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Mentiras -Harry y tu-
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Mentiras -Harry y tu-
GreeceArg escribió:xq no la siguues? :lloro: :muack:
Quiero pedirles disculpas por no haberla seguido aun... no tengo mi computafor con internet y les respondo desde un celular, pero les prometo que desde hoy al viernes subire un capitulo, hare todo lo posible por no defraudarlas... de verdad
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
Capitulo 40:
Al caminar hacia el comedor de la universidad donde me juntaría con Kyle para almorzar, fue Jennifer quien me atajo llevándome hacia una mesa. Nuevamente pidiendo que la escuchara pero esta vez suplicando que le contara, que le dijera lo que había pasado la noche de Halloween la que torpemente mencione hace algunos días atrás.
-¿fuiste a denunciarlo?- pregunto cuando nos sentamos frente a frente en una mesa -¿lo hiciste?
-no- responde avergonzada. A veces olvido quien era mi amiga, esta mujer que tengo en frente no parece quien me hacía reír y ayudaba en los momentos difíciles, algo la había cambiado rotundamente o ella siempre había sido así y yo nunca me había dado cuenta. –quiero saber… quiero saber que te pasó
-nada- digo y masco un pedazo de sándwich –no paso nada
-no mientas- espeta dejando de lado su tenedor para colocarme más atención de la necesaria –sé que te hizo algo, necesito saber… debemos denunciarlo juntas
-no… tú debes hacerlo- digo y me levanto de mi asiento –no quiero hablar de esto… me gustaría ayudarte pero tengo cosas mucho más importantes
-¿más importantes?- pregunta dolida –más importantes que denunciar a un violador
-lo siento- digo y camino lejos de ella, no sé si creer en lo que dice, puede ser solo una trampa para acercarme a ella y de paso que él intente algo conmigo nuevamente. O puede que no sea nada de lo que pienso y él realmente haya abusado de ella, puede que realmente la hubiera violado.
Choco con Kyle en la salida, él me mira asustado por mi rostro seguramente y yo solo niego con la cabeza.
-¿Qué te ocurre?- pregunta y yo solo comienzo a sentirme mal, la habitación me da vueltas y solo atino a correr al baño.
Nuevos síntomas de mi posible embarazo.
Alguien entra detrás de mi pero no me doy cuenta de quien es hasta que salgo del baño a lavarme la cara, estoy pálida y quien se encuentra a mi lado es Kyle negando con la cabeza.
-no estás bien- dice él y posa una mano en mi hombro -¿estás enferma?
-no- respondo y voy en busca de papel para poder secarme el rostro –es algo… diferente
-¿diferente?- repite sin entender a lo que me refiero.
-no creo que sea buena idea hablar de eso ahora- digo y camino fuera del baño, a los pocos minutos él vuelve a alcanzarme para insistir –Kyle, por favor… deja que mantenga en secreto esto, pronto sabrás
-estas… estas…- le cubro la boca cuando está a punto de decir la palabra que define mi estado, en la universidad nadie puede enterarse, no hasta que esté confirmado –no puede ser
-si puede ser- hago una pausa –pero nada está confirmado, no aun
-¿Cuándo lo sabrás?- pregunta mientras avanzamos juntos por el pasillo hacia la salida, necesito tomar aire fresco.
-hoy en la tarde- digo e instintivamente acaricio mi estomago, como si ya sintiera que algo está creciendo ahí dentro –tengo miedo
-pero… él está contigo ¿cierto?- mira hacia otro lado y añade –por que sino es así… yo mismo lo dejo sin hijos
-tranquilo- digo y apoyo mi mano en su pierna – él está conmigo y ya piensa en mí como dos
-eso es bueno, supongo- responde y nos abrazamos. Me gustaría que ellos se conocieran, Harry y Kyle, podrían ser buenos amigos.
-ustedes deberían conocerse- digo pensando en un encuentro entre el amor de mi vida y mi mejor amigo –se llevarían bien
-¿yo? Con el pop Star- hace una mueca rara –debe ser eso de tu estomago que te está haciendo mal
-si claro- digo y lo golpeo –nos vemos y deséame suerte
-suerte- dice Kyle y yo salgo de la universidad.
Aunque tenía clases en la tarde debía faltar para poder ir a la hora que me había conseguido Harry para que vieran los exámenes que me había hecho por orden del doctor.
Los suficientes como para saber si realmente estaba embarazada o no.
Encuentro a Harry pegado a su teléfono, sentado en el asiento del conductor, sin mirarme abro la puerta y me siento junto a él. Espero a que se de cuenta de que me encuentro a su lado pero cuando me acerco a él sus labios encuentran con los míos.
-¿Qué ocurre?- pregunto alejándome de él al darme cuenta de lo tenso que se encuentra -¿sucedió algo?
-nada- dice y da un fugaz beso en mis labios para luego poner en marcha la camioneta, directo hacia la clínica donde sabríamos lo que cambiaría nuestras vidas.
Desde que nuestra relación se había hecho pública, en varios programas comenzaron a comentar el hecho de que Harry Styles estuviera saliendo conmigo, con una chica que nadie conocía pero tenía eso especial que había enamorado al guapo y famoso integrante de One Direction.
Nos estacionamos en el mismo lugar de la vez pasada y cuando entramos el recibimiento fue demasiado diferente al anterior, varias miradas de asombro, intentando saber por qué nos encontrábamos aquí, de nuevo.
Subimos nuevamente al séptimo piso, usando el ascensor para llegar más rápido y los nervios me comían por dentro. A pesar de que quizá ya sabíamos la respuesta, aun así temía lo que el doctor pudiera decirnos respecto a los exámenes que debía hacerme.
-tranquila- dijo en mi oído antes de que las puertas del ascensor se abrieran –todo va a estar bien
-¿lo prometes?- pregunto apoyando mi cabeza en su hombro, intentando encontrar consuelo en sus palabras, temiendo a cada momento lo que podría decir mi madre… ¿Qué va a pensar de mí?
-lo prometo- responde y besa mi frente en el momento en que las puertas se abren revelando a unos pacientes que nos miran expectantes, antes nadie sabía que éramos novios, ahora todo el mundo sabe lo que somos y todo tipo de especulaciones deben estar pasando por sus cabeza, buscando una explicación que pudiera traernos aquí.
-voy a poner cara de enferma para que no saquen malas conclusiones ¿okey?- digo cuando nos sentamos en las mismas bancas frente al televisor.
Harry sonríe.
-bueno, aunque a mi me da lo mismo lo que ellos piensen sobre nosotros- dice tiernamente –solo me importa que me amas
-de eso no hay duda- digo y estampo mis labios en los suyos sin importar que estuviéramos en un lugar público, sin importar que alguien pudiera estarnos grabando o tomando alguna fotografía.
Solo importamos nosotros.
Como él dijo… solo importa que nos amemos.
Dicen mi nombre a través de los parlantes y ambos nos levantamos caminando hacia la consulta donde, nuevamente, estaría esperándonos el doctor Frederick Banes para darnos la noticia que tanto estábamos esperando.
-hola- decimos al unísono y nos sentamos frente a él. –le traemos los exámenes
-que bien- dice y los abre inmediatamente. Entrelazamos nuestras manos en el momento en que comienza a leer, párrafo por párrafo lo que dice ese importante papel. Mi corazón se acelera en el momento en que sus ojos dejan el papel y nos observa.
Apreto la mano de Harry y él hace lo mismo.
-bueno- hace una pausa y se quita los lentes para observarnos tiernamente –debo decirles que van a ser padres
Me quedo sin aliento, todo lo que había pensado durante un mes estaba puesto ante mis ojos. Todo lo que había esperado pero tampoco deseaba se estaba realizando. No puedo evitar que las lágrimas salgan de mis ojos, no puedo evitar buscar apoyo en Harry quien inmediatamente me rodea con sus brazos susurrando que él nunca me va a abandonar, que estamos juntos en esto.
-¿le traigo un vaso con agua?- pregunta el doctor un tanto nervioso por mi reacción.
-por favor- responde Harry acariciando mi espalda suavemente en un intento desesperado por reconfortarme –amor, por favor respira
-tengo miedo- susurro en su pecho aferrando mis manos a su camiseta –no creo que pueda con esto
-claro que puedes- dice él separándome un poco para poder mirarme a los ojos –tu eres fuerte y estamos juntos en esto
-pero…- sus labios me callan y yo sollozo encima de él.
-no existen peros ____- limpia una lágrima de mi mejilla –este pequeño es nuestro hijo y lo criaremos juntos, estaremos juntos en esto
-te amo- susurro en sus labios y los acaricia suavemente
-yo también te amo- dice él y me abraza fuertemente –es… debo admitir que es emocionante ser padre
Desde mi boca sale una risa ahogada en un sollozo, no puedo creer que el se sienta emocionado por lo que viene en nuestro futuro.
El doctor vuelve a entrar con un vaso de agua entre sus manos, me lo entrega y se sienta en su escritorio.
-¿estas mejor?- pregunta el doctor mirándome tiernamente –es normal estar asustada a tu edad, las cosas suelen ser más difíciles pero… pero tu tienes a tu novio apoyándote- él nos sonríe a ambos –es algo que no todas las jovencitas tienen
-creo…- suspiro –creo que soy afortunada
-lo eres- dice él y toma su libreta –bueno vamos a tener que seguir tu embarazo pero como aun es reciente, te veré en dos meses mas
-esta bien- digo y apreto la mano de Harry
Nos brinda una sonrisa calida y nos desea suerte, que tenemos que estar tranquilos que todo irá bien y si es que me siento mal debo acudir a él inmediatamente.
Caminamos tomados de las manos hacia la camioneta, completamente en silencio. Cansada y temerosa me siento en la camioneta, él enciende la camioneta y avanzamos en la dirección correcta.
-¿vamos a mi departamento?- pregunta asustado por mi respuesta
-sería lo mejor- respondo pensando en una manera de decirle a mi madre que estoy esperando un hijo de mi novio, aquel que me mintió pero enamoró nuevamente en el día de mi cumpleaños, hace casi dos meses atrás.
Entramos al departamento y lo primero que siento es alivio, por primera vez siento este espacio como mi hogar, como el lugar donde encuentro paz y tranquilidad.
Me siento cómoda.
-te amo- susurro en sus labios apenas cierra la puerta y nos unimos en un dulce y apasionado beso que nos lleva al séptimo cielo. Sus brazos se posan en mi cintura y lentamente bajan hacia mis muslos donde me impulsa hasta sostenerme entre sus brazos como si yo fuera una pluma. Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y él me lleva hasta su cuarto, donde me deposita suavemente con él encima de mí. –no creo que sea… que sea un buen momento
Susurro mientras su boca se divertía en mi cuello provocando grandes cosquilleos en todo mi cuerpo. Doy un tierno beso en su frente y él se detiene inmediatamente. Me mira dulcemente y se recuesta junto a mí acariciando mi cabello, como si él quisiera que me quedara dormida.
-si no quieres… no te preocupes- da un beso en mi nariz, luego en mis ojos y para terminar en mi frente –son demasiadas cosas para afrontar en un día
-demasiadas- repito apoyando mi cabeza en su pecho rodeándolo con mi brazo, sintiendo su calor -¿Qué dirá mi mamá?
-sinceramente no lo sé- dice él y me abraza fuertemente –puede que se ponga feliz de ser abuela o…
-o que me quiera echar de la casa- termino la oración, él besa mi frente –no quiero que me odie
-no te va a odiar- dice y su mano acaricia mi mejilla –pero puede que me odie a mi
-no… no sé- respondo finalmente porque si existía la posibilidad de que me odiase puede que lo odie a él también. –tengo que encontrar el momento preciso para decirle
-y yo para contarle a mi madre también- susurra y recuerdo que ellas también deben saber, que ellas también van a ser parientes de este pequeño que va creciendo dentro de mi.
-podríamos decirles al mismo tiempo- propongo creyendo que sería una buena idea –o quizá no
-tenemos que pensarlo- dice finalmente y nos quedamos en silencio, pensando en las posibilidades que pueden pasar cuando nuestras familias se enteren de que vamos a ser padres, bastante apresurados realmente.
***
Su rostro se quedo en blanco, sus ojos siguieron escrutándome un momento más y mis temblores se intensificaron. Su mano subió hasta su rostro donde se quedo más tiempo del esperado. Las lágrimas no tardaron en recorrer su mejilla mientras ella se levantaba de su asiento y caminaba hacia la cocina, donde por primera vez en años cerró la puerta tras su espalda.
No se tardaron en escuchar los sollozos provenientes de la cocina.
-jamás la había decepcionado- susurro y Harry me abrasa, apretándome a su pecho mientras acaricia mi cabello. –yo no… no quiero hacerla sufrir
-ella… ella lo entenderá- dice y besa mi frente, la puerta de la cocina se abre y mi madre camina escaleras arriba sin mirarnos, sin notarnos. –quizá… quizá debas hablar con ella
-tengo miedo- digo enterrando mi cabeza en su cuello –siempre que estaba de esa manera esperaba hasta el otro día para hablarle
-podrías cambiar tu estrategia- dice y me dedica una sonrisa –debo irme
-quédate- digo y él besa mis labios –no quiero estar sola
-tengo que ir a un programa mañana temprano- responde y se levanta de su asiento –nos vemos pronto
-nos vemos- digo y caminamos hacia la puerta de entrada. Harry busca mis ojos y yo me permito perderme en los suyos, para que luego nuestros labios se unan en un beso que transmite seguridad y apoyo, nos necesitamos el uno al otro más que nunca. –te amo
-te amo- responde y sale por la puerta directo hacia su camioneta que se encuentra estacionada en la acera frente a la casa.
