Irresistible Harry Styles.

Capítulo 26.

Narra Lala.
Me desperté cuando sentí unos besos por toda mi cara y risas. Inconscientemente sonreí. Abrí los ojos lentamente.
Lo primero que vi fue a mi hermoso novio encima de mi abrazándome y mirándome con su sonrisa única.
Zayn: Buenos días bella durmiente.- Dijo acercándose a mi.
Y me plantó un beso de buenos días que nadie podría rechazar.
Yo: Buenos días.- Dije revolviéndome.-¿Que tal has dormido?.
Zayn rió a carcajadas. Yo le miré son entender.
Me levanté quedando sentada y crucé mis piernas.
Zayn: A lo único que te has dedicado toda la noche es darme patadas.- Dijo riéndose.- Entre tu y los ronquidos de Josh… no vuelvo de acampada.
Yo me sonrojé.
Zayn: Pero ya me acostumbraré a dormir contigo.- Dijo mirándome con una mirada seductora.
Vale, ¿la temporada de tomates era ya o que?. No creo haber estado más avergonzada en mi vida.
Me aclaré la garganta falsamente y me levanté con cuidado de no tocar el techo de la tienda de campaña con la cabeza. Zayn hizo lo mismo.
Zayn: Yo voy fuera con los demás. Vete vistiéndote que tenemos pensado irnos en unas horas.
Yo: ¿Y eso? ¿No nos íbamos mañana?.
Zayn: Quieren irse haber que tal esta Sofía.
Yo asentí y me dirigí a la maleta a coger la ropa.
Pero Zayn me cogió del brazo. Lentamente fue bajándolo a mi muñeca y entrelazó nuestros dedos mientras me atraía a él. Fue juntando nuestras frentes. Colocó el otro brazo envolviéndolo en mi cintura y juntó nuestros labios. Era increíble la manera en la que hacia que mariposas se desprendieran por todo mi estómago.
El tenía el control. Me besaba dulcemente y como no, yo se lo permitía. Su olor me atraía tanto… El se separó lentamente buscando aire.
Nos sonreímos mutuamente de nuevo.
Zayn: Vamos amor, vístete.- Dijo saliendo de la tienda y cerrándola.
Suspiré cuando ya no oí pasos.
Yo: Zayn Malik, ¿que me estás haciendo?.- Dije en un susurro.

Narra Niall.

Me desperté por los movimientos de una persona a mi lado.
Me giré y vi a Cristina dando vueltas como una loca en el saco.
Yo: ¿Pero que haces?.- Dije riéndome.
Cristina se dio la vuelta y me saludó con la cabeza y soltó un gruñido.
Siguió dando vueltas.
Yo: ¿Que te pasa?.- Dije sentándome.
Cristina se revolcó para mi lado y me miró. Estaba pálida.
Cristina: Me duele la tripa.- Dijo cerrando los ojos fuertemente.
Y volvió de nuevo ha dar vueltas.
Me levanté y fui como un perro a por ella. La cogí entre mis brazos y la abracé por la cintura.
Ella tenía su cabeza apoyada en mi hombro.
Todavía se estaba removiendo.
Oí como Louis y Laura se quejaban con gruñidos y cambiaban de postura para dormir.
Yo: Vas a despertar a los demás.- Dije susurrando.- ¿Quieres una pas…-
Y se durmió. Me hizo mucha gracia pero preferí no reírme por sí la volvía a despertar y volvía el dolor. Me intenté separar de ella por sí por la mañana me decía algo. Pero en cambio ella me agarró más fuerte y se apegó a mí.
Sonreí por tenerla tan cerca de mi y la abracé más fuerte, me dormí en pocos segundos.

-¡Despierta dormilón!.- Dijo alguien.
Después sentí agua helada por mi cuerpo.
Pegué un salto y me levanté.
Yo: ¿¡Louis!? ¿¡Pero que te pasa!?
Louis: Llevo intentando levantar desde hace media hora y nada.- Dijo encogiéndose de hombros.- Sólo quedas tu por levantarte. Los demás están ya despiertos.
Y se fue dejándome ahí tirado.
Oí risas no muy lejos. Me apresuré a vestirme, hacer la maleta para irnos después y dirigirme a desayunar.

