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† Evangelock †
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 3 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Re: † Evangelock †
† Capítulo 4 †
Lugar: Enfermería, Centro Psiquiátrico de Kings Park, Nueva York (EE.UU)
Hora: 5:12
Personaje: Anastasia West
La joven contempló tranquila el techo. La forma en la que ascendía en pico, de volvía plano y la araña de cristal colgaba sobre su cabeza, a unos diez metros de distancia. Poca cosa podía hacer la chica, salvo contar las baldosas amarillas descoloridas por la legía que se había empleado para limpiarlas —iba por la setenta y cinco— u, observar la manera en la que las lágrimas de cristal brillaban, formando lucecitas doradas.
Todavía su piel olía a la fresca noche, a la lluvía que la había mojado, la sangre que brotaba hace tres horas de su brazo y, por último, el barro de la cara. Aquel hombre, la había cazado, llevado de nuevo ante Jennifer y había desaparecido. Jennifer había enloquecido, gritado, y exagerado, como siempre. Anne pusó los ojos en blanco, al sentir el recuerdo de Jennifer en su mente florecer.
—¡No tienes ni idea del susto que nos has dado a todos nosotros! —había gritado la mujer, mirándola con los ojos oscuros llenos de córela—. La caída podría haberte matado.
Anastasia se encontraba sentada en el sillón de uno de los miles de cuartos del edificio. Jennifer, la miraba desfe arriba, con sus ojos azules brillantes. Anne se había puesto en pie, y contemplaba como la mujer farfullaba cosas. Ella se había detenido de repente, y había estirado su brazo para tocarla. Entonces, Anastasia se había alejado de la mano de huesos largos de Jennifer, y había siseado entredientes:
—En ese caso, que tu arquero no me hubiera disparado en una de mis alas. Quizás, no me habría caído.
Jennifer había puesto los ojos en blanco y durante una milésima de segunda, había podido contemplar la antigüa gloria de su madre pero tan pronto como había venido, se fue.
Anastasia sacudió la cabeza y cerró los ojos, fingiendo estar dormida al escuchar el sonido de la puerta abrirse, rasgar un poco las baldosas descoloridas y los pasos titubeantes de alguien. Por la fragancia que inundaba —agua de mar y lluvía—, Anastasia adivinó que era Luke, el cual venía a ayudarla.
—Anne —pronunció su nombre, mientras su cuerpo dejaba desplomarse en la silla de respaldo alto que se encontraba al lado de la cama.
Las uñas de sus manos estaban mordidas, hasta la raiz y bajo sus ojos, se encontraban unas lívidas medias lunas púrpuras, que demostraban lo poco que había dormido en los últimos días. Su cabello seguía húmedo, pegado a las sienes y la nuca y goteando por las puntas y su ropa estaba seca, por lo menos. Arrugada y llena de barro.
—Anne, sé que estas despierta.
La joven entreabrió los ojos, maldiciendo su falta de actuación.
—Um... pues que bien —repuso la chica, abriendo los ojos lentamente y mirando el techo.
Una telaraña se encontraba en una de las esquinas de la araña de cristal.
Irónico pensó.
—¿Te encuentras bien? —cuestionó el chico.
Un estremecimiento recorrió la espina dorsal, poniéndole la piel de gallina.
—Claro —contestó, incorporándose en la cama, y estirando su espalda.
Una venda recorría su hombro, hasta llegar al antebrazo. Su mano tiró con violencia de la venda, arrugando sus labios y con la mirada perdida. La venda era lo suficientemente apretada para cortarle la circulación del brazo y, debajo, la piel estaba irritada. Tenía ganar de quitársela y rascarse el sarpullido que le había brotado, después de enterarse que había caido debajo de un montón de hiedra venenosa.
—¿Por qué querias escaparte? —preguntô Luke, sacàndola de su ensoñaciôn.
Anastasia pestañeô, seguidamente y mirô a Luke, con la carencia de brillo en sus ojos.
—¿Por qué tu quieres seguir en este sitio? —respondiô con otra pregunta, mordaz.
Luke parpadeô, sin entender.
—Aquì esta mi padre —dijo, con aire derrotado—. Yo debo estar con mi padre.
—Entiendo —Anne mirô el techo, para después clavar sus ojos oscuros en el rubio—. Y supongo que si no puedes ir tras las faldas de mamà, debes de estar obligado a ir tras los pantalones de papà —rió amargamente—. Supongo que es así la vida de un chico como tû.
Luke la mirô, por unos instantes. En el poco tiempo en el que conocía a Anne, habìa podido ver la clara diferencia que la magia Croswar había producido en ella. Sus ojos eran oscuros, mucho más y no tenian la tendencia a cambiarse. Era como mirar en la penumbra todo el día, sin margen de luz y su piel pálida, estaba blanca, como si le hubieran pintado la cara con maquillaje.
—No es así del todo —replicó Luke, entrecerrando los ojos—. Yo no voy tras mi padre.
Anne le sonrió, de manera que daba la idea de decir: Claro que sí, niño de papá.
La joven se quitó la venda del brazo, dejándola caer en el suelo y luego se quitó la del omoplato.
—No deberias de quitarte eso —objetó Luke, al ver como Anastasia tenía la intención de ponerse en pie y marcharse.
Anne le ignoró, colocándose en pie con las piernas temblando. Luke la cogió, colocando una mano en su cintura y su brazo bajo sus axilas. La chica se puso tensa, y miró a Luke con temor. Sus músculos estaban tensos, repentinamente y su cabeza daba vueltas. Las cicatrices de la espalda, le picaban y quemaban, como si fueran recientes.
—Su... suéltame por favor —pidió, al borde las lágrimas de terror.
Su voz temblaba, junto al profundo temor que inundaba sus ojos y la manera en la que su cuerpo se sacudia y su corazón. Luke la soltó.
—No me gusta el contacto físico —admitió la chica, recuperando color.
—Entiendo —Luke le dió una pequeña sonrisa.
Anne se la devolvió, mareada y se dejo caer una vez más en la cama, con las largas piernas colgando. Toda la energía que había tenido antes, se habìa esfumado con rápidez.
—Quiero ir con Louis —admitió la chica, mirando a la nada.
Sus manos se encontraban en su regazo, entrelazadas y su pulso volvía a ser tibio, aunque la adrenalina seguía revoloteando por sus venas.
—¿Qué?
—Esa es la razón por la que quiero irme de este condenado sitio. Fuera, en Harmenlock, tengo a alguien... —carraspeó, sin saber por qué le contaba todo eso a él—. Se supone, que antes de marchar a... aquí. Antes de ser raptada, iba a ser feliz —sonrió, de manera que parecía derrotada— pero llegó Jennifer y... bueno —se encogió de hombros, dándo por entender que él ya sabía lo que había pasado meses atrás.
Luke murmuró algo parecido a un: entiendo pero, ¿cómo podía entender, si él no había pasado por algo semejante? Anne dudaba que alguien esperará a aquel australiano fuera de los muros de Kings Park.
—Agradezco que hayas compartido esa información conmigo —sentenció el chico, inclinando con gratitud la cabeza.
Anne se encogió de hombros, dando por hecho que no importaba y contempló sus bonitos pantalones de cuero rotos y sucios.
—¿Podrias contarme algo de ti? —preguntó Anne, tímida.
—Jum... ¿qué quieres que te cuente?
Una sonrisa pequeña se extendía en sus labios, iluminando su cara. Un rasguño cruzaba su mejilla.
—No sé —se encogió de hombros—. Algo de tu pasado... por ejemplo, ¿cómo llegaste a este espantoso lugar?
Luke mordió su labio, y explicó, serio.
—No me obligaron a venir, como a ti. Vine por mi propia voluntad, cuando mi padre estaba enfermo. Tu madre, me ayudó a salvarlo y como deuda de vida por haber salvado a mi padre, decidimos quedarnos y ayudarla a encontrarte.
Anne notó como un músculo de su labio se tensaba, provocando un ligero tick nervioso que no supo como controlar. Jennifer había salvado a Grank y éste, en deuda con ella, le había ayudado para secuestrarla. Y alejarla de todos. La americana estrechó los ojos, pareciendo furiosa. El azul oscuro de sus ojos deboraba con violencia todo.
—Debes marcharte —indicó la chica, apretando sus labios en una fina linea clara.
—Pero...
—¡Márchate, estúpido! —gritó la chica, estallando una ventana.
El cristal quebrado cayó al suelo, donde la luz le daba con fuerza y creaba pequenas auroras en el aire, volando junto a las volutas de polvo blanco. Luke se puso en pie, con la piel blanca por el susto y el rosto pintado de terror. Sus ojos estaban abiertos, y la miraban. Anne pudo ver su reflejo en ellos, la manera en la que su rostro estaba afilado y sus ojos negros. Negros e infinitos. El joven rodeó la silla, con las manos temblando y luego, desapareció por la puerta.
Ella estaba rabiosa.
Decidimos quedarnos y ayudarla a encontrarte
Anne tomó una fuerte bocanada, poniéndose en pie y dibagando por la estancia, como un animal enjaulado. Sus labios estaban apretados en una fina línea blanca, y no pudo evitar pensar en todo. Maldijo a Jennifer, a Luke, a Grank y al cazador. Maldijo su condenada existencia, tirando con fuerza una de las lamparitas con campana de seta que proyectaba delgadas sombras en la pared rasgada.
