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Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 4 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Capítulo 04
♣
Fue Riley quien me ayudó a recuperar la memoria. Me guió a través de las historias de la niñez y me recordó la vida que teníamos, los amigos que solíamos frecuentar…
Hasta que todo comenzó a aflorar de nuevo a la superficie. También me ayudó a apreciar mi nueva vida al sur de California, porque el hecho de verla tan entusiasmada con mi nueva habitación, mi flamante descapotable rojo, las espectaculares playas y mi nuevo instituto me hizo darme cuenta de que, si bien no era la vida que prefería, no estaba nada mal.
Y aunque todavía seguimos peleándonos, discutiendo y sacándonos de quicio la una a la otra tanto como antes, lo cierto es que vivo por y para sus visitas. Verla de nuevo hace que tenga una persona menos a la que añorar. Y el tiempo que pasamos juntas es el mejor momento del día.
El único problema es que ella lo sabe. Así que cada vez que saco a relucir cuestiones que, según Riley, se extralimitan (cosas como: « ¿Cuándo voy a ver a mamá, a papá y a Buttercup? » y « ¿A dónde vas cuando no estás aquí? »), ella me castiga desapareciendo.
Sin embargo, aunque su negativa a contestar me fastidia de verdad, sé que es mejor no presionarla. Lo cierto es que no le he contado que soy capaz de ver el aura de la gente y de leer el pensamiento, ni lo mucho que eso ha cambiado mi mundo, incluso mi forma de vestir.
—Jamás te echarás novio si vistes de esa manera —dice Riley, que está repantigada en mi cama mientras yo me doy prisa en acabar mis tareas cotidianas para ir al instituto y salir por la puerta… más o menos a tiempo.
—Sí, claro, pero resulta que no todos nosotros podemos cerrar los ojos y hacer aparecer de la nada un magnífico vestuario nuevo —replico al tiempo que me pongo las desgastadas zapatillas deportivas y le hago el lazo a los cordones deshilachados.
—Vamos, sé que Sabine te ha dado una tarjeta de crédito y te ha dicho que la utilices. ¿Y qué es eso de las capuchas? ¿Te has metido en algún tipo de banda?
—No tengo tiempo para explicaciones —le digo. Cojo los libros, el iPod y la mochila antes de dirigirme hacia la puerta—. ¿Vienes? —Me giro para mirarla al tiempo que comienzo a impacientarme al ver que frunce los labios mientras se toma su tiempo para pensarlo.
—Vale —responde al fin—. Pero solo si bajas la capota. Me encanta sentir el viento en el pelo.
—Está bien. —Me dirijo a las escaleras—. Pero desaparece antes de que lleguemos a casa de Miles. Me pone de los nervios verte sentada en su regazo sin su permiso.
Para el momento en que Miles y yo llegamos al instituto, Haven ya nos está esperando junto a la verja mientras examina el campus con mirada frenética.
—Bueno, el timbre sonará en menos de cinco minutos y todavía no hay ni rastro de Zayn. ¿Creen que habrá dejado las clases? —Nos mira, y sus ojos amarillos parecen alarmados.
— ¿Por qué iba a dejarlas? Acaba de empezar —le respondo mientras me acerco a la taquilla. Haven me sigue, y las gruesas suelas de goma de sus botas hacen temblar el suelo.
—Déjame pensar… ¿Por qué no merecemos la pena? ¿Porque él es demasiado bueno para ser real?
—Pues tiene que regresar. _____ le prestó su ejemplar de Cumbres borrascosas, y eso significa que tiene que devolvérselo —dice Miles antes de que yo pueda evitarlo.
Muevo la cabeza con exasperación mientras giro los números de la combinación del candado. Siento el peso de la mirada de Haven cuando me dice:
— ¿Cuándo ocurrió eso? —Apoya una mano en la cadera y me fulmina con la mirada —. Sabes que me lo he pedido yo, ¿verdad? ¿Por qué no he sido informada al respecto? ¿Por qué nadie me ha hablado de eso? Hasta donde yo sabía, tú ni siquiera lo habías visto todavía.
—Bueno, pues te aseguro que lo vio muy bien. Estuve a punto de llamar a urgencias —bromea Miles.
Yo sacudo la cabeza, cierro el candado y camino pasillo abajo.
— ¿Qué pasa? No he dicho más que la verdad… —Mi amigo se encoge de hombros mientras avanza a mi lado.
—Así que, si lo he entendido bien, resulta que eres más un estorbo que una verdadera amenaza, ¿no? —Haven me observa con los ojos entornados (unos ojos rodeados por una gruesa línea negra); los celos hacen que su aura se torne de un horrible color verde vómito.
Respiro hondo y los miro a ambos. Si no fueran mis amigos, les diría lo ridículo que me parece todo esto. Vamos a ver, ¿desde cuándo puede alguien « pedirse » a otra persona? Además, no puede decirse que haya tenido muchas citas después de adquirir la capacidad de ver el aura de la gente, oír sus pensamientos y verme obligada a ponerme ropa holgada con capucha. Pero no digo nada de eso.
—Sí, soy un estorbo —le aseguro—. Soy un tremendo desastre siempre inminente. Pero desde luego no soy una amenaza. Sobre todo porque no tengo el menor interés. Y, aunque sé que es probable que sea difícil de creer porque es un tío impresionante que está buenísimo, como un tren o como quieras decirlo, la verdad es que no me gusta Zayn Malik, ¡y no sé cómo dejarlo claro de una vez por todas!
—Hummm… no creo que haga falta que digas nada más —murmura Haven, que tiene la cara pálida y los ojos clavados más adelante.
Sigo la dirección de su mirada hasta que veo a Zayn de pie, con su brillante cabello negro, sus ojos abrasadores, su cuerpo escultural y su sonrisa perspicaz. Mi corazón da un vuelco cuando él abre la puerta y la sostiene antes de decir:
—Hola, _____. Pasa.
Me dirijo como una exhalación hacia mi pupitre, sin apenas lograr sortear la mochila que Stacia ha colocado en mi camino. Me arden las mejillas al saber que Zayn estaba justo detrás de mí y que ha oído cada una de las horribles palabras que acabo de decir.
Dejo la mochila en el suelo, me siento en la silla, me subo la capucha y enciendo el iPod con la esperanza de que el ruido y todo lo que ha ocurrido se desvanezcan; me aseguro a mí misma que un chico como ese (un chico tan seguro de sí mismo, tan guapo y deslumbrante) es demasiado genial como para molestarse por las palabras imprudentes de una chica como yo.
