ϟKilling me |Liam Payne|

por **MaiJonactioner** Vie 15 Mar 2013, 8:14 pm

Ficha de la novela

• Titulo: ϟKilling me. (Originalmente: No te lastimes, por favor. Quiero ayudarte.) Le cambie el nombre ya que cambie varias cosas y después el nombre ya no quedaba.
• Autor: Mua c: MaiJonactioner
• Adaptación: Nou. Aunque no lo crean, sale todo de mi cabesirigilla (? Igual, sacando una que otra de las cosas que suceden en mi vida, o en cualquiera de cualquier adolescente.
• Género: Drama, romance.
• Contenido: Hay lenguaje vulgar y partes en que la protagonista se auto lastimará.
• Advertencias: No necesito chicas. Ya que la historia se basara completamente en Rayita y Liam :3 (¡Cualquier cosa aviso!) No sé si podré subir seguido. Los capítulos serán largos.
• Otras páginas: Nope.

Prologo

No sé en qué momento de mi vida fue que cambie tanto. Tampoco sé porque reaccione de aquella manera. Lo único que sé, es que en este momento me encuentro peleando por mi vida.
Quizá fue alguien en el cielo que me mando a esta persona a ayudarme. Para darme una segunda oportunidad. Para que yo cambie, me acepte tal cual soy; para que me valore. Para que me quiera como soy.
Realmente le agradezco a esta persona por haberse topado en mi vida. Le agradezco que me haya gritado, me haya retado, me haya regañado. También le agradezco las hermosas palabras que me brindaba. Los abrazos, los besos, palabras de aliento; que creo que sin ellas no hubiera podido salir de todo aquello en lo que me había metido.
Es increíble como hasta en el momento más oscuro de tu vida puede aparecer alguien para ayudarte. Alguien tan lleno de vida, tan lleno de amor, tan lleno de… Luz. Que con el simple hecho de una mirada, o simplemente una palabra, puede iluminar todo tu día,
Quizás todo eso fue lo que hizo efecto en mí. Quizás, solo quizás, eso era lo que me había enamorado de él.

por **MaiJonactioner** Vie 15 Mar 2013, 8:25 pm

Chapter •1• Part I

La oscuridad era espesa. Me revolvía de un lado hacia el otro. Las sabanas ya en mis pies, se habían enredado con estos. Como pude deshice el nudo que se había formado y termine tirándola fuera de la cama. Me quede observando el techo.
Otra noche en la que no podía dormir.
Otra vez esas estúpidas voces en mi cabeza. Esas voces que se escuchaban como ruidosos estruendos. Estruendos que me hacían mal. Estruendos que cada vez me dañaban más.
Basta, basta, basta. Les decía, pero no cesaban.

‘Puta’ ‘gorda’ ‘fea’ ‘eres una inútil’ ‘eres una mierda’ ‘nadie te quiere’.

Cosas como esas y otras peores, resonaban en mi cabeza todo el tiempo.
El dolor se hizo cada vez más presente en mí. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Trague el nudo que se me había formado en la garganta. No iba a hacerlo, no iba a llorar. Me lo prometí. Prometí no llorar por esas cosas esta semana.

No puedo.

Una lágrima rodo por mi mejilla. Seguida de otra y otra y otra más. Me senté sollozando. Acaso… ¿Esto nunca terminaría? Ellos tenían razón. Soy fea, soy gorda, soy una inútil. El odio hacia mí misma volvió. Como lo había hecho antes de irme a “dormir”. Me levante tratando de no tirar ni tropezar con nada a mi paso al dirigirme al baño. Mi vista era nublada por las lágrimas que aún salían en cascada de mis ojos. Una vez que estuve allí, prendí la luz y me pare en frente del espejo con mis manos en el lavabo.

Qué asco me daba mirarme.

