Re: Un Amor Inocente (Zayn Malik & Tu)

por **maiira1D** Miér 14 Ago 2013, 11:21 am

woah
siguela
pobre la rayis debe ser bien feo que tu hija quiera mas a otro que a su mama
me dolio el corazon
me encanta la nove
siguela
besos

por **Yesie** Miér 14 Ago 2013, 4:10 pm

Deni rt escribió:siguela and acabo de leer siguela!!

Ooh... Enseguida la sigoo, Deni.!! :D
ENseguidaaa.... :P

xx
:happuy: :bye:

por **Yesie** Miér 14 Ago 2013, 4:19 pm

maiira1D escribió:woah
siguela
pobre la rayis debe ser bien feo que tu hija quiera mas a otro que a su mama
me dolio el corazon
me encanta la nove
siguela
besos

Si, pobre rayis... :misery: Llega al corazon esas partes,no? :lloro: :sad: :sad:
Enseguidaa la siiigooo!!...

xx
:happuy::bye:

por **tortugitastyles** Miér 14 Ago 2013, 6:08 pm

pobre zayn es malo y marina pero me cae mal siguela besos

por **Yesie** Miér 14 Ago 2013, 6:32 pm

Ahi, les dejo su cap! Espero qe les guste, eh!! :D

CAPITULO 09

A juzgar por la ira reflejada en los ojos de *___, estaba dispuesta a cualquier cosa. Incluso a cumplir su amenaza, pensó Zayn estrechándola en sus brazos con suavidad, en un intento por defenderse. *__ acabó sentada a horcajadas sobre él. Pero fue un error. Ella se estremeció, y él sintió su
calor. Y por un momento estuvo a punto de echar a perder su plan. Ambos estaban excitados.
Se miraron perplejos, el uno al otro. La confusión se había hecho dueña de la mente de Zayn, que solo parecía capaz de sentir. Zayn musitó un juramente y trató de retomar el hilo de lo que estaba diciendo. Ella tenía que comprenderlo, aunque para ello tuviera que repetírselo todo mil veces. Nadie volvería a llamarlo nunca rata. Él se había portado del modo más honorable posible. Pero sabía que *___ jamás lo vería así.
—¡Maldita sea, *___! —exclamó frustrado ante su necesidad de sexo y de comprensión—. Tú no estabas allí, no sabes cómo ocurrió.
—Pues cuéntamelo.
Zayn observó los pechos de *___ subir y bajar y cerró los ojos, excitado. Ni siquiera recordaba por dónde iba. Pero cuando volvió a abrirlos fueron los suspiros de *___, con los labios entreabiertos, los que llamaron su atención. Ella tenía muy mala opinión de él. Y eso era completamente injusto.
—¿Crees que no me negué, que no discutí? ¿Crees que no les dije que estaba enamorado de otra mujer? Pero ellos no hacían más que recordarme mi deber. Tanto su familia como la mía me presionaron. Dependían de mí, yo era la única persona que podía ayudarlos. ¡Tienes que comprender mi dilema! Se trataba de mi familia, de personas allegadas a mi familia. Se volvían a mí desesperados, en busca de ayuda. Yo siempre había admirado y respetado a Antón Christofídes. Es mi padrino, y en Grecia, ese es un lazo que nunca se toma a la ligera. Él es como un segundo padre para mí, yo lo quiero. Y ahí estaba, un hombre que siempre había estado seguro y orgulloso de sí mismo, destrozado, desesperado, rogándome que me casara con su hija para borrar la vergüenza.
Zayn se pasó una mano por los cabellos recordando. Había buscado otra
solución alternativa para el problema, pero había sido inútil. Luego continuó:
—Fue una pesadilla. Y mientras tanto no dejaba de oír a Marina, que lloraba en la habitación de al lado. ¡Era casi una niña, *___! Luego la mandaron salir, para ver si ella podía convencerme. Ella se arrojó a mis pies y me suplicó que accediera. Jamás había visto a nadie tan histérico. ¡Llevaba un cuchillo en las manos, *___! Ni siquiera sabía si iba a cortarse las venas, o si iba a matarme a mí. ¿Te has visto alguna vez en una situación parecida?, ¿alguna vez has tenido en tus manos la vida de alguien?, ¿cómo volverle la espalda? De haberlo hecho, habría perdido el respeto de mi padre, de un padre al que siempre he adorado y venerado. Y habría perdido a toda mi familia, *___, habría destruido a la gente a la que amo. Además, Marina podría haber cumplido su amenaza…
Zayn se interrumpió, recordando gráficamente cada una de aquellas escenas del pasado: la desesperación, la ira, la lástima…
—Y el bebé, *___ —continuó acaloradamente—. Marina amenazó con abortar, si no me casaba con ella. No pude soportarlo. No quería ser responsable de la muerte de un bebé.
*___ estaba callada, su expresión reflejaba comprensión. Alargó una mano y acarició su frente.
—Pudiste decírmelo entonces.
—No, no podía. De haberte visto, jamás habría podido separarme de ti.
