Sixteen Devils.

Amor, no puedo subir :c no he tenido tiempo y a pesar de que quiero, no puedo escribir :c la semana que pasó y la próxima me la pasé y me la pasaré viendo las ofertas universitarias y, además, estaré buscando algún vestido que me quede, para mi graduación :c ¿podría subir última en esta ronda? no quiero retrasar más :c r

—Lucas Jamie Stone, ¿¡qué carajos es esto y por qué estaba en el cuarto de huéspedes?! —dice mi madre, mientras que mece entre sus delgados dedos una bolcita con marihuana.
— No lo sé, no es mía. Puede que sea de Mercedes, la ama de llaves. —me excuso, porque sé que debe de haber pertenecido a alguno de los idiotas que vinieron a mi Fiesta de Comienzo de Clases. O a una de las chicas que llevé allí.
Ella cruza los brazos sobre el pecho, mientas mira a mi padre con esos ojos verdes que reflejan terror personal. Sé que se preocupa por mí, mucho más de lo que merezco.
— Luke, hijo, sabes que te apoyaremos en lo que sea. —dice mi padre en tono compasivo, sentándose  a mi lado y pasando un brazo sobre mi hombros.
También lo hizo mi madre, sentándose del otro lado del sillón y abrazándome.
— Mónica, Albert; ¡les digo que no es mío ¿okey?! —grito, zafándome de su abrazo y dándoles la espalda, para que no puedan ver mi rostro inundado en culpabilidad. —. ¿Y saben qué? Si fuera mío, que les interesa.
Soy un idiota, lo sé en el preciso momento en el que Mónica posa su mano sobre mi hombro y me da un pequeño apretón.— Lucas, sé que estás en esa etapa de la adolescencia en la que... —dice con voz débil.
— No me vengas con toda esa mierda psicológica, solo déjame en paz.
Si, definitivamente soy un idiota
No sé si decir que soy ridículamente afortunado o si hoy todo el Universo está de mi lado. El profesor de uno de los años inferiores a faltado y ya que nuestros horarios coincidían, estábamos todos en clase con las chicas recién desarrolladas a punto de realizar todo tipo de ejercicios físicos. Al ser parte del equipo de fútbol, no es necesario que practique ejercicios físicos después del entrenamiento, pero como es la única clase que puedo estar con Louis y Keyla al mismo tiempo, la prefiero mil veces antes que el taller de carpintería.
Además, todas las chicas llevan puesto el uniforme deportivo de la escuela; pantalones cortos, remeras apretadas y medias hasta las rodillas. Incluso Keyla, que parece súper estresada porque el pantalón se le sube, luce bien en el equipo.
— ¿Se me nota mucho el trasero? —me pregunta Key mientras se da la vuelta, señalando con la cabeza la zona.
— Bueno, Keyla, tengo que comunicarte que por más que lo odies, eres una mujer.
— ¡¿Se me nota o no?!
— Puede que Louis sea un travesti, y por eso tiene el trasero tan grande. —observo con tono intelectual, ignorándola apropósito. Keyla me lanza un mirada colérica.
— ¿Qué? ¿Qué tiene de malo mi culo? —pregunta con sorpresa Louis, adoptando la misma posición que Key, observando su trasero. —A las chicas les gusta.
— ¡Sus traseros están bien! Ahora dejen de mostrármelos, aún con la ropa esto es demasiado extraño.—grito mientras oculto mi rostro entre mis dos brazos. Escucho las risas de Louis y Key y abro los ojos. El entrenador nos mira con sorpresa, sus ojos están abiertos de par a par en una expresión, bueno... sorprendida.
Un par de estudiantes sentados en las gradas también nos miran de manera extraña, recuerdo a algunos de la fiesta o de clases: una castaña llamada Noah sentada junto a la chica que preguntó por el baño. También está la loca de Raissa, que en vez de calentar con el primer grupo que asignó el profesor está encimada en sus pensamientos, con la música de sus auriculares a todo volumen. «Estrella de ocho puntas».
Key ríe con sorna y les dirige a todos la mirada, inmediatamente todos dejan de mirar (hasta el entrenador lo hace) y siguen con sus cosas.
— Mi trasero está bien —masculla Tommo, con un tono caprichoso. —, tu dices porque el tuyo está plano.
— ¿Estuvieste mirándolo mucho, Lou? ¿Lo deseas? —me burlo con voz 'seductora'.
Louis pone los ojos y Key se ríe negando con la cabeza. Pero para de repente. Escucho las puertas del gimnasio abrirse fuertemente y los pasos de alguien sobre el suelo encerado del gimnasio.
— Lo siento, Entrenador Wesley, se que he llegado muy tarde pero la profes... —dice Aline.
— Ya, basta de excusas Parker, luego tendrás que jugar al basquet contra los del año superior. Ese es tu castigo, cuando yo estaba en el ejército no se nos... —bla bla bla.
Aline está usando unos pantalones cortos que, a diferencia de las demás chicas, le quedan sueltos, gracias a sus poco atributos físicos. Tiene el cabello atado en una cola de caballo, pero algunos mechones están sueltos y se le pegan a la frente perlada de sudor.
