Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 6:30 am

Ficha de la novela

• Titulo: Los buenos recuerdos nunca se olvidan.
• Autor: Gem u Ora, como queráis llamarme.
• Adaptación: Nope.
• Género: Amor y drama. Realmente bonita. ~~Omitid que soy la que la ha escrito~~
• Contenido: Lenguaje y alguna que otra escenita... Ésta estará casi al final.
• Advertencias: ¿No habrá ningún contenido para +32 años?
• Otras páginas: Nope, que yo sepa.

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Holiiiiiiiii. ¡De nuevo estoy aquí y con esta novela! Resulta que me la leí cuando terminé de escribirla, y vi que estaba demasiado mal. Tiempos mal puestos, faltas, etc, etc. Entonces he decidido ampliarla. Además de mejorarla. Os invito a leerla de nuevo o simplemente, a disfrutarla tanto como lo he hecho yo escribiéndola. Me encantarían esos comentarios bonitos que ponéis. Motiváis un montón. Espero que os guste 'la versión ampliada y mejorada'. Esta vez la novela estará mejor. Os lo aseguro. x

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 6:48 am

Sinopsis

Muñecas y coches de carreras los unía. El cubo, las palas, los rastrillos y la arena. Sólo bastaba un 'hola' para ponerse a jugar los unos con otros como si fueran amigos de toda la vida. Y en parte, lo eran. Lo eran.

Eran amigos, ya no. Se querían, se cuidaban. Ahora se odian. Y si no fuera por la chispa de cordura que tienen esa panda de adolescentes, se matan entre ellos. Gemma empieza a recordar, por un por qué, todo lo que pasó con ellos. También lo que hizo. Harry, Angie y Zayn la odian después de haberla amado durante bastante años. Su hermano más. Aunque solamente por fuera.

Pero, con el paso del tiempo las cosas cambian, ¿no? Pues eso es lo que les pasará a estos chicos. Principio triste y final desdichado también. Durante la novela los personajes luchan contra su destino. Y al llegar al final, cuando todo está bien, ocurre la desgracia.

por **andreaplopez912** Sáb 09 Feb 2013, 8:04 am

olaaa¡¡¡¡¡¡ primera lectora, k emocion¡¡por fi sube caps se ve buenisima Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh| 936364

:P

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 8:23 am

andreaplopez912 escribió:olaaa¡¡¡¡¡¡ primera lectora, k emocion¡¡por fi sube caps se ve buenisima:P

Ayyy, hola preciosa.
Ahora dejo el primer capítulo.
¡Y bienvenida! X

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 9:13 am

CAPÍTULO 1

-¿Qué has hecho? ¿Eh? ¿Qué mierda has hecho? – le dije con los ojos cristalizados, sin creer lo que me acababa de enterar y de que estaba apunto de soltar unas cuantas lágrimas por una persona a la que quería. Por la que estaba enamorado.

Si no hubiera sido por las chismosas animadoras, esas amigas de Gemma, nada de eso hubiese salido a la luz. Porque Harry no iría a decirlo. Claro que no. Angie, Zayn y él decían que mi hermana nos traicionó. Por eso la odiábamos. Pero el que ahora había traicionado había sido él. Aunque sonara raro, aunque pareciese increíble que eso saliera por mi boca, yo lo quería. Como un gran amigo. Un hermano.

-Louis, yo…

-Cállate – dije de mala gana -. Me voy – cogí mi mochila del suelo, la cual sólo llevaba dos bolígrafos y un trozo de papel, que había acabado allí por el enfado y la frustración -. Y olvídate de que hemos sido amigos – le dije, saliendo por la puerta principal de mi ‘prestigioso’ colegio. Cogí mi Harley Davidson y me alejé a toda velocidad, cosa que me caracterizaba, mientras ese traidor miraba como quería huir a cualquier parte del mundo.

-¿De qué vas?

Miré por encima del hombro. Cuando me di cuenta de quién era, seguí buscando mi libro de historia en la taquilla. A saber qué quería esa.

Suspiré.

-No tengo ganas de discutir – dije, cerrando mi taquilla y me volví hacia ella.

-Yo sí. Ni se te ocurra acercarte más a Andy, ¿entendido? Sólo porque te acuestes con el equipo entero de fútbol, no significa que te lo vayas a ganar a él también. Puta – me escupió con cierto aire de superioridad. Y con sus secuaces tras ella. Las arrastradas que copian todo de la macarra del colegio.

-¿Qué has dicho? – me acerqué más a ella con aire amenazante. Apenas centímetros separaban nuestras narices -. Que sepas que tú tampoco eres una santa. ¿Cuántos van ya? ¿Noventa y seis?

