This is the moment~

por **~Tommo~** Vie 06 Dic 2013, 11:42 am

FICHA DE LA NOVE:

This is the moment

Cinco chicas, completamente desconocidas entre si, son de diferentes países y con diferentes historias.

Pero todas tienen algo en común, son directioners.

Ellas viven en realidades muy diferentes unas de las otras.

Todo ocurre en la maravillosa ciudad de New York, donde se suele decir que se cumplen los sueños.

El de estas chicas se cumplirá, por fin conocerán a sus ídolos.

PERSONAJES:

¡HOLA!:

por **~Tommo~** Vie 06 Dic 2013, 12:52 pm

¡Primer cap!

por **~Tommo~** Vie 06 Dic 2013, 12:59 pm

Primer Capítulo

Aeropuerto de las afueras de New York, el vuelo desde Roma acaba de llegar y una rubita con una gran maleta sale por las puertas de llegadas. Arrastra la gran maleta hasta la parada de taxis y ahí silba tipo película parando un carro y se le para un taxi frente a ella.
-¿Dónde la llevo, señorita?-le pregunta el simpático taxista, una vez que ella ya está sentada en el asiento trasero del amarillo taxi.
-Pues…-intenta recordar la dirección que le había dicho su madre, para una vez que le hablaba en todo el día, era la casa de una amiga de la madre de Valery. La recordó, después de forzar un poco eso que tenía por cabeza-Por favor, lléveme a W 34th street.
-De acuerdo, señorita-el taxi empezó a moverse a toda velocidad por las largas y muy transitadas carreteras de la gran capital.

El avión acababa de llegar y a la chica la despertaron a zarandeos ya que se había quedado dormida en el corto viaje desde Brasil hasta New York. Había decidido independizarse, y ¿qué mejor lugar que la ciudad donde los sueños se hacen realidad, para independizarse? La chica bajó con cara de malos amigos a por su maleta grande y la otra más pequeña. Le fastidiaba mucho que la despertaran de una siesta, con lo a gustito que estaba ella con su mantita. Llegó hasta la parada de taxis y se subió a uno. Le dio la dirección del hotel donde sus padres han pedido una habitación, para que ella esté bastante cómoda durante su estadía en la gran capital. La morena se pone sus cascos y fija su mirada en la carretera y en los grandes edificios que aparecen frente a su vista. Cada uno le parece más grande que el anterior.

El jet privado de los Smith aterriza en el aeropuerto y Elena baja sin ninguna preocupación por las escaleras. Un gorila enseguida aparece a su lado y un chico carga sus maletas hasta la limosina negra de cristales polarizados que la espera en la puerta del aeropuerto. Esta la lleva a su mansión de New York, donde ha decidido pasar esta Navidades in su familia. Dentro de la limosina toma un poco de champain y se arregla el maquillaje, sonríe a su reflejo. Mira por la ventana y sonríe, estas navidades van a ser únicas, lo presiente.

Aún le quedan pedazos del rímel que se le ha corrido en la despedida con su familia. Ahora se encuentra buscando un carrito para colocar sus cuatro maletas, pesadas. Coge la primera con dificultad y cuando va a coger la segunda, es por caérsele cuando un misterioso chico encapuchado, la ayuda con ella y la deja sobre la otra en el carrito, después se va. Scarlett se le queda mirando a lo lejos “Que rarito…” piensa. Coge las otras dos y empuja con toda su fuerza el bendito carrito hasta la parada de carros rentables. Alquila un para todo el tiempo que va a estar allí. No es la primera vez que va a New York, pero si las primeras navidades que pasa alejada de su familia. Sube como puede las maletas a la parte trasera del coche y conduce hasta el pequeño apartamento que le han rentado sus padres como regalo navideño.