Cuando accedí, comprendí que tenía que alejarte de mí para el resto de mi vida. Por el bien del bebé. Prefería pensar que me odiabas. De otro modo, habría cambiado de opinión. Tenía que convencerme a mí mismo de que, con el tiempo, amaría a Marina y a su hijo.
—¿Y fue así?
—No, aunque lo intenté. Bueno, sí quería a Soula, al principio. Pero
Marina siempre se mostró muy difícil. Era mi esposa solo de cara a la galería.
Zayn cerró los ojos recordando. Aquella época había sido espantosa. Siempre tratando de calmar a Marina, histérica por cualquier cosa, lanzando objetos por los aires.
—Zayn… —lo llamó *___ tocando su rostro, inquisitiva.
—Soy el primogénito, era mi deber.
—Tu deber —repitió *___—. Pero la idea no te emocionaba, precisamente.
—No —confesó Zayn—. Fue un infierno. Pero hasta ahora la situación jamás ha afectado a Lexi. Para Marina y para Soula, yo soy únicamente una billetera, pero a veces… ¡Dios, a veces no sé qué hacer! ¡Lo he liado todo! Debería haberlas dejado en paz, que vivieran su vida sin entrometerme, en lugar de imponer tantas reglas en la casa. Pero es duro ver criar a una niña de un modo tan salvaje, con valores tan diferentes a los propios.
—¿Y qué crees que valora Marina por encima de todo?, ¿qué quiere de la
vida?
—Dinero —contestó Zayn sin vacilar.
—Amor, Zayn —la corrigió *___—. Eso es lo que buscamos todos.
Zayn permaneció en silencio, pero asintió dándole la razón a *___. Y luego, tras una pausa, contestó:
—Yo no podía dárselo. Podía darle un techo, seguridad, amabilidad, mi tiempo… pero no mi amor.
*___ comprendió entonces el parecido con su caso. Ella tampoco había tenido amor para Liam, porque todo se lo había dado a Zayn. Y por eso su matrimonio había fracasado.
—Deberías dejarla marchar. Mientras esté en tu casa, Marina será incapaz de encontrar a su alma gemela. No es asunto tuyo cómo críe a su hija. Y, por otra parte, tú eres la razón de su histerismo. Ahuyentas a todo posible pretendiente.
—Sí, lo sé. Estoy decidido. Mañana por la mañana hablaré con Marina.
Voy a sugerirle que se vaya a vivir a casa de su padre. Ha ido a verlo unas cuantas veces, y parece que él y su nueva esposa se alegran mucho de verla. Sobre todo si Natasa la acompaña. Les preguntaré qué opinan. Marina siempre está tranquila, cuando está con Natasa. El único problema es que voy a perder a mi ama de llaves, pero la mujer del guarda puede echarme una mano. Trabaja en el campo, pero me ha preguntado muchas veces si no sé de algún otro empleo. Le preguntaré. Seguro que se pone muy contenta.
—Echarás de menos a Natasa —repuso *___.
—Sí, echaré de menos sus galletas, pero me vendrá bien perder peso —sonrió Zayn—. Es cierto, la echaré de menos.
—Siempre puede visitarte —sugirió *___. Era difícil creer que ella pudiera mostrarse tan generosa, pensó Zayn acariciando su cabello—. Oh, Zayn…
*___ contempló su rostro. Aquel era el hombre al que había amado, el hombre al que había perdido. Y, después de tanto tiempo, seguía siendo el mismo. Había sacrificado la felicidad de ambos por el bien de una adolescente asustada y de su hija, y finalmente lo lamentaba. *__ quería borrar todo aquel sufrimiento. La situación había cambiado por completo. Él no era un desalmado, todo lo contrario. Y aún lo quería. Lo amaba con toda su alma, profundamente.
Por unos instantes, *__ abrió su corazón como una flor. Pero de inmediato lo cerró, comprendiendo que tenía que protegerse. Quizá Zayn la hubiera amado, quizá aún la deseara, pero su opinión de ella era lamentable.
—*___ —murmuró él seductor.
—El té, se está quedando frío.
—Al diablo con el té.
—Esto no cambia nada.
—¿En serio?
—No —contestó *___ mordiéndose el labio, haciendo caso omiso de sus caricias en los brazos, de sus miradas seductoras.
*___ comprendió que debía apartarse, de modo que trató de soltarse, pero Zayn la retuvo. De pronto él la besaba, ignorando sus protestas, estrechándola contra sí con una mano mientras acariciaba su muslo desnudo con la otra. Horrorizada, *___ se soltó y dijo lo primero que se le ocurrió:
—Tengo que llamar a Harry.
—Después.
—No, por favor, Zayn.
—¿Por qué estás tan desesperada?, ¿acaso no te basta conmigo?
—No es eso…
—Entonces, ¿qué es? Si ofreces tus favores libremente…
—¡Eres un bruto! —gritó *___ incrédula, consiguiendo apartarse por fin, rabiosa y excitada—. Jamás has creído en mí. A tus ojos, no soy más que una criminal sin moral alguna…
