One Shot Ziam. AU. Hot. This love is only getting stronger.

-¡YA NO PUEDO MÁS, RENUNCIO!- salí corriendo de ese maldito lugar, hace tiempo debí hacerlo.

Llevaba poco más de tres meses trabajando en ese mugriento bar de mala muerte, donde solo acuden viejos asquerosos con prostitutas que solo les sacan dinero y los dejan botados a media función. Es realmente asqueroso, luego se te suben encima, se frotan sobre ti para que les tires con un vaso del alcohol más barato que tengas.

Si a eso le sumamos que no me gustan las “mujeres” si es que pueden llamarse de esa manera, por lo menos me atrajeran, disfrutaría de un roce o simplemente de vista.
Lo peor no es eso, si no el pendejo de mi jefe, puto mierda idiota me dan ganas de meterle una bala por el culo. Se cree la gran cosa por ser el jodido dueño.

Cree que puede mangonearnos a su antojo, aguanté demasiado porque en realidad necesito el trabajo, necesito ese ingreso para poder comer y mandarle un poco a mi madre que piensa que estoy estudiando.

Hoy fue la gota que derramó el vaso, después de una de las mejores noches que he visto en ese lugar desde que llegué, el pendejo de mierda no me quiso pagar mis propinas, porque según él me porté mal y no me las merezco.

Yo sé que se trae algo conmigo desde que me vio con mi novio, sí porque desde entonces me sobre explota y me ve de una manera que da miedo, me dan escalofríos. Pienso que está enamorado de mi o algo, no lo sé. Pero no pienso soportarlo un día más.

Encendí mi cigarrillo mientras caminaba rumbo a la casa de Liam, mi novio. A él no le agrada del todo que fume, pero es simplemente un hábito que no puedo parar, he tratado pero no puedo, aparte que se queja si bien que le gusta fumar porros conmigo.

Busco la llave del departamento, si es que se puede llamar así al cuarto este, dentro de mi bolsillo y no la encuentro.

-Maldita sea- digo por lo bajo – ¡Liam! Ábreme por favor- digo tocando la puerta por tercera vez consecutiva.

-Uhmmm… ¿y tú llave?- me dice en tono malhumorado, lo único que puedo pensar es en lo sexy que se ve solamente con su pantalón de pijama puesto.

-La perdí de nuevo- cierro la puerta detrás de mí y me pongo sobre su espalda besándole el cuello.

-Zayn… son las malditas 4 de la mañana, tengo que levantarme en tres horas- él trabajaba por las mañanas y yo por las noches.

-Vamos Liam, un rapidito ¿sí? Tenemos mucho sin hacerlo, anda- insistía pasando mis manos por su cuello, espalda, costado.

-Zayn, lo hicimos anteayer no me jodas, anda duerme-

-Exactamente eso es lo que quiero hacer, joderte- susurré en su oído, metiendo mis manos por su pantalón.

-Uhmmmm… veo que alguien es mentiroso acá, ¿eh? Tu cuerpo me dice otra cosa, mira que estás bastante listo- lo toqué por encima del bóxer.

-Aaaah, para Zaaa-zayyyyyn por favoooorrrrr- gemía, no paré mis movimientos y empecé a besar su cuello al mismo tiempo.

-¿Quieres que pare ahora?- le pregunté acelerando mi mano.

-Te odio- se dio la vuelta para ponerme encima de mí y me besó rudamente, con toda la pasión y coraje.

-Así me gusta, rudo, fuerte- prácticamente nos arrancamos la ropa y en menos de un minuto estábamos desnudos.

Volví a darnos vuelta, quedando yo encima. Besé todo su cuerpo desde la frente, pasando por su cuello, pecho, me entretuve un poco con sus pezones haciéndolo gemir fuertemente, lamí sus abdominales marcados hasta llegar al templo del placer.

Lo agarré con las dos manos y me metí solamente la punta a la boca chupando saboreando pero siempre manteniendo el contacto visual, aunque él cerrara los ojos y echara su cabeza hacia atrás.

