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El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Saludos a todos, lectoras y lectores.
Bueno, pues empezando por un principio lo primero que debo decir es que voy a empezar a publicar en este tema una historia que ya tenía empezada en esta misma página.
El titulo de la historia y el autor (O sea, mua) es el mismo, por tanto no quiero leer nada sobre plagio, ¿Ok?
La historia va a ser exactamente la misma, exceptuando algunos cambios que tendré que hacer, pero no serán muchos.
Algunos os preguntareis, ¿Por que abrir otro tema par seguir publicando la misma historia? Pues veréis, es que en un principio ni la iba a continuar aquí. Tenía pensado empezar a subirla en otra página web (Que aún así lo he hecho) y abandonar esta. Pero mirando algunas historias que me había empezado a leer y que no había terminado, me decidí por volver a publicar esta historia, empezando otra vez desde el principio.
A si que, ¡Aquí estoy! Y puedo decir que ahora que he vuelto no tengo ninguna intención de volverme a marchar, o por lo menos no durante tanto tiempo como antes.
Nombre: El libro de Merlin
Autor: Lily12345678900
Adaptación: Una especie de continuación de la saga Harry Potter.
Género: De todo un poco.
Advertencias:Al ser una continuación de un libro, algunos de los personajes, lugares, etc., no me pertenecen. Son obra de J.K. Rowllin
Otras Páginas: Esta historia también está en FanFiction.net y Potterfics, aun que en esta ultima se encuentra abandonada.
Bueno, pues empezando por un principio lo primero que debo decir es que voy a empezar a publicar en este tema una historia que ya tenía empezada en esta misma página.
El titulo de la historia y el autor (O sea, mua) es el mismo, por tanto no quiero leer nada sobre plagio, ¿Ok?
La historia va a ser exactamente la misma, exceptuando algunos cambios que tendré que hacer, pero no serán muchos.
Algunos os preguntareis, ¿Por que abrir otro tema par seguir publicando la misma historia? Pues veréis, es que en un principio ni la iba a continuar aquí. Tenía pensado empezar a subirla en otra página web (Que aún así lo he hecho) y abandonar esta. Pero mirando algunas historias que me había empezado a leer y que no había terminado, me decidí por volver a publicar esta historia, empezando otra vez desde el principio.
A si que, ¡Aquí estoy! Y puedo decir que ahora que he vuelto no tengo ninguna intención de volverme a marchar, o por lo menos no durante tanto tiempo como antes.
Nombre: El libro de Merlin
Autor: Lily12345678900
Adaptación: Una especie de continuación de la saga Harry Potter.
Género: De todo un poco.
Advertencias:Al ser una continuación de un libro, algunos de los personajes, lugares, etc., no me pertenecen. Son obra de J.K. Rowllin
Otras Páginas: Esta historia también está en FanFiction.net y Potterfics, aun que en esta ultima se encuentra abandonada.
Última edición por Lily12345678900 el Vie 03 Mayo 2013, 1:42 pm, editado 1 vez
Lily12345678900
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Bueno estoy deseando que empieces la nove ;)
Soy Sara y leo las novelas que tienes de Harry Potter y te diré que soy FAN FAN FAN PERO ¡¡FAN DE POSTER!! de esta:
"Cambiar el futuro cambiando el pasado"
De verdad espero que empieces esta y sigas la otra XD
Besos
P.D: ¿Y te pasarias por mis novelas? Abajo está el Link
Soy Sara y leo las novelas que tienes de Harry Potter y te diré que soy FAN FAN FAN PERO ¡¡FAN DE POSTER!! de esta:
"Cambiar el futuro cambiando el pasado"
De verdad espero que empieces esta y sigas la otra XD
Besos
P.D: ¿Y te pasarias por mis novelas? Abajo está el Link
roronoa.
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
SaraDirectioner(LLL) escribió:Bueno estoy deseando que empieces la nove ;)
Soy Sara y leo las novelas que tienes de Harry Potter y te diré que soy FAN FAN FAN PERO ¡¡FAN DE POSTER!! de esta:
"Cambiar el futuro cambiando el pasado"
De verdad espero que empieces esta y sigas la otra XD
Besos
P.D: ¿Y te pasarias por mis novelas? Abajo está el Link
¿Sabes? Me has pegado un susto increible. Estaba mirando una cosa en mi perfil, luego he echado un vistazo a mi tema ¡Y aquí estabas! En serio no me esperaba que alguien contestara tan rápido, o incluso que alguien contestara :oops:
Ya se, ya se, soy muy pesimista, pero en serio ¡Que alegría me has dado! :love:
Y sobre la otra historia, si te soy sincera no se si la podré continuar pronto, pero trabajaré en ello :P
Lily12345678900
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Sipnosis
¿Qué pasaría si un día te enteraras de que has estado viviendo una mentira? ¿Si de repente todo tu mundo se derrumba para aparecer en un lugar completamente nuevo? Esto es lo que le ha ocurrido a nuestra protagonista, sus padres desaparecidos, un país nuevo, un mundo que pensaba solo existía en los libros y el secreto que hay detrás de su propia existencia... Todo eso lo descubrirá con solo ir a Hogwarts. ¿Estará preparada para sus próximas aventuras?
Última edición por Lily12345678900 el Sáb 04 Mayo 2013, 7:56 am, editado 3 veces
Lily12345678900
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Prólogo
Era una tarde tranquila, acababa de salir de otro aburridísimo día de colegio. Caminaba dirección a mi casa, me moría de hambre. Ya me podía imaginar la mesa de la cocina llena de comida hasta rebosar y un espléndido pastel de cumpleaños. Con solo pensarlo se me hacía la boca agua.
Quedaban dos calles hasta poder llegar a la puerta de mi casa. Todavía más entusiasmada que antes eché a correr. Solo tenía que doblar la esquina y ya la podría ver. Paré frente a la puerta, que estaba entre abierta y la miré de soslayo.
-Bueno -pensé- a todo el mundo se le puede olvidar cerrarla.
Entre al distribuidor, la casa estaba en penumbras por tanto tuve que encender la luz, una vez lo hice reprimí un gemido, todo estaba hecho un caos.
Llamé a mis padres, pero nadie respondía. Me adentré un poco más en la sala y fui directa a la cocina para comprobar que había sucedido. Esta parte de la casa se encontraba incluso en peor estado que la anterior, las sillas y la mesa estaban boca abajo, los armarios abiertos de par en par. Por el suelo se podía distinguir restos de comida y... no... Justo a mis pies se encontraba tirada la tarta que me había hecho mi madre.
¿Qué había ocurrido aquí?
Revisé el resto de las habitaciones, estaban en igual o en peor estado. Se me cayó el alma a los pies cuando no encontré a mis padres por ningún lado, intenté llamar por teléfono, pero las líneas estaban cortadas. Volví a revisar la cocina para ver si encontraba algún indicio de lo que pudiera haber sucedido, pensaba que las cosas iban de mal en peor cuando mi suerte mejoró de golpe.
Una carta.
Había una carta en el suelo dirigida a mí. La cogí con cuidado. La abrí al reconocer la letra de mi padre.
"Querida Noa.
Si estás leyendo esto es que algo nos ha sucedido. Sé que todo es muy repentino y lo más seguro es que te encuentres sola y asustada. Realmente no te puedo decir mucho de lo que está ocurriendo, pero por tú propia seguridad debes marcharte lejos de aquí.
Necesitas saber que nada de esto es culpa tuya y que nosotros estaremos bien mientras que a ti no te encuentren.
Debes viajar a la dirección que se encuentra detrás de esta hoja. No dudes en confiar en ellos, son muy buena gente y sabrán que hacer. Por otra parte necesitamos que dejes de lado tú anterior vida. En cuanto marches debes crearte una fachada diferente, para que la gente no te reconozca. Tú sabes de lo que estoy hablando. Una vez allí deja que ellos te ayuden.
Tienes dinero debajo de la baldosa de la cocina. Allí también encontrarás una llave junto con dos cartas. Una de ellas es para la familia que te va a ayudar y en cuanto a la otra… Bueno, ya sabrás que hacer con ella en cuanto lleges.
Siento no poder darte más información, pero creo que con todo lo que te he contado es más que suficiente.
Espero que sepas que tú madre y yo te queremos mucho y esperamos poderte volver a ver.”
Miré detrás de la hoja, dónde pude observar que la dirección que me daban mis padres, al parecer se encuentra en Londres...
Espera, ¿Qué? ¡Pero si yo vivo en España!
Suspiré, por lo menos sabía hablar Ingles. Volví a mirar el lugar, al parecer en esa casa vivía la familia Potter.
Subí corriendo a mi habitación, allí cogí una mochila donde metí mi ropa, el dinero, la llave y las cartas. Fui al baño y me miré al espejo, ahora roto. Sonreí, nadie me reconocería, no ahora que...
Miré el reloj, ¡Oh, no! Si no me marchaba rápido la gente se daría cuenta de que pasaba algo raro. Salí por la puerta y le eché un último vistazo a mi casa. Esperaba poder volver pronto.
No sabes cuan equivocada estaba.
Última edición por Lily12345678900 el Sáb 04 Mayo 2013, 7:56 am, editado 1 vez
Lily12345678900
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Hermosa!
Me recuerdas?
Yo fui la primera lectora
de esta nove :D
¿como has estado?
ya extrañaba la novela
siguela
besos
Me recuerdas?
Yo fui la primera lectora
de esta nove :D
¿como has estado?
ya extrañaba la novela
siguela
besos
theblackparade
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
PameHoranlovecats escribió:Hermosa!
Me recuerdas?
Yo fui la primera lectora
de esta nove :D
¿como has estado?
ya extrañaba la novela
siguela
besos
¡Hola primera lectora!
Siento haber estado tanto tiempo desaparecida, ¡Pero ya volví! Y conmigo traigo un montón de nuevas ideas :love:
Me alegra que no me hayas abandonado :P ¡¡En conmemoración voy a publicar el siguiente capitulo!!
Lily12345678900
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Capitulo 1
Hacía ya una hora que había salido del aeropuerto. Ahora me encontraba sentada en la parte trasera de un taxi que me llevaba directamente hasta la casa de la familia Potter. Volví a repasar lo que me decía mi padre en la carta.
¿Qué quería decir con que ya no estoy a salvo? ¿Es que alguna vez estuve en peligro? o mejor dicho ¿Estoy en peligro ahora?
En estos momentos la policía debía estar inspeccionando la casa, seguro saldríamos por las noticias. Suspiré. Los Potter me lo explicarían...
Aún estaba pensando en mi crisis cuando el coche paró, habíamos llegado, esta era la casa. Bajé del Taxi y pagué al conductor, luego murmuré un leve "Thank’s" y se fue.
Me quedé parada en la puerta de la casa sin decidirme a llamar o no. Respiré profundamente y conté hasta diez, tal como mi madre me había enseñado. Levanté la mano, y cuando estaba a punto de tocar el timbre la puerta se abrió de golpe.
Ante mí había un hombre de unos 30 años. Tenía el pelo color Azabache y unos ojos verdes intensos y brillantes, pero lo que más destacaba de su aspecto era la cicatriz en forma de rayo que estaba colocada sobre su frente y cubierta por unos cuantos mechones de pelo rebeldes.
Me quedé estática, no sabía que hacer hasta que caí en la cuenta de que tendría que hablar en algún momento.
-E-Esto... -empecé a balbucear. El hombre me miró y después de quedarse con cara de sorpresa gritó.
-¡Ginny! ¡Ven, rápido! -Una mujer pelirroja y con rostro suave se caminó hacía la puerta.
-¿Cual es el problema cariño?
-Acércate un momento - La mujer llamada Ginny caminó hacía nosotros y me miró, después de unos momentos puso la misma cara de asombro que su marido.
Les observé más nerviosa que nunca, ellos intercambiaron miradas -Bueno...- Comenzó él, pero ella lo interrumpió.
-¡Que descortés eres Harry! Anda, pasa cielo, te debes estar muriendo de frío.
Hice lo que Ginny me indicó y entré a la confortable casa. Las paredes estaban llenas de fotos de niños, supuse que debían ser familia suya, ya que la mayoría eran pelirrojos o peli-negros.
-Disculpen... -inquirí- esto... mis padres... -balbuceé. Respiré hondo- mis padres me dieron esto para ustedes -saqué las cartas de la mochila y se las entregué-
Harry las recogió de mi mano y comenzó a leer una de ellas, dejando escapar una exclamación de vez en cuando. Después de volverla a doblar y de metérsela en el bolsillo, Harry miró la siguiente, sin tan siquiera abrirla me la devolvió, diciendo que era mía. La eché un vistazo rápido. Estaba fechada para el 22 de Agosto del año pasado. La guardé en la mochila y volví a mirar a Harry. El se giró hacia su mujer que había leído la carta por encima de su hombro, ambos me miraron a mí y pusieron una sonrisa triste.
