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Sixteen Devils.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Sixteen Devils.
JAJAJAJAJA, ¡pensé que el ''me encantó'' se lo decías a Ian! JAJAJAJAJJA. *Me pego el tiro yo* JAAJAJAJA. Ya.. Ya.. ¬¬. ¡JAJAJAJA! LOL. ¡Cambiémonos los cumpleaños! xd (? No la tendrás durante mucho tiempo si sigues diciéndome que cumples años el mismo día que Ian ¬¬'' JAJAJAJA, ¡muy especial! Destruirán el mundo mientras que ellos están.. Bueno ya sabes.. ¡coitando! ¡Proqueando! ¡Estudiando anatomía! (? JAJAJAJA LOL.Kurt. escribió:¡Sí te lo dije! *se va a buscar entre sus mps* *no encuentra nada* *se da un tiro* ok no. jskdhfjkahs. "ok... primero, perdón por tardar, pero me sorprende lo ocupada que estoy. ._. ¿qué pasó con esos momentos en los que nadie me hablaba? ah.(? lol. segundo, Ian, sexy Ian que ayer vi en los tca y cumple años el mismo día que yo.(? ahrre. xd. me encantó." ¿VES? DIGO, ¿LEES? (????????) Sí te lo dije. :meh:ah. XDDDDDDD yo también prefiero misteriosa, por eso después puse eso. xd. kjsdahfjsadkhdfkj. tú cumples años el mismo día que mi futuro cuñado.(?mecasaréconHarryyatodoslesrecabe.:clol. JAJAJAJAJAJAJAJA. calla, quiero tener una vida larga. ;-; bueno, algunas veces. xd. JAJAJAJAJAAJAJAJA EL 1313 SERÁ ESPECIAL ENTRE ELLOS, PLS. XDDDDDDDDDDDDDDDDD
PD. pues la que se volvió loca fui yo.(?) yo tuve que recopilar cada uno de los escritos importantes. :meh:agradéceme.(? :meh:xd.
PD: Gracias.. :meh: Pero yo también hago eso y sin esfuerzo (? ¡Ole Hel, ole!
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Re: Sixteen Devils.
No lo sé.. D: Supongo que se llama españolismos. Aunque acabo de enterarme que eso tiene nombre (? No, lo juro. Acabo de enterarme xd.'Mily.♡ escribió:No te preocupes, me gusta aprender..uh..como se le dice a eso? ._. españolismos? ._________. se que me lo dieron en Lenguaje, pero no recuero D:
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Re: Sixteen Devils.
Si XD es como..ugh, hay un termino U.U pero la olvidadiza de yo no lo recuerda U.U en fin, ya me voy a escribir; me distraigo contigo :BB
hange.
Re: Sixteen Devils.
JAJAJAJA, ¡da igual! xd Bué, vete a escribir, esperaré tu gran capítulo pronto :) Y no te distraigo más porque me voy a dormir <3'Mily.♡ escribió:Si XD es como..ugh, hay un termino U.U pero la olvidadiza de yo no lo recuerda U.U en fin, ya me voy a escribir; me distraigo contigo :BB
Invitado
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Capítulo 8
Noah Stewart
¿Alguno de ustedes tiene una marca en el cuerpo con una estrella de ocho puntas?
Esa pregunta no me había salido de la cabeza desde que la escuche cuando estaba volviéndome a la casa con el objetivo de buscar a Alice, la que se había quedado atrás. Estaba a punto de cruzar a la sala cuando la voz de Raissa, la que nunca vi en la fiesta, se escucho. Luego de esos varias personas rieron, pero yo estaba demasiado desconcertada como para hacer alguno que no sea mirar el suelo con la expresión desfigurada. ¿Estrella de ocho puntas? Recordé esa rara marca de nacimiento que tengo en el omóplato y su extraño parecido a una estrella de ese tipo. ¿Como sabia ella eso?
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando Ali salio de la sala y casi chocaba conmigo, que me encontraba de pie en medio del pasillo que llevaba a la puerta. Me tomo del brazo y salimos de la casa rápido.
* * *
Era obvio que eso no pudo ser una simple coincidencia. No es por ser mala ni nada por el estilo, pero Raissa podría ser una de esas mujeres que tienen habilidades como ver el futuro. Mi madre siempre me regaño por creer en ese tipo de cosas 'paranormales' pero, ¿que puedo decir yo cuando algo así pasa? ¿Negarme y decir que es todo una ilusión. Porque no lo creo.
Ali me ha dicho que su madre la regaño por llegar tarde de la fiesta y yo solo pude rodar los ojos. Esperar a que un adolescente de diecisiete anos llegue a las once y media de la noche de una fiesta es como sentarse a esperar a que llueva algodón de azúcar. Pero de todos modos, la ha dejado sin celular por el resto del fin de semana. A veces me molestaba tanto ese tipo de reacción por parte de ella, pero al final se que solo quería 'protejerla'.
Yo, en cambio, he estado encerrada en mi habitación desde ayer y no pensaba salir por el resto del fin de semana. A pesar de que me disgustaba demasiado el estar sola, trataba de ignorar eso escuchando música de Avril Lavigne a todo el volumen. Ademas, desde que había salido para buscar algo para desayunar, Stacy no la había dejado tranquila. La castaña clara de trece anos era todo menos una ternurita de persona, como le decían la mayoría. Por mucho que no quería tratarla mal, no podía evitar querer taparle la boca con cinta adhesiva y no escuchar su voz, por lo menos, por dos anos.