Me tenía más que harta. ¿Cómo es que siempre se enteraba de lo que hacía? ¡Cómo si se preocupase por mí! Aunque claro, los rumores sobre tu persona corrían siendo su enemiga, la hermana del tío bueno de Louis y la capitana de las animadoras.

Con una chispa que salió de mis ojos, inicié mi camino. Pero volví a mi posición inicial después de que ella me trajese de un tirón de pelo. Por fin se hartó de mis borderías. Pero la cosa no terminó como yo pensaba. Me dio una bofetada con la mano abierta. Sus secuaces se apartaron y junto con varias personas más formaron un pequeño círculo que cada vez se hacía más grande. Los alumnos quedaron como espectadores de los pequeños tirones de pelo que acabaron como una pelea. Parecía ser que Angie ya tenía pensado en darme unas cuantas hostias antes de preferir hablar. Y obviamente yo no me iba a quedar parada. También recibió. De repente, una uña hizo sangre en mi brazo. Mi grito alertó a dos profesoras del aula de castigo, que estaba al lado, y me aparté mirando mi parte dolorida. Esa macarra y yo acabamos en el despacho del director. Y con tres semanas de expulsión por pelearnos en mitad del pasillo principal de ese ‘prestigioso’ colegio.

Le Panthéon, el colegio-instituto más importante de Londres. Bueno, supuestamente el mejor de todo Londres. Con profesores cincuentones, calvos o canosos y con barrigas, y con putas como profesoras. Mujeres de treinta y pico años que no pueden ponerse faldas o vestidos más cortos para calentar al personal. Dos de esas, fueron las que nos separaron. A Angie y a mí.

Esa era la macarra de turno. La amiga de los irresponsables, payasos y guapos de Zayn Malik, Harry Styles y Louis Tomlinson. Supuestamente mi rival. Decían. Ni para ella, creo, ni para mí, la popularidad era lo que nos importaba. Las apariencias a mí y las peleas a ella. Completamente diferentes. No nos parecíamos en nada. Aunque hubo un tiempo en el que fuimos iguales. Era amiga de mi hermano, y también era mía. Igual que Zayn y Harry. Éramos un grupo, una piña. Angie, Louis, Zayn, Harry y yo. Angie, Louis, Zayn, Harry y yo. Angie, Louis, Zayn y Harry. Yo.

Nos queríamos, nos cuidábamos y… Y daba igual. Nos separamos. Nuestros caminos no siguieron el mismo recorrido, quizás, adrede. Ellos se llevaron a mi hermano, dejándome completamente sola, y se convirtieron en los ‘malotes-guays’ del colegio. Yo me metí en las animadoras y me quedé allí como su temible capitana.

Luego, estaba mi hermano. Me defraudó. Éramos los mejores hermanos del mundo. Pero los prefirió a ellos y de mí se alejó. De su hermana o ‘sis’ como él decía. Después de lo que pasó, hacía como si yo no existiera. Y yo igual. Cuando nuestras palabras y miradas se juntaban, estallaba la Tercera Guerra Mundial. Pero en esas peleas sabía que no era él. No, para nada.

Y por último, estaba él. Aquel chico, que aunque odiándolo, lo seguía amando desde el primer día que lo vi.

-¡¿Qué has hecho?! ¡Que sea la última vez que pasa, jovencita! – me gritó mi padre junto a mi madre, en frente de mí mientras yo estaba sentada en el sofá de piel, “arrepintiéndome” de lo que había echo.

-Pero es que…

-Gemma Marie, cállate mejor – me dijo mi madre comprensiva, pero a la vez molesta.

-¿Cómo que has hecho eso? Que hubiese sido tu hermano vale, pero no me lo esperaba de ti - volvió a decir mi padre, moviéndose de un lado para otro -. Nos vamos – anunció, intentando olvidar el tema por el cual me habían expulsado -, sabéis que tenemos una cena con los Smith. Allí irán bastantes socios y empresarios. Es demasiado importante. Firmaremos contratos y volveremos tarde. Portaos bien. Por cierto, ¿dónde está tu hermano? Mañana hay colegio.

-No lo sé – dije, levantándome del sofá y dirigiéndome a la cocina a por algo. No quería seguir soportando aquella presión.

-Gem – acarició mi brazo cariñosamente -, ¿cuándo volveréis a ser Louis y tú como antes? – me preguntó. Yo sólo aparté mi mirada de la suya y llegué a la cocina.

Mi padre le ponía el abrigo a mi madre. Estaban en el recibidor. Los veía a través de la gran puerta corredera de cristal. Estaban nerviosos. Aquella cena era decisiva. Sus negocios sí que les iban bien, cada vez mejor. Sus hijos no. Louis hacía lo que quería y yo era expulsada. ¿Quién querría aquello?