— Uuuuuuuuuuuuuuuumh, sabes, te odio Lucoso. No puedes reclamarla así como así, yo también quería mofarme de ella. —caprichea Key, mientras que sus ojos verdes inspeccionan la apariencia demacrada de Aline.
— Tiene razón. —afirma Tommo.
— No pueden decirme n-a-d-a, ¡ustedes lo han hecho antes! Recuerdas a Lenny Hurring —le digo a Keyla—, tu no nos dejaste molestarlo porque querías todos los derechos. Considéralo... Karma.
Louis niega con la cabeza. —ese era Nick Gurrett, el mío era Lenny Hurring.
— Ah, Nick Gurrett, cabeza de inodoro. Bueno... ¡entonces con más razón!
Los dos resoplan, dándose por vencidos.
— Stone, Tomlinson, Kern ¡paren de cotorrear y hagan fila! —nos grita el entrenador, mientras que de su boca salpican gotitas de saliva. Puaj.
Los tres no paramos y nos ponemos en fila detrás de los chicos de nuestro año. Para mi sorpresa (y satisfacción) la persona que está delante mío es Aline, y puedo jurar que cuando le murmuro un «hola» al oído, su piel se pone de gallina. También puedo notar que la estrella de dos puntas ha sido tapada con una pulsera de cuerina alrededor de su muñeca derecha.
— Idiota. —me murmura para que el profesor no escuche, mientras que se inclina un poco hacia delante para dejar un espacio entre nosotros.
Me le acerco.
— ¿Por qué tapaste tu cicatriz? ¿Te da vergüenza? —le murmuro al oído mientras que rodeo su muñeca con mi mano.
— Que tú me estés hablando me da vergüenza... solo... solo quería usar una pulsera. —se zafa de mi agarre y resopla.
El entrenador comienza a caminar al lado de la fila, con las manos detrás de la espalda, inspeccionándonos y corrigiéndolos como si fuéramos cosas. —Topson, ¡cabeza arriba! El mundo no está a tus pies. Garret, parate derecha, ¡no querrás jorobarte!
— Yo lo llamaría una... extraña coincidencia —le digo al oído, mientras que, con una sola mano, desabrocho la pulsera y dejo a la vista la estrella.
— Eres un hijo de...
— La señorita Parker y el señorito Stone parecen no darse cuenta que —dice Wesley con tranquilidad—estamos en clase de Educación Física ¡no en Educación Sexual! Sepárense, por el amor de Dios.
Aline da un saltito ante el grito del profesor y me golpea con el codo en las costillas, alejándome, mientras que con la otra mano me quita su pulsera.
Puedo escuchar a Key y Louis riéndose a mi espaldas. También siento las miradas de mis compañeros sobre nosotros, llenas de curiosidad.
— Kern, deja de reírte.
— Señor si señor. —le responde Key, con ese tono burlón que irrita a todos.
— Usted también Tomlinson.
— Ya quisieras Stone, ya quisieras. —me murmura Aline, y aunque está de espaldas puedo imaginarme su sonrisa burlona.
— Mira, ya sabes que estoy en contra del maltrato animal y todo eso, pero si quieres dejar de acostarte con la zorra y la dejas tirada en la calle... no me molestaría.
— Ay, Key Key Key... no creas que no he oído de tú peculiar encuentro con el chico nuevo, Styles —le digo con malicia, tratando de evitar el tema de Annabel. —. Sinceramente, no pensaba que fuera tú tipo.
— ¿Ah si? ¿Y cuál es mi tipo según tu criterio? —me responde con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Louis se escabulle detrás de ella, como dándole su apoyo, mientras que balancea la bola de basquet entre sus brazos, como si fuera un bebé.
— Emmmm... ¿mujeres?
Keyla me golpea muy fuerte.
— Auch ¡Auch! ¡AUCH! Estaba bromeando, estaba bromeando —ella deja de pegarme abruptamente y se cruza de brazos. Tienes las mejillas adorablemente sonrojadas. A sus espaldas, Louis nos mira divertido. O no. —. No sé cual es tú tipo, emmm... ¿rockeros, bad boys, criminales?
— Grupito de charlatanes ¡a jugar de una puta vez! —nos interrumpe el entrenador.
Cuando llego de a casa me encuentro con una sorpresa. Annabel está sentada sobre mi cama, tiene las piernas cruzadas, una sobre otra. Su apariencia es de lo más desastrosa; pelo revuelto, rostro pálido y mejillas coloras.
— Annie, ¿qué pasa?
Entonces ella comienza a sollozar y a hacer ruidos extraños, en un intento vano de armar una oración. Entonces, luego de minutos de mecerla entre mis brazos ella dice:—Lucas, estoy embarazada.

Holita, sé que el capítulo está de lo peor, pero yo quería que pudieran ver las relaciones que tiene Lucas con los diferentes personajes secundarios. Algo que quiero aclarar, es que la relación entre Lucas y Annabel no es nada de lo que pareces y que el bebé de ella no es de Lucas. Ah, y también que no sé si estoy muy satisfecha con la escritura de este capítulo, porque lo tuve que hacer rápido así no se salteaba mi turno ¡espero que lo hallan disfrutado!