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Mentiras -Harry y tu-

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Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Empty Re: Mentiras -Harry y tu-

Mensaje por sol <3 Miér 20 Nov 2013, 2:17 pm

Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Tumblr_msidwvDwmn1sb1fuzo1_500
Capitulo 27

-ese traje de queda de maravilla- murmura mi madre observándome desde el umbral de la puerta de mi habitación. Vuelvo mi vista desde ella hasta mi reflejo en el espejo. Llevo un traje de bruja, una falda que me llega un poco más arriba de las rodillas junto con un corsé negro con aplicaciones en fucsia. Llevaba unas botas largas de taco y negras, mi cabello completamente desordenado, solo faltaba el sombrero para terminar mi disfraz. La fiesta comenzaba a las 20:00 y Kyle me pasaría a buscar a las 19:30 para que llegáramos juntos. Ese había sido el trato.
-¿realmente crees que soy una bruja?- le digo girando, dejando que me observe de pies a cabeza. Mi madre pudo construir este disfraz de otro en menos de un día completo, si eso no es talento no se lo que es entonces.
-una de las peores- responde reprimiendo una risa mientras avanza unos pasos hacia mi –claro que no, amor
-eres grandiosa con las telas- le digo mientras dejo que me rodeé con sus brazos –hiciste un gran trabajo
-todo por mi bebe- agrega separándose mientras distingo un leve brillo en sus ojos.
-no llores mamá- le digo soltándome de su agarre. No soy muy apegada a lo sentimental en momento que no es tan obvio que tiene que suceder eso. –no es para tanto
-tienes razón- dice secando lo que pudieron llegar a ser lágrimas. Camina hacia la puerta y luego desaparece a través de ella. Me quedo unos minutos más observando mi reflejo, me veo muy diferente y creo que quizá doy un poco de miedo. Eso me agrada en Halloween. Me siento en mi cama un momento, divago por las paredes de mi habitación en busca de entretenerme en algo mientras espero a que Kyle venga a buscarme. Las dos rosas que me regaló Harry se encuentran en un florero encima de mi escritorio completamente intactas. Son hermosas y no logro comprender cual es su propósito con esto. ¿Qué desea? ¿Volver? Desvio la mirada no quiero pensar en él esta noche, a veces me gustaría que tan solo me olvidara para poder así seguir con mi vida, más bien, para que ambos siguiéramos con la nuestra, de la misma manera en la que hacíamos cuando no nos conocíamos. Me pregunto como sería hoy mi vida si no lo hubiera conocido. Quizá no tendría tantas cosas en la cabeza y aun así Josh estaría con Jennifer, y junto con ello acechándome de vez en cuando. Asqueroso. Escucho el timbre y me asomo por la ventana, un zombie está parado en la puerta mi casa. Mi madre me llama diciendo que Kyle esta en la sala. Vuelvo mi mirada en el espejo nuevamente, tomo mi bolso y bajo las escaleras.
Veo su cabellera rubia sentada en el sofá de la sala, por un momento creí que podría ser la cabellera ondulada de Harry, debo dejar de pensar en él. Al menos por esta noche.
-hola- digo esperando a que él se levante para dar muestra a sus muy trabajadas facciones, se nota que usó bastante maquillaje para verse de esa manera para la fiesta. Me sonríe y balbucea algo completamente extraño, no logro entender lo que dice -¿Qué?
-hola, también- repite mientras camina dificultosamente hacia mi.
-¿te ocurre algo?- le pregunto retrocediendo un paso cuando el se situó junto a mi frente a la escalera -¿Kyle?
-¡soy un zombie!- dice posando una mano en mi hombro –debo actuar de esa manera ____
-lo siento, lo olvidé-  le digo forzando una sonrisa. Eh pasado la mayor parte del día pensando en Harry y el por que él me envía una rosa.  Salimos animadamente de la casa, decidimos caminar debido a que aun era bastante temprano y como no queríamos ser los primeros en llegar quisimos caminar hasta la universidad. En las calles los niños pequeños acompañados de sus hermanos mayores o padres en la mayoría de los casos, caminaban con una bolsa entre sus manos tocando la puerta de cada casa a su paso preguntando por dulces.
-¿recuerdas cuando salíamos a pedir dulces?- digo observando como una niña y un niño caminan juntos, ella era un hada mientras que él era un superhéroe.
-como olvidarlo- dice nostálgicamente. Comparto los sentimientos esos si que fueron buenos tiempos –siempre ganabas más dulces que yo bubble
-es que yo tenía una mirada tierna y no me digas bubble- digo y lo empujó suavemente.  Hace un sonido como lo que un zombie haría y simula que estuve a punto de botarlo. Lo agarro del brazo cuando creo que realmente estuvo a punto de caerse y por un momento nuestras miradas se cruzan. Un nudo en la garganta desaparece y siento mariposas en mi estomago. Los recuerdos flotan en mi memoria durante un momento.
En una fiesta de Halloween hace algunos años atrás, cuando nosotros teníamos 15 años, di mi primer beso. Kyle fue mi primer beso y no lo había recordado hasta hoy. Habíamos estado bailando toda la noche en el gimnasio de la secundaria cuando por los parlante comenzó a sonar una canción lenta, nos quedamos mirando como idiotas hasta que él extendió su mano y comenzamos a bailar abrazados rodeados de los demás, mayormente mayores que nosotros. Toda la secundaria fue público de nuestro beso. A la semana siguiente él se mudó a Doncaster con su padre.
Desvié la mirada rápidamente hasta que él estuvo completamente de pie. Seguimos caminando en silencio hasta que escuchamos la música que provenía de la universidad.
-creo que será una gran fiesta- susurra rodeándome con su brazo mientras caminamos adentro. Me doy cuenta que no ocuparon ningún auditoria o algo por el estilo para hacer la fiesta, sino que todo lo contrario, usaron la cancha de entrenamiento. Había telarañas por todas partes y una gran mesa cerca del arco de basketball se encontraba repleta de comida. Casi todos los estudiantes de la universidad se encontraban bailando en el centro de la cancha al son de la música que estaba siento colocada por los parlantes que utilizan para relatar los partidos o dar anuncios de última hora. Si que se habían esmerado. -¿quieres tomar algo?
-bueno- digo para que caminemos a través de la gente para llegar hasta la barra de bebidas que se encontraba frente a la de comidas. No logro reconocer a nadie entre la multitud completamente disfrazada, podría toparme con Josh y ni siquiera me daría cuenta. Cojo un vaso de bebida mientras que Kyle toma una cerveza y me mira con una expresión divertida por mi elección. Lo ignoro y sigo observando a la gente durante mucho tiempo hasta que el silencio comienza a hacerse incomodo para ser soportado.
-¿bailamos?- le digo cuando eh terminado mi vaso. Me mira incrédulo, yo solo tomo su vaso y lo bebo por completo para luego sostener su mano y llevarlo a la pista de baile. La música resuena en mis oídos y como si estuviera poseída muevo mis caderas a su ritmo, solo quiero disfrutar esta noche. Levanto los brazos cuando la canción lo dice y todos imitan lo que hago, de un momento a otro me agacho subiendo lentamente a la mirada expectante de los demás. Comienzo a creer que el vaso que tomé contenía alcohol.  Me acero al oído de Kyle y susurro –necesito una cerveza
-yo también- responde y deja que le sostenga la mano hasta llega a la barra donde nos quedamos bebiendo un momento hasta que nos hemos recuperado por completo. La mirada de Kyle vaga entre todas las chicas que están bailando mucho peor de lo que yo lo había hecho, distingo a una rubia en especial que simulaba ser una enfermera atacada, puesto que su traje blanco contenía grandes manchas de sangre. Se encontraba completamente sola.  Kyle la observaba embobado y él nunca comentó como le fue con ella la tarde del viernes cuando supuestamente la invitó a salir, no me volvió a hablar hasta ahora.
-ve a bailar con ella- le digo golpeándolo en el brazo.
-yo… ¿Qué?- dice e inmediatamente sus mejillas se vuelven completamente rojas –no creo que ella…
-claro que va a querer- lo animo y me doy la vuelta para tomar otro vaso de cerveza –no te preocupes por mi, estaré aquí
-gracias- responde dejando su vaso encima de la mesa, haciendo una seña con su mano mientras lo veo perderse entre la multitud de chicos bailando al ritmo de la música que está colocando un chico de tercer año.
Me quedo observando a la gente y decido moverme hacia las gradas a sentarme con mi vaso de cerveza, en estos momentos es en los que desearía tener a Jennifer a mi lado. Nunca nos dejábamos solas. Me senté en uno de los primeros asientos donde no se encontraba demasiado oscuro, pero varias parejas ya se encontraban sentados besándose y quien sabe que más. Esto era bastante incomodo.
-hola nena- escucho a mis espaldas. Comienzo a buscar en la oscuridad de la noche de donde provenía esa voz, algo me decía que no podía quedarme sentada ahí, algo malo venía con eso. Después de un rato decido ir al baño. Atravieso el campus hasta llegar al edifico de lenguas que se encontraba abierto para poder ocupar los baños. El lugar se encuentra completamente solo pero no siento miedo. Los pasillos se encuentran con las luces apagadas, quizá debería devolverme y aguantar las ganas. Veo salir a una chica del baño y noto que está encendido, me armo de valor y camino hasta ahí. Entro al baño y Jennifer se encuentra dentro mirándose al espejo.
-hola- saludo y ella hace lo mismo volviéndose a concentrar en el delineador de sus ojos. -¿Qué tal la fiesta?
-bien- dice dando la vuelta para apoyarse en el lavamanos. Viste un traje de policía sexy, el mismo que usó en la fiesta de Carrie Anderson el año pasado. Nunca más supimos de ella después de finales de secundaria. –veo que estás con Kyle
-solo somos amigos- le respondo de mala manera. Ella me lanza una mirada y yo se la devuelvo, no creo que podamos volver a ser amigas de la misma manera. –nos conocemos desde pequeños
-oh- dice y busca su bolso encima del lavamanos –nos vemos
-nos vemos- le digo y me quedo observándome en el espejo. Ya no tengo ganas de entrar al baño y lo único que quiero es salir lo más pronto posible de aquí, donde la multitud pueda protegerme.
Salgo al oscuro pasillo donde nadie camina y la soledad no es un muy buen amigo en este momento. Camino lo más rápido posible pero siento  pasos detrás de mí. Alcanzo la manilla de la puerta principal del edificio y alguien sostiene mi brazo impidiéndome salir.
-nos encontramos solos- dice alguien y al darme la vuelta puedo ver que es Josh quien me sostiene y me impide salir. –así te quería tener
-suéltame- digo intentando sonar firme y decidida –gritaré 
-nadie podrá escucharte- dice acercándose peligrosamente –serás mía esta noche
-¡que me sueltes!- lo empujo lo más fuerte que puedo intentando alejar la sola idea de dejar que me toque. -¡aléjate!
Su agarre se hace más fuerte y me lleva hasta el pasillo, comienzo a golpear en donde tenga espacio para hacerlo intentando que me suelte para tener una oportunidad de correr. No tengo mucho éxito. Me golpea en el estomago y me deja inmovilizada durante unos minutos, me cuesta respirar y no soy capaz de moverme por mi misma. Me agarra por la cintura y me apega a la pared, donde se permite tocarme abiertamente mientras su boca incursiona en mi cuello. Las lágrimas comienzan a salir desesperadamente. ¿Por qué nadie viene al baño cuando lo necesito?  -déjame –sollozo cerca de su oído. Él disfruta de mi sufrimiento. Su mano que se encontraba en mi cintura se abre paso hasta mi trasero, descendiendo lentamente hasta llegar a mi muslo, exactamente en la parte donde la falda termina. Comencé a entrar en pánico. Con mis manos libre empecé a dar golpes en su pecho, nada de esto funciona.
-si no te quedas quieta se pondrá peor- murmura cerca de mi oído mientras agarra bruscamente mi cabello echando mi cabeza hacia atrás –hueles bien
-¡asqueroso!- chilló entre las lágrimas lo más fuerte que puedo. Tengo los minutos contados, hoy será la peor noche de mi vida. En un nuevo intento de escapar vuelve a propinar un fuerte golpe en mi estomago que me deja sin aire durante unos segundos, ya no hay salida. Su mano empieza a subir, recorre mi muslo brutalmente y yo aprieto cada vez más mis piernas. Escucho pasos al inicio del pasillo. -¡auxilio!
-¡cállate!- gruñe colocando su mano encima de mi boca y apretándome contra la pared con todo su cuerpo. Intento modular alguna palabra pero no lo consigo.
-búsquense una habitación- murmura alguien. Alzo la mirada y es Kyle quien se acerca por los pasillos. Levanto un brazo y el se detiene, nos observa durante un momento y me reconoce -¡___!
Golpea a Josh en la espalda provocando que este caiga al piso, aturdida por los hechos me quedo de pie observando la situación. Kyle encima de Josh. Josh golpea a Kyle. Kyle se levanta. Lo veo hablar pero no logro entender lo que dice. Me quedo observándolo durante unos segundos, él, alarmado me coloca en su hombro y corre hacia la salida. Una vez en el campus me deja en el suelo, coloca su mano en mi mejilla y retira las lágrimas, que no me había percatado, seguían recorriendo mi rostro.
-¿estas bien?- pregunta para que en un intento de responder me desplome hacia el suelo siendo sostenida por mi amigo y  a la vez hundiéndome en un mar de desesperados sollozos.  

 
sol <3
sol <3


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Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Empty Re: Mentiras -Harry y tu-

Mensaje por JMLS Dom 24 Nov 2013, 1:41 pm

genial el capitulo, me re gusto, seguila cuando puedas
JMLS
JMLS


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Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Empty Re: Mentiras -Harry y tu-

Mensaje por sol <3 Dom 24 Nov 2013, 2:20 pm

Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Tumblr_msidwvDwmn1sb1fuzo1_500
Capitulo 28:
Logré recomponerme luego de unos largos minutos, la chica con la que Kyle estaba cuyo nombre era Haley estuvo conmigo todo el tiempo. Temía quedarme sola.
-no puedo creer lo que ese imbecil te hizo- murmura Kyle. Yo me encuentro sentada junto a él y Haley a mi lado, estoy en el medio de los dos –no debí haberte dejado…
-no te arrepientas- le digo posando una mano en su hombro. Su vista se vuelve gentil y un poco menos malhumorada que de costumbre. –yo no debí haber ido sola al baño
-no hablemos de eso- dice Haley mientras se mueve incomoda en su asiento. Ni a ella le agrada tomar el tema. La fiesta aun sigue en pie y no encuentro a Josh por ningún lado, espero que la golpiza que Kyle le dio lo haya dejado con marcas severas. No quiero que tenga la valentía de volver a acercarse a mí.
-estoy cansada- digo colocando los pies en el suelo. Las gradas ya se están colocando frías, me duele la cabeza y ya no me agrada estar aquí. Lo único que deseo es la comodidad de mi cama y que por un momento creer que nada de esto ha pasado.
-te acompaño a tu casa- responde Kyle levantándose y observando a Haley, no era mi intención arruinarles la fiesta a ellos dos también.
-no, tú quédate con Haley- digo a pesar que tengo miedo de ir sola hasta mi casa. A esta hora no pasan taxis y la única forma de llegar es caminar.
-si crees que te dejaré ir sola con ese maldito ahí afuera, realmente estás loca- me dice mientras se acerca a Haley y le da un beso en la mejilla. Ellos dos hacen linda pareja. –vamos
-gracias por todo Haley- le digo a la chica mientras ella camina hacia donde se encontraba su grupo de amigas, no debió ser una muy buena noche para ella.
Caminamos en silencio todo el camino, yo solo observaba el suelo y él vigilaba todos los alrededores en busca de Josh, quien para mi suerte no apareció en el resto de la noche. Kyle se detiene, lo miro primero a él y luego hacia mi casa, no me había dado cuenta de que ya habíamos llegado.
-gracias- digo cuando el baja la mirada. No recuerdo donde está viviendo ahora, quizá sea demasiado tarde para que vuelva -¿no quieres quedarte?
-¿sería un problema?- responde tímidamente y yo solo sonrío. Lo tomo de la mano y lo llevo dentro de la casa. Está todo oscuro y por un momento temo a lo desconocido que puede haber más allá de lo que mi vista puede notar. Apretó su mano. Encuentro el interruptor y siento un gran alivio en mi estomago. Mi madre está roncando en su habitación cuando paso por la puerta de su habitación, abro mi habitación y enciendo rápidamente la luz esperando no encontrar alguna sorpresa.
-traeré algunas frazadas- le digo mientras le enseño el pequeño sillón que tengo en una esquina de la habitación. camino hacia el armario y saco unas tres mantas de polar con dibujos de princesas, él va a dormir en su propio reino.
-¿no tienes otras?- pregunta suspicaz. Niego con la cabeza y las dejo en el sillón. Me giro y me encuentro con Kyle peligrosamente cerca, nuestras miradas se encuentran y luego la de él se posa en mis labios. No sé que es lo que estoy a punto de hacer. El maquillaje de zombie ya está casi completamente lavado y sus ojos azules me hipnotizan. Sus labios se posan en los míos. Sus labios son suaves y familiares. ¿Harry? Abro mis ojos abruptamente y al encontrarme con los ojos azules de Kyle comienzo a reír desesperadamente. Él me observa asustado y luego ríe de la misma manera en la que yo hago. No estamos hechos para algo más que amigos. -¿amigos?
-amigos- respondo y nos abrazamos. Luego voy al baño y me devuelvo a mi habitación con mi pijama. Kyle se encuentra acostado en el pequeño sillón cubierto completamente con las frazadas que le había pasado. Camino hacia mi cama y me cubro con mis cobijas, espero poder dormir bien esta noche.
 
Abro mis ojos y me encuentro en un lugar que desconozco. Una pradera es lo único que puedo ver en varios kilómetros a la redonda. La luz del sol es bastante fuerte y tengo que cubrir mis ojos con mi mano para poder avanzar. Camino durante lo que parecía ser horas hasta que llego hasta un prado que está lleno de rosas rojas, hermosas rosas rojas y tan altas que cuando me acerco noto que me cubren por completo. Me interno en el campo de rosas y de un momento a otro la luz desaparece dejando en su lugar una oscuridad atemorizante. Escucho pasos cerca de mí. Comienzo a caminar a través de las rosas que con cada paso que doy me dejan cortes en mis brazos y piernas. Veo a una persona con unas tijeras en la mano y una canasta llena de rosas en la otra.
-¿Harry?- susurro provocando que este se de vuelta. Sus ojos son de un verde intenso y sus cabellos se encuentran alborotados. Es él. Tímidamente me acerco a él y su mirada se ilumina, no dice nada mientras deja las tijeras en el suelo y su mano se posa en mi mejilla. No aparto mi mirada de sus ojos. Poco a poco nos vamos acercando el uno al otro, nuestros labios se encuentran a pocos centímetros de distancia y de repente su rostro se distorsiona. Me aparto abruptamente pero su mano en mi mejilla baja hasta mi brazo y me afirma impidiendo que me aleje. Levanto la mirada nuevamente hasta su rostro y cuando lo reconozco un grito se atora en mi garganta.
-al fin nos encontramos- susurra en mi oído. Las lágrimas se precipitan desesperadamente y no dejo de chillar entre sus brazos. Josh no me quiere soltar. –esta noche vas a ser mía
-¡suéltame!-  grito pero nada lo hace apartarse. No puedo hacer nada para detenerlo soy demasiado débil.
 