-Después de todo si que eres la hija de Lucas y Maxinne... Y por lo que veo eres especial -dijo señalando mi pelo, me miré en un espejo cercano y pude contemplar pequeñas trazas de color dorado que aparecían y desaparecían sin control, me concentré y mi cabello volvió a teñirse de pelirrojo, tal como estaba cuando salí de mi casa.
Les miré avergonzada y pude notar que la punta de mi cabello se volvía rojo intenso, lo volví a la normalidad en cuanto pude.
-Mm... ¿Ustedes saben que les ha ocurrido a mis padres? -pregunté agachando la cabeza.
Los dos adultos se miraron y me dijeron que me sentara con ellos en el salón. Hice caso y me senté.
-¿Que es exactamente lo que quieres saber? -preguntó Ginny.
-Pues... Quisiera saber por que mis padres han desaparecido y por que me han mandado venir aquí -los adultos suspiraron-
-Nosotros tampoco sabemos mucho, solo te podemos decir que no se han marchado por que quisieran y que ellos pensaron que con nosotros estarías a salvo -explicó Harry-
-¿A salvo de que?
-No lo sabemos... -contestó Ginny- Lo único que podemos hacer es enviarte a Hogwarts...
-¿Hogwarts? ¿Qué es eso? ¿No es una enfermedad de los cerdos?
Ambos se miraron sorprendidos- ¿Es que acaso no sabes nada de Hogwarts? -preguntó Harry.
-No. Solo sé que venía escrito en uno de los sobres que habéis revisado.
-¿Entonces no sabes nada?
-¿Nada sobre que?
-¿Por tanto no sabes que eres...? -miró a su esposa.
-¿Que soy que?
Los dos me miraron de nuevo- Que eres maga -Contestó Ginny.
-¡¿Qué soy que?!
-Maga, ¿En serio no sabias?
-N-No...
-¿Y no sospechaste nada cuando descubriste que podías cambiar de forma?
-No, mi madre me explicó que ese era un Don muy especial que me había sido concedido y que no se lo podía contar a nadie...
-Pues ese Don se llama ser Metamorfomaga.
-¿Metamorfo que?
-Metamorfomaga -Harry se giró hacía su esposa- Tendremos que explicarla todo -suspiró-
-Aún no me puedo creer que Maxinne y Lucas se lo ocultaran...
-¿Ocultarme que?
-Que son magos -Contestó Ginny-
-Hogwarts es una de las mejores escuelas de magia y hechicería que existen, y es ahí a dónde te tendremos que enviar, es el lugar más seguro que conozco... -Dijo Harry-
Les miré con recelo, no quería parecer engreída pero... -Lo siento, no lo puedo creer, no tengo nada que me pueda decir que ustedes no están locos.
Se miraron y sonrieron cómplices, Ginny y Harry se sacaron dos palos alargados de los bolsillos y dijeron al unísono- ¡Lumus!
De sus palos, que ahora supe que eran varitas, brotaron dos haces de luz que llegaban a iluminar toda la sala, estaba boquiabierta y ellos se pudieron dar cuenta al ver el cambio completo de color que sufrió mi pelo, se había vuelto naranja. Lo volví a la normalidad. Ellos gritaron "Nox" y sus varitas se apagaron como si fueran unas linternas.
-¿Ahora nos crees? -inquirió Ginny con una sonrisa de satisfacción.
-¡Si!
-Bueno, pues entonces te prepararé una cama para que duermas y un baño caliente -dijo Ginny poniéndose de pie y alisándose el delantal- ¿Vienes?
Me levanté y la seguí hasta la segunda planta. Allí también había fotos, pero estas se movían y te saludaban al pasar. Ginny me guió hasta una de las tantas habitaciones que había en la casa ¿Quién hubiera pensado que un chalet de apariencia tan humilde fuera tan espacioso? No me lo pensé dos veces, eso había sido cosa de la magia.
Ginny me había llevado hasta una habitación que había al fondo del pasillo- Espero que no te moleste dormir en el cuarto de mi hijo, es que las demás habitaciones están muy desordenadas, sabes, creo que ambos tienen la misma edad, ¿Cuántos años tienes Noa?
-Doce cumplí ayer -Contesté.
-Pues eso, que eres de la misma edad que mi hijo mayor -Cogió una de las fotos- mira, es este de aquí -Ginny señaló al más alto de los tres niños que aparecían en la foto, me imaginé que los otros dos serían sus hermanos, más que nada por que el otro muchacho era clavado a Harry y la niña era igualita a Ginny.
Entré en la habitación, era bastante espaciosa, Ginny me enseñó la cama y dejó mis cosas sobre ella, me indicó dónde se encontraba el baño y luego me dijo que cuando terminara de bañarme la cena estaría servida, le agradecí su hospitalidad y se marchó.
Me senté en la cama a pensar, no tenía sueño, al contrario, cuando me enteré de que era maga me había llenado de entusiasmo, sonreí, después de toda mi vida no sería tan monótona como hasta ahora.
Volví a incorporarme y cogí unas mudas de cambio para irme a la bañera. Estuve bajo el agua tibia unos 20 minutos, luego me salí y bajé a cenar.
Fui a la cocina dónde Ginny estaba terminando de colocar los platos mientras que una cuchara removía sola una gran cacerola de dónde salía un inconfundible aroma a sopa de pollo.
La pelirroja me indicó que me sentara, no la desobedecí. Al cabo de unos minutos tenía ante mí un enorme plato de sopa que olía realmente bien, por tanto mejor sabría.
(...)
Terminamos de cenar y me marché a la cama, había sido un día larguísimo. Me tumbé en la penumbra y cerré los ojos pensando en la conversación que habíamos mantenido durante la cena. Harry y Ginny me hablaron de sus hijos, el más mayor se llamaba James Sirius y cursaba segundo, el mismo al que iría yo en cuanto me mudara, luego me hablaron de Albus Severus, era un año más pequeño pero por lo que me habían contado parecía un buen chico, no como su hermano que era tan travieso como los hombres del que le viene su nombre. Por ultimo me habían hablado de la pequeña Lily Luna que al parecer esa noche dormía en casa de una amiga.
Me quedé pensando un rato más, recordé que con ellos vivía un muchacho llamado Ted Lupin, al parecer es hijo de unos amigos suyos que fallecieron cuando el tenía aún poca edad, el era varios años mayor y ya se había graduado. Tenía muchas ganas de conocerlos a todos. Luego me dormí.
Última edición por Lily12345678900 el Sáb 04 Mayo 2013, 7:57 am, editado 1 vez
Lily12345678900
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Gracias por el capi preciosa ;)
Siguela en cuanto puedas
Hasta luego
Siguela en cuanto puedas
Hasta luego
roronoa.
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Lily12345678900 escribió:PameHoranlovecats escribió:Hermosa!
Me recuerdas?
Yo fui la primera lectora
de esta nove :D
¿como has estado?
ya extrañaba la novela
siguela
besos
¡Hola primera lectora!
Siento haber estado tanto tiempo desaparecida, ¡Pero ya volví! Y conmigo traigo un montón de nuevas ideas :love:
Me alegra que no me hayas abandonado :P ¡¡En conmemoración voy a publicar el siguiente capitulo!!
Hermosa como creiste
que dejaria tu hermosa
novela!!tambien sigue
la otra nove!!si quieres
yo te ayudo a subir cuando
se te complica hermosa!!
Bueno besos y me encanto
el cap que acabas de subir!!
theblackparade
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Capitulo 2
Cuando me desperté ya era más de las doce de la mañana, ¡Me había perdido cuatro horas de clase! ¡¿Por que mi despertador no había sonado?!
Me levanté a toda prisa y me vestí aun mas rápido, bajé las escaleras corriendo y cuando llegué al distribuidor me acordé de todo, la casa destrozada, mis padres desaparecidos, yo viajando sola, quedándome en casa de los Potter...
Los Potter. Debían estar ahora mismo en la cocina. Entré asomándome a la puerta. Ginny se encontraba preparando alegremente la comida, pero a Harry no se le veía por ningún lado. Entré despacio y Ginny me dirigió una sonrisa. Me acerqué con la intención de ayudarla a cocinar, pero al mirar más de cerca pude ver que ella solo les daba ordenes a los utensilios de cocina y que estos hacían solos todo el trabajo. No pude reprimir una sonrisa.
-Veo que por fin te has levantado -comentó Ginny felizmente.
-Si...
-No seas tan formal, ahora estamos casi como entre familia, ¿cierto?
-¡Si! -dije más animadamente- Mm... Esto... ¿Y Harry?
-Ah. Ha ido al ministerio de Magia para intentar solucionar unos problemas y luego a buscar a Lily.
-¿Ministerio....de Magia...?
-Se me había olvidado que no estas familiarizada con estas cosas -Murmuró ella- Muy sencillo, es el lugar dónde algunos magos se reúnen para evitar que los Muggles nos descubran, para juzgar a las personas malas... Como explicártelo, en ese lugar se deciden todas las cosas importantes que suceden en el mundo de los magos.
-Entiendo... ¿Y que es un Muggle?
-Los magos denominan Muggle a las personas NO mágicas.
-Vale, entonces todo este tiempo yo he estado viviendo como una... ¿Muggle?
-Aja. Pero no te preocupes, nosotros también tenemos televisor -dijo entre risas- ¿Te apetece ver las noticias?
-Vale.
Ginny encendió la tele y puso el canal 1 dónde en ese momento emitían un reportaje especial. El reportero estaba en una zona que me resultaba extrañamente familiar, hasta que vi mi casa de fondo y oí lo que decía el entrevistador...
"Al parecer los vecinos se dieron cuenta de que algo sucedía cuando vieron la puerta de la casa abierta y que no había ninguna luz dentro. Llamaron a la policía y cuando esta entró la casa estaba patas arriba y la familia que vivía en ella había desaparecido. Las personas son Lucas y Maxinne Lover y su hija Noa. Después de llamar a la escuela confirmaron que la niña había vuelto a casa como todos los días...."
Me quedé mirando la pantalla de la televisión aún cuando Ginny ya la había apagado. Cuando reaccioné pude notar que mi vista se nublaba y que una lagrima bajaba por mi mejilla. Ginny me abrazo y yo empecé a llorar.
Después de recobrarme Ginny me empezó a preguntar cosas sobre los colegios Muggles y los estudios que dábamos en ellos, se sorprendió al enterarse de que en vez de Adivinación teníamos Educación Física y que cuando ellos daban Pociones nosotros teníamos Física y Química. Sobre todo me hizo gracia la cara que puso cuando se enteró de que nosotros no teníamos que tratar con Mandrágoras ni con Escorbutos de cola explosiva, más bien por que no tenía ni idea de que eran esas cosas...
Al cabo de una media hora la comida estuvo hecha y llamaron al timbre. "Justo a tiempo" oí murmurar a Ginny que ya estaba abriendo la puerta.
-¡Mama! -era la voz de una niña
Me asomé tras la puerta y pude divisar a la pequeña chica que aparecía en todas las fotos con sus otros dos hermanos y con su "primo". Su madre la invitó a pasar mientras yo me volvía a esconder en la cocina, oí como la niña le contaba a su madre todo lo que había hecho la noche anterior con su amiga. Que mona, pensé.
Cuando ambas entraron a la cocina a la niña por poco la da un ataque y como consecuencia mi cabello se empezó a teñir de rojo, con trazas naranjas y doradas. Cuando la niña se percató no pudo reprimir un grito de júbilo, que me hizo darme cuenta de mi repentino cambio de aspecto. Volví a la normalidad.
La niña me miró de arriba a abajo con los ojos como platos hasta que se dio la vuelta y empezó ha hablar con su madre.
-¿Quien es? -preguntó con una voz dulzona.
-Se llama Noa y va a vivir con nosotros por una temporada hasta que la podamos mandar a Hogwarts.
-Eso ya no será un problema -dijo una voz desde la puerta- Acabo de hablar con McGonagall y me he dicho que cuanto antes vaya para allá mejor, salimos mañana.
Miré a Harry asombrada, ¿Tan pronto? No sabía si estaba preparada. Tendría que empezar segundo curso sin haber dado tan siquiera el primero, me estaba muriendo de los nervios y mi pelo se volvió dorado completamente, aunque por las puntas se me podía notar un gris pálido.
-¡Eso es genial Harry! -gritó Ginny- Entonces mañana por la mañana saldremos todos para Hogwarts.
-¡Viva! -gritó Lily y luego se giró hacia mi- Oye Noa, ¿Quieres que te enseñe mi habitación?
-¡Claro! -mi pelo volvió a la normalidad y subí tras ella.
Me pasé toda la tarde con Lily yendo de un lugar a otro, por que según ella me tenía que enseñar muchas cosas en muy poco tiempo.
Me mostró todos los secretos de la casa, desde la trampilla que llevaba al sótano hasta la ratonera del cuarto de Ted.
Ya eran 16.45 cuando Ginny nos dijo que iríamos a comprar me los materiales para la escuela, ¿Pero en dónde se compran los calderos y los libros de hechizos? Según Lily en Londres, claro, si sabías dónde buscar.