Siempre se hacia la santa delante de mis padres y de todo el mundo, haciéndome muchas veces quedar como la mala hermana mayor por no querer ayudarla en nada. De solo pensar en las cosas que me ha echo pasar la sangre me hierve y el rostro se me calienta, pero hago todo lo posible por olvidarme de las emociones negativas o de desahogarme arrojando dardos al blanco que estaba detrás de mi puerta.
* * *
No me di cuenta de que me dormí en el suelo, encima de la alfombra azul cielo cuando me despierto de manera brusca y con el corazón en la mano. Parpadee varias veces antes de poder ver bien que estoy en mi habitación y que la música todavía seguía sonando. Me quede un rato en el suelo, mirando el techo blanco de la habitación que me pertenece. El corazón todavía me latía desbocado y podía sentir como mi cabello esta mojado en la parte de atrás de mi cabeza, en la nuca.
Las imágenes de la pesadilla estaban aun frescas en mi mente. No era necesariamente una pesadilla, porque todo eso había ocurrido. Era un recuerdo, el recuerdo que siempre he tratado de mantener alejado de mi mente. La explosión ocurrida hace casi tres años ya, que casi dejaba mi casa completamente en cenizas -en realidad, falto poco para eso- pero en la que raramente, salí ilesa. Era raro y un "milagro" para todos, menos para mi.
Hasta este día no había tenido pesadillas de eso desde hace dos años, aproximadamente. Me había encargado yo misma de suprimir todos los pensamientos relacionados con aquel día, ¿por que volvían ahora y de la nada?
En ese momento me di cuenta de que la música que sonaba era la de mi celular, y era el tono que anunciaba la llamada de alguien. Solté un bufido antes de incorporarme y avanzar hasta el teléfono, que descansaba en un extremo de mi cama. Antes de contestar miro el identificador, el que dice con letras cursivas "Elsa". Presione el botón de contestar confundida.
-¿Hola? -conteste. ¿Que hacia mi jefa llamándome el día que tengo libre?
-Hola, Noah -dijo su voz a través de la linea.- Te llamo para pedirte un favor. Pero primero, ¿estas ocupada hoy?
-Um -dude un poco antes de responder y miro el reloj que se encontraba en la mesa de noche, marcaba las cuatro de la tarde.- No, ¿que necesita?
-Ay, que alivio -replico y soltó un suspiro.- Es que Leslie me ha llamado para decirme que ha tenido un accidente y se rompió la pierna, así que no podrá venir. ¿Puedes venir a cubrirlo? Hoy estamos mas llenos que de costumbre, para el colmo -resoplo y pude escuchar las voces de distintas personas de fondo.
Como sabia que haría desde un principio, no pude decirle que no. Elsa me da días libres cuando se lo pido y Leslie me ha cubrido el turno ya unas tres veces, ¿como no podía devolverle el favor? Y de seguro hoy, como era día de adoptar cachorros del refugio, la tienda debería estar mas que llena.
Aquel trabajo en la tienda de animales era el mejor que había tenido hasta ahora. Es decir, me pagaban por cuidar a todo tipo de animales mientras alguien se dignaba a comprarlos. Muchas veces pensé en que, si alguna vez tenia mucho dinero, comprarlos todos. ¿Quien no querría un lindo pez, o un perro, o un gato? Y Elsa era tan buena jefa. Ademas de vender animales, cada fin de semana se ponía de acuerdo con algún refugio de animales para utilizar la tienda como punto de adopción. Este sábado era el refugio de perros.
Después de ducharme rápidamente y ponerme el uniforme del lugar, que solo eran pantalones jean azules y un polo azul marino con el logo de la tienda, salí de la casa deseando estar a tiempo para el bus que pasaba antes de la cinco a unas cuadras de mi casa. Le deje una pequeña nota a mis padres en la alacena de la cocina, y salí de la casa. Stacy estaba en su habitación haciendo nada así que lo mas probable es que me iría y volvería, y ella aun no se habría dado cuenta de mi ausencia.
* * *
-¡Oiga, oiga, yo quiero ese! -grito como por enésima vez aquel niño de ojos miel y cabello oscuro, mientras halaba de manera insistente el borde de mi polo.
Hice todo lo posible por no darle un manotazo o empujarlo, porque la impulsividad de mi estaba saliendo a flote. No quería enojarme o armar un lío, pero a veces era tan difícil. Los pequeños no entendían que debían esperar su turno para ver a cada animal, y, siendo que yo y Mike éramos los únicos allí, deberían tener un poquito mas de paciencia.
Oh, a quien engaño, son solo fetos.
Bien, entonces, ¿donde se encontraban sus madres para calmarlos?
Tomé aire y le dije al niño, mientras lo apartaba sutilmente de mi, que esperara a que terminara de atender a la niña de cabellos rizados, que estaba primero que el. No lo deje decirme nada antes de girarme hacia donde la niña, y su madre, que ahora se acercaba hacia mi.
Elsa, al ver la cantidad de clientes que había, decidió aumentarle una hora para cerrar la tienda. Cerrábamos a las seis y media, comúnmente. Ahora estaríamos aquí hasta las ocho, como mínimo. Siempre que se aumentaba una hora, terminaban siendo una y media o dos. Quizás mas.