Con un ‘adiós, cariño’ de mamá, salieron.

No contesté, ¿para qué?

Definitivamente Angie hacía sacar lo peor de mí.

Seguí mirando algún punto de la cocina con los brazos cruzados. Asimilando como era mi vida. No tendría amigas. Pero sí a él. Liam. Lo podría llamar cuando quisiese que él iba a estar para mí.

La gente del colegio pensaba que éramos novios, que teníamos algo. Pero los que nos conocían bien, sabían que nuestra relación era de hermano-hermana. Ya que yo había perdido uno hacía bastante tiempo.

Oí unas llaves. Mis padres se habrían olvidado algo, seguro.

Ah no. Que era Louis.

-¿Louis? – me sorprendí, ese nombre salió solo por mi boca. ¿Cuánto tiempo hacía que no lo nombraba? Pero tenía que saber qué le pasaba. Él, Louis Tomlinson, el que siempre estaba de broma y fastidiando, estaba llorando.

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 12:56 pm

Luego dejaré el capítulo 2, y a ver qué tal ;)

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 3:22 pm

CAPÍTULO 2

-Qué – me dijo de mala gana, dejando sus llaves con desgana en el mueble de la entrada.

Ignoré su tono y me preocupé por él. Salí de la cocina al recibidor para acercarme más.

-Estás llorando. ¿De dónde vienes tan tarde? Hueles a alcohol. ¿Qué te pasa? - ¿pero esa era yo? ¿Qué hacía preocupándome por el idiota? Intenté concienciarme en ignorarlo, pero es que no podía. Me quedaba estática cuando quería volver a la cocina. Eran sus lágrimas las culpables.

-Nada – dijo cortante, desviando su vista hacia otro lado. Evitando mirarme -. No te preocupes por mí, no te pega.

-Louis no seas… – me mordí la lengua, no quería soltar ninguna barbaridad -. Dímelo - me dio la espalda y subió las escaleras. No tuve más remedio que seguirlo, pues ahí los pies sí se movían, y justamente cuando quería quedarme estática. A mí no me importaba Louis. No – Louis, ¿no me echarás de menos, verdad? – intenté bromear, pues los dos sabíamos que no nos echábamos de menos el uno al otro. Aunque una parte de mí quiso oír algo. Ese algo.

Me apoyé en el marco de la puerta de su habitación. Él se tiró bocabajo a la cama. Aguantó unos segundos antes de hablar.

-Gem, ahora sí – se sentó en ésta -. Harry se ha acostado con Jane – y aquella vez sí me quedé estática de verdad. Me echaba de menos. Y Harry se había acostado con la novia de mi hermano. Pero me echaba de menos. Me echaba de menos.

Y es que sabía que él no se podía aguantar nada. Siempre me había contado todo. Eso hizo que me emocionase más aún. Me echaba de menos y seguía confiando en mí. Quizás seguíamos teniendo esa relación por más separados que estuviésemos. Por lo menos, algo quedaba. Aunque no, no me importaba. No.

Carraspeé.

-¿Harry? – reí, obvia -.Te dije que era…

-Ya Gem, lo sé. Un completo idiota – me interrumpió, derramando más lágrimas.

Carraspeé de nuevo y me puse al pie de su cama. Lo miré y se me encogió el corazón. ¿Pero no era que yo lo odiaba?

-Erm, Louis… - tosí de nuevo, un tanto nerviosa -, ¿puedo abrazarte? – hice un amago, abriendo un poco los brazos. El corazón me latía a mil por hora. Sería la primera vez que lo abrazase después de tanto. Y si pasaba de mí, si rechazaba mi abrazo, como normalmente haría, la que se pondría a llorar sería yo. Y eso que había jurado que pasaría de él aunque todo lo malo le pasase. Pero no podía.

-Sí, así me tranquilizaré – me dijo, con la voz gangosa, los ojos rojos y absorbiéndose los mocos. Pero lo que más me impactó, fue su media sonrisa. Me sonrió. Hice lo mismo, y rápidamente lo abracé.

Cayó de espaldas a la cama, con una risa de su parte, por mi impulso. Esa fuerza que desde el principio quiso salir. Entonces, ¿todo se pudo olvidar? ¿Comenzamos a ser los mismos de antes? Le pedí al cielo que sí. No podía seguir aguantando ese papel de hermana fastidiosa que odiaba todo acerca de Louis.