Con más rabia aún, abrí el botiquín y busque con desesperación entre todas las cosas que tenía allí lo que me salvaría de todo aquel augurio, lo que me salvaría momentáneamente de aquel sufrimiento. Mis dedos tocaron algo frío y de metal. Lo saque sin tirar nada. Baje la tapa del retrete y me senté. Mire la afilada cuchilla por unos momentos. Mis lágrimas habían cesado, habían dejado mi cara húmeda. Me corrí las pulseras de la mano izquierda y sin pensarlo dos veces dirigí el metal hacia mi muñeca haciendo un corte grande a lo ancho de esta. Apreté mis ojos mientras el dolor, el ardor y la adrenalina se hacían presentes. Después de unos segundos habían cesado y dejaban un dulce placer. Abrí mis ojos más relajada y allí estaba el mismo líquido que había visto cientos de veces derramarse de distintas partes de mi cuerpo. Bañaba toda mi muñeca de un rojo intenso, cayendo hacia el suelo manchándolo con algunas gotas. Tire la cuchilla a un lado y mi brazo lo aleje de mi ropa, tire mi espalda para atrás hasta topar con el frío cerámico que hacía de recipiente para el agua del retrete. Deje que mi cabeza caiga para atrás. Una paz infinita había llegado a mí. Las voces habían parado y me sentía más relajada. El sueño cayó en mí como un gran bloque de cemento. Los ojos me pesaron de repente haciendo que se me cerraran un poco. Como pude trate de limpiarme sin tocarme la herida. Deje todo como estaba y apague la luz. Mientras me metía de nuevo en la cama observo mi reloj de números verdes que está al lado de ésta en el pequeño mueble.

4:36 am.

Genial. Dentro de 2 horas tengo que despertarme. Seguro tendré grandes ojeras. Una vez que cerré los ojos ya había quedado dormida.

Hola! :)
Me llamo Maira pero diganme Mai c: Me siento mucho más cómoda, tengo 14 y soy de Argentina. Esta es una nueva nove que tenía ganas de escribir hace bastante tiempo. Como se abran dado cuenta, es de uno de los temas más actuales de hoy en día, el bullyng. Esa es una de las cosas que una amiga sufrió y digamos que yo también.
Cualquier cosa que quieran sugerir, quitar o agregar, las acepto. Soy principiante en esto y apreciaría DEMASIADO de sus comentarios.
Espero les guste la idea :)
¡Muuuchos besos! Mai