Pasamos por una gran avenida y nos paramos frente a una especie de bar con el nombre de "El Caldero Chorreante", Nadie parecía notar su existencia, pasaban por su lado sin nisiquiera mirarle una vez, y eso era extraño, ya que, simplemente, no era un local que pudiera pasar desapercibido.
Entramos. Al parecer todos estaban ya acostumbrados a verlos pasar por allí ya que les saludaron de forma jovial. Pasamos al patio trasero dónde había un inmenso muro.
Después de darle unos toques de varita, la pared se abrió, dejando ver tras de si un enorme callejón repleto de hombres y mujeres que vestían túnicas e iban de tienda en tienda hablando de cosas extrañas, pude entender la palabra "Quidittch".
Entramos en las tiendas dónde se debían comprar los libros de segundo, la mayoría estaban agotados por lo que tuvimos que recurrir a los de segunda mano. Allí Harry saco unas extrañas monedas y el tendero le dijo que todos los libros eran un total de 50 galeones.
¿Galeones? ¿Que era eso?
A continuación fuimos a comprar una túnica. Cuando entramos la dependienta se nos quedó mirando extrañada, normal, ¿Quien compra una túnica para la escuela cuando esta ya ha empezado?
En cambio, no hizo ninguna pregunta, sino que me midió y nos dijo que dentro de un rato estaría lista. A continuación Ginny, Lily y yo fuimos a Ollivanders a por una varita mientras que Harry compraba los calderos y las plumas.
Entramos a la tienda y un señor mayor nos atendió revisándonos con la mirada. Ginny me dio un empujoncito y yo me adelanté. El hombre me miró de arriba abajo y luego se dio la vuelta murmurando para sí "Bien, bien..." o "Interesante...".
Después de un rato mirando entre las estanterías volvió con unas cuantas cajas que colocó sobre el escritorio. El hombre abrió la primera y me pidió que la agitara. Me sentía un poco tonta, pero así lo hice, y tal como me esperaba nada ocurrió. El hombre me la quitó y la volvió a guardar en su caja, me tendió la siguiente varita, que reacciono de la misma forma y así durante un buen rato hasta que de repente se quedó quieto de golpe y salió corriendo hacia la tras tienda. Me giré hacia Ginny y Lily, pero ambas miraban tan extrañadas como yo.
Al cabo de un segundo el señor volvía con una caja plateada que apoyó sobre la mesa y abrió con sumo cuidado. Dentro estaba una preciosa varita blanca que no se podía comparar con las anteriores. El hombre me la tendió para que la cogiera, y así lo hice. En cuanto cerré mi puño sobre la varita esta empezó a emitir un calor reconfortante. Y en un momento el señor Ollivander, que así se llamaba, empezó a sonreír de oreja a oreja.
-No me puedo creer que aún esté vivo para ver el momento en el que esta varita a encontrado a su dueño -dijo orgulloso.
-¿Que tiene de especial esta varita? -preguntó Lily inocentemente tras el mostrador.
-Esta fue la ultima varita que estuvo hecha con el Atalaya Cerzo, un árbol que se extinguído hace más de mil años -contestó satisfecho.
-Guau... -comenté.
-¿Cuanto le debo señor Ollivander? -preguntó Ginny.
-¡Oh! No se preocupe señorita Potter, es un regalo de la casa.
-¡Muchas gracias! -grité entusiasmada, tanto, que mi pelo se volvió verde.
Cuando salí de la tienda todo el mundo me observaba, ¿Quien no miraría a una chica con el pelo verde? Pero me daba lo mismo, estaba muy contenta. Nos encontramos con Harry en la heladería y allí me enseñó mis calderos y mis plumas.
Una Pluma. ¿Es que acaso los magos no tienen bolígrafos?
Volví a mirar a mi alrededor y me fijé en una tienda de animales. Lily y yo fuimos ha echar un vistazo. Dentro se encontraba repleto de lechuzas, sapos, gatos, ratas, arañas, serpientes... Al parecer la dueña estaba haciendo un sorteo, para participar debíamos pagar 3 Sickles de Plata. Miré a Lily confundida y ella pagó por dos oportunidades.
El juego consistía en dar vueltas a una manivela, cuando lo creías oportuno parabas y de dentro de la caja de madera salía una pequeña bola de color. Si te tocaba blanca habías perdido, en cambio si era dorada ganabas el derecho a llevarte gratis el animal que quisieras de la tienda. Lily probó primero, perro no tuvo suerte. A continuación era mi turno. Le di vueltas a la manivela durante un rato y cuando estuve lista la solté, de la ranura empezó a salir una bolita de color y... ¡Era dorada! ¡Habíamos ganado!
Paseamos de un lado a otro intentando decidir que animal escoger, hasta que nos llamó la atención una pequeña lechuza blanca que dormitaba pacíficamente en su jaula, al sentirnos esta abrió sus ojitos negros y empezó a ulular feliz. Lily y yo nos miramos. Cuando salimos de la tienda y los padres de Lily nos vieron con una lechuza ambos pusieron cara de pocos amigos.
-¡Antes e que digáis nada tenéis que saber que la hemos ganado en un sorteo! -gritó Lily casí enseguida y la mirada feroz de su madre desapareció.
-¿Que nombre la vais a poner? -preguntó suavemente.
-Hibou, según Noa es búho en francés.
-¿Y la lechuza es de ambas? -inquirió Harry.
-¡Si! -contesté yo- hemos decidido que la compartiríamos.
-Pero Noa se la llevará a Hogwarts para poder estar en contacto conmigo -terminó Lily.
Pasamos el resto del día paseando de un lado a otro del Callejón Diagón y luego volvíamos a la casa. Una vez entramos por la puerta Lily y yo nos tomamos un vaso de leche y nos marchamos directas a la cama. Estábamos muertas de cansancio.
(...)
A la mañana siguiente noté algo piconteándome la cara, era Hibou que me estaba despertando.
-Buenos días -le dije mientras bostezaba.
Me fui al baño y me di una ducha rápida para bajar cuanto antes a desayunar. Al lado de la puerta ya estaba colocado mi abúl y encima puse la jaula de Hibou. Me fui a la cocina dónde todos ya estaban desayunando. Me senté junto a Lily y nos tomamos de un trago toda la leche. En cuanto todos terminamos de desayunar Harry le achó a mi baúl un hechizo llamado Featherweight Charm para poder cargar con el sin problemas. Luego nos guió hasta un pequeño coche situado en la puerta de la casa. Subimos al automóvil y una vez dentro me quedé de piedra. El interior se asemejaba a una autocarabana, esto tenía que ser cosa de magía.
Harry se sentó en el puesto del conductor y se puso rumbo a la autopista. Una vez allí nuestro conductor pulsó uno de los tantísimos botones que había. En este en concreto ponía “Autobús Noctambulo”, no supe lo que significaba hasta que nuestra velocidad casí alcanzó la del sonido. El coche casí volaba y yo veía cómo pasbamos entre huecos imposibles de cruzar sin usar la magia. Al cabo de un rato Harry pulsó otro botón, en este decía “Piloto automático”. El peli-negro se dio la vuelta en su asiento y comenzó ha hablar con nosotras, como si lo que acababa de hacer fuera lo más normal del mundo. Estuvimos así durante un largo rato, pero en un momento una alarma empezó a salir del piloto automático indicando a Harry que volviera a su puesto de conductor. Miré a Lily, que se había quedado profundamente dormida, era tan mona... No quise molestarla. Al cabo de una media hora el coche frenó frente a un pequeño pueblo llamado Hogsmade.
El lugar era bastante parecido a el Callejón Diagón. Caminamos entre las casas y las tiendas mientras que Ginny nos explicaba a Lily y a mí. Nos contó que era el último pueblo habitado unicamente por magos de toda Gran Bretaña, también nos dijo que a partir de tercer curso se podía ir al pueblo los fines de semana. Eso explicaba por que veía a tantos niños entrando y saliendo de las tiendas.
Subimos a una especié de carruaje, que al parecer se movia solo y no llevó directos a las puertas de un gran castillo.
Hogwarts, el colegio de Magía y Hechicería.
Al lado de las grandes puertas de madera se encontraba una mujer mayor, de aspecto amable pero severo, que llevaba su pelo blanco recogido en un moño.
-Buenos días, Harry, Ginny -dijo la mujer con una sonrisa.
-Buen día profesora McGonagall -contestó Harry.
-Ella debe ser la tercera de sus hijos, espero que no se parezca a su hermano -dijo McGonagall refiriendose a Lily.
-No, el unico travieso es James.
-Bueno, mejor que no nos quedemos aquí fuera o nos vamos a congelar, pasad.
Entramos y pude ver como era el castillo por dentro. No era muy diferente a como me lo había imaginado. Paredes altisimas de piedra, alfombras rojas que cubrían los suelos, armaduras a ambos lados del pasillo... Me recordaba a los cuentos de princesas y principes que mi madre me contaba de pequeña...
-¿Os gustaría ir a ver a vustros hijos? Si no me equivoco estarán en el Gran Comedor, yo le voy a enseñar a Noa los recintos de la escuela.
-Si, gracias -dijo Ginny- ¿Vienes Lily?
-¿Me puedo quedar a ver el castillo con Noa? -preguntó la niña a McGonagall.
-Por mí no hay inconveniente.
-¡Viva! -gritó ella mientras me daba la mano. Luego nos marchamos por el lado opuesto al que iban los Potter.
McGonagall me mostró los jardines y las aulas, de tal modo que me las aprendí enseguida. Tmabién me previno sobre Peevs, el poltergeist del castilllo. Después de un rato hablando y yendo de un lado para otro nos volvimos a encontrar con los padres de Lily, que nos esperaban en la perta principal.
-Bueno, nosotros nos tenemos que marchar ya -dijo Harry.
-¡¿Tan pronto?! -exclamó Lily.
-Pero cariño -empezó su madre- llevamos aquí unas dos horas y el viaje de vuelta va a ser igual de largo que el de ida.
-Entiendo... -contestó Lily soltandose de mi mano- ¡Adios Noa!
Vi como las puertas se cerraban y ellos desaparecían tras ella. MacGonagall me guió hasta una salita.
-Ponte el uniforme y esperame aquí, yo vendré a buscarte dentro de un rato -me indicó.
Me senté en una de las butacas de la sala, frente al fuego y me cambié de ropa. Una vez ya con la túnica puesta me acomodé mejor y me puse a pensar en todo lo que McGonagall me había contado sobre la escuela.
Al parecer este lugar estaba dividido en cuatro casas, a los alumnos se les colocaba en cada una de ellas sagún sus respectivas habilidades. La primera era Ravenclaw, escogían a los más inteligentes y de mente más abierta, acontinuación Slytherin, allí solían entrar las personas que sabían lo que querían y lo conseguirían a cualquier precio, después tocaba Hufflepuff, en esta casa se aceptaba a cualquier persona leal y de buen corazón, que no le importe el trabajo duro y por ultimo estaba Grifyndor, en esta ultima estaban los valientes y atrevidos.
Volví a repasar los nombres de las casas, Ravenclaw, Slytherin, Hufflepuff y Gryfindor...
Gryfindor -pensé- debía ser casualidad, pero ese nombre...
De repente la puerta se abrió y pude ver a un muchacho de pelo negro que entraba intentando pasar desapercibido, pero no lo consiguió, yo estaba allí, yo le estaba viendo. En cuanto notó mi presencia en el sofá se le calló el alma al suelo, lo pude notar en su cara.
-Yo... esto... ¡No le digas a nadie que me has visto aquí! -gritó el chico.
-Pero yo... -intenté decir, pero no pude terminar la frase puesto que el muchacho ya se había marchado.
Lily12345678900
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Capitulo 3
Que muchacho más extraño, pensé.
Al cabo de un rato McGonagall entró en la sala y se sentó a mi lado.
-Bueno, casi es la hora en la que te presentarás a todos tus compañeros, ¿Estas lista?
No, pensé-Si.
-¿Pero sabrás que entras a segundo cierto? Tu aún tienes un nivel de primero, pero por tú edad no te podemos rebajar de curso. Vas a tener que esforzarte más que nadie.
-Entiendo -contesté poniéndome nerviosa.
-Pues entonces sígueme -hizo un movimiento de varita y la ropa que me acababa de quitar desapareció.
Me levanté del asiento y la seguí por la puerta que había al otro lado de la sala. Empecé a oír jaleo y me asusté, ¿Y si estaban equivocados? ¿Y si yo realmente no encajaba allí? Del estrés mi pelo se volvió dorado con mechas grises, estaba tan asustada que no conseguía volver a la normalidad. McGonagall abrió las puertas y el murmullo se intensificó hasta haberse convertido en un jaleo increíble. Seguí a la profesora hasta detrás de las mesas de los profesores y ella me indicó que esperara a que me llamara. Así lo hice, y poco a poco conseguí recuperar mi tono pelirrojo. La profesora mandó silencio y empezó ha hablar.
-Supongo, que todos os estaréis preguntando que dónde esta la comida -Hubo un murmullo general y caras de aceptación por parte de la mayoría de los alumnos- Pues veréis, antes de empezar a comer tengo darles un anuncio importante -McGonagall hizo un gesto para que me acercara, respiré hondo y caminé hasta su lado, otro murmullo invadió la sala- Ella es Noa Lover, alumna de Hogwarts desde hoy.