Escucho risas y me aferro a mis cobijas que se encuentran enrolladas bajo mis manos. Temo abrir los ojos y no encontrarme en mi habitación. Estampo mi rostro contra la almohada y sollozo descontroladamente, el fantasma de la noche anterior va a atormentarme por el resto de mis días. Pienso en Harry, ¿Por qué el aparecía en el sueño? Había un campo de rosas, un campo del que él estaba recolectando las rosas que él me está entregando cada semana. ¿Quiere engañarme? ¿Por qué se transformó en mi pesadilla? Me aferro a mi cama, no quiero salir hoy.
Intento volver a dormir pero alguien toca a mi puerta, me obligo a abrir mis ojos y así ver mi segura habitación. Encuentro las frazadas depositadas desordenadamente en mi sillón y me percato de que Kyle había pasado la noche en mi casa, y no le he dicho nada a mi madre. Ella debe estar furiosa. Camino hacia la puerta y la abro temerosa de encontrar a mi madre hirviéndole la sangre de enojada pero solo hayo a Kyle con una radiante sonrisa.
-que bueno que despiertas- dice haciendo un gesto señalando las escaleras, pongo atención y noto el movimiento en la cocina. Mi madre ya se encuentra levantada.
-¿Qué haces parado ahí? ¡Mi madre puede verte!- lo agarro del brazo e intento meterlo en mi habitación pero no se mueve.
-tranquila bubble, tu madre no está enojada- agarra mi brazo y me arrastra escaleras abajo. –se acordó de mi y no le importó
-eso es imposible- digo siguiéndolo hasta la cocina. Al entrar mi madre está preparando el desayuno, en una sartén hay unos huevos revueltos, pan y jugo de naranja recién hecho.  -¿mamá?
-¿Por qué no me dijiste que Kyle se iba a quedar en la casa?- dice inmediatamente una vez que escucha mi voz y me ve de pie en la cocina. –responde
-bueno… yo…- tartamudeé mientras me balanceaba de un pie a otro –era de noche y él vive muy lejos… creí que era mejor idea que se quedara aquí esta noche
-si señora, yo vivo al otro extremo de la ciudad y no quería que mi amiga llegara a su casa sola… es muy peligroso- agrego Kyle en un intento por defenderme
-no pude avisarte- digo intentando sonar lo más convincente posible, aunque esta sea la verdad existen veces en las que aun así no me creen –estabas durmiendo
-aun así tendrías que haberme dicho- agrego dando la vuelta para tomar la sartén con huevos, el pan y el jugo, y así llevárselo hasta su habitación. El desayuno no era para nosotros.
-¿de que me perdí?- susurro mientras me siento en una de las sillas de la mesa de la cocina
-desperté temprano y al ir al baño encontré…- se detuvo un momento y pareció que estaba escogiendo cuidadosamente cada palabra que estaban apunto de salir de su boca
-¿Qué encontraste Kyle? ¡Dime! – chilló intentando imaginar que es lo que él tiene para decirme.
-…tu madre anoche… creo que está saliendo con alguien- dice temerosamente. Me quedo en silencio por un momento, mi madre está saliendo con alguien y no me lo ha dicho, no sé que pensar
-¿Qué fue lo que viste, Kyle? – susurro mientras intento colocar todas mis ideas en orden. No conocí a mi padre, supongo que esto debía pasar en algún momento ¿no? Debería estar preparada, pero… ¿lo estoy? –tienes que decírmelo
-un… un hombre salió del baño en boxers… me sonrió y entro en el cuarto de tu madre- dice cuidadosamente. En mi rostro se forma una mueca de asco, ¡está trayendo hombres!
-no sé que decir- es lo único que digo.
Me levanto de mi asiento y camino escaleras arriba, jamás creí que ella fuera capaz de hacer esto. Ella nunca había hecho algo como esto, yo no debería estar molesta… pero… el pensar que anoche ella estaba follan*dose a un hombre en la habitación de al lado solo me deja en shock. No creí que ella fuera capaz de hacer eso. Al pasar por su habitación, solo escucho su risa, ningún indicio de que esté con alguien más, pero el desayuno que hizo no era solo para ella. Kyle debe tener razón.
 
-necesito salir- digo con mi chaqueta en la mano. Kyle me observa y se encoge de hombros. Tomo las llaves y salimos por la puerta, mi madre no ha salido de su habitación durante toda la mañana. Me da asco el solo pensarlo.
-debí haber traído mi moto- dice mientras caminamos hacia el centro de Londres, quizá pase al centro comercial y ahí comamos algo.
-¿tienes moto?- le pregunto
-mi padre me compró una allá en Doncaster- dice admirando unas que se encuentran en una vitrina que se encuentra junto a nosotros –fui la sensación
-presumido- digo dando un golpe en su brazo, él solo ríe ante mi acto. Caminamos hablando de las cosas que nos perdimos desde que él se fue pero en ningún momento volvimos a hablar sobre el beso que nos dimos anoche. Seguro que fueron las copas demás. Yo no siento nada por Kyle, solo somos amigos. Pasamos por fuera de una florería y se forma un nudo en mi garganta, eran similares a las que Harry me ha enviado. Las observo durante un minuto y luego sigo mi camino. Esto me tiene trastornada.
Entramos en el centro comercial y cuando vamos caminando hacia el patio de comidas vislumbro entre la multitud una ondulada cabellera colocada en un chico alto.  Harry. Es lo primero que me viene a la mente. Camino entre la multitud y de un momento a otro él se da la vuela. Sus ojos se encuentran con los míos y no puedo creer que lo tenga en frente. Hace dos semanas que no nos vemos y lo único que podemos hacer es mirarnos.
-_____- susurra y su mano parece querer rozar mi mejilla pero retrocede lentamente. No separo mis ojos de los de él, sé que fui yo quien termino con lo nuestro y sé que aun no estoy preparada para esto, no después de lo sucedido. Aunque ya haya pasado un mes. Necesito más tiempo. –yo… tengo que irme
-yo…- no alcanzo a terminar porque sus ojos se apartan de los míos y solo veo su espalda alejándose de mi.  
 
sol <3
sol <3


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Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Empty Re: Mentiras -Harry y tu-

Mensaje por sol <3 Lun 25 Nov 2013, 1:56 pm

Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Tumblr_msidwvDwmn1sb1fuzo1_500

Capitulo 29:
Ha pasado un mes desde la última vez que vi a Harry en el centro comercial, recuerdo el momento como si fuera ayer, sus ojos completamente desconcertados y luego viendo como se alejaba e intentaba entremezclarse con la multitud. No supe nada más de él desde entonces. Las rosas siguieron llegando, una por semana, podría encontrarlas en la puerta de mi casa e incluso en la universidad. Algunos profesores parecían molestos en el momento en que se daban cuenta de que tenían que entregarme algo, aun sigo sin entender como es que lograba hacérmelas llegar de tantas maneras. Una vez recuerdo que al salir de clase me dirigí al campus, exactamente a las gradas donde en uno de los asientos que más frecuento encontré una de sus rosas. Característicamente rojas, pero de un rojo profundo e hipnotizante, observé a mi alrededor creyendo que podría encontrarlo escondido queriendo ver mi reacción. Nunca sucedió. Creo que ni siquiera las entrega él personalmente.
-…eso sería todo y que pasen unas felices fiestas- dice nuestra profesora de cálculo y se dispone a ordenar sus cuadernos, libros etc. Todos automáticamente nos levantamos de nuestros asientos y tomando nuestras cosas salimos rápidamente de la sala. Se supone que hoy tendría que recibir una rosa pero ningún profesor que ha mirado extraño y cada vez que salgo intentando encontrarla, solo caigo decepcionada. Al parecer por fin todo esto ha terminado. Debo confesar que… aun no he podido olvidarlo por completo, incluso puedo decir que nada… cada rosa me hace sentir más cerca de Harry y si por fin se dio por vencido, no sé que es lo que voy a hacer.
Hoy es viernes, las clases se retoman en enero y tenemos dos semanas de vacaciones por las fiestas. Mi madre quiere visitar a su hermano pero yo no la quiero acompañar pues mi cumpleaños es el 26 de diciembre y no lo quiero pasar alejada de mis amigos. Tendré que conversarlo mucho con ella.  Su novio terminó llamándose Clark y si, ese día ella lo llevo a la casa. Nunca creí que ella fuera capaz de hacer eso, ella puede hacer lo que quiera con su vida pero… ¿llevar hombre a la casa? Pensándolo bien, ahora me surgen nuevas preguntas, ¿lo habrá hecho cuando yo era pequeña? ¿Habrá sido algo habitual? No creo. Intento olvidar ese pensamiento, ella es mi madre y siempre se ha portado como tal, no tengo nada que reclamarle. Clark parece ser un buen tipo, es de cabello rubio y ojos azules, me trata bien y es separado, tiene tres hijos menores que yo, supongo que  no los tiene abandonados.
Camino directo a las gradas donde Kyle estará esperándome para ir hacer nuestras últimas compras navideñas, había tenido un dinero hace un año el cual he ocupado para comprarle un regalo a mi madre y otro para Kyle, estaba pensando en comprarle algo a Harry y enviárselo por correo o algo así… pero, creo que no es una gran idea.
El paisaje blanco se cierne bajo mis pies, una blanca navidad es lo que esperábamos a esta altura del año aunque se retraso bastante por lo que varios meteorólogos creían que la nieve no llegaría para esta fecha. Busco entre los asientos y no distingo nada que llame mi atención, mi última oportunidad de encontrar algo de parte de él es llegar a mi casa. La rosa podría congelarse si no llego a tiempo.
-¡____!- oigo a mis espaldas, me giro y veo a Kyle de mano de Haley caminando hacia mí. Luego  de esa desafortunada noche ellos comenzaron a conversar bastante y de paso dejándome un poco de lado, mis predicciones habían sido buenas, ellos hacen bonita pareja. -¿vamos a ir al centro comercial?
-claro- respondo y acomodo mi bolso en el hombro. Kyle le susurra algo en el oído a Haley lo que provoca que ella haga un puchero, él me había contado que los padres de Haley viven en Paris, Francia por lo que ella iría hacia allá a pasar las fiestas.
-nos vemos- le dice ella mientras el camina hacia mí.
-¿Cuándo la vas a volver a ver?- pregunto al notar la mirada de tristeza que mantiene mientras caminamos hacia la salida.
-después de las vacaciones- responde colocando las manos en sus bolsillos –ella quería volver para año nuevo… pero sus padres quieres estar con ella
-es entendible- poso una mano en su hombro derecho –no la han visto en mucho tiempo
-lo sé, pero –hace una pausa –quiero estar con ella
-vamos enamorado, tampoco es el fin del mundo- digo para que él levante la mirada sin señal de aceptación –okey solo camina ¿quieres?
-si, caminemos- agrega colocándose la capucha de su chaqueta mientras apuramos el paso, al parecer hoy se avecina una tormenta de nieve.
Las personas entran y salen del centro comercial con miles, y miles de bolsas. Últimamente la navidad ha perdido por completo el sentido. Entramos y la calefacción golpea mi cuerpo de una manera sofocante, después de unos instantes debo caminar con mi abrigo en la mano.
-¿Qué es lo que tienes que comprar?- pregunto cuando Kyle se detiene en una tienda de joyería. Observo atentamente cada anillo o arete que tengo en frente, cada uno vale un dineral aunque son bastante hermosos.
-¿sería muy apresurado si le regalo una joya a Haley?- responde en consecuencia. Me quedo impactada por un momento, puedo decir que apenas llevan una semana siendo novios mientras que más de un mes saliendo si no me equivoco.
-no querrás asustarla- escupo provocando que mi amigo baje la cabeza y camine lejos de mi. Al principio no noto que se ha ido y me quedo observando la vitrina, una pulsera de plata con pequeños dijes colgando llama mi atención, observo el precio, definitivamente nunca podría ser mía. Me giro y en vez de encontrar a Kyle, quien ya se había ido, parado junto a mí está Josh con una mirada penetradora. Ahogo un grito en mi garganta y retrocedo lentamente hasta chocar un alguien a quien no reconozco pero que finalmente me sostiene entre sus brazos mientras yo solo quiero correr.
-¿estás bien?- su voz es familiar y por un momento me siento bien, Josh no puede hacerme daño, todo ya pasó. Levanto la mirada y me encuentro con los profundos ojos verdes de Harry. Me congelo y lo único que alcanzo a hacer es apartarme enseguida mientras el solo me observa asustado. -¿____?
-Harry- es lo único que logro pronunciar. Recuerdo que Josh está cerca y miro hacia atrás pero él ya se ha ido, suspiro de alivio. Ya no está aquí, ya no puede hacerme daño.  –lo… lo siento
-no te preocupes- responde cuidadosamente –necesitas… ¿quieres que te acompañe?
-no… yo… ¿me ayudas a buscar a mi amigo?- digo al ver que no encuentro a Kyle por ninguna parte.
-claro- responde con una de sus hermosas sonrisas.
Caminamos a unos centímetros del otro entre la multitud de personas que caminan entre nosotros en distintas direcciones, la magia de las fiestas y las compras de último minuto. Busco entre las personas alguna cabellera rubia que llame mi atención, sin muy buenos resultados, al parecer Kyle me ha abandonado. Estar con Harry se siente extraño, hace tanto que no conversamos o estamos juntos de una u otra manera. Las rosas han sido la única comunicación que hemos tenido, si es que un “Con amor, Harry” puede llamarse algún tipo de comunicación.
-¿lo has visto?- pregunta luego de unos minutos. Lo miro confundida. –a tu amigo
-ah, no… no logro verlo entre tanta gente- respondo intentando colocarme de puntitas para poder ver entre tantas cabezas moviéndose a mi alrededor. Harry sonríe.
-¿quieres subirte en una banca? – me pregunta mientras señala hacia una que se encuentra pegada a una muralla junto a los baños. Miro entrecerrando los ojos, aquello es algo completamente ridículo. –vamos
-está bien- digo y caminamos hacia la banca. Me ofrece su mano y la sostengo, un escalofrío recorre desde mi mano hasta mi nuca. Él me sonríe y lo hago de vuelta. Una vez arriba de la banca comienzo a observar a través de la gente pero Kyle no está por ningún lado.
-¿ves algo?- pregunta cuando me doy cuenta de que nuestras manos aun se encuentran entrelazadas, me sonrojo e incomoda me suelto y coloco mi brazo junto a mi cuerpo. Niego con la cabeza. Vuelvo a buscar entre la multitud hasta que veo un cabello rubio que en un momento se da vuelta en mi dirección y logro reconocerlo.
-¡Kyle!- gritó sin que nadie note mi presencia. De un salto abandono la banca e intento abrirme paso entre las personas, literalmente esto es un mar humano. Logro alcanzarlo y agarro la manga de su poleron que ahora lleva puesto ya que su chaqueta la guardó en la mochila, evidentemente. Enojado se da la vuelta y al ver que soy yo sonríe.
-perdón por haberte dejado sola- dice y yo lo rodeo con mis brazos, para que él me imite y nos unamos en un abrazo. -¿estas bien?
Levanto la mirada y me aparto de él –cuando te fuiste… Josh apareció a mi lado- frunce el seño y parece realmente molesto.
-¿te hizo algo?- niego con la cabeza.
-me aleje inmediatamente y… Harry me encontró- me detengo un momento, lo dejé parado junto a la banca al haber encontrado a Kyle con la mirada. Por unos segundos me olvidé completamente de él. –creo que fue por él que Josh se alejó
-tuviste suerte esta vez- dice amargamente –debiste  haberlo denunciado
-no… no sería capaz- susurro bajando la mirada. Quizá debí haber hecho lo que él me sugirió para poder acabar con este sufrimiento, aunque la paz en estos días no es algo que me acompañe por las noches. Aun sigo teniendo sueños en los que Harry me recibe para luego convertirse en mi peor pesadilla. –no quiero hablar de eso, Kyle
-es lo que siempre dices- responde para luego tomarme del brazo y llevarme lejos de ahí. Me giro para poder ver a Harry pero no lo encuentro, seguramente una vez que me vio correr se fue para seguir con lo que  él estaba haciendo dentro del centro comercial, seguramente lo mismo que el resto de nosotros, las compras navideñas.
Terminamos por caminos separados Kyle y yo, necesitábamos comprar cosas distintas y no podíamos ir una cosa a la vez, se nos acababa el tiempo. Terminé mis compras rápidamente, decidí no comprarle un regalo a Harry puesto que lo que deseaba comprarle era demasiado caro y no me agrado nada más de esa tienda. Quien sabe, quizá nunca más nos volveremos a ver.
Salgo del centro comercial y tomo el primer taxi que pasa por la calle, le indico la dirección de mi casa y comienza el viaje hasta mi casa. Una vez que nos hallamos fuera de mi casa mi corazón late cada vez más fuerte, ¿habrá dejado algo para mi? A pesar de que estuve con él hoy en el centro comercial, espero encontrar eso que aun nos une, la rosa que ha enviado durante semanas. Bajo del taxi y me acerco lentamente hasta la entrada, observo el piso que se encuentra cubierto de nieve, no hay nada. Revuelvo la fría nieve con mis dedos descubiertos pensando que podría estar enterrada por algún lugar de la entrada. Debí estar equivocada. entro a mi casa decepcionada, él no la envió, lo que ocurrió hoy fue nuestro adiós. Siento un peso en mi corazón, no creí que este día finalmente llegaría aunque yo misma hubiera sido quien quiso poner fin a todo esto en un principio. Subo a mi habitación, al entrar miro con nostalgia el florero al que yo debería estar colocando una rosa nueva, ahora se encuentra vacío y estará así durante  mucho tiempo.
 

 
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Mensaje por sol <3 Vie 29 Nov 2013, 5:28 pm