La bombilla se rompió en millones de añicos, y se olía el suave hedor a quemado en el aire. Anne se mordió los labios, y pensó una manera de escaparse de nuevo. Necesitaba salir de aquel lugar. La joven se asomó por la ventana, ojeando a los guardas corpulentos que rodeaban la salida de Kings Park. Parecian hormigas gordas, paralizadas. Las verjas, se encontraban muy lejanas, a otro lado. Tenía que haber atravesado el dichoso bosque. Anne pestañeó seguidamente, al sentir la brisa fresca de la noche darle en la cara, con fuerza.
Entonces, escuchó algo. Unas enfermeras, saliendo de Kings Park. Hablaban entre ellas, sobre uno de los chismorreos que recorrían el manicomio. Normalmente, a Anne no le interesaban sus tontas conversaciones, sobre cotilleos que recorrian el mundo de los Casters pero, el nombre que pronunciaron después, causo una reacción en ella. Que su corazón se apretujará, encogiéndose.
—Yo tampoco me lo puedo creer —comentó una de las chicas, colocándose su cabello atrás.
—Es increíble que hayan escondido las cenizas del amante de Clarisse.
Anne entrecerró los ojos, preguntándose mentalmente de qué amante estaban hablando. Ella no tenía ninguno.
—La Señora Dark quería que su hija no se enterará —su tono sonaba desaprovatorio, y Anne imaginó un mohín gracioso en la castaña y un movimiento de cabeza decepcionado—. Es terrible, ¿no crees?
—Sí. El chico tan sólo tenía veintiún años y cuentan que era muy apuesto. Lástima que corrió la suerte de ser quemado vivo en Greendwich.
Anne se quedó sin respiración. Las manos rodeaban el marco de la ventana de madera, con fuerza. Ésta se agrietaba con violencia.
—¡Señorita Clarisse! —gritó una voz a su espalda.
Seguramente, la enfermera que se encargaba de custodiarla. Ella no escuchaba, se sentía destrozada. Ahora entendía de lo que estaban ya esas dos chicas, que ya se encontraban fuera del alcance de su oído desarollado.
—Clarisse, ¿qué intentas hacer?
Anne entrecerró los ojos, cuando sintió las manos de dos hombres agarrarle de los brazos y tirarla hacía atrás, lejos de la ventana y el sonido de las palabras que participaban en la conversación de las chicas.
Un nudo se había creado en su garganta, que se acumulaba a las ganas de vomitar y las lágrimas saladas teñidas de barro seco, rimen y sangre seca. Éstas morian secas en sus labios, temblorosos.
No lo podía creer, Louis había muerto.
Hora: 5:12
Personaje: Anastasia West
La joven contempló tranquila el techo. La forma en la que ascendía en pico, de volvía plano y la araña de cristal colgaba sobre su cabeza, a unos diez metros de distancia. Poca cosa podía hacer la chica, salvo contar las baldosas amarillas descoloridas por la legía que se había empleado para limpiarlas —iba por la setenta y cinco— u, observar la manera en la que las lágrimas de cristal brillaban, formando lucecitas doradas.
Todavía su piel olía a la fresca noche, a la lluvía que la había mojado, la sangre que brotaba hace tres horas de su brazo y, por último, el barro de la cara. Aquel hombre, la había cazado, llevado de nuevo ante Jennifer y había desaparecido. Jennifer había enloquecido, gritado, y exagerado, como siempre. Anne pusó los ojos en blanco, al sentir el recuerdo de Jennifer en su mente florecer.
—¡No tienes ni idea del susto que nos has dado a todos nosotros! —había gritado la mujer, mirándola con los ojos oscuros llenos de córela—. La caída podría haberte matado.
Anastasia se encontraba sentada en el sillón de uno de los miles de cuartos del edificio. Jennifer, la miraba desfe arriba, con sus ojos azules brillantes. Anne se había puesto en pie, y contemplaba como la mujer farfullaba cosas. Ella se había detenido de repente, y había estirado su brazo para tocarla. Entonces, Anastasia se había alejado de la mano de huesos largos de Jennifer, y había siseado entredientes:
—En ese caso, que tu arquero no me hubiera disparado en una de mis alas. Quizás, no me habría caído.
Jennifer había puesto los ojos en blanco y durante una milésima de segunda, había podido contemplar la antigüa gloria de su madre pero tan pronto como había venido, se fue.
Anastasia sacudió la cabeza y cerró los ojos, fingiendo estar dormida al escuchar el sonido de la puerta abrirse, rasgar un poco las baldosas descoloridas y los pasos titubeantes de alguien. Por la fragancia que inundaba —agua de mar y lluvía—, Anastasia adivinó que era Luke, el cual venía a ayudarla.
—Anne —pronunció su nombre, mientras su cuerpo dejaba desplomarse en la silla de respaldo alto que se encontraba al lado de la cama.
Las uñas de sus manos estaban mordidas, hasta la raiz y bajo sus ojos, se encontraban unas lívidas medias lunas púrpuras, que demostraban lo poco que había dormido en los últimos días. Su cabello seguía húmedo, pegado a las sienes y la nuca y goteando por las puntas y su ropa estaba seca, por lo menos. Arrugada y llena de barro.
—Anne, sé que estas despierta.
La joven entreabrió los ojos, maldiciendo su falta de actuación.
—Um... pues que bien —repuso la chica, abriendo los ojos lentamente y mirando el techo.
Una telaraña se encontraba en una de las esquinas de la araña de cristal.
Irónico pensó.
—¿Te encuentras bien? —cuestionó el chico.
Un estremecimiento recorrió la espina dorsal, poniéndole la piel de gallina.
—Claro —contestó, incorporándose en la cama, y estirando su espalda.
Una venda recorría su hombro, hasta llegar al antebrazo. Su mano tiró con violencia de la venda, arrugando sus labios y con la mirada perdida. La venda era lo suficientemente apretada para cortarle la circulación del brazo y, debajo, la piel estaba irritada. Tenía ganar de quitársela y rascarse el sarpullido que le había brotado, después de enterarse que había caido debajo de un montón de hiedra venenosa.
—¿Por qué querias escaparte? —preguntô Luke, sacàndola de su ensoñaciôn.
Anastasia pestañeô, seguidamente y mirô a Luke, con la carencia de brillo en sus ojos.
—¿Por qué tu quieres seguir en este sitio? —respondiô con otra pregunta, mordaz.
Luke parpadeô, sin entender.
—Aquì esta mi padre —dijo, con aire derrotado—. Yo debo estar con mi padre.
—Entiendo —Anne mirô el techo, para después clavar sus ojos oscuros en el rubio—. Y supongo que si no puedes ir tras las faldas de mamà, debes de estar obligado a ir tras los pantalones de papà —rió amargamente—. Supongo que es así la vida de un chico como tû.
Luke la mirô, por unos instantes. En el poco tiempo en el que conocía a Anne, habìa podido ver la clara diferencia que la magia Croswar había producido en ella. Sus ojos eran oscuros, mucho más y no tenian la tendencia a cambiarse. Era como mirar en la penumbra todo el día, sin margen de luz y su piel pálida, estaba blanca, como si le hubieran pintado la cara con maquillaje.
—No es así del todo —replicó Luke, entrecerrando los ojos—. Yo no voy tras mi padre.
Anne le sonrió, de manera que daba la idea de decir: Claro que sí, niño de papá.
La joven se quitó la venda del brazo, dejándola caer en el suelo y luego se quitó la del omoplato.
—No deberias de quitarte eso —objetó Luke, al ver como Anastasia tenía la intención de ponerse en pie y marcharse.
Anne le ignoró, colocándose en pie con las piernas temblando. Luke la cogió, colocando una mano en su cintura y su brazo bajo sus axilas. La chica se puso tensa, y miró a Luke con temor. Sus músculos estaban tensos, repentinamente y su cabeza daba vueltas. Las cicatrices de la espalda, le picaban y quemaban, como si fueran recientes.
—Su... suéltame por favor —pidió, al borde las lágrimas de terror.
Su voz temblaba, junto al profundo temor que inundaba sus ojos y la manera en la que su cuerpo se sacudia y su corazón. Luke la soltó.
—No me gusta el contacto físico —admitió la chica, recuperando color.
—Entiendo —Luke le dió una pequeña sonrisa.
Anne se la devolvió, mareada y se dejo caer una vez más en la cama, con las largas piernas colgando. Toda la energía que había tenido antes, se habìa esfumado con rápidez.
—Quiero ir con Louis —admitió la chica, mirando a la nada.
Sus manos se encontraban en su regazo, entrelazadas y su pulso volvía a ser tibio, aunque la adrenalina seguía revoloteando por sus venas.
—¿Qué?
—Esa es la razón por la que quiero irme de este condenado sitio. Fuera, en Harmenlock, tengo a alguien... —carraspeó, sin saber por qué le contaba todo eso a él—. Se supone, que antes de marchar a... aquí. Antes de ser raptada, iba a ser feliz —sonrió, de manera que parecía derrotada— pero llegó Jennifer y... bueno —se encogió de hombros, dándo por entender que él ya sabía lo que había pasado meses atrás.