Un abrazo duradero y sincero. El de dos verdaderos hermanos que se echaban de menos. Sí, ese abrazo lo demostró todo. Incluso derramé más de una lágrima emotiva. Él me escuchó y entonces me abrazó más fuerte. Y supuestamente nos odiábamos… Todo era una coraza, volvimos a lo que éramos.

-Lou, lo siento – me separé de él, llorando a mares -. Perdóname, por favor – me absorbí los mocos.

Se puso de rodillas en la cama y se acercó a mí. Cuidadosamente, me limpió las lágrimas que caían sin cesar sobre mis mejillas.

-No hace falta.

-¿Qué? – empecé a asustarme. ¿No hacía falta, qué?

-Que no hace falta que me pidas perdón – sonrió y volvió a abrazarme. Pero esa vez, la que abrazó apretando con todas sus fuerzas, fui yo.

Y para volver a ser los mismos que antes, los de las bromas, le susurré al oído:

-Si te sirve de consuelo, no todo lo malo te pasa a ti – él se separó de mí sin deshacer el abrazo, rodeándome con sus fuertes brazos. Me miró confundido.

-¿Has cortado con Liam? ¿Con el supercapitán del equipo de fútbol? – dijo con un tono un tanto impertinente. No le di importancia al asunto, no iría a explicarle que era su sustituto.

-No, no. Nada de eso – reí -. Me han expulsado tres semanas.

-¿En serio? – exclamó más que preguntó con los ojos como platos -. El que hacía estas cosas de la familia era yo… - dijo un poco sentimental, recreando un puchero. Cosa que hizo que nos riésemos a carcajadas, como en los viejos tiempos.

-¿Qué quieres de beber? – le grité a Lou desde la cocina. Preparaba la cena para los dos. Qué raro se me hacía eso. Desde que se habían ido mis padres, la pasamos contándonos todo, absolutamente todo. Evitaba que me contase cosas de aquellos amigos suyos. O nuestros. O lo que fuesen esas personas. Cuando iba a hablar algo sobre ellos, lo callaba.

-Ya sabes – me gritó de vuelta. Coca-cola light, pensé mientras la sacaba del frigorífico. Y como lo sabía. Su bebida preferida aparte del ron.

Llevé la bandeja con la cena y él puso nuestra película favorita. Grease.

-Cuéntame más cosas – me dijo sonriente mientras se llevaba parte de su cena a la boca. Y entonces se cruzó de piernas en el sofá, como un indio. Yo lo imité y quedamos cara a cara.

-Dime qué quieres que te cuente – le dije sonriente.

-No sé… Se ve que ya no comes como antes – cambió de tema. Señalando mi cena y hablando con su boca llena de hamburguesa.

-Tengo que cuidarme para las animadoras – dije, comiendo parte de mi ensalada mediterránea.

-Antes odiabas a las animadoras… Y antes también odiabas la ensalada.

-¿Quieres dejar el pasado? Antes, antes y antes. Ahora nada es como antes – dije un poco molesta.

-Por tu culpa – bien, la había jodido. Ahí había estado rápido. Me había dado en lo más hondo.

-Mejor recojo – me fui levantando triste y molesta. ¿O sólo molesta? ¿Triste?

-¡No! Me salió solo…

-Tu vena rebelde, ¿no? – le dije a la defensiva.

-Gemma, déjalo mejor.

Menos mal que algo interrumpió ese clima. Si no, hubiésemos seguido picándonos y hubiéramos vuelto, prácticamente, a los de antes. Pero no pasó, los dos no lo queríamos. Y así fue. El timbre. Mis padres habrían llegado. Se alegrarían tanto cuando nos viesen así…

Mis padres no eran, y esa no se alegraría de vernos así.

-¿Qué quieres?

-¿Está Louis?

-Sí.

-¿Y bien? Déjame pasar – me empujó a un lado, estampándome contra la puerta.

-¡Fuera de mi casa! – le grité y le seguí con paso firme.

-Déjanos solos – dijo, dándose la vuelta -. ¿Qué ha pasado con Harry? – preguntó enfadada, acercándose y mirando al chico sentado en el sofá.

-Nada.

-Sé que ha pasado algo. Dilo.

-¿No ves que no quiere contarlo? – le dije molesta desde la puerta del comedor.

-¿Ahora lo defiendes? Lou, no me digas que ya le hablas a esta.

-¿Y qué pasa si me habla? Mira, no me cabrees si no quieres acabar como esta mañana – me acerqué a ella con tono amenazante.

-Si quieres llevarte otro arañazo… - me dijo con una falsa sonrisa.

Estaba a punto de responderle, pero Louis me lo impidió:

-¡Queréis parar! ¿Es que te han expulsado por pelearte con ella? – me preguntó y se levantó del sofá, atónito.

