Re: Connected •Harry Styles•

por **LiloMarket** Vie 23 Ago 2013, 5:13 pm

CAPITULO 2

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EN LA PRÓXIMA VIDA

¿Qué haré?
Te quiero en mi vida
Pero no puedo tenerte para mí
Porque le pertenezco a alguien más
Así que te veré en nuestra próxima vida.

Atravesamos la puerta abierta hacia el USC Campus Bar y Aerie levanto su cola.
—Por lo menos no tienen esa mierda de Halloween aquí—, grito un poco demasiado fuerte. Mientras mis oídos se ajustaban a un sonido más pacífico, oí una suave voz aterciopelada cantando una canción poco familiar, pero aun así cautivante.
Aerie dejo de ponerse sus cuernos de diablo, y yo mire a través del gran salón a todos los rostros familiares mientras trataba de ver a la banda sobre el escenario. Grite directamente en su oreja:
—Suenan realmente bien. ¿Los has oído antes?—
Ella estaba de puntas de pie tratando de ver sobre la multitud. Reí ante su estatura pequeña hasta que su puntiagudo cuerno de diablo me golpeo en el ojo.
—No, pero me encanta su sonido—, respondió, aun tratando de ver el escenario y casi cayendo.
Había estado viniendo aquí por los últimos tres años para escuchar música, conocer nuevas bandas, y bailar. Ni siquiera podía recordar ver este bar tan lleno. Había tanta gente que apenas podía ver la larga barra de madera a mi derecha, y con la masa de gente saltando y golpeándose en la pista de baile, ni siquiera podía echarle un vistazo al escenario detrás.
Mirando a Aerie, pregunte:
—¿Sabes su nombre?—.
—Creo que se llaman The Wilde Ones—, hipo y rió. Me guiño un ojo mientras comenzaba a bailar hacia unos amigos que acababa de encontrar en la pista y grito sobre su hombro: —Por cierto, ¡los amo! Un nombre genial y un sonido incluso más genial.—
Aerie era como dos personas en una. La Aerie sobria era una máquina que funcionaba perfectamente, con impaciencia y orden arraigados en su vida. La Aerie ebria era una Aerie sobria con completa diversión y locura agregadas. No estoy segura de cual prefiero.
—Buscare algo para tomar y te veré por ahí—, le dije a nadie ya que ella ya se había ido. Una multitud de gente me rodeó mientras caminaba hacia el bar. Cuando el barman me vio, le pedí dos cervezas, una sola y la otra con hielo, y añadí dos shots para continuar en mi misión de ayudar a Aerie a salir de su miseria.
La música en vivo se detuvo y la mezcla típica de canciones de Halloween sonó en el salón. Gire del bar y escanee la multitud buscando a Aerie. Pensaras que era fácil de encontrar con su disfraz de diablo rojo con lentejuelas. Dijo que estaba vengativa y si su atuendo a elección era algún indicador, ella estaría reivindicada.
Mirando la multitud, no pude encontrarla, pero si vi una atractiva silueta, y estuve atraída hacia ella. La silueta era de un hombre. Él estaba aún demasiado lejos de mí para notar cualquier característica física específica. Pero algo... no, todo sobre él, me llamo la atención.
Estudie los movimientos de la silueta y note la belleza de su caminar; era cautivante y le sobraba confianza. Parecía estar relajado y sin prisa, como si supiera exactamente a donde iba.
Este hombre atractivo se pavoneaba en mi dirección y mientras se acercaba, quede asombrada. Mordiendo mi labio inferior, fui incapaz de concentrarme en algo más que él. Mi cabeza aún estaba un poco confusa por las tres cervezas que había consumido antes. Claramente no estaba pensando correctamente cuando hice contacto visual con él y estudie detenidamente su cuerpo desde la cabeza a los pies.
Mientras la distancia entre nosotros se achicaba, pude ver que su apariencia física era tan cautivante como su forma de caminar. Era alarmantemente atractivo: alto, delgado, y musculoso pero no abultado. Usaba un gorro tejido negro con su cabello marrón saliendo por aquí y por allá. Cuando mire sus ojos, simplemente me deshice. Aunque no podía ver su color, la intensidad de ellos era extremadamente poderosa. Era casi tan fuerte que pensé que si los miraba por mucho tiempo nunca podría salir. A parte de sus ojos, las palabras apuesto y asombroso no eran adjetivos lo suficientemente fuertes como para describirlo.
Mi mente viajo hacia donde no debía. Sabiendo que no debía comparar a este chico cautivante con mi novio, lo hice de todas formas. Me sentía increíblemente culpable, pero no pude evitarlo. Mi novio era surfeador.
Él era atractivo, ardiente, y sexy con un alto ego. Este chico asombroso era igual de atractivo, ardiente, y sexy, pero había algo más… otra cosa. No podía descubrirlo.
Caminando más lento a través de la multitud, se sacó su gorro tejido, y paso sus dedos a través de su cabello. Juro que pude ver algunos destellos cobrizos entre sus mechones de color marrón oscuro. Cuando nuestros ojos se conectaron se sintieron como minutos, cuando en realidad fueron sólo segundos. En ese momento, algo sucedió en mi interior. La conexión no fue como nada que me hubiera sucedido antes. Fue un tirón eléctrico que me obligaba y forzaba a seguir observándolo.
Todo lo que vi y todo lo que sentí se traducía en tres pequeñas palabras: él es peligroso. Sabía que debía alejar la mirada, alejarme, pero no lo hice. No pude. Él era demasiado seductor. Quería saber todo de él y ni siquiera lo había conocido todavía. Con esas tres palabras arremolinándose en mi mente, otros pensamientos gritaron más fuerte. Pensamientos que no pude ignorar, y sabía que necesitaba resolverlos.
Él estaba finalmente lo suficientemente cerca para que pudiera ver que sus brillantes ojos eran verdes. Su suave brillo reflexivo me recordó a dos bolas de cristal. Estuve instantáneamente atraída a su sonrisa como un imán. No era una sonrisa completa, más bien como una sonrisa de lado que mostraba sus hoyuelos. Su piel era suave sin cabello facial y eso hizo que mis rodillas se debilitaran. Tenía unos labios llenos que me hicieron querer besarlo, y no sé por qué. Nunca había mirado a un chico así, ni siquiera a Louis. Entonces, ¿por qué lo observaba así? Y, ¿por qué no podía alejar mi mirada?
A demás de su atractivo sexual físico en general, su elección de ropa simple lo hacía incluso más irresistible. Usaba jeans desgastados, una camiseta negra del concierto de Foreigner, y botas negras. Tuve que reír un poco cuando vi su camiseta de concierto porque yo también estaba usando una. La mía era de mi papá, con U2 estampado sobre el frente. Yo la usaba atada al costado, lo que hacía que el cuello cayera por mi hombro.
Habiendo podido caminar a través de la multitud mucho mejor que yo, estaba parado justo frente a mí. Su rostro quitaba el aliento; tenía una barbilla adorable, una nariz pequeña y recta, cejas perfectamente delineadas, y largas pestañeas. Era una visión total de la perfección y no pude evitar sonreír.
El bar estaba lleno y no había lugar junto a mí. Poniendo ambas manos en sus bolsillos, se quedó donde estaba y me sonrió. Luego, lamiendo su labio inferior, pregunto con una voz baja y sexy:
—¿Me estabas mirando?—
Hice una mueca con mis labios y puse los ojos en blanco. Estaba un poco sorprendida por su sinceridad. Respire profundamente mientras enderezaba mis hombros y ponía mis manos en mis caderas.
—No, solo estaba buscando a mi amiga mientras esperaba mis tragos. Tu solo apareciste en mi línea de visión.—
Él rió un poco, luego dijo:
—Esa mirada fue ardiente.—
Resople y trate de no reír. ¿Realmente acababa de decir eso?
Cuando el barman trajo mi orden y la dejo frente a mi, mi teléfono comenzó a sonar en mi bolsillo, pero lo ignore mientras seguía mirándolo.
—De todas formas, ¿por que creerías que estaba observándote?—
Cuando la persona junto a mi pago la cuenta y se alejo, él se movió para llenar el espacio vació y dejo su gorro junto a mis tragos. Su cercana proximidad causo que mi pulso se acelerara y que mi corazón latiera más rápido.