Luke murmuró algo parecido a un: entiendo pero, ¿cómo podía entender, si él no había pasado por algo semejante? Anne dudaba que alguien esperará a aquel australiano fuera de los muros de Kings Park.
—Agradezco que hayas compartido esa información conmigo —sentenció el chico, inclinando con gratitud la cabeza.
Anne se encogió de hombros, dando por hecho que no importaba y contempló sus bonitos pantalones de cuero rotos y sucios.
—¿Podrias contarme algo de ti? —preguntó Anne, tímida.
—Jum... ¿qué quieres que te cuente?
Una sonrisa pequeña se extendía en sus labios, iluminando su cara. Un rasguño cruzaba su mejilla.
—No sé —se encogió de hombros—. Algo de tu pasado... por ejemplo, ¿cómo llegaste a este espantoso lugar?
Luke mordió su labio, y explicó, serio.
—No me obligaron a venir, como a ti. Vine por mi propia voluntad, cuando mi padre estaba enfermo. Tu madre, me ayudó a salvarlo y como deuda de vida por haber salvado a mi padre, decidimos quedarnos y ayudarla a encontrarte.
Anne notó como un músculo de su labio se tensaba, provocando un ligero tick nervioso que no supo como controlar. Jennifer había salvado a Grank y éste, en deuda con ella, le había ayudado para secuestrarla. Y alejarla de todos. La americana estrechó los ojos, pareciendo furiosa. El azul oscuro de sus ojos deboraba con violencia todo.
—Debes marcharte —indicó la chica, apretando sus labios en una fina linea clara.
—Pero...
—¡Márchate, estúpido! —gritó la chica, estallando una ventana.
El cristal quebrado cayó al suelo, donde la luz le daba con fuerza y creaba pequenas auroras en el aire, volando junto a las volutas de polvo blanco. Luke se puso en pie, con la piel blanca por el susto y el rosto pintado de terror. Sus ojos estaban abiertos, y la miraban. Anne pudo ver su reflejo en ellos, la manera en la que su rostro estaba afilado y sus ojos negros. Negros e infinitos. El joven rodeó la silla, con las manos temblando y luego, desapareció por la puerta.
Ella estaba rabiosa.
Decidimos quedarnos y ayudarla a encontrarte
Anne tomó una fuerte bocanada, poniéndose en pie y dibagando por la estancia, como un animal enjaulado. Sus labios estaban apretados en una fina línea blanca, y no pudo evitar pensar en todo. Maldijo a Jennifer, a Luke, a Grank y al cazador. Maldijo su condenada existencia, tirando con fuerza una de las lamparitas con campana de seta que proyectaba delgadas sombras en la pared rasgada.
La bombilla se rompió en millones de añicos, y se olía el suave hedor a quemado en el aire. Anne se mordió los labios, y pensó una manera de escaparse de nuevo. Necesitaba salir de aquel lugar. La joven se asomó por la ventana, ojeando a los guardas corpulentos que rodeaban la salida de Kings Park. Parecian hormigas gordas, paralizadas. Las verjas, se encontraban muy lejanas, a otro lado. Tenía que haber atravesado el dichoso bosque. Anne pestañeó seguidamente, al sentir la brisa fresca de la noche darle en la cara, con fuerza.
Entonces, escuchó algo. Unas enfermeras, saliendo de Kings Park. Hablaban entre ellas, sobre uno de los chismorreos que recorrían el manicomio. Normalmente, a Anne no le interesaban sus tontas conversaciones, sobre cotilleos que recorrian el mundo de los Casters pero, el nombre que pronunciaron después, causo una reacción en ella. Que su corazón se apretujará, encogiéndose.
—Yo tampoco me lo puedo creer —comentó una de las chicas, colocándose su cabello atrás.
—Es increíble que hayan escondido las cenizas del amante de Clarisse.
Anne entrecerró los ojos, preguntándose mentalmente de qué amante estaban hablando. Ella no tenía ninguno.
—La Señora Dark quería que su hija no se enterará —su tono sonaba desaprovatorio, y Anne imaginó un mohín gracioso en la castaña y un movimiento de cabeza decepcionado—. Es terrible, ¿no crees?
—Sí. El chico tan sólo tenía veintiún años y cuentan que era muy apuesto. Lástima que corrió la suerte de ser quemado vivo en Greendwich.
Anne se quedó sin respiración. Las manos rodeaban el marco de la ventana de madera, con fuerza. Ésta se agrietaba con violencia.
—¡Señorita Clarisse! —gritó una voz a su espalda.
Seguramente, la enfermera que se encargaba de custodiarla. Ella no escuchaba, se sentía destrozada. Ahora entendía de lo que estaban ya esas dos chicas, que ya se encontraban fuera del alcance de su oído desarollado.
—Clarisse, ¿qué intentas hacer?
Anne entrecerró los ojos, cuando sintió las manos de dos hombres agarrarle de los brazos y tirarla hacía atrás, lejos de la ventana y el sonido de las palabras que participaban en la conversación de las chicas.
Un nudo se había creado en su garganta, que se acumulaba a las ganas de vomitar y las lágrimas saladas teñidas de barro seco, rimen y sangre seca. Éstas morian secas en sus labios, temblorosos.
No lo podía creer, Louis había muerto.
Jockie.
Re: † Evangelock †
Volviste! Y encima dejando cuatro capítulos. Ire uno por uno porque ya sabes que a mi me gusta hacer estas cosas y se que a ti te encantan mis comentarios (Si lo se soy una vanidosa, pero me quieres) Siete meses? Han pasado siete meses desde la muete de Louis? No puedo creerlo! Y Anne ni siquiera sabe que esta muerto por que la tienen encerrada. Yo sabía que no podía adaptarse sin más a su nueva vida, y doy gracias al cielo por eso. Ella tiene que escapar y encontrarnos, y asi podre compartir mi pena con ella. En serio es un asco. Quiero a Louis de vuelta, pero no se puede Consiguio escapar! Ya estaba celebrando su victoria, o su libertad parcial cuando aparece ese imbecil y la derriba de un flechazo como si de una perdiz se tratara. Aaaaaaaaaaaaaaagh. Más le vale tener una buena escusa, asqueroso.
El grupo se a disuelto! Lloro. Aunque tenía que haberlo sabido después de la discusión entre Harry y Cindhy, pero no se me ocuurió. Se que soy mala, pero la verdad es que me da un poco de asquete que Harry y Celeste tengan tanta felicidad entre comillas cuando Louis esta muerto, el grupo separado, Anne encerrada por su madre… Y a saber como estan Cindhy, Zayn, Niall y como estoy yo. Pero bueno, al menos alguien es feliz en tu novela supongo. Lo de la relación que tiene con Suca me hace daño hasta a mi, por dios son gemelas! Tiene que haber un sentimiento más profundo ahí que no se a podido romper asi como asi.¿o no? Bueno no se que pensar.
Oh dios! Me e vuelto en un clon fantasmizo y borde de mi yo dulce. No se si me has entendido pero estoy contentisima de que vayamos a reunirnos todos otra vez! Y encima hay noticias de Anne! Dios volví a sonreir! EN serio no se como Niall me a aguantado estos siete meses, si todas las conversaciones son asi debe de quererme mucho, porque soy insoportable. Cindhy y Zayn volvieron! Eso es kjashdfjahsdflka. Y con noticias! Aaaaah morire de la emoción!
Dios, en serio el pobre Luke me cae fatal y no se porque. Bueno si por ayudar a Jennifer a encontrar a Anne y llevarsela en contra de su voluntad. Yo le hubiera estrellado la bombilla en la cabeza en serio. Y se a enterado de lo de Louis! ¿Y ahora que pasara? En serio estoy muy intrigada, necesito saber! Pero bueno esperare impaciente a tu siguiente capítulo. Creo que ya me e explayado demasiado con mi comentario, ¿no te parece? Asique te dejo una ultima peticion, que espero (te lo suplico) consideres: Sube a la de Winter is coming por dios chica, me tienes en vilo! Quiero leer. Y creo que eso es todo. A no, se me olvidaba decirte que Te AmoAdoro demasiado ya lo sabes<3
El grupo se a disuelto! Lloro. Aunque tenía que haberlo sabido después de la discusión entre Harry y Cindhy, pero no se me ocuurió. Se que soy mala, pero la verdad es que me da un poco de asquete que Harry y Celeste tengan tanta felicidad entre comillas cuando Louis esta muerto, el grupo separado, Anne encerrada por su madre… Y a saber como estan Cindhy, Zayn, Niall y como estoy yo. Pero bueno, al menos alguien es feliz en tu novela supongo. Lo de la relación que tiene con Suca me hace daño hasta a mi, por dios son gemelas! Tiene que haber un sentimiento más profundo ahí que no se a podido romper asi como asi.¿o no? Bueno no se que pensar.
Oh dios! Me e vuelto en un clon fantasmizo y borde de mi yo dulce. No se si me has entendido pero estoy contentisima de que vayamos a reunirnos todos otra vez! Y encima hay noticias de Anne! Dios volví a sonreir! EN serio no se como Niall me a aguantado estos siete meses, si todas las conversaciones son asi debe de quererme mucho, porque soy insoportable. Cindhy y Zayn volvieron! Eso es kjashdfjahsdflka. Y con noticias! Aaaaah morire de la emoción!
