Re: Crush- NicholasJ&TU (Adaptación) TERMINADA!

por **chelis** Sáb 20 Jul 2013, 8:17 pm

:wut:

por **HeyItsLupitaNJ** Dom 21 Jul 2013, 2:50 pm

chelis escribió::wut: :calor: :amor: :aah: que clienteles!!!!!!...... Que son!!!!!!!!....... Y que manera de reconciliarceeeeeee!!!!!!!!.......

JAJAJAJAJ

Ya se, ellos aprovechan cualquier lugar! xDD

Así hasta yo me enojaba con él!

Ya La Sigo! ;)

Nos Estamos Leyendo! *.*

\^.^/

X

:bye:

por **HeyItsLupitaNJ** Dom 21 Jul 2013, 2:51 pm

Puchy_ve escribió:

Esas perras operadas y falsa, algo con mucho significado tiene mas valor que un gran anillo.

Espero que todo ese conflicto se acabe, siguela pronto.

Así es, ellas no saben el valor de ese anillo!

Pero bueno dejalas, no merece la pena!

Ya La Sigo! ;)

Nos Estamos Leyendo! *.*

\^.^/

X

:bye:

por **HeyItsLupitaNJ** Dom 21 Jul 2013, 2:52 pm

Pamm Jonas escribió:Bueno valió la pena un poquito de pelea.
Aún así estamos muy bien con todo tranquilo y normal.
Esta bien que disfrute del dinero que gana con mucho esfuerzo , pero que recuerde que el amor es lo que nos une. Ya que se de cuenta de que sólo lo necesito a él!
Siguelaaaa

Oh si valió la pena!

Aunque no todo estará bien!

Aún faltan muchas cosas que superar!

Ya La Sigo! ;)

Nos Estamos Leyendo! *.*

\^.^/

X

:bye:

por **HeyItsLupitaNJ** Dom 21 Jul 2013, 3:04 pm

• CAPiTULO 9 (Parte 1) •

Todavía podía oler a Nicholas en mi almohada, pero su cabeza ya no estaba allí como toda la noche anterior. Bueno, toda la noche después del sexo conciliador arriba de la mesa.

Pero él estaba cerca. Su forma de cantar fuera de tono la canción que estaba sonando en la radio era un claro indicativo de ello. Mientras me giraba, una sonrisa ya estaba en su lugar.

Cuando mis ojos se pasaron en un trasero, en un trasero desnudo, haciendo café en la maquina, mi sonrisa se amplió.

—¿He mencionado últimamente que buen culo tienes? —dije, apoyándome sobre mis codos, porque si el trasero desnudo de Nicholas andaba en exhibición para mí placer, iba a disfrutar de la vista.

Me sonrió mientras servía una taza de café. —Sólo anoche, cuando lo estabas sosteniendo y gritabas mi nombre.

—Oh. Alguien despertó en el lado engreído de la cama esta mañana. —Tuve la tentación de comprobar la hora en mi teléfono, pero eso significaría apartar la mirada. La hora podría esperar; Nicholas desnudo haciendo café no.

—Despierto de ese lado de la cama cada día, ___(tn) —dijo él, girándose.

Como la chica mala que era, mis ojos se centraron en un determinado lugar. —Sí, sin duda lo haces. —Mi sonrisa no podía estirarse más sin salir lastimada.

—Buenos días —dijo él, tendiéndome la taza de café mientras yo seguía con mi concurso de miradas.

—Sí, lo es —contesté, sentándome.

—Está bien, ___(tn), deja de mirarme así o llegaré tarde a práctica. —Esperó hasta que mi mirada fue a la suya antes de darme el café. Eso probablemente fue lo mejor. Mujeres embobadas y humeantes tazas de líquido no combinaban.

—Si no quieres que te mire así, deberías ponerte algo de ropa. —Alcé una ceja en su dirección mientras daba un sobo—. Gracias por el café. Muy domestico de tu parte.

Tomando su bóxer de la noche anterior, se lo puso y vino correteando hacia mí. —Me gusta atender tus manos y pies —dijo él, sus ojos viajando por mi cuerpo—. Y todo lo que hay en medio.

