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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
ok ok ya les subo el super hiper mega maraton
issadanger
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
MARATON 1/7
Capitulo 7 Parte 2
Capitulo 7 Parte 2
Él observó la diminuta cicatriz en su pecho, donde ella lo había apuñalado.
—Estoy de acuerdo.
La canción terminó, pero fue seguida por “Sweet Emotion”, de Aerosmith.
Tabitha lo soltó, para balancearse seductoramente con la música. Zayn no podía respirar mientras la observaba, especialmente cuando el ritmo se aceleró y ella levantó una pierna por encima de la cabeza.
Y cuando usó el poste de la cama como la barra de una bailarina de striptease, él estuvo peligrosamente cerca de gemir.
No había nada más erótico en el planeta que ver a esta mujer bailando. Ella se acercó, se puso de espaldas a él y se levantó el cabello para dejarlo caer encima de ella mientras meneaba la cadera suavemente contra la entrepierna de Zayn.
Zayn no podía soportarlo más. Descendiendo la cabeza, le rozó el hombro con los labios, mientras envolvía sus brazos alrededor de ella. Pasó sus manos sobre sus senos, luego por su estómago, sobre su aro en el ombligo, hasta que pudo tocar el triángulo de rizos castaños entre sus piernas. Aún estaba húmeda por su sesión amorosa.
En el instante en que la tocó, ella siseó y se frotó contra su mano. Para su asombro, ella pasó la mano por su antebrazo y le cubrió la mano con la suya, mientras lo incitaba a continuar.
Era completamente descarada para hacerle saber exactamente lo que necesitaba, y a él le encantó. No necesitaba adivinar si a ella le agradaba su contacto. Reaccionaba a cada caricia, y cuando él hundió dos dedos en su interior, Tabitha gritó.
Giró en sus brazos y se aferró a él. Antes que se diera cuenta de lo que Tabitha estaba haciendo, ella lo arrojó, literalmente, sobre la cama, y se colocó encima de él, a horcajadas de sus caderas.
Zayn rió.
—Sabes, si fuera menos hombre realmente estaría asustado.
Riendo, ella se echó el cabello sobre los hombros, para que le cayera sobre la espalda.
—¿Me tienes miedo, Z
—No —dijo él con sinceridad—. Me agrada que sepas lo que quieras y que no tengas temor de tomarlo.
La sonrisa que Tabitha le regaló derritió su corazón.
Ella paseó un dedo por el puente de su nariz, dejando que la uña raspara ligeramente su piel mientras trazaba un camino sobre sus labios, hacia su garganta.
Tabitha agachó la cabeza y lo chupó. Gruñó ante el sabor de la tetilla dura bajo su lengua. Él sabía aún mejor de lo que había imaginado. No había nada mejor que la sensación de la exquisita y bronceada piel debajo de ella.
Lo que más le gustaba era que no se sintiese amenazado por ella. Zayn no tenía problemas con su voraz apetito por su suculento cuerpo.
Era un buen cambio.
Descendió los labios por su pecho, hacia ese delgado y duro abdomen, hacia el hueso de su cadera. Sintió los estremecimientos que recorrían el cuerpo de Zayn. Riendo, pasó los dedos por el rizado vello que cubría el centro de su cuerpo. Ya estaba duro, de nuevo.
Apartándose, lo examinó bajo la débil luz del dormitorio. Era hermoso. Provocó la punta de su pene con los dedos, dejando que su humedad la cubriera.
Él la miró, sin hacer comentarios, mientras exploraba su longitud, hasta su suave saco, Zayn arqueó la espalda.
Deleitándose con su poder sobre él, Tabitha inclinó la cabeza y tomó su punta en la boca. El cuerpo entero de Zayn tuvo un espasmo en respuesta, incitándola a complacerlo aún más.
Ella se enorgulleció mucho de sus profundos gemidos.
Zayn se quedó allí recostado, acunando la cabeza de Tabitha en sus manos mientras ella lo lamía entero. En toda la eternidad, jamás había conocido este sentimiento tan profundo dentro de sí. ¿Qué tenía Tabitha, que era capaz de ver más allá de su fachada?
"Supongo que siento que todos nosotros, los inadaptados, debemos mantenernos unidos. Al menos de ese modo no estamos solos". Las palabras de Tabitha a Otto flotaron en su mente.
Pero ella no era una inadaptada. Era vivaz y maravillosa.
Tabitha inhaló el rico y masculino aroma mientras se tomaba su tiempo saboreando el cuerpo de Valerius. Levantó la mirada para encontrarlo observándola, con los ojos brillantes de deseo.
Sonriendo, lamió lentamente todo el camino hacia arriba por su cuerpo, hasta poder reclamar esa decadente boca que rogaba por sus besos. Él gruñó y la abrazó con fuerza mientras ella pasaba las manos por sus hombros. Tabitha se apartó, para poder mordisquearle el mentón. Su barba le pinchó la lengua y los labios, su respiración le acariciaba la mejilla.
Se echó atrás y entonces se deslizó lentamente sobre él, tomando cada largo y exquisito centímetro.
Zayn acunó su rostro mientras ella lo montaba con un ritmo suave y tranquilo, que lo dejó aún más jadeante que su agitada ronda anterior.
Tabitha era como un susurro mientras le hacía el amor. Y era hacer el amor. Era suave, tierno. Cubrió la mano de Zayn con las suyas y abrió los labios para saborear sus dedos.
Zayn siseó mientras su lengua hacía magia en la punta de sus dedos. Sonriendo aún más, ella lo mordisqueó, juguetonamente.
Él la atrajo para capturar sus labios mientras levantaba la cadera, hundiéndose aún más profundo dentro de ella.
Esta vez, cuando llegaron al orgasmo, lo hicieron juntos.
Ella colapsó contra su pecho mientras los dos quedaban transpirados y jadeando.
Zayn la acunó suavemente. No quería dejarla ir jamás. Si pudiese, pasaría el resto de su inmortalidad perdido en este momento perfecto, acurrucados uno en brazos del otro, con el cuerpo agotado y saciado.
Cerrando los ojos, sintió cómo se sumergía hacia el primer sueño sereno que tenía en más de dos mil años. Luego de asegurarse que ni un rayo de sol lo amenazaría, Tabitha se quedó recostada silenciosamente en los brazos de Zayn, y lo escuchó dormir.
Aún se sentía inquieta por el fantasma que habían visto. Por la sensación dentro de ella que no cedía. Una parte de ella quería llamar a Acheron, pero no quería molestarlo con algo estúpido. Él necesitaba descansar.
En el momento en que despertaran, por la tarde, le preguntaría.
Por ahora, tenía a Zayn, y él le otorgaba una extraña sensación de paz.
No debería sentirse de este modo, no por un hombre que su gemela jamás aceptaría en su hogar. Una parte suya sentía como si fuera una traidora con Amanda y Nick, y la otra parte no podía resistir el atormentado destello en los ojos de Zayn.
Él era un ancla de tranquilidad para su caótica vida y, sinceramente, le gustaba su seco sentido del humor. Su capacidad de tomar las cosas con calma sin hacer un escándalo. Era extraño en su mundo encontrar semejante hombre.
Él no es un hombre.
No, no lo era. Ella lo sabía, así como sabía que no había ningún tipo de esperanza para una futura relación. Los Dark Hunters no tenían relaciones significantes de ningún tipo. Jamás podrían estar juntos. Nunca.
Una vez que ella y Zayn abandonaran esa cama, tendrían que separarse. Él sólo sería otro amigo pasajero.
Y sin embargo, no quería dejarlo ir.
—Basta —se susurró a sí misma.
Necesitaba descansar.
Cerrando los ojos, se forzó a dormir. Pero sus sueños estaban lejos de ser reconfortantes. Toda la mañana la persiguieron imágenes vívidas y aterrorizantes de su hermana y Nick. De la pequeña Marissa gritando por alguien que la ayudara.