Dios, en serio el pobre Luke me cae fatal y no se porque. Bueno si por ayudar a Jennifer a encontrar a Anne y llevarsela en contra de su voluntad. Yo le hubiera estrellado la bombilla en la cabeza en serio. Y se a enterado de lo de Louis! ¿Y ahora que pasara? En serio estoy muy intrigada, necesito saber! Pero bueno esperare impaciente a tu siguiente capítulo. Creo que ya me e explayado demasiado con mi comentario, ¿no te parece? Asique te dejo una ultima peticion, que espero (te lo suplico) consideres: Sube a la de Winter is coming por dios chica, me tienes en vilo! Quiero leer. Y creo que eso es todo. A no, se me olvidaba decirte que Te AmoAdoro demasiado ya lo sabes<3
LaraB_96
Re: † Evangelock †
hola ok si ves que esta escrito horrible, culppa a i celular, me encaantaron los capitulos. Realmente opino que tu novela es lo maximo. Deberias hacer un libro y yo te haria la pelicula. Como sea siguela pronto y perdona mis errores sigo sin acostumbrarme al teclado tactil
Zarek
Re: † Evangelock †
eso es lo que yo llamo volver con todas 4 capítulos no decepcionas mujer sigue así y tal vez no te matemos para el final de la temporada, aunque pensándolo bien si te matamos nos quedamos sin escritora así que por ahora te salvas y SIGUELAAAA
Wicked
Re: † Evangelock †
Y volví a desaparecer. Lo sé, soy una mala escritora y deberías de cogerme de las orejas y colgarme bien alto, en algún punto infinito donde nadie me pueda ver :lloro: Estoy desde el ordenador de Derek (desgraciado, por una vez en tu vida haces algo bien para mi) y ahora intentaré hacer un capítulo sobre la marcha antes de que mis padres quieran regresar a casa y darse cuenta de que me he vuelto a saltar las normas otra vez. Me siento malvada y rebelde (? Me encanto tu comentario, en serio :calor: Es tan genial... :corre: Y quiero decirte que te amo mucho y que mis amigas me han bloqueado el teléfono y que para desbloquearlo, necesito Internet y para colmo, no me lo van a dar hasta septiembre (creo que ya te informe de eso :misery: ) Así que intentaré sobornar todo lo que pueda a Derek Edwart Adams Fray y que me deje el ordenador.LaraB_96 escribió:Volviste! Y encima dejando cuatro capítulos. Ire uno por uno porque ya sabes que a mi me gusta hacer estas cosas y se que a ti te encantan mis comentarios (Si lo se soy una vanidosa, pero me quieres) Siete meses? Han pasado siete meses desde la muete de Louis? No puedo creerlo! Y Anne ni siquiera sabe que esta muerto por que la tienen encerrada. Yo sabía que no podía adaptarse sin más a su nueva vida, y doy gracias al cielo por eso. Ella tiene que escapar y encontrarnos, y asi podre compartir mi pena con ella. En serio es un asco. Quiero a Louis de vuelta, pero no se puede Consiguio escapar! Ya estaba celebrando su victoria, o su libertad parcial cuando aparece ese imbecil y la derriba de un flechazo como si de una perdiz se tratara. Aaaaaaaaaaaaaaagh. Más le vale tener una buena escusa, asqueroso.
El grupo se a disuelto! Lloro. Aunque tenía que haberlo sabido después de la discusión entre Harry y Cindhy, pero no se me ocuurió. Se que soy mala, pero la verdad es que me da un poco de asquete que Harry y Celeste tengan tanta felicidad entre comillas cuando Louis esta muerto, el grupo separado, Anne encerrada por su madre… Y a saber como estan Cindhy, Zayn, Niall y como estoy yo. Pero bueno, al menos alguien es feliz en tu novela supongo. Lo de la relación que tiene con Suca me hace daño hasta a mi, por dios son gemelas! Tiene que haber un sentimiento más profundo ahí que no se a podido romper asi como asi.¿o no? Bueno no se que pensar.
Oh dios! Me e vuelto en un clon fantasmizo y borde de mi yo dulce. No se si me has entendido pero estoy contentisima de que vayamos a reunirnos todos otra vez! Y encima hay noticias de Anne! Dios volví a sonreir! EN serio no se como Niall me a aguantado estos siete meses, si todas las conversaciones son asi debe de quererme mucho, porque soy insoportable. Cindhy y Zayn volvieron! Eso es kjashdfjahsdflka. Y con noticias! Aaaaah morire de la emoción!
Dios, en serio el pobre Luke me cae fatal y no se porque. Bueno si por ayudar a Jennifer a encontrar a Anne y llevarsela en contra de su voluntad. Yo le hubiera estrellado la bombilla en la cabeza en serio. Y se a enterado de lo de Louis! ¿Y ahora que pasara? En serio estoy muy intrigada, necesito saber! Pero bueno esperare impaciente a tu siguiente capítulo. Creo que ya me e explayado demasiado con mi comentario, ¿no te parece? Asique te dejo una ultima peticion, que espero (te lo suplico) consideres: Sube a la de Winter is coming por dios chica, me tienes en vilo! Quiero leer. Y creo que eso es todo. A no, se me olvidaba decirte que Te AmoAdoro demasiado ya lo sabes<3
TE AMODORO
Jockie.
Re: † Evangelock †
Hola. No pasa nada, yo también tengo faltas de ortografía desde el móvil y tu no te quejas de eso. Me alegro de que te encantaran los capítulos Cin. REALLY? No sabes lo feliz que me hace que digas que mi novela es lo máximo.Cindhy Parthenopeaus. escribió:hola ok si ves que esta escrito horrible, culppa a i celular, me encaantaron los capitulos. Realmente opino que tu novela es lo maximo. Deberias hacer un libro y yo te haria la pelicula. Como sea siguela pronto y perdona mis errores sigo sin acostumbrarme al teclado tactil
Creo que no estoy a la altura para hacer un libro, ya que hay varias chicas en la web que aplastan a mi novela con las suyas (EJEM DATE POR ALUDIDA EJEM)
Yo encantada de que hicieras una película de mi novela. Sería tan asdfghjklñ...
La seguiré en cuanto tenga capítulos, me devuelvan mi apreciado y nostálgico Internet y, me desbloquee el móvil si Dios quiere.
Jockie.
Re: † Evangelock †
Ya pero volví a desaparecer así que tienes toda mi vendición para asesinarme por mala escritora (en ambos sentidos).ritamoustache_ escribió:eso es lo que yo llamo volver con todas 4 capítulos no decepcionas mujer sigue así y tal vez no te matemos para el final de la temporada, aunque pensándolo bien si te matamos nos quedamos sin escritora así que por ahora te salvas y SIGUELAAAA
La seguiré en cuanto recuperé el Internet en mi móvil, lo desbloquee y tenga capítulos con finales desesperantes para vosotras.
Jockie.
Re: † Evangelock †
Ah perdon por no comentar, lei los caps y me mandaron a dormir. Maldita madre. Bueno en fuin por dios nasdjabndjhfhjda capitulos. Buen regreso espero que no te vallas otra vez. SUBE CAP espero muy alegremente mi querida. Besotes
darkness.
Re: † Evangelock †
Ya iba aandar una partida de búsqueda y captura para que te encontrarán (otra vez) perp vuelvo a respirar tranquila. Chantajeale con la caja de condones. No podrá decir que no a esojajajjajajaj lo s, soy mala. Ok no, pero dalas a tus amigas las gracias de mi parte por bloquearte el movil -.- Notese la ironía jajajjajaja Ya queda menos para que acabe Agosto y el tan poco esperado Septiembre llegue, estoy impaciente porque te devuelvan el Internet! Y me encanta que te encante mi comentario, iba leyendo y escribiendo mis emociones jajajjajaj lo se, soy un caso aparte. Te amoadoro mucho más<3
P.D. Y estoy de acuerdo con Cin, deberías mandar tu novela a una editorial.
P.D. Y estoy de acuerdo con Cin, deberías mandar tu novela a una editorial.
LaraB_96
Re: † Evangelock †
No pasa nada. Estoy por el tercer cap e intentaré pasarlo del movil a el ordenadorHeart Attack escribió:Ah perdon por no comentar, lei los caps y me mandaron a dormir. Maldita madre. Bueno en fuin por dios nasdjabndjhfhjda capitulos. Buen regreso espero que no te vallas otra vez. SUBE CAP espero muy alegremente mi querida. Besotes
BESOOS
Jockie.
Re: † Evangelock †
nO, OTRA PARTIDA DE BÚSQUEDA NOLaraB_96 escribió:Ya iba aandar una partida de búsqueda y captura para que te encontrarán (otra vez) perp vuelvo a respirar tranquila. Chantajeale con la caja de condones. No podrá decir que no a esojajajjajajaj lo s, soy mala. Ok no, pero dalas a tus amigas las gracias de mi parte por bloquearte el movil -.- Notese la ironía jajajjajaja Ya queda menos para que acabe Agosto y el tan poco esperado Septiembre llegue, estoy impaciente porque te devuelvan el Internet! Y me encanta que te encante mi comentario, iba leyendo y escribiendo mis emociones jajajjajaj lo se, soy un caso aparte. Te amoadoro mucho más<3
P.D. Y estoy de acuerdo con Cin, deberías mandar tu novela a una editorial.