-¡Pero si es la chica del periódico! -Gritó un niño, otro murmullo invadió la sala.
-Ella entrará a segundo curso y será vuestra nueva compañera de clases, espero que la tratéis bien- hubo un aplauso y me puse colorada y al parecer mi cabello también puesto que hubo una gran "Oh...", lo regresé a la normalidad casi enseguida. La profesora McGonagall me indicó que me sentara en un taburete.
-Comencemos con la selección -la profesora cogió un viejo sombrero y me lo colocó en la cabeza, casi en el mismo instante en el que me rozó el sombrero dio una exclamación de asombro, haciendo que mi pelo se pusiera gris.
-Mm..... -murmuró el sombrero en mi oreja- ¡Oh! Metamorfomaga, muy interesante... Veo que procedes de una familia muy antigua, eh. Mm... ¡Madre mía, si que es una muy buena familia! Nunca pensé en conocer a alguien de esta descendencia, claro que no... Pero bueno, con solo saber quienes son tus antepasados ya está claro a que casa irás... -el sombrero se calló durante unos segundos y luego gritó- ¡GRYFINDOR!
La mesa que estaba en el fondo se puso en pie y empezó a aplaudir. Me tranquilicé, por lo menos mi cabello había vuelto a la normalidad. La profesora me indicó que fuera hacía ellos y así lo hice. Al cabo de unos momentos estaba rodeada por un montón de curiosos, pero yo no les hacía mucho caso, estaba más centrada en comer que en responder a sus preguntas. Hasta que alguien me agarró el brazo y me hizo girarme hacía el. Era un muchacho alto, de cabello castaño y ojos azules como el cielo, ¿Que querría?
-¿Si? -dije apartando mi brazo, que él aún lo tenía sujeto.
-¿Podrías contestar a mi pregunta? -dijo en un tono gélido.
-Si primero me la formulas tal vez lo haga -respondí secamente. El chico me soltó.
-Y bien ¿Por que no has entrado en la escuela a principio de curso como todos los demás? -inquirió de forma arrogante.
Que quería ese chaval de mí, si lo quiere saber que lea el periódico, que ahí lo dice todo, o eso creo... Igualmente era un tema delicado y no pensaba responderle- Ese tema no te incumbe -me volví a girar y cuando estaba a punto de volver a empezar a comer el chico me volvió a agarrar.
-¿Que quieres ahora? -pregunté secamente.
-Que contestes a mi pregunta.
-Ya lo he hecho, ahora si me permites, quiero cenar.
-No, perdona, pero no has contestado, si no que la has evadido -dijo con una mueca.
-Yo nunca dije que te fuera a decir lo que querías -me volví a girar.
-Pero me lo vas a decir, ¿Verdad? -me puso las manos sobre los hombros y empezó a apretar, haciéndome bastante daño. Eso ya colmó el vaso. Mi pelo se empezó a tornar negro.
-¿Que es lo que quieres? -le espeté.
-Que contestes a mi pregunta.
-Crees que soy idiota, ese tema no te importa -me había dado completamente la vuelta y le miraba a los ojos desafiante- si quieres saber algo haz suposiciones o lee el periódico, lo que quieras, pero ahora me vas a dejar comer tranquila o…
-¿O que? -preguntó el chico en tono burlón.
-O te daremos una tunda de la que no vas a salir vivo, Phoenix -me giré, a mi lado había aparecido un chico de pelo negro y ojos verdes que reconocí como el muchacho de la habitación. El tal Phoenix se debió acobardar puesto que se dio la vuelta y se marchó por dónde había venido, de la mesa de Slytherin.
-¡Gracias! -le dije animadamente al chico que me había ayudado.
-Un placer, soy Albus Severus -dijo ofreciéndome la mano.
-Yo Noa Lover, un gusto -contesté estrechándosela- Mm..... No tendrás por casualidad una hermana llamada Lily ¿No?
-Esto... si... ¿Pero como es que sabes eso?
-Bueno... la verdad es que conozco a tus padres y a tu hermana, ellos fueron los que me inscribieron aquí.
-¡Ah! Entonces tú debes de ser la chica que me dijo Lily en su carta.
-¿Cuando tuvo tiempo Lily de enviar una carta?
-A las tres de la mañana... -contestó el chico un tanto cortado.
Me empecé a reír y el muchacho se contagió. Albus se sentó a mi lado y comenzamos ha hablar. Después de un rato una chica pelirroja se nos acercó por detrás y nos saludó.
-¡Hola! -dijo la muchacha animadamente.
-Hola Rose -contestó Albus- ¿Te quieres sentar con nosotros?
-¡Claro! -Rose sentó ami lado y se presentó- Hola, soy Rose Weasley, un gusto.
-Igualmente -contesté sonriendo-
-Oye Albus, ¿Que haces en la mesa de Gryfindor? ¿Tú no eras de Slytherin? -preguntó Rose.
-Si... pero...-Albus miró para todos lados buscando una excusa- ¡Quería verte primita! -contestó mientras abrazaba a Rose.
-Ja. No me lo creo, ahora dime la verdad.
-Pues... -empezó el buscando algo para no tener que decir nada, le interrumpí.
-Me ha ayudado -dije mirando a Albus significativamente- Un chico de Slytherin llamado Phoenix me a empezado a molestar y Albus me a defendido.
-¿Phoenix? ¿Jack Phoenix? ¡Ya verá ese engreído cuando le vea! -gritó Rose.
Albus y yo nos miramos y comenzamos a reír. Después de todo quedarme en Hogwarts no sería tan malo como pensé.
Estuvimos hablando durante un rato hasta que cada uno nos fuimos a nuestra respectiva sala común. Rose y yo ya nos habíamos hecho buenas amigas. Ella me guió por los pasadizos y escaleras hasta llegar al retrato de la dama gorda, esa era la entrada a nuestra sala común.
-¿Contraseña? -preguntó la mujer del cuadro, sí, todos los cuadros de Hogwarts hablan, era bien extraño...
-Olvidattem -dijo Rose, el cuadro se abrió como si fuera una puerta.
Entramos por el agujero y cuando pude ver bien la sala me quedé asombrada. Era una acogedora habitación con una gran chimenea dónde también habían colocados unos cuantos sofás. Distribuidas por el lugar habían varías mesas dónde aún quedaban restos de pergaminos y tinta, dando a entender que hace poco habían estado escribiendo allí.
Todo estaba decorado con colores rojos y dorados, era preciosa.
Rose me guió hacía unas escaleras que había al fondo de la sala, las de la derecha conducían a las habitaciones femeninas, mientras que las de la izquierda a las masculinas. Subimos por las primeras y cuando Rose me iba a enseñar su habitación ambas nos quedamos congeladas ante la puerta. Ahora en vez de haber un cartel con solamente el nombre de Rose (Ya que ella había tenido la suerte de no compartir habitación con nadie) había otro en el que también estaba el mío. Nos miramos sorprendidas y entramos al cuarto. Justo al lado de la cama de Rose había otra en la que ya estaban colocadas todas mis cosas. Miré a mi nueva compañera entusiasmada y pude contemplar como a ella también se la ensanchaba la sonrisa. ¡Que guay!
Nos sentamos en mi cama y nos pusimos ha hablar. Pasó un rato y cuando ya no se me ocurría que más decir Rose volvió a comentar algo, la escuché con atención.
-Y... ¿Es cierto lo que dice el periódico?
-¿Sobre que? -intenté hacerme la tonta, pero no funcionó.
-Pues sobre lo de tus padres, ya sabes...
-Ah, eso... Realmente no sé que dice el periódico, no lo he leído.
-Aquí tengo una copia, toma -me ofreció un conjunto de pergaminos. En el primero, que me imaginé tendría que ser la portada, ponía "El Profeta". En la primera página podía verse una foto mía y de mis padres. Empecé a leer.
"El día 28 de Octubre el Ministerio de Magia fue informado de la desaparición de una familia de magos en extrañas circunstancias. Al parecer un vecino Muggle avisó a la policía cuando se dio cuenta de que la puerta de la casa estaba abierta y de dentro no salía ningún sonido. Cuando dichos agentes, junto con nuestros espías, entraron al lugar, determinaron un caso de secuestro, por parte de los Muggles decretaron que habían secuestrado a la familia y habían intentado robar en la casa, sin embargo los espías del Ministerio confirman que en la casa había señales de una pelea mágica. El lugar en cuestión estaba completamente destrozado cuando los agentes llegaron. Después de todo el alboroto se ha decretado que a partir de ahora los magos deberán poner mayor esfuerzo en sus propia seguridad, ya que es muy probable que alguna amenaza ande suelta y que..."
Cerré el periódico y se lo devolví a Rose.
-¿Y bien? -preguntó ella.
-No se si es verdad o no.
-¿Como no lo vas a saber?
-Muy sencillo. Yo llevo viviendo estos últimos 12 años una vida Muggle. Jamás pensé en que mis padre o yo tuviéramos algo que ver con la magia, realmente hasta ahora no creía en ella para nada. El día 27 volvía del colegio para celebrar mi cumpleaños con mis padres y cuando llegué todo estaba hecho un caos, mis padres habían desaparecido y solo me habían dejado una carta diciéndome que hacer y a dónde ir.
-Lo siento, no debí preguntarte... -dijo la pelirroja bajando la cabeza.
-No te preocupes -contesté sonriendo.
-¿Y a dónde te dijeron que te escondieras?
-A casa de Albus, pero claro, en ese momento allí solo estaban Ginny, Harry y Lily.
-Entiendo...
Después de aquella aclaración volvimos a cambiar de tema, hasta que de repente caí en la cuenta de que hoy era Domingo y que al día siguiente tendría mi primer día de clase.
-Oye Rose, ¿A que curso vas?
-A primero ¿Por?
-Oh, no...-estaba perdida, mi cabello se volvió dorado y gris otra vez.
-¿Estas bien?
-¡No! -dije sinceramente- ¡Soy un año mayor que tu!
-¿Y cual es el problema?
-Pues que mañana voy a estar completamente sola con un montón de desconocidos...
-No te preocupes, de seguro haces amigos fácilmente.
-Eso espero... -contesté un poco afligida.
-¿Que te toca a primera hora? Tal vez vallamos en la misma dirección.
-Mm… -saqué mi horario de mi bolsillo y lo abrí- Encantamientos con Flitwick ¿Y a ti?
-Vuelo en escoba... Me da a mi que nuestras clases están bien lejos una de la otra...
-Ya veo... -mi pelo se tornó azul pálido.
-¿Que significa cada color de tu cabello?
-Mm...... El azul que estoy triste, el rojo avergonzada, negro enfadada, amarillo o verde feliz, dorado nerviosa, naranja sorprendida, gris asustada y... Bueno, por ahora solo conozco esos.
-¿Nunca has experimentado otro tipo de emociones?
-¡Claro que si! Lo que pasa es que para que mi cabello cambie de color o tengo que estar completamente sumergida en ese sentimiento, sentirme muy a gusto en el lugar en el que estoy o no preocuparme por los cambios de aspecto, en el último caso estaría cambiando de color por cada cosa insignificante que se me pasar por la cabeza
-¿Y ahora?
-Mm..... ¡Las tres! -nos echamos a reír.
Al cabo de un rato nos pusimos los pijamas y nos acostamos. Me moría de sueño.
(...)
Me desperté con los primeros rayos de sol y miré a mí alrededor. Rose todavía estaba en la cama. Aprovechando que había sido la primera en levantarme me fui a dar una ducha y me quedé pensando en lo que haría el día de hoy. Salí roja como un tomate, el agua estaba demasiado caliente.
Me vestí y me miré al espejo. Chasqué la lengua. Ya llevaba mucho tiempo con el mismo aspecto y eso me ponía nerviosa. Pensé en una imagen que me gustara, pelo castaño largo y liso, si, eso estaría bien, una vez hecho el cambio me hice dos trenzas bajas, estaba lista. Cuando salí del baño Rose ya se había despertado.
-Hola dormilona -la saludé.
-Buenos días Noa -contestó ella mientras bostezaba- ya veo que lo que me dijiste ayer era cierto.
-¿El que?
-Pues eso de que no te gustaba estar mucho tiempo con la misma apariencia.
-Ah, ¡Cierto! -sonreí.
-Oye, me voy a la ducha, será mejor que no me esperes.
-Vale, nos vemos.
Bajé las escaleras hasta la sala común, en la que ya había gente.
Crucé hasta el cuadro y salí al pasillo. Respiré profundamente y me puse en camino al Gran Comedor. Una vez dentro me fui a sentar dónde el día anterior, a la mesa de Gryfindor. Allí pude reconocer a algunos de los chicos que había visto ayer, pero realmente no conocía a ninguno de ellos. Me serví unas cuantas tostadas con mermelada de fresa y me bebí de un tragó la leche con chocolate. Aún quedaban unos cuantos minutos hasta que las clases comenzaran, por lo que decidí marcharme a algún lugar tranquilo a leer los libros de primero.