Sin embargo, justo cuando comienzo a relajarme, cuando estoy a punto de convencerme de que no me importa, me siento sacudida por una descarga eléctrica que atraviesa mi piel, inunda mis venas y estremece todo mi cuerpo.
Y todo porque Zayn ha colocado su mano encima de la mía.
Es difícil sorprenderme. Desde el momento en que me convertí en psíquica, solo Riley ha conseguido hacerlo; y, puedes creerme, mi hermana jamás se cansa de inventar nuevas formas de hacerlo.
No obstante, cuando aparto la mirada de mi mano para posarla en el rostro de Zayn, él se limita a sonreír.
—Quería devolverte esto —me dice antes de entregarme el ejemplar de Cumbres borrascosas.
Y aunque sé que parecerá extraño y una auténtica locura, en el momento en que él me habla, el resto del mundo se queda en silencio. En serio, de un ambiente cargado de ruidos, paso a no oír nada en absoluto.
Y a pesar de que sé que es ridículo, sacudo la cabeza y digo:
— ¿Seguro que no quieres quedártelo? La verdad es que no lo necesito; ya sé cómo termina.
Un instante después, Zayn aparta su mano de la mía y los estremecimientos desaparecen.
—Yo también sé cómo termina —asegura. Su mirada es tan intensa, tan íntima y penetrante que siento la necesidad de apartar la vista.
Y justo cuando estoy a punto de ponerme los auriculares de nuevo para poder aislarme por completo del sonido de los crueles comentarios de Stacia y Honor, Zayn vuelve a colocar su mano sobre la mía y dice:—
¿Qué estás escuchando?
La sala se queda en silencio una vez más. De verdad, durante esos breves segundos, dejo de oír los pensamientos que me rodean, los susurros apagados; no oigo nada salvo el sonido de su voz, suave y lírica.
Bueno, al principio supuse que era cosa mía. Pero esta vez sé que es real, pues aunque la gente sigue hablando, pensando y haciendo las cosas de siempre, todos los ruidos han quedado completamente amortiguados por el sonido de sus palabras.
Lo miro de reojo. Noto que mi cuerpo se acalora, que se llena de una especie de carga eléctrica y me pregunto a qué puede deberse. Bueno, ya me habían tocado la mano antes y jamás había experimentado nada que se pareciera lo más mínimo.
—Te he preguntado qué estás escuchando. —Sonríe, y es una sonrisa tan íntima y personal que no puedo evitar ruborizarme.
—Ah, bueno, solo es una mezcla gótica de mi amiga Haven. Casi todo es música antigua, canciones de los ochenta; ya sabes, gente como The Cure, Siouxsie and the Banshees, Bauhaus…
Me encojo de hombros, incapaz de apartar la mirada de sus ojos mientras intento determinar de qué color son.
— ¿Te gusta el rollo gótico? —pregunta con las cejas enarcadas y una expresión escéptica al tiempo que se fija en mi largo cabello rubio recogido en una coleta, en la sudadera azul oscuro y en mi piel, limpia y sin maquillar.
—A Haven le encanta.
Suelto una risita nerviosa, aguda y vergonzosa que parece rebotar en las cuatro paredes de la sala antes de regresar a mí.
— ¿Y a ti? ¿Qué es lo que te gusta a ti? —Sigue mirándome a los ojos con aire divertido.
Justo cuando estoy a punto de responder, el señor Robins entra en clase con las mejillas sonrojadas, pero no a causa de un rápido paseo como todos creen. En ese momento, Zayn se reclina en el respaldo de su silla y yo respiro hondo y me bajo la capucha para sumergirme de nuevo en los familiares sonidos de las angustias adolescentes, los nervios de los exámenes, las fantasías típicas de los chicos, los sueños rotos del señor Robins y los pensamientos extrañados de Stacia, Honor y Craig, que no entienden qué puede haber visto en mí un tío tan impresionante como Zayn.
Hasta que todo comenzó a aflorar de nuevo a la superficie. También me ayudó a apreciar mi nueva vida al sur de California, porque el hecho de verla tan entusiasmada con mi nueva habitación, mi flamante descapotable rojo, las espectaculares playas y mi nuevo instituto me hizo darme cuenta de que, si bien no era la vida que prefería, no estaba nada mal.
Y aunque todavía seguimos peleándonos, discutiendo y sacándonos de quicio la una a la otra tanto como antes, lo cierto es que vivo por y para sus visitas. Verla de nuevo hace que tenga una persona menos a la que añorar. Y el tiempo que pasamos juntas es el mejor momento del día.
El único problema es que ella lo sabe. Así que cada vez que saco a relucir cuestiones que, según Riley, se extralimitan (cosas como: « ¿Cuándo voy a ver a mamá, a papá y a Buttercup? » y « ¿A dónde vas cuando no estás aquí? »), ella me castiga desapareciendo.
Sin embargo, aunque su negativa a contestar me fastidia de verdad, sé que es mejor no presionarla. Lo cierto es que no le he contado que soy capaz de ver el aura de la gente y de leer el pensamiento, ni lo mucho que eso ha cambiado mi mundo, incluso mi forma de vestir.
—Jamás te echarás novio si vistes de esa manera —dice Riley, que está repantigada en mi cama mientras yo me doy prisa en acabar mis tareas cotidianas para ir al instituto y salir por la puerta… más o menos a tiempo.
—Sí, claro, pero resulta que no todos nosotros podemos cerrar los ojos y hacer aparecer de la nada un magnífico vestuario nuevo —replico al tiempo que me pongo las desgastadas zapatillas deportivas y le hago el lazo a los cordones deshilachados.
—Vamos, sé que Sabine te ha dado una tarjeta de crédito y te ha dicho que la utilices. ¿Y qué es eso de las capuchas? ¿Te has metido en algún tipo de banda?
—No tengo tiempo para explicaciones —le digo. Cojo los libros, el iPod y la mochila antes de dirigirme hacia la puerta—. ¿Vienes? —Me giro para mirarla al tiempo que comienzo a impacientarme al ver que frunce los labios mientras se toma su tiempo para pensarlo.
—Vale —responde al fin—. Pero solo si bajas la capota. Me encanta sentir el viento en el pelo.
—Está bien. —Me dirijo a las escaleras—. Pero desaparece antes de que lleguemos a casa de Miles. Me pone de los nervios verte sentada en su regazo sin su permiso.
Para el momento en que Miles y yo llegamos al instituto, Haven ya nos está esperando junto a la verja mientras examina el campus con mirada frenética.
—Bueno, el timbre sonará en menos de cinco minutos y todavía no hay ni rastro de Zayn. ¿Creen que habrá dejado las clases? —Nos mira, y sus ojos amarillos parecen alarmados.