Inclinándose hacia un lado, recostó su cadera sobre la barra. Con sus ojos aun sobre los míos, respondió:
—Porque yo te estaba mirando, y esperaba que tu también me estuvieras mirando.—
Cuando me gire para hablar, instantáneamente perdí el hilo de mis pensamientos. Mire directamente esos poderosos ojos verdes, tan llenos de intensidad, y me perdí. Con la tensión eléctrica solo haciéndose más fuerte entre nosotros, temí no poder salir ilesa.
Él deslizo sus dientes sobre su labio inferior y sus ojos se movieron para escanear mi cuerpo. La expresión en su rostro me dijo que quería hacer algo más que hablar. Mi estomago se sintió un poco extraño porque también quería hacer mas. Mientras sus ojos seguían estudiándome, se me puso la piel de gallina en mis brazos. No pude recordar que eso me hubiera sucedido solo por la manera en la que alguien me hubiera mirado.
Un momento de cómodo silencio pasó antes de que él inclinara su cabeza hacia un lado de la forma más adorable y sonriera.
—Con toda esta charla sobre quien miro a quien, creo que olvidamos lo básico, soy Harry—, dijo mientras extendía su mano con la sonrisa mas diabólica en su rostro.
Sintiéndome casi encantada por él, saque mi mano para sacudir la suya pero la retire rápidamente.
Desafortunadamente, al hacer eso choque con la persona junto a mi y volqué su cerveza accidentalmente.
Me dio una sucia mirada mientras maldecía bajo su aliento. La sonrisa de Harry rápidamente se convirtió en un ceño fruncido, y me alejo amablemente. En un tono cortado se disculpo:
—Lo siento, hombre, solo fue un accidente, pero déjame comprarte otra cerveza.—
El hombre ahora sin trago y con una remera mojada lo miro y asintió, pero nunca sonrió. Harry saco su cartera. Asintiendo hacia el hombre, le tendió diez dólares.
—Compra dos.— El hombre tomo el dinero y se alejo, murmurando algo bajo su aliento. Harry volvió su atención hacia mí inmediatamente, y mordí la esquina de mi labio inferior y sonreí.
Allí estábamos, cara a cara, con solo algunos tragos separándonos. Deslizando una de las cervezas hacia él, tome un sorbo de la mía incluso aunque el hielo se había derretido.
—Gracias, ese tipo no estaba contento conmigo. De hecho, actuó como un idiota.—
Tomando un sorbo de su bebida, él comenzó a reírse, casi escupiéndola. Pasando sus dedos sobre mi hombro desnudo, sus ojos miraron los míos.
—De nada.—
Temblando por su simple toque e intensa mirada, retrocedí un paso, temiendo a donde iría esto.
Moviéndose hacia adelante, hizo mi último paso. Él no iba a dejar que la distancia entre nosotros se agrandara. Miro mis ojos intensamente y pregunto:
—Ahora, ¿donde estábamos? ¿Necesitamos comenzar de nuevo?— Espero mi respuesta mientras me observaba tragando mi bebida.
Tire de mi labio inferior hacia un lado con mis dientes y sonreí juguetonamente.
—Nos estábamos presentando.—
—De acuerdo, así que intentémoslo de nuevo. Soy Harry y, ¿tu eres...?—
Mis ojos estudiaron su rostro buscando alguna pista no verbal. La encontré instantáneamente en su sonrisa. Golpeando mi dedo contra su pecho, lo mire lentamente antes de burlarme:
—No estoy segura si necesitas esa información justo ahora. Estoy pensando que quizás seas un acosador.—
Sus ojos se agrandaron mientras se reía.
—No hablas en serio, ¿o si, hermosa chica?—
Sin poder controlar mi propia risa, solo dije:
—Quizás sí.— Pero mi risa disminuyo cuando me di cuenta del dulce nombre que me había dado.
Inclinándose hacia mí, estuvo tan cerca que pude inhalar su esencia fresca. Era a jabón, recién salido de la ducha, un olor simplemente asombroso.
—¿Que? Si no me dirás tu nombre, entonces puedo llamarte como quiera.—
Alejando mis ojos de su mirada, mire hacia abajo.
Después de tomar otro sorbo de cerveza, dejo el vaso. Engancho mi barbilla con su dedo y levanto mi cabeza hacia él. Su toque persistente quemo mi piel y la dejo cosquilleando. Me miro con sus intensos ojos verdes y rió.
—¿Podemos hablar sobre del que piensas que soy de la clase de Jack el Destripador? Solo quiero que sepas, que definitivamente no lo soy. De hecho, creo que es seguro decir que tu me estabas mirando primero, pero de ninguna forma creo que eres una acosadora.—
Su toque me hizo temblar y mi boca se abrió. No estaba segura de que decir. Sabía que tenía razón. Lo había mirado primero. Me sorprendió que me dijera eso.
Inclinando su cabeza hacia un lado, dijo:
—Para que podamos pasar esto; digamos que yo estaba mirando primero. No es que realmente importe.—
Estábamos mirándonos a los ojos cuando el barman me dio la cuenta. Cuando me gire para pagar mis bebidas, la conexión se rompió. Entregándole mi dinero al barman, le agradecí y le dije que se quedara con el cambio. Esta distracción me dio un poco de tiempo para pensar en como manejar esta situación potencialmente peligrosa. También tenia que considerar mi amor por Louis.
Observe a Harry mientras pedía dos cervezas más, y me di cuenta que tenia que saber de que se trataban estos extraños nuevos sentimientos que estaba experimentando. Quería explorarlos más porque nuestra conexión inicial desde la distancia se había intensificado; no solo por su cercanía, sino también por su honestidad total y su encanto crudo. Aleje cualquier sentimiento de culpa sobre mi comportamiento coqueto. Le tendí uno de los shots y dije:
—Salud.—
La gente chocaba con él, conmigo, pero a ninguno de los dos pareció importarnos. Él bajo la mirada hacia mi camiseta y la volvió a levantar antes de golpear su vaso con el mió.
—Es un día hermoso—, brindo antes de beber su trago. (En el original, ''Is a beutiful day'').
Trate de no mostrar que tan excitada estaba porque él acababa de citar la letra de una de mis canciones favoritas. Todos sus gestos irresistibles durante este encuentro estaban compitiendo por el primer lugar en mi cabeza, pero todos se lo merecían.
Dejando su vaso, puso su mano en su bolsillo.
—Entonces, ¿esto significa que me perdonas?—
El sonido de su voz era fuerte, pero suave, y lo hizo incluso más tentador. Me encontré a mí misma pensando en que no solo era adorable, sino algo más completamente. Sabía que no debería estar haciendo esto. Tenía un novio que amaba esperándome.
Levante una ceja y pregunte:
—¿Perdonarte? ¿Perdonarte por qué?— Me estaba costando concentrarme en la conversación y, honestamente, no tenia idea por que se disculpaba.
Él cambio su peso de pie.
—¿Sabes que? No importa—, murmuró en mi oído. Su cálido aliento llego a mi cuello y quise sentirlo en todos lados.
Mirándome de arriba a abajo, cambio de tema y pregunto:
—¿Qué? ¿No tienes disfraz?—
Continuando con este peligroso coqueteo, mire mi propio cuerpo, señalando con mi mano desde la cabeza hasta los pies.
—¿Como sabes que este no es un disfraz?—
Mientras tomaba mi camiseta y me acercaba un poco mas, seductoramente susurro:
—Si ese es tu disfraz, definitivamente ganas el primer lugar, porque ese es el disfraz mas sexy que vi.—
Nos quedamos en silencio por un minuto; ni siquiera nuestra pesada respiración podía oírse. El ruido del bar y la multitud a nuestro alrededor se había extinguido, pero sus palabras, su toque; me inflamaron, me excitaron, y prendieron fuego mis venas.
—¿De donde obtuviste esto, de todas formas?— pregunto, tirando del nudo de mi camiseta acercándome incluso mas.
Se sentía como si el salón estuviera girando y no estaba segura de si era él, el alcohol, o el hecho de que me había preguntado algo que no quería responder.
“Mi papá manejaba The Greek y coleccionaba camisetas de conciertos,” dije, tratando de empujar las emociones luchando en mi interior.
Pareció entender mi duda, quizás por el uso de la palabra en tiempo pasado o quizás por mi lenguaje corporal. Asintió, aclaro su garganta, y cambio totalmente de tema otra vez.
—Así que, ¿alguna vez has visto a Foreigner tocar?— pregunto, ahora señalando su remera y sonriendo.