por **MaiJonactioner** Sáb 16 Mar 2013, 3:06 pm

Chapter •1• Part II

Estúpido despertador. Estúpido sol que me molesta los ojos. Estúpido cansancio. Estúpido todo.
- Sami, cariño. ¡Arriba! Tienes que ir a la escuela. –Dijo mi madre dulcemente mientras me movía un poco del hombro.
Me di vuelta hasta verla a la cara con mi entrecejo fruncido.
Ella me sonrió de la misma manera que lo hacia todos los días cuando me despertaba.
-Hola, hija. Levántate. Abajo te espera el desayuno. –Me acaricio la mejilla.
-Hola. –Le respondí con mi voz algo ronca y sin ningún ánimo. Carraspeé. –Ahora.
Me dio una última sonrisa y salió. Cuando lo hizo automáticamente me puse la almohada en la cara para que el sol no me molestara.
No quiero ir.
-Me llevo tu- Se detuvo bruscamente.
<<¡Rayos!>>
Mi madre había entrado de nuevo en mi habitación.
-¡Sami! Ya levántate o llegaras tarde. –Me regaño.
A regañadientes me senté en la cama aún con mis ojos que se cerraban un poco. Me los refregué un poco y bostecé.
Mire a mi madre que se dirigía al baño. Mi cerebro hizo click. Mierda no.
Me apresure en pararme y me puse en la entrada de el baño.
-¿Samira, que haces? –me pregunto desconcertada.
-Quiero bañarme. –Me excuse seria.
Una de las cosas que sabía hacer y muy bien, era mentir. Y otra era fingir.
-Bueno, pero déjame sacar la ropa sucia y listo. –Me contesto algo enojada queriendo hacerse paso.
-Bueno, yo después te la llevo. –Le dije mientras me interpuse de nuevo. –En serio ma, me quiero bañar.
Me miro con enojo y después hizo un mohín con los labios mientras negaba con la cabeza, se dio vuelta y se fue de nuevo.
Solté un suspiro. Mierda. Entre al baño y prendí la luz. Mire en dirección al retrete y al lado había un pequeño manchón de sangre seca y la cuchilla que estaba manchada con ella.
Con un trapo limpié la mancha y la cuchilla la limpie con un poco de agua para después volver a dejarla en el lugar de donde la había sacado.
Me saque la ropa y abrí las llaves del agua de la ducha templándola. Me puse debajo del agua mientras las pequeñas gotas recorrían mi cuerpo. Lave mi cabello y después mi cuerpo lo más rápido que pude.
Cerré las llaves y tome una de las toallas que tengo colgadas. Me envolví en ella y salí hacia mi habitación a buscar ropa.
Después de haberme vestido fui a buscar la ropa sucia que tenía en un cesto en el baño. Baje el cesto hasta la lavandería y ahí la deje. Luego mi madre la pondrá en el lavarropas. Con paso lento me dirigí hacia la cocina donde se escuchaban ruidos de platos y hojas.
-Buen día, Sami. –Me dijo mi papá cuando me vio entrar.
-Buen día. –Le conteste.
Mire la mesa redonda en donde estaba sentado. En frente de él se encontraba un gran tazón con cereales y supongo con leche, un vaso de jugo, huevos y tocino. El estomago se me revolvió. Mi madre siempre hace lo mismo. Prepara un enorme desayuno. Ella sabe muy bien que no lo voy a comer, pero sigue insistiendo.
Mi padre bajo el periódico que estaba leyendo y lo dejo en la mesa.
-¿No vas a desayunar? –Me pregunto con una voz suave.
Solo negué con la cabeza. Mi papá me dio una mirada triste. Mi madre se giró del lavabo donde lavaba los platos para mirarme.
-¿No vas a desayunar? –Me pregunto algo enojada.
Le mantuve la mirada y después negué con mi cabeza.
Dio un suspiro con pesadez bastante audible.
-Samira Sumpter , te vas a sentar en esa silla, -la señalo. –y vas a desayunar. ¿Me oíste? –Me dijo con tono altanero.
Me rehusé a seguir su orden.
Era odioso que siempre peleemos por lo mismo.
-Helen… -Le pido papá con paciencia.
-No, Robert. –Le contesto. –Hace ya vario tiempo que no toma un buen desayuno. –Informo.
-Estoy bien así. –conteste entre dientes.
-Samira. –Ordeno mi madre.
-Helen, -la detuvo papá- igual ya se le hizo tarde para desayunar. –Se puso en pie. – ¿Te llevo?
Iba a decir que no, pero sabía que mi madre me armaría otro escándalo. Él paso por mi lado, ni si quiera espero un ‘Sí’ de mi parte. Mire a mi madre y salí.
Papá ya me esperaba en la camioneta. Subí sin decir nada. No quería hablar y papá me complacía en eso. Tenía mi vista fija en la ventana. Las casas blancas con tejas negras, cercas blancas y el verde pasto en frente, se repetían. Todas las casas eran iguales. El típico barrio de la familia feliz.
-Hija, ¿porqué no desayunas? –pregunto de repente.
Puse mi vista en frente. Suspire pesadamente.
-Papá, ya hablamos de esto.
-Eres hermosa, cielo. No entiendo porque lo haces. –Me pregunto con tristeza sin apartar la vista del frente.
-Ese es tu deber, papá. Decirme lo ‘maravillosa’ que soy. –Le dije fría.
Se detuvo enfrente de una verdulería.
Lo mire incrédula.
-Tengo que comprar unas cosas que me pido tu madre. Me había olvidado de hacerlo. –Se excuso papá con una sonrisa. –Ya vengo.
-Ok.
Vi entrar a mi papá a la pequeña verdulería. Apoye mi cabeza en el respaldar del asiento. Estaba cansada y tenía sueño. La cabeza me dolía y mi estomago chillaba. <<¿Algo más? No, creo que no.>> Hoy el día había empezado igual que todos, así que supongo que en la escuela será también lo mismo. Apreté mis ojos queriendo que aquellas molestias se fueran. Era inútil. Nada servía. Abrí mis ojos al escuchar la pequeña campana que estaba justo arriba de la puerta de la verdulería. Mi padre me sonrió mientras rodeaba la camioneta y colocaba las bolsas en la parte de atrás para luego subirse de nuevo a su asiento detrás del volante.
-Toma. –Me estiro la mano dándome una manzana.
-No, gracias. No tengo hambre. –Le conteste alejando su mano con la fruta.
Vi como puso la manzana en mi regazo y puso en marcha la camioneta. Sabía que si protestaba me ganaría un regaño, no quería pelear con papá, no con él. Tome la manzana. En el almuerzo la comeré, murmuré.
A medida que íbamos avanzando se veían más chicos yendo en una dirección.
-Sami, si te llegas a sentir mal hoy, llámame y vendré a buscarte.
-¿Porqué eh de sentirme mal? –Pregunte.
-Por que hoy no has desayunado nada y ayer por la noche solo te vi comer unas galletas. Además tu carita y tu tono de piel no dicen que estés muy bien. –Cuestiono mientras acariciaba mi mejilla y doblaba para poder estacionarse. Sentí el motor del auto detenerse.
-Estoy bien, papá. Enserio. –Le aseguré con una pequeña elevación de mis labios. Otra vez ponía en práctica mis habilidades de mentir-fingir.
Me inspecciono con la mirada algo dudoso y luego asintió no muy convencido.
-Adiós. –Musite mientras me bajaba.
-Adiós.
Vi como el auto de papá se alejaba. Mi vista se puso en el gran edificio que se alzaba delante de mí. Otro años más en este lugar. Otro año más de burlas. Otro año más que tener que soportar.
<<Animo Samira. Recién ha pasado una semana.>>
Tome la capucha de mi campera de algodón y me la coloque. Con paso lento me encamine hacia la entrada del colegio. <<Maldición.>> La campana había sonado. <<¡Oh, no! Mi casillero.>>