JAJAJAJAJA Ya lo desbloquee haciendo una parida
Te amodoro mas y no se como se hace eso de enviarlo a una editorial
Jockie.
Re: † Evangelock †
† Capítulo 5 †
Lugar: Area 5, Harmenlock, Londres (Inglaterra)
Hora: 23:13
Personaje: Cindhy Parthenopheaus
Había pasado mucho tiempo, quizás demasiado desde que ella había huido cobardemente de toda su vida. No se podía explicar el por qué de su regreso a Harmenlock, cuando estaba de maravilla en uno de los apartamentos caros de Venecia. Tal vez, se dijo, echaba de menos ser el centro de atención en la academia o, el tema principal de los profesores. Algo la había impulsado a aquel aeropuerto, cuando había vivido siete meses fantásticos sin ataques con su novio Zayn Malik. Probablemente, no podía haber estado huyendo toda su vida.
—Cindhy —llamó una voz, tan familiar como la de su hermano mayor Zarek.
La pelirroja levantó la mirada del asfalto de piedra, cubierto de hojas secas y acumuladas en una de las esquinas. Frente a ella se encontraba su atractivo novio, Zayn. Éste era alto, con un precioso cabello peinado hacia arriba de color negro y unos enigmáticos ojos de color miel rodeados por espesas rizadas pestañas. La sensualidad en persona, se había dicho secretamente Cindhy.
—¿ Qué ? —preguntó bruscamente, mirándole detrás de sus caras gafas de aviador.
La joven se estremeció al ver la sonrisa encantadora del chico, mientras se apoyaba en la pared lateral del edificio donde habían quedado con la chica de cabello negro que caminaba con un grupo de chicos a su espalda.
—Allí vienen —anunció Zayn, de manera poética.
Cindhy miró a las seis personas que caminaban en su dirección, con los rostros inexpresivos de alguien que no deseaba estar allí.
—Bien —comentó la griega, poniéndose en pie de manera elegante y pasándose una mano por su mata de cabello rojo.
La joven más pequeña, Lara Bolado, saludó con una mano, de manera feliz. Tras ella, venía su novio Niall Horan, intentando animar a la chica delgada y de ojos esmeraldas que caminaba cerca de Liam Payne.
—Hola —saludó Zayn, cuando pudo ver de cerca a sus amigos.
—Cuánto tiempo —comentó con amargura un chico de rizos castaños y espectaculares ojos esmeraldas.
—Sí —susurró su compañera, Celeste Benson—. Demasiado tiempo ha pasado.
Cindhy paseó la mirada por los chicos, que evitaban mirarla. Ella podía sentir como la mente de Styles le lanzaba múltiples insultos, entre ellos asesina. Quizás, aquello no era buena idea. No era tarde para huir de aquella situación.
—¿Entramos? —cuestionó Zayn, abriendo la puerta de metal que se encontraba a su lado y deshaciendo el rápido plan de huida de su novia.
Todos asintieron, y comenzaron a entrar uno por uno. Cindhy soltó aire, de manera brusca, al colocarse al lado de Zayn y miró de manera fría los escalones de piedra que descendían hasta las calderas subterráneas de Harmenlock mientras se quitaba sus gafas de sol.
—Esto va a ser divertido —comentó el morocho, con su peculiar tono burlón que solía emplear en vez de decir te lo dije.
Cindhy se encogió de hombros y murmuró, encaminándose al pie de la escalera:
—Sí, divertido.
La pelirroja descendió las escaleras creando una llama roja que crecía en su palma con lentitud, de color naranja oscuro. Las sombras, se posaban en las paredes desnudas y sucias, llenas de musgo y tierra negra que caía el techo y se acumulaba en las escaleras. A lo lejos, se veían las siluetas de sus compañeros, hablar entre ellos de manera personal como si no se fiaran de la pelirroja. Ella pensó con pesadez que tampoco lo haría si fuera ellos.
—¿A dónde conducen estas escaleras? —cuestionó Lara.
Su voz sonaba lejana, repetida por el eco siniestro que inundaba las escaleras.
—Las calderas de Harmenlock —contestó Celeste.
—¿Calderas? Yo pensaba que se encontraba en el sector A1, cerca de la residencia de los profesores —dijo Liam, en un hilo de voz.
—Hay dos calderas —explicó Cindhy, apareciendo detrás de Liam con el rostro enmarcado en sombras oscuras que la hacían parecer una bruja oscura de Halloween —. Estas son las abandonadas.
—¿No estaban destruidas? —preguntó esta vez Lara.
—Eso hicieron creerles —repuso Zayn, con voz fantasmal.
Todos llegaron al final de la escalera. No se veía nada, ya que la llama de Cindhy se había extinguido con rapidez. Se podía distinguir las siluetas de sus amigos si ella entrecerraba los ojos y se esforzaba por ver más.
—¿Y por qué las abandonaron? —preguntó Niall.
Cindhy juraría que tenía el ceño fruncido, como siempre que sentía terror por algo desconocido. Cindhy condujo su mano a una palanca que se encontraba pegada a la pared, rodeando con sus dedos el mango oxidado y frio.
—Fantasmas —dijo Cindhy, encendiendo las bombillas llenas de polvo y sonriendo con malicia — pero, ¿quién cree en los fantasmas?
Niall parpadeó, y desvió la mirada a una de las calderas de metal verde desgastado que se encontraba pegado a una de las paredes. Aquel sitio era grande, como medio campo de fútbol, lleno de calderas mugrientas y polvo que se acumulaba en el suelo. Celeste miró una de las esquinas, y juró ver una rata del tamaño de su pie escurrirse detrás de una caldera con un chillido agudo.
Simplemente asqueroso pensó la parisina, haciendo un gesto de asco con su boca.
—¿Y esos túneles? ¿A dónde conducen? —preguntó Niall, apuntando uno de los muchos túneles que se abrían paso en la pared de piedra.
—No sé pero…
—Oye —interrumpió Harry, ganándose una mirada venenosa de Zayn —. No he venido a las once de la noche para hablar de túneles ni mierdas —cruzó sus brazos sobre su pecho.
Cindhy sonrió de manera melancólica y comentó, suspicazmente:
—Comprendo que los niñitos como tú necesiten su sueño de diez horas.
—Podrías haber dicho una hora más humana, como la hora de la comida.
—Oh claro —Cindhy se llevó la mano a la cabeza, fingiendo despiste — y que todo el mundo se enterará, ¿no? Y levantar sospechas, justo lo que necesitábamos.
—Se llama discreción, asesina —siseó de manera fría.
—¿La que tu utilizaste para escaquearte de salvar a Louis?¿O quizás la que utilizas para eliminar la culpa de tu cabeza? —dijo Cindhy, fulminándolo con la mirada y sintiéndose complacida con la culpabilidad que sentía Harry en ese momento.
Harry tomó aire, y abrió la boca, pero no dijo nada ya que Lara, preguntó:
—¿Vais a estar echándoos la culpa los dos siempre que os veais?
—¿Tiene que estar ella aquí? —Harry hizo un gesto de asco con la boca, como si la simple idea de compartir oxigeno con ella le envenenará.
—Sí —repuso Desiree, de manera brusca.
Harry puso los ojos en blanco y apretó la boca, en una fina línea blanca lisa.
—Bien —Zayn suspiró aliviado—.Tomad asiento.
—¿En el suelo? —Niall se puso verde.
—Si quieres tienes la opción de estar levantado. Es un poco incómoda, pero bueno… —propuso Zayn.
Liam puso los ojos en blanco.
—¿Qué es lo que tenéis que contarnos? —preguntó de manera impaciente Lara.
Parecía como una niña esperando su regalo de Navidad.
—Dos noticias —contestó Cindhy—. La primera tiene que ver sobre Anne, o más bien Jennifer y la segunda sobre Louis.
Todos parpadearon, atónitos.
—Empezaré con Jennifer —carraspeó de manera nerviosa. Daba la sensación de que la joven se sentía incómoda entre esos pantalones de cuero largos—. La encontramos hace dos semanas, en Gales, comprando sangre de Alas Negras a un hombre.
—¿Para qué quiere Jennifer sangre de Alas Negras cuando ya tiene a Anastasia? —dijo Desiree, con el ceño fruncido.
Cindhy se encogió de hombros.
—No lo sabemos —esta vez habló Zayn—. Quizás lo quiera para transformar al chico rubio en un Alas Negras, también. Así que suponemos que Anne se encontrará cerca de Gales, aproximadamente —se humedeció los labios—. La segunda noticia: hemos descubierto que hay una posibilidad de poder contactar con Lou.
—No es mediante el espiritismo y, no sabemos si puede funcionar —aclaró Cindhy de manera brusca.
—¿Cuál es? —preguntó Lara inclinándose sobre Cindhy.
—Como Descendiente de Hades, se me permite viajar al Inframundo por mi cuenta. Creo que puedo transportar a otras personas saltándonos ir en la barca.
—Yo estoy dispuesto a ir —anunció Niall rápidamente.
Cindhy sonrió, y todos afirmaron que también irían.
—Bien —dijo la griega con tono lúgubre—. Marcharemos todos dentro de una semana, pero recordad Hades no da algo a cambio de nada. El Inframundo es peligroso y, es fácil perdernos. Debemos ir unidos. La misión puede fallar.