Salí del Gran Comedor y me encaminé hacía el aula de Encantamientos. Una vez allí me senté en la repisa de la ventana y me puse a leer. Realmente eran libros interesantes y se aprendían muy rápido. Cando la campana sonó yo ya me había aprendido toda la teoría. Ahora solo faltaba la práctica, tragué saliva. Los alumnos ya llegaban, me puse de pie y me uní a la fila para entrar en clase.
Entré la última, y como tal me senté atrás del todo, así no destacaría. Me senté a la derecha de un muchacho que hablaba animadamente con sus compañeros de alante. Al cabo de unos minutos la clase comenzaba y todos guardaron silencio. El chico que tenía al lado me sonrió y yo le correspondí.
-Hola, soy James.
-Noa, encantada -dije mientras le estrechaba la mano.
El profesor pidió silencio y comenzamos con la lección.
-Hoy volveremos a practicar el hechizo Lumus máxima que estuvimos ensayando los días anteriores. Recordad que para realizar este conjuro debéis concentrar vuestra energía en la varita para que esta sea expulsada en forma de luz, ¿Preparados?
Adelante.
El profesor Flitwick se me acercó y empezó ha hablar conmigo antes siquiera de dejarme sacar la varita.
-Señorita Lover, será mejor que usted comience con un simple Lumus -Miré a mis compañeros, ninguno había conseguido realizar el conjuro, ¿Si ellos no podían, realmente lo podría hacer yo? Asentí con la cabeza y saqué mi varita.
-Lumus... -susurré, de la varita salió un haz de luz que hizo que el profesor me mirara asombrado.
-¿Habías hecho este conjuro alguna vez? -me preguntó boquiabierto.
-No, esta es la primera vez que uso la varita -los ojos del profesor pasaron de mi a la varita y otra vez a mi- Bueno, ahora prueba con un Lumus Dúo.
-Lumus dúo... -volví a susurrar, de la varita volvió a surgir un haz de luz, pero esta vez más suave, el profesor estaba aún más asombrado.
-Ahora haz un Lumus Solem -dijo mientras en su cara iba apareciendo una pequeña sonrisa.
-Lumus Solem... -mi varita emitió una agradable y una caliente luz parecida a la del sol que hizo que la cara del profesor se iluminara.
-¡Increíble! ¡Solamente increíble! ¡Tienes un talento nato para los conjuros! ¡Ahora intenta un Lumos máxima!
-Vale... -susurre- ¡Lumus máxima! -grité, la sala se inundó en una gran luz, tanta que tuve que entrecerrar los ojos para poder ver a mi alrededor. Toda la clase me miraba y mi pelo se tiñó de un rojo intenso, dando a entender que me moría de vergüenza.
-¡5 puntos para Gryfindor! -gritó Flitwick- ¡No, mejor 10! ¡Aún mejor, 20 puntos! -gritó dando saltos por toda la sala. Me dieron ganas de que se me tragara la tierra. Me encogí en mi asiento. No podría pasar más vergüenza.
James me miraba con la boca completamente abierta y no pude reprimir una pequeña risa que le hizo reaccionar y cerrar la boca de golpe. Me miraba entre enfadado y asombrado.
-Mm..... Esto... ¿Estás bien? -le pregunté.
-Oh, si, muy bien -dijo de una forma irónica que no me gustó nada.
-¿Te he hecho algo? -le dije ya sin sonreír.
-Oh, no se, tal vez venir aquí haciéndote la inocente y luego ponerte a destacar -contestó de forma hiriente.
-¡¿Perdona?! -mi cabello se empezó a teñir del mismo color azabache que tenía él- A mi no me vengas de chulito, que tú no tienes ni idea de todo por lo que yo he pasado -les espeté.
-A si que después de todo, esta es tu verdadera personalidad ¿No? La de una chica arrogante.
Ya había colmado el vaso- Tu no tienes ni idea de cómo soy yo, a si que no me vengas aquí de sabelotodo, por que me e cansado de ser amable contigo.
-¿Es que acaso alguna vez lo has sido? -me dijo el levantando una ceja.
Le miré a los ojos desafiante y pude ver que eran de un preciosos color chocolate -Lo he intentado, pero con chicos como tú a veces es imposible -contesté irritada. En ese momento sonó el timbre y yo recogí mis cosas y me marché. ¿Quien se creía que era él para ir hablando de los demás?
Miré mi horario, me tocaba Historia de la Magia, según me había contado Rose era la clase más aburrida de todas, lo llevaba claro. Cuando estaba por llegar a la clase alguien me agarró de a túnica, me giré y para mi sorpresa era Albus.
-¡Hola, Albus! ¿Que haces aquí?
-Eso mismo te iba a preguntar yo, al parecer nos toca clase juntos.
-¿Primero y segundo?
-Si, lo llevan haciendo así desde hace años.
-¡Pues que bien! -entramos al aula hablando tranquilamente y nos sentamos lo más apartados de la vista del profesor posible. La clase estaba ya llena de Slytherins y algunos Gryfindors pusieron cara de horror al entrar en clase. Me giré a mirar si quedaba alguien que aún no hubiera pasado y ahí estaba, el estúpido de James, hablando en la puerta con una chica que se reía y pestañeaba seductoramente.
-¿Pero que le ocurre a ese chico? -dije asqueada.
-Bah, no te preocupes por el, es así de nacimiento.
-¿Le conoces? -pregunté intrigada.
-Si, es mi hermano.
-¡Pues quiero que sepas que es odioso!
Albus comenzó a reír- Eso ya lo sabía. Será mejor que no te acerques a él si no quieres meterte en problemas.
-¿Problemas? Ese es mi segundo nombre.
-¿Es que tú tienes un segundo nombre? -preguntó Albus entre risas.
-¡Claro que no! Solo era una forma de hablar -ambos empezamos a reír.
-Que, ¿Haciendo amistades con el enemigo? ¿No tuviste suficiente con quedar en Slytherin? -preguntó una voz desde atrás.
Albus y yo nos giramos. Allí de pie estaba James. No reprimí una mueca de asco.
-Que, ¿Ya no estás con Marta? Si no recuerdo mal el otro día decías que tenía unas piernas bonitas -inquirió Albus.
-Nah, Marta ya no me llama la atención, ahora voy con Angelina -contestó James sentándose a nuestro lado y apoyándose contra la pared en aspecto relajado.
-Ah, ya veo… Lo que te pasa es que eres un mujeriego redomado – le dije en tono burlón.
-¿Y qué si lo soy? Contigo no lo intentaría nunca.
-Ja. Eso dices ahora, pero antes en Encantamientos no pensabas lo mismo.
-Pero eso fue… -dijo algo cortado, le interrumpí…
-¿Antes de que vieras que no era una chica fácil?
-Dí lo que quieras, ahora si me lo permitís voy a dormir – dijo mientras se acomodaba y cerraba los ojos. Al cabo de un rato empecé a hablar con Albus.
-Hey, mira lo que me ha prestado tu prima – saqué de mi mochila una pluma y la coloqué en posición para escribir.
-¿Qué tiene de especial esa pluma?
-Esto… -solté la pluma y esta empezó a escribir en una hoja de papel todo lo que decía el profesor.
-¡Guau! ¿De dónde la habrá sacado Rose?
-Ni idea, pero después de advertirme que esta clase era un rollo me la prestó diciéndome que me serviría. Si quieres después de clase te paso una copia de lo que escriba la pluma.
-Genial, con esto nos vamos a ahorrar el intentar mantenernos despiertos – contestó Albus en medio de un bostezo.
Pasamos el resto de la hora echando un ahorcado, al que siempre ganaba yo. Después de clase nos separamos, nosotros teníamos Defensa Contra las Artes Oscuras (DCAO) mientras que ellos tenían ahora Transformaciones.
Subí las escaleras hacía la próxima aula intentando no hacer caso de lo que James me decía. Cuando llegamos al aula solo faltábamos nosotros. Al final yo me senté en primera fila, junto a un muchacho de Ravenclaw.
-Bueno, antes de comenzar la clase me gustaría anunciaros que las inscripciones para el club de duelo estará abiertas a partir de las 18.00, el plazo se cerrara el 30 de Octubre y las clases empezarán el 1 de Noviembre a las 17.00 en el Gran Comedor.
-¡Pero eso es mañana! – gritó un alumno.
-Lo sé, pero como este año la directora ha decidido hacer un baile de mascaras en
Halloween no podemos retrasar más el plazo de inscripción.
Miré al profesor con los ojos como platos y pude observar cómo este se ponía la mano en la boca, en señal de que había hablado de más.
-¡Yo no os he dicho nada! ¡¿Entendido?! ¡Haced cómo si no se me hubiese escapado!
La clase entera empezó a reír. Al final de la hora aún se podían oír comentarios sobre el Club de Duelo. Todo el mundo estaba ansioso, yo la que más, pues eso, que me iba a apuntar.
Fui al Gran Comedor. Me moría de hambre. Cuando entré y me senté pude notar la mirada de algunas personas en mi nuca, ¿Es que no tenían vidas propias?
-¡Noa! ¡Noa! – me giré, Rose se acercaba a mi corriendo con algo en la mano.
-¡Hola Rose! ¿Qué ocurre que vas con tantas prisas?
-¡Vuelves a salir en el periódico!
-¡¿Qué salgo dónde?!
-Esta vez es en el escolar, mira.
Le arranqué el periódico de las manos y empecé a leer.
“La alumna Noa Lover, que se integró tarde al curso, ha demostrado que es una mentirosa. Después de llegar a la escuela, supuestamente sin saber nada de magia, ha demostrado saber más del tema que sus propios compañeros de clase. Esta mañana interrogamos al profesor Flitwick, de Encantamientos y el nos contestó:
-¡Es la mejor alumna que he tenido! ¡Ha realizo un Lumus Máxima a la primera! ¡Realmente increíble!
Al parecer esta alumna no solo destaca por ser una mentirosa, sino que además presume que es la única Metamorfomaga de todo Hogwarts llevando una apariencia diferente a cada momento. Después de unas cuantas investigaciones más uno de sus compañeros de clase declaró lo siguiente:
-Se hace la buena, pero realmente es una chica a la que la gusta destacar. Ella es muy arrogante.
Si esto es lo que opinan sus compañeros en su primer día, ¿Qué pasará el resto del curso?”
Le devolví el periódico a Rose, que me abrazó tras ver mi súbito cambio de color en el cabello, primero se puso naranja, luego pasó a gris y por último se quedó en un azul pálido que ni yo había visto nunca, me puse a llorar.
-Yo sé que es mentira… -intentó tranquilizarme Rose.
-No me lo puedo creer…
-¿Quién habrá declarado eso contra ti?
-No se, pero esa declaración la han sacado de una conversación que tuve con tu primo… -sollocé.
-¿Con Albus?
-No, con James – la miré a la cara- ¿Estás bien?
-Cuando lo vea le mato… -susurró Rose para sí misma.
-Haz lo que quieras, pero yo me voy de aquí, no me siento a gusto – diciendo eso me levanté y con la poca dignidad que me quedaba salí del Comedor.
Al cabo de un rato McGonagall entró en la sala y se sentó a mi lado.
-Bueno, casi es la hora en la que te presentarás a todos tus compañeros, ¿Estas lista?
No, pensé-Si.
-¿Pero sabrás que entras a segundo cierto? Tu aún tienes un nivel de primero, pero por tú edad no te podemos rebajar de curso. Vas a tener que esforzarte más que nadie.
-Entiendo -contesté poniéndome nerviosa.
-Pues entonces sígueme -hizo un movimiento de varita y la ropa que me acababa de quitar desapareció.
Me levanté del asiento y la seguí por la puerta que había al otro lado de la sala. Empecé a oír jaleo y me asusté, ¿Y si estaban equivocados? ¿Y si yo realmente no encajaba allí? Del estrés mi pelo se volvió dorado con mechas grises, estaba tan asustada que no conseguía volver a la normalidad. McGonagall abrió las puertas y el murmullo se intensificó hasta haberse convertido en un jaleo increíble. Seguí a la profesora hasta detrás de las mesas de los profesores y ella me indicó que esperara a que me llamara. Así lo hice, y poco a poco conseguí recuperar mi tono pelirrojo. La profesora mandó silencio y empezó ha hablar.
-Supongo, que todos os estaréis preguntando que dónde esta la comida -Hubo un murmullo general y caras de aceptación por parte de la mayoría de los alumnos- Pues veréis, antes de empezar a comer tengo darles un anuncio importante -McGonagall hizo un gesto para que me acercara, respiré hondo y caminé hasta su lado, otro murmullo invadió la sala- Ella es Noa Lover, alumna de Hogwarts desde hoy.
-¡Pero si es la chica del periódico! -Gritó un niño, otro murmullo invadió la sala.
-Ella entrará a segundo curso y será vuestra nueva compañera de clases, espero que la tratéis bien- hubo un aplauso y me puse colorada y al parecer mi cabello también puesto que hubo una gran "Oh...", lo regresé a la normalidad casi enseguida. La profesora McGonagall me indicó que me sentara en un taburete.
