Re: Sweet Killer Goddess :: Louis Tomlinson.

por **ThatBitch.** Sáb 21 Sep 2013, 12:45 am

Kay. escribió:ahora si necesito que sea domingo *---*

Y yo que sea la tarde del sábado!
Lexy sale en el capìtulo después de este eh c:

por **{CJ}** Sáb 21 Sep 2013, 8:49 am

Seh... eso de la edad es un poco tabú eh... pero me alegra saber que el momento se acerca!!!!!

Pd: cómo de cerca está?? 1313

por Invitado Sáb 21 Sep 2013, 3:56 pm

ñaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Sweet Killer Goddess :: Louis Tomlinson. - Página 14 917567405

por **pinkfloyd.** Dom 22 Sep 2013, 12:11 pm

YA, YA, YA, YA, YA, YA, YA, YA.
Vuelvo a estar activa en el foro, beibi.
¡Capitulo, ya!

por **{CJ}** Dom 22 Sep 2013, 1:36 pm

Hola hermosa Mapi... Las chicas y yo estamos pendientes de que subas cap... no quiero presionarte ni nada. Sé que estás con las cosas de la UNI y eso... pero bueno...

Espero que puedas seguirla hermosa!!!

por **pinkfloyd.** Dom 22 Sep 2013, 1:43 pm

{CJ} escribió:
Hola hermosa Mapi... Las chicas y yo estamos pendientes de que subas cap... no quiero presionarte ni nada. Sé que estás con las cosas de la UNI y eso... pero bueno...

Espero que puedas seguirla hermosa!!!

*Insertar voz de niña dulce* Sí c:

por Invitado Dom 22 Sep 2013, 2:51 pm

Nada de no presionar, subí capítulo o te mando una horda de caminantes Sweet Killer Goddess :: Louis Tomlinson. - Página 14 779623427

por **pinkfloyd.** Dom 22 Sep 2013, 2:53 pm

Kay. escribió:Nada de no presionar, subí capítulo o te mando una horda de caminantes

Una gorda de caminantes... Sweet Killer Goddess :: Louis Tomlinson. - Página 14 2551348540

por **ThatBitch.** Dom 22 Sep 2013, 3:04 pm

Gosh si... me siento amenazada :3
Exactamente dentro de cuatro horas estoy llegando a casita... y entonces tendréis el capítulo c:
Os amooooooo <3

por **pinkfloyd.** Dom 22 Sep 2013, 3:06 pm

YEEEEEEEEEEEEEEEEEY ~~más te vale.~~

por **ThatBitch.** Dom 22 Sep 2013, 3:14 pm

SheThinksSheIsInBarbados. escribió:YEEEEEEEEEEEEEEEEEY ~~más te vale.~~

A. Ti. Te. ADORO.
Hablamos mas tarde va??

por **pinkfloyd.** Dom 22 Sep 2013, 3:17 pm

ThatBitch. escribió:
A. Ti. Te. ADORO.
Hablamos mas tarde va??

Adahskjas.
Cuando puedas.

por Invitado Dom 22 Sep 2013, 3:22 pm

:ñomñom:

por **pinkfloyd.** Dom 22 Sep 2013, 4:00 pm

Sweet Killer Goddess :: Louis Tomlinson. - Página 14 4229596405

¡APÚRATE!

por **ThatBitch.** Dom 22 Sep 2013, 7:23 pm

VII

Vigilados.

Sybil sintió un pequeño pellizco de desilusión. Louis sólo se portaba así porque iba a pedirle algo.

Tampoco es que no se lo esperara, ella misma se lo había dicho: Haría cualquier cosa que él dijera. Aunque tenía que admitir que este desvergonzado lado de Louis le encantaba, la había hecho ver estrellas. Podía aparentar ser todo lo frígido posible, pero bastaba con un beso para demostrarle lo contrario.

La puerta se abrió de improviso, y Carla entró sin avisar, con una bandeja en las manos.

–¡Chicos, aquí está vuestro té! –anunció bizqueando en la penumbra– ...¡eeh! ¿Por qué está tan oscuro?

Louis y Sybil se apartaron automáticamente. Carla no tardó en advertir los rastros de lipstick rojo en los labios de su hermano.

–Lamento la interrupción, chicos... –Carla dejó la bandeja en el escritorio y se apresuró a salir del cuarto devolviendo la palanquita del interruptor a donde correspondía–. Continuad con lo vuestro. No le diré nada a mamá... –les susurró en tono conspiratorio, pero aguantandose la risa.