Cierro la puerta y me apoyo en ella un momento, la televisión de la pieza de mi madre se escucha desde la sala, esta enojada o lo suficientemente triste como para no querer verme nunca más. Subo las escaleras lentamente, rogando que ella tenga el valor de disculparme y apoyarme en mis errores. Me paro frente a su puerta y dudo por un segundo si es un buen momento para enfrentar mis problemas, a veces es mejor esperar pero, pero creo que lo mejor es hablar ahora. Golpeo dos veces y la televisión deja de sonar, se escuchan las pisadas fuertes de mi madre quien luego aparece en la puerta, pálida y molesta, pero podría decir que mucho más decepcionada.
-¿podemos hablar?- susurro y ella solo da la vuelta dejando la puerta abierta, tomo ese gesto como un sí por lo que camino detrás de ella hasta su cama donde ella se sienta mirando al vacío, ignorándome por completo. –perdón
Su mirada se hace intensa, sus manos se unen en su regazo y por un momento pareciera que estuviera evitando hacer algo en específico.
-no quise decepcionarte- digo y me arrodillo frente a ella –tengo miedo y te necesito- agrego e intento sostener sus manos que han quedado blancas por la presión –mamá
Sus ojos se posan en mí un momento pero luego la quita ferozmente.
-quiero estar sola- murmura y se aleja de mi, se queda quieta mirando por la ventana, dándome la espalda –no quiero hablar contigo
-mamá perdóname- suplico sosteniendo fugazmente su mano antes de que la retire y me fulmine con su mirada –no me hagas esto
-quiero estar sola- dice y vuelve a darme la espalda. Las lágrimas no tardan en asomarse desde mis ojos, lentamente camino hacia la puerta que aun permanece abierta, la dejo así y me voy a mi habitación donde por fin me permito llorar acorrucada en mi cama, abrasada a una almohada y con mi teléfono cerca.
No quiero estar sola.
No ahora.
No en este momento.
Nunca.
Capitulo 41:
Tres días sin que mi madre me hablara, tres días de encontrarme completamente sola en mi casa, tres días en los que ni siquiera podía concentrarme en las clases y tres días en los que ni siquiera mi estomago podía mantener la comida dentro de el.
Los nervios me estaban comiendo por dentro y la soledad me estaba matando, Harry ha estado muy ocupado, yendo de aquí para allá, cumpliendo con sus deberes, llamándome constantemente.
Mi madre se encuentra en la cocina y yo estoy aquí arriba en mi habitación, acabo de hablar con Harry y me voy a ir a vivir con él. Ya no aguanto estar aquí, sin poder hablar con mi madre, rogando que me escuche y por fin, así pueda perdonarme.
Pueda volver a amarme.
Dejo el lápiz encima del escritorio y vuelvo a leer la carta que le he escrito para que, por lo menos, sepa donde voy a estar. Dejo la dirección si es que llegara a necesitar algo, aunque no creo que sea así. Le explico que siempre la voy a querer y que si es que algún día desea perdonarme, la voy a recibir con los brazos abiertos.
Salgo de mi habitación y a hurtadillas me escabullo en la habitación de mi madre, veo por última vez sus cosas y su cama que está llena de bocetos. Veo su velador, que en este momento solo se encuentra con una taza de café encima, levanto esta y dejo el sobre. Limpio una lágrima que resbala por mi mejilla y vuelvo a mi pieza, espero a que ella vuelva a su habitación y tomo mi maleta para, intentar, bajar las escaleras lo más silencioso posible.
Miro todo a mi alrededor, las cosas que he dejado aquí han sido para no volver a buscarlas, ahora es el comienzo de una nueva vida, una vida con Harry.
El taxi que Harry había llamado para que me pasara a buscar estaba estacionado frente a la casa, le sonrío al chofer y él sale en busca de mi maleta para colocarla en la parte trasera del auto, me abre la puerta amablemente y luego pone en marcha el auto, directo a la dirección del departamento de Harry.
-¿vas de viaje?- pregunta observándome por el espejo retrovisor, suspiro y retiro las lágrimas que estaba derramando por dejar a mi madre sin hablar con ella.
-ojala pudiera decir eso- respondo y ambos volvemos a lo nuestro. Le envío un mensaje a Harry para avisarle que ya voy en camino, él me devuelve uno diciendo que dejó la llave con el conserje del edificio, que solo tengo que pedírsela a él y subir, y ponerme cómoda.
El taxi se detiene frente al edificio que pronto formaría a ser parte de mi hogar, donde todos los días llegaría a recostarme con un buen libro, donde con Harry, quizá criaríamos a nuestro primer hijo. Donde realizaríamos nuestra vida.
-gracias- digo y pago el viaje. Ahora con mi maleta en la calle siento como me tiemblan las piernas y unas enormes ganas de llorar. Camino dentro del edifico y voy al mesón de recepción donde el conserje me sonríe.
-hola- saludo y él presta especial atención en mi –el Sr. Styles debió dejar algo para mi
-_____ Johnson ¿cierto?- pregunta mientras busca algo en una cajita con el cartel de “encargos”. Asiento con la cabeza. –aquí está, espero que esté todo bien allá arriba
-gracias- respondo y me dirijo hacia el ascensor.
Al entrar en el departamento puedo ver que está mucho más ordenado que la última vez que había venido a verlo, la cocina se encontraba completamente limpia y la sala, la sala se encontraba en perfectas condiciones.
Definitivamente la limpieza había sido hoy en la mañana.
Voy hacia la habitación de Harry donde la cama, perfectamente hecha, se encuentra en el centro de la habitación donde las cortinas están abiertas y en la mesa junto a la ventana, en un florero descansa una rosa.
Una rosa.
Un nudo se forma en mi garganta mientras retrocedo al tiempo en el que Harry solo enviaba rosas, ahora tenemos más que rosas, un hijo en camino. Sostengo mi estomago un momento y me miro en el espejo.
¿Habrá crecido un poco?
¿Ya estará creciendo ahí dentro?
La curiosidad me mata.
Soy una completa inexperta en embarazos, no sé como funciona esto. Dejo la maleta junto a la cama y me recuesto en ella, observo el techo y dejo que la brisa que entra por la ventana llene la habitación y por un momento me traslade a otro mundo.
Cierro mis ojos y me permito dormir una siesta.
La puerta se abre y me sobresalto al ver que lo que me rodea no es mi habitación, recuerdo al instante que no me hablo con mi madre y que ya no estoy en mi casa, en la casa de mi madre. Me siento en la cama y espero a que alguien aparezca por la puerta de la habitación, segundos después es Harry quien aparece y me sonríe.
-me asustaste- digo y veo como camina por la habitación, quitándose sus zapatos y chaqueta para recostarse junto a mi.
-¿estas bien?- pregunta rodeando mi cintura con sus brazos, enterrando su rostro en mi estomago. -¿lograste hablar con tu madre?
-no- respondo y el nudo de mi garganta se vuelve a formar, recordando que al parecer nunca se ha ido –creo que no la veré en mucho tiempo
-nadie quiso que eso sucediera- dice y descubre mi aun plano abdomen para depositar un calido beso, supuestamente para el bebe. –serás muy querido pequeño
-pero no tendrá abuela- susurro y él levanta la vista
-claro que si- responde y la confusión abunda en mi cabeza –bueno, al menos tendrá tía
-¿le dijiste?- chillo cuando los hilos se unen en mi mente y el terror se apodera de mis huesos –me odia
-no te odia- dice y dibuja pequeños círculos en mi estomago –incluso podría decir que está emocionada con la idea
-¿emocionada?- pregunto con un pequeño atisbo de esperanza en mi voz -¿estas seguro?
-completamente- responde y yo busco desesperadamente sus labios, por fin una buena noticia -¿estas feliz?
-como no estarlo- susurro en sus labios que ahora se encuentran rojos por el contacto con los míos
-es un buen comienzo- responde y nos hundimos en un beso que nos lleva a la pasión y al amor.
Abrasada a su pecho desnudo es como me encuentro, descansando al compás de sus latidos rogando poder enmarcar este momento en mi memoria.
Una canción que desconozco comienza a sonar en alguna parte de la habitación, Harry se sobresalta bajo de mí y yo me corro para que él vaya en busca de su celular.
Solo en boxers atraviesa el umbral de la puerta buscando aquel aparato.
-¿hola?- escucho pronuncia desde la sala. Se queda callado un momento y luego solo logro distinguir murmullos.
Busco entre las sabanas su camiseta, lo suficientemente grande para que me cubra por completo. Hoy estaba usando su favorita, la de “The Rolling Stones”. Con solo esa prenda de ropa salgo a la sala para verlo sentado en el sofá con su brazo apoyado en la pierna y su cabeza apoyada en su mano. Una mueca de preocupación me impide acercarme inmediatamente.
-no puede… ¿no puede esperar?- pregunta y se levanta abruptamente, algo anda mal. Cuando me ve de pie apoyada en el umbral de la puerta, simula una sonrisa y se despide rápidamente diciendo que luego lo conversarían.
-¿todo… todo esta bien?- pregunto acercándome a él tímidamente, acaricio su abdomen desnudo con mis manos y él me acerca por la cintura –Harry
-todo esta bien- responde guiado por el deseo para volver a unir sus labios con los míos, me entretengo un momento hasta que recuerdo lo sucedido, nada esta bien
-Harry- susurro entre nuestras respiraciones entrecortadas –seguro que todo esta… ¿Esta bien?
-tranquila- dice estampando sus labios en los míos –tu solo… solo relájate
-yo… yo- susurro mientras todo comienza a darme vueltas rápidamente, apoyo mi cabeza en el hombro de Harry y este me sostiene firmemente –estoy mareada
-tranquila- repite suavemente –ya pasará
Suspiro y dejo que me guíe hacia el sofá donde me recuesta con mi cabeza apoyada en sus piernas. Poco a poco comienzo a sentirme mejor. Su mano acaricia mi cabello y mis ojos comienzan a cerrarse, agotada y por primera vez en mucho tiempo relajada.
-¿estas mejor?- susurra temiendo despertarme si es que me encuentro dormida. Mi silencio le afirma lo segundo y sus palabras apenas son un murmullo. –no quiero dejarte sola
Desisto de despertar de mi trance y preguntar a que se refiere con eso, pero su mano acariciando mi cabeza hace que prefiera quedarme de esa manera, con él cuidando de mí y queriendo que esté bien.
Por un momento recuerdo que estoy en el cielo y me doy cuenta de que no quiero abandonarlo.
Pero…
¿Qué significará eso?
Capitulo 42:
Nuevamente me observaba frente al espejo, mi estomago, ahora ya un poco pronunciado o eso es lo que yo pensaba, me demostraba que algo estaba creciendo ahí dentro. Por más extraño que parezca deseaba que creciera rápido, deseaba que ese bebe naciera y así poder ver su carita, así poder darle amor y así intentar ser una familia.
Harry llega por la espalda y me abraza, posando sus manos intencionalmente en mi estomago el que acaricia como si algo muy preciado estuviera dentro.
Y así lo era.
-creo que ha crecido- digo colocándome de lado para poder ver mejor mi vientre, un pequeño bulto, muy diminuto se notaba cuando me colocaba de lado. Hasta ahora nadie que pasara junto a mi se daría cuenta de que estoy embarazada.
-mmm… así parece- dice y se agacha a la altura de mi estomago descubriéndolo un momento para besarlo tiernamente, luego apoya su oído en él y dice -¿Qué dices bebe? ¿Por qué no quieres hacerte ver? ¿Te avergüenzas? Yo te amo
-yo también te amo- digo posando una mano en mi estomago, ¿será capaz de sentir que lo amamos? Harry se levanta y besa mis labios tiernamente, y yo lo rodeo con mis brazos. No hay nadie que pueda igualar lo tierno que es él con nosotros, el amor que sentimos el uno por el otro. -¿crees que pueda sentir que lo amamos?
-yo creo que si- responde seguro, volviendo a besar mis labios fugazmente –aunque, podríamos averiguar
-me gustaría saberlo- agrego separándome de él suavemente para caminar hacia la sala -¿tienes hambre?
-hambre de ti- ruedo los ojos y sigo caminando, el me atrapa por la espalda y yo río desesperada –quiero comerte a besos
-pero yo si tengo hambre- digo y me muevo de su agarre para poder correr a la cocina por un rico pedazo de pie de limón que Harry había comprado ayer por la noche, especialmente para mi. –me muero por un pedazo de pie de limón
-no quiero rogar por besos, amor- dice depositando un camino de besos a lo largo de mi cuello y mi mandíbula -¿sabes que te amo?