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Capitulo 30:
Mi madre se encuentra en la cocina preparando la cena de navidad, decidió quedarse aquí en Londres mientras que para el año nuevo va a irse y yo me quedaré aquí. No quiero ir a ver a mi tío. Me acerco a la ventana y observo a la calle, las casas están completamente adornadas y la mía no es la excepción, siempre hemos pasado las navidades juntas, nunca con alguien más pero esta noche Clark se nos unirá para la cena. Yo hubiera preferido que se quedara con sus hijos en una fecha tan importante. Veo un auto estacionarse en la acera frente a mi casa, no es una camioneta como la de Harry sino todo lo contrario, parece uno de estos autos de lujo aunque no tan extravagante. Cuando sale acomoda su chaqueta y abre la puerta trasera, sale un niño pequeño de alrededor unos 5 años, lo sigue una niña de al pacer 10 y luego un adolescente de quizá unos 15 años. Me quedo estupefacta, mi madre no había mencionado nada sobre los hijos de su novio viniendo a cenar con nosotras en la navidad. Él comienza a decirles algo a sus hijos y yo me separo abruptamente de la ventana, corro escaleras abajo y alcanzo a mi madre en la entrada de la cocina mientras lleva dos platos con ensalada a la mesa.
-¿sabías que Clark venía con sus hijos?- escupo antes de que sea demasiado tarde. Mi madre se queda helada un momento y creo que podría dejar caer uno de los platos por lo que lo sostengo, y lo dejo en el lugar correspondiente en la mesa cuidadosamente decorada por mi madre.
-él no menciono nada- susurra dejando el otro plato en la mesa mientras su mano libre toma lugar en su frente. -¿Cómo lo sabes?
-está afuera con todos ellos- respondo señalando la puerta. Inmediatamente suena el timbre –creo que llego y solo le faltó traer a su ex mujer
-compórtate ¿quieres?- espeta mi madre mientras camina hacia la puerta. Se detiene un momento y se mira en el espejo que está cerca, arregla un poco su blusa, prepara una sonrisa y abre la puerta. –hola, cariño
-bebe- responde él, se acerca y estampa sus labios en los de ella. Niego con la cabeza y camino dentro de la cocina, no quiero ser espectador de esto. –no te molesta….
Me siento en una de las sillas de la cocina, nadie habla durante un momento y luego lo único que escucho son susurros cortos pero severos.
-claro, pasen niños- escucho decir a mi madre para luego sentir el cerrar de la puerta, ellos ya están dentro. -yo tengo una hija –dice y de repente se encuentra en la puerta de la cocina agarrándome del brazo y llevándome hasta la sala.
-hola- digo intentando fingir una sonrisa. El chico de 15 años solo me mira enojado, mientras que los dos más pequeños se me acercan y saludan alegremente. –soy ______
-ellos son Chad, Ginger y Tomas- dice Clark señalándolos respectivamente. Doy un soplido y tomo asiento en el sofá frente al televisor, Tomas se sienta junto a mi mientras Clark en el de en frente con Ginger. -¿estas estudiando?
-creo que voy a ir por Literatura- respondo mientras observo mi pie moverse en el piso, un habito que he tomado para controlar los nervios.
-¿literatura? ¿En serio?- espeta el chico junto a mi. Lo fulmino con la mirada y el solo fija la suya al frente.
-me gusta leer- agrego mientras subo mi brazo lo suficiente como para poder apoyar mi barbilla en mi mano. Esta va a ser una larga noche. 
A medida que el tiempo avanza los niños, Chad y Ginger, comienzan a inventar juegos lo suficientemente caóticos para que su padre tenga que comenzar a perseguirlos por toda la casa, solo el segundo piso se salva. Un dolor en mi cabeza comienza a acentuarse, mi estomago comienza a doler y la cena aun no esta lista. Los invitados sorpresa hicieron que mi madre se retrasara más de lo normal.
-papi tengo hambre- susurra Ginger mientras Clark toma en sus brazos a Chad que ya se esta quedando dormido, para mi alivio. –quiero ir donde mi mami
-Ginger la cena pronto estará lista- le responde pero ella no se queda conforme y enojada va a sentarse junto a Tomas. El chico tiene el cabello hasta los ojos y lleva puestos unos audífonos enormes de los que incluso puedo distinguir que está escuchando porque el volumen es considerablemente fuerte. La niña comienza a molestar a su hermano, él la quita de encima y sigue con su teléfono celular. Ella insiste y él hace lo mismo nuevamente.
-¡déjame tranquilo!- grita Tomas quitándose los audífonos mientras se levanta del sofá y la niña comienza a llorar. Ella es lo bastante grande como para entender, pero parece que la separación de sus padres los ha dejado a todos bastante enfermos emocionalmente, puede que incluso ella no entienda lo que sucedió.
Mi madre sale de la cocina en el momento preciso, coloca todos los platos en su lugar y nos llama a la mesa. Mi madre se sienta de cabecera, yo a su costado derecho y Clark en su costado izquierdo. Junto a mi se sienta Tomas y junto a Clark se sienta Ginger que aun tiene sus ojos rojos por llorar. Valla familia.
-espero que les guste la cena- susurra mi madre y Clark sostiene su mano, ella le dedica una sonrisa y siento que todos los que somos testigos de esos gestos queremos salir de aquí.
-se ve delicioso, amor- dice Clark soltando la mano de mi madre y comenzando a comer, yo hago lo mismo y todos lo hacemos, pero Ginger solo se queda observando el plato. Algo anda mal. -¿Qué ocurre cielo? ¿No te gusta? – la niña niega con la cabeza.
-me siento mal- responde ella y de un momento a otro su rostro, pálido como la nieve adquiere un extraño color verde. Me levanto de un salto para ir a buscar algo en lo que pueda vomitar, pero cuando estoy por atravesar la cocina escucho como ensucia todo. Suspiro, la peor navidad de todas.
-no te preocupes, siempre pasa- dice mi madre pasando junto a mi en busca de algunas servilletas o paños para limpiar. Abrumada por la noche decido salir al patio trasero, la noche es estrellada y hace mucho frío pero se siente mejor estar afuera, donde el olor a vomito no te perturba y donde reina el silencio. Tomo una frazada que estaba colgada en el tendedero y camino hacia la banca que está apegada a la reja que separa el patio nuestro de el vecino. Me siento y observo las estrellas.
Mi madre siempre me dijo que cuando mirara las estrellas podría pensar en mi padre, que él está en algún lugar del cielo, observándome y cuidándome todo el tiempo, que nunca me ha dejado sola. No alcancé a conocerlo, mi madre me dijo que él falleció a los meses después de que yo naciera y que la causa fue un accidente automovilístico. Mi madre me contó que mis abuelos quisieron enterrar su cuerpo donde ellos viven, en Italia y por eso nunca lo vamos a visitar a su tumba. A veces solo quisiera tener algún recuerdo de él al que aferrarme, una lápida que confirme el sentirme de esta manera, pero creo que nunca va a pasar.
Mi madre sale por la puerta de la cocina abrazándose a si misma mientras camina a donde me encuentro sentada, sus ojos me miran triste, esto no era lo que ella esperaba de nuestra noche navideña.
-se han ido- murmura mientras toma asiento a mi lado. La cubro con parte de la manta que tengo a mí alrededor y apoyo mi cabeza en su hombro. –tenía que ir a dejar a los niños con su madre
-no debía haberlos traído aquí- espetó recordando lo horrible que ha sido la noche. –perdón, es solo que… ¿no crees que es algo apresurado?
-creí que era lo mejor- dice mientras su vista también sube hacia las estrellas quienes, hoy, son la única buena compañía. –pero no pensé que con sus hijos aquí todo terminara siendo un caos
-nadie esperaba eso- digo intentando reconfortarla – ¿lo quieres? –ella aguarda en silencio y yo espero ansiosa su respuesta. Solo asiente. - ¿tanto como amaste a papá cuando vivía?
-no sabría decirlo- es lo único que dice. Nos quedamos un momento así, abrazándonos la una a la otra, si hay que siempre he tenido claro es que siempre podré contar con mi madre.
-vamos adentro, empieza a helar- me levanto y le tiendo mi mano. Ella asiente y atravesamos el patio lleno de nieve hasta llegar a la puerta de la cocina.
Entramos a la casa y nos damos cuenta de que ya son más de las doce de la noche, observamos el árbol de navidad y aun se encuentra vacío, olvidé por completo bajar lo que le había comprado a mi madre.
-toma asiento- le digo lanzándola al sofá y subiendo las escaleras lo más rápido posible. Entro a mi habitación, abro las puertas de mi armario y sacó el paquete. Sé que mi madre es diseñadora y que su gusto en la ropa es exquisito pero en el momento en yo vi esa blusa sabía que le iba a encantar. -¡feliz navidad!
-_____ no tenías que molestarte- dice sosteniendo el paquete entre sus manos –no tenías
-claro que si, tu eres mi madre y debo darte un regalo- digo y me siento frente a ella en el otro sillón. La miro expectante mientras ella rasga el papel, su sonrisa se hace cada vez más inmensa y sé que le ha gustado. -¿te gustó?
-claro, ¡es hermosa! – Exclama mientras se levanta y la coloca sobre su ropa para ver como le queda –tu si que sabes mis gustos, hija
-pues eres mi madre, tendría que saberlo- digo y me acerco a darle un abrazo el que ella me corresponde con mucho entusiasmo.
-bueno, ahora es el momento de mi regalo- dice ella mientras sube a su habitación. Cuando baja viene con un pequeño paquete entre sus manos. –espero que tu guste
-gracias- digo y me siento a abrir el regalo que me acaba de entregar. Es una cámara profesional. -¡me encanta!
-que bueno- responde y lo primero que hago cuando la tengo entre mis manos es tomarnos una foto a las dos.
 
sol <3
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Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Empty Re: Mentiras -Harry y tu-

Mensaje por sol <3 Miér 11 Dic 2013, 3:02 pm

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Capitulo 31: 


Suena el timbre y corro a la puerta, es Kyle quien llega con un paquete entre sus manos. Me abraza y yo hago lo mismo, no creí que se acordara de mi cumpleaños. 
-¡feliz cumpleaños- dice una vez que nos separamos, yo le sonrío y lo invito a pasar. La casa se encuentra con algunos globos ya que mi madre encontró apropiado adornar la casa para esta ocasión, mi cumpleaños número 19. –debí haberte traído una silla de ruedas, ahora que eres una anciana 
-¡hey!- digo y lo golpeo en el hombro –preferiría una crema para las arrugas
-lo pensaré para el próximo año- dice y caminamos hasta lo cocina donde mi madre arregla una torta que dice haber preparado ella especialmente pero en la mañana descubrí el envase de donde la había comprado tirado en el tiesto de la basura. 
-hola, Kyle- dice mi madre sosteniendo la torta entre sus manos, ella estaba preparando una once para nosotros tres. Ella quiso intentar invitar a su novio, Clark, pero yo se lo negué después de la tortuosa noche de navidad con su familia no tenía deseos de volver a verle la cara durante mucho tiempo. -¿Cómo está tu madre? 
-está bien- respondió tomando asiento en una de las sillas que se encuentran alrededor del comedor que tenemos en la cocina. Yo hago lo mismo. -¿Qué harás para año nuevo? 
-no sé- respondo y miro a mi madre salir de la cocina –mi madre se va a ir donde mi tío que no veo en años y yo me quedaré aquí 
-podríamos hacer una fiesta- dice entusiasmado, yo niego con la cabeza –o tal vez no
-yo estaba pensando que lo mejor era ir a una fiesta- digo con una sonrisa en mi rostro. Nos quedamos en silencio, mi madre hacia aparición en la cocina nuevamente y tomaba el termo para llevarlo al comedor. –pero ella aun no sabe que me voy a quedar aquí 
-buen plan- dice mientras niega con la cabeza. Sé que no es un buen plan pero por ningún motivo me voy a ir con ella, prefiero quedarme aquí en Londres aunque esté sola, por lo menos tengo a Kyle. Podemos ir a alguna fiesta de los locales del centro y de paso ver los fuegos artificiales, no es tan mal plan ¿no? –bueno, ¿damos una vuelta? 
-¿ahora?- alzo mis cejas –creí que venías a la once que había preparado mi madre
-si, pero aun es temprano- agrega levantándose de su asiento –y necesito que hablemos 
-esta bien- respondo y lo sigo a través de la puerta –solo deja que vaya por una chaqueta –el asiente y se sienta en el sofá frente al televisor. Subo las escaleras y mágicamente en el florero que tenía para las rosas que Harry me enviaba, ahora tenía un girasol enorme en él. Me acero y los sostengo entre mis dedos. Es hermoso. Observo a través de la ventana y recuerdo que tengo que salir. Dejo el girasol en su lugar, tomo mi chaqueta y corro escaleras abajo. 
-vamos- digo una vez en la puerta. Kyle asiente y me sigue, mi madre solo nos sonríe y se devuelve a la cocina. Supongo que ella sabía que no podría retenernos por mucho tiempo. –bueno, ¿de que querías hablar? 
-de Haley- susurra mientras coloca las manos en sus bolsillos –es que… temo que no quiera volver de Francia… 
-¿Por qué no volvería?- exclamo situándome frente a él para poder mirarlo a los ojos –ella estudia aquí ¿no? 
-si, pero sus padres quieren convencerla de que –hace una pausa- quieren que se quede con ellos
-ouch- murmuro mientras retomamos el paso por la avenida –deberías hablar con ella 
-pero no quiero entorpecer su decisión- agrega y pasa su mano por el cabello nerviosamente –no quiero ser la razón por la que no haga lo que ella quiere
-complicado- digo y bajo la mirada al piso 
-complicado- responde y me imita. Caminamos conversando de recuerdos de nuestra niñez o cosas que nos han pasado durante por lo menos una hora. El sol ya había comenzado a esconderse y teníamos que volver a la casa. -¿volvemos? 
-si ya está helando- digo y retomamos el camino hasta mi casa. 
Las luces ya se hayan encendidas y a través de las cortinas puedo ver el árbol de navidad con todas sus luces prendidas. Esta es la imagen que siempre he tenido sobre todos mis cumpleaños, la navidad recién terminando y yo cumpliendo años. Es extraño nacer cerca de una fiesta, porque la mayoría de la gente se olvida que estas tu y solo celebra la navidad. 
Coloco la llave en la cerradura y entramos a la casa, a pesar de las luces no  hay ningún ruido de que mi madre estuviera ahí. 
-¿mamá?- pregunto y siento como se cierra la puerta detrás de mí con Kyle entrando en la escena. Lo ignoro y voy hacia la cocina, no hay rastro de que ella estuviese en un buen rato, aunque las cosas estan en su lugar. La luz del patio trasero se encuentra encendida, ¿ella estará ahí? Miro a Kyle y señalo la puerta que da hacia el patio, el asiente y me sigue cuidando la espalda. Abro la puerta y lo único que puedo distinguir es aquellos profundos ojos verdes que se posan en mi al momento en que coloco un pie afuera. Me quedo congelada, Harry se encuentra sentado en la banca a un costado de mi patio con un gran abrigo y un gorro que cubre la mayor parte de sus rulos. Él me sonríe tímidamente y se levanta para luego sostener entre sus dedos un gran ramo de rosas blancas. Rosas blancas.  Mi corazón se acelera con cada paso que él da, creí que él se había olvidado por fin de mi existencia, que la semana pasada había sido nuestro adiós, pero hoy en mi decimo noveno cumpleaños lo tengo frente a mi con un gran ramos de rosas entre sus brazos. 
-feliz cumpleaños- murmura extendiendo el ramo de rosas, solo lo observo un momento intentando saber si esto es real o no. Creo que si es real –es para ti 
-gracias- logro articular mientras sostengo el ramo entre mis manos. Las únicas veces que nos habíamos encontrado él había actuado de manera indiferente y herido, como si no quisiera estar en el mismo lugar que yo. Siento un fuerte golpe a mis espaldas y al girarme veo que Kyle ya no se encuentra ahí, él ha entrado a la casa. -¿Dónde está mi madre? 
-subió a su habitación- dice alzando sus hermosos ojos para que pueda verlos. Me extiende su mano y yo temerosa la acepto para que me lleve a través de la nieve de mi patio hasta la banca -¿podemos conversar? 
-claro- respondo a medida que me voy sentando junto a él. Me ofrece una manta de polar la que acepto gustosa, hace mucho frío en este lugar. Las consecuencias de tener una blanca navidad. 
-quiero… quiero pedirte perdón- dice girándose para verme a los ojos, sostiene una de mis manos y la acaricia dibujando pequeños círculos en ella –sé que lo que hice estuvo mal y… sé que necesitabas más tiempo
-yo no debí haberte dejado… -hago una pausa- no debí permitir que creyeras que todo estaba bien cierto que todo estaba mal conmigo 
-apure demasiado las cosas- dice con una mirada triste en sus ojos –no quise hacerte sufrir 
-yo… yo tenía que intentar sanar las heridas antes de volver contigo… -digo con mi voz entre cortada, un nudo en la garganta se ha formado y las lagrimas amenazan con salir en cualquier momento. 
-enamorarme de ti no fue planeado- dice con naturalidad. Bajo la mirada al oír sus palabras, ¿aquello es cierto? –prometo no volver a mentir si me das otra oportunidad 
-yo…- tartamudeé aun aturdida por sus palabras. Él está enamorado de mí. ¡Enamorado! –no sé… 
-tu eres quien yo necesito… -susurra mientras se va acercando poco a poco a mi, sus labios a unos pocos centímetros de distancia –yo… no se repetirá 
-Harry- susurro a menos de 15 centímetros de sus labios, sus ojos se encuentran con los míos y luego su mirada se posa en mis labios. Me dejo llevar por el momento y uno mis labios con los de él, sus labios son suaves y encajan a la perfección, es la pieza que me faltaba. El vacío que me siguió durante mucho tiempo por fin desapareció. Me separo delicadamente de él, una sonrisa se ha dibujado en sus labios, supongo que la decisión está tomada y creo que él ya capto el mensaje. 
-¿quieres ser mi novia? 
Me quedo en silencio durante unos minutos, hace días que no nos veíamos y a pesar de todo he aprendido a vivir sin él. Lo tengo enfrente mío, las rosas que él me ha enviado a pesar de quien quiso alejarse fui yo. Si no me arriesgo, jamás sabré. Debo confiar en él. Voy a confiar en él. 
-si quiero- respondo y esta vez es él quien estampa sus labios sobre los míos. Mis manos recorren su cuerpo hasta situarse dificultosamente en la parte trasera de su cuello donde puedo jugar abiertamente con los rulos que quedan libres. Este es el mejor cumpleaños que he tenido. Luego de dejar de besarnos él me rodeo con su brazo y yo apoye mi cabeza en su hombro, nuestras respiraciones eran acompasadas y nuestras manos se encontraban entrelazadas bajo la manta que nos cubría en el frío de la noche. 
-te he extrañado- murmura depositando un suave beso en mi frente, no sé que responder, existían días en los que me permitía pensar en él pero… ¿extrañarlo verdaderamente? Siempre. 
-si soy sincera… hubiera querido no extrañarte- susurro sin abandonar la posición en la que estamos –pero lo hice y mucho 
-te quiero- murmura cerca de mi oído y me sobresalto por el calor de su aliento contra mi sien. Le sonrío. 
-yo también- es lo que respondo antes de volver a unir nuestros labios nuevamente. Creo que por fin esto va por buen camino, por fin esto va a funcionar. No me importa que él sea famoso, no me importa lo que pueda pasar mañana, o en una semana, o en un mes, hoy estoy aquí sentada con Harry y eso es lo que me importa. 
-creo que deberíamos entrar- digo sobre sus labios al abandonar su mano bajo la abrigada cobija. El frío azotó mi piel y creí que mi mano se había congelado en ese espacio –hace frío 
-si, tienes razón- dice levantándose cuidadosamente de mi lado, yo hago lo mismo y luego entrelazamos nuestras manos hasta llegar a la puerta de la cocina. 
Al entrar me encuentro con mi madre sentada frente a Kyle conversando animadamente, creo que estuvimos durante mucho tiempo en la soledad del patio trasero. Nos soltamos las manos y nos lanzamos miradas cómplices. 
-¿se están divirtiendo?- pregunto casualmente sin poder borrar una sonrisa de mi rostro, hace tiempo que no me sentía de esta manera. 
-no tanto como tú y…- murmura Kyle por medio de una risa reprimida. Me sonrojo y lo golpeo en el brazo como acostumbro. 
-pasemos a la mesa- dice mi madre y todos la seguimos hacia el comedor. Hay un nuevo puesto en la mesa y Harry se sienta junto a mí. –que bueno que por fin se reconciliaron 
Harry y yo nos miramos sintiendo como mis mejillas se tornan de un color rojo ante sus palabras. Mi madre, ¿no podía haber esperado hasta que todo el mundo se fuera para hacer ese comentario? 
-yo también estoy feliz, señora- dice Harry mientras su mano busca a tientas  la  mía por debajo de la mesa, donde nadie pueda vernos. 
Mi madre sonrió y luego puso en frente de mí la torta que con tanto amor ella había “hecho”, lo que más bien yo diría comprado. 
-¡cumpleaños feliz…- todos comenzaron a cantar la típica canción de cumpleaños y en un momento creí que unas lágrimas podrían derramarse desde mis ojos -…te deseamos a ti! 
-gracias- digo y soplo las velas de la torta, giro mi rostro y veo a Harry observándome con una de sus sonrisas, le sonrío de vuelta. Sin duda uno de los mejores cumpleaños. 








































Capitulo 32: 


Me levanté temprano en la mañana, hoy Harry me pasaría a buscar para pasar el día juntos como los novios que ahora somos, le pregunté si algún día podría conocer a sus compañeros de banda pero me dijo que hoy no, puesto que la mayoría había viajado hacia la casa de sus familiares para pasar las fiestas. Le pregunté si es que él no había ido a pasar las fiestas con su familia y él me dijo que todo lo contrarío, ellos habían venido a pasar las fiestas con él, y aunque había sido diferente… él había estado feliz, agregando que ahora era mucho más feliz que el 25 de diciembre. El día es  frío y las calles se encuentran cubiertas de nieve, mayormente producida por la tormenta que había ocurrido durante la noche. Cogí mi abrigo negro que me llega hasta las rodillas y con mi otra mano tome mi pequeña mochila donde llevaba mi teléfono, llaves, etc. Desde los 15 años que acostumbro a llevar una mochila en vez de alguna cartera, aunque también usualmente llevo pequeños bolsos. 
Mi madre dormía en su habitación aunque ya fueran las 10:30 de la mañana, es verdad… es demasiado temprano y con el frío que hace cualquiera en su sano juicio se había quedado en su cama como mi madre pero, Harry me invitó a salir así que… tenía que levantarme. Me acerqué a la venta y vi como se estacionaba su camioneta en la acera frente a mi casa. Al bajarse sus rulos estaban completamente escondidos bajo una gorra ploma puesta en la parte posterior de su cabeza, casi como si se estuviera cayendo. Sonreí para mis adentros y me dirigí hacia el espejo que está cerca de la puerta donde pude apreciar mi ajustado sweater plomo. Tocan el timbre. Me situó frente a la puerta  y suspiro dramáticamente, por primera vez en días me encontraba nerviosa. 
Como siempre Harry con una gran sonrisa me saluda. 
-Hola- dice y se acerca lo suficiente como para yo rellenar los espacios y cubrir sus labios con los míos -¿Cómo estas? 
-con frío y ¿tu?- respondo haciéndome a un lado para que entre y recupere un poco de calor. Sus mejillas se encuentran rojas por el frío y su nariz está igual, a pesar de que trae guantes estoy segura de que sus manos también están heladas. Hace tiempo que no recibíamos un crudo invierno como este. 
-helado… pero feliz- dice con un brillo especial en sus ojos lo que me confirmaba todo lo que él me había dicho la noche de mi cumpleaños. Lo ayudé a quitarse el abrigo que traía y lo dejé junto al mío –gracias 
-¿quieres un café?- ofrecí señalando la cocina, sé que nuestra idea era salir pero con este frío iba a hacer todo lo posible para que nuestro panorama solo fuera quedarnos en el sofá acurrucados el uno junto al otro con una manta que nos envolviera viendo televisión. Según yo, el panorama perfecto. 
-no… tenemos que irnos, si no llegaremos tarde- dijo caminando hacia mi mientras temeroso posicionaba sus manos en mi cintura y me acercaba hacia él para unir sus manos en la parte baja de mi espalda. Mis brazos los subí hasta su cuello, donde finalmente entrelacé mis manos mientras apoyaba mi cabeza en cerca de su hombro, aunque él fuera lo bastante alto como para que ello pareciera más su pecho que lo que pretendía ser su hombro. –Aunque me agradaría quedarme así contigo- susurro cerca de mi oído provocando que todo mi cuerpo se estremeciera con el contacto de su aliento con mi cuello. Aleje mi cabeza de su hombro y lo miré fijamente a los ojos, uní nuestros labios en un beso en el que pronto él se encargaría de profundizar abriéndose paso dentro de mi boca abriendo sensaciones nuevas dentro de mi. Su agarre se hizo fuerte en mi espalda provocando que los recuerdos de la noche de Halloween volvieran a mi mente, mi cuerpo se tensó bajo sus brazos y comencé a sentirme incomoda. Él se separo confundido al ver que había dejado de responder a su beso, él me miró pidiendo respuestas mientras que yo solamente desvié mi mirada. 
-lo… lo siento- dijo creyendo que habíamos ido demasiado lejos, me sentí mal por no decirle lo sucedido, por no contarle la verdad pero creo que… que creería que soy débil o solo que no es verdad. 
Sostuvo mi mano y con su mano, delicadamente tomó mi mandíbula y me obligó a mirarlo –si quieres que alguna vez me detenga… solo tienes que decirlo 
-esta bien- respondí intentando simular una sonrisa, la noche de Halloween quedaría marcada en mi cabeza por el resto de mi vida. 