— ¿Por qué iba a dejarlas? Acaba de empezar —le respondo mientras me acerco a la taquilla. Haven me sigue, y las gruesas suelas de goma de sus botas hacen temblar el suelo.
—Déjame pensar… ¿Por qué no merecemos la pena? ¿Porque él es demasiado bueno para ser real?
—Pues tiene que regresar. _____ le prestó su ejemplar de Cumbres borrascosas, y eso significa que tiene que devolvérselo —dice Miles antes de que yo pueda evitarlo.
Muevo la cabeza con exasperación mientras giro los números de la combinación del candado. Siento el peso de la mirada de Haven cuando me dice:
— ¿Cuándo ocurrió eso? —Apoya una mano en la cadera y me fulmina con la mirada —. Sabes que me lo he pedido yo, ¿verdad? ¿Por qué no he sido informada al respecto? ¿Por qué nadie me ha hablado de eso? Hasta donde yo sabía, tú ni siquiera lo habías visto todavía.
—Bueno, pues te aseguro que lo vio muy bien. Estuve a punto de llamar a urgencias —bromea Miles.
Yo sacudo la cabeza, cierro el candado y camino pasillo abajo.
— ¿Qué pasa? No he dicho más que la verdad… —Mi amigo se encoge de hombros mientras avanza a mi lado.
—Así que, si lo he entendido bien, resulta que eres más un estorbo que una verdadera amenaza, ¿no? —Haven me observa con los ojos entornados (unos ojos rodeados por una gruesa línea negra); los celos hacen que su aura se torne de un horrible color verde vómito.
Respiro hondo y los miro a ambos. Si no fueran mis amigos, les diría lo ridículo que me parece todo esto. Vamos a ver, ¿desde cuándo puede alguien « pedirse » a otra persona? Además, no puede decirse que haya tenido muchas citas después de adquirir la capacidad de ver el aura de la gente, oír sus pensamientos y verme obligada a ponerme ropa holgada con capucha. Pero no digo nada de eso.
—Sí, soy un estorbo —le aseguro—. Soy un tremendo desastre siempre inminente. Pero desde luego no soy una amenaza. Sobre todo porque no tengo el menor interés. Y, aunque sé que es probable que sea difícil de creer porque es un tío impresionante que está buenísimo, como un tren o como quieras decirlo, la verdad es que no me gusta Zayn Malik, ¡y no sé cómo dejarlo claro de una vez por todas!
—Hummm… no creo que haga falta que digas nada más —murmura Haven, que tiene la cara pálida y los ojos clavados más adelante.
Sigo la dirección de su mirada hasta que veo a Zayn de pie, con su brillante cabello negro, sus ojos abrasadores, su cuerpo escultural y su sonrisa perspicaz. Mi corazón da un vuelco cuando él abre la puerta y la sostiene antes de decir:
—Hola, _____. Pasa.
Me dirijo como una exhalación hacia mi pupitre, sin apenas lograr sortear la mochila que Stacia ha colocado en mi camino. Me arden las mejillas al saber que Zayn estaba justo detrás de mí y que ha oído cada una de las horribles palabras que acabo de decir.
Dejo la mochila en el suelo, me siento en la silla, me subo la capucha y enciendo el iPod con la esperanza de que el ruido y todo lo que ha ocurrido se desvanezcan; me aseguro a mí misma que un chico como ese (un chico tan seguro de sí mismo, tan guapo y deslumbrante) es demasiado genial como para molestarse por las palabras imprudentes de una chica como yo.
Sin embargo, justo cuando comienzo a relajarme, cuando estoy a punto de convencerme de que no me importa, me siento sacudida por una descarga eléctrica que atraviesa mi piel, inunda mis venas y estremece todo mi cuerpo.
Y todo porque Zayn ha colocado su mano encima de la mía.
Es difícil sorprenderme. Desde el momento en que me convertí en psíquica, solo Riley ha conseguido hacerlo; y, puedes creerme, mi hermana jamás se cansa de inventar nuevas formas de hacerlo.
No obstante, cuando aparto la mirada de mi mano para posarla en el rostro de Zayn, él se limita a sonreír.
—Quería devolverte esto —me dice antes de entregarme el ejemplar de Cumbres borrascosas.
Y aunque sé que parecerá extraño y una auténtica locura, en el momento en que él me habla, el resto del mundo se queda en silencio. En serio, de un ambiente cargado de ruidos, paso a no oír nada en absoluto.
Y a pesar de que sé que es ridículo, sacudo la cabeza y digo:
— ¿Seguro que no quieres quedártelo? La verdad es que no lo necesito; ya sé cómo termina.
Un instante después, Zayn aparta su mano de la mía y los estremecimientos desaparecen.
—Yo también sé cómo termina —asegura. Su mirada es tan intensa, tan íntima y penetrante que siento la necesidad de apartar la vista.
Y justo cuando estoy a punto de ponerme los auriculares de nuevo para poder aislarme por completo del sonido de los crueles comentarios de Stacia y Honor, Zayn vuelve a colocar su mano sobre la mía y dice:—
¿Qué estás escuchando?
La sala se queda en silencio una vez más. De verdad, durante esos breves segundos, dejo de oír los pensamientos que me rodean, los susurros apagados; no oigo nada salvo el sonido de su voz, suave y lírica.
Bueno, al principio supuse que era cosa mía. Pero esta vez sé que es real, pues aunque la gente sigue hablando, pensando y haciendo las cosas de siempre, todos los ruidos han quedado completamente amortiguados por el sonido de sus palabras.
Lo miro de reojo. Noto que mi cuerpo se acalora, que se llena de una especie de carga eléctrica y me pregunto a qué puede deberse. Bueno, ya me habían tocado la mano antes y jamás había experimentado nada que se pareciera lo más mínimo.
—Te he preguntado qué estás escuchando. —Sonríe, y es una sonrisa tan íntima y personal que no puedo evitar ruborizarme.
—Ah, bueno, solo es una mezcla gótica de mi amiga Haven. Casi todo es música antigua, canciones de los ochenta; ya sabes, gente como The Cure, Siouxsie and the Banshees, Bauhaus…
Me encojo de hombros, incapaz de apartar la mirada de sus ojos mientras intento determinar de qué color son.
— ¿Te gusta el rollo gótico? —pregunta con las cejas enarcadas y una expresión escéptica al tiempo que se fija en mi largo cabello rubio recogido en una coleta, en la sudadera azul oscuro y en mi piel, limpia y sin maquillar.
—A Haven le encanta.
Suelto una risita nerviosa, aguda y vergonzosa que parece rebotar en las cuatro paredes de la sala antes de regresar a mí.