Terminé de jugar con la punta y metí todo a mi boca, bueno todo lo que cupo. Es bastante grande para meterlo todo. Puso sus manos en mi nuca ayudándome a hacer el trabajo, bueno más bien ahogándome un poco. Pasaba mi lengua por toda la longitud succionando la punta terminando en un pop, cada vez gemía más y más alto, sentía su líquido pre-seminal en mi boca.

-Aaaaah siiiii, maldito así o siiiii, más, más, ya casiiiii- aceleré los movimientos, ayudando con mis manos, introduje dos dedos de golpe a su agujero y con eso tuvo para terminar en mi boca. Tragué todo, absolutamente todo lo que me dio.

-Oh Dios… - se quedó sin palabras, estaba jadeando.

-Espera un momento, voy por el lubricante lo dejé en el baño, no te duermas- corrí al baño que no estaba muy lejos que digamos. Lo tomé y me vi en el espejo, wow realmente esto de las desveladas me tiene hecho mierda.

Ya después me preocuparía por eso, ahora lo importante es llegar a la cama una vez más.
-Ahora sí amor, vamos a disf…- que demonios, ¿está roncando? Maldito, maldito, mil veces maldito, argh. Mira que me dejó más prendido que la antorcha olímpica.

Podría despertarlo y violarlo por hacerme esto, pero tampoco soy tan hijo de puta para hacer ese tipo de cosas. Lo dejaré dormir pero mañana me va a escuchar, bueno mejor dicho me va a sentir.

Sin muchas ganas, me puse el pantalón del pijama, así sin algo debajo, me metí a la cama, apagué la lámpara y cerré los ojos.


Me despertó un sonido muy, mucho demasiado molesto.

-Arrrgh, ¿qué demonios es ese ruido?- abrí los ojos para toparme con Liam utilizando la jodida licuadora.

-Ups, lo siento. No quería molestarte a las 7:30 am con mi ruido, solo quería prepararme una malteada- prendió de nuevo el aparato infernal ese.

-¿Te estás vengando de mi cierto? Eres un puto-me tapé la cabeza con la almohada pero aun así se escuchaba.

-Tú también eres un puto, mira que despertarme a las 4 de la puta madrugada, porque perdiste las llaves, DE NUEVO y luego me robaste media hora más porque estabas todo calenturiento y no te podías aguantar a hoy- gritó enfadado.

-Yo… lo-lo siento, perdóname…- bajé la cabeza avergonzado. La verdad es que me comporté como un maldito egoísta de mierda.

-Ya, está bien no debía gritarte, pero entiéndeme Zayn, no es que no te ame o te desee, créeme que lo hago todo el tiempo, pero- suspiro –necesitamos ese trabajo.

-Lo sé Liam, fue muy egoísta de mi parte, en verdad lo siento. Ehmmm… en cuanto a lo del trabajo yo…- no sé si decirle en este momento o no.

-Shhhh… ya no digas nada. Quiero que me acompañes en la ducha, ¿te parece?- estoy a punto de l… ¿QUÉ?

-¿Acaso es necesario que responda eso?- le agarré la mano y nos dirigimos a el baño.

Nos quitamos los pantalones, Liam fue el primero en entrar a la bañera, le seguí yo. Quedamos sentados uno frente a otro mirándonos fijamente, lamí mis labios y moví mi pie directo a su miembro, dio un pequeño salto.

Sin decir una sola palabra se sentó sobre mí y nos besamos. Suave, demostrando todo el amor y frustración que sentimos uno por el otro. Pasé mis manos por su espalda acariciando todo a mi paso, pasé a besar su cuello dejando marcas como siempre.

-Uhmmm… Zayn, sabes que odio eso- por eso lo hago, para que se le quitara el enojo tomé su pene con mis manos.

-Mmmmm… estás tan duro- le dije, tiró su cabeza hacia atrás dejándome libre acceso a su cuello, el cual volvi a atacar con besos. Estábamos jadeando, yo me encontraba igual o más excitado que él.