—Exacto.
—Crees que me acuesto con el primero que pasa…
—¡Sí!
—¡Bueno, pues te equivocas en las dos cosas! —gritó *___—. Harry es solo mi abogado y mi amigo…
—Pero se queda a pasar la noche contigo.
—Solo una vez, porque estaba desesperada —lo corrigió *___—. Y se fue a las tres. Él me consoló y…
—¿Crees que es inocente?, ¿no ha intentado hacer el amor contigo?
—¡No!
—¿Jamás te ha tocado?
—Mmm…
De pronto Zayn la levantó en brazos y atravesó con ella acuestas el salón antes de que *___ pudiera siquiera protestar.
—¡Él te besa, te toca, así que yo también puedo hacerlo! —exclamó Zayn en mitad de la habitación, haciendo una pausa para inclinar la cabeza y besarla, prendiendo así la llama con más fuerza que nunca.
*___ trató por todos los medios de reunir energías, de resistirse en lugar de dejarse llevar, y por fin, pudo gritar:
—¡No me trates así!, ¡no tienes derecho!
Los ojos de Zayn brillaron. Por toda respuesta, él continuó besándola con más ternura y dulzura que antes, hasta partirle el corazón a *___. Y, sin dejar de besarla, haciéndola soñar en lo que pudo haber sido, Zayn continuó caminando en dirección al dormitorio.
Se sentía como borracho. No podía creer que estuviera actuando así.
Pero no podía soportar la idea de que Harry estuviera con ella. Zayn sintió que *___ lo abrazaba y suavizó la presión de su beso, que había vuelto a convertirse en un acto salvaje. Lentamente besó su cuello, incapaz de comprender cómo ella lograba excitarlo hasta hacerlo reventar. Pero las emociones estaban ahí. Lástima, ira, compasión, celos. ¡Dios, cuántos celos! ¡Y aquel enfebrecido deseo! Ver los ojos de *___ entreabiertos le aceleró el pulso. Besó pausadamente sus dos párpados y disfrutó escuchando los gemidos que ella profería. De pronto Zayn chocó contra la cama, cayendo sobre ella con *___.
—Dime que pare —dijo él con voz ronca, cubriendo el cuerpo de *___
con el suyo.
—Para —susurró ella con voz lánguida.
—No resulta convincente.
Lentamente, Zayn acarició la cintura de *___ metiendo los dedos por dentro de la falda. Ella se revolvió y suspiró, y él la hizo prisionera con los brazos mientras la besaba y escuchaba sus jadeos de placer. Las piernas de *___ envolvieron el torso de Zayn, pero al mismo tiempo ella no dejaba de suplicarle que parara.
Así que paró. *___ parpadeó, desilusionada. Zayn esperó, conteniendo la respiración, con ojos llenos de deseo. *__ trató enfebrecida de pegarlo, olvidando que al mismo tiempo lo tenía prisionero con las piernas. Luego musitó algo llena de ira, y por último se abalanzó sobre él en la cama rodando, besándolo y gimiendo, enredándose en él sedienta, mientras labios, piernas y manos se revolvían desatando el deseo.
*___ se revolvió bajo él, con ojos ardientes, provocando en Zayn un increíble abandono. Él la sentía en todas partes: en las mejillas, acariciándolo con el pelo, en el cuello, besándolo con labios seductores. El corazón de *___ latía fuertemente contra su torso.
Quería devorarla por completo, tomarla por entero, hacerla suya.
Borrar a todos los otros hombres que ella hubiera conocido y dejar en su memoria solo el recuerdo de su propio cuerpo, de su boca, del placer que podía procurarle.
—Te deseo tanto… —dijo él.
*__ abrió la boca, pero su garganta no emitió ningún sonido. Así que Zayn la besó. Había derribado toda resistencia, su boca la poseía, su mano acariciaba el muslo desnudo hasta encontrar en la parte alta su carne sedosa y húmeda.
*__ gritó, gimió demostrando su deseo. Sus cuerpos se revolvían.
Ella arqueó la cabeza y él acudió solícito a besarle el cuello. Y luego la levantó, la estrechó y se intoxicó de ella, incapaz de otra cosa que seguir su propio y crudo instinto. De pronto, bruscamente, Zayn tiró de la camiseta de *__ y la desnudó, quitándose también él la camisa. Piel contra piel. Ambos oían los latidos de sus corazones en los oídos. Sentirla, sentir su suavidad… *__ se retorció seductoramente varias veces, haciendo que sus pezones acariciaran el torso de Zayn.
—Bésame —gimió después, ofreciéndole los pechos.
Todas las células del cuerpo de Zayn reaccionaron. Con un gemido visceral, profundo, él inclinó la cabeza y tomó un pecho con la boca. *___ dejó que él la lamiera y saboreara mientras se aferraba a los cabellos de Zayn y lo observaba cerrar los ojos.