— ¿Y a ti? ¿Qué es lo que te gusta a ti? —Sigue mirándome a los ojos con aire divertido.
Justo cuando estoy a punto de responder, el señor Robins entra en clase con las mejillas sonrojadas, pero no a causa de un rápido paseo como todos creen. En ese momento, Zayn se reclina en el respaldo de su silla y yo respiro hondo y me bajo la capucha para sumergirme de nuevo en los familiares sonidos de las angustias adolescentes, los nervios de los exámenes, las fantasías típicas de los chicos, los sueños rotos del señor Robins y los pensamientos extrañados de Stacia, Honor y Craig, que no entienden qué puede haber visto en mí un tío tan impresionante como Zayn.
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Me he quedado como una boba viendo el gif de tu firma por millonésima vez xd
Sus labios, ñam... bésame Harold //.u
Quedé:
Con el capítulo... que genialoso... sin aliento cuando le tomó la mano y se quedó rezagada de la humanidad, aksjakjsk, my god... sensual y caliente Malik, ¿qué demonios eres?
Ojalá si sea el paramédico, rezó para que lo sea :B
¿Cuántas sagas son en esta novela? Espero sean muuuchas (y terminadas, por el amor de Dios) porque la trama está genial, amo todo lo que adaptas aksjasks. No tienes novelas escritas por tí ¿verdad? Me gustaría que hicieras una, de seguro escribes igual de hermoso... lo sé porque provocaste un casi infarto cuando subiste el "ultimo" capítulo en la primer temporada de Lazos de sangre xd
Ya pues, me voy.
Síguela pronto princesa, te amo ♥
Sus labios, ñam... bésame Harold //.u
Quedé:
Con el capítulo... que genialoso... sin aliento cuando le tomó la mano y se quedó rezagada de la humanidad, aksjakjsk, my god... sensual y caliente Malik, ¿qué demonios eres?
Ojalá si sea el paramédico, rezó para que lo sea :B
¿Cuántas sagas son en esta novela? Espero sean muuuchas (y terminadas, por el amor de Dios) porque la trama está genial, amo todo lo que adaptas aksjasks. No tienes novelas escritas por tí ¿verdad? Me gustaría que hicieras una, de seguro escribes igual de hermoso... lo sé porque provocaste un casi infarto cuando subiste el "ultimo" capítulo en la primer temporada de Lazos de sangre xd
Ya pues, me voy.
Síguela pronto princesa, te amo ♥
Invitado
Invitado
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
HoranNovelsMS escribió:Me he quedado como una boba viendo el gif de tu firma por millonésima vez xd
Sus labios, ñam... bésame Harold //.u
Quedé:
Con el capítulo... que genialoso... sin aliento cuando le tomó la mano y se quedó rezagada de la humanidad, aksjakjsk, my god... sensual y caliente Malik, ¿qué demonios eres?
Ojalá si sea el paramédico, rezó para que lo sea :B
¿Cuántas sagas son en esta novela? Espero sean muuuchas (y terminadas, por el amor de Dios) porque la trama está genial, amo todo lo que adaptas aksjasks. No tienes novelas escritas por tí ¿verdad? Me gustaría que hicieras una, de seguro escribes igual de hermoso... lo sé porque provocaste un casi infarto cuando subiste el "ultimo" capítulo en la primer temporada de Lazos de sangre xd
Ya pues, me voy.
Síguela pronto princesa, te amo ♥
jaja a mi me dejo hipnotizada y *o* se ve bien sensualón
sjdksjdks impaktada xd.
shdksjdks sí*.* te doy un dato curioso. miles el amigo de __--- aquí, es gay xd siempre leeo novelas en las que aparecen gays, bueno no todas pero si en la mayoría .
pues yo tengo 6 libros, y que yo sepa ya no se sacaran más creo, así que son 6, y gracias a dios ya terminadas, sjdksjdks gracias yo que quería adaptar una de niall que me gustó mucho pero aún no publican el otro libro asi que esta incompleta la historia.
tenía pero las deje, en realidad ayer estaba pensando una de harry {aun que no se si harry se podría considerar para el título aunque si pensaba centrarlo bastante en la historia}..y liam payne pero mejor no por que luego me llegan bloqueos o luego ya no me gusta como la voy haciendo y la dejo.
besos
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
POBRE RAYIS ES COMO EDWART Y ZAYN ES COMO BELLA JAJAJJA SEGUILA ELY
Aislinn
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
hola ely aqui el arcoiris andante reportandose omg me encanto el cap ,rayis sintio algo cuando Zayn la toco? Siguela cuando puedas
Chloe
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Aislinn escribió:POBRE RAYIS ES COMO EDWART Y ZAYN ES COMO BELLA JAJAJJA SEGUILA ELY
jajaja zayn como bella? XD jajaja la sigo más alrato, besos
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Chloe escribió:hola ely aqui el arcoiris andante reportandose omg me encanto el cap ,rayis sintio algo cuando Zayn la toco? Siguela cuando puedas
Hola chloe jaja qué bueno que te encanto, sjdksdks al parecer sí, la sigo más alrato, besos xX
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Harriet escribió:Aislinn escribió:POBRE RAYIS ES COMO EDWART Y ZAYN ES COMO BELLA JAJAJJA SEGUILA ELY
jajaja zayn como bella? XD jajaja la sigo más alrato, besos
SIII OSEA EDWART NUNCA PUDO LEER LOS PENSAMIENTOS DE BELLA POR ESO ZAYN LO ES JAJAJAJA
Aislinn
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Aislinn escribió:Harriet escribió:Aislinn escribió:POBRE RAYIS ES COMO EDWART Y ZAYN ES COMO BELLA JAJAJJA SEGUILA ELY
jajaja zayn como bella? XD jajaja la sigo más alrato, besos
SIII OSEA EDWART NUNCA PUDO LEER LOS PENSAMIENTOS DE BELLA POR ESO ZAYN LO ES JAJAJAJA
AHHH XD con razon jaja
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Capítulo 05
♣
Cuando me dirijo a la mesa en la que solemos comer, veo que Haven y Miles ya están allí. Y cuando descubro que Zayn está sentado con ellos, me entran ganas de salir corriendo en dirección opuesta.
—Puedes sentarte con nosotros, pero solo si prometes no mirar fijamente al chico nuevo —bromea Miles—. Es de muy mala educación quedarse mirando a la gente, ¿nunca te lo había dicho nadie?
Pongo los ojos en blanco y me siento junto a él en el banco, decidida a demostrarle lo poco que me impresiona la presencia de Zayn.
—Me crié con lobos, ¿qué quieres que haga? —Me encojo de hombros mientras me peleo con el cierre de la fiambrera.