-Nos han expulsado – le corrigió Angie, además de enfatizar en el ‘han’.

-Parecéis bebés… ¿No os da vergüenza?

-¿Y a ti? – dijimos las dos a la vez, en la misma milésima del mismo segundo. Él sólo rió, pero por poco tiempo y contestó con un rotundo ‘no’ -. Pues a nosotras tampoco.

-Es que vosotras sois señoritas, no podéis compor…

-¿Ella? – le interrumpí y señalé a Angie -. No mientas Lou que te crece la nariz – me empecé a reír.

-Bueno – dijo, ignorándome -, vente al anfiteatro, porfi – le cogió de la mano, suplicándole que saliera de la casa. Por lo que tenía entendido, el anfiteatro estaba abandonado. Y allí era donde gente como mi hermano y sus amigos pasaban el rato. Fumando, bebiendo y haciendo estúpidas carreras con sus costosas motos a las tantas de la noche. Como por ejemplo ese día, que eran ya las doce y media de la noche. Y al día siguiente, colegio. En fin.

-No. Estará Harry.

-¿Y qué? ¿Te vas a quedar con ella? – le preguntó, mirándome despectivamente.

-Sí.

-¿En serio? – soltó algunas carcajadas -. Tú sabrás. Quédate con la traidora. Verás los otros cuando se lo diga – dijo y se fue pegando su típico portazo.

Y fue esa palabra, ‘traidora’, la que me hizo sentir fatal. Y la que me hizo recordar lo que hice. Eso que provocó que se alejasen de mí y de que todo cambiara.

Traidora.

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 5:28 pm

¿A nadie le gusta? No perdéis nada en leerla, xfaplz.
Me pongo triste :(.

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 5:31 pm

Bueno, dejo el siguiente ¿y a ver qué os parece? ;)

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 5:57 pm

CAPÍTULO 3

Jueves. De vuelta al colegio. Esas tres semanas en mi casa expulsada, por culpa de la macarra esa, pasaron. Y lo bueno de eso, era que no veía la cara de Angie, ni la de Zayn ni la de Harry. Nada más que cuando se pasaban por aquí para ver a Louis. Cosa que él no quería, estaba fatal. Y normal, ¿qué clase de mejor amigo se acuesta con la novia del susodicho enamorado? Ese elemento era Harry. Y el sinvergüenza decía que él no había sido, encima gritando y en mi casa. Que fue Jane. ¿Qué clase de persona se acuesta con otra si no quiere? Y ese elemento, seguía siendo el gilipollas de Harry. También decía que por qué prefería al friki ese como amigo que a él, gritando más fuerte. Ese 'friki' era Niall. Un rubio con gafas. El típico inteligente y listo del que la gente abusaba. A mí me daba pena. Y Harry estaba furioso porque ahora Louis se fuese con él, mientras Angie y Zayn se mantenían al margen. No querían empeorar las cosas, por lo que yo veía. Éste le montaba pollos y Louis le mandaba a la mierda. Le pedía que lo perdonase y Louis le seguía mandando a la mierda. Harry estaba mal y Louis pasaba de él. En un momento llegué a sentirme mal por Harry, como siempre lo he estado, la verdad. Todos eran tan… amigos.

Niall venía todos los días a darle los apuntes y la tarea a Louis, además de a ayudarle. A Louis no le iban mucho los estudios. Y yo no iba a ayudarle, pues estaba en un curso menor. Nos pasábamos la tarde juntos, en realidad Niall era una persona bellísima. No sé por qué era el típico friki. ¿Por su aspecto? ¿Por su coco?

-¡Vamos! Llegáis tarde – nos metía prisa mi madre para que Louis terminase el desayuno y para que yo terminase de peinarme frente al gran espejo de la entrada.

-¿Te llevo? – me dijo él con la boca llena y dos tostadas en la mano.

-Obviamente, hermanito.

Por más que decía que odiaba a Louis, más iba aumentando su ausencia en mi vida. Lo necesitaba conmigo. En esos momentos, varias personas me faltaban. Sí, varias. Pero ahora no, tenía a Liam y a Louis. O eso creía… ¿Por qué pensaba que los necesitaba? Nunca lo había recapacitado bien. Y me di cuenta, que si yo hubiera sido ellos, no hubiese pasado de mí solamente, sino que hubiera hecho algo para que supiese lo que hice mal y sufriera.

-¿Desde cuándo tienes este coche? – me monté en el asiento del copiloto.

-Desde que soy un delincuente, como tú dices – soltó algunas carcajadas.