Caminamos tomados de la mano hacia el edificio que teníamos delante de nosotros, aun no entendía por completo que era lo que veníamos a hacer aquí y Harry insistía en que tenía que ser una sorpresa. En el momento en que atravesamos la puerta le entrada seguía helada, había una mujer tras un mostrador que tenía rostro de funeral mientras que detrás de ella, en una estantería, se encontraban un sin fin de patines sobre hielo de distintos tamaños. Enseguida entendí a donde me había traído a pasar el día. 
-yo no sé patinar, Harry- digo en el momento en que caminamos hacia la chica con cara de funeral. Su cabello era negro pero en un costado tenía un mechón rojo sangre que enmarcaba su rostro, en su labio tenía una argolla y sus ojos estaban delineados con lápiz negro, demasiado destacable para mi gusto. 
-yo te enseño- respondió y sosteniendo firmemente mi mano me guío hacia la chica –hola quiero dos pares de patines –ella levantó la mirada con desdén y cuando sus ojos se posaron en los de mi novio su mirada se iluminó, ella no podía ser fan de One Direction o ¿si? 
-wow- fue lo único que salió de su boca durante los segundos más largos de mi vida, golpeé el mesón con impaciencia –tu eres el chico de las paredes de mi hermana –suspire ella no era fan, era su hermana menor 
-ah- dice Harry y pasa una mano descuidadamente por su cabeza que aun esta cubierta por su gorro. –impresionante 
-impresionante- repite ella como hipnotizada –bueno, ¿Qué números? –él me observa y yo atontada no respondo hasta que él me da un golpe con nuestras manos en mi pierna 
-yo quiero unos del siete- digo observando como ella siente y se levanta de su asiento para comenzar a buscar entre los patines que tenía a su espalda el número que necesitaba. 
-aquí tienes- dice con una sonrisa fingida, no sé si es por ella o por su hermana, aun así creo que ella no me agrada –y ¿Qué hay de ti? 
-dame unos del 10- dice él y ella se da la vuelta para buscar los de Harry. Se los entrega con la misma sonrisa que me hizo a mi, quizás a ella no le gustó a Harry, quizá ella lo detesta porque su hermana escucha sus canciones todo el día. –gracias 
-hey chico, ¿me darías un autógrafo para mi hermana? –agrega ella guiñándole un ojo. Frunzo el ceño y veo como Harry hace una mueca mientras sostiene él lápiz entre sus dedos, y garabateando algo ilegible en una hoja de papel –gracias –dice la chica y él solo le sonríe. 
Él toma mi mano y me lleva a través de una puerta de vidrio dando paso a una gran pista de hielo donde solo unas pocas personas se encuentran patinando en este momento. Nadie parece reconocer a Harry hasta el momento, al menos mientras él nos dirige hacia una banca apartada pero cerca de una puerta para entrar a la pista donde poder colocarnos nuestros patines. 
-voy a hacer el ridículo con esto- digo sosteniendo los patines en mi mano. Él solo ríe y me quita los patines dejándolos en el suelo. Comienza desabrochando mis botas y solo dejándome en calcetines, luego me coloca cada patín y los abrocha respectivamente. Luego se acerca a mi rostro y besa mi nariz, se sienta junto a mí comenzando a colocarse los suyos para que así podamos intentar patinar juntos. 
-¿sabes?- digo y él posa su mirada en mi –creo que sería mejor que me quedara aquí observando lo bueno que eres patinando 
-eso no sería divertido- dice sonriendo de oreja a oreja –necesito ver tus caídas
-malo- susurro haciendo una mueca  con mis labios, él me observa y besa mis labios delicadamente para luego sostener firmemente mi mano. –no creo ser capaz de levantarme de aquí 
-ese es el primer paso- dice y me empuja hacia arriba mientras yo aprieto mis pies hacia el suelo e intento mover uno a la  vez hasta alcanzar la puerta de la pista, unos niñitos me miran y se ríen. –okey, espera un momento –me deja afirmada a la reja que me separa del duro y frío hielo, él entra sin mayores problemas logrando mantenerse en pie sin dificultad. Lo envidio porque a mi me va a costar una eternidad mantener ese equilibrio. –vamos 
Asiento y avanzo hacia él, cuando mi pie derecho toca el hielo este se va mucho más allá de donde quiero y amenazo con caerme quedando con un pie dentro, y otro fuera. Harry hábilmente me sostiene por la cintura, tomándome ligeramente y dejándome intacta en el hielo de la pista. Suspiro. –creo que esto nos tomará tiempo 
-te lo dije- argumento –debí haberme quedado mirando 
-no sería divertido- vuelve  a decir y ríe cuando me ve casi abrazada a la reja más cercana –vamos, suéltate  
-no quiero- digo aforrándome más fuerte. Él vuelve a reír y yo solo niego –no, déjame aquí 
-vamos, confía en mi- susurra y por primera vez veo en sus ojos la sinceridad con la que me lo pide, yo sé que puedo confiar en él. Suelto una mano y él enseguida la sostiene, comienzo con la otra y temo volver a cas caer pero Harry me agarra fuertemente. 
-ahora estas de pie- ruedo los ojos –no hagas eso o te suelto –mi expresión es de miedo y él sonríe. –ahora voy a avanzar hacia atrás para que puedas practicar 
-okey- respondo y él empieza a patinar de espaldas lo suficientemente lento como para que yo no pueda perder el equilibrio que hasta el momento había logrado. Un pie a la vez logro avanzar hasta el otro extremo, feliz le digo a Harry que ahora quiero intentarlo yo sola. Él niega con la cabeza. 
-no creo que estés lista- dice preocupado –mejor sigámonos moviendo de esta manera durante un rato
-quiero intentar- insisto hasta que él cede aunque disconforme con la decisión –ahí voy –digo y me suelto de la reja. Mantengo el equilibrio y muevo un pie, luego el otro hasta que me encuentro lo suficientemente lejos de la reja y de Harry para que ninguno pueda sostenerme. -¡lo estoy logrando! –giro mi cabeza para mirar a Harry y él me mira con una advertencia en su rostro, me vuelvo hacia donde estaba y un niño de apenas unos 12 años pasa junto a mi rozando mi brazo izquierdo. Pierdo el equilibrio rápidamente y caigo azotando mi trasero en el duro hielo. Chilló al contacto y Harry se encuentra a mi lado en un instante, no puedo dejar de quejarme el dolor es demasiado intenso. 
-¿estas bien? ¿Te hiciste daño?- se agacha hasta mi altura y acaricia mi mejilla. Tengo los ojos cerrados, no los quiero abrir porque la gente que nos observaba va a reír y mi mueca de dolor es demasiado fea como para enfrentar lo que viene. Abro finalmente los ojos y lo primero que veo son los ojos de Harry viéndome con preocupación, intento sonreírle pero fallo, el hielo está demasiado frío aunque calma la hinchazón de mi trasero. 
-no me quiero mover- le digo seriamente 
-¿te hiciste daño?- vuelve a preguntar, yo dejo mi rostro inmutable, no quiero decirlo tan fuerte -____
-mi trasero- susurro pero él no escucha –Harry, me duele el trasero 
-oh- dice y siento como mis mejillas se sonrojan al instante. Él me ofrece una mano pero yo niego con la cabeza. Se queda observándome un momento y de un momento a otro él me sostiene entre sus brazos llevándome hasta la salida. 
-Harry nos vamos a caer- le digo aunque sé que va caminando con cuidado, no logro ver nada pero siento que alguien viene hacia nosotros -¡Harry! 
-¿ah?- dice él hasta que nuevamente nos encontramos en el hielo, Harry completamente recostado mientras que yo me encuentro encima de él. –ouch 
-oh déjame levantarme- digo girando mi cabeza para quedar a escasos centímetros de sus labios, él solo me observa y de repente sentimos que alguien tose. Inmediatamente giro mi cabeza e intento apartarme lo más rápido posible. Comienzo a gatear hasta la reja mientras Harry intenta levantarse por si solo. Me agarro a la reja y comienzo a subir lentamente, es más difícil de lo que pensaba. Cuando logré levantarme veo que la chica de la entrada con su mecha roja se me acerca con una mueca de preocupación la que me pareció extraña ver en su rostro.
-la prensa está rodeando el lugar- susurra en mi oído. Me quedo inmóvil durante un momento y me giro a ver a Harry quien, aunque un poco adolorido, se mueve en mi dirección. –la policía está por llegar para escoltarlos hacia donde deseen 
-gracias- digo ofreciéndole una sonrisa la que ella devuelve con un toque sincero en su mirada, creo que al final ella es amable. 
Una vez que estamos fuera de la pista de patinaje revisando nuestros daños pienso que es correcto decirle a Harry lo de las fans que rodearon el lugar. 
-¿te encuentras bien?- pregunta posando una mano en mi pierna con delicadeza, asiento y suspiro. Es ahora o nunca.
-Harry, la policía viene hacia acá- digo sin vacilar y su rostro se vuelve inmutable –me dijeron que varias fans rodearon el lugar 
-eso no es bueno- dice levantándose bruscamente haciendo una mueca de dolor. –perdón
-no tienes por que disculparte- replico enseguida –no es tu culpa ser tan bueno en lo que haces 
-eres demasiado buena conmigo- agrega sentándose junto a mi y apoyando su cabeza en mi hombro, me giro y  miró a sus verdes ojos. 
-y tu eres demasiado lindo conmigo- digo y uno nuestros labios en uno de los mejores besos del día.


sol <3
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Mensaje por sol <3 Dom 15 Dic 2013, 3:46 pm

Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Tumblr_msidwvDwmn1sb1fuzo1_500


Capitulo 33: 
Como nos había dicho la chica del mostrador demasiadas fans se encontraba fuera del edificio y nos iba a ser muy difícil salir como gente normal. 
-esto es extraño para mi- digo con Harry caminando a mi lado a través de los pasillos del edifico donde se encontraba la pista de patinaje. La policía ya había llegado para resguardarnos lo suficiente como para poder estar lejos de aquellas chicas que gritan por mi novio allá afuera. 
-aunque no lo creas, jamás podré acostumbrarme a esto- dice acercándose y depositando sus labios delicadamente en mi frente, mientras unía nuestras manos al caminar. 
-podrías darles algunos autógrafos ¿no crees?- digo acercándome a una ventana donde pude ver a todas esas chicas gritando y pidiendo ver a Harry, pensé en lo que se sentiría admirar tanto a alguien –creo que sería algo muy lindo de tu parte
-podría ser una buena idea- dice situándose junto a mi en la ventana -¿crees que me dejen? 
-solo hay que intentar- digo y lo tomo de la mano para dirigirnos hacia la puerta principal. Empujo la puerta y veo las rejas que están puestas alrededor del edificio, es suficiente para detener a una horda de adolescentes ¿no? –Ve y complácelas –digo y él me guiña un ojo.
Una chica lo suficientemente rápida le quita el gorro a Harry y él le pide que se lo devuelva porque ahora tiene frío en la cabeza pero ella solo niega con su cabeza diciendo que ahora ella estaba abrigadita, que ella no se lo devolvería. Él solo sonrío para unas cuantas fotos y firmó mínimo una docena de autógrafos, aquello era impresionante y eso que esto solo era Londres. ¿En otras partes del mundo ocurrirá lo mismo? Creo que tendría que averiguar en Internet cuando tuviera tiempo. 
Minutos después los policías que estaban dentro del edificio notaron que nos encontrábamos fuera complaciendo a las chicas que estaban pasando frío fuera del edificio. 
-Srta. Le pido que entre- dice el policía que en su chaqueta dice llamarse Gordon –es por su seguridad
-estoy bien- digo y me suelto de su agarre, no quiero dejar solo a Harry en esto –suélteme –digo cuando me agarra del brazo llevándome dentro a la fuerza. Las imágenes de la noche de Halloween volvieron a mi mente y con el corazón en la garganta comencé a chillar mientras golpeaba lo suficiente para poder soltarme. Él policía solo caminaba conmigo del brazo hasta que Harry noto el alboroto y corrió hacia donde yo me encontraba. 
-déjela en paz- le dice al policía y ahora es él quien sostiene mi brazo -¿te encuentras bien?
Mis ojos están amenazando con derramar lágrimas, él acaricia suavemente mi rostro con su mano y luego me acerca a él para rodearme fuertemente con sus brazos. Hace tiempo que no me podía sentir segura de esta manera con él a mi lado. 
-vamos adentro- susurra en mi oído y me lleva dentro del edificio. Mi corazón se encuentra acelerado y mis manos tiemblan con él solo tacto con la piel de Harry a través de ellas, mis ojos se nublan por las lágrimas y solo soy capaz de caminar con un brazo de Harry a mí alrededor. -¿Qué ocurre? – niego con la cabeza 
-nada- susurro alejando mi rostro del de él. Temo decirle y que no me crea y piense que soy una mujer débil, que no soy quien él cree. No quiero que me deje. 
-¿nos pueden sacar de aquí lo más pronto posible?- le dice al policía más cercano. Entierro mi rostro en su cuello e intento estabilizarme emocionalmente, hace menos de un mes que no me sentía de esta manera, completamente vulnerable. A los minutos después Harry me ayuda a levantarme y bajamos un piso en el ascensor. 
Sus brazos rodeándome hacia el auto de la patrulla sin decir más palabras nos adentramos donde nos podríamos encontrar seguros al salir de aquel edificio. Harry solo me apretaba contra si, como si con ello pudiera hacerme sentir más protegida o si con ello pudiera tranquilizarme. Si él supiera que solo con su presencia me sentía más segura.  
-¿Dónde los llevamos?- preguntó el policía que conducía la patrulla en el momento en que comenzamos a salir. Harry le dictó una dirección a la que él policía asintió y colocó en marcha la patrulla. Me sentía débil y un poco expuesta, uno de mis mayores secretos estaba a la vista de él y en cualquier momento el pediría respuestas, respuestas que yo no querría darle y tampoco querría explicar esa noche una vez más. Demasiado terrible para un solo día. 
El auto se estacionó frente a un gran y lujoso edificio departamento, esto no era ningún lugar que yo conociera, y si es que había transitado por aquí solo alguna vez era demasiado. Este era un barrio demasiado lujoso. 
-vamos- dice Harry ofreciéndome su mano para ayudarme a salir, la sostengo firme y me coloco junto a él mientras le da las gracias al policía que nos ayudó a salir de ahí –vas a conocer mi departamento, hace frío y creo que ver películas sería algo bueno
-es lo que quería en un principio- digo y avanzo con él a la entrada donde al conserje le avisa que ya ha llegado. 