—Yo me crié con una drag queen y una novelista romántica —dice Miles, que se inclina hacia delante para robar unas gominolas de la parte superior de la magdalena pre-Halloween de Haven.
—Lo siento, cielo, pero eso no te ha ocurrido a ti, sino a Chandler, el de Friends. —Haven se echa a reír—. Yo, sin embargo, me crié entre brujas. Era una hermosa princesa vampiro a la que todos amaban, mimaban y admiraban. Vivía en un lujoso castillo gótico, y la verdad es que no tengo ni la menor idea de cómo he acabado en esta espantosa mesa de fibra de vidrio con unos fracasados como ustedes. —Hace un gesto con la cabeza para señalar a Zayn—. ¿Y tú?
El chico da un trago de su bebida, una especie de líquido rojo iridiscente que lleva en una botella de cristal, y luego nos mira a los tres.
—He vivido en Italia, Francia, Inglaterra, España, Bélgica, Nueva York, Nueva Orleans, Oregón, la India, Nuevo México, Egipto, y en algún que otro país más —dice esbozando una sonrisa.
—Parece que hay alguien por aquí cuya familia está relacionada con el ejército… —bromea Haven, que coge una de las gominolas de la magdalena y se la arroja a Miles.
— ¿Has vivido en Oregón? —dice Miles, que se pone la gominola encima de la lengua antes de tragársela con un trago de Vitamine Water, su bebida reconstituyente.
—En Portland. —Zayn asiente.
—Nuestra amiga _____, aquí presente, vivía en Oregón —añade, lo que provoca que Haven lo fulmine con la mirada. A pesar de la enorme metedura de pata que cometí antes, mi amiga me considera el mayor obstáculo entre ella y su verdadero amor, y parece molesta siempre que la atención se concentra en mí.
Zayn sonríe y me mira a los ojos.
— ¿Dónde?
—En Eugene —murmuro. Trato de concentrarme en mi sandwich y no en él, porque, al igual que ocurrió en la clase, cada vez que habla lo único que oigo es el sonido de su voz.
Y cada vez que nuestras miradas se cruzan me siento acalorada.
Y cuando su pie choca contra el mío, siento un estremecimiento que recorre todo mi cuerpo.
Y todo esto empieza a asustarme de verdad.
— ¿Cómo has acabado aquí? —Se inclina hacia mí, momento que Haven aprovecha para acercarse aún más a él.
Yo clavo la mirada en la mesa y aprieto los labios, como siempre que me pongo nerviosa. No quiero hablar sobre mi antigua vida. No le encuentro sentido a volver a relatar todos los detalles escabrosos. A tener que explicar que, aunque yo lograra sobrevivir, fue culpa mía que toda mi familia muriera. Así que al final me limito a arrancarle la corteza al pan del sandwich y le digo:
—Es una larga historia.
Puedo sentir la mirada de Zayn: intensa, cálida e incitante, y me pongo tan nerviosa que empiezan a sudarme las palmas de las manos y se me resbala la botella de agua de entre los dedos. Cae tan rápido que no puedo atraparla, solo esperar las salpicaduras.
Sin embargo, antes incluso de que llegue a la mesa, Zayn la coge al vuelo y me la devuelve. Y yo me quedo sentada sin moverme, observando fijamente la botella para no tener que mirarlo a los ojos. No puedo evitar preguntarme si soy la única que se ha dado cuenta de que Zayn se ha movido tan deprisa que su brazo se ha convertido en un mero borrón.
Luego Miles pregunta algo sobre Nueva York y Haven se arrima tanto al chico nuevo que se sienta casi sobre su regazo. Respiro hondo, termino mi almuerzo y me aseguro a mí misma que lo he imaginado todo.
Cuando por fin suena el timbre, todos cogemos nuestras cosas y nos dirigimos a clase. Justo cuando veo que Zayn no puede oírnos, me giro hacia mis amigos para decirles:
— ¿Cómo ha acabado en nuestra mesa? —El tono agudo y acusador de mi voz me resulta desagradable hasta a mí.
—No quería llamar la atención, así que le ofrecimos un sitio en nuestra mesa. —Miles hace un gesto de indiferencia con los hombros antes de dejar su botella en el cubo de reciclaje y encaminarse hacia el edificio de las aulas—. No ha habido nada siniestro, ninguna confabulación maligna para avergonzarte.
—Bueno, pues podría haber pasado sin el comentario de las miradas fijas —le digo, a sabiendas de que el comentario parece ridículo y demasiado susceptible. No estoy dispuesta a decirles lo que pienso de verdad, ya que no quiero cabrear a mis amigos con una pregunta lógica, aunque desagradable, como:
« ¿Por qué se relaciona un tipo como Zayn con gente como nosotros? ».
En serio. Con todos los chicos geniales que hay en este instituto y toda la gente enrollada a la que podría unirse, ¿por qué demonios ha elegido sentarse con nosotros, los más inadaptados de todos?
—Relájate un poco, anda. Supongo que le pareció divertido. —Miles se encogió de hombros—. Además, también irá a tu casa esta noche. Le dije que se pasara por allí sobre las ocho.
— ¿Que le has dicho qué? —Lo miro con la boca abierta. Pero de pronto recuerdo que Haven se ha pasado todo el almuerzo pensando en lo que iba a ponerse y que Miles no ha dejado de preguntarse si tendría tiempo de darse una sesión de bronceado instantáneo. De repente, todo cobra sentido.
—Bueno, según parece, Zayn detesta el fútbol tanto como nosotros, algo que hemos descubierto durante el pequeño test de calidad que le hizo Haven antes de que tú llegaras. —Haven sonríe y hace una pequeña reverencia, flexionando las rodillas hacia ambos lados cubiertas por medias de red—. Y puesto que es nuevo aquí y no conoce a nadie más, pensamos que podríamos quedárnoslo para nosotros y no darle la oportunidad de hacer más amigos.
—Pero… —Me quedo callada, sin saber muy bien cómo continuar. Lo único que sé es que no quiero a Zayn a mi alrededor, ni esta noche ni nunca.
—Yo me dejaré caer por allí un poco después de las ocho —dice Haven—. Mi reunión termina a las siete, lo que me deja tiempo más que suficiente para ir a casa y cambiarme. Y, por cierto, me pido sentarme al lado de Zayn en el jacuzzi.
— ¡No puedes hacer eso! —Exclama Miles, que sacude la cabeza con indignación—. ¡No pienso permitirlo!
Pero ella se limita a agitar la mano por encima del hombro mientras se dirige a clase; yo me giro hacia Miles para preguntarle:
— ¿Qué reunión tiene hoy?