por **MaiJonactioner** Sáb 16 Mar 2013, 3:25 pm

Chicas, todavía no sale Liam, solo es hasta el cap 2 y saldrá, solo quería mostrarles como es la vida de Samira.
¡Por favor! Comenten :) Es gratis :3
¡Muuchos besos!

por **MaiJonactioner** Miér 20 Mar 2013, 5:30 pm

Ok, bueno... Nadie comenta, pero tengo varias visitas... Así que... Igual voy a subir! :) Espero les guste y comenten :c
¡Las quieroo!

por **MaiJonactioner** Miér 20 Mar 2013, 5:42 pm

Chapter •1• Part III

Lo más rápido que pude trate de llegar a mi casillero. Mientras iba me gane varios empujones, sin darles importancia seguí mi camino.

Mi casillero se encontraba a unos cuantos pasos enfrente de la escalera hacia el segundo piso. Vi la esquina en donde tenía que doblar para llegar. Gracias Dios. Mi camino estaba libre. Mi casillero se encontraba justo al lado del de Jessica. Una de las barbies que se encargaba de hacerme la vida imposible. Puse la combinación y este se abrió. Cientos de papelitos salieron de este. La mayoría callo al piso y algunos quedaron dentro. “Gorda puta” pude leer en uno. <<Vaya, lindo detalle.>> Tome mis libros de historia y lengua y los metí en mi mochila. Un duro golpe hizo cerrar la puerta de mi casillero en un pestañear. Si no me hubiera corrido me hubiera pegado en el rostro.
-¿Te gusto mi regalo feto de mono? –Me pregunto con aquella voz de niña mimada. Masticaba goma de mascar mientras la enrollaba en su dedo y se la volvía a meter en la boca.
Jessica venia acompañada de Brittanie y Cory, otros intentos de barbies.
Solo opte por sostenerle la mirada.
-¡Señoritas! ¡A clases! –Ordeno el vice director que pasaba inspeccionando los pasillos ordenando a los alumnos que se fueran a sus clases. – ¿Qué son esos papeles?
-Basura. –Se apresuro a contestar Jessica. –Ella acaba de tirarlos todos al piso. –Mintió mientras me daba una mirada de odio con una sonrisa sínica.
-Señorita, ¿Para que están los cestos de basura? –Me pregunto irónico el vice. –Junte esos papeles y tírelos donde debe. La próxima vez ira a detención por ensuciar el espacio escolar.
El trío se fue victorioso y el vice también. Junté los papeles, los tire en el cesto más cercano y me marche hacia el salón de historia. Ya iba tarde. Corrí por las escaleras hasta llegar hasta el segundo piso. Comencé a correr. Casi choco con un chico pero lo esquive, provocando que chocara con otro al que no vi por esquivar al otro. Lo bueno: no traía mis libros en la mano. Lo malo: Caí al piso.
-Lo siento. –Me dijo aquel chico ayudándome a levantar.
-No importa. –Dije sin darle importancia. Estaba acostumbrada a chocar con algo.
-¿Estás bien? –Me pregunto una vez en pie.
-Sí, sí. –No le di más importancia.
Iba a decirme algo pero retome mi camino dejándolo con la palabra en la boca. Iba tarde.
Seguí caminando más rápido hasta llegar enfrente de una gran puerta de madera. Me detuve, tome aire y entre en el salón.
El profesor Martínez se detuvo y se giro hacia la puerta.
-Señorita Sumpter. –Me dijo serio. -¿Porqué ha llegado tarde?
Terminé de entrar y cerré la puerta a mis espaldas.
-Desperté tarde. –Me excusé.
Su mirada decía ¿Otra excusa mejor no se te puede haber ocurrido?
-Estuvo toda la mañana comiendo. –Dijo alguien.
Todos rieron.
-Silencio. –Ordeno el profesor. –Tome asiento Sumpter. Que no se vuelva a repetir.
Camine cabizbaja hasta el asiento en el fondo a la Izquierda. Me senté al lado de la ventana y puse mi mochila en la silla de al lado.
Saqué el libro de historia, unas lapiceras y mi cuaderno.
Comencé a copiar las cosas que estaban escritas en la pizarra de enfrente mientras el profesor Martínez explicaba hasta que se detuvo bruscamente al abrirse la puerta por donde hace minutos había entrado yo. Alce mi vista.
-¿Este es el salón de historia? –Pregunto el chico castaño algo desorientado mientras observaba un pequeño papel en su mano.
-Sí, este es. –Le contesto el profesor mientras lo escaneaba seriamente.
-Uf, que bueno. –Se relajo. –Llevo buscando este salón por vario rato. –Dijo el castaño mientras ponía una sonrisa en su rostro.
-¿Nuevo? –Le pregunto Martínez todavía serio. El chico borro su sonrisa algo asustado.
-Sí. Así es.
-¿Su nombre? –Lo miro suspicaz.
-Wright, Jeremy Wright.
-Bien, señor Wright, busque un lugar, siéntese y copie lo de la pizarra.
El chico asintió y comenzó a avanzar en el salón.
-¡Ah! Wright. –Lo llamo Martínez y el chico se giro. –Una cosa que no acepto, es que lleguen tarde a mi clase. Solo esta vez esta perdonado. –El chico asintió de nuevo. –Igual para usted señorita Sumpter. –Todos giraron a verme con una sonrisa tonta.
Sentí mi cara arder. El nuevo se giro también.
El profesor comenzó a explicar de nuevo retomando la clase. Algunas chicas les tiraban algunas sonrisitas de coqueteo al nuevo y él se las devolvía mientras sacudía un poco su cabello. Conocía a esa clase de chicos. <<Maldito egocéntrico.>> Deje de mirar lo que hacia y me concentre en seguir copiando, iba bastante atrasada.
Un golpeteo en mí mesa hizo que dejara de copiar. Levante mi rostro con una capa de mi pelo cubriéndome el ojo izquierdo. El chico nuevo estaba sonriéndome. Mire a mi lado. <<Maldición.>> ¿Por qué se tenía que sentar al lado mío? Había varios asientos desocupados. Di un suspiro y quite mi mochila dejándola al otro lado de mí en el piso. El chico nuevo amplio más su sonrisa y se acomodo en el lugar.
-Hola. –Me susurro mientras abría su cuaderno y cuidando que el profesor no nos escuchara.
Mi cabello tapaba el lado izquierdo de mi cara así que no me preocupe de que me viera e hice una mueca de disgusto. ¿Por qué hablaba conmigo?
-Hola. –Musité mientras seguía copiando.
-Creo que tengo algo tuyo. –Dijo en cierto tono divertido todavía en el mismo tono de voz.
Me gire para mirarlo confundida y coloque mi cabello tras mi oreja.
Me gire de nuevo pero en sentido contrario para revisar mi mochila. Algo sorprendida me devolví para mirarlo de nuevo.
-¿Cómo es que…? –Le pregunte desconcertada.
-Cuando tropezamos y caíste lo vi detrás de ti. Iba a decirte que se te había caído pero te fuiste corriendo. –Dijo riendo mientras me pasaba el mini esqueleto que tengo de llavero en el cierre de mi mochila.
Oh, él era el chico con el que había tropezado.
-Gracias. –Musité algo apenada y guarde el llavero. Me dispuse a volver a copiar.
La clase siguió con lo mismo. Martínez explicaba y copiaba. Sentía que Jeremy me miraba de vez en cuando. El timbre sonó informando el cambio de hora. Antes de que todos puedan salir se puso en la puerta.
-Antes de que se vallan; Hice un plano de hoy con todos sus asientos y como estaban sentados. Así que, cada vez que tengan mi hora se van a sentar como lo hicieron hoy.
¡¿Qué?! ¿¡Está bromeando?! Vallase a la mierda; se escucharon los reclamos de parte de mis compañeros.
El profesor se corrió de la puerta y todos salieron.
El chico nuevo, Jeremy, tomo su mochila y se la puso al hombro.
-Creo que nos veremos seguido, Sumpter. –Me dijo dándome una sonrisa traviesa.
Vi como salía del salón. <<¿Qué mierda? >>