—El otro —ordenó *__ tomando la cabeza de Zayn entre las manos, sin miramientos, y llevándola al otro pecho—. Tócame otra vez —añadió en un susurro.
Pero en lugar de obedecer, Zayn tomó la mano de Dulce y la guió por su cuerpo masculino, tratando de satisfacer su necesidad. Y ella comprendió. Siempre lo había comprendido. Sabía qué tenía que hacer, y sabía que entre ellos se había desatado algo que ningún hombre, ni siquiera Zayn, era capaz de dominar.
Al sentir el primer contacto, Zayn suspiró y se apartó, con ojos llenos de pasión. Lentamente desabrochó los botones de la falda de *___ y bajó la escasa ropa interior centímetro a centímetro, acariciando la piel de sus muslos. Por un breve instante enterró el rostro en el triángulo dorado de vello de *___, prometiéndose a sí mismo gozar de él. *___ jadeó y gimió llena de placer, mientras él besaba aquella carne *___.
Entonces él se quitó el cinturón, y *___ se levantó. Su cuerpo parecía envuelto en niebla. Era como si Zayn tuviera un velo delante de los ojos. Ante él, el cuerpo de *___ brillaba bello y dorado en su desnudez. Zayn observó a *___ quitarle el resto de la ropa, Jadeando y gimiendo, llamándolo por su nombre. El estaba de rodillas, desnudo ante ella también. *___ tomó su cuerpo viril entre las manos, pero Zayn no podía esperar.
—No, te quiero a ti.
—Zayn…
—¡Ahora!
—¡Oh, sí! —gritó ella obligándolo a recostarse, arqueándose por encima
de él, exigiendo su boca, guiándolo, ayudándolo a deslizarse dentro de aquel paraíso.
—¡*___!
Zayn ni siquiera supo en ese momento si había gritado su nombre en voz alta o no. Tampoco le importaba. Una seda líquida lo abrazaba cálida, apretada, exquisitamente. Cada dulce movimiento era un tormento. Pero *___ no deseaba hacerlo con delicadeza. Sus manos lo agarraban por el trasero urgiéndolo a penetrarla con fuerza.
Entonces Zayn tomó el control. Había deseado producirle un placer lento y sensual, volverla loca de deseo. Pero era demasiado. Las bocas de ambos estaban unidas, el ritmo se incrementó. Embestidas largas, salvajes, profundas, borraban todo recuerdo de la mente de Zayn, que solo podía sentir que ambos estaban unidos como un solo ser, y desear que jamás volvieran a separarse.
Las lágrimas mojaron el rostro de Zayn. «*__, *__, *__»,
gritaba su corazón dolido mientras ella pronunciaba su nombre una y otra vez, jadeando, contra su boca, lamiendo esas lágrimas que Zayn ni siquiera sabía de quién eran. Las sensaciones estallaban en su cuerpo como si se tratara de un volcán, saltando cada vez más alto, procurándole un sentimiento de libertad y satisfacción inmensas, mientras ambos gritaban y rodaban por la cama. Los movimientos comenzaron a hacerse cortos, rápidos, enérgicos. Sus voces, roncas.
Los besos, salvajes. Las manos, frenéticas. Estaba ocurriendo. Fluía por su cuerpo como un torrente, llamas de fuego quemaban su piel, electrificaban cada poro.
—¡*___, *___! —gritó él.
*__ permaneció en silencio, estremeciéndose, sacudiéndose, con una sonrisa feliz en el rostro. De pronto Zayn comprendió que había vuelto a la Tierra, aunque sus cuerpos siguieran unidos. Y así quería permanecer, en el lugar más caliente y dulce del mundo. Junto a la mujer más dulce del mundo. Zayn sonrió. Ella suspiró profundamente y cerró los ojos. Lentamente él se reclinó sobre la cama para que *__ no tuviera que soportar su peso, acercando la cara a la de ella.
Su mente no debía funcionar correctamente, pensó Zayn recapacitando sobre lo que acababa de desear, en silencio. Confuso, levantó la vista y la miró. Aquel deseo era solo producto del sexo. Nada más. Entonces se apartó.
—No te vayas —murmuró ella incoherentemente, en una vaga protesta.
Pero Zayn sentía ya el frío del hielo en su corazón. Giró, se sentó al borde de la cama y se restregó los ojos con las manos. Estaban mojados, llenos de lágrimas de… alguien. Por eso tenía la vista nublada. Y apretaba los dientes. Necesitaba pensar. Aún tenía el pulso acelerado, pero recuperaría la calma. Miró en dirección a la puerta del baño.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó *___.
—Voy a ducharme.
*___ musitó algo, demostrando su propia confusión. Zayn caminó a tientas y abrió el grifo del agua fría. Respiró hondo y entró en la ducha.
Hubiera debido ducharse mucho antes. ¿Cómo era posible que se hubiera comportado así? Las gotas de agua fría, como agujas, lo despertaron. ¿Qué clase de hombre le hacía el amor a una mujer a la que despreciaba?