Suspiré en mi taza. —Aquí tienes una pista. Si no quieres llegar tarde a la práctica, tú tampoco deberías decir ese tipo de cosas.

Sus ojos se aclararon e inmediatamente regresaron a los míos. Cómo hacia para pasar del goteante sexo en un momento a todo negocios al siguiente, no lo sabía, pero era algo que dudaba que yo pudiera llegar a hacer alguna vez. —Anoche exactamente no me diste la oportunidad de decírtelo, no desde que estuvimos ocupados haciendo destrozos en esa mesa que ahora se ha convertido en mi mueble favorito —estudió la mesa mientras una lenta sonrisa se formaba en su rostro—, pero siento todo lo de ayer, ___(tn). Quería que todo fuera perfecto, pero no pudo haber salido peor.

No, no podría haberlo hecho. Bueno, al menos hasta lo de anoche.

Tomé su mano y la apreté. —Yo también lo siento —dije, tan familiarizaba con las palabras que ahora podría tener un certificado de experta. En la historia de nuestra relación el “lo siento”, “perdóname” y “lo eché a perder” eran frases casi tan frecuentes como el “te amo”

—Si no te gusta la casa, está bien. Encontraremos otra —dijo él, arrojando un brazo sobre mis hombros—. Quiero que seas feliz, ___(tn), y nunca habría elegido este lugar si pensase que te iba a molestar.

Suspiré con alivio. Ayer dimos guerra por esta conversación. Hoy podíamos hablar de ello constructiva y calmadamente. Tal vez así es como necesitábamos abordar las minas terrestres en el futuro: desnudos y en la cama.

—Sé eso, Nicholas. Sólo me tomó por sorpresa. Todo está llegando tan rápido, y a veces siento que no tengo oportunidad de respirar. —Me detuve para dar otro trago—. ¿Entiendes?

—Créeme, lo sé —contestó con un asentimiento—. No necesitas explicármelo, ___(tn). Lo capto, y siento haber hecho todo esto más duro para ti. Voy a llamar a mi agente de bienes raíces esta tarde y empezaré a buscar un lugar diferente. ¿Está bien? —Me acercó más, enterrando la cabeza en mi cuello.

—¿Este verdadero agente de bienes raíces buscará casas de tres habitaciones y dos baños? —Comencé a decirme a mi misma que me calmara, así que cuando, y si esto se tornaba intenso, podría manejarlo.

Nicholas se quejó, pero no fue de esa forma condecente suya, sino que él también estaba intentando controlarse en caso de que nuestros temperamentos aumentaran. —¿Te das cuenta cuánto dinero estoy haciendo este año, ___(tn)? Y cuánto voy a estar haciendo a partir de ahora…

—Lo sé, lo sé —dije, mordiéndome la lengua para tragarme los comentarios—. Pero, ¿Y si eso cambias quién eres? ¿Quién soy yo? ¿Lo que queremos nosotros? —Esas eran, en el fondo, las preguntas que necesitaban ser respondidas.

—No me cambia a mí, ni a ti, o a lo queremos, ___(tn) —dijo calmadamente—. Todo lo que modifica es nuestro estilo de vida. Y cuántos buenos momentos tenemos en nuestro garaje de cinco autos.

Dejé el café sobre la mesa de noche. No lo entendió, o yo no fui clara. No quería más autos de los que podría contar con la mano. No quería más garaje que cabellos en mi cabeza. Quería a Nicholas. Y un techo seguro, junto a un auto fiable y comida en la alacena no estaría mal.

—No quiero cambiar nuestro estilo de vida —dije—. Pensé que el que teníamos era bastante genial.

—Es bastante genial, ___(tn). Es jodidamente genial —dijo, manteniéndome cerca. De esa forma hablábamos; conmigo presionado contra él—. Pero podría ser mucho mejor. Todo este tiempo he querido ir a la joyería y comprarte el diamante más grande y brillante que pudiera, todo este tiempo quise llevarte a restaurantes elegantes y ordenar la cosa más cara del menú sólo porque quería darte lo mejor. Todos estos inviernos quise conseguirte una camioneta para que la carretera se ría del hielo. —Se detuvo e inclinó la cabeza en la cabecera—. Estoy arto de no ser capaz de darte todas esas cosas que mereces.