Cándidamente Louis cerró la puerta detrás de su hermana y encendió el interruptor una vez más. Se volvió a mirar a Sybil.

–Mentira –murmuró fingiendo indignación–, no tardará en decirle a mi madre...

Oh, así que estas cosas le ponían de buen humor. Sybil le sonrió de vuelta, enternecida.

–¿Qué es lo que necesitas, Louis?

Esto es lo que estaba esperando.

–En realidad, es algo que quiero pedirle a Rem.

Alzó la mirada y enfrentó a la shinigami, quien lo observaba con toda la desconfianza del mundo.

–¿A Rem? –repitió Sybil asombrada. Creía que Louis pretendía que Rem no existía...

–Tu protegerás a Sybil siempre, ¿verdad? –le encaró el chico–. Estás de su lado –apuntó.

–Así es –respondió Rem–. No te agrada lo que te dije antes, ¿verdad? Que te mataré si la pones en peligro... –sondeó astutamente.

Louis procuró evadir el tema.

–Rem, dudo que entiendas muchas cosas sobre las relaciones humanas. Sybil y yo queremos estar juntos –le pasó un brazo por los hombros y la acercó a él–. Por eso, tienes que matar a Dexter McHorne.

–¿Qué? –intervino Sybil.

–Sybil... –susurró el castaño cariñosamente– ¿Qué pasaría si Dexter atrapara a alguno de los dos? No dije nada antes porque no quiero asustarte –le acarició el cabello–, pero acabo de descubrir que está más cerca de lo que imaginaba. No quiero que tu seguridad se vea en peligro.

Louis se volvió a ver a Rem una vez más.

–Si accedes a matar a McHorne, nos harás un gran favor a ambos. Y Sybil no correría ya ningún riesgo al estar conmigo.

Sybil comprendió recién la gravedad del asunto. Estaba en peligro por haber contactado a Kira, a que si. Louis tenía toda la razón. Lo que tenía que hacer ahora era persuadir a su shinigami a colaborar.

–Rem –dijo–. Quiero que Louis y yo estemos seguros. Ese Dexter anda detrás de nosotros. Haz lo que te está pidiendo, por favor.

La chica permaneció con las palmas juntas a la altura del mentón en señal de súplica, mientras que Rem los observaba en silencio.

Nadie dijo nada.

–Es una pena... –bufó Louis, deshaciendo sus brazos de la cintura de Sybil.

–De acuerdo –dijo Rem finalmente–. Como gustes Louis Whitacker. Mataré a Dexter McHorne por ti.
Sybil emitió un chillido de alegría.

–Oh Rem, ¡muchas gracias! –la chica corrió a abrazar el esquelético cuerpo de la shinigami, muy feliz.

–Pero que sepas, Louis, que no me agradas –aclaró Rem–. Haré esto por Sybil. ¿Cuándo debo matarlo? Si me llevas con él ahora, lo mataré inmediatamente.

Louis escondió una perversa sonrisa de satisfacción.

–Cuanto antes mejor... pero debo pensarlo bien primero. Mañana te diré exactamente como tienes que hacerlo, ¿entendido? –le instruyó– No hagas nada hasta que te lo ordene.

–De acuerdo.

Ryuk miraba lo que estaba pasando con mucho interés. Obviamente, él nunca haría algo semejante por Louis. El estaba allí como espectador y ocasionalmente colaboraba diciéndole algunas cosas a su humano a cambio de manzanas. El amor por las manzanas era un comportamiento inusual para un shinigami, pero gracias a eso, Louis había conseguido algunos favores importantes. Pero pedirle que se tome la molestia de matar a alguien por él... Ryuk se reiría en su cara durante todo un día si siquiera se le ocurriera mencionárselo.

De hecho, se estaba riendo un poco por la tenacidad de Louis. Mas bien su habilidad para hacer que las cosas sucedieran justo como el quería.

–Muy bien... –Louis lanzó un suspiro de cansancio–. Creo que es hora de que vayas a tu casa, Sybil –le dijo a la rubia, que ya se estaba acomodando en el sofá blanco.

–¿Eh? ¡Pero si recién son las siete! Todavía no quiero irme, Louis.

Él volvió a acercarse. Puso ambos brazos en la cama, a cada lado de la chica y se inclinó para besarla. Ella lo recibió de muy buena gana.

–Sybil –susurró contra sus labios–, a casa. Tenemos mucho que hacer.

La chica prácticamente estaba derritiéndose.