Hora: 23:13
Personaje: Cindhy Parthenopheaus
Había pasado mucho tiempo, quizás demasiado desde que ella había huido cobardemente de toda su vida. No se podía explicar el por qué de su regreso a Harmenlock, cuando estaba de maravilla en uno de los apartamentos caros de Venecia. Tal vez, se dijo, echaba de menos ser el centro de atención en la academia o, el tema principal de los profesores. Algo la había impulsado a aquel aeropuerto, cuando había vivido siete meses fantásticos sin ataques con su novio Zayn Malik. Probablemente, no podía haber estado huyendo toda su vida.
—Cindhy —llamó una voz, tan familiar como la de su hermano mayor Zarek.
La pelirroja levantó la mirada del asfalto de piedra, cubierto de hojas secas y acumuladas en una de las esquinas. Frente a ella se encontraba su atractivo novio, Zayn. Éste era alto, con un precioso cabello peinado hacia arriba de color negro y unos enigmáticos ojos de color miel rodeados por espesas rizadas pestañas. La sensualidad en persona, se había dicho secretamente Cindhy.
—¿ Qué ? —preguntó bruscamente, mirándole detrás de sus caras gafas de aviador.
La joven se estremeció al ver la sonrisa encantadora del chico, mientras se apoyaba en la pared lateral del edificio donde habían quedado con la chica de cabello negro que caminaba con un grupo de chicos a su espalda.
—Allí vienen —anunció Zayn, de manera poética.
Cindhy miró a las seis personas que caminaban en su dirección, con los rostros inexpresivos de alguien que no deseaba estar allí.
—Bien —comentó la griega, poniéndose en pie de manera elegante y pasándose una mano por su mata de cabello rojo.
La joven más pequeña, Lara Bolado, saludó con una mano, de manera feliz. Tras ella, venía su novio Niall Horan, intentando animar a la chica delgada y de ojos esmeraldas que caminaba cerca de Liam Payne.
—Hola —saludó Zayn, cuando pudo ver de cerca a sus amigos.
—Cuánto tiempo —comentó con amargura un chico de rizos castaños y espectaculares ojos esmeraldas.
—Sí —susurró su compañera, Celeste Benson—. Demasiado tiempo ha pasado.
Cindhy paseó la mirada por los chicos, que evitaban mirarla. Ella podía sentir como la mente de Styles le lanzaba múltiples insultos, entre ellos asesina. Quizás, aquello no era buena idea. No era tarde para huir de aquella situación.
—¿Entramos? —cuestionó Zayn, abriendo la puerta de metal que se encontraba a su lado y deshaciendo el rápido plan de huida de su novia.
Todos asintieron, y comenzaron a entrar uno por uno. Cindhy soltó aire, de manera brusca, al colocarse al lado de Zayn y miró de manera fría los escalones de piedra que descendían hasta las calderas subterráneas de Harmenlock mientras se quitaba sus gafas de sol.
—Esto va a ser divertido —comentó el morocho, con su peculiar tono burlón que solía emplear en vez de decir te lo dije.
Cindhy se encogió de hombros y murmuró, encaminándose al pie de la escalera:
—Sí, divertido.
La pelirroja descendió las escaleras creando una llama roja que crecía en su palma con lentitud, de color naranja oscuro. Las sombras, se posaban en las paredes desnudas y sucias, llenas de musgo y tierra negra que caía el techo y se acumulaba en las escaleras. A lo lejos, se veían las siluetas de sus compañeros, hablar entre ellos de manera personal como si no se fiaran de la pelirroja. Ella pensó con pesadez que tampoco lo haría si fuera ellos.
—¿A dónde conducen estas escaleras? —cuestionó Lara.
Su voz sonaba lejana, repetida por el eco siniestro que inundaba las escaleras.
—Las calderas de Harmenlock —contestó Celeste.
—¿Calderas? Yo pensaba que se encontraba en el sector A1, cerca de la residencia de los profesores —dijo Liam, en un hilo de voz.
—Hay dos calderas —explicó Cindhy, apareciendo detrás de Liam con el rostro enmarcado en sombras oscuras que la hacían parecer una bruja oscura de Halloween —. Estas son las abandonadas.
—¿No estaban destruidas? —preguntó esta vez Lara.
—Eso hicieron creerles —repuso Zayn, con voz fantasmal.
Todos llegaron al final de la escalera. No se veía nada, ya que la llama de Cindhy se había extinguido con rapidez. Se podía distinguir las siluetas de sus amigos si ella entrecerraba los ojos y se esforzaba por ver más.
—¿Y por qué las abandonaron? —preguntó Niall.
Cindhy juraría que tenía el ceño fruncido, como siempre que sentía terror por algo desconocido. Cindhy condujo su mano a una palanca que se encontraba pegada a la pared, rodeando con sus dedos el mango oxidado y frio.
—Fantasmas —dijo Cindhy, encendiendo las bombillas llenas de polvo y sonriendo con malicia — pero, ¿quién cree en los fantasmas?
Niall parpadeó, y desvió la mirada a una de las calderas de metal verde desgastado que se encontraba pegado a una de las paredes. Aquel sitio era grande, como medio campo de fútbol, lleno de calderas mugrientas y polvo que se acumulaba en el suelo. Celeste miró una de las esquinas, y juró ver una rata del tamaño de su pie escurrirse detrás de una caldera con un chillido agudo.
Simplemente asqueroso pensó la parisina, haciendo un gesto de asco con su boca.
—¿Y esos túneles? ¿A dónde conducen? —preguntó Niall, apuntando uno de los muchos túneles que se abrían paso en la pared de piedra.
—No sé pero…
—Oye —interrumpió Harry, ganándose una mirada venenosa de Zayn —. No he venido a las once de la noche para hablar de túneles ni mierdas —cruzó sus brazos sobre su pecho.
Cindhy sonrió de manera melancólica y comentó, suspicazmente:
—Comprendo que los niñitos como tú necesiten su sueño de diez horas.
—Podrías haber dicho una hora más humana, como la hora de la comida.
—Oh claro —Cindhy se llevó la mano a la cabeza, fingiendo despiste — y que todo el mundo se enterará, ¿no? Y levantar sospechas, justo lo que necesitábamos.
—Se llama discreción, asesina —siseó de manera fría.
—¿La que tu utilizaste para escaquearte de salvar a Louis?¿O quizás la que utilizas para eliminar la culpa de tu cabeza? —dijo Cindhy, fulminándolo con la mirada y sintiéndose complacida con la culpabilidad que sentía Harry en ese momento.
Harry tomó aire, y abrió la boca, pero no dijo nada ya que Lara, preguntó:
—¿Vais a estar echándoos la culpa los dos siempre que os veais?
—¿Tiene que estar ella aquí? —Harry hizo un gesto de asco con la boca, como si la simple idea de compartir oxigeno con ella le envenenará.
—Sí —repuso Desiree, de manera brusca.
Harry puso los ojos en blanco y apretó la boca, en una fina línea blanca lisa.
—Bien —Zayn suspiró aliviado—.Tomad asiento.
—¿En el suelo? —Niall se puso verde.
—Si quieres tienes la opción de estar levantado. Es un poco incómoda, pero bueno… —propuso Zayn.
Liam puso los ojos en blanco.
—¿Qué es lo que tenéis que contarnos? —preguntó de manera impaciente Lara.
Parecía como una niña esperando su regalo de Navidad.
—Dos noticias —contestó Cindhy—. La primera tiene que ver sobre Anne, o más bien Jennifer y la segunda sobre Louis.
Todos parpadearon, atónitos.
—Empezaré con Jennifer —carraspeó de manera nerviosa. Daba la sensación de que la joven se sentía incómoda entre esos pantalones de cuero largos—. La encontramos hace dos semanas, en Gales, comprando sangre de Alas Negras a un hombre.
—¿Para qué quiere Jennifer sangre de Alas Negras cuando ya tiene a Anastasia? —dijo Desiree, con el ceño fruncido.
Cindhy se encogió de hombros.
—No lo sabemos —esta vez habló Zayn—. Quizás lo quiera para transformar al chico rubio en un Alas Negras, también. Así que suponemos que Anne se encontrará cerca de Gales, aproximadamente —se humedeció los labios—. La segunda noticia: hemos descubierto que hay una posibilidad de poder contactar con Lou.
—No es mediante el espiritismo y, no sabemos si puede funcionar —aclaró Cindhy de manera brusca.
—¿Cuál es? —preguntó Lara inclinándose sobre Cindhy.
—Como Descendiente de Hades, se me permite viajar al Inframundo por mi cuenta. Creo que puedo transportar a otras personas saltándonos ir en la barca.
—Yo estoy dispuesto a ir —anunció Niall rápidamente.
Cindhy sonrió, y todos afirmaron que también irían.
—Bien —dijo la griega con tono lúgubre—. Marcharemos todos dentro de una semana, pero recordad Hades no da algo a cambio de nada. El Inframundo es peligroso y, es fácil perdernos. Debemos ir unidos. La misión puede fallar.
Mis lectoras malditas, subo un capítulo que tuve que pasar al ordenador en la tarde y no me dio tiempo a subir porque salí con unas amigas. Espero que os guste y siento mucho no haber vuelto a dar señales de vida pero es que Derek me deja lo justo el ordenador y, tengo que estudiar para mis exámenes de recuperación que son el 2 de septiembre y el 4 :c
Jockie.