Lo que decía estaba tirando de mi corazón, pero no hizo anda por aliviar la tensión que crecía cuando sea que comenzáramos a hablar de dinero. —Sé que lo estás, bebé. Sé que lo estás —dije—. Pero la cosa es, todos estos años crees que me has estado dando lo segundo mejor…

—Más como lo cuarto mejor —murmuró.

—Bueno, entonces, yo debo ser el cuarto-mejor tipo de chica, porque nunca me he sentido engañada o que estaba perdiendo.

Nos quedamos callados por un momento, aunque nuestros pensamientos eran tan altos que no estaba silencioso exactamente.

—¿___(tn)? ¿Qué tiene el dinero que te hacer sentir tan incómoda?

Mierda. Él bien podría haberme dejarme tirada sobre esa mesa, por cuán desnuda y vulnerable me sentí con esa pregunta. Nicholas tenía esta extraña capacidad de cortar a través de las mentiras y ver qué estaba en el corazón o qué estaba intentando esconder. Algunos días, amaba este don suyo. Otros, lo odiaba.

Aún no estaba segura qué tipo de día era.

Inhalé y exhalé, empujando las medias-verdades que estaba escondiendo tras mí, intentando llegar a lo que realmente me molestaba. Ahora estaba lista para decir que se sentía estar en el corazón de ello. —Vengo de un lugar donde sé qué es tener mucho dinero en el banco, tanto que ni siquiera te preocuparías en algo como eso —comencé, retorciéndome entre sus brazos para poder acercarme más—. Y vengo de un lugar donde sé que es tener tan poco en el banco que ni siquiera estás seguro de si te tendrás un lugar al que llamar casa al mes siguiente. Conozco los altos y bajos. El dinero no te hará feliz. Y yo no quiero pretender que puede, o lo hará.

—___(tn), sé eso —interrumpió él—. Sé que no puede hacerte feliz si ya no lo eras. Pero tú y yo, hemos creado algo tan malditamente genial antes de todo esto que sólo puede ponerse mejor con un poco de magia en el banco.

—No —dije abruptamente—. ¿Ves? Eso es. No quiero que mi medidor de felicidad en la vida esté ligado a algo como el dinero. De ninguna forma. Los quiero separados. —Levanté una mano, extendiéndola hacia la derecha—. Aquí está ___(tn) en la montaña rusa donde se haya mis emociones. —Nicholas era lo suficientemente inteligente para seguir sonriendo a sabiendas—. Y aquí está el dinero —dije, levantando mi otra mano y aguardándola de una caída segura—. Y no quiero que ellas ni siquiera se conecten. Nunca.

—¿Jamás? ¿O nunca, jamás? —Ahora estaba sonriendo—. Porque hay una diferencia.

Le di un codazo antes de contestar—: Nunca, jamás, jamás.

Él contempló eso por un momento antes de asentir. —Está bien. Creo que puedo manejarlo. —Sonaba tan sincero como se veía.

—¿Sí?

Tomando cada una de mis manos extendidos, las besó. —Sí.

¿Quién hubiera imaginado que una ronda de sexo salvaje en la mesa y una noche de sueño podría allanar el camino para una conversación productiva sobre algo por lo que hemos estado gritando desde ayer?

Oh, sí. Los hombres. Desde los tiempos de las cavernas, cuando las mesas no eran más que pedazos de piedras. Hubo un tiempo en el que yo, como mujer, averigüé eso y comencé a usarlo a mi favor.

—¿Necesitas algo más? —Besó mi frente antes de rodar fuera de la cama—. Si no me marcho en los próximo treinta segundos, llegaré tarde a la práctica.

—Necesito… algo —contesté, arrojando la sábana a un lado—, pero suena como que tienes un lugar donde estar.

Los ojos de Nicholas se quedaron en mi rostro, pero podría decir que eso lo estaba matando. —Eres cruel, ___(tn). ¿Sabías eso?

—Mm-hmmm —dije, rodando a mi lado para darle una mejor vista. Sonreí cuando su mirada cayó por el más pequeño de lo segundos.