Narra Sofía

Liam y yo nos encontrábamos en la cocina haciendo el desayuno. Liam había insistido en que me pusiera una camiseta de cuadros suya que se puso ayer. Me la tuve que remangar bastante a lo que Liam río anteriormente.
Liam me daba besos en el cuello mientras me hacia cosquillas.
Yo: Liam, como sigas así creo que voy a quemar la comida, y con ello, la cocina.- Dije riéndome.
Liam: A tus órdenes.- Dijo levantando las manos.- Estaré en el salón.
Me dispuse a quitar la sartén para hacer los gofres. Los coloqué en un plato y los eché sirope de chocolate por encima. No pude resistirme a probar un poco antes de llevarlo a la cocina. Antes de atravesara la puerta del salón a la cocina.
Liam: Si… estoy con ella… no, no se dónde lo tiene, pero lo averiguaré.- Dijo en susurros hablando por teléfono.
¿A qué se refería? ¿Dónde tenía el que? ¿yo?.
Oí como colgó la llamada. Atravesé la puerta y puse las cosas en la mesa.
-¿Con quien hablabas?. - Me atreví a preguntar.
Liam: Con… un amigo.- Dijo tranquilamente.
Sabía que estaba mintiendo.
Decidí no preguntarle más. Las mentiras siempre salen a la luz.
Desayunamos entre besos y nos quedamos la mañana viendo la televisión y salimos a dar una vuelta como dos enamorados más de Londres.

Capítulo 27.

Narro yo.

Decidí irme antes que los chicos para arreglar las cosas con Sofía.
Un día con un tiempo estupendo, pero mi humor no iba con el.
Iba agarrada a Harry en la moto mientras pensaba en mi mundo.
Le indiqué la calle en la que vivía mi prima y a la llegada bajé de la moto muy, pero que muy nerviosa. Suspiré hondo, me quité el casco, se lo pasé a Harry y sin decir nada, emprendí mi camino de piedras hacia la puerta principal.
Noté el motor de la moto de Harry arrancar y como poco a poco iba desapareciendo el ruido.
Una vez había llegado a la entrada, toqué el timbre de la puerta mientras mis manos sudaban.
Oí unos pasos que se acercaban.
Se abrió la puerta dejando ver a mi prima con una camiseta que no era suya. De un chico, seguro que de Liam.
Se quedó de piedra al verme.
No sabía que decir, había estado repasando horas lo que la diría. Pero ahora no podía.
Yo: ¿Puedo pasar?.- Dije aclarándome la garganta.
Sofía: Claro…
Me dejó pasar y entré. Me dirigí al salón y vi a Liam tumbado en el sofá. Me vio y se levantó de el sillón apagando la televisión con el mando a distancia.
Liam: ¿Que haces aquí? ¿Has venido ha hacerla más daño o que?.- Dijo poniéndose los brazos en jarras.
Yo: He venido a arreglar las cosas. ¿Te importaría dejarnos solas?.- Dije con un tono de molestia.
El dudó unos instantes.
Liam: Tienes tres minutos, ni más no menos.
Bueno aquí el protector…
Decidí callarme y me senté en una de las sillas.
Sofía se sentó enfrente mío.
Sofía: Empieza.- Dijo apoyando la espalda en el respaldo del sofá.
Hay señor…
Yo: Lo siento…- Dije suspirando y cerrando los ojos.
Pasaron unos segundos sin decir nada.
Sofía: ¿Ya está? ¿Has terminado? Pues ahí tienes la puerta.- Dijo levantándose.
Yo: No no. ¡Espera!.- Dije agarrándola del brazo.- Lo siento muchísimo en serio. Me pasé un montón y no lo merecías…- Dije con voz un poco débil.
Ella seguía dada la vuelta. Yo solté sí brazo.
Yo: No eres un puta y lo sabes, subnormal tampoco… Sólo me preocupé por ti… sabes que te quiero y no quiero que te hagan daño.
Sofía se dio la vuelta.
Yo: ¿Me perdonas?.- Pregunté abriendo mis brazos.
Sofía dudó unos instantes. Y en un abrir y cerrar de ojos. Ya tenía a esa loca abrazándome.
Sofía: Te quiero mucho.
Yo: Y yo a ti.
Sofia: Perdóname por lo que te dije…
Yo: Estás más que perdonada.
En un minuto nos separamos del abrazo.
Yo: En fin, me tengo que ir… fin de semana agotador.
Sofía: Y que lo digas… ¿vendrás a la fiesta de Louis mañana?.
Yo: Tenlo asegurado.
Las dos reímos.
Me dirigí a la salida, me despedí de Sofía y me dirigí a mi casa por las calles de Londres.

