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Mentiras -Harry y tu-
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Mentiras -Harry y tu-
A veces hay que conocer muy bien a alguien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño
Capitulo 18:
Falté dos días a clases. Creo que por lo sucedido durante el fin de semana provocó que mis defensas bajaran al punto de que me agarrara un fuerte resfriado. Jennifer me daría los apuntes de las clases que tenemos juntas mientras que en las otras ya encontraría otra manera de obtenerlas. Era una fría mañana de Londres en la que justo decidí caminar hacia la universidad, no quedaba tan lejos, bueno quizá si pero había salido con bastante tiempo de antelación por lo que podía darme ese lujo. No caminaba mucha gente a esa hora y seguramente era por el frío que hacía, casi literalmente te calaba los huesos. Mi primera clase era historia por lo que me tocaba en el edificio que está cruzando la cancha de deportes. Al atravesar el campus pude darme cuenta de que la mayoría me observaba de una manera extraña, demasiado incomodo.
-hey, ¿Cómo estas?- escuché a mis espaldas para girarme y encontrar con quien menos desearía cruzarme al comienzo de un día. El chico de cabello negro azabache se encontraba parado justo ahí esperando una respuesta debido a mi escena del día viernes luego del evento. Lo fulminé con la mirada y seguí mi camino, esperaba que hubiera captado el mensaje. Lamentablemente no lo recibió correctamente por lo que luego de unos cuantos segundos se hallaba caminando junto a mi. -¿estas mejor? ¿Llegaste bien a tu casa? – insistió con una falsa sonrisa de preocupación en su rostro, el realmente me molestaba.
-eso no te importa- respondí seca y hasta un tanto gruñona, no suelo ser muy amable por la mañana.
-claro que si, te encontrabas muy mal- reiteró haciendo recordar los momento que había pasado y lo inoportuna que había sido su aparición a esa hora de la noche. No había hablado con Harry desde la mañana del sábado y mucho menos haberlo visto, esto ya no tenía solución por más que intentara entender sus razones o que al menos hubiera hecho el intento de escucharlo cuando él quiso decirlo… nada de esto hubiera funcionado.
-aun así, eso no te importa- le dije bastante inquieta por su actitud, tan solo su presencia ya era desagradable. Para mi suerte el salón ya se encontraba abierto por lo que me escabullí dentro rápidamente sentándome en un rincón apartado donde el no me viera, pues había descubierto que compartimos esta clase. El Sr. Finley entró con su ostentosa actitud de superioridad sobre nosotros para pedirnos que sacáramos nuestro libro y lo abriéramos en la página 73, para así dar comienzo a su clase. En la mitad de la primera guerra mundial una bola de papel chocó en mi hombro, extrañada miré hacia atrás y la única persona que me observa en todo el salón era ese chico. Resignada levanté el papel sin volver a mirarlo y me dispuse a desenrollarlo.
Vamos princesa, ¿te encuentras bien?
Cerré los ojos en señal de fastidio, como se atrevía a llamarme así .en mi memoria solo mantenía a una persona que me había llamado así y aquel era Harry, él no tenía el derecho de usar ese apodo conmigo. Apoyé mi cabeza en mi mano, todo esto estaba hartándome y no podía colocar atención a la clase por más que lo intentara. Mis pensamientos siempre se movían en el hecho de “que hubiera pasado si…” o “¿Qué estará haciendo ahora?”. Siempre mantenía la vaga esperanza de que él pensara en mi tanto como yo lo había hecho, no me quedaba otra cosa que aceptar de que lamentablemente me había enamorado… pero lo peor era la insistente sensación de que lo necesitaba mientras que el miedo a volver a perderlo se acrecentaba en mi corazón, si una vez te mienten pueden hacerlo una segunda.
-…y eso es todo por hoy- escuché decir al Sr. Finley para que yo como un resorte me levantara de mi asiento para salir del aula, pero fue en el momento en que todos se quedaron quietos cuando supe que algo más había dicho para que nadie se moviera como había hecho yo. La risa de mis compañeros me trajo a la realidad para volver a mi asiento mientras mis mejillas enrojecían de vergüenza –Srta. Johnson si quieres irse esta en todo su derecho, solo si no desea obtener puntaje extra en el próximo examen- agrego para que yo solamente lo observara pidiendo que me tragara la tierra.
Me encontraba haciendo la fila para conseguir mi almuerzo, a pesar de que no tenía mucha hambre mi cuerpo necesitaba los nutrientes necesarios como para poder entrar a la ultima clase, algebra. Jennifer aguardaba unas cuantas personas más adelante para que pudiéramos sentarnos juntas, por el momento no había rastro de aquel chico. Un sándwich de ave mayo me basto junto a un jugo de piña y una manzana para saciar mi estomago, hoy no me encontraba muy bien.
-¿Por qué traes esa cara?- preguntó Jenny mientras nos dirigíamos a una de las mesas del fondo de la cafetería. No era nuestra costumbre sentarnos en el medio donde todos chocaban entre si buscando un lugar donde sentarse, generalmente preferíamos las esquinas o mesas cercanas a la pared donde no todos acudían para almorzar, era perfecto o al menos lo era para mi.
-supongo que… las cosas no han andado muy bien- respondí bajado la mirada y a la ve cuidando de no tropezar con los bolsos y pies que debía atravesar para poder llegar a la mesa prevista anteriormente.
-¿algo malo con el desfile de tu mamá? O solamente ¿no te has recuperado muy bien?- agrego mostrando señales de verdadera preocupación. No había podido hablar mucho con ella durante el fin de semana y mucho menos durante los días en los que había estado enferma, o al menos en los momentos en que escuchaba su voz solamente se reflejaba un fuerte resfriado y no penas de amor.
-llamémosle… problema emocional- respondí haciendo una mueca ante mi respuesta, realmente ello sonaba bastante extraño. Me inspecciono un momento creyendo que no hablaba enserio o eso creí que pasaba por su mente. –no bromeo
-¿es enserio? ¿Qué ocurrió?- preguntó inmediatamente. Había dejado a un lado su plato de fideos prestándome completa atención, cosa que debería valorar cierto que la comida y los chicos son lo más importante para ella.
-prácticamente termine con Har… digo Seth- dije bajando la mirada y esperando que hubiera escuchado mis palabras ya que lo dije demasiado bajo. Su silencio me dijo que si había percibido mi respuesta, levanté mi cabeza y su desconcierto se demostraba por completo en sus ojos.
-lo siento- fue lo único que pudo decir para que volviera su vista a su comida y continuara disfrutando de sus fideos. Aquello era muy extraño.
-no te preocupes- le dije intentando sonreír, aunque con los recuerdos que en ese momento permanecían en mi memoria me era bastante difícil hacerlo y que pareciera sincero. Ella no respondió, nuevamente. -¿Qué hay de ti?
-¿yo?- preguntó sorprendida para que yo en respuesta sintiera –pues… estoy saliendo con Josh- esto ultimo lo dijo tan rápido que ni siquiera pude procesarlo con la misma rapidez que ella había pronunciado esas palabras. Primero ¿Quién era Josh? Y segundo ¿Por qué no quería decírmelo?
-supongo que ¡genial!... pero, ¿quien es Josh?- pregunté al instante, necesitaba averiguar quien era él. Su mirada recorrió la cafetería a mis espaldas mientras que una sonrisa se iba esbozando a lo largo de sus labios, hizo una seña con la mano y yo giré mi cabeza. El chico de cabello negro azabache y ojos azules se encontraba a unas cuatro mesas más allá de la nuestra, sonreía ampliamente y eso me basto para darme cuenta de que su nombre era Josh. Definitivamente él estaba saliendo con mi amiga.
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
Me gusta tu novela, pásate por la mía, busco escritoras ya que es colectiva y chicas el capitulo 1 ya esta listo pásate porfas, el link esta en mi firma.
music.of.nature
Re: Mentiras -Harry y tu-
que bueno que te guste mi nove :333 ... claro pronto me paso... espero que la sigas leyendo :DDmusic.of.nature escribió:Me gusta tu novela, pásate por la mía, busco escritoras ya que es colectiva y chicas el capitulo 1 ya esta listo pásate porfas, el link esta en mi firma.
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
A veces hay que conocer muy bien a alguien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño
Capitulo 19:
-¡no lo conoces!- gritó Jennifer mientras nos dirigíamos a la salida del campus para irnos a nuestras casas. La miré enfurecida, ella no entendía mi punto y mucho menos las razones que yo misma había recopilado para demostrarle que él no era un buen chico. -pero Jennifer… ¡él no es de confiar! Me da mala espina- le dije haciendo mi mejor cara de cachorro para poder convencerla. Me fulmino con la mirada y siguió su camino dejándome de pie a cuatro metros de la entrada. Ella estaba enojada conmigo. Rayos.
Observe el cielo, se encontraba completamente gris tal y como yo me sentía en ese momento. Este no había sido un muy buen día, ese chico Josh me había molestado durante la primera hora de la mañana y luego mi mejor amiga se enojó conmigo por su culpa… este realmente no era un buen día.
Al girar en la esquina escuché que alguien me llamaba di la vuelta y no encontré a nadie conocido que pudiera llamarme. Seguí caminando y el llamado se repitió, me congelé al verlo en la vereda de en frente. ¡El día no podía ser peor!
-_____. Por favor detente- dijo mientras cruzaba hasta encontrarse a unos escasos metros de mi. Mi corazón comenzó a acelerarse mientras que un nudo en la garganta volvía a posicionarse donde había permanecido por unos cuantos días. Me costaba respirar y mis músculos no reaccionaban para lo que mas anhelaba en este momento, correr. –necesitamos hablar
-no, nosotros no tenemos nada de que hablar- dije retrocediendo un poco para observar a ambos lados y calcular mis opciones de escapar sobre lo que sabía algún día tendría que hacer.
-tengo cosas que explicarte, por favor- suplicó con esos ojos verdes observándome fijamente. Buscó mi mano para que al momento en el que nuestras manos se tocaran, mi piel se erizara, aun lo necesitaba y no me había dado cuanta hasta ahora. Asentí, arrepintiéndome al instante de lo que estaba haciendo. –vayamos a un lugar más calmado.
-al parque- respondí inmediatamente antes de que él propusiera algo mejor que eso, ahí me sentiría segura puesto que el local de mi madre se encontraba un poco más cerca.
Caminamos dentro de un silencio incomodo todo el trayecto hacia el parque, parecíamos dos completos extraños que caminaban el uno junto al otro por casualidad ni los recuerdos que manteníamos juntos podían significar algo en este momento, para mi todo había sido una farsa. Al cruzar la calle que separaba el parque de nosotros un auto casi nos atropella a lo que Harry me rodeo con su brazo intentando protegerme y para que luego de detenerse este le levantara el dedo del medio. Por lo menos no me dejaría morir… lo miré incomoda provocando que el me soltara inmediatamente, el momento no podía ser peor.
-tranquilo- le dije al ver su rostro. Mantenía el ceño fruncido, solo esperaba que aquello no hubiera sido mi culpa. Me observó y sonrió tímidamente mientras que yo solamente le desvié la mirada para que siguiéramos caminando, solo había venido por la explicación… nada más.
Nos sentamos por lo menos en el centro del parque, junto a un frondoso árbol y en frente de los juegos infantiles. Me quede observando a unos dos niños que jugaban alrededor de los columpios, parecían tan felices y sin preocupaciones, en ese instante deseé volver a tener cinco años. Él fue el primero en hablar.
-yo no quise herirte- dijo Harry observando el suelo con las manos entrelazadas y la capucha puesta. Suspire sintiendo como mi corazón se apretaba ante sus palabras, él no era quien yo creía. –Sé que fui un idiota pero, cuando te vi por primera vez… en lo único en que pensé fue en no salir lastimado- agrego jugueteando con sus manos nerviosamente.