Marina tenía razón. Aquella era la mujer que había destruido a su familia sin preocuparse por las consecuencias, sin pensar en la pobre gente a la que había dejado sin nada. Recompensar a toda aquella gente le había costado a su padre muy caro. Tanto, que su muerte se había acelerado, mientras él trabajaba dieciséis horas al día, tratando de recuperar la fortuna familiar. Zayn dio un puñetazo sobre la palma de la mano. Aquella era la mujer que había conducido a su hermano a una muerte violenta. Y él acababa de hacerle el amor.
—¡Vas a pillar un resfriado!
Zayn levantó la vista. A través de la cortina de agua pudo ver el incomparable cuerpo de *___ envuelto en una toalla. Ella lo miraba sorprendida, mientras probaba la temperatura del agua. De pronto Zayn descubrió que estaba temblando, y salió de la ducha con ojos negros y amenazadores. *__ dio un paso atrás.
—No me importa —contestó él agarrando una toalla.
—¡Zayn! —exclamó ella, atónita.
—Ya está hecho. Ha sido un error, pero no hay vuelta atrás.
Hubiera querido hacerle daño, vengarse. Borrar su deseo de ella, recuperar su propia estima, arruinada minutos antes en la cama revuelta. Quería que ella viera el odio en sus ojos, así que declaró, levantando la cabeza, imitándola en tono de burla:
—Se nos ha ido un poco de las manos, ¿no?
—Vístete y márchate —susurró ella.
—Será un placer.
*__ se marchó. Zayn la escuchó derrumbarse sobre la cama. Y se preguntó si se encontraría bien. Así que asomó la cabeza para comprobarlo. *___ era una adulta. Sabía cuidar de sí misma, y sabía hacerlo muy bien. Entonces Zayn recordó que su ropa seguía en el dormitorio. Al recogerla de los sitios más distantes insospechados, miró subrepticiamente hacia la cama. *__ estaba acurrucada, hecha un ovillo. Exactamente igual que Lexi. Por un segundo su corazón se enterneció. Estaba muy quieta, se tapaba el rostro con las manos.
—Estás tumbada encima de mi camisa —dijo él con frialdad. *__ no se movió. Zayn se vio obligado a removerla. Estaba temblando—. *___…
—¡Vete!
—¿Necesitas alguna medicina o algo?
—Sí, necesito amor —declaró *___ sentándose bruscamente en la cama, con ojos de fuego—. Necesito a un hombre que no me utilice. Ni siquiera sabes lo que has hecho, ¿verdad, Zayn?, ¿A qué no?
—Sí. ¿Y tú?, ¿o es que crees que tú no has tenido culpa en lo que ha ocurrido?
—No… —musitó ella tapándose la cara con las manos.
—Mírame —ordenó él apartándole las manos.
*___ lo hizo, y Zayn deseó no habérselo ordenado. Sus ojos estaban llenos de reproches, le hacían sentirse avergonzado de sí mismo. Zayn esbozó un gesto de impotencia. No entendía lo que le estaba ocurriendo, solo sabía que no podía estar cerca de nadie más que ella.
—La verdad, *___, es que nos estamos destruyendo el uno al otro. Esto no puede seguir así. Tenemos que separarnos o…
—¿O qué?
—Olvidarnos el uno del otro. Jamás habrá un término medio para nosotros, *__. Tú lo sabes, y yo lo sé. Así que… o en mi cama, o fuera de este país. La elección es tuya.
—¡No… no puedo marcharme! Lexi ni siquiera sabe…
—Has visto a tu hija, sabes que está bien. Ya resolveré de algún modo su necesidad de padre y madre.
—¿Qué?
—No sé cómo, pero… —Zayn no podía creer lo que estaba diciendo, no podía creer que la estuviera obligando a marcharse, cuando todo el cuerpo le dolía de puro deseo—. Haz lo que debes, y toma el primer avión. Llama por teléfono a Harry, y vete con él —añadió rabiando de celos—. Está desesperado por darte lo que más quieres. Eso, si es que no lo ha hecho ya.
—Pero… ¿qué te pasa a ti con Harry? —gritó ella—. ¿Es que estás celoso, o qué?
—Sí —gritó Zayn agarrándola de los hombros—. No quiero que nadie te toque, excepto yo. Me pone enfermo pensar que otro hombre pueda hacerte el amor. Mi deseo de ti es una verdadera tortura, me degrada…
—¿Y si yo fuera inocente? —preguntó ella con amargura.
—Pero no lo eres.
—¿Y si lo fuera?
—No tiene sentido discutirlo. Quiero que te marches de aquí mañana por
la mañana. Haz los preparativos.
Era duro alejarse de ella. Los pies no le respondían, ni ninguna otra parte del cuerpo. Pero por fin Zayn salió del dormitorio, mientras las palabras de *__ resonaban aún en su mente. « ¿Y si fuera inocente? » Zayn respiró hondo y se estremeció, tratando de olvidarlo. De ser cierto, las consecuencias de ese hecho resultaban tan alarmantes que ni siquiera se atrevía a considerarlo.