Cuarenta minutos después, mas o menos, todo se ha calmado. Se acaban de ir una familia con cinco niños y todos quisieron perros distintos, uno para cada uno; y fue mas difícil de lo que pensé que seria. Tardaban demasiado en elegir porque todos eran lindos y adorables. Y yo fundiéndome cada vez mas y sonriendo, deseando que se fueran. No quiero sonar mala persona, pero a veces uno se cansa y merece un respiro de todo. Ahora había una especie de tranquilidad, la que esperaba que durara hasta que sea hora de cerrar.
Mike y Elsa se encontraban en la parte de atrás, haciendo el conteo de cuantos animales en total se habían vendido y archivando los nombres de cada dueño en los archivos. Como no se veía nada cerca de la tienda, aproveche para estirar mis brazos en el mostrador y recostarme encima del frío cristal por un momento. Pero mi momento de tranquilidad duró poco al escuchar la campana que anunciaba que alguien entraba a la tienda.
Con pesadez, levanté la cabeza y aparto los mechones del cabello que me han tapado la vista. Cuando me fijé bien en quienes están delante de mi, frunzo el entrecejo extrañada.
-¿Puedo ayu...?
-No hemos venido a comprar una mascota -me cortó Raissa antes de que yo pudiese terminar. Se saco los auriculares, los que se escuchaban demasiado alto y por no poder distinguir voces, supe de inmediato que la música era de esa ruidosa y horrible.
-¿Y entonces para que? -pregunté, aun mas confundida cuando veo que Charlotte, una de las chicas mas problemáticas de la preparatoria, esta detrás de ella con una expresión seria en el rostro.
-Pues, es algo privado, ¿podemos salir afuera? -dijo la pelimarrón y ojeó el lugar de una manera rápida y nerviosa, antes de volver a posar sus ojos en mi.
-Pues, ahora no puedo; estoy trabajando.
-No creo que aquí haya mucho que hacer -comentó Charlotte, mirándome escépticamente.
Rodé los ojos antes de volver a hablar.
-De todos modos no puedo salir hasta que no cerremos. Lo siento -dije mientras me cruzaba de brazos.
Mis ojos se toparon con lo de Raissa por un largo rato. Era una especie de batalla por ver quien apartaba la mirada primero, porque sentía que la suya me quería decir algo de lo que no estaba segura querer saber. Y antes de poder decir o hacer algo mas, todo quedó negro.
* * *
Al recuperar la conciencia no abrí los ojos de inmediato, puesto que los sentía pesados, al igual que el resto de mi cuerpo. No entendía que era lo que estaba pasando y al tratar de recordar, una horrible punzada de dolor me llegaba a la cabeza. Sacudí un poco la cabeza, intentando despejarla y sentirme un poco mejor. Subí la cabeza y abrí los ojos uno por uno, encontrándome con siete personas delante de mi. A la primero que vi fue a Raissa, la que me observa entre impaciente y exasperada, no se cual mas que la otra. También esta Charlotte, la que esta sentada en un sillón con las piernas y los brazos cruzados. Me sorprendí un poco al ver a Keira allí. Nunca habia cruzado palabra con ella antes, y no pensaba que alguna de las que estaban aquí también. A excepción de Charlotte. También estaba Katrina y Keyla, y ambas se veían muy disgustadas por estar donde sea que estuviéramos. Luego, me encontré con Aline, ahora sin pintura y una expresión de enojo. Y por último, y me sorprendió mas que ver cualquiera de las otras, estaba Alice llegando de lo que parecía ser la cocina.
Miré a mi alrededor fugazmente. Estábamos en la casa de alguien y por lo que podía notar, solo estábamos nosotras. Miré hacia abajo para darme cuenta de que estaba atada a una silla. Mis ojos se abrieron en grande y torcí los labios, ¿por qué diablos estaba atada a una silla?
-¿Qué paso? ¿Qué me hicieron? -pregunte rápidamente y con un tono de voz que reflejo mi enojo.- ¿Cómo demonios me trajeron aquí? ¿Y por qué estoy atada? ¿Acaso están dementes?
Sentía mas y mas dudas acumularse en mi mente y eso no ayudaba a soportar el dolor en mis muñecas de forcejear por las sogas que me apretaban.
-Epa, tranquila, te explicaremos todo en un momento -espetó Alice acercándose rápidamente hacia mi.
-Te atamos por eso mismo, cuando te enojas puedes ser demasiado impulsiva -comentó Raissa mientras se levantaba y también se acercaba hacia mi.
La miré con ojos entornados, preguntándome como sabia eso si no me conocía.
-Se mas de lo que crees -dijo, mirándome seriamente mientras desataba mis manos con ayuda de Alice.
Abrí la boca para decir algo, pero no salió nada de esta. Quería pensar que solo había leído mi mirada y se había dado cuenta de que pensé, porque suelo ser un libro abierto para muchos. Pero algo me decía que no era así, y eso me estaba asustando.
-No te asustes, Noah -me tranquilizó Ali. De ella si lo podía esperar. Era mi mejor amiga, muchas veces estoy segura de que me conoce mas que yo misma.
-¿Como quieres que este normal cuando estoy en mi trabajo y al segundo me encuentro en una casa que no conozco y atada a una silla? Uy si, porque esto es lo que me pasa a diario, ¿verdad? -exclamé, el sarcasmo rebosando mi tono de voz al igual que el de irritación.