Lo necesitaba, la chica ya no podía estar más entre aquella gente, necesitaba escapar de aquel sitio. Con su única maleta baja por las escaleras del avión recién llegado de Noruega. Va hasta el baño y se arregla un poco. Sale y se sienta en una banqueta a pensar que es lo que va a hacer de ahora en adelante. Lo primero, tendría que ser buscar algún sitio donde dormir esa noche. Suspira cansada “¿Y ahora qué hago?” esa pregunta le daba muchas vueltas dentro de su cabeza.

Lo sé, no es muy largo, pero es como una pequeña introducción. Espero que les haya gustado :)

por **||Hazzy||** Vie 06 Dic 2013, 1:31 pm

oohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
me ha ENCANTADO MUCHISSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
la neta wou
ya quiero primercapitulaso
enserio wouuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

besos xox

por **DayWing.** Vie 06 Dic 2013, 6:01 pm

ameeeee tu pequeña introduccion, me encanto, es tan lfdkhalkshdgikre, quiero capitulo, ahhh, ya quiero saber como sigue

por **||Hazzy||** Vie 06 Dic 2013, 6:09 pm

siguela porfaaaaa

por **ScarlettMurphy** Vie 06 Dic 2013, 6:24 pm

¡¡¡Holaaaaaaaaaa!!! Me encanto. En serio me mata la curiosidad de como será todo en tu novela, es decir todas somos (SOMOS :corre:) diferentes y bueno... Quiero saber como pasa todo.
Por cierto, amo los aeropuertos.
Besos. Síguela.

por **Trouble.** Vie 06 Dic 2013, 8:37 pm

Ahhhh ame el primer capitulo, ya quiero leer el segundo capitulo, estoy ansiosa, yo soy Española, pero vivo en Perú.

por **Clouds** Sáb 07 Dic 2013, 10:34 am

Precioso capítulo linda , las cinco rumbo a nuestras nuevas vidas donde ahí conoceremos a los que tu ya sabes , que ilu !! jajaja

Oss , mi avión privado , que pija soy e.e , pero no me gusta presumir mucho lo sé :( , bueno linda quiero que las sigas a ver cuando nos conocemos !!

Besiitos , elena :) xx

por **~Tommo~** Miér 11 Dic 2013, 8:23 am

¡¡Hola chicas!! Gracias por los comentarios :P Bueno, aquí les traigo el cap, que lo desfruten ;)