-Comencemos con la selección -la profesora cogió un viejo sombrero y me lo colocó en la cabeza, casi en el mismo instante en el que me rozó el sombrero dio una exclamación de asombro, haciendo que mi pelo se pusiera gris.
-Mm..... -murmuró el sombrero en mi oreja- ¡Oh! Metamorfomaga, muy interesante... Veo que procedes de una familia muy antigua, eh. Mm... ¡Madre mía, si que es una muy buena familia! Nunca pensé en conocer a alguien de esta descendencia, claro que no... Pero bueno, con solo saber quienes son tus antepasados ya está claro a que casa irás... -el sombrero se calló durante unos segundos y luego gritó- ¡GRYFINDOR!
La mesa que estaba en el fondo se puso en pie y empezó a aplaudir. Me tranquilicé, por lo menos mi cabello había vuelto a la normalidad. La profesora me indicó que fuera hacía ellos y así lo hice. Al cabo de unos momentos estaba rodeada por un montón de curiosos, pero yo no les hacía mucho caso, estaba más centrada en comer que en responder a sus preguntas. Hasta que alguien me agarró el brazo y me hizo girarme hacía el. Era un muchacho alto, de cabello castaño y ojos azules como el cielo, ¿Que querría?
-¿Si? -dije apartando mi brazo, que él aún lo tenía sujeto.
-¿Podrías contestar a mi pregunta? -dijo en un tono gélido.
-Si primero me la formulas tal vez lo haga -respondí secamente. El chico me soltó.
-Y bien ¿Por que no has entrado en la escuela a principio de curso como todos los demás? -inquirió de forma arrogante.
Que quería ese chaval de mí, si lo quiere saber que lea el periódico, que ahí lo dice todo, o eso creo... Igualmente era un tema delicado y no pensaba responderle- Ese tema no te incumbe -me volví a girar y cuando estaba a punto de volver a empezar a comer el chico me volvió a agarrar.
-¿Que quieres ahora? -pregunté secamente.
-Que contestes a mi pregunta.
-Ya lo he hecho, ahora si me permites, quiero cenar.
-No, perdona, pero no has contestado, si no que la has evadido -dijo con una mueca.
-Yo nunca dije que te fuera a decir lo que querías -me volví a girar.
-Pero me lo vas a decir, ¿Verdad? -me puso las manos sobre los hombros y empezó a apretar, haciéndome bastante daño. Eso ya colmó el vaso. Mi pelo se empezó a tornar negro.
-¿Que es lo que quieres? -le espeté.
-Que contestes a mi pregunta.
-Crees que soy idiota, ese tema no te importa -me había dado completamente la vuelta y le miraba a los ojos desafiante- si quieres saber algo haz suposiciones o lee el periódico, lo que quieras, pero ahora me vas a dejar comer tranquila o…
-¿O que? -preguntó el chico en tono burlón.
-O te daremos una tunda de la que no vas a salir vivo, Phoenix -me giré, a mi lado había aparecido un chico de pelo negro y ojos verdes que reconocí como el muchacho de la habitación. El tal Phoenix se debió acobardar puesto que se dio la vuelta y se marchó por dónde había venido, de la mesa de Slytherin.
-¡Gracias! -le dije animadamente al chico que me había ayudado.
-Un placer, soy Albus Severus -dijo ofreciéndome la mano.
-Yo Noa Lover, un gusto -contesté estrechándosela- Mm..... No tendrás por casualidad una hermana llamada Lily ¿No?
-Esto... si... ¿Pero como es que sabes eso?
-Bueno... la verdad es que conozco a tus padres y a tu hermana, ellos fueron los que me inscribieron aquí.
-¡Ah! Entonces tú debes de ser la chica que me dijo Lily en su carta.
-¿Cuando tuvo tiempo Lily de enviar una carta?
-A las tres de la mañana... -contestó el chico un tanto cortado.
Me empecé a reír y el muchacho se contagió. Albus se sentó a mi lado y comenzamos ha hablar. Después de un rato una chica pelirroja se nos acercó por detrás y nos saludó.
-¡Hola! -dijo la muchacha animadamente.
-Hola Rose -contestó Albus- ¿Te quieres sentar con nosotros?
-¡Claro! -Rose sentó ami lado y se presentó- Hola, soy Rose Weasley, un gusto.
-Igualmente -contesté sonriendo-
-Oye Albus, ¿Que haces en la mesa de Gryfindor? ¿Tú no eras de Slytherin? -preguntó Rose.
-Si... pero...-Albus miró para todos lados buscando una excusa- ¡Quería verte primita! -contestó mientras abrazaba a Rose.
-Ja. No me lo creo, ahora dime la verdad.
-Pues... -empezó el buscando algo para no tener que decir nada, le interrumpí.
-Me ha ayudado -dije mirando a Albus significativamente- Un chico de Slytherin llamado Phoenix me a empezado a molestar y Albus me a defendido.
-¿Phoenix? ¿Jack Phoenix? ¡Ya verá ese engreído cuando le vea! -gritó Rose.
Albus y yo nos miramos y comenzamos a reír. Después de todo quedarme en Hogwarts no sería tan malo como pensé.
Estuvimos hablando durante un rato hasta que cada uno nos fuimos a nuestra respectiva sala común. Rose y yo ya nos habíamos hecho buenas amigas. Ella me guió por los pasadizos y escaleras hasta llegar al retrato de la dama gorda, esa era la entrada a nuestra sala común.
-¿Contraseña? -preguntó la mujer del cuadro, sí, todos los cuadros de Hogwarts hablan, era bien extraño...
-Olvidattem -dijo Rose, el cuadro se abrió como si fuera una puerta.
Entramos por el agujero y cuando pude ver bien la sala me quedé asombrada. Era una acogedora habitación con una gran chimenea dónde también habían colocados unos cuantos sofás. Distribuidas por el lugar habían varías mesas dónde aún quedaban restos de pergaminos y tinta, dando a entender que hace poco habían estado escribiendo allí.
Todo estaba decorado con colores rojos y dorados, era preciosa.
Rose me guió hacía unas escaleras que había al fondo de la sala, las de la derecha conducían a las habitaciones femeninas, mientras que las de la izquierda a las masculinas. Subimos por las primeras y cuando Rose me iba a enseñar su habitación ambas nos quedamos congeladas ante la puerta. Ahora en vez de haber un cartel con solamente el nombre de Rose (Ya que ella había tenido la suerte de no compartir habitación con nadie) había otro en el que también estaba el mío. Nos miramos sorprendidas y entramos al cuarto. Justo al lado de la cama de Rose había otra en la que ya estaban colocadas todas mis cosas. Miré a mi nueva compañera entusiasmada y pude contemplar como a ella también se la ensanchaba la sonrisa. ¡Que guay!
Nos sentamos en mi cama y nos pusimos ha hablar. Pasó un rato y cuando ya no se me ocurría que más decir Rose volvió a comentar algo, la escuché con atención.
-Y... ¿Es cierto lo que dice el periódico?
-¿Sobre que? -intenté hacerme la tonta, pero no funcionó.
-Pues sobre lo de tus padres, ya sabes...
-Ah, eso... Realmente no sé que dice el periódico, no lo he leído.
-Aquí tengo una copia, toma -me ofreció un conjunto de pergaminos. En el primero, que me imaginé tendría que ser la portada, ponía "El Profeta". En la primera página podía verse una foto mía y de mis padres. Empecé a leer.
"El día 28 de Octubre el Ministerio de Magia fue informado de la desaparición de una familia de magos en extrañas circunstancias. Al parecer un vecino Muggle avisó a la policía cuando se dio cuenta de que la puerta de la casa estaba abierta y de dentro no salía ningún sonido. Cuando dichos agentes, junto con nuestros espías, entraron al lugar, determinaron un caso de secuestro, por parte de los Muggles decretaron que habían secuestrado a la familia y habían intentado robar en la casa, sin embargo los espías del Ministerio confirman que en la casa había señales de una pelea mágica. El lugar en cuestión estaba completamente destrozado cuando los agentes llegaron. Después de todo el alboroto se ha decretado que a partir de ahora los magos deberán poner mayor esfuerzo en sus propia seguridad, ya que es muy probable que alguna amenaza ande suelta y que..."
Cerré el periódico y se lo devolví a Rose.
-¿Y bien? -preguntó ella.
-No se si es verdad o no.
-¿Como no lo vas a saber?
-Muy sencillo. Yo llevo viviendo estos últimos 12 años una vida Muggle. Jamás pensé en que mis padre o yo tuviéramos algo que ver con la magia, realmente hasta ahora no creía en ella para nada. El día 27 volvía del colegio para celebrar mi cumpleaños con mis padres y cuando llegué todo estaba hecho un caos, mis padres habían desaparecido y solo me habían dejado una carta diciéndome que hacer y a dónde ir.
-Lo siento, no debí preguntarte... -dijo la pelirroja bajando la cabeza.
-No te preocupes -contesté sonriendo.
-¿Y a dónde te dijeron que te escondieras?
-A casa de Albus, pero claro, en ese momento allí solo estaban Ginny, Harry y Lily.
-Entiendo...
Después de aquella aclaración volvimos a cambiar de tema, hasta que de repente caí en la cuenta de que hoy era Domingo y que al día siguiente tendría mi primer día de clase.
-Oye Rose, ¿A que curso vas?
-A primero ¿Por?
-Oh, no...-estaba perdida, mi cabello se volvió dorado y gris otra vez.
-¿Estas bien?
-¡No! -dije sinceramente- ¡Soy un año mayor que tu!
-¿Y cual es el problema?
-Pues que mañana voy a estar completamente sola con un montón de desconocidos...
-No te preocupes, de seguro haces amigos fácilmente.
-Eso espero... -contesté un poco afligida.
-¿Que te toca a primera hora? Tal vez vallamos en la misma dirección.
-Mm… -saqué mi horario de mi bolsillo y lo abrí- Encantamientos con Flitwick ¿Y a ti?
-Vuelo en escoba... Me da a mi que nuestras clases están bien lejos una de la otra...
-Ya veo... -mi pelo se tornó azul pálido.
-¿Que significa cada color de tu cabello?
-Mm...... El azul que estoy triste, el rojo avergonzada, negro enfadada, amarillo o verde feliz, dorado nerviosa, naranja sorprendida, gris asustada y... Bueno, por ahora solo conozco esos.
-¿Nunca has experimentado otro tipo de emociones?
-¡Claro que si! Lo que pasa es que para que mi cabello cambie de color o tengo que estar completamente sumergida en ese sentimiento, sentirme muy a gusto en el lugar en el que estoy o no preocuparme por los cambios de aspecto, en el último caso estaría cambiando de color por cada cosa insignificante que se me pasar por la cabeza
-¿Y ahora?
-Mm..... ¡Las tres! -nos echamos a reír.
Al cabo de un rato nos pusimos los pijamas y nos acostamos. Me moría de sueño.
(...)
Me desperté con los primeros rayos de sol y miré a mí alrededor. Rose todavía estaba en la cama. Aprovechando que había sido la primera en levantarme me fui a dar una ducha y me quedé pensando en lo que haría el día de hoy. Salí roja como un tomate, el agua estaba demasiado caliente.
Me vestí y me miré al espejo. Chasqué la lengua. Ya llevaba mucho tiempo con el mismo aspecto y eso me ponía nerviosa. Pensé en una imagen que me gustara, pelo castaño largo y liso, si, eso estaría bien, una vez hecho el cambio me hice dos trenzas bajas, estaba lista. Cuando salí del baño Rose ya se había despertado.
-Hola dormilona -la saludé.
-Buenos días Noa -contestó ella mientras bostezaba- ya veo que lo que me dijiste ayer era cierto.
-¿El que?
-Pues eso de que no te gustaba estar mucho tiempo con la misma apariencia.
-Ah, ¡Cierto! -sonreí.
-Oye, me voy a la ducha, será mejor que no me esperes.
-Vale, nos vemos.
Bajé las escaleras hasta la sala común, en la que ya había gente.
Crucé hasta el cuadro y salí al pasillo. Respiré profundamente y me puse en camino al Gran Comedor. Una vez dentro me fui a sentar dónde el día anterior, a la mesa de Gryfindor. Allí pude reconocer a algunos de los chicos que había visto ayer, pero realmente no conocía a ninguno de ellos. Me serví unas cuantas tostadas con mermelada de fresa y me bebí de un tragó la leche con chocolate. Aún quedaban unos cuantos minutos hasta que las clases comenzaran, por lo que decidí marcharme a algún lugar tranquilo a leer los libros de primero.
Salí del Gran Comedor y me encaminé hacía el aula de Encantamientos. Una vez allí me senté en la repisa de la ventana y me puse a leer. Realmente eran libros interesantes y se aprendían muy rápido. Cando la campana sonó yo ya me había aprendido toda la teoría. Ahora solo faltaba la práctica, tragué saliva. Los alumnos ya llegaban, me puse de pie y me uní a la fila para entrar en clase.