Cuando sentí mis manos libres, estiré los brazos y me froté las muñecas suavemente. Miré a los rostros en frente de mi, esperando a que comenzaran a explicar el por qué de todas las locuras que acababan de hacer. Y del horrible susto que me habían echo pasar.
-Apresúrate -bufó Keyla, mientras se dejaba caer bruscamente en una silla, colocándola de manera que podía vernos a todas.
-Si, ya quiero irme -agregó Keira, mientras se apoyaba en la pared que estaba mas alejada de donde estaba.
Raissa soltó un suspiro contenido y me di cuenta de que estábamos en su casa, era lo mas probable. Y también que era lo mas probable que era ella, la que estaba detrás de todo esto.
-Bien, esto tiene que ver con la marca de estrella de ocho puntos -dijo Raissa sin despegar la mirada de mi.
Llevé mis ojos a las demás, enfocándome en Alice y ellas parecían ya saber eso, pues se quedaron inexpresivas. Recordé la marca en mi espalda y la mire, preguntándome como sabia ella de eso. Nadie lo sabia.
-Todas la tenemos -agregó, interrumpiendo mis pensamientos. La miré extrañada - Todas tenemos la marca y algo mas...no somos normales -afirma.
Traté con todas mis ganas no poner una expresión de asombro o que hiciera notar que yo ya sabía que no era normal, pero no pude evitar cerrar las manos y volverlas puños. ¿De qué estaba hablando?
-Sabes de que hablo, Noah -hizo una pausa, como queriendo asegurarse de si debía decir lo siguiente.- Hablo de lo que puedes hacer, del accidente de...
-No -exclamé, interrumpiéndola. Ya sabia que de estaba hablando, no era necesario que especificara nada.
Ahora la pregunta era ¿cómo sabia ella eso? ¿Por qué? Estaba mas que segura de que no se lo había dicho a nadie. Ni siquiera a Alice. Y además, antes de esta día nunca había cruzado mas que tres palabras con ella. Estaba confundida, demasiado confundida y ya no sabia que pensar que resultara lógico creer. Después, escuche a una voz en mi cabeza.
No eres la única que tiene ese tipo de habilidades.
Subí mis ojos marrones hacia los grises de Raissa; ella no había abierto la boca. Sus labios estaban sellados, pero si había escuchado su voz. ¿O me estaba volviendo loca?
-Te voy a explicar todo como lo hice con las demás. Solo promete...no alterarte, ¿de acuerdo?
Incapaz de emitir algún enunciado decentemente, lo que hice fue mover la cabeza de arriba-abajo, y tuve el presentimiento de lo que estaba a punto de decirme era algo que me iba a cambiar por siempre.
- holo <3:
- Holo mujeres <3 ah, um ...no se que decir :scratch: Solo que espero que les guste <3 A mi me gusto(?? y am, cuídense <33
hange.
Re: Sixteen Devils.
NO, WN, NO, NO PUEDES. ;-; ME ENCANTÓ. ;-; WN. ;-; Siendo honesta, al principio no tenía ni mierda de qué escribir el siguiente capítulo puesto que les toca a los chicos. xd. Por cierto, Cata, necesito ya la ficha de Zayn. asdfñlkj. Lo mismo para Valu. D: Son las únicas que deben la ficha de los chicos.:c So... Continúo, pero al parecer, las mejores ideas me vienen cuando estoy durmiendo.(?) Mis sueños son tan imaginativos. :P ahrre. XD Y sí, como te había dicho en el mp, me encantó la idea de juntar a las chicas. Ahora me toca narrar con Harreh. Bueh, veré qué puedo hacer para desarrollar la idea que se me ocurrió. Me encantó el cap, amor.:3 Entrego el capítulo entre los próximos días, depende de si me da dolor de cabeza o bombardeo de inspiración.
Kurt.
capítulo 9.
Harry Styles
El aire entraba por la ventana, refrescante para esa época del año, inundando mis pulmones, al igual que a mi cuerpo de comodidad. Mi pecho subía y bajaba con normalidad, todo a mi alrededor estaba tranquilo y sin distracciones ni ruidos molestos en insistentes, justo como me gustaba. Lamentablemente, la tranquilidad no duró mucho más. Sentí algo golpear mi nuca con una fuerza brusca y mi cuerpo brincó encima del colchón en un acto reflejo, obligándome a abrir los ojos de golpe. Escuché unas carcajadas detrás de mí, carcajadas de una persona que conocía bastante bien. Adam, mi primo 4 años mayor que yo, pero de una madurez de un niño de 9 años.
—Imbécil… —murmuré mientras me frotaba los párpados, tratando de hacerlos más ligeros. Levanté la cabeza en busca del objeto con el que me había golpeado. La vi, y mis ojos se abrieron como platos al descubrir lo que era. Una almohada—. ¿Cómo lograste que el golpe de una almohada doliera tanto?
Sus carcajadas aumentaron y aplaudía, con lágrimas en los ojos. Lo asesinaría.
—Le puse dentro las latas de frijoles que estaban caducados en la cocina. Le pregunté a tu madre, digo, a mi tía que si ya no le servían, me dijo que no, le pregunté por ti, me dijo que estabas dormido y… Mi venganza por la tirada a la piscina en mi cumpleaños mientras dormía, está hecha —sonrió ampliamente, mostrando todos los dientes y levantado ambos dedos pulgares en señal de aprobación a sí mismo.