-¿Lo has robado? – pregunté, atónita. Luego me acordé de esas bromas, las que tanto echaba de menos -. No seas tonto. Para tus gustos… es muy bonito. Me encanta.

-Cuando quieras te lo presto – un Mini Cooper en mis manos. Amaba a mi hermano. Era el mejor. ¡Y encima azul! Mi color preferido.

-¿Por qué corres tanto? – le dije, un poco temerosa, después de que fuese un rato conduciendo.

-Voy superdespacio, Gem.

-¿Qué dices? Baja la velocidad.

-No.

-Pues entonces salto – dije, abriendo levemente la puerta del coche.

-¡No! ¡La vas a romper! ¡Ciérrala! – me gritó.

-Baja la velocidad – rechistó y lo hizo. No podía ser que todavía me acordara de cómo manejar a Louis. Entonces, me di cuenta de algo -. O sea, ¿prefieres que se salve la puerta de tu coche que la vida de tu hermana? – le dije, molesta, y dramatizando. El sólo rió.

-¿Por qué siempre ganas? – me preguntó cuando salíamos del coche, ya aparcado en el colegio.

-¿Por qué eres tan bueno conmigo? – le di un beso en su mejilla y me alejé de él, con mis libros en los brazos.

-Sí – le confirmé a Liam mientras paseábamos por los pasillos. Acababa de sonar el timbre para el recreo y nos dirigíamos al césped, donde estaban los demás del equipo.

-Pero a ver, que no me entero. ¿Dices que tu hermano, el místico Louis Tomlinson, es amigo del friki ese rubio? – se rió a carcajadas.

-Yo no me río – le miré molesta y él rápidamente quitó esa sonrisa por una raya en sus labios -. Ese chico es la mejor persona que Louis se ha podido echar como amigo. A mí me cae bien, así que tus amigos del equipo no se metan con él, ¿vale? – le dije, amenazante.

-No, si yo sólo lo decía porque tu hermano era el malo, y ahora se ha convertido en el amigo del friki. Ya no va con Angie, ni con Zayn ni con Harry. Todo el colegio lo ve de otra forma. Ahora Louis no desprende ese temor cuando pasa.

-Déjalo, está mejor así – y dejamos de hablar cuando vimos un gran círculo en medio del pasillo. ¿Otra pelea? Eso en vez de un ‘prestigioso’ colegio parecía uno del tres al cuarto.

Corrimos hacia el círculo. Todo el mundo nos abrió el camino. Claro, ¿cómo no abrirles un pasillo al capitán del equipo y la capitana de las animadoras? Como odiábamos eso. ¡No éramos superiores a los demás! Hubo dos en primera fila que miraban indiferentes la pelea. Estos no nos abrieron el ‘pasillo’ y nos pusimos a sus costados. Eran Angie y Zayn. Y cuando dirigí la mirada a lo que ellos veían, mis ojos saltaron.

-¿Qué le estás diciendo a Louis para que siga alejándose de mí? ¿Eh? ¡Vamos! ¡Contesta!

-Yo… yo…

-¿Yo qué? – lo levanté por el cuello de su camisa. Mucha gente estaba poniéndose a nuestro alrededor. Genial, me iban a pillar pegándole a ese ñoñas.

-Na-nada…

Le metí un puñetazo que retumbó a kilómetros de distancia. Incluso me hice daño en la mano. Lo volví a coger por el cuello. Iba a soltarle otras ideas que tenía en mi cabeza. De cómo lo había hecho para que Louis se pudiera llevar bien con ese gilipollas. Pero una voz angelical me interrumpió.

-¡Styles, para! – le grité y empujé para que soltase a Niall, que cayó al suelo. Todos miraron con más emoción.

-Gemma, no te metas… - Zayn me cogió del brazo para alejarme de aquello. Lo ignoré y me solté bruscamente.

Me puse delante de Niall, con la pierna de Harry apunto de darle una patada. Pero cuando me interpuse, él paró. Y sus ojos verdosos me miraron.

-Quítate – me dijo entredientes, manteniendo esa furia que sé de donde venía.

-Déjale – le susurré.

Paró y se quedó quieto mirándome. Y tras unos segundos se fue, a través de otro pasillo que le abrieron al temible Harry. Angie y Zayn lo siguieron. Acto seguido, el círculo se dispersó.

Liam me acompañó, llevando a Niall sobre su hombro mientras yo le limpiaba la sangre que salía de su labio y ceja. ¿Dónde coño estaba Louis? ¿Cómo Harry había podido pegarle? Qué bruto. Mi hermano se podía echar los amigos que quisiese. Si no les caían bien, era su problema. Pero que no les pegase.