Más que nada, la rondaron los rostros de sus amigos que habían muerto, y escenas de Zayn siendo torturado. Podía verlo estirado, y escuchaba una risa burlona mientras se esforzaba por no morir.
Podía sentir su dolor, su traición.
Escuchar su grito de venganza resonando a través del tiempo. Tabitha despertó justo después del mediodía con el cuerpo entero temblando por sus sueños. Sólo había dormido unas pocas horas, pero estaba tan alterada que no pudo volver a dormir.
—¿Tabitha? —miró a Zayn, que la observaba con los ojos entrecerrados—. ¿Estás bien? —le preguntó con la voz ronca.
Ella besó su hombro desnudo y le ofreció una sonrisa.
—No puedo dormir. Sigue descansando.
—Pero…
Le puso un dedo sobre los labios.
—Duerme, bebé. Estoy bien. En serio.
Él mordisqueó su dedo antes de girar, darle un fuerte abrazo y volver a dormirse.
Tabitha se quedó recostada en el refugio de sus brazos mientras sus pensamientos volaban. Sinceramente, no quería levantarse. Pero luego de algunos minutos, cuando escuchó a Marla y Debbie conversando sobre el inventario en algún sitio, escaleras abajo, finalmente decidió levantarse.
Se duchó y vistió rápidamente, cuidando de no despertar al delicioso tipo que estaba en su cama. En cuanto bajó las escaleras, llamó a Otto y le pidió que llevara ropa para Zayn.
—¿Por qué no vino a casa anoche? —preguntó Otto.
—Era demasiado cerca del amanecer.
—Ahá —dijo Otto, como si no lo creyera—. Iré dentro de una hora con algo para él.
—Otto —dijo ella con un toque de advertencia en la voz—. Será mejor que sea algo que él quiera usar, y no uno de esos atuendos a lo Jerry-quiere-hacer-enojar-a-Nick.
—Le quitas toda la diversión a esto.
Tabitha sacudió la cabeza mientras colgaba el teléfono. Sin nada mejor que hacer, fue hacia su tienda, donde Debbie estaba llamando a un cliente. Otto llegó más o menos una hora más tarde, y dejó la ropa sin hacer mucho más que una mueca. Pero Tabitha notó que vestía un elegante suéter negro y un lindo par de tejanos en lugar de su vestimenta habitual. Probablemente se veía de ese modo cuando Zayn no estaba cerca.
Luego que Otto se marchó, llevó la ropa arriba y la depositó en un sitio en que Zayn pudiera verla cuando despertara, luego regresó a su tienda, donde limpió y revisó una muestra de cubrepezones decorativos.
Había terminado de combinarlos con las tangas, cuando Jerry Gautier entró a la tienda con una brillante sonrisa en el rostro, mientras se quitaba los anteojos de sol.
—Buenas tardes, cher —dijo, acercándose a ella.
La besó suavemente en la mejilla.
Tabitha frunció el ceño. Había pasado mucho tiempo desde que Jerry había hecho algo así.
—¿Qué te tiene de tan buen humor? —le preguntó.
issadanger
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
MARATON 2/7
Capitulo 7 Parte 3
Capitulo 7 Parte 3
Él le mostró esa traviesa y encantadora sonrisa.
—¿Qué piensas? Hombre, te debo una salida a cenar, en verdad.
Ella estaba aún más confundida que antes.
—¿Por qué?
—Esa amiga tuya… Simi. Es especial —Tabitha se quedó helada ante el sonido de reverencia en su voz—. No puedo esperar a verla de nuevo —continuó Jerry, aumentando su sensación de pavor—. Por una casualidad, no tienes su teléfono a mano, ¿cierto? Se suponía que me encontrara con ella a las seis, esta noche, pero llegaré un poquito tarde y no quiero dejarla esperándome.
Tabitha luchó por respirar mientras el pánico y el miedo la consumían. Esto no podía estar sucediendo. Jerry no había hecho lo que ella pensaba que había hecho, ¿verdad?
Seguramente, ni siquiera Jerry Gautier era tan estúpido.
—¿Simi? ¿Quieres el número de Simi?
—Sí. Se fue tan rápido anoche que no tuve la posibilidad de pedírselo.
—¿Por qué se largó tan rápido?
—Dijo que debía encontrarse con alguien —frunció el ceño—. ¿Qué sucede? ¿Hay algo que deba saber? No está casada, ¿cierto?
Tabitha sintió que el color abandonaba su rostro.
—Dime que no hiciste nada con Simi anoche. Sólo la llevaste al Santuario y…
—La llevé a comer barbacoa. Dijo que era su favorita, y esos osos no saben una mierda sobre el mezquite.
Tabitha se frotó la cabeza para ayudar a aliviar algo del terrible dolor que estaba comenzando a aparecer entre sus ojos. Esto estaba tan mal…
—Y después de comer, ¿qué hicieron?
La sonrisa de Jerry se volvió traviesa.
—Sabes que un hombre jamás cuenta esas cosas —Tabitha se cubrió la boca mientras sentía el urgente impulso de vomitar. Jerry se calmó instantáneamente—. ¿Qué?
—Por casualidad, ¿no le preguntaste con quién iba a encontrarse?
—No, asumí que era un amigo.
—Oh, Jerry —dijo ella, deseando llorar por él y por su ignorancia—, era más que un amigo. Permite que te lo diga de este modo: su número telefónico es 555-562-1919.
Él frunció el ceño.
—Ese es el número de Ash.
—Sí, así es.
Su palidez ahora igualaba a la de Tabitha, mientras caía en la cuenta del verdadero horror de su situación.
—No nuestro Ash, como “Parthenopaeus Ash”, ¿cierto? —ella asintió sombriamente.
Jerry se puso de todos colores mientras lo comprendía.
—Oh, dios, Tabitha, ¿por qué no me lo dijiste?
—Pensé que la conocías. Ella te conoce.
—No, jamás la había visto antes de anoche.
Jerry se pasó una mano por el rostro mientras salía maldiciendo.
Tabitha sacudió la cabeza.
—Ash va a matarte.
—¡No te atrevas a decirle! —dijo Jerry bruscamente.
—No voy a hacerlo. Pero, ¿qué pasa si Simi…?
—Lo llamaré y le diré que necesito hablar con él. Le confesaré…
—Jerry, va a matarte. Ama a Simi, y quiero decir que realmente ama a Simi. Jamás te perdonará por esto. Tendrás suerte si sales de esta con todas las extremidades unidas.
Jerry no podía creer lo que estaba escuchando. Había habido varias ocasiones en los últimos años en que Ash había insinuado que tenía una novia, y Jerry se había burlado de él por eso.
Lo último que hubiese esperado era conocer a la novia de Ash en el Barrio, sin él.
Oh, Dios, esto no podía estar sucediendo. ¿Cómo podía haberse acostado con la novia de su mejor amigo? ¿Por qué Simi no le había dicho? Si, como Tabitha decía, Simi sabía quién era él, ¿por qué habría hecho una cosa semejante?
—¿Está peleada con Ash? —preguntó, esperando, rogando que fuera una posibilidad.
—No, Jerry. No eres tan afortunado.
Él maldijo nuevamente.
—Tengo que contarle —le dijo a Tabitha—. No seré un cobarde. Se lo debo.
—Entonces será mejor que te asegures de pasar por la Catedral de St. Louis y confesarte antes de hacerlo.
Jerry se enfadó, incapaz de creer en lo que se había metido. Debería haber sabido que Simi era demasiado buena para ser real. Había sido muy divertida y, a decir verdad, él realmente esperaba verla de nuevo.
Tabitha tenía razón. Era hombre muerto.
—Hey, Tabby —dijo Marla mientras asomaba la cabeza en la tienda—. Zayn está levantado y duchándose en el baño.
Jerry se quedó boquiabierto y luego la miró con furia.
—¿Zayn?
—Sh —le dijo ella bruscamente.
Él no se dio por aludido.