—Ahora verás… —me levanté dispuesto a perseguirlo por toda la casa, y él obviamente captó la idea. Comenzó a correr y a gritar como si su vida dependiese de ello. Y ciertamente, esa era la idea.
—Así que… ¿Listo para tu primer día de clases? —el pelinegro me preguntó con una sonrisa llena de sarcasmo, mientras que conducía su viejo coche de pintura color cobre desgastada.
Le dí un golpe en la espalda con el puño lo suficiente fuerte para que se quejara y sobara la zona lastimada. Sonreí, complacido.
—Deja de aprovechar que tú practicas boxeo y yo no —siguió sobando la zona golpeada.
Solté una carcajada. Practicaba boxeo desde los 16 años.
—No seas nena —puse los ojos en blanco—. Además, querido Adam, no va a ser el primer día de clases, hace ya una semana empezaron y yo, como ya sabes y me parece horrible e increíblemente patético de tu parte que aparentes no hacerlo —aclaré, con la intención de hacerlo enojar, o mínimo, que frunciera su ceño—, sigo sin entender por qué mi tío insiste tanto en traerme al colegio para practicar mi futura profesión. ¿Qué tiene que ver ser doctor con ser profesor?
—Pues… Como dijo mi padre, ambos necesitan mucha inteligencia y paciencia. Y claro está, tú no tienes ninguna de esas dos —volvió a reír. Y yo… lo asesiné con la mirada. Una vez más.
—¡Pero qué gracioso! —fingí reír, pero más bien las carcajadas salieron estrepitosamente—. Lo dice el que va a terminar barriendo calles y viviendo bajo un puente.
—No digas mentiras. Yo voy a ser un prestigioso… Esto… No sé, algo prestigioso, ya me verás en la televisión recibiendo un premio importante, ¿okey?
—Lo que digas, Einstein…
Diez minutos eran de distancia desde mi casa hasta el instituto. Después de eso, todo eran comentarios sin rumbo fijo, y mayormente, comentarios ofensivos en broma de parte del uno para el otro. Hermosa relación de primos, eso estaba claro.
—En serio que va a ser un castigo estar rodeado de mocosos, un año más —susurré, una vez que llegamos. Veía a través de la ventanilla del coche la entrada del edificio, con los adolescentes entrando a él.
—Cálmate, anciano, si tú no estás tan grande —dijo con sorna. Mis labios se curvaron en una sonrisa.
Era cierto, hace ya no menos de un año que yo no iba al instituto, y la idea principal era, a estas alturas de la vida, estar en la universidad, pero un accidente ocasionó que… Me expulsaran de ella en los 5 primeros meses.
Vamos, era la universidad, se supone que todos ahí deben de tener una inteligencia enorme —menos, claro, los atletas becados—, yo no contaba con tener que compartir mis días con patéticos analfabetas. Y eso de no tener paciencia, tampoco es que haya colaborado mucho a un ambiente lleno de paz y armonía. Finalmente, exploté, al igual que sus narices, autos… Entre otras cosas más.
—Que tengas suerte, y recuerda: no golpees a nadie, que te pueden demandar —sus típicas carcajadas me volvieron a la Tierra. Paró el coche, señal de que era hora de irme.
—No prometo nada —me bajé del auto y azoté la puerta con algo de fuerza, sin despedirme de mi primo.
Suspiré. Al menos debería de haber chicas lindas. Caminé hacia la entrada, con mi tan acostumbrada mirada fría y calculadora, que daba un aspecto de misterio y, por supuesto, llamó la atención de todos. ¿Quién lo diría? Aún sin ser parte del alumnado, no perdí mi toque para llamar la atención de las chicas. Pasé por los pasillos, caminando a pasos tranquilos y llenos de seguridad en mí mismo. Puede que al final no me molestara tanto estar de vuelta en el instituto, bueno, eso dependía del conocimiento de los alumnos. El cual no dudaba que no iba a ser de lo mejor.
Llegué a una parte alejada de los pasillos y los salones, una especie de jardín a la intemperie que se encontraba en la parte trasera de la cafetería, totalmente solitario. No dañaría a nadie que el chico a prueba llegara un poco tarde a su destino en la dirección principal. Lo preocupante era que a mi tío se le ocurriera ir a buscarme.
Era una linda vista. Con una gran variedad de distintos tipos de flores y un pasto de aspecto sano y llamativo. Había un par de mesas debajo de la sombra de un grupo de frondosos árboles, de madera desgastada, pero se veían cómodas para un intento fallido de picnic escolar. Estaba a nada de ir a sentarme en una, pero dos chicas se me adelantaron.
Una de ellas tenía el cabello castaño oscuro, casi siendo percibido como un color negro, con unos ojos azules con tonos grises y unos labios muy provocadores. La otra era una castaña un poco más clara, pero también tono oscuro, de ojos grises e igualmente atractiva, pero se veía mucho más nerviosa que la primera, la cual, mostraba una expresión aburrida y añadía de vez en cuando algo de sorna las cosas que la segunda le decía. De alguna forma… Me resultaban conocidas.
—¡Deja de ser tan patética, Raissa! —gritó la chica uno —como decidí llamarle, por no saber su nombre—.
La chica dos, o Raissa, como al parecer se llamaba, tensó la mandíbula. ¿Sabía de mi presencia? Poco probable. Estaba lo suficiente alejado para no ser percibido, sin embargo, no le comentó nada a la chica uno.
—La patética acá eres tú por ser tan inmadura y rebelde, cuando en realidad tienes sentimientos tan… Inseguros.
Mi boca se abrió en una perfecta “o”. Golpe bajo, Raissa. La pelea estaba entretenida, tanto, que apoyé mi espalda en la pared trasera de la cafetería, siendo tapado por la sombra que la misma emitía.
Mientras tanto, la chica uno apretó la mandíbula, también. Sí, la había callado.
—Creo que ir a una fiesta por primera vez en tu vida realmente te afectó.
Por una razón desconocida, supe de inmediato que hablaban de la fiesta escandalosa a la que Adam me obligó a ir para acompañarlo, en un intento exitoso de colación. Tristemente, terminó mal. Después de una broma inmadura y patética a una pobre chica que, vaya, también era atractiva, las luces se fueron, al igual que los invitados luego de que un chico alto y fornido —al parecer el dueño de la casa y, claramente, responsable de la fiesta y aún más, de la broma— los corriera con un grito ensordecedor. Yo en ese momento me quedé unos momentos más, buscando a Adam, que al parecer, fue a vomitar al baño, debido a que una bebida que encontró abandonada le hizo daño, ¿y cómo no? Si era la bebida que un extrañó había dejado en la barra. De cualquier manera, logré escuchar todo. Y entonces algo hizo click en mi cabeza. Sí, ya había visto a esas dos chicas esa noche. La chica uno era la que permanecía a un lado del dueño de la casa, y Raissa la que habló acerca de… Una marca en forma de estrella de ocho puntas.
Sentí mi estómago caer al suelo, y tuve que parpadear varias veces para pasar el mareo. Yo tenía esa marca. ¿Cómo fue que…? Apoyé inconscientemente mi talón derecho encima de mi tobillo izquierdo, donde dicha marca se encontraba desde mi nacimiento.
Salí de ahí lo más rápido que pude, sin importarme la mirada fija de ambas chicas en mi espalda al verme salir de mi escondite, dirigiéndome a la oficina principal.
—Imbécil… —murmuré mientras me frotaba los párpados, tratando de hacerlos más ligeros. Levanté la cabeza en busca del objeto con el que me había golpeado. La vi, y mis ojos se abrieron como platos al descubrir lo que era. Una almohada—. ¿Cómo lograste que el golpe de una almohada doliera tanto?
Sus carcajadas aumentaron y aplaudía, con lágrimas en los ojos. Lo asesinaría.
—Le puse dentro las latas de frijoles que estaban caducados en la cocina. Le pregunté a tu madre, digo, a mi tía que si ya no le servían, me dijo que no, le pregunté por ti, me dijo que estabas dormido y… Mi venganza por la tirada a la piscina en mi cumpleaños mientras dormía, está hecha —sonrió ampliamente, mostrando todos los dientes y levantado ambos dedos pulgares en señal de aprobación a sí mismo.
—Ahora verás… —me levanté dispuesto a perseguirlo por toda la casa, y él obviamente captó la idea. Comenzó a correr y a gritar como si su vida dependiese de ello. Y ciertamente, esa era la idea.
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—Así que… ¿Listo para tu primer día de clases? —el pelinegro me preguntó con una sonrisa llena de sarcasmo, mientras que conducía su viejo coche de pintura color cobre desgastada.
Le dí un golpe en la espalda con el puño lo suficiente fuerte para que se quejara y sobara la zona lastimada. Sonreí, complacido.
—Deja de aprovechar que tú practicas boxeo y yo no —siguió sobando la zona golpeada.
Solté una carcajada. Practicaba boxeo desde los 16 años.
—No seas nena —puse los ojos en blanco—. Además, querido Adam, no va a ser el primer día de clases, hace ya una semana empezaron y yo, como ya sabes y me parece horrible e increíblemente patético de tu parte que aparentes no hacerlo —aclaré, con la intención de hacerlo enojar, o mínimo, que frunciera su ceño—, sigo sin entender por qué mi tío insiste tanto en traerme al colegio para practicar mi futura profesión. ¿Qué tiene que ver ser doctor con ser profesor?
—Pues… Como dijo mi padre, ambos necesitan mucha inteligencia y paciencia. Y claro está, tú no tienes ninguna de esas dos —volvió a reír. Y yo… lo asesiné con la mirada. Una vez más.
—¡Pero qué gracioso! —fingí reír, pero más bien las carcajadas salieron estrepitosamente—. Lo dice el que va a terminar barriendo calles y viviendo bajo un puente.
—No digas mentiras. Yo voy a ser un prestigioso… Esto… No sé, algo prestigioso, ya me verás en la televisión recibiendo un premio importante, ¿okey?
—Lo que digas, Einstein…
Diez minutos eran de distancia desde mi casa hasta el instituto. Después de eso, todo eran comentarios sin rumbo fijo, y mayormente, comentarios ofensivos en broma de parte del uno para el otro. Hermosa relación de primos, eso estaba claro.
—En serio que va a ser un castigo estar rodeado de mocosos, un año más —susurré, una vez que llegamos. Veía a través de la ventanilla del coche la entrada del edificio, con los adolescentes entrando a él.
—Cálmate, anciano, si tú no estás tan grande —dijo con sorna. Mis labios se curvaron en una sonrisa.