por **~Tommo~** Miér 11 Dic 2013, 8:25 am

Segundo Capítulo

Valery nota como el taxi para, mira por la ventanilla.
-Hemos llegado, señorita. Son $12-la chica saca el dinero de su carterita y se lo entrega al taxista.
-Adiós, que pase un buen día-la chica sale y saca su maleta. Esta parada enfrente de un gran edificio con grandes cristaleras, la cuales reflejan el cielo despejado de New York. Mira hacia arriba, es enorme y siente como si estuviera a punto de caer de culo y de verdad, casi lo consigue, si no llega a ser por unos brazos que siente realmente fuertes alrededor de sus hombros. Ella se asusta y se separa enseguida. Se gira y ve a un chico alto, le saca una cabeza, su cabello es liso y color chocolate puro, al igual que sus ojos, que son a la vez penetrantes y profundos. La mirada de Valery se pasea por toda la cara y el cuerpo del chico, lo encuentra bastante atractivo.
-¿Quién eres?-le pregunta ella.
-Soy Andrew, el hijo de Christen.
-¿Sabes quién soy?
-Claro, eres Valery, la hija de Madelaine.
-¿Y cómo es que tú si sabes quién soy yo y yo no tenía ni idea de quien eras tú, eh?-él se ríe.
-Porque me interesé por saber quien eras-se sonroja, ella-Tu madre me enseñó unas fotos tuyas-ella rueda los ojos, podría habérselas enseñado hasta a un desconocido. Se quedan mirándose.
-Y… ¿está tu madre en casa?-dice ella desviando la mirada a sus manos, con las cuales juega.
-Claro, vamos, te ayudo-coge la maleta de Valery y entran en el rascacielos. La rubita mira perpleja todo el hall, es enorme y no es que su casa anterior fuera pequeña, pero lo que era toda la recepción estaba decorada en tonos dorados y rojo oscuro, a demás de los detalles navideños que había por las paredes y el pequeño árbol de navidad que se encontraba al lado de lo que parecía el escritorio del conserje.
-Valery-la llama Andrew desde el ascensor. Ella lo mira y corre a la cabina antes de que se cierre. El castaño presiona el piso décimo.
-Guau, ¿tan alto?
-Mhm-sonríe él.
-Ay Dios…-Valery se muerde las uñas nerviosa, le tiene un poco de pánico a las alturas.
-Tranquila pequeñaja, no te va a pasar nada-él ríe y ella lo acompaña poco después. El ascensor se para y ellos caminan por encima de la moqueta burdeos que hay bajo sus pies. Andrew abre la puerta que está precedida por una gran “A” y uno de esos rollos lleno de hojas que ponen en las puertas en Navidad. Entran y el gran apartamento dúplex, hace abrir los ojos a Val, lo mira todo con sorpresa, no esperaba eso. Era un bonito apartamento, que aparte de estas bien decorado, los adornos navideños, le hacían como más hogareño y confortable, por lo menos, eso es lo que piensa la rubia.
-Andrew, hijo, ¿eres tú?-una voz dulce que procede de la cocina, llama la atención de la chica.
-Sí, mamá, también traigo a una linda chica-las mejillas de Valery se tornan muy rojas, Me ha dicho linda… piensa ella.
-¿Si?-una mujer casi idéntica a Andrew, sale de una de la cocina, captando la atención de Valery, que hace algo parecido a una sonrisa cuando la ve-¡Valery, linda!-la mujer le da un gran abrazo.
-Hola, Christen-a ella si la conocía, de varias veces haberla visto con su mamá en algunas fotos.
-¿Cómo estas, linda?-la mujer la penetró con sus ojos verdes, que era lo único diferente que tenía de su hijo.
-Bien, pero un poco cansada.
-Anda, ven que te enseño tu cuarto-ella hace una mueca intentando sonreír.
-Valery, ¿te gustaría tener un guía?-le pregunta Andrew arrastrando su maleta.
-No estaría nada mal-medio sonríe.
-Pues aquí lo tienes-levanta una mano, él. Ella ríe.
-Entonces mañana quiero que te despiertes a las ocho, que quiero verlo todo-él se queda con una cara… Luego se empezó a descojonar.
-¿Tienes que estar de broma, no?-ella niega con la cabeza.
-Me gusta madrugar.
-¡Pero si mañana es sábado! ¡Y estamos de vacaciones!-se queja el castaño.
-Me da igual, a las ocho, desayunando y punto-le dice ella apuntándolo con su dedo índice.
-Aquí es-dice Christen sonriente-Siéntete como en casa-Espero que no sea igual que en casa… piensa ella, está harta de estar sola. Los dos se retiran y la chica pasa dentro, donde yace su maleta sobre la cama, lista para ser abierta. Ella suspira contenta, son muy majos y le han tratado muy bien, espera no aborrecerlos. Abre la maleta y saca todas sus pertenencias, mientras mira a su alrededor, es tan grande como su habitación de allí. Mete las camisetas y pantalones en el armario, su ropa íntima en los cajones y los zapatos en al zapatero, aparte de guardar gran cantidad de accesorios en una parte restante del gran armario de madera negra. Coloca todo su maquillaje sobre el baño privado que tiene la habitación, el cual tiene una bañera con chorros, ella sonríe divertida, se iba a dar un baño ahí antes de irse a dormir un poco. Se despoja de toda su ropa, no sin antes visualizar donde se encuentran las toallas. Posa una toalla delante de la bañera, para no resbalarse al salir y llena la bañera. Una vez que esta ya está completamente llena y tibia, se mete poco a poco dentro de ella. Se relaja un montón y cuando acaba de bañarse y secarse, se coloca un gran pijama de oso y se tira en la cama. Al poco tiempo se queda profundamente dormida, estaba muy cansada y a demás, el baño la ha relajado tanto que eso la ha hecho dormirse antes.