Harry abrió la puerta a un departamento con las cortinas cerradas, un gran sofá en medio de la habitación y obviamente frente al televisor, y un poco desordenado. Frente a la puerta había un gran ventanal que llevaba a un pequeño balcón que mostraba la ciudad de Londres desde esa perspectiva. Harry camino a través de la sala y abrió de par en par las cortinas dejando que entrara la luz natural, permitiendo que ahora se pudiera ver todo con claridad. Unas cuantas poleras encima de unas sillas del comedor y uno que otro paquete de papas fritas sobre la mesa, dejaban al descubierto que quien vivía ahí era un chico, soltero y sin mucho tiempo para ordenar. 
-puedo adivinar, vives solo- digo caminando a lo largo de la sala mientras recojo algunas camisetas y las voy dejando sobre el sofá. A pesar de lo desordenado que se encontraba el departamento me asombra que el piso esté completamente limpio, ninguna mota de polvo se cola en los muebles. 
Impresionante. 
-si y a pesar de que mi madre estuvo aquí hace poco, todo está igual que siempre- hace una pausa –bastante desordenado, lo siento
-no te preocupes- digo y camino hacia él lentamente –ese eres tu y es a quien quiero conocer- poso mi mano en su mejilla y me acerco lo suficiente como para que sus labios toquen los míos, aunque algo temeroso sus brazos me rodearon y terminamos en un abrazo en medio de la sala. Si esto era estar enamorado, yo lo estaba hace tiempo. –me agrada estar así contigo 
-a mi también- responde lo bastante cerca de mi oído como para que mi cuerpo reaccionara al contacto de su aliento contra mi piel. 
-¿vemos una película?- agrega sonriendo de oreja a oreja, la calefacción ya estaba encendida y comenzaba a hacer calor en la habitación. 
-¿no era a eso a lo que vinimos?- respondo separándome de él y quitándome inmediatamente el abrigo dejándolo encima de una de las sillas del comedor. Él me sonríe y da un rápido beso en mis labios mientras camina hacia lo que parecía ser su habitación. Me quedo sola un momento y voy hacia la cocina en busca de algo de comida que podamos disfrutar mientras vemos películas. Abro uno de los estantes y lo único que encuentro es cereal. Creo que sería mejor pedir una pizza. Harry aparece por la puerta de su habitación con unas tres películas en sus manos. –creo que deberíamos pedir pizza 
-¿no tengo comida?- pregunta asombrado de no encontrar nada comestible hoy –creí haber hecho las compras la semana pasada 
-supongo que la navidad te dejó pobre- digo y ambos reímos –una pizza no es nada malo o ¿si? 
-es una gran idea- dice dejando las películas en el sofá, ahora despejado de ropa y busca en sus pantalones su teléfono para llamar a la pizzería. Me senté en el sofá frente a la televisión y sostuve las películas que Harry había dejado encima, las tres eran de miedo y ninguna las había visto. Creo que pasaría la mayor parte del tiempo acurrucada en su cuello evitando las partes que pudieran provocarme un trauma emocional que impidiera ir al baño sola. -¿ya decidiste cual ver?
-no me agradan las películas de miedo- digo haciendo una mueca de tristeza mientras dejo las películas junto a mi –me dan pesadillas 
-entonces, yo elijo- es lo único que dice y se sienta junto a mi para terminar por elegir el juego del miedo. Dios, está tarde sería horriblemente tenebrosa. 
Luego de que pusiera la película en el DVD de su televisor, Harry trajo una manta lo suficientemente grande como para que cupiéramos los dos completamente cubiertos. Me acomodé junto a él apoyando mi cabeza en su hombro mientras él tímidamente me rodeaba con su brazo, haciéndome recordar la mañana en la que él me  había ido a buscar al hospital y nos quedamos viendo caricaturas de esta misma manera. 
Comenzó la película y lo único que hacía era esconder mi rostro bajo la manta, de un momento a otro Harry pareció ignorarme por completo, dejándome a la deriva en el sofá con el rostro enterrado en una almohada temiendo que “alguien” pudiera hacerme daño. Locuras, lo sé. 
-oh Dios mío- murmura Harry provocando que yo alce mi mirada durante unos segundos para encontrarme en la pantalla una escena demasiado sangrienta para mi gusto, esto ya era demasiado. Temblando me acerqué a Harry y escondí mi rostro en su cuello, necesitaba llamar su atención lo suficiente como para que detuviéramos la película y así viéramos otra cosa. Terminé por abrazarlo y de un momento a otro él besó mi frente, objetivo logrado. 
-Harry- susurro pareciendo dormida por lo somnolienta que había sonado mi voz -¿Por qué no vemos otra cosa?
-_____ ya va a terminar- dice en tono de suplica, suspiro y vuelvo a enterrar mi rostro en  su pecho para así evitar que perturbadoras imágenes terminaran gravadas en mi cabeza. Estaba a punto de caer al reino de los sueños cuando su brazo se hizo más fuerte a mí alrededor y de un momento a otro sus labios buscaron los míos. Un poco confundida mi mano buscó desesperada su cabello donde me entretuve jugando con esos rulos que descansaban en la parte baja de su cuello. Una de sus manos bajo a través de la manta que me cubría y se poso en mi cintura, donde por debajo de mi polera el dibujaba delicados círculos en mi piel. Miles de nuevas sensaciones recorrieron mi cuerpo pidiendo más a cada minuto. Nos separamos durante un segundo en el que nuestras respiraciones se cruzaron frente a nuestras narices y una mirada diferente albergaba sus hermosos ojos verde azulado. Sentí que el mismo pensamiento estaba cruzando por nuestras cabezas. Sus labios atraparon los míos abriéndose paso rápidamente dentro de mi boca la cual recorría abiertamente sin mayores problemas, su mano en mi cintura comenzó a acariciar mi espalda mientras que con la otra acariciaba mi cabello al igual que yo jugaba con sus rizos. Delicadamente fue recostándome en el sofá quedando el encima de mi apoyando los codos de manera que él no pudiera aplastarme, lindo de su parte. Su boca dejo la mía y comenzó a incursionar desde mi pómulo dejando un camino hasta mi cuello donde tomándose su tiempo provocó que un pequeño gemido saliera de mi boca. Avergonzada de lo que acababa de pasar mis mejillas se tornaron de un rojo vivo a lo que Harry deteniéndose un momento a observarme sonrío abiertamente. 
-eres hermosa- susurro levantándose del sofá para tomarme entre sus brazos e hipnotizada por sus ojos llevarme hasta su habitación que se encontraba junto a la cocina. 
Mis brazos alrededor de su cuello mientras el me depositaba delicadamente encima de la cama que estaba perfectamente armada, nada en comparación en lo que había visto en la sala. Sus labios volvieron a atrapar los míos de una manera más apasionada que antes, como si el cambio de ambiente hubiera provocado algo en él o más bien en nosotros. Tímidamente mis manos se posesionaron en la parte baja de su abdomen mientras apretaba el borde de su camiseta y sus labios volvían a situarse en mi cuello. Sus manos comenzaron a subir mi camiseta dejando al descubierto parte de mi estomago, lo suficiente para hacer contacto con la parte baja de su abdomen que ahora, por mi culpa, también estaba descubierto. Algo en su mirada me decía que no tuviera miedo, que todo iba a estar bien, que él no me haría daño. 
Impulsada por la seguridad de su mirada levanté los brazos dejando que él pudiera quitarme la camiseta que ya parecía estorbar entre nosotros. Sus ojos me inspeccionaron lentamente, deteniéndose sin reparo en mis pechos. Mis mejillas volvieron a ruborizarse, no estoy acostumbrada a que me miren de esa manera. Situé mis manos en su perfecto abdomen mientras el ayudaba a deshacerse de su camiseta, dejando al descubierto sus tatuajes que me dejaban anonadada. 
Comenzaba a subir la temperatura.
Sus labios bajaron hasta mi ombligo donde comenzó a subir lentamente con su boca deteniéndose especialmente en el espacio que había entre mis pechos. Mi cuerpo quería más y no podía pensar racionalmente.  Luego de su detallada inspección a mi cuerpo sus manos se situaron en mi espalda, comenzando a jugar con el broche de mi brasier, si deseaba parar tendría que ser ahora o nunca. Su boca en mi cuello y sus manos desabrochando la única prenda superior que me estaba quedando, algo nos detiene. 
El timbre. 
Nos miramos asustados despertando de un mundo en el que solo estábamos nosotros.
El timbre volvió a sonar. 
Asentí con la cabeza y Harry me da un beso fugaz en los labios. Se levanta de encima de mí y va en busca de su camiseta, donde fuera que la hubiera dejado. Me quedé ahí recostada, no puedo creer lo que estaba a punto de hacer, una decisión bastante importante estaba a punto de ser tomada y no me había percatado del todo. Esto era lo que quería hace cinco segundos y no sé que es lo que va a pasar cuando Harry vuelva de atender la puerta. 
-gracias- lo oigo decir y luego escucho el cerrar de la puerta, siento sus pasos a través de la sala para luego aparecer bajo el umbral de la puerta de su habitación. Me quedé observándolo un momento, él también hacía lo mismo. -¿quieres comer?- negué con la cabeza y palmeé el espacio que quedaba de la cama junto a mi. Harry por inercia se quitó la camiseta para acostarse junto a mí. 
-podemos dormir un poco- susurro sintiendo como mi corazón bajaba su ritmo poco a poco y mis parpados deseaban cerrarse, me había levantado muy temprano. 
-claro, amor- dice Harry acomodando un almohadón bajo su cabeza y extendiendo su brazo para que yo me acomodara encima de él. -¿soy una buena almohada?
-la mejor- susurro apoyando mi cabeza en su pecho mientras él posa una mano en mi espalda momentáneamente descubierta y la acaricia delicadamente. Mi mano buscaba el contorno de sus tatuajes, imaginando el dolor que había sentido cuando se los había hecho, sentí curiosidad. Su brazo suelto me rodeó  y sin esperarlo abrochó mi brasier para luego, buscar una manta y cubrirnos con ella. 
Una de las mejores siestas de mi vida. 
sol <3
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Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Empty Re: Mentiras -Harry y tu-

Mensaje por sol <3 Jue 02 Ene 2014, 3:11 pm

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Capitulo 34:
Mi madre corría de un lado a otro con sus cremas, algunas prendas de ropa y sus papeles en la mano. Había logrado convencerla de que me dejara aquí en Londres mientras ella viajaba a pasar el año nuevo con algunos familiares que seguramente yo no conocía, tanto que ni siquiera conocía a mi propio tío.
-¿estás segura que no quieres venir?- vuelve a preguntar por enésima vez durante el día. Mañana es año nuevo, el primero que pasaré sin ella  y el primero que ella pasará sin mí.
-estaré bien- respito mostrando una de mis más amplias sonrisas para así demostrar que realmente no tiene por qué sentirse mal al dejarme sola en la última fiesta del año –estaré con Harry no te preocupes- lo único que ella no sabía es que aun no lo había hablado con él.
-debiste haberme dejado hablar con él- hace una pausa –no me siento bien dejándote sola en esta casa ¡puede pasarte algo!
-no va a pasar nada- digo acercándome a ella mientras la rodeo con mi brazo intentando calmarla –todo va a estar tal como lo vez cuando regreses
-te voy a extrañar- dice dando la vuelta para abrazarme por completo -¿segura que no quieres que me quede?
-vete de una vez- espetó bajo su mirada dolida y enfurecida –yo también te extrañaré
-cuídate y me llamas cualquier cosa- agrega dando un beso en mi frente –promételo
-lo prometo- digo en el instante es que se escucha la bocina del taxi que venía a recogerla –buen viaje
-te quiero- dice a medida que va tomando su maleta para llevarla hacia la puerta donde el conductor la tomaría y colocaría en el porta equipaje -¿sabes los números de emergencia?
-si, mamá- respondo mientras le entrego su teléfono celular –ahora, solo disfruta del viaje
-esta bien- susurra mientras retira una pequeña lágrima de su mejilla, deseaba evitar el momento emotivo por una vez en la vida –entra al auto mamá
-cuídate y no hagas nada de lo que puedas arrepentirte- sabía exactamente a lo que se refería y tuve que trabajar muy duro en que mis mejillas no se sonrojaran en el instante en que las imágenes de hace dos días atrás recorrieran mi mente. Podría haberme arrepentido de eso ahora, ¿lo habría hecho? No sabría responder a esa pregunta, las cosas estaban sucediendo tan rápido, si la pizza no hubiera llegado en ese exacto momento quizá hoy todo sería diferente.
No podría asegurarlo. 
Observo como mi madre se sube al taxi mientras este le dice algo que la hace sonreír, ella me mira en el instante en que mis ojos se humedecen, no quiero arrepentirme de dejarla ir, hago una seña con mi mano y veo como se aleja por la avenida. Ella no volverá en una semana.
En una semana pueden pasar muchas cosas.
Me siento en la entrada de mi casa viendo como la poca gente que anda a esta hora de la tarde caminando envuelta en sus abrigos y con unos gorros que no les permiten disfrutar mucho del paisaje. Estar sentada aquí afuera podría ser algo peligroso, pero aun así no quiero entrar a la soledad de mi casa donde mi madre no va a estar moviendo sus telas de un lado a otro o rogando que la acompañara en su viaje.
Ahora si me estoy arrepintiendo.
Veo como una camioneta dobla en la esquina y mi corazón da un salto, era Harry que venía a mi casa sin que yo le hubiera dicho algo o llamado para que me hiciera compañía. Observo como avanza hasta estacionarse en la acera, me observa a través del vidrio y una sonrisa llena de sorpresa se sitúa en su rostro. Baja rápidamente hasta quedar frente a mí para esperar que yo me levante y lo salude, pero, solo me quedo sentada esperando que él me acompañe y me rodeé con sus brazos diciendo que pasaré con él el año nuevo.
-¿ocurrió algo?- susurra mientras se sienta junto a mi en la entrada de mi casa –puedes confiar en mi
-dime que no me dejaras sola- susurro enterrando mi rostro en su cuello –no quiero pasar sola
-¿y tu madre- pregunta intentando alejarme para poder mirarme a los ojos -¿Qué pasó?
-fue de viaje y yo no quise ir con ella- digo y unas lágrimas amenazan con salir, yo fui quien  no quiso acompañarla por que desde un principio aunque no estuviera con Harry no quería ir a visitar a unos familiares. Yo no quería eso.
-preciosa si no querías estar sola, solo debías haberlo dicho- hace una pausa –puedo quedarme contigo si quieres
-¿en serio?- digo con un asomo de alegría en mi voz, como una niña pequeña a la que le dicen que al parecer le van a comprar esa muñeca que tanto anhelaba
-claro que sí- afirma depositando un pequeño beso en mi frente
-eres el mejor- digo y uno nuestros labios. Luego de unos minutos nuestras frentes se quedan unidas mientras nuestros ojos intentan grabar cada momento que tenemos en frente, sus labios ligeramente rojos por culpa de los míos y sus ojos de un profunde verde que los hace cada ves más hermosos.
-creo que debemos entrar- murmura y yo asiento para que entrelace nuestras manos mientras me guía dentro de mi hogar.
Mi corazón se acelera ante lo que podría suceder en ese momento, por un momento nos quedamos mirando el uno al otro como si nos acabáramos de conocer, algo que no era realmente cierto, mientras nuestras miradas solo decían lo que nuestros cuerpos pedían a gritos.
Estar más cerca del otro.
No abría vuelta atrás.
Su mano no soltó la mía mientras ambos nos acercábamos el uno al otro y nuestros labios se buscaban ferozmente. Yo, empinada lo suficiente como para alcanzarlo mientras que él, con sus manos entrelazadas en las mías sentía como divagábamos entre lo que hacer y lo que no. Los nervios recorrían mi espina dorsal.
Temblando me separo un momento mientras que él lo toma para poder quitarse su enorme chaqueta para quedar solo en un sweater azul, él no podía ser más hermoso.
Me acerca a él suavemente para rodearme con sus brazos mientras sus labios se divierten en mi cuello, mi cabeza está a pasos de abandonar lo racional.
-te amo- dice y eso era lo que bastaba para que mis pensamientos abandonen lo que debía evitar y solo me dirijan a lo que parece ser lo correcto.
-yo también te amo- susurro y sus labios se encargan de callarme mientras sus manos bajan a mi cintura e intentan sostenerme para que no tenga que seguir empinándome para alcanzar sus labios. Doy un pequeño salto hasta que mis piernas rodean su cintura y la posición se vuelve más cómoda, ahora es él quien me sostiene y yo solamente mantengo mis brazos alrededor de su cuello mientras su lengua se pasea abiertamente dentro de mi boca.
Adiós a lo racional.
Ya no hay vuelta atrás.
Con mis manos temblorosas agarradas fuertemente a la parte superior de su espalda, Harry comenzó a subir las escaleras lentamente. Mi espalda choco contra la pared y su mirada me recorrió lentamente hasta que sus fuertes manos comenzaron lentamente a deshacerse de mi polerón que era una pieza más de ropa que nos separaba el uno del otro.
Mis brazos volvieron a rodearme y mis piernas volvieron a subir hasta su cintura.
Mi habitación se encontraba a oscuras y aunque mis ojos se encontraban cerrados por mi voluntad podía sentir la vacilación de Harry al tener que moverse dentro conmigo en sus brazos.
-ouch- susurro en medio de la oscuridad mientras mis pequeñas manos acariciaban su cabello, su sedoso y ondulado cabello.
-¿te hiciste daño?- pregunto con una voz diferente, tenue y sensual que nunca antes había escuchado salir de mis entrañas.
-no, todo… todo esta bien- susurra avanzando torpemente hasta llegar a mi cama donde me deposito delicadamente tal cual había hecho la última vez.  Nuestros ojos se encontraron una vez más y siento como su mirada me pide que decida.
Pero la decisión ya estaba tomada.
Mis labios ocuparon los suyos  y él siguió aceptando lo que yo le había dicho, nuestra comunicación era nueva como si estuviéramos hechos el uno para el otro.
Con sus manos a mi alrededor mientras su delicadeza me llevaba al cielo, solo había unas pocas prendas de ropa que quitar, era el momento de decidir realmente y me detuve. Aun llevada por la emoción  y sentimiento de nuestro amor, sabía lo que quería.
Esto era lo que quería.


***
 
Abrí mis ojos lentamente al sentir que una mano acariciaba suavemente la curva de mi espalda. Por un momento me sobresalté creyendo que nada de esto debería estar ocurriendo hasta que recuerdo lo que había sucedido anoche. Los murmullos y sentimientos al borde de la emoción mientras su calido palpitar de su corazón me tranquilizaba, y me demostraba que todo estaría bien.
Y así fue.
Me quedo escuchando el latido de su corazón contra mi oído mientras su mano sigue acariciando mi espalda, él ya debe haber despertado. Vuelvo a cerrar mis ojos mientras dejo que todo mi cuerpo saboree el momento, estar tan cerca de él mientras ahora nuestros secretos y mentiras parecen nada a nuestro alrededor. Un pequeño mundo en el somos él y yo. Donde nadie puede quebrar lo que sentimos.
Su mano se detiene y abro mis ojos abruptamente. Levanto mi mirada y me encuentro con sus ojos verdes entrecerrados por el sueño de haber despertado hace algunos minutos, pero aun así su rostro era hermoso. Todo en él es perfecto y eso me hace quererlo más, y más. Aun no puedo creer como pude estar tanto tiempo separada de él.
Ahora no podría.
-hola, dormilona- susurra mientras su mano que se hallaba en la parte baja de mi espalda sube lentamente hasta acariciar mi mejilla. Esto no podía ser más perfecto.
-hola rulitos- digo escuchando mi voz como apenas un murmullo. Mis parpados amenazan con cerrarse pero su voz vuelve a traerme a la realidad, una de las más hermosas que he tenido en años.
-me gustaría estar siempre así contigo- me quedo pensando un momento.
-¿así como?- digo volviendo mi cabeza hacia su calido pecho donde su corazón se acompasa con mis latidos.
-despertar así cada mañana- hace una pausa –contigo a mi lado
-eres tierno- digo y siento como me aprieta más a su lado. -¿despertaste hace mucho?
-no tanto- dice y corre un mechón de mi cabello que cubría mi rostro. Bostezo y escucho el rugido de mi estomago. -¿tienes hambre?
-así parece- respondo y él se mueve debajo de mi, dejándome sola en la cama mientras lo veo caminar completamente desnudo en busca de sus boxers y una camiseta. Río al ver que no los encuentra, ninguno de los dos se dio cuenta donde habíamos dejado toda nuestra ropa. Mis mejillas se sonrojan ante ese pensamiento y veo como ya esta con sus jeans con su torso desnudo en la puerta de mi habitación.
-voy a preparar el desayuno- dice y me guiña un ojo. Le sonrío en lo que puedo y me siento en mi cama cubriéndome con la sabana. Veo en el suelo y lo primero que sostengo es su camiseta blanca, lo bastante grande como para cubrirme por completo. Me la coloco y voy en busca de unas bragas limpias.
-“shut the door turn the Light off I wanna be with you I wanna feel your love…”- escucho cantar a Harry mientras bajo las escaleras. Su voz melodiosa me guiaba hasta la cocina donde el olor de unos huevos revueltos me hacía querer llegar mucho más rápido. –“if  we could only have this life for one more day.. if we Could only turn back time”
-cantas hermoso- susurro mientras me apoyo en el umbral de la cocina y lo observo cocinar nuestro primer desayuno juntos.
-y tu ves sexy con mi camiseta- responde provocando que mis mejillas se tornen completamente rojas –adoro cuando te sonrojas
-y yo lo detesto- respondo y me acerco para acariciar su espalda con mis manos. Delinear cada musculo que sobresale y cada tatuaje que marca su cuerpo. Siento como se estremece bajo mi tacto y se gira rápidamente agarrando mis manos para posar sus labios en los míos –no hagas eso- digo entre risas mientras sus manos hacen cosquillas en mi estomago
-¿no te gustan las cosquillas?- pregunta divertido
-¡No!- chillo mientras me retuerzo hasta quedar sentada en el piso. –Harry detente 
-esta bien- dice y me ayuda a levantarme –te amo
-yo también te amo- digo y poso mis manos en su rostro mientras que él me rodea por la cintura. Nos besamos. 
 
 
 
 
 
Capitulo 35:
-¿Qué vas a hacer para celebrar año nuevo?- pregunto mientras veo a Harry pasearse por las salas de mi casa, desde la cocina al living, ida y vuelta, una y otra vez. Al oír mi pregunta se detiene abruptamente y me observa.
-mi madre y mi hermana están en la ciudad- dice como analizando la información que retiene. Al oír lo que había dicho bajo la mirada, no hay posibilidad de que él quiera pasar la fiesta conmigo, quizá Kyle quiera que le haga compañía a él y a su madre –supongo que… nos van a recibir de maravilla
Me quedo helada durante un momento, ¿Qué era exactamente lo que él había dicho? Una sonrisa se fue formando en mi rostro a medida de que entendía el peso de sus palabras, su sonrisa al igual que la mía era enorme, no pasaría sola el año nuevo y lo pasaría con Harry, con Harry y su madre.
Voy a conocer a su madre… a solo 4 días de habernos hecho novios nuevamente, sin alguna mentira que nos rodee.
-voy a conocer a tu madre- susurro quedándome sentada donde estoy, en medio del sofá frente al televisor donde una caricatura de Bob esponja está siendo pasada. Harry se arrodilla frente a mí y sostiene mis manos mientras que sus ojos se fijan frente a los míos.
-tranquila, ella te va a amar igual que yo- susurra y suspiro un poco aliviada aunque en mi interior mis nervios me estén comiendo por dentro, conocer a la mujer que le dio la vida al hombre que amo.
Simplemente wow.
-aun así- respondo volviendo a bajar la mirada. El temor de que no le agrade está latente en mi mente y corazón, esto es horrible -¿Qué pasa si no le agrado?
-nada- dice como si fuera lo menos importante del mundo –aunque te aseguro que le vas a encantar, amor
-¿tu crees?- susurro levantando mi mirada solo lo suficiente para encontrarme con sus ojos verdes que me miran enternecidos ante mi duda de que si le voy a agradar a su madre o no.
-amor, tú me haces feliz y eso es lo único que importa- dice y sus labios se posan en los míos un momento. Aun temerosa lo separo un poco y gimo en protesta, no es suficiente respuesta.
-quiero agradarle- espeto haciéndome a un lado para que Harry se siente junto a mi –no quiero ser la odiada novia de su hijo
-aun no se conocen- coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja –eso lo sabremos hoy en la noche
Da un beso en mi frente y camina hacia la cocina donde hace tiempo que se supone prepara el almuerzo para ambos, temo que la cocina se incendie y que luego no pueda explicarle a mi madre exactamente lo que paso con su “añorada” cocina. Quizá no le importe demasiado que Harry la queme.
-¡bebe! No incendies la cocina ¿quieres?- le grito al escuchar como una olla se cae al piso.
-si lo hago ¿tu madre me odiaría?- dice desde el umbral de la puerta.
-puede que te ame por ello- le respondo y él se acerca para unir nuestros labios en un dulce, tierno y a la vez apasionado beso. Estoy segura de que me volveré adicta a sus labios, y a todo lo que respecta amar a Harry. –anda a cocinar, tengo hambre
-¡Hey! Esto es más complicado de lo que pensaba- dice volviendo a entrar a la cocina –quizá si me ayudaras…
-¡ni lo sueñes!- chillo desde el sofá mientras le subo el volumen a la televisión donde aun siguen pasando una caricatura de Bob Esponja.
 