Era cierto, hace ya no menos de un año que yo no iba al instituto, y la idea principal era, a estas alturas de la vida, estar en la universidad, pero un accidente ocasionó que… Me expulsaran de ella en los 5 primeros meses.
Vamos, era la universidad, se supone que todos ahí deben de tener una inteligencia enorme —menos, claro, los atletas becados—, yo no contaba con tener que compartir mis días con patéticos analfabetas. Y eso de no tener paciencia, tampoco es que haya colaborado mucho a un ambiente lleno de paz y armonía. Finalmente, exploté, al igual que sus narices, autos… Entre otras cosas más.
—Que tengas suerte, y recuerda: no golpees a nadie, que te pueden demandar —sus típicas carcajadas me volvieron a la Tierra. Paró el coche, señal de que era hora de irme.
—No prometo nada —me bajé del auto y azoté la puerta con algo de fuerza, sin despedirme de mi primo.
Suspiré. Al menos debería de haber chicas lindas. Caminé hacia la entrada, con mi tan acostumbrada mirada fría y calculadora, que daba un aspecto de misterio y, por supuesto, llamó la atención de todos. ¿Quién lo diría? Aún sin ser parte del alumnado, no perdí mi toque para llamar la atención de las chicas. Pasé por los pasillos, caminando a pasos tranquilos y llenos de seguridad en mí mismo. Puede que al final no me molestara tanto estar de vuelta en el instituto, bueno, eso dependía del conocimiento de los alumnos. El cual no dudaba que no iba a ser de lo mejor.
Llegué a una parte alejada de los pasillos y los salones, una especie de jardín a la intemperie que se encontraba en la parte trasera de la cafetería, totalmente solitario. No dañaría a nadie que el chico a prueba llegara un poco tarde a su destino en la dirección principal. Lo preocupante era que a mi tío se le ocurriera ir a buscarme.
Era una linda vista. Con una gran variedad de distintos tipos de flores y un pasto de aspecto sano y llamativo. Había un par de mesas debajo de la sombra de un grupo de frondosos árboles, de madera desgastada, pero se veían cómodas para un intento fallido de picnic escolar. Estaba a nada de ir a sentarme en una, pero dos chicas se me adelantaron.
Una de ellas tenía el cabello castaño oscuro, casi siendo percibido como un color negro, con unos ojos azules con tonos grises y unos labios muy provocadores. La otra era una castaña un poco más clara, pero también tono oscuro, de ojos grises e igualmente atractiva, pero se veía mucho más nerviosa que la primera, la cual, mostraba una expresión aburrida y añadía de vez en cuando algo de sorna las cosas que la segunda le decía. De alguna forma… Me resultaban conocidas.
—¡Deja de ser tan patética, Raissa! —gritó la chica uno —como decidí llamarle, por no saber su nombre—.
La chica dos, o Raissa, como al parecer se llamaba, tensó la mandíbula. ¿Sabía de mi presencia? Poco probable. Estaba lo suficiente alejado para no ser percibido, sin embargo, no le comentó nada a la chica uno.
—La patética acá eres tú por ser tan inmadura y rebelde, cuando en realidad tienes sentimientos tan… Inseguros.
Mi boca se abrió en una perfecta “o”. Golpe bajo, Raissa. La pelea estaba entretenida, tanto, que apoyé mi espalda en la pared trasera de la cafetería, siendo tapado por la sombra que la misma emitía.
Mientras tanto, la chica uno apretó la mandíbula, también. Sí, la había callado.
—Creo que ir a una fiesta por primera vez en tu vida realmente te afectó.
Por una razón desconocida, supe de inmediato que hablaban de la fiesta escandalosa a la que Adam me obligó a ir para acompañarlo, en un intento exitoso de colación. Tristemente, terminó mal. Después de una broma inmadura y patética a una pobre chica que, vaya, también era atractiva, las luces se fueron, al igual que los invitados luego de que un chico alto y fornido —al parecer el dueño de la casa y, claramente, responsable de la fiesta y aún más, de la broma— los corriera con un grito ensordecedor. Yo en ese momento me quedé unos momentos más, buscando a Adam, que al parecer, fue a vomitar al baño, debido a que una bebida que encontró abandonada le hizo daño, ¿y cómo no? Si era la bebida que un extrañó había dejado en la barra. De cualquier manera, logré escuchar todo. Y entonces algo hizo click en mi cabeza. Sí, ya había visto a esas dos chicas esa noche. La chica uno era la que permanecía a un lado del dueño de la casa, y Raissa la que habló acerca de… Una marca en forma de estrella de ocho puntas.
Sentí mi estómago caer al suelo, y tuve que parpadear varias veces para pasar el mareo. Yo tenía esa marca. ¿Cómo fue que…? Apoyé inconscientemente mi talón derecho encima de mi tobillo izquierdo, donde dicha marca se encontraba desde mi nacimiento.
Salí de ahí lo más rápido que pude, sin importarme la mirada fija de ambas chicas en mi espalda al verme salir de mi escondite, dirigiéndome a la oficina principal.
- hola, guapetonas. :cejitas:
¿A que no me tardé nada? Pues, al parecer la inspiración sí me bombardeó y duro.(?) Las que no han leído el capítulo siquiera de Helu, pues, lo lamento, pero tienen tres capítulos que leer ahora. :meh:Perdón si no fue la gran cosa, pero sin ficha de Zayn, que es el personaje que sigue, no pude hacer mucho. xd. Espero les hayan gustado los pensamientos de Harry.(?) Es todo un loquillo el mi'jo. :aah:y... eso. xd.