Mientras miraba las gruesas palabras blancas sobre su camiseta, aleje toda mi tristeza y me concentre en nuestra conversación. Sólo éramos dos personas que tenían mucho en común, hablando, o por lo menos era lo que quería pensar. Cuando nuestras bebidas se terminaron, él ordeno otra ronda. Mientras terminaba el trago, accidentalmente golpee el vaso contra la barra, causando un fuerte sonido y el barman me miro. Gestione:
—Lo siento.—
Harry estiro su mano y tomo un mechón de pelo que se había salido de mi coleta. Lo dejo muy lentamente detrás de mi oreja, enviando escalofríos por mi espalda. Haciendo círculos con su dedo índice alrededor de mi oreja, tiro ligeramente de mi lóbulo. Encendió un calor en mi cuerpo que ni siquiera sabia que existía. Hizo este movimiento repentino, haciendo que mi nuca cosquilleara mientras que mi lóbulo estaba prendido fuego.
Tragando la bebida que no necesitaba estar bebiendo, espere extinguir ese fuego. También espere que nadie lo viera tocarme de esa manera. Lou estaría malditamente furioso. Era ridículamente celoso y teníamos varias discusiones sobre otros hombres, todas injustificadas. Por lo menos, hasta ahora.
Mientras las luces estroboscopias comenzaban a parpadear y recosté mi cadera sobre la barra para sostenerme, él puso su mano sobre mi cintura y me giro para que mi espalda estuviera contra la barra. ¿Él había notado que casi pierdo el equilibro por las luces parpadeantes y mi propio mareo? Moviéndose para estar justo frente a mi, puso sus manos a ambos lados y presiono sus palmas contra el bar. Me estaba envolviendo efectivamente, pero no me sentía atrapada para nada. Honestamente, no sabia lo que sentía, pero sabia que mi corazón estaba golpeando contra mi pecho; mi estomago estaba hacienda volteretas, y no pude pensar en nada mientras volvía la piel de gallina.
Él puso sus brazos a ambos lados míos y pensé que me besaría mientras miraba intensamente mis ojos. Cerré mis ojos preparándome para el beso pero lo sentí alejarse abruptamente. Inmediatamente, oí una aguda voz gritar:
—River, no olvides que nos vamos cuando termine el show.— Y antes de que pudiera echarle un vistazo a la chica, ella se alejo.
Haciendo una mueca dijo:
—Mi hermana llego en el peor momento.—
Iba a responder cuando oí un extraño eco de redoble de tambores a través del bar. Observando alrededor, trate de descubrir por qué era. Con una mirada divertida en su rostro, puso los ojos en blanco antes de mirar el escenario y devuelta a mi.
—Eso será por mi.— Rió, acercando por lo que estuvimos cara a cara. —Quieren que vuelva al escenario. Tengo que ir, a menos que quieras que me quede y terminemos lo que comenzamos. Porque eso seria mucho mas divertido.—
Realmente no había oído nada de lo que dijo, pero todo parecía tener sentido finalmente. Él era la hermosa voz que oí cuando entre al bar, y justo ahora estaba tan cerca de mí que podía sentir su cálido aliento y oler su aroma a jabón. Era tan encantador, tan cautivante, y tan conciente de mi. Estaba bastante segura de que estaba ebria porque estaba sintiendo cosas que no debería haber estado sintiendo. Mientras miraba sus poderosos ojos verdes, supe que debería estar tratando de salir nadando de ellos.
Antes de que pudiera decir algo en respuesta, él movió su cabeza ligeramente hacia atrás, levanto mi mano, y la beso suavemente. Luego se acerco a mí y susurro en mi oído con sus labios húmedos:
—Supongo que no. De todas formas, aun no.— Mi mano estaba en llamas, mi oreja ardiendo; debería haberme vestido como la Bruja Mala del Oeste porque no solo era pura maldad, si no que me estaba derritiendo.
Ese mismo extraño sonido de redoble de tambores retumbo a través del sistema de sonido de nuevo y él hundió su cabeza rápidamente para mirarme.
—Tengo que irme.—
Aun estaba sosteniendo mi mano, mientras miraba fijamente mis ojos.
—Me esperaras hasta el final del show.—
No fue una pregunta, más bien una afirmación. Y luego, señalando entre nosotros, añadió:
—Porque esto no ha terminado.—
En ese momento me di cuenta que lo que había comenzado como un coqueteo inofensivo se había convertido en una situación que se había hecho demasiado peligrosa para mi; bordeaba lo problemático.
Puso sus manos sobre la barra, rodeándome con sus brazos otra vez, pero sin tocarme, y espero mi respuesta. Ya que no había preguntado algo que quisiera responder, solo sonreí y dije:
—Si estas en la banda, deberías ir, no deberías hacer esperar a tus fanáticos.—
Él tomo eso como una respuesta, o quizás no, ya que no estaba buscando realmente una. Quizás tenía prisa. Pero de cualquier manera, me dio una ultima sonrisa que detuvo mi corazón y luego se acerco y me beso.
Mi cuerpo reacciono extraño a su beso. Una corriente de algo que no pude identificar me atravesó. Al principio, solo toco mis labios ligeramente, luego por unos cortos segundos presiono un poco más antes de alejarse. No le devolví el beso, pero estuve completamente perdida en el momento.
—Espero que te hayas convertido en una fanática—, dijo, guiñándome un ojo antes de tomar su gorro. Luego se giro y se alejo.
Lleve mis dedos hacia el lugar donde me acababa de besar y lo observe mientras su silueta se alejaba; aceptando el balanceo que me había cautivado desde el momento que puse mis ojos sobre él. Me convertí vagamente conciente de la música sonando a través del sistema de sonido. La canción Superstition estaba sonando, pero no estaba oyendo realmente porque mi mente estaba sobre él.
Sacudí mi cabeza, tratando de deshacerme de los pensamientos que no deberían estar allí. Sabía que tenía que irme, o terminaría haciendo algo de lo que me arrepentiría. Tenia que irme por dos razones. Primero, amaba a Louis, y segundo, Louis mataría a Harry solo por mirarme de la forma en la que lo hizo. Y luego estaba el beso; sí, Louis haría más que matarlo.
Sabiendo estas cosas, me pregunte por qué no me había alejado en primer lugar. Por un momento allí, sentí como si creyera en el amor a primera vista, lo que no hacia. Y, ¿cómo podría el amor a primera vista incluso existir cuando ya estabas enamorada de alguien mas? No quería analizar los eventos de esta noche porque estaba tan confundida como el infierno, y las respuestas no serian lo que quería oír.
Sonreí por mi intercambio con este asombroso extraño. Definitivamente no era un acosador. Era un chico que era adorablemente encantador y totalmente carismático, un chico que tenía una facilidad simple sobre él que realmente me gustaba, y un chico que no necesitaba volver a ver jamás. Eso lo sabia de seguro porque nuestra completa conciencia sobre el otro me asustaba terriblemente, y su toque me hizo algo. Me hizo temer que el peligro ganaría, y no iba a dejar que eso sucediera. Tenía un novio que amaba, y me estaba esperando en su casa.
Con los pensamientos sobre Harry arremolinándose en mi cabeza, camine a través de la multitud hacia la pista de baile donde encontré a Aerie con alguna clase de bebida rosa en su mano.
—Tenemos que irnos. ¡Ahora!— le grite mientras la alejaba de la pista.
—¿Qué? ¿Por qué? ¿Estas enferma?— pregunto, luchando por las palabras.
Luego se giro y señalo el escenario.
—Porque si no lo estas, quiero ver a ese chico ardiente cantar primero.—
Me gire para ver a donde estaba señalando y era él, Harry, el chico que me había cautivado con su encanto y actitud. Fue entonces que me di cuenta que nunca le dije ni siquiera mi nombre.
Empujando a Aerie a través de la multitud bajo protesta, oí a la audiencia cantando Harry Styles, Harry Styles. Levante la vista hacia el escenario justo a tiempo para verlo tomar el micrófono. Antes de que la música en vivo comenzara salimos por la puerta, y Aerie comenzó a gritarme obscenidades. Mientras nos alejábamos, me encontré a mi misma pensando que acababa de conocer al chico mas encantador y sabiendo que quizás nunca volvería a ser la misma.

