La Niñera (Eros Vlahos)

Título: La niñera.
Autor: E. Hernández ☻.
Adaptación: No, la novela es totalmente mía.
Género: Romance, comedia, tal vez un poco de drama.
Contenido: Lenguaje un poco subidito de tono.
Advertencias: Los Vlahos-Davy no son inventados, son sus nombres verdaderos, aquí usaré el español de España para identificar a los británicos y el castellano para identificar a los que no son de Inglaterra (verán que el inglés de Estados Unidos es distinto al del Reino Unido, es igual que el de nosotros los latinos con el de los españoles).
Otras páginas: No.






Sinopsis






La familia Vlahos-Davy está en busca de una niñera para su hijo menor, Tron, debido a que Eros se rehúsa a cuidar de su hermano porque es muy obstinado y siempre acaba perdiendo la paciencia.

Ericka Hernández acaba de mudarse de Beverly Hills hasta Londres y está en busca de un empleo, mientras charlaba con su abuela se da cuenta de un anuncio publicado en el periódico hecho por los Vlahos donde decían necesitar niñera a tiempo completo y que pagarían una buena suma por ello así que decide tomar el empleo sin saber en lo que se metería.

A Tron le gusta su nueva niñera pero como todo niño de su edad le gusta ser ingenioso y meterse en los mil y un problemas, las descabelladas ideas del niño los sumergen a Eros, a su hermano y a Ericka dentro de situaciones para nada normales, un Eros de pronto interesado, unos padres satisfechos y una niñera a punto de volverse loca.

Holis! Soy Ericka y estoy escribiendo esta nove sobre Eros Vlahos*---* Él me encanta♥

Ahora pondré el primer cap y si les gusta la sigo

Si quieren ser parte de la nove pueden llenar esto:


Nombre:
Apellido:
Apodo:
Edad:
¿De qué país eres?:
Niñera de:
¿Cuántos niños cuidas?:
Pareja:
¿Qué parentesco tienen tu pareja y el niño o niña que cuidas?:
Historia:
¿Cómo te hiciste pareja de él?:
Gustos/Disgustos:
Extras:

 
 






Era una noche como cualquier otra en la hermosa ciudad de Londres, excepto por…
 


-¡Mamá! –gritó un niño desde su habitación.
-Agh no otra vez –pronunció la mujer con cansancio.
-Vamos cariño, no es tan malo –dijo su esposo.
-Claro porque no está llamándote a ti –bufó.
-¡Mamá! –vociferó una vez más.
-¡Deja de gritar Tron! –Exclamó- Ya estoy aquí ¿qué quieres ahora?
-¿Puedo dormir contigo y con papá? –preguntó el niño.
-Tron cariño ya no tienes 3 años es hora de que te acostumbres a dormir solo –Tron miró a su madre con ojos de cachorro mojado y ella negó con la cabeza- Y no intentes mirarme con tus ojazos de perro mojado que no funcionan ya.
-Mamá ¿puedes hacer que el mocoso cierre el pico? Tengo examen mañana y no me concentro gracias a él –pidió el hijo mayor de la familia desde el umbral de la puerta del frente.
-Te he dicho mil veces que no me llames mocoso, gilipollas.
-¡Tron! ¿Dónde has aprendido eso? –preguntó la mujer.
-Eros lo repite a cada hora –contestó señalando a su hermano.
-Eros –susurró de forma atemorizante.
-Mamá no es cierto, sólo te ha dicho eso para que me des una regañina, ya te la verás conmigo chaval.
-No amenaces a tu hermano Eros Vlahos, Tron ya vete a dormir y deja ya de gritar que tu hermano tiene que estudiar.
-Vale mamá.
-Gracias –pronunció el otro alzando ambos brazos.
 


Al día siguiente, el pequeño se encontraba sentado en el sofá mirando la maratón de ‘Hora de Aventura’ en Cartoon Network que tanto había esperado, era viernes por la mañana y él estaba feliz de no tener que ir a la escuela porque estaban fumigando debido a una infestación de ratas y cucarachas.
 


-“Ojo de tigre papá, ojo de tigre”
-“¡Hudson Abadeer llegó tu hora! Ay si ni está”
-Jake y Finn ustedes me matan de risa, sois tan chistosos –decía el niño.
 