-yo también te amo- susurro y me giro para besar sus labios apasionadamente, sus manos viajan rápidamente hacia mi cintura donde juguetean con el borde de mi blusa, mis manos ligeramente enrolladas alrededor de su cuello se dejan caer al sentir sus besos llenos de deseo y la reacción que tenía mi cuerpo con su tacto. Sus manos bajan delicadamente hasta mi trasero donde me impulsan a enrollar mis piernas alrededor de su cintura. Dificultosamente Harry me llevaba hacia su habitación cuando el timbre nos despierta de la nube de deseo y pasión. Me baja delicadamente y ambos nos miramos desconcertados.
-voy… voy a ver- dice y besa fugazmente mis labios. Me dirijo hacia la habitación y reviso mi ropa, sigo con mi trabajo, buscar alguna ropa que sea ancha y conservarla. Escucho cuando se abre la puerta y luego solo silencio, frunzo el ceño y avanzo hasta el umbral de la puerta donde observo cuidadosamente la escena.
Mi madre suplicando entrar a verme.
Aparezco de improvisto en la sala y ambos se quedan observándome petrificados.
-a qué… - mi voz tiembla -¿a qué viniste?
Sus ojos se tornan vidriosos y se abre paso corriendo a Harry para abalanzarse encima de mi en un enorme abraso. Me pongo tiesa, su cariño me es indiferente.
-perdóname- susurra cerca de mi oído y es ahí cuando me quiebro. Las lágrimas se derrumban desde mis ojos y mojo su chaqueta, la abraso fuertemente y siento como se llena el vacío que durante un tiempo no me había dado cuenta estaba ahí. –perdóname
-no- susurro alejándola de mí, quizá, bruscamente –no tengo que perdonarte
-¿estas bien?- pregunta sosteniendo mi rostro entre sus manos -¿Cómo está mi nieto?
-estamos bien- respondo reprimiendo una sonrisa. Observo a Harry apoyado en la pared junto a nosotras, me sonríe y camina rodeándonos para abrasarme por la espalda –todos estamos bien
-que bueno- dice y baja la mirada. Harry besa mi mejilla y dice:
-las dejo para que conversen- apreta mi mano y se pierde en la habitación. Le sonrío a mi madre y la guío hacia el sofá, que para nuestra suerte se encuentra limpio, donde nos sentamos y aguardamos en silencio a que alguna comience.
-te traje algunas cosas- dice levantando la bolsa que había dejado en el suelo –no sé si servirán… pero quería aportar
Saca una bolsa y dentro de ella hay dos pequeños enteros para bebes, la emoción se atora en mi garganta cuando me imagino a mi bebe usando esas pequeñas prendas de ropa.
-gracias- susurro y me doy cuenta de que ninguno de nosotros había empezado a comprar cosas para el bebe –aun no hemos comprado nada
-¿enserio?- pregunta y saca una mamadera y unos gorritos –pues entonces es lo primero para el bebe
-si, lo es- digo aun sosteniendo el pequeño entero entre mis manos -¡Harry! Mira
Harry asoma la cabeza por la puerta y sus ojos se iluminan al ver lo que sostengo entre mis manos.
-es… es tierno- pronuncia con un poco de repulsión hacia mi madre, es comprensible, al ver todo el sufrimiento que me causo su rechazo. Él es quien me cobija en las noches y mi pañuelo de lágrimas. –gracias
-de nada- dice mi madre incomoda, cualquiera lo estaría, incluso yo lo estoy. Me levanto y traigo un vaso de jugo para cada uno, nos sentamos en silencio, nuevamente, aguardando para que cualquiera de nosotros hablara primero. –bueno… me tengo que ir
-…es… espero verte de nuevo- pronuncio sin antes haberme dado cuenta de lo que digo –adiós
-adiós- dice ella y antes de irse me da un fuerte abrazo. La tensión entre nosotros se siente en el aire y yo no soy ajena a ella. La despido en la puerta y tengo que enfrentarme a un enojado Harry. Me quedo observándolo un momento y no logro adivinar lo que pasa por su mente.
-me alegra que se reconcilien- espeta con un poco de dolor en su voz –pero… no me agrada que venga aquí
-pero… - hago una pausa –es mi madre
-y deja una sensación rara aquí dentro- yo también la sentía –solo… no la invites a venir
-yo…- me apoyo contra la pared –yo… no sé si quiero perdonarla
-no lo sé- responde él inmediatamente –simplemente es extraño
-lo sé- digo y dejo que él me rodeé con sus brazos –pero… ¿sabes?
-¿Qué?- pregunta curioso
-no me importa- hago una pausa cuando sus besos se extienden a mi cuello –porque estamos juntos en esto
-cierto- dice algo inseguro. Mi corazón da un vuelco y siento que algo anda mal, algo que Harry no quiere decirme –amor, tenemos que hablar
-no quiero hablar- digo inmediatamente sabiendo que “tenemos que hablar” nunca trae algo bueno –hablar es malo
-no puedo contradecirte- responde y se forma un nudo en mi garganta –pero es necesario
-esta bien- accedo y dejo que me lleve hasta el sofá, demasiadas cosas que asimilar en un solo día. Quien iba a pensar que en un solo día mi madre vendría a disculparse y luego Harry me daría una mala noticia.
-hace algunos días- comienza y yo lo observo expectante, notando como selecciona las palabras correctas con miedo, miedo a mi reacción o a que descubra algo –hace algunos días me avisaron de que con la venta del nuevo disco… haríamos algunos viajes
-¿viajes?- pregunto incrédula. Su mirada se hace cálida y su mano busca la mía.
-en un mes más comienza una gira- dice suavemente. Mi corazón se cae y siento el pánico apoderándose de mí, Harry tendrá que viajar durante mucho tiempo y yo estaré, aquí, sola.
-¿Por cuánto tiempo?- pregunto soltándome de su agarre para rodear mis piernas, intentando llenar el vacío que comienzo a sentir -¿volverás?
-claro que volveré- responde firme –solo serán algunos meses
Me quedo en silencio, asimilando lo que realmente quiere decirme con que solo serán algunos meses, ¿Cuánto tiempo estará afuera?
-¿estarás bien?- pregunta acariciando tímidamente mi espalda. Suspiro, no puedo decirle que lo necesitaré demasiado, no puedo mostrarme débil… débil nuevamente.
-si- respondo e intento sonreírle, él besa mis labios y me abraza fuertemente, dejo que me proteja queriendo guardar este sentimiento y esta sensación para cuando él ya no se encuentre aquí, y yo comience a necesitarlo, a extrañarlo y a añorar su llegada.
A medida que transcurre el día me voy dando cuenta de todo lo que ha sucedido, asimilo todo lo que ha ocurrido y lo que tienen en común.
Mi madre apareció misteriosamente, queriendo disculparse por abandonarme en uno de los momentos más importantes de mi vida, lo único que faltaba es que me rogara volver a vivir con ella para que todo tuviera más sentido.
Harry me dice que en un mes más se tendrá que ir de gira con la banda para promocionar su nuevo CD, me quedaré sola durante varios meses en los que… en los que mi estomago irá creciendo y necesitaré todo el apoyo de mi madre.
¿Será posible que él hubiera llamado a mi madre? Será que fue Harry quien le dijo primero a mi madre que debía irse, será que él le rogó para que viniera a arreglar las cosas conmigo y así cuando él no esté tener a alguien en quien confiar.
Me levanto del sofá y camino hacia la habitación donde Harry, con su laptop en el regazo me observa cuando entro dedicándome una de sus sonrisas.
-Harry- susurro colocándome junto a él sigilosamente –puedo preguntarte algo
-claro, amor- dice y da un beso en mi frente para volver a prestar atención a su computador, donde puedo ver está conversando con Niall y estando en twitter a la vez.
-mmm… ¿tu llamaste…- hago una pausa, trago saliva y continuo -¿tu llamaste a mi madre?
-¿Qué?- dice dejando su computador a un lado para poder mirarme, completamente confundido sostiene mis manos –yo… yo no hice eso
-¿seguro?- insisto y veo como sus ojos se mueven rápidamente desde y hacia mi –todo parece entrelazarse, no me mientas
-no estoy mintiendo- se coloca a la defensiva y de repente me arrepiento de haber dicho eso en primer lugar –yo no planee nada de esto, _____
-yo solo… creí- él me interrumpe
-creíste mal- espeta levantándose de la cama, comenzando a caminar en círculos junto a mi –sabes mejor que nadie que yo no quiero que estés cerca de tu madre
-¿Cómo puedes decir eso?- chillo ante su comentario
-¿no quieres que sea sincero?- dice elevando el tono de su voz, me levanto y camino fuera de la habitación, yo no quería provocar esto, yo no… -¡solo estoy diciendo la verdad!
-¡quizá yo no quiero escucharla!- grito desde la sala donde estoy buscando mi bolso para salir a caminar –no creí que… no creí que fueras así
-así cómo- responde apareciendo debajo del umbral de la puerta –no creíste que a mi también me afectaría que tu madre no te hablara ¿no es así?
-yo no…- vuelve a interrumpirme avanzando lentamente hacia donde me encuentro.
-fui yo quien te acogía por las noches cuando llorabas por sentirte sola- hace una pausa –te dejo… y yo estuve ahí ¿de verdad crees que no voy a sentir rabia hacia ella?
-pero es mi madre- susurro sintiendo como las lágrimas comienzan a brotar desde mis ojos –y… yo no puedo evitar… no puedo evitar sentirme de esta manera
-yo… no sé que decir- susurra pasando desesperadamente su mano por el cabello –pero yo no llamé y no tienes que irte
-yo no…- me detengo al ver que sostengo mi bolso fuertemente
-esta es tu casa- dice y se devuelve hacia la habitación cerrando la puerta detrás de él.
Me siento en el sofá aguardando a que salga por esa puerta y me bese como siempre ha hecho.
Él sale pero no exactamente para eso.
Veo como sale de la habitación son su chaqueta puesta y sin mirarme camina hacia la puerta de entrada donde desaparece sin decir adiós.
Llevada por el insisto camino hacia la habitación, donde despojándome de mis ropas, me cubro con solo una de sus camisetas gigantes para empaparme de su olor hasta que él llegue y así no te tener que añorar su llegada.
No podré sobrevivir así cada noche.
Durante varios largos meses.
La puerta se abre repentinamente y Harry aparece por ella, sus ojos parecen desorbitados y su boca se abre sin decir palabras.
-te amo- espeta caminando dificultosamente hacia la cama donde me levanto y lo rodeo con mis brazos. Su boca busca la mía y nuestros labios se unen como si no se hubieran tocado en más de un año.
Inmediatamente siento el olor a alcohol.
-Harry- digo y lo alejo ligeramente de mi –estas borracho
-¿no me amas?- pregunta con un dejo de terror en su voz –dime que me amas, yo te amo _____
-yo también te amo- digo y beso su frente corriendo unos mechones de su cabello, ahora completamente desarmado. –pero ahora debes dormir
-no quiero dejarte- murmura en la oscuridad mientras se acomoda junto a mi –vamos a ser padres ¿verdad?
-si, Harry- respondo riendo antes sus sutiles preguntas y mientras le quito su estropeada chaqueta –ahora duerme
-te amo- dice finalmente para caer dormido junto a mi, ahora no me siento sola, lo tengo junto a mí.
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
TE AMOO!!! gracias gracias!!!
perdon por no comentar antes es que la escuela me tiene tan atareada y eso que recien empiezan las clases jajaja
presiento que se vienen cosas dificiles para la rayis.. en fin siguela me encantaaaa
Besos y SIGUELA!!!
p/d: siguela plis siempre me voy a hacer un tiempo para leer y comentar
perdon por no comentar antes es que la escuela me tiene tan atareada y eso que recien empiezan las clases jajaja
presiento que se vienen cosas dificiles para la rayis.. en fin siguela me encantaaaa
Besos y SIGUELA!!!
p/d: siguela plis siempre me voy a hacer un tiempo para leer y comentar
GreeceArg
Re: Mentiras -Harry y tu-
Capitulo43:
EL día había llegado, la última noche que pasaríamos juntos y el último recuerdo que tendría para poder vivir el resto de estos meses en los que él se encontrará de gira.
EL día había llegado, la última noche que pasaríamos juntos y el último recuerdo que tendría para poder vivir el resto de estos meses en los que él se encontrará de gira.
Una noche inolvidable.
Ese fue mi primer pensamiento cuando vi el calendario dándome cuenta de que faltaba unos cuantos días para que partiera.
Camine rápidamente hacia la habitación donde, escondido en el closet que compartimos, se encuentra el vestido que mi madre m regaló especialmente para esta ocasión.
Un vestido negro, sin tirantes y ajustado hasta un poco más arriba de la rodilla.
Con el vestido ya puesto me doy cuenta de que ahora si se nota un pequeño bultito en mi estomago, que algo ya está creciendo ahí dentro y que pronto ya será más grande, haciéndonos saber que esta ahí.
Recojo mi cabello en un medio moño, dejando las mechas más largas sueltas encima de mis hombros.
Él no tiene idea de lo que le espera.
