Mentiras -Harry y tu-

por **sol <3** Sáb 20 Jul 2013, 6:48 pm

A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estás con un extraño.

Mentiras -Harry y tu- Tumblr_msidwvDwmn1sb1fuzo1_500

Sinopsis:

La vida es muy extraña, la mayoría de las cosas de la vida las podemos manejar muy bien, pero hay algunas que no podemos controlarlas con nuestras propias manos. El amor, una de esas cosas o mejor dicho aquel sentimiento tan hermoso que solo nace de un momento a otro y que se cultiva con el tiempo. La imagen de las personas no realmente es siempre lo que vemos, existen veces que no podemos conocer el corazón solo porque lo guardan bajo siete llaves, ocultándolo por completo dando a conocer una faceta que no es la correcta.

Encuentro que soy una persona que es fiel a la verdad, creo que el mentir es algo totalmente horrible, provoca daño y sufrimiento en la gente. Rompe lazos entre familias. En fin, es algo que no me agrada en absoluto y prefiero no participar mucho en ellas, pues, no significa que no me atreva a hacerlo. Soy nacida y criada en Londres, Inglaterra. Es una ciudad maravillosa, llena de oportunidades para triunfar en este enorme planeta. Mi madre es Caroline Johnson, una famosa diseñadora dentro de todo el país, ha logrado sus sueños y me alegro de ello, es una gran madre. Mi padre, Derek Johnson falleció poco antes de que yo naciera, es triste no haberlo podido conocer pero estoy segura de que me cuida desde donde quiera que esté. Esta es mi historia.

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Esta es la segunda novela que he escrito en mi vida pero es la primera que subo en este foro, espero que les guste y por supuesto que la lean hasta el final.

Sol <3

por **lilia malik potter** Sáb 20 Jul 2013, 6:51 pm

Vas happenin? Nueva y fiel lectora... me gusto mucho el sinopsis, necesitas chica para Zayn? besos

por **JaabyJonas** Dom 21 Jul 2013, 11:12 am

[size=24]Se ve buena! !LA SINOPSIS ESTÁ GENIAL! Ojalá subas pronto el primer capitulo..!! Ya quiero saber que pasará..[/size]

por **sol <3** Dom 21 Jul 2013, 6:06 pm

Capitulo 1:

Al fin es fin de semana, sábado un día para descansar y relajarse. La universidad me ha tenido muy ocupada, es mi primer año las cosas son totalmente nuevas para mi y los fin de semana se hacen cada vez mas deseados. Me miré al espejo, hoy había quedado de juntarme con Jennifer, mi mejor amiga desde siempre.

-hola mamá- dije entrando a su estudio, nunca descansaba hasta tener lista su nueva colección y presentarla en un gran desfile. Me quede observándola desde la entrada mientras que ella sostenía un nuevo conjunto de telas para lo que sería un nuevo atuendo.

-hola cariño- respondió volviendo su mirada hacia mi –te levantaste temprano.

-mamá son las 12 del día- dije revisando el reloj y dedicándole una sonrisa. Se asombró al ver que había trabajado toda la mañana.

-le pedirías a Lidia que comenzara a preparar el almuerzo- agrego para dejar las telas encima de su escritorio. Colocó sus lentes encima de su cabeza para observarme detenidamente -¿vas a salir?

-me juntaré con Jenny en un café- dije restándole importancia haciendo un ademan con mi mano.

-salúdala de mi parte- agrego para dedicarme una cálida sonrisa dándome el pase para retirarme del estudio e irme directamente al starbucks mas cercano.

Aun no podía tener un auto, no eh sacado mi licencia y mi madre no quiere comprarme uno.
Llegue rápidamente y entre al starbucks no la encontré por ningún lado, seguramente aun no había llegado, me senté en una mesita alejada de la entrada. Tomé mi teléfono y me dispuse a enviarle un mensaje.

-hola- escuche para apartar la mirada de mi celular, se había sentado en frente un chico de cabello ondulado y bellos ojos verdes.

-hola- dije algo dudosa –te conozco?- agregue a lo que aquel guapo chico levanto la mirada hacia mi con una enorme sonrisa en sus labios. Observo por un momento la ventana y se digno a responder mi pregunta.

-creo que no… pero me harías un favor- agrego mientras tomaba una revista que estaba cerca y hacía como que la leía tapando completamente su rostro.

-no lo se- dije sin separar la vista de mi extraño acompañante. Levantó su mirada nuevamente a lo que se formo una mirada suplicante.

-solo hace como que habláramos… por favor- dijo afligido intentando cubrir su rostro solo dejándome verlo a mi. A pesar de que temía que fuera un depravado acosador, le sonreí.

-esta bien- dije resignada, parecía un chico agradable –pero… para que fingir si podemos conversar realmente. Una sonrisa se formo en su rostro.

-gracias- dijo para quedarse pensando un momento –¿como es que te llamas?. Pregunto aun cubriendo su rostro, ¿De quien se estaría escondiendo?.

-_____- dije con una enorme sonrisa en mi rostro –y ¿tu?. Agregue coquetamente
-soy…- alargo la palabra como buscando que decir –Seth… si Seth. Repitió como para si mismo, reí por lo bajo ante su respuesta, parecía nervioso.

-bueno Seth ¿de quien te escondes?- la curiosidad me mataba. Río ante mi pregunta, solamente le sonreí esperando no incomodarlo.

-de unas personas que no quiero que me encuentren- dijo mostrando lo obvio. Volvió a fijar su mirada a través de la ventana lo que realmente me colocaba nerviosa.

-eso ya lo note- dije para comenzar una charla, Jenny no llego ni si quiera se resigno a contestar mi mensaje. Aquel chico había caído del cielo, o eso creí, era amable simpático y que mas da muy guapo. Poseía una mirada cautivante y una personalidad atrayente. Deseaba que ese momento no se acabara nunca. ¡Cuanto agradecí que Jenny no se presentara a nuestro encuentro!

-creo que me tengo que ir- me dijo observando su reloj. Se levantó rápidamente de su asiento mientras que yo hacia lo mismo.

-esta bien- dije cambiando la expresión de mi rostro. Baje mi mirada, triste porque existía la remota posibilidad que no lo volviera a ver.

-¿nos volveremos a ver?- pregunto con una gran sonrisa en su rostro mientras levantaba mi menton delicadamente con su mano.

-claro- dije sin separar la mirada de el. Se acercó a mí y deposito un dulce beso en mi mejilla dejándome con la mirada embobada, aquel completo extraño me había cautivado. A lo lejos lo vi salir por la puerta solamente haciéndome seña con la mano. Como si recién lo había conocido había causado eso en mi, no podía sacarlo de mi mente lo único que deseaba era por lo menos tener algo en lo que refugiarme para volverlo a ver. Eso dijo ¿no?, alto, no intercambiamos celulares ni Facebook ni twitter… ahora si, nunca más lo volvería a ver.

Luego de un rato me devolví a mi casa resignada, no lo volvería a ver, solo fue un flechazo del momento y el cual podría recordar durante mucho tiempo.

-hola cariño- oí detrás de mí justo cuando subía las escaleras directo a mi habitación
-hola- dije aun pérdida en mis pensamientos
-como te fue- pregunto haciendo que me devolviera y entrara al estudio, donde aun permanecía dibujando, arreglando unos diseños que estaban casi listos, etc.
-bien- dije recordando a Seth
-como estaba Jenny- agrego recordando que me había dejado plantada
-me planto- dije sin rodeos
-o que triste linda- dijo separándose de su trabajo –entonces que hiciste todo este tiempo.
Madres, notan todo, es verdad luego del café camine por toda la ciudad deseando encontrarme con Seth, loco ¿no?
-pues… caminé, pensé- dije sentándome en el sofá
-esta bien- dijo resignándose a mi respuesta, me conocía pero no le iba a contar que converse con un completo extraño al cual deseaba volver a ver y que su nombre no se apartaba de mi mente, Seth.

Tenía enmarcado su rostro en mi mente, solo lo vi durante lo que duraron nuestros cafés, pero lo sentía como una fotografía algo que no sacaba de mi mente, algo alucinante, algo anormalmente fantástico, quien podía entenderme…

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aqui les dejo el primer capitulo :3 espero que les guste y quiza mañan suba el segundo

sol <3

por **sol <3** Lun 22 Jul 2013, 5:16 pm

A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 2:

El lunes tocó a mi puerta con el bello sonido de mi despertador, me levante sin ánimo alguno para tener que dirigirme a la universidad aun con la mente en el misterioso conocido y a la vez desconocido, Seth.

-adiós ma- dije entrando a su cuarto, aun dormía
-adiós cariño- dijo sin levantar demasiado su vista hacia mi –cuídate.
-te amo- dije para escuchar un fuerte suspiro diciéndome que nuevamente había caído en su sueño.

La brisa recorría mi rostro al entrar a aquel “templo” de estudio, todos caminaban apuradamente mientras que yo me sentía que no pertenecía a ninguno de ellos, todo ahí era diferente, yo no era más que una simple alumna intimidad por los mayores pero que deseaba sobresalir.

-____- escuche a lo lejos para notar a Jenny quien corría como nunca antes -____
-hola- dije sin darle mucha importancia a su carrera por el pasillo
-discúlpame amiga- dijo abrasándome –no pude avisar.
-tranquila… lo noté- dije esbozando una falsa sonrisa
-vamos no te molestes- dijo deteniendo mi caminar
-Jenny no te preocupes- dije siendo lo mas sincera posible
-a ti te paso algo- dijo colocándose en frente mío, porque debo ser tan predecible.

Las clases pasaron volando, de verdad no lo sacaba de mi mente, todo era tan extraño, como era posible que sin tener mayores razones de querer verlo añoraba encontrármelo nuevamente, algo probablemente imposible. No logré concentrarme en ninguna de mis clases, andaba en otro planeta, miles de ideas rondaban por mi mente… entre todas ellas se encontraba el, Seth. Pareciera como si aquel no fuera su nombre, extraño ¿no?

-____- dijo Jenny pasando una mano por mis ojos
-ah- dije algo confundida ni siquiera había notado que estaba sentada en frente mío junto a su bandeja del almuerzo, tan rápido se había pasado la mañana
-estas en otro planeta- dijo observándome detenidamente –se que te ocurrió algo. Dijo dándole un mordisco a su sándwich, yo solamente negué con la cabeza
-vamos ___ cuéntame… por tu expresión podría jurar que es un chico- como es que sabía tanto de mi, amigas desde niñas yo la conocía tanto como a mi misma, lo mismo ocurría conmigo, hemos vivido tanto juntas que nos reconocemos en cualquier faceta
-a veces desearía que no me conocieras tanto- dije resignada observando mi vaso de jugo
-supongo que tu mente tiene nombre ¿no?- pregunto alzando una ceja, nuevamente solo asentí con la cabeza
-Seth- aquel nombre me parecía tan vacío, algo no me calzaba
Al fin el día llegaba a su fin, todos salían como arrancando de aquel enorme edificio que nos mantenía prisioneros solamente por querer tener un buen futuro, irónico. Jenny caminaba junto a mí en gran acompañable silencio.

-____- escuche en un susurro distante, me detuve intentando descifrar desde donde venía aquel sonido
-que te sucede- pregunto Jenny mirándome extrañada
-creí escuchar…- dije volviéndome a detener, nuevamente habían gritado mi nombre
-estas extraña- dijo con confusión, ni siquiera yo lo entendía… di un giro intentando ver al resultante de mi nombre, sin éxito.

Salimos a la calle y volví a sentir que alguien me llamaba, Jenny estaba muy paranoica creía que me volvía loca, nuevamente recorrí el lugar con la mirada para fijar mi vista en un chico con la capucha puesta y unos enormes lentes de sol que tímidamente me hizo seña.

-será el- pronuncié en un murmullo solo audible para Jenny
-quien… de que estas hablando- yo no separaba la vista de el, el también me observaba, me parecía conocido, sería el.

Cuidadosamente fue acercándose a mí, que me encontraba detenida observándolo intentando adivinar quien sería. Seth, fue lo único que vino a mi mente con lo poco visible de su rostro, ahora de quien se escondería.

-hola- dijo agachando la cabeza, como queriendo no ser visto por nadie
-hola- dije algo asustada mientras Jenny miraba expectante aquella escena
-al fin te encuentro- dijo cansado, como si me hubiera buscado demasiado
-disculpa… te conozco- pregunte resignada, por mas que intentara adivinar si era el o no, no me era fácil con esos enormes anteojos y esa capucha que cubría su cabello
-claro… Seth- dijo estrechando mi mano, miré a Jenny diciéndole con la mirada que nos dejara
-adiós- dijo despidiéndose de mí y alejándose de nosotros
-lo siento… no te reconocí con todo esto- dije moviendo mis manos señalando todo su camuflaje –es que siempre te escondes. Pregunte alzando una ceja
-no… pero la mayor parte del tiempo es lo que debo hacer- dijo nervioso, reí ante su respuesta, de quien se esconde, quien sería aquel que tanto lo busca para llegar al extremo de no poder salir normalmente como la gente.

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bueno aquí les dejo el segundo capitulo :D espero que la lean porque les aseguro que se ira poniendo mejor, ha y si ya averiguaron la principal incognita... felicitaciones :3

sol <3

por **sol <3** Mar 23 Jul 2013, 5:33 pm

A veces tienes que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 3:

Me observó algo entristecido para luego solo agachar la cabeza. Estaba tocando territorio peligroso, aun no era de mi incumbencia.

-disculpa si dije algo malo- dije posando mi mano en su hombro intentando remediar mis palabras anteriormente dichas.

-no te preocupes tampoco deseo que me entiendas- dijo volviendo a levantar la mirada dedicándome una de esas sonrisas forzadas, ¿Qué era lo que escondía? -¿quieres un helado?

- esta bien- dije con una gran sonrisa en mi rostro. A pesar de todo me sentía feliz de encontrarme a su lado, ¿Cómo es que me había encontrado? Eso solo indicaba una cosa, le interesaba tanto como él a mi. Mi corazón se aceleraba de emoción. Me rodeo por con su brazo por los hombros provocando una extraña sensación en mi estomago, le sonreía al detalle por lo que comenzamos a caminar.
La heladería más cercana se encontraba en el centro, como a unas cuatro cuadras de donde nos encontrábamos. La sonrisa en su rostro me hacía sentir reconfortada y animada, a pesar de su “camuflaje” podía ver que se encontraba a gusto con mi compañía. Una vez que nos encontramos dentro nos sentamos en una de las mesas del fondo del local, observó a su alrededor para por fin retirar esos enormes lentes de sol que no combinaban con el clima.

-ahora si te puedo reconocer perfectamente Seth- dije observándolo detenidamente mientras se nos acercaba una chica de al menos unos 21 años con una enorme sonrisa en su rostro. Cuando retiro el gorro pasó su mano por aquellos despeinados rulos que me encantaban.

-¿Qué desean servirse?- preguntó esta chica parpadeando con sus enormes ojos azules, la fulminé con la mirada, se notaba que coqueteaba con Seth. Al parecer el vio mi molestia por lo que el poso su mano encima de la mía por encima de la mesa, me sonroje a su tacto a lo que el sonrió delicadamente. Este chico si que provocaba cosas en mi. Al final nos dejaron la carta para darnos tiempo de ordenar.

-¿que quieres pedir?- preguntó sosteniendo entre sus dedos aquel cartón que contenía todas las copas y sabores de helado.

-no lo se- respondí mordiendo mi labio inferior para luego quitarle la carta de entre las manos. Se quedó quieto unos segundos, asombrado por mi juego.

-hey- dijo levantando las manos por encima de su cabeza en señal de inocencia, solamente reí ante su mueca de frustración –¿ahora que te parece gracioso?- Agrego intentando parecer molesto, pues era inevitable se notaba que realmente estaba por darle un ataque de risa.

-nada- dije denotando una gran sonrisa en mis labios.
Tomaron nuestra orden, Seth no me dejo pagar mi parte dijo que el me había invitado y que no sería correcto. Actuaba como un completo caballero lo que me conquistaba a cada segundo, él solo era… simpático, risueño, amable, guapo, poseía unos hermosos ojos verdes y… podría enamorar a cualquiera pero, se había fijado en mí.

La tarde había sido maravillosa, ofreció acompañarme hasta mi casa por lo que acepte encantada. Caminamos uno junto al otro, esta vez no me rodeo ni sostuvo mi mano.

-¿tienes novio?- preguntó metiendo sus manos en los bolsillos. Observó el suelo por un momento esperando mi respuesta.

-no, no tengo- dije también agachando la mirada. Al volver a mirarlo pude notar que una gran sonrisa había abarcado su rostro, se veía tan lindo así. Poseía una sonrisa hermosa. –y ¿tú? – pregunté observándolo a cada movimiento que hacía. Dudó un momento en su respuesta a lo que mi estomago comenzó a doler, ¿Qué ocurría si la tenía? –Seth

-no, no tengo- dijo finalmente aunque un tanto inseguro. Intenté ignorar esa vacilación para que mi estomago volviera a la normalidad, por algún motivo me preocupaba el hecho de que él pudiera no estar solo en este momento. Solo nos estamos conociendo. Repetí constantemente en mi mente para olvidar esa pequeña angustia.

-mmm… esta es mi casa- dije señalándola con mi mano para que nos detuviéramos al instante frente a ella. -fue una tarde increíble Seth

-si, me la he pasado muy bien contigo- dijo quedándose ahí parado, le sonreí a lo que comencé a caminar para llegar a la puerta cuando siento que me sostiene del brazo, lo miré extrañada para ver como se acercaba cada vez más a mi lentamente. Sus labios se encontraban a pocos centímetros de los míos dejándome completamente embobada ante la situación, sus penetrantes ojos me observaban detenidamente para luego posarse en mis labios. Aquellos era suaves y calidos, el beso estaba lleno de ternura. Mis sentidos estaban completamente bloqueados por lo que solo respondían a lo que él me llevaba. Al separarnos unimos nuestras frentes mezclando nuestras respiraciones. Una sonrisa se poso en mis labios a lo que el la correspondió felizmente. Me separé lentamente para correr hasta la entrada y al cerrar la puerta apoyarme en esta aun atontada por aquel beso. Rocé mi mano en mis labios a lo que aun parecía contener los suyos en los míos.

-buenas tardes ___- dijo Lidia saliendo desde la cocina con un trapo entre las manos. Le sonreí indicando que subiría hasta mi habitación – su madre no se encuentra-

-gracias por avisarme- dije para correr escaleras arriba. Me recosté en mi cama observando el techo, cuantas sensaciones había transmitido ese beso, algo me oprimía el pecho, una emoción tan grande que no podría describirla completamente. ¡Me había besado! Sonreí embobada y perdida en mis pensamientos. No podía evitar pensar en él y si es que todo salía bien, no tardaría en enamorarme de él.

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Aquí el tercer capitulo y espero que la lean... ojala dejen algun comentario bonito si es que les agradó porque de verdad a medida que avance se pondrá cada vez mejor :3

sol <3

por **sol <3** Vie 26 Jul 2013, 5:00 pm

A veces tienes que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 4:

Al día siguiente acudí alegremente a la universidad, ahora todo había cambiado solo por ese beso. Una sonrisa boba se posaba en mi rostro cada vez que lo recordaba y valla que lo recordaba. Eso me dejó bien claro que si sentía algo por mí, ¡siente algo por mí!, grité en mi interior. Las clases avanzaron rápidamente por lo que a la hora de salir me encontraba emocionada y ansiosa por volverlo a ver. Al colocar un pie en la acera pude percatarme que no había escuchado ningún llamado con mi nombre ni tampoco aparecía alguien que se asemejara a sus características. Baje la mirada, decepcionada de que él no se hubiera aparecido.
-¿Qué ocurre? – preguntó Jenny haciendo que por primera vez desde que salimos le colocara atención. Sacudí mi cabeza, no deseaba hablar de eso, parecería tonto ante ella.
-nada- dije solamente para continuar nuestro camino. Al doblar en la esquina tomaríamos caminos diferentes por lo que antes de despedirse se detuvo en seco jalándome del brazo para que yo también me detuviera.
-¿lo esperabas a él?- volvió a preguntar para que yo sintiera una presión en mi pecho. Claro que si. Pensé aunque eliminé esa respuesta de inmediato, me había ilusionado rápidamente y ella me lo había advertido por lo que no deseaba escuchar ese te lo dije en persona al menos.
-no te preocupes… quizá tubo cosas que hacer- dijo adivinando mis pensamientos. Por lo menos se ahorro su charla.
Al caminar a casa no pude evitar mirar a cuanta persona pasaba a mi alrededor esperanzada en encontrarlo rumbo o contra mi camino. Pero no lo hallé en ninguna parte.
Mis nervios de que aquel beso no hubiera significado lo mismo para él que para mi, mantuve mi teléfono conmigo a cada minuto. Mientras comía, cuando leía e incluso cuando me dirigía al baño. Exagerado lo sé, pero deseaba poder atender su llamada si es que afortunadamente la recibía. Otra vez me había equivocado. No llamó, dejándome con una tristeza enorme.

Resignada a que se había olvidado de mi nuevamente me dirigí a la universidad, me sentía mal conmigo misma por haber dejado que me besara, si hubiera sabido que luego me olvidaría creo no me hubiera acercado a él. Aunque aun sentía sus labios sobre los míos y el hecho de acordarme colocaba una sonrisa boba en mi rostro, me dolía, creí que era diferente y realmente no estaba interesado en mí de la manera en que yo lo estaba. Gracias al cielo que no tuvimos sexo. Pensé para soltar un suspiro, claro que no me hubiera entregado a él tan rápido pero si es que hubiese pasado, me estaría realmente arrepentida.
Jenny se encontraba aguardando mi llegada fuera del salón de filosofía, mi mirada triste la hizo entrelazar su brazo con el mío llevándome a un asiento junto al de ella.
-¿no han hablado?- preguntó mientras yo buscaba desesperadamente mi libro. Al parecer nuevamente no lo había traído conmigo. Negué con la cabeza. –Creo que jamás lo volveré a ver- respondí viendo como el profesor entraba al salón. Jenny poso su mano en mi hombro en señal de apoyo aunque fuera lo más estupido del mundo, porque así lo era, le sonreí agradecida para luego voltear mi cabeza hacia el pizarrón observando como se llenaba la pizarra con materia.
A la hora de almuerzo se nos acercó Josh un chico que a veces veía en mis clases, poseía una sonrisa soñadora acompañada de unos profundos ojos marrones. Su cabello era de un negro azabache que –completamente liso- peinaba hacia un lado. Me pareció agradable aunque a Jenny parecía molestarle su presencia.

Al salir mantenía la vaga esperanza de que él se encontrara esperándome fuera de la universidad como la última vez, pero no estaba. No lo vas a volver a ver, olvídalo ____ Claro que quería olvidarlo pero me era imposible apartar su sonrisa, sus ojos y su cabello o mejor dicho su rostro de mi mente. Él había sido tan dulce conmigo y hoy se desaparecía de un momento a otro sin decir palabra alguna. Cuando me encontré en mi casa, solamente me encerré en mi habitación para estar completamente sola. Necesitaba apartar mi mente, con un libro quizá o alguna película que haga desaparecer mis pensamientos por un momento en el día.

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aquí hay otro capitulo... creo que no les gustó D: y si es que no la entienden o piensan que harry aun no aparece debo decirles que estan muy equivocadas... porque ya esta en la novela... eso no mas les digo sino arruino la trama XDD eso bye!

por **sol <3** Sáb 27 Jul 2013, 5:30 pm

A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 5:

-adiós ma- dije al pasar por su habitación. Me encontraba nerviosa, hoy tenía un examen muy importante para poder pasar, había estudiado demasiado para este día y no estaba dispuesta a desperdiciarlo. Abrí la puerta de mi casa y al fijar mi vista en el camino pude ver que en frente se encontraba una camioneta negra aparcada en la acera. Me acerqué lentamente para ver a un chico sentado en el volante, sin mayores rodeos proseguí a golpear el vidrio preparada para decir amablemente que por favor no se estacionara ahí. Pero fue cuando él poso su vista en la mía cuando mis piernas temblaron dejándome completamente inmóvil. Sus ojos verde azulado me observaban afligidos, me separé para que él bajara e intentara sonreír nuevamente.
-hola- dijo metiendo sus manos en los bolsillos, lo miraba expectante, intente hablar pero solo salió un leve balbuceo desde mis labios. ¡¡Reacciona!! Reproché en mi interior para parpadear más fuerte de lo normal y así darme cuanta de lo que tenía en frente.
-¿Qué haces aquí?- pregunté dejando fluir mi ira. Bajo su mirada entristecido, sabía el porque de mi reacción. Me sentí mal por haber reaccionado de tal manera. –Seth-
-perdón por no ir a buscarte- dijo pasando nerviosamente su mano entre sus alborotados cabellos. No sabía como reaccionar, me encontraba anonadada. Me había resignado a no volverlo a ver y me complicaba el hecho de que no hubiera ocurrido de esa manera. ¡Dios que hago!
-…no te preocupes- dije forzando una sonrisa. Acomodé mi bolso en mi hombro, sacando mi teléfono para mirar la hora. No llegaría tarde nuevamente. –Tengo que irme- dije para darle un ultimo vistazo y comenzar a caminar lejos de él.
-yo te llevo- dijo antes de que pudiera alejarme lo suficiente. Suspiré. No podía negarme, realmente quería subirme junto a él.
-esta bien- dije siguiéndolo al rodear la camioneta para subir en el asiento del copiloto mientras el mantenía la puerta abierta. Subió en su lugar y puso en marcha la camioneta. Lo observé durante unos segundos, se encontraba igual de guapo.
-¿es tuya?- le pregunté admirando la belleza en la que era transportada.
-si- dijo con una gran sonrisa en sus labios. Se sentía orgulloso de poseerla, ¡quien no lo estaría! -____ … ¿no estas molesta?- preguntó con una leve vacilación.
-no, claro que no- dije intentando convencerme a mi misma de ello. ¡Que bipolar! Pensé riéndome de mis propios cambios de humor. –vamos… pregunta lo que quieras, conóceme- dije debido a que solo era yo quien se atrevía a conocer a las personas, por más extraño que parezca los demás jamás me hacían demasiadas preguntas.
-bueno- dijo pareciendo nervioso por lo que se demoro en formular la pregunta -¿Quiénes son tus padres?-
-mi madre es Caroline Johnson una famosa diseñadora del país ¿has oído de ella?- dije orgullosa de ella, había cumplido su sueño y a pesar de que hoy no tengo nada claro solo sé que quiero ser feliz.
-no, no he oído de ella- dijo algo temeroso. Supongo que podía haber sido obvio, es hombre ¿no? –y tu ¿padre?-
-pues… no lo conocí- dije dirigiendo mi mirada hacia el camino. Me entristecía ese hecho, supongo que él tampoco estaba feliz de no haberme podido conocer.
-oh lo siento- dijo buscando mi mano para entrelazar nuestros dedos por encima de mi pierna. Sonreí a su tacto que provocaba un leve hormigueó por mi cuerpo.
-no te preocupes- le sonreí para que se relajara. –Solo… falleció antes de que yo naciera, tengo la vaga esperanza que me cuida desde allá arriba- agregue observando el cielo a través de la ventana. Mi mamá siempre me ha dicho que eso es lo que él hace y que si hoy se encontraba ahí era porque había cumplido su ciclo aquí en la tierra porque le correspondía cuidarme desde donde quiera que se encuentre.
-no lo sabía- dijo haciendo pequeños círculos en mi mano. Yo no deseaba quitarla ni que mucho menos el lo hiciera. -¿tienes hermanos?-
-no, soy hija única- respondí recordando mi infancia, no tuve a nadie con quien compartir el cariño de una madre ni con quien pelear por los regalos. –y ¿tu?- pregunté posando mi mirada en él.
-si, se llama Gemma- dijo sonriente –es unos años mayor que yo- retiró su mano de la mía dejando un vació en ella. Mi mano extrañaba la de él.
-aquí es- dije soltando el cinturón de seguridad preparándome para salir.
-espera, hay que intercambiar teléfonos- dijo sacando el de él desde el bolsillo trasero de su pantalón. Inmediatamente saqué el mío desde mi bolso para luego entregárselo mientras él hacía lo mismo. Anoté mi número y él también lo hizo. –una foto- dijo colocando su teléfono frente a mí a lo que yo instintivamente cubrí mi rostro con mis manos. Siempre salgo mal en las fotos.
-vamos _____, te ves linda- dijo provocando que apareciera el rubor en mis mejillas. Reí. Resignada dejé mi rostro al descubierto para que él me tomara una foto, por venganza rápidamente busqué la cámara para poder tomarle una a él. Al contrario el poso felizmente.
-adiós- dije para abrir la puerta, me detuvo acercándose a mi amenazando con rozar mis labios nuevamente. Nos observamos detenidamente, el admiraba mis labios con deseo. Acorté la distancia que nos separaba para unir nuestros labios en un beso dulce, tierno, lleno de amor. Eran calidos y suaves, no podía dejarlo ir, no podía.
-adiós preciosa- me dijo dejándome ir y dedicándome una sonrisa. Baje del auto, crucé rápidamente la calle para voltear y encontrármelo aun observándome. Atontada dije adiós con la mano mientras entraba al edificio. Tuve que correr, me había retrasado. La puerta de la sala de ingles ya se encontraba cerrada por lo que tuve que armarme de valor para golpear, poner mi mejor cara y así rogar a que me dejaran entrar.
-Srta. Johnson llega tarde- dijo parado en el umbral de la puerta impidiéndome el paso –supongo que sabe que no se está permitido entrar retrasados- agrego para que yo escuchará las pequeñas risas de mis compañeros.
-lo sé pero… - dije para luego ser interrumpida diciendo que me guardara mis pretextos ya que no deseaba escucharlos. Dejándome con la palabra en la boca cerró la puerta en mi cara. Molesta me dirigí al campo de futbol, quizá estarían entrenando por lo que podría entretenerme el tiempo que fuera necesario hasta que comenzara mi siguiente clase.
Pero a pesar de todo existía algo que nadie me podía quitar, aquella felicidad interior que hacía que todo fuera diminuto en comparación. Nos habíamos besado nuevamente. Me encontraba flotando en las nubes y nadie hallaría la manera de traerme de vuelta a tierra. No podía creer que Seth provocará eso en mi, realmente que hacer tiempo no mantenía ese sentimiento en mi persona. Pero algo me parecía extraño, una parte de mi no podía confiar en él y tenía la impresión de que ocultaba algo, algo grande. Nada puede ser perfecto. Pensé para sentarme y perderme en la música que comenzaba a inundar mis oídos.

por **sol <3** Mar 30 Jul 2013, 5:20 pm

hola... mmm... queria decir que por el momento no la seguire debido a que al parecer nadie la esta leyendo :c

por **sol <3** Jue 01 Ago 2013, 4:59 pm

A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 6:

Era la hora de almuerzo. Me encontraba junto a Jenny en una de las mesas más apartadas de la cafetería cuando siento vibrar mi teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón. Asustada observo a Jenny quien se preocupó por mi estremecimiento en el asiento.
-¿Qué te pasa?- preguntó al instante. Le mostré el teléfono a lo que se tranquilizó y volvió a concentrarse en su ensalada. Una sonrisa se poso en mi rostro al ver qué era la causa de aquella interrupción. Era un mensaje de Seth.

Hola, espero que pienses en mi tanto como yo pienso en ti :D
Y quiero avisarte que no podré ir a buscarte esta tarde… no me odies
Xoxo

Me sentí triste por el hecho de que hoy no lo vería, como realmente anhelaba, pero por un lado esta vez se había tomado la molestia de avisarme. Aquellas palabras tan dulces. Él piensa en mí. Realmente estaba en las nubes, no podía creer que esto me estuviera sucediendo a mi, el amor al parecer había tocado a mi puerta y yo lo recibía con los brazos completamente abiertos.
-¿algo importante?- agrego a lo que yo la mire embobada.
-era de él- dije dejando el teléfono en la mesa para volver a comer.
-¿él?- preguntó alzado una ceja –ese chico que te paso a buscar el otro día ¿no?
-si- respondí sonrojándome al instante –me tiene en las nubes Jennifer.
-así veo- dijo engullendo una hoja de lechuga. Cada vez que lo nombraba o pensaba en él volvía a sentir sus suaves labios en los míos.
-no puedo creer como en tan poco tiempo logro sentirme así- dije posando mi mirada en unos chicos que se besaban en la mesa junto a la nuestra. El amor es algo muy extraño, jamás pensé que podía importarme alguien tan rápidamente. Realmente me gusta. Lo que me hace sentir diferente y a la vez con miedo. Miedo a descubrir eso que pienso que me oculta y temo que aquello me hiera.
-cupido te ha flechado – dijo imitando un arco con flecha en mi dirección.
-quizá- respondí bajando mi mirada para terminar de almorzar sin apartarlo de mis pensamientos.

Me dirigí caminando hasta mi casa nuevamente, pero esta vez no esperaba encontrármelo desesperadamente. Me dediqué a disfrutar del camino, como antes hacía. Con mis amigos en la secundaría siempre caminábamos por Londres. Nos agradaba eso. Pero hoy todos hemos emprendido caminos diferentes, unos se fueron de la ciudad o incluso del país mientras que yo solamente permanecí aquí. A pesar de que no sabía mucho de Seth me parecía que él realmente se encontraba interesado en mí de la manera que yo también lo hacía. Aquello me alegraba. Solo he tenido un novio y las cosas no terminaron muy bien con Fred. Las cosas son diferentes ahora, incluso puedo arriesgarme a decir que es amor, pero aun queda un largo camino por recorrer. Solo sé que es diferente.

Entré en la casa y al ver que nadie se encontraba en la sala subí por las escaleras inmediatamente. Mi madre se encontraba en su estudio, trabajando, como siempre. Dejé mi bolso en el sillón que se encontraba junto a la ventana y me acerqué para darle un beso en la mejilla.
-llegas temprano- dijo colocando sus lentes en su cabeza para observarme mientras que yo me sentaba en el sillón.
-si… no tenía nada más que hacer- dije revolviendo mi cabello.
-mira- dijo señalando unos vestidos que se encontraba colgados y envueltos en una bolsa de plástico transparente. Eran hermosos, mi madre si que tenía estilo, y a pesar de que eran un tanto clásicos para mi gusto mantenían una elegancia que nadie podría comparar.
-son hermosos- exclamé sosteniendo uno de color carmesí entre mis dedos. La tela era suave y delicada. Cualquier persona daría miles por estar así de cerca de uno de estos diseños.
-puedes usar uno en el desfile si quieres- dijo con una enorme sonrisa en su rostro. Me quede quieta un momento analizando cuidadosamente sus palabras. ¿podré ir al desfile con ella? esto era algo inédito, nunca antes visto. Mi primer desfile de modas. Absolutamente genial.
-¿voy a poder acompañarte?- pregunté aun emocionada. Generalmente no me dejaba ir con ella muy a menudo, porque siempre había mucha prensa y ella pensaba que era mejor mantenerme alejada.
-claro… ya estas grande cariño- dijo con un leve destello en sus ojos. Me alegraba que se sintiera orgullosa de mí.
-¡gracias! Gracias de verdad- dije rodeándola fuertemente entre mis brazos lo que ella correspondió dulcemente. –va a ser un placer acompañarla Sra. Johnson.
-me alegro amor- dijo besando mi frente. –Pero no me llames así, soy tu madre- agrego entre risas a las que me uní felizmente.
Me fui a mi habitación con una alegría enorme. Acompañarla a uno de esos grandes eventos donde te encuentras con grandes artistas o gente de alta alcurnia. Yo rodeada de gente importante, simplemente wow
Me recosté en mi cama observando el techo, hoy había sido un día genial, recordando a Seth rápidamente busque en mi teléfono la foto que le había tomado observándola durante mucho tiempo. En ella mantenía una mirada penetrante, pacifica pero a la vez misteriosa, a pesar de todo algo me decía que me mentía. Algo en el no era real, pero por otro lado mi mente me decía que solo era el hecho de que pensara que era demasiado bueno para ser verdad. Me costaba creer el hecho de que esto me estuviera pasando a mí. Por una vez me dejaría querer y que el destino dijera las ultimas palabras. Poco a poco fui cerrando mis ojos para terminar en un profundo sueño.

Algo vibraba entre mis dedos. Sobresaltada tiré el objeto que contenía entre mis manos. Abrí mis ojos para darme cuenta que era mi teléfono lo que había sostenido segundos antes. Aun seguía sonando. Me levanté para comenzar una rápida búsqueda para darme cuenta de que era él quien llamaba
-alo- respondo en medio de un bostezo sentándome en el piso de mi habitación.
-______- responde aliviado, al parecer creía que se había equivocado de número. Se esbozo una sonrisa en mis labios, me alegraba poder escucharlo.
-Seth, hola- dije cuando me di cuenta de que había aguardado por mi respuesta. Me levanté para buscar el interruptor de la luz, ya era de noche. Aquella había sido una siesta muy larga.
-¿Cómo estas preciosa?- preguntó con aquella voz grave que le pertenecía. Mis mejillas se sonrojaron ante aquella expresión “preciosa”, él cree que soy linda.
-mucho mejor al escucharte- respondí avergonzándome enseguida de las palabras dichas, no quería incomodarlo.
-yo también- dijo soltando un suspiro -¿quieres salir conmigo mañana en la noche? –preguntó un tanto animado. Aquel era un gran plan.
-claro- respondí levantándome y analizando mis prendas de ropa para poder impresionarlo. -¿pasas por mi?
- claro, ¿a las 20.00 está bien?- agrego a lo que yo cada vez me encontraba mas emocionada.
-si, te espero- dije sonando más alegre de lo que esperaba.
-bueno, nos vemos mañana en la noche- dijo dando por finalizada la conversación. Suspire resignada aun quería escucharlo un poco más.
-adiós- dije para querer cortar mientras que del otro lado se escuchó creo que la quiero y luego el tono de que la llamada había terminado.

Suspire con una sonrisa boba en mi rostro. Me coloqué mi pijama para luego taparme con mis cobijas. ¿Había escuchado bien? ¿Hablaba de mí?
Apoyé mi cabeza en la almohada, supongo que lo sabría pronto ¿no? Casi obligándome a cerrar los ojos pude volver a dormir, esperando por un nuevo día.

por **sol <3** Sáb 17 Ago 2013, 5:26 pm

A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 7:

Bajé las escaleras sintiendo un nudo en el estomago. Sus rulos se asomaban por encima del respaldo del sofá que se encontraba frente al televisor. Mis manos se encontraban frías y mis piernas no respondían como yo lo deseaba, aun peor, una parte de mi me decía que silenciosamente me devolviera a mi habitación para encerrarme en ella alegando demencia. Me detuve en el último escalón, observe por última vez mi blusa blanca junto a mi chaqueta de cuero negra y unos jeans del mismo color con unas converse blancas. Seguía igual que la última vez que me había visto en el espejo. Tome una gran bocanada de aire y me dispuse a hablar.
-hola- dije ajustando mi bolso en mi hombro. Se levantó de su asiento para girarse en mi dirección. Inmediatamente una sonrisa se coloco en su rostro dejándome anonadada de lo guapo que se veía. Llevaba unos jeans negros con una camisa a cuadros roja y una chaqueta de cuero en la mano. Perfecto.
-hola- dijo acercándose para depositar un beso en mi mejilla. Me extendió el brazo el que entrelacé con el mío alegremente. –Te ves hermosa- dijo sosteniendo la puerta de su camioneta para que yo entrara. Todo un caballero.
-gracias, tu también te ves bien- dije sonrojándome por el cumplido, él solo me dedico una de sus calidas sonrisas. Colocó en marcha la camioneta en completo silencio, el atardecer había sido hermoso por lo que el cielo aun se encontraba rosado. -¿Dónde iremos?- pregunte viendo como nos dirigíamos al centro.
-a dar un paseo- dijo por fin estacionándose cerca del río tamesis. Algo se traía entre manos.
-supongo que no planeas tirarme al agua ¿cierto?- dije seriamente, me observo con cierto miedo, supongo que pensó que realmente creí eso. Solté una gran carcajada. Punto para mi, logre que se relajara.
-no claro que no, es algo mejor que eso- dijo entre risas. Se bajo y abrió mi puerta antes de que yo pudiera hacerlo. Podría acostumbrarme a eso. Comenzamos a caminar a lo largo del río, por el momento sin destino alguno. Su mano buscó la mía tímidamente logrando entrelazar nuestros dedos y que con el contacto de su piel con la mía me estremeciera por completo. Estaba nerviosa.
El hermoso paisaje de Londres que se exponía frente a nosotros daba un pequeño toque de romanticismo, la escena perfecta. A lo lejos comenzó a dibujarse la figura del London Eye, sentí como se me apretaba el estomago. Tranquila, no es allá donde vamos, solo es una de las cuantas cosas que encontraremos en nuestro camino hacia nuestro destino. Si, le temía a las alturas.
-¿alguna vez has subido?- pregunto cuando nos íbamos acercando poco a poco. Negué con la cabeza. Una sonrisa se desplegó en sus labios. ¡NO! -bueno, es tu día de suerte… subiremos- dijo apretando mas fuerte mi mano para comenzar a correr directo a la fila que se formaba para poder subir a dar una vuelta. Estaba entrando en pánico, mis manos se tornaron frías pero al parecer él no lo había notado.
-esto es una broma ¿verdad?- dije en un susurro una vez que nos posicionamos detrás de una pareja de abuelitos. Me miró sorprendido, me había escuchado. Rayos.
-¿no quieres subir?- preguntó con una leve tristeza reflejada en sus ojos.
-no es eso…- dije bajando la mirada. Delicadamente el subió mi mentón con su mano para poder mirarlo a los ojos -…solo es que… le temo a las alturas- dije esto ultimo tan bajo que creí que no me escucharía.
-tranquila princesa, no va a pasar nada- dijo acercándome a él para rodearme con sus brazos. Mi cabeza quedaba a la altura de su cuello por lo que pude sentir su aroma, era único, y sus brazos hacían que me sintiera segura.
-¿lo prometes?- le pregunté cerca de su oído. Separó su rostro de mi hombro para poder observarme a los ojos.
-lo prometo- dijo para posar su vista en mis labios lo que me obligó a despegar mi mirada de sus ojos. Sus labios se posaron en los míos de una manera dulce y delicada. Ojala hubiéramos podido quedarnos así más tiempo pero… lamentablemente nuestro turno había llegado.
Sostuvo fuerte mi mano para guiarme hasta la cabina, era amplia y podían haber entrado más personas pero el le susurró algo al hombre que manejaba la atracción dejándonos entrar solos en ella. Mis piernas temblaban, mis manos se encontraban nuevamente heladas y creía que podría vomitar en cualquier momento. Volvió a rodearme con sus brazos apoyando su cabeza en mi hombro, podía sentir su respiración en mi oído lo que provocaba un gran escalofrío en mi espalda dorsal.
-todo va a estar bien- dijo en mi oído. Suspiré resignada para luego apoyar mi cabeza en su hombro.
-confió en ti- respondí intentando relajarme. Tenía que disfrutar este momento. Nos mantuvimos en silencio durante un largo momento hasta que la cabina se movió bruscamente. Me sobresalté separándome de él.
-¿Qué ocurre?- pregunté mirando a mi alrededor, observando como cada vez mas separados del suelo nos encontrábamos. Me dio la vuelta haciendo que solo lo observara a él. Sus ojos verde azulado me decían que todo estaría bien. Algo en ellos me tranquilizaba.
-a comenzado a moverse- dijo con una sonrisa en su rostro. Le sonreí acercándome más a él para apoyar mi cabeza en su pecho. El movimiento de la cabina cada vez se hacía más soportable.
-¿puedo mirar?- pregunté intentando asomar mi cabeza sobre su hombro, era demasiado alto y yo un poco baja.
-solo si te sientes segura- respondió liberándome un poco de su agarre esperando mi respuesta. Una sonrisa fue suficiente. Me giré lentamente mientras el posaba sus manos suavemente en mi cintura. El paisaje era hermoso. Las luces de las casas y locales en la oscuridad de la noche resaltaban de una manera brillante. La luna se encontraba completamente llena y en lo más alto del cielo. Sin darme cuenta ya había oscurecido. Estaba feliz de haber conocido esto junto a él.
-¿sabes?- dijo provocando que mi mirada se encontrara con la de él –tu me gustas- agrego a lo que mi corazón saltaba de felicidad. Sus ojos mantenían un brillo especial lo que me aseguraba que sus palabras eran totalmente sinceras, o eso creí.

-tu también me gustas- dije finalmente dejando fluir el sonrojo en mis mejillas. Su mano acarició mi rostro delicadamente haciéndonos quedar a pocos centímetros del otro. Fue él quien se encargo en unir nuestros labios en un beso. Fue diferente. Éramos como un rompecabezas, exactamente dos piezas que calzaban a la perfección y que por fin se habían encontrado. Al percatarnos de que no comenzaba a faltar el aire, separamos nuestros labios juntando nuestras frentes con una gran sonrisa en el rostro. Nuestras respiraciones se mezclaban y la cabina aun seguía en movimiento, pero en mi interior se sentía como que todo se había detenido por un momento.

por **sol <3** Sáb 17 Ago 2013, 5:28 pm

A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 8:

El viaje llegó a su fin y con ello la magia del momento. Los nervios se habían ido, con él me sentía segura de una forma especial. No es que de un momento a otro hubiera superado mi miedo a las alturas pero sé que junto a él por lo menos logré disfrutar la estancia en aquella cabina. Aunque puedo asegurar que fueron sus labios los que me mantuvieron tan ocupada que no presté demasiada atención a lo lejos del suelo que nos encontrábamos. Al salir tomados de la mano, algunas personas nos observaron con determinación a lo que Seth se colocó la capucha que contenía su camisa.
-¿te gustó?- me pregunto una vez que nos alejamos de la multitud.
-claro, fue fantástico Seth- respondí dando un leve apretón en su mano. Por un momento creí que mi respuesta no había sido lo que él esperaba pues bajo la mirada como si algo malo hubiera ocurrido. Decidí ignorar ese gesto puesto que al volver a levantar la mirada sostenía una de sus encantadoras sonrisas. Debió haber sido mi imaginación.
-¿tienes hambre?- preguntó cuando nos adentramos en las concurridas calles de Londres. Muchos chicos se encontraban en las aceras con una cerveza en la mano o fumando, algunos me observaron lo que ignore completamente.
-quizá un poco- dije poniendo atención a un leve gruñido que salió desde mi estomago. Me tomo la mano más fuertemente para volver a correr. Qué le pasa a este chico. Pasamos por unas calles donde no había nadie a lo que un nudo en el estomago se hizo presente. Volvimos donde la multitud se encontraba para detenernos en un local de comida rápida. –Para la próxima avísame cuando tenga que correr- dije entre largas respiraciones.
-lo siento, tenía que pasar rápido por ahí- dijo quitándose la capucha dejando a la vista sus rulos alocados. Entramos. El local era algo oscuro para mi gusto pero según él hacían una comida exquisita. Nos sentamos al fondo donde nadie podría encontrarnos. Él sostuvo mi silla para que yo pudiera sentarme, vuelvo a repetirlo, podría acostumbrarme.
-¿qué desean ordenar?- preguntó una señora de edad con una libreta junto a un lápiz entre sus manos. Observe a Seth quien asintió con la cabeza y pidió una orden por mí.
-una porción grande de papas fritas, un completo y un sándwich de carne y queso… una coca-cola y… -dijo posando su mirada en mi.
-que sean dos coca-cola – respondí sonriente para que la señora se retirara conforme con nuestra orden. -¿no crees que es mucha comida? – le pregunté entrelazando mis manos sobre la mesa.
-no, no lo creo- respondió sin vacilar. Cuando trajeron nuestra orden pude ver que el sándwich era enorme, pero sabía delicioso. –Apuesto a que no lo terminas- dijo engullendo su completo con mucho entusiasmo.
-claro que lo termino, ¿Qué es lo que está en juego?- pregunte sin pensarlo dos veces.
-mmm… si yo gano tienes que aceptar ser mi novia- dijo luego de un rato. Lo observé sorprendida, hace solo una semana que lo conozco y ya quiere que sea su novia. Simplemente wow. Suspire.
-acepto- dije estirando mi mano para que estrecháramos nuestras manos ya que habíamos sellado un trato. –y si yo gano… tendrás que ser mi chofer por una semana- dije para la sorpresa de él.
-trato- dijo volviendo a engullir un trozo más de su completo. Observé detenidamente mi sándwich. No había comido desde el almuerzo, si podía con esto.
Sonreí maliciosamente una vez que mi plato se encontraba vacío. Había ganado. Sus ojos se abrieron como platos cuando vieron mi plato, él sabía lo que eso significaba. Sería mi chofer por una semana.
-¿me llevas a mi casa?- le pregunté una vez que nos encontrábamos fuera del local. Reí ante mi pregunta mientras que su rostro se fundía en una sonrisa. –creo que no debía preguntarlo… ahora eres mi chofer- dije caminando de espaldas observándolo a él.
-seguro no comiste nada en todo el día- dijo metiendo las manos en sus bolsillos.
-aun así gane- dije riendo, estaba feliz y no era precisamente por haber ganado sino por haber pasado una gran noche junto a él. Seguía caminando de espaldas, sin ver hacia donde iba cuando tropecé y caí de espaldas al pavimento. Chille al perder el equilibrio para luego largarme a reír de la manera en que me encontraba.
-____ ¿estás bien?- preguntó asustado acercándose a mi. Le extendí mis manos para que me ayudara a levantarme. Mi trasero dolía bastante. -¡te encuentras bien?- volvió a preguntar con una mueca de preocupación en su rostro.
-si, solo que me duele el trasero- respondí caminando dificultosamente. Se me acercó rodeándome por la cintura para que en un solo movimiento me colocara en su espalda.
-¡Seth! ¡Bájame! – grité mientras nos acercábamos a su camioneta.
-creí que te dolía el trasero- dijo acelerando el paso.
-¡me voy a caer!- grité nuevamente mientras se detenía para abrir la puerta. No fue hasta que me pudo dejarme en el asiento del copiloto cuando por fin me bajó de su espalda.
-eres increíble- dije apoyando la cabeza en el respaldo del asiento. Se subió y una sonrisa se formo en su rostro.
-lo sé dijo para colocar la camioneta en marcha sin antes robarme un beso.

Se detuvo frente a mi casa. La luz de la sala se encontraba encendida, seguramente mi madre aun trabajaba o tan solo veía televisión con la intención de interrogarme cuando llegara.
-gracias por venir a dejarme- dije soltando el cinturón de seguridad que me mantenía firme al asiento del copiloto.
-no hay de que- respondió con una enorme sonrisa en su rostro. Sonreí. Nuestras miradas se encontraron por un momento liberando un sentimiento del cual no estaba entendida hasta ese momento, sus ojos me decían que él sentía lo mismo que yo por él lo que hacía saltar mi corazón de felicidad, pero aun así me asustaba que fuéramos demasiado rápido. Su mano se poso en mi mejilla, acariciándola suavemente con su pulgar. De un momento a otro sus labios se encontraban sobre los míos. Eran suaves y calidos, aunque a la vez tímidos y cautelosos.
-adiós- dije separándome de él besando su mejilla esta vez. Corrí hasta la entrada de mi casa, la helada noche traspasaba mi chaqueta de cuero lo que me hacía desear entrar en la calidez de mi casa rápidamente. Cuando mantuve la puerta abierta, volví mi mirada hacia atrás, él me estaba observando. Agité mi mano y él puso la camioneta en marcha.

La mirada cautelosa de mi madre me hizo separarme de la puerta, arreglando mi chaqueta en un intento de colocar una mirada seria.
-¿Cómo te fue, cariño?- preguntó dejando en la mesa su revista, prestándome la completa atención.
-bien- dije recordando las cosas que habíamos hecho, sus besos, sus abrazos. Por favor, no te sonrojes!!
-¿puedo saber su nombre al menos?- agrego con una sonrisa traviesa. A pesar de todo mi madre era buena conversando estos temas, solo que, a veces me resultaba bastante incomodo.
-claro, se llama Seth- dije avanzando en dirección hasta el sofá. Dejé mi bolso en él y me situé en la esquina más cercana al otro sillón.
-¿podré conocerlo algún día?- agrego bastante suspicaz para mi gusto. Un pánico me rodeo por un momento.
-supongo que aun no, mamá- dije entrelazando mis manos sobre mis piernas. Razón número uno para no hablar estos temas con mi madre, lograba colocarme nerviosa mucho antes de la mitad de la conversación.
-¿no son novios?- volvió a preguntar. Solo baje la cabeza. Supuse que había entendido la indirecta. –ten cuidado cariño, no quiero verte sufrir.
-tranquila, sé lo que hago- dije para levantarme de mi asiento, tome entre mis manos mi bolso y deposité un pequeño beso en la frente de mi madre –voy a dormir, que descanses- dije dando la vuelta para dirigirme hacia las escaleras.
-que descanses, cielo- dije ella volviendo a subir el volumen al televisor. Al parecer esta sería una noche de películas.

por **sol <3** Sáb 17 Ago 2013, 5:29 pm

A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 9:

Una semana había pasado, una semana viéndonos la mayoría del tiempo, una semana en la cual me había dado cuenta de que Seth me gustaba y mucho. Al fin era sábado nuevamente, el sol brillaba afuera a pesar de que no abrigara demasiado el ambiente. Me encontraba feliz.

-hola mamá- dije una vez que me encontraba en la puerta de la cocina observando a mi madre. Estaba con el cabello tomado, justo al lado de la estufa con un libro de recetas. No era muy buena en la cocina.
-hola, cariño- respondió cambiando rápidamente de página. Hoy desayunaría cereal con leche.
-no te compliques- le dije abriendo uno de los cajones en busca de la caja de cereal que estoy segura yo misma había comprado hace algún tiempo
-sobreviviré a base de cereal con leche- agregue con una sonrisa viendo como se molestaba conmigo.
-no es suficiente- respondió quitándome el cereal de las manos. Ofendida rodeé la mesa y me senté en la silla más lejana a donde se encontraba mi madre. Hoy si que sería una mañana larga, y con bastante hambre. Luego de unos minutos vi que mi teléfono se iluminaba, sin que mi madre se diera cuenta me escabullí hacia la sala donde me recosté en el sofá frente al televisor. Era un mensaje de Seth.

Salgamos hoy???

Salvada por un mensaje. Sonreí ante la idea de que no tendría que esperar tanto para poder comer algo relativamente “decente”, no es que mi madre cocinara mal… solo que no es su fuerte. Lidia era quien cocinaba.

Me parece bien… a que hora pasa por mi???

Respondí inmediatamente. Unos ruidos de ollas golpeándose me sobresaltaron segundos después. Realmente salir hoy era una grandiosa idea.
-¡mamá! ¿¡Estas bien!?- grité desde lo que podría llamar mi “lugar seguro”. Otros sonidos que no fui capaz de reconocer resonaron nuevamente en la cocina. -¡mamá!- volví a llamar. Su cabeza se asomo por el umbral de la puerta. Suspiré aliviada, no era algo grave.
-tranquila, todo esta bien- dijo arreglando un mechón de cabello que se había escapado de su lugar. Volví la vista hacia mi teléfono, él ya había respondido.

Paso por ti a la 13.00… almorzaremos juntos :D

Inmediatamente le respondí accediendo a su propuesta. Miré el reloj. Aun faltaban dos horas, tiempo suficiente para excusarme de comer con mi madre y poder arreglarme lo suficiente como para encontrarme con Seth.
Mi madre accedió agradecida, por lo menos ahora solo prepararía una ensalada o quizá ordenaría comida china, la cual yo detesto. Un último vistazo en el espejo y bajaba, Seth ya se encontraba afuera sentado en su camioneta esperándome para ir a donde sea que se le hubiera ocurrido ir en un sábado. Mis jeans azules combinaban perfectamente con mi blusa calipso. Tome mi bolso junto con mi chaqueta y me dirigí escaleras abajo.
-adiós- grité desde la entrada. Se apoyó en el umbral de la cocina con una sonrisa en su rostro.
-cuídate, cariño- dijo para volver a esconderse detrás de esas ollas y libros de cocina.
Atravesé el jardín para golpear su ventana, logrando que se separara por un instante de su celular. Me dedicó una sonrisa y bajó para saludarme. Llevaba unos pantalones plomos con una polera negra ceñida al cuerpo. Realmente sexy. Mi mirada pasó de su aparentemente marcado abdomen hasta su rostro que me esperaba con una sonrisa de oreja a oreja. Mis mejillas enrojecieron inmediatamente, había notado mi leve inspección.
-hola- saludé, intentando no parecer inquieta. Bese su mejilla, mi madre podría estar espiando por la ventana. Puede ser posible. Rodeó junto a mí la camioneta para abrirme la puerta del copiloto, realmente ya me había acostumbrado a eso. –Cada vez que me suba a un auto voy a querer que me abran la puerta- bromeé acomodándome en el asiento. Su melodiosa risa inundó mis oídos por un momento.
-entonces estaré ahí para hacerlo – respondió cerrando la puerta para subirse en su asiento. Y partimos rumbo a… “donde sea que fuésemos”
-¿Dónde me llevas?- pregunté cuando vi que no nos dirigíamos al centro de Londres, sino que más bien a las afueras de este.
-¿conoces la playa?- preguntó acelerando un poco llevándonos hacia la carretera. Negué con la cabeza. Si soy sincera no he recorrido Inglaterra y he viajado a Paris, Francia. –Pues… allá iremos- respondió a lo que mi boca se abrió amenazando con caerse en mis piernas. Puedes repetirlo.. ¿Playa? Sus ojos se iluminaron al ver mi desconcierto. Él estaba disfrutando esto.
-¿de verdad?- logré articular aun atónita por su descabellada respuesta.
-de verdad, no bromeo- respondió a lo que una sonrisa se formó en mi rostro. Conocería la playa, ¡genial!
Después un largo tiempo comenzó a dolerme el trasero de tanto estar sentada, comenzaba a hacer un poco de calor dentro y mis piernas se dormían.
-¿Cuánto falta?- pregunté por quinta vez desde, lo que según yo, habían sido horas. Seth decía que solo habíamos viajado, incluso, menos de una hora. No le creí, mi trasero decía otra cosa.
-no seas impaciente, preciosa- respondió, a pesar de todo, con una voz dulce. Él si que tenía bastante paciencia.
-Seth, se me está durmiendo el trasero- me quejé viendo que aun faltaba un gran tramo de carretera para poder ver algo de civilización.
-mira ahí es donde vamos- dijo provocando que fijara mi mirada en el horizonte. El sol se encontraba en su máximo punto lo que me había dificultado ver lo que él me mostraba. Un pequeño pueblo un poco alejado del camino pero que a la vez se encontraba justo en la orilla de la costa. Ahí era donde íbamos. Se estacionó en la orilla de la playa. A pesar de que no estábamos muy lejos de Londres aquí si el sol abrigaba un poco, bastante para mi gusto, una gota de sudor ya se quería formar en mi frente. Bajé enseguida. Una brisa marina nos relajaba con el sonido de las olas, algo mágico.
-debí haber venido vestida de otra manera- dije observando la arena, el sol, la playa y aquello que aprovechando el buen clima se recostaban en la soledad de aquella playa.
-estas bien- dijo sosteniendo mi mano para llevarme por la acera a lo que quizá serían los locales de comida. –Vamos a comer, tengo hambre- agrego para continuar nuestro camino en busca de la comida.
Nos detuvimos frente a una pizzería, lo que más podíamos conocer por este pequeño pueblo. Una de las mesas vacías se encontraba en una de las esquinas mas escondidas del lugar. Raramente esa fue la que escogimos. Por algún motivo me sentía extraña, algunas de las personas que se encontraban a nuestro alrededor nos observaban detenidamente sin importar que nosotros lo notáramos, algo completamente extraño.
-¿Por qué nos observan?- le pregunté inspeccionando mi atuendo por si algo estaba mal. Eso podría haber llamado la atención ¿no?
-no, nos observan ___ - respondió revisando el lugar con la mirada. Creo que estaba alucinando. La pizza llegó más pronto de lo esperado y mi estomago recupero el apetito que había tenido esta mañana, el mismo que con las ansias de mi madre había desaparecido por completo.
-esto está delicioso- dije entre medio de un mordisco, el solamente sonrió con un gran trozo en su boca -¿vienes seguido aquí?
-a veces- respondió limpiando un rastro de queso desde las comisuras de su boca. –solo cuando necesito un momento de paz
-¿un momento de paz?- recalqué antes de beber de mi vaso con coca-cola
-si… ya sabes- divago un segundo observando la comida –lejos de todo el ruido y el tráfico de Londres- terminó posando su mirada detrás de mí.
-supongo que es normal- dije bajando la mirada –cualquiera desea escapar por un momento

-exacto- respondió con una mirada triste. Decidí no indagar más en el tema porque al parecer había tocado territorio complicado, algo grave lo hacía querer escapar.

por **sol <3** Dom 18 Ago 2013, 4:26 pm

A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 10:

Salimos del local directo a la playa. El sol ya había bajado y el calor ya no era sofocante. Las olas se estrellaban con la orilla tranquilamente, dando esa paz que Seth había mencionado minutos antes. Realmente era relajante. Me agaché y desaté mis zapatillas para luego quedar descalza. Él hizo lo mismo.
-realmente ¿nunca antes habías estado aquí?- insistió Seth entrelazando nuestras manos para comenzar a caminar sobre la arena. Espere un momento. Al sentir el contacto de mi piel con aquellas pequeñas piedritas que se entrecruzaban con mis dedos, era algo inigualable.
-jamás había visitado la playa, Seth- respondí jalándolo lo más fuerte que pude para que avanzáramos hacia la orilla y así poder tener contacto con el agua.
-¿quieres ir al agua?- preguntó con una sonrisa pícara en sus labios. Con miedo, asentí finalmente. En una sola maniobra me coloco sobre su hombro comenzando a correr directamente hacia el mar.
-¡¡¡Seth bájame!!!- grité desesperada mientras cada vez más rápido corría. Las pocas personas que se encontraban cerca se reían o nos observaban extrañados. ¡Quien no lo haría! Pensé colocándome en la situación de que yo fuera quien estuviera observando y no a quien le estuviera sucediendo. -¡¡bájame!!- él no respondió ante mis gritos así solo me rendí, tampoco deseaba dejarle la espalda llena de moretones por mis golpes en ella. Segundos después sentí algo frío contra mis pies. Agua. Me dejo caer para que yo quedara completamente empapada.
-¡¡estas loco!!- grité corriendo hacia la orilla, tiritando de lo helada que estaba el agua.
-vamos _____ diviértete un poco- dijo el sosteniéndome por la cintura. Suspire resignada y me giré para agarrarlo por la nuca acercándolo para unir mis labios con los de él. Debo admitir que fue un completo impulso. Sus labios me respondieron al instante e incluso más de lo que creía y anhelaba. Sin separar sus manos de mi cintura me acercó a él para que nuestros cuerpos se rozaran. Yo mantenía unidos mis brazos detrás de su cabeza sintiendo toda la fuerza de aquel beso. ¡Eso si que es besar!
Una ola nos golpeó tan fuerte que tropezamos y caímos quedando completamente empapados. De pies a cabeza. Riendo levanté mi cabeza para volver a notar que la gente nos observaba, tremendo espectáculo que estábamos dando.
-creo que deberíamos ir a la orilla- dije en un intento de levantarme. Me sonrió ampliamente mientras se levantaba y me colocaba en su espalda, así nos fuimos hasta estar lo bastante lejos del mar.
-estamos completamente mojados- comentó recostándose en la arena en un intento de que el “calido” sol nos secara la ropa y así evitar un resfriado.
-eso fue genial- dije colocándome junto a él.
-si, es verdad- dijo sentándose con las piernas cruzadas –ven acá- dijo acercándome hasta que yo quedara entre sus piernas y así mi cabeza se apoyara en su pecho. A pesar de lo mojados que estábamos, aquello era adorable. Nos mantuvimos en silencio durante un largo tiempo, sé que nos conocemos poco, recién llevamos unas dos semanas saliendo y ya siento que podría enamorarme. Me gusta y mucho, no lo puedo negar. Sonreí embobada, aquel momento era perfecto. El sol ya estaba por esconderse entre las olas completamente, el cielo ya se encontraba rosado, todo era tan especial.
-____- dijo Seth provocando que yo girara mi rostro para quedar a unos pocos centímetros de distancia.
-¿si?- dije incitándolo a que continuara.
-yo… pues… ¿quieres ser mi novia?- pronunció estas ultimas palabras cerrando los ojos para que luego, extrañamente, negara con la cabeza. Me sorprendí con ese gesto pero pareció que yo no lo había notado. Decidí olvidarlo. Mi corazón comenzó a acelerarse por lo que solo atiné a darle un pequeño beso en los labios en respuesta. Se alejó rápidamente observándome sorprendido. –Eso… ¿Qué quiere decir?- preguntó a lo que me reí de su pregunta. Definitivamente no lo había comprendido.
-si- dije mientras que su mirada aun parecía no comprender lo que yo quería decir –si, quiero ser tu novia Seth- dije a lo que él me rodeó fuertemente con sus brazos y yo solo reí incontroladamente. Aquello era fantástico.

Emprendimos el viaje de regreso, la noche ya estaba por cubrir el cielo y mi madre podría preocuparse. El aire marino me tenía demasiado relajada como para volver tan pronto a Londres, todo era tan diferente en ese lugar, tan único, que cualquiera querría quedarse para siempre allí. Realmente excelente para escapar, como Seth había dicho. Me fui observando como nos alejábamos del pueblo por la ventana, aun se podía escuchar el murmullo de las olas estrellándose contra la arena, un sonido inigualable. No tardé mucho en desconectarme de lo que me rodeaba, terminé por quedarme dormida todo el camino de regreso.
-_____- escuché muy lejos para tan solo moverme un poco y creer que aquello era otro sueño. –vamos dormilona, ya estas en casa- bastó con que dijera eso para que yo abriera mis ojos de par en par.
-¿tan rápido?- pregunté al percatarme de que la camioneta ya no andaba y se encontraba detenida frente a mi casa. Eso si que había sido rápido. -¿Cuánto dormí?
-no lo se, tal vez unas dos horas- respondió restándole importancia, aunque, no importaba pues en el instante que yo recostara mi cabeza en la almohada volvería a caer rendida al mundo de los sueños.
-gracias por todo- dije acercándome para darle un beso en la mejilla pero que él al corrérmela decidió que acabara en los labios. –adiós- agregué para bajar y dirigirme hasta la puerta donde agité mi mano para que él se fuera seguro de que yo estaba a salvo.

-¡¡llegue!!- anuncié subiendo finalmente las escaleras desesperada por volver a dormir.

por **sol <3** Vie 23 Ago 2013, 5:04 pm

A veces hay que conocer a alguien muy bien para darse cuenta de que realmente estas con un extraño

Capitulo 11:

Lunes nuevamente. Hoy mi primera clase comenzaba a las 10.00am por lo que me levanté mas tarde y pude arreglarme relajadamente sin el constante apuro por ir contra el reloj. Tomé mi bolso y bajé las escaleras. Hoy lo volvería a ver, a mi novio, sé que por un momento lo olvidé completamente aturdida por aquel viaje pero más tarde me di cuenta del peso que estaban llevando las cosas.
-¿Qué es lo que te tiene tan feliz, amor?- preguntó mi madre desde la encimera donde preparaba unos huevos para el pan.
-la vida…- dije finalizando con un suspiro. Me senté en la mesa esperando ansiosa el “desayuno” que preparaba mi madre, que debo recordar no era una chef ni nada de eso.
-puedo creer que aquel chico… sería la vida- agrego girándose con una de sus cejas alzadas. Había dado en el clavo, los momentos que habíamos pasado el sábado en la playa recorrieron mi mente terminando por sonrojarme, gracias al cielo, mientras mi madre se encontraba de espaldas.
-mmm… mami- dije entrelazando mis manos, preparándome para soltar la grande. Que tenía novio. Me observó con miedo en su mirada, sabía exactamente lo que estaba pasando por su mente. –No es nada de lo que estas pensando- agregue para que ella soltara un suspiro de alivio.
-¿entonces que es?- preguntó apoyándose en la silla que se encontraba frente a mí. Me enderecé en mi asiento, posicionando mis manos sobre la mesa.
-necesito que sepas que… yo… bueno… tengo novio- dije tan rápido que creo ni siquiera logró entender lo que dije. No pude esperar a que analizara mis palabras por lo que miré el reloj y ya se estaba haciendo tarde. Me levanté como un resorte, dándole un beso en su mejilla y corriendo hacia la entrada ignorando su llamado de reproche. Sé que en la tarde lo hablaríamos y ahí yo ya estaría preparada.
Llegué justo a la clase de español (nótese que ella habla en ingles por lo que está aprendiendo español), todos ya se encontraban sentados en sus pupitres por lo que tuve que sentarme en uno de los asientos de atrás. En un momento, mientras el profesor anotaba lo que eran los verbos, una bola de papel llegó a mi mesa. Observé a mí alrededor esperando encontrar a quien lo hubiera arrojado por equivocación en mi dirección, pero pareció que realmente estaba dirigido hacia mí. Lo abrí cuidadosamente para ver una desdeñada letra que decía:

Te ves linda hoy

En algún otro momento me habría sentido nerviosa o avergonzada de que alguien a quien yo no conocía le interesara, pero Seth ya estaba en mi vida y aquello realmente no me entusiasmaba. Suspiré depositando el papel en mi bolsillo, al salir lo tiraría al basurero.
En el almuerzo por fin me reuní con Jennifer quien aguardaba en una mesa sola junto a su comida. Me senté frente a ella con una enorme sonrisa en mi rostro, aun no le contaba sobre lo del sábado.
-no sabes nada de lo que hice el sábado- dije provocando que ella levantara su mirada y me escuchara atenta, sin antes agobiarme con sus preguntas.
-¿saliste con Seth? Cuéntamelo todo, con lujo de detalles- dijo dejando a un lado su ensalada. Sonreí nerviosa, aun no me acostumbraba a sus reiterados interrogatorios.
-si- dije para comenzar a narrar todos los sucesos que pasaron en aquel pueblo en donde se encontraba la playa. Le hablé de lo mojados que nos encontrábamos luego de nuestra experiencia en las olas, me reí de solo recordarlo. –y así es como terminé teniendo novio- dije finalmente mientras nos levantábamos para ir a dar una vuelta antes de volver a clase.
-no sabes cuan emocionada estoy, sabía que te gustaba y mucho desde el primer momento en el que me hablaste de él- dijo enganchando su brazo con el mío para llevarme hacia las gradas de la cancha de futbol.
-creo que lo supiste tu antes que yo- dije rodando los ojos.
-solamente no querías aceptarlo- dijo deteniéndose en seco casi provocando que me cayera al pasto.
-¿Qué ocurre?- pregunté observándola. Se mordía su labio inferior de manera coqueta, seguí su mirada, era un chico. Tenía el cabello liso y negro azabache, llevaba una camiseta roja ceñida al cuerpo y unos ojos ligeramente azules. Atractivo.
-ese chico es un bombón- dijo aun embobada observándolo. Reí ante su expresión –debe fijarse en mí- agrego para soltarme el brazo velozmente y alejarse con una leve disculpa de que ese chico debía de estar con ella. Solo esperaba que luego no se arrepintiera.
No la había vuelto a ver en el resto de la tarde por lo que creí que se podría haber retirado temprano hoy. Ella podría haber tenido suerte con aquel chico.
Camine directo hacia la salida cuando vi al chico que Jennifer había señalado como un “bombón”, paso junto a mi observándome de una manera en la que me hizo sentir extraña. Me sonrió y estoy segura de que observó mi trasero cuando paso a encontrarse detrás de mí. Repugnante.
Cuando me hallé en la acera recibí un mensaje, era de Seth.

Da la vuelta

Me giré para volver a verlo con un polerón plomo con capucha acompañado de unos lentes oscuros, muy típico de él. Le sonreí y lo rodeé con mis brazos, él lo respondió enseguida.
-¿Cómo estas?- le pregunté cuando nos separamos, las comisuras de sus labios se encontraban en una completa sonrisa.
-bien- respondí inmediatamente.
-¿damos una vuelta?- preguntó entrelazando nuestras manos para comenzar a caminar a lo largo de la acera. Su mano era calida y suave, vacilé por un momento mi respuesta… deseaba decirle que si pero tenía una conversación pendiente con mi madre y no podría posponerla tanto tiempo.
-lo siento… tengo que hablar con mi mamá- dije bajando la mirada un poco triste. -¿otro día?- agregue mirándolo esperanzada.
-claro, ¿te llevo?- respondió dirigiéndome hacia su camioneta.
Mi mamá se encontraba escogiendo unas telas en su taller cuando llegué. Mis manos se congelaron en el momento que escuché su voz llamandome desde arriba, por lo menos deseaba comer algo antes del reproche. Subí rápidamente pero antes pase a mi habitación, dejé mi bolso y suspire en busca de algún alivio. Intenté irme lo más lento posible, queriendo que los segundos se prolongaran cada vez más aunque supiera que aquello era algo imposible de obtener.
-toc toc- dije empujando la puerta para verla apoyada en la mesa junto a dos grandes telas, una azul y otra de encaje. –Hola mamá- agregue acercándome para darle un beso en su mejilla. Su mirada era seria, sabía lo que pasaba por su mente o quizá no.
-tenemos que hablar- dijo mientras se quitaba los lentes y yo me dirigía hacia el sofá en uno de los rincones de la habitación. Subí las piernas, siempre hacía eso cuando me sentía asustada o simplemente nerviosa.
-¿al menos conoces a ese muchacho?- preguntó enseguida. Al grano, como a ella le gustaba.
-aun nos estamos conociendo, pero no es una mala persona mamá- respondí eligiendo mis palabras cuidadosamente. Esta conversación no la habíamos tenido cuando tuve novio en la secundaria, esto era diferente. –hemos salido bastante y nos gustamos… no veo nada de malo en ello- agregue posando mi mirada en la alfombra. Por un momento parecieron interesantes esos círculos azules.
-no lo conoces ______- respondió con una voz firme y quizá un poco molesta. –apenas llevan saliendo… cuanto ¿¡una semana!?- sentí mi estomago contraerse, detestaba cuando se colocaba así. Si solo pudiera entenderme.
-son dos semanas- respondí en un susurro. Me miró con firmeza como si no pudiera creer lo que yo le había dicho.
-¡dos semanas! ¿Y ya crees que te gusta? ¿Me vas a decir que es el amor de tu vida? No ____ no va a ser así- dijo levantándose de su asiento un tanto exasperada.
-¡dios! ¡No me voy a casar con él mañana! Puede que no lo haga alguna vez… puede que esto acabe en un mes… pero en este momento él me gusta mamá y quiero estar con él- dije levantándome para poder encontrarme a su altura. Por lo menos me encargaría de que escuchara todos mis argumentos, nada se quedaría en el olvido.
-¿te has cuidado al menos?- preguntó dejándome un poco sorprendida.
-¿Qué es lo que dijiste?- le pregunté para asegurarme de que aquellas palabras habían sido dichas, no lo podía creer.
-si estas teniendo relaciones, ¿te estas cuidando?- reiteró lo más calmada. Ella era mi madre y ni siquiera creía en las cosas que ella me había inculcado, esto si que era extraño.

-eso aun no ha pasado- dije por terminar saliendo del taller para dirigirme a mi pieza. Aquello iba más allá de mis límites, eso era horrible, especialmente si venía de mi madre. Yo no era así, ni lo sería en algún momento.

_________
oigan wachas comenten pos... me siento solita :CCC

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Mentiras -Harry y tu-

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