–Está bien... –asintió sonriéndole ampliamente.

En cuanto Louis se hubo asegurado que su "novia" había ido derechita a su casa, cenó la sopa de espárragos que había preparado Carla y se encerró nuevamente en su dormitorio.

–Es como cuidar de una cría –se quejó con su shinigami–. Ni siquiera se da cuenta que pueden estar siguiéndola...

–A mi me ha parecido que te gusta darle besos, ¿a que si? –observó Ryuk, muy serio.

–Es importante que siga coladita por mi –explicó el chico despreocupadamente–, por lo menos hasta que Rem mate a Dexter. Luego... ya veré de qué puede servirme.

* * *

Habían pasado muchos días desde la última vez que Sybil vió a sus amigos. Cosa rara que no estuviera parrandeando con Erica o Lexy. Ella jamás pasaba tanto tiempo encerrada en casa.
Alguien había tenido que venir a ver si seguía viva dentro del palacete de cristal que era el piso treinta del Vincci Avalon.

–¿En qué te has metido ahora, blondie? ¿Robas órganos? Dicen que te haces millonario en un parpadeo.

El sombrío humor de Erica no podía sino sacarle auténticas risas a Sybil. ¡Cuánto había extrañado a su amiga!

–Oh Doddie, nada de eso. Es sólo que estoy saliendo con un chico nuevo... –confesó la rubia.

Erica puso el grito en el cielo.

–¿Estás de broma? ¿Y que ha sido de Malik?

Sybil se tumbó en la cama con los brazos cubriéndole la cara.

–Oh, no me hagas recordar. Eso fué casi bizarro...

Sybil nunca había visto a un chico al que una ruptura amorosa le afectara tanto. No sabía si le habían dado ganas de reirse o de echarse a consolarlo, como si se tratara de una de sus amigas mas sensiblonas.

Zayn estaba teniendo una reacción preocupante, por no decir graciosa. Había llorado, suplicado y hasta intentado negociar.

–Es que no lo entiendo... –lloriqueó el moreno– ¿qué anda mal? Dimelo Sybil, ¿te hace falta algo? Sabes que no tienes mas que desear algo para tenerlo...

–Zayn... –de repente pensó que tenía que ser muy, muy cuidadosa.

–¿El hotel? ¿Es eso? ¿No te gusta vivir aqui? –inquirió el chico.

–No...

–¿Quieres vivir en la torre Trump? –adivinó Malik– Porque solo tienes que pedirlo, nena.

–No, Zayn...

–Cambiaré, haré lo que sea. No me dejes... –le suplicó tomándole ambas manos.

¿Asi de patética se habría visto ella diciendole prácticamente las mismas palabras a Louis? En fin, era por él que hacía esto, mejor sincerarse con él.

–Es que hay otra persona, Zayn –usó su tono de voz más suave–. No quiero engañarte, no puedes hacer nada al respecto.

Zayn ni siquiera escuchaba.

–¿Se trata de mi madre, verdad? Ella se comporta como toda una zorra contigo.

A ella eso nunca le había importado pero era una buena excusa.

–Nunca les he gustado a tus padres, –alegó ella con cara de inocentona– tu lo sabes bien. Ellos quieren verte con alguna chica "Ivy League".

–Si –concordó Zayn, sorbiendo la nariz–, eso es cierto. Ah, estoy harto de tener que hacer todo lo que me dicen... se quejó en voz alta como un niño.

Va, ¡eso es lo que era! ¡Un niño mimado!

–Ve a casa Zayn –pidió ella con una sonrisa tierna–. Habla con Amaia, dile todo lo que no te parece... ella te escuchará.

–Lo haré -afirmó Zayn-. Mamá y yo vamos a tener un buen intercambio de palabritas.

Sybil lo comtempló casi asombrada antes de que se fuera. Mostraba desición y valentía , cualidades que no le había visto nunca. Quizá las cosas no serían tan malas para él después de esto...

Erica se revolcaba de risa en el diván de cuero rojo.

–¡Tendria que haberlo visto! ¡Malik lloriqueando! Eres de lo peor, Billa.

Pero Sybil no había terminado de decirle todo a su amiga.

–Después de ese día, también he estado pensando muchas cosas, sobre mi futuro, Erica –la miró muy seria– creo que voy a dejar todo esto... puede, que al final no esté hecha para modelar.