Golpeando sus mejillas, se dio la vuelta y tomó sus jeans. —¿Por qué no te vas de compras o algo mientras estoy en la práctica? —dijo él, sacando su billetera—. Hay un montón de tiendas alrededor que estarían dispuestas a atenderte pronto por ser la esposa de un mariscal de la NFL. —Deslizando la negra tarjeta brillante, me la tendió.

Volví a taparme con la sabana.

Él frunció el ceño.

—¿Estabas aquí durante la conversación que acabamos de tener? —pregunté, mirando la tarjeta negra.

Su ceño creó una sombra más oscura antes de desaparecer. —Sí, lo estaba. —Regresó la tarjeta a su billetera, se quedó parado allí, viéndose impotente.

No quería que se sintiera de esta manera. Sabía que Nicholas quería cuidarme; sé que eso encabezaba la lista de todo lo que hacía. Simplemente yo no necesitaba o quería ser cuidada con una brillante tarjeta negra.

—¿Crees que podría pedir prestado tu camioneta? —pregunté, esperado que esto aliviara su necesidad de hacer-algo-por-___(tn)—. Estaba pensando en ir a la playa y quedarme tendida allí todo el día.

—Por supuesto —dijo él, metiendo la mano en su bolsillo otra vez. Como esperaba, lucía aliviado de ser capaz de hacer algo por mí y que yo esté dispuesta a ello—. Tiene el tanque lleno, así que lleva a ese bebé a dar una vuelta. —Me tendió las llaves de su nueva camioneta. Eran brillantes, también.

Todo era tan malditamente brillante ahora. Nunca pensé que sería tan anti-brillo.

—Vamos, no podía ni ver por encima del volante de esa cosa Nicholas —dije, guiñándole el ojo para el que el golpe sea más fácil—. Eso es, si de verdad fuera capaz de subir a él sin tu ayuda. Necesitaría un taburete o una escalera.

—¿Quieres que llames a un conductor o algo? —preguntó, y su rostro se iluminó—. ¿O por qué no te vas a comprar tú misma uno de esos nuevos autos deportivos que he estado esperando que consigas? Así podrás elegir el color que quieras.

Alcé mi mano y me mordí la lengua. —Gracias. Por todas las ofertas —dije—, pero estaba pensando que simplemente podría tomar tu viejo cubo de óxido.

La frente de Nicholas se arrugó.

—Entonces si estoy durmiendo todo el día en la playa, no tendré que preocuparme por vándalos rasgando tu nueva camioneta. —Ésta, prácticamente, era la razón de por qué quería tomar la vieja, pero ciertamente no lo era todo.

Un destello de molestia pasó por su rostro, pero se fue. —Las llaves están en la ignición —dijo él, poniéndose los jeans—. Acabo de cambiarle el aceite y lo balanceé, así que no deberías tener ningún problema con ese trasto viejo.

Miré la remera que estaba por tomar. Sabía que la ropa era un requerimiento pero ellos deberían hacer una excepción en el caso de Nicholas.

—¿Cambiaste el aceite? ¿Balanceo? —dije mientras él empujaba la remera sobre su cabeza—. ¿Esta es la camioneta en la que insistías en no reparar ayer?

Rodó los ojos mientras se ponía sus Cons. Al menos esos eran los mismos andrajosos de siempre a los que yo estaba acostumbrada. —Me estás rompiendo las bolas, mujer.

—Muy pronto seré tu esposa —dije—. Eso está en la descripción del trabajo.

Se quedó inmóvil a medio abrochar. —¿Muy pronto seré? —repitió, sus ojos brillando.

Uh-oh. No mañana ni la semana siguiente. —Tan pronto a ser en cuanto sea capaz de ello —dije, mi corazón latiendo por la forma en que me miraba. Con una mirada, Nicholas era capaz de fundir todos los músculos antes de apretarlos con anticipación.

Mi pulso ya se estaba acelerando. —¿Qué estás haciendo?

Cruzando la habitación, saltó sobre la cama. —Llegar tarde —dijo él, antes de que su boca y cuerpo cubrieran el mío.