(Aaaah!!! Zayn...! Cuando aprenderas!!!! )? :¬¬: :sad:

xx
:happuy: :bye:

por **Yesie** Miér 14 Ago 2013, 6:38 pm

tortugitastyles escribió:pobre zayn es malo y marina pero me cae mal siguela besos

Siii... es un malote! :¬¬: ... & qe decir de la Marina, la odiioo!!! :¬¬: :¬¬:
Hahahaha xD...

.....(Una vez qe hayas leido el cap).......

*Te a puesto qe tienes ganas de golpear a Zayn!?
....Porqe yo la tengo! Como es posible qe le haga eso a rayita?!! La utiliza y luego la hace sentir de lo peor! Pero qe se creee?!!
Mira qe chantajearla, era asi? XD*... Hahahaha Bueno.
Mañana subo otro caps!
Besos! :D

xx
:happuy: :bye:

por **Deni rt** Miér 14 Ago 2013, 7:32 pm

aaaagggg quiero golpear a dos en esta nove bueno a mariana y zayn con un golpe me calmo no podria hacerle nada ok ok siguela

por **||Hazzy||** Miér 14 Ago 2013, 7:39 pm

toy llorando esnserio :( :( :( :(
como zayn puede tratarla asi osea nosevale ellaa que lo ama tantoy el la trataasi perose va a arrepentir por tratarla asi porfaaaaaaaaaaaaaaa siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

beijos mua xox

por **Yesie** Miér 14 Ago 2013, 8:33 pm

Deni rt escribió:aaaagggg quiero golpear a dos en esta nove bueno a mariana y zayn con un golpe me calmo no podria hacerle nada ok ok siguela

Hahhaahahahah xD..... Entonces, juntemonos y vamos a darle una buena paliza a esos dos! :muere: :muere: ...Cual de los dos es mas peor! :misery: ... Marina debe de desaparecer y Zayn, por dios, Zayn! Debe de avisparse!!! :gasp:

xx
:happuy: :bye: [Podria subir un mitad del cap 10, y mañana subir el resto?]

por **Yesie** Miér 14 Ago 2013, 8:38 pm

magic directioner forever escribió:toy llorando esnserio :( :( :( :(
como zayn puede tratarla asi osea nosevale ellaa que lo ama tantoy el la trataasi perose va a arrepentir por tratarla asi porfaaaaaaaaaaaaaaa siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

beijos mua xox

De veritas?... :sad: :(
A mi lo qe mas me da este cap, es rabia. :muere: Te juro qe podria meterme en la nove y darle una patada en el trasero al sexy moreno de Zayn... OKno... :imdead: pero es tan bruutoo.. :misery: ... Hahahahah xD*...

Enseguida voy a subir una parte del cap n° 10, solo la mitad y mañana les subo el resto. :D
Que dices?... :omg:

xx
:happuy: :bye:

por **||Hazzy||** Miér 14 Ago 2013, 8:46 pm

si subelooooooooooo

por **Yesie** Miér 14 Ago 2013, 9:12 pm

magic directioner forever escribió:si subelooooooooooo

Yei... ahorita lo subo. :D

xx
:happuy: :bye:

por **Yesie** Miér 14 Ago 2013, 9:23 pm

Capítulo 10

*__ trató de descansar. Iba a necesitar de toda su energía y coraje para hacer lo que se proponía: limpiar su nombre de toda culpa y ser reconocida como la madre de Lexi. Y después… después, ni siquiera quería pensar. Pero los celos de Zayn la habían llenado de esperanza.
Bastante más tarde, *___ llamó por teléfono a Harry, que fue a recogerla. Se dirigieron juntos a una taberna típica griega junto a la turística playa de Alikes, y allí él pareció muy complacido, al saber que *___ abandonaba la villa. Harry se ofreció para ir a buscarla al día siguiente por la mañana, y se molestó cuando *___ declaró que pensaba quedarse a las puertas de la casa de Zayn hasta que él decidiera dejarle ver de nuevo a su hija.
—Secuéstrala y vuelve a Inglaterra —aconsejó Harry.
—No puedo —contestó *___—. Lexi no me conoce, se asustaría…
—Ah, pero pronto se acostumbraría a ti.
—No, Harry, no voy a hacerle eso a mi hija. ¿Cómo puedes sugerírmelo siquiera?
—Para ahorrarte más sufrimiento —declaró Harry tomándola de la mano y mirándola a los ojos—. Pobre *__, esto debe ser terrible para ti. Debes estar al límite cuando…
—No me conviertas en una víctima, Harry —contestó *__ comprendiendo de pronto que él siempre había actuado así—. Estoy decidida a hacer esto correctamente.
—¿Pero por qué, cuando podemos marcharnos y llevárnosla en veinticuatro horas?, ¿por qué, cuando podrías estar con tu hija, como siempre has querido? Ella estará bien, los niños enseguida se acostumbran…
—No —negó *__ apartando la mano, sintiendo repugnancia de pronto por aquel contacto.
—Entonces, ¿vas a acampar delante de la puerta de la casa de Zayn, esperando a ver si la ves cuando entren y salgan?, ¿y crees que eso va a acercarte a tu hija? —preguntó sarcástico.
—No hará falta —declaró *___ con seguridad—. Zayn no querrá escándalos, con su cuñada apostada en la puerta de su casa, igual que si fuera un paquete perdido.
—Pensé que me necesitabas para aconsejarte…
—Sí, y te estoy terriblemente agradecida por lo que has hecho, Harry. Pero ya te lo he dicho: jamás me llevaré a mi hija, mientras ella no se siente cómoda conmigo.
Harry tomó la mano de *__ y comenzó a besarla, sujetándola con fuerza al ver que ella trataba de retirarla. Luego añadió:
—*__, me gustaría que me escucharas. Hagámoslo según nuestros planes. Si no te llevas a tu hija ahora, tienes que saber que jamás la tendrás contigo. Según tú, Lexi quiere mucho a Zayn, ¿no es así?
—Sí.
—Pues te lo va a poner lo más difícil que pueda. Y según he podido averiguar, en el terreno legal no hay gran cosa que hacer. Te concederán la entrada en la isla una o dos veces al año, para ver a una niña que jamás te reconocerá. Sé que es doloroso, pero creo que deberías rendirte. Vuelve a Inglaterra y comienza una nueva vida, *__. Deja que yo cuide de ti. Puedo curar tus heridas, haría cualquier cosa por ti.
*___ abrió los ojos inmensamente. Zayn tenía razón. Horrorizada, al comprender que había estado malinterpretando la actitud de Harry, trató de rechazarlo con suavidad. Y, al hacerlo, desvió la vista ausente hacia el extremo opuesto de la taberna. Allí estaba Zayn, mirándolos. *___ tragó. Por supuesto. La observaba constantemente… tratando de evitar que arruinara la reputación de los Malik. Harry frunció el ceño. Siguió la dirección de la mirada de *__ y, nada más ver a Zayn, le soltó la mano.
—Bien, no puedo perder esta oportunidad. Voy a hablar unas palabras con él —comentó con naturalidad.
—¿Sobre qué? —preguntó *___ sorprendida, consciente de que su abogado siempre lo había evitado.
—Bueno, le diré que te vas de la villa, esas cosas.
Harry tardó quizá demasiado tiempo en darle aquel escueto mensaje a Zayn. Él lo escuchaba sin inmutarse, sin mover un músculo, con ojos amenazadores.
—Ya está hecho —comentó el abogado al volver a la mesa de *__, satisfecho—. ¿Lista para marchamos?
—Claro, creo que hoy me acostaré pronto.
—Y yo.