por **Demi Jonas 1D** Jue 21 Mar 2013, 7:39 am

holaaaaaaaaaaa
soy tu primera lectora mai??
esta buenisima la nove!!! seguila linda :)
besos

por **{Maru.}** Jue 21 Mar 2013, 9:14 am

Nueva lectora! me ha gustado tu nove
ya quiero que aparezca Liam! :)
seguila pronto!

por **MaiJonactioner** Jue 21 Mar 2013, 6:10 pm

Demi Jonas 1D escribió:holaaaaaaaaaaa
soy tu primera lectora mai??
esta buenisima la nove!!! seguila linda :)
besos

¡Hola hermosaa! n-n c:
asdfghjklñ Siii! Sos mi primer lectoraa! n.n <3 :3
ksajhd ¡Gracias! c':
Ahora la sigo!
¡Muuchos más para vos, corazón! <3

por **MaiJonactioner** Jue 21 Mar 2013, 7:36 pm

Maru... escribió:Nueva lectora! me ha gustado tu nove
ya quiero que aparezca Liam! :)
seguila pronto!

¡Hola Maru! n-n ¡Bienvenida! <3
¡Aww, gracias! *-*
Ya, ya! Ya va a aparecer. Solo querían que conozcan a Jeremy, sera alguien... mmm... 'Importante' : x Ok, no digo más.
¡Ahora suboo! Espero te guste :3
¡Muchoo más!! <3