Entré la última, y como tal me senté atrás del todo, así no destacaría. Me senté a la derecha de un muchacho que hablaba animadamente con sus compañeros de alante. Al cabo de unos minutos la clase comenzaba y todos guardaron silencio. El chico que tenía al lado me sonrió y yo le correspondí.
-Hola, soy James.
-Noa, encantada -dije mientras le estrechaba la mano.
El profesor pidió silencio y comenzamos con la lección.
-Hoy volveremos a practicar el hechizo Lumus máxima que estuvimos ensayando los días anteriores. Recordad que para realizar este conjuro debéis concentrar vuestra energía en la varita para que esta sea expulsada en forma de luz, ¿Preparados?
Adelante.
El profesor Flitwick se me acercó y empezó ha hablar conmigo antes siquiera de dejarme sacar la varita.
-Señorita Lover, será mejor que usted comience con un simple Lumus -Miré a mis compañeros, ninguno había conseguido realizar el conjuro, ¿Si ellos no podían, realmente lo podría hacer yo? Asentí con la cabeza y saqué mi varita.
-Lumus... -susurré, de la varita salió un haz de luz que hizo que el profesor me mirara asombrado.
-¿Habías hecho este conjuro alguna vez? -me preguntó boquiabierto.
-No, esta es la primera vez que uso la varita -los ojos del profesor pasaron de mi a la varita y otra vez a mi- Bueno, ahora prueba con un Lumus Dúo.
-Lumus dúo... -volví a susurrar, de la varita volvió a surgir un haz de luz, pero esta vez más suave, el profesor estaba aún más asombrado.
-Ahora haz un Lumus Solem -dijo mientras en su cara iba apareciendo una pequeña sonrisa.
-Lumus Solem... -mi varita emitió una agradable y una caliente luz parecida a la del sol que hizo que la cara del profesor se iluminara.
-¡Increíble! ¡Solamente increíble! ¡Tienes un talento nato para los conjuros! ¡Ahora intenta un Lumos máxima!
-Vale... -susurre- ¡Lumus máxima! -grité, la sala se inundó en una gran luz, tanta que tuve que entrecerrar los ojos para poder ver a mi alrededor. Toda la clase me miraba y mi pelo se tiñó de un rojo intenso, dando a entender que me moría de vergüenza.
-¡5 puntos para Gryfindor! -gritó Flitwick- ¡No, mejor 10! ¡Aún mejor, 20 puntos! -gritó dando saltos por toda la sala. Me dieron ganas de que se me tragara la tierra. Me encogí en mi asiento. No podría pasar más vergüenza.
James me miraba con la boca completamente abierta y no pude reprimir una pequeña risa que le hizo reaccionar y cerrar la boca de golpe. Me miraba entre enfadado y asombrado.
-Mm..... Esto... ¿Estás bien? -le pregunté.
-Oh, si, muy bien -dijo de una forma irónica que no me gustó nada.
-¿Te he hecho algo? -le dije ya sin sonreír.
-Oh, no se, tal vez venir aquí haciéndote la inocente y luego ponerte a destacar -contestó de forma hiriente.
-¡¿Perdona?! -mi cabello se empezó a teñir del mismo color azabache que tenía él- A mi no me vengas de chulito, que tú no tienes ni idea de todo por lo que yo he pasado -les espeté.
-A si que después de todo, esta es tu verdadera personalidad ¿No? La de una chica arrogante.
Ya había colmado el vaso- Tu no tienes ni idea de cómo soy yo, a si que no me vengas aquí de sabelotodo, por que me e cansado de ser amable contigo.
-¿Es que acaso alguna vez lo has sido? -me dijo el levantando una ceja.
Le miré a los ojos desafiante y pude ver que eran de un preciosos color chocolate -Lo he intentado, pero con chicos como tú a veces es imposible -contesté irritada. En ese momento sonó el timbre y yo recogí mis cosas y me marché. ¿Quien se creía que era él para ir hablando de los demás?
Miré mi horario, me tocaba Historia de la Magia, según me había contado Rose era la clase más aburrida de todas, lo llevaba claro. Cuando estaba por llegar a la clase alguien me agarró de a túnica, me giré y para mi sorpresa era Albus.
-¡Hola, Albus! ¿Que haces aquí?
-Eso mismo te iba a preguntar yo, al parecer nos toca clase juntos.
-¿Primero y segundo?
-Si, lo llevan haciendo así desde hace años.
-¡Pues que bien! -entramos al aula hablando tranquilamente y nos sentamos lo más apartados de la vista del profesor posible. La clase estaba ya llena de Slytherins y algunos Gryfindors pusieron cara de horror al entrar en clase. Me giré a mirar si quedaba alguien que aún no hubiera pasado y ahí estaba, el estúpido de James, hablando en la puerta con una chica que se reía y pestañeaba seductoramente.
-¿Pero que le ocurre a ese chico? -dije asqueada.
-Bah, no te preocupes por el, es así de nacimiento.
-¿Le conoces? -pregunté intrigada.
-Si, es mi hermano.
-¡Pues quiero que sepas que es odioso!
Albus comenzó a reír- Eso ya lo sabía. Será mejor que no te acerques a él si no quieres meterte en problemas.
-¿Problemas? Ese es mi segundo nombre.
-¿Es que tú tienes un segundo nombre? -preguntó Albus entre risas.
-¡Claro que no! Solo era una forma de hablar -ambos empezamos a reír.
-Que, ¿Haciendo amistades con el enemigo? ¿No tuviste suficiente con quedar en Slytherin? -preguntó una voz desde atrás.
Albus y yo nos giramos. Allí de pie estaba James. No reprimí una mueca de asco.
-Que, ¿Ya no estás con Marta? Si no recuerdo mal el otro día decías que tenía unas piernas bonitas -inquirió Albus.
-Nah, Marta ya no me llama la atención, ahora voy con Angelina -contestó James sentándose a nuestro lado y apoyándose contra la pared en aspecto relajado.
-Ah, ya veo… Lo que te pasa es que eres un mujeriego redomado – le dije en tono burlón.
-¿Y qué si lo soy? Contigo no lo intentaría nunca.
-Ja. Eso dices ahora, pero antes en Encantamientos no pensabas lo mismo.
-Pero eso fue… -dijo algo cortado, le interrumpí…
-¿Antes de que vieras que no era una chica fácil?
-Dí lo que quieras, ahora si me lo permitís voy a dormir – dijo mientras se acomodaba y cerraba los ojos. Al cabo de un rato empecé a hablar con Albus.
-Hey, mira lo que me ha prestado tu prima – saqué de mi mochila una pluma y la coloqué en posición para escribir.
-¿Qué tiene de especial esa pluma?
-Esto… -solté la pluma y esta empezó a escribir en una hoja de papel todo lo que decía el profesor.
-¡Guau! ¿De dónde la habrá sacado Rose?
-Ni idea, pero después de advertirme que esta clase era un rollo me la prestó diciéndome que me serviría. Si quieres después de clase te paso una copia de lo que escriba la pluma.
-Genial, con esto nos vamos a ahorrar el intentar mantenernos despiertos – contestó Albus en medio de un bostezo.
Pasamos el resto de la hora echando un ahorcado, al que siempre ganaba yo. Después de clase nos separamos, nosotros teníamos Defensa Contra las Artes Oscuras (DCAO) mientras que ellos tenían ahora Transformaciones.
Subí las escaleras hacía la próxima aula intentando no hacer caso de lo que James me decía. Cuando llegamos al aula solo faltábamos nosotros. Al final yo me senté en primera fila, junto a un muchacho de Ravenclaw.
-Bueno, antes de comenzar la clase me gustaría anunciaros que las inscripciones para el club de duelo estará abiertas a partir de las 18.00, el plazo se cerrara el 30 de Octubre y las clases empezarán el 1 de Noviembre a las 17.00 en el Gran Comedor.
-¡Pero eso es mañana! – gritó un alumno.
-Lo sé, pero como este año la directora ha decidido hacer un baile de mascaras en
Halloween no podemos retrasar más el plazo de inscripción.
Miré al profesor con los ojos como platos y pude observar cómo este se ponía la mano en la boca, en señal de que había hablado de más.
-¡Yo no os he dicho nada! ¡¿Entendido?! ¡Haced cómo si no se me hubiese escapado!
La clase entera empezó a reír. Al final de la hora aún se podían oír comentarios sobre el Club de Duelo. Todo el mundo estaba ansioso, yo la que más, pues eso, que me iba a apuntar.
Fui al Gran Comedor. Me moría de hambre. Cuando entré y me senté pude notar la mirada de algunas personas en mi nuca, ¿Es que no tenían vidas propias?
-¡Noa! ¡Noa! – me giré, Rose se acercaba a mi corriendo con algo en la mano.
-¡Hola Rose! ¿Qué ocurre que vas con tantas prisas?
-¡Vuelves a salir en el periódico!
-¡¿Qué salgo dónde?!
-Esta vez es en el escolar, mira.
Le arranqué el periódico de las manos y empecé a leer.
“La alumna Noa Lover, que se integró tarde al curso, ha demostrado que es una mentirosa. Después de llegar a la escuela, supuestamente sin saber nada de magia, ha demostrado saber más del tema que sus propios compañeros de clase. Esta mañana interrogamos al profesor Flitwick, de Encantamientos y el nos contestó:
-¡Es la mejor alumna que he tenido! ¡Ha realizo un Lumus Máxima a la primera! ¡Realmente increíble!
Al parecer esta alumna no solo destaca por ser una mentirosa, sino que además presume que es la única Metamorfomaga de todo Hogwarts llevando una apariencia diferente a cada momento. Después de unas cuantas investigaciones más uno de sus compañeros de clase declaró lo siguiente:
-Se hace la buena, pero realmente es una chica a la que la gusta destacar. Ella es muy arrogante.
Si esto es lo que opinan sus compañeros en su primer día, ¿Qué pasará el resto del curso?”
Le devolví el periódico a Rose, que me abrazó tras ver mi súbito cambio de color en el cabello, primero se puso naranja, luego pasó a gris y por último se quedó en un azul pálido que ni yo había visto nunca, me puse a llorar.
-Yo sé que es mentira… -intentó tranquilizarme Rose.
-No me lo puedo creer…
-¿Quién habrá declarado eso contra ti?
-No se, pero esa declaración la han sacado de una conversación que tuve con tu primo… -sollocé.
-¿Con Albus?
-No, con James – la miré a la cara- ¿Estás bien?
-Cuando lo vea le mato… -susurró Rose para sí misma.
-Haz lo que quieras, pero yo me voy de aquí, no me siento a gusto – diciendo eso me levanté y con la poca dignidad que me quedaba salí del Comedor.
Lily12345678900
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Capitulo 4
Salí del Gran Comedor con la cabeza bien alta, pero en cuanto quedé fuera de la vista de todos corrí a esconderme en la biblioteca, en ese momento vacía.
Me fui hasta la otra punta y me metí entre los estantes de libros a llorar. No quería que nadie me viera en ese estado. Entre que mi cabello se había vuelto un arco iris y que mi ojos estaban rojos se me podría haber confundido con algún ser en peligro de extinción.
Pensando en eso volví a empezar a llorar silenciosamente. No se cuanto tiempo pasó ya que me quedé dormida, pero seguro habían sido horas. Me levanté con cuidado y cuando estaba a punto de salir de mi escondite uno de los libros de la estantería se cayó.
Lo volví a colocar, pero antes de poderme girar vi como el libro saltaba del estante y volvía a mis manos. Lo intenté varias veces más hasta que me di por vencida. Miré la carátula de el libro, se titulaba "The Merlin´s Book". Tenía un aspecto muy antiguo, que no cuadraba con la sección de la biblioteca en la que me encontraba. Tenía tapas color verde esmeralda y las puntas reforzadas en metal, el libro estaba cerrado por un candado, al parecer mágico ya que no tenía cerradura.
Cuando lo fui a tocar, el candado se abrió junto con el libro, que comenzó a elevarse en el aire, mientras que las páginas se corrían solas. De las hojas empezaron a salir cánticos y runas antiguas que volaban a mí alrededor sin cesar. Lo más extraño fue, que a sabiendas de que yo no conocía ese idioma, lo podía leer y comprender como si de Castellano se tratara. Cuando alcé el brazo para alcanzar el libro pude ver que a mi lado se encontraba la profesora McGonagall con cara de asombro. Cogí el libro, lo cerré y lo apreté contra mi pecho, como si de un tesoro se tratara. En cambio la profesora no decía anda, si no que más bien me miraba expectante.
Pasaron unos minutos, que a mí se me hicieron horas, sin haber dicho ni una palabra. Entonces McGonagall reaccionó y me indicó que la siguiera. Cuando hice ademán de dejar el libro en su sito ella me lo impidió. Caminamos en silencio hasta su despacho, una vez allí cerró la puerta.
-Esto... yo solo... -balbuceé
-No me digas nada más. ¿Sabes lo que es ese libro? -me preguntó McGonagall.
-No...