—¿Zayn, el "Zayn”, el imbécil? ¿Qué diablos hace aún aquí, Tabitha?
—No es asunto tuyo.
Su furia explotó al escucharla.
—Oh, sí, claro. Discúlpame, pero entre nosotros dos… —se detuvo mientras pensaba lo que iba a decir, entonces lo reconsideró—. Está bien, aún estoy más jodido que tú, pero tú estás seriamente jodida. Amanda te arrancará el corazón si se entera.
Tabitha se volvió hacia él con los ojos destellando ira.
—Entonces, ayúdame, Jerry; dices una sola palabra de esto y marcaré el discado rápido de mi teléfono, directo con Ash.
Él levantó las manos, en señal de rendición.
—Trato. Pero será mejor que saques a ese idiota romano de aquí.
Tabitha señaló la puerta.
—Adiós, Señor Gautier.
Él se puso los anteojos de sol.
—Hasta luego, Señorita Devereaux.
Tabitha se frotó la cara con las manos mientras pensaba en lo horroroso que era este día, y que no estaba siquiera cerca de terminar.
Exasperada, fue hacia la puerta que conducía a su apartamento. Escuchó a Zayn arriba, en la ducha.
Tabitha se adelantó y llamó para que llevaran una pizza, en caso que él tuviera hambre.
Para el momento en que estaba listo y vestido, llegó la pizza. Tabitha la pagó y la depositó sobre la mesa mientras esperaba que Zayn bajara.
Aún tenía una sensación horrible en el estómago.
—Realmente tendría que haber un botón para rehacer los días que apestan tanto como este —murmuró mientras colocaba dos platos de papel. Zayn estaba prendiendo el último botón de su camisa mientras bajaba las escaleras, buscando a Tabitha. Ella estaba parada de espaldas a él.
Se detuvo en las escaleras para admirarla. Estaba reclinada sobre la mesa, regalándole una agradable visión de su trasero. Una pequeña sonrisa jugueteó en el borde de sus labios mientras recordaba cómo se había visto ese trasero la noche anterior, desnudo contra él mientras ella bailaba en la habitación.
Se puso duro instantáneamente.
Controlando un poco a su traicionero cuerpo, entró a la sala, y frunció el ceño al ver la enorme caja blanca sobre la mesa de la cocina. Olía bien, pero…
—¿Qué es eso? —le preguntó.
—Pizza —dijo ella, girando para enfrentarlo. Él frunció el ceño con asco—. Oh, vamos —dijo Tabitha irritablemente—. Es italiana.
—Es pizza.
—¿Alguna vez comiste pizza?
—No.
—Entonces siéntate y cállate mientras busco un poco de vino. Te gustará, lo prometo. Fue hecha a mano por un italiano llamado Bubba.
Valerius arqueó una ceja, dudando de sus palabras.
—No hay italianos llamados Bubba.
—Claro que sí —dijo ella insolentemente—. Es más italiano que Zayn. Al menos el nombre de Bubba realmente termina en una vocal.
Zayn abrió la boca para contradecirla, y entonces se detuvo. No había modo de razonar con Tabitha cuando estaba con ese humor impertinente.
—¿Estás malhumorada porque no dormiste lo suficiente o porque deseas que me vaya?
—No dormí lo suficiente y, si sabes lo que es bueno para ti, te sentarás y comerás —fue hacia la cocina. Zayn no la escuchó. La siguió, la levantó y se la echó sobre el hombro—. ¿Qué estás haciendo? —preguntó ella, en tono enojado.
Él la sentó en una silla y apoyó las manos en sus brazos para que quedara atrapada allí.
—Buenas noches, Tabitha. Estoy bien esta noche. ¿Cómo estás tú?
—Enojada contigo.
—Lamento oír eso —dijo él, levantando una mano para acariciarle la mejilla—. Desperté debido a tu olor en mi piel y debo decir que eso me puso de un humor bastante bueno, que no quiero que destruyas.
Tabitha se derritió ante esas palabras, y la tierna expresión en su rostro. Sin mencionar que el aroma fresco y limpio de la piel de Zayn podía deshacer incluso el peor humor imaginable. Sus labios estaban tan cerca de los de ella que ya podía saborearlos.
Y esos ojos oscuros…
Eran seductores.
—Realmente sabes cómo ser exasperante, ¿verdad? —le preguntó. Se obligó a apartar su ira, y le ofreció una sonrisa—. Está bien, seré agradable.
Atrajo la cabeza de Zayn a la suya para poder besarlo.
Apenas estaba metiéndose en el beso cuando sonó su teléfono. Maldiciendo ante la mala coordinación, se levantó a atender.
Era Amanda. Otra vez.
Tabitha no estaba prestando atención a su hermana realmente, mientras divagaba acerca de Marissa y Nick, y de otro sueño que había tenido.
Al menos no hasta que mencionó a Desiderius y a ella.
—¿Qué? —dijo, forzándose a no mirar a Zayn, quien estaba pinchando la pizza como si fuese un ovni.
—Dije que estoy asustada, Tabby. Realmente asustada. Durante la siesta soñé que Nick y yo éramos asesinados por Desiderius.
issadanger
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
MARATON 3/7
CAPITULO 8
CAPITULO 8
Tabitha colgó el teléfono, aterrada. Jamás había escuchado tanto temor en la voz de Amanda. Peor aún, conocía los poderes de su hermana… si Amanda había anticipado su propia muerte…
Sin vacilar, Tabitha llamó a Acheron.
—Hola, Ash —dijo, notando el modo en que la atención de Zayn pasaba de la pizza a ella—. Tengo un problema. Amanda acaba de llamarme, y dijo que había soñado con su propia muerte, y anoche me crucé con algo verdaderamente horripilante. Era…
Ash apareció ante ella.
—¿Qué? —preguntó.
Tabitha se quedó helada un segundo, al darse cuenta de lo que Ash había hecho. Era realmente terrorífico a veces.
Colgó el teléfono y repitió todo otra vez, incluyendo detalles acerca del fantasma que habían visto la noche anterior.
Ash tenía una mirada remota en los ojos, inclinando la cabeza como si estuviera escuchando a alguien.
—¿Puedes ver su muerte? —le preguntó ella.
Ash se quedó allí de pie, con el corazón latiendo salvajemente mientras intentaba aclarar la bruma que rodeaba el futuro de Amanda y de Nick.
No veía nada.
No escuchaba nada.
Demonios. Por eso es que siempre hacía lo posible por no dejar que nadie se acercara demasiado a él. Cada vez que se permitía que alguien le importara o formara parte de su propio futuro, no podía ver sus destinos.
No había nada excepto oscuridad en lo que concernía a Nick y Amanda, y odiaba eso más que nada.
—Háblame, Ash.
Miró a Tabita, escuchó y sintió el miedo y el pánico en su mente. Los pensamientos que divagaban, mientras buscaba un consuelo que él no podía darle.
Incluso el futuro de ella estaba prohibido para él ahora.
—Su destino era ser feliz —dijo con calma.
Pero la palabra clave de esa frase era “era”. El libre albedrío podía, y con frecuencia lo hacía, alterar el destino.
¿Qué había cambiado?
Algo era, y Amanda debía haberlo vislumbrado en su sueño.
Confiaba lo suficiente en los poderes de Amanda como para no dudar de ella. Si había anticipado sus muertes, entonces era una consecuencia probable, a menos que él pudiera encontrar la causa y cambiarla antes que fuera demasiado tarde.
Ash cerró los ojos y se permitió sentir las mentes de los humanos. Buscó lo que posiblemente podría cambiar el destino de Amanda, pero no encontró nada.
Nada.
¡Maldita fuera!
Zayn estaba detrás de él ahora. Ash dio un paso al costado para no darle la espalda al romano.
—Dime exactamente qué sucedió anoche —le dijo Ash a Tabitha.
Tabitha relató toda la escena con el fantasma mientras Zayn agregaba algunos detalles.