Narra Sofía.

Cerré la puerta detrás de que Gracia saliera.
Me sentía muchísimo mejor después de haberlo arreglado.
Liam: ¿Lo habéis arreglado todo?.- Dijo yendo hacia mi y besándome.
Yo asentí con una sonrisa.
Liam: ¿Mejor?. - Preguntó con una sonrisa leve.
Asentí nuevamente.
Liam: Bien. Tu vete preparando que nos vamos tu y yo a pasar todo lo que queda de día juntos.
Le abracé y a continuación le besé con ternura.
Yo: En pocos días me has echo la mujer más feliz del mundo. Te quiero.
Liam: Yo también te quiero.- Dijo sonriendo y besándome la cabeza.- Ahora ve a vestirte que ya se cuanto tardáis las chicas.- Dijo guiñándome un ojo.- Quedamos en una hora y media en el restaurante italiano de la esquina.
Y sin más demora subí a mi habitación.

Narra Ana.

Gracia y Harry se marcharon para arreglar las cosas, mientras nosotras intentábamos hacer el desayuno.
Cris: ¡Así no se hace! ¡Se hace poco echo!.
Niall: ¡Que no! ¡Yo se más de comida! ¡Lo único a lo que me dedico es a comer! ¡Hazme caso!
Cris: ¡Que no! ¡Que lo estropeas!.- Dijo moviendo la sartén.
Lala: Chicos tranquilos… ya lo hacemos Ana y yo…
-¡No!.- Gritaron a la vez.
Josh: Ha este paso vais a quemar el bosque entero.
Dijo quitando la sartén de ambas manos.- ¡Zayn! ¿Me ayudas?.
Zayn se levantó y fue a ayudarle mientras Cris y Niall se resignaban a mirarse.
Que par de bobos…
Lala: Ana…- Dijo en un susurro.
Yo: ¿Que pasa?.- Pregunté.
Lala dio un suspiro.
Lala: Estoy saliendo con Zayn.
Yo: ¿¡Qué tu que con quien!?.- Grité a los cuatro vientos haciendo que todos se giraran a mirarnos.
Lala: ¡Pero callaté!.- Dijo regañándome.
Cris: ¿Ha que te refieres?.
Lala y Zayn cruzaron miradas.
Zayn fue hacia ella y la cogió de la mano.
Zayn: Estamos saliendo.
-¡Ahhhhh!.- Gritaron Cris y Laura mientras corrían y la abrazaban. Yo no me quedé atrás.
Lala: Que me aplastáis…- Dijo sin poder respirar.
Yo: Cuéntanoslo todo.

Capítulo 28.

Narra Sofía:

Una vez arreglada me puse esto:

Oí el timbre.
Me puse perfume, di un retoque a todo, me di una vuelta delante del espejo y salí disparada para abajo.
Fui bajando lentamente más escaleras como en una película, ya que no podía ir más rápido con los tacones.
Entonces me di cuenta. Me paré en seco. ¿No habíamos quedado en el restaurante?.
Me dirigí a la puerta. Miré por la rendija y vi a Liam sacando el móvil. La abrí con una sonrisa enamorada.
Liam estaba parado mientras escribía mensajes con una mano y la otra la tenía detrás de la espalda. Levantó la mirada. Se quedó mirándome fijamente a los ojos mientras se le ensanchaba una sonrisa en la cara.
Pero que guapo iba mi niño. Camisa azul, americana negra, zapatos y pantalones del mismo color.
Guardó el móvil y sacó un ramo de rosas rojo pasión con una tarjeta.
Me tapé la boca de la sorpresa.
Le volví a mirar.
Iba a abrir la boca, pero el me interrumpió.
Liam: Mira la tarjeta por favor.- Dijo sonriendo haciendo que le brillaran los ojos.
Cogí la tarjeta de color blanco y la abrí.
"De Liam para Sofía:
Gracias por todo amor. Desde el primer momento que te vi supe que eras la indicada. La que daría un vuelco a mi corazón. Te escribo esto para que veas cuanto te amo.
¿Sabes? Antes no creía en el amor a primera vista, no creía en el hasta que te vi. A sí que gracias por abrirme los ojos y a enseñarme a amar. Eres todo para mi aunque nos conozcamos de pocos días. Que sepas que estaré aquí para todo. Nunca te dejaré, eres preciosa, como por fuera como por dentro.
Y que sepas, que contigo mi mundo se ilumina, contigo siento que no tengo que tener nada, sólo te necesito a ti, a mi amor.
Tu y yo siempre."
Mis ojos se llenaron de lágrimas al leerlo.
Puse la carta en el suelo al igual que el ramo y me lancé a sus brazos lloriqueando como una tonta.
Me cogió de la cintura y me elevó dándome vueltas en el aire mientras a mi me seguían cayendo lágrimas.
Me bajó y me besó, lento, despacio y con mucho mucho amor.
Nos separamos mientras le acariciaba la mejilla con un bici de barba.
Yo: ¿Pero cómo puedes ser tan perfecto?.- Pregunté un poco más tranquilizada.
Liam: Es imposible no serlo contigo, tengo que llegar a tu altura.
Me lo como.
Yo: Dios, como te amo.
Y le abracé. El colocó sus brazos sobre mi cuerpo.
Liam: ¿Vamos al restaurante? Se nos hace tarde para la reserva.
Yo asentí. Cogí el ramo de rosas y lo dejé detrás de las plantas al igual que la carta.
Volví con Liam y encaminamos hacia el restaurante italiano.
En el camino cogió mi mano y entrelazo los dedos mientras yo tímidamente hacia lo mismo.
Llegamos al restaurante, Liam preguntó al camarero por la reserva y nos llevó a una mesa cuadrada blanca.
Nos sentamos.
Yo: Liam, estas haciendo mucho por mi y…
Liam: Te mereces esto y mucho más.- Dijo cortándome.
Yo me levanté un poco de la mesa y le volví a besar.

Toda la tarde la pasamos juntos. Después de comer me llevó a dar una vuelta por las calles de Londres. En especial a un parque lleno de árboles, estanques y bancos.
Ahí nos tumbamos en un árbol y nos dábamos caricias como dos enamorados mientras nos mirábamos tiernamente a los ojos.
Me hizo reír toda la tarde como nunca ningún chico lo hizo.
Ahora estábamos abrazados besándonos en frente de la puerta de mi casa.
Yo: Muchas gracias por lo de hoy, en serio.- Dije con mis manos en su cuello.
Liam: Como ya te dije…te mereces esto y más cariño.
Nos volvimos a besar con ternura.
Nos separamos.
Liam: Te amo.
Yo: Te amo.
Me dio un pico de despedida y se fue. Me quedé observando como se iba, se montaba en su coche y se iba no sin antes mirarme y guiñarme un ojo.
Sonreí, cogí el ramo de rosas, la carta y me metí en mi humilde hogar.
Subí las escaleras y me dirigí a mi habitación.
Me quité los tacones. Seguidamente salte a tumbarme en la cama mordiéndome el labio y sonriendo con el ramo y la carta en el pecho. De repente sentí algo en mi espalda.
Me levanté. Miré a la colcha verde. Encima de ella había un estuche azul. ¿Qué hacia ahí eso? Lo cogí y lo abrí.
La madre que me trajo al mundo.
Un collar de plata con una L y un diamante diminuto rojo.
Había sido él, eso seguro.
Sonreí. Corrí hacia un espejo y me lo puse. A continuación me puse el pijama, me metí en la cama y muy muy muy feliz caí en los brazos de Morfeo.