Hombre Nicholas!

Porque tienes que ser tan dulce!

En serio!

:aah: :aah: :aah:

Esperemos que pronto puedas separar todo!

Disfruten del capi!

Nos Estamos Leyendo! *.*

\^.^/

Lu wH!;*

X

:bye:

por **aranzhitha** Dom 21 Jul 2013, 3:27 pm

Nicholas es muy dulce y tierno
pero se esta dejando por el dinero
esta bien que gana mucho
pero no es para que cambie asi :x
siguela!!!

por **chelis** Dom 21 Jul 2013, 7:25 pm

:calor: estos hacen que me imagine cosas!!!.... Como pone la escritora ese hermoso trasero de nick al descubierto y luego esta chizy!!!!!!.... Jajajajajajajaaja ........ Pero creo que superaran las pruebas!!!!..... Y lastima que hombre como el estén solo en libros!!!.... Jajajaja y sea un artista inalcanzable!!!!!!!....

por **aranzhitha** Dom 21 Jul 2013, 9:47 pm

siguela!!

por **chelis** Dom 21 Jul 2013, 10:30 pm

:roll:

por **HeyItsLupitaNJ** Lun 22 Jul 2013, 10:58 am

aranzhitha escribió:Nicholas es muy dulce y tierno
pero se esta dejando por el dinero
esta bien que gana mucho
pero no es para que cambie asi :x
siguela!!!

Oh lo se, el dinero esta siendo un problema!

Pero bueno esperemos

Que lo superen!

Ya La Sigo! ;)

Nos Estamos Leyendo! *.*

\^.^/

X

:bye:

por **HeyItsLupitaNJ** Lun 22 Jul 2013, 10:59 am

chelis escribió::calor: estos hacen que me imagine cosas!!!.... Como pone la escritora ese hermoso trasero de nick al descubierto y luego esta chizy!!!!!!.... Jajajajajajajaaja ........ Pero creo que superaran las pruebas!!!!..... Y lastima que hombre como el estén solo en libros!!!.... Jajajaja y sea un artista inalcanzable!!!!!!!....

Oh lo se, le encanta torturarnos! xDD

Pero bueno! u.u

Sip, esperemos que superen todos estos retos!

Ya La Sigo! ;)

Nos Estamos Leyendo! *.*

\^.^/

X

:bye:

por **HeyItsLupitaNJ** Lun 22 Jul 2013, 11:00 am

aranzhitha escribió:siguela!!

Ya La Sigo! ;)

\^.^/

X

:bye:

por **HeyItsLupitaNJ** Lun 22 Jul 2013, 11:00 am

chelis escribió::roll:

Ya La Sigo! ;)

\^.^/

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:bye:

por **HeyItsLupitaNJ** Lun 22 Jul 2013, 11:10 am

• CAPiTULO 9 (Parte 2) •

¿Si había una cosa en la que podía acostumbrarme en el sur de California? Las playas y el sol. Unas buenas ocho horas se habían marcado cuando no había hecho nada más físico que girar de un lado al otro. Eso, y desenroscar la tapa de mi botella de agua.

Podía verme aquí.

Ahora, si el sur de Cali sólo era conocido como uno de los lugares de baile más importantes del mundo, habría sido de oro. El sol comenzaba a caer en el cielo, pero había, al menos, otra larga hora de rayos UV para absorber, y no quería perder la oportunidad gracias a una severa sensación de hambre.

Para influir en el voto de irme-o-quedarme, mi estómago rugió de nuevo.

—Bien—Me quejé, haciendo una nota mental de que la próxima vez que fuera a la playa, necesitaba llevar más que una barra de granola.

Antes de que pudiera empezar a empacar mis imprescindibles cosas de día-de-playa, mi teléfono sonó. Lo agarre y leí el texto.

TODOS LOS CHICOS ME PREGUNTARON POR QUE ESTA ESTÚPIDA SONRISA EN MI CARA TODO EL DÍA. Seguido por una cara sonriente. TE CULPO.