hey!:

por **LiloMarket** Vie 23 Ago 2013, 5:17 pm

Vampy escribió:
LiloMarket escribió:
Vampy escribió:¿Me puede alguien explicar como es posible que Lilo publicara no una sino dos fics y no me avisara ni siquiera con una lechuza tuerta a punto de retirarse? Es que no te lo perdono tu terrícola de brazos y piernas!! :misery:y yo tanto que te quiero Pero sabes qué soy tan ruda que igual me infiltraré no en este sino en los dos :jum:
Posta que duele :misery:
Primero que nada, una disculpa por eso :$
soy una horrible persona, que comienza fics y que luego tarda AÑOS en seguirlas D:
pero es que ya entre a la universidad y me estoy muriendo con todo el rollo de las clases nuevas, y como todas mis clases son en ingles, excepto por dos que son en español, mi cerobro esta por explotar
en fin... subire capitulo de esta porque solo tengo que editar y ya :$ asdfghjkl

besos
Neeeh descuida, aún no había tomado el té de todas las noches y andaba más dramatica de lo normal, si es que eso es posible
Y sube cuando puedas, créeme que te entiendo, cuando comencé era igual y adivina, dura un buen rato para normalizarse y más si sos una inconsciente encaprichada como yo y echas dos años a la borda por cambiar de carrera así que más vale que estés estudiando lo que te gusta, eh? *ah que me creo sabia* Espera ¿ingles? ¿donde te viniste a meter, linda? Que chevere

Hahaha igual te adoro y eso que también eres humana xD

LOL!
lo mismo me dijo mi papá, ''no vayas a desperdiciar el tiempo y mi dinero en algo que ni te guste'', esas fueron sus palabras :$ asdfghjkl!
estoy estudiando para ser traductora e interprete :) me gustaria traducir libros y peliculas y asi viajarshh por el world *o*
en fin... gracias por comprendar a esta pobre humana sin mas vida social DD:

por **LiloMarket** Sáb 24 Ago 2013, 4:18 pm

CAPITULO 3
Parte I

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NO ES MI TIEMPO

Mirando hacia el futuro veo los planes que tenemos
Y los sueños que ambos compartimos
La felicidad es lo que nosotros creemos
Pero estamos en un mundo que trata de alejarla
Me gustaría que no fuera mi tiempo.

Marzo 2010...

Me miré en el espejo, tratando de decidir si o no el collar de perlas luciría con mi profundo cuello de pico de mi vestido de cóctel negro. El mostrador del baño estaba cubierto de collares, la ropa sucia se encontraba en una pila en el cesto, y las toallas sucias fueron arrojadas por todo el piso. Sonreí cuando miré hacia arriba y vi el reflejo de Louis en el espejo. Estaba apoyado con el hombro en el marco de la puerta del baño, una sonrisa maliciosa en su rostro y un brillo salvaje en sus penetrantes ojos azules.