–¿De que estás hablando? –la interrogó la castaña, alarmada de pronto. A su amiga acababa de soltársele una tuerca o algo–. ¿Que dejarás tu carrera? ¡Pero si estás en la cima! Cualquier chica mataría por tener nuestros trabajos, ¡por todo lo bueno!

–Lo sé, lo sé Doddie –afirmó la chica– pero me he dado cuenta de que en realidad... no quiero dedicarme a esto. No es lo mío.

Erica miraba a su amiga como si se hubiese vuelto loca.

–Despues de todo lo que te ha costado llegar a donde estas, Sybil –le señaló–. ¿Simplemente lo dejarás y ya?

La rubia asintió con una pequeña sonrisa en la cara. Esperaba algún tipo de aprobación de la chica que más había sido familia para ella que cualquier persona que hubiera conocido los últimos ocho meses.

Erica resopló angustiada.

–¿Y a que te vas a dedicar? Lo de robar organos lo decia de broma eh... –aclaró.

–¡Quiero ir a la universidad! –dijo Sybil con entusiasmo– Estudiar leyes, administración de empresas... ¡eso sería genial!

–Que empresaria ni que pan tostado –se enojó Doddie– ¡dejale esas mierdas a Maggie! ¡Ya has visto lo loca que se pone con cada negocio que le sale mal! ¿Quieres terminar como ella?

–No entiendo a qué te refieres. Fué supermodelo hace tres décadas, pero ahora tiene que invertir todo lo que ganó. La juventud es una flor de pocos años, lo dice todo el tiempo.

–Y ahora le haces caso –dijo Erica, sarcásticamente–. Nena, no existe alguien que tenga tanto cerebro como buen culo al mismo tiempo. Eso es imposible.

Sybil desvió la mirada, en desacuerdo.

–Yo se de alguien que lo tiene todo...

Buscó en el frecuentemente visitado sitio web de Columbia. Los alumnos más destacados, y los más bonitos.

Ahí estaba ella, toda radiante y esplendorosa. Krista Bomhart.

–¿Y esa? –quiso saber Erica.

–Esa. Es la zorra sabihonda que quiere quitarme a Louis, Doddie.

–Wow wow wow, ¿quien?

–Louis. El chico con el que salgo ahora.

Carla le había pasado el dato y advertido para quetomara las precauciones del caso, pues era consciente que habian muchas gatas que querían clavarle las garras a su hermano el calientabragas. Para Carla la cuñada perfecta tenía un solo nombre: Sybil Epps.

Erica entrecerró los ojos con la cara indignada. ¡Conque de eso se trataba todo esto! El dichoso novio era quien le estaba metiendo cosas raras a la cabeza, como dejar su carrera y otras estupideces.

Esto no se quedaría así. Erica tenía que hacer algo por su amiga. Aunque Louis fuera el hijo del presidente de los EE. UU.

* * *

En todo el mundo, los criminales seguian muriendo. Lo unico que la policía podia hacer era documentar quienes morían, a que hora y asi intentar establecer un patrón de muertes. Pero nunca coincidía, las muertes sucedían a cualquier hora del día. De esa forma, no tenían ni un hilo del cual tirar para bosquejar el perfil del asesino.

Sin embargo, era de conocimiento público que la AKPA (Anti-Kira Private Agency), liderada por el enigmático Dexter McHorne, de alguna forma, hacía avances importantes en la investigación, pero hasta allí. Nadie más tenía los medios o cerebros lo suficientemente capaces de pensar como un asesino serial. Dexter McHorne era un detective que gozaba de una reputación intachable ya que jamás se equivocaba.

Había empezado a registrar datos importantes cuando apenas comenzaron las muertes. Así, elaboró su propio perfil, uno del que dificilmente iría a retractarse.

Los siete primeros días.

Actuaba de seis a siete de la mañana, luego de ocho a diez de la noche. Hora de NY.

Estudiante, sin duda alguna.

McHorne se valió de ese insignificante indicio para tener a Louis Withacker como principal y único sospechoso.

¿Cómo llegó a él de entre los doce millones de habitantes en la isla de Manhattan?

Mitch Withacker.

El jefe de policía de toda Nueva York. Fué el primero en ser seleccionado para conformar la AKPA. Sólo él y un limitado grupo de agentes tenían acceso a informacion clasificada acerca de criminales en todo el mundo.

De un momento a otro, se filtró información. Treinta presos políticos en Guantánamo murieron a pocos minutos de recibidos sus nombres en la base de datos en el sistema de la policía de Nueva York.
Fué entonces que Dexter tomo medidas extremas para vigilar a todos los agentes implicados y sus entornos. Sus familias. Cerca de ciento catorce sospechosos. Louis Withacker entre ellos.