Re: † Evangelock †
TENGO MI PRECIADO INTERNET, DESPUÉS DE UN MALDITO MES DE TORTURA!!!
Olvida la crucificcion, esto es mucho peor.
Realmente me encanto.
Niall para ser un duende de las colinas irlandesas, es poco cobarde, ES UN DUENDE, esos seres asquerosos.
Tienes que seguirla.
Olvida la crucificcion, esto es mucho peor.
Realmente me encanto.
Niall para ser un duende de las colinas irlandesas, es poco cobarde, ES UN DUENDE, esos seres asquerosos.
Tienes que seguirla.
Zarek
Re: † Evangelock †
† Capítulo 6 †
Lugar: Cuarto de Anastasia, Centro Psiquiátrico de Kings Park, Nueva York (EE.UU)
Hora: 19:51
Personaje: Anastasia West
Anne miro con enfado la hilera de trozos de cristales que habían caído del techo cuando ella estaba tan enfadada que gritó y estalló la araña de cristal y las lágrimas que colgaban de los brazos. Eran diminutos fragmentos transparentes, que brillaban de manera mística mirará por donde se mirará. A veces, reflejos de diferentes colores saltaban por el aire, intoxicado del agrio olor a alcohol para las heridas. Lástima que no se podía beber, había pensado la chica con amargura.
Había pensado en el suicidio, una manea rápida de morir, pero cuando tenía el trozo de cristal sobre su piel, besándolo con las esquinas, la chica se había dado cuenta de cuan error iba a cometer. Había dejado el trozo de cristal con el resto, y se había limitado a sentarse en la cama, con las rodillas pegadas al estómago.
Los libros que había leído horas antes, se encontraban encima del sofá, algunos acumulados en la mesilla vacía donde había una lámpara. Esos libros trataban de resurrección, y se había encontrado en la Biblioteca. Había bloqueado sus poderes, pensando que estaban malditos —cosa que continuaba creyendo— y le había costado leer tres horas uno entero. Para su mala suerte, no existía nada para devolverle a la vida.
Y allí se había enfadado. Y esa era la razón por la que las sillas de madera estaban volcadas, la lámpara pisoteada en el suelo y la raña destrozada. Ahora sus manos sangraban, con lentitud pero, ella no sentía dolor, sólo una enorme inquietud y enfado que la aplastaba. Nunca debería haber optado Harmenlock, se reprendió por trigésima vez, mientras cerraba los ojos y permitía que el cabello lacio le cayera por la cara, cubriendo algunas manchas de sangre que salpicaban sus mejillas y un trozo de cuello.
La joven tragó saliva, y desvió la mirada a la puerta de madera. Alguien había tocado. Anne suspiró, mientras bajaba el volumen de su reproductor de música.
—Anne —llamó una voz que también conocía.
Un tick nervioso apareció en la comisura de su labio, y la joven no pudo contener una oleado de violencia que la atacaba con rapidez.
— ¿Puedes abrir la puerta?
La chica apretó los labios, contando mentalmente hasta diez.
—Traigo la cena —anunció.
Anne pestañeó, intentando reprimir el rugido que provocó su estómago. La chica no había comido en tres días, decidiendo ponerse en huelga de hambre oficialmente. Apretó sus labios, mentalizando la canción de Missing de Evanescence.
—Vamos, abre Anne. No han comido en mucho tiempo.
Su estómago gruñó de nuevo y cuando abrió los ojos, se encontraba de pie con la mano alrededor del pomo de acero de la puerta. Podía abrir la puerta, aunque no sabía que es lo que se reparaba detrás de la puerta. Quizás Luke solo, o acompañado de dos hombres musculosos encargados que la obligarían a comer como una desgraciada anoréxica. Sintió una punzada en el estomago, y abrió la puerta, tragando saliva con fuerza y esfuerzo.
Ante ella, se encontraba la figura delgada de Luke Hemmings. Una tirita cubría su dedo anular derecho, y se le veía con enormes ojeras debajo de los ojos. Parecía un zombie y sus ojos, más saltones que nunca, Daba la impresión de que en cualquier momento se saldrían de las cuencas y caerían al suelo, acompañado de un pringoso sonido. A Anne no le importaría verlo.
—Por fin contestas —dijo el australiano, con su peculiar sonrisa coqueta.
Anne arqueó una ceja, al percibir que el chico llevaba dos platos de comida en las manos. Luke le siguió la mirada y se sonrojó levemente, pareciendo un niño adorable.
—Pensaba que podía cenar contigo —explicó de manera tímida, como si le estuviera contando un secreto realmente oscuro.
—Claro, como no —dijo ella, con la voz ronca y poniendo los ojos en blanco.
Ella se movió a un lado, permitiendo que el joven pasara al interior del cuarto. En cuanto cruzó el umbral de la puerta, la chica cerró la puerta y se giró para contemplar su cuarto y luego el rostro pálido de Luke. Él estaba contemplando las gotas de sangre escarlata secas en la alfombra persa. Tal vez, tuviera miedo de Jennifer, la cual era secretamente una maniática por sus alfombras. Anne se preguntó si la pegaría por manchar de sangre aquel decorado.
— ¿Qué ha pasado aquí? —musitó Luke, al descubrir también los pedazos de la lámpara de la mesilla y la araña de cristal.
Anne le arrebató uno de los platos, y se sentó en la cama, con las piernas cruzadas.
—Una de las enfermeras discutió conmigo porque ella quería que bajará la música y, no me quedó otra opción que pegarle un golpe con la lámpara y arrastrar su moribundo cuerpo al armario —sonrió maniáticamente, recordándose a Cindhy—. Espero que no te importe el hedor a cadáver descompuesto.
Anne partió con el tenedor un trozo de pescado, mientras lo examinaba con atención. Odiaba el pescado.
— ¿Tienes un cadáver de una enfermera en el armario? —Luke pestañeó hasta darse cuenta de la mentira—. Ja, ja, ja que graciosa eres… —comentó con sarcasmo, mientras se sentaba en la cama.
Anne le dedicó otra ponzoñosa sonrisa, y luego se metió en la noca el trozo de pescado. Éste ardía y tenía un fuerte sabor a limón.
—Las enfermeras dicen que ayer te intentaste suicidas —anunció Luke, con gesto afligido.
—Las enfermeras, deberían de meterse en sus propios asuntos —gruño Anne, tragando el trozo de pescado con esfuerzo.
— ¿Es cierto?
— ¿El qué?
—Que intestaste suicidarte —aclaró.
Anne dejó e plato de pescado a su lado, con una mueca agria y miró a Luke, quien esperaba una respuesta. El hambre había desaparecido, al primero bocado.
—Yo no he internado suicidarme —sentenció, dura.
Luke suspiró con alivio y siguió cenando. Anne se preguntó si Jennifer había enviado a Luke a cenar con ella e intentar sonsacarle información.
— ¿Sigues queriéndote escapar?
—No.
— ¿Por qué?
—No merece la pena —mintió, apoyando su plato lleno en su rodilla.
Quizás, era hora de rendirse.
—Guay —dijo Luke.
Anne se encogió de hombros y subió el volumen del reproductor de música. Sweet Sacrifice de Evanescence, reconoció Anne al poco tiempo. Quería intentar rellenar el silencio que tenía intención de dominar el aire que los rodeaba.
—Mañana mi padre tiene pensado hacer un entrenamiento —comentó Luke.
Anne apartó la mirada, recordando con recelo que ella había bloqueado sus dones y, que no tenía intención de recuperarlos por el momento.
—Dice que tendríamos que despertarnos a las seis si queremos.
—Yo no iré —le interrumpió la chica, mirando por la ventana.
Ella juraría ver a un búho posado en el alfeizar, observándola con la cabeza ladeada. Aquello le recordó sombríamente a Louis.
—He decidido bloquear mis dones para siempre —prosiguió, con la voz lejana y entrecortada.
—Pero eso es imposible —repuso Luke.
—No. Mis dones ahora están bloqueados y no tengo ninguna intención de volver a ponerlos en función.
— ¿Y qué te ha dicho Jennifer?
—Jennifer no lo sabe.
Luke asintió y se puso en pie, tambaleándose. Estaba confuso, como si le hubiera pegado una bofetada o le hubiera anunciado que le había crecido mágicamente un tercer brazo en la espalda. Sus ojos llameaban, llenos de una furia misteriosa que ella nunca había podido visualizar, ni siquiera cuando ella le había tirado encima un plato lleno de sopa ardiente. Ella no consiguió recordar la razón de su acción en ese entonces.
—Sólo una pregunta más —dijo él, agarrando los platos de la cama.
Él se había agachado cerca de Anne y la miraba desde muy corta distancia. Ella podía distinguir las motas celestes en sus ojos oscuras y las puntas rubias rozarle la frente de manera puntillosa. Parecía serio, incluso molesto y con ganas de destruir a todo lo que le rodeaba.
— ¿Qué se siente al saber que el chico al que amas ha muerto por tu culpa? —cuestionó.
Anne sintió una punzada de culpabilidad y miró a Luke, pero éste ya se había marchado muy lejos. Ella hundió sus dedos en el pelo y meditó la pregunta con tristeza.
—Culpabilidad —musitó Anne, sabiendo que Luke ya no podría escucharla—. Se siente demasiada culpabilidad.