—¿Con perlas o sin perlas?, —le pregunté mientras lo miraba delante de mí en el espejo. Yo lo conocía desde que tenía cinco años de edad, pero por alguna razón la forma en que me miró me dejó sin aliento.

Lou envolvió con sus brazos mi cintura y comenzó a besarme el cuello. Podía sentir la piel suave y cálida de su cara afeitada recientemente. —Dahl, prefiero nada en absoluto para ser honesto—, murmuró mientras empezaba a desabrochar mi vestido.

—Hey, vamos a llegar tarde, —bromeé. —LA (Los Angeles) está a por lo menos una hora en coche. —Traté, sin éxito, de zafarme del brazo que aún tenía alrededor de mi cintura mientras él seguía bajando el cierre de mi vestido con la otra.

Todavía mirando a Louis en el espejo, lo vi morderse el labio mientras dejaba escapar un pequeño gemido.

—Bueno, es mi fiesta, y puedo llegar tarde si quiero, —me susurró al oído luego continuó besando mi cuello. Louis parecía increíblemente caliente en su esmoquin negro con un cabello peinado hacia atrás y un rostro bien afeitado. Sentí una ligera agitación en todo mi cuerpo por su cercanía, que me hizo decidir por retorcerme fuera de su brazo. En su lugar, me volví para mirarlo.

Estaba muy orgullosa del éxito en que Louis se había convertido en tan poco tiempo. Él consiguió un trabajo en el LA Times justo después de la universidad y demostró su extrema confianza y capacidad en tan sólo unos pocos años con su concentración y dedicación a su trabajo. A pesar de que el viaje de Laguna era tedioso en su mayoría, no le importaba hacerlo, sobre todo porque no estaba obligado a ir a la oficina todos los días. Mi prometido iba a recibir el premio al Periodista del Año de California en una prestigiosa cena en Los Ángeles por su brillante trabajo en la investigación de delitos clandestinos. Yo sabía que no era la única llena de emoción, aunque era la única que lo demostraba.

La falta de entusiasmo de Louis hacia el honor que recibía no era como él. De hecho, él no había estado actuando como él mismo en toda la semana. Él no estaba actuando diferente de una buena o mala manera, simplemente diferente, y yo había estado tratando de averiguar lo que estaba conduciendo su estado de ánimo. No estaba segura si debía preocuparme o emocionarme por sus acciones. Eran sin duda un poco extraños a decir verdad. Había sido más dulce de lo que solía ser, me envió flores, me compró dulces, pasó todas las noches en casa conmigo. Incluso se había presentado en mi oficina todos los días para llevarme a almorzar.

Lou nunca fue el tipo de novio que mima; no era del tipo de hombre romántico de flores y chocolates, y yo no era el tipo de chica que necesitaba eso. Me gustaba mi independencia y a él también. Él siempre había cuidado de mí y me amaba a su manera, pero nunca en todos nuestros años juntos había hecho el tipo de cosas que había hecho esa semana.

Una vez antes, estuvo cerca de actuar como un novio muy cariñoso, pero técnicamente no era mi novio en ese momento. Había roto con él y debido a su desbordamiento de cariño en ese momento, siempre he sido cautelosa de ese comportamiento de él en cualquier momento.

El evento que condujo a nuestra ruptura y su causa será por siempre grabado en mi mente. Recuerdo claramente el día que pase por la habitación de Louis en su casa de fraternidad. Era el final del primer semestre de nuestro último año en la USC. Me detuve para decirle que por fin había llegado la pasantía que realmente quería en Sound Music. Yo estaba tan feliz de que no iba a tener que ser residente de Drake nunca más, y sabía que a Louis le encantaría. Él no estaba en su habitación cuando llegué allí, así que me senté en su escritorio para enviarle a su hermana Serena, un correo electrónico rápido para compartir mi noticia con ella. Sabía que estaría emocionada por mí.

Pulsé la barra espaciadora en su ordenador y su cuenta de correo electrónico ya estaba abierta, así que pensé en teclear mi nota rápida desde ahí. En lugar de presionar en redactar accidentalmente hice clic en la carpeta de basura. Noté la fecha 31 de octubre del 2006 de inmediato. A medida que mis ojos recorrieron la pantalla, las palabras Responder a: S'belle, más tarde esta noche, ojos verdes, toque, cobre, y tu apartamento era todo lo que registré antes de que él se acercara y rápidamente hiciera clic derecho, golpeando el botón de eliminar. Su presencia me sorprendió, ya que no le había oído entrar en el cuarto. Lo miró boquiabierta de asombro de que él acaba de eliminar ese correo electrónico tan rápido delante de mis ojos. No había tenido la oportunidad de leer toda la cosa, pero sabía que debía haber estado ocultando algo. ¿Realmente estaba haciendo planes con otra chica? ¿Planes que no eran en lo más mínimo platónicos?

Admitió que estaba enviándose correos con esta chica y socializando con ella, pero me aseguró que nada sexual había ocurrido en realidad. Al final, confesó que su relación era inapropiada. Él juró acabar con ella, y estoy segura de que lo hizo, pero yo no podía confiar en él, así que rompí con él.

Todos los días desde ese día me llamó. Durante los siguientes tres meses, pequeñas notas con 'Recuérdame' aparecieron casi a diario. Él estaba tratando muy duro para convencerme de que lo perdonara. Dejó notas en mi coche, flores en mi puerta, mensajes de voz con abundantes disculpas, mensajes de texto que confiesan su amor, él aparecía en cualquier lugar en que sabía que iba a estar y hasta me compró una taza de café plateada con una nota que decía "Para alegrar tus mañanas.”

Fue una larga y difícil separación de tres meses. Nunca me di cuenta de lo mucho que en realidad lo echaría de menos, pero lo hice… mucho. Así que decidí confiar en él y pasar más allá de la deshonestidad. Yo realmente lo amaba, y sabía que él me amaba. Quizás también me sentí un poco culpable por mi propio encuentro con un cierto cantante de una banda que no fue precisamente inocente.

Así que sí, lo cariñoso me alarma, no es que no me han gustado sus gestos amables, pero solo me hizo pensar que algo estaba mal. ¿Había algo no correcto en nuestra relación, una relación que ya tuvo su cuota de altibajos? Tal vez este comportamiento fue sólo una de las subidas, o tal vez el repentino surgimiento del romántico Louis tuvo algo que ver con el deseo de casarse ya que nunca habíamos hablado de fijar una fecha para la boda.

Lo único en lo que estaba segura era en nuestro amor y el compromiso del uno con el otro. Crecimos juntos. Habíamos sido novios desde que teníamos dieciséis años, y habíamos estado comprometidos por dos años. Es posible que hayamos estado en desacuerdo en muchas cosas y discutíamos más de lo que prefería, pero siempre volvíamos a nuestra longevidad, sobre todo desde que la raíz de la mayoría de nuestros desacuerdos se derivaba de algo que no se podía arreglar. Nuestros argumentos son generalmente el resultado de los celos de Louis o la auto-preocupación. Louis se ponía celoso si otro hombre tan solo me miraba, que era irónico porque el propio Louis siempre era muy coqueto. También era egocéntrico. Este rasgo era más una función de quién era: un hombre con un camino y decidido a salir adelante, aunque a veces me pregunto a qué costo.

Niego con la cabeza, no tenía ni idea de lo que estaba pasando con Louis. Sin embargo, hice un esfuerzo para hacer a un lado los pensamientos desconcertantes y simplemente abrazar el momento.

—Hoy es tu gran día, —le dije mientras lo miraba los ojos. Le di una gran sonrisa de felicidad llena de orgullo por sus logros. Desvié mis ojos de los suyos cuando le dije: —¿Y tu fiesta o no, sería una grosería para el orador principal llegar tarde. —Le di un beso en los labios para ayudar a suavizar mis palabras. —Ahora sube la cremallera de mi vestido de nuevo, y dime lo que piensas.

Louis me dio su sonrisa peligrosa, pero no se movió. —Puedes ser muy perra…. y, oh también mandona… y creo que te ves jodidamente hermosa, —se rió, finalmente dándome la vuelta para cerrar la cremallera de mi vestido.

Lo miré por el espejo una vez más ya que todavía me sonreía. —No, ¡las perlas tonto! ¿Debo usarlas o no?, —le pregunté, mientras las sostenía sobre mi cuello de nuevo.

La sonrisa de Louis se desvaneció un poco cuando tomó las perlas de mis manos. —Sin perlas. Me recuerdan a tu abuela. No es que no ame a tu abuela, pero te amo a ti de una manera totalmente diferente. No quiero imágenes de la abuela apareciendo en mi cabeza mientras te este follando. —Él me dio la vuelta y me besó justo en el pecho, donde el collar de perlas se habría asentado, mientras pasaba la mano por debajo de mi vestido. Me estremecí por su contacto, y su brillante sonrisa regresó.

Me reí ligeramente y dije: —¡Basta Louis Tomlinson! No puedes hacer eso después de hablar de la abuela, solamente parece incorrecto. —Me moví hacia un lado y comencé a salir del cuarto de baño para ir a ponerme los zapatos. Tropecé con una toalla en mi camino y me dijo: —Tal vez podrías tratar de limpiar por ti mismo un poco después, —pero él sabía que estaba bromeando ya que yo era mucho más desordenada de lo que él era.

—Te amo, ya sabes, —dijo Lous mientras me seguía fuera del cuarto de baño.

Cuando me senté en la cama, todavía deshecha de nuestra tarde juguetona, me puse uno de mis zapatos antes de tirar mi pierna sobre la cama. —Lo sé, y yo también te amo —Una vez más, me pregunté: ¿por qué el ataque de afecto?

Louis se me acerco para ayudarme a ajustar la correa del tobillo de mi zapato izquierdo. Me di cuenta de su cambio de expresión facial de nuevo, tomando un tono más serio. —No Dahlia, de verdad, de verdad te amo. Nunca lo olvides, no importa qué.

Lou sonrió ante mi gesto, puso mi pie en el suelo, y se acercó a su cómoda. Estaba pérdida por las palabras mientras él metía la mano en uno de los cajones y sacaba una caja de Cartier. Caminando de regreso a la cama, me entregó la caja y dijo: —He comprado esto para ti porque dice lo que nunca parezco ser capaz de decirte.

Sorprendida por el nombre pródigo en la caja, lo miré durante unos segundos antes de abrirlo. Dentro había un impresionante brazalete de oro y diamantes. Tenía cuatro corazones grabados en el borde. Yo lo conocía bien porque había escrito un artículo sobre esa pieza de la joyería en la universidad para una de mis clases de estilo. El brazalete fue creado por Cartier en 1970 y está destinado a ser un símbolo de una verdadera unión amorosa, una muestra discreta de amor apasionado. Está hecho para cerrarse firmemente en la muñeca de la persona amada por el donante con la ayuda de un destornillador de oro incluido el cual pertenecerá al donante que será su protector. Mirando hacia él, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, y sin palabras puse mi mano para que fijara la pulsera en mi muñeca.

Mirando a la hermosa pieza de joyería, derrotada por la emoción, traté de no llorar. —Me encanta, —le dije mientras tragaba saliva. Se inclinó y me besó suavemente en los labios. Lo miré y vi que sus ojos estaban un poco llorosos, y su frente estaba arrugada.

Me quedé mirándolo mientras se daba la vuelta y se dirigía hacia lo que solía ser la cómoda de mi madre. Era vieja, y la pintura de color blanco cremoso estaba casi completamente pelada. Los pasos de Louis eran lentos y deliberados. Su despliegue de emoción fue inusual. Nunca lo había visto abrumado, ni siquiera cuando me pidió que me casara con él. Él no era muy emocional, no era su naturaleza.

por **LiloMarket** Dom 25 Ago 2013, 9:30 am

no hay lectoras? D:

por **Gummy Bear** Dom 25 Ago 2013, 4:13 pm

ahahahahahahahahaaaaaaaaaaa holaaa!!! hace ratones que no me paso lilo... oye, se me hace extraño que nadie se pase... tu novela es fantastica...
perdon por haber tardado tanto por comentar... amo tu novela es enserio y espero que las cosas mejoren.
besos
Gummy Bear

por **LiloMarket** Lun 26 Ago 2013, 5:20 pm

Gummy Bear escribió:ahahahahahahahahaaaaaaaaaaa holaaa!!! hace ratones que no me paso lilo... oye, se me hace extraño que nadie se pase... tu novela es fantastica...
perdon por haber tardado tanto por comentar... amo tu novela es enserio y espero que las cosas mejoren.
besos
Gummy Bear

no te preocupes, entiendo (:
& si... nadie se pasa por aqui DD: -se va a llorar a un rincon-
igual espero las cosas vayan mejor, para poder seguir con la novela

por **Shes-NotAfraid** Lun 26 Ago 2013, 6:06 pm

HOLA (:
mi nombre es Melanie, peor puedes llamarme Lanie c:
me he encontrado con tu novela & dejame decirte que me a gustado mucho, pero que la sigas pronto

xo. Lanie

por **LiloMarket** Miér 28 Ago 2013, 4:34 pm

Shes-NotAfraid escribió:HOLA (:
mi nombre es Melanie, peor puedes llamarme Lanie c:
me he encontrado con tu novela & dejame decirte que me a gustado mucho, pero que la sigas pronto

xo. Lanie

Lanie... lindo nombre :D
en fin... me alegra que te guste, mas tarde subo otro capitulo
pd. he notado que uso mucho los tres puntos (...) :$

por **LiloMarket** Vie 06 Sep 2013, 10:30 pm

CAPITULO 3
Parte II

Connected •Harry Styles• - Página 2 Tumblr_msjkyrrc8T1sqdwqso3_500

Girando la llave que yo siempre dejo en el ojo de la cerradura, él abrió la tapa hasta el pecho y dijo:

—No veo por qué nunca te quitas el brazalete, pero por si acaso, voy a poner esto— Puso el destornillador hacia arriba en el aire. —Aquí, para saber dónde puedas encontrarlo, ¿de acuerdo?—.

Él me guiñó un ojo mientras apuntaba hacia su pecho. Yo sabía que él nunca le gustó la forma desorganizada que yo podría ser, pero él sabía que siempre podía encontrar algo de importancia en ese cofre que había pertenecido a mi madre.

Vi como Louis buscó un lugar para poner el destornillador. Su búsqueda parecía estar hecha con cuidado y dedicación. Se decidió por una pequeña plaza situada en la bandeja cubierta de terciopelo rojo que fue articulada a la tapa. Desde la cama pude ver todos los elementos materiales que mantuve fiel en mi corazón guardados en el cofre. Sonreí cuando vi a todas mis muñecas, junto con anuarios, diplomas y varias fotos. Terminé de ponerme el otro zapato, me levanté y caminé detrás de él. Envolví mis brazos alrededor de su cintura y lo apretó. Me agarró los brazos y me apretó de nuevo durante unos segundos antes de colocar las manos sobre la tapa. Al cerrar la tapa con esperanza en el pecho, vi al Malibu Ken que está encima de todos los demás elementos, y mi mente vagaba de nuevo a la primera vez que tuvimos sexo.

Estábamos navegando en nuestro lugar favorito, a millas lejos de la gente y los coches. Las olas eran pequeñas, por lo que el oleaje nos desahogó. Empezó a llover ligeramente, pero nos quedamos con los brazos estirados en el aire, las olas más perfectas. Cuando la lluvia caía más fuerte, nadamos hasta la orilla, las tablas unidas a nuestras piernas. Era casi torrencial cuando hicimos una carrera al coche. Louis llevaba nuestras dos tablas, mientras yo llevaba todo el otro equipo. El crujido de los truenos era fuerte y la sacudida le hizo caer con las dos tablas camino abajo. Me detuve para ayudarle, tirando todo el equipo que llevaba al suelo. Él sólo me miró y se echó a reír: —A la mierda—. Luego se puso las dos tablas juntas en la arena para hacer una clase de tipi.

Estábamos sentados bajo el tipi viendo la lluvia golpear las olas como láminas de cristales rotos en el suelo cuando Lou se inclinó y me besó. Nos habíamos besado tantas veces antes, pero nunca así. Me aparté en un principio, no estando segura de dónde nos dirigíamos. Yo ya había tomado a la píldora un par de meses antes en previsión de que Louis y yo finalmente tuviéramos relaciones sexuales por primera vez. Y a medida que la marea varada en la orilla sabía que el tiempo estaba sobre nosotros.

Yo sabía que era el momento.

Louis trajo mis labios a los suyos y metió su lengua para encontrarse con la mía. Cerré los ojos, anhelando sus caricias. Podía oler la sal del mar en su piel cálida y lo probaba en su lengua. Él me acerco tan cerca como pudo y cuando paramos de besarnos, abrí los ojos.

Los dos estábamos respirando pesadamente, casi jadeando al tiempo del tamborileo de la lluvia continuaba. Me miró con los labios entreabiertos, y me apretó los dedos contra sus labios y los besó. Luego, en un gesto de devolver el beso, me besó mis dedos antes de dirigirlos hacia su pecho desnudo y a sus abdominales bien definidos. Oí un ligero consumo de aire y con los ojos entornados Louis besó mis labios de nuevo, esta vez un poco más duro. Con la lengua entrelazada con la mía, él metió la mano dentro de mi bikini frotando círculos alrededor de mi pezón con el pulgar.

El viento empezó a soplar, soplando nuestro cabellos, con nuestras rostros conectados. Gimiendo en su la boca me extendí sobre su regazo, sentí su erección mientras apretaba mis caderas contra él. Pasé mis manos por su pelo mojado y por su espalda desnuda, con tanta fuerza que pude sentir la arena frotarse contra su piel.

Besando un camino por mi garganta, Lou susurró: —Te amo, Dahl—, antes de mover su mano detrás de mi cuello y tirar del pequeño hilo que sostenía mi bikini en su lugar.

Mi cabeza cayó hacia atrás mientras él besaba suavemente cada uno de mis pezones ahora totalmente expuestos. Yo arqueé mi espalda mientras sus besos se convirtieron en un chupa y lame, enviando una sacudida de placer a través de mi alma y un escalofrío por mi espalda. Podía sentir su sonrisa contra mi piel mientras gemía: —Yo también te amo.—

Los relámpagos iluminaban el cielo en la distancia, pero la verdadera chispa fue aquí en la playa. Al llegar abajo presionando mis manos contra la parte exterior de los pantalones cortos de Lou, él movió sus manos en el interior de las rodillas y me extendió las piernas a medida que continuaba a horcajadas sobre su regazo.

Después de describir su erección con mis dedos, enganché mis manos en el elástico de los calzoncillos para hacer lo mismo,pero sin la barrera húmeda entre nosotros. Como mis manos descendieron, Lou se alejó. —Te quiero, ahora.—

—Yo también te quiero— le respondí mientras me eche hacia atrás para ver su rostro, dejando mis manos donde estaban.

A medida que la tormenta siniestra asaltaba la playa continuamos explorando el cuerpo del otro. Cuando los dos estábamos jadeando sin control, se puso de pie y tomó mi mano, tirando de mí hacia arriba, fuera de nuestro refugio, y en la lluvia.

—Venga vamos a ir, voy a volver y conseguir nuestra mierda después.—

Alcanzó a decir mientras me tiraba hacia él lo suficientemente cerca como para que pudiera sentir como las gotas de lluvia de su cuerpo se mezclan con las mías. Nos quedamos allí tocándonos y besándonos mientras me sentaba en su dureza, pasando sus dedos dentro de la parte de atrás de mi parte inferior del bikini.

Apartándome miré alrededor de la playa desierta. —Quedémonos aquí.—

Lou no necesitaba que lo convenciera tanto así que cuando me llevo de nuevo bajo el tipi de las tablas de surf tuvimos relaciones sexuales por primera vez.

Recordé con la miraba ese día hace mucho tiempo, con su pelo castaño y su bronceado perpetuo. Cuando nos quedamos allí en la lluvia, a punto de dar el siguiente paso en nuestra relación, me pareció que estaba cada vez más a mi muñeco Malibu Ken, y yo quería ser su Barbie de ensueño. Desde ese día lo apode como Malibu Ken o Ken para abreviarlo. Incluso me acordé de lo que me había dicho en respuesta al apodo. —Mierda, Dahl, la gente va a pensar que sigo jugando a las Barbies—. Luego, con una sonrisa maliciosa, dijo, —Pero eso está bien, siempre y cuando tú seas mi Barbie—. Él sabía que yo lo era. Esa noche me sacó mi Malibu Ken y lo puso en mi tocador. Cuando lo vio, con una mirada divertida en su rostro me preguntó: —¿Barbie pertenecía a Ken ¿verdad?—. Asentí con la cabeza. Él dijo: —Está bien, entonces.—

Pensé que toleró mi apodo para él durante años, a pesar de que nunca me gustó mucho. Sólo sabía que mis muñecas Barbie fueron mi tabla de salvación para mi infancia perdida, y creo que por eso nunca protestó por el apodo. Mis muñecos estaban bien fotografiados, tienen mi estilo en ellos, siempre se veían bien para la cámara, y me recuerda a los tiempos más felices.
Louis pronto cerró la tapa por completo, y la memoria se había ido. Parpadeo mis ojos, me encuentro de nuevo al presente cuando se vuelve y me abraza con fuerza. No recuerdo la última vez que nos abrazamos así, y de nuevo me hace sentir un poco alarmada, hasta que me mira a los ojos y dice con la más voz en un leve susurro, —Por favor, Dahl, quiero follarte, hacer el amor contigo, antes de que vayamos.—

Con toda la emoción y el amor que sentía por él, realmente no me importaba lo tarde que fuéramos, así que le susurré: —¿Cómo puedo negarte cuando me pediste tan amablemente, y te afeitaste?— Luego, en medio en broma, medio seria agregó: —¡Pero que sea rápido!—. Agarré la parte posterior de su cabeza y lo atraje hacia mí para darle un beso.

Louis me besó de una manera muy diferente de lo que nunca me había besado antes, y entonces él me hizo el amor de una manera completamente diferente. Estaba lleno de pasión y amor, como de costumbre, pero también sentía una necesidad en lo que nunca había percibido antes. Le encantaba el sexo, y teníamos a menudo. Por lo general era rápido y al grano, pero ahora él se tomó su tiempo, sus ojos nunca me dejaron, y nunca dijo una palabra. La mirada en sus ojos y la forma en que me tocaba me dijo todo lo que necesitaba saber.

Después, nos abrazamos durante un rato antes de que él se levantara y fuera al cuarto de baño para vestirse de nuevo. Oí ruidos en el cuarto de baño que parecía sollozos. Louis nunca lloraba -jamas-, y sabiendo que íbamos a llegar tarde, empujé los sentimientos inquietantes lejos y juré que hablaríamos acerca de su comportamiento extraño cuando llegamos a casa esa noche.

El siniestro resplandor de los faros delante se filtraba a través de la lluvia que seguía cayendo. Me senté en su BMW y lo mire. Louis odiaba escuchar Top 40 de música, pero él volvió a la estación de radio 102.7 al menos para mí, que me hizo sonreír. Estábamos escuchando Gavin DeGraw de I’m in Love Of a Girl. Estaba cantando junto a la letra y me sorprendí cuando vi Lou cantando las palabras también. Con detenimiento lo miraba, se dio la vuelta, rápidamente me miró y dejó de cantar. —Si alguna vez escribí una canción, esta es una que yo he escrito sobre ti— dijo. Luego puso el radio más fuerte, y el nudo que tenía antes en la garganta regresó.

Habíamos estado juntos tanto tiempo que a veces había perdido de vista lo que me encantó de él. En ese momento supe que era todo, la forma en que era su cuerpo de seis pies, su corto cabello castaño sucio, sus hoyuelos, y la forma en que llamaba la atención de todos con su confianza. A veces parecía rayar la arrogancia, pero sólo lo hacía para que la gente le notara más.

Crecer surfista le dejo ese look, e incluso en la edad adulta aún lo estaba. Sonreí pensando que cuando era niño tenía una boca sucia, era impetuoso, y la mayoría de los profesores decían que tenía una mala actitud, pero nunca lo creí. Era su única manera de ser. Cuando miré de él hacia la circulación por la autopista me di cuenta de que todavía estaba en camino, y Dios lo amaba.

Me miró mientras se salía de la autopista, continuando por las calles de Los Ángeles. —¿Qué?-— Dijo mientras bajaba el volumen de la radio hacia abajo, al mismo tiempo en que la canción terminaba.

Sonriendo hacia él, me acerqué a la consola para poner mi mano en su muslo y lo pasarla por su pierna. —Vamos a llegar tarde a la primera fiesta de premios finales, y todo es tu culpa.—
Con una maldita comestible sonrisa en su rostro, dijo: —Valió la maldita pena— mientras cambiaba la estación de radio.

Nos detuvimos en un semáforo, y me llevé mi mano de su pierna para encender la estación de radio de vuelta. Oí los neumáticos chillando, y cuando miré hacia arriba, vi un gran SUV negro con vidrios polarizados dobló frente a nosotros. La puerta del pasajero se abrió, y un hombre con un pasamontañas saltó con una pistola.

Le grite a Louis —¡Oh, Dios mío, tiene un arma!—.

Pánico me encontró de forma instantánea, y yo luchaba por respirar mientras se acercaba junto al lado Louis en el coche. —¡Fuera del coche!—.

Estaba congelado en su lugar al igual que mi cuerpo clavado de miedo. ¿Qué está pasando? En mi estado de pánico, golpeó el botón de bloqueo de la puerta, pero el coche ya estaba cerrado. Mis manos sudorosas temblaban, y me agarre de Lou. Él me miró, y yo sabía que él estaba tratando de contener sus propias emociones. —Sólo mantén la calma, Dahl.—

Mis ojos estaban fijos en el pistolero mientras sus ojos se dirigieron hacia mí. Terror me atravesó cuando tocó la pistola en la ventana un par de veces y luego me apuntó.

Desesperada, empece a golpear el tablero y gritar —¡Conduce, Lou, Conduce!—.

Golpeó el volante con sus manos hechas puños. —Estamos jodidamente bloqueado adentro.—

Me agarró la mano con fuerza, mientras que la otra se movió para abrir la puerta del coche. —¡Llama al 911!—

Me quedé petrificada. —¿Qué estás haciendo?—

—Pase lo que pase, no te bajes de este auto.— Su voz era profunda y temblorosa. —¿Me escuchas?—

Oí el chasquido de la puerta y grité —¡Louis, no!—

Se acercó a la acera y le grito: —¡Tu no tienes porque ser el héroe! ¡Vuelve!—

Sin apartar los ojos de Lou, con las manos temblorosas, me las arreglé para llamar al 911 antes de que el teléfono se deslizara de entre mis dedos.

Oí un disparo.

Louis cayó al suelo.

—¡No! No! ¡Noooo!—.

Mi visión comenzó a desdibujarse al mismo tiempo en el que me tragaba la bilis de mi garganta. Mis gritos se desvanecieron con los chillidos de las sirenas de la policía. Las sirenas se hicieron más fuertes a medida que me entumecía, y It’s Not My Time de 3 Doors Down sonaba en la radio, mientras que todo lo que sabía dejó de existir.

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