Amar a Tom Riddle

Desperté en la enfermería, acostada en un cama, mire a mi alrededor, no había nadie.

La cabeza me dolía mucho, no recordaba bien lo que paso, ¿me desmaye?, me baje de la cama, apenas toque el suelo sentía que me iba a caer, así que me sujete de la cama para no caer al suelo, mi respiración estaba lenta y se me dificultaba.
Camine hasta la puerta donde debería estar la enfermera o al menos alguien que me ayudara o me explicara que pasaba, cuando finalmente llegue, toque la puerta, nadie me habría así que entre.

Era un pequeño cuarto con repisas,pociones y un escritorio:en el que habia un papel que ya habia visto antes,camine al escrito y agarre ese peculiar papel.

Ese papel era una carta, una carta que me habían mandado por la enfermedad de mis padres, sentí un enorme hueco en el estomago. Solte un leve grito, una mano me tomo de el hombro, me gire rápida y desesperadamente:era el profesor Dumbledore.

—Lillius, veo que te sientes mejor, siéntate —dijo el profesor señalando una silla que había alado del escritorio y me senté— Como ya te habrás dado cuenta tus padres están en un punto critico, no iras a un orfanato —me sentí mas relajada al oír esas palabras me sentí mejor— Pero eres menor para vivir sola en tu casa y como no encontramos a tu hermano y tampoco algún familiar cercano, te enviaremos con tu tia Helena Puff.

No recordaba bien a mi tía, pero tal vez seria mejor vivir en un orfanato o peor aun... Con mi hermano.

—¿Estas de acuerdo?

—Si profesor.

—Perfecto, ella me dijo que si tu querías podías ir ahora para las vacaciones de navidad.

—¡QUE!, ¿hoy parte el tren? y ¿donde vive?

—Todo a su tiempo, no he acabado de explicarte —el profesor me dio unos segundos para calmarme— Si hoy parte el tren ya que haz estado inconsciente muchos días y tu tía vive en Hogsmade, pero yo te puedo llevar,si tu quieres.

—Bien,voy a ir a empacar.

—Esta bien, te veo afuera del comedor en dos horas.

—Adios —fue lo ultimo que dije y fui corriendo a la sala común de Slytherin, cuando llegue no había nadie, solo un chico de pelo negro y ojos claros; Tom.

—Hola, Tom —me acerque lentamente.

Tom cerro un libro que tenia en sus manos y volteo a verme lentamente, se levanto del sillón y solo se limito a verme.

—Hola.

—¿Que sucede?

—Nada,es que... —Tom se acerco mas a mi— Te di por muerta.

—¿Por que?

—Desapareciste, los profesores no decían nada y Rebbeca Malfoy sugirió que habías muerto.

—Y tu, ¿le crees?

—No —Tom evito verme a los ojos— ¿Donde estuviste?

—En la enfermería, y tengo que irme en dos horas, así que adiós.

Subí a mi recamara y comenze a empacar, guardaba solo lo necesario, cuando finalmente acabe baje con mi enorme mochila.

Tom estaba parado enfrente de las escaleras,sosteniendo aun ese libro.

—¿A donde vas?

—Con mi tía.

—Pensé que te quedarías.

—Pues, pensaste mal.

—¿Donde vive ella?

—En Hogsmade —respondí cansada de sus preguntas— ¿Por que?

—Me molesta no saber donde estas.

Cuando finalmente llegue a la puerta sabia que Tom no me seguiría, así que me gire y me econtre perdida en esos ojos.

—Ya me voy Tom —me acerque lentamente y lo abrace, hay estuvimos tal-vez unos 3 o 4 minutos sin separarnos— Te quiero Tom.

—Yo también te quiero.

Finalmente nos separamos y recordé algo,metí mi mano en el bolsillo de mi sweater y saque un reloj mágico, que decía que tan lejano estaba yo de Tom y se lo di.

—¿Que es esto?

—Un reloj mágico, te dirá que tan lejos estoy y cuanto te extraño, mira —señale el reloj que decía: "Nada de que preocuparse"— Ves nada de que preocuparse, adiós Tom, te voy a extrañar, pero no sera mucho solo 3 semanas.

