wild and free.

Se encontraba comiendo el ultimo trocito de chocolate; un chocolate de leche que había comprado en la tarde del día de “Sierra con Sierra”, ridículo nombre para lo maravilloso que eran los días sábado para ella, caminar de aquí para allá con su gran abrigo azul, el short de la pijama de ositos qué si acaso la cubría y las fabulosas medias rojas que había comprado como recuerdo en Boston, «Si vas a un juego de los Red sox ,debes tener unas red sox »,se había dicho, lo cual ahora que lo veía en retrospectiva era una completa idiotez, oyó la puerta, hacían días que no la oía desde que Kelly “la chica de al lado” la había tocado para dejarle a Charlie su pez dorado, qué había muerto, —Perdón Charlie— se dijo mientras con un rostro esperanzado miraba al cielo, claro…si los peces fuesen al cielo, —pero en parte era culpa de Kelly —añadió para aplacar la culpa de su conciencia mientras caminaba hacia la puerta con una bolsa de frituras que había tomado de la mesa.
—Espere un segundo—bufo mientras los golpes se hacían más obstinantes.
Tomo la llave y con un rápido movimiento la abrió, dejándole frente a algo que no quería ver de nuevo, ni en fotos, recuerditos, etiquetas en facebook o algún otro medio que pudiese estar relacionado a aquel inmundo ser, lo miró de arriba a abajo, desde sus rulos inmaculados hasta lo zapatos de diseñador que llevaba, de inmundo solo podía tener el alma ya que su aspecto y cuerpo, qué venían en una promoción especial estaban más bueno que comer con las manos.
— ¿Necesitas algo?—se atrevió a preguntar.
Sus ojos se llenaban de lagrimas, — ¿Cómo eres tan cínico? —se preguntó, era el ser que no quería ver nunca más ¿acaso le costaba entender?, la había herido, había dañado su pobre y joven corazoncito, la había humillado, la había hecho sentir inferior ¿acaso aquello tenía perdón?, no lo creo.
—A ti…—murmuro. —todo de ti, tú sonrisa, tú voz, sólo a ti —dijo ahora con sus ojos en los de ella, taladrándole el alma.
Sierra dio un paso atrás, la distancia entre ellos le dolía, — ¡un año y medio de madurez al caño! —, se reclamó, hacia un año que no lo veía, por ello se había creído una mujer “fuerte, confiada y segura de sí misma”, ¡patrañas!…él siempre llegaba a arruinarlo.
Tomó el pomo de la puerta y se dispuso a cerrar, error número uno, Harry siempre había sido más rápido y en un abrir y cerrar de ojos estaba adentro, acorralándola de la pared y con su frente pegada de la suya, intentó zafarse pero no lo logro, sólo logro los labio de él encima de los suyos…¡Genial! Ahora si la había cagado… ¿pero como lo había arruinado?, se preguntaran, aquello era lo único que podía decir, ¿ahora como le diría a su mente y corazón lo que se suponía que pasaba?, — ¡Fácil! —se respondió a sí misma, se lo explicaría en múltiples idiomas: aquí vamos de nuevo, en español, c'est reparti en francés, here we go again en inglés , pero de algo estaba segura, los problemas…junto a Harry, habían vuelto.