-Siii, sigue, no pares- aceleré el movimiento de mi mano y con la otra busqué su agujero para estimularlo, toqué alrededor e introduje un dedo.

-Aaaah- gimió y saltó haciendo derramar la tina.

Me quitó las manos de donde las tenía y me besó de nuevo, esta vez más rudo. Puso sus manos en mis hombros, yo las puse en su cintura.

Con una mano agarró mi miembro y lo guió a su entrada sentándose de golpe sobre él.
-Oooh, mierda- gemimos al unísono, mierda está tan apretado. Se siente tan bien después de días de abstinencia.

Saltaba sobre mí, yo lo ayudaba uniéndome a él, creando una perfecta sincronía. No se cómo pero tomamos un ángulo que me hizo querer desmayarme del placer, se sentía como el paraíso.

-Mierda, Liam no pareeeeeees, más, más- a este punto estaba gritando como puta.

-Oooh siiiiii, ya casiiiii- no se si podía aguantar un minuto más, tomé su pene con una mano y empecé a masturbarlo al mismo tiempo que se metía mi pene en su ano.

-Aaaah… ssssss… iiiiiiiiiiii… yyyy… aaaaa- gritó tan fuerte como se vino en mi pecho, llenándome de sustancia blanca, uhmmm… sabe tan rico.

-Un poco más bebé…. Uuuhhhhh… yaaaaaa- me vine dentro de él como nunca antes, le clavé las uñas en la cintura, mis dedos de los pies se contrajeron.

-Oh Dios, Liam ha sido el mejor… orgasmo… de… mi… vida- jadeaba, aún estaba temblando.

-Sí, el mío igual- se salió de mí, dejando una especia de vacío.

-Oye, Li. Hay algo que debo decirte- tenía sus ojos cerrados, recargado en el borde, se mira tan hermoso y tierno.

-Uhmmm- bien aquí viene la guerra.

-Yorenunciéayeraltrabajoporqueyanosoportabaalpendejodemijefe- dije rápidamente.

-¿Qué? No te entiendo Zayn, habla más despacio- ahora si me prestaba atención, mierda.
-Bien… eh… verás. Pues… resulta que renuncié al trabajo porque ya no soporto al miserable pendejo de mi jefe, maldito mierda puto, no me quizo pagar las propinas, osea tuvimos una genial noche y me sale con mamadas de esas y no te enojes por favor- bajé la cabeza en señal de arrepentimiento.

-MALIK, ¿CÓMO SE TE OCURRE? Argh… ¿cómo puedes pasar de hacerme tan feliz a tan enojado en menos de un minuto?- se levantó y salió de la bañera amarrando una toalla a su cintura.

-Mierda- prendí un churro y me dispuse a fumarlo con total calma, a ver si esto me ayuda. Sé que cuando se enoja no hay mejor remedio que dejarlo solo.

-Dame un poco de eso- puta madre casi me ahogo.

-Gracias por casi matarme, Dios- le pasé el cigarrillo, dio una fuerte calada y a los segundos soltó el humo cerrando los ojos, me lo devolvió y se recargó en la pared del baño.

-Ok, veamos. Creo que si renunciaste fue por algo, creo y confío en que tomaste la mejor decisión para ti, no me importa si no pensaste en mí un poco. Pero si no estabas cómo en ese lugar es lo mejor- ok… ¿qué?

-Liam, créeme cuando te digo que si pensé en ti, todo el tiempo, te lo juro. Porque crees que duré tanto tiempo en ese asqueroso lugar, te amo y nunca te dejaría solo en esto de trabajar- di una última calada al cigarro y lo apagué.

-Lo sé Zayn, perdón. Espero que consigas un trabajo que te guste y que de preferencia sea por las mañanas, igual yo he sido un poco egoísta al decirte eso. Te amo igual o más- y sin decir más salió de ahí dejándome solo como siempre.

No tengo la menor idea de que pasará con nosotros o a qué me dedicaré, lo que sí sé es que este amor es fuerte y puede con todo y todos.