En otra parte…
 


-Cielos necesito encontrar trabajo ya, llevo dos semanas en Londres y no he conseguido nada –murmuraba una chica.
-Tranquila cielo ya encontrarás algo –dijo la anciana a un lado de ella.
-Lo sé abue, pero aún así –ella volteó hasta donde se encontraba sentada su abuela y se fijó en la parte de atrás del periódico que leía- Abue ¿me prestas tantito tu periódico?
-Por supuesto cariño –la mujer mayor le tendió el diario a su nieta y ella leyó lo que decía aquel anuncio que había captado su atención.
-Abue creo que encontré un posible empleo –sonrió dándole un abrazo a su abuela- Nos vemos más tarde ¿sí? Voy a ver si consigo el trabajo.
-Cuídate cariño, regresa antes de la cena –se despidió.
 


De nuevo en la casa Vlahos…


 
Tron seguía mirando la TV muy entretenido, mientras que su madre, contestaba alguna que otra llamada en la cocina.
 


-No señorita creo que no me entiende, mi hijo tiene 9 y necesito a alguien que le guste jugar con él ¿qué? Claro que no, le llamaré ¿de acuerdo? Adiós –Terry cortó la llamada y suspiró- Que loca –en ese instante el timbre sonó- Tron ¿puedes abrir cariño? Mami está ocupada.
-¡Vale! –El niño se levantó del sofá y corrió a la puerta- Mami una chica quiere hablarte.
-En seguida voy.
 


Terry salió de la cocina y fue hasta la puerta, donde la chica, esperaba por ella.
 


-Hola ¿puedo ayudarte en algo?
-Hola ¿usted es la señora Terry Vlahos? Mi nombre es Ericka Hernández, vengo por el puesto de niñera –se presentó estirando la mano, la cual, la otra mujer aceptó.
-Un placer Ericka, pasa así podemos hablar –ella se hizo a un lado dándole espacio a la muchacha para que pasara.
-Gracias, es una linda casa –dijo sonriente.
-Oh muchas gracias, nos esforzamos por mantenerla así, por tu acento veo que no eres de aquí –dijo Terry observándola.
-Exactamente, nací en Venezuela pero me mudé a los 17 para comenzar mis estudios universitarios a California.
-Bien ¿tienes mucha experiencia cuidando pequeños?
-Trabajé de niñera muchas veces en mi país y en Beverly Hills que era donde vivía anteriormente, allí los niños son un poco difíciles porque es la ciudad del glamour y los lujos y pues ellos están acostumbrados a todo eso así que puedo lidiar con lo que sea –dijo con una pequeña risa.
-Eso es bueno escucharlo, dime ¿aún estás en la universidad?
-No, terminé mis estudios el año pasado como diseñadora –respondió- Así que estoy totalmente disponible.
-Ok de acuerdo, puedes quedarte el día de hoy y cuidar de Tron yo te evaluaré y si a mi pequeño le agradas te puedes quedar con el empleo.
-Muchas gracias.
-Ven te presentaré a mi hijo –dijo mientras caminaba a la sala- Tron cariño Ericka va a cuidarte hoy, y si es lo suficientemente buena y te agrada vendrá todos los días.
-Hola Tron es un gusto conocerte amiguito.
-Hablas gracioso –dijo el niño.
-Eso es porque soy de Venezuela y viví en California desde los 17 –contestó con una gran sonrisa.
-Eres linda –sonrió- Creo que me agradas.
-Oh gracias, espero llevarnos bien ¿te gustaría jugar a algo conmigo? –Tron asintió.
-Tengo naipes.
-Bien juguemos a los naipes.
 


Ambos se sentaron en el piso uno frente al otro separados por la mesita del centro a jugar; estuvieron jugando durante largas horas hasta aburrirse por lo que luego optaron por sentarse a mirar TV, la madre de Tron salió de casa a hacer algunas compras, dejando así a ambos chicos solos.
 


-Ericka tengo hambre.
-¿Quieres que te prepare una merienda? –Tron asintió efusivamente y ella sonrió- Bien iré a prepararte algo.
-Gracias.
 


Ericka se levantó y fue hasta la cocina, sacó los ingredientes para preparar panqueques pero seguía sin encontrar un bol y el batidor.
 