No es que tuviera problemas en casa, ni nada por el estilo, pero había decidió que ya era hora de independizarse. El taxi se estaciona frente a un aparta-hotel, donde se quedaría hasta pasadas las navidades, a partir de ahí, buscaría un trabajo y buscaría algún que otro apartamento barato. Baja ella y su maleta la espera. Paga al buen hombre que la ha traído y camina hacia la puerta. Entra y todo está decorado con motivos navideños. Pide la llave al pelinegro que ocupa el sitio de recepcionista. Él se la ofrece gustoso y ella le sonríe. Camina al ascensor y sube hasta el segundo piso. Camina por el largo pasillo en busca de la habitación 213, donde pasará las navidades. La encuentra, abre con su llave y entra, cierra la puerta tras de sí. El apartamento, es muy grande, tiene una cocina lo suficiente grande para ella, junto con una mesa con cuatro sillas frente a esta, a su derecha hay una puerta corredera, la cual abre y encuentra una habitación con una gran cama de matrimonio, un armario de puertas correderas con espejo y otra puerta, esta no es corredera. La abre y encuentra un baño simple y bonito, con una bañera, un gran espejo, un lavamanos en mármol blanco y un retrete, a demás de un bidet.
-Madre mía, y pensar que esto va a ser como mi casa…-camina por todo el apartamento y encuentra un radio-casete, coge su móvil y lo enchufa, le da a reproducir y la primera en sonar, como no, es Best Song Ever, ella empieza a bailar y cantar a pleno pulmón. Va de aquí para allá mientras baila y canta cada canción que se reproduce, mientras deshace su maleta y lo coloca todo en su sitio. Cuando acaba se tira en la cama y suspira, ahora suena More Than This y sonríe. Se queda mirando el techo durante toda la canción. Al acabar, está un poco triste, porque sabe que aunque estuvieran en la misma ciudad, no tendría esa suerte de encontrárselos. Se levanta de la cama y va a parar la música, lo hace y se gira. Ve las puertas transparentes que dan a un balcón que no había descubierto aún. Corre los cristales y al salir se sorprende, una hermosa vista de un pequeño parque donde hay niños jugando y ancianos dando de comer a las palomas, sonríe y se apoya en la barandilla.
-Es bonito, ¿eh?-Keysi se sobresalta, al escuchar una voz tan grave. Gira su cabeza y ve a un chico con capucha al que no le puede ver la cara.
-¿Qui-quien eres?-él ríe por su tartamudez.
-Tranquila, no te haré nada malo-esa voz se le hacía familiar a la morena, pero ahora mismo, no caía en quien era.
-Pero, dime, ¿Cómo te llamas?-no podía ocultarlo, tenía un poco de curiosidad.
-James, mi nombre es James-dice un poco dudoso al principio, pero ella no llega a notarlo-¿Y tú?
-Keysi, un gusto-dice ella y extiende su mano, pero él no parece inmutarse y tampoco parece que se fuera a girar, ella simplemente, aparta la mano y la deja caer a su lado derecho.
-¿Y, cuántos años tienes?
-Dieciocho-sonríe, se siente orgullosa de ellos-¿Tú?
-Veinte-él sonríe, pero no se lo muestra a ella. Para ella, su campo de visión solo le proporciona la capucha bien colocada y un poco de la nariz de él.
-¿Y, que haces aquí?
-He venido junto a unos amigos para pasar las fiestas, ¿y tú, linda?-se sonroja.
-Pues… He venido sola, a independizarme-sonríe.
-Mmmm valiente, ¿eh?-3enserio que le sonaba esa voz, pero ahora no, no le venía nadie a la cabeza.
-Sí, un poco-los dos rieron.
-Bueno, lo siento, he de volver, mis amigos me reclaman-dice mirando hacia abajo, por lo que ella supuso que sería su mobil, que le habrían enviado algo o alguna cosa de esas.
-Adiós, James-dice ella.
-Adiós, Key-él vuelve dentro de su apartamento y ella se desliza por el cristal del balcón y acaba sentada en el suelo de este, mirando hacia dentro de su apartamento. Suspira, ¿quién será? ¿lo volveré a ver? Me dijo linda… Todo eso pasa al mismo tiempo por la cabeza de la morena, que sin saber cómo, se queda dormida ahí, sentada en el balcón.