La fijación de Dexter en ese brillante estudiante es todo un misterio, pero de todos los que habia vigilado, él le llamaba demasiado la atencion, no sólo por su inteligencia inusual, sino que parecía fastidiosamente inocente.

Listo y antisocial. Igual que Dexter.

Ambos rindieron un examen de admisión en Columbia y tuvieron calificaciones perfectas. Desde entonces comenzó a seguirlo. Incluso se presentó ante él nada más que como Dexter McHorne. Algo le decia que no se equivocaba con él. Intuición. Y si sus suposiciones resultaban ser ciertas, estaba seguro que no habría nada que hiciera sentir más estresado a Louis, y que al final acabaría haciendo algo que lo delatara. Mientras tanto pretendían ser una especie de amigos.

Dexter ya se había hecho algo popular. En el campus Mornigside Heights se le conocia como Harry Styles. Un exéntrico y loco genio que venía a clases cuando se le antojaba...

En la suite Kesing del hotel Hilton, el cuartel de la AKPA, McQuoy y Wrapond acababan de revelar a su superior los últimos detalles acerca del seguimiento a Louis Withacker. Le habían dedicado un día entero y el esfuerzo seguía pareciendo inútil. El chico era tan culpable de ser Kira como Oprah Winfrey. Pero allí estaba McHorne, insistiendo con acosarlo.

–¡Wrapond! ¿Mirando mujeres en traje de baño en horas de trabajo? –reprendio Mitch a Liam, cuando pasó por detrás de su escritorio camino a la máquina expendedora de café.

El chico se puso de pie inmediatamente, con el rostro colorado.

–Señor... esto es parte de la investigación, señor –se excusó evidentemente avergonzado por haber sido pillado mirando chicas en lencería con demasiado interés.

–Investigamos a una sospechosa por encargo de Dexter.

Mitch alzó las cejas, gratamente sorprendido. Se volvió a enfrentar al genio, quien miraba divertido la reacción de Wrapond.

–¿Por fin tienes una nueva sospechosa, Dexter? –le preguntó con tono incrédulo.

–¿No es ella alguien familiar para usted, señor Withacker? replicó el rizado– Esa chica sale con su hijo, incluso ha estado en su casa en un par de ocasiones.

Mitch no podía tener siquiera idea de eso. Prácticamente vivía en el One Police Center. No sabía mucho acerca de sus hijos o su esposa desde que Dexter McHorne decidió instalar el cuartel general en un hotel de Manhattan.

–Louis acaba de conocer a esta chica, señor Withacker –dijo Niall dándose cuenta de la incomodidad de su jefe –Pero... ¿cuantas otras novias se ha apuntado Louis esta semana? –le cuchicheó a Liam–. ¿Cuatro?

–¿Y se puede saber por qué sospecháis de ella? –inquirió Mitch, enojandose un poquito– ¿Porque sale con mi hijo? ¿Sospechas de todo aquel que se relacione con él, Dexter?

Dexter hubiera preferido que el señor Withacker no se enterara de ese pequeño detalle... de hecho, había algunas cosas que no le decía. O a Lydner o a Savage.

Fué Liam quién acudió en su rescate.

–Lo inusual con esta chica es que no tiene que ver con la universidad a la que asiste Louis, señor –aclaró con seriedad– al parecer es una modelo, es famosa. ¿McQuoy? –instó al joven rubio a que dijera lo que sabía.

Niall había estado investigando también.

–Su nombre -entonó orgullosamente– es Sybil Epps, trabaja, eh trabajaba para una agencia de modelaje en Brooklyn pero después de la semana de la moda en NY, se independizó y ahora tiene nuevo manager.

A Dexter se le iluminaron los ojos. Acababa de tener una idea.

–Wrapond, McQuoy –dijo– no os traje aquí para ver conejitas, pero esta vez hare una excepción. Sed concienzudos y averiguad todo lo que podáis acerca de ella.

Mitch puso los ojos en blanco y retomó su búsqueda por un expreso. No había nada que pudiese hacer al respecto. Ordenes eran ordenes.

Niall estaba entusiasmado con el rumbo que había tomado la investigación. Revisaría los nombres de los ángeles del último show de Victoria's Secret por si acaso.

Sin embargo, Liam se sentía un poco incómodo con esto.