Corro hacia la sala al darme cuenta de que aun me quedan unos pocos minutos para que llegue del último ensayo antes del viaje. Ajusto las velas en la mesa y vigilo la pasta que se está cocinando en el horno, antes yo ni siquiera podía hacer una sopa en sobre pero ahora, con un buen libro de receta he conseguido hacer algo más que un sándwich.
Si la pasta no sabe bien, no sé que voy a hacer.
Arreglo el mantel y escucho como se gira la manilla de la puerta, chillo y camino rápidamente hacia la habitación donde, escondida, estaré esperando para cuando él entre.
-¡llegue!- grita desde la sala y se queda en silencio al ver lo que tengo preparado –amor ¿Dónde estas?
Abro lentamente la puerta de la habitación y dejo que me vea de pies a cabeza, deja su mochila encima de la mesa de la cocina y avanza lentamente hacia mí.
-estas hermosa- murmura mientras sus manos instintivamente se posan en mi abultado estomago –¿sabías que te amo?
-yo también te amo- respondo y entrelazando mis manos por encima de su cuello busco sus labios, y los uno con los míos como si no hubiera mañana. Sus manos me rodean por la cintura y luego bajando suavemente me impulsan queriendo que rodee mis pernas alrededor de su cintura.
Río en sus labios.
-primero hay que cenar- susurro a escasos centímetros de su rostro, él besa mi nariz y relaja su agarre para que pueda moverme con mayor facilidad
-no tengo hambre- agrega no queriendo soltarme del todo, besa mi cuello juguetonamente y agrega –solo quiero comerte a besos
-necesitamos comer- río y hago principal énfasis en el pequeño bulto de mi estomago –no querrás que lloremos luego
-claro que no, amor- susurra besando mis labios sin querer alejarse de mi –comamos
-acepto- respondo y lo alejo de mí con delicadeza, rodeo la mesa de la cocina y vigilo nuevamente la pasta, que ahora, se encuentra en perfecto estado -¿te gusta la pasta, verdad?
-eeh- duda un momento y siento como el pánico se apodera lentamente de mi –por supuesto
-me asustaste- respondo y la llevo a la mesa donde Harry, ahora solo con una polera, se sienta frente a mi –espero que esté buena
-¿por qué no habría estarlo?- dice él quitando rápidamente un trozo grande.
-es la primera vez que cocino algo así- él me sonríe y se hecha un gran bocado a la boca, lo mastica lentamente hasta que en un momento sonríe diciendo que esta delicioso.
Corto un pedazo pequeño y lo saboreo lentamente, un sabor extraño se apodera de mi boca y me hace querer vomitar.
-esta asqueroso- chillo una vez que he logrado tragar aquel pedazo –no quería herirte- susurra dejando a un lado la pasta que había preparado –pero… ¿hay postre?
-mmm...- bacilo un momento, había olvidado comprar el helado… creyendo que luego de que termináramos de comer el postre, bueno. Mis mejillas se vuelven rojas en cuanto lo pienso y Harry capta el mensaje inmediatamente.
-estoy de acuerdo- dice levantándose de su asiento caminando directo hacia donde me encuentro, sosteniéndome entre sus brazos tropezamos en el sofá donde me siento encima de él, con una pierna a cada lado y lo beso ferozmente. Sus manos me sostienen firmemente contra él, recorriendo mi vestido, buscando una manera de quitarlo fácilmente. Mis manos encuentran la apertura de su camisa y la quito rápidamente, dejando al descubierto su firme abdomen y con ello sus tatuajes. Recorro cada uno con la punta de mis dedos y el se estremece con cada tacto. Mi boca encuentra su cuello y lo escucho gemir contra mi oído, sus manos finalmente encuentran el cierre de mi vestido y comienza a bajarlo lentamente.
Quedo en ropa en mi ropa interior negra sin darme cuenta de donde queda mi vestido.
Sus ojos recorren mi cuerpo lentamente y me sonrojo inmediatamente, creo que nunca me acostumbraré a eso. Me coloca debajo de él en el sofá y sus manos viajan hasta todos los rincones de mi cuerpo, provocando sensaciones que despiertan curiosidad.
-eres hermosa- susurra en el espacio que hay entre mis pechos, agarro su cabeza y beso sus labios desesperadamente. Cuando sus manos viajan hacia la parte baja de mi espalda y luego suben hacia el broche de mi brasier, sostengo fuertemente a Harry y le hago entender que es tiempo de ir a al habitación. Asiente con la cabeza y llevado por el deseo me toma entre sus brazos mientras besa mi cuello, hombros y todo pedazo de piel descubierto.
Con el pie cierra la puerta para, por última vez en meses, entregarnos el uno al otro a la pasión y al amor que sentimos.
***
Abro mis ojos lentamente y me doy cuenta de que Harry ya no se encuentra junto a mí, asustada, levanto mi cabeza y pongo atención al ruido de la ducha corriendo.
Esta en la ducha.
Abrazo el vacío que queda en su cama intentando memorizar lo que es tenerlo junto a mí, intentando conservar lo calido de su espacio de la cama y su olor. Suspiro cuando escucho la ducha cerrarse, momento en que me doy cuenta de que tengo que levantarme y salir de mis fantasías, volver a la realidad en la que Harry tenía que viajar yo me quedaba esperando a que volviera.
-amor, despertaste- dice Harry saliendo del baño con solo una toalla cubriéndolo de la cintura para abajo dejando todo su torso al descubierto -¿dormiste bien?
-perfectamente- respondo estirándome bajo la sabanas –te voy a extrañar
-yo también- dice mientras detiene la toalla con la que esta secando su cabello –te amo
-te amo- digo y tomo la camiseta que él dejo encima de la cama durante la noche, y me la coloco –me voy a bañar ¿okey?
-claro- dice y se detiene cuando me encuentro frente a él buscando su mirada desesperadamente –no me mires así
-intento memorizar tu rostro- respondo cuando mis manos viajan a través de su cuerpo para llegar hasta su rostro, el que acaricio delicadamente para luego besar sus labios dulcemente. Sus manos se posan en mi cintura donde arruga la polera subiéndola poco a poco. –Te amo – digo ahogando un sollozo cuando entierro mi rostro en su cuello. Él termina por abrazarme fuertemente y yo hago lo mismo.
Cuando termino de arreglarme Harry está esperándome en la sala, con sus dos maletas y con el teléfono en su mano. Se supone que el bus que los llevará al aeropuerto esta por pasar en cualquier momento.
No estamos preparados para esto.
Me coloco mi chaqueta y me quedo observándolo un momento, él me sonríe, cómo voy a extrañar esa sonrisa. Aguanto una lágrima, me prometí no llorar, y camino hacia él para entrelazar nuestras manos, y así salir de nuestro hogar.
La furgoneta ya se encuentra afuera.
Nos subimos en la parte de atrás donde nadie podrá molestarnos, los demás chicos ya deben estar allá y somos los últimos en llegar. Durante todo el viaje apoyo mi cabeza en el hombro de Harry quien a cada momento besa mi frente y con su mano libre acaricia mi abultado estomago, intentando que ese gesto pueda parecer desapercibido delante de los demás.
Nadie sabe que espero un hijo de Harry.
Nadie puede saberlo.
La furgoneta entra por donde las directioners no pueden vernos para que, según ellos, no nos hagan daño. Yo pienso que niñas entre 10 y 20 años no podrían hacernos daño.
Harry me extiende la mano cuando tenemos que bajar, la sostengo y dejo que me guíe a través del aeropuerto, donde nadie puede evitar levantar la mirada y observarnos. Cuando llegamos a la zona de embarque me doy cuenta de que es el momento de decir adiós. Algunos de los chicos también están con sus novias y también con sus familias.
Todos los extrañaremos.
Instintivamente me detengo y el toma mi rostro entre sus manos para besarme como nunca antes había hecho en publico, guiada por su deseo mis manos agarran su chaqueta intentando mantenerme en pie. Cuando nos separamos por la falta de aire nos damos cuenta de que todos tienen su atención en nosotros. Suspiro y no puedo evitar que las lágrimas broten desde mis ojos, es imposible no llorar.
-amor, no llores- susurra secando mis lágrimas delicadamente con su mano –por favor
-son las hormonas- susurro para que nadie escuche mi respuesta, él besa mis labios fugazmente –te voy a esperar
-y yo vendré corriendo- susurra en mis labios los que besa nuevamente –tienen que esperar por mi ¿esta bien?
-esta bien- respondo y ahora soy yo quien besa sus labios –no hagas nada malo y ten cuidado
-lo tendré en cuenta- agrega rodeándome por la cintura –le dije a Gemma que viajara regularmente para saber cómo estas
-bueno- digo y entierro mi rostro en su cuello dando absorbo su aroma por última vez –no olvides que te amo
-te amo- responde y vuelve a besarme mientras me aprieta fuertemente contra su cuerpo. Alguien golpea su hombro, me suelta y besa mi frente, se aleja poco a poco y cuando está por entrar a la zona de embarque no olvida pronunciar un “te amo” antes de irse.
Me quedo ahí sola, rodeada de gente que no conozco, sufriendo por dentro y rogando a cielo que todo salga bien.
Intentando que las estrellas le hagan saber que…
Ambos estamos esperando por él.
Capitulo 44:
Rodeando mis brazos instintivamente camino a través del aeropuerto buscando la salida, veo a todos caminar en la misma dirección que yo pero a pesar de que yo sabía quienes eran ellos… ellos no me conocían, no habíamos tenido el placer de presentarnos. La familia de Harry no había podido venir a despedirlo porque su madre se encontraba resfriada y en cama mientras que Gemma tenía trabajo por hacer, y ellos ya se habían despedido hace unos días atrás. Suspiro retirando las lágrimas que pronto están por derramarse desde mis ojos, no puedo llorar, debería estar feliz por él… debería estar feliz de que él cumpla su sueño y esté triunfando en eso.
Creo que soy muy egoísta.
Rápidamente encuentro la salida del aeropuerto y, prácticamente corro hacia el primer taxi que veo. Aun no quiero llegar a mi casa, o más bien al departamento de Harry, él me hizo una copia de sus llaves para que me quede ahí los meses de su ausencia.
Aunque tampoco tenía planeado irme a vivir nuevamente con mi madre, no hemos hablado mucho, desde aquel día en el que fue sorpresivamente a visitarnos llevando tierna ropa de bebe… no había pensado hasta ese momento lo necesario que sería que empezara a comprar cosas.
Si es que algún periodista me seguía podría ver lo que estaba comprando, nadie podía enterarse que estoy embarazada y mucho menos de Harry.
Podría arruinar su carrera.
Decidí ir a hacerle una visita a Kyle, no lo he visto en días y supongo que su madre me recibirá bien sin avisar. Ellos siempre me quisieron y… querían que nosotros fuéramos algo más, lo que no paso más allá de un beso.
Le dije la dirección al taxi y rogué que ellos aun vivieran ahí, aunque Kyle no había estado en la ciudad durante un largo tiempo, creo que al menos su madre podría seguir en la misma casa.
Me detuve frente a la tan recordada puerta roja con unas plantitas en las afueras, me acerco cautelosamente hacia la entrada y toco el timbre. Se escuchan pasos y mucho ruido, doy un paso hacia atrás rogando que mejor este equivocada para así poder irme.
-diga…- una señora de cabello rubio como el de Kyle se apoya en el umbral de la puerta con ojos cansado y manos empapadas de pintura, creo que llegué en un mal momento -¿_____? ¿Eres tú?
-si- respondo sin saber que más decir, no había planeado todo exactamente como podría haber pasado –espero no llegar en un mal momento
-cariño, tu nunca interrumpes- dice haciéndose a un lado para dejarme entrar –siempre has sido bienvenida en esta casa
Había olvidado la hospitalidad de la madre de mi mejor amigo.
-¿buscas a Kyle?- agrega corriendo a la cocina para volver con un paño entre sus manos, me encojo de hombros y me siento en el sofá que se encuentra arrimado en una esquina. Aparentemente estaban pintando la casa, o eso creo. –está pintando su habitación, si quieres pasa
-gracias- susurro y camino a través del pasillo hacia la habitación de Kyle, que se encuentra donde la recuerdo. La puerta se encuentra abierta y, aunque no es necesario, doy dos leves golpecitos en la puerta llamando su atención. –hola
-_____- murmura dejando la brocha encima de un papel que cubre el suelo, llevaba puesto solo una polera y unos pantalones cortos lo que ya se encontraban cubiertos de pintura azul. Si él estaba pintando su pieza azul –que sorpresa
-si, estaba despidiendo a Harry…- me quede en silencio sintiendo como se volvía a formar el nudo en la garganta -… no quería volver tan rápido a la casa
-él,¿se fue?- dice asombrado -¿A dónde?
-no sé exactamente- respondo recordando todos los lugares que visitarán –creo que parten en Francia, se fue de gira
-oh- fue lo único que salió de su boca, me apoye en la puerta que para mi suerte no estaba plagada de pintura –supongo que serán hartos meses
-si- respondo echando la cabeza hacia atrás reposándola en la puerta, por un momento todo me dio vueltas e instintivamente pose mi mano en mi pequeño pero abultado estomago –ya lo extraño
-¿te sientes bien?- pregunto acercándose a mi rápidamente posando su mano instintivamente en mi frente, río por el gesto y bajo mi mano de mi estomago colocándola junto a mi.