Desperté por el sonido del teléfono móvil.
De mala hostia fui hacia el bolso de anoche y cogí mi teléfono.
Cris.
Yo: ¿Cris? ¿Qué haces llamándome tan temprano?.
Cristina se rió.u
Cris: Pero si ya son las once dormilona.
Yo: Pues eso, pronto.
Nos reímos ambas.
Cris: Pues a lo que iba, ¿puedes comprar seis disfraces para la fiesta de Louis?.
Yo: Claro, ¿pero de que los cojo?.- Dije poniendo el móvil en la otra oreja.
Cris: De lo que tu quieras.
Oh… creo que lo van a lamentar.
Yo: De acuerdo, a las ocho en mi casa todas a que os lo pongáis y vamos en mi coche.
Cris: De acuerdo ¡Gracias! Hasta luego un beso.
Yo: Adiós cris.
Colgamos las dos y me metí a la ducha.

Estaba ya en la tienda de disfraces.
Había disfraces de todo.
Pregunté a la dependienta y me indico un lado de la tienda. Eran demasiado sosos. Entonces miré de reojo y vi unos que iban a marcar la nota seguro. Sin duda los cogí y pagué.

Narra Lala.

Fui directa a casa de Sofía a ponernos los disfraces, ¿de que me lo habría cogido?.
Llegué, toqué el timbre y me abrió Sofía.
Nos saludamos y nos dimos un abrazo.
Sofía: Vamos que están todas arriba.
Subimos las escaleras y saludé a todas.
Sofía: En fin, aquí tenéis vuestros disfraces.- Dijo dando una bolsa negra larga a cada una.
Miramos la etiqueta.
Pero que…
-¿¡Sofía!?.- Gritamos todas.
Ella se empezó a partir de risa.
Sofía: ¿A qué molan?.- Dijo entre carcajadas.
Ana: No me pienso poner esto.
Cris y Laura: Ni yo.
Yo miré mal a Sofía y me negué.
Gracia: Pues a mi no me parece feo…
Todas la miramos como sí estuviera demente.
Sofía: ¡Esa es mi prima! ¡La familia folleteo al poder!.- Dijo chocando los cinco.
Madre mía…
Gracia: Vosotras veréis, pero los chicos van a babear por esto.- Dijo señalando a la bolsa.- Yo me lo pongo.
Fue al baño a cambiarse.
Sofía: ¿Veis?.- Dijo señalando con ambos brazos.
Salió fuera y se vistió.
Bueno… ¿qué podría salir mal? Después de todo son unos disfraces…

Narra Ana.

Entre discusiones al final decidimos todas ponérnoslo.
Hay Dios mío no me quiero ni imaginar la cara de la gente que nos vea… y la de los chicos menos…
Solté una risita tonta.
Cris: ¿De qué te ríes?. - Dijo poniéndose la falda.
Lala se giró y atendió a la conversación.
Yo: Nada… cosas mías.

Salimos del baño.
Vimos a Gracia y Sofía así:
Sofía
Gracia
Y nosotras estábamos así:
Yo
Lala
Laura
Cris
La madre que trajo al mundo a Sofía…
Sofía: ¿Veis que monas vais?.- Dijo sonriendo.
Lala: Más que moñas… prostitutas.
Gracia: ¿Que dices? Vamos genial. Ahora vamos a la fiesta.
Cris: ¿Y que dirán los chicos de nosotras?.
Gracia y Sofía se miraron.
Sofía: Pues no cosas muy bonitas que digamos… ¡ahora vamos!.- Dijo empujándonos.

Ya estábamos en la puerta de la fiesta. Todo, absolutamente todo el mundo se nos quedó mirando como pánfilos y no tardó de llegar los silbidos.
Mirábamos todas mal a Sofía y a Gracia mientras ellas sonreían felices.
Entonces vimos a los chicos, fuimos hacia ellos y nos plantamos delante…