No fue hasta no llegar al dintel de la puerta de la villa, cuando *__ comprendió que Harry pretendía pasar la noche allí, con ella.
—No, Harry —gritó muerta de pánico—, no lo eches todo a perder…
—Vamos, estamos muy bien juntos. La otra noche, cuando estuviste en mis brazos…
—Solo me estabas consolando —protestó *___ rehuyéndolo, recordando una y otra vez las experiencias con Liam, muy similares a aquella—. Por favor, Harry.
—¡Suéltala, Styles! —ordenó de pronto Zayn con calma.
—¡Tú no te metas en esto! —contestó Harry obedeciendo, mientras *___ suspiraba de alivio.
—Suéltala, o te mando a Inglaterra en el primer avión. Con un equipo sanitario, para resucitarte —añadió Zayn acercándose más a ellos. *__ se apartó de Harry de inmediato—. Buenas noches, Styles —continuó Zayn sin quitarle la vista de encima, mientras el abogado subía a su coche—. ¿Te encuentras bien? Dame las llaves.
*__ luchó por encontrarlas en el bolso, pero estaba tan nerviosa y temblorosa que lo tiró todo al suelo. Ambos se agacharon a recogerlo. Zayn, a pocos centímetros de ella, la miró a los ojos.
—¿Te encuentras bien de verdad, *___?
—Estoy temblando, desilusionada —admitió ella al fin—. Lo sé, ya me lo dijiste. Gracias, me has ahorrado una terrible escena.
—Y Styles sigue vivo —sonrió él abriendo la puerta con una sonrisa y encendiendo la luz.
—Bueno, le habría asestado un fuerte golpe en sus partes, con la rodilla —sonrió *___ débilmente.
—¿Puedes tú sola, o quieres que me quede?
—Estaré bien en cuanto recupere el aliento. Ya… ya me ha ocurrido una vez, por eso sentí pánico. Pero en aquella ocasión no tuve tanta suerte.
Zayn apretó los dientes, vaciló un momento.

*__ sintió que se le encogía el estómago. Finalmente él se dio la vuelta y se marchó, despidiéndose con la mano.

A la mañana siguiente *___ se despertó pronto. Limpió la casa y dejó su maleta en un cobertizo vacío que había visto el día que fueron a dar de comer a los animales de la granja. Luego clavó una escueta nota en la puerta de la villa, dirigida a su abogado: Estaremos en contacto. He encontrado alojamiento. *___.
No era cierto, por supuesto. Ya lo buscaría después, una vez hubiera obtenido lo que quería de Zayn. Al llegar a la mansión Malik, *__ recordó que aquella mañana Zayn tenía intención de hablar seriamente con Marina. Y no iba a gustarle que ella apareciera en mitad de la discusión. Por eso se sentó frente a la puerta. Después de un rato, decidió pasear. Se apoyó en el tronco de un olivo y contempló el maravilloso paisaje. Y entonces comenzó a sentir amor por aquella isla. No quería sentirlo, de modo que trató de buscar pegas. Aquel extraño lenguaje que no dominaba, la distancia a su casa, las diferencias culturales. Pero no se le ocurrió nada más. ¿Podría quizá vivir allí? El corazón le decía que Lexi sería más feliz en aquella isla que en Inglaterra. Y ella… *__ inhaló el aire limpio, lentamente. Quería ser la madre de Lexi siempre, no solo durante los fines de semana. Y había algo más. También deseaba a Zayn. Pero sabía que su relación solo podía basarse en el sexo, dado el desprecio que él sentía por ella. No obstante, era un comienzo. El sexo era lo único que tenía a su favor.
Solo de pensarlo se le aceleraba el pulso. Zayn no se había asustado al ver la cicatriz de su pecho. Ni siquiera la había mencionado. Debía desearla mucho, cuando era capaz incluso de ignorarla. Quizá, si lograra ser su amante, ella pudiera explicarle toda la historia acerca de Liam, sus manejos financieros. El problema era que no tenía ninguna prueba. Sería su palabra contra la de Liam. No era muy esperanzador, pero tenía que intentarlo.
*__ consultó el reloj y vio que era la hora de la comida, de modo que decidió volver. Cuando llegó de nuevo delante de la puerta de la casa de Zayn estaba hambrienta y cansada. Además estaba nublado, y comenzaba a llover. Respiró hondo y llamó a la puerta. Fue Zayn quien abrió.
—¿Sí?
—He venido a ver a Lexi.
—Hoy no.
—Muy bien —contestó *___ sentándose mientras la puerta se cerraba, dispuesta a esperar.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Zayn abriendo de nuevo inmediatamente.
—Esperar.
—¿A qué?
—A que cambies de opinión.
—Está lloviendo.
—Ya me he dado cuenta.
La puerta se cerró. *___ musitó algo y se tapó la cabeza inútilmente con el bolso. De pronto un rayo la sorprendió. Bruscamente, comenzó a diluviar con fuerza. La lluvia levantaba el barro rojo del suelo salpicándola. En cuestión de segundos estaba calada. Pero de pronto dejó de llover. *__ levantó la vista y vio un enorme paraguas de colores.
—Entra —Gritó Zayn tratando de hacerse oír por encima de los truenos—. Tienes un aspecto lamentable.
—Gracias.
—Cada vez que decido algo, me haces sabotaje.
—Lo siento mucho.
—Sube, date un baño y caliéntate.
—Muchísimas gracias.
—No es para tomarlo a risa.
Pero lo era, pensó Dulce. Había conseguido su primer objetivo. Temblando, siguió a Zayn escaleras arriba. Al llegar al descansillo él la observó con impaciencia.
—¡Pero mírate!
*___ obedeció. Estaba calada hasta los huesos, cubierta de barro, con el pelo pegado a la cara. Y debía estar poniendo perdida la alfombra. Miró para atrás y comprobó que así era.
—Oh, lo siento.
—Espera ahí.
Zayn subió aprisa y recogió una toalla con la que envolvió a *___. Luego la levantó en brazos y la llevó hasta un precioso dormitorio, dejándola en el baño adyacente, en el suelo.
—Te buscaré algo de ropa, te la dejaré en el dormitorio. Baja cuando estés lista.
*__ asintió, sin atreverse a decir nada. Cerró la puerta y preparó un baño con sales y aceite. Y se sumergió en él suspirando. La bañera era lo suficientemente grande como para que cupieran dos personas, observó. *___ cerró los ojos y recapacitó. Quizá se quedara dormida y Zayn tirara abajo la puerta, atemorizado ante la idea de que se hubiera ahogado.
Permaneció mucho tiempo en la bañera, esperando en parte a que apareciera Zayn, hasta que recuperó el sentido común y comprendió que era imposible, dado su estado de ánimo. Así que salió, se secó, y se dirigió al dormitorio, esperando ver sobre la cama un precioso vestido de Marina. Sin embargo no había más que una camiseta y unos vaqueros de hombre. Tampoco había secador, por lo que se enrolló una toalla en el pelo a modo de turbante. Alguien llamó a la puerta.
—¿Estás vestida?
—Casi —contestó *__ envolviéndose con fuerza en la toalla, sentándose en la cama, agotada.
—Creo que debes saberlo —comentó Zayn entrando en el dormitorio y sentándose en una silla—. Marina, Soula y Natasa se han ido a casa de su padre.
—¿Y la mujer de su padre?
—Dice que le parece bien, si Natasa se queda también, para calmar a Marina. Antón Christofides quiere transformar un ala de la casa en un apartamento para ellas, así que de momento no pueden mudarse allí.
—¿Tuvisteis una escena?
—No, se calmó cuando le dije que le pasaría una sustanciosa suma —contestó Zayn cínicamente.
—¡Qué generoso!
—Marina es irritante y difícil, pero yo siento una gran simpatía por ella —musitó Zayn—. Tuvo una hija cuando no era más que una cría, y su marido jamás la quiso.
—¿Y a dónde ha ido, mientras tanto? —preguntó *___ compadecida.
—A la villa. Es un arreglo temporal. Fue idea suya. Le dije que podía tomárselo de un modo profesional. Tiene mucho talento para la decoración. Y Natasa también lo cree. Marina estaba encantada con la idea.
—Estupendo.
—¿Y tú, dónde piensas quedarte?
—Por el momento, en ninguna parte.
—Pues con este tiempo no puedes salir. ¿Cuáles son tus intenciones, *__?
—Dormir —contestó ella dejándose caer sobre la almohada.
Oscuramente, en algún lugar de su conciencia, *__ oyó a Zayn musitar y jurar. Luego escuchó el rumor de sábanas, y entonces se hizo la oscuridad.

Bien. Hasta aqui hoy, mañana les subo el resto del cap, chicas! :D Bye...
xx
:happuy: :bye:

por **Deni rt** Miér 14 Ago 2013, 10:24 pm

si si si mañana el resto del cap y otro si?? anda anda esq es tan genial tan dsfajksh síguela!!

por **GibyMalik** Jue 15 Ago 2013, 7:29 am

Hola mi nombre es alhej y soy nueva lectora, soy fiel y siempre estoy pendiente de los comentarios siguela, un beso! :)

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