por **MaiJonactioner** Jue 21 Mar 2013, 7:59 pm

Chapter •2•

Definitivamente, mi día no había comenzado como lo imaginaba. Un chico me hablo, eso es nuevo. Y un lindo regalo había aparecido en mi casillero.
Bien, ahora tendría matemáticas. <<Genial, mi materia favorita.>>
El salón de matemáticas no estaba lejos del de historia. Salí del salón con mi mochila en un solo hombro y con mis manos en mis bolsillos. Mientras iba me gané varios empujones e insultos. Nada fuera de otro mundo.
Llegue al salón, como siempre la primera. Me senté en mi lugar. Al fondo a la izquierda.
Quede esperando. Era raro. Ni los nerds habían llegado.
Habían pasado cinco minutos ya y ya me estaba desesperando.
Tome mi cabello y lo sacudí un poco. Mire mi reloj, 10 minutos tarde. El profesor de matemáticas no era de llegar tarde.
Cansada ya de la espera, tomé mi mochila y me la puse al hombro dispuesta a irme a averiguar porque la demora.
Al pasar por la puerta, un pequeño papelito amarillo llamo mi atención.
“El prof. Rawling de matemáticas, no podrá asistir hoy día por problemas familiares”
<<¿Es enserio? ¡Agh! Mierda, ¿¡estuve esperando 10 minutos por nada?!>>
Salí del salón azotando la puerta. En los pasillos no se encontraba nadie, ya que estaban en clases.
<<Bien, ¿A cuál de mis lugares favoritos iría? ¿La biblioteca, un cubículo en el baño o las gradas? Mmh; el día estaba algo nublado. Iría a las gradas.>>
Baje las escaleras con paso lento. No tenía ganas de nada, y solo había pasado una hora. Una vez que toqué el primer piso fui hacia la izquierda y así poder salir. Solo tenía que hacer unos pasos.
Un gran golpe hizo que callera al piso. Tomé mi cabeza, sí que dolía. Me queje y entre abrí los ojos. El rostro de un chico con grandes labios, ojos cafés estaba en frente de mí con preocupación.
-Dios, como lo siento. Enserio. Es que no te vi, fue mi culpa. Enserio, lo siento. –Dijo aquel castaño mientras se puso de cuclillas para poder ayudarme a parar.
Me tomo del brazo izquierdo suavemente ayudándome a parar.
-Tranquilo, estoy acostumbrada. Ya me ha pasado hoy. –Forcé una sonrisa. Un fuerte mareo vino a mí. Todo me dio vueltas. Mis piernas flaquearon.
El chico me aferro hacia él.
-¿Estás bien? –Me observo. –Estás pálida. –Me informo con preocupación.
Me sentí rara entre sus brazos. Me aleje un poco de él poniendo mis manos en su pecho, él no me dejo hacerlo del todo.
-Puedo llevarte a la enfermería. Claro, si quieres y me dices donde queda… -Se apresuro a corregirse con una pequeña sonrisa torcida.
-Descuida. Estoy bien. –Dije ya incomoda. – ¿Cómo es que no sabes dónde queda la enfermería? –Le pregunte incrédula.
Todos los años nos daban el mismo estúpido recorrido por toda la escuela, a lo igual que los simulacros de incendio. Una gran pérdida de tiempo.
-Acabo de entrar. Soy nuevo. –Me dijo con una sonrisa tímida.
-Oh, debí haberlo notado. –Murmuré. Era obvio. Solo había pasado una semana, seguirían entrado chicos nuevos. Caí en cuenta de que todavía él me sujetaba contra su cuerpo. - Emmh; ¿Podrías soltarme? –Mi tono de voz no era muy amigable, que digamos.
Sus ojos se abrieron un poco sorprendido y pude notar como su rostro se tensaba.
-Lo siento. –Murmuro apenado.
Sentí que sus brazos me soltaron. Me acomode la campera ya que se me había subido un poco. Él se había quedado ahí viéndome. Cuando eleve la mirada me encontré con la de él. Con vergüenza y algo incomoda aparte la mía. Hacia mucho que no tenía contacto visual con un chico, además de Jeremy, claro.
-Que tonto soy. –Se dijo par si mismo con una pequeña risita. –Soy Liam, Liam Payne. –Se presento junto con una amigable sonrisa.
Asentí débilmente. –Samira Sumpter. –Conteste distraídamente mientras lo examinaba.
Torso ancho, brazos largos y trabajados –por lo que se podía ver por su fina campera verde- cabello rapado pero le estaba creciendo.
-¿No tendrías que estar en clases? –Le pregunte incrédula.
-¡Oh, cierto! –Se golpeo la frente. -¿Sabes donde queda el salón de…? –Saco un pequeño papel de su bolsillo del jean con algunos garabatos. -¿…Matemáticas? –Leyó. –Las clases las da el profesor… Rawling. –Volvió a leer.
<<Nuevo compañero>>
-Rawling no va a dar clases por problemas familiares. Así que, tenemos esta hora libre.
