Somewhere In Neverland

Feat Louis Tomlinson

Mel, es una chica de 15 años, cuya vida es muy complicada, su hermano de 20 años, desapareció hace 2 años y ella lleva una relación pésima con sus padres. En las clases, sus compañeros se meten con ella, lo único que tiene Mel a lo que aferrarse es a sus amigas; Mar y Taylor y a su guitarra "Zelda". Mel es insegura y se derrumba con facilidad, hasta que Louis entró por casualidad en su vida, dándole un giro a todo en lo que ella creía. Deberán ser fuertes y luchar por su amor para que la diferencia de edad no los separen. A la vez que Mel, intenta alejar a los fantasmas del pasado, que vuelven con la única intención de atormentarla.

Feat Ed Sheeran

Ed tenía las mejillas húmedas y decidió salir de aquella casa a toda prisa dando un portazo que resonó en toda la calle. La luna estaba en lo más alto, iluminando la ciudad en compañía de las estrellas. En ocasiones normales, Ed se habría parado a admirar el cielo, pero no, aquella vez no. Se dirigió hacia el coche y lo arrancó. Empezó a conducir solo, en medio de la noche, la primera vez que conducía sin ella a su lado. Encendió la radio intentando encontrar cualquier canción que le ayudase de alguna forma en aquel momento; pero todo empeoró cuando empezó a sonar la canción de amor que tenía con ella. Como si la siguiese a todas partes. Llegó a su casa y se sentó en el sofá, mirando la puerta. Esperando que en cualquier momento, ella apareciese, en medio de la noche para decirle que todo iba a estar bien. Y las horas pasaron, y no lo hizo.

Feat Ed Sheeran

“¡Hola princesa! Sé que probablemente no debería llamarte princesa, ya que no eres mi princesa más, pero volverás a serlo. Estaré aquí esperando el tiempo que haga falta, las horas que hagan falta, los minutos, los segundos, los días, los meses, los años, los siglos, todo el tiempo que haga falta. Todo el tiempo que haga falta. Como si esto fuera una película. Como si yo fuera tu Romeo y tu mi Julieta. Porque lo eramos. Porque lo nuestro era un cuento de hadas, era como un cuento de príncipes y princesas, y al igual que en los cuentos de príncipes y princesas, nosotros también tendremos un final feliz. Porque estaré aquí esperando, princesa, esperando... Hasta que me recuerdes.”

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Harry Styles

El aire era frío como en cualquier noche de invierno de aquella húmeda ciudad. Ella olía a vainilla y sus labios sabían a frambuesas. Él la amaba, la amaba como sus pulmones amaban el aire. Pero ella tenía sus objetivos apuntando más alto de donde él se encontraba. Ella quería viajar, quería ser libre, quería vivir sin ataduras, sin parejas. Quería ser feliz.
Ella dio un portazo y salió corriendo al frío de la calle. Él se quedó a escuchar el portazo, a mirarla correr asustada, lo recuerda todo muy bien. Recuerda el sonido de su risa, el sonido de sus tacones chocando contra el suelo con la elegancia de una bailarina, recuerda las noches en las que ella fue suya, las tardes en las que se rieron hasta que les dolía el estómago, recordaba como después de aquellas tardes se acostaba mecido por el dulce olor que había dejado sobre las sábanas. Recordaba cada pequeña cosa. Las recordaba hasta que le dolía. Porque no las iba a volver a vivir otra vez.