Hunters of Angels |Larry Stylinson|

Oh my god, mañana estas de cumpleaños? Really??!??!?!? 
Me toooo asdiouifgeiyasdgfoewfgwhfgfg
Bday buddy <3 c:

Hermoso el capitulo asdlkhfiygsad 
De verdad Loueh se comunico telepaticamente con Hazza ... Oh my god *O*
Cada día más bueno la novela

Pidge. escribió:

LostInTheCityOfAngeles escribió:Oh my god, mañana estas de cumpleaños? Really??!??!?!? 
Me toooo asdiouifgeiyasdgfoewfgwhfgfg
Bday buddy <3 c:

Hermoso el capitulo asdlkhfiygsad 
De verdad Loueh se comunico telepaticamente con Hazza ... Oh my god *O*
Cada día más buena la novela

sakdmvkslfv SeepxD Soy una pasita u.u
¿SI? :OO ¿Cuánto cumples? :oo
¡FelizCumpleadelantado! xD {yyoquejurabaquecasinadiecumplíaelmismodíaqueyou.u}

¡Gracias!
seep skdflmvl Ahora falta el Harreh, ah, verdad que no puede u.u {no,definitivamentenoesspoiler.-.}
¡Gracias... de nuevoxD!
Besoos:33

asdasdasd cumplo ... 22 *corre y se esconde bajo una roca* 
Y tú cuantos cumples?

:c bueno, yo seguire esperando a que la sigas...

Su aliento era agitado y chocaba contra su cara, un sonrojo se había extendido desde su cuello hasta sus mejillas. Todo el resto de su piel estaba pálida, sus rizos estaban desordenados y su cara aún demostraba cierto desconcierto.

“malditamente hermoso” pensó el ojiazul. Pero luego su cuerpo entero se congeló, ¿Por qué había pensado eso? 

El lugar estaba casi completamente oscuro,  haciendo que las esmeraldas que tenía enfrente suyo brillaran con intensidad. Algo extraño se removió en su estómago. El oxígeno casi extinguido del lugar le hizo aguantar su respiración mientras sentía la mirada de Harry directamente hacia sus ojos. Se preguntó por qué le abría prácticamente arrastrado hasta este lugar.

– ¿Cómo mierda hiciste eso? – preguntó de pronto el ojiverde.

Louis dio un pequeño salto, pero trató de calmarse al instante. “no muestres debilidades” se recordó.
 
– ¿Hacer qué? – murmuró. Trató de mantener su rostro lo más neutro que pudo, aunque sabía que en cualquier momento explotaría y saldría corriendo del lugar. 

– ¿Cómo que qué? – Harry suspiró frustrado, y frunció su ceño - ¡Me has hablado en… mi cabeza! ¿Cómo hiciste eso?

Louis soltó una pequeña risita. Le causaba gracia la incredulidad del chico. De pronto una oleada de confianza y descaro se le tiró encima, aturdiéndolo por una pequeña facción de segundo.
 
– Estas loco, niño – sonrió de lado – tu sabes perfectamente que sólo los ángeles caídos pueden hacer eso. 

– Si, lo sé, ¡Pero te escuché! – pasó una mano por sus rizos, frustrado – no estoy loco. Sé que lo he escuchado, ¡y no soy un niño!

– Si, y yo soy el último ángel caído – dijo con sarcasmo, tratando de no darle ninguna pista al chico sobre su identidad. Estúpido - ¿algo más por lo que me has traído aquí? 

Harry dio una gran inhalación, y contuvo. Se le veía molesto, y a Louis le pareció divertida su expresión. El ojiverde infló sus mejillas, y luego exhaló con fuerza. Sus mejillas ahora estaban más sonrojadas, y a Louis le pareció lo más tierno que había visto en su vida entera. Le miraba como su el chico fuese de oro, y al parecer, Harry lo notó.

Sonrió, de pronto una gran idea se le cruzó por la cabeza. 

– Esta bien – avanzó unos cuantos pasos hacia Louis – cambiemos de tema. 

Su voz había bajado dos tonos,  y a Louis le dio escalofríos por toda su espina dorsal. Se preguntó si lo hacía apropósito, pero Harry ya estaba frente a él, y su respiración se cortó. ¿Qué estaba haciendo?, debía alejarse, tenía que hacerlo. Una alarma se prendió en su cabeza, y sus ojos zafiros se agrandaron, más de lo que ya estaban, cuando Harry lo empujó contra la pared, chocando con un escobillón.
Louis notó que la expresión del ojiverde había cambiado, ahora sus ojos brillaban con diversión y astucia. Tenía que irse, rápido.