—¡Urian! —llamó Ash, convocando a su contacto Spathi.
Tabitha frunció el ceño. Ash estaba actuando de un modo muy extraño, y podía sentir su preocupación.
—¿Quién es Urian?
Antes que completara la pregunta, otro hombre alto e increíblemente apuesto apareció en su cocina. Estaba vestido con pantalones de cuero negro y una camisa negra, y tenía el cabello rubio muy claro y ojos azules.
No parecía nada complacido mientras entrecerraba esos ojos celestes mirando a Ash.
—No uses ese tono conmigo, Ash. No me importa quién eres, no me agrada.
—Te guste o no, necesito saber qué están haciendo los Spathis. Más precisamente, necesito saber si Desiderius ha regresado al campo de juego.
El horror inundó a Tabitha.
Urian frunció el labio.
—¿Por qué estás preocupado por él? Des es un joven sin experiencia.
—Desiderius está muerto —dijo Tabitha enfáticamente—. Nick lo mató.
Urian se burló.
—Sí, y yo soy el Conejo de Pascuas… ¿no ves mi cola esponjosa? Uno no mata tan simplemente a los Spathi, pequeña. Lo único que haces es ponerlo fuera de combate por un tiempo.
—¡Mierda! —dijo Tabitha bruscamente.
—No, Tabitha —dijo Ash, suavizando su voz—. La esencia de Desiderius ha sido liberada. Pero si uno de sus hermanos o hijos decide traerlo de regreso, podrían. No es fácil de hacer, pero es posible.
Estaba espantada que Ash les hubiera ocultado algo tan importante.
—¿Por qué nunca nos dijiste eso?
—Porque tenía la esperanza que no sucediera.
—¿Tenías la esperanza? —chilló Tabitha—. Por favor, dime que no estabas depositando la vida de mi hermana y la de Nick en una esperanza —Ash no respondió. Mientras tanto, el verdadero significado de los últimos días cayó completamente sobre ella—. Entonces realmente eran Spathis con los que luché la noche que conocí a Zayn.
Urian se mofó.
—Confía en mí, pequeña, debes haberte enfrentado a los neófitos. Si hubiesen sido verdaderos Spathis, ambos estarían muertos ahora.
Su arrogancia estaba comenzando a irritarla seriamente. De cualquier modo, ¿quién era este idiota?
—¿Cómo sabes tanto sobre ellos, Doctor Intelecto?
—Solía ser uno.
Con su furia saltando, Tabitha fue hacia él.
Ash la atrapó y la sostuvo. La levantó del piso. Tabitha pateó y maldijo mientras luchaba por alcanzar a Urian, que la miraba con una sonrisa afectada.
—Basta, Tabby —le dijo Ash al oído—. Urian está de nuestro lado ahora. Créeme, ha pagado por su alianza con el otro lado más de lo que podrás saber en toda tu vida.
Sí, claro.
—¿Cómo pudiste traer a un Daimon a mi casa luego de lo que me hicieron? ¿De lo que le hicieron a mi familia? —exigió saber.
—Oh, ya no soy un Daimon, pequeña —dijo Urian, con los ojos brillando peligrosamente—. Si lo fuera…
—Estarías muerto —dijo Zayn, interrumpiéndolo con un tono siniestro—. Por mi mano.
Urian rió.
—Sí, claro —miró a Ash—. La arrogancia de tus Hunters en verdad no tiene límites. Deberías pasar más tiempo educándolos acerca de nosotros, Ash.
Ash soltó a Tabitha, y luego le habló a Urian.
—Necesito que vayas y averigües qué está pasando. ¿Queda alguno que aún pueda serte leal?
El Daimon se encogió de hombros.
—Probablemente pueda desenterrar uno o dos lacayos. Pero… —la mirada de Urian fue hacia Tabitha—. Si Des realmente regresó, querrá terminar lo que comenzó. Que los dioses los ayuden si ha sido reencarnado. Las cosas se pondrán sangrientas en Nueva Orleáns.
—¿Quién querría traer de regreso a ese monstruo? —preguntó Tabitha.
—Sus hijos —dijeron Urian y Ash simultáneamente.
Tabitha aún no podía creer lo que estaba escuchando. Pero mientras hervía de cólera, el rostro de Urian finalmente pareció compasivo.
Perseguido.
Cuando habló, la arrogancia había desaparecido de su voz.
—Confía en mí, es difícil olvidar la lealtad que sientes hacia un padre que te salvó de morir una muerte horrible a los veintisiete años.
Algo en su tono decía que hablaba por experiencia propia.
—¿Tu lealtad está con tu padre? —le preguntó ella.
El rostro de Urian se convirtió en piedra.
—Hubiese hecho cualquier cosa por mi padre, hasta el día que me mató y me quitó lo único que significaba más para mí que mi vida. Cualquier vínculo que sintiera con ese hombre fue destruido instantáneamente —miró a Ash—. Veré qué puedo descubrir.
Una bruma anaranjada brillante tragó a Urian un instante antes que desapareciera de su cocina. Aún entonces, su malevolencia se aferraba al aire alrededor de ellos.
—Diablos —murmuró Ash—. Urian y su histrionismo. Tengo que recordarle que deje la pirotecnia cuando va y viene.
—Ese es un hombre enojado —dijo Tabitha.
—No te das una idea, Tab —dijo Ash—. Y tiene todo el derecho del mundo a odiar así —sacudió la cabeza como para aclararla, y luego les habló con calma—. Mientras Urian está ocupado, necesito que ustedes dos se mantengan unidos y se cuiden las espaldas. Desiderius es hijo de Dionisio, y Dionisio aún continúa molesto conmigo por lo que sucedió en Mardi Gras tres años atrás. No creo que sea lo suficientemente estúpido como para ayudar a Desiderius, pero no descartaría nada cuando se trata de ellos —miró significativamente a Tabitha—. Aún si papi no lo ayuda, Desiderius tiene muchos poderes divinos que pueden ser mortales, como indudablemente recuerdas.
—Sí —dijo ella sarcásticamente mientras recordaba el modo en que él y sus Daimons los habían atravesado a ella y a sus amigos, como si no fueran nada—. Lo recuerdo. Ash miró a Zayn.
—Desiderius puede manipular a la gente. Poseerlos, si quieres llamarlo de ese modo. Tabitha es tan terca que lo único que podría poseerla es el espíritu del chocolate. Tenemos suerte. Pero Marla podría ser persuadida. Otto debería estar a salvo. Pero el resto de tu equipo… deberías pensar en darles algún tiempo libre.
Por la expresión en el rostro de Zayn, Tabitha podía decir que él preferiría estar muerto.
—Puedo manejarlos.
—En algún momento tienes que dormir. Uno de los sirvientes podría entrar fácilmente a tu cuarto y matarte. No creo que ninguno de ellos te quiera lo suficiente como para dudar de las órdenes de Desiderius, como lo hizo la cocinera de Nick.
Las fosas nasales de Zayn se ensancharon.
Ash ignoró el dolor que Tabitha podía sentir en Zayn. —Los necesito juntos en esto. Tengo que ir a advertir a Janice y Jean-Luc sobre lo que está sucediendo —giró para enfrentarla—. Tabitha, haz las maletas y múdate con Zayn por un tiempo.
—¿Y qué hay de mi tienda?
—Que Marla la cuide algunas semanas.
—Sí, pero…
Los rasgos de Ash se endurecieron.
—No discutas conmigo, Tabitha. Desiderius es un poder importante, con un terrible rencor hacia ti, tu hermana, y Nick. No jugará con ustedes tres esta vez. Los matará.
issadanger
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
MARATON 4/7
Capitulo 8 Parte 2
Capitulo 8 Parte 2
Normalmente, ella discutiría con él sólo para fastidiar. Pero conocía ese tono de voz. Nadie discutía con Ash por mucho tiempo.
—Bien.
—Tienes tus órdenes, General —le dijo Ash firmemente a Zayn.
