fui hacia la cocina, pero Anastasia no estaba allí, como sucedía la mayoría de las veces. Luego, camine hacia la sala de estar, pero tampoco estaba alla.
-Estoy en el jardín, Isabelle –me llamo una vez mas aquella voz, pero no era la voz de Anastasia que me había llamado hace unos minutos, si no, una voz masculina. Decidí caminar hacia alla, y luego abri la puerta de cristal, que dividia la sala de estar con el jardín trasero.
No se veia nada ya que el sol se estaba poniendo y la luna alzándose en el cielo. Tarde unos segundos para que mis ojos se adaptaran a la poca luz que había y lograra divisar la sombra que se posaba al final del jardín. La figura estaba parada, apoyada en el muro con los pies cruzados al igual que sus manos, que se cruzaban firme y elegantemente en su pecho. Un sombrero cubria parte de su rostro. El chico se veia joven, no podía tener mas de 19 años. Su traje gris lo hacia ver sofisticado, y finalmente cuando el se quito su sombrero pude ver de quien se trataba.
Quede pasmada.
El chico solto una pequeña risa cuando vio como reaccioné, sentí como la sangre se me venia a las mejillas y mi piel se palidecía. A cuestión de unos minutos despues, el chico –el cual conocía perfectamente –dio un paso hacia adelante, haciendo que la luz deslumbraba en  su cara y sus ojos azules se aclararan más.
-y que…¿no vas a decir nada? –dijo –no me digas que viaje desde el Instituto de Londres solo para verte parada ahí, haciendo nada –añadió –Ah, y te recomiendo que cierres la boca, hay muchos mosquitos a estas horas de la casi noche.
-No, no puede ser…-tartamudee aun sorprendida –Tu, tu…
-Yo…Yo…-bromeo imitándome para luego sonreír sarcásticamente –Will Herondale –se presento –supongo que me conoces.
Asentí firmemente con la cabeza.
-Pero tu…
-Soy de un libro, lo se –me interrumpió una vez mas –pero recuerdas ese dicho… de “si lo sueñas y lo quieres…
-Lo puedes tener” –concluí –Supongo que sabes mi nombre tambien –supuse –Para llegar hasta aquí, debiste saber mi dirección y la forma de cruzar a los perros guardianes.
-En realidad, los perros no fueron problema. Simplemente los salte o me hice una runa para no ser visto, ser cazador de sombras tiene sus virtudes, cariño –guiño un ojo –y la dirección, simplemente le pedi la dirección a Charlotte o Henry. Y si, si se me tu nombre, Isabelle Fray –explico mientras que con su estela se “limaba las uñas” y hacia un ademan de desinteresado en ese tema.
Charlotte y Henry: Los directores del Instituto de cazadores de sombras en Londres. Una pareja de esposos muy honrados en ese sentido, pero según lo que había leído, buenas personas.
-Esto…esto no puede estar pasando –exclame –si, seguro que bebí de mas ayer en la noche…
-Isabelle…
-O, tambien puede ser que tengo alucinaciones. Debí haber ido al doctor aquella vez cuando mi padre dijo que estaba loca…
-Izzy…
-Una broma, si. Seguro es eso, haber, dime ¿Quién te ha mandado? ¿Stephanie o Johnny?...
-¡Isabelle, Basta! ¡No estas loca! Yo soy de verdad, soy el auntentico Will. Probablemente el mas guapo que hayas visto en años –se alago a si mismo el castaño guardando su estela en el bolsillo del traje.
-Ok, de acuerdo. Supondremos que te creo –dije dándome por vencida –y ¿Por qué viniste? Mortmain no ha estado amenazando con enviar demonios aquí y el no vive en las afueras de New York que yo sepa –me encogí de hombros.
-No, niña tonta –bromeo –Vine para hacerte la vida feliz…
-¿Traes unicornios? –grite emocionada dando saltitos. Will puso los ojos en blanco.
-No, no traigo unicornios. Vine yo –se señalo a si mismo –para hacerte la vida feliz.
-Si no traes unicornios, creo que te puedes retirar –comenté poniendo mis brazos en los costados.
-Ah, por favor –exclamó –A ver, ¿acaso no soy yo tu amor platónico? –pregunto esperando una respuesta obvia.
-Si pero…
-¿Pero que? –dijo exhausto -¡Vaya! Jem nunca me dijo que serias tan terca. Oye –comenzó en un tono amenazador –yo soy la persona mas terca y sarcástica que hay en este mundo. Aquí, no caben dos.
-¿Y como estas tan seguro de que eres el mas sarcástico? –cuestione en un tono divertido.
-Bien, que gane el mejor –dijo extendiendo su mano para “firmar un trato”.
-De acuerdo –afirme –Una pregunta –dije, una vez nos soltamos las manos.
-Dime
-¿Soy la única que te puede ver?
-Si, eres la única que puede ver esta hermosura –levanté una ceja rodando los ojos y el rió –llevo la delantera, muñeca.

soy un spoiler bailarin: