AFTER |Harry Styles & Tessa Young.

basketballgirl escribió:Nuevaaaa lectoraaaaa siguelaaaaaaa dios muero de feisteza en serio

My ego is big. escribió:

Chapter six.

Me quedé sin aire y me rodeé mi estómago con las manos. 


—¡Señorita Stan y Señorito Styles, ya está bien, fuera los dos de mi clase! —Harry se levantó y me empujó, lo cual hizo que volviéramos a estallar en carcajadas. El profesor hizo caso omiso y nos abrió la puerta. Harry se apoyó sobre sus rodillas recuperando el aire.


—Mira lo que pasó por tu...culpa. —jadeó. No tenía aire, estaba riéndose a más no poder.


—Dime que no valió la pena. —él me miró y yo a él. Entonces volvimos a reírnos. 


Esta semana, Harry había estado viniendo a mi cuarto todos los días para salir a la azotea y hacer algo. Ayer, por ejemplo, subimos y estuvimos jugando a quién aguantaba más sin respirar. Yo gané, pero casi me ahogo. Él no resultó ser como los demás. Estoy casi volcando toda mi confianza sobre Harry, y eso no es todo. Me está ayudando en el comedor, y no deja que me levante hasta que me termino toda la ración que Margaret me pone. A cambio, yo estoy para él cuando necesita hablar, y es un gran paso, ya que las vendas de sus muñecas han desaparecido. 


Me senté en el banco que había en frente de la puerta y lo miré. Harry me estaba observando, pero ya no se reía sino que me estaba escaneando, intentando llamar mi atención. Yo me sonrojé y me metí un mechón de pelo detrás de la oreja. 


—¿Qué miras, tonto? —él ladeó una sonrisa. Una preciosa y dulce sonrisa.


—A ti. —yo intenté mirar mi nariz, poniéndome bizca y él rió. Se acercó a mí y se sentó a un lado. 


—¿Tengo algo en la cara? —él negó con la cabeza. 


—Si tú le llamas ser preciosa a tener algo en la cara, entonces sí. —yo giré el rostro avergonzada. Estos eran los momentos en los que me incomodaba estar con él.


—Harry...—él pasó un brazo por mi hombro.


—Lo sé, nada de cumplidos, lo he capatado...solo que es un poco imposible no decírtelos, ¿sabes? —apoyé mi cabeza en su hombro y nos quedamos unos minutos en silencio. 


El timbré sonó dando por finalizada las clases, y cuando todos comenzaron a salir, Harry me cogió de la mano y me plantó un beso en la coronilla, delante de todos. Yo me sonrojé como nunca antes había hecho, y él me sonrió. ¿Estaba dejando que pasara demasiado mis límites? 
[...]


—He dicho que no. 


Robin estaba siendo muy pesado últimamente, si a eso le sumamos a Harry ahora, claro. Sostenían el teléfono delante de mi cara, pero no me importaba. Tampoco me importaba si ellos me estaban escuchando o no. 


—Sun, por favor, son tus padres. —lo miré y solté una risa irónica.


—¡Pero mira quién va a hablar! El que le dice a su madre que se olvide de él. —ugh, golpe bajo. Me arrepentí de haberlo dicho. Hace unos días Harry me había contado que su padre había muerto, y que su madre solo intentaba retomar su vida. Yo intenté explicarle que tenía que dejarla, que no podía pretender que muriera sola. Claro que amaba a su padre. 


Harry bajó la cabeza y miró al suelo unos segundos. Luego se encaminó hacia la puerta.


—Tengo que ir a buscar algo...—no me miró—. Quizás venga después. 


¿Quizás? ¿Cómo que quizás? 
Le había molestado, y yo lo sabía. 


—Harry...no quería decir eso...—pero la puerta ya se había cerrado. Robin colocó una mano en mi hombro.


—Él solo quiere lo mejor para ti, Sun, y sabes que eso ha dolido. —se me estrujó el corazón.


—¡Argh! Soy una idiota. —me cubrí la cara con las manos y me tiré en la cama. 


—Tranquila, se le pasará. Solo...déjalo un rato solo —yo asentí—. Respecto a lo otro...—suspiré. 


—La próxima vez que llamen quizás les diga ''hola''. —esbozó una pequeña sonrisa y de inmediato apareció el hoyuelo que tenía bajo su barbilla. 


—¡Bueno, eso es un gran paso! —rodé los ojos. 


—Sí, sí, lo que tú digas Ro. —se hizó el ofendido. 


—¿Cómo que Ro? Si me vuelves a llamar así, te quitaré de la clase de música. —ahora yo me hice la ofendida.
 
—No serías capaz. —solté una risita. 


—Cierto —miró a mis posters—. Sería muy estúpido por mi parte desperdiciar ese talento tuyo que tienes, Sunny. —yo observé la fotografía que él estaba mirando. Era yo con mis padres más o menos unos meses antes de que me internaran. 


—Vaya...—mascullé más para mí que para Robin. ¿De verdad yo pensaba que estaba gorda? No era una modelo, obviamente, pero no estaba...obesa.


—Eras preciosa, Sunny —me miró y sonrió—. Eres preciosa. —me sonrojé. 


Robin se despidió y salió por la puerta. 
¿Iba a ver a Harry o no iba? 
Mi orgullo me lo impedía, pero él era el único amigo que tenía y no quería desperdiciarlo por culpa mía. 
Comencé a cambiarme. 
Últimamente Harry era mi única razón para levantarme. No me malinterpretéis, pero es imposible resistirse a él. Quizás no esté enamorada, pero esa descarga que siento cada vez que abro la puerta por la mañana y veo esos ojos que solo piden que lo quieran. Cuando sonríe, esos hoyuelos que le aparecen en las mejillas, siendo más pronunciado el izquierdo que el derecho. Esos rizos, que son como el algodón. Vale, no soy de piedra. 
Pero esas no eran las razones por las cuales no quería perder a Harry. Él no era atento y caballeroso, sino que era divertido y gracioso. Indiferente, no le importa lo que la gente piense sobre lo que hace. No ahora. Antes sí. Y es el único que realmente me conoce, que sabe cuáles son mis miedos y temores y que sin embargo, sigue allí. 
Ahora sí que estaba más que decidida a salir a buscarlo. Caminé por el largo pasillo y atravesé la puerta que da al salón común para entrar en el pasillo de los chicos. Cuando estaba llegando a su puerta, me paré a escuchar. 


—Oye Gemma, yo también te quiero —se escuchó su risa—. Me da igual mamá, ella sabrá lo que hace —lo dijo casi en un tono inaudible—. ¡Sí, tonta! Otro beso para ti —volvió a reír—. Desde que me han internado no has venido a verme ni una sola vez, y necesito verte por lo menos a ti —¿quién era esa Gemma? ¿Su novia? No, no podía ser—. ¡Si te pillo con algún chico ya sabes lo que hay! Que no me entere, Gemma. —volvió a reír y se despidió. Escuché como se tiraba en la cama y todo quedaba en silencio espantoso. 


¿Celos? 
No lo sé, pero estaba tan ofendida de saber que Harry me había mentido, que recuperé mi orgullo y di media vuelta. 

Ábreme o no te violará uandi.:

maria delgado hdz escribió:ahhh siguelaaaa pffffffff aahhh