Observo el camino a través de las calles de Londres con Harry a mi lado conduciendo su camioneta que nos llevará hacia su departamento donde nos encontraremos con su madre y su hermana, Gemma. Mis manos, nerviosamente entrelazadas en mi regazo, estaban completamente heladas, seguramente por que afuera la nieve cubría todo y aunque la noche era estrellada parecía que podía nevar en cualquier momento. Veo el edificio a dos calles más allá de la que nos encontramos, el semáforo en rojo provoca que nos detengamos un momento y que así pase desesperada por mi cabello, que solo se encuentra afirmado con una traba en el costado. Harry había dicho que me quedaba bien, pero ahora que lo pienso quizá hubiera sido necesario algo más sofisticado. Quizá tampoco mi vestido esta bien, puede que lo encuentren demasiado ajustado para la ocasión…
-estas tiritando, amor- dice Harry mientras su mano se posa en mi pierna -¿estas bien?
-perfectamente- susurro mientras vuelvo a entrelazar mis manos en mi regazo intentando entregarles calor para cuando tenga que saludar no congelar a quien se me acerque. Soy la reina de las nieves.
-¿segura?- me sonríe –pareces nerviosa
-estas alucinando- digo y miro por la ventana donde veo acercarse el edificio poco a poco hasta que entramos en el estacionamiento subterráneo, un caballero con una gorra azul saluda amablemente a Harry desde la ventana cuando aprieta un botón para abrir el portón, seguramente era el conserje. Los latidos de mi corazón se aceleran en el momento en que nos detenemos en el lugar designado, solo faltaba tomar el ascensor y ya. Frente tendría a la familia de Harry lista para juzgarme en todo lo que haga esta noche, creo que hubiera preferido estar en mi casa o suplicar que Kyle me recibiera en la suya. Cualquier cosa hubiera sido mucho mejor.
Harry golpea con su mano el vidrio de mi lado de la camioneta, no me había dado cuenta de que él ya había salido y se encontraba junto a mí esperando que bajara. –lo siento
Entrelaza nuestras manos y asegura la camioneta. Su sonrisa me reconforta por un momento hasta que veo el ascensor cerca, completamente abierto y listo para que subamos. ¿No podríamos usar las escaleras? Sé que no es la primera vez que subo al departamento de Harry pero, hoy estando dentro del ascensor comienzo a sentirme claustrofóbica. Las manos comienzan a sudarme y mi cuerpo comienza a tiritar mucho más de lo normal, por un momento siento como me falta el aire.
-¿te sientes bien?- pregunta Harry el ceño fruncido, estaba preocupado -______
-no lo sé- respondo y apoyo mi cabeza en el hombro de Harry mientras veo los números pasar. 10 12 14 16. El ascensor se detiene en el ascensor y Harry se mueve lentamente hasta que nos encontramos en el pasillo, a solo unas puertas de lo que temo. -¿podemos quedarnos aquí y ya?
-amor, les vas a agradar- ruega Harry colocándose frente a mí con una mirada de cachorro –por favor
-creo que me voy a enfermar de los nervios- susurro bajando la mirada, detesto decepcionar a Harry pero, mi estomago se retuerce con el solo hecho de pensar que voy a conocer a su familia sabiendo que siempre la primera impresión es la que importa.
-estas un poco pálida- dice y su mano acaricia mi mejilla –estarás bien y te amaran
-¿lo prometes?- susurro y se acerca poco a poco a mí hasta que solo nos separan unos cuantos centímetros.
-lo prometo- susurra y sus labios se posan en los míos durante un largo momento, mis brazos suben instintivamente hasta su cuello donde reposan jugueteando con sus rulos mientras que sus manos se posan en mi cintura apegándome mucho más a él. Escucho el abrir de una puerta y alguien tose muy cerca de nosotros. Harry se separa de mí al instante y mira por encima de mi cabeza, sonríe nerviosamente y alza la mano. Bajo mis brazos y no puedo evitar que mis mejillas se sonrojen al instante sin saber quien está observándonos.
-amor- susurra Harry cerca de mí oído por la cercanía que tenemos en este momento, me giro lentamente y veo a una chica con los ojos verdes de Harry, y algunas facciones parecidas. Cabello largo y claro, luciendo un vestido corto y violeta. –quiero presentarte a mi hermana mayor, Gemma.
Siento como mis piernas flaquean pero mantengo mi frente en alto intentando, por una vez en mi vida, que lo rojo de mis mejillas desaparezca de inmediato. Una sonrisa se posa en el rostro de Gemma y yo hago lo mismo.
-soy… soy _____- balbuceo acercándome a ella para saludarla con un beso en la mejilla.  Cuando estoy lo suficientemente cerca sus brazos me rodean en un calido abrazo y siento que soy bien recibida, que todo lo que venía imaginando camino hacia aquí había quedado en el olvido. Quizá después de todo Harry tenía razón.
-Gemma, espero que mi hermanito no te halla hablado cosas malas de mí- dice y se hace a un lado para dejarnos entrar. El departamento que yo había conocido ya no era el mismo, estaba completamente ordenado y el toque femenino había dejado su marca en todos lados –ella es Anne, mi madre y por supuesto madre de este adefesio
Gemma desordena el cabello de Harry y este le hace cosquillas en el estomago, ambos ríen. Anne, la mamá de Harry está en la cocina moviendo algunas ollas, levanta la mirada y sonríe. Al parecer he pasado la primera prueba, en apariencia estoy bien y eso que aun me encuentro con el abrigo puesto.
-mucho gusto en conocerla- digo extendiendo mi mano –soy _____
-bueno ____ yo no muerdo- dice y suelta una risita –ven acá a saludarme
Asiento y voy hacia donde está ella para que me rodee con sus brazos al igual que hizo su hija, ambas son muy hospitalarias, creo que esta será una gran noche. 
-espero que les guste el puré de papas- dice Anne y yo me acerco hacia el sofá para quitarme mi abrigo. Harry me sigue y me ayuda por la espalda, sosteniendo mi abrigo y así luego llevándolo hacia su cuarto.
-creo que está enamorado- susurra Gemma a l oído de su madre, ella le sonríe y luego le responde de la misma manera, yo solamente me quedo ahí de pie, esperando a que Harry vuelva de su habitación. Siento unas manos recorriendo mis hombros desnudos, me giro y sus ojos verdes acompañados de una sonrisa me devuelven la comodidad de un hogar.
-si quieres podríamos ir a mi habitación- murmura cerca de mi oído provocando que mi cuerpo reaccione a su tacto de una manera inesperada.
-Harry- reclamo indignada, con su madre y su hermana aquí eso sería imposible –cómo puedes pensar en eso ahora
-tu lo provocas- susurra y yo tan solo ruedo mis ojos alejándome de él yendo donde Gemma quien está arreglando la mesa para la cena de año nuevo.
-¿puedo ayudar?- pregunto y elle me recibe con una sonrisa. Siento como Harry hace una inspección de mi vestido con la mirada, de un color morado oscuro y algo ceñido al cuerpo, creí que sería apropiado para la ocasión. Nuevamente uno de los diseños de mi madre.
-aquí cualquier ayuda es bienvenida- dice mientras coloca los cubiertos en forma ordenada en cada puesto –excepto en la cocina, seguramente terminarías con una quemadura de primer grado
-te estoy escuchando Gemma- dice su madre desde el otro lado de la habitación, ella suelta una risa espontánea mientras que la mía suena atorada y nerviosa. Nota para mí, no volver a reír. Seguí ayudando a colocar la mesa mientras que a minutos veía a Harry conversar con su madre sentado en la barra que tenía como separación de la cocina, ellos tenían la misma sonrisa y la misma vibra de alegría. Se notaba que eran madre e hijo. En un momento Harry noto que lo observaba y cuando nuestras miradas se encontraron mis mejillas se sonrojaron al instante, como si no debiera haberme pillado observándolo a hurtadillas. Gemma me golpea en el brazo y yo la observo preocupada, ambos me han pillado. Harry le dice algo a su madre y de un momento a otro se encuentra junto a mí forzando momentos en los que nuestras manos se toquen “accidentalmente” a cada movimiento.
-ve con él yo termino- dice su hermana guiñándole un ojo a su hermano quien junto a mi, busca tímidamente nuestras manos para entrelazarlas y así dirigirme hacia el sofá donde terminaríamos sentados el uno junto al otro abrazados.
-amo estar así contigo- susurra en mi oído lo que provoca que un ligero cosquilleo en mi columna vertebral y a la vez, que una tímida risa retumbe en las paredes que nos rodean, donde también están incluidas la madre de Harry y Gemma.
-no sabes lo que significa para mi que me hallas dejado pasar contigo está fiesta- le digo mientras acurruco mi cabeza en su cuello rozando delicadamente mi nariz en el hueco que se le forma en el espacio que separa su camiseta de la piel. Él se retuerce bajo mi tacto y siento que he ganado.
-si pensabas que te dejaría sola- suspira –estas loca, amor
-loca por ti- le respondo rozando mi nariz con su mejilla. Él gira su rostro en el momento indicado provocando que nuestros labios se toquen “accidentalmente” llevándome al séptimo cielo. Eso es lo que hace estar con Harry, llegar al séptimo cielo.
-la cena está lista- dice Anne a lo que me separo rápidamente de Harry y me dirijo al baño para retocar un poco mi maquillaje. El baño, tanto como la sala y al parecer el resto del departamento, estaba con un ligero toque femenino. Olía agradable y había jabón encima del lavabo. Me miro en el espejo, el vestido se me ve bien y aunque mi cabello está un poco despeinado. Sigo observando mi reflejo, en busca de algo diferente, algo que demuestre que ya no soy una niña. Algo en mi mirada me llama la atención, parece ser que llevo mucho rimel pero… ¿será eso lo que he estado buscando durante todo el día? ¿Esa diferencia que siento que todo el mundo ve? Dejo de mojar mis manos y las seco en la toalla que está colgada detrás de la puerta.
-al fin llegas- dice Harry al momento en que aparezco junto al pasillo desde donde puedo ver a todos sentados a la mesa, por un momento siento como si sobrara en este momento tan familiar. Harry me sonríe en el momento en que me acerco a él, corre la silla lo suficiente como para que yo pueda sentarme y luego me empuja hacia delante para poder estar cómoda. Como antes había mencionado Anne, la cena estaba compuesta por puré de papas y pollo arvejado.
Delicioso.
-hablanos sobre tu familia- dice Anne mientras estoy a medio bocado de mi puré de papas.
-vivo con mi madre- digo volviendo a mi interesante tarea, comer.
-una de las más grandes diseñadoras del país- agrega Harry mientras que con su mano libre acaricia mi pierna en señal de apoyo.
-interesante- dice sosteniendo la copa de vino que está tomando –algún día podríamos conocernos
-estará encantada- digo y me obligo a meter un pedazo de pollo en mi boca para evitar tener que hablar más sobre mi familia, especialmente sobre mi padre a quien no conocí y ni siquiera he visto su tumba.
-creo que ya van a ser las doce- dice Gemma levantándose de su asiento para ir a buscar algo en la habitación de Harry, miro a Harry quien entendiendo mi confusión murmura la palabra novio sin que su madre se de cuenta.
-deberíamos asomarnos al balcón- dice Harry tomándome de la mano para llevarme a través de la sala hacia el gran ventanal donde el balcón nos aguardaba con una vista del río Támesis. Su mano busca tímidamente la mía mientras escuchamos la cuenta regresiva de algunas personas que andan rondando todavía por las calles de Londres.
-5 4 3 2 1… ¡Feliz año nuevo!- todos gritan debajo de nosotros mientras que veo como la mamá de Harry es retirada del balcón por Gemma.
-feliz año nuevo- susurra en mi oído, sonrío al contacto de su aliento con mi piel.
-feliz año nuevo- repito hipnotizada por sus ojos y finalmente nuestros labios se encuentran, de fondo los fuegos artificiales sonaban en todo su esplendor sin que a nosotros nos importaba. Mis brazos subieron lentamente hacia su cuello donde mis manos entrelazadas encontraban la posición mas cómoda para profundizar el beso, las manos de Harry una posada en mi espalda y la otra en mi cintura me apegaban a él a más no poder. Solo un pensamiento paso por mi mente en ese momento y era que ambos nos necesitábamos en ese momento.
Mi cuerpo lo reclamaba como la noche anterior.
Me separo de Harry al sentir que no podíamos llegar tan lejos, no hoy con su familia en el mismo lugar que nosotros. Él da un beso en mi frente donde termina por subir sus brazos y rodearme en un tierno abrazo.
-te amo- dice en mi frente sin soltarme de su agarre. Suspiro, en tan poco tiempo me había acostumbrado a su presencia y no estaba dispuesta a dejarlo ir, no ahora que lo tengo conmigo y me doy cuenta de que… me doy cuenta de que realmente todo este tiempo estuve enamorada de él y que lo que pasó la noche anterior no fue en vano.
Solo fue fruto del amor que sentimos el uno por el otro.
-te amo – susurro, aunque sé que no es la primera vez que se lo digo siento que es la primera vez que creo firmemente en esas palabras, por primera vez me doy cuenta que no son solo un intento por convencerme de ello sino que realmente las siento.
Realmente lo amo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Capitulo 36:
Abro mis ojos y me doy cuenta de que estoy sola en mi habitación, en mi casa completamente vacía, sin mi Harry y sin mi madre. Doy la vuelta en la cama e intento dormir un poco más, al menos hasta que me siente lo suficientemente bien para levantarme o hasta que Harry esté llamando a mi puerta.
Anoche me había traído a mi casa ya que por motivos de espacio él tenía que dormir en el sofá por lo tanto su cama estaba ocupada y esta noche no podía quedarse a acompañarme, se vería feo frente a su madre aunque en parte también era porque debía ir a dejarlas a la estación para que así pudieran partir de vuelta a su hogar.
Extraño a Harry.
Abrazo la almohada vacía que tengo junto a mí aspirando su aroma que aun permanece impregnado en mis cobijas que nos cubrieron aquella noche que jamás olvidaré.
Me sonrojo de tan solo pensar en ello.
Suena mi teléfono en alguna parte y perezosamente levanto mi cabeza para ver si se encuentra en el velador. Para mi desgracia no está ahí.
-no- susurro tapando mi rostro con la almohada, no queriendo levantarme de la cama para tener que ir a buscar mi teléfono.
Solo quiero seguir durmiendo.
Creo haber dormido al menos unos cuantos minutos hasta que oigo el timbre, alguien está en la puerta de mi casas y no quiero ir a abrirle.
Harry.
Si fuera Harry él me hubiera llamado avisando que vendría a pasar el día conmigo, lo hubiera hecho ¿no? Aunque mi teléfono sonó hace algún rato, ¿será él?
El timbre suena nuevamente y lentamente salgo de la cama, ni siquiera me permito mirar por la ventana quien está afuera.
Una vez que me encuentro delante de la puerta me doy cuenta de que solo bajé con una polera ancha puesta y unos pantalones de polar con corazoncitos.  Abro la puerta y encuentro a Harry con un paquete entre sus brazos.
-hola- dice mientras yo me hago a un lado para que entre y no se muera de frío –te quise traer algo
-pero… no es mi cumpleaños ni navidad- susurro mientras él deposita el pequeño paquete entre mis manos y se acerca lentamente hasta rozar mis labios con los suyos. Definitivamente nunca vamos a tener suficiente del otro.
-lo tenía guardado- dice cerca de mi oído y yo me estremezco completamente –tenía que dártelo en algún momento
-entonces… gracias- digo y ahora soy yo quien roza sus labios con los míos. Camino a través de la sala hasta sentarme con las piernas cruzadas en el sofá que se encuentra frente al televisor. Harry me sigue expectante por el regalo que me ha traído. Desgarro un pedazo del papel y me doy cuenta de que es una caja negra, tengo que darme el trabajo de romper todo el envoltorio para descubrir una caja negra. -¿Qué es?
-averígualo- dice con una enorme sonrisa en sus labios. Asiento y abro la caja con cuidado de no romperla.
Ante mis ojos tengo una pulsera con pequeños dijes colgando de ella, podría jurar que es la misma pulsera que vi cuando me separé de Kyle y el mismo día que me encontré con Harry antes de que apareciera en mi cumpleaños de sorpresa. Donde finalmente terminamos como estamos hoy. Mis ojos se llenaron de lágrimas, no creí que él se diera cuenta de que había tenido principal aprecio por ese objeto. Que él entre toda la multitud que nos rodeaba se hubiera preocupado en lo que yo me estaba fijando, justo antes que… entes que Josh volviera a acosarme.
-¿Qué ocurre?- dice corriendo un mechón de mi cabello, aun enredado y bastante desordenado -¿no te gusta?
-claro que si… solo es que- hago una pausa y pongo mi mirada en sus ojos verdes que me deleitan a cada minuto –no creí que te hubieras dado cuenta
-oh  era eso- dice acariciando dulcemente mi mejilla con su mano, le sonrío y él hace lo mismo –aunque no entiendo por qué te alejaste tan bruscamente de la vitrina
-ah- bacilo un momento con la vaga idea de confesar lo que pasó la noche de Halloween o no –solo… solo tropecé
-¿segura?- insiste acercándose peligrosamente a mi rostro, sus labios se encuentran a centímetros de mí y lo único que puedo pensar es en que debo decirle sobre lo ocurrido. Ponerme bajo su juicio, por lo menos así empezaríamos sin mentiras este nuevo año, sin mentiras… no como ahora.
Me pierdo un momento en sus ojos y no aguanto la posibilidad de estampar mis labios en los suyos, y lo hago. Él responde el beso al instante posando sus manos en mi cintura mientras que las mías nadan hacia sus mejillas sintiendo su piel tan calida como siempre. Sus manos se abren paso a través de mi polera donde, recuerdo no traigo mi brasier, él empieza a acariciar mi estomago y espalda enviando grandes sensaciones de electricidad, y deseo de más. Antes de que podamos llegar más lejos, él se levanta dejándome quieta observando lo que está haciendo. Rápidamente se quita su chaqueta y yo dejo en la mesita la caja con la pulsera que él recientemente me ha regalado.
Sin pensarlo dos veces me toma entre sus brazos y yo río con euforia, corre escaleras arriba y en algunos momentos mis pies golpean las paredes.
-Harry nos vamos a caer- chillo en el momento en que tropezamos con la puerta cerrada de mi habitación, la empuja con el pie y da paso a una desordenada habitación que demuestra que alguien ha estado durmiendo ahí recientemente –no puedo creer lo que vamos a hacer
-no lo crees- dice dejándome delicadamente encima de la cama donde él me observa con una sonrisa en la mirada, yo niego con la cabeza y él da un eufórico beso en mi cuello provocado que yo ría con más fuerza –te amo
-yo también te amo- susurro antes de que sus labios atrapen los míos y sus manos vuelvan a situarse bajo mi polera donde le permito que recorra mi cuerpo como si fuera suyo, mientras yo hago lo mismo con él.
Completamente desnuda bajo su piel con solo una prenda de ropa que nos separe de demostrar por entero nuestro amor, él se detiene y corre en busca de algo. Me quedo quieta buscando algo con lo que taparme hasta que regrese. Atraviesa la puerta de mi habitación con un pequeño envoltorio entre sus manos, se acerca a mí lentamente mientras lo desenvuelve.
Algo fugaz vuela a mi mente.
Nosotros no nos protegimos…
…la primera vez.
Sus besos me sacan del momento de razón y me llevan al único lugar que quiero ir, al cielo.