Zayn hizo un saludo romano bastante sarcástico.
Poniendo los ojos en blanco, Ash desapareció de la habitación.
Ahora que estaban solos, Zayn la miró fijamente, sin hablar. La furia ardía tan crudamente en su interior, que en realidad lastimaba a Tabitha.
—¿Qué? —le preguntó.
Sin una palabra, él fue hacia la fotografía de la boda de Amanda que estaba sobre el aparador, y quitó la foto de Russell Crowe del rostro de Nick.
Zayn maldijo.
—Debería haberlo sabido cuando me dijiste que su nombre era Amanda.
La expresión de repugnancia en su rostro la hizo enfadar.
—Sí, y mi nombre es Tabitha, no Amanda. ¿Qué tiene que ver eso?
Pero él no la escuchó. Ella lo sabía.
Caminó en silencio por la habitación y regresó arriba. Ella se sobresaltó ante el sonido de su puerta golpeándose con fuerza.
—Bien —le gritó—. Compórtate como un bebé. No me importa.Zayn estaba sentado sin moverse sobre borde de la cama mientras su mente vociferaba sobre quién era Tabitha en realidad.
La gemela de la esposa de Nick lo había salvado. Esto no tenía precio, verdaderamente no lo tenía. Había pasado los últimos dos mil años evitando al griego para no lastimarlo recordándole lo que su familia le había hecho, y ahora esto…
Apretó los dientes mientras se sentía mal por la traición hacia Nick. Su abuelo, una copia exacta de Zayn, había seducido a la adorada esposa de Nick, Theone, siglos atrás, y la había usado para traicionar a su marido. Nick no había sido capturado en el campo de batalla, como correspondía a un hombre de su categoría. Había sido drogado por la mano de su esposa en su propio hogar, mientras intentaba salvarla, y luego había sido entregado a su enemigo mortal.
El estómago de Zayn se revolvió, mientras recordaba las semanas que su padre y su abuelo habían torturado al General griego para obtener información y por diversión. Recordaba los gritos de Nick.
La imagen del hombre allí recostado, ensangrentado y derrotado, lo perseguía hasta el día de hoy. Nick había yacido allí, los ojos llenos de dolor y vacíos. Sólo una vez durante esas semanas sus miradas se habían encontrado, y la expresión de los ojos de Nick aún ardía en el alma de Zayn.
Peor aún, Zayn recordaba a su abuelo riendo en la cena, la noche en que Nick había sido crucificado luego que su padre había intentado salvarlo.
—Deberían haber visto su expresión mientras su esposa venía a mis brazos enfrente de él. Tenía a su perra gimiendo y rogando por mi pene mientras él me veía tomándola. Es una pena que haya muerto antes de ver el rostro de ella cuando la rechacé.
Zayn jamás había comprendido esa crueldad. Era suficiente derrotar a un enemigo, pero usar a su mujer frente a él…
Y ahora él estaba acostándose con la gemela idéntica de la esposa de Nick.
La historia, de hecho, se repetía.
Y Acheron sabía y no le había contado. ¿Por qué el Atlante insistiría en que los dos estuvieran juntos cuando tenía que saber lo que eso le haría a Nick? No tenía sentido. No más que el hecho que Tabitha lo hubiese salvado cuando sabía que Nick lo odiaba.
Júpiter sabía que el hombre tenía todo el derecho a desear que él estuviera muerto. No era de extrañar que Selena lo odiase tan ardientemente. Como cuñada de Nick, era un milagro que no hubiese sido aún más violenta con él.
La puerta se abrió.
Zayn se puso tenso mientras veía entrar a Tabitha. Ella no le habló mientras se ponía a empacar una pequeña maleta… de armas.
—¿Qué estás haciendo? —le preguntó.
—Lo que Ash dijo que hiciera. Voy a mudarme contigo.
—¿Por qué no vas a quedarte con Nick y Amanda?
—Porque confío en Ash. Si él dice que debería estar contigo, entonces iré.
—¿Tú también me escupirás?
La pregunta salió antes de poder detenerla.
Tabitha se detuvo ante su inesperada pregunta.
—¿Perdón?
La mandíbula de Zayn comenzó a temblar.
—Es lo que tu hermana Selena hace cada vez que me ve. Me preguntaba si debería asegurarme de mantener una cabrona distancia de ti, también.
Tabitha se hubiese reído si él no hubiera estado mortalmente serio.
—Cabrona. Una interesante palabra para ti. No hubiese pensado que la conocías.
—Sí, bueno, tu hermana y mi último Escudero me han enseñado bien sobre la cabrona distancia —se puso de pie y fue hacia la puerta—. Esperaré afuera, hasta que hayas terminado.
Tabitha pateó la puerta antes de que él llegara. Zayn se dio vuelta con una suprema expresión de arrogancia.
—¿Qué fue lo que trepó por tu trasero y murió?
—¿Discúlpame? —preguntó él, con la voz tan helada como su mirada.
—Mira, hay algunas cosas que necesitas saber sobre mí. Uno, no acepto la mierda de nadie. Dos, no me guardo nada. Sea lo que sea que siento por algo o alguien, permito que se sepa.
—Me di cuenta.
Ella ignoró su interrupción.
—Y tres, soy empática. Puedes pararte allí y actuar todo lo imperturbable que quieras pero, al final del día, yo siento lo que tu sientes. Así que no actúes todo sigiloso y frío cuando yo lo sé. Me irrita.
Su mandíbula se aflojó ligeramente.
—¿Eres empática?
—Sí. Sé que la presencia de Ash en la cocina te lastimó, pero no sé por qué, y sentí tu furia estallar en el instante en que descubriste el rostro de Nick —ella se acercó y colocó una mano en la mejilla deZayn—. Mi madre siempre dice que las aguas quietas son las más profundas. El único momento en que tus acciones han combinado con tus emociones fue anoche, mientras estábamos haciendo el amor, y cuando viniste aquí y cerraste la puerta de un golpe —Él intentó apartarse, pero ella se rehusó a dejarlo—. Enfréntame, Z, no te alejes.
—No te comprendo —dijo él, con el corazón martilleando—. No estoy acostumbrado a agradarle a nadie, especialmente no a la gente que tiene todo el derecho del mundo a odiarme.
—¿Por qué debería odiarte?
—Mi familia arruinó a tu cuñado.
—Y mi tío Sally era un usurero que murió cuando uno de sus extorsionados le disparó en la calle. Cada árbol genealógico tiene a un imbécil. No es culpa tuya. Tú no eres quien mató a Nick, ¿verdad?
—No, era sólo un niño cuando él murió.
—Entonces, ¿cuál es tu problema?
Para ser una persona irrazonable, Tabitha tenía momentos de una extraña lucidez.
—Cada persona que he conocido en esta ciudad, que conoce a Nick, me ha odiado desde el momento en que me vio. Asumí que serías como ellos.
—Bueno, ya sabes lo que dicen sobre los que asumen cosas… son estúpidos. Por dios. Amo a Nick, pero ese hombre realmente necesita aprender a dejar el pasado atrás.
Él no podía creerlo. Que lo aceptara de ese modo era…
Tabitha lo atrajo para darle un abrazo apretado y extrañamente vigorizante.
—Sé que no puedo quedarme contigo, Zayn. Créeme, comprendo enteramente la vida que tienes y tu profesión. Pero somos amigos, y somos aliados —Él la abrazó con fuerza mientras esas palabras resonaban muy profundo dentro de él. Ella lo soltó y dio un paso atrás—. Y tenemos cosas que hacer esta noche. ¿Verdad?
—Verdad.
—Muy bien, entonces, proyectémonos.
Él frunció el ceño.
—¿Proyectarnos?
Ella sonrió tontamente.
—Mi sobrino Ian es adicto a los Power Rangers. Creo que he visto los videos con él demasiado tiempo.