Como ya dije antes(?), sigue mi quesosposa.<3 c:
Última edición por Kurt. el Mar 13 Ago 2013, 1:01 pm, editado 1 vez
Kurt.
Re: Sixteen Devils.
Kurt. escribió:NO, WN, NO, NO PUEDES. ;-; ME ENCANTÓ. ;-; WN. ;-; Siendo honesta, al principio no tenía ni mierda de qué escribir el siguiente capítulo puesto que les toca a los chicos. xd. Por cierto, Cata, necesito ya la ficha de Zayn. asdfñlkj. Lo mismo para Valu. D: Son las únicas que deben la ficha de los chicos.:c So... Continúo, pero al parecer, las mejores ideas me vienen cuando estoy durmiendo.(?) Mis sueños son tan imaginativos. :Pahrre. XD Y sí, como te había dicho en el mp, me encantó la idea de juntar a las chicas. Ahora me toca narrar con Harreh. Bueh, veré qué puedo hacer para desarrollar la idea que se me ocurrió. Me encantó el cap, amor.:3 Entrego el capítulo entre los próximos días, depende de si me da dolor de cabeza o bombardeo de inspiración.
JAJAJAJAJAJAJAJ XDD Gracias, Deya <33 Asfhakdhakdfh TE HAS INSPIRADO?! Ay, eso es como musica para mis oidos :') Gracias <3333
Wn, no pensé que subirías tan rápido ._________________. tiempo récord XD definitivamente XD
Y me encantoooo <33 Asfadjakdjad ya te he dicho que amo como escribes, y si; me agradaron los pensamientos de Harreh(? Asfhgs Adam me cae bien Se me hace un primo divertido(? Oye, estos chicos si son violentos .____________. Y ademas, cuando leí sobre la expulsión de Harry de la Universidad .____________. solo puedo decir, okay :l Es que, loco, no me quiero ni imaginar todo lo que hizo U.U Ahora tendrá que quedarse en el Instituto, por mojón -.- Asjjaksjjahds pero conocerá a Keyla y todos felices(? <3 Me encanto <33
Y ME DEJASTE INTRIGADA
Espero a Cata <3
Wn, no pensé que subirías tan rápido ._________________. tiempo récord XD definitivamente XD
Y me encantoooo <33 Asfadjakdjad ya te he dicho que amo como escribes, y si; me agradaron los pensamientos de Harreh(? Asfhgs Adam me cae bien Se me hace un primo divertido(? Oye, estos chicos si son violentos .____________. Y ademas, cuando leí sobre la expulsión de Harry de la Universidad .____________. solo puedo decir, okay :l Es que, loco, no me quiero ni imaginar todo lo que hizo U.U Ahora tendrá que quedarse en el Instituto, por mojón -.- Asjjaksjjahds pero conocerá a Keyla y todos felices(? <3 Me encanto <33
Y ME DEJASTE INTRIGADA
Espero a Cata <3
hange.
Re: Sixteen Devils.
'Mily.♡ escribió:JAJAJAJAJAJAJAJ XDD Gracias, Deya <33 Asfhakdhakdfh TE HAS INSPIRADO?! :A:Ay, eso es como musica para mis oidos :') Gracias <3333
Wn, no pensé que subirías tan rápido ._________________. tiempo récord XD definitivamente XD
Y me encantoooo <33 Asfadjakdjad ya te he dicho que amo como escribes, y si; me agradaron los pensamientos de Harreh(? Asfhgs Adam me cae bien :A:Se me hace un primo divertido(? Oye, estos chicos si son violentos .____________. Y ademas, cuando leí sobre la expulsión de Harry de la Universidad .____________. solo puedo decir, okay :l Es que, loco, no me quiero ni imaginar todo lo que hizo U.U Ahora tendrá que quedarse en el Instituto, por mojón -.- Asjjaksjjahds pero conocerá a Keyla y todos felices(? <3 Me encanto <33
Y ME DEJASTE INTRIGADA
Espero a Cata <3
No hay de qué. :aah: JAJAJAJAJA. Sí, me inspiré, se nota por la rapidez en la que subí el capítulo.(?) Yo tampoco lo pensé. Simplemente dejé a mis dedos escribir sobre el teclado.(???????????) Gracias. c: Aprecio tus comentarios halagadores hacia mi escritura. xd. JAJAJAJAJA. Adam a mí también, aunque entre ambos se hacen bromas demasiado pesadas. ¿Te imaginas que te lancen a la nuca una almohada con relleno de nada más y nada menos que latas de frijoles? Auch. JAJAJAJAJAJAJAJA. Me encanta que sean violentos.(? ok no. xd. Es que mi Harry tiene poca paciencia y, bueno, ya sabes que eso de que se crea el más inteligente y el mejor no le ayuda en nada a tener amigos. xd. Ahora estará en el instituto como ayudante de profesores y todo eso. :aah: JAJAJAJAJA. Tendrá muchas peleas con Keyla, pero bueh. Gracias. c: ¿E intriga por qué? XD
Kurt.
Re: Sixteen Devils.
JAJAJAJAJAJAJAJAJ. Lo sé, es muy lindo. :amor:'Mily.♡ escribió:Ahora me cae mejor
Kurt.
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