***
 
Su mano acariciando mi cabello completamente desordenado mientras a nosotros solo nos cubre la suavidad de mis cobijas. Con mi cabeza apoyada en su pecho me doy cuenta de que estar con él es lo mejor que me ha pasado en la vida, no me arrepiento de haberle entregado mi virginidad… no me arrepiento de nada de lo que hicimos esa noche y hoy.
-Harry- susurro desesperada provocando que el se sobresalte bajo mi cuerpo.
-¿Qué ocurre?- dice mientras que con su otra mano se talla los ojos aun cansados y con grandes demostraciones de sueño.
-recordé un… un pequeño detalle- digo lentamente, temiendo que mis palabras provoquen una reacción contraria a lo que quizá espero –nosotros… nosotros
-nosotros ¿Qué?, amor- susurra volviendo a acariciar mi cabello con su mano intentando tranquilizarme.
-la primera vez no usamos protección- escupo provocando que Harry se siente inesperadamente dejándome caer de su pecho mientras apresuradamente me siento cubriéndome con mis mantas.
-¿lo olvidamos?- pregunta con su rostro lleno de miedo, mis manos tiemblan ante las consecuencias que vienen con eso.
Un bebe.
Yo con diecinueve años y un bebe.
Él con diecinueve años, toda una carrera por delante y un bebe.
Quiero llorar con solo pensarlo.
-no puede ser- susurra posando sus manos en su cabeza dando la impresión de que le doliera, siento como mi estomago se retuerce bajo mis manos que hacen presión en el intentando saber si algo ya está ahí o no. Las lágrimas se apoderan de mis ojos y empiezo a sollozar a medida de que asimilo lo que está por ocurrir.
Mi estomago está por empezar a crecer y Harry puede querer dejarme por… por arruinar su vida.
Sus brazos me rodean protectoramente y yo entierro mi rostro en su pecho mientras mis manos se aferran a la sabana como si así pudiera evitar el futuro que se nos vendrá encima.
-amor- dice Harry posando una mano en mi mejilla por un intento de verme a los ojos, como siempre ha hecho cuando algo anda mal.
-tengo miedo- digo entre sollozos y su agarre se hace más fuerte.
-estaremos juntos en esto- dice seriamente provocando que mis sollozos disminuyan de un momento a otro. Mi corazón late más fuerte y, aunque imposiblemente, siento una punzada en mi estomago como si algo ya estuviera creciendo dentro de mi. –ese bebe será tanto mío como tuyo- agrega mientras con una mano levanta mi rostro para poder mirarme a los ojos.
-será nuestro- repite en un intento por convencerse a si mismo de lo que acabamos de descubrir. Asiento como si el que él fuera quien lo dijera me diera fuerzas para seguir, para poder recibir al bebe que crecerá dentro de mi durante los próximos meses.
-te amo- digo y busco a tientas sus labios para que me den calor, y seguridad.
Él no sabe cuanto lo necesito.
Ni cuanto lo necesitaré de hoy en adelante.
 
 
 
 

  
sol <3
sol <3


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Mentiras -Harry y tu- - Página 4 Empty Re: Mentiras -Harry y tu-

Mensaje por sol <3 Sáb 04 Ene 2014, 3:14 pm

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Capitulo 37:
Dejo a mi madre en la esquina de donde se encuentra su atelier, donde todas sus prendas valiosas se encuentran entre colgadores que pocas mujeres se atreven a visitar de vez en cuando, pero lo suficiente como para que vivamos de eso.
El frío del invierno ya no es tan fuerte y poco a poco está dando a paso a una no tan calida primavera, donde las aves vuelven a salir de sus nidos y como todo el mundo dice, el amor crece en los árboles.
Hace un mes para ser exactos que Harry y yo descubrimos que existía la posibilidad de que fuéramos padres en nueve meses más. Aun no lo sabemos por completo, aun no he sentido ningún malestar que lo compruebe pero siempre está algo en mi, algo en mis pensamientos que me dice que ese bebe está por demostrar que ya está creciendo dentro de mi, aunque con todas mis fuerzas desee lo contrario.
No le hemos dicho a nadie que existe esa pequeña posibilidad, es algo que mantenemos entre nosotros y algo que es motivo de preguntas a cada minuto que hablamos. Hay momento en los que no tomamos el tema pero, existen otros en los que solo hablamos de una vida en la que nos imaginamos, juntos con una casa grande y nuestro pequeño o pequeña. Son en aquello momento en los que Harry me dice que le encantaría tener más de dos hijos, y que si son conmigo sería mucho mejor. Yo solo río ante la idea aunque estemos bastante cerca de lo que eso sería.
Poso una mano en mi estomago, esperando que alguien, ese bebe o algo más, pueda decirme lo que quiero saber y a la vez temo.
Suspiro, aun queda tiempo y esperanzas de que no pase, aunque ya no sé que es lo que quiero.
¿Quiero realmente estar embarazada?
¿Quiero que este bebe sea solo una falsa alarma?
Esas preguntas siempre están en mi cabeza, y no soy capaz de comentarlo con alguien.
Hace una semana mi madre me pregunto si me ocurría algo, le dije que nada y pregunté por qué ella pensaba eso de mi, ella respondió que cuando volvió de su viaje sintió algo distinto, algo que había cambiado aunque todo pareciera estar tal como ella lo había dejado.
Instintos de madres.
Ese mismo día había inventado que era el amor que sentía por Harry el que me hacía sentir diferente, que el tenerlo a mi lado me hacía sentir dichosa, tanto que traspasaba mi felicidad a quienes  me rodeaban. Ella me había observado curiosa, como si no le bastara mi larga explicación para dejarme en paz por un momento, con mis problemas y pensamientos.
Entro en la universidad observando todo a la  vez, las personas imaginando que es lo que tienen en sus cabezas y lo que pueden o no estar haciendo con sus vidas.
¿Qué hago con mi vida?
A veces creo que puedo estar al borde de una depresión pero luego me recuerdo que estoy bien en todo, que estoy sacando buenas notas y tengo al hombre que amo junto a mi, no tengo por qué estar triste, no tengo por qué derrumbarme en este momento.
No tengo por qué.
Distingo entre una multitud a alguien con la vista fija en mi persona, mi piel se eriza con solo pensar que puede ser él quien me esté observando como si yo fuera su presa… la presa que se escapó en su momento y que cuando él deseé volverá a atacar impidiendo que esta se escape nuevamente.
Tiemblo de solo pensar en sus manos tocándome.
No puedo permitirlo.
Sigo caminando ignorando esa sensación que por un momento me hace querer detenerme, mirar en esa dirección y lanzar un chillido rogando que me dejen en paz.
Perecería una loca.
Veo una cabellera rubia acercándose lentamente y lo saludo con mi mano lo que el devuelve felizmente, engancho mi brazo con el de él y caminamos en dirección del edificio principal donde la mayoría de las clases son dadas o en este caso mi clase de Algebra es dada.
-y ¿Por qué tan apurada?- pregunta Kyle mientras yo lo llevo a través de la multitud de estudiantes, prácticamente corriendo, hacia el edificio.
-nada- respondo sin querer dando un vistazo a mis espaldas para comprobar si, Josh, aun sigue observándome de manera descarada sabiendo que él está de novio con mi ex mejor amiga Jennifer.
-ya no te está mirando, tranquila- dice seriamente y yo suelto el aire que yo no me había dado cuenta estaba guardando durante todo este tiempo. –aun no entiendo por qué no lo denunciaste a la policía cuando ocurrió eso
-solo… solo no pude- susurro para que nadie más pueda escucharme –aun el solo pensar que debo decírselo a alguien me aterra
-no se lo dijiste- dice deteniéndose en medio de la escalera que nos lleva al segundo piso donde se supone que debería estar llegando en este momento –no le contaste a Harry
-ni a mi madre- agrego bajando la mirada –no quiero que nadie se entere, Kyle
-no tienes por qué avergonzarte- dice posando una mano en mi hombro en señal de apoyo –no fue tu culpa
-no quiero parecer débil- chilló sintiendo un nudo en la garganta que en mucho tiempo no había sentido. Aquella sensación de angustia que no te deja hablar y lo único que te hace desear es sentarte y esperar a que alguien se acerque a decir que todo va a estar bien.
-pareces débil ante ese imbecil- escupe provocado que salga un gemido de mis entrañas –solo… solo porque no lo denunciaste
-tu no sabes lo que es pensar que cada vez que tengas que contarlo o incluso recordarlo te hace revivir- tomo aire –revivir lo horrible de esa noche, Kyle
-_____ vives aterrada de que él vuelva a intentar algo contigo- dice frunciendo el ceño demostrando su enojo al no haber hecho lo que él me había aconsejado.
-no quiero pensar en eso ahora- digo subiendo algunos escalones para encontrarme mucho más lejos de él, no quiero pelear, tengo cosas mucho más importantes de las que preocuparme y Josh no es uno de esos temas –hablamos luego
-no quiero pensar que hubiera pasado si yo no hubiera llegado a tiempo- susurra mientras siento su mirada, cierro mis ojos y suspiro tragando ese nudo en mi garganta que al parecer no quiere dejarme en paz, no hoy, no mañana. 
-yo tampoco Kyle, yo tampoco- respondo sin volverle la mirada y solo sigo avanzando por las escaleras hasta llegar al segundo piso donde veo la puerta abierta del salón al que tengo que dirigirme, por suerte no había llegado tarde.
 
Tomando mi bolso mientras todos mis compañeros salían antes que yo por la puerta de la sala, pienso donde voy a encontrar a Harry para poder saludarlo por su cumpleaños. Le había mandado un mensaje de texto temprano en la mañana pero no era suficiente, es necesario darle un fuerte abrazo y rozar mis labios con los de él para luego entregar el maravilloso regalo que le he comprado. Esta bien, no tan maravilloso como la pulsera que llevo puesta en mi mano izquierda pero lo suficientemente lindo como para que me recuerde.
Un reloj.
Si un reloj que una vez habíamos mirado una tarde en el centro comercial, aunque el dijo que no era de andas comprando relojes yo creí que sería su regalo perfecto, al menos así sabría la hora a la que debe estar para los ensayos o grabaciones.
Una semana atrás navegando por Internet había encontrado un sitio en el que daban a conocer el lugar donde ensayan  “la banda del momento” como ahí los habían llamado, exactamente en un galpón no muy lejos de donde yo me encuentro.
Salgo de la universidad sosteniendo la dirección que había conseguido del galpón donde se realizaban los ensayos, creo que no será tan difícil encontrarlo por que seguramente estará abarrotado de fans queriendo un autógrafo o algo por el estilo.
Camino y camino buscando direcciones, atravesando calles y buscando una determinada numeración.
Por un momento escucho chillidos y de fondo una canción que me parece conocida. Estoy segura que se la he escuchado a Harry más de una vez.
Acelero el paso y me topo con un grupo pequeño de chicas con carteles dedicados a la banda y varios especialmente a mi novio.
Afirmo mi bolso bajo mi brazo y me dispongo a hablar con el guardia, esperando que al decir que Harry es mi novio pueda dejarme pasar sin tener que avisarle que estoy aquí, viniendo a verlo.
-disculpe- digo en un intento por llamar la atención de aquel hombre vestido de negro y con un audífono colgando de su oreja –quería saber si usted me dejaría entrar para saludar… a bueno… mi novio
-¿su novio?- pregunta expectante, esperando a que yo le diga quien exactamente a quien yo vengo a ver.
-soy la novia de Harry Styles- susurro esperando que solo él entienda, comprendo que no hemos sido fotografiados con Harry o al menos que yo hubiera visto algo sobre ello no. El hombre vestido de negro sonríe de manera burlesca, me indigno ante su mirada,
-no te creo- dice con sarcasmo –todas aquí dicen lo mismo
-llame y diga que _____ Johnson está aquí- digo enojada por su poca seriedad, yo realmente soy la novia de Harry. A veces desearía que estas fans me conocieran para así respaldar mi teoría.
Veo como el hombre murmura algo a un pequeño micrófono y luego me observa detenidamente, lo miro furiosa esperando a que reaccione y el solo sigue hablando por el micrófono ignorándome por completo. -¿voy a poder entrar?
-aun no- responde cruzándose de brazos volviendo a posar la mirada en las fans que han vuelto a cantar para sus ídolos.
Suspiro resignada a que voy a tener que esperar a que mi novio pueda contestar el teléfono y así invitarlo a cenar a mi casa para celebrar su cumpleaños, a no ser que ya tenga planes en los que no haya incluido.
Debo confesar que hace dos días que no nos hemos visto y lo extraño enormemente, su cumpleaños puede ser un pretexto para poder estar cerca de él, solo eso.
Desde dentro veo salir a un chico rubio de ojos azules que viste una camiseta ploma con un pantalón de buzo azul. Saluda a las fans y estas gritan al verlo caminar hacia la reja, pensando que les va a dar autógrafos o una foto que guardar.
El rubio me señala y le susurra algo al guardia, asustada retrocedo un paso desde la reja pero el guardia camina hacia mí mientras el rubio aguarda a la mitad del camino haciendo señas a las fanáticas que gritan emocionadas al verlo tan de cerca.
-puedes entrar- dice el hombre vestido de negro y yo sonrío agradecida, si es que hay algo que aquel rubio sepa para poder hacerme entrar estoy muy feliz de que así sea.
Camino dentro hasta encontrarme con aquel chico, el me sonríe y yo hago lo mismo tímidamente.
-hola- dice acercándose para darme un beso en la mejilla –soy Niall Horan
-oh- digo buscando entre mi mente alguien con ese nombre al que deba recordar –yo… lo siento… no te recuerdo muy bien
-okey- dice y ríe por mi comentario –compañero de banda de Harry
-ahora todo tiene sentido- digo y comenzamos a caminar dentro del galpón –creo que no me he encargado de informarme
-bueno, Harry habla mucho de ti- dice y yo me sonrojo, sonrío nerviosa y continuamos todo el camino en silencio hasta que llegamos a la puerta de lo que parece ser un “gran gimnasio” –okey él se encuentra ahí con el resto de los chicos y no sabe que estas aquí
-¿no se lo dijeron?- pregunto asombrada de que no tuvieran que preguntarle para dejarme entrar
-no- dice con una enorme sonrisa –sabemos que quieres darle una sorpresa por su cumpleaños y cuando yo te de la señal tu caminas hacia donde yo te diga ¿okey?
-entiendo- susurro y luego lo veo atravesar la puerta de vidrio caminando hacia donde está Harry y el resto de los chicos, cada uno con un micrófono en mano, saltando de un lado a otro mientras cantan. Seguramente ensayando para algún concierto.
Veo una banca detrás de mí y me siento a esperar el momento en el que tenga que entrar, yo no tenía idea de que ellos estaban enterados de mi existencia y mucho menos que Harry hablaba mucho de mi. Lastima que él no hable mucho de sus compañeros, o al menos cuando está conmigo.
Se ven buenos chicos.
Una canción lenta comenzó a sonar por los parlante y automáticamente ellos tomaron una formación en la que Harry quedaba adelanta y por hecho no podría verme si avanzó. Observo a Niall y él me está observando para cuando nadie lo va mueva su mano indicando que es el momento.
Abro la puerta de vidrio y camino a hurtadillas para situarme en medio de todos pero exactamente detrás de Harry, todos me sonríen cuando me ven y yo hago lo mismo. La voz de Harry resuena melodiosa mientras ellos comienzan a moverse y cuando llega el intercambio de lugares, él me ve, quedándose inmóvil durante los segundos que una sonrisa se va formando poco a poco en su rostro.
-feliz cumpleaños- susurro y el dice “gracias”, me acerco lentamente a él hasta rodear mis brazos alrededor de su cuello para atrapar sus labios en los míos desesperadamente, nadie entiende como yo o ambos necesitábamos ese beso. Sus manos se posan en mi cintura y me apegan a él, su calor me hace sentir reconfortada, querida y segura. La música se detiene y algo nos dice que tenemos que separarnos, él se aleja de mí y yo entierro mi nariz en su cuello aspirando su aroma que extrañaba –te amo
-te amo- responde dando un pequeño beso en mi frente, siento un flash y me sonrojo recordando que tenemos un público observándonos. –emmm… hola- dice colocándome a un lado con su brazo encima de mis hombros. Con mis mejillas aun coloradas levanto mi mano para saludar al resto.
-te lo tenías guardado eh- murmura el chico de cabello negro y aspecto hindú. En mis mejillas se intensifica el rojo y Harry me aprieta hacia si, ambos estamos nerviosos.
-ella es mi novia- hace una pausa y me observa a los ojos - _______
-¡chicos! Vuelvan a ensayar- dice una mujer, alta de cabello negro azabache y ojos celestes, casi transparentes -1 2 3
-te veo luego- dice Harry dándome un beso rápido en los labios para luego caminar hacia donde los demás están moviéndose. Asiento y camino rápidamente hacia la puerta de vidrio por donde había entrado, dispuesta a esperar todo lo que sea posible para poder pasar tiempo con Harry.  
 
 
 
 
 
 
Capitulo 38:
Recostada junto a Harry en su departamento con un libro entre mis manos luego de sobrevivir a un largo día de estudio y en su caso trabajo, especialmente con sus cuerdas vocales. Yo leía en silencio mientras que él jugueteaba con mi cabello y observaba televisión o eso creo que hace.
Son estos momentos los que más amo.
Momentos en los que nada importa, no importa el mañana ni el ayer, sino momentos en los que solo somos él y yo.
-eres hermosa- susurra mientras con su mano coloca un mechón de mi cabello tras mi oreja, fingiendo que no lo he escuchado sigo o intento continuar leyendo mientras que él con su mano en mi cuello comienza a hacerme cosquillas. –sé que me escuchaste
-lo intenté- digo entre risas mientras él queda encima de mi y su nariz se roza con la mía tiernamente.
No puedo creer lo perfecto de este momento.
-y no lo lograste- susurra en mis ojos provocando que los cierre para que él luego los bese suavemente
-debo admitir que no soy muy buena actriz- digo y con mis manos lo empujo hacia atrás al sentir un dolor en mi estomago. Harry me mira asustado por mi reacción y yo solamente me siento rápidamente esperando que así se pase pero al instante mi cabeza da vueltas. Sin mirar a Harry corro hacia al baño asustada de lo que está por pasar, de lo que por un momento había olvidado.
Vomito.
Sentada junto a la taza del baño coloco mis manos en mi estomago, temo de lo que esté creciendo ahí adentro y de lo que pueda pasar en un futuro no muy lejano.
¿Cómo lo tomará mi madre? 
¿La madre de Harry?
Las lágrimas comienzan a derramarse desde mis ojos y por primera vez en mucho tiempo me siento sola, desolada y temerosa. Escucho los golpes de Harry en la puerta que al entrar inmediatamente cerré con llave, no puedo dejar que me vea en este estado.
-amor, ¿estas  bien?- escucho a través de la puerta y por un momento detengo mis sollozos -______
Escucho como sus pasos se alejan al ver que yo no abría la puerta, aun sin poder moverme de donde me encuentro suspiro, intentando despejar mi mente para poder levantarme sin marearme y así tener que quedarme en este baño por el resto de mi vida.
La manilla gira y la puerta se abre de repente.
-¿Qué ocurre?- pregunta Harry sentándose junto a mi donde me rodea con su brazo y obliga a que mi cabeza se pose en su hombro
-vomité – digo sin moverme sosteniendo mis brazos alrededor de mi estomago -¿sabes lo que eso significa?
-que…- hace una pausa –que mi hijo está en camino
-¿Qué acabas de decir?- pregunto separándome de él para poder mirarlo a los ojos.
-que eso que está comenzando a hacerse ver dentro de ti es mi hijo- dice con una sonrisa, sonando incluso como si ya se estuviera acostumbrando a la idea – nuestro hijo
-¿sabes que te amo?- susurro peligrosamente cerca de sus labios.
-lo sé desde el momento en que nos permitimos tener este bebe- dice y yo me alejo repentinamente para poder acercarme nuevamente a la tasa del baño.
Tendré que acostumbrarme a las nauseas y lo que lleva consigo un embarazo.
Especialmente a mis diecinueve años.
 
