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Vampire academy 1 (Nick y tu)
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Re: Vampire academy 1 (Nick y tu)
Me Encanta! (Soy Nueva Lectora) Me fascina continúala! Besos! :*
Andrea.A
Re: Vampire academy 1 (Nick y tu)
jujuandrea escribió:Me Encanta! (Soy Nueva Lectora) Me fascina continúala! Besos! :*
Bienvenida!!!
Me alegra tener nuevas lectoras y
como ya sabes mañana subire capitulo =)
Yani Stephen
Re: Vampire academy 1 (Nick y tu)
Y entonces fue cuando se lo solté todo por fin. Se lo conté todo. Le informé de que ella, la señora Karp y el santo eran capaces de usar las facultades de sanación y de supercoerción. Aunque se retorció, le conté con detalle cómo los otros dos se habían alterado cada vez más y habían intentado autolesionarse.
- El santo intentó suicidarse -le informé sin mirarle a los ojos- y yo solía notar cicatrices en la piel de la señora Karp, como si se hubiera clavado las uñas en su propio rostro. Procuraba ocultarlas con la forma del peinado, pero yo podía distinguir perfectamente las antiguas de las recientes.
-Eso no significa nada -insistió Demi-. Todo es una mera coincidencia.
Daba la impresión de que deseaba creerlo así, es más, de que una parte de ella así lo pensaba, pero había otra parte de Demi que hacía mucho tiempo que anhelaba tener la certeza de que no era un bicho raro ni era la única. Incluso si las nuevas resultaban ser malas, al menos ahora sabía que había otros como ella.
- ¿También es una coincidencia que ninguno de ellos se especializara?
Reproduje entonces la conversación sostenida con Carmack y le expliqué mi teoría sobre la especialización en los cuatro elementos. También le repetí el comentario de la profesora: el dominio pleno sobre todos los elementos consumía a quien lo ejercía.
Demi se frotó los ojos cuando terminé, por lo que se le corrió levemente el rímel, y me dedicó una débil sonrisa.
- No sé qué es mayor locura: la que acabas de contarme o el hecho de que hayas leído algo para averiguar todo esto.
Le contesté con una gran sonrisa, aliviada de que tuviera coraje para responder con una broma.
- Eh, que yo también sé leer.
- Eso lo sé, y también que te llevó un año leer El códígo Da Víncí.- Se rió.
-¡Eso no es culpa mía! Y no intentes cambiar de tema.
- No lo hago -sonrió para luego suspirar-. Pero no sé qué pensar de todo esto.
- No hay nada que pensar. Limítate a no hacer nada que vaya a alterarte luego. ¿Recuerdas cómo era aquello de avanzar por mitad de todo esto buscando el lado más fácil? Vuelve a hacerlo. Te va a resultar mejor.
Ella negó con la cabeza.
- No puedo hacerlo, aún no.
- ¿y por qué no? Ya te he dicho... -enmudecí y me pregunté por qué no me había dado cuenta antes-. No haces esto sólo por Miley, sino porque sientes que ése es tu deber. Todavía sigues intentando ser André.
- Mis padres habrían querido que...
- ... fueras feliz, eso habrían deseado.
- No es tan fácil, _________. No puedo ignorar a esa gente para siempre, también yo procedo de una familia de sangre real.
- La mayoría sólo chupan del bote.
-Y otros muchos ayudan al buen gobierno de los moroi. André sabía eso. Él no era como los otros, pero hizo lo que debía hacer porque era consciente de la importancia que tenían.
Me recliné sobre el respaldo del asiento.
- Bueno, tal vez sea ése el problema. Se decide quién corta el bacalao ateniéndose únicamente al linaje, a la familia, y he ahí el resultado: esos tarados toman las decisiones. De ahí que el número de los moroi descienda y reinen viejas brujas como Tatiana. Tal vez se necesita otro sistema de realengo.
-Vamos, ______. Éste es el camino, lo ha sido desde hace siglos. Hemos de vivir con ello -la miré fijamente-. Entonces, ¿qué te parece esto? -prosiguió-. Te preocupa que me convierta en uno de ellos, en alguien como la señora Karp o San Vladimir, ¿vale? Bueno, ella me previno que no usara los poderes so pena de que las cosas fueran a peor. ¿Y qué ocurre si me detengo y sanseacabó? Dejo la coerción, la sanación, todo.
Entorné los ojos.
- ¿Serías capaz de hacerlo?
Ésa había sido mi pretensión todo el tiempo: el abandono de la ventajosa coerción. La depresión de Demi había comenzado en cuanto se manifestaron sus poderes, justo después del accidente. Estaba obligada a creer en la existencia de una conexión entre ambos hechos, en especial a la luz de las pruebas y los avisos de la señora Karp.
-Sí.
Tenía el rostro en calma y la expresión seria e impertur¬bable. Con el pelo recogido en una pulcra trenza francesa y una chaqueta de gamuza encima del vestido, parecía capaz de ocupar el puesto de su familia en el concilio en ese mis¬mo momento.
- Deberías dejar de usar todos los poderes -le previ¬ne-. Nada de sanar animalitos por muy monos y cucos que sean, y mucho menos aturdir a los de sangre real.
Ella asintió con gesto serio.
- Puedo hacerlo. ¿Eso hará que te sientas mejor?
-Sí, y me sentiría aún mejor si dejaras de practicar magia y volvieras a salir con Selena.
- Lo sé, lo sé, pero no puedo pararme, al menos no por ahora.
No conseguía hacerla cambiar de parecer en eso, por el momento, pero me tranquilizaba saber que iba a evitar el uso de sus poderes.
-vale -contesté mientras tomaba mi mochila, pues llegaba tarde a la práctica una vez más-, sigue jugando con la manada de mocosos tanto tiempo como puedas mantener controlado lo otro -vacilé-. Te has apuntado un tanto con Aaron y Miley, pero ya sabes, no necesitas salir con él para alternar con los patricios.
-¿Por qué sigo teniendo la sensación de que ya no te gusta?
- Me resulta agradable, que más o menos es lo mismo que te gusta a ti. No me parece oportuno mostrarse apasio¬nada y ardiente con alguien que es «agradable».
Demi abrió los ojos con fingido asombro.
-¿Y dice eso _______? ¿Te has reformado o tienes a alguien que es «más que agradable»?
- Eh -repuse, un tanto incómoda-, me limito a velar por ti, y no me había dado cuenta de lo muermo que es Aaron hasta ahora.
Hizo un gesto de mofa.
-Todo el mundo te parece soso.
- Kevin no.
Se me escapó y no pude morderme la lengua. Demi dejó de sonreír.
- Es un bobo. Dejó de hablar sin razón alguna de un día para otro -se cruzó de brazos-. ¿Y ya no le odias?
- Puedo seguir odiándole y pensar que es interesante. Empezaba a creer que había cometido un grave error con Kevin. Era un tipo sombrío y esquinado, y le gustaba prender fuego a la gente, cierto, pero, por otro lado, también era inteligente y listo, aunque de un modo retorcido, y en cierta forma ejercía un influjo tranquilizador sobre Demi.
Sin embargo, yo lo lié todo al dejar que mi rabia y mis celos sacaran lo peor de mí y acabé separándolos. Tal vez Demi no se habría herido ni estado tan confusa aquella noche des¬pués de la recepción si yo le hubiera dejado ir a buscarla en el jardín. Tal vez ahora estarían juntos, lejos de todos los chanchullos de la Academia.
El destino debía de haber pensado lo mismito, pues me crucé en el patio con Kevin a los cinco minutos de haber dejado a Demi. Nos sostuvimos la mirada durante un momento antes de seguir cada uno por nuestro lado. Estuve a puntito de seguir andando. Me faltó muy poco, pero respiré hondo y me detuve.
- Kevin, espera -le llamé.
Maldita sea, iba a llegar muy tarde a los entrenamientos. Nick iba a matarme.
Kevin se dio la vuelta para atender a mis palabras.
Mantuvo las manos hundidas en los bolsillos de un largo abrigo negro con gesto indiferente y no alteró el encorvamiento de los hombros.
-¿Sí?
-Gracias por los libros -no me contestó-. Los que le pasaste a David.
- Ah, pensé que te referías a los otros libros. Don sabelotodo.
-¿No vas a preguntarme para qué los quería?
- Es asunto tuyo. Supuse que te habrías aburrido de suspender siempre.
-Tendría que haber estado francamente aburrida para llegar a ese extremo.
No me rió la gracia.
-¿Qué quieres, ______? He de ir a un sitio.
Mentía, y yo lo sabía, pero mi sarcasmo ya no me parecía tan divertido como de costumbre.
-Quiero que... esto... que vuelvas a frecuentar a Demi otra vez.
-¿Lo dices en serio? -me estudió con detenimiento, lleno de recelo-. ¿Después de lo que me dijiste?
-Sí, bueno... ¿No te lo dijo David?
Los labios de Kevin se curvaron con desdén. - Algo me dijo, sí.
-¿Y...?
- No deseaba oírlo de labios de David -el desdén de su semblante fue a más cuando yo le miré-. Le enviaste para que se disculpara por ti. Ponte ahí delante y hazlo tú misma.
- Eres bobo -le informé.
- Sí, Y tú, una mentirosa. Quiero ver cómo te comes tu orgullo.
- Llevo comiéndomelo durante dos semanas -refunfuñé.
Se encogió de hombros y se dio la vuelta para después hacer ademán de alejarse.
- iEspera! -le llamé al tiempo que le ponía una mano en el hombro a fin de retenerle. Se detuvo y miró hacia atrás-. Vale, vale, te mentí sobre sus sentimientos. Ella nunca dijo nada de eso sobre ti, ¿vale? Le gustas. Te dije todo aquello porque a mí no me gustas.
-y aun así quieres que hable con ella.
No daba crédito a mis oídos cuando se me escaparon las siguientes palabras:
- Me parece que... tú podrías ser... bueno para... ella.
Nos miramos el uno al otro durante unos momentos de gran intensidad. Su mueca habitual se le descompuso un poco, y si no le había sorprendido mucho hasta ese momento, aquello lo consiguió.
- Lo siento, pero no te he oído bien. ¿Puedes repetir eso último? -preguntó al final.
No le crucé la cara de pura chiripa.
- ¿Vas a parar ya? Quiero que vuelvas a estar con ella.
-No.
- Mira, lo repito otra vez: te mentí, y...
- No es eso. Se trata de ella. ¿Crees que ahora puedo hablar con ella? Vuelve a ser la princesa Demi -sus palabras chorreaban bilis-. No puedo acercarme a ella, no cuando está rodeada por toda esa gente de sangre real.
-Tú eres uno de ellos -dije, más para mí que para él.
Nunca se me metía en la cabeza que los Jenas eran una de las doce familias.
- Eso no significa demasiado en una familia llena de strigoi, ¿vale?
- Pero tú no eres... Espera... -lo comprendí de pronto-. Ésa es la razón por la que conecta contigo.
-¿Porque vaya convertirme en un strigoi? -inquirió él, malicioso.
- No. Porque también tú perdiste a tus padres. Los dos los visteis morir.
- Ella vio cómo los suyos morían. Yo vi cómo los asesinaban.
Solté un respingo.
- Lo sé, perdona, eso tuvo que ser... Bueno, no tengo ni idea de cómo tuvo que ser.
Aquellos ojos de color azul cristalino miraron al frente sin un objetivo claro.
- Fue como ver a un ejército de la muerte invadiendo mi casa.
-¿Te refieres a... tus padres? Meneó la cabeza.
- Hablo de los guardianes que vinieron a matarlos. Quieto decir, mis padres daban miedo, pero seguían pareciendo ellos, salvo la extrema palidez y el brillo rojo alrededor de las pupilas. No tenía ni idea de que hubiera algo anormal, pues ambos caminaban y hablaban como antes, pero mi tía sí se dio cuenta. Me cuidaba cuando vinieron a por mí.
-¿Iban a convertirte? -olvidé mi propósito original con él, atrapada por la intensidad de la historia-. Eras muy pequeño.
-Creo que su propósito era esperar a que fuera mayor para convertirme, pero tía Tasha no estaba dispuesta a permitirles que me llevaran con ellos. Mis padres intentaron razonar con ella y convertirla también, pero cuando vieron que de nada iban a servir las palabras, lo intentaron por la fuerza. Ella les plantó cara y luchó con ellos, organizándose un lío de impresión. Los guardianes aparecieron de pronto -sus ojos se deslizaron lentamente hasta mirarme; entonces, sonrió, mas no había felicidad alguna en esa sonrisa-. Como te dije, un ejército de la muerte. Mira, _____, creo que estás como una cabra, pero si vas a convertirte en uno de ellos, entonces vas a tener que ser capaz de infligir un daño serio en el futuro de forma que ni yo tenga interés en meterme contigo.
Me sentí fatal. Había tenido una vida asquerosa y yo le había quitado algo bonito de lo poco que había tenido.
- Kevin, lamento haber fastidiado las cosas entre Demi y tú. Fue una estupidez. Ella quería estar contigo y me da la impresión de que todavía lo desea. Bastaría con que tú...
- No puedo, ya te lo he dicho.
- Estoy preocupada por ella. Se ha metido en todo ese rollo de realengo con la intención de pararle los pies a Miley... lo está haciendo por mí.
- ¿y le estás agradecida?
- Estoy preocupada. Ella no va a poder manejar los hilos de la intriga política. No le conviene, pero Demi no va a hacerme caso. Yo... Cualquier ayuda me vendría bien.
-Y a ella más. Eh, no pongas esa cara de sorpresa... No te aburres estando con ella, eso lo sé, y ni siquiera me estoy refiriendo a lo de las muñecas.
Di un brinco. -¿Te lo dijo?
¿Por qué no iba a contárselo si le reveló todo lo demás? - No era necesario -repuso él-. Tengo ojos -debía parecer patética, pues él soltó un suspiro y se pasó la ma¬no por los cabellos-. Mira, intentaré hablar con Demi si la encuentro sola un momento, pero si de verdad deseas ayudarla, y aunque se supone que estoy en contra de los dirigentes, quizá convendría que buscaras ayuda en otra persona. Kirova. O ese guardián amigo tuyo. Alguien que sepa algo. Alguien en quien confíes.
-A Demi no iba a gustarle -repuse, tras considerarlo-. Ni a mí tampoco.
-Ya, bueno, todos debemos hacer cosas que no nos gustan, la vida es así.
Saltó el botón de mi mal genio.
-¿Quién te crees tú que eres? ¿Un programa de la tele para adolescentes?
Una sonrisa turbadora presidió su rostro durante unos segundos.
-Sería divertido ir por ahí contigo si no fueras una psicótica.
- ¡Caramba! Eso mismo pienso yo de ti.
Él no dijo nada más, pero ensanchó la sonrisa antes de marcharse.
A continuación les subiré otro capitulo, este es muy largo.
Muchas gracias por sus comentarios y creo que de ahora en adelante podré
ser una escritora responsable.
- El santo intentó suicidarse -le informé sin mirarle a los ojos- y yo solía notar cicatrices en la piel de la señora Karp, como si se hubiera clavado las uñas en su propio rostro. Procuraba ocultarlas con la forma del peinado, pero yo podía distinguir perfectamente las antiguas de las recientes.
-Eso no significa nada -insistió Demi-. Todo es una mera coincidencia.
Daba la impresión de que deseaba creerlo así, es más, de que una parte de ella así lo pensaba, pero había otra parte de Demi que hacía mucho tiempo que anhelaba tener la certeza de que no era un bicho raro ni era la única. Incluso si las nuevas resultaban ser malas, al menos ahora sabía que había otros como ella.
- ¿También es una coincidencia que ninguno de ellos se especializara?
Reproduje entonces la conversación sostenida con Carmack y le expliqué mi teoría sobre la especialización en los cuatro elementos. También le repetí el comentario de la profesora: el dominio pleno sobre todos los elementos consumía a quien lo ejercía.
Demi se frotó los ojos cuando terminé, por lo que se le corrió levemente el rímel, y me dedicó una débil sonrisa.
- No sé qué es mayor locura: la que acabas de contarme o el hecho de que hayas leído algo para averiguar todo esto.
Le contesté con una gran sonrisa, aliviada de que tuviera coraje para responder con una broma.
- Eh, que yo también sé leer.
- Eso lo sé, y también que te llevó un año leer El códígo Da Víncí.- Se rió.
-¡Eso no es culpa mía! Y no intentes cambiar de tema.
- No lo hago -sonrió para luego suspirar-. Pero no sé qué pensar de todo esto.
- No hay nada que pensar. Limítate a no hacer nada que vaya a alterarte luego. ¿Recuerdas cómo era aquello de avanzar por mitad de todo esto buscando el lado más fácil? Vuelve a hacerlo. Te va a resultar mejor.
Ella negó con la cabeza.
- No puedo hacerlo, aún no.
- ¿y por qué no? Ya te he dicho... -enmudecí y me pregunté por qué no me había dado cuenta antes-. No haces esto sólo por Miley, sino porque sientes que ése es tu deber. Todavía sigues intentando ser André.
- Mis padres habrían querido que...
- ... fueras feliz, eso habrían deseado.
- No es tan fácil, _________. No puedo ignorar a esa gente para siempre, también yo procedo de una familia de sangre real.
- La mayoría sólo chupan del bote.
-Y otros muchos ayudan al buen gobierno de los moroi. André sabía eso. Él no era como los otros, pero hizo lo que debía hacer porque era consciente de la importancia que tenían.
Me recliné sobre el respaldo del asiento.
- Bueno, tal vez sea ése el problema. Se decide quién corta el bacalao ateniéndose únicamente al linaje, a la familia, y he ahí el resultado: esos tarados toman las decisiones. De ahí que el número de los moroi descienda y reinen viejas brujas como Tatiana. Tal vez se necesita otro sistema de realengo.
-Vamos, ______. Éste es el camino, lo ha sido desde hace siglos. Hemos de vivir con ello -la miré fijamente-. Entonces, ¿qué te parece esto? -prosiguió-. Te preocupa que me convierta en uno de ellos, en alguien como la señora Karp o San Vladimir, ¿vale? Bueno, ella me previno que no usara los poderes so pena de que las cosas fueran a peor. ¿Y qué ocurre si me detengo y sanseacabó? Dejo la coerción, la sanación, todo.
Entorné los ojos.
- ¿Serías capaz de hacerlo?
Ésa había sido mi pretensión todo el tiempo: el abandono de la ventajosa coerción. La depresión de Demi había comenzado en cuanto se manifestaron sus poderes, justo después del accidente. Estaba obligada a creer en la existencia de una conexión entre ambos hechos, en especial a la luz de las pruebas y los avisos de la señora Karp.
-Sí.
Tenía el rostro en calma y la expresión seria e impertur¬bable. Con el pelo recogido en una pulcra trenza francesa y una chaqueta de gamuza encima del vestido, parecía capaz de ocupar el puesto de su familia en el concilio en ese mis¬mo momento.
- Deberías dejar de usar todos los poderes -le previ¬ne-. Nada de sanar animalitos por muy monos y cucos que sean, y mucho menos aturdir a los de sangre real.
Ella asintió con gesto serio.
- Puedo hacerlo. ¿Eso hará que te sientas mejor?
-Sí, y me sentiría aún mejor si dejaras de practicar magia y volvieras a salir con Selena.
- Lo sé, lo sé, pero no puedo pararme, al menos no por ahora.
No conseguía hacerla cambiar de parecer en eso, por el momento, pero me tranquilizaba saber que iba a evitar el uso de sus poderes.
-vale -contesté mientras tomaba mi mochila, pues llegaba tarde a la práctica una vez más-, sigue jugando con la manada de mocosos tanto tiempo como puedas mantener controlado lo otro -vacilé-. Te has apuntado un tanto con Aaron y Miley, pero ya sabes, no necesitas salir con él para alternar con los patricios.
-¿Por qué sigo teniendo la sensación de que ya no te gusta?
- Me resulta agradable, que más o menos es lo mismo que te gusta a ti. No me parece oportuno mostrarse apasio¬nada y ardiente con alguien que es «agradable».
Demi abrió los ojos con fingido asombro.
-¿Y dice eso _______? ¿Te has reformado o tienes a alguien que es «más que agradable»?
- Eh -repuse, un tanto incómoda-, me limito a velar por ti, y no me había dado cuenta de lo muermo que es Aaron hasta ahora.
Hizo un gesto de mofa.
-Todo el mundo te parece soso.
- Kevin no.
Se me escapó y no pude morderme la lengua. Demi dejó de sonreír.
- Es un bobo. Dejó de hablar sin razón alguna de un día para otro -se cruzó de brazos-. ¿Y ya no le odias?
- Puedo seguir odiándole y pensar que es interesante. Empezaba a creer que había cometido un grave error con Kevin. Era un tipo sombrío y esquinado, y le gustaba prender fuego a la gente, cierto, pero, por otro lado, también era inteligente y listo, aunque de un modo retorcido, y en cierta forma ejercía un influjo tranquilizador sobre Demi.
Sin embargo, yo lo lié todo al dejar que mi rabia y mis celos sacaran lo peor de mí y acabé separándolos. Tal vez Demi no se habría herido ni estado tan confusa aquella noche des¬pués de la recepción si yo le hubiera dejado ir a buscarla en el jardín. Tal vez ahora estarían juntos, lejos de todos los chanchullos de la Academia.
El destino debía de haber pensado lo mismito, pues me crucé en el patio con Kevin a los cinco minutos de haber dejado a Demi. Nos sostuvimos la mirada durante un momento antes de seguir cada uno por nuestro lado. Estuve a puntito de seguir andando. Me faltó muy poco, pero respiré hondo y me detuve.
- Kevin, espera -le llamé.
Maldita sea, iba a llegar muy tarde a los entrenamientos. Nick iba a matarme.
Kevin se dio la vuelta para atender a mis palabras.
Mantuvo las manos hundidas en los bolsillos de un largo abrigo negro con gesto indiferente y no alteró el encorvamiento de los hombros.
-¿Sí?
-Gracias por los libros -no me contestó-. Los que le pasaste a David.
- Ah, pensé que te referías a los otros libros. Don sabelotodo.
-¿No vas a preguntarme para qué los quería?
- Es asunto tuyo. Supuse que te habrías aburrido de suspender siempre.
-Tendría que haber estado francamente aburrida para llegar a ese extremo.
No me rió la gracia.
-¿Qué quieres, ______? He de ir a un sitio.
Mentía, y yo lo sabía, pero mi sarcasmo ya no me parecía tan divertido como de costumbre.
-Quiero que... esto... que vuelvas a frecuentar a Demi otra vez.
-¿Lo dices en serio? -me estudió con detenimiento, lleno de recelo-. ¿Después de lo que me dijiste?
-Sí, bueno... ¿No te lo dijo David?
Los labios de Kevin se curvaron con desdén. - Algo me dijo, sí.
-¿Y...?
- No deseaba oírlo de labios de David -el desdén de su semblante fue a más cuando yo le miré-. Le enviaste para que se disculpara por ti. Ponte ahí delante y hazlo tú misma.
- Eres bobo -le informé.
- Sí, Y tú, una mentirosa. Quiero ver cómo te comes tu orgullo.
- Llevo comiéndomelo durante dos semanas -refunfuñé.
Se encogió de hombros y se dio la vuelta para después hacer ademán de alejarse.
- iEspera! -le llamé al tiempo que le ponía una mano en el hombro a fin de retenerle. Se detuvo y miró hacia atrás-. Vale, vale, te mentí sobre sus sentimientos. Ella nunca dijo nada de eso sobre ti, ¿vale? Le gustas. Te dije todo aquello porque a mí no me gustas.
-y aun así quieres que hable con ella.
No daba crédito a mis oídos cuando se me escaparon las siguientes palabras:
- Me parece que... tú podrías ser... bueno para... ella.
Nos miramos el uno al otro durante unos momentos de gran intensidad. Su mueca habitual se le descompuso un poco, y si no le había sorprendido mucho hasta ese momento, aquello lo consiguió.
- Lo siento, pero no te he oído bien. ¿Puedes repetir eso último? -preguntó al final.
No le crucé la cara de pura chiripa.
- ¿Vas a parar ya? Quiero que vuelvas a estar con ella.
-No.
- Mira, lo repito otra vez: te mentí, y...
- No es eso. Se trata de ella. ¿Crees que ahora puedo hablar con ella? Vuelve a ser la princesa Demi -sus palabras chorreaban bilis-. No puedo acercarme a ella, no cuando está rodeada por toda esa gente de sangre real.
-Tú eres uno de ellos -dije, más para mí que para él.
Nunca se me metía en la cabeza que los Jenas eran una de las doce familias.
- Eso no significa demasiado en una familia llena de strigoi, ¿vale?
- Pero tú no eres... Espera... -lo comprendí de pronto-. Ésa es la razón por la que conecta contigo.
-¿Porque vaya convertirme en un strigoi? -inquirió él, malicioso.
- No. Porque también tú perdiste a tus padres. Los dos los visteis morir.
- Ella vio cómo los suyos morían. Yo vi cómo los asesinaban.
Solté un respingo.
- Lo sé, perdona, eso tuvo que ser... Bueno, no tengo ni idea de cómo tuvo que ser.
Aquellos ojos de color azul cristalino miraron al frente sin un objetivo claro.
- Fue como ver a un ejército de la muerte invadiendo mi casa.
-¿Te refieres a... tus padres? Meneó la cabeza.
- Hablo de los guardianes que vinieron a matarlos. Quieto decir, mis padres daban miedo, pero seguían pareciendo ellos, salvo la extrema palidez y el brillo rojo alrededor de las pupilas. No tenía ni idea de que hubiera algo anormal, pues ambos caminaban y hablaban como antes, pero mi tía sí se dio cuenta. Me cuidaba cuando vinieron a por mí.
-¿Iban a convertirte? -olvidé mi propósito original con él, atrapada por la intensidad de la historia-. Eras muy pequeño.
-Creo que su propósito era esperar a que fuera mayor para convertirme, pero tía Tasha no estaba dispuesta a permitirles que me llevaran con ellos. Mis padres intentaron razonar con ella y convertirla también, pero cuando vieron que de nada iban a servir las palabras, lo intentaron por la fuerza. Ella les plantó cara y luchó con ellos, organizándose un lío de impresión. Los guardianes aparecieron de pronto -sus ojos se deslizaron lentamente hasta mirarme; entonces, sonrió, mas no había felicidad alguna en esa sonrisa-. Como te dije, un ejército de la muerte. Mira, _____, creo que estás como una cabra, pero si vas a convertirte en uno de ellos, entonces vas a tener que ser capaz de infligir un daño serio en el futuro de forma que ni yo tenga interés en meterme contigo.
Me sentí fatal. Había tenido una vida asquerosa y yo le había quitado algo bonito de lo poco que había tenido.
- Kevin, lamento haber fastidiado las cosas entre Demi y tú. Fue una estupidez. Ella quería estar contigo y me da la impresión de que todavía lo desea. Bastaría con que tú...
- No puedo, ya te lo he dicho.
- Estoy preocupada por ella. Se ha metido en todo ese rollo de realengo con la intención de pararle los pies a Miley... lo está haciendo por mí.
- ¿y le estás agradecida?
- Estoy preocupada. Ella no va a poder manejar los hilos de la intriga política. No le conviene, pero Demi no va a hacerme caso. Yo... Cualquier ayuda me vendría bien.
-Y a ella más. Eh, no pongas esa cara de sorpresa... No te aburres estando con ella, eso lo sé, y ni siquiera me estoy refiriendo a lo de las muñecas.
Di un brinco. -¿Te lo dijo?
¿Por qué no iba a contárselo si le reveló todo lo demás? - No era necesario -repuso él-. Tengo ojos -debía parecer patética, pues él soltó un suspiro y se pasó la ma¬no por los cabellos-. Mira, intentaré hablar con Demi si la encuentro sola un momento, pero si de verdad deseas ayudarla, y aunque se supone que estoy en contra de los dirigentes, quizá convendría que buscaras ayuda en otra persona. Kirova. O ese guardián amigo tuyo. Alguien que sepa algo. Alguien en quien confíes.
-A Demi no iba a gustarle -repuse, tras considerarlo-. Ni a mí tampoco.
-Ya, bueno, todos debemos hacer cosas que no nos gustan, la vida es así.
Saltó el botón de mi mal genio.
-¿Quién te crees tú que eres? ¿Un programa de la tele para adolescentes?
Una sonrisa turbadora presidió su rostro durante unos segundos.
-Sería divertido ir por ahí contigo si no fueras una psicótica.
- ¡Caramba! Eso mismo pienso yo de ti.
Él no dijo nada más, pero ensanchó la sonrisa antes de marcharse.
A continuación les subiré otro capitulo, este es muy largo.
Muchas gracias por sus comentarios y creo que de ahora en adelante podré
ser una escritora responsable.
Yani Stephen
Re: Vampire academy 1 (Nick y tu)
:) sii me encanta la saga siguelaa
es tiero y lindo kevin :P
es tiero y lindo kevin :P
#Fire Rouge..*
Re: Vampire academy 1 (Nick y tu)
Aww ame el capi Hahaha Kevin yo lo amo xD ya quiero que salga Nick lo extraño T.T quiero que haya mas Capis con Nick <3
AnnyCervantes
Re: Vampire academy 1 (Nick y tu)
me encanto el cap
sii! q Kevin vuelva ha habar con Demi :D
siguela cuando puedas please :)
sii! q Kevin vuelva ha habar con Demi :D
siguela cuando puedas please :)
pame
Re: Vampire academy 1 (Nick y tu)
Ahora se viene un capitulo con Nick, bueno no es enteramente con el
pero participa de manera significativa y luego.. bueno creo que en unos
tres capitulos mas se viene uno medio hot que estoy segura les encantara.
De inmediato subo el capitulo y gracias por sus comentarios xD
pero participa de manera significativa y luego.. bueno creo que en unos
tres capitulos mas se viene uno medio hot que estoy segura les encantara.
De inmediato subo el capitulo y gracias por sus comentarios xD
Yani Stephen
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