-si- hago una pausa mientras ajusto mí vista hacia su cuarto –estoy bien
-¿segura?- insiste mirándome preocupadamente –te ves pálida
-estoy bien- aseguro pero no soy capaz de apartarme de la puerta y tan solo lo observo desde ahí -¿puedo almorzar aquí?
-claro- dice y camina a través del pasillo para avisarle a su madre quien seguía en su habitación -¿vienes?
-seguro- digo y doy un paso hacia delante, mi pierna tirita y me asusto, Kyle ya no me está mirando y luego todo se vuelve negro de un momento a otro.
-tienes que llamar a alguien, hijo- escucho bastante lejos de mi, quiero abrir mis ojos pero se sienten pesados y no soy capaz de hacerlo, sigo escuchando
-no sé a quien llamar- responde y ahora escucho su voz más claramente –no tiene mucho contactos en su celular y su madre no es uno de ellos
-si no despierta pronto- hace una pausa –tendremos que llevarla a un hospital
-creo que si – responde Kyle y siento como su mano acaricia mi frente delicadamente, me estremezco bajo su tacto y logro abrir abruptamente mis ojos para encontrarlo mirándome fijamente -¡despertaste!
-hola- murmuro intentando levantar mi cabeza, un dolor se posa en la parte de atrás de mi cabeza y desisto –me duele
-¿Qué te duele?- pregunta asustado
-la cabeza- respondo subiendo una mano hacia ella para intentar calmar el dolor -¿Qué me pasó?
-te desmayaste- responde dándome una mirada de compasión –te traje hacia la cama de mi madre
-gracias- digo esforzándome por sonreír, recuerdo a mi bebe y poso mi mano en mi estomago justo cuando él se levanta, pero es demasiado tarde él ya vio mi gesto
-¿te duele el estomago?- pregunta y vuelve a sentarse junto a mi, posando su mano también en mi estomago, esto es demasiado incómodo, él único que tocaba mi estómago era Harry
-no- respondo apartando mi mano y haciendo lo mismo con la suya
-entonces- hace una pausa -¿Por qué lo tocas todo el tiempo?
-porque…- alargo mis palabras y en ese momento su madre aparece por la puerta con una mirada suspicaz en su rostro.
-porque está embarazada- dice como si fuera lo más obvio del mundo, observo a Kyle, su rostro palideció en el instante que oyó a su madre y yo avergonzada, tomo entre mis manos el almohadón más cercando y cubro mi rostro –su estomago está abultado y no es por qué esté engordando, hijo
-¿eso es verdad, _____? – pregunta un tanto enojado o herido, él quita delicadamente el almohadón que cubre mi rostro para luego él sostenerlo apoyado en sus piernas, no veo otra manera de salir de este problema y solo me limito a asentir -¿Por qué no me lo dijiste?
-pocas personas saben de esto- respondo desviando mi mirada y sintiendo como las lágrimas se acumulan en mis ojos amenazando con salir –tan solo… creí que sería lo mejor… no sabía cómo te lo hubieras tomado y temí
-debiste habérmelo dicho- hace una pausa –soy tu amigo y también tengo que cuidarte- me sonríe –ahora más que nunca que Harry está de gira
-su hermana me vendrá a ver cada vez que pueda- respondo sintiendo el nudo en la garganta volviendo a formarse por su ausencia –no…
-también nos tienes a nosotros- dice y acaricia mi estómago tiernamente –voy a ser tío –dice con alegría y mi corazón da un salto de felicidad
-gracias –respondo al ver su mueca de sonrisa en sus labios
-de nada- dice y me abrasa con cuidado de no aplastar a mi pequeño –para eso estamos los amigos ¿no?
Se estaba haciendo tarde, Kyle y su madre se preocuparon bastante por mí diciendo que tengo que cuidarme bastante por el bebe, que a mi edad a veces los embarazos resultan riesgosos y que no tengo que pasar emociones fuertes que puedan provocar la pérdida de este.
-no lo haré- digo cuando Kyle me acerca hacia la puerta, él me va a ir a dejar al taxi para que llegue sana y a salvo al departamento que compartí con Harry –estaré bien y los vendré a visitar de vez en cuando
-te estaré esperando, ____- dijo la madre de Kyle con una enorme sonrisa, me pregunto que pasará si Kyle algún día le lleva la noticia a su madre de que va a ser padre, no creo que su novia valla a recibir la misma hospitalidad que he tenido yo –nos vemos y cuídate
-adiós- digo alzando mi mano en señal de despedida, Kyle posa su mano en mi espalda y nos dirige hacia la esquina de la calle de donde él vive ya que ahí es donde pasan más autos que por la calle que cruza. –gracias por todo
-de nada- hace una pausa –llama si es que necesitas algo
-lo haré- respondo y sonrío en el instante que él extiende su brazo para hacer para un taxi, el taxi se detiene junto a mi y le digo adiós a Kyle. En cuanto me subo a la parte trasera del auto le indico la dirección hacia el centro de Londres donde el chofer, sonriente asiente con la cabeza y se pone en marcha hacia donde yo le he indicado.
-aquí llegamos señorita- dice le conductor y le sonrío, abro mi bolso y saco el dinero para pagar el viaje.
-gracias- murmuro y bajo hacia la acera, en el instante en que pongo un pie en el edifico siento como la tristeza me invade, Harry no va a estar esperando arriba para abrazarme y decir que me extraña, eso no va a pasar en mucho tiempo. Tomo apresuradamente el ascensor hasta el piso que me corresponde y entro rápidamente en el departamento cuando he llegado al pasillo. La sala está completamente vacía y oscura, los muebles siguen ahí pero no es lo mismo sin Harry, sus cosas ya no están excepto por aquellas poleras que uso yo para dormir, enciendo la luz y la soledad se hace más grande. Sollozo y camino hacia la habitación, todo es peor pero enseguida enciendo la computadora para ver si es que hay algún mensaje, en cuanto entro en mi correo hay un recado de Harry:
Hola! Ya te extraño demasiado, hemos llegado bien y ya nos encontramos en el hotel, en cuanto puedas entra a tu cuenta de skype, estaré esperando para que hablemos…
Te amo.
Siento como el nudo en la garganta se hace más fuerte y me recuerdo que solo está de viaje, y que en solo unos cuantos meses él estará de regreso para hacerme compañía. Ingreso a mi cuenta de skype y veo como Harry inmediatamente me invita a hacer una video llamada con él. Emocionada acepto y enseguida aparece su rostro con una sonrisa.
-hola, amor- dice enviando un beso a través de la cámara, le sonrío y no puedo evitar las ganas de estrechar mis brazos a su alrededor, y besar sus labios -¿Cómo están?
-estamos bien- respondo con una sonrisa enorme en mi rostro -¿Cómo llegaron?
-estamos bien- respondo con una sonrisa enorme en mi rostro -¿Cómo llegaron?
-todo bien- hace una pausa –en el aeropuerto había un montón de chicas aguardando nuestra llegada pero no nos hicieron nada, solo querían abrazarnos
-que bien- murmuro mientras aferro una mano en la frazada junto a mí, no puedo llorar, no puedo –yo pasé el día con Kyle y su madre
-¿si?- dice mostrándose un poco molesto pero a la vez agradecido, luego sonríe –que bueno que no estés sola, amor
-si, sé que puedo contar con ellos- digo recordando que mi madre me dio la espalda –hoy se enteraron que, bueno… tu sabes
-¿de verdad?- pregunta sorprendido pero también aliviado
-lo que paso es que- hago una pausa, ¿está bien que le cuente sobre mi desmayo? –bueno me sentí un poco mal y la madre de Kyle ya se había dado cuenta
-¿te encuentras bien?- pregunta ahora realmente asustado –tienes que ir al doctor si ocurre algo, ya lo sabes
-tranquilo- le doy una sonrisa –estoy bien
-tienes que cuidarte- dice en tono paternal -¿sabes? He estado pensando en nombres
-¿nombres?- digo un tanto estupefacta -¿no crees que es demasiado pronto? Apenas tengo 3 meses… casi 4
-lo sé- dice pero no puedo dejar de observar ese brillo en los ojos –pero, creí que sería bueno ya tener algunas ideas
-escucho- digo y veo como agacha su cabeza y busca entre sus cosas para finalmente sostener un cuaderno entre sus manos.
-okey- hace una pausa y gira una de las hojas –hice dos listas, uno para niñas y otro para niños- sonríe orgulloso –en la lisa de niñas están
-Sarah
-Haley
-London
-Paris
-Diana
-Hermione
-¿Hermione? ¿Es enserio?- pregunto ahogando una risa en mi voz
-si- se muestra enojado -¿tienes algún problema? Ese lo dijo Zayn
-¿ellos ya lo saben?- pregunto asustada y él asiente
-tenía que decirlo- hace una pausa y deja el cuaderno a un lado por un momento –me ven preocupado a cada momento y necesitaban respuestas
-entiendo- digo y bajo la mirada hacia el teclado –sigue con tu lista
-okey- dice y vuelve a colocar a la vista su cuaderno
-Ginger
-Lauren
-y esa es la lista de niñas- dice y vuelve a girar una página de su cuaderno –te los voy a enviar para que decidas y ahora la lista de niños
-Niall
-Liam
-James
-Louis
-¿eso los escogieron ellos, no es así?- pregunto dándome cuenta de que todos sus nombres estaban en la lista, excepto el de Zayn
-si- hace una pausa y sigue con la lista
-Harry
-Tomas
-Dan
-Chris
-Derek
-Travis
-esa es la lista de niños- dice con una enorme sonrisa en su rostro –si quieres puedes agregar algunos que te gusten
-lo haré- digo y busco un cuaderno para comenzar a hacer mi lista, le sonrío –aunque quizá Harold James sea un buen nombre
-¿Harold James?- dice confundido –mejor Harry James
-tienes razón- digo e instintivamente acaricio mi vientre –y si es niña… me gusta London
-si, es lindo- dice repasando su lista –London Styles… suena bien y Harry Styles, siempre ha sonado bien
-siempre –digo afirmando su respuesta –aunque también me gusta Lauren
-¿Lauren?- hace una pausa –prefiero Diana… Diana Styles o Diana Lauren Styles o London Paris Styles
-no creo que quiera tener dos nombres de ciudades, Harry- digo intentando imaginar el rostro de la pequeña cuando supiera que sus dos nombres son de dos de las ciudades más famosas del mundo
-tienes razón- dice y aparta el cuaderno -¿estas cansada?
-solo un poco- digo y al observar el reloj me doy cuenta de que hemos estado hablando durante más de una hora –aquí se hace tarde
-aquí amanece- dice y señala las cortinas donde aparecía una pequeña luz a través de ellas –pero no tengo sueño
-te amo- digo imaginando la distancia que nos separa
-también te amo- dice y baja la mirada, algo lo golpea en la cabeza y se oye un sonido que no logro identificar –debo irme, Zayn está rabioso
-esta bien- respondo y le sonrío –cuídate
-tu también- se vuelve a oír un sonido y luego se ve la silueta de Zayn detrás de Harry
-lo siento, ____- y señala a Harry –él debe dormir, adiós- y la pantalla se vuelve negra.
Resignada apago la computadora y me coloco la polera de Harry, aun conservando su aroma me acorruco en la cama, específicamente el lado suyo de la cama, e imagino como si él estuviera junto a mi acariciando mi cabello y luego besando mi frente tiernamente.
De esa manera logro conciliar el sueño.
Capitulo 45:
Semanas después…
Sentada en la entrada del edificio espero la llegada de Gemma, la hermana de Harry. Este fin de semana tiene libre por lo que viene a visitarme y tengo estrictamente prohibido ir a buscarla al aeropuerto, tengo que quedarme esperando en el departamento pero nadie dijo que tenía prohibido esperar fuera del edificio. Levanto mi vista hacia el cielo, el buen clima ya se acerca, hoy un día de cielo azul y con el sol muy brillante, ojala pudiera disfrutar este día con Harry.
Veo pasar los autos por la calle, ninguno se detiene frente al edificio, quizá el avión se retraso. Siento que algo se mueve dentro de mi estomago, por un momento me asusto y luego recuerdo que mi bebe ya esta mucho más grande, con 4 meses ya comienza a sentirse mucho más ahí dentro. Esta bien, aun no cumplo los cuatro meses pero tan solo faltan unas dos semanas… ¡casi nada!
Un auto se detiene justo delante de mí y veo a Gemma a través de la ventana, le sonrío y ella hace lo mismo.
-Gemma- digo en el momento en que ella abre la puerta y sale del taxi con muchas bolsas entre sus manos –déjame ayudarte
-ni siquiera lo pienses- dice apartando las bolsas de mis manos con una sonrisa, las deja en la acera y recibe las maletas que el chofer está dejando en la acera –gracias- le dice al hombre y le entrega la paga
-vamos Gemma, no estoy enferma- digo en el momento en que ella sola comienza a tomar las cosas que trae –déjame llevar por lo menos las bolsas
-Harry me va a matar- dice y me entrega unas pocas –pero no puedo negarte la ayuda
-gracias- digo y empujo la puerta con mi trasero para que entremos en el edificio. -¿fue muy largo el viaje?