—Los viernes toca la de los glotones.
Haven es lo que podría llamarse una adicta a los grupos anónimos. En el poco tiempo que hace que la conozco, ha asistido a reuniones para alcohólicos, drogadictos, personas codependientes, insolventes, jugadores, ciberadictos, yonquis de la nicotina, fóbicos sociales, gente con síndrome de Diógenes y amantes de la vulgaridad. Por lo que sé, la de hoy es su primera reunión con glotones. Pero está claro que, con su metro cincuenta y cinco de estatura y el cuerpo esbelto y delgado de la bailarina de una caja de música, Haven no es ninguna glotona. Tampoco es alcohólica, insolvente, jugadora ni ninguna de las otras cosas. Lo que ocurre es que se siente del todo ignorada por sus ensimismados padres y busca amor y aprobación en cualquier lugar donde pueda conseguirlos.
Lo mismo ocurre con lo del rollo gótico. En realidad, no está metida en todo eso, lo que resulta bastante evidente por la forma en que intenta llamar la atención en lugar de tratar de pasar desapercibida, y por los pósters de Joy División que cuelgan de las paredes rosadas de su habitación, pintadas de ese color desde que le dio por ser bailarina (poco después de su fase de niña pija), y no hace mucho tiempo de eso.
Lo que pasa es que Haven ha descubierto que la forma más rápida de destacar en una ciudad llena de rubias con ropa de Juicy es vestirse como la Princesa de la Oscuridad.
Pero lo cierto es que no funciona tan bien como ella creía. La primera vez que su madre la vio vestida de esa manera no hizo más que suspirar, coger las llaves y marcharse a su clase de pilates. Su padre no pasa en casa el tiempo suficiente como para verla bien. Su hermano pequeño, Austin, se asustó un poco, aunque no tardó en acostumbrarse. Y puesto que la mayoría de los chicos del instituto están más que acostumbrados a los escandalosos comportamientos que mostraron las cámaras de la MTV durante el pasado año, por lo general no le hacen el menor caso.
Sin embargo, yo sé que debajo de las calaveras, los pinchos y el maquillaje de novia de la muerte hay una chica que solo desea que la vean, la escuchen, la amen y le presten atención… algo que no había conseguido con sus anteriores personificaciones. Por lo tanto, si colocarse delante de un grupo de gente e inventar una triste historia sobre sus atormentados esfuerzos para dejar atrás los días de adicción hace que se sienta importante, ¿quién soy yo para juzgarla?
En mi antigua vida no habría salido con gente como Miles y Haven. No me relacionaba con los chicos problemáticos, ni con los extraños, ni con los que los demás rechazaban. Formaba parte del grupo popular, donde la mayoría éramos guapos, atléticos, talentosos, inteligentes, ricos, simpáticos y todas esas cosas.
Iba a clases de danza, tenía mi mejor amiga que se llamaba Rachel (y que era animadora, como yo), e incluso tenía un novio, Brandon, que resultaba ser el sexto chico al que había besado (el primero fue Lucas, en sexto curso, pero solo por una apuesta; y créeme si te digo que ni siquiera merece la pena mencionar a los demás). Y aunque nunca era mezquina con la gente que no pertenecía a nuestro grupo, tampoco me fijaba mucho en ella. Esos chicos no tenían nada que ver conmigo. Y por eso actuaba como si fueran invisibles.
No obstante, ahora yo también pertenezco al grupo de los invisibles. Lo supe el día que Rachel y Brandon me visitaron en el hospital. Actuaron de manera afectuosa y comprensiva, pero sus pensamientos decían todo lo contrario. Les horrorizaban las pequeñas bolsas de plástico que introducían líquidos en mis venas, los cortes, las magulladuras y mis extremidades escayoladas. Se sentían mal por lo que me había ocurrido, por todo lo que había perdido, pero lo cierto era que se esforzaban por no mirar fijamente la cicatriz roja de mi frente, y lo que de verdad deseaban era salir de allí cuanto antes.
Y mientras yo contemplaba cómo sus auras remolineaban a su alrededor y mezclaban sus tonos marrones y apagados tan similares, supe que se alejaban de mí y que se acercaban el uno al otro.
Así pues, durante mi primer día en Bay View, en lugar de malgastar el tiempo con los ritos de iniciación necesarios para entrar a formar parte del grupo de Stacia y Honor, me dirigí sin vacilar hacia Miles y Haven, dos marginados que aceptaron mi amistad sin hacer preguntas. Y aunque es probable que desde fuera parezcamos bastante raritos, lo cierto es que no sé qué haría sin ellos. Su amistad es una de las pocas cosas buenas que tengo en la vida. Su amistad hace que me sienta casi normal de nuevo.
Y esa es la razón por la que necesito mantenerme apartada de Zayn. Porque su capacidad de erizarme la piel cuando me toca y de silenciar el mundo con su voz es una peligrosa tentación a la que no puedo rendirme.
No quiero poner en peligro mi amistad con Haven.
Y no puedo arriesgarme a intimar demasiado con nadie.
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
ay pobre rayis , Pero quien no se Pierde con la voz y la guapura de Zayn Malik xD siguela cariño que esto estoy segura se pondra intenso
Chloe
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Chloe escribió:ay pobre rayis , Pero quien no se Pierde con la voz y la guapura de Zayn Malik xD siguela cariño que esto estoy segura se pondra intenso
los locos xd jajaja, alrato la sigo:D
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Capítulo 06
♣
Aunque Zayn y yo tenemos dos clases en común, solo nos sentamos juntos en Lengua. Así pues, no se acerca a mí hasta que recojo las cosas y salgo de la clase de Arte que hay a sexta hora.
Corre para alcanzarme y me sujeta la puerta mientras salgo del aula con los ojos clavados en el suelo, preguntándome cómo puedo deshacerme de él.
—Tus amigos me pidieron que me pasara por tu casa esta noche —dice mientras camina a mi lado—. Pero creo que no podré ir.
— ¡Oh! —exclamo sin querer, y me avergüenza que mi voz haya revelado lo feliz que me hace esa noticia—. Quiero decir… ¿estás seguro? —Intento parecer más amable, más resignada, como si de verdad quisiera que viniera a mi casa, aunque ya es demasiado tarde.
Él me mira con un brillo divertido en los ojos.
—Sí, claro… Te veré el lunes —me dice antes de acelerar el paso para dirigirse a su coche, que está aparcado en la zona roja y que, inexplicablemente, tiene el motor en marcha.
Cuando llego hasta mi Miata, Miles me está esperando con los brazos cruzados, los ojos entornados y la típica sonrisa desdeñosa que pone de manifiesto su enfado.