—Adiós —fue lo ultimo que escuche y salí de la sala común.




Llegue finalmente a la puerta del comedor,hay estaba Dumbledore.

—¿Lista?-pregunto el profesor.

—Si.

Bien, toma mi brazo y por nada que suceda te sueltes.

Tome el brazo de Dumbledore y sentí que caí en un huracán, dando vueltas sin parar, sentía que perdía la gravedad y cuando finalmente pensé que moriría caí al piso.

Me levante del piso cubierto de nieve,tome mi mochila que se me había caído y vi a mi alrededor, un pequeño pueblo donde hacia un frío que parecía que ya quemaba.

—Por aquí —anuncio el profesor.

Seguí a Dumbledore y cuando finalmente llegamos voy una casa,vieja cubierta por la nieve,las ventanas empañadas,y la entrada descuidada,me acerque y toque la puerta.

Una señora de algunos 45 años con cabello rubio (como el mio) recogido, ojos cafés, y era esbelta: Vestía un vestido rojo medieval: mangas largas,ajustado hasta la cintura y después de la cintura se volvía suelto.

—Oh, querida, que bien que haz llegado —la señora me abrazo, y percate que olía a flores— Pasa, gracias por traerla Albus.

—No hay de que Helena, me tengo que ir, adiós.

—Adios Albus.

Entre a la casa,era una pequeña casa con tal vez mas de 100 años,color rojizo oscuro,los muebles rechinaban y la luz era tenue.

—Déjame llevarte a tu cuarto —la señora me quito la mochila y se la puso ella— Ven.

La seguí por el largo pasillo que conectaba a 4 cuartos: la cocina, el comedor, la sala y un cuarto que parecía conectar al jardín, en el final del pasillo habían unas escaleras de madera que subían en espiral, subimos las escaleras lentamente, llegamos al segundo piso,donde habían dos puertas uno a la izquierda y otro a la derecha.

—El de la derecha es tu cuarto —anuncio mi tía.

Mire que las escaleras seguían para arriba y no soporte la curiosidad de preguntas:
— ¿Que hay mas arriba?

—Mi cuarto y el sótano, donde tienes prohibido ir.

Esas ultimas palabras me asustaron un poco y empeze a caminar a mi cuarto, mi tía abrió la puerta lentamente, donde vi un pequeño cuarto, donde habían una cama, un armario, un escritorio, un librero una ventana y otra puerta.

—Ese es el baño —señalo mi tía a la puerta dentro de mi cuarto— Te dejare unos momentos sola para que te acostumbres, te deje algunas prendas en el armario.

Helena salio del cuarto dejándome hay sola. El cuarto era color morado oscuro,las muebles eran negros y el piso de madera: café oscuro. La cama tenia sabanas moradas y la ventana tenia una cortina morada,al parecer el lugar era deprimente pero de alguna forma me gustaba, tal vez seria por que el morado me gustaba, abrí el armario para ver esas prendas especiales, un vestido largo negro con mangas largas, otro vestido corto que me llegaría a las rodillas era azul y un vestido sin mangas, rojo.

Volví a retomar la idea"Lugar deprimente", empeze a guardar mis cosas en el armario mientras pensaba que estaría haciendo Tom, ¿Se encontraría mejor que yo?, ¿Peor?.

Cuando finalmente acabe pensé echar un vistazo al baño, abrí la puerta mientras hacia un rechinido y note que el baño tenia una bañera y al igual que todo,el baño era de madera. ¿Me acostumbraría a este lugar?,aunque a lo que tengo entendido: a nadie le gustaría este lugar.

La cocina era rustica y al igual que toda la casa: vieja. Pero en el centro de la cocina había una mesa,con tres sillas.

—Siéntate Jane —le dijo Helena que sostenía una bandeja de té.

—¿Por que me dice Jane?

—Oh, lo siento, así solía decirle a tu madre —Helena empezó a servir el té.

—No quiero ser grosera pero, ¿podría no llamarme... Jane?

—Por supuesto, ¿prefieres que te llame Lillius?

—Si, por favor —Liu tomo un poco de té— ¿Usted es hermana de mi madre?

—Si, ¿Como supiste?