—Ah —dijo él, yendo a buscar la valija—. Te ubicaremos en mi casa y podemos salir esta noche, a ver qué Daimons encontramos.Temerosa de encontrarse con Tia y arriesgarse a más preguntas, Tabitha llamó un taxi para que los llevara a la casa de Zayn. Otto ya se había ido para el momento en que llegaron a la mansión.
Como esperaban, Gilbert se encontró con ellos en la puerta. Parecía más aburrido que nunca mientras los saludaba formalmente.
—Es un placer verlo nuevamente, Gil —dijo Tabitha mientras Zayn le alcanzaba su valija al mayordomo—. Muy buena postura rígida.
Gilbert frunció el ceño antes de bajar la mirada, y entonces la miró, perplejo.
Zayn casi sonrió.
—La Señorita Devereaux se quedará con nosotros por un tiempo, Gilbert. ¿Podría hacer que Margaret prepare una habitación para la dama?
—Sí, mi señor.
Zayn comenzó a caminar hacia las escaleras, pero se detuvo.
—Una vez que Margaret haya terminado, me agradaría que todo el personal se tome algunas semanas.
Gilbert se veía conmocionado.
—¿Señor?
—No se preocupe. Les pagaré. Tómenlo como un regalo anticipado de Navidad. Sólo dejen un número en mi escritorio, donde pueda contactar a todos en caso de que necesite que regresen.
—Como desee, mi señor.
Tabitha sintió la tristeza de Zayn. A pesar de lo que Acheron dijera, a Zayn le agradaba Gilbert, y parecía odiar la idea de que el hombre se fuera.
—¿Adónde vas? —preguntó Tabitha mientras Zayn daba otro paso sobre la majestuosa escalera de caoba.
—Iba a buscar nuevas armas. ¿Te importaría acompañarme?
—Uuuh —dijo ella sugestivamente—. Siempre me han gustado los hombres con muchas armas. Enséñame lo que tienes, bebé.
No estaba muy segura si Zayn estaba divertido o no mientras esperaba que se uniera a él. Tabitha lo siguió por las escaleras, luego doblaron por el largo pasillo a la derecha. Él la condujo hasta mitad de camino antes de detenerse frente a una puerta y abrirla.
Tabitha silbó bajo mientras veía su habitación de entrenamiento. Era gigantesca, y tenía una variedad de sacos de arena, colchonetas y maniquíes. Uno en particular se veía como si hubiese sido seriamente abusado.
Y vestía una brillante camisa Hawaiana.
—¿Se supone que este es alguien a quien conocemos? —preguntó, mientras notaba las heridas de puñalada en la cabeza del muñeco.
issadanger
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
MARATON 5/7
Capitulo 8 Parte 3
Capitulo 8 Parte 3
—Invoco la Quinta.
—Asumo que Otto no participa en tus sesiones de entrenamiento.
Él miró con furia al muñeco.
—Supongo que podrías decir que, en cierto modo, sí lo hace.
Ella sacudió la cabeza mientras Zayn se encaminaba al armario. Dentro había un arsenal con el que, estaba segura, la ATF tendría algunos problemas.
—¿Lanzagranadas?
—Ebay —dijo Zayn—. Puedes encontrar cualquier cosa allí.
—Aparentemente sí. ¿Quién necesita a Kell cuando tienes todo esto?
Él le sonrió perversamente mientras ajustaba un cuchillo largo y letal a su antebrazo.
—¿Cuál es la elección de mi señora?
Tabitha extrajo una pequeña ballesta de un perchero que tenía la puerta.
—He visto demasiadas repeticiones de Buffy. Soy una chica de ballesta, hasta el final.
Zayn se quedó atrás mientras Tabitha tomaba sus armas. Debía admitir que disfrutaba observar a una mujer que sabía cómo cuidar de sí misma. Ella pesaba y examinaba cada una cuidadosamente, con la precisión de una profesional.
Jamás hubiese creído que algo así podría ser excitante y, sin embargo, su cuerpo ya estaba duro por ella. Apenas se podía contener para no tomarla en ese momento, en el armario.
Tabitha miró sobre su hombro mientras captaba la ola excesivamente caliente proveniente de Zayn. Sus ojos negros la encendieron.
Él estaba a punto de ceder, podía sentirlo. El fuego de su deseo la buscaba, estimulando el suyo propio, hasta que luchó por respirar.
—Aquí tienes —dijo, alcanzándole una de las pulidas estacas de acero.
Él dio un paso atrás y la guardó en su bolsillo. Antes que pudiera decir algo, la puerta del pasillo se abrió para dar entrada a Gilbert.
—¿Señorita Devereaux?
Ella se dio vuelta, para encontrar al mayordomo acercándose.
—¿Sí?
—Su habitación está lista.
Zayn se aclaró la garganta.
—Por favor, asegúrate que es de tu agrado antes de que los sirvientes se vayan.
—Está bien —dijo ella, sabiendo que él necesitaba espacio para respirar.
A decir verdad, ella también. Si no salía de esa habitación por algunos minutos, los dos estarían desnudos y tendidos.
Tabitha abandonó el armario para seguir a Gilbert de regreso por el pasillo, hacia la otra ala. Él la condujo a una habitación al final del pasillo, y abrió la puerta.
Tabitha quedó boquiabierta ante el palaciego dormitorio. Era, después de todo, absolutamente lo mejor. No esperaba menos de Zayn y, aún así, la habitación inspiraba reverencia.
Estaba decorada en azul marino oscuro y dorado. El suntuoso cobertor azul ya estaba plegado para ella.
Gilbert fue hacia un intercomunicador, y se detuvo.
—Supongo que no habrá nadie aquí para responder a su llamado —dijo en voz baja.
—¿Usted no quiere irse?
Él pareció un poco sobresaltado.
—He estado con Lord Zayn por mucho tiempo.
Por el tono de su voz, ella podía notar que “mucho” tenía un significado propio.
—¿Es usted otro Escudero?
Él sacudió la cabeza.
—Ni siquiera saben que existo. Por eso es que Lord Zayn cambia de Escuderos con tanta frecuencia. Me recibió cuando yo tenía quince años y él estaba instalado en Londres. Nadie más quería aceptarme.
Ella frunció el ceño ante sus palabras.
—¿Por qué no lo convirtieron en Escudero?
—El Consejo de Escuderos se rehusó a conceder ese pedido a Lord Zayn.
—¿Por qué? —preguntó ella, sin comprender.
El Consejo había permitido entrar a Jerry Gautier cuando Nick lo había pedido, y el cielo sabía que el chico tenía un pasado extremadamente turbio.
—Me temo que no tienen un buen concepto del General o de sus pedidos.
Tabitha gruñó gravemente. Ella jamás había sido el tipo de persona que soportaba a aquellos que juzgaban a los demás. Como decía su tía Zelda frecuentemente, “pero por la gracia de dios, allí voy.”
—No se preocupe, Gilbert. Me aseguraré que nadie se meta con Zayn mientras usted no esté. ¿Trato hecho?
Él le sonrió.
—Trato hecho.
Hizo una reverencia y luego partió.
Tabitha cruzó la habitación sólo para descubrir que su ropa ya había sido desempacada y todo estaba ordenadamente ubicado en los cajones, el armario y el baño.
Wow. Una mujer podría acostumbrarse a este tipo de tratamiento.
Ordenó sus armas, que habían sido colocadas en un cajón. Sus favoritas eran los cuchillos retráctiles que se ajustaban a sus muñecas con abrojos. Un disparador de alta presión los enviaba del brazo a sus manos, pero debía ser cuidadosa, o harían una desagradable herida en su palma.
Levantó la pierna de su pantalón y deslizó otro estilete en su bota, y metió un cuchillo de mariposa en su bolsillo trasero. La mayoría de sus armas eran ilegales, pero tenía suficientes amigos en el departamento de policía como para que no la hostigaran por eso.
Estaba sacando un suéter de mangas largas para cubrir sus brazos cuando alguien golpeó a la puerta de su dormitorio.