-Srta. Elena, ¿ha tenido un buen viaje?
-Sí, Winston, ha sido magnífico vuelo, sin turbulencias-sonríe ella.
-¿Le apetece algo de comer o beber, señorita?
-Un zumo de naranja y unas galletas o dulces de esos que hace Anne.
-De acuerdo-y se retira dejándola en la puerta del salón, mientras que los demás criados se encargan de subir y deshacer sus maletas. Ella se descalza y se tira en el sofá, coge el control y enciende la tele, hace un poco de zapping, hasta que ve algo que le agrada y lo deja, poco después, aparece Winston con su pedido.
-Gracias, Winston.
-De nada, señorita, si necesita ayuda, ya sabe-él se retira, después de que la morena le da un asentimiento de cabeza. Elena coge el vaso y le da un trago a su zumo. Con la otra mano coge un bollito de crema y le da un mordisco, así haciendo que se manche todo el bigote, se lame toda la crema y sigue comiendo. Esta así, durante media hora, hasta que acaba de comer y no sabe qué hacer. Coge su Iphone y revisa Twitter, Whatsapp y Facebook. No hay nada interesante, ni en la tele ni en el móvil, así que decide dejarlo de lado y coger su Ipod y camina hasta la sala de danza que hay en la gran mansión. Enchufa el aparatito a los bafles y pone algo de música. Se deja llevar por ella y durante más de dos horas esta así, hasta que una vibración de su móvil, la hace parar y tirarse encima de él. Lo coge y mira, ha recibido un WhatsApp de un anónimo:
“Me gusta como bailas, Smith”
Ella mira todos lados, buscando alguien que pueda haberla visto bailar, pero nada, no hay nadie. Entonces, lo deja pasar, de seguro había sido una broma de parte de algún amigo o algo. Pero, ¿cómo sabían que ella estaba bailando? Entonces, oye como una piedra pequeña repica contra el cristal, se acerca allí y sube la ventana.
-¡Hola, Smith!-ella mira a su mejor amigo, William.
-¡Stronhold! ¡Me las vas a pagar! ¡Me has asustado!-le chilla. El otro se ríe y ella le saca su preciado dedo del medio. Vuelve dentro y para la música, corre por los pasillos y sale al patio, en busca de su amigo, lo pilla despaldas y desprevenido, por lo que se tira encima de él y los dos caen al suelo descojonándose.
-Eres una payasa-él se coloca encima de ella y empieza a hacerle cosquillas, ella se ríe casi sin respiración y empieza a chillar que pare, que pare por favor. Él no para y sigue con lo suyo, entonces, ella saca fuerzas de a saber tú donde y le da la vuelta, se coloca encima de él.
-¿Y ahora que, Stronhold?-sonríe ella maliciosa.
-¿Qué me harás, Smith?
-Mmmm-se rasca la barbilla-No sé…-los dos ríen y ella se levanta, lo ayuda a levantarse, pero en el último momento, no lo coge bien y se cae de culo. Elena empieza a descojonarse. Él se levanta y ella empieza a correr al ver su cara. Corren como nenes chicos por todo el jardín y este es muy grande, que conste. Paran riendo y respirando rápido de tento correr.
-¿Paramos?-Will asiente con la lengua fuera-¿Vamos a tomar algo?-dice cuendo ya respira medianamente normal.
-Vale-le dice él y ella sube a cambiarse.