—Será mejor que me digas qué es lo que acaba de pasar, porque no tenía muy buena pinta —dice al tiempo que se sienta en el asiento del acompañante.
—Ha dicho que no vendría. Dijo que no podía. —Hago un gesto de indiferencia y miro por encima del hombro mientras doy marcha atrás.
—Pero ¿qué le dijiste para que no quisiera venir? —pregunta con una mirada asesina.
—Nada.
La sonrisa desdeñosa se hace más amplia.
—En serio, no tengo la culpa de que se te haya fastidiado la noche. —Salgo del aparcamiento a la calle, pero, al notar que Miles no deja de mirarme, pregunto—: ¿Qué pasa?
—Nada. —Mi amigo arquea las cejas y se pone a mirar por la ventanilla. Aunque sé lo que está pensando, prefiero concentrarme en la conducción. Instantes después, él se gira hacia mí y me dice—: Bueno, prométeme que no te enfadarás.
Yo cierro los ojos con un suspiro. Vamos allá…, pienso.
Respiro hondo y me niego a reaccionar. Sobre todo porque las cosas están a punto de ponerse mucho peor. —
Para empezar, eres una chica guapísima… o al menos yo creo que lo eres, porque es difícil saberlo si siempre te escondes debajo de esas espantosas y enormes sudaderas con capucha. Siento ser yo quien te lo diga, _____, pero tu ropa es de lo peor, como un disfraz de indigente, y no tiene sentido fingir lo contrario. Además, y aunque tal vez no debiera soltártelo de esta manera, el hecho de que hagas todo lo posible por rechazar a ese chico nuevo que está como un tren resulta más bien rarito.
Se calla el tiempo suficiente para darme ánimos con la mirada. Yo me preparo para lo que viene a continuación.
—A menos, claro está, que seas homosexual.
Giro a la derecha y suspiro con fuerza, agradecida por primera vez por contar con mis habilidades psíquicas, ya que sin duda me han ayudado a suavizar el golpe.
—No pasaría nada si lo fueras —continúa Miles—. Bueno, ya sabes que yo soy gay, así que no voy a discriminarte por eso; lo sabes, ¿verdad? —Suelta una carcajada; una especie de risotada nerviosa que indica que pisa terrenos inexplorados.
Yo me limito a sacudir la cabeza antes de pisar el freno.
—El mero hecho de que no esté interesada en Zayn no significa que sea homosexual —le digo, aunque noto que parezco mucho más a la defensiva de lo que es mi intención—. Por si no lo sabes, la atracción se basa en muchas más cosas que en el aspecto físico.
En cosas como un contacto cálido, unos ojos oscuros y abrasadores y una voz seductora que silencia el mundo…
— ¿Es por Haven? —pregunta Miles, que no se ha tragado mi excusa.
—No. —Aferró el volante y clavo la vista en el semáforo, deseando que cambie de rojo a verde para que pueda dejar a Miles en su casa y acabar de una vez con todo esto.
Pero sé que he respondido con demasiada rapidez cuando lo veo exclamar:
— ¡Ja! ¡Lo sabía! Es por Haven… porque ella se lo ha pedido primero… ¿Eres mínimamente consciente de que estás renunciando a la oportunidad de perder la virginidad con el chico más bueno del instituto, puede que del planeta, solo porque Haven se lo ha pedido primero?
—Esto es ridículo —murmuro al tiempo que niego con la cabeza y giro hacia su calle. Aparco en el camino de entrada.
— ¿Qué? ¿No eres virgen? —Sonríe. Está claro que se lo está pasando de maravilla—. ¿Y no me lo habías dicho?
Hago un gesto de exasperación y me echo a reír sin poder evitarlo.
Él me mira en silencio durante unos instantes; luego coge sus libros y se encamina hacia su casa, aunque se gira el tiempo suficiente para decirme:
—Espero que Haven sepa apreciar lo buena amiga que eres.
Al final resultó que la noche del viernes quedó cancelada. Bueno, la noche no, solo nuestros planes. En parte porque el hermanito de Haven, Austin, se puso enfermo y ella era la única que podía cuidarlo; y en parte porque el padre de Miles, un fanático de los deportes, lo arrastró hasta un partido de fútbol y lo obligó a vestirse con los colores del equipo y a actuar como si de verdad disfrutara con ello. Cuando Sabine se enteró de que había llegado a casa sin compañía, salió del trabajo temprano y se ofreció a llevarme a cenar.
A sabiendas de que ella no aprueba mi predilección por las capuchas y los vaqueros, y puesto que deseo complacerla después de todo lo que ha hecho, me pongo el bonito vestido azul junto con los zapatos de tacón a juego que me compró hace poco, me pinto los labios con un poco de brillo (una reliquia de mi antigua vida, cuando me interesaba por cosas como esa), traslado las cosas más esenciales de la mochila al pequeño bolso de mano metálico que me regaló con el vestido y renuncio a mi acostumbrada cola de caballo para dejarme el pelo suelto.
Justo cuando estoy a punto de salir por la puerta, Riley aparece a mi lado y dice:
—Ya era hora de que empezaras a vestirte como una chica.
Me ha dado un susto de muerte.
—Por el amor de Dios, ¡casi me matas del susto! —exclamo en un susurro antes de cerrar la puerta para que Sabine no me oiga.
—Lo sé. —Se echa a reír—. Bueno, ¿a dónde vas?
—A un restaurante llamado Stonehill Tavern. Está en el hotel Saint Regís —respondo, aunque el corazón todavía me late con fuerza a causa de su encerrona.
Ella alza las cejas y asiente.
—Qué sitio más chic…
— ¿Y tú cómo lo sabes? —La miro con suspicacia, preguntándome si ella ha estado allí alguna vez.
Como nunca me dice dónde pasa el tiempo libre…
—Sé un montón de cosas. —Ríe de nuevo—. Muchas más que tú. —Salta encima de mi cama y coloca los almohadones antes de reclinarse.
—Sí, bueno, no hay mucho que yo pueda hacer al respecto, ¿verdad? —replico, molesta al ver que lleva exactamente el mismo vestido y los mismos zapatos que yo, si bien, como que es cuatro años más joven y bastante más baja, parece que esté jugando a los disfraces.
—En serio, creo que deberías vestirte de esa forma más a menudo. Porque, siento ser yo quien te lo diga, pero la pinta que sueles llevar no te pega en absoluto. ¿Crees de verdad que Brandon se habría fijado alguna vez en ti si te hubieras vestido así? —Cruza los tobillos y me observa; parece tan relajada como cualquier persona, viva o muerta, podría estar—. Y hablando del tema, ¿sabes que ahora sale con Rachel? Pues sí, llevan juntos cinco meses. Ya lleva con ella más tiempo que contigo, ¿eh?