-no del todo- responde cuando caminamos por el pasillo hacia el departamento –fue agradable y además Harry me hablaba a cada minuto de lo que tendría que hacer cuando llegase
-creí que no podía hablar cuando se viaja- digo pensando en todo lo que podría haber sabido de él durante el día de ayer –no hemos hablado desde el jueves
-la verdad- hace una pausa –yo tampoco lo sabía hasta que probamos corriendo todos los riesgos
-entiendo- respondo y dejo las bolsas encima de la mesita de la cocina –deja las maletas en la habitación
-permiso- dice en el momento en que entra a la habitación, el departamento es pequeño, con solo una habitación y bueno Harry tampoco necesitaba más pero ahora… creo que nos hubiera venido bien un departamento más grande, pero por lo menos la habitación es lo suficientemente grande como para poder poner la nueva cama en la que dormirá Gemma. –gracias por la cama
-de nada- respondo cuando ella aparece nuevamente -¿Por qué trajiste tantas cosas?
-okey- dice, suspira y quita algunas de las bolsas que estaba revisando –traje algunos regalitos para el pequeño
-no debiste- digo caminando hasta sentarme en el sofá –el otro día Harry me mostró unas cunas para bebes que estaba viendo en Internet, pronto va a comprar una
-algo me comentó- dice y saca unas pequeñas poleras de una bolsa, -las vi en una tienda de mi viaje a Paris y no pude resistirme
-aww son muy tiernas- digo sosteniéndolas entre mis manos, imaginando a mi pequeño o pequeña usándolas –pero aun no sabemos si es niña o niño
-tengo un presentimiento que va a ser un niño- dice mientras saca una pequeña cajita de otra de sus bolsas –ten, esto es para ti
-¿para mi?- digo observando cuidadosamente la cajita entre mis manos, la abro cuidadosamente y veo algo de color azul oscuro, lo saco de la caja y veo que es un vestido lo suficientemente ancho para cuando mi estomago crezca realmente, aun está solo levemente abultado y el doctor dice que es porque soy bastante delgada –no debiste
-te verás muy linda en el- dice sonriendo de oreja a oreja haciéndome recordar el parecido entre ella y su hermano, el hombre a quien amo -¿Cuántos meses tienes ya?
-casi cuatro –respondo acariciando levemente mi estómago –pero no se nota demasiado, para beneficio nuestro porque soy muy delgada y no crecerá más hasta los cinco o seis
-bueno, por un lado eso es bueno- dice observando disimuladamente mi estómago –Harry tendrá tiempo para anunciarlo oficialmente sin que las fans se enteren por ver a la novia de su ídolo un poco más gordita
-si, tienes razón- digo imaginando el escándalo que se armará en los medios cuando realmente tenga que decirlo porque no podemos seguir ocultándolo -¿quieres pie de limón?
-dale- dice recostándose en el sofá y encendiendo la televisión, Gemma es más que la hermana de Harry, ella es más bien como una amiga en la que puedes confiar y decirle todo. Es alegre y razonable, muy sensata y agradable.
Luego de comer un trozo de pie de limón y ver unas cuantas películas, aun sentadas en el sofá comenzamos a conversar sobre nuestras vidas.
-okey, yo pregunto primero –dijo enderezándose en su asiento pensando una buena pregunta que hacerme -¿con quien y a que edad diste tu primer beso?
-esta bien- digo pensando una forma de explicar eso –fue en la fiesta de Halloween de la secundaria, con mi mejor amigo Kyle… tenía 15 años
-que tierno- dice haciendo una mueca en su rostro -¿y salieron?
-no, nada de eso- digo haciendo una mueca de asco, no podría besar a Kyle ¡es como un hermano! –nos dimos cuenta de que solo podíamos ser amigos, nada podía pasar entre nosotros… era demasiado extraño
-entiendo- dice y piensa un momento –okey, yo mi primer beso lo di cuando tenía como 13 años, era la fiesta de cumpleaños de Harry y mi mamá me había dejado invitar a algunos de mis amigos para que no me aburriera… estábamos jugando y de repente ¡plop! Henrie tenía sus labios en los míos mientras estábamos escondidos detrás de los arbustos
-que divertido- digo imaginando el momento.
-y hay más- agrega señalándome con el dedo –mientras nos besábamos Harry apareció y golpeó a Henrie aunque fuera mucho menor
-dios que ternura- digo imaginando a un pequeño Harry golpeando al chico que golpeó a su hermana –bueno mi turno- me quedo pensando en qué preguntar pero no se me ocurría nada –háblame sobre tu familia
-bueno, ya conoces a mi madre- dice moviendo las manos airadamente –nuestro padre se llama Des y bueno él está separado de mamá pero… ahora ella tiene pareja y creo que se van a casar aunque aun no se lo ha pedido
-que tierno- digo recordando cuando vi a mi madre con un hombre en su cuarto –yo no conocí a mi padre, según mamá falleció en un accidente mucho tiempo antes de que yo naciera
-una pena- dice ella mostrando su verdadera tristeza al oír mi historia –bueno, mi turno
-escucho- digo y suena el timbre del departamento, miro a Gemma pensando que ella podría haber pedido algo a mis espaldas pero ella niega con la cabeza, luego recuerdo que Harry estaba viendo cosas por Internet que podrían llegar aquí rápidamente, quizá es eso… pero debió haberme avisado.
Camino hacia la puerta y sin mirar por el ojo mágico, abro la puerta y encuentro a un hombre solo un poco más alto que yo, lleva una mochila al hombro y tiene bigote.
-¿Qué necesita?- pregunto viendo la expresión de su rostro, sus ojos cafés brillan con gran intensidad y, aunque, estupefacto me parece conocido –señor, ¿se encuentra bien?
-tu nombre es _____ Johnson- dice en afirmándolo para si mismo, me quedo paralizada un momento, creo que no ha traído ningún paquete de parte de Harry -¿ese es tu nombre verdad?
-si- me limito a responder, algo nerviosa y asustada, segundos después Gemma se encuentra a mi lado -¿Qué necesita?
-bueno, _____- dice bajando la mirada algo nervioso –tengo que explicar que hago aquí
-señor- digo moviendo la cabeza de un lado a otro –si pudiera hablar rápidamente, ¿seguro que es a mí a quien busca?
-por supuesto- dice sonriendo –tú eres mi hija
Las palabras atraviesan mis oídos como cuchillas, todo se vuelve extraño un momento y siento que esto es un sueño.
-¿disculpe?- digo moviendo la cabeza para aclarar lo que acabo de escuchar –eso es imposible, señor
-pero tu eres ____ Johnson y tu madre es Caroline- dice desesperadamente –es imposible que me halla equivocado, yo soy tu padre
-¡pero él está muerto!- chillo sintiendo como las lágrimas caen desde mis ojos desesperadas, Gemma agarra mi brazo y me mira asustada -¡usted no es mi padre! ¡Él falleció!
-____ tranquilízate- murmura la hermana de Harry en un intento por controlarme pero yo ya no estoy dentro de lo posible en razonar
-¿eso fue lo que te dijo tu madre?- dice negando con la cabeza mientras un dejo de tristeza es posible ver en su rostro –esa fue una mentira de Caroline, nada de eso es cierto
-¡vallase!- grito empujando al hombre para que se fuera de la puerta del departamento antes de que mis gritos asusten a los vecinos –uste… ¡aléjese de mi! ¡Esta loco!- grito y cierro la puerta. Me apoyo en la puerta durante un minuto, Gemma me observa asustada por mi reacción sin saber mucho que hacer, suspiro una y otra vez intentando sin darme cuenta calmar el dolor que se ha posado en la parte baja de mi estomago.
El bebe.
Es lo primero que se pasa por mi mente cuando me doy cuenta de que es mi estomago lo que me está doliendo, la habitación parece dar vueltas y los ojos de Gemma parpadean hacia el piso con una expresión de pánico, bajo la mirada para observar el piso bajo mis pies y veo que hay algunas manchas de sangre en el piso. Doy un grito de terror y me caigo al piso, todo comienza a volverse borroso en el momento en que el dolor se hace más fuerte.
-____ ¡____!- escucho a Gemma quien se mueve cerca de mí sosteniendo mi mano con la suya, logro levantar la vista pero luego lo único que veo se vuelve negro.
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
Capitulo 46:
Comienzo a ser conciente de los sonidos que hay a mí alrededor, escucho los suspiros de alguien cerca, muevo mi mano derecha pero todo me duele. Me esfuerzo por abrir mis ojos y cuando lo logro lo primero que veo es el techo de la habitación, completamente blanco y con un enorme foco de luz que no deja de iluminarme.
-¿Dónde…- comienzo a decir cuando muevo mi mano izquierda para darme cuenta de que tengo un cable conectado a ella y a mi nariz -¿Dónde estoy? – algo se movió cerca de mí y volteo mi cabeza lo más rápido que puedo para ver a mi madre recostada en una silla de madera, durmiendo.
Intento enderezarme en la cama, intentando comprender que es lo que hago en una sala con mi mamá durmiendo junto a mi, ¿Qué fue lo que pasó?
Poco a poco los recuerdos comienzan a atropellarse en mi mente, había sangre en el piso de la entrada y ¡Gemma! Ella estaba conmigo y luego todo se vuelve negro. Una vez con la cabeza en alto todo me da vueltas, instintivamente poso mi mano en mi estomago, ¿el bebe estará bien? Mi madre se mueve en su silla y abre los ojos, por un momento parece confundida y luego sus ojos se aclaran para acercarse a mi asustada.
-despertaste- susurra asustada, las marcas de cansancio en su rostro se hacen presentes en el momento en que articula las palabras -¿Cómo te sientes?
-mareada- respondo asustada por su amabilidad, las cosas con mi madre no han sido muy buenas -¿Qué haces aquí?
-¿aquí?- dice y mira a su alrededor –estaba preocupada por ti
-¿por mi?- pregunto escéptica recordando que ella misma me había dejado de dirigir la palabra –estoy en el hospital ¿no?- ella asiente inmediatamente, mi mano vuelve a bajar hacia mi estomago y la misma pregunta vuelve a formularse en mi mente, ¿mi bebe está bien?
-mi bebe- susurro posando mi mirada llena de pánico a mi madre, ella baja la mirada y se levanta lentamente –mamá, ¿Qué pasó?
-cariño- dijo acariciando mi cabello con su mano, su mirada era diferente me miraba con ternura y sus palabras eran dulces como el chocolate –tienes que descansar
-¿Qué le pasó?- digo aterrada sintiendo como las lágrimas comienzan a acumularse bajo mis ojos, no quiero pensar eso ¡no puede haber pasado! –mamá
-cariño, recuéstate- dice posando una de sus manos en mi hombro para empujarme hacia la almohada.
-¡contesta mi pregunta!- chillo y mi cabeza da vueltas, cierro los ojos y me recuesto en la almohada. Escucho como la puerta de la habitación se abre, cuando abro los ojos veo a una mujer vestida con delantal blanco que me sonríe.
-hola ____- dice enseñando sus dientes blancos -¿Cómo te sientes?
-mareada- respondo bruscamente, aun atemorizada y enojada porque mi madre no pudo responder –doctora
-¿si?- ella levanta la mirada de la bolsa de suero a la que estoy conectada y me observa atentamente.
-¿Cómo…- mi voz tiembla y su mirada se coloca temerosa -¿Cómo está mi bebe?- ella no dice nada durante un largo tiempo, un nudo en la garganta volvió a aparecer para intentar ahogar un sollozo –no
-____ - dice tiernamente y le da una mirada a mi madre -¿Qué es lo que recuerdas de tu accidente?
-bueno- me quedo estupefacta un momento, ¿en realidad ella me estaba preguntando eso? –sé que estaba Gemma conmigo y que en el piso había sangre
-bien- dice como si el saber eso le hubiera quitado un peso de encima –esa sangre que tu viste… era producto de los síntomas de pérdida que le puede ocurrir a una embarazada como tu- hace una pausa y siento como el pánico se atora en mi voz cuando lo digo
-¿perdí a mi bebe?- pregunto con una voz tan aguda e irreconocible que yo misma me asusté, su mirada era neutra pero su voz me dijo todo.
-hicimos todo lo que pudimos- fue lo único que dijo para sentir a mi corazón romperse.
Perdí a mi bebe.
Perdí a nuestro bebe.
¿Harry? ¿Cómo se lo voy a decir a Harry? ¡¿Cómo?!
Las lágrimas no tardaron en salir desde mis ojos, mi rostro enterrado en la almohada a mis espaldas sollozando desesperada, la idea de la familia que íbamos a formar estaba completamente arruinada. ¿Él me seguirá queriendo después de esto?
Mi madre se acerca a mí e intenta rodearme con sus brazos pero la alejo inmediatamente, no quiero que ella me consuele, no quiero que la persona que me abandono al saber que estaba embarazada sienta pena por mí.
Ella debe estar feliz con esto.
Con las manos aferradas a la sabana que me cubre golpeo fuertemente el colchón, siento una mano que delicadamente la aparta y deja a un lado para luego sentir un pinchazo en mi brazo.