Llega sin dificultades al apartamento que se encuentra en el centro de New York, eso le gusta y le disgusta, ya que New York es una ciudad muy ajetreada y por las noches más aún y ahora más, ya que se acercan las fiestas navideñas y hay mil coros de villancicos por las calles, a demás de las bocinas de los coches y los más de miles de ruidos que puedes imaginar en una gran capital. Estaciona el coche enfrente de la puerta, donde milagrosamente hay sitio, es complicado encontrar un sitio vacio en pleno centro. Baja del coche y abre el maletero.
-Será duro…-dice mirando sus maletas, como las subirá, solo es un segundo, pero no hay ascensor y eso quieras o no, no ayuda mucho que digamos.
-¿Quiere que la ayude con algo, señorita?-le morena gira su cabeza y encuentra un hombre, regordete, de unas cincuenta años, que va vestido de chándal. Ella lo mira desconfiada, ¿Y si me roba algo? ¿Y si es un psicópata?-Vamos chica, cambia esa cara, ¿necesitas ayuda con eso?
-Esto… Em… Si, por favor-dice ella. El hombre coge dos de las tres maletas y ella la restante.
-¿Qué piso?
-El segundo-sonríe ella. Suben las escaleras empinadas, hasta que llegan frente a una puerta de madre blanca, con una “B” inscrita en metal. Ella abre la puerta y el hombre pasa a dejar las maletas.
-Se le ofrece algo, ¿de beber o algo?-dice ella sin pensarlo y después cae en que no sabe si hay algo en la nevera, cosa que los más seguro es que no hubiera nada, debido a que ella acababa de llegar y hacía dos mese por lo menos que no entraba nadie allí, cosa que dedujo, por la suciedad que se acumulaba encima de los muebles.
-No, lo siento, pero he de marcharme, mi mujer me espera. Pero ha sido todo un placer-ella sonríe y lo ve marcharse, lo despide con la mano. La puerta se cierra y ella decide investigar y limpiar un poco el polvo. Coge un trapo que ha encontrado en una de los armarios de la pequeña cocina y empieza a limpiar. Siente como un poco vacía la estancia, así que coge el móvil y le da al play, en la reproducción de canciones, la primera en sonar es “Another World” ella sonríe y empieza a limpiar.
Para cuando ya ha acabado de limpiar, está sonando “Don’t forget where you belong”. Se tira al sofá y descubre que tiene una gran tele de plasma. Sonríe y coge el mando de encima de la mesita. Enchufa la tele y al ver que no hay nada interesante, decide que tiene que ir a comprar algo, o no comerá por mucho tiempo. Se levanta del sofá y va a cambiarse de ropa. Elije unos jeans azul oscuro, junto con un jersey rojo con motivos en blanco, un cuello de lana de color negro en su cuello y unas potas bajas negras en sus pies, se mira en el espejo y peina su sedosa melena. Coge las llaves, la cartera y el móvil y sale. Cierra la puerta con llave y baja las escaleras. Llega a la calle y va al supermercado que ha visto cuando venía con el coche rentado. Lo encuentra sin ninguna dificultad. Entra y coge una de las cestas estas que suele haber en los supermercados. Empieza a coger lo necesario. Cuando va a las neveras, a coger yogures, se tropieza con un chico. Lo mira detenidamente, por detrás, ya que el chico ha seguido su camino como si nada. Lo mira y le suena, se queda pensando y luego cae, es el del aeropuerto, el de las maletas. Lo mira raro y sigue con su tarea.