Aprieto los labios y empiezo a tamborilear con la punta del pie sobre el suelo mientras repito mi mantra habitual: « No permitas que te afecte. No se lo permitas ».
—Y te juro que no te lo vas a creer, pero ¡casi han llegado hasta el final! En serio, salieron temprano del baile para antiguos alumnos; lo tenían todo planeado, pero luego… bueno… —Hizo una pausa para soltar una risotada—. Sé que quizá no debería contarte esto, pero al parecer Brandon dijo algo lamentable y de lo más embarazoso que les cortó todo el rollo. Tendrías que haber estado allí… Te juro que fue desternillante. Bueno, no me malinterpretes, él te echa de menos y todo eso, así que mencionó por accidente tu nombre en un par de ocasiones; pero como suelen decir, la vida continúa, ¿no es así?
Respiro hondo y entorno los párpados mientras observo a Riley. Está acomodada en mi cama como Cleopatra en su lecho criticando mi vida en general antes de contarme cosas sobre viejos amigos que ni siquiera le he preguntado, como si fuera una especie de autoridad preadolescente.
« ¡Debe de ser genial aparecer allí donde quieres y no tener que quedarse aquí en las trincheras para hacer todo el trabajo sucio, como el resto de nosotros! » De pronto, me enfado tanto con ella por esas visitas inesperadas que no son más que excusas para contarme chismes de los demás que deseo que me deje en paz y me permita vivir mi miserable vida sin sus continuos comentarios pueriles. Así pues, la miro a los ojos y le digo:
— ¿Y cuándo empiezas en el colegio para angelitos? ¿O eres tan mala que te han prohibido la entrada?
Ella me fulmina con la mirada y compone una expresión furiosa, pero, en ese preciso instante, Sabine llama a la puerta.
— ¿Estás lista?
Observo a Riley y la reto con la mirada a hacer alguna estupidez, algo que revele a Sabine todas las cosas raras que ocurren a su alrededor.
Sin embargo, mi hermana se limita a sonreír con dulzura.
—Mamá y papá me han pedido que te diga que te quieren —dice segundos antes de desaparecer.
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
Que fucking triste :(
Estuve muy inspirada leyendo los capítulos y me vengo con esto último...
Y bam.
MUERO LENTAMENTE XDD
Perdona por éste comentario tan mierda... pero están por dar las cuatro de la mañana y ay me muero del sueño. Jé.
Disculpa el haber tardado... antier estuve de fiesta, hoy hice trabajo en casa (bañe a mis mil perros, andan infestados de garrapatas por los perritos callejeros y buaj. He descubierto que no tengo dotes de doctora o veterinaria xddd) y estoy adolorida de todo a todo. Me duele hasta el coxis xd
Mis pies me matan por los tacones, principalmente. Disipando una arma de guerra por todos mis músculos xd jajjjaaja.
En fin.
Oshe, Mariely ¿leiste 50 shades?
Aksajaksjask.
Buenos días desde Tijuana :B síguela pronto y ya me paso a leer por mi novela hermosa preciosa. He acabado de terminar de escribir, soy un poco tortugona en eso xd
Oh y... que mal que le pierdas el hilo a las novelas //.u
YO TENGO 3 XDDD 2 por terminar y 1 que acabo de comenzar, lol.
Te amo baby
Estuve muy inspirada leyendo los capítulos y me vengo con esto último...
Y bam.
MUERO LENTAMENTE XDD
Perdona por éste comentario tan mierda... pero están por dar las cuatro de la mañana y ay me muero del sueño. Jé.
Disculpa el haber tardado... antier estuve de fiesta, hoy hice trabajo en casa (bañe a mis mil perros, andan infestados de garrapatas por los perritos callejeros y buaj. He descubierto que no tengo dotes de doctora o veterinaria xddd) y estoy adolorida de todo a todo. Me duele hasta el coxis xd
Mis pies me matan por los tacones, principalmente. Disipando una arma de guerra por todos mis músculos xd jajjjaaja.
En fin.
Oshe, Mariely ¿leiste 50 shades?
Aksajaksjask.
Buenos días desde Tijuana :B síguela pronto y ya me paso a leer por mi novela hermosa preciosa. He acabado de terminar de escribir, soy un poco tortugona en eso xd
Oh y... que mal que le pierdas el hilo a las novelas //.u
YO TENGO 3 XDDD 2 por terminar y 1 que acabo de comenzar, lol.
Te amo baby
Invitado
Invitado
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú]
HoranNovelsMS escribió:Que fucking triste :(
Estuve muy inspirada leyendo los capítulos y me vengo con esto último...
Y bam.
MUERO LENTAMENTE XDD
Perdona por éste comentario tan mierda... pero están por dar las cuatro de la mañana y ay me muero del sueño. Jé.
Disculpa el haber tardado... antier estuve de fiesta, hoy hice trabajo en casa (bañe a mis mil perros, andan infestados de garrapatas por los perritos callejeros y buaj. He descubierto que no tengo dotes de doctora o veterinaria xddd) y estoy adolorida de todo a todo. Me duele hasta el coxis xd
Mis pies me matan por los tacones, principalmente. Disipando una arma de guerra por todos mis músculos xd jajjjaaja.
En fin.
Oshe, Mariely ¿leiste 50 shades?
Aksajaksjask.
Buenos días desde Tijuana :B síguela pronto y ya me paso a leer por mi novela hermosa preciosa. He acabado de terminar de escribir, soy un poco tortugona en eso xd
Oh y... que mal que le pierdas el hilo a las novelas //.u
YO TENGO 3 XDDD 2 por terminar y 1 que acabo de comenzar, lol.
Te amo baby
jajajaja.
no mueras XD
jajaja no inventes ya te hubieras dormido XD ya ni yo a mi me quitaron la lap temprano.
sjdksjdksdks no te preocupes, ¿no te gustaría bañar a una perra y dos gatos? te pagaría más por lo gatos por que ellos rasguñan XD.
jaja no no eh leído la trilogía ni tampoco la saga de hush hush por lo general me voy a los libros más desconocidos XD.
Buenos días sjdsks. la seguire hasta en la noche por qué otra vez me voy a la playa .-.
Lo bueno es que tú si las terminaste.
sí pero ni modo:/ y tu shh8-) no le digas a nadie, me estoy ocultando ahora que cambie el username.
XD lo bueno es que ya vas a acabar 2.
Yo más, besos, bye.
Harriet
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