-¿Qué hace?- pregunto entre sollozos al ver a la doctora con una jeringa entre sus manos, ella me sonríe delicadamente y murmura algo que no alcanzo a entender hasta que mis ojos comienzan a cerrarse poco a poco sin que yo lo quiera –mi bebe- es lo último que pronuncio antes volver a caer en un sueño, lo más profundo que podría darme la anestesia.
Abro mis ojos en el momento en el que me doy cuenta de que he despertado, me cuesta darme cuenta de lo ha sucedido, la tristeza vuelve a asentarse en mi pecho cuando al tocar mi estomago pienso que ya no va haber nada a que hablarle, nada que sentir dentro de mi aparte de mi. La habitación está completamente vacía, gracias al cielo que mi madre no se encuentra aquí esta vez, estoy segura de que no podría haber soportado su lástima una vez más. Observo el techo en un intento por evitar que las lágrimas vuelvan a derramarse desde mis ojos, tengo que ser fuerte y enfrentar la situación de la mejor manera posible. Debo centrarme en Harry. La puerta se abre de un momento a otro y veo a Gemma entrar sigilosamente con una taza de café en la mano, si me lo hubieran dicho no hubiera creído que ella estaría acá.
-despertaste- dice al verme con los ojos abiertos cuando ella pasa a sentarse en la silla que la última vez que desperté había visto a mi madre dormir –supongo que te preguntas por qué yo estoy aquí ¿no?- asiento y ella toma un sorbo de café antes comenzar a hablar –Harry me dijo que no te hablas mucho con tu madre y me pidió que te hiciera compañía, dijo que para ti sería mucho más agradable
-¿él…- dejo la frase en el aire y ella responde lo que yo misma quería preguntar
-no, aun no lo sabe- dice para volver a tomar un sorbo de café –por un momento quise decírselo pero creí que sería mejor que tu se lo dijeras por ti misma
- no voy a ser capaz- susurro imaginando la escena, Harry a través del computador enterándose de la terrible noticia –no puedo decírselo por el computador
-supongo que podrías viajar a Holanda- dice lo más despreocupadamente posible –tienes que decírselo
-no…- no puedo terminar la frase porque nuevamente estoy llorando contra la almohada, me es imposible hablar sobre el tema lo suficiente como para poder formar ideas. Gemma se acerca a la cama y me rodea fuertemente con sus brazos, al principio intento alejarme de ella pero termino dejando que me abrace… me doy cuenta de que lo necesito.
-déjalo ir- murmura mientras me abraza, me separo inmediatamente de ella sin comprender lo que quiso decir con sus palabras –tienes pena, debes llorar… no siempre puedes ser fuerte
-gracias- digo secando lastimosamente las lágrimas que adornan mi rostro con mi mano
-¿Por qué lo dices?- pregunta confundida
-por ser la mejor cuñada del mundo- digo y vuelvo a dejar que me abrace.
Gemma se quedo conmigo toda la mañana, reímos, lloramos y conversamos hasta de las caricaturas que veíamos cuando éramos niñas, ella y Harry tenían mucho en común.
-nunca me gustó Bob Esponja- dice mientras come un paquete de galletas –nunca me dio risa
-¿lo dices enserio?- pregunto abriendo mis ojos de par en par –es mentira
-de verdad- dice de lo más tranquila
-yo siempre…- dejo la frase en el aire y dirijo mi mirada hacia la puerta, aparece a través de ella la doctora que me visitó el día anterior, su cabello castaño claro está amarrado en una cola de caballo y su delantal se encuentra abierto además, al igual que Gemma lleva consigo una taza de café.
-veo que ya has despertado- dice caminando hacia la bolsa de suero y la máquina que monitorea mis signos vitales -¿te sientes mejor?
-si- respondo de mal humor -¿ya me voy a poder ir?
-exacto- responde levantando la mirada hacia mi con una enorme sonrisa –está todo completamente normal y te estoy dando el alta
-genial- murmura Gemma mientras siento como se levanta de la silla bastante feliz –voy a buscar sus cosas
-bueno, ahora comenzaré a desconectarte estas cosas- dice y sostiene mi brazo, lo observa un momento y luego quita la mariposa que me proporcionó suero en un momento –okey, oficialmente puedes irte
-gracias- murmuro y me siento rápidamente en la cama, mientras más pronto pueda irme de aquí será mejor -¿de verdad no pudieron hacer nada para salvar a mi bebe? –ella se queda de pie un momento sin hacer nada, suspira y se dirige hacia mi
-existen veces en las que hay que tomar difíciles decisiones- hace una pausa –tu bebe aun era muy pequeño para sobrevivir, la única posibilidad de que viviera era sacarlo de tu vientre antes de tiempo pero era muy pequeño y… corríamos el riesgo de perderte
-¿perderme?- digo en un sonido demasiado agudo para mi gusto
-si- dice y se sienta a un lado de la cama –pero vas a poder tener otro bebe, pero espero que esta vez seas mucho más mayor
-esta bien- respondo y aparto la mirada de ella, es extraño saber que estuviste en peligro de muerte o que pudiste haber estado en peligro de muerte… prácticamente, era mi bebe o yo.
Ellos me eligieron a mí.
¿A quien hubiera elegido Harry?
En el momento que esa pregunta se formaba en mi mente la puerta se abre nuevamente dando paso Gemma con un pequeño bolso colgado desde su hombro, seguramente esas son mis cosas.
-te traje todo lo necesario- dice y deja el bolso encima de la cama, cuando abro el cierre lo primero que veo es uno de los pijamas que le habían regalado al bebe, un nudo en la garganta fue puesto en mi garganta por arte de magia, hice como si no lo hubiera visto y tan solo lo escondí en lo mas hondo del bolso. –bueno, te dejo para que te vistas
-me apuraré- digo sacando una polera y unos jeans.
Una vez lista salgo de la habitación y me encuentro, nuevamente, con Gemma sentada en la sala de estar, me sonríe y se levanta para ir junto a mí.
-dame eso- dice quitándome el bolso que llevaba colgado sobre mi hombro –tienes que hacer reposo
-entendido, jefa- digo y ambas reímos, luego de firmar algunos papeles del hospital, me dieron el alta oficialmente y salimos tomadas del brazo para ir al departamento. No me había dado cuenta de todo el tiempo que había pasado encerrada en ese hospital, el día era frío y ya se hacía tarde, las nubes de un color rosado y esponjoso llenaban el cielo.
El taxi nos dejó en la entrada del edificio y subimos en ascensor, como siempre.
El departamento se encontraba igual que siempre, nada había cambiado… solo era yo. Las paredes me daban pena y encontrar las fotos de cunas que yo misma había impreso luego de que Harry me hubiera dicho que las estaba viendo por Internet. Camino rápidamente hacia la mesa y, prácticamente, arranco las imágenes y las tiro al tacho de la basura. Gemma me mira expectante.
-no hagas eso- murmura con una expresión de pánico en su rostro.
-esto no debía haber sucedido- susurro y me dejo caer en el sofá escondiendo mi rostro entre las piernas mientras sollozo sin parar.
Aunque nadie pueda creerlo, me había acostumbrado a la idea de tener un bebe, me había acostumbrado a la idea de formar una familia con Harry y ahora… ahora yo lo había arruinado todo.
-vamos- dice agarrando mi brazo para llevarme hacia la habitación –Harry quiere hablar contigo
-no puedo- susurro al ver que ella va en busca de la computadora para que yo pueda hablar con él –Gemma no
-si, tienes que hacerlo- dice seriamente dejando la computadora en mi regazo para luego cerrar la puerta detrás de ella dejándome sola.
Con mis manos temblando entro al sitio donde hablo con Harry, él ya estaba conectado y envió primero la video llamada.
No tengo mayor remedio que aceptar.
-amor- dice con un suspiro cuando finalmente su imagen llena la pantalla -¿te encuentras bien? ¿Se encuentran bien?
Sus palabras clavaron fuertemente en mi pecho, un nudo en la garganta volvía a estar ahí y provocaba que las palabras se atoraran, no puedo hablar.
-estoy…- susurro y la voz se me quiebra, finjo una sonrisa –estamos bien- Harry suspira y sonríe de oreja a oreja, había logrado mi objetivo, lamentablemente
-había temido lo peor- murmura mientras veo en sus ojos el alivio de saber que, supuestamente, estamos bien –creí… yo creí que los perdería a ambos
-Harry- murmuro viendo como la tristeza y el miedo siguen ahí, ¿Cómo puedo ser capaz de mentirle? ¿Cómo puedo ser tan descarada?
-solo estoy siendo sincero- hace una pausa –incluso me puse en el lugar de que uno solo sobreviviera
-¿Qué…- respiro profundamente -¿a quien hubieras preferido?
-hubiera preferido…- mira mis ojos durante mucho tiempo a través de la pantalla provocando que piense que él realmente está aquí conmigo –hubiera preferido tenerte a ti, criar a ese bebe sin ti hubiera sido mucho peor
-Harry- digo y no puedo evitar que las lágrimas broten de mis ojos, apoyo mi cabeza entre mis brazos que ahora caen en el teclado, escucho a Harry intentando consolarme pero me doy cuenta que… a pesar de todo, él me hubiera elegido a mi y yo no puedo contarle la mala noticia.
-tranquila- dice mientras yo no puedo detenerme, me siento herida, perdida y aterrada –piensa que están bien
-Harry, no- chillo al escuchar sus palabras, por un momento creo que no me ha entendido pero su silencio me dice todo lo contrario.
-¿Qué quieres decir con eso?- pregunta asustado, le tiembla la voz y yo levanto mi rostro para poder verlo a la cara -_____
-no estamos bien- digo y no hallo la manera de decírselo –solo… solo yo estoy bien
-______- murmura intentando comprender lo que estoy diciendo
-lo perdí- susurro sintiendo como las lágrimas vuelven a derramarse por mi rostro –no pude salvarlo, no pudieron… ¡fue mi culpa! Perdóname, por favor… ¡yo no quise! ¡No fue mi intención!
-yo…- comienza a decir y yo lo interrumpo
-¡fue mi culpa! Pero yo ya lo amaba –hago una pausa –no fue mi intención Harry… lo siento ¡yo no quería… ¡lo siento!- chillo entre lágrimas para cerrar abruptamente el computador sin despedirme de Harry.
Me hago una bolita entre las mantas de la cama, sollozando, imaginando lo dolido y molesto conmigo que ha de estar Harry, yo arruiné todo… lo arruiné.
Fue todo culpa mía y yo no puedo arreglarlo.
Capitulo 47:
Abro lentamente mis ojos al sentir los pasos de alguien moviéndose de un lado a otro, estiro lentamente cada parte de mi cuerpo debido a que aun me encuentro en la posición en la que sin darme cuenta caí dormida. Aun con la misma ropa de ayer salgo por la puerta de la habitación para ver a Gemma sentada en el sofá con su computador encima de sus piernas y un café en la mesita.
Estoy más que segura que ella adora el café de starbucks.
-hola- murmuro un tanto sorprendida de que ella siguiera aquí durante la mañana, imaginé que ella se iría al saber que Harry me odia o que por lo menos me dejaría una nota diciendo que tengo que abandonar el departamento –creí que te habías ido
-no- me mira sorprendida -¿Por qué lo haría?
-por Harry…- hago una pausa – él debe odiarme
-¿Qué?- pregunta sobresaltada dejando a un lado su computadora para levantarse y encontrarse frente a mí - ¿Por qué dices eso?
-perdí a su bebe- murmuro bajando la mirada –es mi culpa y tiene todo el derecho a odiarme
-dios- murmura –él te ama ____ ¿Cómo puedes pensar eso?
-creo que yo me odiaría por eso- murmuro desviando su mano cuando intenta posarse en mi hombro –dile que me de tiempo de buscar donde irme
-¿Qué estas diciendo?- pregunta exasperada
-no voy a poder quedarme- hago una pausa –no voy a poder si él ya no me quiere
-¿estas loca?- pregunta alzando las cejas, me quedo quieta donde estoy, asustada y a la vez enojada -¿me has escuchado lo he dicho?
-¿Qué me tengo que ir?- pregunto aun confundida por el sentido de sus palabras –no tienes por qué fingir… solo dame unas semanas
-_____ escúchame ¿quieres?- me interrumpe aparentemente enojada –Harry, mi hermano Harry… Harry el hombre al que amas TE AMA ¿comprendes? TE AMA y no te va a dejar por haber perdido el bebe
-yo…- murmuro un tanto estupefacta –yo no puedo quedarme
-¿no entendiste lo que dije?- pregunta ahora realmente molesta
-no puedo quedarme- repito y camino fuera de su alcance hacia la habitación, creo que unas semanas es demasiado, debo irme ahora mismo de aquí… no puedo aguantar esto.
Saco la maleta y comienzo a guardar toda mi ropa, detecto entre ellas algunas prendas que iban a ser para el bebe y las dejo encima de la cama.
Es imposible que él aun me siga amando.