Llevamos a Niall al hall y después al despacho del director. A ver si al que tenían que expulsar del colegio desde un principio, lo expulsaban. Y adiós suspiros frustrados.

-Muchas gracias, Gemma - me dijo mientras se sentaba en un sillón del gran despacho, que casi era más grande que una clase. Y eso era decir.

-Dáselas a Liam, ha sido quien te ha llevado – le sonreí.

-Gracias – le sonrió tímido Niall a Liam. Este en cambio no hizo ni una sola mueca. Era tan terco como Zayn y Harry… Nada más que con más clase y que no se peleaba. Y yo sabía que había traído a Niall por mí. Él lo hubiese dejado en el suelo tirado. Le dí un codazo y por instinto, sonrió. Sabía que si no me hacía caso, lo pasaría mal.

-¡Niall! – llegó Louis agitado -. ¿Qué coño ha pasado? – se acercó a nosotros -. ¿Me vas a decir por qué coño no te defendiste?- le gritó.

-Louis, no le grites.

Me miró de mala gana, luego a él y salió por donde había entrado.

-Liam, por favor, quédate con Niall hasta que venga Sr. Robin. Yo voy con Louis – le susurré poniéndome en frente de él, para que Niall no supiera de qué hablaba.

-Gem no. Sabes que no.

-Por favor…

-Que no.

-Vale – me di la vuelta de mala gana y me crucé de brazos como una niña pequeña.

Esperé unos segundos hasta oír un suspiro.

-Anda, ve – me dijo al oído.

-¡Te amo! – le grité y le di un abrazo antes de salir.

Lo buscaba por todos lados, teniendo una idea de a dónde había ido.

Claro, allí estaba. En medio del césped esperando a que esa pandilla de antiguos amigos suyos apareciese. Pero se percató de que estaban en una mesa de la terraza de la cafetería. Y fue lo más fugaz que pudo a por ellos.

Corrí por los pasillos que rodeaban el césped. Esquivaba a personas e intentaba adelantarme a que Louis llegase y que hiciese eso que tenía pensado hacer. Si lo hiciera, a él sí que lo expulsarían para siempre. Y mis padres estaban hartos de pagar más a la escuela para que no sucediera eso.

Cuando llegué, antes que él, con cortas inspiraciones de aire por la carrera que me había pegado, se quedaron sorprendidos al verme allí, junto a ellos. Ignoré sus miradas de confusión y me giré para evitar que Louis tocase a Harry.

Pero, ¿por qué quería evitar que le tocara? ¡Que lo matase ya que estaba! Bueno no, tanto no. Pero, entonces la pregunta era, ¿por qué me la jugaba por él? Con mi hermano enfadado podías quedar muy mal parado. Ah, ya. Era Harry.

Noté como éste se levantó de la silla rápidamente, quedándose detrás de mí.

-No Lou, no – le dije y lo retuve en mis brazos, impidendo que avanzase más.

-¡¿Qué coño has hecho Harry?! ¡Sabes que él es más débil que una mosca! ¡No te perdonaré sólo porque quites a Niall de en medio! ¡Tío, para de molestarme de una puta vez! ¿No te cansas de ir a mi casa y ser rechazado por mí y por Gemma?

Miré hacia atrás. Harry miraba al suelo en vez de enfrentarse a su exmejor amigo. Realmente quería recuperarlo, lo conocía y se le notaba en los ojos.

-Louis, comprende…

-¡Cállate, Angie! – le interrumpió Louis.

-Louis, no le grites – Zayn se levantó bruscamene de la silla mientras Harry seguía parado, mirando al suelo.

-Espero que te enteres de una vez, hermano – le dijo Harry para luego marcharse.

¿Enterarse de qué? ¿Eh? ¿Entonces era verdad eso que decía cuando llegaba a casa? ¿Que él no quiso acostarse con Jane o algo así? ¿Y si iba…? No, no. ¿A dónde ibas a hablar con ese? Mejor me alejaba de allí y tranquilizaba a Louis.

-Vamos – le empujé para que andase.

-Gem, déjame. Me voy, no tengo ganas de más – se dirigió a la gigantesca puerta principal.

-¿Te vas a escapar? – le pregunté, incrédula.

-Sí, luego que te lleve Liam. O… búscate la vida – me dijo y saltó las rejas horizontales que formaban la puerta.

-Te van a pillar – le decía mientras descendía por el otro lado.

-¿Lo han hecho? – me dijo cuando estuvo en tierra firme y puso su mejilla para que le diese un beso a través de la verja.

-No beso a chicos malos – reí.

-Pues besaste a uno hace mucho, mucho tiempo… - me dijo ahogando una carcajada.

-Vete a la mierda – me di media vuelta y me alejé.