Abriéndola, encontró a Zayn del otro lado. Tenía que ser el hombre más apuesto que jamás había visto. Su cabello aún estaba húmedo, atado en su casi inevitable cola de caballo aunque, para ser sincera, ella lo prefería suelto y salvaje.
Sus rasgos cincelados no delataban nada, pero ella podía sentir el deleite en él.
—Salgo a patrullar.
—Estoy lista.
La diversión que Tabitha sentía se duplicó. Las líneas del rostro de Zayn también se suavizaron, y ella apenas se pudo contener para no atraerlo a sus brazos.
Realmente, nadie debería ser tan tentador.
Él abrió aún más la puerta.
—Vamos, mi Dama Peligrosa, sus Daimons esperan.
Tabitha encabezó el camino escaleras abajo, donde Otto estaba esperándolos.
Debía haber regresado mientras estaban arriba.
—Hay un alerta en Nueva Orleáns —les dijo—. Todos los Escuderos, excepto los Ritos de Sangre, están siendo evacuados. Ash también está trayendo a un par de Hunters más de la parte norte del estado y de Mississippi. ¿Sabían acerca de esto?
—No —dijo Zayn—. No me di cuenta que habían emitido un alerta.
—¿Los Addams se van? —preguntó Tabitha.
Otto asintió.
—Incluso Tad. Están transfiriendo el control de la página web de los Dark Hunter a Milwaukee hasta que termine la alerta.
Las palabras de advertencia de Amanda pasaron por la cabeza de Tabitha. Extrajo su teléfono del bolsillo trasero y llamó para verificar cómo estaban mientras Zayn y Otto conversaban.
Se sintió aliviada en el instante en que escuchó la voz de Amanda.
—Hola, hermanita —dijo, intentando sonar normal—. ¿Qué están haciendo?
—No mucho. Y sí, ya sé sobre la alerta. Ash ya se ha mudado aquí junto con un Dark Hunter llamado Kassim.
—¿Por qué no están siendo evacuados?
—Ash dijo que eso nos seguirá. Pensó que sería mejor que luchásemos en nuestro territorio que en algún sitio desconocido. No te preocupes, Tab. Realmente me siento mejor con Kassim y Ash aquí.
—Sí. Sé que Ash jamás permitiría que nada le sucediera a alguno de ustedes. Cuídense, y hablaremos más tarde. Te quiero.
—Yo también. Adiós.
Tabitha suspiró mientras Amanda colgaba y su estómago se contraía aún más, con un temor infundado.
¿Por qué estaba tan nerviosa?
—Me aseguraré que toda la servidumbre esté fuera de aquí por la noche —dijo Otto antes de irse.
Zayn asintió imperiosamente.
En cuanto estuvieron solos, Tabitha luchó por deshacerse de su sombrío humor.
—¿Conoces a un Dark Hunter llamado Kassim?
—Sé sobre él.
—¿Qué sabes?
Zayn ajustó la manga de su abrigo a su muñeca.
—Era un príncipe Africano en la Edad Media. Estaba instalado en Jackson, Mississippi, hasta que Ash lo mudó a Alexandria un par de años atrás. ¿Por qué?
—Lo trasladaron a la casa de Amanda, así que sentía curiosidad —señaló la puerta del frente con el pulgar—. ¿Vamos?
Él le tomó la mano cuando comenzó a alejarse.
—Lo que sea que esté detrás de todos ustedes, lo atraparemos, Tabitha. No te preocupes.
La sinceridad de su voz la atravesó.
—¿Protegerías a tu enemigo mortal?
Él apartó la vista. Cuando su mirada regresó a ella, la quemó.
—Protegeré a tus seres queridos. Sí.
No había ninguna razón para que hiciera algo semejante. Ninguna. No tenía dudas que, si estuviera en su lugar, Nick regresaría escaleras arriba, cerraría su puerta con llave, y no haría nada.
Pero Zayn…
Antes de poder detenerse, hizo descender sus labios hacia los de ella y lo besó ferozmente. El sabor de Zayn penetró en su mente. Cómo deseaba no tener otra cosa que hacer más que arrastrarlo escaleras arriba y hacerle el amor.
Si tan sólo pudiera…
Suspirando sentidamente, le mordisqueó los labios y se apartó. Sintió su desgana de soltarla. Forzándose a dejarlo ir, Tabitha dio un paso atrás, abrió la puerta y salió fuera.
Mientras se iban, Otto se acercaba por el camino donde su auto estaba aparcado, y ella cayó en la cuenta que él aún vestía sus tejanos negros y el suéter de esa tarde… no se había transformado en el vulgar Otto esta noche. En realidad, se veía como un adulto.
—Olvidé algo —dijo. Le alcanzó a Zayn un dispositivo que parecía un pequeño transmisor—. Por cualquier cosa. El Consejo quiere a todos identificados para que, si algo te sucede, podamos ayudarte.
Para su asombro, también le pasó uno a ella.
—Gracias, Otto.
Él inclinó la cabeza.
issadanger
Re: AFERRATE A LA NOCHE - ZAYN Y TABITHA TERMINADA
MARATON 6/7
Capitulo 8 Parte 4
—Mmm —dijo, respirando hondo el aire que era tan Nueva Orleáns mientras abría el pequeño portón que estaba junto al camino para dejarlos pasar a los patios—. Huele la belleza.
Capitulo 8 Parte 4
—Tengan cuidado. Talon estará cerca del Parque, junto con Nick y Joe. Llegarán hasta Ursulines, cerca del Santuario y Chartres, y el Mercado Francés. Seguramente prefieran patrullar en otro sitio.
—Estaremos por el lado noroeste del Barrio. Bourbon, Toulouse, St. Louis, Bienville, y Dauphine.
Zayn se encogió en cuanto ella nombró a Bourbon, pero no dijo nada.
—Ash se ocupará de los cementerios —continuó Otto—, Janice estará en Canal, Harrod's, y el Warehouse District mientras que Jean-Luc se ocupará del Garden District. Ulric estará en el Business District y Zoe en Tulane. Lo que deja a Kassim, quien ha sido avisado por Ash que si él, Amanda, o Marissa abandonan la casa de Nick antes del amanecer, estará frito.
—¿Quién es Ulric? —preguntó Tabitha.
Otto la miró cómicamente.
—Es el Dark Hunter de Biloxi que llegó hace más o menos media hora. Es rubio, así que intenta no apuñalarlo si te lo encuentras en un callejón.
Tabitha se ofendió.
—¿Qué? No es mi culpa si apuñalo a toda la gente con colmillos. No deberían parecerse a los Daimons.
—Yo no parecía un Daimon, pero me apuñalaste.
Otto rió.
—Sí, bueno, parecías un abogado, así que tenía que matarte. Era una obligación moral.
Zayn sacudió la cabeza. Calmándose, ella miró a Otto.
—¿Cuántos Escuderos quedaron en la ciudad?
—Sólo yo, Kyl, y Jerry. Los últimos en partir fueron Tad y tu ex Eric y su esposa, quienes tomaron un vuelo fletado una hora atrás. Todos los demás, de Liza para abajo, se fueron de aquí hasta que Ash apruebe el regreso.
—¿Y qué hay de los Weres? —preguntó Zayn.
—Todos andan cerca de Santuario, para proteger a sus niños y mujeres. Incluso Kevin y Bride están quedándose allí, por el momento.
—¿Los Weres nos ayudarán? —preguntó Tabitha.
Otto sacudió la cabeza.
—Ven esto como un problema humano y no quieren involucrarse.
Tabitha resopló, indignada.
—No puedo creerlo.
—Entonces no sabes mucho acerca de los animales —dijo Otto—. Por eso es que Talon quiere vigilar el club. Los Apolitas y Daimons saben que, una vez que están dentro del Santuario, nadie, ni siquiera Ash, puede tocarlos.
Tabitha rió.
—Ash no tiene que tocarlos para matarlos.