-¿Dónde podrán guardarlos? Ya sé le preguntaré a Tron –la chica salió de la cocina a preguntarle al pequeño- Oye Tron ¿dónde guardan los…? –se detuvo al ver a un chico entrando a la casa.
-¿Quién eres? –preguntó el rubio.
-Soy Ericka y estoy cuidando de Tron ¿tú quien eres?
-Soy Eros y vivo aquí –contestó.
-Oh ok, Tron ¿dónde está el batidor y los bol?
-En el último estante, oh Eros llegaste ella es…
-Ericka, lo sé acabamos de conocernos –dijo el mayor mirando a la chica.
-Vale, ¿Ericka puedo ayudarte? –preguntó el niño.
-Oh seguro cariño –contestó sonriendo- ¿Te nos unes Eros?
-No gracias tengo que hacer tarea, por cierto ¿no eres muy joven para ser niñera?
-Tengo 23 –dijo con una sonrisa que denotaba cierta molestia.
-Ah discúlpame es sólo que pareces una chiquilla y tu estatura no te ayuda en nada –dijo él.
-Gracias por recordarme que soy del tamaño de un elfo –respondió sarcástica.
-De nada –sonrió y subió las escaleras.
-¿Él siempre es así? –preguntó la latina.
-Todo el tiempo –contestó el pequeño británico.
-Hmp, pareces una chiquilla y tu estatura no te ayuda en nada –decía imitando la voz de Eros.
-Buena imitación de mi voz –pronunció una voz a sus espaldas- Elfa.
-¿A quién llamas elfa rubio?
-A ti –contestó pasando a un lado de ella hasta la nevera- Posiblemente sea tu nuevo apodo.
-No te atrevas –dijo retándolo con la mirada.
-Obsérvame, elfa.
 


La chica decidió ignorarlo y se dispuso a preparar los panqueques para Tron, Eros de vez en cuando se asomaba en la cocina sólo para molestar aunque siempre era corrido por la muchacha, cuando estuvieron listos los panqueques Ericka llamó a Tron a la cocina para que se sentara a comerlos.
 


-Vaya están deliciosos, muchas gracias.
-Me alegra que te gusten amor –contestó sonriente acariciando el cabello del niño.
-¿No hay para mí? –ella levantó una ceja ante la pregunta y sonrió con arrogancia.
-No lo creo –él rodó los ojos.
-¿No estarás molesta o sí?
-De acuerdo ten, espero te ahogues con ellos –sonrió con dulzura falsa.
-Gracias, que tierna eres.
-De nada –contestó aun sonriendo con falsedad.
 


A los pocos minutos se encontraban los tres sentados frente a la TV mirando un programa cualquiera, se notaba que Tron lo disfrutaba mucho pero Eros estaba totalmente aburrido.
 


-¿Podemos cambiarlo? –preguntó con total fastidio.
-No toques ese mando Eros Vlahos –murmuró con recelo Tron hacia su hermano.
-Vale, vale que genio.
-Sólo deja que el chiquitín vea su programa, cuando termine podemos cambiar ¿verdad Tron?
-Sí, sólo porque tú me lo pides –contestó viendo a su niñera.
-Ericka, Tron llegué –anunció la madre de los chicos- Oh Eros ya llegaste ¿qué tal la tarde con tu niñera Tron?
-Perfecta mami, Ericka es genial, sabe jugar a muchas cosas y sabe cocinar ricos panqueques.
-Y es enana también –susurró Eros cosa que ella escuchó y le dio un codazo en las costillas- Me dolió.
-Lo sé –susurró- ¿Entonces puedo quedarme señora Vlahos?
-Sí mami di que sí –rogó Tron.
-Está bien, tienes el empleo –Ericka y Tron celebraron chocando las palmas.
-Soy tu niñera –exclamó- Muchas gracias señora Terry, ahora si me disculpan debo volver a casa o mi nana se molestará, volveré mañana temprano.
-De acuerdo, mañana ven a las 8 a cuidar de Tron y hablaremos del horario y de tu paga ¿de acuerdo?
-Por supuesto, gracias otra vez, nos vemos mañana.
 


La muchacha se despidió y se fue a su casa con una enorme sonrisa, al llegar su nana la felicitó por aquel logro, estuvieron charlando hasta entradas las 9 de la noche y luego cada una se fue a su cuarto.
 



-Un maravilloso día –susurró para luego caer rendida ante el sueño.