—Pues, recuerdo que mi madre me contó que tenia una hermana en Hogsmade, así que supuse que seria usted.

Helena se quedo viendo la ventana.

—Tendremos que ir al pueblo a comprar algunas cosas, empezara a nevar fuerte.
Lillius termino su té rápido, mientras que su tía no se lo acabo.

—Vámonos.

—Tía Helena, no traigo mi capa.

—Oh, no te preocupes te presto una.

Helena camino a una puerta que había en la cocina y saco dos capas con capucha.

—Aquí tienes.

—Gracias.

Liu se puso la capa y salio de la casa, su tía salio con una bolsa para compras y cerro la casa con una enorme llave que colgaba de su cuello. El camino para llegar al centro de Hogsmade estaba cubierto de nieve que dificultaba llegar a tiempo.

Cuando finalmente llegaron entraron a un pub.

—Lillius, tengo que hacer unas cosas, toma —Helena saco unas monedas de la bolsa que tenia y se las dio— Ve a comprarte algo.

—Oh, gracias.

Liu salio de el pub y miro a todas las direcciones que pudo,veía pubs, tiendas de túnicas y dulces, finalmente se eligió y fue a una tienda de dulces, la tienda era muy colorida por dentro y por fuera, habían dulces de todo tipo al igual que pequeños souvenires mágicos.

—¿Te puedo ayudar en algo? —pregunto una mujer que trabajaba ahí.

—Si, busco algo para mi amigo, cumple 12 años.

—Mmm, 12 años,sígueme.

La trabajadora llevo a Liu al fondo de la tienda y le mostró un cuaderno muggle.

—¿Que es eso?

—A simple vista es un cuaderno muggle, pero en el puedes guardar recuerdos y emociones.

—Y, ¿Cuanto cuesta?

—Cinco galeones.

Liu metió la mano en su bolsillo y vio cuanto dinero tenia: cuatro galeones.

—Veo que no tienes el dinero suficiente.

—Bueno, gracias por todo, adiós.

—Espera, tengo una idea.

—¿Cual?

—¿Tu eres pariente de Helena?

—Si.

—A tu tía le debo 1 galeón, tal vez si te pago a ti el galeón te ajustara, ¿Te parece bien?

—Si.

—Bien, ahora ¿como se llama tu amigo?

—Tom Marvolo Riddle, ¿por que?

La trabajadora saco su varita y escribió el nombre en la parte trasera del cuaderno.

—Toma.

—Gracias —Liu le dio las monedas y se las dio a la trabajadora.

—¿Quieres enviarlo ahora?

—Pues, me gustaría que le llegara para el 31 de diciembre.

—Si quieres yo lo mando con mi lechuza para que le llegue ese día.

—Si.

—¿A nombre de quien?

—A nombre de Emily.

—Bien, llegara el día 31 de diciembre.

—Gracias.

—Denada.

Lillius salio de la tienda con una sonrisa de oreja a oreja y fue al pub donde estaba su tía.

—¿Por que tan feliz?

—Por nada.

—Bien, vámonos.




Tom caminaba por la biblioteca,viendo todos los títulos de los libros,al final tomo un libro de pociones.

Acabo de leerlo en 1 hora, no había nada interesante que hacer, saco el reloj mágico que le dio Liu y decía: "Nada de que preocuparse".

Tom se acerco mas el reloj, escucho unos susurros salir de el.

—Nada de que preocuparnos, Tom —dijo una voz idéntica a la de su amiga.

Tom se quedo sorprendido, Lillius no le había contado sobre eso.

—¿Lillius? —susurro Tom al reloj.

—No te preocupes, Tom —susurro el reloj.

—Tom —dijo la bibliotecaria.

Tom se guardo el reloj y abrió el libro.

—Tom, tienes un paquete.

Tom se levanto y tomo el paquete que le dio la bibliotecaria. Abrió el paquete y vio una nota: En este cuaderno podrás expresarte sin miedo a que alguien lo lea, de Lillius. Tom empezó a hojear su nuevo regalo: Un diario mágico.

Me encanta! Síguela linda.
Besos.

Hola, soy nueva lectora! Addgffg siguela pronto xD saludos!

siguela cuando puedas :)