-…pero creo que…- comencé a decir para que su mirada se alzara hacia mi con un atisbo de esperanza –…yo tampoco quería salir lastimada… yo no te mentí- dije esquivando su mirada que nuevamente se había tornado triste y desolada. No podía soportar verlo así, tan solo no podía.
-sé que estuvo mal, pero jamás pensé… pensé en enamorarme de ti- dijo encontrando mi mano para levantarla y así provocar que nuestras miradas se encontraran. Las lágrimas en mis ojos comenzaban a acumularse mientras que su dedo trazaba círculos delicadamente en mi mano. Aquello me estaba destrozando. ¿Él estaba enamorado de mí? ¿De verdad? Lo vi acercarse lo suficiente como para intentar besarme y sentí terror, miedo de que todo volviera a repetirse y que sus mentiras no acabaran aquí. Me levanté de mi asiento apartando mis deseos de acariciar mis labios con los de él, las lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas desesperadamente y yo las limpie evitando que alguien las viera. Caminé lo más rápido posible sin mirar atrás a pesar de que sus pasos se cernían sobre mí.
-______- llamó provocando que mis sentidos se bloquearan un momento lo suficiente como para que me sostuviera de el brazo evitando que yo pudiera seguir, prácticamente, huyendo de él. Lo observé con recelo y lágrimas en los ojos, su mirada era suplicante y su voz era insegura, realmente no podía soportarlo. –no me dejes, por favor- pronunció mientras que yo bajaba mi mirada esquivándolo completamente. Con mi mano libre empujé la suya de mi agarre y comencé a correr lo más rápido que dieron mis zapatillas.
Llegaba al cruce cuando volví a oír su llamado provocando que me volteara a verlo durante un segundo, su expresión era de alerta y sus manos se encontraban alzadas completamente. Giré mi vista en la dirección contraria y pude ver como una camioneta azul venía directamente hacia mí. Intenté esquivarla pero lo único que logre fue ahogar un gritó en mi garganta y que la bocina quedara grabada en mis oídos durante un largo tiempo.
Mi cuerpo dolía por completo y algo mojado se hallaba por mi frente, donde me encontraba recostada era bastante duro. Aun me situaba en la fría y poco agradable calle. Intenté levantarme pero mi cabeza dio vueltas y algo con mi pierna no se encontraba bien puesto que un dolor punzante provocó que un gemido se escapara desde mi garganta. Una voz me susurró en el oído que todo estaría bien y por un momento confié en ella, algo familiar me hacia sentirme segura o al menos un poco más relajada de lo que debería estar. Comenzaron a moverme y el dolor se intensificó lo suficiente como para gritar, ¿Qué me estaba pasando? Una mano se entrelazó con la mía la cual apreté sin importar de quien fuera, necesitaba el apoyo de aquella voz que me reconfortaba. De una u otra manera me estaban moviendo y al ver una potente luz encima de mí creí que aquel era el fin. La mano que antes yo había sostenido me dejo haciéndome sentir vacía y sola, quien quiera que fuese lo necesitaba.
-no me sueltes- fue lo único que pude pronunciar para que la sensación de dolor volviera a hacerme sufrir, su mano volvió a acariciar la mía y yo la apreté con fuerza intentando hacerle saber que yo no quería que se separara de mi.
-tranquila estoy aquí- respondió una voz masculina, similar a la que había escuchado anteriormente. Un vago reconocimiento apareció por mi mente, era posible que fuera él quien me estaba acompañando en este extraño lugar.
-¿Harry?- pregunté para que alguien solo atinara a silenciarme. Intenté abrir mis ojos para poder averiguar quien realmente estaba tras esos suspiros y preguntas hacia otras personas a quienes no podía identificar. Algo apretó mi brazo provocando que mi cabeza volviera a dar vueltas, esa luz se estaba intensificando y mis ojos no podían ubicar su rostro.
-¡no me dejes ir!- chillé para que no dejaran que la luz me rodeara, aun no quería morir. Su mano se apretó contra la mía y susurró algo que no entendí. Lo último que recuerdo es que había un sonido extraño y luego todo se volvió negro para mí, por lo menos la luz se había ido.
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
A veces hay que conocer muy bien a alguien para darte cuenta de que realmente estas con un extraño
Capitulo 20:
Abrí lentamente los ojos y lo primero que vi fue una fuerte luz alumbrándome directamente hacia el rostro, los volví a cerrar tendría que aguardar un momento para acostumbrarme. Intente moverme pero todo dolió haciéndome quedar en la misma posición que había despertado, definitivamente no me encontraba en el cielo. Al volver a abrir los ojos pude darme cuenta de que me encontraba recostada en lo que al parecer era una cama y estaba en una habitación tan blanca que cualquiera que entrara sin lentes de sol correría el riesgo de quedar ciego, esperaba que esa no fuera mi suerte. Un ruido de una puerta abriéndose me hizo intentar ubicarla pero me encontraba llena de cables por lo que me fue impedido levantar la cabeza y así saber quien había entrado para poder saber donde me encontraba. -veo que despertaste- dijo una mujer de, al parecer, unos 30 años de cabello rubio y ojos cafés. Estaba vestida de blanco, en este lugar si que amaban el blanco. La observe desconcertada, realmente estaba asustada y mientras ella revisaba unas maquinas me quede mirándola en busca de respuestas. -¿te sientes bien?- preguntó dándose la vuelta con una mirada amable, tocó mi frente con su mano y luego mis mejillas. Arrugué mi frente, ¿Qué estaba haciendo?
-¿Dónde estoy?- pronuncié lo suficientemente alto como para que ella me escuchara. Mi voz había sonado grave y las palabras habían salido con rudeza, como si no hubiera hablado durante mucho.
-estas en el hospital, cariño- respondió dedicándome una sonrisa. ¿El hospital? Suspiré pesadamente, no recordaba exactamente como había llegado aquí, por mi sola no había sido, alguien debió traerme en contra mi voluntad. –Tuviste un accidente, tuviste suerte de que tu novio se encontrara contigo y él te acompañara mientras llegaba la ambulancia- ¿novio? ¿Accidente? Todos los recuerdos del día anterior fueron arrojados a mi mente como miles de hormigas que arrancaban del agua. Había sido atropellada, pero el por qué había ocurrido eso no estaba bastante claro y tampoco recordaba tener un novio.
-no tengo novio- espeté moviendo mi nariz como si algo oliera realmente mal. El rostro de la enfermera parecía confuso, como si no pudiera explicarse algo en su mente. Finalmente suspiró y volvió a dedicarme una sonrisa e hizo una seña para luego retirarse, por la puerta que aun no sabía donde se encontraba. Quizá por cuanto tiempo me encontraría en esta habitación, sola y aburrida, ¿mi mamá sabrá donde estoy? Ella debe estar muy preocupada, no le llame antes de que pasara el accidente y mucho menos sé si alguien le avisó donde me encontraba. Observé el techo buscando algo que hacer, estaba divido en cuadros y lo único que hice fue contarlos hasta que alguien viniera a verme o tan solo me quedara finalmente dormida. Llevaba por lo menos casi 50 cuadros cuando volvieron a abrir la puerta y entraron dos personas, el doctor y la enfermera que me había visitado hace algunos minutos o quizá una hora, quien sabe.
-está todo bien- dijo el hombre de bata blanca, anteojos y cabello blanco. Me quedé observándolo durante un momento, era anciano y tenía bastantes arrugas alrededor de sus ojos pero esas podrían ser marcas de la experiencia que podría mantener en este hospital. –veo que estas despierta, _____ - dijo volviéndose hacia mi, le sonreí parecía un viejecito amable. Volvió a revisar algo en la máquina y asintió sonriente, parece que no me encontraba tan mal después de todo –supongo que quieres saber qué pasó ¿o me equivoco?
-usted ¿sabe qué ocurrió conmigo?- le pregunté esperanzada de que alguien me explicara y respondiera todas las dudas que yo tenía sobre lo que había ocurrido. Es verdad, no estaba tan perdida como parecía pues recordaba la camioneta viniendo hacia mi y no pudiendo esquivarla, pero luego todo se volvía borroso, solo recordaba una voz masculina que me decía que todo estaría bien y aquella mano que se encontraba entrelazada a la mía durante lo que pareció una eternidad. Necesitaba saber quien era él, debía darle las gracias.
-bueno, llegaste ayer en la tarde con un muchacho en la ambulancia y él me explicó que habías sido atropellada- respondió amablemente el doctor, pero solo dijo cosas que mi memoria y aquella enfermera ya habían explicado fácilmente. –Tu madre vino a visitarte en la mañana pero como aun no despertabas este chico le dijo que descansara pero él no se ha movido desde ayer- agrego moviendo sus lentes con un gesto cansado. Al parecer su turno aun no terminaba y se encontraba bastante agotado, sentí unas ganas de preguntarle cuando descansaría él pero algo más me atormentaba, ¿Quién era ese chico?
-puedo preguntar algo- le dije para que volviera su mirada a la mía y así el asintiera en aprobación –usted… sabe ¿Quién es él?- me observó desconcertado durante un momento hasta que pareció entender mi pregunta. Sonrió torcidamente para buscar mi mano y sostenerla un momento.
-creí que tu lo sabrías, pero te digo un secreto- murmuro el doctor para que la enfermera que lo observaba desde la otra esquina de la habitación no escuchara lo que él quería decirme – ese chico es igual a uno que mis nietas adoran- dijo para reprimir una carcajada –pronto podrá visitarte y así sabrás quien es, linda- terminó por decir para levantarse dificultosamente y retirarse por la puerta, que se encontraba justo en frente de mi cama.
Suspiré resignada, no podía recordar a nadie a quien unas niñas pudieran adorar a tan temprana edad. Mi mente divagó por un momento buscando a alguien famoso que yo conociera y que pudiera haberse encontrado en el mismo lugar e instante ayer. Solo recordaba la vos de quien al parecer había pasado toda la noche y parte del día de hoy esperando afuera, realmente no sabía quien era.
En lo que al parecer había pasado una hora mi puerta volvió a abrirse, miré expectante como la manilla se movía y revelaba a quien quería saber de mí.
-hola- escuché para reconocer inmediatamente su voz, levanté la vista y todo el rompecabezas sin armar que mantenía en mi mente fue recobrando la estructura para saber que era él quien había estado conmigo durante todo este tiempo. Me quedé sin aliento por un momento y él solamente se hallaba de pie junto a la puerta observándome incomodo. Era Harry. Yo había estado hablando con él minutos antes del accidente y también había intentado avisarme de la camioneta pero para mi desgracia había sido demasiado tarde por lo que ahora me encontraba aquí -¿estas mejor?- preguntó inquieto. Yo no podía apartar mi mirada de él, se veía cansado y aun llevaba la ropa con la que lo había visto la tarde anterior, él si había pasado la noche aquí.
-si, estoy mejor- respondí intentando poner la mejor voz posible. Intenté poner mi mejor sonrisa a pesar de todo lo que había pasado en todo este tiempo, que para mi sorpresa solo habían sido unos cuantos días, él pudiera sentirse cómodo y así se acercara o por lo menos se sentara en la silla que se encontraba junto a mi. –gracias- dije provocando que sus ojos mostraran una pizca de sorpresa por mis palabras, creo que él pensaba que no me acordaría o solo que el doctor no me lo diría.
-…no hay de que- respondió sonriente mientras se acomodaba en el asiento más cercano a mi cama y se recostaba con las manos entrelazadas sobre su estomago –solo quería asegurarme que estuvieras bien
- aun así, gracias por no dejarme en el frío piso de la calle… aprecio mucho que me acompañaras, tenía mucho miedo- le dije intentando ser lo más sincera posible pero sin ser demasiado dulce como para no darle esperanzas de volver, al menos no tan pronto.