CON MUCHO GUSTO ASUMO LA CULPA DE ESTA SONRISA ESTÚPIDA. Tipié, llevando mi propia sonrisa estúpida cuando algunos de los recuerdos saltaron a la mente. ESPERO QUE NO TE IMPORTE LLEVAR OTRA MAÑANA. Seguido por una carita de guiño.

Su respuesta fue inmediata.

INFIERNOS, NO.

Me reí y, antes de que pudiera escribir una respuesta, mi teléfono sonó de nuevo.

¿DONDE ESTÁS? NUNCA ES DEMASIADO PRONTO PARA EMPEZAR A TRABAJAR EN HACER ESA SONRISA ESTÚPIDA OTRA VEZ.

Nunca había oído una afirmación más verdadera. Tipié.

AÚN EN LA PLAYA. Y YA ESTOY SONRIENDO SÓLO DE PENSAR SOBRE HACERTE SONREÍR.

Me senté y tiré mi protector solar en mi bolso, cuando el me respondió.

TE ENCONTRARÉ ALLÍ Y RECOGEREMOS LA CENA EN EL CAMINO.

Su mensaje terminó con un punto, punto, punto, y luego sonó otro mensaje.

Y ESTOY SONRIENDO SOBRE TU SONRIENDO PENSANDO ACERCA DE HACERME SONREÍR.

Me reí, imaginándolo con una sonrisa en su rostro, apretando el acelerador, y ajustando sus pantalones. BASTA YA DE SONREÍR. Tipié. DATE PRISA, PORQUE QUIERO QUE ME HAGAS GEMIR.

Como si estuviera en peligro de ser atrapada pasando notas en clase, miré de lado a lado.

Cuando llegó su respuesta, casi salté.

PLANEABA HACERLO, ___(TN).

Me moví en mi asiento, sintiendo el goteo de calidez en los lugares correctos.

Unos silbidos sonaron en frente de mí. Miré hacia arriba cuando un par de chicos que llevaban tablas de surf se paseaban, embobados en un determinado lugar que a Nicholas no le habría gustado.

—Si— Les grité. Dándoles a los surfistas un real?. Ven —¡Son tetas!—

Uno de ellos tuvo la decencia de mirar hacia otro lado. El otro se limitó a sonreír más grande. Ese era el Nicholas de los dos —No, nena— El engreído llamó —Esos son pezones—

Miré hacia abajo, Mierda. Si, esos eran definitivamente pezones estallando para que se vieran a través de toda la playa La Jolla. Maldición Nicholas y todos sus mensajes de textos sucios directamente a las luces –de- la- carretera –del- infierno.

No tenía una respuesta ágil, pero no podía dejar al chico surfista tener la última palabra. Envolví mi brazo alrededor de mi pecho, y lo volteé con la otra mano.

Inclinó la barbilla en respuesta, guiñó un ojo y siguió caminando.

Los hombres eran criaturas exasperantes. En todos los ámbitos de la vida. Incluso mientras estabas ocultándote a ti misma, descansando en la playa.

No hace falta decir que me pasé la siguiente media hora descansando en mi estómago.

Al menos hasta que vi una forma familiar pavoneando su camino hacia mí. Salté y corrí hacia él como si no lo hubiera visto en meses. Tenía una bolsa de papel y una sudadera bajo el brazo y parecía recién duchado. Sin embargo, la forma en que me miraba era lo opuesto a limpio.

—¿Dónde esta esa estúpida sonrisa sobre la que me estabas mandando mensajes de texto?—Le dije mientras me acercaba.

—Se tomó unas vacaciones cuando vio lo que estabas usando— Respondió con firmeza —O lo que no estas usando— Pasó sus ojos por mi cuerpo, luciendo como si no pudiera decidir si aprobarlo o desaprobarlo.

Sabía la manera de hacer su decisión.

Enrollando mis brazos alrededor de su cuello, me alcé de puntillas y le di un beso en la boca empezando suave pero no terminando de esa manera.

—Aquí—Dijo Nicholas, cortando con un beso corto —Ponte esto— Extendió su vieja sudadera Siracuse y esperó.

—¿Por qué?—Le pregunté haciéndome la tonta. En cualquier otra ocasión me hubiese deslizado feliz en su descomunal sudadera Cuse. Pero no cuando me lo ordenaba.