-Ah, ok. –Contesto pensativo seguido de que asentía. -¿Tenemos? –Pregunto con el entre cejo levemente arrugado y entrecerrando sus ojos con una sonrisa de lado.
-Sí, bueno. Yo también tengo esa clase. –Conteste indiferente mientras me encogía de hombros.
-Genial. –Lo escuche murmurar.
Lo mire seria con una ceja elevada.
-¿Qué ibas a hacer ahora? –Pregunto sin ningún rastro de timidez ignorando mi cara.
La pregunta me sorprendió. Alguien se interesaba en mí. Definitivamente, hoy no era un día como otros, como había pensado.
-Mmh; bueno. Yo… Iba a ir a las gradas del patio de afuera pero-
-¡Genial! –Se apresuro en contestar con una sonrisa. Al parecer mi cara le hizo algún efecto ya que la suya se volvió seria.- Ehh, digo… ¿Puedo acompañarte? –Pregunto rascándose su cabeza.
-Ehh, sí –Respondí. Pareció más una pregunta que una afirmación.
Pase por su lado y él de inmediato se me puso a la par. Juntos nos encaminamos hacia la puerta que iba hacia el patio trasero.
Ambos íbamos en silencio. No me sentí segura para hablarle, nunca había tomado tan rápido la confianza con una persona desconocida. La única vez que lo hice, lo hice con la persona correcta. Mi mejor amiga. Hacía mucho tiempo que no la veía. Necesitaba hablar con alguien, contarle todo lo que me sucedía, pero no podía hacerlo con nadie más. Nunca había tomado tanta confianza como con Phoebe. Ella se había ido a Irlanda para estar con su abuela para cuidarla. Hace 2 años.
Una tenue brisa choco con mi rostro. Liam se me había adelantado y abrió la puerta. Forzando una sonrisa –para no ser descortés- murmuré un “gracias” y salí.
Las nubes espesas y grises estaban sobre todo el cielo ocultando el sol. Amenazaba con llover.
Sin decir nada aún, nos encaminamos a las gradas. Yo iba con mis brazos balanceándose al costado de mi cuerpo con la cabeza gacha. De reojo pude ver a Liam mirando alrededor con sus manos en sus bolsillos.
Subimos unos 3 peldaños y nos sentamos. Ninguno hablaba.
-Y… -Choco sus palmas con sus piernas.- Tú… ¿Ya venías aquí? –Entendí que quería formar una “conversación”. Aprecie que lo hiciera, ya me sentía incomoda.
-Sí, ya venía aquí antes –Traté de alargar lo más que pude mi respuesta.
Otro silencio.
-¿Porqué has entrado una semana tarde? –Traté de seguir la conversación.
Lo miré. Tenía sus brazos apoyados en el peldaño de arriba y su mirada estaba al frente. Definitivamente, él no era la clase de chicos con la que alguna vez pude imaginarme hablando. Ante mi pregunta sonrió sin mostrar sus dientes. Paso una mano por su quijada.
-Me mudé –Respondió y me miró aún con la misma sonrisa.
Quede observándolo, tratando de descifrar su rostro. Su sonrisa destilaba diversión, burla. Mientras que sus ojos mostraban completamente otra cosa: pena, tristeza.
Habían muchas cosas detrás de esa sonrisa, lo presentía.
-¿Siempre estás sola? –Me pregunto de repente. Pestañé varias veces. –Te vi hoy en la entrada y después cuando apareció esa chica castaña y las otras dos teñidas. –Miré hacia el frente ¿Cómo es que no lo vi?
-Emm, sí. Ya me siento cómoda estando sola. –Conteste inconscientemente.
Escuché un ‘JA’ entre dientes de su parte.
-O sea, que ahora no te gusta estar conmigo. –Dijo mirando al piso con sus manos entre sus piernas y con una pequeña sonrisa ¿Triste?
-¡No, no! No quise decir eso, me gusta estar contigo, es decir, no. Pero… -Trate de no hacerlo sentir mal.
<<¿Qué pasa contigo? ¿Desde cuándo te importa cómo se sienten los demás?>>
Rió bajito.
-No te preocupes. –Me contesto sereno. –Sé cómo se siente. En mi antiguo colegio me pasaba lo mismo. Después de haber cometido varios errores, claro.
<<Vaya. Y de a poco lo voy conociendo.>>
Solo me limite a asentir.
-¿Errores? –Pregunte con curiosidad.
Liam negó con la cabeza con una sonrisa a juego.
-No preguntes, no querrás saber.
El timbre se escucho como un zumbido a la distancia. Vi como Liam se paro y tomo su mochila colgándosela al hombro. Lo imité. Cuando me fui a colgar mi mochila al hombro él me hizo un ademan con la mano concediéndome el paso y así lo hice. Caminamos de nuevo hacia el colegio. Ahora el silencio ya no lo sentía incomodo y también ya no me sentía incomoda estando con él. Sabía que era uno de esos chicos agradables, se notaba en su semblante. Pero quizá solo era una capa, una capa que ocultaba al verdadero Liam. Ese que quizá, era uno de esos chicos malos en su antiguo colegio.