-simplemente no podía dejarte ahí- respondió citando las palabras que yo le había dicho el domingo en la mañana cuando despertó en el sofá de la sala de mi casa. “simplemente no podía dejarlo ahí” sonreí intensamente ante sus palabras, al parecer pensábamos igual. –Y tampoco quiero dejarte ahora- agrego tomándome por sorpresa. Este chico jamás se rendiría, lamentablemente.
-supongo que… por lo menos podemos ser amigos- respondí para que con una sola mirada me preguntara si es que a caso le estaba tomando el pelo. Nadie más que yo sabía cuanto lo necesitaba en mi vida y también sabía que era bastante egoísta de mi parte pedirle eso, pero por el momento no me encontraba preparada como para perdonarlo por completo o por lo menos para volver a besarlo.
-supongo que, si- respondió luego de un momento. Había mantenido vista hacia sus manos demostrando que estaba analizando la situación tanto como yo lo había hecho en tan solo unos segundos. Me sonrió, para que de un momento a otro su mano buscara tímidamente la mía y él depositara un dulce beso en mi mejilla. Esto si que era extraño.
Capitulo 21:
Luego de que Harry se retirara de la habitación me quede sola por bastante tiempo hasta que volvió a aparecer el doctor y me dijo que me darían el alta mañana antes del medio día. Estaba cansada y luego de un momento pude saber que mi pierna izquierda había tenido una torcedura que no había sido muy grave pero que me impediría practicar deportes que implicaran correr mucho o cosas por el estilo. Ahora también llevaba una venda en mi frente, no la tenía cuando desperté porque solamente querían ver como evolucionaba la herida mientras que al anunciar el hecho de que me iría pronto decidieron vendarme para que no se infectara o simplemente que no se ensuciara. Mi madre se pasó por el hospital en la tarde y estuvimos conversando durante un largo rato, mientras que me enteré que Harry ya se había ido a descansar un poco… se lo merecía después de todo. -hora de cenar- dijo la enfermera del turno de noche mientras entraba con un carrito de comida a mi habitación. Debo admitir que la comida del hospital no era muy buena que digamos, pero cuando me trajeron el desayuno Harry había traído para si un sándwich y unas galletas las que finalmente habían terminado bajo mi almohada para cuando tuviera hambre o tan solo la comida no fuera del todo mi agrado. –Espero que te guste- agrego dejando una bandeja con un jugo de lo que al parecer era frambuesa junto con un sándwich de jamón. Era mucho mejor que el desayuno de avena de la mañana.
-gracias- dije sonriéndole mientras ella me ayudaba a sentarme. Mi cuerpo aun estaba adolorido y por el problema nuevo en mi pierna me costaba mucho más de lo normal moverme, añadiéndole que por la pequeña herida en mi cabeza de vez en cuando podía marearme, en este momento yo era un caos.
-que lo disfrutes- me dijo finalmente para dedicarme una sonrisa y salir por la puerta junto con el carrito a seguir entregando la comida al resto de los pacientes. Le devolví la sonrisa, aunque en mi mente rogaba que uno de los platos mucho más contundentes fuera mío, para volver a observar lo que tendría que comer para satisfacer a mí estomago. Una vez que me aseguré que ella ya no se hallaba cerca removí cuidadosamente mi almohada y saqué las galletas que tanto anhelaba. Era mis favoritas, con chispas de chocolates, pero por alguna extraña razón aquellas me recordaban demasiado a Harry y no en la forma en la que yo le había ofrecido en que nos tratábamos, solo que pensé en él junto a mi conversando hasta que me quedara dormida. Hubiera sido algo lindo. En ese momento la manilla de la puerta comenzó a girar mientras que yo solo atiné en tirar las galletas debajo de la silla que se encontraba cerca de mí.
-¿interrumpo?- dijo mi ruloso “amigo” de ojos verdes al atravesar el umbral y cerrando la puerta rápidamente. Me sorprendí al verlo aquí tan tarde ya que se suponía que las visitas terminaban temprano y mi madre había dicho que él se había ido a descansar un momento. De que se había ido era una gran verdad puesto que ahora llevaba otra camisa y un gorro verde cubriendo su cabello que aun permanecía húmedo.
-¿Qué haces aquí?- pregunté un poco fuerte o eso pareció ya que él me hizo callar avanzando rápidamente a través de la habitación para que susurrara en mi oído “me escabullí solo para estar contigo” Me sonroje ante el contacto de su respiración contra mi piel, mis vellos se erizaron creo que realmente él no estaba entendiendo el termino de amistad. Lo aparté cuidadosamente intentando no ser grosera para que él me dedicara una de sus sonrisas. Ahora que lo pensaba bien no podía creer que un famoso como él estuviera preocupándose por mi.
-deberías irte, hacen rondas nocturnas- le dije temiendo que lo encontraran conmigo y que lo sacaran o llamaran a la policía o algo. Podría ser malo para su carrera.
-en ningún momento dije que me quedaría toda la noche- respondió colocándome más nerviosa de lo que ya me encontraba, el sonrojo en mis mejillas no podía ser más grande pero a pesar de todo lo único que deseaba en ese instante era que saliera por esa puerta lo más pronto posible. –Pero pensándolo bien, no es tan mala idea- agrego colocando su trasero en la silla que se encontraba junto a mi.
-es una muy mala idea- espeté sin molestarme en parecer amable, él realmente estaba siendo ridículo, no necesitaba que él pasara toda la santa noche conmigo para estar bien. –no deberías estar aquí Harry, creí que descansarías por lo menos esta noche
-¿estás preocupada por mi?- dijo dando un aire de esperanza nuevamente. ¡¿Por qué esto tenía que ser tan complicado?!
-ya arruinaste mi comida- le dije apartando mi bandeja con la mitad del sándwich y el vaso de jugo completamente vacío. Inmediatamente él la sostuvo en sus manos para depositarla en la mesa de la esquina más alejada de la habitación. Él no parecía saber que me estaba, supuestamente, molestando con su presencia. No es que realmente me incomodara tenerlo conmigo solo que, me incomodaba él que estuviera coqueteando conmigo a cada momento. Se apoyo en la pared y solo se quedo observándome un momento, no pude evitar el observarlo de vuelta. Sus ojos ampliamente verdes y sus labios que en algún momento estuvieron sobre los míos me hacía plantearme el hecho de volver a estar con él. Pero el temor a las mentiras era mucho más grande, me aterraba el solo pensar que me engañara o que nuevamente no me estuviera mostrando su verdadero ser.
-te ves hermosa- me dijo de la nada. Nuevamente mis mejillas se tornaron de color rojo, ya era algo inevitable y que él lo dijera así sin más pretextos producía un deseo enorme de levantarme de la cama, correr hacia el y rodearlo con mis débiles brazos. Suspire, aun tenía varias dudas que resolver quizá no era el momento indicado para conversar sobre el asunto o tan solo aun no han pasado los días suficientes como para no llorar al tocar el tema, pero esta conversación debía ser retomada en algún momento y creí estar preparada para ello.
-¿podemos hablar?- le pregunté intentando sonar lo más casual posible. No quería que se sintiera incomodo con ello o que evitara el tema al instante, eso sería realmente doloroso. Asintió para caminar y volver a sentarse en la silla que se encontraba junto a mí, en silencio espero que mi pregunta fuera hecha o que diera el tema del cual quería hablar.
-estoy dispuesta a escuchar tus explicaciones- dije arrepintiéndome al instante de lo que había hecho. Él me miro triste pero a la vez esperanzado. –no es que todo vaya a cambiar… pero si vamos a ser amigos quiero comenzar sin mentiras.
-entiendo- dijo bajando la mirada provocando que el destello que creí haber visto desapareciera sin dejar rastro en sus ojos de que alguna vez estuvo ahí –temí ser lastimado… me inventé un nombre al notar que no me conocías, lo que extrañamente me pareció fantástico y creí que sería una buena idea para saber si realmente me querrías- mi corazón se sentía apretado y temí que mis sentimientos me traicionaran derramando más lágrimas de las que ya había derramado en menos de un día. –sin mentir temí de que me quisieras por el dinero y la fama… no por quien soy realmente
-creíste que ¿me aprovecharía de ti?- le pregunte indignada de que él pensara eso sin siquiera conocerme. Negó con la cabeza.
-solo quería que alguien me quisiera sin importarle lo que es externo a mi ¿comprendes?- agrego mientras que yo intentaba procesar todo lo que me estaba diciendo. Él solo quería protegerse de lo que yo podría hacerle pero aun así me molestaba que me hubiera juzgado sin conocerme, yo no era así y si es que le daba otra oportunidad se lo comprobaría.
-comprendo, querías protegerte de mi- le dije sin darme cuenta de que había sonado bastante mal –no quise… yo no soy así Harry- le dije intentando levantarme para acercarme a él. Se encontraba cabizbajo con las manos entrelazadas sin siquiera dar señales de estar escuchándome.
-no pensé en eso en ese momento- fue lo único que dijo y sin siquiera observarme. –Pero yo realmente… realmente te quiero- agrego provocando que mi corazón diera un salto que provocó que mis nervios aumentaran.
-aun duele- dije reprimiendo las lágrimas que amenazaban con decender por mis mejillas –y no puedo… tengo miedo- dije haciendo que él me mirara preocupado al sentir mi voz entre cortada. Se levantó y se sentó en la cama junto a mí. Secó delicadamente con su mano una de las lágrimas que recorrían mis mejillas.
-dame otra oportunidad princesa- dijo en un susurro solo audible para nosotros dos. Mi corazón me pedía a gritos que le dijera que si mientras que mi mente estaba en contra.
-solo… no apresuremos las cosas- respondí finalmente para que sin demostrarlo sus labios capturaran los míos desesperadamente. Aunque mi corazón saltaba de la emoción y mi mente se había decepcionado, había descubierto que tanto como él yo también lo quería y el estar apartada… era algo imposible.
hola chicas!!! perdonenme de verdad, no fue mi intencion tardar tanto en subir capitulos pero para que me disculpen les dejo dos capitulos :D espero que disminuya el ansia de matarme... okey creo que estoy un poco loca, bueno les digo que quiza tarde un poco mas en subir capitulos... solo les pido que comprendan y que sigan leyendo!! de una u otra forma podran saber el final de esta novela que espero no este tan lejos... eso bye!
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
geniales los capitulos, perdon por no haber comentado antes pero no me habia llegado ningun mail diciendome que habias comentado, me encanta la nove, seguila cuando puedas
JMLS
Re: Mentiras -Harry y tu-
asjdsdkjhdf que bueno que te hallan gustado c: hoy la sigo :DDDJMLS escribió:geniales los capitulos, perdon por no haber comentado antes pero no me habia llegado ningun mail diciendome que habias comentado, me encanta la nove, seguila cuando puedas
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
A veces tienes que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño
Capitulo 22:
Hoy podría irme a casa. Harry había logrado pasar la mayor parte de la noche conmigo sin que una enfermera lo descubriera pero cuando ya era pasada la media noche la vigilancia volvió a pasar y para su desgracia él en este momento no se encontraba en el baño por lo que lo descubrieron durmiendo en la silla que se encontraba a mi lado. La enfermera nocturna era una señora joven pero con mente mucho más mayor, o tan solo era así porque quería imponer respeto ante los hermosos ojos verdes que tenía en frente. Realmente no lo se. Lo único que puedo decir es que lo sacó tan furiosa de mi habitación que podría segurar que despertó a todos los pacientes que se encontraban en el mismo pasillo o mejor piso que yo. Debo admitir que fue algo chistoso. Luego de eso las enfermeras visitaron mucho más mi habitación si es que el chico de los ojos verdes, como escuché lo habían nombrado esta mañana, aparecía nuevamente.
-hola cariño- dijo mi madre atravesando el umbral con un bolso medianamente pequeño en su mano izquierda. Supuse que era la ropa que me colocaría para salir de esta cárcel pintada de blanco. -¿Cómo te sientes? -bastante menos adolorida que ayer- respondí mostrando la sonrisa más amplia que pude. Me senté con mucha menos dificultad que él día anterior por lo que me fue mucho más sencillo vestirme y de paso caminar. Una vez que me encontraba lista y preparada para irme mi madre me detuvo diciendo que había que esperar al doctor de turno para me revisara una ultima vez y por fin me dieran el alta. Suspire resignada.
-pero mamá, ya estoy bien- me quejé como una niña pequeña. Negó con la cabeza y por un momento creí que los años habían retrocedido, y que realmente tenía cinco años. Reí ante la idea. –Esta bien, esperaré- agregue sentándome en la esquina de la cama rogando que el doctor apareciera en ese mismo instante. Creo que mis suplicas fueron escuchadas porque 15 minutos después la puerta fue abierta y el mismo doctor que me había revisado el día anterior apareció sonriente, pero con menos cansancio del que había visto antes en sus ojos.
-veo que te encuentras mucho mejor- dijo tomando un termómetro para hacer la revisión de rutina. Hizo que moviera mi pierna para ver como iba la pequeña torcedura y solamente asintió en respuesta que todo estaría bien. El parche de mi frente ahora era mucho más pequeño y aunque me encontraba mejor mi madre tendría que estar atenta durante las noches por la siguiente semana debido a que podía venirme algún mareo que me provoque vomitar o algo por el estilo. El doctor me dio licencia hasta el día miércoles de la próxima semana, nuevamente perdería mucha más clase. –bueno, solo debes tomarte la pastilla si sientes mucho dolor en la pierna y este otro es si es que te mareas o algo así.
-esta bien- respondí observando las cajas que anteriormente me había entregado. Cuando llegara a la casa tendría que marcarlas con un plumón sino seguramente lo olvidaría y tomaría lo equivocado para la dolencia incorrecta.
-ahora eres libre de volver a tu casa- agrego dedicándome una sonrisa. Me hizo recordar a mi abuelo, hace años que no lo veía debido que con mi madre no viajamos con mucha frecuencia a Holmes Chapel, sería lindo visitarlo.
Salí tomada del brazo de mi madre, aun no podía caminar muy bien por lo que necesitaba apoyo para poder moverme con más facilidad. El pensar en casa me hacía desear llegar lo antes posible a ese lugar y sentir el olor de mis frazadas que estarían esperándome en la comodidad de mi cama.
-¿llamaste un taxi?- le pregunté al darme cuenta que habíamos pasado mucho tiempo aguardando en la entrada del hospital. Mi madre seguía observando los vehículos que pasaban frente a nosotras.
-no exactamente- respondió algo nerviosa. Mi madre no era una muy buena mentirosa, ella me ocultaba algo y lo podía saber por la inquietud que mostraba su mirada. Decidí no indagar más para que por lo menos creyera que me había convencido con sus palabras, las que realmente dejan desconcertado a cualquiera. Finalmente una camioneta se detuvo frente a nosotras, miré dentro asustada para darme cuenta de que quien se encontraba dentro era Harry. Se bajo y rodeó la camioneta para abrirnos la puerta.
-hola- dijo depositando un suave beso en mi mejilla que, a pesar de las circunstancias, provocó que todos mis sentidos viajaran a través del aroma que pude percibir a su cercanía.
-así que esto era “no exactamente”- dije dirigiéndome a mi madre intentado ignorar por completo a Harry quien reía por lo bajo.
-él se ofreció- dijo abriendo la puerta trasera de la camioneta para quedarse dentro dejándome en la calle sin saber que hacer. Ahora tenía que sentarme de copiloto porque sentarme junto a ella arriesgándome a que no me dejara entrar era mucho.
-hola- le dije a Harry quien me abrió la puerta caballerosamente como él siempre acostumbraba. Me quedé quieta por un momento, necesitaba la ayuda de alguien para poder subir, se encontraba demasiado alto para mí.
-¿puedes ayudarme?- le pregunté señalando mi pierna para que su rostro se viera la compresión del problema.
-lo hubieras dicho antes- dijo acercándose para que en un solo movimiento me encontraba en sus brazos. Camino hasta el asiento y me dejo suavemente con una enorme sonrisa. ¿Por qué tenía que ser tan perfecto? Rodeó la camioneta y se subió rápidamente. En el momento en el que finalmente salimos del hospital unas luces fueron señaladas en nuestra dirección sin previo aviso, preocupada observe de donde provenían y pude encontrar a dos hombres con cámaras profesionales. Seguí observando mientras nos alejábamos, buscando razones por las que deberían habernos fotografiado hasta que tuve que preguntarlo y de paso romper el silencio que reinaba entre nosotros tres.
-¿Por qué unos hombres nos fotografiaron al salir?- pregunté volviendo mi vista hacia Harry quien parecía realmente concentrado en el camino.
-supongo que es porque soy famoso ¿no?- respondió sonriendo con petulancia. Lo había olvidado por completo, eso es lo que siempre pasa cuando alguien es conocido, lo siguen a todas partes queriendo obtener muestras de las cosas que ellos hacen. Ahora todo volvía a tener sentido.
-lo había olvidado por un momento- respondí volviendo a fijar la mirada en el camino. Realmente no conozco a este hombre. Pensé perdiéndome en el paisaje que pasaba frente a mis ojos.
-gracias Harry- murmuró mi madre mientras abría la puerta de la casa y yo me encontraba en brazos de Harry. Se tomó muy enserio lo de la torcedura por lo que decidió cargarme hasta la casa también.
-puedo caminar ¿sabes?- dije en un intento por convencerlo de que me bajara. No hizo caso a mis suplicas y solo entró en la casa para dejarme recostada en el sofá frente al televisor.
-me gusta ayudar- dijo desordenando mi cabello. Busqué el control remoto para así poner algo entretenido en la televisión. Cuanto había extrañado mi casa y eso que solo había sido un día y medio, como me sentiría si hubiera sido un mes o más. Harry desapareció por la puerta de la cocina y por un momento sentí rabia de no poder moverme por si sola para ir tras él y así saber que es lo que estaba pasando ahí dentro. Luego de unos minutos mi madre apareció con una bandeja llena de bocadillos y la depositó en la mesita más cercana, Harry la seguía con dos vasos y una bebida. ¿Qué estaban planeando?
-yo los dejo- dijo mi madre para acercarse y depositar un beso en mi frente para así desaparecer escaleras arriba. Él se sentó en el sillón de en frente y puso atención a las caricaturas que yo misma había colocado en la televisión.
-¿te vas a quedar?- pregunté posando mi mirada en él. Sonrió tiernamente y me observó durante un momento.
-tu madre me invitó a almorzar- respondió sin problemas. Me quede en silencio, no sabía que responder, solamente volví a mirar las caricaturas de la misma manera en que él había hecho. Comencé a sentir frío por lo que atiné a acurrucarme mucho más entre los almohadones del sofá en el que me encontraba recostada. Todo se sentía tan diferente, hace algunos días nunca habría creído que con Harry podría encontrarme de esta manera, mirando las caricaturas sin algún compromiso de por medio. Seríamos solo amigos por el momento, aunque el sentimiento sigue siendo igual o incluso mucho más fuerte… necesito tiempo, o mejor ambos necesitamos tiempo para poder continuar lo que habíamos comenzado.
-¿tienes frío?- pregunto sacándome de mis pensamientos. Me costó un momento analizar su pregunta, no había escuchado muy bien lo que quería que respondiera -¿tienes frío?- volvió a preguntar. Asentí para que él se levantara inmediatamente y señalara las escaleras.
-la primera puerta a la derecha… toma la manta que está a los pies de mi cama- dije para que él con un asentimiento subiera rápidamente en busca de mi mantita preferida, con la cual desde los 13 años dormía cada noche. Bajo con ella entre sus brazos y me la entrego de inmediato, me tape por completo y al dirigir mi mirada hacia él pude ver que también tenía frío. Suspire, esto si que era una locura.
-¿quieres compartirla conmigo?- le pregunté señalando la mantita. Lo pensó por un momento y luego hablo.
-no… ¿segura?- preguntó provocando que se me escapara una sonrisa. Asentí y él se sentó junto a mí para que yo lo tapara también. Me encontraba sentada junto a él en una posición bastante incomoda, mi pierna dolía un poco y necesitaba estirarse. Me empecé a mover buscando la posición cómoda pero no tuve muy buenos resultados, solo a un Harry desconcertado –si quieres puedo… - comenzó a decir cuando mi cabeza se acomodó por casualidad en su pecho. Esa era la posición cómoda que estaba buscando y mi pierna dejo de doler ya que así había logrado mantenerla estirada.
-no te molesta ¿cierto?- le pregunté sin mirarlo directamente.
-esta bien- respondió mientras su brazo se levantaba por sobre mi espalda y terminaba rodeándome con él.
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño
Capitulo 23:
El almuerzo había transcurrido tranquilo y bastante divertido, Harry y mi madre se habían llevado bien a pesar de todo, las circunstancias ya lo decían todo, al parecer esta vez íbamos por buen camino. Ayer no pude hacer nada, prácticamente me encontraba amarrada a mi cama en el segundo piso pues mi madre no me dejó levantarme en ningún momento excepto para ir al baño. Alguien tocaba a mi puerta, levanté la vista de mi computador y grité que podían pasar. Mi madre asomó su cabeza con una enorme sonrisa, le sonreí de vuelta y se acercó sentándose a los pies de mi cama.
-¿Cómo estas?- era la misma pregunta que había hecho ayer y a cada minuto del día en el que ella se apartaba de mi por un momento. Era mi madre, la persona que más se preocupaba por mí pero… a veces exageraba demasiado para mi gusto.
-estoy bien- respondí. Volví la vista hacia mi computador donde nada había cambiado, no había nada interesante que ver pero, quizá deseaba que mi madre saliera de la habitación y me dejara sola un poco más.
-hoy voy a ir a trabajar, cariño- dijo esperando a que yo le suplicara que se quedara conmigo y así no tuviera que ir a ver el atelier. –si quieres que me…
-no te preocupes, todo esta bien- la interrumpí dejándola con la palabra en la boca. Mi madre tenía una vida y a pesar de que solo habían sido dos días en los que ella había permanecido alejada de los vestidos que tanto amaba me hacía sentir mal. –ve tranquila
-esta bien, cielo- dijo levantándose para depositar un pequeño beso en mi frente. Le sonreí para que por fin se convenciera de que su pequeña hija ya tenía 18 años y podía cuidarse sola. –Nos vemos a la tarde.- agrego para salir por la puerta, mientras yo escuchaba sus pisadas bajando por las escaleras y cuando cerró la puerta de calle.
Ese fue el momento en el que yo volvía a sentirme libre, coloque la música a todo volumen aunque la canción no fuera del todo buena deseaba que resonara por toda la habitación. Aun era temprano, ni siquiera había almorzado ni pensaba hacerlo aun, cuando mi teléfono comenzó a sonar. Despacio me levanté acercándome al escritorio que tenía en mi pieza donde pude saber quien llamaba. El rostro de Harry yacía en la pantalla.
-hola? – dije mientras giraba y me sentaba a los pies de mi cama. Aunque estuviera mucho mejor del accidente, mi rodilla o lo que fuese que hubiera ocurrido en ella o en mi pierna dolía gravemente por lo que eso me dificultaba el estar mucho tiempo de pie, o tan solo moverme mucho.
-hola, ¿Cómo estas?- dijo Harry con una voz que parecía alegre. La ultima semana había sido bastante atareada, a pesar de que aun permanecía el dolor cada vez que lo veía o escuchaba, la otra parte de mi lo necesitaba tanto que sobrepasaba el sufrimiento para hacer lo que fuera necesario para tenerlo cerca.
-mucho mejor y ¿tu?- agregue recostándome de espalda en mi cama observando el techo. Estaba pintado de blanco y en cerca del centro había una mancha que siempre me recordaba la vez que cuando Jenny se quedó a dormir por accidente lanzamos una papa frita con Ketchup al techo, provocando que la mancha siguiera ahí desde entonces.
-bien, ¿nos vemos hoy?- pregunto dejándome pensando durante un minuto.
-¿vienes?- pregunté devuelta. Escuché unos gritos y risas a través del auricular pero no eran exactamente las de Harry, puedo decir que tapo el teléfono por un momento pero aun así escuche lo que decía “cállense” reí ante lo que pudiera estar pasando donde sea que él estuviera.
-claro- dijo volviendo a gritar algo que no era realmente para mi –llego en 15 minutos
-esta bien- le dije mientras una sonrisa se iba formando en mi rostro. Se cortó la llamada antes de que pudiéramos despedirnos, observé el techo, almorzaríamos juntos. Por más extraño que pareciera me coloqué nerviosa, como si nuevamente nos estuviéramos conociendo, lo que podría ser cierto, literalmente era volver a enamorarse.
Bajé las escaleras encontrando todo desordenado a su paso, seguramente mi madre no tuvo tiempo de ordenar un poco y recordando que supuestamente hoy estaría completamente sola no le pareció necesario. Recogí lentamente todas las cosas, mi mantita, un polerón, unas cuantas revistas y cuadernos de dibujos con lo que podrían ser nuevos diseños de su próxima colección de otoño. Estaba subiendo unas almohadas que aun permanecían en el sofá cuando el timbre me dejo inmóvil durante un segundo. Él ya había llegado. Dejé las almohadas en el tercer escalón y me devolví a abrirle a Harry.
-¡Hola!- gritó Jenny cuando abrí la puerta. Definitivamente ella no era Harry, pero era mi mejor amiga, aunque habíamos peleado la última vez que hablé con ella. Sorprendida simulé lo que podría haber sido una sonrisa y la dejé pasar –vine acompañada, ¿te molesta? –la miré entrecerrando los ojos, ¿a que compañía se refería? Se movió unos centímetros dejando ver un convertible negro aparcado en la acera con Josh dentro. Mi ánimo se había ido por el alcantarillado en el momento en que reconocí su cabello. Los dejé entrar, no quedaba de otra. Suspire, no podía creer que luego de lo que yo le dije aun siguiera con él y se dignara a aparecer en mi casa con él, creía que ella me conocía. Jenny pasó a la cocina a dejar unas bolsas que había traído consigo mientras que Josh se sentó en el sofá frente a la televisión, recordé cuando Harry y yo nos abrazamos viendo caricaturas la mañana anterior, y deseé poder sacarlo a patadas de mi casa, yo no lo quería aquí, mucho menos hoy. Seguí a Jennifer a la cocina.
-supe lo del accidente- susurro dando la vuelta apoyándose en la encimera y mirándome fijamente – ¿te encuentras bien?
-si- dije indicándole que me encontraba frente a ella –si no hubiera sido por Harry…
-¿Harry? –preguntó alzando una ceja. Había olvidado por completo que no le conté sobre lo de Seth/ Harry.
-uh solo… solo- tartamudeé mientras ella se colocaba impaciente por una respuesta -¿Por qué trajiste a Josh a mi casa? –ataqué al ver que me había quedado sin posibilidades de cambiar de tema, esto era algo que la sacaba de quicio lo que era una gran escapatoria. Su rostro se desfiguró por completo, cambió su peso de una pierna a otra y tomó aire.
-quería que arregláramos las cosas y de pasada que te tomara el tiempo de conocerlo, no es malo como parece- dijo bastante calmada, mucho más de lo que yo esperaba. Me acerqué a la mesa donde tomé una silla y me senté.
-tienes que escucharme- dije intentando parecer lo más sincera posible, aunque realmente lo era –él no es lo que parece y si tu…
-ya escuché esto antes y no vine para que lo repitieras- dijo golpeando accidentalmente, o eso creí, su mano contra la encimera –solo quería saber como estabas, eres mi amiga… no quiero perderte
-no lo harás- dije intentando sonreír aunque me pusiera los pelos de punta que Josh estuviera en la sala de mi casa.
-entonces…- dijo Jenny acercándose un poco –conócelo y luego júzgalo- dijo finalmente para que mi atención se desviara al escuchar el sonido del timbre. Por un momento había olvidado por completo que Harry vendría a almorzar conmigo, al igual que se les había ocurrido al resto. Avancé por la sala hacia la puerta donde pude sentir la mirada de Josh cruzarse por mi trasero, vuelvo a repetirlo, repugnante.
-hola- dijo inmediatamente cuando abrí la puerta, está sonrisa si era sincera, realmente me alegraba tenerlo aquí.
-hola- respondí observando cada detalle de su rostro. Por un momento creí que nos besaríamos ahí mismo pero la tos de alguien a nuestras espaldas nos alejo del trance en el que nos habíamos metido trayéndonos directo a la realidad –pasa
-traje algunas cosas para el almuerzo- comenzó a decir pero se detuvo cuando vio a los demás invitados –no sabía que tenías visitas –me acerqué a él y deposité un beso en su mejilla para que antes de alejarme susurrará “yo tampoco” provocando que soltara una risita.
-hum ellos son Jennifer y Josh- dije señalando a cada unos respectivamente –chicos el es Harry- dije y ahí fue cuando el rostro de Jenny hizo clic. Ahora sabía a quien me refería en nuestra anterior conversación en la cocina, esto si que se estaba volviendo incomodo.
-tu eres Harry- dijo ella acercándose para saludarlo con un beso en la mejilla –creo que yo te conozco… pero no recuerdo de donde
-todos dicen eso- susurró Harry, algo decepcionado tal vez.
-yo si te conozco… eres el de esa banda de los que cantan- dijo Josh aun de pie junto al sofá sin acercarse demasiado. Jennifer lo miraba incrédula.
Harry lo miró con recelo como si sintiera la mala vibra de ese tipo, o podría solo ser mi imaginación.
-si tienes razón tu eres Harry Styles de One Direction- él suspiro como si no le gustara que todo el mundo supiera quien era. Creo que aun había muchas cosas que yo no conocía del hombre que tenía a mi lado.
-¿almorzamos?- pregunté avanzando hasta la cocina para preparar algo de comida, Harry me seguía con las bolsas que traía consigo. –no sabía que ellos vendrían, perdón por lo de allá
-no te preocupes, estoy acostumbrado a ello- dijo depositando las bolsas encima de la mesa – veo que también trajeron víveres
-si, nadie llega con las manos vacías cuando va de visita- dije revisando las bolsas –mucho menos cuando no avisa- agregue provocando que ambos riéramos.
Terminamos comiendo tallarines con salsa y de postre helado de chocolate y frutilla. De ves en cuando Harry y Josh se lanzaban una que otra mirada mal intencionada pero por lo menos la hora de la comida no había sido tan incomoda después de todo. Podría jurar que Josh había adivinado que era Harry por quien él me encontró llorando la noche del viernes pero si lo hubiera averiguado jamás se lo afirmaría. Cuando Jennifer y yo estábamos lavando la loza, Josh apareció por el umbral de la puerta colocándome nerviosa.
-hola amor- dijo Jenny provocando que una de mis cejas se alzara, creí que aun no se encontraban oficialmente juntos.
-¿Dónde está mi teléfono?- preguntó con algo de arrogancia, no me agradó mucho como había preguntado eso como si mi amiga tuviera que saberlo.
-creo que lo dejaste en tu auto- respondió ella con naturalidad, aun no entendía bien para donde iba esto. ¿Dónde está Harry cuando lo necesito? -¿quieres que valla por él?
-¿puedes?- respondió él haciendo un puchero. Jennifer dejó el plato que estaba lavando encima de la mesa, se secó las manos y tomó las llaves que sostenía Josh en lo alto para salir por el umbral hasta la puerta de calle, directo al auto de Josh dejándome sola con él. El televisor resonaba en la sala, Harry estaba mirando televisión. –así que… ¿él fue por quien llorabas?
-eso no te importa- espeté dando la vuelta para seguir lavando la loza, para tenerla impecable para cuando mi madre volviera.
-claro que si- dijo mientras yo sentía como se iba acercando a mi –tu me importas
-¡No!- dije dando la vuelta para encontrarlo peligrosamente cerca de mí. Lo empujé lo suficientemente rápido, justo antes de que Harry entrara a la cocina. –Harry
-supongo que ya te vas ¿no?- le dijo a Josh en un tono que no era nada amigable –tu novia ya está afuera
-si, creo que ya nos vamos- dijo él golpeando el hombro del de ojos verdes antes de desaparecer por el umbral de la puerta hasta escuchar el portazo que anunciaba su salida de mi hogar.
-¿te estaba molestando?- preguntó situándose junto a mi apoyado en la encimera de la cocina.
-no… tranquilo… solo no me agrada su presencia- respondí secando el último plato que quedaba por limpiar, el que Jenny no había terminado de lavar.
-si ese tipo no me da buena espina- agrego mirándome de una forma que solo él podía hacer.
-es lo que he intentado decirle a Jenny todo el tiempo- me sonrió y yo lo hice de vuelta, con él a mi lado, a pesar de todas las cosas era mucho mejor. –gracias por venir
-no te preocupes, yo quise venir- dijo con una voz grave que me colocaba el vello de punta. Ninguno de nosotros se movió solamente nos observamos durante lo que podría haber sido una eternidad, sus ojos verdes tenían un brillo especial y su sonrisa era perfecta. Me hubiera gustado poder estampar mis labios en los suyos pero, aun no estaba preparada, por el momento solo me bastaba con tenerlo de compañía. Baje la mirada y fue ahí cuando él me rodeó con sus brazos dulcemente y cuando su aroma invadió mi ser, cuando supe que estábamos destinados a estar juntos.
Chicas! aqui les dejo un nuevo capiyulo... espero que puedan disculparme y les ruego que la sigan leyendo y no me abandonen gracias!
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
Hola, se que quieren un nuevo capitulo y pronto se los dare e incluso les prometo que haré maraton por todo el tiempo que las he dejado botadas y de verdad... de corazon que no ah sido mi intencion, espero que comprendan que con todo eso del colegio y como sabran debo sacar buenas notas, etc. Aun me quedan algunas pruebas pero pronto tendré libre así que preparen sus mentes que habrá capitulos pronto! :D
PD: tengan paciencia por favor :3
PD: tengan paciencia por favor :3
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
Capitulo 24:
-así que… ¿sales con Harry Styles?- preguntó Jennifer mientras caminábamos por el largo pasillo que daría hacia las puertas que mostrarían un atochado comedor. Era mi primer día de clases después del accidente, y por supuesto, después de todas aquellas emociones. Aun no sé exactamente que pensar de Harry, es decir, no tengo todo muy claro en estos momentos. ¿Lo quiero? Eso es obvio. ¿Estoy dispuesta a volver con él? No lo sé. Supongo que dejaré que el tiempo decida esto último por mí. -hum… no sé si saliendo sea la palabra correcta- dgo asustada de que alguien sea capaz de escuchar lo que hablamos. No recuerdo haberle contado a Jenny que él me había mentido sobre su vida y que siempre había sido Seth, el chico del cual me había enamorado y con él que había vivido momentos maravillosos. –debes prometer que no le dirás a nadie
-claro- responde pero su palabra queda en el aire. Algo me dice que ya no puedo confiar del todo en ella. algo me dice que esto es un completo error, que todo puede estar mal, incluso lo mío con Harry. No seguimos conversando, unos brazos nos rodearon por la espalda y en seguida puedo adivinar de quien se trata. Josh.
-hey nenas ¿Cómo están?- me libero de su agarre en el instante que su aliento choca con mi oído. No quiero tener ningún tipo de cercanía con este tipo.
-muy bien, amor- responde mi amiga dándose la vuelta para estampar sus labios en los de él. Por alguna extraña razón me quedo observándolos y capto como sus ojos se abren y me miran de una forma que ni siquiera yo podría descifrar. Se forma una sonrisa en sus labios y termina por separar a Jennifer demasiado rápido para mi gusto.
-adiós- digo alejándome para encontrar la salida. No me dirijo hacia el comedor, necesitaba aire, lo suficiente como para aclarar mi mente. Camino a través del campus y me siento en las gradas donde algunos jugadores del equipo de football están practicando. Una cabellera rubia llama mi atención y es ahí cuando reconozco a mi mejor amigo de la infancia. Kyle. Me quedo observándolo durante un largo rato hasta que algo cerca de mi capta su atención. Observo a mi alrededor y noto unas chicas que también lo observan, seguramente está coqueteando con ellas. Su mirada se posa en mí unos instantes y solo levanto la mano para saludarlo. Un destello de reconocimiento inunda sus ojos y corre despavoridamente hacia donde me encuentro. Quien iba a pensar que a un mes y medio de terminar el semestre iba a encontrar a mi mejor amigo estudiando en la misma universidad que yo. Está cambiado. Ahora es mucho más alto y mucho más guapo de cómo lo recordaba.
-hey bubble- dice provocando que frunza el seño. Él no debería recordar eso. Le sonrió después de todo y me hago a un lado para que se siente conmigo.
-hola ratón- le respondo en defensa. Sé que eran apodos completamente estupidos pero cada uno nos encargamos de humillar al otro de una u otra manera y así fue como terminamos llamándonos de esta manera e incluso en público. Nadie me había llamado así desde hace años, exactamente desde que Kyle tuvo que abandonar la ciudad para irse a vivir con su padre.
-ya no parezco uno- dice haciendo alarde de su cabellera rubia que ahora cubre por completo sus orejas y gran parte de su frente, por poco cubre también sus ojos.
-puede que no por fuera, pero sé que aun sigues siendo ese ratoncito- le digo punzándolo con mi dedo en el estomago. Me mirá algo enfurecido, quizá no son muy buenos recuerdos para él. Quizá tampoco son muy buenos para mí, la verdad no lo recuerdo muy bien. –vamos Kyle solo era un chiste
-lo sé, solo que… extrañé mucho a mi bubble- pongo los ojos en blanco y el me rodea con su brazo despeinando mi cabello. Protesto pero no hace caso a mis suplicas. Luego de unos minutos deja mi cabeza tranquila y yo procedo a intentar arreglar aquel desastre. –así estas mucho mejor… ocultas toda tu fealdad bubble
-¡deja de llamarme así!- chilló buscando un gorro de lana dentro de mi bolso, una vez que lo encuentro me lo coloco dando fin a mi desastre capilar. –ya no soy aquella niña
-y yo no soy aquel niño- responde colocando una mirada seductora. Por extraño que parezca eso me saca una sonrisa, ese era el Kyle que yo deje atrás, aquel era el Kyle al que le di mi primer beso. –no recuero porque te comencé a decir de esa manera
-pues yo si- dije dejándolo expectante, no le iba a dar algo más para burlarse de mi. Fue una tarde en la que nos habíamos juntado en mi casa para jugar, mi madre había salido a comprar pan dejándonos completamente solos. Estábamos en el patio trasero y hacíamos pasteles de lodo, hasta que por accidente todo el lodo terminó ensuciando la blusa favorita de mi madre en ese entonces. Había quedado destruida y si ella se enteraba estaba muerta, mas bien diez metro bajo tierra. “¿Qué haremos?” había preguntado y fue ahí cuando él salto con la idea de usar la lavadora. “Ya la he usado antes” dijo llevándonos a través de la cocina hasta aquel enorme aparato. Solo tomó el detergente y lo derramo en la blusa para luego echarla dentro y presionar un botón. Esperamos. De un momento a otro la lavadora comenzó a hacer un sonido extraño por lo que él huyó cobardemente hasta la sala, esperando a que llegara mi madre. Me acerqué a la lavadora y sin esperarlo, la tapa fue abierta provocando que toda la espuma saliera por montones dejándome completamente empapada de burbujas. No podía abrir la puerta y la cocina se encontraba cada vez más llena de esas burbujas del detergente. Segundos después mi madre entro por la puerta trasera gritando por encontrarme de pie con las burbujas hasta el cuello. Justo después Kyle apareció y estalló en risas. Fue ahí cuando me apodó bubble, porque ese día literalmente era una burbuja. –y no te lo pienso decir
-oh vamos- me golpeó el hombro. Reí ante su acto, si que habíamos sido buenos amigos durante la infancia.
-Hey Kyle!- miré hacia la cancha. Los del equipo se encontraban observándonos hace un rato, mis mejillas se enrojecieron y me aferré a mi bolso, lista para escapar al edificio más cercano.
-creo que… debo irme- digo rápidamente levantándome de mi asiento y caminando entre las gradas mientras siento la mirada de todos en mi. Al parecer Kyle era un poco popular en al universidad. Aun sigo preguntándome como es que yo no lo había visto antes.
-¡¿nos vemos después de clase?!- gritó cuando llegaba al último escalón. Suspiré, realmente había sido bueno encontrarlo. Me giré y con una sonrisa di la vuelta.
-¡salgo a las 16:00!- avisé para proseguir mi camino al comedor que a esta hora del día ya se encontraba bastante vacío.
Caminé a través de la gente en busca de la salida. Las clases ya habían acabado para mí pero aun varios de cursos mayores al mío debían quedarse hasta más tarde. No veo a Kyle por ningún lado, quizá se olvidó que nos veríamos después de clase o quizá él aun se encuentre en su salón. Resignada atravieso el campus cuando una camioneta negra aparcada en la acera llama mi atención.
Harry
Animada camino hacia ella y noto que me observa llegando hacia él, voy a abrir la puerta y una mano se posa encima de la mía. Levanto la mirada y encuentro a Kyle a pocos centímetros de mi rostro, él no se había olvidado. Algo nerviosa me alejo y miro a Harry quien a fruncido el ceño manteniendo una mano en la puerta de su izquierda para salir si es que esto presenta algún problema. Creo que ya eh llegado a conocerlo bastante.
-Kyle- vacilé a lo que él observa dentro del vehiculo al que yo estaba a punto de subirme cuando él me interceptó. –creí que te habías ido
-no me olvidaría de mi mejor amiga- dice ajustando su enorme bolso al hombro. Ya no somos los mejores amigos, nos hemos perdido una etapa completa de nuestras vidas. Ya no sabemos todo el uno del otro.
-bueno… yo iba- tartamudeé. Siento que un brazo me rodea y encuentro la pálida mano de Harry posada en mi hombro. Esto se estaba poniendo complicado.
-ah, lo siento… el novio- dice Kyle bromeando haciendo un gesto que parecía que Harry lo estuviera intimidando. Sonreí mientras nuevamente mis mejillas enrojecían, evito la mirada de ambos.
-no somos novios- dice Harry sacando su brazo de a mi alrededor. Momento demasiado incomodo para mi gusto.
-bueno, Harry él es Kyle un amigo de la infancia- digo señalándolos respectivamente –Kyle él es Harry un amigo- termino y ellos se dan la mano con recelo.
-un gusto- dice Harry retirando su mano lo más rápido posible de la de él. Los hombres si que son raros. –bueno… ¿quieres venir? –me quedo impactada durante un segundo. ¿Qué era lo que él acababa de decir? Ellos ni siquiera se habían conocido y Harry lo estaba invitando a venir con nosotros, alto, ¿Dónde era que supuestamente íbamos?
-bueno- responde con naturalidad. ¿Acaso ellos estaban tramando algo contra mi? Parpadeó unas cuantas veces más hasta que veo como Kyle se sube en el asiento trasero mientras Harry abría mi puerta y yo, aun desconcertada, me acomodaba dentro y perdía mis pensamientos mirando a través de la ventana.
Fuimos mucho más al centro de Londres, el London Eye se encontraba bastante cerca lo que provocó que los recuerdos de aquella noche volvieran a mi mente. Sus brazos intentando protegerme de mis miedos y sus labios alejando cada centímetro de realidad que quedaba en ese lugar, todo para ser derrumbado por aquella maldita mentira. Unas lágrimas amenazaron con salir y un fuerte impulso de querer escapar de aquel vehiculo me completó. En ninguno de estos días me había sentido de esta manera, incluso creí que había dejado que nuevamente él pudiera acercarse a mi de nuevo. ¿Será porque no había revivido ninguno de estos recuerdos que se encontraban sepultados en mi interior? Respiro profundamente, el lado que necesita a Harry está gritando en este instante, rogando que deje a un lado el rencor y el miedo que me consumen. Finalmente detiene la camioneta y descubro que nos encontramos fuera de una pizzería. Espero pasar una agradable tarde.
-espero que les guste la pizza- comenta Harry mientras desabrocha su cinturón.
-me encanta- responde Kyle y yo solo me quedo en silencio. Creí que todos aquellos sentimientos habían quedado atrás, que ya había logrado superarlo lo suficiente como para poder volver a empezar pero algo parece decirme todo lo contrario. Necesito alejarlo de mí un momento. Entramos al local y nos sentamos en una de las mesas del fondo, donde nadie pueda molestarnos. Me encuentro sentada en medio de los dos, esto no podía ser peor.
-¿Qué van a pedir?- dice una joven con una minúscula falda que los deja embobados a los dos hombre a mi lado. ¡Dios mío!
-una pizza…
-nada- digo y me levanto de mi asiento saliendo por la puerta delantera. No sé si me sigue alguien pero no podía seguir sentada ahí como si nada hubiera pasado, como si todo hubiera quedado olvidado, como si… alguien me sostiene fuertemente por el brazo provocando que me de vuelta para encararlo. Harry se encontraba con la mirada afligida impidiendo que me fuera.
-¿Qué sucede?- susurra mientras yo bajo la mirada. No quiero darle a entender que lo que pudo existir entre nosotros no va a poder ser. No porque no quiera, más bien porque no puedo, aun no. -_____ mírame
-no puedo- respondo en apenas un murmullo.
-¿Por qué no puedes?- insiste acariciando delicadamente mi mejilla. Con mi mano libre lo aparto intentando ser lo menos brusca posible.
-no lo soporto Harry- por primera vez levanto mi mirada hasta encontrarme con sus ojos que me observan pidiendo una explicación. –lo nuestro… aun no… no puedo
-dijimos que seríamos amigos ______- susurra soltando mi brazo un tanto desepcionado –te daré tiempo- niego con la cabeza
-no te tomes las molestias, será mejor así- digo guardando el nudo de mi garganta para mi habitación.
-¡no me hagas esto!- grita enfurecido provocando que todo aquel que caminara cerca e incluso algunas personas del local comenzaran a observarnos.
-Harry cálmate- le digo para que podamos pasar desapercibidos.
-¡¿Qué me calme!?- repite dando una vuelta mientras se sostiene la cabeza. No creí que causara todo esto.
-¡tu no sabes lo que sentí! ¡Lo que me hiciste sufrir!- chilló derramando unas cuantas lágrimas -¡no quiero tiempo! …lo que quiero…
-¡vamos a ver! ¿Qué es lo que quieres?- pregunta con un deje de sarcasmo.
-¡no verte nunca más en mi vida! – grito espantando a todos los transeúntes y dejando impactado a mi acompañante. Las lágrimas no pueden dejar de salir, por más que quiera detenerlas me es algo imposible. Escucho sonar la campanilla de la pizzería, alguien salía, seguramente del personal para vigilar el escándalo que estábamos teniendo en ese momento.
-te llevo a casa- murmuró Kyle rodeándome con su brazo izquierdo y llevándome a través de las calles dejando atrás a un destrozado Harry.
chicas espero que me perdonen por todo el tiempo que ah pasado... desde hoy voy a comenzar a subir mas seguido :DD I promisse
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
Capitulo 25:
Al entrar en mi casa completamente vacía, sentí mi pecho endurecerse, los recuerdos del fin de semana donde Harry me salvo de una tarde incomoda con Josh y Jennifer. Cuando creí que estábamos destinados a estar juntos, cuando sus fuertes brazos me rodearon transmitiendo un poco de amor. Aquello no podía ser. Por culpa del accidente olvidé porque me había enfadado en primer lugar, más bien, olvidé porque habíamos terminado en ese estado. Las mentiras. Mentiras que podían volver a repetirse y aunque quizá en algún momento me hubiera arriesgado a estar con él nuevamente, hoy no. Puede que haya sido culpa de ver el London Eye que consigo trajo recuerdos que no hubiera querido revivir en mi mente, pero fue una de las otras cosas que no pude evitar esta tarde. Como el dolor que sentí cuando me enteré de la verdad. -puedes contarme si quieres- susurra Kyle que se encuentra sentado en el otro extremo del sillón de la sala. Yo, recostada en la esquina del sofá con la mirada perdida en el televisor que tengo en frente no soy capaz de dirigirle la palabra, aunque sé que esto era lo mejor, una parte de mi se siente perdida y rota. –bueno y si no quieres creo que te obligaré
-no quiero contarte- espeté sin dirigirle la mirada. Mis ojos debieran encontrarse completamente enrojecidos porque parece preocupado cuando por un segundo lo encuentro observándome.
-te ves horrible- dice para luego estallar en risas. Le regalo una mirada ofensiva que solo provoca más risas. Ofendida me levanto por primera vez después de una hora enterrada en el sofá. Aferrada al almohadón subo poco a poco las escaleras esperando llegar hasta el segundo piso y luego a mi habitación. –no quise ofenderte
-jamás quieres hacerlo Kyle- gruñí cuando giraba la manija de mi puerta. Él me siguió hasta mi cama donde me recosté de la misma manera en la que había estado en el sofá, necesitaba ayuda.
-soy todo oídos… se nota que necesitas conversar- agrego acariciando mi cabeza. Se notaba que el pequeño ratoncillo ya había crecido y ahora era más bien un ratón adulto que ocultaba sus orejas bajo una capa de cabello.
-Harry… el es Harry Styles de la banda One Direction- suspiro sintiendo como mi corazón se aprieta con solo decir su nombre. No puedo creer como fui capaz de decirle adiós siendo que ni siquiera puedo decir su nombre sin amenazar con derrumbarme –nos conocimos a más de un mes, creo… pero a quien yo conocí no era él realmente
-¿Cómo?- preguntó interrumpiendo mi relato. Hasta para mí era difícil de comprender como había sido engañada durante tanto tiempo.
-cuando nos conocimos en aquel café… se presentó como Seth y luego de una semana tenía inventada a una persona que realmente no era él- sin observarlo podía sentir como su cuerpo se tensaba bajo mi cama y la rabia irradiaba de él hacia mi. –me enteré quien era realmente hace una semana prácticamente
-¡¿y sigues saliendo con él?!- grito levantándose de mi cama completamente ofendido. Lo fulminé con la mirada, él no podía comportarse de esa manera conmigo, recién nos habíamos vuelto a ver hoy y ya se creía con las atribuciones de poder reclamar sobre mis decisiones. –perdón, pero es que… ¡él te mintió!
-pero… a pesar de todo, él tenía sus razones- susurre girando sobre la cama para quedar de espaldas observando el techo intentando evitar que las lágrimas quisieran volver a escapar.
-eso si quiero escucharlo- agrego mientras yo volvía a sentir su peso a los pies de mi cama, él se había vuelto a sentar.
-luego de tres días el acudió a la universidad y no fui capaz de evitarlo… por lo que accedí a su encuentro donde me hablo de porque él me había mentido- empecé a relatarle –dijo que era por miedo… miedo a que yo lo quisiera por la fama y el dinero, no por quien él era realmente…
-…y aun así tu terminaste enamorándote de alguien quien no era- dijo terminando la frase que yo nunca quisiera pronunciar.
-yo no… no me enamoré- espeté algo molesta. Eso no era cierto.
-puedo verlo en tus ojos y con ello puedo saber que te duele el haberlo dejado ahí hoy- comenzó a decir mientras me obligaba a mirarlo –creíste que podrías soportarlo y seguir… pero no sé que fue lo que pasó que solo estallaste –sonreí
-no estallé- dije dándole un golpe con la almohada a la que me encontraba abrasada. –solo… me di cuenta de ciertas cosas, es mejor así
-puede ser…- agrega recostándose junto a mi mientras observaba el techo de la misma manera en la que yo había hecho hace un momento
-¿a que te refieres?- pregunto curiosa por la manera en que sembra esa duda en mi mente
-¿eso es realmente lo que tu quieres?- dice finalmente luego de unos segundos de ardua espera. Me quedo pensando durante mucho tiempo, ¿eso es realmente lo que quiero? ¿Alejarme de él? Mis ojos tienden a cerrarse poco a poco hasta que el sueño gana finalmente y siento como alguien deposita un suave beso en mi frente antes de escuchar el sonido de mi puerta cerrarse para caer a mis sueños.
Durante el resto de la semana no volví a ver a Harry aguardando por mí en las afueras de la universidad, ningún rastro de su camioneta, ningún rastro de que él se hubiera encontrado por los alrededores, mucho menos intentando buscarme. Kyle ah estado conmigo en todo momento, o al menos cuando puede y no tiene clases. No he querido contarlo sobre lo de Josh, no quiero que esto pase a mayores a parte que no es nada en concreto, más bien solo un tipo que me molesta en ciertos horarios del día y que sale con mí mejor o ex mejor amiga. Aun sigo pensando en lo que hice el día lunes, terminé con lo que podría realmente haber comenzado o haber tomado el rumbo que decidí que tomara lo nuestro con Harry. No me imagino como puede estar, quizá lo que podría haber sido dolor solo fuer momentáneo y como no se han visto señales de que quiere conversar o volver a intentarlo me hace sentir una tonta al querer esperar una señal de él, siendo que fui yo quien corto todo de raíz. Me siento estupida.
-hey bubble no estés triste, tu misma lo dijiste quizá fue lo mejor- dice Kyle apareciendo junto a mi en el pasillo del edificio de lenguas. Hoy no podrá acompañarme a mi casa como ah hecho el resto de la semana porque tiene el partido del equipo de football de la universidad. Los Gold of London. -¿segura que no quieres quedarte a ver el partido?
-segura- digo por enésima vez durante el día. Sé que su intención es animarme pero no existe posibilidad alguna de que eso pueda suceder, al menos no aun. –además yo no entiendo sobre esas cosas Kyle
-no es tan complicado- responde dando una de sus mejores sonrisas para poder convencerme, lo lamento por él, nada de sus artimañas funcionará conmigo.
-mi respuesta sigue siendo no- repito cuando veo pasar a Jennifer junto a Josh tomados de la mano, creo que lo que hay entre los dos se ah puesto mucho más serio de lo que pensaba. Espero que con ese avance a él se le quiten las ganas de acosarme en los momentos que mi amiga me deja a solas con él, gracias a Dios que solo han sido pocos momentos. Aparto la vista de ellos y noto que Kyle ha bajado la mirada decepcionado –será para la próxima, lo prometo
-¿pinkie promisse? –dice alargando su dedo menique. Sonrió ante la idea de lo que estamos próximos a hacer.
-I promisse- respondo apretando su dedo menique con el mío. Seguimos caminando por el pasillo hasta llegar a la salida. Ahí afuera se encuentras los compañeros de equipo de Kyle quienes al vernos salir juntos nos observan como si hubiera algo entre nosotros, niego con la cabeza aquello nunca va a pasar. Él me acompaña hasta el portón que aun se encuentra abierto. –nos vemos
-nos vemos- dice también para que comience a devolverse mientras yo abandono el establecimiento.
Decido caminar hasta mi casa, a pesar de que el trayecto no es muy corto que digamos el día, aunque nublado, está bastante agradable como para permanecer al aire libre el resto del día. Veo a la gente pasar, quienes me observan como si en mi frente estuviera escrito “estoy triste” porque sus miradas no son normales, más bien podría decirse que son miradas de lastima y curiosidad mezcladas. Algunos murmuran a mis espaldas y en una tienda con grandes ventanales me detengo a revisar mi atuendo para ver si algo anda mal conmigo. Nada. No hay nada de lo que puedan burlarse o hablar de mí. Demasiado extraño como para ser verdad. Al pasar por un kiosco de diario encuentro una revista de la banda a la que pertenece Harry, ellos salen en la portada posando como el grupo que son. One Direction. Algo en mi interior me dice que solo siga caminando y la deje ahí pero el dinero en mi bolsillo me dice que la compre.
-hola, ¿podría darme una revista en la que sale One DIrection en la portada?- digo a la señora que se encuentra leyendo el diario sentada en un piso bastante pequeño dentro del kiosco.
-claro- dice ella levantándose para buscar entre sus cosas el ejemplar que yo le había pedido. Me siento avergonzada de comprar una revista en la que sale el chico que algún día, aunque con otro nombre, fue mi novio. Ridículo. –aquí tiene
-gracias- digo entregando el dinero suficiente. Doy la vuelta para seguir con mi camino y guardo la revista en mi bolso. Quizá no la lea hoy ni mañana o tal vez si, pero sé que algún día la voy a leer.
Doblo en la esquina y diviso mi casa a los lejos. Ya he llegado de una larga pero agradable caminata desde la universidad hasta mi casa. Al acercarme algo dejado cuidadosamente debajo de la puerta de entrada llama mi atención. Seguro no es una carta sino ya estaría dentro pues la puerta contiene esa llanura para dejarlas. Cautelosamente me acerco y reconozco que es una rosa roja con una pequeña tarjeta. Me agacho y las sostengo en mis manos. Es hermosa. Sostengo la tarjeta en mis manos y leo lo que tiene inscrito en ella.
Con amor, Harry
Me quedo congelada durante unos minutos, esa rosa está destinada para mí y de parte de Harry. Mi respiración se acelera y por un instante creo que me voy a desmallar ahí mismo, ¿Qué es lo que el cree? Apreto la rosa fuertemente mientras abro la puerta de mi casa. Una fuerte punzada de dolor se disipa de mi mano derecha, un destello rojo de sangre fluye de ella, había olvidado que las rosas tienen espinas. Dejo la rosa encima de la mesa que se encuentra frente al televisor. En mi mano se encuentra un tajo no muy grande pero del que sale sangre rápidamente, no como si me fuera desangrar pero considerablemente. Corro al baño del segundo piso donde abro la llave y dejo la mano bajo el agua durante unos cuantos minutos.
Bajo las escaleras nuevamente para encontrar la rosa tirada en la mesa, esa rosa era real, él había venido a mi casa y había dejado la rosa afuera sabiendo que yo era la primera en llegar a la casa. ¿Qué pretendía con ello? Me senté en el sofá sosteniendo las piernas con mis brazos, con la mirada perdida en aquella flor encima de la mesa, permanecí durante mucho tiempo intentando establecer una respuesta a lo que significaba esa rosa. Existían un millón de posibilidades, aquello era una señal de que él lo estaba intentando nuevamente, puede ser la despedida o tan solo un truco que alguien me esté jugando para confundirme. No creo que sea esto último. Tampoco hay muchas posibilidades de que sea lo primero. ¿Por qué? Busco mi teléfono y no lo encuentro por ningún lado. ¿Dónde había dejado mi bolso?
Subo las escaleras hasta llegar a mi habitación donde veo el bolso tirado junto a la cama, lo cojo y busco mi teléfono en uno de los bolsillos laterales. Debo llamar a Kyle para contarle, él podría ayudarme a descifrar este enredo, él si es hombre. Después de tres tonos de espera contesta:
-¿hola?
-Kyle- pronuncio aliviada de escuchar la voz de alguien conocido. Estar sola toda esta tarde me estaba dejando un leve daño mental – ¿podemos hablar?
-claro ¿Qué sucedido?- responde preocupado
-Harry… -susurro temiendo lo siguiente que voy a decir a pesar de que es algo bastante simple
-prosigue…
-Harry me dejó una rosa Kyle- digo bruscamente para seguido solo escuchar las respiraciones de mi amigo.
sol <3
Re: Mentiras -Harry y tu-
Capitulo 26:
Hace una semana que encontré la rosa que Harry dejó para mí en la entrada de mi casa. Hace una semana que Kyle se quedó a dormir en mi casa mientras estudiábamos el hecho de que al parecer Harry quiere volver a acercarse a mí. Al menos eso es lo que Kyle piensa, lo que ambos pensamos hasta ahora. No he recibido ningún otro indicio de que el quisiera volver a estar conmigo o tan solo ser amigos. Las cosas han cambiado bastante. Ya casi no veo a Jennifer quien pasa prácticamente pegada a Josh, quien me observa de lejos pero su mirada sigue siendo la misma. Quizá la presencia de Kyle todos estos días lo ah hecho retroceder de su “plan macabro” de perseguirme y acosarme de una retorcida manera, eso espero. No fui capaz de leer la revista que compré el viernes pasado, la deje encima de mi mesita de noche y no se ah movido desde entonces, creo que jamás lo hará. Este fin de semana se celebra Halloween en la universidad, los pasillos se encuentran completamente decorados con cosas que intentan ser terroríficas y algunos de los maestros se les ah ocurrido venir disfrazados o con alguna pieza que los distinga entre la multitud. Hoy pude ver al profesor Colin, que es bastante joven, caminar sonriendo a todo el mundo porque llevaba en sus dientes una placa que simulaba que tenía colmillos. Gran atuendo. Literalmente a todos nos sonreía. Antes creía que no se hacía fiestas en la universidad pero al enterarme que algunos alumnos habían pedido el gimnasio para hacer una fiesta de Halloween me sorprendió que el directorio no se los impidiera. Creí que solo eso ocurría en la secundaria.
Por un momento en pasillo se encuentra completamente repleto de estudiantes, tanto que me cuesta avanzar en busca de la salida para poder ir a las gradas donde finalmente me juntaría con Kyle. Distingo entre la multitud una cabellera ondulada. ¿Harry? Eso sería algo imposible, él no puede entrar en el recinto. Camino más apresuradamente entre la multitud y a cada paso que doy se encuentra mucho más lejos. Si fuera él realmente alguien lo reconocería y todos se abalanzarían sobre él ¿No? Eso debería pasar. Seguramente no es él. Relajo mi paso, debe ser porque pienso que quizás hoy me dará otra señal. Vuelvo a encontrarme con esa cabellera y este se da vuelta. Sus ojos se encuentran con los míos y comienza a correr. Era Harry. Empujo a todo a mi alrededor para poder alcanzarlo, a pesar de que dejé todo claro la semana pasada, quiero obtener respuestas, quiero saber que es lo que hace aquí. Logró salir del edificio pero al mirar sobre el campus no logro captar algo que me haga reconocerlo. Debió todo ser producto de mi imaginación. Bajo la cabeza y cruzo yendo hacia las gradas donde puede que Kyle se encuentre descansando o entrenando con el resto del equipo, creo que pronto se viene un partido. Una chica me entrega un papel sobre la fiesta Halloween, le sonrío a pesar de que no la conozco. En el se ve un sobrero que parece ser de bruja junto a una calabaza con una sonrisa maliciosa, el papel es completamente negro y solo dice “Happy Halloween in the university of London” seguido por la fecha y la hora del evento al que se supone solo pueden asistir alumnos que estudien en ella. Aun así no creo que todos asistan, incluso ni siquiera sé si yo iré.
Kyle se encuentra sentado en una de las gradas más altas observando el horizonte y quizá el cielo, hoy quiso asomar el sol por un momento por lo que solo algunas nubes se encuentran hoy bajo nuestras cabezas. Debo recordar que con el avance del tiempo este no se pondrá mejor sino que hará mucho más frío que de costumbre, la navidad no está tan lejos como pensaba.
-hey Kyle- digo mientras subo para poder sentarme junto a él. -¿vas a ir a la fiesta de Halloween?
-solo si tú vas- responde. Me siento junto a él y me cruzo de brazos, yo solamente quería saber si iba a ir no estaba afirmando que yo iría.
-entonces no vas a ir- le digo observando donde el tenía posada su mirada, exactamente en el equipo de animadoras. –o… quizá solo si me dices a quien miras
-¿Qué?- pregunta algo sobresaltado por mi condición –eso no lo haré
-entonces no irás- digo nuevamente y volviendo la mirada al grupo que hace algunas piruetas sobre el césped. Son al menos 10 chicas en este momento, vuelvo la mirada sobre Kyle y luego sobre las animadoras. Creo que ya sé a quien está mirando. -¿es aquella rubia del moño rosa?
-¿ah?- responde mientras su rostro se torna de un extraño color rosa.
-vamos Kyle dime- insisto y comienzo a hacerle cosquillas. Su risa era estupida pero me divertía la manera en la que se movía al tacto de mis pequeños dedos. -¿me dirás?
-si, vale… es ella- dice alejándose unos centímetros de mi –su nombre es Haley y va en segundo año
-invítala a la fiesta- digo bastante animada. Me alegra que Kyle pueda encontrar a alguien, no siempre va a tener que cargar con mis problemas amorosos ¿no?
-no puedo- dice enderezándose en el asiento, algo nervioso –ella… jamás saldría conmigo
-¿Por qué no?
-no lo se- responde moviendo su cabeza y consigo su rubia cabellera
-vamos Kyle… has el intento- le animo con una sonrisa –la fiesta es mañana
-bueno, lo intentaré- responde y lo observo decender por las gradas lentamente haciendo ese gesto de galán con la cabeza y el cabello al viento. Al acercarse a las animadoras estas se quedan observándolo un instante, veo como él le hace una seña a la chica rubia y esta con una mueca de confusión lo sigue a la banca más cercana. Las demás animadoras se juntan a cotillear lo que ocurría entre ellos. Veo como mueve sus manos frenéticamente, esta nervioso. La chica ríe y creo que lo ah logrado hasta que ella le toca el hombro tiernamente, se levanta y camina hacia las demás chicas para seguir con el entrenamiento. Kyle se queda unos segundos sentado observando el pasto, al parecer no todo había salido como esperaba. Preocupada bajo las escaleras rápidamente, tanto que en un instante creo que voy a caer rodando hasta el final de estas, gracias al cielo que no paso. Solo lo veo pasar frente a mi ignorándome por completo, lo llamo e intento alcanzarlo pero solo se dirige al edifico donde se encuentra al comedor y hace como si yo no existiera. Me quedo de pie observándolo hasta que se pierde dentro. Él no quiere que lo siga, seguramente ella lo rechazó.
Bajo la mirada y me devuelvo. Las gradas parecen ser un muy buen lugar para esperar hasta la próxima clase, historia. Me recuesto en la parte más alta y comienzo a observar el cielo. Sin divagar mucho en respuestas a todas las preguntas que tengo Harry aparece inmediatamente en mi mente y recuerdo las cosas que hicimos, y en como terminamos. Más bien en como yo terminé con todo eso. La rosa. Esa rosa que me hizo alucinar con que él estuvo aquí, aquí caminando entre los pasillos donde estudio. Todo debió haber sido imaginado por mi mente, últimamente me juega varias malas pasadas.
-hola- dice alguien con voz ronca y algo espeluznante. Me siento algo tensa y asustada. Levanto la mirada y me encuentro con Josh sentado a mis pies. -¿Por qué tan sola?
-¿Dónde está Jennifer?- pregunto mientras sostengo mi bolso encima de mis piernas lista para poder correr en caso de que sea necesario. Jamás ah hecho algo que me haga querer arrancar pero siempre está tan cerca y apunto de querer, solo eh tenido la suerte de tener personas a mi alrededor cuando él está cerca. Quizá hoy esa no es mi suerte.
-en el baño- responde con naturalidad –pero ella no interesa, quien me interesa eres tú
-eso no debería ser así- le digo apretando con más fuerza mi bolso. Aquel que tengo a mi lado me repugna, si en algún momento creí que era atractivo me retracto. Ahora nada en el me llama la tensión.
-vamos ____, admítelo- dice y yo me quedo sorprendida, no sé que quiere que admita. Al ver mi cara de desconcierto procede a seguir explicando –Jennifer es una inútil y yo te quiero a ti
-aléjate y no me vuelvas a buscar- digo levantándome de mi asiento pero él me sostiene por el brazo, lo fulmino con la mirada pero el parece complacido -¡suéltame!
Se levanta y se acerca a mi oído donde su aliento hace que me estremezca –recuerda verte sexy en la fiesta de mañana- es lo único que susurra para soltarme el brazo y correr escaleras abajo. Me quedo de pie observando como se va hasta que me doy cuenta que no debo mostrar debilidad, si antes no iba a ir ahora mucho menos tengo deseos de aparecerme por esa fiesta si ellos estarán ahí. Pero le hice una promesa a Kyle, aunque si él no quiere ir no tendré cargo de conciencia al decirle que no quiero ir. Tendré que conversarlo mejor con él. Observo mi reloj y veo que faltan solo minutos para las 15:00 y debo apurarme sino el profesor no me dejará entrar a su clase.
Entró apresurada en la sala y solo hay unos cuantos alumnos sentados en la parte de atrás, aquello son los que siempre se quedan sin salir de la universidad. Luego de un momento el profesor entra con un montón de mapas en un brazo mientras que con el otro sostiene su bolso, un fuerte golpe con la puerta a sus espaldas nos sobresalta a todos. Observo a través del vidrio y veo a unos cuantos chicos que se quedan atrás por haber llegado tarde. No los van a dejar entrar, ni siquiera lo intentan.
-bueno clase hoy…- se detiene un momento y observa algo que había dejado en el escritorio, desvío mi mirada y me centro en mi cuaderno donde comienzo a dibujar flores. –mmm… ____ ¿se encuentra aquí?- pregunta de manera casual. Todos se voltean a verme y yo dirijo mi mirada al profesor quien en este instante sostiene una rosa idéntica a la que recibí la vez pasada. Solo atino a levantar mi mano para que él pueda verme entre los alumnos. Asiente con la cabeza y la enseña en mi dirección.
-¿Qué ocurre?- pregunto aun confundida por lo que veían mis ojos.
-lo había olvidado- susurra y baja la mirada. Deja unos libros encima de la mesa y se acerca unos pasos hacia mi –un caballero pidió que le hiciera llegar esta rosa…
-gracias- digo por inercia y sostengo la rosa con mis dedos. Sorprendida comienzo a creer que realmente vi a Harry esta mañana vagando por los pasillos, no se me ocurre otra manera de que la hubiera hecho llegar. Nuevamente contiene una diminuta tarjeta en su tallo, la sostengo y lo único que dice es:
Con amor, Harry
Simples palabras que pueden cambiar todo sentido.
No logré concentrarme durante toda la clase, no sé si estaban hablando sobre la segunda guerra mundial o no. La rosa llenaba mi mente y no había espacio para más hoy. Era la segunda en dos semanas, una por semana, quizá esto era un truco pero me había demostrado que lo seguirá haciendo. Aunque aun desconozco por completo su propósito.
sol <3
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