–No sé por qué presiento que todo esto terminará en allanamiento de morada. Otra vez –le murmuró a Niall por lo bajo cuando creyó que Dexter se había ido.

–El término técnico es –Dexter se apareció detrás de ellos, haciéndoles saltar en sus asientos–: IPS.

–¿Ips? –se quejó Niall

–Investigación Personalizada al Sospechoso –explicó el chico.

Niall entrecerró los ojos.

–Si es cosa de Dexter, debería llamarse APAD..

–¿Apad?

–Acoso Policial A Domicilio.

No hubo quien le riese la gracia al rubio. No, ese era un ambiente muy serio para andar riéndose del jefe.

–Somos policías, no deberíamos estar haciendo esto –un decidido Liam no dudó en expresar su molestia.

Dexter cabeceó condescendientemente. Por supuesto que se daba cuenta, sabía como se sentían respecto a él todos y cada uno de sus subordinados.

–Un dios no necesita nombre o rostro para matar –murmuró como para sí mismo, pero de alguna forma se las arreglaba para que todo el mundo lo oyera–. El criminal que perseguimos no es más que un sujeto egolatra e infantil que pretende ser un dios. No podemos dejar que de otro golpe si está en nuestras manos evitarlo...

* * *

Sybil y Rem por fin estaban solas. La chica estaba a punto de dormirse.

–Para que un shinigami pueda darle un cuaderno a un humano, debe tener en su poder al menos dos, ¿cierto?

Es algo que simplemente, había adivinado.

–¿Ryuk le robó uno al Rey de los Shinigami eh?

–Si.

–Y tu, ¿cómo obtuviste dos?

Rem no tenía por qué ocultarle nada a ella.

–Yo soy de los pocos shinigami que sabe como matar a un congénere –reveló.

La rubia abrió mucho los ojos verdes.

–Rem, ¿mataste a otro shinigami para darme su cuaderno?

Rem sonrió.

–No, yo sólo estuve cerca cuando él murió.

–Ahh. Pero, ¿cómo se mata a un shinigami? Anda, cuentamelo.

Rem volvió a sonreir.

–Está bien, pero no se lo digas a nadie.

Sybil asintió con la cabeza.

–La unica forma de matar a un shinigami es haciendo que este se enamore de un humano.

La chica se quedó pasmada. Era una romántica empedernida, en el fondo. Aunque ni bajo tortura iba a admitirlo.

–Pero que hermosa forma de matar...

–Te contaré una historia, Sybil.

Ella se acostó en la cama abrazada al edredón rosado.

"Hubo una vez un shinigami llamado Jealous. Estaba enamorado de una chica humana. La vigilaba todos los días, nunca la perdía de vista... sin embargo, ella estaba destinada a tener una muerte horrible. Jealous contaba angustiosamente los días que le quedaban".

"Hasta que el día llegó".

"Yo... sentí curiosidad. Me senté junto a él, para ver cómo moría la chica".

"Era de noche, estaba lloviendo y ella caminaba sola en la calle. Como no le faltaba mucho para llegar a su casa, decidió tomar un atajo. Pero un grupo de hombres malvivientes la habían visto y la siguieron por el callejón donde se había metido. Era el momento se su muerte".
En ese momento, Jeaulous hizo algo que los shinigami tenemos prohibido hacer: Escribió los nombres de aquellos hombres en su cuaderno, salvando asi la vida de la chica".

"Nunca debio hacerlo. Los shinigami existimos con el proposito de acortar vidas. No se nos permite contrariar los designios del destino".

"Entonces Jealous, poco a poco se devanevio. Se convirtió en algo que es como arena y herrumbre, murió. El unico testimonio de su existencia fue el cuaderno que dejó".

"El resto de su vida se sumó a la de ella. Sin querer, no solo le salvó la vida sino que también la prolongó mucho mas alla de su fin natural".

–Si no se hubiera enamorado de ella –apuntó Sybil–, seguiria con vida...

–Si.

–Entonces, esa noche... Jealous me salvó la vida.

–Si, Jealous te amaba tanto que dio su vida por ti. Por eso, tú debes tener su cuaderno. Así lo hubiera querido él.

Sybil asintió. Estaba muy conmovida.

–Para que un shinigami muera debe amar tanto a un humano que decida impedir su muerte natural.
Estuvo callada un buen rato. Rem quería preguntarle que cosa estaba pensando. Hasta que por fin, habló.

–Espera que se lo cuente a Louis... ¡apuesto a que saber eso le serviría de mucho!

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