La rubia sale del baño. Ha decidido que tiene que buscar algún trabajo rápido. Escoge caminar arrastrando su maleta por la calle. Llega a lo que es más el centro y entre todos los establecimiento, atisba un cartelito en el que pone que buscan una camarera. Por ahora, eso le sobre, se dirige allí y abre la puerta. Va al mostrador y un chico aburrido le dice:
-¿Qué desea?
-Vengo por lo del trabajo, el de camarera.
-Ohh, ya sé, ve allí, donde pone oficinas y toca antes de entrar.
-Oh y una cosa más, puedes vigilármela-lo mira a los ojos-Por favor-él la mira detenidamente y le guiña un ojo.
-Desde luego, linda-ella se sonroja y va al baño, para intentar arreglar su vestuario. Se estira la blusa azul claro y coloca bien su americana algo estropeada, azul marino, lo mismo hace con sus jeans azules y se vuelve a atar las botas. Se maquilla bien, raya, sombra, pómulos y labios. Sale sonriente y toca a la puerta que el chico le ha indicado. Un adelante, bastante grave, la hace saltar y entonces, abre la puerta y pasa.
-¿Que se le ofrece, señorita?-ella da un paso al frente.
-Vengo por la oferta de trabajo.
-De acuerdo-el hombre alza la mirada de sus papeles y la observa detenidamente, le hace un gesto para que se siente, cosa que hace más tarde.
-Y, bueno, ¿Cómo se llama?-el cuestionario empieza y ella le contesta a todo con la mayor seguridad que posee y lo hace bastante bien, o eso piensa ella-De acuerdo, el trabajo es suyo, señorita Campbell-ella sonríe, lo ha conseguido. Le dan el uniforme y va hasta su maleta, la coge y va a los vestuarios que hay para cambiarse. Lo hace, se cambia y sale disparada a trabajar. Trabaja junto a Boris, el chico que la había recibido antes. La rubia ha descubierto que es un buen tipo, y que no aparenta lo que es, ya que parece que sea un mujeriego, pero no lo es, para nada, a demás, es bisexual y eso le ha caído bien a ella.

-¿Qué se le ofrece señor?-ella intenta no mirar raro al chico de gafas opacas, capucha y pañuelo. El cual, hace su comanda y ella la prepara. Lo mira bien, sus facciones… Le suenan a la chica, pero ella sola se dice mentalmente que no puede sonarle de nada, pero aún así, su cara se le hace familiar. Atiende a varias personas más, pero no puede dejar de pensar en el por qué le suena tanto ese tipo con capucha. Su cabeza da mucha vueltas, a demás de que no tiene ni idea de donde pasará la noche.

por **~Tommo~** Miér 11 Dic 2013, 8:30 am

Sí, lo sé, no ocurre nada interesante, pero son los primeros caps, ya después habrá más acción, os lo prometo

por **DayWing.** Miér 11 Dic 2013, 9:24 am

holaaaaa, ame el hermoso capitulo, me tarde demasiado en leerlo, eso me gusta hahhhhh, ya llegue a New York, yeeee, y las demas chicas tambien, quien sera ese hombre con capucha que le aparecio a Keysi?????, ahhhhh i con la señorita Campbell ahhhh???? siguela quiero seguir leyendo

por **Clouds** Miér 11 Dic 2013, 3:40 pm

Holaaaaaaaaap , elena está aquiii

Que boniitooo el caap , está originaal

Ohh mi mejor amigo williamss que monoos somos corriendo por el jardi , y por cierto me siento guay al ser rica e.e jajaja

Buenoo lindaa tienes que seguirrlaa prontoo

Te mando millones de besiitos

por **ScarlettMurphy** Dom 15 Dic 2013, 2:08 pm

Hola. No me había dado cuenta que habías publicado.
Espero que a todos les vaya muy bien y sus amores... Perdón por éste comentario tan pobre pero me tengo que ir.
Besos... Por cierto, SÍGUELA.

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