– ¿Por qué estabas con Pam? – preguntó de repente. 

Fingió una cara tranquila, y sus músculos se relajaron. Se apoyó contra la fría pared de cerámica y observó los brazos de Harry que posaban a cada lado de su cabeza. Su cercanía le producía un pequeño y extraño cosquilleo en su estómago, sorprendiéndolo y al mismo tiempo molestándolo. Recordó una pequeña charla que había tenido Kya con él sobre esto, pero no podía ser lo mismo, no, era imposible.
¿Por qué estaba sintiendo ese extraño cosquilleo en el estómago con alguien tan malo como lo era un cazador? Él debería sentir aquel cosquilleo con alguien de su misma raza, sea mujer u hombre, a Louis no le importaba. Pero no en alguien que en cualquier momento podría enviarlo nuevamente al infierno, o inclusive, cortarle la cabeza y ponerla en una pared como adorno. 

– Sólo nos estaba ayudando – respondió Louis tranquilamente.

Harry miró directamente a los brillantes ojos zafiros de Louis. Se impresionó de la profundidad de su mirada, e inmediatamente, sin su consentimiento, estaba comparando el hermoso color del cielo con ellos. Eran exactamente iguales. 

De pronto su cuerpo entero se relajó, y sintió paz. Imágenes de él y su madre, riendo y conversando, descansando en el pasto llenaron su cabeza. Bajó inconscientemente su mirada por la cara de Louis, posándola ahora en sus labios, finos y rosados. Y sus brazos comenzaron a temblar repentinamente. ¿Por qué mierda estaba temblando ahora?  

Louis se removió incómodo. 

– Deberías alejarte de ella – dijo luego de lo que parecieron horas para el ojiazul. 

Frunció su ceño.

– ¿Acaso es tu novia? – preguntó, realmente no le importaba, aunque muy, muy en el fondo, esperaba que su respuesta fuera un rotundo “no”. 

– Si – dijo el ojiverde, y Louis sintió un pequeño pero molesto piquete en el estómago – y quiero que te alejes de ella. 

Harry sonrió al ver el ceño fruncido de Louis. 

– Perdón – sonrió torcidamente – pero fue ella quien vino corriendo hacia nosotros cuando nos vio.

– ¿Nos vio? – preguntó incrédulo, no había visto ningún otro chico al lado de Louis - ¿Con quién más estabas? – volvió a preguntar, y Harry rogó internamente que el ojiazul no notara que había sonado tal y como una novia celosa. 

Louis sonrió. 

– ¿Debería importarte? – se burló. 

– Si – dijo – ese chico podría quitármela – respondió como si fuera lo más obvio del mundo. 

Louis volvió a fruncir su ceño, ya era hora de irse. No podía entrar en una discusión con el cazador ahora, no por algo tan insignificante como aquello. Las palabras de Kya rondaban en su cabeza, e inmediatamente decidió dejarlas de lado, tal vez si no pensaba más en ello dejaría de sentirse así. Tal vez, solo tal vez, se estaba volviendo paranoico por tratar de averiguar en cómo cumplir su última promesa y comparaba todo con lo que Kya le había dicho hace un siglo. Tal vez, su ideología era errónea, y enamorarse no era lo que había prometido hacer para recuperar sus sentimientos. Porque el amor era un sentimiento, y, si él carece de ellos, eso significa que él no puede gustarle alguien, pero, entonces, ¿Qué era lo que debía hacer? 

Su mente se había hecho un lío nuevamente.

– Si ya hemos terminado, será mejor que me vaya – anunció de un momento a otro Louis, haciendo a un lado los fuertes brazos del chico que le tenía acorralado, y dirigiéndose ciegamente hacia la puerta.

Trató de abrirla, pero esta no se movía. Frunció su ceño y volvió su mirada a Harry, el cual estaba en el mismo lugar en donde le había dejado, y estaba mirándole. Louis sintió nuevamente un pequeño cosquilleo. Negó con la cabeza para sí mismo.

– ¿Puedes pasarme las llaves de la puerta? – preguntó.

Harry negó con la cabeza.

– Yo no le he puesto seguro.