—Porque me hiciste poner duro desde un centenar de metros atrás en esa cosa— Hizo un gesto a mi traje de baño —No me gusta la idea de que un montón de chicos bajen mirando a mi chica— Sacudió la sudadera hacia mí.

Nope. No iba a suceder.

—¿A quien le importa?—Bajé su brazo extendido y le sonreí —Es sólo tu erección la que llega a la cama conmigo—

Nicholas resopló y se cruzó de brazos —Dile eso a los imbéciles que se masturbarán contigo entre sus sábanas esta noche—

El acto autoritario envejeció rápido. Crucé los brazos y me mantuve firme. —No se como conseguiste un manojo de tus boxers. Esto ni siquiera es un pequeño bikini. —No lo era. Cuando se trataba de bikinis, esté era relativamente dócil.

Frunció el ceño mientras inspeccionaba mi traje de nuevo —Todo lo que estoy viendo es un par de triángulos pequeños y una cadena Whole lotta, ___(tn)— Dijo, luciendo torturado de nuevo— ¿y está tratando de decirme que esto no es escaso?—

Le respondí con un gesto evasivo.

—Sólo hay una manera de resolver este escaso debate…—Los ojos de Nicholas barrieron el paseo marítimo, reduciéndose un par de veces a lo largo del camino —Yo gano—Dijo al fin —Cada bastardo a la distancia te esta mirando, ___(tn)—

Eché un vistazo alrededor de la playa —Vamos a tener que estar en desacuerdo— Le dije. —Porque estoy segura de que no es a mí, sino a ti a quien están mirando—

Él había llegado a una conclusión diferente.

—No, no por esa razón— Le dije. Dándole un suave empujón — ¿No crees que tal vez, Sólo tal vez, ellos te están mirando porque resultas ser el más nuevo cargador de los mariscales de campo —

—No importaría si yo fuera Peyton Manning—Dijo Nicholas, frunciendo los labios—Contigo corriendo alrededor en esa cosa más-hilo-que-traje-de-baño— Sus manos gesticulando hacia arriba y abajo otra vez —Ningunos ojos de girarían hacia mí—

Traté de mantenerme, pero no pude evitar que la risa se me escapara. Era algo lindo cuando estaba suavemente molesto. No era tan lindo cuando estaba cabreado en-toda-regla.

Los ojos de Nicholas se pegaron a algo detrás de mí —Hey, pajero—Gritó, entrecerrando los ojos—A menos que quieras leer la edición mensual de Playboy en braille el resto de tu vida, mejor gira tu mirada ahora!—

Apoyé mi mano en su cara y corrí mi pulgar haciendo círculos lentos. Lento, círculos calmantes. —¿Podrías ser más territorial?—Bromeé.

—¿Has oído hablar de Oriente Medio, ___(tn)?—Dijo sonriendo — cubiertos de pies a cabeza en capas y capas de material —Él me hizo cosquilla en mis lados. Lo peor había pasado.

—¿Has oído hablar de Europa?—Le respondí entre carcajadas—¿Tomar sol en Topless? Creí que una vez me habías dicho que eras un fan de ello—

—Tocapelotas— Murmuró él, antes de sostener su sudadera de nuevo —¿Vamos, ponte esto?— Preguntó él. Preguntó, no ordenó, demandó, o comandó. El preguntó. Bueno, casi suplicó.

—Está bien—Le dije, porque no podía decir que no. Agarre la camiseta de él y me deslicé en ella. Cálida, acogedora y olía como él. Estaba medio considerando secuestrar esto mañana cuando me dirigiera de nuevo a Nueva York.

—¿Esta bien?— El me miraba como si estuviera esperando el remate del chiste.