-¡Venga, Gem! ¡Era una broma! – oía que me gritaba -. ¡No te enfades! – escuché por último.

Dios. Sólo fue un beso en el estúpido juego de la botella y en el cumpleaños de Angie. Sólo teníamos doce años. Aunque él me hubiese gustado desde siempre, cosa que todos sabían menos Harry, obviamente. Y Louis siempre me lo había echado en cara cuando yo le picaba. Imbécil. No me gustaba recordar que mi primer beso fue con un chico como él. Con Harry.

¿Ese era Liam? ¡Liam! Me había olvidado de él. Tendría que estar cabreadísimo porque lo había dejado un montón de tiempo con un chico al que no soporta.

Se acercaba a mí. Enfurecido.

-¿Ves, Gemma Marie? ¿Ves? – me señalaba su chaqueta del equipo.

-Qué veo – le dije entre risas.

-¡Me ha manchado la chaqueta con su asquerosa sangre! – me señalaba la parte manchada. Sólo estallé a carcajadas.

-Qué tonto eres – dije mientras lo conducía a la fuente para limpiarle la chaqueta.

Le conté todo. Y lo más importante, que Harry no había saltado cuando Louis le gritaba. Que se quedaba callado. Y que le dijo un ‘Espero que te enteres de una vez, hermano’.

-¿Sabes de que se tiene que enterar o es uno de sus juegos? – le pregunté mientras le restregaba uno de mis pañuelos perfumados. Secaba el agua que había limpiado la mancha de sangre.

-¿No lo sabes? – me preguntó, atónito.

-¿Que hay algo de qué enterarse?

-Jane lo obligó. Si no, le diría a Louis que estaba harta de que él no se despegase de ella, de que era un completo imbécil y que nunca lo quiso – mis ojos se abrieron como platos -. Entonces Harry lo hizo para que Louis no sufriese. Sabía que si Jane le decía que nunca lo quiso, que estuvo con él sólo por su popularidad y por el dinero, sufriría muchísimo. Louis estaba enamorado de ella.

-Sí claro, ¿y cómo sabes eso? – le dije, pensando que lo había escuchado de la boca de tantos.

-La propia Jane me lo dijo.

-¿Qué dices? – me separé de él y lo miré asombrada -. Será…

-Puta – me interrumpieron. Liam y yo nos dimos la vuelta. Harry estaba allí.

-¿Qué desea el rompelabios? – preguntó Liam, muy cortés.

-Que le digas a Louis eso. De mí no quiere escuchar nada.

-Está mejor sin tu compañía – le dije entrecerrando los ojos -. Niall lo influencia a mejor.

Sus ojos se cristalizaron. No podía ser. ¿Styles iba a llorar? ¿Mi Styles? Digo, Styles. A secas.

-No me digas que vas a llorar – dijo Liam, aguantándose la risa.

-¿Quieres más de lo que se ha llevado el tonto ese?

-¿Quieres que yo te tire al suelo en un cerrar y abrir de ojos, subnormal?

-Ya – dije, harta.

-Díselo, por favor – me dijo suplicante antes de irse.

Unir o hacer que se separasen más aquellos dos. Hacer que ambos se pusiesen felices. Harry y Louis. Hacer que éste último se olvide de las influencias de los otros. Que no estuviese bien porque no los tenía. Contar o no contar la verdad. Esa era la cuestión.

por **Ora.** Sáb 09 Feb 2013, 6:27 pm

mañana dejaré más capítulos caer por aquí.
bnoches♥

por **Viany.** Sáb 09 Feb 2013, 6:52 pm

Amo tu novela!!!! ya la lei una vez y ahora que la vuelvo a leer me sigue pareciendo fantastica!!!! tienes un don bellisimo de verdad!! tu nove no se parece en NADA a las demas SIGUELA MUY PRONTO!!!

por **Ora.** Dom 10 Feb 2013, 4:57 am

**Little skyscraper** escribió:Amo tu novela!!!! ya la lei una vez y ahora que la vuelvo a leer me sigue pareciendo fantastica!!!! tienes un don bellisimo de verdad!! tu nove no se parece en NADA a las demas SIGUELA MUY PRONTO!!!

Oh, ¿sí? ¿La leíste? ¿Te gustó?
Ahora, antes de comer dejaré el siguiente.
Intento mejorarla y a ver si tiene más lectoras y tal ;).
Un besito, bonita x

por **Ora.** Dom 10 Feb 2013, 10:32 am

¿Tan sólo dos lectoras? :(.

por **Serena** Dom 10 Feb 2013, 10:56 am

Tres!
Siguela esta genial :)

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Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|

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