—¿Perdón? —preguntaron Zayn y Otto simultáneamente.
—¿Qué? —les dijo ella—. ¿No sabían eso? Ash es verdaderamente impresionante en una pelea. Sacará tu trasero de circulación permanentemente antes de que sepas que está allí. Se mueve tan rápido que no puedes verlo la mitad del tiempo.
—Suena como si fuera Corbin —dijo Otto—. Ella es una teletransportadora. Aparece, apuñala a un Daimon, y desaparece antes de que se desintegre.
—¿Corbin? —preguntó Tabitha.
—Una antigua reina Griega convertida en Dark Huntress —dijo Zayn.
Tabitha puso los ojos en blanco.
—Déjame adivinar, ¿no es amistosa contigo?
—¿Realmente necesito responder eso?
No, no necesitaba hacerlo.
—Sí —dijo Otto—, pero ella es un paseo por el parque comparada con Zoe y Samia. Dices “romano” cerca de ellas y es mejor que te cubras rápido —miró a Tabitha—. Bueno, tú no, pero todos nosotros, los que tenemos cosas que proteger allí abajo, debemos hacerlo.
—Bien —dijo Tabitha, apartándose de él—. Y con ese interesante comentario, creo que es hora de irnos —señaló el arruinado IROC rojo que estaba aparcado al otro lado de la entrada de Zayn—. ¿Te molesta si tomamos prestado tu auto, Otto?
Zayn parecía horrorizado.
Otto rió malignamente mientras sacaba las llaves.
—Por favor.
ZAYN habló instantáneamente.
—Tengo mi…
—Esto servirá —dijo Tabitha mientras le guiñaba un ojo a Otto y tomaba las llaves.
zayn estaba rígido.
—Realmente, Tabitha, creo que…
—Sube al auto, Z. Prometo que no te morderá.
Él parecía cualquier cosa menos convencido.
Riendo, ella fue por el camino hacia el IROC.
Para su sorpresa, Otto les gritó:
—Tengan cuidado. Puedo no apreciar a ninguno de los dos, pero no quiero que los malos ganen.
—No te preocupes —dijo Tabitha mientras continuaba caminando—. Esta vez sé qué esperar.
—No seas presumida —dijo Zayn, mirándola penetrantemente—. Era un gran hombre quien dijo “El orgullo aparece antes de la caída”.
Ella se tomó sus palabras a pecho.
—Buen consejo —miró sobre el hombro—. Buenas noches, Otto.
—Buenas noches, Tabitha. Cuida mi auto.
Zayn se encogió.
Ella sofocó la risa ante su reacción. —Mmm —dijo, respirando hondo el aire que era tan Nueva Orleáns mientras abría el pequeño portón que estaba junto al camino para dejarlos pasar a los patios—. Huele la belleza.
Zayn frunció el ceño.
—Lo único que huelo es el hedor a putrefacción.
Ella lo miró amenazante mientras se le unía en la acera, junto al automóvil de Otto.
—Cierra los ojos.
—Preferiría no hacerlo. Podría pisar algo, y entonces lo traería de regreso a casa y lo olería toda la noche —Tabitha lo miró con desagrado y él se lo tomó con calma—. Eres la única mujer que conozco que puede oler este aire rancio y pensar que es agradable.
Ella cerró el portón.
—Cierra los ojos, Zayn, o tu nariz podría ser la única parte que funcione correctamente mañana.
Zayn no estaba seguro si debía obedecerle o no, pero se encontró haciéndolo, reacio, mientras se paraba un poco inclinado.
—Ahora respira hondo —dijo ella al oído con su sensual voz. Lo hizo estremecer—. ¿Hueles la humedad del río con un rastro de gumbo Cajun perfumándolo? Por no mencionar el musgo español…
Él abrió los ojos.
—Todo lo que huelo es orina, mariscos podridos y fango de río.
Ella lo miró, atónita.
—¿Cómo puedes decir eso?
—Porque eso es lo que huelo.
Tabitha le gruñó mientras subía al auto.
—Eres difícil de convencer, ¿sabes?
—Me han dicho cosas peores.
La mirada de ella se volvió seria y triste.
—Lo sé. Pero nuevos tiempos están llegando para ti. Sacaré ese palo de tu culo, y esta noche vamos a relajarnos, patear traseros de Daimon, y…
—¿Discúlpame? —preguntó en un tono ofendido—. ¿Sacarás el qué de mi qué?
—Me escuchaste —le dijo, con una sonrisa traviesa—. Sabes, la mitad del problema que la gente tiene contigo es que no ríes mucho, y te tomas a ti y a todo lo demás demasiado en serio.
—La vida es seria.
—No —dijo ella, con la pasión brillando en su mirada azul—. La vida es una aventura. Es emocionante y terrorífica. A veces incluso es un poquito aburrida, pero jamás debería ser seria —Tabitha vio la duda en sus ojos. Él estaba tan desacostumbrado a confiar en la gente y, por alguna razón, quería que confiara en ella—. Ven conmigo, General Zayn, y déjame mostrarte lo que la vida realmente puede ser, y porqué es tan condenadamente importante que salvemos al mundo.
Lo observó mientras él abría la puerta del auto como si estuviese tocando el pañal sucio de un bebé. Jamás había visto a alguien haciendo tantos gestos de desprecio. Era bastante impresionante.
Pero él no dijo nada más mientras subía al auto, y ella ponía un cambio y salía rápidamente por la orilla de la acera.
Zayn no esperaba mucho de esa noche; pero debía admitir que le agradaba la vibración de esta mujer. El fervor con que vivía. Era fascinante observarla. No era ningún milagro que Ash hubiese entablado amistad con ella.
Cuando uno era inmortal, la frescura de la vida tenía un modo de morir aún más rápido que el cuerpo. Mientras los siglos se mezclaban, era fácil olvidar el lado humano. Recordar porqué la humanidad necesitaba ser salvada.
Era difícil recordar cómo reír. Pero, la risa y Zayn eran prácticamente desconocidos. Antes de Tabitha, jamás había compartido la risa realmente con nadie.
Tabitha tenía el entusiasmo de una niña. De algún modo, se las había arreglado para aferrarse a sus ideales de juventud incluso frente a un mundo que no la aceptaba completamente. Verdaderamente no le importaba lo que él, o nadie más, pensara de ella. Pasaba su vida haciendo lo que necesitaba hacer y manejando todo en sus propios términos.
Cómo envidiaba eso de ella.
Era una fuerza poderosa para tener en cuenta.
Zayn rió a pesar de sí mismo.
—¿Qué? —preguntó ella mientras giró con el auto tan rápido en una esquina que prácticamente arrojó a Zayn sobre su propio asiento.
Él se acomodó.
—Estaba pensando que alguien debería llamarte Huracán Tabitha.
Ella resopló.
—Llegas demasiado tarde. Mi madre ya lo hizo. En realidad, me llamó de ese modo la primera vez que visitó mi habitación en la universidad, y vio el caos que producía sin mi hermana Amanda recogiendo todo detrás de mí. Deberías estar agradecido que, después de doce años viviendo sola, finalmente aprendí a acomodar mis cosas.
Tembló ante el pensamiento.
—Verdaderamente, estoy agradecido.
Dobló el auto bruscamente hacia el estacionamiento de Jackson Brewery y lo metió en un espacio de aparcamiento que en realidad no se suponía que lo fuera.
—La policía remolcará el auto.
—Nah —dijo ella mientras lo cerraba y colocaba un pequeño medallón de plata sobre el tablero, con su nombre grabado en él—. Esta es la ruta de Ed, y él sabe lo que le conviene. Haré que mi hermana lo embruje a él y a su hermano si lo intenta.
—¿Ed?
—Uno de los policías asignados a este sitio. Vigila por mí. Solíamos ir a la secundaria juntos, y salió con mi hermana mayor, Karma, durante años.
—¿Tienes una hermana llamada Karma? —preguntó Zayn.
issadanger
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