-Ese libro es el libro de Merlín. Lleva en nuestra biblioteca desde que se fundó y nunca nadie a conseguido abrirlo, ni encontrarlo.
Miré el libro que tenía entre las manos, ¿Realmente era así de valioso?
-Dime, Noa, cuando has abierto el libro, ¿Que es exactamente lo que has visto?
-Mm, pues de las paginas empezaron a brotar palabras en un idioma extraño que, no entiendo como, comprendí a la perfección.
-Ya veo... -Dijo más para sí misma que para mí.
-Esto... profesora, ¿Que es exactamente este libro?
-Verás, este libro fue escrito por Merlín, el mago más poderoso de todos los tiempos. En él están guardados todos sus secretos, desde sus hechizos más poderosos hasta el más débil. La leyenda cuenta que Merlín les entregó este libro a los fundadores de Hogwarts con el objetivo de que algún día alguno de los descendientes de estos cuatro magos lo encontrase y lo leyese. También se dice que, cuando el libro fuera encontrado significaría la resurrección de una de las mayores amenazas que alguna vez azotaron la tierra, y que solo aquel capaz de encontrarlo y leerlo conseguirá derrotar al mal que se acerca -tragué saliva.
-Mm... Profesora McGonagall, ¿Por que me cuenta todo esto?
-Por que tu misión, Noa, es leer este libro y descubrir los secretos que oculta, pero necesito que me prometas que nunca se lo mostrarás a nadie.
Cuando estaba a punto de contestar la puerta se abrió de golpe, y como auto reflejo escondí el libro a mi espalda. En la entrada estaba Flitch, el conserje, agarrando a alguien por la túnica. Cuando me fijé bien sonreí para mis adentros, era James.
-Este alumno estaba merodeando por los pasillos a deshora -dijo el conserje empujando a Jemes hacía la sala.
-Esto, profesora, creo que mejor me voy -McGonagall me miró significativamente- No se preocupe, cumpliré la promesa -y me marché, dedicándole una cara burlona a James, de tal manera que solo me viera él.
Salí de la habitación sintiéndome muy bien conmigo misma. Salí corriendo hacía mi sala común y en vez de preocuparme por las miradas de mis compañeros subí dando brincos hasta mi habitación. Allí, sentada en su cama leyendo un libro de cuarto, estaba Rose.
-¡Noa! -gritó mi amiga al verme entrar- ¿Dónde has estado? Te has perdido las clases de la tarde, ¿Estás bien?
-Sí, no te preocupes, cuando salí del Gran Comedor fui a la biblioteca y... bueno, me quedé dormida... -Realmente no había mentido, pensé, solamente no había contado toda la verdad.
-Menos mal, ya estaba preocupada... ¡Ah! He descubierto quien es el encargado del periódico escolar, ¿Y a que no sabes que?
-¡¿Que?!
-¡Era Phoenix!
-¿Quien?
-Jack Phoenix, el chico que se metió contigo ayer, ¿Es que ya no te acuerdas? -me preguntó Rose alzando una ceja, en ese momento me recordó a James…
-¡No hagas eso! -la espeté.
-¿Hacer que?-volvió ha alzar la ceja.
-¡Eso! ¡Alzar la ceja! Me molesta, me recuerda a tu primo.
-¿Albus?
-¡No! ¡James!
Rose se empezó a reír y yo me contagié. No volvimos a tocar el tema. Al cabo de un rato nos fuimos a la cama. Esperé hasta que Rose se durmiera para volver a sacar el libro de Merlín.
Me lo coloqué sobre las piernas y tras comprobar otra vez que Rose estaba durmiendo lo volví a abrir. Esta vez no ocurrió nada fuera de lo normal. Cogí mi varita y susurré Lumus para poder leer. La letra era andrajosa pero legible, por lo menos para mí. Lo primero que vi al abrir el libro fue un índice.
Hechizos de la A a la Z (1-100)
Pociones de la A a la Z (100-197)
Criaturas desconocidas (197 - 289)
Tablas y mapas celestes (289 - 334)
El Buscador
Leí el índice varias veces. El último punto no me cuadraba, por tanto fue el primero que revisé.
"Ahora que ya conoces mis secretos es hora de que te hable de la razón por la cual posees este libro. Tú no eres un mago cualquiera. Tú serás la clave para la salvación de nuestra tierra de un peligro inimaginable. Siento mucho no poder darte más datos e información sobre dicho mal, pero es que no recuerdo nada sobre el tema.
A partir de ahora eres el Buscador, tu misión es encontrar mis fragmentos de memoria que están escondidos en diferentes objetos en paraderos desconocidos con la intención de que, si alguna vez me derrotan, no les pueda dar información a ellos, pero a la vez te la pueda proporcionar a ti."
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¡¡Hola queriidiisiimas lectoras!!
Quiero dar una notiicia:
A partir de ahora, para poder subir algún capiitulo necesito que haya por lo menos un comentario nuevo, por que sino, sinceramente, no tengo nada de motivación.
Bueno, cambiando de tema, ¿Que os parece lo que llevo de historia por ahora?
Ya sabéis, ¡A comentar!
Me fui hasta la otra punta y me metí entre los estantes de libros a llorar. No quería que nadie me viera en ese estado. Entre que mi cabello se había vuelto un arco iris y que mi ojos estaban rojos se me podría haber confundido con algún ser en peligro de extinción.
Pensando en eso volví a empezar a llorar silenciosamente. No se cuanto tiempo pasó ya que me quedé dormida, pero seguro habían sido horas. Me levanté con cuidado y cuando estaba a punto de salir de mi escondite uno de los libros de la estantería se cayó.
Lo volví a colocar, pero antes de poderme girar vi como el libro saltaba del estante y volvía a mis manos. Lo intenté varias veces más hasta que me di por vencida. Miré la carátula de el libro, se titulaba "The Merlin´s Book". Tenía un aspecto muy antiguo, que no cuadraba con la sección de la biblioteca en la que me encontraba. Tenía tapas color verde esmeralda y las puntas reforzadas en metal, el libro estaba cerrado por un candado, al parecer mágico ya que no tenía cerradura.
Cuando lo fui a tocar, el candado se abrió junto con el libro, que comenzó a elevarse en el aire, mientras que las páginas se corrían solas. De las hojas empezaron a salir cánticos y runas antiguas que volaban a mí alrededor sin cesar. Lo más extraño fue, que a sabiendas de que yo no conocía ese idioma, lo podía leer y comprender como si de Castellano se tratara. Cuando alcé el brazo para alcanzar el libro pude ver que a mi lado se encontraba la profesora McGonagall con cara de asombro. Cogí el libro, lo cerré y lo apreté contra mi pecho, como si de un tesoro se tratara. En cambio la profesora no decía anda, si no que más bien me miraba expectante.
Pasaron unos minutos, que a mí se me hicieron horas, sin haber dicho ni una palabra. Entonces McGonagall reaccionó y me indicó que la siguiera. Cuando hice ademán de dejar el libro en su sito ella me lo impidió. Caminamos en silencio hasta su despacho, una vez allí cerró la puerta.
-Esto... yo solo... -balbuceé
-No me digas nada más. ¿Sabes lo que es ese libro? -me preguntó McGonagall.
-No...
-Ese libro es el libro de Merlín. Lleva en nuestra biblioteca desde que se fundó y nunca nadie a conseguido abrirlo, ni encontrarlo.
Miré el libro que tenía entre las manos, ¿Realmente era así de valioso?
-Dime, Noa, cuando has abierto el libro, ¿Que es exactamente lo que has visto?
-Mm, pues de las paginas empezaron a brotar palabras en un idioma extraño que, no entiendo como, comprendí a la perfección.
-Ya veo... -Dijo más para sí misma que para mí.
-Esto... profesora, ¿Que es exactamente este libro?
-Verás, este libro fue escrito por Merlín, el mago más poderoso de todos los tiempos. En él están guardados todos sus secretos, desde sus hechizos más poderosos hasta el más débil. La leyenda cuenta que Merlín les entregó este libro a los fundadores de Hogwarts con el objetivo de que algún día alguno de los descendientes de estos cuatro magos lo encontrase y lo leyese. También se dice que, cuando el libro fuera encontrado significaría la resurrección de una de las mayores amenazas que alguna vez azotaron la tierra, y que solo aquel capaz de encontrarlo y leerlo conseguirá derrotar al mal que se acerca -tragué saliva.
-Mm... Profesora McGonagall, ¿Por que me cuenta todo esto?
-Por que tu misión, Noa, es leer este libro y descubrir los secretos que oculta, pero necesito que me prometas que nunca se lo mostrarás a nadie.
Cuando estaba a punto de contestar la puerta se abrió de golpe, y como auto reflejo escondí el libro a mi espalda. En la entrada estaba Flitch, el conserje, agarrando a alguien por la túnica. Cuando me fijé bien sonreí para mis adentros, era James.
-Este alumno estaba merodeando por los pasillos a deshora -dijo el conserje empujando a Jemes hacía la sala.
-Esto, profesora, creo que mejor me voy -McGonagall me miró significativamente- No se preocupe, cumpliré la promesa -y me marché, dedicándole una cara burlona a James, de tal manera que solo me viera él.
Salí de la habitación sintiéndome muy bien conmigo misma. Salí corriendo hacía mi sala común y en vez de preocuparme por las miradas de mis compañeros subí dando brincos hasta mi habitación. Allí, sentada en su cama leyendo un libro de cuarto, estaba Rose.
-¡Noa! -gritó mi amiga al verme entrar- ¿Dónde has estado? Te has perdido las clases de la tarde, ¿Estás bien?
-Sí, no te preocupes, cuando salí del Gran Comedor fui a la biblioteca y... bueno, me quedé dormida... -Realmente no había mentido, pensé, solamente no había contado toda la verdad.
-Menos mal, ya estaba preocupada... ¡Ah! He descubierto quien es el encargado del periódico escolar, ¿Y a que no sabes que?
-¡¿Que?!
-¡Era Phoenix!
-¿Quien?
-Jack Phoenix, el chico que se metió contigo ayer, ¿Es que ya no te acuerdas? -me preguntó Rose alzando una ceja, en ese momento me recordó a James…
-¡No hagas eso! -la espeté.
-¿Hacer que?-volvió ha alzar la ceja.
-¡Eso! ¡Alzar la ceja! Me molesta, me recuerda a tu primo.
-¿Albus?
-¡No! ¡James!
Rose se empezó a reír y yo me contagié. No volvimos a tocar el tema. Al cabo de un rato nos fuimos a la cama. Esperé hasta que Rose se durmiera para volver a sacar el libro de Merlín.
Me lo coloqué sobre las piernas y tras comprobar otra vez que Rose estaba durmiendo lo volví a abrir. Esta vez no ocurrió nada fuera de lo normal. Cogí mi varita y susurré Lumus para poder leer. La letra era andrajosa pero legible, por lo menos para mí. Lo primero que vi al abrir el libro fue un índice.
Hechizos de la A a la Z (1-100)
- Curativos
- De Defensa
- De ataque
- Prácticos
Pociones de la A a la Z (100-197)
- Curativas
- De Ataque
- Prácticas
Criaturas desconocidas (197 - 289)
- Peligrosas
- Amigables
Tablas y mapas celestes (289 - 334)
El Buscador
Leí el índice varias veces. El último punto no me cuadraba, por tanto fue el primero que revisé.
"Ahora que ya conoces mis secretos es hora de que te hable de la razón por la cual posees este libro. Tú no eres un mago cualquiera. Tú serás la clave para la salvación de nuestra tierra de un peligro inimaginable. Siento mucho no poder darte más datos e información sobre dicho mal, pero es que no recuerdo nada sobre el tema.
A partir de ahora eres el Buscador, tu misión es encontrar mis fragmentos de memoria que están escondidos en diferentes objetos en paraderos desconocidos con la intención de que, si alguna vez me derrotan, no les pueda dar información a ellos, pero a la vez te la pueda proporcionar a ti."
__________________________________________________________________________________________________________________________________________________
¡¡Hola queriidiisiimas lectoras!!
Quiero dar una notiicia:
A partir de ahora, para poder subir algún capiitulo necesito que haya por lo menos un comentario nuevo, por que sino, sinceramente, no tengo nada de motivación.
Bueno, cambiando de tema, ¿Que os parece lo que llevo de historia por ahora?
Ya sabéis, ¡A comentar!
Lily12345678900
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Porque dejaste el otro tema?? :( Bueno.. ya lei la nove en el otro tema pero me encanta releerla, asi que seguila :) besos!!
chicamati
Re: El libro de Merlin [REEMPEZADO EN ESTE TEMA]
Siento lo del otro tema, de verdad, pero como expliqué en la primera entrada no tenía intenciones de continuar esta historia.chicamati escribió:Porque dejaste el otro tema?? :( Bueno.. ya lei la nove en el otro tema pero me encanta releerla, asi que seguila :) besos!!
Igualmente te agradezco que la sigas leyendo aquí y si, ahora que alguien ha comentado voy a publicar el próximo capitulo.
¡Muchas gracias!
Lily12345678900
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