por **{Maru.}** Jue 21 Mar 2013, 8:32 pm

Aaw aparecio Liam que lindo!
lo amo! me encanto el cap seguila
pronto linda! besos!

por **Demi Jonas 1D** Vie 22 Mar 2013, 7:03 pm

sahgadfgsakdhafdhas AME EL CAPITULO!!!!!!
subi otro cuando puedas linda!!
ya aparecio

che subi la 2da temp de Juguemos a las escondidas :) si queres pasate ;)

por **MaiJonactioner** Sáb 23 Mar 2013, 3:53 pm

Maru... escribió:Aaw aparecio Liam que lindo!
lo amo! me encanto el cap seguila
pronto linda! besos!

sadkmslad Síi! Apareció n-n <3
Aww ¡Graciass! Me alegro que te haya gustado! <3 :3
¡Ahora suboo! Espero y te guste!
¡Otroos para voss! <3

por **MaiJonactioner** Sáb 23 Mar 2013, 4:15 pm

Demi Jonas 1D escribió:sahgadfgsakdhafdhas AME EL CAPITULO!!!!!!
subi otro cuando puedas linda!!
ya aparecio
che subi la 2da temp de Juguemos a las escondidas :) si queres pasate ;)

ASDFGHJKLÑ ME ALEGRO QUE TE HAYA GUSTADOO! :DD
¡Ahora subo!
Síi asnasd :3
snakds Síi! YA me paso! *-*

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