Deslicé la capucha en su posición por si acaso—Esta bien—

—Justo cuando pienso que tengo todo resuelto, ___(tn) Larson— Dijo él, enrollando su brazo alrededor de mi cuello y tirándome cerca— Tú vas y haces algo totalmente inesperado. Como escucharme—

Deslicé mi mano en el bolsillo trasero de sus vaqueros mientras nos dirigíamos hacia mi pequeño pedazo de terreno frente al mar —También en letra pequeña, por debajo de Tocapelotas—Dije chocando mi cadera con él.—Pronto-a-ser-esposas están obligadas a llevar a sus pronto-a-ser-maridos con alfileres y agujas en todo momento—

—Ah—Dijo él —Realmente necesito ver todo lo que esta en letra pequeña—

—Si no llegas a leer eso, estoy segura de que me las arreglaré para darte una demostración en la vida real de cada punto en alguna parte del camino— Le dije mientras nos acercábamos a mi toalla de playa. —¿Qué hay para la cena? Y por favor no saques una lata de caviar y una botella de champán de esa bolsa o de lo contrario voy a llamar para una intervención—

Tendió la bolsa de papel para mí —Porque sabía que …—Mis cejas se levantaron —…absolutamente no te haría feliz o infeliz porque el dinero no tiene nada que decir en tu medidor de felicidad.— Hizo estallar su ceño, obviamente, satisfecho de si mismo — Tomé unos tacos de pescado de un vendedor callejero y un poco de cerveza barata de una estación de gasolina—

Sonrió como un diablo y sacudió la bolsa. La agarre y me dejé caer sobre la toalla antes de abrirla. —¿Tacos de pescado de un vendedor callejero y PBR?—Le dije, sin saber si ir por la cerveza o los tacos primero. Mi estómago tomó la decisión por mí. —Eso, mi amor, me hace muy, muy feliz— Saqué un taco envuelto y lo tiré en su regazo, una vez que se sentó.

—Por supuesto que una cena que me costó diez dólares te haría feliz— Dijo, Rompiendo la envoltura —¿Puedes ser más irritante?—

Esa era la pregunta del millón-de-dólares.

Enganchando una cerveza de la bolsa, retorcí la tapa y se la entregué —Wow ¿De verdad te perdiste la letra pequeña si no sabes la respuesta a eso, Nene—

Mordió la mitad del tacó y rodó los ojos —Come tu cena— Dijo con la boca llena de comida —Puedo escuchar tu estómago gruñendo desde aquí—

Rasgando la envoltura del mío, lo golpeé antes de tomar un bocado

Demonios. Bien. Así Cali podría sacudir el sol, la playa y los tacos de pescado.

—¿Bueno?—Preguntó Nicholas mientras continuaba con mi relación amorosa en mi boca.

Me acordé de mis modales y esperé hasta que tragué mi comida antes de contestar —Bueno es un insulto a la grandeza de este taco de pescado— Di otro mordisco cuando Nicholas sacó otra botella de la bolsa. Después de girar la tapa, me la entregó —Termínalo con un trago de esto y la vida se redefinirá como la conoces, ___(tn)—

Ni siquiera esperé a terminar de mascar antes de tomar un trago. Santo orgasmos de papilas gustativas.

—Si. Esa es la cosa—Dijo él, haciendo tintinear su botella contra la mía antes de tomar un trago.

—Te amo—Dije, tomando otro bocado — Muy mucho. Muy, muy mucho—

Rellenando mi boca con la otra mitad del taco, me miró de esa manera de la que me había acostumbrado. Como si yo era lo único que quería y lo que siempre querría. No sé como sus ojos eran capaces de expresar eso, pero lo hacían. Terminando su mordida descomunal, moldeó su mano contra mi mejilla —Te amo tanto. Tan malditamente tanto, ___(tn)—

Apoyándome en su mano cálida, tintineé mi botella contra la suya —Salud—

JAJAJAJAJ

Me encanta lo bipolares que son estos dos! xDD

En serio!

No hay manera de darles por su lado! xDD

En fin!

Disfruten del capi!

Nos Estamos Leyendo! *.*

\^.^/

Lu wH!;*

X

:bye:

por **Pamm Jonas** Lun 22 Jul 2013, 2:53 pm

Malditos !! Me antojaron de pescadillas!! Uuuummmm las amoo!!
Bueno eso es ser bipolar!!
Sólo hay que pensar en lo que realmentenecesitamos para ser feliz y ya!! Si el dinero es bastante bueno y ayuda demasiado pero quien tiene amor como el nuestro??
SIGUEEELAA :)

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