[font]Hora: 19:51
Personaje: Anastasia West
Anne miro con enfado la hilera de trozos de cristales que habían caído del techo cuando ella estaba tan enfadada que gritó y estalló la araña de cristal y las lágrimas que colgaban de los brazos. Eran diminutos fragmentos transparentes, que brillaban de manera mística mirará por donde se mirará. A veces, reflejos de diferentes colores saltaban por el aire, intoxicado del agrio olor a alcohol para las heridas. Lástima que no se podía beber, había pensado la chica con amargura.
Había pensado en el suicidio, una manea rápida de morir, pero cuando tenía el trozo de cristal sobre su piel, besándolo con las esquinas, la chica se había dado cuenta de cuan error iba a cometer. Había dejado el trozo de cristal con el resto, y se había limitado a sentarse en la cama, con las rodillas pegadas al estómago.
Los libros que había leído horas antes, se encontraban encima del sofá, algunos acumulados en la mesilla vacía donde había una lámpara. Esos libros trataban de resurrección, y se había encontrado en la Biblioteca. Había bloqueado sus poderes, pensando que estaban malditos —cosa que continuaba creyendo— y le había costado leer tres horas uno entero. Para su mala suerte, no existía nada para devolverle a la vida.
Y allí se había enfadado. Y esa era la razón por la que las sillas de madera estaban volcadas, la lámpara pisoteada en el suelo y la raña destrozada. Ahora sus manos sangraban, con lentitud pero, ella no sentía dolor, sólo una enorme inquietud y enfado que la aplastaba. Nunca debería haber optado Harmenlock, se reprendió por trigésima vez, mientras cerraba los ojos y permitía que el cabello lacio le cayera por la cara, cubriendo algunas manchas de sangre que salpicaban sus mejillas y un trozo de cuello.
La joven tragó saliva, y desvió la mirada a la puerta de madera. Alguien había tocado. Anne suspiró, mientras bajaba el volumen de su reproductor de música.
—Anne —llamó una voz que también conocía.
Un tick nervioso apareció en la comisura de su labio, y la joven no pudo contener una oleado de violencia que la atacaba con rapidez.
— ¿Puedes abrir la puerta?
La chica apretó los labios, contando mentalmente hasta diez.
—Traigo la cena —anunció.
Anne pestañeó, intentando reprimir el rugido que provocó su estómago. La chica no había comido en tres días, decidiendo ponerse en huelga de hambre oficialmente. Apretó sus labios, mentalizando la canción de Missing de Evanescence.
—Vamos, abre Anne. No han comido en mucho tiempo.
Su estómago gruñó de nuevo y cuando abrió los ojos, se encontraba de pie con la mano alrededor del pomo de acero de la puerta. Podía abrir la puerta, aunque no sabía que es lo que se reparaba detrás de la puerta. Quizás Luke solo, o acompañado de dos hombres musculosos encargados que la obligarían a comer como una desgraciada anoréxica. Sintió una punzada en el estomago, y abrió la puerta, tragando saliva con fuerza y esfuerzo.
Ante ella, se encontraba la figura delgada de Luke Hemmings. Una tirita cubría su dedo anular derecho, y se le veía con enormes ojeras debajo de los ojos. Parecía un zombie y sus ojos, más saltones que nunca, Daba la impresión de que en cualquier momento se saldrían de las cuencas y caerían al suelo, acompañado de un pringoso sonido. A Anne no le importaría verlo.
—Por fin contestas —dijo el australiano, con su peculiar sonrisa coqueta.
Anne arqueó una ceja, al percibir que el chico llevaba dos platos de comida en las manos. Luke le siguió la mirada y se sonrojó levemente, pareciendo un niño adorable.
—Pensaba que podía cenar contigo —explicó de manera tímida, como si le estuviera contando un secreto realmente oscuro.
—Claro, como no —dijo ella, con la voz ronca y poniendo los ojos en blanco.
Ella se movió a un lado, permitiendo que el joven pasara al interior del cuarto. En cuanto cruzó el umbral de la puerta, la chica cerró la puerta y se giró para contemplar su cuarto y luego el rostro pálido de Luke. Él estaba contemplando las gotas de sangre escarlata secas en la alfombra persa. Tal vez, tuviera miedo de Jennifer, la cual era secretamente una maniática por sus alfombras. Anne se preguntó si la pegaría por manchar de sangre aquel decorado.
— ¿Qué ha pasado aquí? —musitó Luke, al descubrir también los pedazos de la lámpara de la mesilla y la araña de cristal.
Anne le arrebató uno de los platos, y se sentó en la cama, con las piernas cruzadas.
—Una de las enfermeras discutió conmigo porque ella quería que bajará la música y, no me quedó otra opción que pegarle un golpe con la lámpara y arrastrar su moribundo cuerpo al armario —sonrió maniáticamente, recordándose a Cindhy—. Espero que no te importe el hedor a cadáver descompuesto.
Anne partió con el tenedor un trozo de pescado, mientras lo examinaba con atención. Odiaba el pescado.
— ¿Tienes un cadáver de una enfermera en el armario? —Luke pestañeó hasta darse cuenta de la mentira—. Ja, ja, ja que graciosa eres… —comentó con sarcasmo, mientras se sentaba en la cama.
Anne le dedicó otra ponzoñosa sonrisa, y luego se metió en la noca el trozo de pescado. Éste ardía y tenía un fuerte sabor a limón.
—Las enfermeras dicen que ayer te intentaste suicidas —anunció Luke, con gesto afligido.
—Las enfermeras, deberían de meterse en sus propios asuntos —gruño Anne, tragando el trozo de pescado con esfuerzo.
— ¿Es cierto?
— ¿El qué?
—Que intestaste suicidarte —aclaró.
Anne dejó e plato de pescado a su lado, con una mueca agria y miró a Luke, quien esperaba una respuesta. El hambre había desaparecido, al primero bocado.
—Yo no he internado suicidarme —sentenció, dura.
Luke suspiró con alivio y siguió cenando. Anne se preguntó si Jennifer había enviado a Luke a cenar con ella e intentar sonsacarle información.
— ¿Sigues queriéndote escapar?
—No.
— ¿Por qué?
—No merece la pena —mintió, apoyando su plato lleno en su rodilla.
Quizás, era hora de rendirse.
—Guay —dijo Luke.
Anne se encogió de hombros y subió el volumen del reproductor de música. Sweet Sacrifice de Evanescence, reconoció Anne al poco tiempo. Quería intentar rellenar el silencio que tenía intención de dominar el aire que los rodeaba.
—Mañana mi padre tiene pensado hacer un entrenamiento —comentó Luke.
Anne apartó la mirada, recordando con recelo que ella había bloqueado sus dones y, que no tenía intención de recuperarlos por el momento.
—Dice que tendríamos que despertarnos a las seis si queremos.
—Yo no iré —le interrumpió la chica, mirando por la ventana.
Ella juraría ver a un búho posado en el alfeizar, observándola con la cabeza ladeada. Aquello le recordó sombríamente a Louis.
—He decidido bloquear mis dones para siempre —prosiguió, con la voz lejana y entrecortada.
—Pero eso es imposible —repuso Luke.
—No. Mis dones ahora están bloqueados y no tengo ninguna intención de volver a ponerlos en función.
— ¿Y qué te ha dicho Jennifer?
—Jennifer no lo sabe.
Luke asintió y se puso en pie, tambaleándose. Estaba confuso, como si le hubiera pegado una bofetada o le hubiera anunciado que le había crecido mágicamente un tercer brazo en la espalda. Sus ojos llameaban, llenos de una furia misteriosa que ella nunca había podido visualizar, ni siquiera cuando ella le había tirado encima un plato lleno de sopa ardiente. Ella no consiguió recordar la razón de su acción en ese entonces.
—Sólo una pregunta más —dijo él, agarrando los platos de la cama.
Él se había agachado cerca de Anne y la miraba desde muy corta distancia. Ella podía distinguir las motas celestes en sus ojos oscuras y las puntas rubias rozarle la frente de manera puntillosa. Parecía serio, incluso molesto y con ganas de destruir a todo lo que le rodeaba.
— ¿Qué se siente al saber que el chico al que amas ha muerto por tu culpa? —cuestionó.
Anne sintió una punzada de culpabilidad y miró a Luke, pero éste ya se había marchado muy lejos. Ella hundió sus dedos en el pelo y meditó la pregunta con tristeza.
—Culpabilidad —musitó Anne, sabiendo que Luke ya no podría escucharla—. Se siente demasiada culpabilidad.
Jockie.
Re: † Evangelock †
Dios! Ahora la que desapareció fui yo:( perdomame ppr no haber comentadp en el capítulo anterior a este. Te haria un gran comentario de esos que tantp te gustan, perp desgraciadamente estoy desde el movil que no da mucho de si y de viaje, asique perdoname si no esta muy elaborado.Luke me cae mal, en realidad fatal por meter el dedo en la llaga. ESP no se hace. CasI me dio algo cuandp lei que Anne se habia querido suicidar! Y el búho! O pordios que sea lo que yo pienso por favooooooooooooooor!!! Bueno ya dejo de delirar. Te Amo Mucho Joe (hacia bastante que no te lo decia) yya estas más cerca del móvil con internet<3
LaraB_96
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