Revuelvo todo el armario hasta que me doy cuenta de que he guardado todo lo necesario para irme, y así no volver jamás. Veo una de sus libretas donde en cualquier momento del día las tomaba y escribía algunas líneas que podrían servir para la letras de una canción. Arranco una hoja, busco un lápiz en el cajón de la mesa y me siento en la cama dispuesta a escribirle una carta, una carta que él pueda leer cuando vuelva para que tal vez… algún día pueda perdonarme.
Harry:
Perdóname. Nunca quise perder nuestro bebe, tú bebe y todo lo que nos deparaba el futuro con él. Llegué a amarlo tanto como te amo a ti, lo suficiente como para… para pedir que él hubiera vivido en vez de mi, si la opción hubiera estado en mis manos, pero no fue así. Lo siento. Las cosas se precipitaron y me salí de control, si no fuera porque ese hombre hubiera llegado… si no fuera porque no hubiese abierto la puerta ¡perdóname! No me cuide lo suficiente para llevar conmigo a nuestro hijo el tiempo suficiente como para poder tenerlo entre mis brazos… entre nuestros brazos.
Todo esto fue mi culpa y no intentaré convencerte de lo contrario, podré vivir con esto… solo necesito que me perdones, que no te sientas enojado conmigo aunque, entiendo, que ya no quieras estar conmigo… aun así sigo amándote como siempre he hecho… quizá el destino nos vuelva a juntar o nos mantenga separados por siempre.
¡Perdóname!
Siempre te amaré.
__________
Doblo la hoja a la mitad y la dejo encima de la cama. Me hecho un vistazo al espejo y me vuelvo a dar cuenta de que no me he cambiado la ropa, y ni siquiera me he dado un baño. Corro al baño y me doy una ducha para luego colocarme ropa limpia, peinarme el cabello y así no parecer una loca que escapa de su casa.
Reviso que todo esté bien en la habitación, a pesar de los espacios vacíos, todo parecía estar en orden, observo nuevamente la carta y tomo la maleta para salir de la habitación con ella, y un bolso al hombro.
Gemma se levanta al verme.
-¡a donde crees que vas mujer!- chilla al verme caminar con la maleta y el bolso al hombro -¡Harry no está molesto contigo! ¡El te ama!
-no mientas Gemma –digo arrastrando las palabras como si ella fuera un niñita de 6 años que no entiende por qué su padre tiene que ir a trabajar –tengo que irme, no puedo seguir aquí
-¡acaso estás loca!- chilla agarrando mi maleta intentando quitármela, la fulmino con la mirada y abro la puerta rápidamente para salir por ella -¡____!
-adiós- murmuro mientras entro al ascensor viendo como ella gritaba porque me iba.
Al salir del edificio me doy cuenta de lo sola que me encuentro, que ahora no tengo a nadie a quien recurrir. ¿Mi madre? Definitivamente no, abandoné su casa por voluntad propia, porque ella decidió no dirigirme la palabra luego de saber que estaba embarazada… fui yo quien le facilitó más las cosas abandonando su hogar, ahora no pienso volver.
Reviso mi cartera en busca de dinero, hay algo pero no lo suficiente como para pagar un taxi donde… donde sea que pueda refugiarme durante un tiempo hasta poder conseguir algo donde irme y de paso un trabajo con el que pagarlo.
Mi teléfono comienza a sonar mientras me voy alejando del edificio, me detengo lo suficiente para, prácticamente, dar vuelta mi mochila para poder encontrarlo y contestar.
-¿hola?- digo al no reconocer el número
-_____ ¿Qué estas haciendo?- escucho y reconozco su voz al instante
-¡Kyle!- digo con una gota de esperanza en mi voz -¿Por qué me llamas?
-¿Por qué traes una maleta contigo?- pregunta de manera paternal, me giro en mis talones intentando buscar desde donde podría él estar mirándome -¿vas a viajar a ver a Harry?
-no- digo deteniéndome, resignada a que él está oculto –solo no podía seguir en su departamento
-pero eres la madre de su hijo y su novia- exclama preocupado -¿terminaron?
-algo así- respondo recordando el dolor en su mirada a través del computador antes de que yo lo cerrara a propósito –Kyle, no tengo a donde ir
-vamos a mi casa- dice y veo una cabellera rubia asomarse por la cuadra siguiente –mi mamá no tendrá problema
-eres el mejor- murmuro cuando cortamos la llamada para ir a encontrarnos. –eres el mejor amigo del mundo ¿lo sabes?- exclamo con los ojos al borde de las lágrimas
-no llores- dice intentando no reírse por mi reacción -¿Qué pasó entre ustedes?
-no tienes idea- digo mientras secó mis lágrimas con la manga de la chaqueta que llevo puesta –fue lo peor que me ha pasado en la vida
-¿él te engañó?- pregunta con una gota de furia en su voz –porque si es así yo lo mato
-no- hago una pausa tragando el nudo que nuevamente se está formando en mi garganta –todo fue mi culpa y el tiene todo el derecho a odiarme
-¿Qué?- dice anonadado –eso es imposible
-lo es…- suspiro –lo es cuando… cuando por tu culpa el hijo que él tanto quería se muere
-_____- susurra al ver que comienzo a descontrolarme –no fue tu culpa
-¡claro que si!- chillo dejando que las lágrimas salgan desde mis ojos –todo fue mi culpa… si tan solo pudiera decidir que él viviera y no yo
-¡no digas estupideces!- grita mientras me rodea con sus brazos y yo sollozo en su hombro –no digas tonterías
-perdón- susurro ahogando un suspiro entre lágrimas –yo lo quería, no quería que se fuera…
-sh sh tranquila- dice palmando mi espalda paternalmente –todo pasa por algo
-ya nada va a ser lo mismo- digo alejándome de su hombro ahora completamente empapado con mis lágrimas –es como si algo me faltara, hay un vacío muy grande
-vamos a la casa- dice apoderándose de la maleta y agarrandome por el brazo para comenzar a caminar en dirección a la casa de su madre –no es muy buena idea que alguien te vea en este estado
-¿Por qué lo dices?- pregunto limpiando mi nariz con un pañuelo
-lo digo por esos periodistas que están fuera de tu edificio- dice señalando detrás de nosotros, tal como el había dicho había uno o dos periodistas aguardando a la salida de alguien… no podría ser Harry, él está en España y ¿a quien esperan? Alguien señala en nuestra dirección y el pánico se apodera de mí, Kyle hace parar un taxi de inmediato y, prácticamente me tira dentro para que él pueda subirse de inmediato.
Kyle me observa y le dice al conductor la dirección de su casa, antes de que los periodistas puedan darse cuenta de lo que ha pasado ya hemos abandonado la calle.
-gracias- murmuro cuando hemos llegado y la acogedora casa de Kyle está frente a mi, él vuelve a tomar la maleta mientras yo camino hacia la puerta. La madre de Kyle nos abre inmediatamente como si nos hubiera estado esperando.
-al fin llegan- dice suspirando asustada -¿te encuentras bien?
-si, ¿Por qué?- pregunto colocándome más nerviosa de lo normal
-se ha estado rumoreando sobre ustedes- hace una pausa y al ver que no comprendo lo que dice agrega –sobre tu y Harry
-pero él está en España- digo algo exasperada -¡eso es imposible!
-alguien dice haberte escuchado salir del departamento gritando que todo era tu culpa- dice asustada –dicen que él podría haberte golpeado
-¡no!- chillo imaginando cuando estas palabras lleguen a Harry –no fue nada de eso
-son puras mentiras, mamá- dice Kyle a mis espaldas llegando con mi maleta
-entonces, ¿Por qué traes maleta?- me pregunta acusadoramente
-es una larga historia- digo y ella se sienta
-tengo todo el tiempo querida- dice y me observa un tanto molesta, a veces podría decir que ella no me quiere tanto como dice.
Las lágrimas no pudieron aguantar hasta el final del relato, de cómo fue que llegué al hospital y el por qué me había ido de nuestra casa. La madre de Kyle se fue a sentar conmigo dejando que llorara en su hombro mientras me abrazaba maternalmente, a veces me gustaría poder contar con mi madre para estos momentos.
Pero ella ya lo dejo muy claro.
-puedes quedarte- dice finalmente cuando ya he sido capaz de gastar, al parecer, todas sus provisiones de papel higiénico –todo el tiempo que quieras
-gracias- murmuro mientras vuelvo a sacar más papel higiénico para poder limpiar mi nariz –no sé que voy a hacer
-seguir viviendo, linda- dice palmando mi espalda –no puedes echarte a morir de esa manera
-pero es que…- trago un nudo en la garganta que había aparecido hace bastante tiempo –yo no puedo estar sin él, yo lo amo y ahora él debe odiarme
-no creo que te odie, linda- dice acariciando mi cabello -¿estas segura que lo que decía Gemma no era verdad? ¿Estas segura que él no te ama?
-no lo sé- digo vacilando un momento –no hemos hablado desde anoche
-entiendo- dice levantándose de su asiento y desapareciendo por el pasillo hacia las habitaciones, Kyle me observa desde la puerta de la cocina donde él ha estado preparando el almuerzo mientras conversamos. Después de un largo rato su madre vuelve con un computador entre sus manos y lo coloca entre mis brazos –creo que es tiempo de que hablen
-no yo no…- me interrumpe
-tienen que hablar, linda- dice calmadamente empujando más fuertemente el computador en mi regazo –es la única forma de que lo sepas
-no puedo- susurro suplicando para no hacerlo
-debes- dice y se va dejándome sola en la sala mientras ella entra a la cocina arrastrando a Kyle con ella.
Observo el computador en mi regazo con nostalgia, busco la página y entro sin saber por qué lo estoy haciendo, él debe odiarme y no debe querer hablar conmigo.
Esto es una completa estupidez.
Busco su usuario y no está conectado.
Suspiro apartando el computador de mi, mi teléfono comienza a sonar enseguida, lo busco rápidamente entre mis cosas y veo que es un número desconocido.
-¿hola?- contesto temerosa
-_____- su voz quiebra a través de mis oídos como un cristal al romperse contra el piso, mi corazón se aprieta y mi estómago duele resaltando mucho más aquel vacío que tanto me aterra -¿estas ahí?
-Harry- logro articular apenas sintiendo como las lágrimas nuevamente comienzan a acumularse bajo mis ojos –yo…
-no digas nada- dice tiernamente –lo superaremos juntos, tienes que volver con Gemma ella sabrá cuidarte mientras no estoy
-no puedo- digo alzando mi mano para cubrir mi rostro con ella mientras mis piernas suben al sofá haciéndome más pequeña a cada minuto –no puedo
-claro que puedes- hace una pausa –ese es tu hogar, _____, amor
-Harry, no me hagas esto- digo molesta –ambos sabemos que estas molesto conmigo y que nada volverá a ser igual…
-_____ te amé antes de que fueras a tener ese bebe y lo sigo haciendo- responde desesperado
-no mientas- espeto ahogando un sollozo –no me mientas, por favor
-¡no lo hago!- espeta a través del teléfono e imagino su enojo explotar contra algo al escuchar un fuerte sonido –no te estoy mintiendo
-pero…- tomo aire –ya no, ya no podemos Harry… perdí nuestro bebe y tu estabas tan feliz… no pueda estar con alguien quien no me quiere más
-¡que cosas dices ___!- dice y vuelvo a escuchar como se quiebra otra cosa –nada de eso es cierto y tu lo sabes ¡no lo quieres ver porque es lo más fácil! ¿No? Huir de los problemas que tienes en frente y superarlos… conmigo- dice esto último con una gota de miedo en su voz, yo me quedo en silencio –sabes más bien que nadie que yo te amo más que a mi vida
-no sigas- murmuro aplastando un cojín contra mi pecho –no sigas, por favor
-sigo- hace una pausa –sigo, porque no quiero volver a perderte- un gemido se escapa desde mis labios sintiendo como algo dentro de mi se quiebra en mis pedazos, nada de eso puede ser cierto –no otra vez, podemos superarlo si nos queremos _____, si nos amamos
-entonces- digo tragando todo lo que siento, respiro intentando ser lo suficientemente fuerte como para decir lo que hace falta para acabar con esto –soy yo quien no quiere estar contigo
-_____- escucho a través del teléfono y sin pensarlo dos veces cuelgo la llamada, y antes de poder darme cuenta sollozo recostada en el sofá abrazando aquel cojín como si fuera la última gota de vida que me queda, como si él fuera Harry mientras lo dejo ir… mientras ahora soy yo quien lo ha perdido.
____________
Hola! Here hablando la que creo esta novela... bueno solo queria comentarles que el día 30.Abril.2014 fue el mejor día de mi vida, los chicos hicieron su primera presentación en Chile y yo tuve el placer de estar ahí *u* además me tomé una foto con el doble de Harry en Chile, su nombre es Yere y dioh meoh esta mas bueno que el pan con chancho xDDD okeyno nadie supera a mi Harry pero es iguaaal!!! ... solo queria decirles eso <3
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
Hola, tanto tiempo, perdon x no comentar antes la escuela demanda demasiado tiempo, me alegro que hayas podido ver a los chicos debe haber sido mas que fantastico.
bueno SIGUELA POR FAVOR!!!!!
BESOS
bueno SIGUELA POR FAVOR!!!!!
BESOS
GreeceArg
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