***
Sostengo mi bolso por encima de mi hombro y camino fuera de la sala. Harry me está esperando afuera en su camioneta para llevarme a un doctor, los mareos han seguido desde aquella tarde junto a él y ya no habían opciones en las que pensar, solo había una respuesta ante todo esto.
Estoy embarazada.
Alguien me sostiene el brazo cuando paso junto a la puerta de la clase de Historia, me giro asustada de que pudiera ser Josh pero mi sorpresa se hace mucho más grande cuando me doy cuanta de quien es.
Jennifer con los ojos rojos y asustados.
Me detengo y no soy capaz de decir palabra alguna ante la imagen que tengo en frente. Es extraño que una persona a quien no le has hablado durante mucho tiempo recurra a ti en un momento de desesperación.
-¿que pasa?- susurro y lo único que hace ella es caer en mis brazos sollozando como si no hubiera un mañana, como si hoy fuera el fin del mundo –Jennifer
-tengo miedo- dice separándose de mi secando sus lágrimas y manchas de maquillaje que recorren todo su rostro.
-pero… Jennifer tengo que irme- digo e intento alejarme de ella pero su agarre se hace más fuerte –ve a tu casa
-tienes que ayudarme- chilla y veo el miedo en sus ojos, el nerviosismo de su voz y sé que debo ayudarla –ayúdame
Asiento con la cabeza y enganchando mi brazo con el de ella caminamos a través del pasillo para salir a la luz del sol que por hoy nos había deleitado con su belleza. Harry aun podía esperar, la hora estaba programada en hora y media más así que aun tenía tiempo para poder conversar un poco con Jennifer.
Aunque esto no pueda ser más extraño.
Atravesamos todo el campus para sentarnos en las gradas, donde a esta hora del día nadie caminaba y ni siquiera los jugadores del equipo entrenaban. Ni siquiera Kyle estaba rondando para hacerme compañía y ayudarme a enfrentar este problema.  
-habla- digo una vez que nos hemos puesto cómodas, sus sollozos podrían distinguirse en la distancia y yo no sabía como callarla, como ayudarla -¿Qué ocurre?
-fue él- susurra recogiendo su cabello húmedo por las lágrimas en un moño atrás de su cabeza –fue él
-¿Quién?- respondo algo desesperada por la poca información que proporcionaba -¿Quién te hizo que?
-Josh- responde finalmente y el vello de mi piel se eriza completamente –él… él abuso de mí
-¿Qué?- espeto sintiendo un escalofrío recorre mi espina dorsal, él había intentado hacer eso conmigo y si no fuera por Kyle yo estaría en la misma situación de ella –pero… ¿ustedes no estaban saliendo?
-si, pero…- suspira y limpia un poco su rostro ahora libre de maquillaje -…nosotros nunca habíamos llegado tan lejos… yo… yo nunca
-lo entiendo- digo y entiendo lo que ella está sintiendo –debes decirle a la policía… es lo correcto
-no puedo- murmura –él… le tengo miedo
-yo también- escupo sin darme cuenta del peso que tienen mis palabras –digo… eso fue hace tiempo
-¿Qué?- dice Jennifer frunciendo el ceño, parece molesta -¿Qué te hizo?
-en la fiesta de Halloween- digo y mis manos se hielan al instante, mi estomago se revuelve y me doy cuenta de que yo no debería estar ahí, debería estar con Harry –tengo que irme
-no, por favor- dice ella sosteniéndome del brazo, impidiendo que me  valla –quédate
-no puedo- digo y me alejo rápidamente de ella.
Camino fuera de la universidad y encuentro a Harry apoyado en su camioneta, con unos jeans azules y una chaqueta negra. Me sonríe en el momento en que me ve aparecer y yo hago lo mismo, sintiéndome segura en el momento en que me doy cuenta de que él está cerca.
Sus labios encuentran los míos incluso antes de digamos alguna palabra, así es como sé que lo amo.
-hola- digo cuando nuestras frentes se juntan y nuestras respiraciones se mezclan
-¿Cómo están?- pregunta él y yo me alejo asustada –ustedes… dos
Me sorprendo por la manera en la que él ya lo hace un hecho, que a él ya le agrade la idea de ser padre aunque a mi me aterre la idea de ser madre.
Sonrío.
-estamos bien- respondo y mis labios vuelven a encontrarse con los suyos. Ambos nos sonreímos y él abre la puerta del copiloto donde me siento cuidadosamente, y abrocho el cinturón mientras él rodea la camioneta para situarse junto a mí al mando del volante.
Observando el paisaje al que tanto estaba acostumbrada fue como pase el tiempo hasta que llegábamos a la clínica donde el doctor estaría esperándonos.
En el momento en que la camioneta de Harry se estacionó frente al edificio blanco mi estomago se retorció, como si el bebe que crece dentro de mi reclamara que no quiere estar ahí, al igual que yo. Se me helaron las manos y los nervios se apoderaron de mi.
Harry entrelaza su mano con la mía cuando comenzamos a caminar dentro de la clínica, a mi derecha había un gran mesón donde unas señoras atendían a todo el público. Nosotros caminamos rápidamente para tomar el ascensor y dirigirnos hacia el séptimo piso. 
-tengo miedo- susurro a Harry cuando el me rodea con su brazo, su cabeza se apoya en la mía y yo respiro su aroma, podría quedarme así todo el tiempo que  yo quisiera.
Solo si el ascensor no se abriera en este momento.
Caminamos abrazados hacia el mesón donde una señora con una enorme sonrisa se impresiona de ver a Harry frente a sus ojos y mucho más cuando se da cuenta de que me tiene en sus brazos.
-buenas tardes- dice él amablemente –venimos por una hora con el doctor Frederick Banes
-¿a nombre de quien esta la hora?- pregunta ella amablemente
-_____ Johnson- responde él mientras su mano busca a tientas la mía y cuando la encuentra se queda ahí, dando la energía y seguridad que necesito
-claro- dice ella –aun está atendiendo a un paciente pero en cuanto terminen la llamaran
-gracias- dice él y caminamos a sentarnos en las bancas que se encuentran frente a un televisor que está dando noticias de música. Mi cabeza se apoya en su hombro con nuestras manos entrelazadas en mi regazo, nadie nos presta mayor atención hasta que en el programa de televisión son nuestros rostros la principal noticia.
“…será verdad que el más joven de One Direction está enamorado…”
Prestamos mayor atención y vemos las imágenes que se filtraron del día de su cumpleaños, algunas fans me vieron entrar en el galpón y alguien dentro tomo algunas fotografías de nosotros las que fueron publicadas recientemente.
“…Harry Styles ha sido visto con una muchacha desconocida durante las ultimas semanas y una fuente confiable nos ha dicho que ella lo fue a visitar durante el ensayo el día de su cumpleaños…”
“…’Niall salió de un momento a otro y le dijo algo al guardia para dejarla entrar’… ‘los vi salir en la camioneta de Harry, ella iba sentada junto a él’…”
Entierro mi rostro en su cuello y siento como se tensa bajo mi cuerpo, fue mi culpa que nos descubrieran. Fue mi culpa por la inocente razón de querer darle una sorpresa en su cumpleaños después de no habernos visto en dos días.
“…parece que Harry está enamorado ¿Qué pensaran las directioners?...”
-lo siento- murmuro en su oído una vez que el informe ha terminado y ahora los panelistas se encontraban comentando lo que podría ser nuestra relación –no quise provocar…
-no es tu culpa- dice él dando un pequeño beso en mi frente –en algún momento ellos se darían cuenta de nosotros
“_______ Johnson”
-creo que debo ir- digo y Harry se levanta conmigo
-déjame ir contigo- dice y nosotros caminamos hacia la consulta donde un hombre nos está esperando con una enorme sonrisa.
-bueno chicos a que han venido- dice él mostrando dos sillas frente a él donde nos sentamos preparando nuestros nervios para la parte que ninguno quiere empezar, presentar nuestro problema.
-yo… bueno- vacilo un momento y es Harry quien continua mis palabras.
-mi novia se ha sentido mal este último tiempo- dice él apretando mi mano a medida que sus palabras salían fuera de su boca –se ha sentido mareada y ha vomitado unas cuantas veces
-entiendo- dice él mirándonos el uno al otro respectivamente –bueno, ahora viene la pregunta del millón ¿ustedes han tenido relaciones sexuales?
En el momento en que pronunció esas palabras mis mejillas se tornaron rosadas y la vergüenza inundo mi interior.
-si- respondió Harry mientras el doctor me observaba atónito por mi reacción
-está bien- responde y toma entre sus manos una libreta donde comienza a escribir y tomar notas –por lo que usted, señor Styles me está contando, es posible concluir que su novia, la señorita Johnson esta embarazada.
Palidecí en el momento en que él doctor pronunció esas palabras, a pesar de que lo estaba esperando una parte de mi estaba rogando que no fuera cierto, que solo fuera una infección estomacal o algo por el estilo.
-pero primero, usted tendrá que hacerse unos exámenes de sangre que nos revelaran su estado- dice y nos entrega un papel con los nombres de los exámenes que debo hacerme –espero verlos pronto
-gracias, doctor- digo y salimos tomados de las manos de la consulta.
Tomados de las manos salimos de la clínica donde un montón de periodistas nos estaban esperando.
¿Cómo se habían enterado de donde estábamos?
¿Cómo se enteraron?
Harry un tanto incomodo me agarro por la cintura e intento avanzar entre ellos para poder llegar hasta la camioneta, como siempre ha sucedido ninguno de los periodistas se abrió paso para que pudiéramos volver y así escapar de tal sufrimiento.
-¡Harry! ¿Ella es tu novia?- pregunto una mujer joven acompañada de una cámara, cuando pasamos junto a ella decidí que era mejor ignorarla, si Harry no quería confirmar nuestra relación en este preciso momento lo apoyaba.
Él era el experto en esto.
Él era el principal afectado.
-¿hace cuanto están juntos?- pregunto otro y Harry solamente se aferro a mi cuerpo mientras me dirigía junto a él entre las cámaras, micrófonos y periodistas que obstaculizaban nuestro paso.
Cuando los guardias de la clínica se dieron cuenta de que nos era imposible avanzar hacia nuestro destino salieron en nuestra ayuda, dispersando un poco de gente para que por fin pudiéramos entrar a salvo en la camioneta y alejarnos del lugar.
Sin enfrentar lo que sentimos.
 
Capitulo 39:
-necesito que me acompañes- dijo por teléfono a la semana siguiente del incidente con la prensa local, su voz era urgente y creí que debía ir a pesar de que estaba estancada con un examen de español para la próxima semana –es… es importante que estés ahí conmigo
-¿Estas seguro?- digo mientras reviso mis apuntes recostada en mi cama. Mi madre recorría toda la casa en busca de unos bocetos que había hecho la noche anterior, no los encontraba por ningún lado. Como siempre los dejaba donde los había dibujado y por consecuencia cuando deseaba representarlos ocurría esto.
Desastre de limpieza o, mejor dicho desastre de suciedad.
-te necesito ahí conmigo, amor- suplicó por enésima vez mientras yo barajaba la idea. Él no me había dicho a donde quería que lo acompañara pero me dijo que tenía que ir con todos los chicos y para él era importante que yo estuviera ahí.
Razón suficiente para acompañarlo.
-está bien- sonrío a la rosa que estaba colocada encima de mi escritorio recordando el tiempo en que él me enviaba una cada semana –me tendrás ahí
-paso por ti a las 18:00- dice rápidamente seguido de un “te amo” para cortar la llamada.
Bajo por la escalera donde por centésima vez veo a mi madre revisar los cojines del sofá frente al televisor, piso por equivocación un papel depositado en la escalera y cuando levanto mi pie me doy cuenta de que es el boceto que quizá mi madre, tan desesperadamente estaba buscando.
-mamá, ¿es esto lo que buscabas?- digo situándome junto a ella mostrando el papel que, accidentalmente, había pisado en las escaleras –lo encontré tirado en la escalera
-que extraño- murmura quitando el papel de mis manos –juraría que ya había revisado ahí
-seguro lo pasaste por alto- digo y río ante su expresión de asombro –bueno hoy en la tarde iré con Harry a uno de sus compromisos ¿ya?
-cuídense- responde y va hacia la cocina con un lápiz seguramente para  volver a dibujarlo pero esta vez en su croquera de bocetos donde reposaban el resto de los dibujos que serían parte de una nueva colección.
-gracias- digo y subo las escaleras rumbo a mi cuarto.
 
*** 
 
Estacionándose junto a una limusina me doy cuenta de donde me ha pedido que lo acompañe.
A un estudio de televisión.
-Harry  yo no…- comienzo a decir pero él me interrumpe.
-no es lo que crees- besa mis labios fugazmente –solo necesito que estés ahí cuando estemos al aire
-esta bien- respondo y salimos a encontrarnos con los demás chicos. Todos vestidos para la ocasión, cada uno con su estilo y por un momento me doy cuenta que estoy imaginando lo que se sentiría tener esa vida.
Caminamos dentro del estudio donde miles de personas los saludan alegres, aunque rodeados de guardias, logramos avanzar hasta los camarines donde deben esperar el momento para entrar y deslumbrar al público.
-es bueno tenerte aquí- dice Niall sentándose junto a mi –a Harry le hace bien que estés con él
-gracias- supongo –ustedes son muy amables conmigo
-es lo menos que podemos hacer- responde él y me guiña un ojo, Harry inmediatamente está sentado junto a mi, poniendo una barrera entre nosotros –es toda tuya
-él es muy simpático- le digo a Harry encontrándome con una sonrisa nerviosa –estas nervioso
-solo un poco- responde posando su nariz juguetonamente en mi cuello –hace tiempo que no me sentía de esta manera
-¿así como?- pregunto alejándolo de mi cuello para poder mirarlo a los ojos.
-enamorado- responde y une nuestros labios en un dulce beso. Las voces que antes se escuchaban se callaron de un momento a otro y todos aplauden, como si estuvieran contentos por nuestra demostración de amor.
-chicos a escena- dice una mujer rubia asomándose por la puerta del camarín, nos sonríe y sale nuevamente.
Todos se levantan de sus asientos y yo me quedo en sofá viendo como las modistas revisan sus atuendos para que parezcan perfectos. Le sonrío a Harry y él  me indica que los siga, yo niego con la cabeza pero el insiste.
Los sigo de todos modos pero tengo que aguardar en el pasillo que los conduce hacia el estudio para que nadie me vea, nuestra relación aun no ha sido revelada públicamente, no puedo hacer apariciones como esta.
“…esta noche tenemos unos invitados especiales…” dice la presentadora, sonrío al darme cuenta de que son ellos y me siento en la silla que hay disponible frente a un televisor.
“… ¿ah si?...” responde su co animador. “…han roto récords y ellos son ¡One Direction!...”
Una canción llena el estudio y ellos aparecen en un pequeño escenario donde comienzan a cantar, mientras las miles de niñas o espectadores gritan sus nombres.
Me siento orgullosa de él, de todos ellos, de lo lejos que han llegado.
Cuando la canción termina los dirigen un gran sillón donde todos se sientan aunque algo apretados, pero lucen cómodos.
“…déjenme decir que… eso fue ¡asombroso!...” dice ella y todo el mundo grita, ellos solo ríen nerviosos, al parecer aun no están acostumbrados a tanta atención. “…necesito preguntar esto… Harry ¿estas saliendo con alguien?...” se hace silencio en el programa y en todos quienes estamos viendo la programación desde donde yo me encuentro.
Mis mejillas se enrojecen cuando me doy cuenta de que se están refiriendo a mí y cuando todos en ese pasillo me están observando expectantes. Harry guarda silencio y pasa su mano desesperada por su cabello.
Un gesto típico de él.
“…de eso mismo quería hablar esta noche…” responde y yo me quedo petrificada en mi asiento “…eso significa que tu respuesta es si…” afirma ella “…no puedes negar estas fotos, cariño…” luego de que ella pronunciara esas palabras en la pantalla aparecieron las fotos que habíamos visto en aquel programa de famosos agregando las tomas que habíamos tenido al salir de la clínica.
“…no, no puedo hacerlo…” responde él cuando el video termina. Los demás chicos se encuentran en silencio, como si la entrevista solo estuviera hecha para Harry, cosa que es totalmente lo contrario. “…tampoco es lo que pensaba hacer…” agrega dejando perpleja a la conductora del programa.
“…esta bien, entonces… ¡dinos quien es ella!...” reclama ella alzando sus brazos dando énfasis a sus palabras. Mi corazón palpita a mil por hora y comienzo  a sentir los nervios subir desde mi estomago hasta llenarme por completo.
“…primero que todo… estoy completamente enamorado de ella…” Niall lo rodea con su brazo y él le apreta el pecho a su compañero quien responde con una mueca de dolor “…su nombre es ______ y ella está aquí conmigo…”
“… ¡Hey! Harry no nos quites protagonismo…” dice Louis golpeándolo en la cabeza “…él solo está enamorado…” dice Zayn defendiéndolo.
“… ¿aquí? ¿Contigo?...” insiste ella. Harry sonríe nervioso y asiente con la cabeza “…si me lo permiten me gustaría hacerla pasar para que la conozcan…” todos se quejan y  a la vez ríen.
Yo me quedo congelada en mi lugar mientras todos a mi alrededor me animan a que camine hacia el estudio, donde mi novio me llama.
“… ¡claro! Que pase tu enamorada…” dice ella y todos comienzan a gritar mi nombre, que Harry había mencionado recientemente. Por la puerta que lleva hacia el estudio llega un productor y me señala.
-vamos al estudio- dice dando la vuelta para entrar nuevamente.
-pero… yo no- digo y el hace nuevamente una seña, volviendo a centrarse en avanzar hacia donde Harry me esta llamando.
Los veo ahí sentados, conversando de otra cosa mientras a mi me retocan el maquillaje y me arreglan un poco más la ropa que llevo puesta. -no sé hacer esto
-¿lista?- niego con la cabeza –en 3 2 1 ¡ya!
Alguien me empuja y camino lentamente hacia el estudio donde la gente al verme aplaude, Harry se levanta y va a recibirme entrelazando sus dedos con los míos para llevarme al sofá donde están sentados, donde Niall se sienta en el brazo y me sede su espacio, junto a mi novio.
-así que tú eres quien se robo el corazón de este chico de los rulos, ¿eh?- comenta ella y yo solo sonrío mientras el color rojo comienza a posarse en mis mejillas involuntariamente –oh, que tierna si hasta se sonroja
-le pasa todo el tiempo- murmura Harry y yo entierro mi cabeza en su pecho, avergonzada –no le gustan mucho las cámaras
-aww bueno querida- hace una pausa -¿Cómo fue que se conocieron?
-es una historia divertida- digo levantando mi rostro para que todos me vean –pero es muy larga
-eso es verdad- agrega Harry intentando desviar la atención a otro punto, cualquiera que no tenga que ver con la manera en que nos conocimos.
-¡tenemos todo el tiempo! Queremos saber- dice ella abriendo sus enormes ojos –por favor, queremos saber
-nos conocimos en un starbucks- digo apretando su mano cuando mis palabreas son dichas –y luego las cosas de la vida nos volvieron a encontrar
-ni siquiera sabíamos el nombre del otro- dice Harry y todos nos quedamos en silencio, desde ahora todo aquel que estuviera viendo el programa sabría de nosotros.
-aww esta bien, esta bien resérvense los detalles- hace una pausa - ¿no son la pareja más bonita? Pero tenemos que ir a una pausa comercial, volvemos en unos instantes
La música se acabo y todos nos levantamos de nuestros asientos, no puedo creer lo que acababa de pasar.
-así que… son la pareja del año- dice Louis rodeándome con sus brazos mientras estoy junto a Harry –ahora toda la prensa va a estar en ustedes
-pero ya era hora que lo supieran, así no vamos a tener que escondernos- dice abrazándome por la espalda. –no tendremos que ocultar nuestro amor
-te amo- digo y el besa mi frente.

No puedo estar más enamorada. 
sol <3
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Mensaje por GreeceArg Mar 11 Feb 2014, 9:39 pm

Hola soy tu nueva lectora por favor siguela... 
antes no pude comentar xq no tenia cuenta y leia de mi movil (perdon) pero ahora siguela plis!!!
GreeceArg
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Mensaje por Grissel Miér 12 Feb 2014, 10:13 pm

Holaaaa!
Nueva lectora a la vista :)
Hace poco empece a leer tu nove y es genial, asi que decidir dejar un comentario jaja
Espero que la continúes pronto.
Besos
Grissel
Grissel


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Mensaje por sol <3 Miér 26 Feb 2014, 3:43 pm

GreeceArg escribió:Hola soy tu nueva lectora por favor siguela... 
antes no pude comentar xq no tenia cuenta y leia de mi movil (perdon) pero ahora siguela plis!!!

*o* crei que ya nadie la leia por eso no segui publicando y bueno... no tenia internet D: pero no te preocupes ya la tengo casi terminada en mi compu asi que subire pronto nuevos capitulos :D
sol <3
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Mensaje por sol <3 Miér 26 Feb 2014, 3:44 pm

Grissel escribió:
Holaaaa!
Nueva lectora a la vista :)
Hace poco empece a leer tu nove y es genial, asi que decidir dejar un comentario jaja
Espero que la continúes pronto.
Besos

awwwwww que bueno que te gustara :D pronto subire nuevos capitulos y variaos asi que estate atenta ;) porque ya la tengo casi terminada en mi compu asi que ahora volvere a subir
sol <3
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Mensaje por GreeceArg Jue 06 Mar 2014, 6:09 pm

Ayyyy!!!!Siguela!!!!!!
please  :aah:  :muack:
GreeceArg
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Mensaje por GreeceArg Sáb 15 Mar 2014, 9:21 pm

xq no la siguues? :lloro:  :muack:  Mentiras -Harry y tu- - Página 4 961472736
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